Urgencias

Estaba tan concentrado con las locuras de Tesla que me perdí un poco los momentos romanticos del par de tortolitos. Entró entonces Chloe y Jarkko, y eso me dejó algo mas tranquilo. Todos los de la taberna, sanos y salvos. Menos mal. Lo de la magia...era  una putada, pero si iba a volver, solo habia que esperar. Pensé un poco en los soul reaper, y en aquellas calaveras.

Pero luego el asuto se volvio rapidamente a la base de los renegados e hice memoria.
-Sí.... estabamos en mision para tomar un arma de la Alianza. Lyran vino a Ouroboros con Victorya, una de las chicas que escaparon de los campos de concentracion cuando me fugué yo tambien, para poner a salvo unos planos de dicha arma y que los investigasen aqui.... Si las cosas no han cambiado, debería seguir aquí, no?

No sabia como habia terminado aquello. Tuve que interrumpir mi propia participacion en el asunto por la maldita licantropía. Quizá Lyran habia ido para allá y se habia visto envuelto, quizá no.

A mi la problemática con los Soul se me habia pasado rapido, me preocupaba muchisimo mas la Alianza. Solo que nos habian dejado en desventaja evidente. Cat fue rapida en llamar a dos chavales que pudieran ayudar con el asunto, que acudieron rapido y se fueron igual de rapido con Chloe y Jarkko. Por lo menos aquello aliviaria un poco las cosas alla abajo.

Miré de nuevo a Tesla, pensando en pizzas hawaianas.
- Lo de la pizza suena bien. En Ouroboros no preparais pizzas de esas? Me muero de hambre...

Gruñí algo, estaba totalmente cansado, aburrido y preocupado, y eso causaba en mi persona un malestar muy incomodo. Vino Anteia con su sonrisa y sus renacuajos, dedicándome un cumplido bastante bonito que alivió en gran medida las malas sensaciones. Me recosté un poco contra la pared para quedar sentado en la cama. Me habria dormido por culpa del cansancio, pero habia demasiado en marcha como para relajarse.

- Nos atacaron los Soul Reaper. Al principio solo era uno. Luego vinieron dos más...pero no hicieron nada. - hice memoria. Me costaba un poco. - Invocó a unos demonios y me sujetó. Luego solo tuvo que poner la calavera frente a nosotros. Ian. - levanté la mirada hacia él. No recordaba muy bien... - Contigo fue algo similar?

Regreso al hospital después de varios mensajes mentales un tanto contradictorios por parte de Chloe. Primero me dice que está bien y que ha regresado a la taberna, que acuda a recogerla a ella y a Jarkko. Después me dice que ya no hace falta que vaya, que acuda de nuevo a Ouroboros donde están Ian y los demás. Y después de esto, cuando regreso a la habitación, resulta que ya no está, se ha ido. Emito un sonido de fastidio ante tanto cambio de plan, ahora que ya sé que no le ha pasado nada y que ha podido escapar sana y salva. De todos modos necesito verla, quiero comprobarlo de primera mano.

La buena noticia es que los que dejé desmayados en el hospital ya han despertado, a excepción de Azahar. Lo único que me incordia de la habitación es que haya un tipo bigotudo que no tengo ni puñetera idea de quién es. También está allí Anteia, con sus hijos pequeños. - Buenas noches. - realizo un saludo general mientras me acerco a la cama en la que está Ian, que a simple vista no tiene mal aspecto. A su lado se encuentra su...no sé si llamarla prometida, novia, amiga...tampoco sé mucho sobre su relación, excepto que van a tener un hijo. Parece una jodida broma eso de que vayan a tener que llamarme abuelo, y me sigue pareciendo una locura tener un bebé en un momento así. Tocará ayudarlos, no queda otra. - ¿Todo bien, Catherine? - pregunto en el tono más formal y educado del que soy capaz, refiriéndome a su estado y al del futuro hijo o hija. Después miro a mi hijo, a medio camino entre la reprimenda y el alivio porque esté bien.

- ¿Es cierto lo que dice Lykaios? ¿Os atacaron Soul Reapers? - algo he pillado de la conversación al entrar, aunque me suena fantasioso teniendo en cuenta que en Inglaterra se les perdió la pista años atrás. - Dame más datos, estuve investigando por los alrededores de la taberna mientras buscaba a Chloe. Nadie vio nada. Supongo que ella podrá darme más información...

Niego tajantemente a lo de la otra habilidad no explorada por la que pregunta Catherine, mintiendo a sabiendas de que ella podría leer mi mente y descubrir que no es así. Es cierto que poseo una habilidad que no he querido entrenar y de la que desconozco bastante, pero preferiría no tener que explicar demasiado sobre ella. Es algo que tiene mi padre, que a su vez heredó del suyo. Eso de jugar con el alma siempre me pareció peligroso, no me gustaría tener que acabar metido en un cuervo como sucedió con el mentor de mi padre, el viejo Ian Foster. - Me obligó a decirle las habilidades que tenía, así que supongo que pudo elegir en cual de esas quería enfocarse para robar. No sé cómo funciona el artefacto que usan, pero parecía que quería asegurarse de lo que robaba. Tampoco sé la cantidad de energía mágica que pueden necesitar para cargar una cosa de esas. - demasiadas incógnitas, dudo que eso aparezca en ningún libro de Historia. Lo poco que sabemos son por las crónicas policiales de la época dorada de los Soul, allá por 2012. El resto, lo de siglos anteriores, se mezcla con la leyenda.

El hablar de cosas más alegres y cotidianas, como lo de los preparativos de la boda, hace que me olvide por unos segundos del problema que nos ocupa ahora mismo. Aprovecho la cercanía para apoyar una mano en uno de los lados de su vientre, dejando un beso sobre éste. - No se enfadará. Le explicaremos que no podemos esperar más porque si no ya nos arriesgamos a que no pueda celebrarse...eso la hará cambiar de opinión. - por no decir que me da por pensar que si nos hubiesen matado ahí abajo adiós todo. Guardo discreción con mis dudas sobre Tesla, atendiendo a las instrucciones que da Catherine para ir a ayudar a los del accidente de la base. También observo con atención el encuentro entre Jarkko y Catherine, sonriendo satisfecho al haber conseguido que se reúnan por fin. - Han tenido que estar a punto de matarme para que os conozcáis, ya os vale.- bromeo respecto a eso, haciéndome gracia lo cortado que parece Jarkko al estar tan rodeado de gente. No es lo suyo. Hago un gesto negativo cuando me da las gracias, queriendo decir que no tiene importancia. No iba a dejar tirado a un colega borracho, y lo de pedirme perdón no tiene sentido, fue cuestión de mala suerte el que yo me encontrase a los atacantes. Me despido de Chloe y de él cuando se marchan a ayudar a la base, esperando que regresen pronto con Lyran y los demás.

La pobre Anteia llega para encontrarse así a su hija, demandando saber lo ocurrido. Lykaios la pone al día rápidamente, no sé si ella sabrá mucho sobre la identidad de esa maldita secta. - Sí, Lykaios, justo como dices. Dijo unos palabrujos y entonces sucedió lo del rayo ese. Se ve que se inflaron a recolectar magia, los muy putos. - Me remuerde la conciencia que Azahar haya acabado así en una fiesta en la que se supone que íbamos a pasarlo bien, es como si no sirviera de nada que yo la acompañase. - No es grave, según dicen. Se supone que la energía mágica acabará volviendo, y ella despertará pronto, ya verás. - trato de quitarle preocupación a Anteia, como alguna vez hacía con mi madre cuando la veía tan preocupada por nosotros durante aquella época que vivimos en la base de los renegados. Ojalá siguiera ella aquí...

En ese momento entra mi padre a la habitación, saludando de manera un tanto seria. Su mirada es como si fuese a regañarme por lo sucedido, pero parece más interesado en conseguir datos. Recuerdo entonces lo que me dijo el nigromante sobre mi padre, así que decido devolverle la pregunta. - Era un nigromante, dijo que os conoció a ti y a Lyran hace más de 20 años...también dijo que os derrotó. Que el único que le hizo frente fue un Malfoy. ¿te sirve como dato o no lo recuerdas?

Empecé a regruñir algo por lo bajo al notar actividad a mi alrededor. Sobre todo me espabilaron la calidez de unas manos que no sabia de quien eran, y luego, definitivamente, fue la voz de mi madre.

Abri mi ojo poco a poco y parpadeé, enfocando a mi madre delante de mi. Oía mas voces de fondo...pero solo le presté atencion a ella de momento. Habia dicho algo de pintura...?

- ...sea lo que sea no pienso limpiarlo yo.... - farfullé, porque ya me la veía venir.... me froté el ojo y traté de incorporarme. Me dolía todo muchisimo...estaba agotada. Recordaba la calavera y como me habia drenado mi energia hasta que me fue imposible mantener la consciencia.

Me sorprendió ver alli a tanta gente reunida. Mi primo e Ian ...ellos tambien estaban en camillas...asi que tambien les habia pasado lo mismo que a mi?

-Chloe... Jarkko....? - ellos estaban con nosotros...y ahora? Estaba evidentemente confusa. Me agarré al antebrazo de mi madre y pasé la vista de Adam a Ian y luego a Catherine. Y suspiré. - Aish.... - le hice un gesto a la morena para que se acercara un poco a mi.

Me costó bastante encontrar este sitio nuevamente, me perdí un par de veces por los pasillos pero finalmente lo logré. Al asomarme a la puerta, lo primero que vi es que Azahar ya estaba despierta, asi que le sonreí. Pero claro, las noticias que traía....no eran buenas....

Me aturullé un poco antes de comenzar a hablar.

-Ya hemos sacado a todos los heridos de la base subterránea. Ha sido una bomba al parecer, de algo que robaron. Esto... hay bastantes heridos.... señor del bigote, disculpe... su hermano gemelo estaba allí tambien y ha resultado gravemente herido....está junto los demás en la UCI por si quiere ir a verlo....

Tomé aire y miré a Adam, saludándolo con una mirada y nada más. El tiempo no era el indicado para saludarlo de un modo mas amable. Acabé pasando mi vista a Anteia y a Lykaios

- Hemos traído también a Lyran, está en la misma situacion que todos los demás. Anteia, Chloe me ha dicho que si puedes ir para allá a ayudar a los sanadores. Ella se ha quedado allí a ayudar.

Catherine escuchó atentamente a Ian entrecerrando los ojos -¿Y te atacó interesandose en alguna en particular?- Volvió a preguntar Catherine, intentando dilucidar si le habian robado algo en particular o sólo lo habían sacado del camino. -Deben haber obtenido sus calaveras de nuevo y están reactivandolas. Creo que habia 12 con diferentes poderes. Nigromancia, control de elementos, sanación, poderes mentales…- Pensó un segundo en Matvey, que debería saber eso. Porque si había un nigromante Soul Reaper creando problemas, sería más de su área que de cualquier otra persona.

Tras inclinarse sonrió, sacándole un poco de peso a todo el tema con el beso que le dió Ian a su vientre -De acuerdo, eso espero- Musitó mirandole alzando levemente las cejas para que se diera cuenta que, bueno, se lo iba a decir él; después de todo tenía mayor confianza con ella que ella misma.  El comentario de Ian sobre lo de la muerte le sentó fatal pero intentó ocultarlo con una media sonrisa por la broma -Era tu responsabilidad, sabías que yo no podía bajar- Le gruñó un poco entrecerrando los ojos al mirarle para luego negar brevemente con la cabeza.

Escuchó la explicación de Markus sobre la pizza con el ceño fruncido pero prefirió no preguntar. Entonces llegó Anteia, la notó un poco cabizbaja pero no dijo nada, supuso que era un poco agobiante para ella ver a su hija en una cama sin despertar. Pronto empezaron a contar las cosas mientras la rubia le decía a Azahar que se despertara. Ladeó la vista hacia los mellizos abriendo los ojos desmezuradamente por cómo estaban cubiertos de pintura y tras ello vio a Ian en plan “Mierda, qué nos espera?”. Pero al ver que Azahar se despertaba aquello se disipó. Tanto también porque entró Adam segundos después de que Chloe y Jarkko se fueran -Sí, todo en orden-  Respondió también de manera respetuosa a Adam escuchando cómo de analítico era con la situación y comprendiendo luego por las palabras de Ian porqué estaba interesado en el tema, aparte del ataque de sus hijos.

Azahar empezó a emitir palabras y Catherine volvió su vista hacia ella -Están bien, han bajado por un problema en la base. Ahora volverán- Expresó pensando en tomar asiento porque empezaban a molestarle estar tanto tiempo parada, al menos hasta que Azahar la llamó escuchando de fondo el tema de las pizzas y sonriéndole a Lykaios de camino. Al llegar con Azahar, un par de pasos nada más, apoyó las manos en la baranda de la camilla y alzó brevemente las cejas preguntándole que necesitaba -¿Qué tal vas?-

Tras ello llegó Jarkko con noticias un tanto fatales y Catherine miró a Anteia que tenía el rostro ceniciento, lo que le extrañó un tanto porque solía estar muy centrada en todo pese a su personalidad. No obstante, recordó la primera vez que la conoció que estaba en pleno brote psicótico y le dio un poco de miedo que le volviera a pasar -Markus no tiene ningún gemelo- Dijo frunciendo el ceño con mucha extrañeza-

De todas las conversaciones que parecían estar teniendo al mismo tiempo, Anteia sólo se quedó con una cosa-¿Souls?- Esa palabra, acompañada con Reaper, no hacía más que adentrarse en algo que había creído olvidar. Pero aunque puedas olvidar muchas circunstancias, muchas palabras y muchas conversaciones los sentimientos eran algo que no se olvidaban.  No escuchó lo que dijo Azahar, se había aferrado a la carpeta de información médica de su hija mientras Chloe, Jarkko y los mellizos se iban. Los recuerdos poco a poco empezaban a hacerse más vívidos y más sensibles para ella, su rostro pasó de blanco a ceniciento haciendo que sus labios incluso perdieran el color.

Miró a su alrededor cuando llegó Adam, sintiendo de alguna manera que había algo de esperanza. No iba a olvidar nunca que había sido él unto a Lance quienes le habían devuelto a Lyran sano y salvo -Adam…- Dijo apenas con un hilillo de voz que no logró sobreponerse al resto de las conversaciones. La ausencia de Lyran se hacía cada vez más pesada, sintiendo que tenía una opresión en el pecho que le estaba robando el aire. Las explicaciones de Ian no hicieron más que alertarla y sintió que sus ojos empezaron a humedecerse mientras sus nudillos se ponían blanco.

-El líder…- Dijo en un susurro sin dejar de mirar a Adam y después negó con la cabeza para luego mirar a Ian con un rostro lleno de terror -Lance. Fue Lance...Si tú no lo recuerdas, yo sí- Le dijo a Adam con la voz quebrada por el miedo negando otra vez con la cabeza -Tenían que estar muertos. No pueden volver. ¿Dónde está Lyran?- Cuestionó mirandolos a todo en la habitación esperando que le dieran una respuesta y, por último a Catherine, porque era la telépata -Tienes que romper su barrera. Puedes romper su barrera, si encontraste a Ian puedes encontrar a Lyran. Hazlo- Espetó con una actitud muy poco Anteia pero sí muy Malfoy.

Tras ello apareció Jarkko con noticias. Anteia ni siquiera lo miraba porque estaba presionando a Catherine para que lo ubicara, al menos hasta que escuchó el nombre de su esposo. Entonces reaccionó y sin decir nada desapareció de la habitación dejando caer la historia de Azahar en el piso, no iba ni siquiera a tardar un segundo caminando. Necesitaba verlo.

El despertar de Azahar me quita algo de preocupación de encima, ya que era la única que faltaba. Parece que con descanso podrán recuperarse poco a poco. Esa maldita secta ya nos jodió en el pasado, pero que vengan a hacer lo mismo con nuestros hijos ya es el colmo. Lo que no recuerdo es que nos atacasen con calaveras, por más que intento hacer memoria de aquellos años. Éramos tan jóvenes y nos metíamos en tantos líos...

- Khaled Svensson. - el nombre sale automáticamente cuando me dice lo del nigromante que se enfrentó a nosotros. - Ellos secuestraron a Lyran cuando todavía estábamos en el colegio. Y a mí me atacó en una ocasión en un encontronazo que tuvimos en la calle. Habéis tenido suerte de no acabar peor. Esos no se andan con tonterías. - recuerdo que las pasamos muy putas, y que ahí fue cuando comencé a acercarme a Anteia, que necesitaba el apoyo de alguien y la promesa de que Lyran volvería sano y salvo. Sonrío con cierto desdén cuando menciona al Malfoy, siempre le tuve tirria a ese tipo, a pesar de que fuese bueno en lo suyo. Demasiado bueno.

Desvío la mirada hacia la puerta cuando entra mi ahijado, dedicándole un saludo a modo de inclinación de cabeza. Ya va siendo hora de que hablemos y de que esté pendiente de él, que con los últimos acontecimientos he estado ciertamente distante. Las noticias que trae son las peores que podía traer. Él, Chloe y los demás han conseguido sacar de la base subterránea a la gente herida por la explosión, pero Lyran se encuentra entre esos heridos. Echo una mirada de reojo a Anteia, que se descompone de un momento a otro ante la noticia.

- Claro que recuerdo a Lance Malfoy. Me dio caza cuando yo era un crío, haciendo que tuviese que pasar por la cárcel. - recuerdo con cierto resquemor, a pesar de los años. Luego es cierto que lo he vuelto a ver en otra ocasión, cuando intentaban refundar los antiguos aurores. No sé en qué habrá quedado eso al final, no he tenido más noticias. - También fue el más implicado en las investigaciones sobre los Soul Reapers. Salió en el periódico. - Ahora me veo en la obligación de volver a calmar a Anteia, como ya tuve que hacer en el pasado. Nuestra relación en los últimos tiempos ha quedado muy deteriorada por demasiadas cosas que han pasado, pero lo esencial no cambia. - Lyran estará bien, no se mata así como así a un Knox. - y para prueba el par que hay aquí, vivos y resistiendo. No hay mucho más que pueda decirle. Desaparece como alma que lleva el diablo, dejando a los niños. Emito un sonido de resignación al saber que me va a tocar encargarme de ellos, sobre todo después de fijarme en la cara de Catherine.

"no están preparados"

- Jarkko, nos ocuparemos de los críos hasta que vuelva Anteia. Tienes mucho que contarme. Y vosotros.- me vuelvo a Ian, Azahar y Lykaios. El del bigote no lo conozco, así que lo ignoro. - Dormid y descansad, os quiero recuperados cuanto antes. La guerra nunca da tregua.- eso por no mencionar que tienen una boda que celebrar antes de que nazca la criatura. Hago que Jarkko se encargue de coger a los mellizos de Lyran y Anteia, aunque lo haga como si fuesen gatos que cogiese con miedo. Después nos marchamos de allí los cuatro, los pequeños, mi ahijado Jarkko y yo. Estaremos por los alrededores del hospital, muy pendientes de cualquier noticia sobre la salud de Lyran.

Tesla claramente no me iba a traer una pizza a estas alturas. La gente iba y venia, y hablaban de cosas del pasado. Souls y tal. Los tios roba magia secuestradores chungos. Pues habria que echarles un ojo encima, no?

Aunque una parte de mi no podia evitar entender esa transferencia de magia, y hasta me parecia bien. Lo que no me gustaba para nada eran esos metodos tan poco pacificos.

- Joder como está el patio...ey prima, vives- la saludé, pero con tono cansado.

Entonces llegó Jarkko con buenas-malas noticias, buenas porque habian terminado de rescatar, malas porque Lyran tambien habia resultado herido. Gruñi algo, me habria encantado saltar de esa cama e irme a hacer cosas utiles, pero el cuerpo estaba aun luchando en contra de aquello...

-Si no os importa voy a intentar sobar como ha dicho Adam, porque me parece a mi que nos va a hacer falta a todos estar muy a tope pronto... Ian, Cat, si no me he despertado, despertadme cuando vayais a casaros....

Por si aca, puse un mensaje general para los miembros de mi brigada, Katrina incluida para que Imram tambien pudiese estar al tanto, de mi status actual. Y que se andasen con cuidado de los soul, y que la Alianza se habia dedicado a poner bombas en la base. Asi estarian enterados todos. Tras eso, no me fue dificil quedarme dormido, el cansancio era superior.

- Qué va, me interrogó pero no me dijo nada más. Sólo dijo que no me iba a dar oportunidad de elegir. - respondo a Catherine con todos los datos que puedo, que no son muchos. De todos modos es información suficiente para llegar a la conclusión que ha llegado ella, que están reactivando las calaveras y cargándolas de poder. - No me cuadra...según se dijo en su día la mayoría se destruyeron. No sabía que hubiese más de esas. - darle vueltas a este asunto me hace gastar unas energías que no tengo, al menos por ahora. - ¿Y desde cuándo soy yo responsable? - pregunto en el mismo tono de broma que emplea Catherine cuando me dice que mantenerme a salvo era mi responsabilidad porque ella no podía salir de la isla. A partir de ahora debería replantearme eso de ser responsable, no me va a quedar otro remedio.

El saludo entre mi padre y Catherine se me hace un poco distante, no sé si es que no se llevan bien o simplemente les da vergüenza interactuar con el otro. Al menos son correctos y cordiales, por ahora es suficiente. Hubiese dicho algo para propiciar la conversación, pero enseguida despierta Azahar y le hace un gesto a Catherine para que se acerque. Respiro aliviado al ver que mi amiga por fin espabila, pidiéndole una disculpa por no haber intervenido antes. - Siento haber tardado tanto en bajar a ayudar, tal vez podríamos haberle hecho frente los tres juntos. - ya no sirve de nada lamentar, pero siento que debo una disculpa. Pocas veces te invitan a una despedida de soltero que acaba tan mal. Espero que esto no sea la antesala de algo que pueda pasar en la boda. Al menos ellos no pueden llegar hasta aquí. Todo lo que dice mi padre sobre el nombre del nigromante y lo que les hizo de jóvenes me cuadra más o menos con historias que contaron hace años, aunque las tenía un poco olvidadas. A Anteia el recuerdo parece provocarle pavor, pues son ella y mi padre los que más recordarán de todo aquello.

El regreso de Jarkko, un buen rato después de haberse marchado, trae noticias no demasiado buenas. Los han rescatado, pero están todos graves. La madre de Azahar desaparece antes de que podamos decirle nada, dejando a los niños solos. Miro de soslayo a Catherine como queriendo decir '¿nos toca encargarnos de ellos?', aunque mi padre resuelve rápido la situación, llevándose a los críos y poniéndose un poco mandón con tanta orden que da. No tengo energías para contradecirle, llevo ya varios minutos luchando por mantenerme despierto, e intuyo que Azahar y Catherine todavía tienen que terminar de hablar. - Por una vez te voy a hacer caso...vuelve en cuanto sepas algo más de Lyran- respondo a mi padre antes de que se marche, reacomodándome para descansar. Ahora el que me preocupa es mi maestro, prefiero pensar que la situación no es tan grave como la han pintado. Una bomba en la base...he estado un poco distraído últimamente, no sé qué planes traían entre manos. - Catherine, no hace falta que te quedes, en serio. Estaremos bien. Dormiremos un poco más y recuperaremos fuerzas. Ve a descansar a casa, yo te avisaré cuando nos den el alta...- comento ya sin hacer esfuerzos por mantener a raya el cansancio, quedándome dormido pocos minutos después de decir eso.

Sigo un poco despistado toda la conversación sobre la boda, el ir y venir de la gente, los que desaparecen, reencuentros familiares, blablabla. Sus historias no le interesan a Markus, porque no son sus juguetes, tal vez en algún momento del futuro sí lo sean. Sin embargo a Markus le parece mucho más interesante todo eso que dicen de los Souls, porque aunque había cosas que ya sabía, había otras que no, otras que había olvidado y otras que podría investigar con más detalles.

Se dice por ahí que pueden haber recreado las calaveras, o las que están volviendo a llenar. Al Markus le interesa el proceso de refill de calaveras, como si fueran cocacolas del burger king, pero en este caso de energía mágica. Me cuestiono a mi mismo cómo lo estarán haciendo y si será algo que nos afectará a todos o solo a unos cuantos  y lo más importante, si a Markus le va a perjudicar en algo o a sus juguetes. Cuando vuelve a aparecer el tipo que se había ido me dice algo de un gemelo que no recuerdo tener, confirmándolo cuando lo dice Cat. Me despido de Adam con la manita cuando se va.

-Oh, cáspita.... Un Markus alternativo... eso no es bueno, eso desestructurará el balance del universo y de las cuerdas... se romperán. Habrá caos. Luz fuego muerte y destrucción. El mundo puede ser una ruina, no lo podemos permitir...-

Empiezo a canturrear apenas sin darme cuenta mientras me dirijo a salida en algún punto en el que los demás se quedan dormidos o se largan, sin despedirme de nadie. Eso es una estrategia nueva que Markus está desarrollando para que nadie le pregunte a dónde va y así Markus puede ir a donde le dé la gana sin tener que dar explicaciones y si se va a por una pizza, por fin, no la tenga que compartir con nadie

"BAWAHAHAHAHAHAHA"

Pero mientras me pierdo por los pasillos, me quedo un segundo parado en mitad de uno de ellos. Inmóvil mientras todos los demás corren a mi alrededor. Markus alternativo está aquí, los Souls se dedican a robar energía mágica a la gente, entre ellos a un miembro del consejo, a Lucio y casi le rompen. Por otro lado una bomba que ha hecho BOOM. ¿Y si las cosas no están tan bien como podrían aparentar? ¿Y si los miembros del consejo estamos en peligro?

-Uhhhh.... la cosa se pone fea. Y a Markus no le gustan las cosas feas-

Concluyo mis pensamientos finalmente en voz alta. Debería hablar con administrador para que solucione todo esto. O como mínimo para que me otorgue una jaula de Faraday que lo mismo me sirve para proteger a mis juguetes y mis libros de colorear del mal exterior.  Luego me acuerdo de que tengo un gemelo alternativo, y no sé si será bueno o malo, pero debería poder encerrarle en algún sitio mientras lo devuelvo a su mundo alternartivo.... o me lo quedo como mi nuevo juguete.

"asi que están bien. Menos mal"

Pensé respecto a lo que me comentó Cat. La vi venir hacia mi cuando la llamé, se apoyó en la baranda de mi camilla asi que hice un esfuerzo por incorporarme y quedar sentada en la cama. La verdad es que me mareé que lo flipas al hacer eso, quien lo iba a decir, nos habian jodido mas de lo que pensaba.

Sacudí la cabeza porque me habia pasado lo tipico de que pierdes la vision unos momentos al levantarte rapido, todo en blanco, salvo porque yo no me habia levantado lo que se dice rapido. Luego estiré mis brazos hacia ella para darle un abrazo como dios manda, flojito porque yo carecía de fuerzas, pero bastante cálido. Duró unos cuantos segundos, y le di unas suaves palmadas en la espalda para darlo por finalizado, diciendole "enhorabuena" antes de separarme. Suspiré mirandola a la cara una vez nos hubimos separado.

Pero la paz duró poco pues vi a Jarkko entrar. Fruncí mi ceño al enterarme de golpe de que mi padre habia resultado herido en una explosion en la base, y me preocupó lo repentinamente que se fue mi madre. Sabía que si algo realmente malo pasaba su salud mental no lo soportaría.

- Demasiados disgustos en un dia.... - comenté, llevandome una mano a la cabeza. Al menos el optimismo de Lykaios al quedarse sopas me alivió un poco. Ambiente pesado era lo ultimo que hacia falta. Por suerte Adam y Jarkko se hicieron cargo de mis hermanos pequeños y se marcharon de alli con ellos. Ian se durmió y yo me volví a tumbar, de lado esta vez, cubriendome con la sabana hasta la barbilla. Intentaba descansar o dormir, pero la preocupacion por aquellas noticias me lo impedía en cierto modo.

Siempre- Murmuró, con aquello de que era responsable pensando un poco en las calaveras y tratando de recordar la historia lo que la llevaba a un vacío negro del que no se enteraba. Pero había alguien que seguramente había prestado atención y que desde hace unos meses había dejado de ser el mismo con ella. Su hermano menor, Desmond. Bajó la mirada, apenada, por la distancia que ahora había entre ellos. Al menos hasta que Azahar despertó.

Extendió el brazo para ayudar a Azahar a levantarse y la miró largamente notando que también estaba tan débil como Ian. Si no tenía poderes se había activado la calavera del elemento agua. ¿O había una con los cuatro elementos? Pensó en los mellizos aprendices de Adael en ese momento y lo mal que había hecho en hacerles descender. Por no pensar, como siempre. Suspiró un poco antes de abrazar a Azahar de vuelta, como pudo, después de todo tenía una panza de nueve meses, pero el significado de ese abrazo le trajo más tranquilidad de lo que esperaba. Le sonrió al alejarse, asintiendo a su enhorabuena.

Y todo iba bien hasta que Anteia se quedó mirándola con esa frialdad que le sentó tan mal, agradeció que Jarkko llegara con tanta rapidez porque a Catherine odiaba tener que romper las barreras mentales de la gente y tampoco se creía capaz de hacerlo con Lyran, no sólo por el respeto que le tenía sino porque era mayor que ella y con mucha experiencia. Ella era poderosa, pero la experiencia ganaba. Cuando desapareció tan de pronto, la pelinegra alzó las cejas mirando a Azahar primero y luego a los mellizos como si de pronto hubiesen quedado bajo su responsabilidad. Todos azules, de los dedos de los pies hasta el último pelo de la cabeza. Un poco inquietos ante la desaparición de su madre y su hermana en la camilla, su padre ausente. Catherine sintió que un remolino de emociones, patrocinado por el agobio empezaba a derrotarla y volvió su mirada brillante hacia Adam. El único “adulto” que quedaba. Aunque ella debía ser adulta.  Él lo entendió rápidamente y dio órdenes a diestra y siniestra y ella hubiese deseado tener esa actitud resolutiva y decidida a la hora de hacer las cosas pero simplemente no encontraba el coraje.

Aunque no dejaba de molestarme eso de “La guerra no da tregua”. Maldita guerra. Acababan de estar sin poderes, cómo podí…Recordó sus armas, sus espadas, sus escudos...Todas esas armas no mágicas, porque habían dejado su magia de lado. Alzó la vista hacia Lykaios sonriendo de lado -Claro, descansa- Le dijo Catherine caminando hacia Ian y fijandose en él cuando empieza con la tontería de que no se quedase y demás -Tú duerme- Fue su única respuesta, acercandose a él para dejarle un beso en los labios y luego acariciarle un poco el cabello notando el cosquilleo de la magia en la punta de los dedos, allí donde lo tocaba. En cuanto notó que se durmió se volvió a sentar en la silla e hizo un esfuerzo por poner las piernas encima de la camilla y así tenerlas en alto para evitar retención de líquidos. Se quedó mirando el techo durante un largo rato, pensando en todo el asunto de los souls, la lejanía de algunos descendientes, el encuentro con la rubia.

“Matvey, dónde estás. Necesito hablar contigo”

Pero al no encontrar respuesta, pronto se quedó dormida en una posición extraña en la cómoda silla.

Recibo el alta varios días después de haber sido ingresado, todavía algo falto de energías pero ya bastante recuperado. La capacidad de realizar magia todavía no ha vuelto, cosa que empieza a escamarme. Espero que de algún modo regrese, de no hacerlo sería una tragedia para mi. Otros médicos y enfermeras me han estado explicando lo sucedido con más gente atacada, y la información que han obtenido por medio de ellos. A la mayoría los conozco, así que sé que son fuentes de fiar. Supuestamente la capacidad de hacer magia debería regresar, pero no vamos a hacernos ilusiones simplemente por la palabra de los atacantes. Decido que es hora de prepararme para poder marcharme a trabajar, aunque sea a medio gas. Les pido a las enfermeras que me informen también de la evolución de los pacientes de esta zona del hospital, y de los heridos más graves, que por lo visto ha habido una explosión en la base de los renegados.

Después de dejarles las instrucciones pertinentes pido que avisen a Snagov para reunirse conmigo, que necesito su ayuda para salir de Ouroboros. Es un fastidio esto de no poder desaparecerme por mi cuenta, pero es urgente que baje al otro hospital para avisarles del peligro. La orden será que prohíban la entrada al par de atacantes que vinieron a por mí. No quiero que la gente de ese hospital corra peligro, y ellos saben la ubicación exacta de ese sitio. Una vez fuera del hospital me reúno con Snagov, desapareciendo de allí con él para ir hacia la zona de Sherwood.

Con el transcurso de los días fuimos recuperándonos y mejorando poco a poco, recobrando buena parte de las energías perdidas. Los poderes mágicos de cada uno seguían sin volver, así que sólo nos quedaba creer que la palabra de aquellos putos Soul Reapers fuese cierta. No nos habían matado, pero sí que nos habían dejado bastante jodidos, todo por su absurdo capricho de tener magia y no saber aceptarse tal cual son. No podía quitarme de la cabeza que debían estar por ahí atacando a otros al igual que hicieron con nosotros, dejándolos indefensos y tirados en cualquier lugar. Pero esa preocupación tiene un lugar muy secundario si la comparo con la preocupación por Lyran y su estado de salud tras el accidente en la base. Las noticias que nos llegaron no eran malas, pues habían conseguido salvarlos y estabilizarlos, pero tampoco buenas. Al parecer no ha despertado ninguno de ellos todavía, y no se sabe en qué momento lo harán. También me fastidia que Catherine se haya pasado aquí los últimos días porque ella debería estar en casa tranquilamente, y no aquí. Durante este tiempo no hago más que insistirle en que podemos quedarnos solos, pero no surte mucho efecto. Lo único "positivo", por llamarlo de algún modo, es que tenemos la ocasión de hablar bastante los cuatro, y así conoce algo más a mis amigos. También acuden en alguna ocasión más mi padre y Jarkko, turnándose por eso de que estaban cuidando a los hijos pequeños de Lyran.

Finalmente nos dan el alta a Azahar, Lykaios y a mí, tras examinarnos una vez más y decidir que ya estábamos en condiciones de marcharnos. Lo único que nos piden es que no luchemos por ahora y que no hagamos demasiados esfuerzos. Tras firmar los papeles, adecentarnos y recoger nuestras cosas ya estamos listos para marcharnos, tomando cada uno rumbos diferentes cuando dejamos el lugar.

Se podría decir que habían pasado muchos días (?) pero realmente sólo habían sido horas. Catherine después del parto estaba exhausta pero no podía dejar de ver al bebé, de ver a Ian y volver a ver al bebé. Las enfermeras le habían pedido que le diera el pecho y ella había exigido privacidad. Digamos que sería extraño explicarlo, su cuerpo estaba adolorido pero sabía lo que debía hacer. Mucha gente lo llamaba instinto maternal, pero ella también lo había vivido en la magia per sé. La forma de armar un hechizo siguiendo lo que le dictaba su corazón era fácil y ahora con un niño simplemente volvió a seguir ese instinto.

El recién nacido se pegó a su pecho con ligera ansiedad para luego calmarse y seguir bebiendo, Catherine miró hacia Ian con el rostro funcido en un gesto de dolor -Oh... Osh...- Relajó un poco el rostro pero dejo la nariz fruncida -Esto es muy extraño... y hace daño- Murmuró, removiendose en la camilla con mucho cuidado y cerrando los ojos un momento con un gesto cansado, en silencio. De alguna forma encontró paz, pese a que no estaba en su propio hogar estaba con las personas que, probablemente, quería más en este mundo aparte de sus hermanos.

Cuando abrió los ojos miró al niño y se preguntó de qué color tendría los ojos. ¿sería como ella? ¿o tendría los ojos como esmeraldas como su padre? Miró a Ian con una sonrisa leve -¿Cómo lo vamos a llamar?- Preguntó alzando brevemente las cejas.

Por fin conseguimos algo de calma y privacidad, tras un montón de horas movidas entre las que se incluyen boda, ataque en la boda y parto. Así somos nosotros, tenemos que hacerlo todo en el mismo día, no vaya a ser que estemos demasiado tranquilos. Por suerte todo ha salido como debería ser, ella y el niño están bien y las últimas noticias sobre los atacantes son que han conseguido atraparlos y están encerrados en los calabozos. Una de las enfermeras nos lo dijo de camino a la habitación, para que nos sintiésemos seguros en el hospital. De todos modos pienso seguir alerta, que la gente de Ouroboros a veces peca de sentirse muy a salvo. No habría pasado algo así si hubiesen sido más paranoicos. Cierro la puerta de la habitación en el momento en que nos quedamos a solas, acercándome a Catherine y al niño para observarlos con una sonrisa de orgullo. Todavía me da algo de miedo tocar al crío, es tan pequeño que me da la sensación de que puedo romperlo con el más mínimo roce. - ¿Duele mucho? - pregunto con cara de sufrir un poco, sentándome después en el borde de la cama a su lado. - Si necesitas dormir déjamelo a mi. Creeo que puedo cogerlo. - en realidad no estoy seguro y me da cosa por si se me cae, pero tendré que empezar a encargarme.

El tema del nombre lo hemos dejado tan de lado que nos ha pillado el toro, y eso de llamarlo bebé random está como feo, que es nuestro hijo. - Somos un desastre.- me llevo la palma de la mano a la frente, pasándomela después por la cara mientras me río un poco. - Veamos...no podemos llamarle cachorro durante mucho tiempo. Tiene que ser algo que no suene mal, y que nadie se pueda reír de su nombre. Y que no quede mal con los apellidos, sea en el orden que sea. Pensemos.- alguno se me pasó por la cabeza durante estos meses, pero no le presté la atención necesaria a esto de elegirlo. No sabíamos qué sería. Me pongo a hacer memoria de tooodos los nombres irlandeses que me suenan, me han dicho o he leído alguna vez. Con la familia Knox ya es para recordar unos cuantos. Tomo aire y me pongo a soltar todo lo que se me ocurre. - Connor, Aedan, Kildar, Rowan, Sean, Rory, Flynn, Jarlath el bárbaro...no sé, cualquiera de esos.

Después de todo el trabajo con los planos, decidí tomarme un buen y merecido descanso, no solo para descansar y restablecer energías, sino también como tiempo personal de meditación, ya que muchas cosas habían sucedido y necesitaba volver a poner los pies en la tierra. En donde estaba no tuve ocasión de darme cuenta de todo lo que había sucedido por el lugar, solo pude observar que hubo algo de revuelo momentaneo. La única noticia que tuve fue de que hubo un parto satisfactorio en el hospital.

Decidí levantarme y hacer algo, creo que el tiempo de descanso y meditación había concluido y quizás en el hospital necesitarían ayuda. Cojí una bandejita y puse un platito con galletas, un vaso de leche y un brick de zumo. Con sumo cuidado la llevé hasta la zona de recuperación de pacientes. Llamé suavemente a la puerta y abrí, entrando con cuidado de no tirar la bandeja por los suelos.

- Hola ... me llamo Sophia, queria daros la enhorabuena y traer algo para la madre que seguro le vendrá bien ... si necesitáis cualquier cosa estaré en la salita de al lado, no dudéis en llamar ... - dije algo tímidamente.

Avancé un poquito y sobre una mesita al lado de la cama deposité la bandeja, sonreí e hice una pequeña reverencia antes de girarme hacía atrás para tomar rumbo a la puerta.

-No...Es sólo...raro- Arrugó la nariz con una sonrisa de lado, porque era muy curiosa la sensación pero el bebé poco a poco se calmaba después de haber llorado tras todo el parto. Catherine notó que podía relajarse de la misma manera que Ian y ella, simplemente descansando al estar en familia ajenos absolutamente a todo lo que pasara afuera. Sin embargo, había algo detrás de su mente que no dejaba de trabajar. Ella había hecho una petición. Una sola, en su boda. Y no se había cumplido. Le habían destrozado su casamiento, habían adelantado su parto y nadie pudo cumplir con lo que ella había pedido. No era momento de pensar en eso, lo sabía pero daba igual.

-Creo que el que se ha dormido es él-  Murmuró notando que el niño ya no mamaba sino que se había ido a los brazos de Morfeo. Catherine se tapó y luego lo abrigó para que estuviese calientito y echó un vistazo a Ian -Ven- Lo llamó para que lo cogiera en brazos por primera vez y así reconociera a su bebé sin nombre. Lo tendió con mucho cuidado y recordó las palabras de Anteia sobre los bebés -Me dijo Anteia que hay que tener cuidado con la cabeza, que ellos no la sostienen así que debemos hacerlo nosotros- Expresó pero como estaba envuelto en las mantas apretadito realmente no creyó que fuese tan difícil. Cuando finalmente lo tomó, después de reírse porque son un desastre, una risa que Catherine acompañó; se acurrucó ella en las mantas agotada para verlos a los dos en una imagen que se quedaría por siempre grabada en su mente.

-Tal vez por eso no lo pensamos antes. Muchas exigencias. Después de todo...Es el primer bebé de los Descendientes desde antes.. Desde Desmond- Indicó alzando las cejas mientras los veía con una sonrisita de ilusión importante. -Oh, Sean no… Sean se pondrá eufórico y pensará que es por él- Dijo riéndose para luego mirarlo pensando -Me gusta Aedan… Y creo que mejor ya no le ponemos segundo, siempre bromean con el segundo- Dijo Catherine un poco sombría porque el suyo le recordaba a su madre, pero prefirió dejar eso de lado -Aedan Hacksaw. Aedan Le Fay… Creo que es un nombre hermoso.  Y muy poderoso- Señaló la última antes de que alguien entrara por la puerta. No la reconoció en seguida, pero en cuanto habló Catherine supo quien era. La mujer de Lucio, había entrado cuando él le había dado la noticia del embarazo nueve meses atrás. -Tú eres su humana…- Murmuró más para sí que para la galería y sonrió abiertamente, realmente contenta de que Lucio también pudiera tener una oportunidad.

-Sophia- Llamó antes de que se fuera, tratando de confirmar que era ella pero sin saber si Lucio le había dicho lo que sentía por ella así que intentó buscar otro tema -Gracias- Dijo, con un tono algo apurado antes de mirar a Ian -Estamos eligiendo nombres- Añadió y extendió una mano para acariciar la mejilla de su hijo, ya dormidito -Me ha gustado Aedan… ¿Qué te parece?- Preguntó haciendole señas para que le pasara el zumo. Estaba particularmente sedienta.

Permanezco en silencio sentado al lado de Catherine en el borde de la cama, simplemente observando en una agradable calma al pequeño. Éste se queda dormido al poco rato, quedándose bastante tranquilo. Con un poco de suerte será de los que comen y duermen bien. O no, ya veremos. Me entran los nervios cuando Catherine me pide que coja a nuestro hijo, a pesar de que yo mismo me he ofrecido para cogerlo y dejar que ella descanse. - Confieso que nunca he cogido un bebé tan pequeño en brazos. - mi hermana Chloe no cuenta, casi ni me acuerdo  y seguro que mis padres se fiaban tan poco de mí que estaban encima todo el rato. - A ver...con cuidado- extiendo los brazos para que lo deposite en mi regazo, intentando que la cabeza del niño quede bien sujeta entre mi brazo y mi pecho para que no se le caiga hacia los lados.  - Vale, creo que ya lo tengo.- le informo bajando el tono de voz por si acaso despierto al crío, manteniéndome estático y con una postura un tanto rígida por miedo a que se me escurra por algún lado.

La sensación al tenerlo en brazos es extraña, como una mezcla de responsabilidad e ilusión a partes iguales. También la necesidad de protegerlo a toda costa,  por lo vulnerable que es un cachorro como él. Sonrío sin darme cuenta de ello, alzando después la mirada hacia Catherine sin necesidad de decir nada durante unos cuantos segundos más. No sabría decir si se parece a ella o no, la verdad es que a mi  los recién nacidos no se me parecen a nadie. Habrá que esperar unos meses para ver cómo crece. - ¿ En serio no ha nacido ninguno antes? eso quiere decir que toodos querrán malcríar a este. - descarto rápidamente lo de Sean, no recordaba que el Descendiente rival de los Le Fay se llama así. - Ese fuera entonces, que seguro que se las da de importante si le ponemos Sean. - pronuncio por lo bajo el nombre de Aedan también con los apellidos, cada vez más convencido por ese porque me gusta cómo suena, además de que hace referencia a las raíces irlandesas de mi familia.  - Significa fuego. - susurro bajando de nuevo la mirada hacia el pequeño, pensando también en que tiene cierto parecido fonético con el nombre de mi padre.

En ese momento entra a la habitación aquella doctora que conocimos cuando Lucio le dio la noticia a Catherine, aunque desde entonces no la hemos vuelto a ver. - Gracias, Sophia. - agradezco el gesto de taer algo para tomar, levantándome del borde de la cama con el niño en brazos. Ahora toca hacer la prueba de sujetarlo pero estando de pie. Dejo espacio para que Sophia se acerque si quiere hablar con Catherine, y para que ella pueda beber lo que le ha traído. - ¿Qué más se sabe de lo del ataque a la isla? ¿Lucio te ha contado algo? - pregunto sin afán cotilla, sólo porque sé que trabajan juntos.  Camino después hacia la cuna que hay al otro lado de la cama, depositando en ella a Aedan para que pueda descansar mejor. - y...¿sabes cuándo podremos ir a casa? no creo que el hospital sea muy seguro ahora mismo. Sé que atacaron a unos pacientes aquí.