Cementerio

Las sombras del interior del mausoleo que se encontraba en el centro del cementerio se agitaron. De ellas salí yo, llevando los cuerpos de aquellos siete desdichados conmigo. No tenía mucho tiempo... Por qué no despertaban? Yo había tardado tanto?

"como saberlo...me estaba muriendo"

Empecé a remover algo de tierra, no demasiado, tampoco debían ser tumbas. Eché la tierra, humeda y oscura, sobre sus cuerpos. Les había dado de mi sangre antes de que exhalaran su ultimo suspiro y luego....si, sus corazones se habian detenido, todos ellos. Habian terminado de perder su sangre.

La inquietud que sentía se dejaba sentir ya no solo en el interior del mausoleo, si no en la noche de todo alrededor del cementerio. Las sombras se agitaban, y mi vista...mi vista iba mas alla de lo que me rodeaba ahora, de mi realidad inmediata. Veía las inmediaciones de cada lapida, de cada lugar sombrio del cementerio. Estaba frenético, tanto que no me importaba segui desnudo todavia.

"Johan sigue ahi"

No me detuve, pero me asegure de que la tierra estuviera bien...los había matado, verdad? A todos. No los había salvado. No debería importarme, quizá no lo hacía, pero...les habia dado algo asi como mi palabra. Y mi palabra, quería creer, seguia valiendo algo, seguia teniendo validez, valor. Me acerqué a uno de los cuerpos y volví a derramar mas de mi sangre desde mi muñeca a sus labios, quizá no hubiera vertido suficiente antes.

De cualquier modo, tenía que volver a Buckingham pronto o alertar a los refuerzos que se habian quedado esperando junto al Tamesis.

...

La sensación de estar muerta a resultado, tal como le advirtió el vampiro, agobiante.

Sin embargo, es válido decir que nada la hubiera preparado para el nivel de AGOBIANTE, que resulta, es algo que no puede poner en una frase coherente, como estar, pero a la vez no, es sencillamente raro, de una forma muy perturbadora.

Y a la vez, en lo profundo de su alma, crece una sensación indescriptible, como una anticipación, la anticipación más oscura qué haya experimentado en toda su vida, o... ¿En la muerte? ¿Está muerta? ¿Sigue muerta? ¿Lo estuvo alguna vez en verdad?

Está... Rodeada de nada...

...

Hasta que... Por primera vez en lo que pareció una maldita eternidad, tuvo una sensación, algo físico... Como una gota qué se desliza por sus labios hacía el interior de su boca, que una vez bajó por su garganta, fue como si de repente, en un instante, todo volviera...

No, miente...

Nada ha vuelto, lo más preciso es decir que todo es diferente.

No tiene la menor idea de como definirlo, pero sí dejar de ser humana fuera una sensación, está bastante segura de que se sentiría así, y le provoca un terror qué en su vida no ha experimentado, algo casi existencial.

Sin embargo, eso no fue lo peor, ni la extraña agonía qué experimentaba de la qué también le advirtieron, oh no... Hubo una cosa que le quitó el protagonismo a las dos anteriores a una velocidad de infarto una vez hizo acto de presencia...

La sed.

Sabía que eso era sed, sí, pero no es el tipo de sed a la que está acostumbrada, oh no, no es como que solo tenga la boca más seca de lo que jamás creyó posible, su maldita existencia por entera se siente seca, y no solo eso, duele, le quema, como si estuviera en llamas por dentro.

Esto está acompañado de una sensación inmensamente poderosa qué puede sentir, es parte de su nueva naturaleza, necesita... Sangre, eso debe ser la bestia de la qué estaba hablando, misma qué le impulsó a escapar de la tierra qué le cubría.

Movió sus pequeños brazos, que apartaron la tierra con una fuerza qué no deberían de poseer, hasta que finalmente se levantó de su entierro entre terribles espasmos de un cuerpo aún muerto, preparándose para algo que no es la muerte ni la vida, esto con un chillido agudo qué evocaba una mezcla inquietante de pavor, dolor y salvajismo puro, su primera expresión una vez vuelta a la vida sería esta.

Y continuaría hasta que finalmente, tras un sólido minuto, comenzaría a callarse, hasta que finalmente estaría de rodilla sobre la tierra, sufriendo de la manera más extraña que podría haberse imaginado, y con su cuerpo asimilando lentamente el hecho de que no será precisamente una persona nunca más...

Y en eso... Repentinamente, su agonía se detuvo, pues en este momento llegó su renacimiento, pudo sentir repentinamente el extasis, sensación jamás conocida por ella antes, y que seguramente jamás vuelva a experimentar.

Pudo sentir que estaba cambiando, pero está vez no de una manera agónica, si no de una manera placentera y casi onirica, o mejor dicho anti-onirica, pues tenía la sensación de estar despertando a un mundo totalmente nuevo, cantidad de estímulos cuya existencia desconocía vinieron a ella...

Pudo sentir cambios sutiles en todo su cuerpo, fue capaz de sentir físicamente como su piel se volvía más tersa, sus ojos más brillantes, alteraba ligeramente sus rasgos volviéndolos más suaves de lo que eran, pero a la vez se afilaron, dándole un aire qué sí bien resultaba adorable, hacía qué pareciera una pequeña bestia qué asecha en la oscuridad, que pasa ser justos, es lo que es ahora.

Este súbito extasis en que se vió envuelta, le dió consuelo suficiente para evitar actuar como una bestia salvaje, aunque no haya calmado su sed, así que ahora, observaría al vampiro qué la abrazó, y haría una pregunta.

... ¿Morir se siente así?

Era una pregunta honesta, porque de ser así... Lo lamenta un poco por aquellos que tendrán que quedarse muertos por no haber aceptado la oferta, la verdad, ella prefiere quedarse así antes que regresar a la muerte.

Los minutos de espera se me hacían horas. En realidad, no habia pasado tanto tiempo cuando...la poca tierra con la que habia cubierto a los rehenes comenzó a moverse. Me giré observando como la niña se incorporaba, chillando de terror. Fui hacia ella y me agaché a su lado para tratar de hacer algo que pudiera ayudarla en la transicion. Pero no pude hacer nada, continuó hasta que... si, lo vi en su mirada. Algo comenzó a cambiar.

Ya observaba el mundo con ojos nuevos. Unos que nunca volverían a contemplar la luz del sol, o su reflejo en un espejo... o la mirada de confianza de un ser querido... de todos, la niña habia sido la primera en despertar.

- .... solo hoy. Sólo ahora. - le respondí, buscando su mirada. Parecía fascinada ,pero... estaba "viva". Vale, decir que respiraba tampoco habría sido exacto. - Toma. - le acerqué a su boca mi muñeca, la que habia mordido hacia nada y de la que salía sangre. Necesitaba un trago, sabia lo exacerbante que era la sed nada mas despertar y.-.... Shinare lo había hecho conmigo. - Despacio. Eres como una niña con zapatos nuevos.

"...literalmente"

Hablando de zapatos, yo necesitaría conseguirme ropa a no mucho tardar.

Eva pudo notar qué se acercaba ella, vagamente al menos, y después, cuando hubo renacido, lo notó con una claridad extrema, algo desconcertante sin dudas, pero al menos las siguientes palabras que escuchó, le evocaron calma, aún dentro del hecho de que su mente todavía intentaba hacerse a la idea de que dejó de humana, mientras que su nueva naturaleza intentaba empujarle ese hecho por su metafórica garganta.

Oh...

No dudó en mirarlo a los ojos cuando le buscó la mirada, era... Raro, podía ver algo al mirar a sus ojos, no sabía como describirlo, pero estaba ahí.

Sin embargo, luego algo la invadió, el aroma de algo que se le antojaba bastante irresistible y abrumador, no tenía la menor idea de que era, hasta que lo vió cuando la acercó a su rostro, y le ofreció, sangre... La tan necesitada sangre.

No medió palabra antes de acercar rápidamente su boca y empezar a beber con desespero, la sensación del vitae entrando por su boca y llenando el vacío de su alma aunque sea de manera efímera, era algo grandioso, no comparable a la sensación de renacer, pero tampoco estaba tan abajo, además qué con diferencia era lo mejor que había probado...

Y ella creía conocer el sabor de la sangre, de las veces que había resultado herida por una razón o por otra, pero no, esa ya no era su realidad, esto sabía a dulce vida, y le dió la sensación, la extraña sensación de que está es su vida ahora... O bueno, su "vida".

Sin embargo, prontamente, tembló, y dificultuosamente procuró beber más despacio ¿Por qué motivo? Bueno, simple, en verdad agradecía no tener que morir, aún ahora, porque... Tal vez solo le asusta la muerte ... Tal vez piensa en que a su mamá no le hubiera a gustado verla rendirse... Tal vez solo tiene curiosidad sobre si vivir puede ser algo bueno... Tal vez un poco de todo.

Y entonces, luego de refrescarse... Suficiente para no tener la sensación de que estaba enloqueciendo, se separó, despacio, y con reticencia, no acababa de querer separarse la verdad, pero tiene que.

... Gracias.

Fue lo siguiente que expresó, antes de, como acostumbra, expresar su inmenso desconcierto en el reducido espacio de una oración.

¿Qué será de nosotros ahora?...

Cada palabra denota lo trascendente de la pregunta, después de todo... Sí bien es cierto que se siente fuerte, no tiene un sitio a donde ir, y no sabría por donde empezar a buscar qué debería hacer ahora.

La dejé beber, vigilando que su sed no se descontrolara pues en cuyo caso... La tendría que parar. Miré alrededor, observando cómo otro par de cuerpos empezaban a moverse y a despertar.

Una extraña mezcla de ideas se arremolinaban en mi cabeza. Los había salvado sí, pero a qué precio? Ahora yo era su responsable. Si los dejaba a su aire... Simplemente habría puesto siete monstruos más en Londres, en lugar de salvar siete vidas. Eran chiquillos y como tales tendrían sed, impulsos, instintos...

La niña paro a tiempo y retire mi muñeca de su boca.
- como te llamas? - los nombres eran importantes. No olvidarlos y aferrarse a ellos mientras pudieran.

- no, no me des las gracias...

Me levanté y dejé su lado,a la vista de que otro estaba despertando para repetir el mismo proceso que con ella. Al poco, otro despertó también del mismo modo caótico que lo había hecho la más pequeña. Era curioso como algunos pasaban del terror al éxtasis, cómo sus imperfecciones desparecian...

Con el cuarto, el subidón que tenía empezó a bajar. Mi visión se "nubló" un poco, y mis ojos ya no vagabundeaban por todas las sombras del cementerio y alrededores sin control.

Solo quedaban tres por despertar... Parecía estar llevándoles más tiempo. Lo lograrían?

Y la pregunta de la niña... Que será de nosotros?

- yo os guiaré en esta nueva no vida que habéis abrazado. Os enseñaré... Lo que sé. - que quizá tampoco era mucho. - habrán reglas. Tiene que haberlas.

Su nombre... Cierto, con todo lo que estaba experimentando, casi se le había olvidado decirlo, se relamió con tranquilidad todavía apreciando el sabor de la sangre y bastante más aplacada, al menos de momento, antes de responder.

Evangeline, Evangeline Westvale... ¿Y tú?

Y mientras tanto, pasaron cosas, pudo oír a más como ella despertando, pues claro, no era exactamente difícil, sus despertares no resultaron mucho menos violentos qué el suyo.

Lo que sí hizo qué ladee la cabecita es el hecho de que dijera que no le diera las gracias, entonces tuvo que hacer la pregunta.

¿Por qué?...

Al final, no podemos olvidar qué no es más que una niña, ella puede que haya experimentado de primera mano lo que es convertirse en vampiro, pero eso no significa que lo entienda, no lo hace, incluso ella misma tiene la sensación de estarse perdiendo cosas.

Mientras ella pensaba sobre toda esta extraña situación, y sobre como, resulta tan extraña la idea de que, el día en que creyó qué la muerte era lo que le esperaba, resultó ser la inmortalidad lo que le ha acabado llegando, nada convencional, al final no ha sido un cumpleaños tan malo, ella mostró una amarga sonrisa al pensar en esto y luego asintió, a modo de gesto de entendimiento sobre todo el asunto, hubiera agradecido otra vez, pero el vampiro ha sido específico al decirle que no lo haga, así que se guardará ese pensamiento para sí misma, en su lugar dirá...

¿Además de no beber sangre de muertos?... ¿Y no tocar a quien diga que no se toque?

Hasta donde puede recordar, es eso lo que en su momento les dijo, cuando todavía estaba viva, revivía ese recuerdo ahora que su mente se estaba aclarando, además de hacer notar qué es una chiquilla en más de un sentido, pues cada que algo le da curiosidad, pregunta brevemente sin reflexionar mucho.

We'll never get free
Lamb to the slaughter
What you gon' do when there's blood in the water?

La última en morir, la última en despertar.

Quizás porque temía dejar atrás la vibrante vida marcada por la luz y las llamas, por la energía vital de su existencia y el brillo del sol para residir en las sombras por la eternidad.

¿Por la eternidad?

Práctica. Eso había sido. Había sido voluntaria para convertirse en una vampira con el único objetivo de destruir a sus captores. A uno de ellos en especial.

Llamas. Una y otra vez las veía lamiendo su piel hasta que los restos carbonizados quedaban a sus pies. ¿Eran visiones del futuro? ¿Eran recuerdos del pasado? ¿O lo estaba haciendo ahora?

La oscuridad de aquellos restos parecía atraerla, seducirla. Úrsula se inclinó levemente para tocarlos pero, al hacerlo, pareció que las sombras la absorbieron en un vertiginoso movimiento y la pelirroja gritó mientras percibía la tierra húmeda en ella.

No, nunca más encarcelada.

Salió inmediatamente con un gruñido y un grito de guerra. Con garras y dientes  

Beg me for mercy
Admit you were toxic
You poisoned me just for
Another kid in your pocket

Se apoyó en sus rodillas sintiendo su denso cabello rojo caer a su alrededor, ocultando su rostro de sus nuevos hermanos, mientras sus manos se convertían en puños. La sed le golpeó de una forma física robándole lo que, siendo humana, sería el aliento. ¿Qué le robaba ahora? La cordura… La cordura.

Sed, sed, sed.
Gota, gota, gota.

Pero… ella no era una criatura sin sentido. No…No… No. Su trabajo era asesinarlas. ¿Verdad? ¿Tendría que suicidarse? Podría hacerlo…Podría hacerlo. Los pensamientos saltaban de uno a otro, Úrsula abrió las manos lentamente y se llevó una de ellas a la garganta clavándose las uñas en la piel buscando rasgarsela, abrirla y acabar con otro monstruo en aquella tierra.

Dolor, no…

No. Sed. ¿Era sed?

Cerró los ojos y apartó la temblorosa mano, tratando de cabalgar esa sed como la bruja cuerda, orgullosa y purista que era. Podría doblegarlo. No sería la primera vez que mataba a un vampiro. ¿Por qué estaba allí?

… Ella lo había aceptado. Voluntaria. Yo. Yo lo hago. Yo quiero. Yo.
Un flash de dientes. Un recuerdo de sangre.
Débil. Había estado débil. Había aceptado la sucia sangre de un vampiro.
Porque tenía un objetivo.

Now I am the violence
I am the sickness
Won't accept your silence
Beg me for forgiveness

El aroma del vitae llegó hasta ella y fue lo que colmó el escaso hilo de determinación, fuerza y cordura con lo que estaba controlando la agonía que estaba viviendo su cuerpo. Alzó la cabeza de modo brusco, apartándose el cabello de la cara y clavó la mirada esmeralda con un brillo desquiciado  en Sirius adoptando una postura de ataque en el suelo mostrando los colmillos, cual criatura, antes de ir corriendo hacia él con su nueva velocidad sobrehumana y desatar el frenesí que estaba carcomiéndola por dentro.

Al sentir el torrente de sangre, Úrsula soltó un gemido de placer y su cuerpo dejó de doler. No había nada más en el mundo que aquel río exquisito que con cada trago que le daba  calma y, sobre todo,  poder. Ardía en su garganta  y en su estómago, dándole el calor que necesitaba y que le recordaba su mismísima esencia. Atrapó con fuerza el cuerpo de Sirius para evitar que alguien le apartara de aquel manantial de poder que ahora mismo rejuvenecía, curaba y transformaba su cuerpo en una máquina asesina mucho más perfecta de lo que había sido en otrora.  No permitiría que la apartaran, lo quería todo para ella y quien se pusiera en el medio…Sería su primera víctima de muchas por venir.

I am the people
I am the storm
I am the riot
I am the swarm
When the last rope’s fallen the animal can't hide


Off: hagámoslo interesante

Tire dado usted señor Sirius a ver si después de alimentar a 6 puede apartarsela así no más.

D10 +4 la aparta y controla a la cría

- Sí...además de eso, hay más reglas, Evangeline Westvale. - pronuncié su nombre entero. Diarios? Necesitarían diarios. Aunque ella tendría poco que escribir...no? Otro gruñido ronco, el quinto estaba despertando. Me posicioné a su lado haciendo lo mismo que con Eva, darle sangre y algunas explicaciones una vez hubo bebido y pasado el momento de su despertar.

- Sirius Black. - me presenté a ella y...de paso, a los otros que ya habian despertado, que estaban igual de confusos o maravillados que ella.

El sexto no resultó sencillo de aplacar, a este tuve que apartarlo porque no pareció querer controlarse a la hora de tomar el vitae de mi muñeca.

- Suficiente. - imprimí bastante fuerza en su hombro y en mi voz a la hora de apartarlo. Las reglas...eso.... aunque aun quedaba una por despertar...me haria repetirlo? Igual esa estaba muerta. Del todo. Tardaba mucho.

Pero observé a los presentes, controlando  las sombras para crear un manto  de oscuridad desde mis hombros hasta mis pies...por eso de no estar en bolas delante de tanta gente espabilada, ya. Seis...Shinare, cuando se enterase, si se enteraba, iba a matarme. Y quizá no en sentido figurado. Y quizá tampoco me importase tanto. ¿Qué había hecho? Remordimiento y ... consuelo, a partes iguales, por tenerlos. Quería estar solo. Y quería estar acompañado.

- Beber sangre de muertos acabaría con vosotros...y hay reglas, gente de la que no os podéis alimentar. La sangre de mi sangre y sus allegados están vetados en la caza...la caza.... La caza puede parecer caótica pero tambien puede ser un arte. Os enseñaré a controlar las... - pasé de un lado a otro con la capa de sombras acompañándome. - Y vuestros nombres. Los recuerdos de la vida mortal se disuelven en el tiempo y...si queréis conservar un apice de...

Nada, el séptimo habia despertado y detuve mis palabras. No rgitó, pero arrodillada sobre si misma parecio encogerse como si tratara de controlarse.

- Es inútil. No lo hagas. - no podría reprimirlo mas tiempo. Fui hacia ella para repetir el proceso pero cuanto mas lo sostuvo, mas rebotó. En pose de cazadora, se lanzó contra mi. - Ah, mierda. - no habia contado con eso, y con...lo drenado que me había quedado tras los otros seis. Aunque no rechacé el primer bocado porque sabia que debía beber, se estaba pasando....se estaba pasando tres malditos pueblos, o cuatro. Había entrado en frenesí. - Y esto, llegar esto es lo que debéis evitar. - dije costosamente sujetandola por los pelos para apartar su cabeza de mi, sin mucho exito. No sentía miedo alguno, pero no iba a permitirle hacer eso. Una bestia ahora, una bestia para siempre. Mis primeros intentos fallidos por sacarmela de encima provocaron que comenzara a reirme.... mientras peleaba con ella. Determinar si me lo estaba pasando bien o no, era dificil. Quizá era la ironía de la mezcla de los recuerdos, quiza que simplemente, encontraba placer en esa simple violencia. O todo eso a la vez.

Esta era la que se habia resistido levemente.
- Te arrepientes de tu elección? Aun puedo arreglarlo.- le aseguré en pleno forcejeo, no era una amenaza, era una oferta. - PARA! - tiré de su cabeza una vez mas, con la misma fuerza en el movimiento que en las palabras, una orden en toda regla en la que busqué sacarla de su frenesí.

El miembro 'Sirius Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

Eva alzó las cejas, la verdad es que llegaron a llamarla por su nombre completo una colección bastante pequeña de ocasiones, la mayoría de ellas durante regaños, por lo que bajó la cabeza de forma inconsciente, todavía teniendo esos recuerdos bastante frescos, seguramente por estar recién convertida.

Sus hermanos seguían despertando gradualmente, y ella los veía, la vista de esto en mitad de la noche, en un mausoleo, era... Confusa, lúgubre, y fascinante, veía a seres hermosos salir de entre las tinieblas, de la tierra removida, sucios pero aún así con rasgos refinados, con su misma sed, tuvo... Una rara sensación.

Al ver como bebían, supo que estaban en la misma posición, ella sabía lo que se sentía ser parte de algo... Pero, como cualquier niño, hasta hace muy poco cometió el error de dar eso por sentado, creer que sus padres siempre estarían con ella, pero no, era mentira.

Una mentira qué ella misma se dijo, por eso, ahora mismo, sabe que aunque siente que vuelve a ser parte de algo, podría no durar, se debate si merece la pena intentar disfrutarlo mientras le dure, bueno, al menos ya tenía lo básico, el nombre de este hombre, y pronto, sus reglas.

Lo vió cubrirse de oscuridad, con un manto, pasando de lucir como un ser sangriento y feral al estar desnudo, a lucir como si fuese un miembro de la nobleza, de una oscura nobleza, sin advertirlo, acababa de ver muy bien representadas las dos caras de la naturaleza vampirica en ese momento.

Luego escuchó con atención... Bien, beber sangre de muertos la matará, lo tendrá en mente... No desea estar muerta, no otra vez, así que se guardará eso... Luego, no atacar a la sangre de su sangre, ni sus allegados, ¿Pero como los reconocerá? No lo sabe...

Y también la caza... Bueno, sí, está un poco perdida, por la naturaleza tan surrealista de todo lo que está pasando, pero ahora que lo piensa, es lógico... Tiene que cazar humanos, ¿Será lo mismo morder a un Mago qué a un Muggle? Bueno, de momento no ha mordido a nadie, así que no tiene referencias... Ya deberá comprobarlo más tarde.

Y finalmente... Su nombre... ¿Sus recuerdos?... Bueno, no tiene muchos recuerdos, solo tiene diez años, pero no deseaba perderlos, había vivido cosas lindas en su vida, por miserable qué haya sido su final, esto en verdad le afligió un poco...

No pensó que podría llegar a perder lo único que le daba un poco de tranquilidad en su vida, ¿Cómo podría guardarlos? ¿Un diario? ¿Tal vez los vampiros tienen un método menos convencional? Miró hacía abajo, distrayendose y abstrayendose de forma momentánea... Hasta que lo escuchó.

Al punto qué solo cuando su sexta hermana saltó sobre Sirius se dió cuenta de que despertó, y pegó un rebote en el sitio, sobresaltada por todo el asunto, y quedándose mirando como suricata enfocando, al menos hasta que reaccionó y procedió a acercarse a uno de sus hermanos.

¡Por favor ayúdale a Sirius!

Pidió, pues teniendo la edad que tiene, su primer instinto consta en pedir ayuda cuando las cosas van mal, y este, luego de que se lo pida, decide ayudar, y va a ayudarle al hombre que los convirtió en vampiros, mientras que Eva observa.

En verdad...

Quizás solo es algo derivado de la sensación de querer conservar alguien a quien aferrarse, pero no quiere perderlo, y además, le lleva a que surja una sensación justo detrás de su mente... ¿Esa podría haber sido ella? Si el extasis y la sangre extra qué recibió no la hubieran devuelto a sus sentidos...

¿A ella también le hubiera podido pasar? No hubiera querido atacarlo... No... No estaría bien, debe mantenerse tranquila, aunque esta vez seguramente ha sido más suerte qué otra cosa, porque ella no tiene algo de especial, bueno, lo tiene, está aquí, eso ya es bastante especial...

El éxtasis de beber aquel delicioso vino la hizo concentrarse en la fuerza que su cuerpo ahora tenía, en la forma en la que se sentía curiosamente más viva que antes, sus sentidos más atentos y una euforia difícil de explicar. Sintió el tirón en el pelo pero lo único que logró fue que apretara más fuerte a su presa, no deseaba soltarlo cuando la hacía sentir así de poderosa e invencible. La herida que se había hecho a sí misma en la garganta ya había sanado, su piel pese a la suciedad adquirida tras el entierro parecía más brillante, más pulcra y lisa como si el vampirismo hubiese borrado de un tirón todas y cada una de las cicatrices que había tomado en vida, dejando atrás quien era Úrsula como cazadora y abriendo una nueva veda, un nuevo capítulo en su vida.

La risa de Sirius se le antojó fantástica y quiso reírse también. Sí, estaba feliz. Estaba llena de vida y de ímpetu; y con ello se batallaba con la puta mano del que quería arrebatarle su presa. Soltó una mano y fue en busca de aquel imbécil para que le quitara los dedos del cabello y dejara de molestarla de una vez mientras sorbía con fuerza.

Las palabras del hombre le recordaron a Úrsula la oscuridad, como si en algún plano de existencia ésta tuviese voz, sonaría así. ¿Se arrepentía? Sí. Cla…No, no se arrepentía. Agitó la cabeza mientras intentaba, con el peso de su cuerpo, empujarlo hasta una pared para evitar que se moviera más y así poder seguir bebiendo. Tenía un objetivo que cumplir…Pero primero…

Debía beber.

Sorbió de nuevo, clavando aún más los colmillos, cuando sintió el tirón en la cabeza y la orden directa. Todo su cuerpo pareció relajarse y Úrsula bajó los brazos dejando a su presa libre. Abrió los ojos, parpadeando con rapidez. Parecía como si…fuese imposible negarse a lo que le pedía. La mirada esmeralda de la irlandesa se fijó en el moreno y le recorrió el rostro con un gesto que pasaba del mosqueo a la admiración y luego volvía a la frustración. La confusión en su mirada estaba clara y las consecuencias del frenesí ahora le manchaban toda la barbilla y la garganta.

Un asqueroso vampiro. Era eso lo que la había doblegado. Un asqueroso y bello vampiro. Frunció el ceño mientras alzaba una mano para meterla en su cabello y acariciarlo, observando las hebras que atrapaban la escasa luz que allí ingresaba pero que le permitía a ella ver con claridad, algo que su cuerpo humano no habría podido. Beneficios…de ser una máquina asesina. Apretó las hebras con fuerza como midiendo pero luego sintió que aquello no estaba bien, no debería...No quería hacerle daño y le soltó para acariciarlo, como pidiendo perdón por lo que había hecho. Pero eso tampoco estaba bien. No, era un vampiro.

Igual que ella.

Era el que la había convertido -Tú…- Agarró un mechón y lo enredó en su dedo. Su rostro reflejaba la conmoción. A veces fruncía el ceño y siseaba o mostraba los dientes y a veces se relajaba, todo aquello manteniendo sus ojos en los de él. El deseo seguía allí, quería drenarlo todo de la misma forma en la que él lo había hecho con ella. Nunca en la vida había sentido una sed así, agobiante…

Él lo había dicho, verdad? Dijo que sería agobiante.

Levantó el labio en un gruñido y tiró de su mechón de pelo rítmicamente -Quiero más- Quería ese poder. Con él podía acabar con todos aquellos que la habían encerrado…y más. Mucho más -No seas egoísta- Murmuró antes de relajar un poco el gesto para mirarlo suplicante -Por favor-

La situación era tan ridícula en mi cabeza, que me provocaba gracia. Estaba siendo atacado por una vampira que yo, YO, acababa de crear. Una de siete, como a los otros seis les diera por rebotarse tambien....eso, eso era lo que me seguian sacando risas de vez en cuando, sí, algo frenéticas y ahogadas entre gruñidos del esfuerzo fisico para que me soltara, aunque todo se detuvo cuando di esa orden. Que tuvo que obedecer.

Durante todo el proceso, habia mantenido mi capa de sombras, aunque eso no impedia que se hubiera pegado a mi totalmente cuando me habia estampado contra la pared. La observé a los ojos, y veía...el anhelo, el odio, el deseo, el amor....la duda. Sobre todo la duda.

- Os avisé....os avisé a todos! - ahora no quería replicas. - Os dije que no sería fácil. Y que sería agobiante. - clavé la vista en ella. - muy agobiante. Pero habéis renacido, todos. Y os guste o no, soy vuestro sire.... y ahora, vuestra unica familia...

La pelirroja me estaba poniendo de los nervios con los tironcitos de pelo asi que sujeté su mano y la detuve.

- Para ti no hay más por hoy. - no se lo dije, pero la mirada...."cómportate si no quieres que te arranque los colmillos" estaba...implícita. No solté su mano ni aflojé un ápice. - Ahora, lo que pase con vosotros a continuacion dependerá de los motivos de cada uno... yo no tuve elección. Decideron por mi. Pero vosotros? Sí, vale, teníais miedo pero...lo que seáis a partir de ahora sera un reflejo de lo que había en vuestro corazón en el momento de decir sí. Para qué vais a vivir a partir de ahora? La sed ...te puede convertir en una bestia. Tenéis que luchar contra eso.

Finalmente, luego de un rato, su padre vampirico se había librado enteramente de la fiera qué le había saltado encima, cosa que hizo que Eva soltara un suspiro de alivio, y además, se veía bien, la verdad, motivo por el cual también sintió bastante admiración, seguramente sea un poderoso vampiro.

Aunque lo mucho que se había estado riendo tal vez era por eso, Eva en su cabecita pensaba que quizás la risa era qué se estaba burlando y realmente no le hizo nada de nada, así se sintió tonta por estar preocupada, pero a la vez feliz de haberse equivocado.

Luego, el que ahora se autodenominaba su "sire" sea lo que sea que signifique eso, reanudó su discurso, y en eso volvió a sentirse regañada, aunque se había portado bien, sentía de todos modos qué la estaban reprendiendo, aunque lo último que dijo... Lo eclipsó todo.

Familia...

Murmuró, por mucho que su corazón ya no estaba vivo para ser capaz de dar un vuelco, decir que no le generó algo sería mentir con descaro, ella ya había perdido a su anterior familia, y ahora... Tenía otra oportunidad... Incluso si debía vivir con esta sed...

Ha estado de rodillas todo este tiempo y ahora considera qué es el momento propicio para ponerse de pie, mientras que escucha ¿Depende de ella?... ¿Qué había en su corazón cuando dijo que sí? Bueno... Sabe en que estaba pensando, quería... Recuperar algo... Y al menos ahora, tiene familia otra vez.

Entonces lo supo, procedió a caminar hacia su sire a paso tranquilo, y antes de decir nada, y simplemente le daría un abrazo en la pierna, de una forma en que solo una niña podría hacerlo, pues por mucho que estuviera destrozada más allá de toda reparación, y convertida en una criatura de la noche, aún lo era.

Por tener familia otra vez.

Luego de lo dicho, procedió a apartarse y regresar a su lugar, puede que no entienda muy bien qué ocurra... Que no sea una persona formada aún... Pero al menos algo sabe.

Creo que este cumpleaños no fue tan malo.

Oh sí, porque además de todo, curiosamente, hoy es su cumpleaños, cumple diez años, y supone también qué son los últimos qué cumplirá, porque, qué ella sepa, los vampiros no cambian a través del tiempo...

Se mantuvo en silencio cuando empezó a decir que les había avisado. Lo cierto es que cuando lo había visto la primera vez sólo había estudiado sus puntos débiles como la cazadora que era. Ahora… Tenía ganas de meterle los dedos en la boca y observar sus colmillos. También quería olerlo. Y morderlo, claro. Sí, era agobiante. En eso estaba de acuerdo, pero se había dejado cosas en el tintero.

Sire.

Parpadeó una vez, había escuchado esa palabra durante sus cacerías. También la había leído durante sus investigaciones. No podías ir a atrapar a una criatura sin saber algo mínimamente sobre ellos.

Familia.

Le recorrió el rostro con la mirada con duda aún pero en silencio, tenso silencio, y con un dolor en el centro del pecho que estaba volviendose cada vez más fuerte. ¿Si él era su familia? ¿Haría lo mismo que los otros? ¿Qué pasaba si ahora que ELLA era una vampiresa…A quienes tenía que liquidar era a aquellos que no eran como ella? El concepto hizo que relajara un poco más el cuerpo, apoyándose en él con el ceño fruncido.

¿Era eso? Le miró la mano que le detuvo y observó sus dedos sobre su muñeca. Firmes. Fuertes, como ella se sentía.  Y sus sentidos…Era una maravilla ser capaz de captar todo aquello en sólo una “respiración”. El dolor menguó un poco y Úrsula soltó un siseo cuando le dijo que por hoy no había más aunque su mirada…generó algo en el fondo de su estómago, como… miedo.

¿Era miedo? ¿Por qué no quería romper sus reglas? ¿Por qué no quería decepcionarlo?

Apretó los dedos con molestia. Quería hacerlo, pero no quería hacerlo. Maldita sea. Se estaba volviendo loca. Intentó concentrarse en mantener un solo hilo de pensamiento firme mientras oía al moreno, del que no sabía el nombre, hablar. ¿Qué había en su corazón? Odio y la promesa de que se vengaría de los que la atraparon. Las caras de cada uno de ellos pasaron por su memoria y en su mente les puso una mira a cada uno.

Bestia.
¿Pelear contra eso? ¿Por qué?

Bajó la mirada cuando sintió algo y observó a la niña que también estaba atrapada, abrazar a Sirius en la pierna. ¿Familia? Volvió la mirada para observar a los demás que, como ella, habían sido convertidos. ¿Todos…estaban…controlados? ¿Sólo ella había caído en aquella locura? ¿Por qué? ¿Qué la hacía distinta? ¡Argh! Claro que era distinta. Todos unos pusilánimes. Movió la mano en la muñeca de Sirius, liberando los dedos de su pelo y los movió intentando hacer que la ropa de la niña se incendiara y que se quemara viva delante de sus ojos…

Pero nada sucedió.
No hubo luz, no hubo llamas, no hubo gritos.

Úrsula sintió un vacío en el estómago que la hizo soltar un gemido ahogado. No tenía sus llamas…No tenía sus llamas. Y es que si se fijaba… El cuerpo de Sirius, contra el de ella, era frío. Todo a su alrededor carecía de la calidez de la vida a la que estaba acostumbrada. En las mazmorras había sufrido frío pero esto era distinto, muy distinto de lo que había esperado.

Sabía que los vampiros tenían habilidades propias y era estúpido creer que algo que los consumía formarían parte de sus poderes, pero sus llamas eran algo tan intrínseco en ella que… no lo pensó bien. No…El único momento en el que había sentido calidez, volvió la mirada a Sirius con rabia y con deseo. Arrugó la nariz con fuerza al sentir un dolor indescriptible por dentro al querer, otra vez, morderlo. Le tembló el labio inferior al tratar de contener las lágrimas y buscó el cobijo de Sirius, apoyando la cabeza en su hombro con el rostro hacia fuera mientras se relamía los labios, tratando de impedir que las lágrimas diluyeran su sabor.  Lloró en silencio y se regodeó en el escaso vitae que quedaba en sus labios, en la sensación de calidez que bajaba por su garganta… hasta escuchar aquello del cumpleaños de la niña…

Un recuerdo claro y vívido vino a su mente. Estaba sosteniendo a su prima boca abajo para celebrar su cumpleaños cuando el ogro…

Movió la cabeza lentamente hacia la cría y se soltó de Sirius bruscamente para ir hacia la niña e intentar ponerla boca abajo para golpearla contra el suelo sin medir demasiado su fuerza. Adoraba esa tradición irlandesa -¿Cuántos son, niñita?- Preguntó mientras la observaba ladeando la cabeza -Mínimo 8- Murmuró para sí misma, aunque con el oído de los vampiros lo percibirían y empezó a golpearla contando -La Breithe Shona Dhuit-

Miré a todos los presentes  tras informarles que debían luchar contra el frenesí, contra la bestia...analizando sus caras. Habia de todo. Desde caras incrédulas, otras quizá con pesar, miedo, disgusto....algunas más desafiantes, claro, Ursula no era la unica. Hice una mueca de desdén por un momento preguntándome...ya los había salvado, de verdad tenía que encargarme de ellos? Podía cortar el vínculo, dejarlos libres, sueltos, y sí, confusos, para que descubrieran ellos el camino solos... soltarlos por ahi para que hicieran con su nueva vida lo que quisieran. Y qué si mataban a unos cuantos mortales? Ya se mataban entre ellos solos, unos pocos vampiros a la ecuación no iba a convertirse en el fin del mundo.

Sí, esa idea era una posibilidad, algo factible, desentenderme, y adios dramas...si se me cruzaban en el camino, y me estorbaban, simplemente...corregiría lo que habia hecho en el parlamento y los ejecutaría.

Estaba valorando esa opcion fuertemente aunque mi lado racional, ese que me hacía creer a veces a mi mismo que seguia siendo....me decía que estaba mal. Que yo no era asi, no en el fondo.

Fue entonces cuando miré a Eva, la vi acercarse sin saber muy bien que iba a hacer hasta que....me abrazó. Fruncí un poco mi ceño, incómodo no era la palabra si no.... extrañado. Bajé la mirada hacia ella, habia algo en su fisico que quizá.... quizá era el pelo blanco? Esa niña a la que no habia llegado conocer...sería como Eva de mayor ahora mismo?

"no lo haré"

En ese instante me determiné del todo a no desentenderme del "problema".  Volví a observar a Ursula y la verdad...reconocía cada una de las fases por las que pasaba. La dejé apoyarse y puse mi mano en su cabeza con aires  entre protector y excesivamente cercano, satisfecho incluso, mientras que de mi garganta salia un sonido leve como un ronroneo de aprobación por su gesto.

Pero luego, que estaba haciendo? que raro saludo o metodo de pelea era ese....? Entorné la mirada y ladeé un poco la cabeza, hasta que me pareció que empezaba a contar en irlandés. Cumpleaños??

- Te diría que la soltaras, pero unos golpes en la cabeza no la van a matar. No le harán ni daño. - ladeé la cabeza. - No mucho al menos. Irlandesa? - aun no me habia presentado a la pelirroja.- Soy Sirius Black. Ah y...entre vosotros... no sé quiénes eráis cada uno de vosotros en vuestras vidas pasadas, pero es eso. Vida pasada. Si queréis recordar quienes érais, es cosa vuestra...es un dolor en el culo hacerlo pero... - qué? estaban en su derecho. Yo lo hacía.  -  me da igual quienes fuerais, teneis la pizarra en blanco. Facciones, bandos...eso no importa entre vosotros ahora. No os haréis daño entre vosotros.

Me acerqué hacia la salida del mausoleo, la noche estaba ya muy avanzada.
- Aqui habéis renacido y esta tierra siempre será importante para vosotros. Pero no podemos quedarnos aqui todos - por evidentes motivos de espacio. - Solo por ahora. La  noche está por terminar y el dia se acerca... en la proxima luna...os enseñaré mas cosas. Saldremos de caza. Quedaos aqui, volveré en seguida.

Sí, papá iba a salir a por la cena, o el resopón mejor dicho...y algo de ropa....y algo para que empezaran a escribir los que quisieran.... tras decirles aquello ultimo mi cuerpo al completo se deshizo en oscuridad, esfumándome de alli.

Siendo apenas una niña, en realidad es difícil para ella entender, tiene lo básico, sí, pero, la verdadnes qué esta es ese tipo de situación qué le hace pensar que no ha entendido del todo, que hay algo más profundo qué se le escapa, y por mucho que lo piensa, no sabe el qué, pero sospecha, que no sabe del todo lo que implica "la bestia".

Parece, demasiado imperativo, es casi como escuchar a su padre advertirle de los peligros del mundo, mismos que no entendió hasta que los vió quitarle a su familia, ¿Quizás debería preocuparse más?

Bueno, no ha tenido mucho tiempo para pensarlo, porque antes de que se diera cuenta, le agarraron las piernitas y se le puso el mundo de cabeza, cosa que hizo que soltara un sonidito de impresión, y luego escuchara la pregunta que le hicieron.

¿Huh? Tengo diez...

Y fue entonces que el primer golpe vino, y su sire empezó a decir cosas sobre qué los golpes no le harían nada.

¡Ah-!

Golpe

¡Oh-!

Golpe

¿Uh-?

Golpe

Es cierto-

Golpe

No duele tanto-

Golpe

Cómo parece-

Golpe

Ser una vampira-

Golpe

Es muy extraño-

Pero en fin, la cosa es que ahí estuvo, recibiendo golpes, y lecciones de distintas fuentes, pero aún dentro de todo, la verdad intentaba poner atención, y quedarse con las cosas.

Ella además... Estaba en duda sobre su vida, no ha sido una gran vida, pero tenía cosas que no le gustaría olvidar, tanto como cosas que estará feliz de que se vayan, se encuentra en una posición qué a su corta edad no siquiera se imaginaba que era posible, pero sí realmente va a olvidar...

¿Tal vez pueda elegir con que quedarse? ¿Podría elegir pretender qué tuvo una vida feliz? Al final... No es como que quede alguien que pueda decirle lo contrario, tal vez solo pueda hacer como que todo está bien, y llegar a creerselo, eso le gustaría...

También escuchaba lo de no hacerse daño entre ellos... Eso la alivia, le hace pensar que entre los suyos, de alguna forma, y al final eso es lo que quiere... A sus padres les hubiera gustado que alguien se encargue de ella cuando ellos ya no estuvieran.

También sobre la tierra, tenía sentido para ella, y algo sabía con certeza, ella era de los que se querían quedar ahí, porque fuera... Había gente mala, y ahí era garantía qué al menos tendría alrededor a alguno de los que renacieron con ella, ¿Cómo podría llamarlos? ¿Sus hermanos? Se hacía esa pregunta.

En todo caso una vez que los golpes acaben y la dejaran ir, lo primero que haría es ponerse a cavar con solo sus manos y la nueva fuerza qué había obtenido, pues si la noche estaba por terminarse, debía estar bien cubierta, y ya que había dejado de necesitar respirar, lo mejor era enterrarse otra vez, ya la próxima noche volvería a ver a su Sire y saldrían a cazar... Ya cuando ocurra se pondrá a pensar en eso, por ahora mejor ignorar las implicaciones.

La reacción de Sirius al buscar en él apoyo le regocijó y calmó un poco la ansiedad que sentía en ese momento, el agobio de querer más y no poder, la pérdida de lo que había sido…Pero duró un momento. Aún así, había sido suficiente.

Tras ello empezó su saludo de cumpleaños escuchando aquello de que tenía 10. Entonces… 11 cumplía y 12 serían los golpes. Se enfocó en ello sintiendo una especie de tranquilidad por recordar algo tan básico como un rito de cumpleaños. Escuchó de fondo a Sirius y le causó algo de …rabia, que Eva no sufriera como esperaba pero acabó los golpes sin mucho más que añadir.

Ladeó la cabeza hacia Sirius asintiendo mientras se incorporaba acomodándoseel horroroso mono naranja, aunque se veía más oscuro por la suciedad de las mazmorras donde habían estado -Úrsula Kane- Se presentó y entonces escuchó cada palabra, cada detalle de lo que estaba diciendo adoptando aquella concepción y vinculándola con el pensamiento que había tenido hace poco.

Quizás su mantra no tenía que cambiar, sólo el foco de su rabia.
Si ella era vampira…Ahora sólo debía limpiar la faz de la tierra de los humanos.
Una sonrisa ladina ocupó sus labios y sus ojos brillaron con determinación.

La palabra caza hizo que entrecerrara suavemente los ojos pensando que…¿Qué iba a enseñarle a ella? Ella podía enseñarle un poco a él. Sin embargo, cuando se transformó en oscuridad, Úrsula parpadeó. Había olvidado la forma en la que había ingresado a las mazmorras y ahora, tras ver el despliegue de aquella habilidad, una especie de devoción y admiración se generó en su interior.

Tenía tanto que aprender…

Estaba pensando en que, en efecto, había poco espacio pero quería tener algo para ella misma así que fue caminando hacia una esquina para probar su nuevo cuerpo. Se estiró en toda su altura y observó sus manos. Alguna vez había leído que los vampiros más viejos tenían uñas como garras, duras como la piedra, que les servían de ataque. Las de ella estaban normales…

Entonces se dio cuenta de que Eva estaba cavando y frunció el ceño -¿Qué estás haciendo?-

Movía la tierra del mismo lugar donde había renacido, quizás el capricho de una niña, pero a ninguno de sus hermanos parecía importarle de buenas a primeras dejarle el sitio, realmente no había nada ahí fuera de tierra suelta, y ella es la única que parece tener tantas ganas de volver al sepulcro.

Entonces Eva cavó...

Y cavó...

Y cavó...

Mientras cava, Eva se va dando cuenta de que normalmente en este momento ya estaría cansada, pero tal no es el caso, no siente ni siquiera la necesidad de bajar el ritmo, a decir verdad... No siente muchas cosas...

Sus sentidos siguen ahí, y están mejor que nunca, pero una vez apagada la sed... Su cuerpo, se siente como nada, está ahí, pero no percibe ninguna de sus funciones, antes las obviaba, pero ahora... Es imposible no notar su ausencia, la sensación es desconcertante y da un poco de miedo...

¿Mm?

Luego de hacer lo que es el principio de un agujero relativamente profundo Eva levanta la cabecita, al notar la voz de su hermana la más loca, Úrsula, le parece haber oído qué se llamaba.

Sólo preparo mi lugar de descanso.

Comentó e hizo algo que hace raras veces, ser más específica.

Al fin y al cabo, ya no necesito respirar, y aquí no ocuparé espacio...

Esa era otra cosa de la qué se había dado cuenta mientras estaba cavando, la verdad, la idea era mejor de lo que ella creyó.

¿Dónde descansarás tú?

Ahora tenía infantil curiosidad de donde estaría ella, a sabiendas de que es seguro que la mayoría, si no es que todos dormirán ahí justo sobre ella, pero Úrsula a salido medio rara, así que quizás tenga una idea diferente de done quiere dormir.

-¿Tienes complejo de topo?- Preguntó con un aire curioso porque no entendía porqué estaba cavando en el suelo -Esta estructura…- Miró alrededor y empezó a caminar para mirar la zona, frunciendo levemente el ceño. Empezó a buscar una lápida, un nombre, algo porque le parecía que aquello era terreno de un cementerio. Instinto quizás …o los aromas a muerto. ¿O serían ellos? Por si acaso Úrsula se olió a sí misma, percibia la tierra y el olor a desinfectante con el que los limpiaban pero así como…muerte, no, no era el aroma que asociaba ella con la muerte. ¿Tumbas? Eso sí podía ser.

-Esto es un mausoleo creo… Dudo yo que entre algo de luz solar- Expresó porque le parecía que la niña estaba buscando protegerse. ¿Sabía algo de vampiros? La observó detenidamente con el ceño levemente fruncido. Lo dudaba, los padres solían no darle mucha información del exterior a los pequeños en ese afán ridículo de protegerlos.

Y por eso su prima ahora había quedado coja de por vida.

-¿Y por qué no quieres ocupar espacio? ¿Vienes de familia numerosa?- Inquirió ladeando la cabeza. Uno de sus primos tenía esa misma manía. “No estorbar”, “No ocupar”, “No ser una carga”. Pues ¿Para qué habían tenido hijos si no podían mantenerlos a todos? Que se jodieran, eso pensaba Úrsula.

Bajó la vista brevemente hacia el cuello de la niña. ¿Sabría tan bien como la de Sirius? Tenía sed. Joder…tenía sed. Miró hacia fuera como si por obra de magia la figura de Sirius se formara en las sombras y trajera algo delicioso, aparte de él. Se mordió el labio inferior con algo de fuerza antes de pasarse la manga del mono por la boca y limpiarse.

-Ahora mismo no puedo pensar en dormir…¿No tienes sed? - Le preguntó con el ceño fruncido. ¿Ella había salido defectuosa? -¿Qué crees que pase si salimos?- Preguntó con curiosidad pero al decirlo sintió un dolor raro en el cuerpo y tuvo que removerse un poco, dejando atrás el pensamiento e intentando concentrarse de nuevo en la niña-¿Cuál es tu nombre?

No lo sé...

La pequeña Eva se encogió de hombros, y procedió a sentarse en el agujero qué hizo, mirando a Úrsula, aún manteniendo la misma cara de estar perdida en la vida qué tenía desde que dejó de agonizar. Pues la verdad... Tampoco es que sepa que es un complejo, tiene diez años.

Se limitó a verla rondar, así como de cuando en cuando miraba a sus otros hermanos, que estaban... Pues, ¿Haciendo sus cosas? Supone que es la mejor forma de decirlo la mayoría estaban un poco en crisis existencial, mientras que ella era afortunada de no tener ese tipo de pensamientos tan profundos.

Sí, parece que es un buen lugar para nosotros...

De hecho no había pensado eso, se llevó la manita al mentón... Pero igualmente, por lo que dijo su Sire, tal vez igual es mejor mudarse bajo el suelo, para que le deje quedarse.

... Solía ser numerosa.

Tardó un segundo en responder, pero finalmente lo hizo, recordando de nuevo lo que había pensado... Ya no había nada a lo que volver, sí, por eso es que no se arrepiente de su decisión.

Nuestro sire dijo que no podíamos quedarnos todos... Así que supuse que si no ocupo espacio, me dejaría quedarme.

Explicó su razonamiento, que puede ser un tanto simplón, pero al menos para ella tenía bastante sentido, y por eso creía que sepultarse era lo mejor que podía hacer.

La observaba fijamente, pensando que de ahora en adelante estaría ahí con ella, tal como con todos los demás... O bueno, quizás no todos, supone que su sire en algún momento los correrá, para que ya no ocupen tanto espacio... Pero incluso si eso pasa, ella hará otro hueco cerca del mausoleo y vivirá ahí.

En todo caso asintió.

Sip, aunque no tanta como cuando regresé, gracias a nuestro sire.

Era todo gracias a él, que no se tardó en acercarse, y lo hizo mientras estaba extasiada, puede decirse que casi pareció cronometrado para que se pueda controlar.

¿Nos quemaríamos?

Responde dudosamente, porque su sire también fue claro con eso, dijo que el día venía, y hasta donde ella sabe, la luz del sol quema a los vampiros... Que como todo lo que sabe de vampiros, lo leyó en un libro de fantasía, pero por si acaso no se arriesga.

Yo soy Evangeline Westvale, y tú... Me pareció oír qué te llamas Úrsula...

Y mientras tanto... Ella por su parte pensaba en dormir lo más pronto posible, pensaba que entre más pronto se duerma, más pronto despertará, será la otra noche y saldrán a cazar para saciar su sed... Para ella tiene sentido, malo es que no tiene idea de como funciona la sed de un vampiro.