Recuerdo del primer mensaje :
Zona de urgencias para realizar diagnósticos iniciales y aplicar los primeros auxilios. Desde aquí se derivan los casos que requieran ingreso o cirugía.
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Savannah
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Bueno, estaba consciente. Eso era como…Mucho muchísimo. ¿Era Jarkko? ¿O Lorcan? Olisqueó un poco pero mal…Maaaaaaaaaal. Aquello era el hospital. Se llevó las manos a la cara para aguantarse la nariz, gimoteando. Olía a hospital, olía a ese sitio encerrado donde la ataban a camillas y no la dejaban respirar. A ese sitio donde tenía que ir para que le dieran esas pociones horribles que neutralizaban su ser.
Alguien la cogió por un brazo y por el otro para colocarla en una camilla. Le preguntaban algo pero… ¿Por qué eran tantas personas atendiéndola? ¿Estaba muy grave? Agh, esa debilidad. Pero… Ladeó la cabeza y tocó las barandas de la camilla, sintiéndolas frías… Extendió su magia natural pero no había nada alrededor. Nada que latiera como la tierra misma. Gimoteó de nuevo dejando caer la cabeza hacia atrás, hacia la almohada mientras alguien empezaba a quitarle la ropa para ver las heridas que tenía.
Ella se dejó hacer… ¿Qué más daba? Incluso si quería resistirse no podía. Ese pensamiento la ayudó, de alguna extraña manera, y Savannah relajó los hombros, su cuerpo se quedó quieto, de forma poco natural, y parpadeó con suavidad. Sus ojos dejaron de ser suyos y brillaron con una luz blanca. Los espíritus habían decidido abstraerla un momento, abrazarla en su seno, para que pudieran reparar el cuerpo físico sin dañar su salud mental. La dejaron ser libre, en su forma licántropa, en aquel reino -Mierda- Soltó uno de los sanadores y miró a sus compañeros alejándose un poco de ella -¿Es agresiva?- Preguntaron a Jarkko que parecía el único en pie, pero fue ella la que respondió -No os haré daño, seguid con vuestro trabajo- La voz de Connor había ocupado la garganta de Savannah. No se fiaban mucho pero empezaron a quitarle las botas y abrirle el pantalón por el hueco que tenía -¿Qué ha sido?- Preguntaron de nuevo a Jarkko porque lo que sea que le pasaba a la muchacha no parecía tener nada que ver con la luz de sus ojos. En las otras camillas, tanto Noligma como Adramelech estaban siendo atendidos.
Alguien la cogió por un brazo y por el otro para colocarla en una camilla. Le preguntaban algo pero… ¿Por qué eran tantas personas atendiéndola? ¿Estaba muy grave? Agh, esa debilidad. Pero… Ladeó la cabeza y tocó las barandas de la camilla, sintiéndolas frías… Extendió su magia natural pero no había nada alrededor. Nada que latiera como la tierra misma. Gimoteó de nuevo dejando caer la cabeza hacia atrás, hacia la almohada mientras alguien empezaba a quitarle la ropa para ver las heridas que tenía.
Ella se dejó hacer… ¿Qué más daba? Incluso si quería resistirse no podía. Ese pensamiento la ayudó, de alguna extraña manera, y Savannah relajó los hombros, su cuerpo se quedó quieto, de forma poco natural, y parpadeó con suavidad. Sus ojos dejaron de ser suyos y brillaron con una luz blanca. Los espíritus habían decidido abstraerla un momento, abrazarla en su seno, para que pudieran reparar el cuerpo físico sin dañar su salud mental. La dejaron ser libre, en su forma licántropa, en aquel reino -Mierda- Soltó uno de los sanadores y miró a sus compañeros alejándose un poco de ella -¿Es agresiva?- Preguntaron a Jarkko que parecía el único en pie, pero fue ella la que respondió -No os haré daño, seguid con vuestro trabajo- La voz de Connor había ocupado la garganta de Savannah. No se fiaban mucho pero empezaron a quitarle las botas y abrirle el pantalón por el hueco que tenía -¿Qué ha sido?- Preguntaron de nuevo a Jarkko porque lo que sea que le pasaba a la muchacha no parecía tener nada que ver con la luz de sus ojos. En las otras camillas, tanto Noligma como Adramelech estaban siendo atendidos.
En cuanto aparecí alli comenzaron a quitarme heridos de encima, empezando por Adramelech, siguendo por Savannah y por ultimo Noligma, que al ser el más pequeño pues como que abultaba menos. Resoplé, aliviado, observando reacciones en los medimagos con los recién llegados, porque aun me seguia pareciendo raro que el chico me hubiese pedido que los llevase a una torre y no al hospital. Esconderían algo?
Estaba mirando a Savannah hasta que comenzaron a deshacerse de su ropa para poder atender sus heridas, momento en el cual desvié la mirada. Solo volví a mirarla cuando oi ese "mierda"
- Qué? - era grave? - Eh? No, para nad...
Pero ella habló, bueno, no era su voz del todo. Miré sus ojos, estaba en trance? Por qué?
- Ha sido un espiritu, es que es chamana y.... - por la mirada rara que me lanzaron, me di cuenta de que no me habian preguntado por eso, me detuve un momento y bajé la mirada avergonzado. - .... unas acrómantulas. Los encontré en la zona boscosa cercana a la torre oscura aquella. Estaban siendo atacados por varias, aunque cuando llegué yo...solo quedaba una. No se cuantas enfrentarían antes. Probablemente estén envenenados.
"lo que no sé es que hacían ahi los tres....al chaval no lo conozco, y al niño definitivamente, tampoco....aunque él...es licántropo....? Huele como uno, desde luego...."
- no es muy grave, no...?
Estaba mirando a Savannah hasta que comenzaron a deshacerse de su ropa para poder atender sus heridas, momento en el cual desvié la mirada. Solo volví a mirarla cuando oi ese "mierda"
- Qué? - era grave? - Eh? No, para nad...
Pero ella habló, bueno, no era su voz del todo. Miré sus ojos, estaba en trance? Por qué?
- Ha sido un espiritu, es que es chamana y.... - por la mirada rara que me lanzaron, me di cuenta de que no me habian preguntado por eso, me detuve un momento y bajé la mirada avergonzado. - .... unas acrómantulas. Los encontré en la zona boscosa cercana a la torre oscura aquella. Estaban siendo atacados por varias, aunque cuando llegué yo...solo quedaba una. No se cuantas enfrentarían antes. Probablemente estén envenenados.
"lo que no sé es que hacían ahi los tres....al chaval no lo conozco, y al niño definitivamente, tampoco....aunque él...es licántropo....? Huele como uno, desde luego...."
- no es muy grave, no...?
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Mientras los sanadores empezaban a trabajar, escuchando aquello de las acromántulas en seguida pidieron las pociones pertinentes para el envenenamiento que fijo tenía. Al abrirle el pantalón no tardaron en encontrar la herida y vieron el problema. No dudaron en empezar a actuar porque por lo visto todos habían estado expuestos al veneno durante un largo tiempo. Explicaba muchas cosas así que se pusieron manos a la obra.
Savannah, o Connor, había girado su cabeza hacia Jarkko para conectar sus ojos blancos con los de él -Está isla está matándola, poco a poco. Tiene que irse- Los sanadores parecieron parar un poco mirando al pelinegro en plan “¿En serio? Literalmente la estamos curando” pero Connor nos le prestó atención, movió levemente la cabeza e inspiró -Hueles a Ian- Expresó -A preocupación…- Cada sentimiento tenía una variante y los licántropos, al menos unos con bueno sentidos, podían reconocerlo -El clan debe irse- La orden era bastante directa.
Los sanadores continuaron un tiempo más, pero Connor no volvió a hablar, se quedó mirando hacia el techo dejándolos hacer mientras mantenía la misma conversación con Savannah en el mundo de los espíritus y lograba tranquilizarla lo suficiente para que volviera a tomar posesión de su cuerpo. La bruja cerró los ojos durante largos segundos y luego volvió a abrirlos. Se mordió el labio, porque había empezado a temblarle y sólo se concentró en respirar lentamente como le había dicho Connor -Tiene que dejar que la poción ha…- El sanador miró a Savannah que volvía a tener los ojos dorados -Hola…- Saludó y la licántropa bajó la vista hacia él con una leve sonrisa -Hola- Saludó -Tienes que quedarte por esta noche…Tenemos que extraer todo el veneno, pero hemos avanzado bastante bien. ¿Te duele alguna parte?- Savannah estuvo a punto de responder algo pero negó con la cabeza. El sanador asintió y la licántropa volvió a mirar hacia el techo llevándose las manos al pecho y jugueteando con uno de los anillos.
Mañana, mañana se iría. Y tenía que movilizar a todo el clan. La tarea se le antojó demasiado grande y pesada cuando ni siquiera sabía defenderse. Podría haber muerto...Podría haber muerto hoy.
Savannah, o Connor, había girado su cabeza hacia Jarkko para conectar sus ojos blancos con los de él -Está isla está matándola, poco a poco. Tiene que irse- Los sanadores parecieron parar un poco mirando al pelinegro en plan “¿En serio? Literalmente la estamos curando” pero Connor nos le prestó atención, movió levemente la cabeza e inspiró -Hueles a Ian- Expresó -A preocupación…- Cada sentimiento tenía una variante y los licántropos, al menos unos con bueno sentidos, podían reconocerlo -El clan debe irse- La orden era bastante directa.
Los sanadores continuaron un tiempo más, pero Connor no volvió a hablar, se quedó mirando hacia el techo dejándolos hacer mientras mantenía la misma conversación con Savannah en el mundo de los espíritus y lograba tranquilizarla lo suficiente para que volviera a tomar posesión de su cuerpo. La bruja cerró los ojos durante largos segundos y luego volvió a abrirlos. Se mordió el labio, porque había empezado a temblarle y sólo se concentró en respirar lentamente como le había dicho Connor -Tiene que dejar que la poción ha…- El sanador miró a Savannah que volvía a tener los ojos dorados -Hola…- Saludó y la licántropa bajó la vista hacia él con una leve sonrisa -Hola- Saludó -Tienes que quedarte por esta noche…Tenemos que extraer todo el veneno, pero hemos avanzado bastante bien. ¿Te duele alguna parte?- Savannah estuvo a punto de responder algo pero negó con la cabeza. El sanador asintió y la licántropa volvió a mirar hacia el techo llevándose las manos al pecho y jugueteando con uno de los anillos.
Mañana, mañana se iría. Y tenía que movilizar a todo el clan. La tarea se le antojó demasiado grande y pesada cuando ni siquiera sabía defenderse. Podría haber muerto...Podría haber muerto hoy.
-¡SEÑORA! Ya le he dicho... ¡QUE NO ME QUITE LA ROPA LEÑE!
Normalmente Noligma estaría encantado con dejar que varias enfermeras, de dudosa belleza, le registraran el cuerpo, y curaran sus heridas, pero tenia una impresión que mantener, y si se desvelaba que era una extraña aberración de cuervo y mago, seria el hazmerreir de toda Uroboros, o en su defecto acabaría , Otra vez, en uno de esos circos de abominaciones divertidas para el publico.
Por eso se molesto tanto con la insistencia de las enfermeras, sobre todo por que ya había sido claro con lo que necesitaba.
-Solo ha sido el típico ataque de acromantula ... solo necesito Antídoto o pociones de curación ¡Los vendajes son innecesarios!
-Que tipica esa vergüenza, es propio de los enanos
-QUE NO SOY UN ENANO!
Y eso que fingir ser un enano o semienano, en realidad no era tan mala idea si lo piensas, pero bueno, ya estaba echo.
-Por cierto... Gracias caballero- dijo dirigiéndose a Jarkko con elegancia y modestia, ignorando como se había dirigido a gritos hacia las enfermeras- Gracias a usted estamos mucho mejor, puedo haber sido mucho peor.- Y entonces se recostó en su camilla de una forma un tanto... expresiva, por decirlo de algún modo, aparentemente ignorando la herida abierta, mientras dejaba de mirar a Jarkko para mirar a Savannah directamente- Por cierto, mi nombre es Noligma, es un placer conocerles caballeros, y Dama... su cara me resulta familiar ¿acaso fue a la fiesta en Uroboros? jaja... que coincidencia.- Si que recordaba a mas de una mujer de pelo blanco, y una de ellas le sonaba que era muy parecida a ella- ¿Podríais decirme que hacían para encontrarse con tantos.... hum... esto... problemas?
Normalmente Noligma estaría encantado con dejar que varias enfermeras, de dudosa belleza, le registraran el cuerpo, y curaran sus heridas, pero tenia una impresión que mantener, y si se desvelaba que era una extraña aberración de cuervo y mago, seria el hazmerreir de toda Uroboros, o en su defecto acabaría , Otra vez, en uno de esos circos de abominaciones divertidas para el publico.
Por eso se molesto tanto con la insistencia de las enfermeras, sobre todo por que ya había sido claro con lo que necesitaba.
-Solo ha sido el típico ataque de acromantula ... solo necesito Antídoto o pociones de curación ¡Los vendajes son innecesarios!
-Que tipica esa vergüenza, es propio de los enanos
-QUE NO SOY UN ENANO!
Y eso que fingir ser un enano o semienano, en realidad no era tan mala idea si lo piensas, pero bueno, ya estaba echo.
-Por cierto... Gracias caballero- dijo dirigiéndose a Jarkko con elegancia y modestia, ignorando como se había dirigido a gritos hacia las enfermeras- Gracias a usted estamos mucho mejor, puedo haber sido mucho peor.- Y entonces se recostó en su camilla de una forma un tanto... expresiva, por decirlo de algún modo, aparentemente ignorando la herida abierta, mientras dejaba de mirar a Jarkko para mirar a Savannah directamente- Por cierto, mi nombre es Noligma, es un placer conocerles caballeros, y Dama... su cara me resulta familiar ¿acaso fue a la fiesta en Uroboros? jaja... que coincidencia.- Si que recordaba a mas de una mujer de pelo blanco, y una de ellas le sonaba que era muy parecida a ella- ¿Podríais decirme que hacían para encontrarse con tantos.... hum... esto... problemas?
Dibujé una expresiva mueca de preocupación cuando Connor dijo que la isla estaba matándola. A que se refería...? Es decir, sí. El ataque en las calles del mercado, lo del dragon, el castillo y Wthyr, ahora las arañas...no parecía irle demasiado bien en Ouroboros. O se referia a que tenía que suprimir ese lado que a ellos les gustaba dejar libre, el mismo que yo enterraba?
Subí la mirada hacia los medimagos, que evidentemente quedaron algo perplejos por sus palabras.
- Es metafórico, no os lo toméis en serio. - Connor siempre había sido asi, metafórico.... luego mencionó a Ian, unido a la preocupación....era evidente que sí. Su hijo se debatía entre la vida y la muerte, y eso nos preocupaba a sus mas allegados. - Sí...quizá deba irse...
"debo hablar con él..."
Savannah volvió en sí, pero habló exclusivamente con el medimago. Al menos, tras esa noche, quedaría fuera de peligro. Solté un borrascoso suspiro por lo bajo y me retiré el pelo hacia atrás usando una mano, aunque dio lo mismo porque en seguida volví a tenerlo todo encima de la cara.
"Sí, tienen que irse"
Los gritos de Noligma no me habian pasado desapercibidos. Yo habia pensado que era un niño, pero no hablaba como tal, y tampoco era un enano. La verdad me daba lo mismo qué fuese. Cada cual teníamos nuestra historia y diferentes cicatrices. Hice un sonido que podría interpretarse como un hosco sonido de "no es nada", cuando me dio las gracias, desviando la mirada.
- Nada que agradecer. Llegué demasiado tarde, ya habíais terminado con las acromántulas practicamente. - escuché la pregunta dirigida a Savannah y la miré, yo tambien quería saber que hacían ahi rodeados de acromantulas. Al parecer Noligma los habia encontrado ya metidos en aquel lio. - Por lo que parece vais a pasar la noche aquí. Si necesitais algo...podeis avisar....de todos modos iba a pasar la noche en el hospital yo también.
En calidad de visitante, eso si. O acompañante?
Subí la mirada hacia los medimagos, que evidentemente quedaron algo perplejos por sus palabras.
- Es metafórico, no os lo toméis en serio. - Connor siempre había sido asi, metafórico.... luego mencionó a Ian, unido a la preocupación....era evidente que sí. Su hijo se debatía entre la vida y la muerte, y eso nos preocupaba a sus mas allegados. - Sí...quizá deba irse...
"debo hablar con él..."
Savannah volvió en sí, pero habló exclusivamente con el medimago. Al menos, tras esa noche, quedaría fuera de peligro. Solté un borrascoso suspiro por lo bajo y me retiré el pelo hacia atrás usando una mano, aunque dio lo mismo porque en seguida volví a tenerlo todo encima de la cara.
"Sí, tienen que irse"
Los gritos de Noligma no me habian pasado desapercibidos. Yo habia pensado que era un niño, pero no hablaba como tal, y tampoco era un enano. La verdad me daba lo mismo qué fuese. Cada cual teníamos nuestra historia y diferentes cicatrices. Hice un sonido que podría interpretarse como un hosco sonido de "no es nada", cuando me dio las gracias, desviando la mirada.
- Nada que agradecer. Llegué demasiado tarde, ya habíais terminado con las acromántulas practicamente. - escuché la pregunta dirigida a Savannah y la miré, yo tambien quería saber que hacían ahi rodeados de acromantulas. Al parecer Noligma los habia encontrado ya metidos en aquel lio. - Por lo que parece vais a pasar la noche aquí. Si necesitais algo...podeis avisar....de todos modos iba a pasar la noche en el hospital yo también.
En calidad de visitante, eso si. O acompañante?
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¿Cuándo había luna? ¿Cuánto tiempo tenía? ¿Debía volver a Llangoed? ¿Debía llevarse pociones? Quizás debió prestar más atención a las clases de Sofía, para aprender a hacerla. Se llevó una mano hacia los ojos para secarse las lágrimas que se le escapaban hasta las mejillas. La voz del otro…personaje dándole las gracias a Jarkko hizo que girara la cabeza hacia él -Sí, gracias- Murmuró al licántropo.
“Acabado, jah…Ellas... Ese bosque habría acabado conmigo”
Le recorrió el rostro con aquella máscara cuando se presentó y los espíritus se agitaron a su alrededor, de la misma forma en la que habían hecho con Khaled. Savannah bajó la vista hacia las sombras de Jarkko. ¿Ellas no lo percibían? ¿De qué estaban hechas? No volvió a mirarlo a los ojos. Estaba tan avergonzada…Una Alfa en el suelo. Si su manada la hubiese visto… -Soy Savannah y sí, fui a esa fiesta…Gracias por intervenir- Mencionó, olvidándose de cualquier protocolo o modales, no le apetecía ser amable, no le apetecía nada en realidad; y cuando ambos la miraron para preguntarle sobre las acromántulas apartó la cara para mirar el techo otra vez.
-El bosque está maldito y lo desperté. Lamento haberos puesto en peligro- Resumió y buscó con la mirada a la camilla del otro lado donde estaba Adramelech, tenía la piel cenicienta pese a que había resistido más que ella. Menuda Alfa… Menuda mierda. No podría llegarle nunca a los talones a Oren. ¿Cómo podía ser un Alfa si no se guiaba ni a sí misma? Después cayó en cuenta de algo y frunció el ceño. El patronus lo había enviado a Lorcan. No a él.
Escuchó a Jarkko sobre lo de pasar la noche en el hospital, volvió la vista hacia el techo -¿Qué le pasa a Ian?- La pregunta fue hecha con un tono monótono y cansado. No es que pudiera ayudarlo, no así…pero al menos quería saber.
“Acabado, jah…Ellas... Ese bosque habría acabado conmigo”
Le recorrió el rostro con aquella máscara cuando se presentó y los espíritus se agitaron a su alrededor, de la misma forma en la que habían hecho con Khaled. Savannah bajó la vista hacia las sombras de Jarkko. ¿Ellas no lo percibían? ¿De qué estaban hechas? No volvió a mirarlo a los ojos. Estaba tan avergonzada…Una Alfa en el suelo. Si su manada la hubiese visto… -Soy Savannah y sí, fui a esa fiesta…Gracias por intervenir- Mencionó, olvidándose de cualquier protocolo o modales, no le apetecía ser amable, no le apetecía nada en realidad; y cuando ambos la miraron para preguntarle sobre las acromántulas apartó la cara para mirar el techo otra vez.
-El bosque está maldito y lo desperté. Lamento haberos puesto en peligro- Resumió y buscó con la mirada a la camilla del otro lado donde estaba Adramelech, tenía la piel cenicienta pese a que había resistido más que ella. Menuda Alfa… Menuda mierda. No podría llegarle nunca a los talones a Oren. ¿Cómo podía ser un Alfa si no se guiaba ni a sí misma? Después cayó en cuenta de algo y frunció el ceño. El patronus lo había enviado a Lorcan. No a él.
Escuchó a Jarkko sobre lo de pasar la noche en el hospital, volvió la vista hacia el techo -¿Qué le pasa a Ian?- La pregunta fue hecha con un tono monótono y cansado. No es que pudiera ayudarlo, no así…pero al menos quería saber.
Noligma giro el rostro de una forma anormal, dándole aun mayor aspecto de pájaro o rapaz al pequeño individuo de pico aguileño.
-No os preocupéis, es imposible dar dos pasos por uroboros sin toparos con alguna antigua maldición... -Dijo enigmáticamente, mientras se volvía a recostar en la camilla como si esa fuera su habitación de hotel particular- la historia de esta isla es como un colador, parece consistente y la gravilla será contenida en su interior... pero el agua... el agua busca los pequeños recovecos. los agujeros son demasiados,, no se si me seguís ...
Vivir en un mundo con magos, era aceptar que vivirías en un mundo con secretos, y no habían mas magos que en Uroboros, era normal que fuera un lugar lleno de recovecos, misterios, maldiciones y en ocasiones, ataques de ocas en el lago. Pero eso ultimo no hay mago que lo resuelva, por que hay cosas de la naturaleza que la magia no debería intentar cambiar, pero eso ya es otro tema.
-Ho, no te preocupes... Desconocido B- Le dijo Noligma a Jarkko antes de hacer un fingido saludo militar.-Yo estaré de guardia, tooooooooda la noche, protegiéndola claro, podéis confiar en mí.
Bueno, todo lo que se pueda confiar en un desconocido, que al menos tenia la dignidad de presentarse, a veces empezaba a pensar que la gente lo consideraba un monigote que le encantaba escuchar su propia voz ¿Cuántas veces tendría que presentarse ese día hasta que alguien pillara la indirecta? ¿O es que se había topado con el grupo mas "ilegal" que podía haber que ni sus nombres querían dar?
-Savannah, tuvisteis suerte que estuviera buscando "cotos de caza" de no haber sido así, es posible que nunca hubiera encontrado una belleza como la vuestra... y que os hubieran comido, lo cual seria un desperdicio, y incluso... vuestro amigo... tenia cierta habilidad lanzando rayos.
-No os preocupéis, es imposible dar dos pasos por uroboros sin toparos con alguna antigua maldición... -Dijo enigmáticamente, mientras se volvía a recostar en la camilla como si esa fuera su habitación de hotel particular- la historia de esta isla es como un colador, parece consistente y la gravilla será contenida en su interior... pero el agua... el agua busca los pequeños recovecos. los agujeros son demasiados,, no se si me seguís ...
Vivir en un mundo con magos, era aceptar que vivirías en un mundo con secretos, y no habían mas magos que en Uroboros, era normal que fuera un lugar lleno de recovecos, misterios, maldiciones y en ocasiones, ataques de ocas en el lago. Pero eso ultimo no hay mago que lo resuelva, por que hay cosas de la naturaleza que la magia no debería intentar cambiar, pero eso ya es otro tema.
-Ho, no te preocupes... Desconocido B- Le dijo Noligma a Jarkko antes de hacer un fingido saludo militar.-Yo estaré de guardia, tooooooooda la noche, protegiéndola claro, podéis confiar en mí.
Bueno, todo lo que se pueda confiar en un desconocido, que al menos tenia la dignidad de presentarse, a veces empezaba a pensar que la gente lo consideraba un monigote que le encantaba escuchar su propia voz ¿Cuántas veces tendría que presentarse ese día hasta que alguien pillara la indirecta? ¿O es que se había topado con el grupo mas "ilegal" que podía haber que ni sus nombres querían dar?
-Savannah, tuvisteis suerte que estuviera buscando "cotos de caza" de no haber sido así, es posible que nunca hubiera encontrado una belleza como la vuestra... y que os hubieran comido, lo cual seria un desperdicio, y incluso... vuestro amigo... tenia cierta habilidad lanzando rayos.
No me pasó desapercibido para nada el gesto de Savannah de limpiarse sus lágrimas. Me crucé de brazos, incómodo, porque demasiado bien sabía como debía sentirse. Lo sabía porque había visto cómo peleaba con su padre para ser guerrera, y como le tocó tomar otro camino. Pero ella lo deseaba, y me imaginé lo mal que debía sentirse al fracasar en una batalla fisica con enemigos como las acromántulas...porque a mi me habia pasado muchisimas veces. Nunca era el más fuerte en nada.
- Parece que sabes bastante de Ouroboros. - le dije a Noligma, sintiendo de pronto algo antinatural en él, algo que me dio una especie de escalofrio. Quizá fue su modo de moverse, o la certeza de algo más profundo, algo en su olor. Mi ceño se frunció al examinarlo brevemente. - Llámame Jarkko. - le dije a Noligma, ya que él se había presentado hice lo propio. Acabé sonriendole un poco y asintiendo por su promesa de proteger a Savannah.
Miré de nuevo a Savannah, que se interesó por Ian como era de esperar.
- Es su hijo, está ingresado en UCI por...una especie de maldicion relacionada con los Pendragon y los Le Fay. Su mujer ha tenido que separarse de él y unirse a los Pendragon para arreglarlo. Está hecho polvo, te lo puedes imaginar. Y quizá tambien esté en peligro de aqui en adelante. Si pudiera....los abriría en canal a todos ellos. - dije de modo visceral y muy repentino, un cambio subito en mi expresion mientras me referia a esos Pendragon. Me costó controlar aquello y gruñi sacuidiendo la cabeza antes de seguir hablando. - ¿Coto de caza? Qué cazabas?
Cambie de tema subitamente mirando a Noligma, aun de brazos cruzados. Los sanitarios empezaron a disponerse para trasladar a los tres a la sala de ingresos.
- Parece que sabes bastante de Ouroboros. - le dije a Noligma, sintiendo de pronto algo antinatural en él, algo que me dio una especie de escalofrio. Quizá fue su modo de moverse, o la certeza de algo más profundo, algo en su olor. Mi ceño se frunció al examinarlo brevemente. - Llámame Jarkko. - le dije a Noligma, ya que él se había presentado hice lo propio. Acabé sonriendole un poco y asintiendo por su promesa de proteger a Savannah.
Miré de nuevo a Savannah, que se interesó por Ian como era de esperar.
- Es su hijo, está ingresado en UCI por...una especie de maldicion relacionada con los Pendragon y los Le Fay. Su mujer ha tenido que separarse de él y unirse a los Pendragon para arreglarlo. Está hecho polvo, te lo puedes imaginar. Y quizá tambien esté en peligro de aqui en adelante. Si pudiera....los abriría en canal a todos ellos. - dije de modo visceral y muy repentino, un cambio subito en mi expresion mientras me referia a esos Pendragon. Me costó controlar aquello y gruñi sacuidiendo la cabeza antes de seguir hablando. - ¿Coto de caza? Qué cazabas?
Cambie de tema subitamente mirando a Noligma, aun de brazos cruzados. Los sanitarios empezaron a disponerse para trasladar a los tres a la sala de ingresos.
Savannah
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Nacionalidad
Lo que mencionó el ¿hombre? ¿Olía a hombre? Savannah sintió un escalofrío cuando lo vio girar la cabeza de esa manera. Quería alejarse de ahí, quería irse de ahí -Te sigo y, sinceramente, no me importa. Mañana me iré de esta isla- Advirtió con un tono cada vez más determinado. La idea simplemente se asentaba en su cabeza y se iba haciendo con ella.
La peliblanca miró de nuevo a Noligma cuando dijo que se podía confiar en él y entonces algo del rencor que mantenía bien atado se soltó -Y también se podía confiar en los Descendientes ¿No?- Decidió apartar la vista mientras el corazón se le alteraba. Se suponía que Altaïr debía representarlos, protegerlos, ayudarlos y entrenarlos. Pero nada, ella había tenido que asumir. Había sido “la elección” para ser Alfa. Bien claro se lo había dejado Kiana. Ella no se había ganado nada, se lo habían dado, como un premio de consolación para el clan.
Escuchó aquello sobre Ian y tuvo que girar la cabeza hacia Jarkko finalmente mirándolo a los ojos -Ve con él- Estaba claro que Ian lo necesitaba más. Aquel pensamiento le hizo fruncir el ceño. Es decir, ella no lo necesitaba -Dile que mañana el clan se va de Ouroboros y que sois bienvenidos a seguirnos. Les brindaremos protección- Aquella palabra se le hacía tan vacía. Tan vacía que sintió que se le humedecía la mirada otra vez así que la apartó de Jarkko para ver de nuevo a Noligma.
La sonrisa que dibujó sus labios cuando la llamó una “belleza” fue breve para luego negar con la cabeza. En otro momento, quizás habría respondido -Suerte, destino, karma. Llámalo como quieras, Noligma- Observó hacia Adramelech cuando lo mencionó, empezaron a llevárselo y deseo tener más tiempo para ayudarlo, pero se le había acabado. Inspiró lentamente, no muy profundo, los olores le estaban causando mucho estrés.
-¿Sav?- La voz de Marissa le llegó en la distancia y con ella olores familiares. Sintió que quería llorar con más fuerza pero se contuvo. Alzó suavemente la cabeza y se obligó a sonreír para verla -Estoy bien, pasaré la noche aquí. No fue nada- Le quitó importancia, no quería preocuparlos de más -Ve a la cabaña y avísale al clan que nos vamos. Todos- La presencia de Lorcan, apartando a Marisa para verla, no minó su determinación -Dijiste que podíamos quedarnos- Savannah tensó la mandíbula y su mirada se endureció -He cambiado de opinión. Nos vamos todos. Despediros de Ouroboros- Lorcan le mantuvo la mirada durante un largo rato y después alzó los ojos hacia Jarkko. Conocía a su alfa…Lo suficiente para saber que estaba escondiendo algo -¿Qué pasó?- La peliblanca intentó precariamente levantar su cuerpo sobre sus codos, aunque lo logró robó toda su energía - Sométete- La voz fue baja, tranquila, pero aún así mucho más potente de lo que se esperaba de ella. Los ojos de Lorcan se dispararon hacia ella y Savannah mantuvo su mirada de oro sobre él. Una batalla silenciosa. Larga y tediosa. Lorcan podría retarla en ese momento, quitarle su puesto y ordenar el clan como quisiera. Él lo sabía, porque podría acabarla en un par de movimientos. Savannah lo sabía porque era una horrorosa alfa y guerrera -Ahora- Ladró y su Beta empezó a arrodillarse lentamente, sin apartar su mirada de ella. Savannah esperó hasta que la cabeza de Lorcan bajó doblegándose ante ella -Id a la cabaña y organizar al clan. Mañana al amanecer nos vamos a las ruinas de Llangoed. El que decida quedarse puede considerarse miembro del clan de Altaïr- Les daría la libertad, no quería problemas -Iros- Ordenó y mantuvo la posición hasta que Marissa y Lorcan desaparecieron. Con el rostro tirante, Savannah volvió a acostarse y vio a los sanitarios que finalmente movían su camilla.
La peliblanca miró de nuevo a Noligma cuando dijo que se podía confiar en él y entonces algo del rencor que mantenía bien atado se soltó -Y también se podía confiar en los Descendientes ¿No?- Decidió apartar la vista mientras el corazón se le alteraba. Se suponía que Altaïr debía representarlos, protegerlos, ayudarlos y entrenarlos. Pero nada, ella había tenido que asumir. Había sido “la elección” para ser Alfa. Bien claro se lo había dejado Kiana. Ella no se había ganado nada, se lo habían dado, como un premio de consolación para el clan.
Escuchó aquello sobre Ian y tuvo que girar la cabeza hacia Jarkko finalmente mirándolo a los ojos -Ve con él- Estaba claro que Ian lo necesitaba más. Aquel pensamiento le hizo fruncir el ceño. Es decir, ella no lo necesitaba -Dile que mañana el clan se va de Ouroboros y que sois bienvenidos a seguirnos. Les brindaremos protección- Aquella palabra se le hacía tan vacía. Tan vacía que sintió que se le humedecía la mirada otra vez así que la apartó de Jarkko para ver de nuevo a Noligma.
La sonrisa que dibujó sus labios cuando la llamó una “belleza” fue breve para luego negar con la cabeza. En otro momento, quizás habría respondido -Suerte, destino, karma. Llámalo como quieras, Noligma- Observó hacia Adramelech cuando lo mencionó, empezaron a llevárselo y deseo tener más tiempo para ayudarlo, pero se le había acabado. Inspiró lentamente, no muy profundo, los olores le estaban causando mucho estrés.
-¿Sav?- La voz de Marissa le llegó en la distancia y con ella olores familiares. Sintió que quería llorar con más fuerza pero se contuvo. Alzó suavemente la cabeza y se obligó a sonreír para verla -Estoy bien, pasaré la noche aquí. No fue nada- Le quitó importancia, no quería preocuparlos de más -Ve a la cabaña y avísale al clan que nos vamos. Todos- La presencia de Lorcan, apartando a Marisa para verla, no minó su determinación -Dijiste que podíamos quedarnos- Savannah tensó la mandíbula y su mirada se endureció -He cambiado de opinión. Nos vamos todos. Despediros de Ouroboros- Lorcan le mantuvo la mirada durante un largo rato y después alzó los ojos hacia Jarkko. Conocía a su alfa…Lo suficiente para saber que estaba escondiendo algo -¿Qué pasó?- La peliblanca intentó precariamente levantar su cuerpo sobre sus codos, aunque lo logró robó toda su energía - Sométete- La voz fue baja, tranquila, pero aún así mucho más potente de lo que se esperaba de ella. Los ojos de Lorcan se dispararon hacia ella y Savannah mantuvo su mirada de oro sobre él. Una batalla silenciosa. Larga y tediosa. Lorcan podría retarla en ese momento, quitarle su puesto y ordenar el clan como quisiera. Él lo sabía, porque podría acabarla en un par de movimientos. Savannah lo sabía porque era una horrorosa alfa y guerrera -Ahora- Ladró y su Beta empezó a arrodillarse lentamente, sin apartar su mirada de ella. Savannah esperó hasta que la cabeza de Lorcan bajó doblegándose ante ella -Id a la cabaña y organizar al clan. Mañana al amanecer nos vamos a las ruinas de Llangoed. El que decida quedarse puede considerarse miembro del clan de Altaïr- Les daría la libertad, no quería problemas -Iros- Ordenó y mantuvo la posición hasta que Marissa y Lorcan desaparecieron. Con el rostro tirante, Savannah volvió a acostarse y vio a los sanitarios que finalmente movían su camilla.
Noligma callo al oír hablar de los Pendragons ¿estarían estos relacionados con las políticas de Uroboros? ¿o pertenecían a algún otro bando? ¿Quién era Ian? ¿Y por que su hijo estaba relacionado con los Pendragon? Por que había que tener cojones para meterse con los descendientes de Morgana, no es que nadie pudiera decir que las maldiciones de la isla pertenecían a gente con este apellido, pero los susurros corren por toda la isla, los rumores son solo rumores, pero las mentiras plantadas, tienden a crecer y convertirse en verdades aunque nunca lo fueran.
Lo único que Sabia Noligma con seguridad, es que según se dice la actual Le Fay, es una antipática.
-¿Suerte, destino, karma?... ¡chorradas! no se equivoque, no digo que no existan, pero dejar que "el destino" llegue a ti... es como esperar sentado a la muerte- Dijo Noligma sentándose nuevamente al borde de la cama mientras observaba mejor a aquellos individuos, había algo "extraño" en lo que decían, hablando de "clan" y esas cosas- El destino debe ser cogido y manipulado, asegurándote el resultado que deseas, incluso aunque no lo consigas, nunca será una mala inversión aspirar a conseguir tus objetivos, ese es mi lema... bueno, uno de tantos.
Cuando Jarkko pregunto
- ¿Coto de caza? Qué cazabas?
Noligma ladeo la cabeza, mirando a Jarkko como si lo mirara por primera vez.
-¡Nonono! ¿tengo acaso pinta de cazador? - no era muy fuerte, pero nada le impediría volver a donde ocurrió la pelea a buscar los cuerpos de las acromantulas, que si había suerte aun seguirían ahí, para extraerles su veneno, que era muy cotizado por pocionistas-Lo que buscaba era "cotos de caza" para que otros cacen, fue una petición de unos Lobos, nada importante.
Parecía que Savannah tenia mucha prisa por irse de la isla ¡MALDICIÓN! ... Tenia pensado "cobrarle" de alguna forma por su "ayuda desinteresada" con las acromantulas ¿o es que pensaban que iba a ayudar a unos desconocidos sin esperar ganar algo, no obstante habría preferido que fueran ellos quienes se hubieran ofrecido humildemente "algo" como compensación.
Pero si se iban tan pronto, ni tiempo tendría de ir "insinuando" o "convenciendo" de que tal vez tuvieran que pagarle algo por las molestias.
No obstante, por su forma de hablar y de las cosas que Decian, Noligma empezaba a pensar que estaba hablando con los dirigentes de algún pueblo o algo, hasta que finalmente comprendió, de que se trataba, esa forma de dirigirse a otros, sometete, el clan, que una sola persona tome las decisiones, con una autoridad tan "fuerte".
(Una manada de hombres Lobo? es raro, Savanna no me dio la impresión de que fuera autoritaria, pero ahora actúa como toda una Alpha)- era raro, imaginarse que esa chica refugiada en lo alto de un árbol de unas acromantulas fuera la fuerte dirigente de una manada Lupina, pero cosas mas raras se han visto en este mundo, como pollos magicos chantajeadores- (sera la misma manada para la que estoy trabajando? no lo se... mejor no me arriesgo... en cualquier caso, que la alfa de una manada de hombres lobo, me deba una... es una recompensa muy interesante.)
Ello naturalmente requeriría saber algo mas de información, pero con su nombre y sabiendo que era una mujer lobo Alpha, debería ser suficiente ... ¿Cuántas mujeres Alphas hay en el mundo? ¿2? ¿3? no debería ser difícil obtener información, y si no... siempre podría recurrir a fuentes infernales de información.
-Pues Vaya... permítame en nombre de todos los Oroborenses- aunque realmente no vivo aquí- Pedirles disculpas por todo lo sucedido, ojala mis compatriotas magos y Descendientes aprendieran el mínimo de decencia que se merecen nuestros honorables invitados.
Cuando Noligma se consideraba un maestro del pico de oro, es por que lo era.
Lo único que Sabia Noligma con seguridad, es que según se dice la actual Le Fay, es una antipática.
-¿Suerte, destino, karma?... ¡chorradas! no se equivoque, no digo que no existan, pero dejar que "el destino" llegue a ti... es como esperar sentado a la muerte- Dijo Noligma sentándose nuevamente al borde de la cama mientras observaba mejor a aquellos individuos, había algo "extraño" en lo que decían, hablando de "clan" y esas cosas- El destino debe ser cogido y manipulado, asegurándote el resultado que deseas, incluso aunque no lo consigas, nunca será una mala inversión aspirar a conseguir tus objetivos, ese es mi lema... bueno, uno de tantos.
Cuando Jarkko pregunto
- ¿Coto de caza? Qué cazabas?
Noligma ladeo la cabeza, mirando a Jarkko como si lo mirara por primera vez.
-¡Nonono! ¿tengo acaso pinta de cazador? - no era muy fuerte, pero nada le impediría volver a donde ocurrió la pelea a buscar los cuerpos de las acromantulas, que si había suerte aun seguirían ahí, para extraerles su veneno, que era muy cotizado por pocionistas-Lo que buscaba era "cotos de caza" para que otros cacen, fue una petición de unos Lobos, nada importante.
Parecía que Savannah tenia mucha prisa por irse de la isla ¡MALDICIÓN! ... Tenia pensado "cobrarle" de alguna forma por su "ayuda desinteresada" con las acromantulas ¿o es que pensaban que iba a ayudar a unos desconocidos sin esperar ganar algo, no obstante habría preferido que fueran ellos quienes se hubieran ofrecido humildemente "algo" como compensación.
Pero si se iban tan pronto, ni tiempo tendría de ir "insinuando" o "convenciendo" de que tal vez tuvieran que pagarle algo por las molestias.
No obstante, por su forma de hablar y de las cosas que Decian, Noligma empezaba a pensar que estaba hablando con los dirigentes de algún pueblo o algo, hasta que finalmente comprendió, de que se trataba, esa forma de dirigirse a otros, sometete, el clan, que una sola persona tome las decisiones, con una autoridad tan "fuerte".
(Una manada de hombres Lobo? es raro, Savanna no me dio la impresión de que fuera autoritaria, pero ahora actúa como toda una Alpha)- era raro, imaginarse que esa chica refugiada en lo alto de un árbol de unas acromantulas fuera la fuerte dirigente de una manada Lupina, pero cosas mas raras se han visto en este mundo, como pollos magicos chantajeadores- (sera la misma manada para la que estoy trabajando? no lo se... mejor no me arriesgo... en cualquier caso, que la alfa de una manada de hombres lobo, me deba una... es una recompensa muy interesante.)
Ello naturalmente requeriría saber algo mas de información, pero con su nombre y sabiendo que era una mujer lobo Alpha, debería ser suficiente ... ¿Cuántas mujeres Alphas hay en el mundo? ¿2? ¿3? no debería ser difícil obtener información, y si no... siempre podría recurrir a fuentes infernales de información.
-Pues Vaya... permítame en nombre de todos los Oroborenses- aunque realmente no vivo aquí- Pedirles disculpas por todo lo sucedido, ojala mis compatriotas magos y Descendientes aprendieran el mínimo de decencia que se merecen nuestros honorables invitados.
Cuando Noligma se consideraba un maestro del pico de oro, es por que lo era.
Soñé con desagradables arañas corriendo mientras estaba tendido en la camilla del hospital. Incluso podía notar el desagradable hormigueo por todo el cuerpo, aunque no podía despertar ni moverme todavía. Con el antídoto en vena pude ir espabilando poco a poco, escuchando el murmullo de las voces de fondo. Algunas me sonaban, como la de la chica licántropo que había venido a visitarme, o la del hombrecillo que vino después a ayudar. Me quedé mirando al techo un rato cuando pude abrir los ojos, soltando el aire lentamente por la nariz de modo resignado. Otra vez en el hospital, por culpa de mordeduras de bichos.
- Qué vergüenza...casi palmamos por unas acromántulas. - me incorporé despacio, llevándome una mano a la cabeza. Después miré alrededor, localizando a mis acompañantes de "aventura". Me fijé en Jarkko, lo recordaba por llegar al final. - Bueeno...pues estamos enteros. Supongo que tú salvaste la situación al final. Gracias. - luego me senté en el borde de la camilla, tomándome un poco más de rato antes de moverme. Seguro que habían pasado horas y no quería llegar tarde a la torre para hacer el traslado desde la isla.
- No te lo tomes a mal, Savannah, pero... creo que estar cerca de licántropos sólo me ha traído problemas hasta el momento, como con Altaïr. Todo esto sucedió cuando viniste a buscarme. Por ahora prefiero no transformarme ni saber nada del tema, pero agradezco que lo hicieses con buena intención. - terminé en tono de disculpa, para que no me malinterpretase. Después pedí a una enfermera que me diese el alta voluntaria, ya descansaría en casa. De paso pedí también que me diese unas cuantas matalobos para las siguientes lunas. Mientras lo preparaba me dediqué a hablar un poco más con ellos.
- Noligma, ¿verdad? le hablaré de ti a mi abuelo Khaled y a mi hermano Astaroth. Ellos también son nigromantes, así que tal vez queráis intercambiar conocimientos mágicos. Nunca antes había visto el tipo de magia que haces. Por cierto, creo que no me presenté con todo el jaleo...me llamo Adramelech. - extendí la mano hacia él para estrecharla brevemente, quisiera o no. Luego regresé a mi camilla, esperando a que me quitasen la vía del antídoto que ya se había acabado. Cuando estuvo listo me despedí de ellos con un 'hasta luego', porque seguro que me los volvería a encontrar en algún momento. Finalmente salí del hospital, usando la estatuilla del grifo que llevaba en el bolsillo para conjurar una montura que me llevase hasta la torre.
- Qué vergüenza...casi palmamos por unas acromántulas. - me incorporé despacio, llevándome una mano a la cabeza. Después miré alrededor, localizando a mis acompañantes de "aventura". Me fijé en Jarkko, lo recordaba por llegar al final. - Bueeno...pues estamos enteros. Supongo que tú salvaste la situación al final. Gracias. - luego me senté en el borde de la camilla, tomándome un poco más de rato antes de moverme. Seguro que habían pasado horas y no quería llegar tarde a la torre para hacer el traslado desde la isla.
- No te lo tomes a mal, Savannah, pero... creo que estar cerca de licántropos sólo me ha traído problemas hasta el momento, como con Altaïr. Todo esto sucedió cuando viniste a buscarme. Por ahora prefiero no transformarme ni saber nada del tema, pero agradezco que lo hicieses con buena intención. - terminé en tono de disculpa, para que no me malinterpretase. Después pedí a una enfermera que me diese el alta voluntaria, ya descansaría en casa. De paso pedí también que me diese unas cuantas matalobos para las siguientes lunas. Mientras lo preparaba me dediqué a hablar un poco más con ellos.
- Noligma, ¿verdad? le hablaré de ti a mi abuelo Khaled y a mi hermano Astaroth. Ellos también son nigromantes, así que tal vez queráis intercambiar conocimientos mágicos. Nunca antes había visto el tipo de magia que haces. Por cierto, creo que no me presenté con todo el jaleo...me llamo Adramelech. - extendí la mano hacia él para estrecharla brevemente, quisiera o no. Luego regresé a mi camilla, esperando a que me quitasen la vía del antídoto que ya se había acabado. Cuando estuvo listo me despedí de ellos con un 'hasta luego', porque seguro que me los volvería a encontrar en algún momento. Finalmente salí del hospital, usando la estatuilla del grifo que llevaba en el bolsillo para conjurar una montura que me llevase hasta la torre.
-No, me lo llevo en el regazo.- Respondo a la pregunta de si quiero bolsa. -Anteia Malfoy dijo que me quedara aquí, habla con ella.- Es todo lo que le digo al charlatán de la sala de comida fría mientras encuentro el origen del olor dulce en la heladera; se trata de una gran barra de chocolate que agarro para comenzar a comerla. Entonces un tercero me lleva por los pasillos del hospital pero su determinación merma cuando le hago pensar en lo disgustado que estaría Altaïr si se enterara que por su culpa no estaba en el hospital en el que el licántropo había acondicionado una habitación privada exclusivamente para mí. No me gusta estar encerrada aquí, pero es lo que debo hacer por mi clan. El sujeto no quiere arriesgarse a que lo acusen de ser el responsable de que pierda el embarazo así que me deja en mi habitación y se va.
Me como la barra de chocolate y, después de un tiempo, vuelvo a sentirme aburrida así que vuelvo a salir aún sujeta a la silla de ruedas y recorro los pasillos tranquilamente. Debajo de la bata de hospital llevo la cota de mithril porque me siento más cómoda usándola, en la silla de ruedas a la que me sujetaron para que no me ponga de pié guardo dos cuchillos, una daga, un puño americano, una piedra verde y una poción matalobos. La lanza es lo único que dejo en la habitación porque no hay forma de esconderla en la silla de ruedas. Avanzo por los pasillos de penetrante olor a desinfectante, de vez en cuando acariciando con el pulgar la piedra color turquesa pensativa, me ayuda a enfocarme. Sigue rondando en mi cabeza lo que me dijo Anteia sobre la etiqueta y el protocolo cuando de pronto percibo aromas conocidos así que me dirijo a su encuentro.
Encuentro a Noligma en una camilla acompañado por un hombre con un brazo muy extraño. Al acercarme más, detecto el inconfundible olor a licántropo y noto que su mano es igual de extraña que su brazo contrario. Me fijo en Noligma que está sentado. -¿Qué pasó?- Espero enterarme de las novedades. -¿Qué es eso?- Le pregunto al licántropo del brazo y la mano raros señalando eso mismo.
Me como la barra de chocolate y, después de un tiempo, vuelvo a sentirme aburrida así que vuelvo a salir aún sujeta a la silla de ruedas y recorro los pasillos tranquilamente. Debajo de la bata de hospital llevo la cota de mithril porque me siento más cómoda usándola, en la silla de ruedas a la que me sujetaron para que no me ponga de pié guardo dos cuchillos, una daga, un puño americano, una piedra verde y una poción matalobos. La lanza es lo único que dejo en la habitación porque no hay forma de esconderla en la silla de ruedas. Avanzo por los pasillos de penetrante olor a desinfectante, de vez en cuando acariciando con el pulgar la piedra color turquesa pensativa, me ayuda a enfocarme. Sigue rondando en mi cabeza lo que me dijo Anteia sobre la etiqueta y el protocolo cuando de pronto percibo aromas conocidos así que me dirijo a su encuentro.
Encuentro a Noligma en una camilla acompañado por un hombre con un brazo muy extraño. Al acercarme más, detecto el inconfundible olor a licántropo y noto que su mano es igual de extraña que su brazo contrario. Me fijo en Noligma que está sentado. -¿Qué pasó?- Espero enterarme de las novedades. -¿Qué es eso?- Le pregunto al licántropo del brazo y la mano raros señalando eso mismo.
Noligma se sobresalto en su camilla cuando oyó una voz muy conocida, que le hablaba desde la entrada, y cuando miro sus temores se hicieron realidad, se trataba de la cliente, era terriblemente dañino para su reputación como comerciante, benefactor timador, buscador de objetos mágicos y cazatesoros, encargado de baludaque/espiritista consumado, diabolista y nigromante, que se lo encontrara "bagueando" en un hospital.
Si, ese tipo de errores costaban caro, destrozando una buena reputación creada con esmero y dedicación a la autocausa del beneficio propio, y las heridas que podían dejar una reputación dañada te podrían obligar a cambiar el nombre y de región, ya le paso una vez en Mexico, no podía volver a consentir que aquella catástrofe se volviera a ocurrir... Por eso ya no podía usar nunca mas el nombre de "Jorge Roberto Ricardo de la Buena Nochecita" Y eso que le gustaba aquel sombrero de la región, la chalupa y el frondoso bigote postizo.
-¡Lady Kiana!- saludo emotivamente intentando ocultar su nerviosismo y el miedo que generaba aquel sudor frio que le ponía las plumas de piel de gallina... he, literalmente.-¡Que agradable sorpresa! ¡Que casualidad que el destino nos haya reunido así!
En realidad era totalmente obvio si sabias que estaba de parto, algo que debió tener en cuenta en cuanto entro al hospital. Que tonto era a veces. Seguía cometiendo errores de 1º de mercenaria, nunca coincidas con tu contratista a menos que tengas noticias sobre el trabajo. Por suerte... tenia algo.
-estaba inspeccionando unos terrenos de caza... hum... ¡impresionantes! ¡Tiene hasta torre y todo! eso si, esta plagado de acromantulas gigantes asesinas, pero entiendo, que ese es el punto de hacer partidas de caza ¿no?- dijo mientras se masajeaba las manos, pensando ya en las videoconsolas retro que se iba a agenciar.- ¡AH! ese caballero me ayudo a salvar a esta joven dama de las garras de aquellos horribles y monstruosos seres, él es Jarkko, la Damisela es Savannah, les presento a Kiana ¡Líder de una manada de hombres lobo!... bueno, y al desconocido que nos ayudo.
Justo entonces Adramelech decidió que era buena idea presentarse y hacerle mención de sus parientes nigrománticos ... ¡¿Entonces por que se molesto tanto mirando a Steve?! bueno, cosas que no vienen al caso.
-¡Adra, encantado, seria un honor conocer a sus conocidos sobre la materia... peeero, yo si eso, debo marchar, aun tengo mas terreno que inspeccionar ¡un placer conocerlos a todos!
Y Noligma agarro su bastón y empezó a huir de la sala aun a medio vendar.
-¡HHHEEEEEEE! ¡no puede salir así! ¡Aun esta herido!
Grito una enfermera que salió corriendo detrás de él, mientras podía oírse de fondo.
-¡JAMAS ME ATRAPAREIS CON VIDA!
Si, ese tipo de errores costaban caro, destrozando una buena reputación creada con esmero y dedicación a la autocausa del beneficio propio, y las heridas que podían dejar una reputación dañada te podrían obligar a cambiar el nombre y de región, ya le paso una vez en Mexico, no podía volver a consentir que aquella catástrofe se volviera a ocurrir... Por eso ya no podía usar nunca mas el nombre de "Jorge Roberto Ricardo de la Buena Nochecita" Y eso que le gustaba aquel sombrero de la región, la chalupa y el frondoso bigote postizo.
-¡Lady Kiana!- saludo emotivamente intentando ocultar su nerviosismo y el miedo que generaba aquel sudor frio que le ponía las plumas de piel de gallina... he, literalmente.-¡Que agradable sorpresa! ¡Que casualidad que el destino nos haya reunido así!
En realidad era totalmente obvio si sabias que estaba de parto, algo que debió tener en cuenta en cuanto entro al hospital. Que tonto era a veces. Seguía cometiendo errores de 1º de mercenaria, nunca coincidas con tu contratista a menos que tengas noticias sobre el trabajo. Por suerte... tenia algo.
-estaba inspeccionando unos terrenos de caza... hum... ¡impresionantes! ¡Tiene hasta torre y todo! eso si, esta plagado de acromantulas gigantes asesinas, pero entiendo, que ese es el punto de hacer partidas de caza ¿no?- dijo mientras se masajeaba las manos, pensando ya en las videoconsolas retro que se iba a agenciar.- ¡AH! ese caballero me ayudo a salvar a esta joven dama de las garras de aquellos horribles y monstruosos seres, él es Jarkko, la Damisela es Savannah, les presento a Kiana ¡Líder de una manada de hombres lobo!... bueno, y al desconocido que nos ayudo.
Justo entonces Adramelech decidió que era buena idea presentarse y hacerle mención de sus parientes nigrománticos ... ¡¿Entonces por que se molesto tanto mirando a Steve?! bueno, cosas que no vienen al caso.
-¡Adra, encantado, seria un honor conocer a sus conocidos sobre la materia... peeero, yo si eso, debo marchar, aun tengo mas terreno que inspeccionar ¡un placer conocerlos a todos!
Y Noligma agarro su bastón y empezó a huir de la sala aun a medio vendar.
-¡HHHEEEEEEE! ¡no puede salir así! ¡Aun esta herido!
Grito una enfermera que salió corriendo detrás de él, mientras podía oírse de fondo.
-¡JAMAS ME ATRAPAREIS CON VIDA!
- Se lo diré a Ian. - aunque conociéndolo, no iba a querer retirarse del terreno....pero debia hacerlo. Temía por él, a decir verdad.
"Pero mañana....mañana es muy pronto"
Yo no sabia que haría, estaba demasiado....confuso, y no sabia para donde tirar a decir verdad. A continuacion llegó el clan de Savannah, y me sorprendió lo firme que se puso ella con eso de que se iban TODOS, por qué todos ahora de pronto? Los habian que tenian una vida recien hecha en la isla...no iban a estar de acuerdo.
Y pude ver el desafío en los ojos de Lorcan. Él me cuestionó a mi con la mirada por la actitud de su alpha, y yo me limité a responderle alzando mis hombros. Que la isla estaba maldita, decía. Si así era, yo también lo estaba, en fin, un monton de gente lo estaba....como que ya no era una novedad.
Tras unos tensos instantes, los despachó.
- Ten cuidado, Savannah. - le dije antes de que se la llevaran de alli los medimagos, para ingresarla en una habitacion donde pasaría la noche antes de irse al dia siguiente. Adramelech también había sido despachado, por lo visto era un lobo recien convertido y no queria saber nada de licantropos. La verdad? No lo culpaba, casi lo entendía demasiado bien.
Tras eso llegó Kiana, no la conocía personalmente pero por su olor supe que era licántropo, y algo habíamos oido todos sobre la lider de los Luna Roja. Unos licántropos desbocados, que se creian en posesion de una especie de don o algo asi y no una maldicion, pero que por lo menos no intentaban ocultar la naturaleza salvaje y brutal del licántropo bajo otras cosas. Se dirigió a Noligma, y a mi, pero yo me sentía bastante fuera de lugar. Y aunque traté de ser educado me incomodó que me preguntase de golpe y le respondí con un gruñido quedo y el ceño fruncido.
- No te importa.
No tardé nada en irme yo tambien de alli, no quería tener nada que ver con otra líder de otro clan, ni mucho menos el de los Luna Roja.
"Pero mañana....mañana es muy pronto"
Yo no sabia que haría, estaba demasiado....confuso, y no sabia para donde tirar a decir verdad. A continuacion llegó el clan de Savannah, y me sorprendió lo firme que se puso ella con eso de que se iban TODOS, por qué todos ahora de pronto? Los habian que tenian una vida recien hecha en la isla...no iban a estar de acuerdo.
Y pude ver el desafío en los ojos de Lorcan. Él me cuestionó a mi con la mirada por la actitud de su alpha, y yo me limité a responderle alzando mis hombros. Que la isla estaba maldita, decía. Si así era, yo también lo estaba, en fin, un monton de gente lo estaba....como que ya no era una novedad.
Tras unos tensos instantes, los despachó.
- Ten cuidado, Savannah. - le dije antes de que se la llevaran de alli los medimagos, para ingresarla en una habitacion donde pasaría la noche antes de irse al dia siguiente. Adramelech también había sido despachado, por lo visto era un lobo recien convertido y no queria saber nada de licantropos. La verdad? No lo culpaba, casi lo entendía demasiado bien.
Tras eso llegó Kiana, no la conocía personalmente pero por su olor supe que era licántropo, y algo habíamos oido todos sobre la lider de los Luna Roja. Unos licántropos desbocados, que se creian en posesion de una especie de don o algo asi y no una maldicion, pero que por lo menos no intentaban ocultar la naturaleza salvaje y brutal del licántropo bajo otras cosas. Se dirigió a Noligma, y a mi, pero yo me sentía bastante fuera de lugar. Y aunque traté de ser educado me incomodó que me preguntase de golpe y le respondí con un gruñido quedo y el ceño fruncido.
- No te importa.
No tardé nada en irme yo tambien de alli, no quería tener nada que ver con otra líder de otro clan, ni mucho menos el de los Luna Roja.
Miro a Noligma alzando una ceja, extrañada por lo de “lady” pero relajo el gesto cuando continúa. Mis ojos oscuros lo miran complacidos cuando me cuenta sobre unos terrenos de caza habitados por seres sanguinarios y asiento respondiendo afirmativamente a que el objetivo de las partidas de caza es enfrentarse a seres feroces. Ansío poder moverme libremente para ir a combatir, pero deberá ser después del parto.
Observo a Jarkko cuando Noligma se refiere a él, se ve como un ejemplar bastante decente salvo por los brazos. -Alfa del clan de la Luna Roja.- Acoto bastante satisfecha con la presentación del enmascarado. -¿La loba blanca me hizo caso y salió a buscar problemas? Bien por ella.- Digo esbozando una sonrisa ladina refiriéndome a Savannah. Veo a Noligma irse y me hace gracia la escena de él huyendo de la sanadora.
Luego de eso me fijo en Jarkko y en sus extremidades. Su respuesta me hace resoplar sonriente. -Yo decido si me importa o no.- Replico siguiendo con la mirada su camino a la salida. Por el momento me intriga por ser algo diferente pero no me quita el sueño. Yo también me marcho para volver a mi habitación en la planta de maternidad.
Observo a Jarkko cuando Noligma se refiere a él, se ve como un ejemplar bastante decente salvo por los brazos. -Alfa del clan de la Luna Roja.- Acoto bastante satisfecha con la presentación del enmascarado. -¿La loba blanca me hizo caso y salió a buscar problemas? Bien por ella.- Digo esbozando una sonrisa ladina refiriéndome a Savannah. Veo a Noligma irse y me hace gracia la escena de él huyendo de la sanadora.
Luego de eso me fijo en Jarkko y en sus extremidades. Su respuesta me hace resoplar sonriente. -Yo decido si me importa o no.- Replico siguiendo con la mirada su camino a la salida. Por el momento me intriga por ser algo diferente pero no me quita el sueño. Yo también me marcho para volver a mi habitación en la planta de maternidad.
Nada más aparecer en urgencias pasé el brazo de Ben por encima de mis hombros, arrastrándolo hasta la camilla más cercana para subirlo a ella. - Aguanta, mantente despierto, ¿vale? - Enseguida acudieron un par de compañeros para ayudarme a colocarlo, activando el protocolo de emergencias. No tenía buena pinta, las quemaduras de los brazos y las piernas parecían graves.
- ¡Preparad vía para una reabastecedora de sangre, rápido! - uno de los sanadores se marchó para ir a buscar la poción, mientras que yo me concentré todo lo posible en canalizar mi magia de sanación para que dejase de sangrar. Mis manos comenzaron a emitir una luz azulada que comenzó a extenderse desde la zona de su torso y brazos hasta sus piernas, deteniendo las hemorragias. Los tejidos iniciaron el proceso de regenerarse poco a poco, capa por capa, aunque aquello llevaría su tiempo. Por ahora estaba intentando que el grado de las quemaduras disminuyese, mejorando su estado general.
- Traed también vendajes para quemaduras, de los que llevan poción curativa y antibiótica. - el otro compañero se separó para ir a buscar aquello, dejándome a solas con Ben un momento. - Dime qué más sientes...- tal vez me estuviese dejando algo, yo no tenía esa habilidad tan útil de Jo con la que podía diagnosticar sólo tocando. Dejé de canalizar magia de sanación cuando las quemaduras quedaron en un primer grado, lo suficiente para poder manipularle y echarle pociones sin hacerle ver las estrellas. Tomé su brazo en cuanto trajeron la poción, poniéndole la vía que enganchaba con el gotero. Por suerte no había dado tiempo a que perdiese mucha sangre, pero así se recuperaría antes.
-------------------------
Curación: dado 10 + 25 stat + 10 habilidad= 45 para Ben (frena sangrado)
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Chloe Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
PS: 66 -20 SB = 46.
Tuve que disculparme cuando ella me encontró en la superficie, en un estado bastante deplorable, pero al menos vivo, y me regañó por hacerme el héroe. Arqué las cejas y me encogí de hombros sin llegar a decirle nada. Y aunque lo obligasen, no se disculparía. Pero aquellas quemaduras dolían como si fueran puñales clavándose en la carne. Con todo trató de focalizar sus pensamientos en otra cosa, en sus pulsaciones, en la velocidad de su respiración, en la sangre circulando. Apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza, y cuando quiso volver a abrirlos estaba en Ouroboros. No recordaba haber perdido la consciencia, si es que eso se recuerda, pero las molestias eran cada vez mayores. Asintió cuando le dijo que se mantuviese despierto, apretando los labios y respirando con la nariz, aunque cuando me subieron a la camilla no pude evitar quejarme por las molestias. Cada roce con la carne quemada era un infierno indescriptible. Cerró los ojos, para seguir concentrándose en su cuerpo, la respiración cada vez era más superficial y rápida, y el pulso empezaba a enrarecerse. Si no le atendían en breve, terminaría por caer por un shock. Se llevó la mano a la frente, para tapar los ojos, mientras que a su alrededor el personal médico se movía haciendo sus cosas, sin prestar una gran atención. Hubo un momento en el que pareció crearse silencio.
Gruñí al recolocarme en la camilla, usando para ello mis brazos. -Duele… escuece… y es como que la piel me tira- Carraspeé, para quitarme el sabor de boca de la ceniza de la boca -¿Tú estás bien? Eso es lo que importa- Cogí aire, con cierta dificultad por la ceniza respirada, y ladeé la cabeza con una sonrisa tranquila, buscando la mirada de Chloe, escrutándola para saber hasta qué punto le apetecía hablar o no de … lo que quedó pendiente. -¿Sabes? No tengo segundo nombre- Bromeé respecto a esa conversación y buscó el techo, aún con dolor presente, pero tratando de que no nublara la razón.
PS: 46+45 (Chloe) = 91
Tuve que disculparme cuando ella me encontró en la superficie, en un estado bastante deplorable, pero al menos vivo, y me regañó por hacerme el héroe. Arqué las cejas y me encogí de hombros sin llegar a decirle nada. Y aunque lo obligasen, no se disculparía. Pero aquellas quemaduras dolían como si fueran puñales clavándose en la carne. Con todo trató de focalizar sus pensamientos en otra cosa, en sus pulsaciones, en la velocidad de su respiración, en la sangre circulando. Apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza, y cuando quiso volver a abrirlos estaba en Ouroboros. No recordaba haber perdido la consciencia, si es que eso se recuerda, pero las molestias eran cada vez mayores. Asintió cuando le dijo que se mantuviese despierto, apretando los labios y respirando con la nariz, aunque cuando me subieron a la camilla no pude evitar quejarme por las molestias. Cada roce con la carne quemada era un infierno indescriptible. Cerró los ojos, para seguir concentrándose en su cuerpo, la respiración cada vez era más superficial y rápida, y el pulso empezaba a enrarecerse. Si no le atendían en breve, terminaría por caer por un shock. Se llevó la mano a la frente, para tapar los ojos, mientras que a su alrededor el personal médico se movía haciendo sus cosas, sin prestar una gran atención. Hubo un momento en el que pareció crearse silencio.
Gruñí al recolocarme en la camilla, usando para ello mis brazos. -Duele… escuece… y es como que la piel me tira- Carraspeé, para quitarme el sabor de boca de la ceniza de la boca -¿Tú estás bien? Eso es lo que importa- Cogí aire, con cierta dificultad por la ceniza respirada, y ladeé la cabeza con una sonrisa tranquila, buscando la mirada de Chloe, escrutándola para saber hasta qué punto le apetecía hablar o no de … lo que quedó pendiente. -¿Sabes? No tengo segundo nombre- Bromeé respecto a esa conversación y buscó el techo, aún con dolor presente, pero tratando de que no nublara la razón.
PS: 46+45 (Chloe) = 91
Seguí canalizando magia de sanación para restaurar mucho más sus tejidos dañados por las quemaduras, llegando por fin a un nivel en el que podían tratarse por otros medios. A pesar de eso parecía tener mucho dolor, así que pedí que le añadieran a la vía pociones calmantes y analgésicas. También pedí poción antibiótica, por si acaso. Con eso y lo que le había puesto antes debería tener suficiente.
- No, no te muevas todavía. Espera un poco. Te hemos puesto pociones para el dolor y para recuperar sangre, además de otras cosas. - le pedí a Ben al ver que quería removerse sin poder, poniendo una mano sobre su pecho para que se estuviese quieto. Normal que le escociese la piel, el proceso de curación también era doloroso. - Enseguida estarás mejor, ya verás. Toma una poca agua. - cogí una botella de agua que me pasaron los compañeros al ver que carraspeaba, dándome cuenta de que tal vez tuviese también algún tipo de dificultad respiratoria. Incliné su cabeza hacia arriba con mi mano para levantarlo un poco y así ayudarle a beber, sujetando la botella de agua con la otra para que tomase algunos sorbos. - Pasarás la noche aquí. Tenía guardia, así que me quedaré en urgencias. - Suspiré al mirarlo cuando me hizo aquella pregunta, sin comprender muy bien aquel afán de no protegerse a sí mismo en situaciones de riesgo. Pensaba que ya no quería saber nada de mí, así que no me cuadraba mucho.
- Yo sí... no me pasó nada. Te agradezco lo que hiciste por mí, pero...vuelvo a sentirme mal por ver cómo has acabado tú. - ¿Cuánto más tendría que mejorar mis escudos defensivos para que me tomasen en serio? no quería ser una carga para nadie, a pesar de no ser una guerrera. Acabé por sonreír levemente cuando me recordó eso del segundo nombre, apartándole con suavidad el cabello lleno de ceniza que tenía sobre la frente. - Yo tampoco tengo segundo nombre. ¿Raro, eh? - no sabía si quería hablar de eso, pero tal vez no fuese el mejor momento porque él no se encontraba bien. Aparté la mirada de él, alzando un hombro como quitándole importancia. - No pasa nada. - cogí unas tijeras para comenzar a cortar la ropa sucia y rota que le quedaba, tirándola al suelo. Limpié su piel con desinfectante antes de tomar uno de sus brazos, comenzando a vendarlo cuidadosamente con aquellas vendas especiales. Al menos estaría unas cuantas horas sin poder usar las manos, hasta que mis sanaciones y las vendas completasen por completo la regeneración de la piel.
- Supongo que no te apeteció venir, sólo esperaba que me avisases para no esperarte. - acabé soltando aquello, que me había molestado ligeramente. A pesar de eso no me quedé sola, al menos había otros amigos del trabajo en el bar. - Pero eso ahora no tiene importancia. Tú descansa, enseguida termino de curarte.
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Curación: dado 20 + 25 stat + 10 habilidad= 55 a Ben
- No, no te muevas todavía. Espera un poco. Te hemos puesto pociones para el dolor y para recuperar sangre, además de otras cosas. - le pedí a Ben al ver que quería removerse sin poder, poniendo una mano sobre su pecho para que se estuviese quieto. Normal que le escociese la piel, el proceso de curación también era doloroso. - Enseguida estarás mejor, ya verás. Toma una poca agua. - cogí una botella de agua que me pasaron los compañeros al ver que carraspeaba, dándome cuenta de que tal vez tuviese también algún tipo de dificultad respiratoria. Incliné su cabeza hacia arriba con mi mano para levantarlo un poco y así ayudarle a beber, sujetando la botella de agua con la otra para que tomase algunos sorbos. - Pasarás la noche aquí. Tenía guardia, así que me quedaré en urgencias. - Suspiré al mirarlo cuando me hizo aquella pregunta, sin comprender muy bien aquel afán de no protegerse a sí mismo en situaciones de riesgo. Pensaba que ya no quería saber nada de mí, así que no me cuadraba mucho.
- Yo sí... no me pasó nada. Te agradezco lo que hiciste por mí, pero...vuelvo a sentirme mal por ver cómo has acabado tú. - ¿Cuánto más tendría que mejorar mis escudos defensivos para que me tomasen en serio? no quería ser una carga para nadie, a pesar de no ser una guerrera. Acabé por sonreír levemente cuando me recordó eso del segundo nombre, apartándole con suavidad el cabello lleno de ceniza que tenía sobre la frente. - Yo tampoco tengo segundo nombre. ¿Raro, eh? - no sabía si quería hablar de eso, pero tal vez no fuese el mejor momento porque él no se encontraba bien. Aparté la mirada de él, alzando un hombro como quitándole importancia. - No pasa nada. - cogí unas tijeras para comenzar a cortar la ropa sucia y rota que le quedaba, tirándola al suelo. Limpié su piel con desinfectante antes de tomar uno de sus brazos, comenzando a vendarlo cuidadosamente con aquellas vendas especiales. Al menos estaría unas cuantas horas sin poder usar las manos, hasta que mis sanaciones y las vendas completasen por completo la regeneración de la piel.
- Supongo que no te apeteció venir, sólo esperaba que me avisases para no esperarte. - acabé soltando aquello, que me había molestado ligeramente. A pesar de eso no me quedé sola, al menos había otros amigos del trabajo en el bar. - Pero eso ahora no tiene importancia. Tú descansa, enseguida termino de curarte.
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