Pasillos

Conforme transcurría la conversación me iba dando cuenta de que era más bien joven... apenas había dejado de ser un crío. Entorné los ojos por Reed... seguía soltando nombres y parecía que estuviese cantando la canción esa de los bichos que se cazan con bolas.
"Chinatown"
Mis dientes se apretaron instantáneamente al oír ese nombre, tal vez pudiese enterarme de que había pasado allí de una vez por todas ya que Draven no quería hacerlo.
-Mmmm no...la verdad que no he oído nada.que ha pasado allí?
Me hice un poco la tonta,al fin y al cabo no nos conocíamos así que en ese sentido el aprovecharme de el para obtener información con la que asesinar a Draven si había pasado algo malo con nuestro crío no era tan malo,no?.
-En realidad aún no sé la razón de la evacuación. Debería ir a la sala de reuniones seguro que están hablando allí de que está pasando.
"Yo antes me enteraba de estas cosas T-T"
Escuché atentamente al ver al elfo tan pesaroso y entorné los ojos cuando oí que se trataba de una discusión de pareja.
-Prfff... yo hace poco que quemo la base discutiendo con Draven. Créeme... juntarse con alguien ea un error,bajas tu maldita guardia y te reblandeces y cuando menos te lo esperas el maldito humano resentido te dice que duda de que el crío sea suyo.
Voy soltando conforme mi voz se altera poco a poco,mi ceño se frunce y mi nariz se arruga.
-Maldito muggle squib cegato...
Corto la retaila de insultos hacia Thalos cuando veo que se me empieza a ir de las manos y carraspeo encogiendo un hombro.
-Creo que no soy la indicada para dar consejos de pareja.

Y seguía cantando el niño. Ojalá pudiera yo cantar con la misma alegría, que cantar solía animar al alma y… La última vez que acabé correteando por los pasillos ahí llorando había sido, en gran parte, por haber cantado. Mal. Cuando mencioné China Town pareció ponerse nerviosa y me preguntó que había pasado. Fruncí el ceño… Lo cierto es que no lo tenía completamente claro. Había escuchado retazos de información y tal. -Creo que fue una especie de escaramuza Alianzosa… Que el hermano de Dyospiros, el excapi de la Alianza, y Dyos en si, que es un elfo oscuro de la base…- No renegado. Pero casi parecía que nos hubiéramos quedado allí a vivir. -Usaron para… que pudiera huir. O algo así. Sé que hubo un niño pero no sé qué niño ni porqué. Ailanthus debe saber más sobre ello. Él fue el que amenazó al crío.

Dyospiros debía saberlo también. Y ahora que lo pensaba, Sygdom también. La cosa es que ellos dos estaban inlocalizables y no tenía ganas de ir a buscar a mi padre para que lo explicara mejor. Me dijo que no sabía porqué evacuaban y que debería ir a la sala de reuniones. -Creo que encontraron un Blood Keeper ahi… Rybar. Señor dineros.- ¿Qué? Pagaba bien y yo era un mercenario. -Están reunidos. Hay gente. Debe estar el excapi, él saber más de China Town. Es… es alto y azul.

No creía que muchos más coincidieran por esa descripción. Cuando le hablé de mis problemas de pareja mencionó a Draven, que no me acababa de sonar mucho, y que casi quemaba a la base porque decía algo del crío… Y yo me la quedé mirando más confuso que antes. -P-Pero nosotros no discutir por críos. No… No poder tener niños, verás…- Y en todo caso éramos muy jóvenes y muy palurdos como para pensar en adoptar aunque fuera un perro. Pero ella parecía muy convencida de odiar a ese Draven, que insultaba con palabras que no había escuchado en mi vida. Yo miré al suelo. ¿Era de verdad eso de que te reblandecías estando en pareja? De hecho, sí… Sí que me había vuelto más suave con… Muchas cosas. Había dejado vivir a un soldado por su culpa…

¿Era eso malo o bueno? Carraspeó y dijo que no era la más adecuada para ello. -G-Gracias. En parte creo que llevar razón, tu… De hecho si ablandar. Mírame, ahora…- Me encogí levemente de hombros yo también. Haciendo ese ruido de sorber moquillo que hace toda la gente que llora. Como un sniff muy sonoro. -Pero no quiero discutir ni insultarle ni… Ir por ahí diciendo cosas malas de él. M-Mi novio es bueno, verás… Es demasiado bueno. Ese es el problema.

Escuché confusa la historia de Chinatown mientras en mi interior me imaginaba mil formas de dar una paliza a Draven.
-Amenazaron a un niño. Ya veo...
"Matar ya"
Entorno los ojos cuando dice que no discutían por críos.
-Yo antes tampoco discutía por críos. Llegará un momento en el que lo hagáis de una forma u otra... antes discutía por que el intentaba cargarse a un criajo o por su manía de vivir en un hotel en reuinas bebiendo cerveza caducada.o... por esa manía suya de que le posean entes raros con ansias de poder.
Suspiro,ya había pasado mucho tiempo desde eso. Miro a Vor suspirando de nuevo.
-Si algo he aprendido aquí es que no existe la bondad absoluta. Si te sirve de consejo... lo mejor es havlar las cosas. Aunque claro... te lo dice una que acaba de dejar a su pareja,no me hagas mucho caso.
Aupo un poco mas a Reed que se ha puesto pesado y ahora no hace mas que llamsr a Thalos. Entorno los ojos y le miro con la mejor de las sonrisas.
-¿Quieres ir con tu padre? Ahora te llevo con el y nos dice a donde narices quiere que te lleve. Vale?

-Quería protegerlo… O algo así. Aunque el amenazador…- ¿Existe esa palabra? -Me abrió media cara a mi…- No tanto. Igual tenía a ver que hubiera intentado abrirle yo el cuello. Me decía Erika que algún día discutiríamos por críos, y si no era por críos, sería por otras cosas. Todos sus consejos tenían algo demasiado autobiográfico. Yo deseaba no acabar como ellos. Pero por críos dudaba que pudiéramos discutir, era… Físicamente imposible que tuviéramos críos.

-Es distinto… Creo.- Me rasqué la nuca, dudando. Pero ella suspiraba y suspiraba. No acababa de arreglarme mucho lo que explicaba de su relación. Parecía bastante distinto el asunto. No involucraba hermanos no-muertos. Eso era lo que hacía el asunto difícil. Sus consejos perdían algo de credibilidad al hablar de que había dejado de su pareja. Pero y si hablábamos…

-Hablar es correcto, pero si sabes que si hablas… Puedes empeorar las cosas, no es correcto. No quiero dejarle, yo… No… No, yo aún le… Bueno…- “Le quiero”. Pero era bastante nefasto para hablar de mis propios sentimientos. Apenas podía abrirme con gente con la que tenía mucha más confianza. El niño ahora llamaba al padre, y ella se dirigió al niño, y yo… -C-Creo que lo mejor será que lo busques en la sala… Y creo que no pinto mucho aquí, eh…

Pero no sabía yo tampoco donde irme. Si se iba a ir, esperaría a que ella se fuera antes. Cuando estuviera solo intentaría aclarar mis pensamientos. ¿Salir de la base o ir a la enfermería? ¿Intentar realmente hablarlo? ¿Y si no iba bien?

-Vaya, así que se lió una buena.
"Apunta: matar mucho"
Cuando es distinto suelto una pequeña risilla, aquí todos teníamos problemas muy diferentes pero al fin y al cabo todos por una cosa u otra teníamos nuestro propio drama. Incluso Johan y Jo, que eran como una pareja perfecta.
-Claro que es distinto, pero al final todo acaba igual. Y más en este mundo tan...asqueroso.
Alzo ambas cejas cuando dice que hablar sabiendo que va a acabar mal no es bueno, niego varias veces.
-En ocasiones aunque sepas que va a acabar mal no puedes guardarte tus opiniones para ti.- Sonrío en una mueca cuando se queda a medias-Le quieres. Pues claro que le quieres, yo...le quiero aunque sea dificil creerlo. Pero a veces querer no es suficiente.
Me insta a que vaya a buscarles a la sala y encojo mis hombros.
-Puedes venir conmigo, así nos enteramos de que pasa con ese capullo de Rybar y ayudas con la evacuación de tu novio.

-Mucho. Liar mucho. Pero yo no saber del todo. Espero que no matar a Ailanthus por ello, nadie. No sé quién sería el papá pero…- A ella le provocó risa lo de que las cosas fueran distintas de uno a otro. Pero que acababa todo igual, decía. -E-Es un mal… sitio para el amor. El mundo entero. No se poder uno… relajar con ello.- Suspiré. -Le jodan a la Alianza y a todo humano pisando la tierra.- ¿Qué? No tenían mucho a ver con mi discusión con Roac, pero da igual. Yo les echaba la culpa.

Que no podía guardarme mis opiniones.- La cosa es que las sabe ya. No me gustó que me mentir sobre mi hermano, aún si era por mi bien. Él sabía que lo buscaba, y me meter en sitios… Malos para encontrar. Pero él no decirme nada porque creer que eso era mejor.- Si hubiera muerto en la torre no habría sido el caso. Podrían haber salido muchísimas cosas mal por callárselo. Me insistía que era por mi bien, sí. Pero podría haber sido mucho peor. No tenía derecho a engañarme.

Decía que querer no era suficiente… Y yo dudé realmente si más allá de querer habría algo más. Pero… Yo no quería dejarle. No, claro que no. -No he salido con nadie antes… Así que no lo sé.- ¿Qué más se debía hacer aparte de querer? Todo aquello de las relaciones me resultaba extraño, incomprensible. Me sentía absolutamente perdido. Me dijo que fuera con ella a la sala por lo de Rybar y lo de la evacuación. Bajé la mirada. -Rybar no me importa en absoluto. Yo trabajar para él una vez y pagar bien por un humano. Eso fue todo. Por otra parte, evacuar… Supongo que Ailanthus se lo dirá a ellos. Tal vez se vayan sin mí.- ¿Lo harían? No lo sabía. No quería, pero no quería “rebajarme” a pedir de ir con ellos. -Habrá mucha gente y… Tengo sueño… C-Creo que mejor que no vaya.- Sería mentir decir que tenía a los renegados mucha estima. Desconfiaba de la gran mayoría de ellos, y no tenía ganas de ver a la mitad de ellos. Prefería la brigada, y no había visto más brigadienses que Lea. -Yo… Iré a las habitaciones. Sí.- No a dormir. No podía dormir allí. -Gracias… Gracias por hablar, ¿Sí?- Y mirando al niño finalmente me atreví a tocarle la naricita… Tan suave.

-Y tu portate bueno. No decir palabrotas.- Críos y yo. Menuda mezcla- -Ve… Vedaust- Es decir, “adiós” en mi idioma natal. Y casi corriendo, muerto de vergüenza, fui (o huí) a las habitaciones.

Escucho aún confusa, no entiendo muy bien aún la historia de Chinatown y menos por como se expresa, aunque no lo hace mal para un elfo.
"Pero por lo que he entendido el tipo que amenazó a Reed...¿vive aquí? no entiendo nada"
Asiento escuchando su historia, otra vez con problemas por el idioma pero básicamente me entero de que le ha mentido supuestamente por su bien.
-Oh, vale... como veas.
Sonrío algo mas relajada cuando se acerca a Reed y este se ríe ante el toquecillo de nariz.
-Adios, descansa pero acuerdate que estamos de evacuación.
"Un tanto light pero vale"
Veo como se larga y decido ir yo a enterarme de una vez que pasa y donde narices puedo llevar al crío.

off: el gas toxico LOL anda que no ha llovio na desde eso xDDDDDDDD



on:


- Maldito orejas picudas, decir que si no naces elfo naces feo y pobre. Luego dicen de los humanos pero estos bichos magicos son unos jodidos clasistas, racistas!


Me terminé mi cigarrito de hierba rara y lo tiré al suelo. Los pasillos estaban muy oscuros asi que me detuve para sacar la capsula y de ahi, el minidron. Lo encendí para que me diera luz, y le metí la programacion basica de un ROOMBA: avanzar por el pasillo delante de mi. Yo me quedé con su pantallita para ver lo que iba avistando el robotiacco antes que yo. Cubriria mas territorio mas rapido y me ahorraria pasos

- A ver si aparece alguno de los nuestros.

Llevaba una mano ocupada con la pantalla, asi que con la otra tomé la pistola. Utilicé la linterna que llevaba acoplada, muy practica en situaciones como esta, y fui avanzando apuntando con la pistola y el haz de luz de la linterna al frente, consultando de vez en cuando los descubrimientos que iba haciendo mi dron.... ninguno, de momento.

"vamos a ver, voy a hacer la típica de...."

-Hay alguien aqui?!- dije en voz alta.

"menos mal que no soy la rubia buenorra de turno, si no fijo que moría aquí."

Me dio la risa. Claro, por eso le habia dicho a Thranduil que mejor me esperase arriba.

Yaroslav y yo pusimos rumbo a la base de Bastion Hollow, justo tras llegar al castillo Le Fay con las medicinas que conseguimos en Ouroboros (o lo que quedaba de él). Aprovechamos nuevamente la furgoneta que había robado el ruso, la misma él había usado para trasladarnos de nuestro castillo al otro. Eso nos evitó perder un tiempo que no teníamos, pues en cosa de dos horas y media habíamos llegado. Dejamos de lado la idea de ir a Londres a conseguir los materiales que pedía Da Vinci, pues estaba seguro de que en la base podríamos encontrarlos. Además, el material de la bomba que explotó aún debía seguir por el lugar. Así nos adentramos en nuestra antigua base, ahora abandonada. Es un poco deprimente verla así, tan reventada después de tantas cosas por las que ha pasado. Hubo días en los que estaba a rebosar, entre las familias refugiadas y entre los que luchamos. Ahora sólo es una sombra de lo que era. - Todo cambia, y a la vez...sigue igual. - reflexiono en voz alta mientras avanzamos por el pasillo, tomando la dirección del que lleva al lugar donde explotó la bomba. Una pequeña antorcha es de lo poco que llevamos para alumbrarnos en la oscuridad del lugar.

- Tenemos que darnos mucha prisa, Josephine no va a aguantar mucho más. - apremio el paso, esquivando por el camino alguna que otra tubería suelta, además de escombros. De tanto en tanto miro de reojo a Yaroslav, de los que más se ha preocupado pro Josephine estos días. A él no se le da bien expresarse, así que seguro que le abruma un poco lo que le voy a decir. - A ti también tengo que darte las gracias, que lo sepas. Casi no te has separado de su habitación estos días. Jo tiene suerte de tener un amigo así. Y Blackolovich, o como me digas, también. - bromeo con el nombre que solía decirme cuando me conoció, porque mezclaba mis dos apellidos, Black, y Scalovix. Espero que Yaroslav no me guarde rencor por el asunto de Victorya, algo de lo que se enteró.

Pocos minutos después nos paramos en seco, al ver la luz de lo que parece una linterna al final del pasillo. No tenía mucho sentido que hubiese venido alguien, a no ser que fuese gente intentando refugiarse. Enseguida reconozco la voz de quien pregunta si hay alguien, y por fin respiro aliviado. - ¡Thalos, deja las bombas donde las tengas, somos Yaroslav y yo! - aviso antes de que se le ocurra ponerse a atacarnos, avanzando hacia delante sólo después de hacer dicho eso. Lo primero que me encuentro es su robot de exploración, y poco después a él. Por fin una buena noticia, encontrarle sano y salvo. Realmente me alegro de verle de nuevo. - ¿Dónde te habías metido? ¿Y Erika y tu hijo? ¿están bien? Ya empezaba a temer que os hubiesen cogido, con toda la mierda de las redadas. - le hago un gesto para que sigamos andando, explicándole sobre la marcha. - Nos trasladamos al castillo Le Fay, allí están los refugiados, con los Descendientes. Siento no haber salido antes a buscaros, pero... - tomo aire, buscando el modo de decirlo. - Josephine ha estado a punto de morir. Todavía lo está. Por eso hemos venido aquí, necesitamos materiales para que le fabriquen un corazón artificial.

Johan y yo habiamos llegado alli a la base hacia ya algun rato largo, y la recorrimos rebuscando las cosas que Da Vinci nos pidió. Para variar, tanto el Black como yo estabamos extrañamente silenciosos y a parte de los comentarios tecnicos basicos, poco mas hablabamos. Supongo que nos habiamos juntado dos personas que eramos muy metidas para dentro.

Pero por fin él hizo algun comentario respecto a la situacion actual, sobre Jo. En la enorme mochila que yo llevaba a la espalda llevabamos guardadas varias cosas y yo habia aprovechado para hacerme con mi equipo de radio, que otrora dejase abandonado en las habitaciones. Fruncí los labios mirando para otro lado cuando me dio las gracias.

- Eso no es necesarrio. Los amigos son los amigos, siemprre me tendrreis de vuestrro lado. Jo...la conozco desde que érramos pequeños. Ojalá salga de esta. - lo cierto era que la queria mucho. No como Johan, no de ese modo al menos. Pero habian pocas cosas que no haria por ella, a decir verdad.

Seguimos unos minutos mas hasta que aparecio un dron, que estuve a punto de machacar de un martillazo, menos mal que Johan grito el nombre de Thalos. Bien, uno de los nuestros. Eso significaba que no todos habian caido en manos de la alianza. Caminé donde estaba el tuerto dejando que Johan y él se pusieran al dia....aunque a decir verdad....no tuvieron mucho tiempo para ello.

Pues al poco se escucharon unos gruñidos y un sonido de patas furiosas corriendo hacia nosotros. Reconozco que el corazon me pegó un vuelco, ahi en semioscuridad con semejantes sonidos acercandose, tope siniestro. Me giré y vi al enorme lobo negro correr hacia nosotros, el cual embisitó a Johan estampandolo contra nosotros. Nos fuimos al suelo, intenté sujetar al Black para que su caida no fuera tan fuerte pero igual nos caimos.

-Lobo!!! - grité. - Que hace uno de ellos aquí abajo? - y preparé mi martillo, dispuesto a zurrarle en el hocico. - Y si es uno de los nuestrros?

"bueno, solo le arreglaré la carita"

Con el martillo a dos manos intenté soltarle una hostia en el hocico, a ver si podiamos aturdirlo o algo y huir sin dañarlo demasiado.

Vi dos siluetas humanas dibujarse en la pantalla, que retransmitia en directo lo que iba grabando mi robotijo. Me resultaban conocidas aunque no perdí la alerta, por si acaso. Aunque me relajé pronto al oir la voz de Johan llamando mi nombre.

"menos mal, joder"

Avancé algo mas apresurado, casi al trote, hasta que los vi aparecer al otro lado de la esquina. A él y al ruso.

- La hostia, Johan. Sabía que no te podían haber capturado. - hice una mueca. Muchas, muchas preguntas. -Mira, voy a ir al grano. Tengo a Thranduil arriba esperandome, y a Erika en Bastion con el dragon enano, Mooshie, que se ha quedado atrapada en la forma de un crío que parede que tiene TDAH y autismo a la vez. Lo de mi hijo es más puto serio, no tenemos ni zorra de donde está. Pero tranquilo, segun me ha contado Erika, ya no es un menor de edad, y por lo visto tiene muy mala folla.

"ah, asi que ahi es donde se están escondiendo. Pues no tengo ni puta idea de donde esta ese castillo"

Negué con la cabeza a eso de que pidiese disculpas, no era tan mierdas como para acusarlo de algo asi. - Pobre rubia. ¿Habeis encontrado los materiales? Otra cosa, Johan. Creemos que a Juliet y a Reiv se los han llevado. Fuimos a donde vivian y no estaban, y por lo visto, alli han hecho redadas y en su piso habian signos de que la entrada habia sido forzada.

Pensé en explicarle lo de Reed mientras saliamos de alli, pero no hubo tiempo, fue imposible. Solté un "joder" por lo bajo cuando ese lobaco se atiró sobre Johan. Yo me aparté a tiempo para no caer en bola con el ruso y él, y lo alumbré con la lintera de la pistola, que ahora era la unica luz que nos quedaba junto con la antorcha moribunda de Johan que habia caido al suelo. Lo miré, tratando de identificar si lo conocía.... no habia visto tantos licantropos en mi vida yo, asi cara a cara, asi que no supe que se trataba de Ian.

- No tengo ni zorra idea, pero si ha venido aqui a esconderse, probablemente fuese un renegado. ¿Si echamos a correr nos va a perseguir?

Algo me decia que si. Pero no podiamos matarlo. Retrocedía algun paso, de espaldas, despacio, apuntando a Ian cuando el ruso le pegó un zapatazo en la cara, puto loco. Chasqueé la lengua y disparé a una de sus patas, por si le daba por lanzarse a morder al peliblanco.

Me quedo con la frase que dice Tolstoi sobre los amigos, viniendo de alguien con su carácter significa mucho. Le respondo con una mirada de agradecimiento, no hace falta decir mucho más y tampoco nos da tiempo a ello con todo el asunto de la aparición de Thalos en el pasillo. El maldito tuerto también forma parte de ese escaso grupo de personas que podría llamar amigos de verdad, en los que puedes confiar. - Lo mismo digo. Otra captura más y no sé si lo habríamos contado, teniendo en cuenta nuestro historial. - ya costó mucho que nos rescatasen la última vez, ahora sin magia casi imposible.

A continuación me suelta tanta información de golpe que cuesta asimilarla, pero al menos me entero de que Erika está bien. - ¿¿Qué?? ¿cómo ha podido perderse? - suelto desconcertado con lo de Reed perdido, imaginándome al pobre enano por algún lado de la ciudad, totalmente indefenso. Me imagino a la pobre Nyara también por ahí perdida, entrándome todo el estrés del mundo sólo de pensarlo. Lo de que ya no es menor de edad no lo entiendo, la frase en sí no tiene sentido. - Tenemos que buscarle. Y también vas a tener que explicarme eso más despacio... - asiento a lo de los materiales porque la cosa ya está bastante encaminada, aunque falte parte.

- La mayoría, pero necesitamos lo de esta lista. - se la muestro a Thalos, explicándole que íbamos al lugar en el que explotó la bomba para aprovechar lo que pudiésemos. Metal había, eso seguro. No pasan ni dos segundos cuando me da otro disgusto de gente desaparecida, pero esta vez con mi hermano y con Juliet. Si la puerta había sido forzada es poco probable que hubiesen conseguido escapar. - Mierda, no creo que hayan podido escapar de una redada así.. .- murmuro por lo bajo mientras me paso una mano por la cara de arriba a abajo. Debí haber intentado contactar antes con él, igual que con Thalos. - Se nos acumulan los problemas por resolver. - si de verdad le han atrapado no puedo dejarle a su suerte, ya sé cómo se las gastan allí cuando te atrapan, y no se lo deseo a nadie. - Vale...paciencia, concentración, vamos por partes. - no llegamos a organizar nada porque de repente se abalanza contra nosotros un enorme licántropo negro, derribándonos en el suelo a Yaroslav y a mí. Ruedo hacia un lado para salir rápidamente de su alcance por si le da por lanzar una dentellada, sacando la espada para defenderme si se acerca de nuevo. Con la luz de la linterna de Thalos puedo distinguir el pelaje negro del licántropo y los ojos de color verde, resoplando al reconocerle.

- ¡Sí es de los nuestros, es Ian! tal vez vino aquí buscando a gente de los renegados. - para ese momento Yaroslav ya le ha pegado con el martillo en el hocico, haciéndole enfurecer más todavía. - Si echamos a correr claro que nos seguirá, pero tenemos que llegar rápido a la zona de reuniones donde explotó la bomba. Conocemos bien la base, nos dispersaremos por los pasillos para despistarle mientras llegamos al sitio que queremos, y si tenemos que atacar que sea lo menos posible. - dicho esto empujo una de las grandes tuberías que hay por fuera del suelo para lanzarla contra Ian, con la intención de retenerle unos segundos. - ¡Corred! - y así echamos a corre perdiéndonos por los pasillos todo lo rápido que podemos, tratando de zigzagear y esquivar los obstáculos caídos mientras huimos del licántropo, que sale corriendo enfurecido detrás de nosotros.