Pasillos

Sonrío de esa forma tan Malfoy que helaría la piel de un tipo chungo, ese que me hace parecer terriblemente amable.Así es Thalos, si puede cagarla aún más... pues lo hace.
-Tu siempre sabes lo que quiere oír una dama, Draven.
Desvío la mirada suspirando y paso los brazos a una posición cruzada mientras niego.
"Con Johan. Acabará llamando papá a Johan y no me extraña... lo que yo decía, se habrá ido por ahí de bombas"
-Está bien, iré a por el y nos...
Corto mi frase así como mi movimiento. Había regresado a alcanzar la mochila para ponerme en camino al comedor. Entrecierro los ojos resoplando.
Me coloco la mochila a un hombro, aún con expresión de cabreo y voy a pasar de largo hacia el comedor cuando pregunta.
-Ohh en casa de Romeo todo es seguro, tienen suministros y la casa entre las montañas es prácticamente imposible de localizar.
Vuelvo a mirarle sonriendo enigmáticamente.
-Pero nadie a dicho que vaya a llevarle con Romeo.

El hecho de que asome su sonrisa malfoy a su cara me indica que he logrado tocarle la fibra "sensible" con mi respuesta. No me siento culpable, sigo sintiendo un placer malsano al cabrearla...y mas cuando es ella la que ha empezado al contienda, por llamarlo de alguna manera.

-No veo ninguna dama por aqui.

"espera, pero te vas a ir ya?"

Me quedo un poco parado cuando parece afirmar que sus intenciones son coger a Reed e irse inmediatamente....

-Espera

Giro sobre mis talones dispuesto a seguirla pero ella se detiene antes para refunfuñarme, o algo asi. Le entrecierro la mirada porque no se si va en serio cuando describe la casa de su hermano como un lugar tan extrañamente "idilico" y pacifico. En mi cabeza no cabe que tales lugares existan aun, hoy en dia. Porque todo es un enorme campo de batalla.

-No voy a dejar que te lleves a Reed y no me digas a donde vais. Una cosa es que yo quiera ponerle a salvo, y otra que te lo lleves sin  decirme a qué lugar....asi que habla, pajarito. Los enigmas ahora sobran.

Estoy entre ella y su camino hacia delante, no puedo dejar que me de esquinazo en ese asunto...tal cosa parece que quiere hacer.

"habria sido mas facil saludarnos como personas normales, tomarnos un cafe y ponernos al dia"

Mantengo la sonrisa en el rostro por su comentario, sin embargo mi mano comienza a rodearse de una lengua de fuego, alzo el puño cerrado frente a mi. Ladeo la cabeza y poco a poco el puño cambia para dejar salir al dedo anular que muy amablemente saluda a Thalos y apago de nuevo aquella llama.
"Gilipollas"
-No voy a esperar a una mierda Draven. Voy a llevarme al niño lejos y no hay nada que hablar.
Le observo cortarme el paso y chasco la lengua molesta por que al parecer si que sigue siendo un buen padre y no va a dejarme en paz. Arrugo la nariz, me podría poner mil motes pero odio cuando usa animalitos para hacerlo.
-Es un lugar seguro, ¿Crees que yo le llevaría a un sitio para ponerle en peligro?Por eso no le llevo con Romeo... es demasiado ideal, seguro que pasará algo.
Pregunto incrédula y bastante ofendida.
-Desde luego sea donde sea estará mejor que aquí. ¡Ya veo lo mucho que le cuidas!Yo seré una loca suicida pero cuando estoy a su cargo no hago estupideces.
"Como irte por ahí a lanzar bombas o a trapichear con tus amiguitos"
-Además...
Vuelvo a resoplar y reacomodo la mochila a mi hombro, que se ha escurrido un poco, desvío la mirada a algún punto del suelo pensando que debería decirle realmente que pretendo llevarle con alguien que le ayude con sus poderes pero decido dadas mis ganas de fastidiarle contárselo de un modo confuso.
-He... he conocido a alguien.

Emito un quedo bufido cuando hace el numerito de la llama y de mandarme a tomar por culo con el fuego aquel. Aunque es cierto que habia echado un tanto de menos sus numeritos, aunque no lo sepa ni yo mismo...

- Me parece que no pelirroja, no te llevas al crio sin decirme a donde

"pueden pasar mil cosas, por muy seguro que sea cualquier sitio...y si algo pasa, tengo que saber a donde dirigirme, a donde acudir. Y no solo yo, Johan tambien..."

- Qué mierdas! No seas paranoica. Si donde Romeo es un buen sitio...este sitio no es ideal y es peligroso. Que más da. Lo importante es que este rodeado de gente que pueda protegerlo...

Y mira que le tenia mania a su hermano, pero si iba a ser un buen lugar para Reed estaba dispuesto a pagar el precio de que su "tio" andase criticandome delante del crio todo el rato. O igual el Corso tenia dos dedos de frente y se mordia la lengua, vete a saber...

Mi ceño se frunce cuando me echa eso en cara...en cierto modo tiene razon. No habia sido de lo mas sensato al sacar al niño al exterior, y permitir que ocurriese lo que ocurrió.

-Ya me di cuenta de que no fue buena idea sacarlo...pero no estaba haciendo ninguna estupidez joder, solo queria que le diera un poco el aire! China Town habia estado tranquilo los ultimos meses. Hice todo lo que pude.

"si, pero os habrian matado igualmente"

Pocas veces habia estado tan acojonado como entonces. Aunque lo que me suelta al final me deja descolocado, y muchos, muchos segundos sin saber que responder, como si me hubiese comido la lengua el gato. Se me retuercen las tripas y todo ante aquello.

"eh, espabila, que pareces gilipollas"

Por un momento mi ceño se frunce, casi incapaz de disimular el cabreo. ¿Se refiere a lo que creo...?

-... Me da igual que hayas conocido a quien sea. - le digo todo lo friamente que puedo. Queria pasar pagina o que?. -Tengo que saber a donde lo llevas. Es mi hijo. O eso creo. -y suelto esto ultimo con una odiosa sonrisa muy sarcástica, por qué no sabia de donde sacaba el guacho tanta magia, siendo yo lo que era.

Oigo con cierto asombro que le parezca bien llevarle con mi hermano y niego repetidas veces.
-No, en serio.No has visto ese sitio es como un vecindario chungo de esos que salen en las películas muggles y luego pasan cosas raras.
Comento algo mas relajada para que se de cuenta de que allí no sería buena idea llevarlo. Pero todo ese "relax" se acaba cuando escucho lo siguiente. Suelto una especia de risa por lo bajo y alzo la mano para que pare de hablar.
-¡¿Que le has sacado fuera?!-Suelto bastante histérica y después se me queda cara de alucine cuando menta ese barrio-¿China Town?¿En serio?¿Le llevaste para traficar?-Le suelto aproximándome un poco en plan amenazante.
"Todo lo que pudo?eing?"
Alzo el índice y carraspeo tratando de tranquilizarme.
-¿Que mierda pasó en China Town?¿Y por qué sospecho que vas a acabar muy quemado por ello?
Posteriormente y dada esa reacción por su parte tras decirle lo de conocer a alguien, le miro de reojillo, y me da cosilla verle así.
"Vale, me he pasado, igual es mejor decirle que leí en un libro que... "
Incluso mi pensamiento se corta cuando vuelve a hablar, en un tono que no le pega para nada dado el transcurso de la conversación. Doy un paso al frente dispuesta a contarle donde pretendo llevar al niño pero se me cierra la boca al oir lo último. En lo único que puedo fijarme es en su mierda de sonrisa.
"Vale...me lo tengo merecido... no pasa nada... estoy muy calmada, MUY calmada"
Le agarro de la pechera empujándole contra la pared de modo rabioso y mis labios se fruncen.Hay demasiadas cosas que quieren soltarle ahora mismo y todas se mezclan en mi cabeza. Cierro los ojos un segundo dejando escapar lo que puede ser el principio de una lagrimilla y después aprieto más el puño en su ropa.
-Ojalá no lo fuese.
Suelto siseante con un tono que dejaría helado a un mismo Malfoy. Voy a soltarle de la pechera pero se deshace entre mis dedos, he debido quemarle, que lástima. Doy un paso atrás y sigo por el pasillo pretendiendo buscar de una vez por todas a Reed.

-¿Como iba a llevarlo a traficar? Lo llevé a cenar. Tengo un tio ahi que es colega mio...que tiene un crío y yo que sé, pensé que le vendria bien socializar!

"fue mala idea..."

-Nada, no pasó nada, tranquila.

"vale, no lo sabe. No la cagues mas Draven"

Pero lo que me ha dicho de que ha conocido a alguien, y de que tiene intenciones de marcharse con ese alguien, junto con Reed...simplemente se siente como si me hubiese quitado de golpe todo lo que me sostenía desde hacía algunos años, ella, y lo que habia "construido" a su alrededor. A causa de eso suelto semejante bordería por la boca. Sin pensar, por hacer daño y ya está, puramente por joder....

Su violenta reaccion no me impresiona. Dejo ambos brazos colgando a mis costados, casi puedo notar como si tuviese una estufa frente a mi cara... Puedo notar su rabia, y el pequeño momento gratificante que he sentido por devolverle la bofetada verbal se desvanece cuando la veo cerrar los ojos y me parece verla soltar una lagrima.

"pero que coño he dicho...?"

Vale, a veces me lo quedaba mirando (al guacho) y tenia dudas. Pero no las tenia, al mismo tiempo. No de ella, por supuesto... si no de la intervencion de alguna mierda mágica extraña. Porque tenia sus ojos, los de ella, pero.... pero la nariz era la de mi hermana, y eso nunca se lo habia dicho.

Me quema la parte de la camiseta que me tenia agarrada por el pecho y tras decirme que ojalá yo de verdad no lo fuera, se marcha. Aunque me arrepiento de mis palabras, tampoco se lo digo. Sigo pensando que lo otro que me ha dicho ella es cierto... y que se va a ir de verdad. Me quedo sin saber que hacer, mirando restos de ceniza caer a mis pies.

"Espera, espera"

Me despego de la pared y echo a andar tras ella, si va a ir al comedor...

-Déjame despedirme al menos

Sigo andando, por un momento no recuerdo por que pasillo se llega al comedor, así que giro a la izquierda en la siguiente esquina. No sé si me he perdido o realmente toda la frustración que tengo metida ahora mismo en la cabeza no me deja pensar bien.
"No debería haberle dicho eso, ni siquiera conozco al tipo... solamente lo he leído en un maldito libro. Pero, eso... ¿siempre ha tenido dudas?¿como puede tener dudas si es malditamente igual a el en todo lo que hace?"
Mis ojos se abren de más al escucharle a mi espalda y simplemente reacciono. Paro mis pasos y giro rápidamente lanzándole una bola de fuego, aunque sin precisión ninguna.
-¡Que te jodan!
Alzo la voz más de la cuenta y descuelgo la mochila, metiendo la mano de manera nerviosa para rebuscar algo. Tiro fuera un par de manzanas más y meto medio brazo más, llegando hasta el hombro.
-Si tantas dudas tenías de mí podrías haberlo dicho desde un principio, muggle apestoso.
Meto ahora mi cabeza en la mochila, junto al brazo, cosa que por el tamaño de la mochila es imposible y posteriormente salgo de ella junto con un libro en mi mano que agito mostrándoselo.
-Si alguna vez quieres ver a tu hijo estaremos aquí.
Se lo lanzo a los pies y sigo con gesto molesto, tan molesto que si no me controlase podría asarlo allí mismo.
-Y tendrás suerte si dejo que te acerques a él.

Habia echado a andar tras ella y cuando la veo pararse me detengo yo tambien, pero no me espero que se gire para lanzarme una maldita bola de fuego. Como no tengo modo de parar aquello y ademas no me la esperaba, solo puedo hacer lo que mejor se me ocurre en ese momento: ignorar su grito y hacerme a un lado lo mas deprisa que puedo, pegando mi espalda a la pared del pasillo y dejando pasar la bola, que no obstante si que llega a prender un poco el brazo de mi cazadora. Lo apago con la otra mano rapidamente a base de hostias antes de que se extienda mucho, y no llega a mas la cosa. La bola de fuego se estampa en la pared del final del pasillo, dejando ahi sus llamitas

"espero que no queme la puta base, la creo muy capaz..."

-No he dicho que tuviese dudas de ti! Y no me llames esa mierda como hacen los magos con nosotros!-la señalo desde mi posicion, con la manga de mi cazadora oliendo a vaca quemada. Aunque me quedo bastante extrañado por eso de que casi su medio cuerpo desaparece dentro de la mochila, lo achaco a algun hechizo de amplificacion de dicha bolsa....ademas tengo otras cosas por las que preocuparme.

Saca un puñetero libro y lo tira al suelo delante de mi. Miro la cubierta, extrañado. Se iba a llevar a Reed a vivir con tio que habia conocido, y la explicacion estaba en ese libro? Mi cabeza en esos momentos entiende mas bien pocas cosas. Pero el libro no tiene titulo ni nada escrito... parece algo viejuno ademas. Me agacho, a recogerlo, sin quitarle ojo de encima a ella.

-No puedes impedírmelo. ¿Qué es lo que le piensas contar a Reed?

Me molesta no haber acertado en el blanco y que se le quemase su cazadora de mierda.
-¡Claro que lo has dicho!¿Y como te sentías cuando pensabas que había estado tirandome a saber a quién y te había encasquetado al crío?-Sigo gritando, ahora mismo no se no gritar, además estoy empezando a gesticular demasiado, cosa que pasa cuando empiezo a perder el control sobre mis acciones-Oh perdona...es verdad... tu no eres muggle ¡eres un squib!Mil perdones señor ¡squib de mierda!
Le lanzo ahora un par de bolas de fuego más, gruñendo por lo bajo y aprieto los puños con fuerza.
-¿Que no puedo?!!- Mi voz se torna más aguda casi en un chillido de nena y saco la katana.
-Con suerte si no acabo tostándo tu cara acabaré clavandote esto.Así no hará falta decirle nada.
Mi gesto ahora se transforma en una especie de puchero absurdo, así que trato de arrugar la expresión para seguir pareciendo más cabreada.Señalo al libro con el arma.
-Es un maldito maestro antiguo de transformaciones, experto en bestias y magia causada por ellas.
Termino por decir bajando la katana para guardarla y desvío la mirada al suelo negando.
-Se acabó.

"es cierto, no tenia que haber dicho eso de ese modo"

-Es....por lo de transformarse...si no lo ha sacado de ti...ni lo ha sacado de mi...

"en fin, no le des explicaciones"

Sigue con sus etiquetas y ya me toca los cojones, porque sigo cabreado, pensando que lo de antes es cierto, y ademas me siento puto culpable pero como soy imbecil y asquerosamente orgulloso, no le pido perdon en el momento.

-Squib de mierda?! Acaso no somos lo mismo?

Por dedicarme a responderle no me da tiempo a esquivar sus dos siguientes bolas de fuego. Me cubro con los brazos soltando un "joder!", notando el calor de las llamas. Me tengo que quitar la cazadora rapidamente, que es la que esta ardiendo, y tirarla al suelo lejos de mi para dejarla morir entre llamas...lastima, me gustaba aquella cazadora. Me he llevado alguna quemadura menor en la mejilla, las manos estaban protegidas por los guantes a base de bien. El libro sigue bien tambien, la portada un poco...chamuscadilla.

Cuando me dice eso miro nuevamente al libro...y luego a ella.
-¿Era eso? ¿Éste...es a quien has conocido? ¿Con quien te lo llevas?

"entonces...solo estaba intentando ayudar...."

Se debe de notar en mi voz la confusion, y que me doy cuenta de pronto de hasta que punto la he cagado. Por desconfiar tan rapidamente. Ella dice que se ha acabado y en esos momentos no tengo fuerzas para llevarle la contraria

"pero...no puede acabarse"

-¿No es reconciliable?

Me paso una mano a la frente arrastrándola por mi piel en un gesto desesperante mientras sigo negando.
-Entonces está claro que lo ha sacado de alguien más, ¿no?. Y está claro que piensas que te he mentido. , durante todo este tiempo.No te vale con mirarle y ver que es como tú.
Comento algo cansada de esa explosión de rabia y miro los restos chamuscados de su cazadora, por la que no siento pena ninguna en esos momentos aunque se que a el le habrá fastidiado.
-Yo ya no soy una Squib- comento con seriedad, además parte de ese viaje había aprovechado para investigar más sobre lo poco que quedaba escrito sobre los Soul Reapers y por mucho que me fastidiase, compartíamos ciertas ideas en las que estaba dispuesta a indagar.-Pero tu deberías empezar a admitir que lo eres.
-Ni siquiera le conozco, solo quiero que aprenda a controlarlo y si puede ayudar...-Encojo un hombro, dando a entender que no me parecía mala idea, a pesar de que no sé si tan siquiera existe tal tipo.
Mantengo silencio cuando pregunta eso y tras un suspiro decido alzar la vista para mirarle y niego. Me llevo una mano al bolsillo de la chaqueta y saco una maltrecha bala que extiendo hacia el en la palma de mi mano.
-Te dejaré unos días más para que te despidas.

No retuerzo mas el tema, pues no hay mas que retorcer ni que justificar. Yo habia dicho algo que no tenia que haber dicho. El crio se parece a mi en muchas cosas, es cierto. No en todas, sin embargo. En eso de prenderle fuego a las cosas...era mas a su madre.

-Solo quiero lo mejor para él. Lo demás..ya me da igual.

La fuerza con la que admite que no es una squib me deja un poco parado. Es cierto. Ya no lo era. Pero yo si seguia siendo lo que habia sido toda mi vida. Un humano...squib, segun ella. Aunque yo nunca me habia visto a mi mismo como tal.

-No tengo nada que admitir. -digo tozudamente, con los dientes levemente apretados.

No me parece mal la idea que propone ella. Puede ser peligroso ir en busqueda de un tio desconocido que aparece en un libro...el cual yo debia leer sin dilacion. Pero necesario. Un mal menor. De haberlo sabido antes...

"ella buscaba soluciones y tu mientras hacias el capullo. Pero ha tenido que venir en ese plan, joder, decir aquello...me he ofuscado demasiado. He desconfiado demasiado."

-Eso lo entiendo, hay que intentarlo.

Sigo sus movimientos con atencio, y veo lo que saca...una pequeña bala que le di años atras, una de las veces que me despedí de ella, una de tantas. Para que se acordara de mi, o algo por el estilo. O para pagarle por un gesto similar que ella tuvo conmigo anteriormente, al regalarme la cinta blanca de su katana, aquella que me habia dicho que traia buena suerte, segun su madre...

"se le acabó la buena suerte"

Miro la bala sobre la palma de su mano con una expresion un tanto vacía, y mientras me acerco a ella, desato el nudo de la cinta blanca que llevo alrededor de mi muñeca izquierda, a modo de pulsera ahora. Cuando lo he conseguido, agarro la bala de la palma de su mano y pongo el trozo de cinta donde antes habia estado el proyectil, rozando un poco su mano al hacerlo, notando la tipica calidez de su piel por cosa de medio segundo. La cinta estaba mas raida que cuando me la dio...en un par de ocasiones se partió y tuve que reparar los fragmentos

"no puedo creer que le esté permitiendo hacer esto..."

-Gracias por el tiempo que me la has prestado. Intenté cuidarla. -le digo en voz un poco ronca, y no me referia solo a la cinta. Guardo mi bala, sin mirarla a los ojos. Asiento.

"unos dias mas para despedirme."

-No es una despedida.

Mis pies no se quieren mover del sitio en el que están plantados, pero la cabeza me pide a gritos que me de la vuelta y me marche de ahi. Y eso acabo haciendo, echo a andar, pensando en que nos quedan "unos dias". Sólo unos dias. Tengo pensado dirigirme al comedor, quiza Johan siga ahi con Reed...o se hayan marchado. Tenia pensado decirle algo mas a ella, pero se me ha ido de la cabeza.

-Si el viaje es peligroso...o necesitas ayuda...dimelo a mi. O a alguien más. No lo hagas sola.

"no tiene por qué ser asi"

Dicho esto, reanudo mis pasos, camino al comedor.

Decido no seguir con el tema de hacerle ver que por su sangre de algún modo muy imperceptible corre algo de magia, ya que ahora eso realmente da lo mismo. Mantengo la mano en alto, firme, pretendiendo que perciba seguridad en ese gesto aunque no puedo fingir que no me aflija el que comience a desatar la cinta que se encuentra bien aferrada a su muñeca.
"Puede que nunca haya dado suerte"
Aferro la cinta entre mis dedos, está realmente destrozada después de todo este tiempo, con diversos empalmes por cada una de las veces que se ha roto, en tantas batallas.Asiento sin poder mediar palabra y trato de mirarle a los ojos, cosa que resulta difícil dado que el evita hacerlo. Bajo la mano cuando da media vuelta y se marcha, escuchando sus últimas palabras.
-Descuida.
Murmuro,por lo bajo mientras veo como desaparece por alguno de los pasillos.Cojo aire y cierro los ojos durante unos segundos tratando de recomponerme lo más posible en esos momentos. Me aproximo siguiendo sus pasos y recojo la cazadora chamuscada, dándole un par de vueltas entre mis manos, no está tan quemada como parece a simple vista, aunque sigue estando destrozada. Decido guardarla en la mochila, solo por si acaso y después miro la cinta, dudando que hacer con ella.
Finalmente la giro sobre mi brazo, aferrándola con un nudo y tras ello decido que no es el mejor momento para ver a Reed, además seguramente ya ha ido Thalos a verlo, por lo que salgo por los pasillos buscando algún lugar tranquilo donde poder debatir conmigo misma que mierda acabo de hacer.

No sabía a donde iba. No dejaba de pensar en lo poco que me había dicho Roac. Mucho más callado que de costumbre, y sin embargo, había logrado hacer mucha más mella en mi que todas las justificaciones del imbécil de mi padre. Hacía tan mala cara, y… En el fondo me sentía incapaz de dirigir mi furia hacia él. Pero en aquel momento había perdido cualquier tipo de capacidad de razonar, y lo único que quería era dejar de ser. No en el sentido del… Del suicidio. No. Eso se lo dejaría al hermano de Dyos. Pero en el sentido de… Sencillamente desaparecer, una semana, o… ¿Más tiempo? Tal vez más. Quizás así los dejaría más en paz.

¿Un cuerpo? No. Osten no querría otro cuerpo, a diferencia de lo que pensaba Roac. Se había mantenido en el cristal todo ese tiempo y tras ver a Sygdom yo mismo lo sabía, él prefería algo… Que no fuera a pudrirse. Y no tendría el corazón de robarle el cuerpo a nadie. En el fondo era… Raro pensar en Osten otra vez como alguien vivo. Era como si hubiera recuperado una parte de mi. Pero no estaba bien. No debía haberla recuperado, no debería estar ahí… Comprendía a Zer’tath más que nunca. Ya no podía llamarlo así. Y con eso en mente, sabiendo que haría…

No iba a encontrarlo. Paré en medio de un pasillo. No, claro que no iba a encontrarlo. Y no querría saber nada hasta pasado un buen tiempo o solo si surgía alguna urgencia. Osten prefería tomarse las cosas con calma, y las pocas veces en las que sucedía algo capaz de desestabilizarlo, solía aislarse hasta estar completamente sereno. Yo no tenía ese valor. Yo rabiaba, yo insultaba, atacaba, mordía. Y Roac me había dicho que… Que él no lo había hecho por placer, lo de engañarme. No, claro que no. Lo había hecho por mi bien… Aún si no era la decisión correcta.

Rendido, me dejé caer al lado de una pared y me acurruqué en una esquinita de un pasillo, hecho un montón de harapos. En ese momento pensé en… En que no era la primera vez que hacía aquello. La fiesta aquella de Halloween… Había salido escopeteado, y me había tirado en un pasillo después de mucho toser, lloriqueando. La diferencia estaba en que aquello habían sido tonterías… Y que no vendría nadie a hablar conmigo. No. Estaba todo completamente desértico. Y no pude si no pensar en Dyospiros, pensando que él sabría qué hacer, o decir, o… Ahí puesto, con las manos en los bolsillos… Pero eso fue la última vez. Esta no.

Tal vez me estuve veinte minutos ahí sentado y lloriqueando hasta que pudiera empezar a menguar un poco los sollozos para respirar mejor. De hecho no había logrado pensar demasiado… Estaba demasiado bloqueado. No sabía aún si estallaría o me cerraría por completo. Cuando Osten murió… Estallé. Entonces estallé. Perdí por completo los estribos y la única forma de calmarme fue destrozar algunos recuerdos dentro de mi mente. No quería que eso pasara de nuevo. Había cambiado, había crecido, y… De hecho, sin embargo, me sentía aún más… Solo que antes para enfrentarme a ello.

Fue en ese momento en el que me sentí completamente vulnerable. Apenas tenía fuerzas para curar, ¿Qué iba a hacer si algo me ponía en peligro? El bastón… Es decir, Osten, había desaparecido del mapa. No podía entablar contacto con el. No podía ir a ningún lado tal y como estaba. Y sin embargo otra vez los sentimientos me movieron y en algún lugar dejé apartado cualquier traza de sentido común. Menos lloroso que antes, con el estoque de Savant firmemente cogido, decidí salir de los pasillos. Y tal vez de aquel infierno que se había convertido toda aquella base. Algo dentro de mí me llamaba a la enfermería, debía vigilar a Dyospiros, y… Tal vez hubiera hecho mucho daño a Roac. No quería hacerle daño. Pero estaba enfadado. Estaba muy enfadado, y temía que si iba a intentar hablar, aún empeorara las cosas. No. Estaría mejor sin mí.

Solitario, ajeno a estar por primera vez en tantos años realmente solo -sin familiares, amigos, parejas o incluso mi propio bastón-, decidí ir a algún otro lugar algo más adecuado para perderme… O lo que surgiera.

Camino por los pasillos sujetando una pequeña mochililla con una mano, mientras que la otra se aferra a una pequeña manita. Aunque mi histeria sugiere agarrar en brazos a Reed y salir pitando de la base, en realidad parezco tranquila. Andando a paso de niño y algo agachada para no tirar de su brazo.
"Aún no sé donde puedo llevarle"
Tararea algo que no reconozco, pero de cuando en cuando suelta alguna palabreja poco propia para su edad por lo que entorno los ojos pensando que Thalos tiene la boca demasiado grande, aunque en el fondo me hace gracia oir tal tipo de cosas con esa vocecilla y saliendo de esa cara de inocente.
Y se para, si, se para cada pocos pasos y se empana en su mundo. Suspiro y acabo agachandome sacando una botella pequeña de agua de su mochililla enana.
-Venga Reed, tu padre ha dicho que tenemos que salir.
"Tu padre... "
Se frota un ojo y me mira con cara de sueño, tal vez no esté llevando los mejores horarios aquí. O tal vez Draven haya vuelto a sacarle por ahí. Se apoya  en mi cerrando sus ojillos y le paso la mano por la cabeza chascando la lengua.
-Seguro que habéis estado los dos de juerga¿verdad?
Finalmente le cojo en brazos y sigo andando. Había gente por los pasillos, gente desconocida para mí. Tampoco había pasado tanto tiempo fuera pero realmente me encontraba perdida. Incluso les miraba con cierta precaución, sin tener la certeza de que fuesen gente de la resistencia o no.
Conforme me acercaba a la zona de la salida sentía que ralentizaba el paso, principalmente por la simple razón de que por lo general solía ser una de las últimas en abandonar una base evacuada, y secundariamente...
-¿Donde mierda te llevo Reed?

Planeaba salir de allí cuando oí unos pasos por detrás mía, una mujer hablando. A un crío. Si bien por si sola me habría causado nulo interés (e incluso un poco de miedo, por eso de que todo elfo oscuro que se preciara sabe temer una mujer), el niño si que captó mi atención. Paré un poco mi “huida” al exterior y traté de mirar de reojo, como… A quien no le interesa el asunto. Pero sí, me interesaba.

Y es que hacía mucho tiempo que no veía un niño tan pequeño. Me gustaban los niños. Eran más enanos que yo y decían tonterías, y eran adorables en su extraña forma de ser. Así pues no pude si no acabar parándome. No sabía porqué. Aún estaba yo medio lloroso, confuso y hecho… Hecho un auténtico lío. Y sobretodo, noté aquella timidez mía natural aflorar justo en aquel momento. Eso de no tener absolutamente nadie después de siete años me dejaba un poco fuera de lugar. Así pues, tuve que hacer un acopio de valor para soltar…

-Q-Qué niño tan mono…- Y una estúpida sonrisa en mi cara. No parecía la mejor manera de iniciar una conversación. No parecía, de hecho, la mejor manera de hacer absolutamente nada. Guardé el estoque en su fundita y sin atreverme mucho a acercarme, pensé en… Qué demonios decir. De repente me arrepentí de haber hablado. Yo quería hablar con el crío, pero la… La pelirroja me imponía un poco. -¿C-Cómo… cómo se llama?- Pregunté yo, la mar de inocente. Quería sacar mi cabeza de todo lo que acababa de pasar e igual hablar un poco me aliviaría un poco. Aún emitía algún sollozo y me caía media lagrimita, pero yo me esforzaba en sonreír para parecer algo más… decente.

Esperaba que al chaval no le dieran miedo los drows… Aún así, mantenía una distancia prudencial.

Mis ojos se abrieron un poco por la sorpresa de esa voz que parecía dirigirse a nosotros. Miré de reojo y al ver su aspecto no pude evitar recordar a alguien de esa misma especie, ese que me metió en una inmensa oscuridad y acabó propinándome una buena paliza.
Sin embargo, nunca había visto a un Drow tan raro, partiendo de que parecía haber estado llorando a mares hasta su aspecto, algo diferente de aquel otro con el que me crucé. Suspiré, una sonrisa, la gente que sonríe no me da buen rollo, pero parecía amistoso así que esbocé una pequeña mueca parecida a una sonrisa por mi parte.
-Oh!Gracias.
"supongo que eso es lo que se dice cuando hablan bien de tu crío"
Aupé un poco en brazos a Reed que seguía medio sopas, tratando de que el elfo pudiese verlo mejor. Aún así me preguntaba si era normal que uno de los suyos rondase por la base, nunca había visto a uno allí.
-Este pequeñajo de aquí es Reed. Y está un poco dormido aún.
Reed por su parte le miraba tranquilo, nos observaba a ambos mientras hablábamos mientras seguía tarareando aquella canción malsonante. Chasqueé la lengua.
-Y esa canción del demonio se la ha enseñado su padre.
"y no para de cantarla"

Supongo que es normal sorprenderse ante… Un retaco con el pellejo violáceo hablando de lo mono que es un niño. Empezaba a olvidar un poco lo que la gente esperaba de mi raza. Entre Dyos y yo habíamos empezado a dar una imagen algo distinta de los elfos oscuros, y hacía meses que no se hablaba de aquel que mataron en algún bosque, con el que al principio nos habían relacionado. Ella mostró una expresión que podría considerarse una sonrisa, más o menos. Yo no pude mantener mucho más la mía. No dejaba de darle vueltas a todo. Tenía que arreglar los asuntos con él…

Pero ahí estaba el niño. Agradeció que llamara mono al niño mientras lo alzaba un poco para poder verlo. Supuse que no desconfiaba de mi y me di la licencia de acercarme una mejilla. Debía tener menos de diez años. Quizás menos de cinco. Las edades de magos y humanos me perdían. -¿Reed? Oh…- Le dije, con un empanamiento mental tremendísimo. “¿Y qué hago? ¿Le digo mi nombre? ¿Le pregunto el suyo?” Él canturreaba. Algo que no sonaba bien, pero canturreaba. -Yo… Yo soy Vor’Kalth.- “No te ha preguntado, capullo.” Pensé. -Llevo un tiempo por la base a… modo de mercenario y curandero o… algo así. Yo no elfo malo.

Las cosas claras. Que había escuchado a Ailanthus hablar de amenazar un niño o algo. Con una cuchilla. Me dijo que aquella… “bonita” canción era obra de su padre. -No suena especialmente… Adecuada. P-Pero la gente ya no se cortar…- “Hace media hora estaba discutiendo con el mozo sobre si hablar de cagadas en una enfermería es correcto. No soy quién para hablar.” -¿Usted es renegada? ¿Cómo se llamarr… llama?- Aún tenía mis problemitas con el idioma, y tenía la mente muy bloqueada. Me insistía que debía hacer algo… Pero no sabía el qué.

Desde luego no parecía para nada un elfo oscuro,excepto por como hablaba.
-Yo soy Erika. Llevo un tiempo fuera, por eso no habremos coincidido.
Reed empezó a dar golpes a mi hombro,jugando pero con fuerza,mientras llamaba a Johan,a su padre y en definitiva a todo aquel del que sabía el nombre.
-No todos los elfos son malos,como los humanos. Ya sabes.
Encogí mis hombros,supongo que cada raza ve a las otras desde su propio punto de vista.
-Oye...em... ¿ha pasado algo? Me dijeron que había que evacuar la zona y luego me encuentro contigo que parece que... em... estás algo...
"Llorica?"
-sensible...

Erika. Se llamaba Erika, ella. No me sonaba el nombre, ni tampoco la mitad de los nombres que iba diciendo su hijo, excepto el de Johan. Entrecerré los ojos. -En… Encantado- ¿Eso se dice, no? Estaba muy acostumbrado a que otros se encargaran de las presentaciones, de los tratos y todo eso. Yo no. Echaba muy en falta tener algo de compañía que poner entre mi y mis problemas de timidez.

Me dijo que no todos los elfos eran malos. -Los elfos no-oscuros suelen ser buenos. Los elfos oscuros… Ya ves tu. Amenazan niños y esas cosas. ¿Tu enterar lo de China Town?- Ailanthus había lloriqueado algo sobre eso. Por supuesto que lo había hecho. Porque era un elfo depresivo que iba llorando por las esquinas y trataba de suicidarse en las cocinas. No era el mejor para criticarle, pero…

Entonces me preguntó si me pasaba algo. Me puse firme, tratando de aparentar toda la seguridad que un adolescente con churretes en la cara puede aparentar. Aunque acababa de enterarme de lo de evacuar. -¿Evacuar? Tendré que decírselo a ellos, pero… Oh, no lo sabía.- No quería volver a la enfermería. Imaginaba que alguien se lo diría, a ellos. Y tal vez se llevarían a Dyospiros a un lugar más seguro… Tan comatoso como estaba no podría moverse por su propio pie. Alcé un poco la mirada y, suspirando, expliqué muy por encima el asunto. -M-Me he peleado con mi…- ¿Novio? Era la primera vez que lo llamaba novio. -Pa… Pareja…- “Igual me mira raro si digo que tengo novio.” -Y mi padre nos ha contado cosas sobre mi hermano, que ha huido también y… No sé que hacer. Es difícil. Y quiero hablar con el novio, es decir, el mío…- Venga, ya acababa de liarla. -Pero no quiero discutir y me da miedo y no sé que hacer…- Cazibajo. Con ambas manos detrás de la espalda, rascando el suelo con un pie.