Unidad de Cuidados Intensivos

De repente entre la oscuridad suenan palmadas y una voz que tenebrosamente se dirige a mi, me llevo una mano al corazon a la vez que me estremezco del susto y suelto un gruñido de furia a la vez que alzo los puños y pehgo con ellos en la camilla para quitarme el susto de encima.

- Nadie te ha dicho que no es bueno para la salud asaltar asi a la peña?? - alzo una ceja a su comentario sobre mejorar nuestra "relacion" - Perdona pero yo tengo mejores gustos, es mas probable que besando sapos encuentre mi principe azul a que nuestra "relacion" - dije haciendo las comillas con los dedos - mejore y avance.

Me agarra del menton para que nuestras miradas se crucen y le pongo cara de odio, que se ha creido que soy? su mascota? Me empieza a dar un discurso sobre su dia libre y que ha tenido que trabajar por mi causa, bla bla bla, no pensar en huir, bla bla bla, mas rollo de tio pesado que no se quita de encima ni aunque se lo llevara un tornado ... Y que no piense en utilizar mi poder porque de nada serviria y es mas, con dos cojones va y se pone con los brazos abiertos estilo Jesucristo Superstar. Giro los ojos y suspiro, ahora resulta que ha venido a la ciudad los Hermanos Bungling y su Circo de Trastos Cansinos. Como que mas bien voy a poner una barrera entre el y yo para que no me vuelva a sobar ese pervertido. Intento invocar el poder de la luna para formar una barrera a mi alrededor. Conforme se va formando empiezo a recibir una descarga electrica tumba elefantes, chillo de dolor y la barrera se rompe. Me abrazo a mi mismo intentando calmar el dolor.

- Que cojones??? ... No necesito mis poderes para darte una patada en el culo! He vivido mas de 18 años sin usarlos! - dije enfadado

Suelto una carcajada al ver el susto que se pega el mago atrapado y recién chipeado, me encanta eso de despertarlos con un susto. Alguno se ha quedado en el sitio por la impresión, pero por las risas me merece la pena. Chasqueo la lengua, reprochando lo agresivo que se pone mientras le muestro una enorme jeringa que probablemente contenga tranquilizantes.

- No te vayas a morir del infartito, a Wilhelm le da mucha rabia perder especímenes nuevos y sanos, escasean últimamente. - con la mano que no sujeta la jeringa me subo las gafas que llevaba hasta ahora, colocándolas en mi cabeza. La sonrisa siniestra se une ahora a una mirad ávida que no me abandona en ningún momento. - No soy tu tipo, qué pena. Lástima que tú tampoco lo seas, no me gusta la zoofilia con bichos mágicos. - por mucho aspecto humano que tenga lo sigo considerando una especie de mosntruo, una aberración que a la vez me fascina por las posibilidades que ofrece en la investigación. Eso sí, para convivir jamás lo aceptaría.

Mi actitud de suficiencia mientras espero su ataque debería hacerle suponer que no puede ganar, que está aquí solo, abandonado, perdido, rodeado de enemigos. Sin embargo lo intenta, para mi propio regocijo. Sus gritos de dolor por la descarga se mezclan con otra de mis carcajadas, adoro el sonido de la dominación sobre su especie. Bajo los brazos, satisfecho del resultado del chip. Ahora sé que está bien puesto, aunque no sea la versión mejorada, por ahora nos sirve.

- Estupendo. Todo ha salido perfecto. Ya puedo enviarte a ver a tu nuevo jefe. Ah, y te advierto...cuanto más intentes resistirte peor, muchas descargas seguidas pueden ser mortales. - pego un chillido a los guardias de la entrada cuando amenaza con darme una patada en el culo, señalándolo acusadoramente por su agresividad. - ¡GUARDIAS! ¡EL PRESO ME QUIERE ATACAR! ¡ESPOSADLO Y LLEVADLO A LOS CAMPOS! - los guardias que custodiaban la UCI entran en la habitación, preparando las esposas con la intención de llevar sus manos a la espalda. Por si se pone rebelde todavía conservo el tranquilizante, para que ande en el mundo de las drogas si da problemas a los guardias.

- ¿Algo que decir antes de que te encierren? ¿Algún mensaje para tus amigos? Soy tan generoso que se lo daré yo mismo.- una vez enviamos un dedo de uno de los secuestrados a sus familiares, como cebo para que intentasen rescatarlo. Acabaron todos encerrados.

El hijo de puta del cientifico se reia de mis desgracias y de sus chorradas mentales que por suerte desconozco mientras me amenaza con una jeringuilla y sus chasquidos de lengua. Se sube las gafas, me mira raro, yo me tapo mas con la sabana sintiendome como si tuviera rayos X y viera a traves de las sabanas mi cuerpo desnudo y me analizara.

- Si, yo tampoco tengo tontifilia, no me poneis las fieras del campo

Siguen las risas ante mi dolor e incapacidad de usar poderes, en cualquier momento le desencajo su mandibula de viejo verde pervertido de un puñetazo. Me dice que me va a mandar con mi nuevo jefe, que enternecedor y consolador, me siento igual que el dia que comiendo un coctel se me atasco una gamba y me atragante. Cuando lo amenace con patear su culo, el cientifico empezo a chillar cual colegiala para llamar a los guardias, diciendoles histericamente que le voy a pegar que me lleven.

- Mira tu la Marquesa de Bienteempujo! Ni le toque y ya chilla como una princesita! Al menos darme algo de ropa hijos de puta! Que voy a ir enseñando el culo a todo dios por los pasillos, no?

Por ahora iba a jugar segun las reglas de la Alianza pero no por mucho tiempo les iba a dejar disfrutar de mi compañia, ya buscaria la manera de salvarme el culo a mi mismo si no le llegaba el mensaje a Lykaios o no eran capaces de salvarme. Ya me escape una vez de la Alianza, puedo hacerlo otra vez mas.

- Para tu desgracia no tengo familia ninguna, ni tampoco a quien llevarle un mensaje y ni falta que me hace

Con la llegada de los guardias me siento más protegido, debo admitir que soy tan malo luchando que la posibilidad de enfrentarme a cualquiera me aterra. Sin mis drogas para dormir a la gente, el chip controlador o los experimentos horribles no soy nadie. - Eso, eso, esposadlo y lo metéis al jeep que hay abajo esperando. - Señalo a Ares desde mi posición segura, pegado a la puerta del cuarto. Paso por alto sus insultos, ahora lo que me preocupa es que no de demasiados problemas en el traslado.

- ¡Y ponedle una bata de hospital para que no enseñe el culo, nadie quiere que se le vea!- los guardias le colocan las esposas a la espalda, tras obedecer mi orden de colocarle una bata por encima para que no se le vea por detrás. Ya en los campos le pondrán el traje de los presos, cuando vaya a recibir a Andreas. Lanzo una mirada astuta y recelosa cuando dice que no tiene familia ni nadie para darle el mensaje, suele suceder que dicen eso para evitar represalias contra los suyos. .

- Ya veremos...no eres el primero que dice algo así. No te creo. Conseguiremos datos, como por ejemplo si estabas con alguien más cuando te secuestraron. Amigos, familiares...lo que sea. Si no te lo sacaremos a la fuerza. También está la tercera opción...si es cierto que no le importas a nadie no creo que tengas inconveniente en ir y hacer unos cuantos trabajos para nosotros, siempre en detrimento de los de tu raza, por supuesto. - hago una mueca de desagrado, abriendo la puerta para que los guardias lo saquen. Lanzo una última mirada de desprecio a Ares cuando lo hacen salir por la puerta, despidiéndome de él de manera tan siniestra como fue la presentación.

- Piensa lo que te he dicho, si quieres vivir tendrás que hacer lo que te digamos. Si no lo haces ni siquiera tendrás opción de intentar nada contra nosotros, que sé que lo estás deseando. Ahora mandamos nosotros. - finalizo mi susurro al oído, casi rozando su oreja. Después dejo que los guardias se lo lleven a la fuerza por el pasillo, mientras le digo adiós con la mano. Cuando desaparece me voy por otro pasillo, a seguir con mis cosas. Abajo se encuentra el jeep que arranca para llevarse a Ares a los campos de concentración.

Estaba en una de las salas de cuidados intensivos, peleandome con algun enfermero o enfermera para que escribiesen bien mi puto nombre en el papel de alta hospitalaria. Habian pasado los dias y habia conseguido recuperarme. Aun iba cubierto de vendas, sobretodo aquel antebrazo que la estaca de hielo atravesó de lado a lado, asi como el muslo. Pero los vendajes del muslo no se veian. Miraba con cara asesina a la enfermera.

-No. Le digo que no. No se escribe asi. Es J-e-d-e-d-i-a-h....

Me llevé una mano a la cara tapándomela cuando volvio a preguntarme y hablé tras esta

- Pon Jed y ya está.

Hablaba con voz ronca (mas de lo habitual), me habian dejado la garganta un tanto jorobada con los puñeteros tubos de oxigeno. Cuando por fin se largaron y me trajeron mis efectos personales, armas incluidas, pude vestirme. Entonces me comuniqué con el soldado que realizó la extraccion, pillandome un buen cabreo al oir que él se habia llevado los meritos de la captura.

-Me cago en tu estampa....y que, te ha sentado bien la palmadita en la espalda? Me alegro por ti, lameculos.

"es la ultima vez que llamo para pedir un reporte"

Ya habia cazado a uno. Pero aun quedaban unos cuantos pendientes segun aquella mision. Asi que me dedicaria a vagabundear por las calles buscandolos, a ellos y a sus pistas, hasta que surgiera algo mejor. Con estos pensamientos (y los de conseguirme un vehiculo) sali del hospital


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PS recuperados al completo por estancia hospitalaria de dias necesarios

Después de mi visita médica para ver que todo en mi estaba correctamente después de el ataque y que me recomendaran un poco de reposo antes de volver a las andadas, fui al hospital a ver comos e encontraba Eamon después de su fortuito accidente de coche, por eso prefiero conducir yo mismo y no llevar chofer y marcarme un Lady Di con él. Tengo que esperar un poco antes de poder entrar porque está el médico dentro haciendo revisiones y no puede molestar nadie, así que aprovecho para sacarme un selfie y publicarlo en mi Facebook y mi Twitter... #enelhospi #visitandoaeamon #ministrolisiado #aburrimientototal #loswilhelmmolan

Al final sale el doctor y entro en la habitación donde encuentro a Eamon con vendas y en la cama tumbado con vías y demás cacharradas para lisiados, la próxima vez mandaré un recadero con un ramo de flores, unos bombones y una tarjeta de cortesía, me senté en una silla que había para las visitas con las piernas cruzadas y lo saludé

- Hola Eamon, he venido en cuanto supe de tu situación, ¿cómo te encuentras?

El maldito accidente de coche que tuve al salir del burdel ha hecho que lleve ya más de una semana en el hospital, con la pierna rota y otras heridas derivadas del choque. Mi chófer y mis guardaespaldas quedaron más o menos igual, pero por suerte salimos vivos de aquello. El hospital se encargó de hacer el resto. Cuando recuperé el conocimiento me contaron lo sucedido, y fue entonces cuando supe que no había sido casualidad. El coche estaba perfectamente cuando llegamos al burdel, pero después fue cuando se estropeó algo y pasó lo que pasó. Desde entonces ando pensando en mil y una conspiraciones, sin dejar de hablar con muy mala leche por teléfono con mis subordinados.

- ¿¿Qué?? me da igual que acaben de destrozaros un centinela, mandad más a todos lados, a cualquier lugar en el que tengáis la más mínima sospecha de puede haber engendros de esos. ¡Tenemos que acosarlos hasta la extenuación, no dejarles ni un segundo para pensar y organizarse, sólo así los llevaremos a cometer múltiples errores hasta que no tengan donde ocultarse y caigan!

Michael irrumpe en la habitación para hacerme una visita, así que tapo el auricular del teléfono un momento para saludarlo. Al menos es más educado que Andreas, que ni me ha mandado un mensaje preguntando cómo estoy. - Un momento, enseguida estoy contigo.- en ese momento me cuentan lo de Morgana traidora, lo cual se veía venir tras esa extraña aparición tras tanto tiempo. Suelto un sonido de decepción, repitiendo mi orden anterior. - Ya sabéis, redoblad los esfuerzos, más patrullas. No podemos dejar que la situación se siga descontrolando.- cuelgo por fin el teléfono, soltando un borrascoso suspiro de cansancio. Esta vez ya me pongo con Michael, dejando el móvil a un lado.

- Mejor. Aunque tendré que llevar la escayola de la pierna durante algún tiempo. Todo por un maldito sabotaje. Estoy seguro de que fue un atentado contra mí, y no es paranoia. El coche estaba perfectamente antes de ir al burdel.- admito sin importarme decir el sitio en el que estuve, me da igual que me juzgue. - Y después un accidente así de la nada. Tuvo que ser algún desgraciado de los que había allí, o las putas aquellas, que se enfadaron porque las presioné para darme información.

Veo que Éamon no está de muy buen humor, de hecho antes de hablar conmigo, estuvo acabando de atender una llamada de teléfono, parece que para poner un poco más de vigilancia, si se sigue estresando así no va a durar muchos años, cualquier día le explota el corazón, por lo que veo esta bastante bien y me informa de lo que le sucedió aquel día, según él una conspiración, internamente pienso que es un poco descabellado que hayan conseguido hacer un intento de atentado tan bien organizado, también internamente espero que no sepa nada de que Erebo está desaparecido o me pregunte por él, no me apetece tener que contarle que hemos perdido a su juguetito.

- Con un poco de terapia de rehabilitación ya veras como en nada vuelves a estar más sano que una pera, no es de extrañar lo que dices, después de todo muchas organizaciones mafiosas importantes tenían bases en algunos burdeles y ahí conseguían información y favores. Si quieres puedo ayudarte a investigar.

Observe la habitación, la verdad es que estaba bastante bien, como se nota que le hacían la pelota al minsitro con una habitación casi de lujo, seguro que hasta la comida era 3 veces mejor que la que comían algunos enfermos. En mi móvil recibí varios informes de Centinelas, uno destruido y el otro que iba por el camino, la verdad es que se estaban organizando demasiado bien los magos, y no me apetecía tener un Dublin 2.0

- Me enteré de tu condición mientras estaba de misión, irrumpiendo en un ritual de invocación de un demonio y de paso que vine a que el médico me revisara después de la misión, aproveché para venir a hacerte una visita y ver si ya estabas despierto y mejor.

Sigo pendiente del móvil en todo momento por si llegan más noticias inquietantes, empezando a desesperarme de estar aquí porque no puedo dar las órdenes de manera tan efectiva como en persona. Suelto un bufido a eso de que pronto estaré como nuevo, seguro que por lo menos un mes más se me va en rehabilitación y demás. - Pues sí, ahora que lo dices. Quiero que pongas vigilancia con soldados en la puerta del burdel. Se les acabó estar al margen de la ley. Se lo advertí y mira. Han atentado contra mi vida, estoy casi seguro. Eso o le han dado el chivatazo a alguien de los renegados para que me sabotee el coche. Thalos Draven estaba por allí, sospecho de él, aunque no sé cuándo pudo haberlo hecho. Estuve hablando con él durante un rato, luego me marché. No tuvo tiempo, a no ser que viese antes mi coche e hiciese algo. Por otro lado...no sé qué pensar. Le sugerí emboscar al líder de los suyos, pero no sé si me dijo que no se llevan muy bien por engañar o si realmente es cierto, tengo mis dudas. - tanto pensar en conspiraciones, traiciones y paranoias me está dando dolor de cabeza, así que giro la ruleta que llevo puesta en la vía para que caiga más calmante por el gotero. Voy a acabar haciéndome adictos a estas mierdas si sigo mucho tiempo aquí.

Estoy a punto de coger un cigarro por puro estrés en cuanto comienza a hablarme la misión fallida para atrapar a los fugados, esa misma misión de la que me informaron por teléfono cuando estaba en el burdel. Por lo visto hubo revuelta en las filas de subordinados, con consecuencias fatales. Lo único que me frena de coger un cigarro es que podemos salir por los aires si enciendo fuego en la habitación, por los cacharros de oxígeno y demás.

- Sí, me informaron. Esto no hace más que confirmar que no podemos confiar en NADA ni en NADIE que no sea humano. Ni  androides, ni dragones, ni magos con chips ni hostias. Todos se acaban rebelando en algún momento. Por eso no estoy de acuerdo con el proyecto del laboratorio, tarde o temprano nos traicionarán. En el fondo la raza humana sólo se tiene a sí misma. Ahora hemos perdido a un dragón bien domesticado, o eso creía...Erebo parecía muy sumiso la última vez que lo vi. Todo se torció cuando comenzó a pasar tanto rato con el mismo androide ejecutor. Puede que todavía tengamos una oportunidad de recuperarlo...- me llevo una mano a la barbilla, con gesto pensativo. Después miro a Michael de reojo, guardando silencio unos segundos antes de preguntarle. El chico es prudente y callado, pero necesito saber su opinión. También quiero ponerlo a prueba, con tacto - ¿ Crees que Andreas lo está gestionando bien o crees que últimamente está cometiendo muchos errores? A otros políticos se les ha hecho una moción de censura por menos. La verdad es que tú pareces más sensato...con menos ego.

Creyendo una buena acción a tomar lo que me recomendó Éamon, tomé mi telefono e hice una llamada para que la presencia de la Alianza en el burdel fuera más grande por "tapadero de criminales y conspiradores contra la Alianza" y que vigilasen quien entraba o salía y si veían algo sospechoso, suspiré.
- Puede que no se lleve muy bien, no todos los soldados suelen llevarse bien con su lider, solo los siguen porque son superiores en su bando, pero probablemente siendo un humano traidor no sea muy transparente contigo

Éamon estaba bastante nervioso y por desgracia, al final acabó hablando y semi-preguntando por Erebo, parece que le tiene cierto aprecio a esa bestia, puede que le haya servido bien durante años, la verdad es que no conozco mucho la historia del dragón con la Alianza. También me pregunta mi opinión sobre mi propio hermano mayor, si está desempeñando un buen papel o está cometiendo muchos errores, vaya, parece que no soy el único que piensa que Andreas está un poco desviado de la realidad.

- Si me ayudas, tengo un plan para recuperar a Erebo, se que en el fondo aun sigue siendo dócil, después de todo fue forzado a escapar y su última acción me dió a entender que quizás estaba coaccionado, tenía un buen plan para recuperarlo, pero mi hermano hizo el estúpido y lo hemos perdido porque alguien lo secuestró, sólo a él se le ocurre mandar a Jed para recuperarlo, sabiendo que Jed quiere matar a Erebo, delante mía el ejecutor desobedeció ordenes e intentó herir a Erebo. Seguramente Erebo te escuche más a ti que a cualqueira de nosotros, solo necesitas a Bram. Sé que mi hermano no lo aprobará, pero estoy harto de que deseche mis ideas porque siga pensando que soy su hermano pequeño e inexperto, sigo viviendo a su sombra. Y se que con su cabezonería está cometiendo muchos errores que le están costando caro a la Alianza, se cree que su capacidad mental de razocinio nos salvará, como en Berlín, pero quien puso a buen uso todo lo que él tenía y cedió de la Alianza no era él mientras se veía al espejo y se emborrachaba en su despacho, fui yo en el campo de batalla dejándome la vida. Fui yo, no él, pero eso parece que no lo sabe aún.

Michael me confirma lo que en parte ya sospechaba, más todavía después del accidente. Seguramente Thalos prefiera seguir del lado del Black, a pesar de no estar de acuerdo con él en todo. Es más probable eso que el hecho de que desee traicionarlo. No me confirmó que fuera a atacarlo, sino que prefería que lo hiciésemos nosotros. Sólo me confirmó que podía quitarme a mis rivales políticos, pero eso puede ser una estrategia para que lo ayude y luego quitarme a mi del medio. Creo que no habrá más reuniones con él, a no ser que decida usar el móvil que le di.

- Bueno, Draven entonces descartado. Si no da señales de vida o demuestra que quiere colaborar...- lo dejo un poco abierto, por si se diese la posibilidad. Prefiero que hablemos de Erebo y el plan para recuperar el arma, aunque por otro lado estoy algo reticente. - Verás...por un lado soy partidario de recuperarlo porque era útil. Pero por otro no sé. Nunca nos aseguraremos su fidelidad por completo, porque será impuesta.Si se queda será sólo por miedo, o por proteger a la cosa esa robótica con la que se ha obsesionado. En cualquier momento podría volver a rebelarse. Así que en ese sentido no sé si es mejor dejarlo por ahí suelto, como otra más de las muchas amenazas que ya tenemos. Casi que prefiero eso a tener al enemigo en casa. Cuéntame tu propuesta, de todos modos podemos barajar ambas opciones. No sé si me escuchará más a mí, pero se le puede tentar con el juguetito. - la pierna me empieza a doler más, así que aumento un poco la dosis de calmante que cae del gotero, moviendo la pequeña ruleta que hay para ello. Espero que eso no nuble mi mente y me permita estar bien despierto un poco más, que ahora empieza lo interesante, está criticando a su hermano. Sonrío de manera interna, con malicia. Crear desunión entre ellos puede beneficiarme.

- Llevas razón...no te valora lo suficiente. Después de todo eres tú el que ha estado en medio de todas las situaciones de peligro. Ya es hora de que reclames tu lugar, la importancia que te mereces. Deberías hablar con él, pedirle que te ceda más poder. Y nada de palabra, debería firmarlo. Puedo interceder por ti, comprendo tu situación.

- Es un plan un poco arriesgado, puede que funcione y su grupo se acabe disolviendo o puede que haya sido todo un montaje para hacer tiempo mientras otro de su grupo trasteaba en tu coche, supongo que cuando lo acaben de revisar nos dirán exactamente que es lo que hicieron con el coche.

Veo como sigue trasteando con el gotero, al final se va a volver adicto a eso y no le va a hacer ningún efecto, como se nota que Éamon nunca se ha roto nada o ha recibido daño en combate, normalmente en un hospital militar te tienes que conformar con lo poco que te dean y aguantar todo lo que puedas. Por lo que veo, Éamon tiene ganas de recuperar a su mascota pero está muy inseguro.

- ¿Quieres que llame a uno de los médicos o enfermeras? - digo por lo de su pierna - Seria mejor tener a un dragón de ese calibre a nuestro lado, ya he visto su potencial devastador, y en manos del enemigo no quiero ni pensarlo, puede que sea un dragón inadaptado que no quiera estar al lado de nadie, pero si le consiguen lavar el cerebro no esperes que lo veas un día delante de ti y te perdone la vida por haber sido su amo, ya harán que te odie, en vez de respetarte como hace ahora. Podemos tratar de localizarlo y que tu lo veas, charla conm él, presentate de nuevo como su amo que lo cuida y protege mientras es fiel, dile que estás de su lado, que le ayudarás a recuperar a Bram, que tu no sabías nada, que fue todo culpa de Andreas, si ves que reacciona bien puedes traerlo de vuelta, sino déjalo marchar.

Me cruzo de brazos pensativo ante lo que me dice sobre mi hermano, un papel firmado no creo que cambie mucho su visión que tiene sobre mi y una charla menos, es un tema muy complicado la verdad y no se como abordarlo. Suspiro un poco indignado, supongo que todo es producto de como nos crió nuestro padre.

- Realmente no quiero más poder, sólo que reconozca y valore un poco lo que yo estoy ahciendo por él, por lo que sé, antes eran 3 Ministerios y el Ejercito, por problemas internos, mi hermano se hizo con 2 Ministerios y el Ejercito, pero como se le venía grande y no podía hacer las cosas bien así, me llamó a mi para que viniera a ocuparme de la Capitania, ya es un detalle de que se dé de cuenta de que él solo no podía y me contactara pero aun así... No se si un papel firmado o una charla cambiará nada, no estoy seguro.

- Me decanto por lo segundo...que fuese una estrategia para hacer tiempo. Lo de mi coche debe haber sido sabotaje. E incompetencia por parte de mis guardaespaldas por no revisarlo todo. - se avecinan despidos, de eso estoy seguro. Por otro lado creo que Thalos no me llamará, dudo que realmente quiera traicionar al Black para obtener más poder. En el fondo el poder que tienen ellos es bastante mierda, no son ninguna institución política ni tienen caja pública donde meter la mano. No le veo mucha ventaja a estar en una organización terrorista como en la que están ellos. También me jode la fortaleza interna de su grupo, pues se caracterizan por la unión. Una leve voz de culpa en mi cabeza me dice que no estoy favoreciendo la unión con mi intento de sabotear la relación entre los hermanos con tal de obtener yo un puesto más importante, sin competencias y sin tener que compartir con nadie. Lo único que nos une es que queremos lo mejor para la Alianza, para la raza humana. Puede que yo me beneficie momentáneamente, pero tampoco quiero que la Alianza acabe debilitándose. Eso es tal vez lo único que me pone un poco de freno.

Niego con la cabeza a lo de llamar a un enfermero o médico, echando la cabeza hacia atrás para relajarme un poco. La buena droga estaba haciendo su efecto, me duele menos y estoy bastante más relajado, hasta el punto de que podría dormirme en cualquier momento. - No...creo que me llevaré más mierda de esta cuando salga de aquí. Tú también deberías probarlo, te relajaría...- escucho atentamente su propuesta respecto al dragón, que suena hasta sensata. Poner a Andreas de culpable y ver si lo puedo recuperar con caramelos robóticos y buenas palabras. Y si se pone tonto, que le den. Esa es en resumen la propuesta de Michael. - Está bien. Lo intentaré en cuanto salga de aquí, pero quiero que me des cobertura por si la cosa se descontrola. Dame una semana, creo que para entonces habré salido de aquí. Sé que os viene bien tenerlo en el ejército, pero ya sabes lo que opino de estos seres. Me dan mala espina...todo lo que no es humano acaba traicionando, tarde o temprano. - incluso los humanos, aunque es menos probable. Vivimos en un maldito mundo de intrigas, traiciones, alianzas, venganzas, y demás modos de estar en un continuo estado de estrés.

- Yo valoro lo que estás haciendo, Michael. Eres un joven capitán muy entregado con tu trabajo. Si Andreas no te valora pues...él se lo pierde. - me falta susurrarle al oído que me de todo su odio, casi me siento cual sith corrompiendo a un jedi. Intento ser un poco más sutil, más pragmático. Es mejor plantar la semilla de la incertidumbre poco a poco. - Veamos. Si no hablas con él puede que no lo sepa. En su narcisismo a veces se olvida de agradecer y demás. Hazle saber que te gustaría que tu hermano te dijese que lo estás haciendo bien. Por otro lado...te voy a dar un consejo. No esperes que la gente agradezca todo lo que haces, pues si te quedas esperando la aprobación de todo el mundo es probable que te quedes así, esperando para siempre. Sé tú mismo en todo lo que hagas. Los que de verdad quieran estar contigo y sean fieles sabrán ver y valorar eso. Ten también en cuenta de que de desagradecidos está el mundo lleno. No recordarán la infinidad de veces que les ayudaste o que hiciste algo bien, la mayoría preferirá acordarse de cuando te equivocaste o no pudiste ayudar. Es la triste realidad de los puestos de responsabilidad, Michael, y tú estás en uno de ellos. - lo último que he dicho, lo del consejo, no responde a ninguna estratagema o manipulación. Es un simple consejo a un joven que ha llegado al poder hace poco, pues lo he visto un tanto perdido y me ha inspirado cierta compasión con su punto débil, el querer ser aceptado y tener aprobación.

- ¿ Y bien? ¿ qué vas a hacer al respecto? Con lo de tu hermano, digo. Del resto de maniobras militares confío en que podrás encargarte de todo solo hasta que yo regrese. ¿Cómo va el proyecto de los mercenarios contratados? ¿Están siendo vigilados correctamente? - entorno los ojos con desconfianza, aunque gracias a la droga no me dura mucho la tensión, me relajo hasta estar casi feliz.

Me hizo gracia ver como Éamon se había enganchado por completo a los calmantes, espero que eso no vaya a afectar a sus funciones en el Ministerio, aunque quizás cuando Erebo lo vea bajo los efectos de eso pensará que realmente le han hecho algo malo a su amo y probablemente se preocupe, eso o que pase olímpicamente de él por estar drogado. Nuestro plan se efectuará en cuanto pueda salir de ahí pero tengo que cubrirle un poco, no es un problema, después de todo es un plan de los dos.

Es muy gracioso, tealmente hasta me causa cierta gracia que alguien completamente desconocido para mi esté alabando mi poco trabajo en lugar de mi propio hermano. Suspiro, creo que tiene razón Eamon, debería hablar con mi hermano y contarle como me siento, el no ya lo tengo o más bien el que me ignore ya lo tengo así que no pierdo nada por intentarlo.
- Está bien, en cuanto te veas capacitado para salir me avisas y voy contigo. Siento haberme reido pero es que me causó gracia que alguien al que apenas conozco sea capaz de valorar el poco trabajo que he hecho, lo cual habla muy bien de ti, mi hermano no se confundía acerca de ti. Intentaré hablar con él, de como me siento, a ver si consigo razonar alguna cosa con Andreas, aunque creo que va a estar un poco difícil, pero no pierdo nada por intentarlo.

Me pregunta si mientras el estea fuera me podré encargar sin problemas del resto de instrucciones militares a lo que asentí con la cabeza y también sobre unos mercenarios, al principio dudé pero creo que se debe de referir al hombre con el que negociamos y al otro hombre extraño que contactó con mi hermano.
- Sí, hay camaras, microfonos y soldados vigilando cada movimiento que hacen por si hay alguna actividad sospechosa... y mi hermano parece que les ha cedido a Jed para experimentar, estaba un poco cadaverico cuando lo entregaron.

Cualquier psicólogo de familia tendría mucho trabajo que hacer con estos dos hermanos. Parece que no tienen confianza para hablar entre ellos, y encima el pequeño tiene cierto resquemor hacia el mayor. Casi me da lástima que vea en mi una figura de apoyo en lugar de tener a su hermano para ello. Yo no soy una persona de la cual se pueda hablar bien, eso está claro. Demasiado corrupto, individualista y tramposo, pero sé jugar bien mis cartas y ofrecer mi mejor cara. Las apariencias son parte fundamental en el juego de la política, eso y los favores mutuos.

- Eh, no me des las gracias. Todos hemos sido los últimos monos alguna vez, y ya es hora de que Andreas deje de pensar en ti de esa manera. Lo conozco desde hace tiempo...creo que sigue pensando que eres un crío. Demuéstrale que no, trabaja codo con codo con él. - ahora me provoca cierta curiosidad saber qué decía su hermano sobre mí para que Michael diga que se equivocaba. No dudo que me pone verde a mis espaldas, cosas de políticos. Ya le preguntaré en otra ocasión, no conviene aparentar excesivo interés ahora mismo. Además, parece que el efecto de la droga es muy fugaz y la pierna empieza a dolerme de nuevo a horrores . Cierro los ojos un momento, tensando la mandíbula. No estoy demasiado centrado para seguir hablando. Al abrirlos de nuevo vuelvo a darle a la ruleta que administra lo del gotero, pero ya casi se ha acabado. - Mierda. Hay que pedir más a la enfermera...un sedante más fuerte, necesito descansar.- chisto por lo bajo cabreado, volviendo a escuchar a Michael mientras me tranquiliza con lo de los magos, que dice que están controlados. Lo que no sabía es lo de Jed.

- Puto Jed, para un humano eficiente y fiel que hay...ahora van y nos lo dejan para el arrastre. Espero que salga de esta. También me han informado de lo de la traidora Morgana. Mantenla vigilada, quiero enterarme de todo al respecto.

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probabilidad:

éxito: se hace adicto temporalmente hasta curarse del todo, luego se le pasa
fallo: se queda cojo y se hace adicto forever

El miembro 'Éamon O'Connell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Joder, este hombre se ha pimplado un calmante en nada, y aún necesita más, porque el dolor no le deja siquiera concentrarse, debería dejarle descansar, después de todo creo que ya ha quedado bastante claro lo que debería de hacer nada más salir del hospital, ir a ver a mi hermano, quizás invitarle a algo y charlar un poco, ahora esperemos que no estea muy ocupado o se busque una ocupación y me diga que mejor en otro momento y así estemos prolongándolo.

- Éamon, si quieres te dejo descansar y de paso aviso a la enfermera, creo que intentaré hablar con él, a ver si tiene algo de tiempo.

Me levanté y me despedí de Éamon y me acerqué hasta el puesto de atención de las enfermeras para comunicarles de que el paciente seguía con dolor y se le había acabado el calmante, lo cual dejó muy desconcertadas a las enfermeras de guardia que decían y aseguraban que no podía ser, que le habían suministrado suficiente calmante para todo el día y que no se podía haber gastado ya. Salí del edificio y monté en el Jeep para ir a buscar a mi hermano.

- De acuerdo. Nos vemos. No olvides lo que te he dicho. Y piensa que pase lo que pase lo importante es mantener la Alianza fuerte, si nos debilitamos estaremos perdidos.

"se nos echarán encima como buitres, no lo dudo"

Acabo por agradecer que Michael vea que no me encuentro muy bien y decida marcharse, avisando a las enfermeras de paso. Me hubiese gustado irme con él, pero las circunstancias no me lo permiten. Las enfermeras hacen caso a las indicaciones de Michael, entrando en la habitación para suministrarme más calmante. Gracias a eso consigo dormir unas cuantas horas, y así tiene que seguir siendo durante los siguientes días.

Poco a poco me voy volviendo más dependiente de ese tipo de calmantes, más todavía cuando el médico me dice que me va a quedar cierta cojera como secuela del accidente. El cabreo en ese momento es monumental, con los causantes del accidente, con mis guardaespaldas, con los médicos, y con todos. Incluso conmigo mismo por no haber revisado que el coche estuviese perfecto. Un político tullido pierde muchos puntos, a no ser que seas Churchill. Durante los días siguientes a la noticia continúo de bastante mal humor, aunque me esfuerzo en empezar a hacer la rehabilitación, comenzando a caminar poco a poco y con bastantes dificultades. Al menos consigo mantenerme en pie, aunque sea con muletas.

Finalmente me dan el alta, transcurridos unos pocos días más desde la visita de Michael. Un coche oficial viene a recogerme al hospital, ante la expectación de los medios de comunicación en la calle. En las declaraciones dejo bien claro que ha sido un atentado de los renegados hacia mi persona, que no pararán hasta acabar con todos nosotros y que invito a la población a tomar también las armas y salir a por todas, que no dejen de luchar contra ellos ni un instante o será demasiado tarde para la raza humana. El coche oficial se marcha de allí, dejando atrás una nube de flashes y varias preguntas de los periodistas sin contestar. Que se conformen con que luego salga por un plasma, que luego se acostumbran a lo bueno y a las declaraciones en persona.

61-5 por SF= 56 PS

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Habia llegado a la recepcion cargando con Morgana sobre mi espalda despues de conducir todo el trayecto hasta aqui desde el lejano cementerio. La herida del vampiro en mi cuello picaba, escocía y dolía a horrores...una parte de mi tenía miedo de si me convertiría en un bicho como aquel. Mi desconocimiento sobre aquellas mordeduras era grande. Si era como en el caso de los licántropos....

Nada mas llegar, a Morgana se la llevaron en una camilla y la trasladaron a la UCI para reanimarla. Cuando les conté el origen de mi herida del cuello, hicieron otro tanto conmigo. A parte de eso, tenia contusiones varias por todo el cuerpo por culpa de lo que pasó con el coche y las hostias del vampiro. Me tranquilizó que me dijeran que no tenían historial de pacientes que se habian convertido en vampiro con tan solo un mordisco.

Aun asi como habia perdido mucha sangre y estaba entrando en shock hipovolémico, acabé tambien en la UCI como Morgana. Cuando hubieron terminado con ella la trasladaron al mismo cuarto que yo, puesto que al ser dos ejecutores, asi seria mas facil para nuestro inspector cuando viniese a vigilarnos. Nos quedaban por delante algunos dias de descanso para recuperar la salud perdida.

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Comienzo a despertar en el hospital, como una de otras tantas veces en las que he acabado aquí, aunque esta vez lo hago en calidad de ejecutora y acompañada por otro odioso ejecutor. Lo miro suspirando con una mezcla de hastío y dolor por las heridas, incorporándome lentamente en la cama con una mueca. Seguro que hemos pasado aquí más de un par de días, y algo me dice que la misión no acabó bien. Jed estaba perfectamente cuando llegó, y ahora está hecho una piltrafa. Tiene pinta de que los pirados aquellos se las apañaron en el último momento para cambiar las cosas.

- Odio este trabajo...ni siquiera me dejan matar a gusto- me quejo por lo bajo mientras pienso en la descabellada idea de fugarme del hospital y buscar alguna manera de quitarme el chip del cuello para que no me localicen. Es humillante que tenga que hacer eso como si fuese uno de esos monstruos mágicos que no dejan de joder día y noche. Intento distraerme para quitarme esa idea de la cabeza, porque por un lado quiero hacerlo pero por otro tengo miedo y no sé cómo. También odio tener miedo, antes no lo sentía tan a menudo como ahora. Miedo y odio no son buena combinación.

- Eh, idiota, despierta de una vez y cuéntame qué ha pasado. - espeto a Jed en voz suficientemente alta para molestar, arrojándole a la cabeza un frasco de pastillas que hay en mi mesilla de noche. Habré conseguido mi objetivo si se despierta con eso. - No me hagas ir a tu cama a tomar medidas más drásticas...- aviso nada más tirarle el frasco ese, esperando que no me agote la poca paciencia que tengo.