Urgencias

Desastre, esa es la palabra que define a la perfección lo que ha sucedido allí abajo. Y resulta que está implicada en todo este jaleo como principal responsable Catherine. Ella y su manía de bajar sin avisar al resto, por su cuenta y riesgo, de pasear por donde no debe o vete a saber. Cinco descendientes heridos, contándola a ella. Por suerte todos se habían salvado, pero pudo no haber sido así. Atravieso con paso firme el pasillo que lleva a la zona de atención médica, entrando a la habitación, casi sin percatarme del sollozo porque voy demasiado rápido hacia ella como para escucharla. Sí, sus ojos la delatan, normal que llore, pero no pienso ablandarme ahora. Esto es duro y aquí no hay lugar para lloros.

- ¿Se puede saber en qué estabas pensando, Le Fay?


No alzo la voz al estar en una enfermería, pero mi tono de voz es cortante, frío, con todo el enfado contenido al no poder hablar en voz más alta. - Has estado a punto de morir. Y otros compañeros por ti. - apoyo las manos en la barra de metal de los pies de la cama, aferrándome con fuerza a ésta. - Por suerte están todos bien...- añado algo más calmada para que no crea que ha muerto ninguno de los nuestros, pero esto sigue pareciéndome inadmisible. - Si quieres que te tratemos como una adulta deja de comportarte como una niña caprichosa que entra y sale cuando quiere, sin avisar de donde va, y sin llevar a un compañero. Es una locura andar sola por ahí, por muy descendiente de Morgana que seas. ¿Qué quieres, morirte y que tus hermanos tengan que cargar con el peso de todo esto, es eso?

Soy consciente de que tal vez me esté pasando un poco, pero quiero darle una sacudida emocional bastante fuerte, y no admitiré réplicas ni salidas de tono, por muy iguales que seamos en el consejo aquí es una simple cría, aquí y ahora eso es lo que es.

"nos ha metido en esta guerra de lleno, a la mierda la imparcialidad"

Doy un respingo cuando escucho algo de vodka y me limpio la cara de lágrimas, sabía que no estaba sola pero que me hubiesen hablado me puso en alerta. Acomodé mi ropa pero dejé la máscara de lado, ya podía respirar tranquilamente. Después suelta un "allo" y asumo que ha de ser Yaroslav que ha recobrado la conciencia. Eso es algo bueno. Respiro profundo para tranquilizarme y hablarme pero entra Helena hecha una furia contenida.
"Oh no.."
La miro a los ojos sin nada más que vergüenza en el rostro pero cuando habla de los Descendientes palidezco. Abro la boca para preguntarle pero termina sacándome las dudas. No había muerto nadie más al menos. Lo último que sabía es que Jack y Matvey estaban en batalla antes de que me sedaran. Me golpea como una cachetada lo de mis hermanos mirando de soslayo a Rhaegar que sigue durmiendo como si nada. O lo aparenta  muy bien. Intento hablar de manera convincente pero me tiembla la voz.
"No...No quiero que entren al Consejo. Nunca. Viviré mil años de ser necesario"
-Lo siento, Helena. No volverá a ocurrir. Me disculparé con los Descendientes en cuanto esté repuesta  y pensaré una mejor manera para evaluar a humanos y magos por igual. Nunca pensé que...-
Bajo la mirada hacia las sábanas porque no tengo mucha cara para poder sostenerlesela. Me olvido de Yaroslav  y  su despertar cuando las palabras de ella siguen penetrando mi mente hasta que se disipan y son sustituidas por los recuerdos de la batalla abundan en mi mente y el sacrificio de todos. Incluso de aquella humana me pesan ahora más que nunca.
-Pequé de inocente. ¿Sí? Alguna parte de mi me dijo que los humanos no podían ser tan bestias. Me equivoqué y lo sé. ¿De acuerdo?-
Cuestiono frunciendo el ceño y entrelanzando mis manos para que no vea la herida del anillo.

La joven Le Fay no sólo no se rebota conmigo o me alza la voz, si no que se muestra mansa, cabizbaja, alicaída. Lo positivo de esto es que no ha osado a faltarme al respeto, sigo siendo mayor que ella. Lo negativo es que en ese estado no sé si le va a llegar bien mi mensaje. Chasqueo la lengua como gesto de decepción, acercándome a ella un poco más al dejar la posición de los pies de la cama.

- No...no quiero que te disculpes, a mi no por lo menos. Díselo al resto. Sólo quiero que me escuches para no cometer más ese error. No saldrás de aquí sola. Es más, no deberías salir en una buena temporada. Y cuando lo hagas tendrás que hacerlo acompañada. Es la única manera de que no sucedan incidentes tan desagradables como el que acabamos de tener.

Acabo por sentarme en la cama, alzando su cara por la barbilla para obligarla a que me mire cuando baja la cabeza. - Escúchame bien, Catherine, esto no se trata de humanos, de magos. No, no es ese el cuento ni quién es más bestia de todos. Hoy te ha tocado ver la cara de esos que se hacen llamar Alianza Humana, y ya has visto lo que son capaces de hacer. Pero para ellos la bestia eres tú. ¿Quién tiene razón aqui? ¿Quién puede determinar eso? Por eso te dije que esta guerra es mucho más compleja de lo que pensaste en el cónclave, hasta ahora no lo habías visto con tus propios ojos. Ahora estamos metidos hasta el fondo en esta guerra, ya no somos neutrales como antes. No sé si te das cuenta de eso.

"y suerte que nosotros estamos fuera del alcance de esa Alianza, esto es el último reducto libre de amenazas"

- Lo que tenemos que hacer es dedicarnos a enseñar a los que ya tenemos aquí. Deja lo de la selección para otros. Que se encarguen otros de buscarlos, tú no. Estás demasiado implicada en el caso de la 'recolección' de refugiados, debes dejarlo a partir de ahora.

Me quedo en mi sitio porque de pronto oigo una voz. Creo que es la de Helena, la he oido hablar pocas veces pero tiene la voz dura de una sargenta. Y Catherine, si. Le esta echando la bronca por algo. Yo, en mi camilla y tras las cortinas, me siento como la vieja el visillo, cotilleando. Algo ha pasado con la alianza humana y los descendientes....

"Los soldados siempre liandola!"

Y me acuerdo del tipo que intentó drogarme y secuestrarme y del disparo que me llevé. Mierda. Mierda. Parece ser que no habian pasado solo algunos minutos, porque al parecer se habia liado una buena. Mientras sigo con la oreja puesta, recuerdo el trozo de papel de Kosuke y lo extraigo. Bien, seguia en su sitio, pese a todo. Yo sigo algo debil y un tanto mareado, pero eso se me pasaria .Debia comprobar algunas cosas. Mando un mensaje al japones, que dice asi: S.O.S! MAYDAY! VIVES?! VIVIS?!

Luego de eso, dejo el papel frente a mi, mirando por si habia respuesta rapida. Entonces saco mi....ah no, que me habia quedado sin galeon. Bueno, pues sigo con el papel de kosuke. Entonces decido que no me aguanto mas y me levanto de la camilla. Como llevaba semanas sin ponerme en pie, pierdo el equilibrio, y me tengo que agarrar de las cortinas para no caerme. Pero las cortinas se desenganchan del techo, se rompen y se caen, y yo con ellas, agarrado. Al final acabo en el suelo abrazado a unas cortinas de hospital, mirando a las dos mujeres. A las cuales saludo MUY dignamente. Desde el suelo.

-Buenos dias, señorritas. ¿Noches? No he podido evitarr escucharr de su converrsacion

Cierro los ojos cuando escucho el “Tsk” de Helena. Bastantes veces lo había oido ya ne mi vida. Un “tsk” de “Esperaba algo más”, un “tsk” de “Qué decepción”... Las veces que había tenido que lidiar con aquello.
-Lo haré. Los reuniré y me disculparé. Agradeceré a todos los que me fueron a ayudar-
“Y a los que no, no les diré nada. Decidideron preservar su vida y su identidad”
Me toma desprevenida aquello de que se acerque y me tome por la barbilla. Alzo la vista y la miro a los ojos escuchando lo que me dice. En parte agradezco que no me esté gritando, no sé si lo podría soportar pero la situación me extraña. Nunca nadie me había hablado así, menos una mujer. Me estaba tratando como una persona. No como una cría o adulta. Estaba hablandome bien.
-Pero yo no quería hacerles nada…-
Murmuro en voz bastante baja porque lo que más me jodia de todo aquello es que mi intención era buena. Y no sólo eso sino que después de mi mensaje seguían intentando atraparnos por las malas. Por último estaba que le dije al tipo ese que estábamos solo atacando al centinela y aún así los tiros seguían. Vuelvo a tierra con Helena cuando me dice que ya no somos neutrales.
-Podemos seguir intentándolo. Tenemos que hacerlo. Todos se merecen un espacio. Yo…-
“Yo quiero matar a quienes mataron a Ian. Eso quiero hacer. Se lo merecen, por bestias. Pero no puedo. No puedo entrar en contacto con ese lado”
Lo siguiente que dice, básicamente ordenandome que deje lo que yo inicié en manos de los demás hace que vuelva a bajar la mirada aguantándome las lágrimas como puedo porque no quería llorar delante de ella.
“Soy una fracasada. Que sutil manera de decirlo. Igual capté el mensaje”
-Yo…-
No sabía exactamente qué decir. No quería dejar de hacerlo. Quería probar que mi teoría era cierta, que en cada bando aún había gente con la cual contar. El nudo en la garganta me imposibilita hablar sobretodo porque tengo que aguantarlo pero no quería quedarme atrás. Sin embargo, en el fondo sé que no sirvo para esto. Simplemente no soy Azahar, no soy Ian...No soy nada ni nadie. No puedo decir palabra pero asiento lentamente sintiéndome asfixiada; hasta que el desastre de Yaroslav me toma por sorpresa. Lo miro en el piso enredado en las cortinas e intento sonreír, pero ocurre que físicamente me es imposible y cada vez que la comisura de los labios empieza a subir se vuelven a bajar a un puchero. Las inevitables ganas de llorar siguen latentes pero ahora tengo que aguantarmelas mucho más. Uno de nuestros campeones no debía verme en este estado.
Disimuladamente me llevo las manos a la cara para secarme el exceso de humedad y continuo el movimiento como para arreglarme el cabello. Quiero decir algo, algo de humor o sarcástico, algo digno de Catherine Le Fay. Algo para descontracturar el momento pero no me sale. No tengo con qué. No tengo energía, ni orgullo, ni magia, ni nada. Soy solo una cría berreante y confusa ante dos adultos aparentemente resueltos con la vida. No miro a Helena porque sigo sintiéndome confusa respecto a ella y la escena que me había dado. Por el contrario, miro a Yaroslav con una ansiedad y vergüenza terrible. Un pedido de ayuda silencioso.

- Te recomiendo que lo hagas uno por uno...si quieres evitar que más de uno se una y te critique a la vez. Tal vez algunos sean comprensivos, pero no lo esperes de todos.

"y de mí la primera. La comprensión mal entendida es para débiles"

Me levanto de la cama suspirando a la vez que niego con la cabeza, como quien acaba de regañar a una niña y evita hacer más reproches por el momento. Ahora mismo no tengo más que decirle, debe digerirlo y meditarlo ella sola, y cuando se recupere dedicarse a sus menesteres. Eso sí, la vigilaré para que no se salte la norma de bajar a buscar más posibles magos a los que proteger. - Sí, sí...y seguiremos intentándolo. Sobre todo ahora que nos hemos visto en la obligación de acoger más refugiados al ver la situación en la que están.

"debemos protegerlos de algún modo, pero ellos también deben hacerse fuertes, no podemos esconderlos aquí eternamente"

De repente un ruido procedente de la cama del al lado me hace girarme, viendo a uno de los participantes del torneo tirado en el suelo tras romper las cortinas. Sí, lo recuerdo bien de las pruebas que hicimos. Destacaba por ser de los más brutos y bestias, no sé si en el buen sentido de la palabra. Lo observo durante un par de segundos, aunque no comento nada sobre su caída, tiene toda la pinta de haber estado escuchando para caerse así, por cotilla.

- He de marcharme ya. Confío en que la señorita Le Fay le aclare los puntos de nuestra conversación, creo que tiene amigos implicados en ello. Por mi parte solo puedo decirles...descansen y recuperense, los necesitaremos- dicho esto me doy media vuelta para comenzar a alejarme de la enfermería, dejando que sea Catherine la que le resuma la situación, si es que se ve con ganas de hacerlo. Nada más salir del edificio me marcho a reunirme con otros compañeros. Hay mucho que pensar.

Mientras Catherine me lanza esa mirada de cordero degollado que yo no comprendo para nada, me voy poniendo en pie, deshaciendo el maldito entuerto de cortinas estupidas de hospital que cuelgan de pena. Vaya decoracion de interiores de mierda! Esta gente que no tiene ni idea...no, mi culpa no ha sido que se caigan. No pispo una mierda de lo que dicen, eso si. Pero el ambiente es tenso, y poco a poco voy atando cabos. Helena se digna a referirse a mi, de ese modo tan frio como habla ella, y yo no puedo mas que dedicarle una breve mirada interrogante

"Amigos en comun? Que me he perdido...?"

Cuando ella se va, miro a la joven Catherine. Seria todo lo joven que quiseras pero a mi me imponia cierto respeto. Pero no por ello voy a dejar de preguntarle, tengo muchisimas lagunas mentales y la cabeza comienza a dolerme.
-Prrimero, que hago yo aqui? Recuerrdo que me dispararron y poco más. Lo segundo, que haces tu tambien hospitalizada? Lo terrcero, de que hablabla Helena? Ha ocurrido algo? Mis compañerros, están bien?

Me giro, agarrando el papel que habia dejado sobre la cama, leyendolo con ojos entornados. -Yo estaba con un tipo japones y con Indirra.... ¿puedo saberr algo de ellos?

"el japo está bien, pero, la otra? Le contestaré en cuanto sepa algo más"

No hago más que asentirle a Helena porque no tengo ganas de otra cosa. Dejo escapar el aire cuando finalmente se va, logrando que con ello se escape un poco de la presion que sentía oprimiendome el pecho. Agarro las sabanas porque básicamente no tengo otra cosa y con eso me limpio las mejillas y la cara tratando de tranquilizarme. Pero lo que en realidad me calma un poco es el tono de voz y la pronunciación de Yaroslav.
-Aff.. me agradas mucho-
No sabía exactamente porque pero le hacía gracia y eso la ayudaba. Después empezó a hacer preguntas y Catherine tomo un largo respiro asintiendo con parsimonia.
-Estabas muy mal. Azahar me contacto y los trajo a Ouroboros. Por eso estas bien. Lucio logró salvarte... del chico no se nada. Indira esta bien. Me ayudó a mí.
"Bah... físicamente. Como psicóloga se muere de hambre"
La segunda pregunta hace que me recorra un escalofrío. Bajo la mirada sintiendo nuevamente aquellas indetenibles ganas de llorar.
-Yo... yo solo queria ver si... habia una pareja. Una pareja joven que se veía amable y quería probarlos para ver si podían subir.. porque logre que el consejo acogiera humanos y magos.... y... y después llegó el centinela. Me hirieron... y pedí ayuda...-
Entrelazo mis dedos apretandolos con fuerza mientras el estrés y peso de todo lo que había hecho se vuelve a cernir sobre mí.
-Y vinieron a ayudarme. Pero los humanos también acudieron. Fue horrible... Y-y... -
De la nada me largo a llorar con tristeza negando con la cabeza. Aunque intento mantenerlo bajo para no despertar a nadie más.
-Ian está muerto... está muerto por mi culpa-

Carraspeo mirando a otro lado cuando Catherine me suelta de la nada que le agrado mucho. No soy yo de recibir cumplidos, por muy halagado que me sienta y por mucho que traigan algo de color a mis mejillas, por lo general siempre muy pálidas.

"ya, ya, agradar, seguro que ha querido decir otra cosa"

Atiendo a lo que me cuenta de cómo llegué hasta alli. Que estaba muy mal y me trajeron aquí. Pero yo recordaba algo mas...claro, debia de haber pasado por la enfermeria. Pero todo aquello está turbio. Supuse que debia de haber estado medio delirando....porque incluso me habia parecido ver a Thoren, cosa que pensandolo en frio, no era posible. O eso creo. Entonces dice que Indira está bien, asi que escribo un mensaje en respuesta a Kosuke: Indira está bien, me acabo de enterar. Yo estoy en un sitio llamado Ouroboros. En persona te daré mas informacion.

"podrian estar espiando el papel"

"quien sabe...."

Me emparanoio y lo guardo de nuevo, escuchando a Catherine .Malditos centinelas! Siempre jodiendo. Entiendo por sus palabras que de una simple excursion de reconocimiento se lió pardisima. Pero lo que mas me sorprende es el final, cuando dice que Ian está muerto.
-Que dices, el chucho muerto?

Pregunto con incredulidad, sin tragarmelo ni por un momento. O mas bien sin querer hacerlo. Me acuerdo instantaneamente de la guerra que me dio en el torneo, me molió a palos a base de bien, y derrotarlo me costó lo suyo. Pero claro...a mi con un simple disparo la Alianza me habia puesto fuera de juego. Entonces empiezo a sospechar que no es tan inverosímil. Pero hay algo que no puede quedar tal cual.
-¿Donde fue? ¿Y su cuerrpo? No se puede dejarr tal cual....

"su familia....bueno, Chloe, se merece saber"

Cierro los ojos cuando le dice chucho, molestandome más de la cuenta el adjetivo pero no digo nada de nada. Es más, doy un respingo porque Rhaegar se mueve y no quiero que me vea en este estado. El susto parece un balde de agua fría que hace que de me pase todo. Observo a Yaroslav cuando pregunta lo del cuerpo alzando los hombros con tristeza.
-No sé qué ha pasado... me tuvieron que sedar. Ni siquiera sé cuánto tiempo ha pasado... no se... no se nada-
"No. Soy una inutil"
Decido bajar los pies de la cama mirando a Yaroslav algo más repuesta y con una necesidad en mente.
-¿Me puedes sacar de aquí? No puedo hacer magia y no quiero despertar a mi hermano-
Definitivamente tenía que empezar a trabajar en hacer magia sin canalizadores. Era uno de mis puntos débiles y de los peores. Era nada sin él. Apoyo los pies en el piso sintiendon el frío de éste generandome una mueca en la cara.
-El papá de Azahar seguramente fue a buscarlo...-
Murmuro mientras me quito bruscamente las vías. No quería seguir ahí y si Yaroslav no me llevaba a algún lado lejos del hospital lo haría yo por mi propio pie.

-Yo tampoco se nada! No es frrustrante?

Gesticulo un monton, elevando la voz y marcando mas las erres, como signo de mi frustracion e indignacion. Yo tampoco se cuantos dias han pasado desde que me quede inutilizado perdido, y ahora resulta que dicen que Ian ha muerto y que los de la alianza nos han dao pal pelo. Se iban a enterar esos asquerosos chatarreros de con quien estaban jugando. La proxima bala no iba a acabar en mis queridos organos vitales, si no en sus rectos. Me recorre un escalofrio porque de pronto tengo frio, y hambre. Noto que llega otro mensaje al pergamino ese, si que está resultando efectivo. Lo leo, viendo que están todos bien y nos reuniriamos en cuanto pudiesemos. Que por mi parte esperaba que pudiese ser pronto, ademas no podia quedarme ahi sin hacer nada en vista de las malas nuevas noticias.

-Si, a mi tambien me vendrrá bien salirr de aqui. Necesito cogerr fuerrzas. Vamos.

Le doy algo de tiempo, mientras yo busco mis botas, y mis ropas, mi abrigo negro y esas cosas con las que voy mas comodo que un estupido pijama de hospital. Cuando ya voy enfundado en mis oscuros ropajes y con mis geniales botas, hago un gesto a Catherine con la cabeza. Nos fugariamos de esa enfermeria sin dejar ni rastro, como ninjas, como geniales especialistas, como huidizos gatos. Como dos pacientes muy aburridos de serlo, principalmente. Gracias a que ahora mismo no hay mucha afluencia en dicho hospital, tanto ella como yo conseguimos largarnos de ahi para ir en busca de algo de aire, y por mi parte, tambien de noticias.

Tras la batalla aquella habia ido a acompañar a Jack hasta el hospital. Poco habiamos hablado en el trayecto, por no decir ...que no habiamos hablado nada. Jack era uno de los pocos miembros del Consejo (por no decir en unico?) que me superaba en edad. Y siempre se me habia hecho dificil hablar con el. De algun modo su presencia paracia hacerle sentir a uno mas...pequeño. Incluso si estaba herido y para el arrastre. Pese a todo, durante estos dias pasados, ya habia recibido atención medica, con lo cual su salud debia de estar restableciendose poco a poco.

Lo habia encontrado muy furioso cuando lo vi peleando contra el que parecia ser el Capitan, tremendamente ofendido por que se hubiesen llevado a quien creo que era un joven mago. Lo recuperariamos, en su momento, si seguia vivo. Si no seguia vivo...en fin, tambien podiamos recuperarlo, pero ya sabemos todos que esas cosas no funcionan igual. Doy vueltas por el recinto, esperando a que el veterano despertase, para poder cruzar algunas palabras con el.

Me interesaba sobre todo su opinion al respecto de lo ocurrido.La batalla, el cómo habia comenzado por Catherine y la propuesta que hizo, y que nosotros aprobamos. Recuerdo el momento exacto en el que le di mi apoyo.
-Tal vez nos precipitamos...

Tras una breve charla de mi primo, este nos desaparece rumbo al sitio este que no se que es. La desaparicion suya, la tercera que llevo en poco rato, termina de asesinarme el poco equilibrio que me quedaba y me falla la pierna, con lo cual pierdo el equilibrio y caigo hacia abajo hasta que mis manos pueden tocar el suelo y frenar la caida

-Uff, primo, te desapareces cada vez peor

"no, no ha sido mi culpa para nada"

Suelto una carcajada por lo bajo y me ayudo de la katana que llevo a la espalda, cual baston ahora en mano, para levantarme de nuevo. Miro entonces a mi alrededor, cuando estuve en el torneo no me trajeron aqui. Pero se que los medicos son bastante buenos. Se me sigue desenfocando la vista, en mi opinion fruto del cansancio

-Conozco a algunos de esos descendientes....Catherine me dijo que hay uno...que es un licántropo, que es capaz de controlar su forma de lobo. Como no gané el puto torneo se supone que no tengo derecho a aprender de ellos. Pero que les jodan, si ese licántropo es un hombre de verdad no se guardará tales secretos.

"cómo puede ignorar la necesidad de la gente de esa manera?"

-...hablaré con el.

Miro nuevamente a Vanessa y luego a mi primo, alli tampoco habia mucha gente. Y si se habia confundido de lugar o algo?

Me había mantenido alerta después de que Anteia llegara anunciando que traerían nuevos pacientes, aparentemente se estaban tomando la libertad de traer gente aquí cada evz que estaban en grave peligro cuestión que no es del todo apropiada pero prefiero pasar de ello. Por el momento. Pero al notar a Anteia demasiado ansiosa decidí ordenarle que se retirara, aparte, al mencionar los nombres reconocí el apellido Knox, por ende, tratar familiares no es adecuado. Una vez que llegan, dos enfermeras  salen junto conmigo.

-Buenas tardes. Lykaios, Lyran,  señorita-

Saludo a los tres echando un vistazo rápido a Lykaios que habla sobre Altair, sonrío de lado porque me gustaría verlo intentando conseguir algo de ese licántropo así sin más. Era un perdedor y nosotros nos tomábamos eso muy enserio. Me acerco a ambos señalando a Lykaios para que las enfermeras lo coloquen en la camilla y empiecen a atenderlo ya que la señorita se encontraba mucho peor. Tenía la mano en carne viva con restos de algo que parecía piedra solidificada, aquello es lo primero que me llama la atención y dejo que me la preparen en la camilla otros enfermeros.

-¿Exactamente qué tipo de bestia estuvieron enfrentando? ¿Un dragón?-

Cuestiono con curiosidad y al mismo tiempo horror por el daño que llevan hecho los dos. Cuando Vanesa está lista me acerco a ella elevando su mano sin tocarla para observarla con lentitud, analizando el estado; aún sin comprender porque no está gritando del dolor, en shock o simplemente desmayada. La miro a los ojos un par de segundos, me fijo en su cuello que tiene la huella de una mano, antes de empezar a trabajar con la suya, las mías se colocan encima de ésta sin tocarla y cierro los ojos; pronto una luz cálida empieza a emanar y envolver la mano de Vanesa. Las enfermeras, por su parte, empiezan a limpiar a ambos con toallas húmedas para sacar el sucio y encargarse de las heridas pequeñas como rasguños.

-Lyran he enviado a Anteia a sus habitaciones, estaba un poco ansiosa-

*El hombre se presenta como Lyran Knox, y yo hago lo propio intentando darle una pequeña sonrisa. Entonces el nos avisa de que vamos desaparecernos y me levanto para quedar de pie a su lado. No estoy acostumbrada a estos saltos de magia, pero puedo soportarlo, al contrario que Lykaios que acab en el suelo. Me adelanto a ayudarle pero se levanta con su katana todo fuertote. Poco después entra un hombre, un médico presupongo, y algunas enfermeras. *

-Oh, Vanessa.

*Comienzan a ponernos en camillas y yo me dejo hacer, no me entusiasman pero... No quiero perder la mano, me asusta bastante. Él pregunta por lo que nos ha atacado y se acerca a examinarme.*

-Un licántropo con aires de grandeza y delirios de dios.

*El hombre me mira fijamente, tal vez buscando algún problema mental, y lo cierto es que no sé si lo tengo. Me duelen las quemaduras, claro, pero quiza no tanto como deberian... ¿Y si me habia afectado a los nervios? No no, entonces no sentiría nada, creo. Es probable que el susto de morir haya amortiguado el dolor de mis heridas, pero a saber. Aprieto los labios mientras él trata la horrible masa chamuscada de carne que es mi mano, casi fundida con los restos de mi revolver...*

-Humph.

-Yo me desaparezco genialmente, sera que tu tienes el sentido del equilibrio peor?

Pincho a mi primo, sorprendido de la velocidad que tiene Lucio de llegar, no lo veo acompañado de mi esposa y eso me preocupa un poco. Dejo a Lucio trabajar, y rapido me informa de donde está Anteia.

-Gracias, ire a verla inmediatamente.

"mierda, pero antes....lo de Adam! Se me habia olvidado por completo"

-Despues de una breve charla... -esto ultimo lo farfullo para mi mismo.

Vanessa responde aquello de que un lican con aires de grandeza los habia dejado asi .Vaya que si tenia aires de grandeza. Paso una mano por mi cara, como si no tuvieramos bastante con lo que tenemos....

- Os dejo en buenas manos, debo marcharme .Gracias por todo, Lucio. Se que esto debe resultaros aun...no se, distinto a lo que estabais acostumbrados?

Me encojo de hombros levemente, con Anteia aqui la enfermeria se habia quedado desatendida, pero tampoco podiamos estar usando esto de recurso siempre....y no siempre seria necesario. Este caso si lo requeria, por la mano de la chica. Sigue haciendonos falta personal en la base, en Bastion Hollow. Arreglariamos eso de algun modo. Tras una breve despedida me marcho, dejandolos alli a los dos sabiendo que estarán bien

-Gracias primo! ya os hare una visita a la familia

"pronto"

Me despido de el y me siento en la camilla, un tanto incomodo de que se me acerquen ahora enfermeras que en su mayoria, no conozco. Intento concentrarme en mirar a los que si, Vanessa y Lucio. Ella responde de modo bastante fiable, un lican con aires de grandeza. Yo miro lo que hace el tipo este con sus habilidades curativas, molan un porrón y medio.

-El tío le ha lamido la cara, como si fuese un postre, o algun tipo de amenaza para la proxima luna. Me cabrea.

Miro mis manos ensangrentadas, y luego la de ella,esperando que Lucio pueda hacer algo por restablecersela...aquello debe de doler a horrores pero la chica no se queja. Joder, claro que no, es de mi Brigada. Sonrio orgullosamente durante unos instantes mirando de refilon a una de las enfermeras, que poco a poco consiguen dejarme decente y hacer que deje de parecer una loncha de salami.

-Hablaba algo de un clan y ...- me empano instantaneamente mirando hacia esa luz que emite el galeno, alzando entonces la mirada hacia el. -Lucio, me gustaria hablar con Altair. ¿Existe de verdad?

Escucho a Lyran cuando menciona a que no es algo a lo que estábamos acostumbrado pero prefiero guardar silencio y destinar toda mi energía hacia la curación de Vanesa, que entonces menciona lo del licántropo alzando las cejas con sorpresa.

-¿Aires de grandeza? ¿Desde cuando los licántropos son pirokinéticos? Tus quemaduras rozan el tercer grado, señorita. Honestamente, me pregunto como no estás gritando desaforada.

Después de que Lyran se marcha es Lykaios quien comienza a hablar sobre lo del licántropo, aquello de que le ha lamido la cara y después menciona lo del clan. Aquello hace un click en mi cabeza porque Altair siempre nos ha mantenido informado de este tipo de cosas.  La reacción y violencia del agresor concuerda con la base de uno de los clanes al menos.

-Debe pertenecer al Clan de la Luna Roja-

Menciono y dejo la mano de Vanesa cuando creo que ya es suficiente. Sin embargo, deberá permanecer vendada y con mucho descanso. Señorita, tras darle de alta deberá empezar con una evidente rehabilitación. Hice lo que pude, pero su estado era bastante deplorable-

"Y espero que siga las indicaciones"

Entonces es cuando el otro campeón pregunta por Altair, arqueo una ceja escéptico cuando pregunta si es de verdad.

-Por supuesto que es verdad. Y yo soy descendiente de Galenus, Catherine de Morgana Le Fay, etcétera. No somos mentirosos.

Advierto con un tono bastante seco, entonces las enfermeras traen los vendajes especiales que había mencionado y dedico mi atención a vendar su mano. Estas vendas tenían un ungüento especial que permitiría una mejor cicatrización y curación. Había logrado unir y reparar algunos nervios y musculos, pero la piel estaría sensible al menos por las siguientes semanas. Entonces observo la quemadura de la pierna haciendo el mismo procedimiento, el cuello no lo vendo pero si le coloco un ungüento.

-Por ahora le queda descansar. Basta de emociones fuertes y la próxima luna llena, por favor, quédese en Ouroboros-

"A saber qué quiere ese licántropo"

-Lykaios-

Me acerco a él y hago una observación general de todo su cuerpo, sus heridas y golpes. Ya se encontraba más limpio de sangre así que podía mirarlo con mayor tranquilidad. Llevo las manos hacia las partes más debilitadas de su cuerpo haciendo las curaciones más prioritarias. Entonces después ordeno a las enfermeras que sigan atendiendo los pequeños cortes y molestias.

-Tú tienes que dormir antes de moverte Lykaios. Escúchame bien...-

Le dijo y clavó sus ojos marrones en los de él con bastante severidad y determinación. Había combatido con mucha dureza y se notaba. Su cabeza recibió no sé cuantos golpes y por eso tenía afectado el equilibrio.

-Tienes que descansar. Estás bajo observación y no puedes desaparecerte hasta que yo te dé de alta. Estás en Ouroboros, este es mi hospital y tú eres mi paciente. ¿Estamos de acuerdo?

-Yo tampoco lo sé...

*Le respondo con sinceridad al hombre cuando me dice lo de las quemaduras. Sigue con su magia hasta acabar, dejándola mejor de lo que esperaba. Rehabilitación, bueno, todo sea por volver a usar mi mano y acabar con ese Pyro de los coj...
Él y Lykaios hablan de un hombre llamado Altair y de otra chica, reconozco el nombre de la mujer a la que ayudamos en aquella pelea en mitad de Londres. Las enfermeras me vendan la mano y ponen crema en mis otras quemaduras, y yo intento estarme quieta. Aunque le diga al jefe que se quede va a ser dificil... Pero la verdad es que su estado no es como para andar por ahi. Me levanto de la camilla y me acerco a los dos, mirando a Lucio.*

-La chica esa, Catherine, ¿salió bien de la pelea?

*Yo había preguntado después de aquello pero no logré averiguar mucho, ahora sé que es una descendiente... Y suena bastante importante, como supuse cuando la vi. Alguien había sido capturado por la Alianza pero no había más noticias. Nos costó muy caro aquello... Los jodidos soldaditos y sus máquinas... *

-Eso lo hizo al amanecer. Vanessa nos encontró por la cueva en la que yo me suelo esconder en luna llena.


"si, esconder"

- Durante la luna nos repartimos algunos buenos bocados, pero ya. Resulta que él crea y controla la lava

Me planteo lo dañino de su poder en ese momento, yo tambien era capaz de causar daño con el agua, pero no a ese nivel, no a esa velocidad...

-Si, la Luna Roja. Eso mencionó el. Veo que has oido hablar de ellos.

Miro a Lucio ladeando mi cabeza ligeramente cuando dice que es descendiente de un tal Galenus....como que no me suena. Le Fay si, ese apellido me suena porque se ha oido en mil historias y cuentos, y por muy mal estudiante que hayas sido has oido hablar de Merlin y de Morgana Le Fay y de Arturo tambien. Galenus sin duda me suena a algo de medicastros pero...mentiria si dijera que me conozco a su ancestro.

"Aaaaajammm...."

-Eso, te quedas aqui la proxima luna llena, no sea que al tio ese le de por rastrearte o algo por el estilo.

Le digo ahora a Vanessa reforzando las palabras de Lucio. Luego él se pone conmigo, sanando las heridas mas serias y dejando a sus enfermeras las demas. Le mantengo la mirada con toda la firmeza que el cansancio me permite, que es mucha, aun asi.

-Estamos de acuerdo doc. No me apetece desaparecerme y perder una pierna o algo asi. Me da vueltas la cabeza. Pero necesito un favor. Necesito saber si puedo conocer a Altair. ¿Ves la quemadura del cuello de ella? No le fundió la tráquea porque accedí a conocer a ese clan de la luna roja. No tengo problemas en conocerlos. Pero estoy puesto en antecedentes con lo que he visto.

Escucho que Vanessa pregunta por Catherine, yo poco recuerdo de aquella noche porque...acabé convertido en licántropo. Mas que ayudar tengo la sensacion de que al final causé problemas. Ian tambien estaba, y ahora, ya no. Catherine habló conmigo en una ocasion, sobre Altair, sobre que ella podia intentar algo con nuestra forma lobuna. Habian muchas, muchas posibilidades al alcance de nuestra mano.