Stonehenge

Tras haber pasado varias semanas en Ouroboros, y hastiado ya por la inactividad a la que nos habiamos visto sometidos, habia decidido marchar de alli. Total, no nos lo tenian prohibido. Sabia que bastaba con mantener el anonimato de aquella isla. Y por otra parte, yo no deseaba en absoluto delatarlos. Eran magos, grandes magos, luchando por mantener un bastion de poder y fuerza ante el avance de los sucios humanos. Asi que no tenia nada contra ellos, y por el contrario, mucho que aprovechar....

Pero iba siendo hora de volver a mover nuestras fuerzas. Habiamos perdido mucho, muchisimo poder desde la caida del ultimo Ministro de Magia, o de nuestro rey, tal como se habia proclamado el difunto Alphonse Bertram, asesinado vilmente por algun rebelde de la Resistencia.... las fuerzas de los aurores se habian dispersado, nos habiamos visto cual organizacion descabezada, y por ultimo el ataque sufrido en mi castillo en Stirling, Escocia, no habia mejorado las cosas. Pero eramos magos y sabriamos alzarnos. Y aquello empezaba ya. El chasquido de la aparicion resuenta entre las piedras de Stonehenge, aquel mitico resto megalítico que habia permanecido impasible durante muchos, muchos años, pese a la guerra y a las batallas alli sucedidas. Sin duda tenia algo especial. Los militares no habian podido tocarlo. Siento vibrar el aire en cuando aparezco alli. La noche es fria, pero eso no impide que una sonrisa se incruste en mi expresion, una sonrisa un tanto malevola. Miro las imponentes rocas, reflexionando.

El mundo no podria culparnos en el futuro por lo que ibamos a hacer, por las medidas que fuesemos a tomar. El mundo deberia agradecernoslo. Al menos, claro, mi mundo.... porque el de los humanos no me importaba en lo más minimo. Aguardo alli, sabia que no habiamos apenas Blood Keepers. Adele, a lo sumo. Galahad estaba de capa caida desde que lo derroté en el torneo, y en Benjamin no podias poner muchas confianzas dadas las tendencias a desaparecer que tenía....aun así, aguardé pacientemente.

Otro chasquido en la noche en medio de aquel lugar alejado de todo, haciendo que aparezca justo en el borde del conjunto megalítico. He de reconocer que Rybar ha tenido muy buen gusto eligiendo este sitio, al menos es de los pocos participantes del torneo que se salvan de caerme extremadamente mal. Es difícil encontrar demasiada gente que comparte esos ideales, muchos han desaparecido, han muerto, huido...en cualquier caso nos toca a nosotros ser los fuertes de esta historia, puesto que a otros magos parece que aún les tiembla el pulso para asesinar a aquellos que se hacen llamar raza humana. Por mi parte no me temblará, ni si quiera con un cachorro humano. Luego crece, y siguen matando a los nuestros.

Camino sobre la húmeda hierba arrastrando por ésta parte de mi capa negra, que hace el característico sonido de una tela al ser arrastrada por una superficie, aunque apenas audible. Al llegar junto a Rybar me bajo la capucha, revelando mi identidad para que no le de por atacarme en un momento de paranoia.

- Dvorak...no me digas que sólo estamos nosotros dos...

"panda de inútiles cobardes"

- ¿Que hay de tus aurores? ¿No tenías al menos 3 o 4 importantes a tu cargo? ¿y aurores de rango bajo?

"estas cosas con Franz no pasaban, él tenía todo Versalles a su servicio. Fue un idiota dejándose matar tan fácilmente, podríamos haber sido muy grandes"

- Bien, pues empecemos la primera "reunión" de Blood Keepers...- comento con una leve risa maliciosa, remarcando lo de reunión porque somos dos nada más. Si viene alguien más tampoco me apetece esperar, que se incorporen cuando puedan, que hubiesen llegado antes.

Empezaba a tener un poco frio de más, y a mi el frio en exceso no me sienta bien. Ni mucho menos a mis prótesis. Pero claro, que tampoco me sienta bien el calor.... Aun asi no me tomo el descanso de sentarme, aguardo de pie en todo momento. No quiero que si alguien llegue me encuentre sentadito cual anciana. Me giro al oir un chasquido, la mano bajo mi capa moviendo los dedos hacia la daga por si fuese un enemigo. Pero no lo es. Tan solo Adele.

-No hace falta que te lo diga, lo estás viendo. -replico de modo seco. -Es lo que hay. Habían otros dos aurores, Galahad y Benjamin. Galahad lo conoces...el caballero. No consigo hacer que mueva su trasero desde el torneo. O cambia drásticamente, o tendré que deshacerme de él.

"No me agrada, por supuesto, pero si se vuelve prescindible, adios muy buenas"

-Y Benjamin está desaparecido. Se mezcló demasiado con magos de la Resistencia. Asi que, tú y yo. Pero... ¿para que más?

Suelto eso ultimo con un tono afilado y sarcastico. Paseo un poco hasta acercarme mas a ella, que se ha quitado la capucha. No así yo. Sigo embozado, protegido del fresco. -Lo primero, por más que encontremos romanticismo en esto de las ruinas de Stonehenge no podemos seguir reuniendonoos aqui. Necesitamos un centro de operaciones. Debe de ser modesto, nada de alardes como en Bastion de Magos o Stirling.... no al principio, al menos. Porque primero tendremos que cobrar fuerzas. ¿Tienes alguna propuesta? Convendría alejarse del centro de londres por la vigilancia, pero tampoco demasiado para no perder pista de lo que hacen

Saco un papelito donde llevaba las anotaciones que habia ido haciendo. -Canterbury, he oido que es un refugio de humanos. O el castillo de Bodiam, creo que está ocupado por pequeños grupos de magos. Y otra cosa. Necesitamos capturar algunos cuantos humanos, preferentemente, soldados. Ya que somos tan pocos...he pensado  hacer uso de los servicios de los mercenarios para tal  menester. Dinero no nos falta.

No me inmuto ante su sequedad y tono cortante, ya sé que es así, y aunque no lo supiese me da exactamente lo mismo. Aunque sea obvio no está de más señalar que sus fieles aurores le han dejado algo tirado, aunque eso también me pasó a mi con los franceses. Me suena bastante el auror que menciona, el que iba en plan caballero medieval. Por lo visto perdió el torneo, aunque eso no es excusa para no estar aquí hoy.

- Pues dale un escarmiento para que vuelva al trabajo.Y si ves que se ha quedado inútil ignóralo, detesto a la gente que no sabe volver a levantarse.

"si que tenía poca voluntad el caballero de pacotilla"

- A ese tal Benjamin si que le daría un escarmiento bien duro, un correctivo por traidor a la sangre. En serio, eres demasiado blando con los que te rodean.

"poca mano de hierro para estar casi hecho de metal"

Me guardo ese último comentario cruel porque no es cuestión de empezar mal tan pronto con un socio con el que debo trabajar, lo dejaré para otro momento. No puedo estar más de acuerdo en eso de encontrar un nuevo cuartel, pero por supuesto no puede ser nada como lo de Stirling, que a pesar de ser una fortaleza resultaba muy llamativa para atacar. Una lástima, porque era un castillo magnífico. - Puedo encargarme de eso. Pero Canterbury no me inspira confianza, y el castillo de Bodiam...puede que fuese repetir la historia de grupo de magos reunidos en un castillo. Por ahora buscaría algo en los alrededores de Londres, algo para evitar que nos localicen los centinelas. Tal vez alguna cueva, allí debe ser más difícil el acceso. Creo que sé de una que nos serviría.

"hay que ver a lo que hemos llegado...de reunirnos en palacios y grandes castillos a tener que recurrir a la clandestinidad"

- Déjame eso de buscar el lugar a mí, te mandaré una lechuza con la ubicación. Tú encárgate de los mercenarios. Y cuidado con ellos, son muy traicioneros.

-Eso haré.

No hace falta que Adele me diga lo que debo hacer con Galahad, pues lo se más que de sobra. Igual que con Benjamin. Lo que si que no me hace ni pizca de gracia es que me diga que tengo demasiada mano blanda con los que me rodean, que me reproche mi modo de trabajar o de relacionarme. La miro de soslayo, mordiendome algo la lengua. -Eso a tí no te incumbe, me parece.

"no eres quien para decidir como trato o dejo de tratar a los que me rodean"

Por lo menos accede a encargarse de la parte de encontrar un refugio donde reunirnos tranquilamente en la clandestinidad hasta que nuestra situacion mejore nuevamente. Lo necesitariamos. Aunque cada vez veia más y mas dificil encontrar magos dispuesto a alistarse junto con nosotros por nuestra causa. Yo lo tenia claro, pero.... -Está bien. Infórmame si encuentras algun sitio apropiado. Yo iré al asunto de los mercenarios. Y no te preocupes...tengo experiencia tratando con esa calaña.

"puñaladas traperas, exigir mas dinero, dejarte tirado a medias....suele pasar, aunque a veces des con algunos buenos"

Me despido de Adele, y tras desearle algo de suerte, me desaparezco de alli.

Ignoro las borderías de Rybar porque no están a la altura para ser contestadas. ¿Pero qué se cree? está hablando con la antigua reina de Francia, mucho más que una noble, que es lo único que es él. Lo despido con una falsa sonrisa, tras asentir a eso de buscar escondrijo. Ya lo tenía pensando. Lo veo marchar desapareciendo, así que decido que es el momento de ponerse manos a la obra. El lugar al que iré no es lujoso, ni siquiera grande. Es una pena que tengamos que vernos abocados a eso, pero es lo que hay ahora mismo. Necesitamos coger fuerzas para resurgir, y sobre todo necesitamos seguir perpetuando la especie, a ser posible con lazos entre familias de sangre limpia, para no mezclar demasiado nuestra sangre con otros magos de familias impuras, aunque siempre es necesario hasta cierto punto para evitar problemas derivados del cruce excesivo entre las mismas familias constantemente. Por mi parte ya he contribuido a eso de mantener la especie mágica al tener un hijo con uno de los aurores del emperador, o ex emperador, de Rusia. El crío está a buen recaudo viviendo en un burdel, no es el sitio más adecuado pero al menos está seguro, y aprenderá cosas importantes rodeado de tantas mujeres. No lo atiendo demasiado a menudo porque no soy excesivamente maternal, pero sí me encargo de que esté a salvo, por proteger a mi descendiente. Tal vez me interese tener otro tipo de 'descendiente', nunca se sabe lo que pueden traer ciertos cruces con ciertos especímenes. Una vez tengo el destino fijado en mente, cierro los ojos, escuchando el viento que silba entre las rocas durante unos segundos. Tras esto me desaparezco del lugar, dejando sólo el sonido de un chasquido tras de mí.

Luego de poder tranquilizar y dormir al troll saque a todos del bosque, pero no sabia cuanto tiempo duraría el efecto así que me apresure junto con Zeus que llevaba al águila y a Night que iban a toda marcha tratando de que no nos siguiera apenas se terminara el efecto, pero para nuestra suerte pudimos escapar. Yo andaba algo agotado, pero la "juventud" me ayudo a sobre llevar el cansancio. Llegue a un lugar muy bello para ser honesto y observe el lugar por si había algún otro peligro o no, estuve unos minutos observando hasta que decidí bajar a todos, primero a la peli verde que por suerte acepto que la cargara en mi espalda, luego al colorado lo deje en el suelo ya que aún seguía inconsciente y Zeus bajo al águila al suelo para dejarlo respirar un rato.

-Tuvimos suerte al escapar, sera mejor que se queden un rato acá para recuperar energías- me dirigí a la peliverde con tonó frió y firme, yo por mi parte decidí sentarme mientras me apoyaba en una de las columnas de ese lugar para descansar por usar magia, descansar del golpe y de correr, osea de todo. Zeus y Night se pusieron al lado mio, para descansar mientras hablaban entre ellos, parecían bien y se reían de la situación por como fue todo, yo solo me quede observándolos y respirando hondo el aire frió del lugar.

El hombre nos sacó de allí en cuanto pudo, caminando después por el bosque hasta llegar aquí, un enorme claro (mayor que en el que nos hemos encontrado a estos dos) con unas rocas puestas de manera estratégica. Al rato de comprobar el lugar Antonio me baja de su espalda, dejándome sobre la hierba y sentándose él contra una de las piedras gigantes aconsejando que descansemos.

-Sí, gracias.

Me acerco a Narth, que está en el suelo, y lo tomo entre mis brazos buscando heridas o daños. Imito al peliblanco sentándome y acaricio las plumas de mi compañero de forma suave y cuidadosa.

¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Narth?

Vigilo a Ben de reojo, que sigue un poco desmayado. Me ha pegado un buen golpe... pero bueno, también han estado a punto de comérselo.

¿Que había pasado? No recordaba casi nada. Ese troll me dio una buena ostia, que dolor de cabeza... ¿Dónde estaba? Veo que Zoey me sostiene, acariciándome las plumas. Intento hacer memoria, después del golpe caí al suelo y creo que casi me quedé inconsciente, o al menos sin poder responder. Vi como el troll estuvo a punto de comerse al pelirrojo y estuve dispuesto a transformarme pero el tal Antonio sacó una flauta y lo tranquilizó con su música. Al ver que las cosas se calmaban y que la lechuza Zeus me recogía me terminé rindiendo al cansancio y el dolor y... no recuerdo más. Se ve que salimos de allí, una suerte.

Muevo un poco el las alas y me duele, creo que me he roto algo. Por suerte sanará pronto, aunque espero que Zoey no se de cuenta o se hará preguntas dificiles de responder... Me quedo quieto dejando que me acaricie esperando a que mi cuerpo sane cuanto antes. Miro a mi alrededor para ver dónde nos encontramos. Unas piedras enormes dispuestas formando un círculo... este sitio me suena, creo que lo visité hace casi un siglo. ¿Stonehenge? Sí, debe serlo.

Zoey me pregunta si estoy bien.- Sí, pero déjame descansar un poco más, estoy molido- le digo.- Deberíamos irnos de aquí cuando antes y descansar en algun sitio más adeacuado. Además, tengo hambre...

Antonio, ¿conoces algún sitio por aquí seguro?

Necesitaba descansar un poco y recuperar las fuerzas que había gastado para llegar hasta acá y traerlos a todos, ya estoy viejo para estas cosas, la peli verde acariciaba a su compañero mientras que este movía sus alas y se notaba que le dolían. Yo por mi parte, estaba observando para todos lados por si aparecía el troll o algo peor, pero por ahora la zona estaba tranquila y solo se veían los animales a lo lejos. Así que solo solté un pequeño suspiro mientras que Zeus y Night seguía a sus anchas tirados al lado mío durmiendo.

Luego Zoey me da las gracias por haberlos traído y se queda un rato junto a su compañero para descansar, ya que la paliza que nos dieron fue bastante fuerte y hasta uno quedo inconsciente, el águila habla con ella un poco para tranquilizarla pero preferí no meterme en sus asuntos, hasta que este me pregunta si conozco algún sitio seguro por acá. -No, ya que llegue hace poco a Londres y aún no encuentro ninguna casa o lugar tranquilo, disculpe- le respondo amablemente y con tonó serio a la vez, ya que era verdad hacía poco que llegue y aún no pude encontrar ningún lugar fijo para quedarme o conseguir alguna casa por el bosque, lejos de la ciudad.

Respiro tranquila cuando Narth me contesta que está bien, aunque no me lo creo del todo, veo que le duelen las alas. Sigo acariciándolo y asiento a su propuesta de descansar en un lugar seguro, aunque no todavía.

Te dije que comieras, deberías haberlo hecho.

Lo miro con una expresión de cejas preocupada y a la vez de "a la próxima más te vale hacerme caso". Luego le pregunta a Antonio pero este le responde que acaba de llegar a Londres, tampoco él conoce muchos lugares. Mis ojos rojos lo observan fijamente, dándole vueltas a varias ideas.

-Si no es mucho preguntar... ¿cómo un mago tiene la capacidad de comunicarse con los animales? ¿O no eres un mago completo?

Estaba agotado. Ya casi ni oía la conversación de Zoey y Antonio, sentía que iba a desfaller. Pero estaba bien, su ala se estaba curando... ¿Qué pasaba entonces? Le dio vueltas a la cabeza hasta que lo recordó... llevaba mucho tiempo convertido, quizás demasiado teniendo en cuenta la paliza. No iba a aguantar mucho más tenía que irse lo antes posible y descansar unas horas en su forma original... y aunque le pesara que Zoey tuviera razón, también comer algo.
-Tienes razón, iré ahora mismo a cazar algo. Volveré en unas horas.-Me puse en pie, librandome de su cálido abrazo.- No te preocupes por mí, estoy bien y estaré atento por si os moveís, os alcanzaré enseguida.

Le di un picotazo cariñoso a Zoe y alcé el vuelo con dificultad. Me alejé todo lo posible hasta encontrar un pequeño bosquecito. Me posé con cuidado en una rama sólida, fuerte y a una buena altura, que soportara mi peso y desde dónde pudiera ver a Zoey en la distancia y me transformé.

Observaba a Zoey y a Narth tranquilos, me gustaba ver esa conexión entre dos compañeros de vida, eso me ponía contento ya que se trataban con respeto. Pensaba en levantarme y seguir mi camino, pero Zoey comenzó a observarme fijamente a los ojos y era obvio que me iba a preguntar algo o de seguro a comentarme algo, pero cuando soltó la pregunta una pequeña sonrisa de formo en mi rostro.

-Una sola vez me hicieron esa pregunta y volverla a escuchar me da un poco de gracia- comente de forma sería pero con la sonrisa aún en mi rostro -Soy mago, tranquila, pero antes tenía otras habilidades y por culpa de los humanos que me pusieron un aparato extraño perdí mi magia por 6 años- tome una breve pausa para observar a los dos tontos que estaban ahora corriendo como locos, típico de su juego de perseguirse, la mire nuevamente a los ojos y proseguí -Durante ese tiempo pude comenzar a relajarme, pero a la vez preocuparme por mi vida y por la de mi hija que había comenzado su viaje. Hasta que en una de sus cartas que me mando, me escribió que descubrió mediante la meditación y paz interior nuevas habilidades- tome otra breve pausa para escuchar a Zeus -Voy a cazar algo, el hambre me gana- asentí con la cabeza y a los minutos Narth partió en busca de lo mismo, sospecho que Zeus lo seguirá para cazar juntos o no se.

-Así que- observe a Zoey -Fue gracias a esa meditación y paz que pude encontrar esta habilidad, para ser honesto no me arrepiento de nada. Sino jamás hubiera conocido a Zeus y Night. Y usted joven, como puede comunicarse con los animales?- le pregunte de forma curiosa, ya que de seguro era una habilidad que había obtenido desde que nació o de seguro algo parecido a lo mió, pero igual tenía curiosidad de como puede hablar con estos.

¡Narth! Pero el pájaro hace oídos sordos a mi llamada y se va por ahí, como si no le doliera nada y estuviese perfectamente. Siempre tan cabezota, pues claro que me preocupo. Lo sigo con la mirada hasta que ya se pierde entre las ramas del bosque, luego vuelvo mis ojos a Antonio y escucho cómo los humanos le arrebataron su magia durante años.

Mi expresión debe ser de bastante sorpresa, no sabía que los seres humanos tuvieran esa clase de poder. Que eran un duro oponente sí, ya que de lo contrario la guerra hubiera acabado pronto, pero no que realizaran tales atrocidades como quitarle la magia a otro ser. Me imagino por un momento ser como ellos, una persona normal sin ningún tipo de habilidad especial. No hablaría con los animales, no podría ver a lo lejos ni controlar el fuego, no sería capaz de sanar ni siquiera pequeñas heridas.

Igual que si borraran parte de tu esencia, dejándote perdido por el mundo buscando algo que no tendrás. Un infierno en vida, parece. Por primera vez en mucho tiempo siento compasión, tristeza por el hombre, empatía. No llego a comprender lo que tuvo que ser aquello, pero que consiguiera encontrar paz a pesar de todo me deja saber que es alguien con paciencia y muy dedicado.

No parece dejar que los recuerdos le afecten, me pregunta con curiosidad el porqué de que yo también pueda comunicarme con los animales. No soy confiada, no me gusta ni siquiera hablar con extraños, pero dudo que mostrarle el origen de mi habilidad sea peligroso, y me ha salvado la vida. Despacio dejo caer la capucha sobre mis hombros, y recojo mi cabello detrás de mis orejas acabadas en pico, símbolo de mi raza.

-Soy una elfa, nací con esa capacidad.

Mientras contaba un poco, a la vez de responder su pregunta, su rostro era de sorpresa, pero yo tenía que seguir serio mientras lo contaba. Y cuando termine esta se había quedado varios minutos en silencio, para cuando luego formule mi pregunta estaba en duda de si me lo iba a decir o no, pero si no me lo decía lo iba a entender igual. Se que recién hoy me conoce y no debe confiar en mi, pero bueno esperaba pacientemente su respuesta.

-De seguro este pelirojo se murió- escuche a Night decirlo mientras se acercaba a Ben para ver si seguía respirando o entro en coma alcohólico. Este se le subió arriba del pecho y comenzó a pasarle la patita por el rostro para ver si aún que sea movía la mano para rascarse o sacarse eso. Pero por ahora nada.

Pero observo que se deja caer la capucha a la espalda y recoje su pelo, veo que sus orejas son puntiagudas. -Una elfa- pensé mientras la observaba bien y cuando me dijo que era una elfa una pequeña sonrisa se poso en mis labios, son una raza muy amigable y tengo amigos elfos por algunas partes del mundo. Son bastante conocedores de la naturaleza y gracias a ellos aprendí mucho mi manejo sobre las criaturas, el poder comprendedlas, hablar con claridad con ellas y hasta (en casos de emergencias) pedirles favores u ordenando les algo, obvio que dándole algo a cambio.

Así que me levanto y hago una leve reverencia, -Ya me parecía- obvio que algo sospechaba -Siempre es un honor hablar con los elfos- me acerco para sentarme a unos metros de ella, para no estar tan lejos para conversar. -Debe ser magnifico hablar con los animales desde que sos pequeña- dije con tono mas amable y, mientras observaba el cielo, con una pequeña sonrisa en mi rostro.

-Así que este se convierte en humano...-

La gran borrachera y el pedazo de golpe del troll me pasan factura hasta el punto de quedar por ahí desmadejado cual muñeco de trapo, como inerte durante varias horas. Por suerte se han encargado de sacarme de allí, y ahora mismo estoy lejos de todo peligro, tirado sobre la hierba de Stonehenge.

Casi no me doy ni cuenta de cuando el animal de Antonio se pone encima de mí, sigo sin dar señales de vida durante un rato más. Al cabo de unos minutos voy despertando poco a poco, desorientado, sin saber dónde estoy, con la visión nublada, el estómago revuelto y un buen dolor de cabeza. Me espera una buena resaca. Me incorporo hasta sentarme, con los ojos entornados, pasándome una mano por la cara.

- Joooder...- hacia bastante tiempo que no me cogía una tan gorda. O será la edad, que ya va pasando factura en esto de emborracharse. Miro alrededor, dándome cuenta de que ya no hay troll, ni bosque. Sólo los compañeros de aventura que allí encontré. - Hemos dejado atrás a ese bicharraco... ¿qué más ha pasado? - pregunto un tanto confundido mientras me pongo en pie, apoyándome una piedra cercana para estabilizarme. - Sólo recuerdo que peleábamos y...que no servía de mucho. ¿Alguien lo ha matado? ¿hemos huido? ... - las preguntas quedan a medias, dejo de hablarles unos segundos durante los que se me pone muy mala cara. Después me inclino hacia delante, comenzando a vomitar a lo bestia cual borracho pasado de rosca.

Casi me quedé dormido. No se cuantas horas estuve en esa rama adormilado, pero lo suficiente como para curarme rápidamente de las magulladuras y contusiones que me había hecho el troll. Tendría que fingir que me duele todo un poco a la vuelta, las águilas normales no se recuperan tan rápido de un golpe así.... Eché un vistazo al grupo en el claro, Zoey parecía estar igual y el pelirrojo estaba despierto, parece que todo va bien. Ya relajado con que todo fuera bien las tripas me empezaron a rugir y además tenía las alas un poco entumecidas, me haría falta estirarlas un poco, pensé. Decidí alejarme un poco del linde del bosque para evitar que Zoey me viera, que no paso por alto que tiene una buena vista propia de elfos, y mejor entre los árboles para no llamar la atención.

Desplegué mis alas e inicié el vuelo tirándome de la rama en la que me encontraba, dirigiéndome al interior de bosque, volando entre los troncos y ramas de los árboles empecé a buscar alguna presa apropiada para mi forma de águila. Aunque no me llenara mucho el estómago con el tiempo aprendí que es mucho mas eficiente comer tranformado, no es que me saciara por completo pero sí era lo suficiente como para mantener bien alimentado y con energías. No tardé mucho en encontrar una liebre despistada por entre los árboles. Me lancé a ella en picado, daga en mano, y la agarré con la mano izquierda mientras con la derecha acababa con su vida rápidamente, para que no sufriera. Me transformé y di paso al festín.

Una vez acabé no esperé a descansar un poco y retomé el vuelo para volver al claro con Zoey, no vaya a ser que se hayan ido ya y tenga que rastrearlos. Me elevé sobre la copa de los árboles y volé hacia el grupo que seguía en el claro.

-Ya estoy de vuelta, ¿qué me he perdido?

Antonio se levanta, haciendo una reverencia. Sé que algunas personas consideran a los elfos seres con grandes poderes y tal, pero no creo que eso merezca reverencias ni cortesías mayores. Él se sienta un poco más cerca para poder hablar cómodamente, no aparto los ojos de su persona mientras lo hace. Luego me dice que hablar con los animales desde pequeña debe ser genial, se le ve un poco soñador, mirando al cielo con una sonrisa.

-No he conocido otra cosa, pero supongo que sí, es muy bonito. Estableces relaciones con los animales de tu alrededor igual que si fueran tu familia, ellos te cuidan y tú a ellos.

De repente el pelirrojo comienza a despertarse, tal vez gracias a Night o tal vez por otro motivo, pero no tiene muy buena cara. Se sienta, y luego hace un esfuerzo por levantarse, preguntando qué ha pasado. Estoy pensando en lo que decirle cuando se inclina y comienza a vomitar, echando todo el alcohol y algún resto de su última comida, que vete a saber cuándo fue.

Me levanto y me acerco despacio, recogiéndole los cabellos con una gomilla y poniendo una mano en su espalda, aunque eso no lo ayude a veces sienta bien, yo lo sé. Entonces escucho un ruido con mis orejillas de elfo y veo a Narth, que ya ha vuelto. Parece bastante más recuperado, seguramente haya comido algo, llevaba un tiempo sin cazar.

"Pues ya ves el panorama, nada interesante".

-Vamos arriba. Despierta!- era lo que decía Night mientras seguía arriba de Ben para despertarlo y comprobar que no había muerto, pero era obvio que con el pedo que tenía y ese golpe que recibió lo mando a dormir un buen rato. Yo solo podía sonreír mientras observaba a mi gato negro jugando con el, tan simpático que se fija si se murió, luego de unos minutos Zoey me responde a que hasta ahora no había conocido a nadie.

-En eso concuerdo absolutamente señorita, al formar un vinculo tan preciado con estos hace que se vuelvan tu familia. Y eso me parece hermoso, no solo con las personas puedes formarlo sino también con lo animales- respondo de manera un poco más agradable, hablar con una joven que no solo habla con los animales sino que tiene un compañero de vida me pone muy contento.

Ben empieza a despertarse, por suerte, y se sienta haciendo preguntas y diciendo lo último que se acuerda, para luego tratar de levantarse y luego echarse a vomitar. Eso me recordaba cuando me ponía a tomar todo y luego terminaba en ese estado, por suerte llevaba algo conmigo para tomar así la resaca sería menor y no en su potencia total como siempre. -No es mucho, pero aún que sea la resaca será menor- le digo mientras le acerco unas pastilla que llevaba, Night se echo a correr para agarrar agua que no se donde saco el recipiente en mal estado junto con el agua, este se acerca para dárselo así se lo toma enseguida.

-No es mi estilo matar a una criatura que actúo de esa forma porque el hambre le ganaba- agregue ante su pregunta -Lo pude calmar y eso me dio unos minutos de ventaja para sacarlos del bosque- en ese instante una foto que llevaba siempre conmigo se cae del bolsillo y Night lo agarra antes que yo, y como me la esperaba este jugaba con ella en la boca. -Ya basta Night, dame la foto- le dije con tono más cansado mientras este corre alrededor de Ben con la foto en la boca.

-Que buenas ratas, acá son más fáciles de cazar- escuche a lo lejos a Zeus mientras se posaba en mi hombro para observar el espectáculo y unos segundos después apareció Narth -Por lo visto no nos hemos perdido de nada- respondió a la pregunta que Narth le hizo.