Urgencias

Cuando veo a la señorita salirse de la cama y venir a mi lado me quedo mirándola con un gesto confuso. ¿Esta gente no entendía la palabra reposo? ¿O es que esta señorita tenía algún problema para expresar sentimientos y/o acatar órdenes?

-¿Está bajo tu mando, Lykaios? Si es así, digale que se acueste en la camilla, por favor-

"Porque aparentemente no me comprendió las primeras palabras que le dediqué sobre su estado"

-Crea y controla. Interesante, seguramente podrían hablar con Adael sobre eso.

"Excepto que el tipo es belicoso"

-Sí, por supuesto. ¿Ustedes no?-

Cuestiono con el ceño fruncido empezando a darme cuenta de lo precoz que tal vez había sido la educación de la sociedad mágica desde que Hogwarts y el resto de los colegios habían caido abatidos por las fuerzas humanas. Me cruzo de brazos cuando Vanesa habla sobre Catherine y mi rostro se transforma en una máscara inexpresiva. La situación de Catherine había sido muy delicada. Es más, todavía lo era. Tenía que lidiar con las cargas de lo que había hecho y eso era una situación psicológica en la cual no podía ayudarla a menos que me lo pidiera. Pero era una Le Fay. Una Le Fay orgullosa. Mi instinto me decía que no lo haría.

-No salió bien de la pelea, no. Llegó inconsciente pero ya está mejor. No se preocupe. Ya le dije, cero preocupaciones-

Señaló y volvió su vista a Lykaios cuando aparentemente acató la idea de quedarse quieto y descansar. Sonrío con aquello de la precaución en desapariciones, aparentemente sabía lo que era escindirse. Una cosilla tan dolorosa.

-Puedes conocerlo, por supuesto. Pero tienes que encontrarlo primero y puede ser que no te guste lo que halles-

Añadió de una manera un poco enigmática. Altair era...Tenía muchos adjetivos para describirlo pero la palabra "social" no era uno de ellos. Finalmente, doy por terminada mi labor no sin antes señalarle la camilla a Vanesa.

-Discúlpenme, confío en que acatarán mis reglas en la medida de lo posible. Me debo retirar. Le informaré a Altair tu interés pero no esperes que venga aquí por ti. Y menos durante el día-

Entonces me despido de ambos con un movimiento de cabeza a modo de reverencia y desaparezco tras las puertas de esta zona susurrándole cosas a mi muñeca, que quedan entre el brazalete, Altair y yo. Aunque también envío un mensaje a Catherine.

*El hombre me mira y luego a Lykaios, pidiendole que me diga que repose. Lo haré, pero... En un rato, primero quiero saber sobre la chica que dice. Él y el jefe hablan de otro descendiente de esos, Altair, el licantropo que Lykaios había oído que podía controlarse durante las transformaciones. Es algo cuanto menos interesante, y sobre todo muy útil. Luego, Lucio me dice que Catherine salió inconsciente pero que se había recuperado. Logro sonreír un poco ante su expresión de "cero preocupaciones" y la noticia de que ella está bien. *

-Me alegro, sí.

*Miro a los dos y vuelvo a la camilla un poco resignada, donde me quedo tumbada con la mano vendada sobre mi estómago, mirando el techo.*

-Esto va a ser muuuy aburrido...-susurro a nadie en particular.

Tras las indicaciones de Galeno y sus advertencias sobre Altair, se fue dejandonos alli bastante bien remendados. Yo estaba sentado en la camilla pensado que si el tio ese no venia a mi obviamente me tocaria ir a mi a por el, pero donde carajos? Ya podia recorrerme la isla entera y seguro que jugaria al escondite conmigo...

"me da igual, lo encontraré y le pediré lo que tengo pensado pedirle"

Como habia escuchado sobre el aburrimiento de Vanessa, me acerqué a ella.

-De aburrido nada. Debes recuperarte. No me sirve de nada una francotiradora manca, recuerdas? Te necesito a tope para lo que nos esté por venir. Que no va a ser poco.

Tenia pensado que descansaramos alli un par de dias y luego, bajar de la isla. Mire a Vane con una ceja levantada, replanteandome lo de Hades. Puesto que me habia aproximado a su camilla pero me habia conseguido una silla, me senté en esta apoyando mis antebrazos sobre su camilla y mi barbilla sobre dichos antebrazos

-Sabes? En cuanto tu mano esté bien, te vendras conmigo para abajo. No es nuestro estilo huir y escondernos. Y menos por un chucho rabioso con aires de grandeza. Si quiere volver que vuelva. Lo que haremos sera plantarle cara y tener los medios para ello. Eso si. No cuentes conmigo hasta que consiga controlarme en las noches de luna llena.

*Lykaios se acerca a mí y me dice que descanse, que me necesita con todas mis facultades. No puedo más que sonreír con orgullo, a pesar del dolor que siento aún. Ciertamente en esta guerra nos queda todavía mucho por luchar. El jefe se acerca una silla y se sienta, apoyando brazos y barbilla en la cama donde estoy tumbada. Me giro para mirarlo fijamente, intentando dejar la mano herida sobre mi costado superior. *

-Lo venceremos juntos, cuando no haya luna llena. Era bastante fuerte para haber pasado una transformación poco antes... Pero tú también , que eres un gran jefe.

*Sonrío guiñandole un ojo y muevo ligeramente los pies, porque en eta postura no puedo tomar mis cabellos para retorcerlos ni hacer mucho más.*

-Quiza deberíamos escondernos del médico cuando bajemos... No le va a hacer ninguna gracia.

"No como a mí que me estoy muriendo de risa, ¿pacientes huyendo de sus médicos? La guerra nos ha desquiciado un poco."

Alzo la mirada hacia ella aunque mi cabeza sigue en la misma posicion, pillandola con esa sonrisilla de orgullo que pone. Vale que nos habian dado una paliza pero hemos salido airosos dentro de lo que cabe, y la proxima vez las cosas podian ser bien diferentes. Ademas aun tengo curiosidad por conocer al clan de ese tipo, y mas aun por conocer a Altair.

-Lo cierto es que si. Un buen rival, eso hay que reconocerlo

"y persistente"

-A ver que tiene por mostrarme

"pero si amenaza a mi brigada que se prepare para las consecuencias"

Rasco mi mejilla en la pose en la que estoy, viendo el guiño de ojo que me dedica. Sonrio de lado cuando menciona que de quien deberiamos escondernos es de Lucio.

-Tu te esperas a que te den el alta!

"que espero que sea pronto -_-"

-Eh, cuentamen algo. Cómo acabó la fiesta cuando yo me fui?

-¿La fiesta? Puf...

*Resoplo y me quedo un momento pensativa, intentando organizar los sucesos en orden temporal, pero no estoy segura de conseguirlo.*


-A ver, el ruso y Ben echaron un pulso, y ganó Ben, y el otro se enfadó. El pirata, Reiv, se fue a por Indira y hubo magia-hago un gesto con mi mano buena como si echase polvos brillantes al aire-. Luego el drow joven se le confesó al otro, al gruñón, pero creo que este ni se dio cuenta jaja. Vienieron otros dos, una elfa y un mago al que le faltaba un brazo, en plan que lo tenía de metal... Y llegó Mérida y se puso a hacer la croqueta con el ruso y Ben. Y luego bailamos... Es sorprendente cómo Johan se mueve en un tango, deberías verlo. Pero se fue a una reunión de no sé qué y me quedé hablando con Nery, al menos hasta que volvieron los drows diciendo algo de independencia y Ben se cayó al suelo dormido. Mérida hizo como un concurso de disfraces, creo, pero acabamos por irnos todos poco después.

*Lo miro a los ojos con una sonrisa en los labios*.

-Nos lo pasamos muy bien. A veces es bueno quitarse un poco de todo el mundo exterior.

-Indira y Reiv? Uhhhhhhhh......

Alzo mis cejas lanzando mi mejor silbido de admiracion. Vaya parejita. Si ya sabia yo que el chaval ese no podia ser un saco de desvirtudes y que algo bueno debia tener el joven ex-auror. Pero la cosa no termina ahi, tambien hubo amor entre drows, o algo asi, porque por lo que cuenta Vanessa parece que no termino muy bien

"ahhh, al otro le debia de faltar algun que otro cafe irlandes encima...."

-O sea que Johan baila bien el tango. Uhm. Le pedire un baile la proxima vez que lo vea.

"mmm, asi que una reunion? Debe de estar tramando algo"

Sigo en la misma posicion de antes, algo somnoliento, pero le devuelvo la sonrisa ante su ultima frase.

-Tienes miedo, Moreau? Del mundo. De lo que pueda pasar mañana.

*Miro a Lykaios y me incorporo, sentandome en la camilla con las piernas cruzadas. *

-A veces. Hemos vivido muchas cosas, algunas buenas pero la mayoría no tanto. El sufrimiento no es algo que se supere... No se hace uno inmune al dolor. Me asustan muchas cosas... Pero nada me aterra más que perder a la Brigada. Tú, Ben, Nery, Mérida y los demás. Incluso a Johan y la Resistencia, sois mi familia ahora y voy a pelear para protegeros, por un mundo donde podamos vivir todos tranquilos, incluso si tengo que enfrentarme a mis peores pesadillas. El mundo asusta a veces, pero tambien te da grandes alegrias.

*Sonrío retorciendo uno de mis mechones, pensando en mis padres. No había logrado protegerlos, pero aun me queda mucha gente por ayudar, personas con las que fabricar buenos recuerdos y algun que otro sueño por cumplir. El miedo no iba a superarme.*

La veo incorporarse y abandono yo tambien esa postura de estar de brazos sobre la camilla con la barbilla apoyada ahi. Escucho sus palabras, admite que a veces siente miedo. Termino de escucharla y me pongo en pie cruzandome de brazos, vale que estaba aun cansado pero me acaban de cargar las pilas.

-Hemos vivido muchas cosas buenas! Y mas que viviremos! Y que haremos que los demas puedan vivir! Le pese a quien le pese. No tengas miedo, Vanessa.

La señalo directamente al pecho, pegandole un par de toques en el esternon, luego cierro mi puño y le pego un porrazo flojo en el hombro. Lo suficiente para moverselo pero no para hacerle daño.

-No nos perderás, ninguno de nosotros nos perdemos, viviremos para siempre, de un modo u otro.-

"yep!"

Vale, no es que no sea consciente de mi propia mortalidad, sé lo que he querido decir. Vivir tan a tope y tan unido a la gente que el modo de vida que llevamos no se olvide facilmente.

"Donde carajo he dejado mi ropa?"

Me doy la vuelta rascandome la cabeza y luego miro a Vanessa de nuevo. -A la mierda! Voy a buscar a ese Altair! Cuando vuelva, si no te has conseguido fugar tu ya, nos piramos de aqui al mundo de abajo. El mundo de abajo!

Y muy motivado me doy la vuelta, saliendo de la enfermeria y del hospital aquel. Seguramente para acabar perdido por algun lugar mas lejano que cercano......

*Suelto una pequeña risa ante su cursilada de que viviremos para siempre, y le respondo a su golpecito en el hombro empujandolo de vuelta. Lo veo buscando algo, y luego salta alegre con lo de buscar al tio ese por el que le preguntó al médico. Asiento y me pongo de nuevo cómoda en la camilla.*

-Probablemente estaré aqui, ya sabes, necesito mi mano entera para disparar.

*Le hago un gesto con la mano buena cuando se va y me quedo alli, reposando, y pensando en mis cosas.*

Tras unos tres o cuatro dias fuera, en los que habia estado buscando a Altair sin exito, regresé al hospital. Nada interesante. Me habia frustrado no encontrarlo pero meh, ya daria con el. Algo mas interesante habia llegado a mi en forma de mensaje de galeon.

"Johan Black, tus palabras me alegran..."

Muy sonriente, hablo con algunas enfermeras guapas, que me informan que Vanessa ha estado ahi todo el rato descansando y recuperando la mano. Espero sinceramente que haya hecho algo de la rehabilitacion que le dijo el Galeno que hiciese. Aun asi.... tras despedirme de ellas, voy a donde me indican que está Vanessa, encontrandola descansando.

-Señorita Moreau! La Brigada ha sido convocada! Tenemos que reunirnos.

Me acerco a ella y tomo su mano vendada, examinandola. -Bien, buen vendaje, sisi. Aun asi, yo te diria que no la muevas mucho. Que tal si aprendes a disparar con la izquierda. Se puede. Yo me acostumbre a llevar el reloj en la izquierda, y ahora no llevo reloj.

* Las enfermeras no me dejaron hacer mucho, aunque al menos tenía la libertad de ir al baño sola. Aquellas vendas hacian mas de lo que imaginaba, mi mano esta bastante bien, aunque aun me duele. Las quemaduras de la pierna y el cuello si se han curado por completo, de lo que me alegro mucho, ya tengo suficientes cicatrices.
Lykaios aparece a los pocos dias, no tiene pinta de haber encontrado lo que buscaba, pero se le ve emocionado y cuando me da la noticia salto de la camilla.

-¡Si! Salgamos de esta isla flotante, por favor.

*Me rio ante sus palabras y le quito importancia con un gesto e la mano buena.*

-Bah, cuando tenga tiempo, ahora puedo usar esta, ya esta casi curada.

- Muy bien Moreau, pero quiero verte tener cuidado con eso. Ya te dicho, la salud de mis brigadistas es lo primero! No hagas el indio con esa mano. Has estado a punto de perderla

Le digo cruzado de brazos, muy tajante yo en mis palabras y en mis modos, pero siempre cercano y con una sonrisa de confianza en la cara. Que se ladea un tanto bastante al escucharla, me acerco y la sujeto del hombro.

-El señor Galeno tendra que comprender que salgamos de aqui antes de tiempo. Mañana será un dia grande, créeme. Tenemos que ir a apoyar a la Resistencia.

Y poner muchas cosas a punto. La noche prometia ir a ser larga . Saldriamos de alli, reuniriamos a los miembros de la brigada disponibles e iriamos a la base. Tras echar un ultimo vistazo , me desaparezco de alli con Vanessa

Nuestra huida de alli habia sido muy muy acelerada, y por fortuna, Desmond habia llevado la iniciativa en aquello, porque yo tras el disparo de Morgana me habia quedado un tanto...congelada, por asi decirlo. Respiro bastante rapido trastabillando por culpa de la aparicion, que es brusca, pero no caigo al suelo, logro mantener el equilibrio. Lo miro a los ojos directamente cuando el lleva una mano a mi cara para examinar la fea herida de la mejilla y me aparta el pelo, tras fruncir su ceño. Pero el corazon ya me va lo suficientemente rapido como para percatarme del leve bote que pega por esta accion.

"casi la palmo"

-Tséh...no te pega nada soltar esas frases tan agresivas, sabes? -le digo con una sonrisa un tanto nerviosa, viendo que rapidamente comienza a llegar algo de personal sanitario.

Me dejo guiar, tomando asiento en una de las camillas, con una mueca de dolor, y sintiendome agotada. Ahora que ya podemos dejar de preocuparnos por nuestra propia vida empiezo a preocuparme muy mucho por la de los demas. La Brigada, mi padre, Adam, Ian...todos los demás. Johan y Thalos tambien, a los que no habia visto salir porque nos fuimos antes. Oigo la voz de Desmond en mi cabeza, y decido responderle de ese modo, dirigiendo mis pensamientos hacia el sabiendo que podrá captarlos.

"Estoy agotada, pero sobreviviré. ¿Sabes como están los demas?"

Asiento inconscientemente a su ultimo pensamiento.

"Si, querré ir si nos necesitan. Aun me quedan energías. Por cierto...gracias por el soporte, Des. ¿Como estás tú?"

-Claro, no digo yo que no. De vez en cuando hay que sacar la mala hostia del interior de uno, viene bien...verdad?

"pero me ha sorprendido"

Cierro el ojo de la mejilla herida mientras me atienden esa zona, echandome potingues y cosas para que vaya sanando, y luego llenandome de gasas y vendas. No tengo heridas muy serias, pero si varias, en diversas partes del cuerpo. En realidad la mas feuna es la que me ha hecho la bala al pasar por mi cara. Yo me dejo, sin quejarme, e intentando facilitarles el trabajo al personal.

-Si? Si que? Exito?

"uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuf"

Sonrio yo tambien, aliviada, pasandome una mano por la frente. Le alzo el dedo pulgar a Des, sintiendo en cierto modo que lo  hemos conseguido. No se el estado en el que han llegado los demas, cuando lo supiera seguramente mi optimismo se veria ciertamente nublado...pero por el momento, estamos todos vivos y de vuelta. Entonces si, dejo mi espalda caer sobre la camilla y cierro los ojos.

"Des, creo que me voy a caer muerta de cansancio. Si me quedo sopas, me prometes que no te pondras a celebrar sin mi?"

Tambien me acuerdo de mi madre, toca avisarla de que estamos de una pieza. Con los ojos cerrados y ahi tendida esperando a que hagan lo que deben hacer con mis heridas, dejandome arrastrar cada vez mas y mas por el sueño y el cansancio, visualizo las escenas de la batalla contra el centinela, mis errores y mis aciertos, y tambien la parte en la que Morgana casi me vuela la tapa de los sesos. Menos mal que iba formando parte de un buen equipo, porque si no....mi respiracion se va haciendo cada vez mas lenta, y en pocos minutos, acabo profundamente dormida.

Paseo por los pasillos del hospital de la isla mientras realizo mi turno por el hospital de la isla, terminado en la parte de atención primaria. Como jefe del hospital me corresponde a mi comprobar que todo esté en orden, atender a los pacientes que haya y enseñar a los aprendices de sanador que tenemos aquí. Por ahora todo está bastante tranquilo, nada que ver con lo que tuvimos tras la batalla de hace unos meses. Como mucho tenemos enfermedades comunes de los habitantes de la isla o alguna lesión por los entrenamientos, pero poco más. En algunos momentos llego a estar algo aburrido, me gustaría estar más activo y poder ayudar a más gente. También transmitir mi conocimiento, pero no parece que haya muchos interesados en ello.

La otra médica que podría estar aprendiendo está casi a punto de dar a luz, así que no creo que sea un buen momento para hacer prácticas. Decido enviar a uno de mis ayudantes a enviarles una nota, para que vayan viniendo al hospital a hacer alguna de las últimas revisiones, porque tiene que faltar muy poco para que nazca su hijo. Hace bastante tiempo que no nace nadie en la isla, y los Descendientes que han tenido hijos han preferido llevarlos fuera en algunos casos, aunque no tengo muy claro el motivo. No soy de los que más se enteran de los pequeños roces internos que pueda haber, así como tampoco estoy demasiado al tanto de los problemas.

Seguro que una fiesta como la que ha propuesto Ling nos vendrá bien a todos para estrechar lazos, fuera de posibles individualismos personales. Necesitamos algo más de unión, algo que echo en falta. Y digamos que también tengo ganas de conversación, así que me pongo a darle la brasa a alguno de los pacientes de la sala, contando algunas de mis batallitas de mi época joven como médico de guerra.