Terraza de Altair Kirgyakos

Mire extrañada a Adele al escuchar la orden que le había dado a Altair. No entendía porque le daba una orden al descendiente y menos de ese estilo. Moví mi mirada al licantropo mirándolo extrañada intentando que le diera una explicación de lo que estaba pasando ahí.

Había abierto un poco la boca para preguntar pero algo me interrumpió, y ese algo no fue nada mas y nada menos que los labios del hombre. No me importo la presencia de la mujer porque correspondí aquel beso con la misma pasión tomándolo por los costados. Pero me quede aun mas extrañada al escuchar que decía eso al separarnos. Supuse que ese era el juego, pero por lo que había oído lo de besarse no era lo único que se podía hacer por lo que me quite los pequeños shorts que mas bien parecían la parte de abajo de una bikini, y por suerte la tela roja me cubría completo lo que acababa de destapar, pero después de todo había cumplido mi prenda. Tome mi bebida de un trago para volver a servirme.

-Adele... Verdad ¿Cual fue la cosa mas descabellada que hiciste con alguien en la cama?

El licántropo acata la orden sin pagar prenda, besando a la dragona sin ningún pudor aunque haya público delante. Nada mal para empezar, al menos hemos roto el hielo. Me acabo mi copa de un trago, volviendo a rellenarla con vodka mientras escucho la propuesta de Altair para Julies. Arqueo una ceja para mirarlo, con una leve sonrisa. El tío quiere vernos a las dos dándonos el lote, en plan pervertido. Tampoco es que me importe mucho hacerlo ni voy a poner ningún problema porque es un juego, pero casi prefiero que Julies pague la prenda que paga al final. - Licántropo pervertido.- murmuro siguiendo el juego, recordando a todos que tenían que volver a beber con la nueva ronda que iniciaba Julies con su pregunta. Yo misma lo hago, dando un trago largo al vaso de vodka que me he echado. Decido no pagar prenda por la pregunta que ella me hace, llevándome un dedo a los labios mientras entorno los ojos, como haciendo memoria.

- Déjame pensar...ha pasado bastante tiempo desde aquella época en Francia... - y lo cierto es que enseguida me convertí en una concubina de las de mayor status, cosa que me sirvió para ascender rápidamente. Lo cieerto es que no eran muy extravagantes con sus peticiones, no llamaría a ninguna de esas cosas descabelladas, pues entraban dentro de las prácticas habituales del burdel. - Oh...recuerdo un noble rarito que quiso montar recrear una bacanal romana con bastantes personas en su mansión. Era bastante fetichista y...ya te puedes imaginar cómo acabó aquella noche. Puede que no sea muy descabellado, pero...ahí está. - me encojo de hombros, bebiendo el último trago de la copa que me había echado. No sé cómo estarán ellos de ebrios, si es que lo están algo, pero yo ya empiezo a notar los efectos, y necesito aguantar al ritmo del licántropo para que comience a hablar más. Redirijo las preguntas hacia donde me interesa, preguntándole por una verdad. Necesito saber su postura, saber si se puede contar con él.

- Turno de Altair. ¿Es verdad que participarás combatiendo en la guerra junto al bando de sangre mágica y cuentas con apoyos, o perteneces a la parte de los Descendientes que prefieren no involucrarse directamente?

Como decía en las reglas, el joven se tomó otra copa haciendo fondo blanco rápidamente.

Al ver que Julies se quita una prenda da por entendido que no acepto el reto lo cual también se volvía interesante, piensen, si se negaba a 3 retos quedaba desnuda... Jajajaja. El comentario de Adele ante esto lo hiso reír, pues si, el es pervertido como todo hombre que se hace llamar hombre. - pronto no se van a poder negar... Ya llegará mi turno - dijo con una sonrisa pícara. Era el turno de Adele para hablar y decir una verdad, una verdad un poco turbia pero verdad al fin. El licántropo se sentó en una banqueta al lado de Julies mirando a Adele y escuchando su relato prestándole su total atención, quien sabe que cosas habrá hecho esta señorita que se encontraba bebiendo en frente a él.

Llegó el turno de Adele y le puso una verdad a nuestro lobo, una pregunta bastante seria como para ser un juego, a pesar del alcohol que empezaba a hacer estragos en su cuerpo se agachó y se desató los zapatos para luego sacarselos, no era muy buena idea revelar tal postura frente a dos blood que lo oían con los oídos bien parados.- a ver es mi turno... Julies... Te reto a lamerle los pechos a Adele jajajaja- él sabía perfectamente que ella no lo haría pero eso significaría que se sacaría otra prenda, lo cual era bastante reconfortante.

Sonrío de lado al escuchar la pequeña historia de Adele sobre su extraño y antiguo cliente. Mire de reojo a Altair cuando se sentó a mi lado y baje mi vista al vaso en mis manos el cual volví a llenar. Me quede algo extrañada al escuchar la pregunta de la rubia, pase la vista entre ambos para ver que el lobo se quitaba los zapatos por lo que alce una ceja.

''¿Eso es legal?''

Bufe al escuchar el reto del Descendiente, aunque por alguna razón no me esperaba otra cosa, me levante para ponerme frente a Adele y darle una pequeña lamida a lo poco que se le llegaba a ver de los pechos por el escote del vestido. Volví a mi banquillo y tome mi trago como era la regla.

-Adele... ¿Cual fue el cliente que mas te desagrado y porque? -Pregunte mirándola, aunque había otra pregunta que me carcomía la mente por lo que la hice sin tener nada que ver con el juego- ¿Porque es tan importante seguir con el linaje de la sangre? ¿No es algo tonto? Después de todo nadie sabe si tienen algún muggle o ''sangre sucia'' en el inicio de su árbol genealógico...

Habia oido que había una fiesta en el departamento de uno de los Descendientes, lo cual me pareció muy bien, sobre todo despues de la pelea que nos habiamos marcado contra un demonio en la gruta de las conchas.....que por cierto mas tarde tendría que ir a visitar a la chica endemoniada aquella a la que le habia zurrado a base de bien...Mérida creo que se llamaba...me sentía un poquito culpable por ella....

Pero mejor os contaré como habia llegado hasta aquí con el individuo mas conocido como Jack Morrison, al cual por cierto acababad e conocer. Altair, uno de los descendientes a los cuales no le habia visto el jeto todavía, esparció la voz de que daba fiesta en su departamento. Para cuando yo me enteré de aquello, estaba bebiendo vodka rancio en un bar más rancio aun.

El caso es que habia bebido ya tanto alcohol que tuve que levantarme para ir a mear y, sorprendentemente, habia cola en el lavabo de los tios! Me puse a protestar por aquella ignominia, si querian soltar un zorote, habia dicho en voz alta, que apretaran mas sus ojetes o que se fueran a sus casas. Así fue como inicié mi conversacion con Jack, en la cola del lavabo, quejandome y protestando sobre la lentitud de la gente. El caso es que me cayó bien, quiza fuese porque iba borracho o porque mis críticas le parecieron bien, pero cuando volvimos a la barra decidí invitarle a otro vodka y charlamos un poco.

Cuando decidí que no era un espía confederado de los Estados Unidos, y despues de preguntarle cual era el nombre de su mascota de cuando tenía cinco años, le ofrecí ir a un sitio mejor en el que seguro no habría vodka rancio...Ah, tambien hay que decir que para fiarme de traer aquí al renegado desconocido, le puse varias veces mi peonza chivatoscopio sobre el ala de su sombrero, y dicha peonza se estuvo quietecita. Si, definitivamente no era un espia. Asi que lo saqué del bar y le dije que no contase nada a nadie bajo pena de muerte, pero una vez mas, puede que yo fuese algo pedo. Asi, usando la desaparicion de los magos, me lo llevé de aquel bar rancio y aparecimos en Ouroboros.

Aun nos tocó encontrar la vivienda de Altair, y Jack no es que colaborase mucho con su aguda vision... pero acabamos lograndolo. Llamé con impetu a la puerta de aquella vivienda, pegando mi oreja a esta.
-Pues no se oye mucho jaleo. - me giré a Jack y lo sujeté por los hombros psicótico perdido. - Crreo que hemos caido en una trrampa!

-Tiiiiiiiioooooo relaaax, noto a gente por aquí, o es por allá..... Bueno no se donde pero están cerca.

"Guau, eres penoso Jack"

Quité las manos de Tolstoi de mis hombros y lo abracé.

-Shhhhht.... No es una trampa. Tan solo se han olvidado de darnos amor...

Enderecé a Tolstoi rumbo hacia la gente y entre pasos y pasos y alguna que otra parada, joder que lento iba el cabrón, llegamos a lo que parecía ser la entrada de donde se celebraba la fiesta. Llamé a la puerta y esperamos.

-Oye, y tu como es que vienes aquí acaso tienes a alguna churri esperando eh picarón??

Le dije mientras lo miraba con una sonrisa picara. De repente Seiju retumbó en mi cabeza

"Oye lelo, sabes que eso a lo que has llamado era la pared no? Haz el favor de decirle a tu nuevo novio que llame a alguien. Yo solia ser uno de los grandes, que he hecho para merecer esto..."

"Callate" -Oye ¿No puedes llamar a alguien?

Bebo otro trago de mi copa mientras espero la respuesta de Altair, haciendo después un sonido de decepción cuando decide pagar prenda en vez de responder. - ¿En serio? ¿los zapatos? ya que pagas prenda enseña algo interesante... - comento son una sonrisa sugerente, aunque en el fondo estoy fastidiada por no sacarle información de interés. Si no me da nada que me sirva tendré que marcharme antes de tiempo a la reunión con Rybar. Además, el alcohol no parece hacerle mucho efecto, al contrario que a mí, que comienzo a notar un leve mareo por las copas de vodka. Él sigue en modo pervertido, a juzgar por lo que le manda hacer a Julies. Ruedo los ojos tras mirar a Altair, pensando que a este le apetece ver una orgía o participar en ella. Lo que hace la dragona es bastante moderado, así que no está mal.

- Creo que nos falta más gente para eso de la orgía, Altair...- comento a modo de broma, negando con la cabeza después. La pregunta de Julies es fácil de responder, recuerdo a varios con desagrado. - Varios viejos ...de 70 o más. Te puedes imaginar. Aquello casi no funcionaba sin ayudas extra.- me da casi asco recordarlo, así que vuelvo a pegar un trago bastante largo. La pregunta de la sangre no va incluida en el reto, pero le respondo igual.

- Si mezclamos nuestra sangre con sucios humanos ésta se debilita, pierde pureza. - hay quien dice que el mestizaje la fortalece, pero no me agrada esa idea. - Se intenta mantener el árbol genealógico lo más puro posible, aunque siempre cabe la posibilidad de que haya alguna oveja negra por ahí. En el caso de los Descendientes supongo que es por lo mismo, es como una herencia a mantener, no puede echarse a perder.- olvido un poco el juego cuando escucho que llaman a la puerta, esperando que el anfitrión vaya a abrir. - Aquí tienes a tus invitados...

La idea de una orgía no estaba nada mal, aunque los allí presentes no se veían muy interesados en el asunto. El hecho de haberse sacado los zapatos fue más una tomada de pelo, pues no era momento para discutir temas serios, sin embargo respondió aunque pago prenda - debería ser imparcial, ante el consejo soy imparcial, sin embargo... Todo esto me genera odio hacia los humanos e incomprensión, pero bueno, la idea era relajarse, la guerra lleva más de 20 años una noche puede esperar...- levanto las manos y los hombros gesticulando que mucho no le importaba el asunto, aún.

Escucho atentamente la conversación entre Julies y Adele, la pureza de sangre era importante pero aún así quienes no fueran puros no eran menos dignos - yo creo, disculpen que me meta, que la pureza sanguínea es importante pues los genes que dieron lugar a una característica deben ser pasados y heredados y así sucesivamente. Sin embargo... Aquellos con "sangre sucia" no son menos dignos de nada por haber nacido así. Yo creo que alguien con sangre impura es igual a alguien puro, genes diferentes a fin de cuentas tenemos todos. No somos clones.- dijo algo serio y pensante, sonando como científico o un gran pensador, lástima que le duró poco ya que apenas termino de hablar sonó la puerta.

Se acercó aún descalso a entrada del departamento, abrió la puerta y saludo a sus invitados con una verdadera sonrisa - hola! Pasen! ¿Cómo andan? ¿Empezaron sin nosotros?- rió haciendo referencia al aroma a alcohol que emanaba de los muchachos.

Me sorprendió mucho el saber que un descendiente pensara que los mestizos eran iguales a los puros, lo mire con los ojos agrandados mirándolo con sorpresa. Por dentro estaba sonriendo como idiota, aunque por fuera estuviera seria. No sabia como se tomaría esto Adele pero poco me importaba. Aunque lo que pesara el lican poco haría que las cosas cambien en el sentido de como nos trataban a los sangre sucia.

Dirigí mi vista a la puerta al escuchar los golpes en esta y gracias a mi bien olfato podía sentir el olor a alcohol que tenían ambos hombres. Antes de que Altair abriera la puerta me coloque el minishort volviendo a sentarme como si nada hubiera pasado. Envié al pandemonium con Altair para poder ver quienes eran esos dos, un alvino y un... ¿Ciego? al menos sus ojos se veían blancos y opacos...

-Hola mi buen señor ¿Sois aquel quién por todos buscan? Menudo hombretón, un galán sin dudar,
¿Acaso sois aquel a quién llaman anfitrión?

Recité mientras le miraba con una gran sonrisa.

-Agradecidos estamos de llegr a su morad..... Bah, qué leches. Esto es dificil del cojón. Soy Jack! Encantado de conocerte

Entre el alcohol y la poca preparación, mis dotes de poeta, que no tengo, se fueron al traste. Así que sacudí efusivmente la mano del chico que nos abrió. Menudo pisito tenía montado, y al parecer la compañia era aún mejor. Hehee... El aura de las dos chicas auguraba una gran noche. Aburrida no seria.

-Por cierto, si no hay orgía me voy. Es broma! HAHAHAHA ¿O no?

-Tu notaste a aquellos dos que estaban en el aseo metiendose unas rrratas, seguro que puedes notarr donde esta un licántrrropo... -mi habilidad con el ingles disminuia una vez iba algo bebido, aunque en realidad, yo sentía que lo hablaba mucho mejor así, no era de tal modo. Donde habia dicho ratas realmente deberia haber dicho rayas...maldita paronimia.


Jack me quitó mis manos de sus hombros y me abrazó, entonces me puse tieso como una estaca como un conejo al que le acaban de dar las largas en mitad de una carretera. Contacto humano! Demasiado cerca! No! Me quedé tope de incómodo luego intentando superar el trauma de que alguien se me hubiese acercado tanto pero al final logramos llegar al piso en cuestion, solo que Jack llamó a una...pared. Momento en el cual empecé a descojonarme. Y luego saqué mi pesado martillo.

-DEJA! LAS PUERRTAS...PARREDES NO SE ABRREN LLAMANDO, EN MI TIERRA LAS ABRRIMOS ASI!

Ya iba a pegar un martillazo en la puerta cuando un par de metros hacia un lado, la puerta se abrió, evitando que yo diese el golpe. Guardé mi martillo, no , no se habia notado. Miré al hombre castaño y medio barbudo.

-Tu debes de ser Altairr...Kyrgiakos....Kirgyajos... mmm, encantado de conocerrte por fin! Yo soy Yaroslav Tolstoi, y el es Yak...y ya se prresenta el solo. Aprrendes rapido. - le hice pat pat en la espalda a Jack y entré cuando Altair nos lo ofreció, extendiendo una mano hacia él para presentarnos formalmente. Pasé y alli habia una bonita y rara chica pelirroja y una bonita y blood keeper rubia....a la que se supone que debiamos odiarnos y tal. Adele, ex reina de Francia y participante del mismo torneo de Ouroboros que yo. Pero le sonreí muy amablemente decidiendo que ese día en casa del Descendiente de Licaón, no habría guerra, solo alcohol y...orgias, dijo Yak?

-He! Yo no vine por eso...Hay vodka?

Por fin consigo una pequeña confesión de Altair respecto a lo que piensa en el tema de la guerra y el Consejo de los 20. Es de los que prefieren mantener perfil bajo y parecer neutral, pero alberga odio hacia los humanos. En ese sentido podría hacer que apoyase nuestra causa, aunque creo que será tarea ardua, parece más interesado en fiestas que en debates. - Sí...por una noche puede esperar. Hablaremos de esto en otra ocasión, con menos alcohol de por medio, a solas y con más tranquilidad. - abro así la posibilidad de una segunda reunión en la que podríamos abordar temas de "negocios", o de colaboración, lo que sea. Luego defiende la igualdad de derechos entre alguien puro e impuro, a lo que matizo.

- Un sangre sucia es alguien que posee magia pero que ha nacido de padres humanos, sin poder alguno. No es lo mismo que un "impuro" o mestizo. Además, lo que yo digo es que aquellos que poseemos magia somos superiores a aquellos que no la tienen, simplemente porque somos mejores, estamos por encima de ellos y por eso mismo no merecemos tener que renunciar a nuestra magia o vivir escondidos de los muggles como hacían nuestros antepasados. Somos superiores, y no deberíamos tener vergüenza de ello ni ocultarnos. - defiendo tajantemente y de manera vehemente, tal vez ayudada por las copas de vodka que llevaba ya. Debería parar en algún momento, o si no el crío me va a salir con síndrome de abstinencia, como les pasa a los bebés adoptados rusos. El hecho de que se vaya a abrir la puerta interrumpe un poco la conversación, así que me quedo a solas con Julies durante unos segundos. Entorno los ojos con gesto pensativo, observándola. - Estás muy silenciosa. ¿Te ocurre algo? ¿Es por algo que ha dicho Altair o porque queréis intimidad? Ya me he dado cuenta el énfasis que le ha puesto al beso de antes...aunque fues e una prueba le ha echado bastantes ganas. - sonrío de manera pícara, si quieren quedarse a solas a mi me da igual, que no se queden con las ganas.

Me echo otra copa mientras espero que entren los invitados, pegando un trago y apoyándome de espaldas en la barra mientras le echo un vistazo al par que entra. A uno lo conozco, viejo conocido de bando contrario y de torneo, por lo que se me hace muy extraño estar aquí en el mismo sitio y en una fiesta. Al otro no lo conozco, aunque es cierto que empieza fuerte, preguntando por orgías aunque sea en broma. Alzo una ceja con media sonrisa, bajando el vaso despacio.

- Oh, no te cortes, no hace falta que lo digas en broma. Aquí nadie se va a asustar de nada. - me percato en el detalle de los ojos, pensando que es muy probable que sea ciego. El caso es que no está nada mal físicamente, al igual que el otro peliblanco. Tengo un no sé qué con los rusos que debería hacerme mirar, porque ya van dos en mi lista. También puede que esté un tanto más salida de lo que yo suelo ser de por sí, debido a la combinación de alcohol con la revolución hormonal del embarazo. - Pues aquí tienes vodka para aburrir, Altair tiene una buena reserva. Lo que me extraña es que no venga nadie más del Consejo...¿no tienen ganas de divertirse o están demasiado ocupados?

La idea propuesta por el joven Jack no sonaba nada mal, era eso o el alcohol ya empezaba a hacer estragos en el cuerpo del lican, los invito a pasar y los acompaño sin decir nada más que un cortés "bienvenidos" mientras pasaban adentro. Aunque hubiesen dos profundos rivales en esa habitación sinceramente a él no le importaba, si tenían algo de respeto por el o su vivienda nada pasaria, está noche no era como cualquier otra, todos los bandos estaban invitados por el simple hecho de que en ese lugar no había bandos no guerra que disputar.

- bueno chicos, llevense bien, ustedes dos aquí tienen un buen vodka, sino también tengo este dr. Lemon con vodka si quieren. Tomen sin preguntar amigos, esto se pondrá interesante - dijo mientras pensaba en la respuesta de Adele ante el comentario de Jack, ella ya parecía estar algo mareada pero bueno, eso era en cierta parte mejor. El comentario de Adele le disgusto un poco, este no era el lugar para defender política ni ideales así que frunció un poco el seño y le sirvió un bb plato de sake, de ese que guardaba hace años ya poniendo una sonrisa amigable.

Agarro el control remoto del stereo y volvió a preguntar, la música heavy metal era de su agrado pero quizás a ellos no les gustara el Rock - ¿que desean escuchar? ¿eh? Hay de todo, en serio... - se sentó en un sillón con una copa de dr. Lemon en la mano.

Rodé los ojos ante las palabras de Adele ya que yo sufría en carne propia el como trataban a los mestizos, como sirvientes, simple escoria. La mayoría de los pura sangre hacían eso solo por sentirse superiores lo cual para mi era una completa tontería. Decían que todos eran iguales y superiores a los no mágicos pero sin embargo denigraban a los que eran mestizos o sangre sucia.

-Siempre soy silenciosa Adele, me enseñaron a hablar solo cuando era debido... Claro que no quiero intimidad con él, solo vine aquí a recaudar información -Mentí mirando a la rubia seriamente. Altair era mi amigo, aunque me sentía atraída por el maldito licantropo pura sangre, mujeriego y visiono. Pero era algo que no podría admitir, no estaba bien.- El beso solo fue el reto que tu nos pusiste y debía ser apasionado o algo así... Basta Adele, lo que estas diciendo es incorrecto.

Fruncí mi ceño mirando a la embarazada, de un trago vacié mi vaso. Luego de ver quienes eran los que estaban en la puerta hice que el pandemonium volviera a mi suspirando al sentir como mi alma se unía nuevamente.

Me reí un poco al escuchar que uno que los hombres solo venia por el alcohol. Me levante del banquillo para tomar la cajetilla de cigarrillos para caminar hacia el balcón, aunque me detuve antes junto al sofá para ofrecerle un cigarro a Altair quitandole la copa para darle un trago y devolvérsela. Esperando a ver si me seguía al balcón o se quedaba dentro.

-Esta música es buena, déjala...

Después de las presentaciones formales con ese apuesto licantropo entré junto a Tolstoi. Menudo pisito tenía montado ahí. Me serví una copa y dejé al ruso, por como hablaba deducí que era así, y fuí al otro lado de la sala para conocer a una despampanante rubia. Por su aura ví que no era alguien con quien andarse con sandeces. Parecía fuerte de cojones. Pero me daba igual, parecia una mujer muuuuuuuy interesante.

-Hola! Me llamo Jack ¿Qué te trae por aquí?

Dije con tono amigable y una gran sonrisa.

En realidad estaba desentrenado, tanto tiempo sin hablar con una chica como es debido me habia pasado factura.

Adele me dijo que ahi tenía vodka para aburrir, no pareció sacar la daga del enemigo. Supuse que esa noche, ambos nos comportariamos. Por muy pedo que estuviese ya, habian ciertas cosas que no se me iban a escapar de control...siempre y cuando no cruzase la no delgada linea roja del emborrachamiento al coma etilico

Asi que entré y Altair nos dio barra libe. Como sería un descendiente borracho? No lo se, pero por lo pronto, ya estaba descalzo.

-Spasiva, Altairr. - asi que me acerqué a donde tenian las bebidas y me serví un vaso de vodka a palo seco...el anfitrion puso algo de musica y yo miré hacia arriba y hacia un lado como valorandola mentalmente. Estaba bien con aquello. -Mientrras no pongas a Georrgi Dan todo bien.

La pelirroja se marchó al balcón tras robarle un trago de bebida a Altair, y hasta alguien como yo se daria cuenta de que ahi entre esos dos habia tension. Fruncí mi ceño y bebí, Jack estaba muy muy sociable y enseguida se puso a charlar con Adele. Como mis habilidades sociales en grandes grupos no eran de lo mejorcito del mundo, me quedé con mi vaso de vodka bebiendo, escuchando musica y atendiendo alas conversaciones de los demas.

Ruedo los ojos soltando un suspiro cuando Julies me asegura que no quiere intimar con él y además parece ofenderse por mi insinuación. Se nota cuando hay interés por las dos partes, no hace falta que lo niegue. Tampoco me importa si le saca la información acostándose con él, el caso es que se la saque. - Lo que tú digas, pero tampoco tendría nada de malo si fuese como yo digo. - bebo otro poco vodka, de ese que nos ofrece Altair a Yaroslav y a mi para que no nos peleemos. - Tranquilo, Altair. Somos lo suficientemente civilizados como para no discutir en casa ajena. Además...ambos tenemos un enemigo común, aunque difiramos en algunos puntos. No estaría mal que nos planteásemos una colaboración para dentro de poco. Podemos olvidar ciertos detalles del pasado...- sugiero a Yaroslav en busca de posibles colaboradores para alguna ofensiva, ya que no me importaría tenerlos de aliados para derrocar a la Alianza. Luego, cuando ganásemos, ya veríamos como organizar el mundo y repartir el poder.

Asiento a la pregunta de la música, casi al igual que el resto, mientras observo de reojo que Julies se marcha al balcón tras tomar de la copa de Altair. Yaroslav se queda ahí en medio un poco modo palo, agarrando su vaso de vodka como si no hubiese un mañana. El que se decide a acercarse un poco más es su compañero, que parece de estos simpáticos y extrovertidos. SIgo con la duda de si es ciego o no, así que entorno los ojos, como intentando adivinarlo. Ya le preguntaré después si no lo descubro y si lo veo necesario. - Un placer, Jack. Mi nombre es Adele. - me acerco un poco más a él para presentarme con dos besos, uno en cada mejilla. Los ingleses no suelen hacerlo mucho, pero en Francia es la costumbre. Además, no soy de las que se andan con sutilezas y modos fríos en lo que al contacto físico se refiere. La pregunta de qué me trae por aquí tiene varias respuestas posibles, y algunas no las puedo dar porque me comprometerían.

- Buscaba un rato de distracción y despejarme, aunque también quería saber si había novedades respecto a la actuación de Ouroboros en la guerra. Ya sabes...si van a intervenir un poco más o no. No lo hago por mero cotilleo. Fui participante del último torneo que se celebró, y llevo viviendo en la isla desde hace algún tiempo, así que me gusta estar informada. ¿Y tú, cómo has llegado hasta aquí? parece que el ruso y tú ya os traías la fiesta de otro lado...- sonrío haciendo alusión a que ya venían borrachos desde antes de llegar, como cualquier fiestero innato que se precie.

Por suerte todos parecían llevarse bien entre sí, todo estaba saliendo como el hombre lo esperaba, aún faltaban algunos invitados pero llegarían a su tiempo.

Siendo ya de noche, el hombre se levantó del sillón con su copa, la cual había sudo bebida ligeramente por Julies antes de que está se fuese nuevamente al balcón. Miro a todos los invitados con una sonrisa y se dirigió a la cocina, de la heladera saco la típica picada con queso, jamón, mani, papas fritas, chisitos, conitos, salamin y pan obviamente. Tomándose su tiempo dejo todo en la mesa ratona de dentro del play room, allí había una mesa de pool, el televisor con la play 2 y 7 y varios sillones para estar cómodo, era un lugar genial para fiestas así que los invito a pasar a todos hacia aquel sector donde el alcohol no escaciaba.

- vengan, sigan el olor de la comida y el alcohol, ¿alguno probó el sake alguna ves?- dijo mientras servía 4 platitos de sake sobre la mesa ratona - les aviso que es demaciado fuerte, no esperan hablan con cordura después de esto jajaja- sonrrio pícaramente y se sentó en el sillón negro esquinero que rodeaba la mesa ratona negra que yacía sobre el piso de madera anaranjada.

Me quede un rato fuera fumando y hablando con el pandemonium para intentar hacerme entrar en la cabeza que tenia que tratar al descendiente como a cualquier otro descendiente en lugar de tratarlo como lo hacia cuando estábamos solos. Suspire un poco haciendo desaparecer al dragón creado en fuego. Aun me seguía siendo extraña la sensación de la unión de mi alma.

Volví a entrar caminando hacia el play room, conocía ese piso como la palma de mi mano por lo que llegue a la habitación sirviéndome un vaso de vodka para beberlo de un trago comenzando a sentir recién ahora los efectos del alcohol en mi, aunque eran muy leves.

Comí algunas papas fritas para acomodarme en uno de los sofás no sin antes servirme otro vaso de vodka moviendo la cola de un lado a otro haciéndola reptar un poco por el piso aunque quedando en su lugar pasando una mirada por todos los presentes viendo que todos estaban peor que yo en el sentido etílico.

''Deberíamos irnos''

''Si... Eso creo''

Escuché con atención la respuesta de Adele. Eso del torneo parecia interesante, pero meh el presente junto a esa mujer me lo parecía aún más.

-Uff... La verdad es que es una larga história. En realidad es mi primer dia en Inglaterra. Conocí a una pareja muy maja con los que me iba a quedar esta noche. Pero claro, justamente hoy surgió el amor y bueno estaban pasandolo en grande mientras el pobre Jack seguia a dos velas y sin poder dormir. Así que me fui de bares, conocí a Tolstoi y una cosa llevó a la otra...

La oferta de Altair era realmente suculenta pero ya tenia una copa y, de hambre, precisamente poca. Hacía bastante calor así que me quité la chaqueta y el sombrero e invité a Adele a salir a tomar el aire.

-Vaya Altair! Tu si que sabes montartelo bien tío, te felicito por la fiesta.

Dije en agradecimiento a su invitación a la sala de juegos ante mi posible rechazo.

-Oye, aunque estoy disfrutando de tu compañia, haze un calorazo de mil demonios ¿Te apetece ir a la terraza un ratillo?

Le pregunté a Adele mientras le daba un ultimo trago a mi copa.