Urgencias

Permanecí en silencio ante la última declaración de la general. -Insisto en lo de las pruebas de imagen. Podría haber una conmoción o una hemorragia intracraneal. Si la cefalea se vuelve incontrolable, aparecen alteraciones de visión, vómitos, mareos vuelva inmediatamente- Advertí ante las posibilidades de empeoramiento por una lesión neurológica. -Y si tiene que delegar, delegue- Arqueó el labio, con cierta molestia con el resto de las necesidades de la fatídica isla, el ataque y los cientos de mierdas más que se habían inventado los Descendientes y los Pendragon -Solo es extraño lo que nos es desconocido o incomprendido- Tras estabilizar a Newton con magia y todo tipo de pociones, empezó el ingreso y el traslado. De nuevo el gesto se torció con la corrección de los “escorpiones”. Se apretó las sienes y cerró los ojos -Pues que se encargue Tesla- Respondí a la general perdiendo un poco la paciencia, alzando levemente, un punto solo, el tono e intensidad de voz. Para lo cual respiré pronfundo, de cara a la pared, mientras terminaba de preparar el alta voluntaria -Lo dejaré listo en recepción. Doris le explicará- Respondí, de espaldas a la General y no giré hasta que escuché cerrarte -Adiós. Buen día. Y de nada- Gruñí ya cuando estaba solo y pude colocar de nuevo las cosas en la sala de reconocimiento.

Tras aquello comenzaron a llegar diversos personajes random del hospital con notificaciones varias. Rodeé los ojos y bufé con cierta molestia, ordenando los comentarios. -Tengo que ir a uno de esos estúpidos picnics de descendientes en los que todo el mundo dice chorradas y luego nadie hace nada- Gruñó mientras encabezaba la caminata con el personal siguiendo, esperando indicaciones. Suponía que el tema del día serían los Pendragon. Una pena, pues por mi parte, salvo trifulcas y ciertas tensiones, poseían magia que podría ser de gran interés. Pero… querrán la expulsión. Así se soluciona todo en esta isla -Vigilad las barreras que ha puesto Adael. Puede que hagan evacuar el hospital, de modo que nadie se duerma. Para la petición de Matvey, decidle a Chloe que vaya a revisar a los heridos. Y que no vaya sola a los calabozos, que vaya alguien de la guardia- Ya en el despacho, con todas las cosas ordenadas, cogí el café con el que había empezado la guardia, que ya se había quedado frío. Abrigado con la chaqueta de cuero y el jersey de cuello alto y me desaparecí de allí.

Avancé por el pasillo de urgencias con paso ligero. Doris iba por detrás, pisándome los talones, casi asfixiada por la velocidad del superior. Cargaba entre sus manos el inventario de pociones, los turnos de los sanadores, además de un pequeño listado de otros que podrían colaborar con nosotros. Hasta el mismo Lucio, si quería, era bienvenido. Me detuve, por un segundo, antes de entrar en las propias urgencias. -Habilitaremos dos áreas de disinto tamaño, la más amplia será para recibir a los que vengan de la misión: guardias, Descendientes, lego... Todos los que necesiten asistencia sanitaria, sin diferenciar a nadie, ya basta de salas especiales, no hay espacio para tanta pijada. Las urgencias generales que no vengan de Roma, al área de pediatría, que será compartida-

Dejé que la asistente tomara aire y continuó con la marcha, pasando por la farmacia -Avisa a Sofía también. Necesitaremos pociones para sustituir los medicamentos según se vayan gastanto- La pareja terminó avanzando hasta el control de triaje, antes de pasar al control de enfermería -Si vamos justos de espacio en hospitalización, usaremos el área de maternidad. Parece que el baby boom ya ha cesado, gracias a Merlín. Ya nos hará falta de aquí a unos meses. Cualquier sospecha de magia negra, de sangre, maldiciones que no puedan ser tratadas en urgencias.... a la UVI- Y más o menos, con todo aquello, ya estaba organizado. -Y que alguien traiga café. Se nos va a hacer la espera eterna-

Me dejé caer sobre la silla del control, con cansancio, suspirando viendo cómo la gente empezaba a moverse. Bien, la cosa marchaba bien.... por ahora

Después de que Khan tuviera que ir a sus cosas de Descendiente no supe nada más de él, por lo que supuse que tendría que haberse ido a la famosa misión de la que el Patronus hablaba. Reconocí aquel cuervo malhumorado al instante y sin lugar a dudas, decidí pasar por el hospital. Todavía no había conseguido hablar con Leroy pero, al menos, podría hacerlo con Oscurus y que pudiera ver cuánto había mejorado... O bueno, estudiado al menos. Seguro que el truco de las runas de sanación le iban a encantar.

Sobre Nichollas... No le veía muy convencido de hablar conmigo después de aquellas contestaciones que me soltó en el refugio de los dragones pero, ¿De qué iba? Era él el que aparecía con amiguitas, no yo. No comenté nada con él de ese tema y, la conversación de aquel día, fue bastante... Trivial y vacía. Insulsa. Por Morgana, tenía que solucionar esta situación con él ya, el problema es que no sabía bien qué situación era la que tenía que solucionar. Eso era lo que le frustraba.

Iba pensando en todo aquello cuando llegó andando al hospital, cargando la mochila evanescente a la que le había cosido bolsillos mágicos para guardar libros y material. Entró por urgencias viendo a su superior sentado en el control. Al verle no pudo evitar una sonrisa abierta, en el hospital se sentía tan ... Vivo... Tan útil... Que todos los quebraderos de cabeza quedaron fuera, bloqueados por la puerta del hospital. -¡Oscurus! ¡Qué gusto volver a verte! No me digas nada, me cambio y ya sé lo que tengo que hacer- Le hice un saludo marcial y me fui a cambiar

Nos había llegado un mensaje de parte de Ouroboros pidiendo ayuda para no se que de ir a curar al hospital por no se qué misión y en fin....me daba una pereza que flipas pero como que me daba un poco de responsabilidad tambien y con mi madre de baja pues lo mismo pensé en acercarme yo a echar un cable o algo.

No me apetecia demasiado pero lo mismo podía cotillear algo y enterarme de que iba toda la vaina esta.

Asi que llegué al hospital con nada, mas que mis manitas, mis canalizadores y mi identificación, con lo que me dejaron pasar y me indicaron a donde ir.

En el camino me encontré con Justin que decia que sabia lo que tenia que hacer y se fue.

-eh...hola Justin. - saludé con pocas ganas y luego miré al medicastro otro. - Azahar Knox. He venido a echar un cable por ese mensaje. Nada especial, no soy estudiante de medimagia pero mi madre me ha enseñado algo. Heridas, envenenamientos, de mierdas sencillas asi puedo encargarme. Tengo experiencia en curar en campo de batalla asi que no me voy a poner histérica. - le aclaré, no fuese a ser que por no tener referencias o historias le diese por ponerse picajoso, que no tenia yo el papo pa aguantarme tonterías. - Ya me dices por donde me quedo...

El café no tardó en llegar, disfrutó del olor de la bebida cargada, por un breve segundo, antes de saborear el calor del mismo bañando la garganta. Jodida delicia, ya podría ser eterna. Alzó la mirada cuando empezaron a aparecer el personal que no estaba de guardia y se estaba ofreciendo para ayudar. Agradecí con un leve movimiento de cabeza a modo de saludo y, entre ellos, se fueron repartiendo los puestos. En el personal había una especie de calma densa, esperando a que pasara algo. La voz del aprendiz me hizo desviar la mirada hacia el mismo, dibujando una leve sonrisa al verle aparecer. Pero luego la modifiqué y arrugué el ceño -Pues si ya lo sabes, tendrías que haber estado aquí antes- Luego le seguí con la mirada mientras se cruzaba con una chica de pelo azul. Dibujé una sonrisa ladeada llena de orgullo al ver al aprendiz dispuesto a ayudar. Le echaba pelotas, al menos.



Sorbí un poco de café cuando la muchacha de pelo azul se presentó al control. -Knox, ¿eh? ¿Anteia?- Estudié a la muchacha de arriba abajo -Muy bien, si tu madre te ha enseñado la mitad de lo que sabe, ya sabes más que algunos descerebrados aquí presentes- Bebí del café y lo dejé sobre el mostrador -Hemos dividido las urgencias para atender los heridos de la batalla, destinando el área de pediatría para todo lo que no tenga que ver con Roma- Expliqué brevemente, señalando ambas zonas con el dedo índice de la mano que cargaba el vaso de papel con el café -El centro neurálgico será el control de enfermería, con las pociones- Fin de la explicación -Si tienes experiencia en batalla y en curación no te voy a decir cómo operar. Si hay cualquier cosa que se complique, un grito. Si quieres, puedes cambiarte-



Pero la paz iba a acabar pronto con la apertura del portal desde el Vaticano. Apenas duró un segundo, solo algunos pudieron ver la batalla y el ser de gusanos. De este, casi que tiraron a Mei, inconsciente. -¡Muy bien, la fiesta ya ha empezado! Vamos azulona- Con un gesto de cabeza, milimétrico, le indiqué me siguiera, acercándome a Mei mientras la cargaban en una camilla., para así empezar a cogerle las constantes, esperando que fuera Azahar la que empezara la curación…



Sin embargo, lo que realmente me mosqueó, fueron las pupilas arreactivas…. El estado catatónico de la mujer. Sin ningún tipo de reflejo a estímulos -Preparad la intubación y la monitorización cardíaca. Traed el EEG. A esta mujer le han frito el cerebro- Chasqueé la lengua y volví a dirigir la mirada a la china.

- Aham, Anteia, la misma. - sonreí brevemente con orgullo por lo que dijo de mi madre, pensando que si, que ella era genial. Luego afirmé, signo de que iba entendiendo lo que me decía. - Ok. Pues al lío.

"Roma eh, la ciudad del amor"

"eso es París. Ahhh...no, esa es ahora la ciudad de los Robots"

- Hecho, lo del grito me va bien. - tuve el tiempo justo para ir a cambiarme y volver con el pelo recogido y las manos limpias, además, volvi acompañada de mi elemental de agua. Justo a tiempo porque al instante vimos un portal abrirse, si, muy brevemente, pero.... menuda imagen la del otro lado.

- Que demonios es eso. -farfullé cuando se cerró, pensando que lo mismo, mi lado estaba al otro lado de ese portal y no aqui. Observé a la descendiente, que....a decir verdad, no tenia muchas heridas. No me importó para nada el mote de Oscurus y fui con el equipo, mosqueada por lo de la recien llegada.

- No le veo heridas. Tiene constantes pero no respira-moví las manos y conjuré el agua del elemental, haciendola iluminarse y brotar en delicados hilos que comenzaron a envolver a Mei conforme indicaba con suaves gestos de la mano. El poder de sanación comenzó a fluir a través, eliminaría venenos de la sangre si es que los había, y cerró una de las pocas heridas visibles que tenía, pero....no hubo mejoría visible. - Será intern.... - ya lo dijo Oscurus. El cerebro?  Xian iba a necesitar muchas curaciones. - A qué se están enfrentando en Roma exactamente?

Dejé hacer al equipo, que estaba operando correctamente. Tal y como había comentado Azahar, apenas había heridas. Pero el daño era de otro tipo. Ellos se encargaron de la primera sanación, observando aquel agua moverse, mientras, por mi parte y ya colocado en la cabeza de la paciente, empezaba con el cableado y la respiración. Tras unos segundos de impasse en el que todo el mundo estaba pendiente de las pantallas, no hubo ningún tipo de respuesta cerebral. Aquello era lo que asustaba a la mayoría de los presentes, y había que reconocer, que a mí también. Joder Mei. El resto de los signos vitales se estaban estabilizando, tanto la saturación como la frecuencia cardíaca y la tensión arterial. De todo lo que había en aquel box donde habían metido a Mei, de todo ello, lo que más me preocupaba era el monitor BIS reflejando, no el estado de sedación, sino la ausencia de actividad en el EEG. Tensó la mandíbula y se mordió las ganas de gritar un mierda y tirarlo todo al suelo -Subidla a la UCI- Era una orden directa, sin lugar a réplica -Y preparadla para un TAC y para una funcional- Seguía de espaldas a todo el equipo pues no quería mirar a nadie. Sencillamente esperó a que la gente empezara a moverse para cerrar los ojos un segundo y centrarse.

Muy bien. La primera sanación no había ido bien. NO HABÍA IDO NADA BIEN. No porque ellos no hubieran hecho todo lo que, en el punto en el que estaban ahora, podían hacer. Los resultados de la imagen por diagnóstico podrían dar una idea física del alcance de los daños, pero no estaba seguro de que el daño fuera físico o de que hubiera alguna lesión, una hemorragia o cualquier ACV. No, aquello superaba sus artes mágicas y sus conocimientos sobre neurología y neurociencia. Suspiró, quitándose los guantes y dejando ver cómo la camilla con Mei se dirigía al TAC y, tras lo cual, subiría a la UCI. -Que esto no nos frene. Todavía quedan muchas personas allí por tratar. Concentrémonos, vamos, quiero todo esto limpio para ayer. Conmigo- Le indiqué a la de pelo azul, saliendo del box donde empezaban a recoger.

-No tengo ni puta idea- Respondí con toda la sinceridad. Fruncí le ceño, apretándome la frente con las yemas de los dedos, aquella iba a ser una larga noche. Estaba pensando en la cosa que vieron al otro lado del portal de la que, no estaba seguro de poder interpretar qué era. Me acerqué a la recepcionista preferida por todos hablando en un susurro -Doris. Que llamen a la Descendiente de Morgana. No estaría de más que ella también pudiera ver a Xian, pero cuando la suban a la UCI. No se ha ganado muchos amigos por aquí, últimamente- La mujer asintió y se puso a hacer sus cosas. Estiré la espalda, suspiré con una bocanada de aire y me topé de nuevo con Azahar a la que le había dicho que me siguiera. Finalmente, tras unos segundos en silencio mirándola fíjamente, hablé -No tengo mucho que decir, la verdad. No esperaba menos de la hija de Anteia. Agua para sanar… ¿has pensado, en algún momento, aprender control de sangre?-

OFF: Mei a UCI

La verdad era que desde un punto de vista medico no entendía una mierda de lo que salia en la pantallita esa, pero no habia que ser un genio para darse cuenta de que no era nada bueno, a juzgar por las caras de todos.

Suspiré y al haber terminado con lo mío, hice que el agua volviese hacia mi elemental. Evité preguntar el típico, "se pondrá bien?" porque, qué carajos iban a poder saber ellos, mas allá de haber hecho ya todo lo posible?

Parpadeé cuando Oscurus me pidió que lo siguiera porque me iba a poner a limpiar y salí tras él, mirando a ver si venían mas heridos, pero aparentemente estabamos teniendo algunos minutos de calma. Quiza lo de Mei era algo aislado y la cosa no iba tan mal. Quiza ese bicho raro no era tan peligroso.

Puse cara de ein? cuando dijo lo de Cath y eso de que no se habia ganado muchos amigos por aqui ultimamente. Ya sabia yo que Cath era un rato rancia pero joder, que era mi amiga.

- Ahora que lo dices. Se ha arreglado lo del hijo de Rasputín? - le pregunté a Oscurus pidiendo por dentro que la respùesta fuera si, porque menuda CAGADA me habia marcado yo con aquello. - Lo denuncié en la Guardia. - fue lo que le dije cuando tras unos segundos él comentó no tener nada que decir, bueno, pues yo si, yo tenia cosas que decir para rato.

- Oh, gracias. - dije con una pequeña sonrisa, ciertamente halagada pero orgullosa again de mi madre, que menuda fama se gastaba la mujer. - Madre sanadora, padre elementarista de agua, qué podía salir mal? - chasqueé la lengua y asentí. - Sin duda, esa rama resulta interesante. Adael podría enseñarme, supongo. Mi primo lo hace pero...él es un profesor pésimo, no sabe explicar nada.

Alcé la cabeza con aquella pregunta del hijo de Matvey. ¿El nigromante tenía un hijo, pero qué coño? Miré con duda a la muchacha de pelo azul, sin saber qué responderle porque … ne verdad no tenía ningún conocimiento de ese tema. Ninguno -No me jodas que el barbas tiene un hijo por ahí- Dirigí la mirada hacia el personal que había llegado al control, y luego a Doris, que estaba poniendo la oreja. Lo que le gustaba a esa mujer un cotilleo sabroso. Seguro que iría a contárselo al elfo, que, a saber dónde cojones se había metido. Como se haya pasado a cobrar de la privada, juro que le iba a colgar de las orejas… o no, no sea que eso le guste. -Primera noticia. No, no sé nada. Los soldaditos no son especialmente comunicativos con los que no son como ellos- Alcé la ceja y me encogí de hombros, con cierta desidia, mientras volvía a mi maravilloso café que todavía se mantenía atemperado, a pesar del tema de Mei. Esperaba que Catherine respondiera pronto.

-¿Primo?- Respondí con curiosidad, no por saber quién era su primo, que eso me la traía al pairo, sino porque la magia de sangre era una habilidad rara, no estaba de más tener conocidos cerca que pudieran manejarla… más allá de los Pendragon, claro. -Y no vivirá ese primo por Ouroboros…- Ah… pero luego pasaron muchas cosas, en primer lugar llegaron los dos mensajes, primero el de Catherine y luego el del tiparraco que siempre le andaba siguiendo como si fuera un puto caniche -Puto chihuahua- Gruñí entre dientes, apretando la taza de papel de café con odio profundo. Oh, y vaya que le respondí…

Entonces los guardias de seguridad del hospital empezaron a correr en otra dirección. -¿Qué…. Qué cojones?- Tuve que salir de la recepción para pillar a uno por el brazo para esperar respuestas. Balbuceos: el árbol, el árbol… Antes de soltarse y salir corriendo con el resto de la patrulla -¡Granger! Haz algo y síguelos y me informas. Quiero ser tus ojos. ¡Y no se te ocurra hacer nada raro! Esto huele a mierda hasta aquí…- Gruñí mientras seguía con la mirada al muchacho de pelo blanco salir corriendo detrás de los guardas…

- uh, si? - respondí a Oscurus sobre lo del "barbas" akka Rasputin y su hijo. Que no eran compañeros de curro? No se contaban sus penas? Así les iba...qué mal.

"premoh, seh"

- Lykaios. Vivía...hasta que la Brigada se declaró ilegal en la isla. Un "dick move", que se llama.... - suspiré y me encogí de hombros. Luego llegó lo de los patronus varios y me abstuve de decir nada, porque...cosa de ellos, no iba a meterme. Por muy Ian y Cath que fuesen.

Luego hubo barullo y en fin, un arbol? Que coño pasaba? Era el mismo arbol por el que mis padres habian decidido que nos mudasemos a la superficie, al viejo Londres? Quizás.

- Me parece que necesitais llamar a control de plagas.

Dije con la boca pequeña. Mandó a Justin a encargarse y...bueno, se abrió otro portal de esos y nos llegaron más heridos:

Amaya, Khan, y unos cuantos Guardias de Ouroboros.

- A currar!! - podía ver heridas asi que instintivamente mandé al elemental y comencé a canalizar el agua y la magia, centrandome en Amaya porque tenía una horrible herida en la cabeza que pude ver. Mientras el resto del personal los encamillaba y hacian esas cosas de medicos que mejor describe Oscurus.

Un estupido patronus con la voz de Ian volvió, que en ese momento me resultó muy irritante.

-JODER IAN CÁLLATE! Estoy currando!! Ya le respondo yo, la hostia.... - me limpié las manos de sangre en la bata y conjuré un patronus, muy de mala hostia. Cuando lo envié, sonreí con tranquilidad para mi misma y volví a las sanaciones mágicas, comprobando pulso de Amaya. - No le encuentro el pulso. Necesita reanimación y una transfusión urgente. Creo. - añadí ese "creo", apartándome tras dar las primeras sanaciones de emergencia y dejando a los demás, yendo luego a por Khan para hacer lo mismo.

Mi mirada se entrecerró con aquella pregunta dicha por la muchacha con la boca chica, escrutándola, buscando sus verdaderas intenciones a aquella pregunta que, al principio parecía ser una muy inocente. ¿Escondía algo? Poco iba a sonsacarme, porque, en verdad, en lo que respecta al nigromante no tenía ni puta idea de sus tejemanejes. Ni de los suyos ni de los de cualquiera, más allá de ser pacientes del hospital: embarazos, heridas, huesos rotos, medicaciones... Todo eso es lo que sabía. Los escarceos amorosos ya eran cosas de Doris. Ella era la que se encargaba de dar un toque más rosa a todas aquellas carpetas e informes en aburrido blanco roto. Salvo de Jack y sus movidas raras, la imagen del viejo me vino a la mente a colación, de la misma manera que le avisé de que se andara con ojo, pero decidió trabajar por su cuenta -Sí. Lo recuerdo. Una jugada unilateral maestra. Ya veremos si tiene consecuencias- No quise añadir tampoco mucha más leña al fuego y aquello resumía bastante bien mi opinión al respecto. Cuando quise saber más, llegó el lío del hall, de los guardas y del puto Patronus. A ese payaso habría que cortarle la lengua, por metomentodo. Si supiese vudú le maledejiria en ese momento -Nos ocuparemos de la plaga cuando terminemos de aquí. Vamos, a sus puestos y concentración máxima- Choqué con los nudillos en la mesa de la recepción para llamar la atención del personal cuando se abrieron los portales y todo el mundo empezó a trabajar.

Las camillas prácticamente aparecieron de la nada para llevarse a los guardias, a Khan y a Amaya para distribuirlos por el área que se había designado. Empezaban a andar justos de personal. Chasqueó la lengua revisando desde fuera el trabajo de todo el grupo, suspirando con cansancio. Puede que Lucio y él tuvieran sus cosas, pero no que ni siquiera hiciera acto de aparición para ayudar con sus antiguos, suponía, amigos.

-No. Deja las niñatadas de patio de recreo para cuando no haya vidas que salvar. Concéntrate y deja a ese idiota para luego- Advertí a Azahar, con gesto serio sin llegar al reproche, más bien como un maestro llamando a su alumna a que se centrara. Se acercó a la camilla comprobando que, efectivamente, Amaya estaba muerta en aquel momento -Buen trabajo, recuerda, siempre, el minuto de oro. ¡Palas! ¡Preparad la adrenalina y transfusión de O-! ¡Vamos, rápido, rápido!- Ordené todo aquello ya habiendo despejado el pecho de Amaya para empezar con las comprensiones, mientras desde fuera alguien se estaba encargando de la monitorización y parte del personal venía corriendo con el ambú para trabajar en la oxigenación. Amaya empezaba a fibrilar por el shock hipovolemico y había que actuar rápido antes de la asistolia total....

Acudí a urgencias después del aviso que había recibido, aunque a mi llegada me encontré con que ya estaba allí Oscurus atendiendo. No sabía si faltaba personal o no, pero la presencia de Azahar me hizo sospecharlo, porque ella no trabajaba en el hospital.

- ¡Ey, Azahar! ¿Te han reclutado? - pregunté a mi amiga, aunque parecía un poco agobiada con la tera. Me aproximé con rapidez para enterarme de la situación, aunque ya se estaban encargando de Amaya. Menos mal que mi hermano no había ido a esa locura, porque si no habría acabado regresando así, medio muerto. Otros soldados que había por la sala parecían haber corrido esa suerte.

- Instrucciones, doctor Galenus. - pedí mientras comenzaba una canalización de magia sanadora hacia la mujer para estabilizarla, a la espera de que el jefe ordenase algo más específico. Me concentré en regenerar los tejidos por dentro, empleando energía suficiente como para que las heridas fuesen cerrando. El anillo intensificó su luz azulada, cubriendo por completo el cuerpo de la paciente.

- ¿Qué se sabe de los demás? - no estaba muy al tanto de los objetivos de la misión, pero sabía que se habían marchado varios del Consejo, y de la guardia. Miré alrededor para ver si veía a Justin, porque me pareció habérmelo cruzado antes. - ¿Los de prácticas no están? nos falta personal aquí para todo lo que va a venir.

Khan no estaba tan grave como Amaya, asi que mientras le intentaban salvar el pellejo a la mujer y que su corazon volviese a latir me puse con el crio. Asi que este era el sucesor de Snagov. Pues...era un crio. Empecé a canalizar la magia a través del agua y sus heridas poco a poco fueron cerrandose. Me matuve concentrada en todo momento, e incluso cuando oi llegar a Chloe no aparté la mirada de lo que andaba haciendo.

- Ey minihacksaw. Ya ves. Andan escasos de personal y se ha liado parda en Roma.

Negué con la cabeza, de momento no llegaban refuerzos ni se sabia mucho.

- Estos ultimos heridos llegaron hace poco, y antes, solo Mei. Me preocupa que no sigan llegando... hemos visto cosas chungas a través del portal por el que llegaron.

Revisé las constantes de Khan, viendo que estaban estables. Le dediqué otra sanación más, y no tardaron en derivarlo a un box para continuar con las curaciones y revisiones

Lemóni no pudo hacer mucho más que asentir de forma vacilante cuando el chico que la salvó preguntó si estaba bien, aunque la verdad es que no tenía idea de sí lo estaba... Era algo extremo lo que le ocurría, y eso que ya había vivido qué la ataque un demonio...

Por lo tanto es fácil para ella notar qué lo que fuera eso, mejor era haber escapado, si tuviera que definirlo, por la cantidad de almas... Casi qué se atrevería a decir que ese árbol era una suerte de infierno en miniatura, donde los gritos no conocen un final y todo es profano y terrible.

La verdad que no tuvo la calma de responderle al chico cuando estaba corriendo en ese momento solo se centró en correr al sitio qué le señalaba, y ni siquiera se dió el tiempo de abrir la puerta, simplemente desapareció y reapareció del otro lado de la puerta de la habitación a donde iban.

Entonces, mientras se hiperventilaba, dijo.

Las raíces... V-Vienen por nuestra magia...

Es lo más que alcanzó a decir en el momento que llegó, estaba en pánico, todavía a esa distancia podía sentir a las almas, su presencia era abrumadora hasta ese nivel.

Estaba demasiado ocupado tratando de salvar la vida a Amaya, prácticamente subido a su pecho con el consecuente masaje cardíaco, contando el ciclo en el que estaba hasta que, por fin, todo el aparataje fue llegando. Dado que el pecho de la mujer ya estaba descubierto fue sencillo colocar las palas a la altura de la clavícula derecha, justo por debajo de la línea media, y la otra debajo de la mamila izquierda -Un dos tres… ¡Fuera!- La corriente circulando por el cuerpo de la soldado hizo que esta arqueara la espalda y cayera de forma pesada. Escuché la voz de Chloe a mi espalda, pero no la presté atención. No hasta que se dirigió directamente a mi -¡Fuera!- Segundo ciclo de palas. Miré el reloj, con impaciencia -Quiero otra vía. Y la siguiente dosis de adrenalina. ¡Vamos, vamos! ¡Fuera!- Otra descarga y el cuerpo cayó de forma pesada, regenerado con la magia de Chloe, los medicamentos que empezaban a hacer efecto y las descargas, el ritmo pareció normalizarse.

-Ya lo sé- Casi gruñí a Chloe. Me daba mucha rabia que nadie hubiera contestado. Peor, el niñato Hacksaw sí, para meterse donde no le llamaban. Ya podría hacer lo propio con su lengua en su propio recto lobuno. -¿Ha pasado algo arriba? Han salido los guardias como alma que llevaba el diablo- Seguí interrogando a Chloe mientras con la enfermera que se había quedado como asistente terminaba de canalizar la vía y preparaba el gotero con la perfusión medicamentosa y pociones. Una celadora recogía el desfibrilador. -He mandado a Justin a que me informe- Giré, ahora sí y por primera vez, para mirar a Chloe. Luego, sentí incomodidad y aparté la mirada, girándome de nuevo, aprovechando la circunstancia para terminar de dar unas últimas indicaciones para el traslado medicalizado de Amaya.

Y, cuando salí de la zona de tratamiento de Amaya, apareció la chica de pelo verde y el pipiolo de pelo blanco. -¿Qué cojones haces con eso?- Le dije, claramente molesto, porque… -¿Qué parte de no te entrometas no has entendido?-

OFF: Amaya a UCI

Llegué a las urgencias detrás de Lemoni con la lengua fuera y con respiración jadeante. Definitivamente, no valdría para ser Guarda si con una carrera nimia me dejaba tan exhausto. Seguía cargando las armas que había conjurado sin querer, y el problema es que no podía deshacerme de ellas tan fácilmente, tendría que esconderlas de alguna manera porque sabía perfectamente que estaban prohibidas en el hospital. Como Oscurus se enterase le iba a matar… Y… mierda, allí estaba… con cara de MUY MAL HUMOR -Yo… yo… yo tenía que hacer algo. Las raíces… estaban por todas partes- Trató de justificarse ante el jefe del hospital, negando con la cabeza y tratando de poner las ideas en orden.

Dejó las cosas sobre el mostrador de urgencias y fue Doris la que se encargó de esconder todo aquello para que la gente no entrara en pánico. Seguramente las guardara en mi taquilla, donde siempre metía los libros. Ya le estaban mirando con mirada evaluadora, como siempre. Extendió las palmas de la mano pidiendo un segundo y… supo que hacer -Necesita ayuda- Lemoni primero, luego la bronca -Es una crisis de ansiedad. Vamos, por aquí- Indiqué a la muchacha de pelo verde para que me acompañara a un sitio más tranquilo mirando con verdadera preocupación a Chloe y … también a Azahar. No la conocía de mucho, salvo que Nichollas le dijo una vez que había tenido una cita con ella y que había salido mal, ¿por qué siempre me tengo que encargar de todos sus ligues? Que venga él…

Entré en una sala, que en verdad era una pequeña sala de descanso del personal, e invité a la chica a que se sentara y le serví un vaso de agua. Habría que hablar de lo que habíamos visto, ¿sería recomendable hablar de los traumas cuando estaban tan frescos? -¿Estás bien? Quieres… ¿hablar de ello?- Quise que se sintiera comprendida y acompañada, me senté cerca de ella invitándola a su espacio, si es que quería hacerlo.

Le dediqué una rápida sonrisa a Azahar cuando me llamó minihacksaw, eso de trabajar con amigas estaba bastante bien. - Pues podrían contratarte continuamente, eres buena sanadora. - solté más alto de la cuenta por si Oscurus se daba por aludido. - Claro, llegarán más. Menos mal que sabemos desenvolvernos en situaciones así. No entiendo muy bien qué es lo que está pasando en Roma...supongo que ya nos explicarán mejor. ¿Qué cosas chungas habéis visto? - negué a la pregunta de Oscurus, que seguía sin mirarme ni siquiera mientras me hablaba. Era normal...ambos estábamos centrados en la sanación.

- Que yo sepa no ha pasado nada. Sólo he atendido a un crío que tocó un libro maldito. Por lo demás... - desvié la mirada hacia Justin al ver que venía acompañando a la chica de antes, que parecía algo traumada. Luego fruncí el ceño al ver el modo en que Oscurus le regañó mientras el otro pobre se excusaba. - No le hables así, intenta ayudar, como todos. Y es un crío.- lo que dijo de las raíces creí entenderlo, pero no esperaba que llegasen al hospital y diesen problemas. Me separé de Azahar y Oscurus una vez se llevaron a Amaya, acercándome a Justin y a la chica con el ataque de ansiedad cuando se fueron a otro sitio apartado.

- Has hecho bien, Justin, no aceptes ninguna bronca que no te corresponda, te lo digo por experiencia. - por ejemplo la de Jack...ahora ya no me callaría nunca más ante cosas que considerase injustas. Todo era cuestión de aprender. - Voy a traeros una poción de leche de amapola del almacén para que ella se calme. Vengo enseguida, le echo un vistazo rápido a Khan y regreso. - los dejé a solas y me acerqué un momento al box de al lado, fijándome un momento en que las constantes vitales del chaval estuviesen estables. Eso era lo que pasaba cuando se enviaba críos a la guerra. Tras eso me fui en dirección al almacén, en busca de esa poción y de otras mientras esperábamos que llegasen más heridos.

Los momentos antes de poder estabilizar a Amaya y poder darle una oportunidad a la que engancharse, un mínimo hilo de vida, fueron muy duros y tensos. Pero lo logramos.

Cuando se la llevaron me quedé recogiendo y limpiando, hablando con Chloe. De momento no habían más heridos. Eso era bueno o...?

- trabajo fijo? No lo sé ...pagan bien?

Le cuestione. Luego llegó Justin y lo saludé con un gesto de mi cabeza

- un enorme ser hecho de gusanos rojos que se movían en todas direcciones - movi mis dedos como queriendo acojonar.

- de verdad, no tengo ni idea de que va esto. Recibí el mensaje de ayuda de Oscurus y vine. Ya nos enteraremos. .. Tú que tal Chloe?

Con todo limpio y listo para recibir más pacientes, me permití hablar un poco. Ella se fue a revisar pacientes, y tras unos cuantos minutos....

- portal! -alerte poniéndome de pie al ver como un portal se abría pero solo para ver cómo algo empujaba el cuerpo inconsciente de Arturo hasta nuestro lado.

- al menos este tiene heridas que podemos ver. - sanciones de emergencia.... Cerrar los muchos cortes y heridas sangrantes que tenía. - va a necesitar...chloe, reabastecedoras?