Unidad de Cuidados Intensivos

Me despierto bruscamente porque una imbecil me ha tirado un frasco de pastillas a la cabeza. El frasco se abre y se desparrama entero y yo me incorporo gruñendo de mala leche,

-Pero que cojones?

Miro a la rubia comprendiendo que ha sido ella.

-Que demonios pasa contigo? Si odias tu vida no lo pagues conmigo y haberme dicho que preferias quedarte muerta en ese cementerio, joder. Ademas de que te salvo el pellejo.

"tch!"

-Si quieres que te cuente como terminó la mision tendras que ser mas amable. No eres superior en rango a mi, no tengo por qué responderte. Y ademas, ya he informado a los que se supone que tienen que saberlo.

"ahora me duele la puta cabeza. Quiero largarme de aqui cuanto antes"

- Hum...te lo mereces. - suelto con odio reconcentrado cuando Jed se queja del frasco que le he arrojado a la cabeza, que al menos ha servido para que deje de dormir como un gilipollas. No quiero compartir habitación con él, que parece que tenemos que ir todos los ejecutores en pack y hacernos amiguitos. Los ejecutores me parecen la mayor mierda andante sobre el planeta, y lo peor es que ahora soy uno de ellos. Lo único bueno es la puñetera pistola destrozadora. Me cruzo de brazos y miro hacia otro lado con cabreo al escuchar eso de que odio mi vida, cosa que en parte es cierta. Cuando era capitana estaba puteada, pero al menos era alguien. O eso creía. Ahora soy lo último de lo último.


Giro de nuevo la cabeza para lanzarle una mirada de advertencia ante su juego de cabrearme intentando que sea más amable, intentando dejarle claro que detesto que me esté recordando constantemente que ahora somos iguales. Sonrío falsamente como si le estuviese siguiendo el juego y de verdad procurase ser más educada y amistosa. Incluso trato de poner voz de persona normal y no de persona cabreada con el mundo - Compañero...¿serías tan amable de decirme cómo ha acabado la misión? ...- poco a poco comienzo a cambiar mi tono de voz, girándome en la cama para sentarme al borde. - ¡¿De decirme cómo acabó la puta misión?! ¡La misión que te dejé en bandeja y acabaste por joder completamente! Porque intuyo que eso es lo que ha pasado y por eso no lo quieres decir. - le grito en un tono exagerado y que seguro molesta a los pacientes de al lado, aunque poco me importa. Estoy alterada y me da lo mismo que los altos mandos ya estén informados, a ellos les importa un carajo lo que nos suceda.

- Mierda...necesito emborracharme para llevar esto. - declaro en voz alta tras un profundo suspiro, diciendo eso más para mí que para otros. - ¿Y tú...por qué acabaste aquí? nunca me he interesado por saber demasiado de las vidas de los ejecutores, para mí sólo erais despojos

- Te quieres callar la boca? Si, la puta mision, me la dejaste en bandeja. La concluí, iba a cargarme al mago que estaba paralizado y a llevarme a la dragona, pero entonces apareció un jodido vampiro y me lanzó en el coche por los aires. - le espeté sin paciencia alguna, no soportaba que se creyese con derecho a echarme la bronca por aquello.

- Y aunque luego llegaron dos soldados que pedi de refuerzos, al vampiro le dio tiempo a huir con los que habiamos abatido. Se desvanecio entre las sombras. El dispositivo anti desaparicion no le afectaba a él. Y ahora déjame tranquilo, no me van a pagar mas por escuchar tus berridos....

Saqué los pies de la cama y me llevé una mano a la cabeza, que aun dolia un poco. Agarré mi ropa y mis botas pensando que morgana por fin habia dicho algo inteligente al hablar de emborracharse. No me agrada tanto cuando pregunta por mi y la miro con cara de pocos amigos. Sabía a que se referia... cuando decia que eramos solo despojos.
- Fui policia y soldado. Pero en algún punto la cagué demasiado y acabé en la cárcel. Y no, no fue traición.

"desobediencia en todo caso, y una violencia desmedida"

-Ahora no vuelvas a tocarme las narices en un rato.

Y me fui para el baño a vestirme, considerando que aunque aun iba vendado por algunas zonas, ya iba siendo hora de salir de ahi

- Ponte en marcha. No tendremos mucho tiempo libre para agarrarnos un pedo antes de que nos llamen a filas de nuevo.

Eso se lo dije a Morgana al salir, ya ataviado de ejecutor decente. Luego eché a andar para salir de alli, suponeindo que pronto notificarian a mis superiores.

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PS recuperados

Tal y como pensaba, un engendro mágico de última hora nos jodió el plan. Y no uno cualquiera, sino un maldito vampiro. Poco se puede hacer contra eso, especialmente si no llevaba ninguna bala ultravioleta encima. Podría seguir echándole la bronca, pero sería inútil. Bufo con exasperación cuando me dice que le deje tranquilo, porque él también me está molestando con su sola presencia. Al menos accede a responder a la pregunta de cómo acabó siendo ejecutor, puesto que en el caso de los humanos solo sucede si se han cometido delitos. En mi caso es una supuesta traición a la Alianza, en el suyo...

"misterio. Algo muy grave tuvo que hacer para que lo metiesen a ejecutor sin ser traición. Tal vez asesinato, y no precisamente de seres mágicos. Por esos te dan medallas"

Entrecierro un poco los ojos de manera escrutadora, sabiendo que ahora mismo no me va a contar nada más. Ahora tengo curiosidad y quiero saber lo que paso, iré indagando poco a poco. En cualquier caso somos dos antiguos combatientes caídos en desgracia, como la escoria entre los nuestros. Los seres mágicos se merecen el degradante puesto de ejecutor, nosotros no.

- Ya veo...supongo que se te fue la pinza o algo así. - murmuro mientras lo veo irse a cambiarse o lo que vaya a hace. Después me levanto de la cama para comenzar a recoger mis cosas y el uniforme nuevo y limpio que nos han dejado para que nos pongamos. Como tarda mucho le doy un par de golpes en la puerta del baño para que lo deje libre, entrando en cuanto él sale. - No jodas con las prisas, espera abajo y nos vamos. Espero que no nos llamen para más misiones en muchos días. - paso al servicio para ducharme y asearme en condiciones, vistiéndome después. En total se me han ido unos 20 minutos, y más le vale a Jed estar abajo esperando con el jeep. Salgo de la habitación y después del edificio, abandonando el lugar con Jed al volante del jeep militar.
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PS 150 (muchos días, recuperado)

El traslado en helicóptero fue rápido, menos de quince minutos, los operarios siguieron con el trabajo de los científicos que habían llevado a Blair hasta la azotea, le tomaron una vía para poder suministrarle líquidos e intentar que aguantara hasta llegar al hospital, donde le podrían hacer una transfusión y operar decentemente.

Al llegar ya había gente esperando para trasladarla al interior de las instalaciones con una bolsa de su grupo sanguíneo, pasa diréctamente a quirófano dónde extraen la bala y cualquier otra cosa extraña, suturan la arteria que se había perforado de forma correcta ya que los científicos habían hecho un apaño, limpian y desinfectan tomando en todo momento sus constantes vitales, probablemente le quedara una pequeña cicatriz, el cirujano esperaba sinceramente que no fuera así o su cabeza rodaría.

Después de la operación la pasan a una habitación privada en la unidad de cuidados intensivos, su cuerpo había estado al borde del colapso, estaba débil y probablemente pasara unos cuantos días sin abrir los ojos.

Transcurrieron dos meses desde aquella maldita noche en la que los renegados asaltaron los campos, atacando a Blair y dejándola malherida. Mis heridas no tardaron demasiados días en mejorar, pero ella no ha despertado desde entonces, y ni siquiera los médicos saben cuándo lo hará, a pesar de mis amenazas porque hagan algo. El asunto de mi esposa me ha tenido un tanto al margen de otros asuntos del trabajo, de modo que he delegado un poco en Wilhelm y en Gelion, aunque no he desconectado por completo. Sé cosas, como por ejemplo que se perdió la señal del robot Centinela que se llevó a un preso sin permiso, y que ahora está en paradero desconocido. También estoy al tanto del asunto de la Alianza en Turín, y el problema que tienen de nuevo por culpa de que la antimagia del satélite no está actuando en ese lugar. Hubiese ido en persona para comprobar la situación sobre el terreno, pero no puedo irme con Blair en este estado.

Hasta ahora no he permitido que mis hijos vengan a verla, por pensar que son muy pequeños para ver así a su madre. Tras mucho pensarlo he acabado cambiando de opinión, así que he pedido que traigan a Michael y a Collins en un coche oficial para que vengan a visitar a su madre al hospital. Los críos han insistido en verla y están preocupados, obviamente. Conmigo han estado un poco recelosos, tras el soponcio inicial al enterarse de lo que había pasado.

- Hijos...- los recibo en la puerta de la habitación, sin entrar todavía al lugar en el que está Blair. - Creo que debo permitir que veáis a vuestra madre. Además, ya no sois unos niños, podéis enfrentaros a esto. - en cierto modo siempre he pensado que Blair los infantilizaba un poco, tratándonos como si fuesen más pequeños de lo que en realidad son. Pronto tendrán 15 años, la mayoría de edad según se ha estableció hace unos años. Después les permito entrar a la habitación en la que está Blair, dejando que pasen ellos primero y la vean, dormida y conectada a diversos aparatos. Pongo una mano en el hombro de cada uno de ellos, bajando el tono de voz. - Vuestra madre es fuerte y sobrevivirá, pero no debemos olvidar que los culpables de todo esto son los seres mágicos. Ellos han hecho que esté en esta cama, ellos han estado a punto de matarla. Son un peligro, y sólo si los combatimos podremos estar a salvo. Recordad muy bien quién es el enemigo...y qué debéis hacer. Debemos aplastarlos. - espero a que mi discurso de odio cale en ellos, que impregne de rabia todo su ser. No funciona como esperaba, al menos no en este momento. Ambos se acercan a su madre casi con miedo y con los ojos llorosos, más impresionados por lo que ven que por sus palabras. No pueden permitirse ser débiles en estos momentos...

- Tenéis que endureceros para poder sobrevivir en este mundo. Por mucho que os duela ver lo que le han hecho.
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éxito: les entra el odio a la primera de cambio
fallo: todavía no

El miembro 'Éamon O'Connell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

habían pasado dos largos meses desde el ataque a los campos de concentración, aunque de eso poco sabía ni me había dado cuenta, para mi simplemente habían pasado horas, puede que un día entero, siempre sumida en la oscuridad, alguna vez escuchaba algo, voces en la lejanía, posiblemente Éamon porque sonaba a amenaza o simplemente mi cerebro jugando conmigo. También algún que otro sueño, entre ellos uno muy repetitivo, una y otra vez aquel hombre me disparaba, le miraba a la cara hasta caer al suelo, jamás olvidaría el rostro de aquel hombre, no hasta ver esa cabecita clavada en una pica y siendo picoteada por los cuervos.

los días seguían pasando y poco a poco iba recuperando mi consciencia, ya no estaba sumida en total oscuridad, era más como estar durmiendo y abrir los ojos un mísero instante de vez en cuando, para mi desgracia nunca había nadie cerca. unas voces empiezan a llamar mi atención, noto como alguien se acerca pero el cuerpo no me responde, la voz de Éamon suena claramente en mis oídos, aunque es calmada y habla por lo bajo, no consigo saber que dice pero de inmediato la calidez de dos manos toca las mías, escucho sollozos, me llaman entre lágrimas y gimoteos, cómo no reconocer las voces de mis hijos al llamarme? necesito levantarme, nunca he soportado verlos llorar y esta vez era casi una agonía porque me muero por abrazarlos y consolarlos, siento como una lágrima rueda por mi mejilla pero aún así el cuerpo no me responde, lo sigo intentando hasta que por fin consigo mover un poco mis manos para estrechar las de mis hijos con muy poca fuerza pero lo justo para que sepan que los escucho, Collins se calla aunque Michael sigue llorando mientras me abraza, vuelvo a cerrar la mano sobre la de Collins que parece haberse dado cuenta e inmediatamente alerta a su padre, después de unos segundos, al fin consigo abrir los ojos para ver a los dos pequeños -cariño... no ...llores...- no consigo decir mucho más, tengo la garganta seca y el cuerpo totalmente entumecido y adolorido pero puedo dedicarle una mirada a Éamon y una leve sonrisa.

Inmediatamente entran los médicos a verificar que todo esté  bien, aún no me siento con fuerzas suficientes para hablar pero si las necesarias para mirar como mis hijos se marchan por orden del médico, si pudiera lo mandaba a recoger patatas con un tenedor, quién se cree para sacarlos de esa forma? en fin, tampoco me puedo quejar así que los dejo hacer su trabajo, me inyectan algunas cosas para espabilarme y monitorizan mis signos vitales, por fin me dan un poco de agua para mojar los labios aunque no me siento preparada para beber. Pasan un par de horas antes de que los niños puedan volver a entrar, pero esta vez si puedo darles un abrazo.

El plan de inyectarles el odio en vena no me ha salido tan bien como pensaba, y creo que Blair me cuestionaría por ello, a pesar de que su nuevo cargo incluya el adoctrinamiento de las nuevas generaciones, hacer que no perdonen jamás al enemigo. Hago un esfuerzo por aguantar sin fumar el rato que estoy en la habitación, permaneciendo aquí mientras los críos estén dentro. De repente sucede lo que llevaba tanto tiempo esperando, al fin alguna señal de vida. Todo parece gracias  a los críos, si lo llego a saber los traigo antes.  Me apresuro en acercarme a la cama, inclinándome sobre ésta para comprobar que no nos lo habíamos imaginado. - Blair...por fin despiertas...- murmuro en tono aliviado, dejando que sean nuestros hijos los primeros en darle la bienvenida al mundo de los vivos. La débil sonrisa que me dedica Blair contrasta con lo que sucedió la última vez que la vi consciente, en aquella discusión de la fiesta. Parece que ha pasado demasiado desde entonces. Le sostengo la mirada a Blair durante unos instantes, y hasta hago un ligero amago de sonrisa, pero no de las típicas sonrisas irónicas, una normal.

Llamo a los médicos para que vengan cuanto antes a la sala, dejando que examinen a Blair con presteza mientras piden que saquemos a los niños. Los acompaño un momento a la puerta para encargarme de que el guardaespaldas los vigile como es debido, volviendo a entrar después con mi esposa mientras controlo lo que hacen los médicos y les hago preguntas variadas sobre su estado. - Que permanezca en esta planta por ahora, quiero que siga igual de bien atendida. Podéis marcharos por el momento. - me siento al lado de Blair mientras termina de espabilar, cosa que le lleva cerca de dos horas.  - Menos mal que me hiciste caso y no me dejaste solo con nuestros hijos. Me alegro de que vuelvas al mundo de los vivos. Ha pasado demasiado tiempo...- seguro que ella ni lo sabe, y ha perdido la percepción del tiempo. Llevará muy mal eso de verse recién despertada, de eso no cabe duda.  Pongo una mano en su frente mientras le digo que descanse para recuperar fuerzas, dejándole su tiempo para ello. Suspiro antes de levantarme de la silla, justo cuando entran de nuevo nuestros hijos, esta vez mucho más animados que antes, contándole cosas a su madre de lo que habían estado haciendo durante este tiempo.

- Poco a poco, vuestra madre necesita descansar. No podemos quedarnos mucho en la habitación.

La voz de Éamon al verme despierta me sorprende un poco, puede que no fuera mi imaginación y de verdad hubiera estado en esta habitación mientras dormía, los niños nos esperan fuera y una vez está todo bajo control los médicos salen también dejándonos a mi y a mi marido un momento a solas, de nuevo sonrío muy levemente e intento poner cara de superioridad, aunque no sé si lo consigo -no... te vas a librar de mi... tan fácilmente... ni loca dejo a los niños contigo...- la garganta me estaba matando así que esas pocas palabras me provocan un pequeño ataque de tos, no quiero que entren los médicos así que solo sujeto a Éamon por la manga de la camisa por si piensa en hacerlo -¿Cuanto tiempo ha pasado? solo un par de días, supongo...- de nuevo la tos y un cansancio atroz, espero a que Éamon me conteste aunque mi cuerpo tiene otros planes, cuando pone la mano en mi frente mis ojos se cierran nuevamente contra mi voluntad por unos minutos, no dejo de sujetar al rubio en ningún momento y cuando despierto sigue ahí, a mi lado.

Pasan dos horas hasta que se me pasa la narcolepsia, una vez siento que no voy a dormir de nuevo, pido a Éamon que levante un poco la cama, necesito sentarme y por mi misma no puedo,  también necesito  beber agua, digan lo que digan los médicos, me da lo mismo.   Los niños entran nuevamente, me cuentan tantas cosas que me he perdido, me siento fatal por ello, a lo mejor era solo mi imaginación pero incluso estaban más altos -Espero que os hayan hecho fotos, quiero verlo todo... mañana las traéis, ¿de acuerdo? los niños siguen hablando de sus cosas hasta que por algún motivo Michael se calla, le pregunto que le ocurre y cuando abre la boca solo dice "esto es culpa de esos hombres malos" levanto la mirada para buscar la de Éamon, si lo sabían era porque él les había hablado de lo ocurrido, suspiro y hago que los dos se acerquen, incluso que se suban a la cama, a mi lado, tal y como hacemos en casa -Escuchadme bien, esto es culpa de esa gente que entró en los campos y nos atacó, son peligrosos, para todos los humanos, estáis creciendo y pronto alcanzaréis la mayoría de edad, siempre seré vuestra madre y vosotros mis hijos pero creo que... es el momento de que aprendáis a defenderos... miro de nuevo a Éamon y continúo hablando, esta vez para los tres -A partir de ahora quiero que paséis los fines de semana con vuestro padre para que empecéis a entrenar, el enemigo es fuerte pero nosotros lo seremos aún más- No permitiría que le ocurriera a mis hijos lo mismo que a mi, si esa gente pudo infiltrarse en los campos podrían hacerlo en cualquier otro  lugar, incluso nuestra casa a pesar de todas las medidas de seguridad, los niños me miran con cierta sorpresa en sus ojos, luego miran a su padre y de nuevo a mi, estaba claro que los había dejado descolocados, a lo mejor me arrepentía en un futuro pero en ese instante me parece lo mejor.

Una vez se marchan los chicos, vuelvo a quedarme a solas con Éamon -Los niños necesitan aprender cuanto antes a defenderse... pero tengo condiciones... yo también los adiestraré, no van a ser simples matones y asistiré a vuestros entrenamientos... por si se te va la mano, que nos conocemos- hablo lenta y pausadamente, no tengo mucho más que decir, solo hago un gesto a Éamon para que se acerque, llevaba la camisa hecha un asco y me estaba mosqueando desde que me he despertado.

- Ya contaba con ello. - respondo con tono casi cómplice a eso de que no iba librarme de ella, ni me dejaría solo con los niños. Así es como debe ser, ellos la siguen necesitando. Por ahora tiene sentido dejar aparcado lo de aquella noche. - No mucho...según cómo lo mires. - Evito responderle a lo del tiempo que ha pasado, porque si lo sabe seguro que le da algo sólo de pensarlo. En lugar de eso la dejo descansar un par de horas más, hasta que por fin parece espabilar del todo. La ayudo a incorporarse en la cama, colocando también un par de almohadas para que esté más cómoda. Después le acerco un vaso de agua a los labios, para que vaya bebiendo despacio. Podría darle alcohol, seguro que se animaba más. Dejo el vaso en la mesilla cuando termina de beber, aunque vuelvo a rellenarlo para cuando quiera. - Puedo pedir que te traigan algo de comer, para que recuperes fuerzas. - el dinero no es problema, así que puedo contratar a alguien que lo haga mejor que el cocinero de la cutre cocina del hospital.

Guardo silencio mientras los críos le van contando cosas, prefiriendo que no sepa lo mal que lo han pasado al saber lo de su madre. Es como que han sido conscientes por primera vez de que todos corremos peligro, aunque tengamos una buena posición. Me siento en el sillón de al lado de la cama mientras los chicos se sientan con ella, uno a cada lado. Asiento al tipo de discurso que les va dando, pero me sorprende la decisión de que aprendan a defenderse. Pensé que ella no querría, por eso de que los trata como si fuesen demasiado niños. - Es la mejor decisión que podrías tomar. Ya tienen 14 años, es el momento de aprender a manejar un arma, y de defenderse cuerpo a cuerpo. Nosotros os protegeremos siempre que podamos, pero es necesario que vosotros también sepáis luchar. - me levanto de la silla mirando con seriedad a los chicos, si tengo que enseñarles yo me aseguraré de no hacer concesiones con ellos, tienen que endurecerse.

- Comenzaremos este fin de semana. Será una cita obligatoria, para vosotros y para mí, así que no hay excusas. - miro a Blair con los ojos levemente entornados por eso de que me vigilará por si se me pasa la mano. ¿Acaso piensa que les voy a hacer daño de verdad? - Como quieras...pero ten en cuenta que es probable que terminen cada clase con algún moratón. Por lo demás no hay ningún peligro. - intuyo a qué se refiere con lo de que no sean simples matones, pero pregunto por asegurarme. - ¿Técnicas de qué tipo? ¿les enseñarás manejo de venenos tal vez? eso sí que puede ser peligroso, el más mínimo fallo puede acabar mal. Ya veremos...

El agua baja por mi garganta como la lluvia después de una sequía, puede que no fuera mi agua mineral ultra cara pero después de tanto tiempo sin probar ni gota esta sabía a gloria, las atenciones de Éamon también eran una sorpresa, no se comportaba así desde que estaba embarazada de los chicos -Si llego a saber que serías tan amable conmigo habría dejado que me dispararán mucho antes- niego cuando dice lo de la comida, no me apetece comer nada, con el agua era más que suficiente.

Los niños me cuentan tantas cosas que echando cuentas, era imposible que solo hubieran pasado unos días desde que me dispararon en los campos, ya habían tenido su segundo recital, incluso un partido de béisbol importante para el equipo de Collins, tenía en mi mente esas fechas, esas cosas tan triviales para los adultos pero importantes para los niños, había pasado mínimo un mes, incluso me había perdido su cumpleaños -Cuando salga de aquí celebraremos una gran fiesta por vuestro cumpleaños, estoy segura de que vuestro padre ya os habrá dado algo pero falta el regalo de mamá.- los críos se alegran al escuchar eso y después viene la charla sobre su entrenamiento, Éamon está de acuerdo aunque los pequeños no parecen muy convencidos, les doy un beso a cada uno y los acerco a mi para susurrarles algo al oído -No os preocupéis, si vuestro padre se pasa mamá le dará una paliza, como siempre~~- los dos se echan a reír pero su padre sigue, parece que se ha venido arriba con eso de dejarlo entrenar a los chicos pero al menos pasarían tiempo juntos, lo de los moretones ya me hace menos gracia así que obviamente intento matarlo con la mirada -Te agradecería que intentaras no dejar marcas en nuestros hijos, te dejo entrenarlos por su seguridad pero tienen 14 años y me da igual lo que digas, siguen siendo mis niños- al parecer enfadarme no me sentaba bien pues un nuevo ataque de tos llega con mis últimas palabras, me llevo una mano al pecho para atenuar el dolor que siento en ese momento.

Cuando me calmo contesto a la última pregunta de mi marido -Venenos, etiqueta, economía, idiomas, estrategia, incluso medicina para que llegado el momento no tengan que esperar por otra persona, a veces vale más maña que fuerza y ya deberías saber eso- vuelvo a toser de nuevo, esta vez con más fuerza, empezaba a encontrarme bastante mal, puede que me hubiera esforzado demasiado apenas despertar, no quería asustar a los chicos -Niños, ya es tarde... id a casa, mañana volveremos a vernos, ¿de acuerdo?- apenas puedo despedirme de ellos, intento soportar el dolor hasta que salen de la habitación, pero cuando lo hacen dejo que los médicos vuelvan a entrar, incluso puede que los llamara Éamon, no sé si me inyectaron algo, pero nuevamente caigo en un profundo sueño, esta vez no tan largo.

- Pues no lo tomes por costumbre. Lo de dejar que te disparen. - matizo al darme cuenta de que puede parecer que me refiero a que no se acostumbre a que le de atenciones. Después de todo es mi mujer, es mi obligación como marido. No sólo eso, sino que el hecho de haber estado a punto de perderla me ha hecho recapacitar y darme cuenta de que todavía siento cosas por ella, algo que creía que había desaparecido hacía tiempo. Aún así es complicado, ambos nos hemos dicho cosas que no debíamos. Me quedo un tanto apartado y ausente pensando en todo eso, escuchando a medias todas las historias de los críos, que son demasiadas. He de enseñarles a hacer buenos discursos políticos, que se van de una cosa a la otra sin hacer uso de ninguna competencia discursiva.

Me cruzo de brazos y ruedo los ojos cuando su madre dice eso de que me dará una paliza sin me paso, pensando que vamos a acabar discutiendo de nuevo con eso de los entrenamientos. Parece que se nos da genial discutir. - Tus niños serán mayores de edad muy pronto, y sé que estaremos orgullosos de ellos. - digo esto último mirando a los chavales con confianza, poniendo cara de escepticismo con todo lo que les quiere enseñar. No está mal, pero me sobra lo de la etiqueta. No es para tanto. - Perfecto, formaremos pequeños espías. - me doy cuenta de que Blair cada vez tose más, así que decido avisar a los médicos para que vengan a revisarla de nuevo. Está hablando ya demasiado para acabar de despertar, así que le pido a los niños también que se vayan. - El guardaespaldas y el chófer os llevarán a casa, yo iré más tarde. - espero a que se marchen los críos, acercándome a la cama de Blair antes de que lleguen los médicos.

- Deja de esforzarte, acabas de despertar después de dos meses, no pretendas decirlo todo de una... tal vez en una semana pueda llevarte a casa. Muy pronto. - los médicos le ponen la inyección de calmante o lo que vaya en la jeringuilla, y después me piden que salga de la habitación mientras le hacen algunas pruebas más. Mientras cojo el teléfono para recibir la llamada de Andreas, que me avisa de que se pasará por aquí a visitar a Blair. Aprovecho esa visita para irme y pasarme yo por casa a ver a los críos. Si viene Wilhelm ella no se quede sola, aunque horas después regresaré al hospital para ver cómo sigue Blair.

Llegué al hospital, habia estado esperando unos dias prudenciales despues de que me informasen de que la ministra Blair habia recuperado la consciencia para poder pasarme a visitarla. Habia que dejar espacio para la familia. Luego de haber dejado correr un tiempo prudencial llamé a Eamon informandole de que acudiria,a lo que el aprovechó para ir a poner sus asuntos personales en orden.

Habia dejado a Gelion a cargo de las labores de reconstruccion y evaluacion de medidas de seguridad en los campos, habia demostrado que era muy capaz y eficiente como jefe del cuerpo de inspectores y ejecutores. Y quien mejor que un soldado para esas cosas. El asunto de los presos, tendria que esperar.

No hizo falta que preguntase o tuviera que esperar en recepcion, me acompañaron directamente a la habitacion de Blair. Me despido de las enfermeras y pido que se queden atrás por el momento. Entro a la habitacion y dejo el suntuoso ramo de flores que le habia comprado en un jarron sobre la mesita de hospital. Arreglé un poco las flores, como no sabia cuales eran sus preferidas habia un batiburrillo de rosas, jacintos y orquideas, que eran las que mas bonitas me parecian a mi. No entendia la costumbre de llevar flores a los enfermos pero era eso o bombones y bombones no le iban a dejar comer.

Como estaba dormida, me senté en una silla cerca de su cama. Pensé en ponerme a jugar al candy crush mientras le hacia compañia, pero en lugar de eso me crucé de piernas y me la quedé mirando con expresion pensativa, pasandome una mano por la barba cuidadosamente recortada.

Ya llevaba una semana despierta, estaba deseando dejar el maldito hospital y regresar a mi casa pero al parecer necesitaba algo de rehabilitación para que mis músculos volvieran a estar en forma, y ojalá pudiera ponerme en pie rápido porque cada día en esa horrible cama significaba perder mi tonicidad, como se me quedara el culo carpeta iba a ejecutar medio Londres.

Los niños y Éamon venían a visitarme constantemente, era lo único bueno que tenía estar en este lugar, tener a mi familia reunida sin tener que discutir con mi marido, el cual se había mostrado muy amable durante los últimos días, probablemente nuestro matrimonio aún tendría alguna oportunidad. Me encontraba leyendo un libro cuando una de las enfermeras llama para avisarme de una visita, Andreas se había dignado a aparecer, sin dudarlo dos veces me hago la dormida y espero a que entre para ver que hace, la verdad es que esperaba que hiciera alguna de las suyas, un comentario, que se pusiera con los marcianitos, que llamara para preguntar por su estúpido hamster, lo que fuera, pero no, solo escucho el silencio y huelo la fragancia de las flores, abro los ojos y echo un vistazo al gran ramo de flores que ha traído cosa que me hace sonreír, me gustan los detalles, más aún los que parecen caros -Para que lo sepas, mis favoritas son los lirios- me incorporo un poco en la cama para echarle una mirada al político, esperando a que se acerque para tomarle de la corbata y darle un beso en la mejilla  -Estaba esperando que te pusieras a jugar con el teléfono, has sido un buen chico, Andreas-

Tras contarme sus batallitas con Putin y otras cosas que simplemente ignoro pero hago como si le escuchara, me pongo seria y hablo de lo que realmente me importa -Quiero al idiota que me disparó y a la zorra de cabello negro que le acompañaba, los quiero en bandeja de plata Andreas, para sacarles los ojos yo misma y dárselos de comer a los cuervos... espero que los hayáis capturado vivos, la muerte es demasiado amable para esas ratas-

Estaba mirándola cuando de pronto y sin más, abrió los ojos y se puso a hablar, levanté una ceja porque, wow, eso habia sido rapido.

- Te has estado haciendo la dormida? Para comprobar que hacia? Y si hubiese intentado hacer algo que extralimitase de mis funciones meramente de visitador hospitalario?

Me levanté y me acerqué un poco mas, luego, me quedé sentado en el borde de su cama. No iba a mentirle, estaba a punto de ponerme a jugar. - Cambié de opinión. Verte dormir es como mirar a un angel descansando....porque despierta ya sabes que de angel no tienes nada. Los lirios? Pero si son...

"son flores de abuela!"

Hice una cara de "en serio, lirios? Que mal gusto chica". Pero no dije nada, porque no queria morir. Tras una breve y trivial charla llega el momento jodido y es que no habiamos cazado a ninguno de los culpables de que ella acabase asi.

- Hemos capturado vivos a otros...esos dos en concreto...lograron huir. Bueno, solo la mujer. Al otro se lo llevó un Centinela y está en paradedor desconocido. Pero es cuestion de tiempo que los atrapemos... he redoblado las patrullas. Sea donde sea que se están escondiendo, pronto los tendremos.

Sonrío ante la clara mentira y las adulaciones de Andreas, era tan charlatán como siempre -Pues no sé que pueder ver de ángel en esta bata roñosa de hospital, estoy deseando volver a mi casa... y si no vas a decir nada bueno de los lirios, calladito estás más guapo, yo no me meto con tu rata, Stallin o como se llame- sabía perfectamente como se llamaba el hamster pero necesitaba un poco de diversión, Éamon no se pasaría hoy y aún quedaban varias horas para la visita de los niños.

Echo un vistazo de nuevo al ramo, nunca me habían gustado las orquídeas y los jacintos parecían escobillas de esas para limpiar el váter, solo se salvaban las rosas pero no iba a quejarme.

Mi cara al principio es de "a mi no me lies, dime la verdad" pero por primera vez , Andreas no estaba bromeando ni mintiendo, aún así debo preguntar -¿Estás de broma, verdad? desgraciadamente no lo estaba y a mi cara le queda lo mismo de ángel que a Andreas de santo, es decir, nada -Me estás diciendo que los dos desgraciados que me han dejado aquí tirada... se pasean por ahí fuera, en libertad mientras yo me quedo aquí plantada como uno de tus estúpidos jacintos? intento mantener la calma y no matar a Andreas con la mirada pero me resulta  imposible -Dos meses... he estado dos malditos meses en esta estúpida cama, me he perdido el cumpleaños de mis hijos.... y tu apareces aquí como si nada diciéndome que los culpables de la cicatriz que llevo en el pecho se han largado... hago una pausa para ver que estúpida excusa me va a dar ¡PERO QUÉ DEMONIOS ESTABAS HACIENDO ESA NOCHE!? NO TIENE MAGIA, CUATRO MATAOS ENTRAN EN UNA BASE DE LA ALIANZA, CON SOLDADOS, CENTINELAS Y EJECUTORES, DOS ME DISPARAN Y ENCIMA HUYEN!? PERO TU TE DAS CUENTA DE LO QUE ESO SIGNIFICA!?-

Me estaba alterando demasiado, pero sentía tanta ira en ese momento que casi le tiro las flores encima a Andreas y lo habría hecho de no ser porque los médicos entraron al notar un aumento en mis pulsaciones, aún me tenían conectada a alguna de esas máquinas, me dice que me calme e incluso intentan que me acueste pero me resisto, estoy harta de ellos y si pudiera les clavaría un tenedor a cada uno en sus partes nobles -¡Largaos de aquí! el siguiente que me ponga una mano encima se va directo a los malditos campos a trabajar con las ratas! todos los recién llegados se echan hacia atrás  y vuelvo a mirar a Andreas -Quiero a esos dos encerrados, la chica debe conocernos, fue muy impertinente y pienso hacer que se trague su propia lengua, y a él lo quiero en una diana, morirá lentamente mientras le clavo agujas en cada centímetro de su cuerpo, no sé como lo vas a hacer, pero espero que sea antes de que salga de éste maldito lugar o yo misma tomaré cartas en el asunto.-

No era una rata, era un hamster ruso, mon dieu! Pero bueno, para el caso la rata o el hamster nos daba lo mismo. Su reaccion no se hizo esperar y era mas o menos como me habia imaginado que seria. El caso es que tenia razon para estar cabreada.

- Una anda libre, el otro no lo creo. - me pasé una mano por la barba mientras ella gritaba, habia que dejarla que se desahogase. - Sí, significa que incluso sin magia, los Renegados y la facción de la isla flotante, son un tremendo grano en el culo. Yyyyyy que nuestros soldados rasos tienen mala punteria. Que quieres que te diga, cada vez queda menos mano de obra, estan recien salidos de la academia, o de las faldas de sus mamis....muy frescos

Ella echó a los medicos. Menos mal. Tampoco habia que alarmarse tanto y no queria alli mirones entre nosotros dos.
- Atraparemos a la mujer, si no estoy mal informado tenemos archivos suyos. Le gusta mucho dar la cara al publico, emitió por youtube hace unos meses un ridiculo discurso cuando apresamos a unos de sus militantes.... en cuanto al otro, bueno, se lo llevó un centinela. Es cuestion de tiempo saber dónde está. Verás, si te relajas, te cuento mas cosas.

Crucé mis piernas y saqué mi tableta de grafeno porque si, el futuro es ahora y quiero YA las tabletas de grafeno como en Altered Carbon. Le mostré un mapa con un punto en Escocia marcado. - Los satélites detectaron hace poco un pico de magia en esa zona. Quiere decir que han logrado revertir de modo zonal el bloqueo y están usando eso como refugio. Probablemente. - me incliné un poco hacia ella. - pero los examenes visuales indican que alli no hay nada, solo bosques, y ni si quiera grutas subterraneas....asi que seguramente estén protegidos por barreras magicas. Es posible que tu bruja esté alli. He pensado que quiza podamos hablar con los americanos, pedirles un desvío de energia hacia esa zona....es decir, hacer un "ver quien la tiene mas grande!¡". Si su magia, o nuestros satélites.

Habia otra cosa de la que queria hablarle tambien.
- Pero la noche del ataque yo estaba en el rio Tamesis, acudiendo a unas comprobaciones que me corresponden como parte de mi Ministerio. El rio baja lleno de sangre de peces muertos y una neblina toxica se ha instalado en la rivera. Es zona de cuarentena. Eso, la lluvia acida mas recurrente cada vez....estoy empezando a preocuparme.

Me llevo las manos a la cabeza intentando calmarme, no era mi intención chillarle a Andreas pero estoy de los nervios, aquí encerrada por los dos subnormales de los campos que encima han escapado, escucho las excusas de Andreas además de la información que me trae conteniendome para no darle una paliza con el ramo de flores -Si los soldados están blanditos, les das palos hasta que hagan su trabajo como deben, no nos sirven de nada si no cumplen su cometido! en vez de seguir perdiendo el dinero dando de comer a inútiles usa eso para hacer más centinelas y arreglar lo que sea que les pase a los defectuosos, no es el primer centinela que se escapa sin que os enteréis de a dónde va, ¿Verdad?

Tomo la tableta entre mis manos y echo un vistazo a los gráficos que me enseña, el mapa y la zona con todos los datos que han recopilado, sin embargo algo me llama la atención, todo el bosque parece marchito, mucho para la época en la que estamos, sin embargo solo un pequeño trozo alrededor de la zona que parece tener magia está verde, es algo muy pequeño y me hace pensar en algo, que ya hablaríamos después -Quiero a esa bruja muerta, haré un par de llamadas a casa para que nos echen una mano con eso, tengo contactos en el alto mando americano y no se negarán para aplastar a esas alimañas... no podemos permitir que se recuperen.

Lo siguiente es hablar sobre los desastres naturales que han ocurrido desde hace varios meses atrás, aún con el dispositivo en mi mano accedo a mi cuenta alianzosa para descargar algunos datos -Echa un vistazo a esto, desde que ocurrió lo de la lluvia ácida el día de mi toma de poder pedí a los científicos que investigaran, ese fue un caso aislado pero echa un vistazo a esta gráfica..- abro el archivo y le enseño una gráfica ascendente con distintos casos y todos coinciden en algo -Desde que se activaron los satélites los ataques de los perros sarnosos han aumentado, no solo eso, los cultivos de deterioran, las lluvias ácidas son más frecuentes y ahora lo del támesis, pero echa un vistazo a esto- de nuevo abro la imagen y las fotos hechas a la zona con picos de magia, amplio todo lo que puedo a la zona verde que he visto antes -Puede que sea una locura pero no podemos descartar nada, en la zona del pico de magia aún queda algo verde, puede que el efecto de los satélites afecte a más cosas que la magia, saldré de aquí ésta misma tarde, me niego a pasar un maldito día más en ésta cama, empezaré a trabajar cuanto antes...

- No te haces a la idea de la cantidad de fondos que hemos destinado ya a la mejora de la robotica y las IAs, pero a los soldados tambien hay que hacerles casito. Si no, perderemos el apoyo de la poblacion y la opinion publica.... ya estan bastante disgustados con estas ultimas mini catastrofes naturales, por asi llamarlas.

Volvi a encender mi tablet para registrar unos informes, recibí entonces un mensaje nuevo, informe del centinela fugado en los campos aquella noche.
- Ah...hablando del rey de roma...

Asentí a aquello - Y la verás muerta. Sobre todo si consigues la ayuda de los americanos para freir esa miniresistencia mágica que se han montado en Escocia.

Atendí despues a aquellos informes que habia estado recopilando. Malas noticias se mirase por donde se mirase.

- Es probable. Nos lanzamos a la pista sin un estudio exhaustivo de efectos secundarios. Quizá la energia que emite sea perjudicial para todas las formas de vida? Si es así.... - negué con la cabeza. Mal asunto. No podria ser a largo plazo una solucion. - Tambien me han llegado las cifras de sanidad de los ultimos meses. Han aumentado los ingresos ...sobre todo el ultimo par de semanas...en varios hospitales de londres y otras ciudades, todos acusando sintomas similares de dolores fuertes de cabeza, agotamiento, y algunos casos mas extremos de desvanecimientos sin causas aparentes. Humanos, todos ellos, claro está. He cotejado con datos de otros paises y no parecemos ser los unicos.

Lo dejé caer, ahi. Quizá habia que replantearse ciertas cosas.