Torre de telecomunicaciones

No puedo ocultar la cara de fastidio que se me pone cuando Thalos me menciona eso del gatillazo mágico. Ahora sólo depende de fuerza y habilidades físicas, y lo cierto es que no me encuentro tan cómodo peleando así como lo estoy usando magia.  Con la espada me manejo bien, pero en según que casos es útil saber el tipo de llaves que sabe hacer él.  - Espero que no dure mucho esto, pero de todos modos practicaré unas cuantas, no debe ser tan difícil.  - admito con algo de reticencia, alzando una ceja cuando me pregunta si sólo pienso en la gente reclutable.  - Pues claro, siempre es necesario tener aliados. ¿A qué te refieres? - no le digo mucho más para no despistarle en el proceso de cortar ciertos cables para desactivar el sistema de alarmas, manteniéndome en tensión hasta que parece que se completa el proceso. A la pregunta de si me fío de él respondo con un rotundo 'sí', pues Thalos es la prueba de que alguien que estaba metido en el ejército hasta el fondo puede salir de él y pasarse al lado contrario.

- Da igual de qué modo lo digas, lo que importa es que llegue el mensaje que queremos, y eso seguro que sabes cómo decirlo. Simplemente te pones delante de la cámara y lo sueltas. Yo también diré algo, si hay tiempo.  Hay que llegar al mayor número de personas posibles. - retornamos por los pasillos del sótano de vuelta hacia el ascensor, donde volvemos a subir de nuevo hacia las plantas superiores. El tiempo sigue corriendo y no sé cuánto tardarán en darse cuenta de que les han desaparecido de vista un par de guardias. Thalos me informa de que las compañeras de misión ya están en el edificio, lo que quiere decir que los sensores están completamente desactivados. Nos paramos en la planta que nos han dicho, saliendo cada uno con su pistola preparada por lo que pueda pasar. Avanzamos despacio sin dejar de mirar alrededor, acercándonos poco a poco hasta la zona del fondo de esa planta, donde localizamos uno de los sets de rodaje. Así nos reunimos de nuevo con Victorya y Leila, aunque Thalos rápidamente se altera por la presencia de alguien más. Juraría que no nos había seguido nadie, pero no es así. No sé exactamente quién es ella, pero en el parque no me gustó lo que vi. Sólo faltaba que nos hubiese seguido también Benjamin Lytta, como si fuésemos a colaborar con ellos.

- Ya lo has oído, no somos socios ni nada por el estilo. ¿Qué quieres, por qué has venido? no podemos fiarnos de ti, así que no vamos a hacer  como si esto fuese lo más normal del mundo. ¿Trabajas con Benjamin Lytta?- en el caso de Leila es distinto, porque he podido preguntar a los suyos por su identidad. Si pertenece a la Brigada es obvio que forma parte del grupo amigo. No aparto la mirada de la chica desgarradora de cuellos, pero sigo con el plan porque no podemos perder más tiempo con esto. Voy hacia la puerta para cerrarla, comenzando a atrancarla con todos los chismes que me encuentro, como sillas de oficina, una mesa y unas cuantas cajas. Después llamo a Leila, que por lo que ha dicho en el parque parece que entiende de tecnología. - ¿Puedes preparar las cámaras para emisión en directo? esto tiene pinta de ser uno de esos sets en los que graban debates y esas mierdas, no es muy grande, pero seguro que tienen lo necesario para emitir. Comenzará hablando Thalos, y creo que también sería bueno que Victorya y tú dijeseis algo. Ambas habéis sufrido el ejército desde dentro. El mensaje está claro, hay que hacer llegar la alternativa. Que dejen de creer que no hay otra salida más que el orden de la Alianza. A los más acérrimos defensores no los convenceremos, pero da igual. El mensaje no es para ellos. Esos sólo deben saber que tienen los días contados. - desvío la mirada hacia Victorya, como queriendo decirle que ha llegado el momento de hacer lo que una vez le pedí a solas. Ella dijo que no estaba segura, que prefería no hacerlo. Ahora espero que tenga el valor de hacerlo, de contar su historia.

 - Preparaos. Vamos a empezar.- me dedico a encender los focos necesarios, a falta de que enciendan las cámaras para tener la grabación lista.

Estaba en medio de vertiginosos cambios emocionales; en un momento estaba furiosa y quería dejarle todo el cuerpo agujereado y, en el instante que hacía contacto físico, simplemente estaba encariñada con ella y solo quería que me abrazara. Cuando se deshizo en humo blanco volvió el primer sentimiento, aunque atenuado, y mi antebrazo tocó la pared del ascensor ya que ella no se encontraba más ahí. Cuando empezó a hablar detrás de mí dí un respingo pero no dejé de darle la espalda, incluso cuando volví a tomar mi rifle y noté que faltaban menos pisos para llegar al destino. Su proverbio me había dejado pensativa, también el saber que el escaso nivel de confianza era recíproco.

-De seguro tus padres se suicidaron al ver lo emocional que eras.- Fué lo único que me digné a decir de forma irónica y al pasar justo cuando el elevador se detuvo y abrió sus puertas, al tiempo que me asomaba antes de que Victorya avanzara para verificar que, efectivamente como recordaba, no había peligro. Ella se me adelantó en el piso lleno de sets de televisión, cámaras abandonadas y cabinas para grabación de audio cerradas. Recordaba el lugar, pero cuando ubiqué con la mirada el centro de mando escuché que alguien nos llamaba, velozmente me volteé apuntando al origen del sonido; en la mira telescópica del fusil encontré a una niña rubia saliendo sin hacer el mínimo ruido de un conducto de ventilación que afirmaba ser la vampira de Hyde Park, dejé de apuntarla con una expresión confundida.

-Hmmm... en mi memoria te veías más... mayor, alta y... ya sabes... dotada.- Levanté una de las comisuras de la boca en un gesto de preocupación cuando observó que el plan marchaba bien. -Están por llegar y a ellos no les agradas ¿Consejo de alguien al que le agradas?- Me agaché un poco para estar a su altura -Vuelve por donde viniste, o escondete...- Pero a penas terminé de decir eso escuché la puerta de un elevador abrirse y pasos acercándose ante lo cual me puse en guardia, mas al ver que eran Thalos y Johan me relajé. Ni bien los chicos aparecieron, Thalos comenzó a increpar violentamente a la vampiro que nos había ayudado (Y que me había llamado gatita ) y, mientras yo pensaba cómo relajar la tensa situación empeorada por los delicados comentarios del que parecía pirata, Johan se unió al interrogatorio, genial.

-Vamos chicos, cinco cabezas piensan mejor que cuatro.- Dije intentando apelar al sentido común mientras me acercaba a un escritorio para empujar en dirección a las puertas del set para cerrarlas y ayudar a atrancarlas. Miré a Johan a mi lado cuando me preguntó si podía preparar las cámaras y asentí decidida. Me empezé a encaminar al centro de mando que se encontraba subiendo unos pocos escalones con asientos a los lados cuando escuché que yo también debería decir algo y me pare en seco ¿Aparecer en público?¿Hablar en público? No, yo estaba hecha para el espionaje, para lugares oscuros, ocultos. De repente me sentía como pollo asado dentro del uniforme de hojalata, mi sudor aumentar, mi cara enrojecer y mi ritmo cardíaco aumentar preocupantemente, en cualquier momento me daba un patatús, me saqué el casco porque me estaba empezando a ahogar ahí dentro. Luego de una profunda respiración, me propuse buscar maneras de evitarlo o ventajas o lo que sea, estaba congelada en el medio de la escalera, dándoles la espalda y muda, debía decir algo. Cuando Johan dijo que era hora de empezar me apresure a decir:

-Entonces... ejem... Entonces voy a necesitar a ... ¿Cuál era tu nombre?- Pregunté a la vampiro sin moverme de mi posición considerando pegarme un tiro con el arma que llevaba. Esperé a que ella diga su nombre para seguir hablando. -Alguien va a tener que ser el camarógrafo, ella se va a encargar de manejar la cámara.- En ese momento se sintió más iluminado el lugar, pero no me atreví a darme vuelta.

-Ponte en la camara dos, es la que apunta al centro del escenario, donde se unen todas las luces. Arriba de la óptica, la mira de la cámara, si quieres, aparecerá un temporizador que indicará cuando empieza a transmitir, tu avisanos y vigila.- Le dije a la vampiro subiendo los escalones de dos en dos, cuando terminé de hablar justo llegué a la sala de control de producción así que cerré la puerta tras de mí sin escuchar si me respondían o no y tomé otra respiración profunda. Una vez que salga en cámara ya no podría volver a mostrar mi cara en público, bueno, en realidad era una desertora, así que de por sí tan en público no podía estar. Ví un mueble cajonero mal cerrado frente a mí e inspeccionando en él encontré micrófonos de los que se prenden a la ropa, así que me puse uno mientras dejaba el casco y el rifle en la silla frente a la computadora de múltiples pantallas y saqué a la computadora de la suspensión y la inicié. Salí del centro de mando con otros tres microfonos, bajé las escaleras y me acerqué a cada uno para ponerles los micrófonos en la ropa, quizás veían que estaba ligeramente sonrojada, pero era que me daba pánico escénico siquiera pensar qué decir frente a la cámara, así que verían en primer plano mi sonrojada expresión pensativa/atemorizada. Creo que muy dentro de mí esperaba unas palabras de aliento, unas palmaditas siquiera.

El comentario gratuito que lanzó la chica sobre sus padres no quedó sin respuesta.- No, en realidad lo hicieron cuando todos se enteraron de que yo era mágica.- Murmuró tan tranquila como siempre. Era quizás lo más abierta que había estado con aquella chica y el tema no le importaba en lo más mínimo. Al contrario, prefería borrar aquello de su memoria porque le parecía inútil guardar apegos que no tenía, al menos no por ellos.

No tardaron demasiado en tener compañía, aunque era una que no esperaba y que, tal como la rubia decía, no era demasiado grata. Permitió que ella se hiciera cargo mientras ella paseaba la mirada por los lugares aledaños, habiendo algunos equipos de los que reconocía el funcionamiento y quizás podía echar a andar. Después de todo, el piso de grabación era amplio, y tal vez era mejor que cada cual tuviera su propia cámara en lugar de esperar a que uno hablara para que el siguiente lo hiciera. Era para optimizar tiempos y así llegar a más canales... Dejó a la gatita tener su momento con su otra rubia, simplemente porque no tenía ganas de inmiscuirse en eso y porque estaba más preocupada pensando en cómo salir al aire y como había entrado. A fin de cuentas, los ductos de ventilación habían servido de algo, lo que le traía algunas ideas sobre como escapar de aquel lugar. Si bien, había pensado que la huída sería lo más difícil de todo, quizás podían alargar un par de minutos más su mensaje si se desaparecían de la torre o usaban su método. Aunque estaba por mandar un mensaje sobre la recién llegada a Johan, fue un poco tarde, pues los chicos llegaron en seguida y la cosa pasó tal y como pensó que sería. Después de todo, Thalos no le tenía mucha simpatía a nadie y Johan no se disponía a colaborar con la gente así como así.

Quizás era pensando la manera en la que mejor podía ayudar por aquel momento, pues no tenía la fuerza como para mover pesados objetos para barricar y tampoco era experta en televisión. Se paseó por la sala, aún considerando si sería lo más conveniente que ella hablara. Aún no olvidaba la condición que había puesto a Johan para hacerlo el día que le conoció, y no confiaba del todo en que se hubiera cumplido. Su nombre rápidamente salió al vuelo, sabía que así sería, pero su rostro permaneció tranquilo, impasivo. Se tomó unos segundos para aclarar sus ideas, finalmente decidiéndose a una acción en particular. Caminó hacia Johan, con la tranquilidad de la que fue capaz en un momento que exige prisas, y le detuvo por un instante para que respondiera con una sola palabra antes de decidirse a lo que estaba por hacer.- ¿Recuerdas mi condición? - Preguntó con una voz tan suave y ténue que el viento mismo pudo haberla dicho. Sus ojos azules estaban profundamente atados a los de él en una intensa mirada.-Lo haré el día que puedas decir, sin titubear... que confías en mí.- Sentía que había lanzado una bomba justo en un momento difícil, pero para ella sería más fácil quedarse tras las cámaras. Tras todo lo que conlleva ocultarse del ojo público y hacerles creer que la familia entera estaba muerta y enterrada en el olvido. Esperó pacientemente, esperando solo una palabra para que su propia decisión estuviera tomada.

Escuché a la perfección como se habría la puerta del ascensor del que venían los otros y como avanzaban. Sabía que era lógico no fiarse de mí, cosa que les explicaría en cuanto llegasen en unos segundos. Sin embargo Thalos no me dio la oportunidad, ni siquiera le miré mientras me hablaba, yo solo estaba mirando a la gatita. Utilicé Atar la conciencia revelde (impidiendo que se mueva), casi sin darme cuenta y le dije:

-Te lo voy a perdonar, porque no me conoces, pero vas a tener que repetir estas palabras por no decírmelo correctamente- Dije mientras adoptaba mi forma normal y me acercaba muy lentamente hacia él -”Puedes quedarte sin problemas, soy un puto muggle”- Obligándole a repetirlo con Dominació -Buen chico- Dije con una sonrisa de satisfacción de una domadora cuando su animal aprende un truco y anulando la Dominación

-Tranquilo, no quería interrumpir. Y no lo conozco hoy ha sido la primera vez que he hablado con él - Dije sinceramente al peliazul -Por cierto, estoy escuchando a los de recepción - Dije poniéndome la mano hueca en la oreja -Se acaban de dar cuenta de que algo no va bien, yo de vosotros me daría prisa-

Observé, como todos se preparan, tan inmóvil como una estatua, cosa fácil para los vampiros y respondo mi nombre con tranquilidad. Me puse detrás de la cámara dos andando a una velocidad humana para no asustar al imbécil del pirata. Inspiré profundamente, con los ojos cerrados, disfrutando del aroma afrutado que dejaba la gatita con cada paso que daba. Escuché pasos, esta vez más lejanos.

- 40 segundos para emitir. Ah, y abajo hay gente, se han dado cuenta de que algo no va bien y han llamado a la policía, están entrando al edificio y se disponen a registrarlo. Tardarán unos 7 minutos en llegar aquí. 20 segundos para emitir-

Seguí contando hacia atrás y en voz alta los segundos que faltaban. Miré a la gatita, y notaba su corazón desbocado, esperé a que nuestras miradas se cruzasen y le guiñé un ojo. -Lo harás bien...- Dije prácticamente susurrando, confiando en que sus sentidos felinos hiciesen que lo oiga. Subí el brazo, mostrando los cinco dedos, ahora cuatro, tres… dos… uno… Estaba emitiendo.

Estaba mas tenso que el Perro en Fallas (juego de tronos ref, sorry) alli en territorio hostil, con solo una persona de entre todas aquellas en quien confiaba realmente, y una puta vampira ademas blood keeper (pero yo eso no lo se).

Leila parecia nerviosa, Blanc hablaba algo con Johan y yo no apartaba la mirada de  la vampira, que estaba demasiado ocupada comiendose con los ojos a la brigadista. Ocurrió algo extraño pues durante unos momentos sentí que no era dueño de mis musculos y escuché las estupideces que queria que dijese, y que sin embargo, dije.

- Puedes quedarte sin problemas, soy un puto muggle

"Que?!"

Aquella desagradable sensacion cedió  pero la rabia me subio por el estomago como la maldita bilis, quemandome. Reconocia esa sensacion tan bien... era dificil guardar algun reducto de mi cerebro que no se dejase cegar por aquellas ganas de descargar mis balas en aquella cabeza rubia. No era la  creencia tipica de "no, tú eres mejor que eso", para nada. Tampoco me daba miedo lo que pudiese hacerme.

Le lancé una mirada a Johan. Iba a seguir el plan. De momento.

- Somos gilipollas. Estamos colaborando con  una tia que menosprecia a los humanos, para lanzarles un mensaje a los humanos...de colaboracion?

Solté una carcajada y me fui a mi puesto.

- Si, bien, asi que ya vienen. Esto va a ser un puto desastre.

Y aun riendome me senté en la silla apoyando los codos en la mesa.  La emision comenzó, cosa que pude saber por el piloto de la camara que mudó a  verde. Yo seguía con aquella risa leve y tenue, corrosivay desesperanzada. Señalé a camara.

- Si digo algo contra los humanos como raza  que tiren una puta bomba contra este edificio, por favor. Querrá decir que alguien ha jodido nuestro plan. Buenas noches, Londres, ciudadanos y cualquier persona que pueda tener una puta tele. - era dificil borrar aquella sonrisa de lado de mi cara y la mirada afilada, que no estaba en el objetivo de la camara, si no en la barricada de las puertas. - Hay gente que no quiere que vosotros y yo charlemos esta noche, de hecho estarán haciendo las llamadas necesarias en este momento para evitarlo, señores trajeados mandando aqui a soldados y policias armados,  yo les recomendaria no hacerlo .  Esta guerra no es contra vosotros ni contra vuestro estilo de vida, a pesar de lo que os quieran hacer creer.  Que coño queréis  que os diga....Sé por qué lo hacéis, sé por qué teneis miedo, sé por qué obedeceis, yo tambien lo hice. Sé que creeis que os protegen y que son la unica opcion....a cambio solo os piden total y absoluta obediencia, vuestro mas genuino silencio. Obedeci en el ejército como buen londinense hasta que descubrí que experimentaban con magos. Entonces mi sangre no magica dejó de importarles y me declararon enemigo y prescindible. Hay, han habido y habran familias en esta ciudad que aterrorizadas, alguna noche esperen que los guardias de paz lleguen a sus casas a llevarse a algun hijo suyo que ha nacido mago. Amigo, hermano... eso o el terror de huir. No podeis elegir? No bajo la Alianza, "esa" alianza. La auténtica alianza se hace entre la Resistencia, o los renegados como nos llaman ahora. No me malinterpreteis. Los magos, la magia...son capaces de lo peor. Lo se de buena tinta, en serio, a veces son autenticos capullos. - mi sonrisa de lado  se acentuó. - Pero tambien son capaces  de lo mejor. Y nosotros los humanos, ¿qué? Somos solo capaces de lo peor? Sin vosotros luchando por una situacion justa... esta guerra no la ganarán mas que los politicos y sus maquinas.  Sabéis donde encontrarnos.



Terminé. Un minuto treinta segundos, como supe al mirar mi reloj de pulsera, respetando los tiempos de pausas y sin haberme atropellado al hablar. Levanté una ceja y acto seguido me levanté yo dirigiendome hacia donde estaba la barricada. En lo que los otros terminaban de hablar, pondria una bomba en la puerta que se activase con la apertura. Con una carga no letal, eso si.

El plan no está yendo precisamente como yo esperaba, aunque también es cierto que es ingenuo por mi parte el pensar que los planes salen alguna vez exactamente como queremos. Ya empezó a torcerse todo desde la pelea del parque, y más todavía ahora que tenemos invitados no deseados en la misión. Leila trata de conciliar a unos y a otros, pero creo que no es ni el momento ni el lugar.  - Mira, Leila, no tengo ni puñetera idea de quién es ella, ni referencias como en tu caso, ni nada. Esto es algo que habíamos planeado nosotros, y no puedo confiar en alguien que aparece así sin más. - la chica de la Brigada se aleja en ese momento hacia la zona de  cámaras, aunque propone a la vampira para que sea la que maneje el asunto de la emisión. Empiezo a preguntarme si se conocen de algo, porque me extraña tanta familiaridad teniendo en cuenta que se han visto por primera vez hace menos de una hora. El asunto de la confianza es algo muy importante a la hora de trabajar con alguien, y de todos los que hay aquí tengo bien claro en qué personas puedo depositarla por completo. Precisamente eso es lo que pregunta Victorya, que se muestra reticente a aparecer por televisión. Me lo esperaba. Su tranquilidad en estos momentos me sorprende bastante, aunque en cierto modo me viene bien alguien que ponga algo de calma en todo esto. Le sostengo la mirada como quien no tiene nada que ocultar, sin desviarla hacia ningún lado ni bajarla. Después apoyo ambas manos en sus hombros, apretando ligeramente.

- Victorya...¿crees que después de todo este tiempo y las cosas que han pasado sigo sin confiar en ti? si quisieses ya podrías habernos traicionado, y no lo has hecho. Si no confiase en ti no te habría permitido unirte a nuestras misiones o estar en mi casa. Creo que la pregunta aquí es si tú confías en mi. Porque tengo la sensación de que aunque vengas y estés con nosotros todavía no te sientes parte de nuestro grupo. Diría que eres tú la que tiene miedo de confiar en alguien. - sentencio con seriedad, mirando brevemente hacia la puerta y después hacia la zona de cámaras. - Decide lo que quieras, no voy a presionarte. Sólo te digo que ya es tarde para esconderse, y que lo mejor que puedes hacer es contar todo lo que te sucedió. - retiro las manos de sus hombros, dándome la vuelta para dejarla sola mientras decide qué hacer.    

Me hubiese gustado escuchar una frase afirmativa de Victorya casi al instante, pero en lugar de eso escucho esa frase de la vampira con toda su mala intención.  - ¿Qué cojones dices? ¿te acoplas en una misión con alguien que defiende a los humanos y sueltas eso de puto muggle?  no tiene sentido...¿qué es lo que quieres? ¿de parte de quién estás? - para mi sorpresa Thalos repite la frase que le ha dicho ella, palabra por palabra. Conozco esa habilidad por parte de los vampiros, porque yo mismo la he sufrido. Shinare la tenía, y hubo un tiempo en que la usó para servir a los ideales del Ministerio. Thalos va a querer matarla, pero espero que al menos se controle y lo haga después de que todo esto acabe. Se me acelera el corazón al escuchar eso de que la gente de recepción ya se está mosqueando, con lo cual no queda mucho tiempo hasta que lleguen arriba.  - ¡ No estamos colaborando con ella! para eso deberíamos estar de acuerdo en que estuviese aquí, y no lo estamos. Se ha invitado sola, porque intuyo que para ella esto es sólo una simple diversión, como lo del parque - le aclaro enérgicamente a Thalos mientras regresa Leila a ponernos los micros. La muchacha parece ahora mucho menos segura de lo que la vi antes, como si estuviese bastante nerviosa por ir a salir en pantalla.  - No pienses demasiado, cuando llegue tu turno sólo habla como si te dirigieses a nosotros. Y ten las armas preparadas, el final no será bonito. - aviso a Leila antes de que se marche a su puesto, asegurándome por mi parte de tener mis armas preparadas.  

Por suerte Thalos ha sabido contenerse y se planta delante de la cámara para comenzar su discurso, muy de su estilo. La primera frase ya avisa de posibles contratiempos, por lo que pueda pasar. La verdad es que no cambiaría ni una coma de todo lo que dice, es la verdad, por muy crudas que suenen sus palabras. Cualquiera que sea capaz de vencer su miedo se dará cuenta de que no pueden seguir así, obedeciendo ciegamente a la Alianza y siendo cómplices de ésta con su silencio. Camino hacia Draven cuando él termina y se levanta, para tomar mi turno al hablar. Así también doy tiempo a que se decidan Victorya y Leila. Respiro hondo y tomo asiento, menos nervioso de lo que pensaba. Ya hice algo parecido una vez en la radio, pero en aquella ocasión era un mensaje sólo para la Resistencia.

- Ese tipo que acaba de hablar intentó matarme hace unos años. Y yo a él. Magos contra humanos...la vieja historia. Él era uno de esos que creían que erradicando la raza mágica acabaría la guerra. El tiempo no ha dado la razón a ninguna de las posturas que buscan erradicar al otro. La guerra ha durado ya demasiado, y no terminará nunca mientras sigamos creyendo en la aniquilación del  que pensamos que no es como nosotros.  Él se dio cuenta de todo aquello, y se alejó  del régimen totalitario de la Alianza. Cualquier podéis hacerlo. Todos podéis dejar de vivir esclavizados y trabajando para una maquinaria a la que sólo le importa seguir creando odio y fanáticos. Tenéis alternativa, podéis dejar completamente sola a la Alianza. Los renegados somos un grupo de gente de todo tipo, de cualquier raza. Todos los que no estamos dispuestos a que otros decidan cuál es la raza superior y quién debe doblegarse ante el otro. Rechazamos y condenamos por completo los ideales de aquellos magos que se hacen llamar Blood Keepers, porque en el fondo no son más que la misma basura que la Alianza Humana. Ambos desprecian y consideran inferior a la raza contraria. ¿Quién luchará las batallas de la Alianza cuando se queden sin soldados, sin peones que ataquen y mueran mientras que los que mandan están tan tranquilos en sus despachos? ¿quién seguirá creando máquinas de guerra cuando los científicos que usan para ello decidan que prefieren utilizar su inteligencia para algo que no sea inventar nuevas formas de matar? - hago una breve pausa, tomando aire. Desvío la mirada un instante hacia la puerta, y otro instante hacia el reloj. El tiempo corre.  - Este mensaje es para todos aquellos que no seáis de raza mágica. Liberaos de los opresores y de los que os mienten con falsas palabras de paz, haciendo que creáis que los necesitáis porque os protegen. Han despojado de significado las palabras paz y justicia. No queremos ni su justicia ni su paz. Y no pararemos hasta que la Alianza desaparezca por completo. Vosotros decidís. - finalizo con absoluta seriedad mientras miro a cámara, levantándome después para salir de plano una vez terminado el mensaje. Lanzo una fugaz mirada a Leila, indicando que es su turno. Tras esto voy hacia la puerta con Thalos, preparado para contenerla.

“¿Quién es él para juzgar a los que se aparecen y se desaparecen?” Pensé mientras me alejaba de Johan, en dirección al centro de mando. “Él es mago, por lo que entendí, pero sin poderes, al menos temporalmente. Los magos no dudan en aparecer o desaparecer si tienen la oportunidad.”

Saber que la policía estaba en el edificio me intranquilizó aún más, si era posible, pero saber el tiempo daba margen de movimiento porque ayudaría a organizarnos. Lo que la vampiro pareció haberle hecho a Thalos lo pasé por alto porque si ella hubiera querido matarnos, ya lo habría hecho. Lo que Johan me dijo ordeno mis pensamientos y asentí a lo de tener las armas preparadas algo más serena, tenía el rifle en la sala de control de producción y la daga en el cinturón, junto con las Cápsulas de Capsule Corp. Luego me acerqué a Thalos.

-Por su puesto que va a ser un desastre, esa es la especialidad de la casa.- Le dije a un sonriente Thalos mientras le ponía el micrófono con una sonrisa de lado, de alguna forma tenía que amenizar el ambiente. Por último me acerqué a Victorya.

-Soy una feral, con la luna llena me convierto en un leopardo de gran tamaño, o almenos eso me dijo mi madre, yo no recuerdo qué es lo que hago cuando estoy en ese estado, ella era como yo solo que obviamente tenía más experiencia y sabía controlarlo de alguna manera que yo todavía no sé. Fui entrenada por el ejército de la Alianza como espía y francotiradora y no llegué a nada más que a soldado raso, luego deserté, conocí a los de la Brigada y heme aquí.- Solté una palabra detrás de otra, quizás había hablado tan rápido que la bruja no me había entendido, pero a un bajo volumen como para que solo ella me escuchara. Cuando terminé de hablar el micrófono estaba puesto en su larga camiseta blanca y recién ahí levanté la vista para mirarla a los ojos. -Tu preguntaste quién era y no quería dejarlo en el tintero.- Dicho eso, sabiendo que Victorya era escueta o taciturna, me dirigí al centro de mando sin esperar respuesta con una expresión seria en el rostro. Revolví un poco más en los cajones del mueble y encontré un pendrive que conecté a la cpu de la computadora de múltiples pantallas para guardar la grabación. Con la computadora ya iniciada, busqué los comandos de la programación a la cual le puse pausa en absolutamente todos los canales tanto de radio como de televisión. Una de las muchas pantallas que tenía frente mío que, a su vez, se subdibidía en un montón de cuadros que mostraban los diferentes canales, mostraba que emitimos las barras de color SMPTE por unos 50 segundos; desde que pausé la programación, hasta que encontré, utilicé los comandos para empezar a emitir y finalmente nos puse en vivo y en directo. Desde otra de las muchas pantallas que ahí había, pude ver que todavía faltaban 10 segundos para que empiece a emitir, así que tomé el casco y el rifle y corrí escaleras abajo para juntarme con el grupo. Yo, de ninguna manera sería la primera, ni la última, pero de todos modos mire a Shinobu para ver cuánto faltaba, la vi guiñarme un ojo y, gracias a mis sentidos aumentados, oí que me daba ánimos ante lo que le sonreí de manera dulce y sincera ya que esas tres simples palabras me terminaron de relajar por completo. Escuchar los discursos de Thalos y Johan me hicieron sonreír tanto como me pusieron los pelos de punta, era mi turno y tenía la mente completamente en blanco, pero logré moverme hasta llegar a sentarme en la silla frente a la cámara con la mesa de por medio. Mire a la cámara y entrelacé mis manos sobre la mesa cuando empecé a hablar con una calma que en realidad no tenía y con el uniforme de soldado todavía puesto menos el casco.

-La esperanza es muy preciada y es extraño porque... algunas veces no nos permite ver la realidad, puede hacer que nos choquemos con esa sólida pared de concreto que es la realidad y puede tirarnos tan abajo que nos deja con la duda de si volveremos a sentir una brisa del mundo exterior... pero, al mismo tiempo es la que da ánimos para encontrar una solución. Sé de primera mano que duele, estar del lado de los que no adhieren al régimen totalitario de la Alianza es tortuoso, y te hace dudar de si el camino elegido es el indicado una y mil veces, pero solo necesito mirar a mi alrededor para ver los honestos y decididos rostros que me acompañan. Son la brisa fresca que necesito para conseguir fuerzas y seguir adelante.- Dije para luego mirar a los presentes y sonreír sacando la cara de seriedad que había mantenido desde que me puse frente a la cámara. -Quiero decirles a los que viven con miedo, aterrorizados de hacer preguntas, de averiguar, que solo hace falta escarbar un poco para encontrar las respuestas. Indaguen, busquen, cuestionen y no pierdan la esperanza. Dicen que la curiosidad mató al gato... pero también dicen que los gatos tienen siete vidas...- finalizo con una media sonrisa y una ceja levantada. Un minuto diez segundos calculé mirando el reloj de pared del estudio.

Me levanté y salí del plano dirigiéndome a una de las columnas de fierro que conducía a una estratégica viga del techo del estudio desde la cual mis disparos podrían llegar a los que intenten entrar a la planta y si caía no importaba porque debajo mío había una gigante y muy acolchada colchonetota azul que estaba junto a otros objeto de utilería para un programa de desafíos. Antes de subir por los agujeros de la columna de fierros me puse el casco en su lugar y el rifle en la espalda. Cuando llegué a la viga caminé por ella con agilidad felina hasta llegar a la mitad, allí me senté, tomé el rifle y les mostré el pulgar en alto a Johan y a Thalos en señal de que estaba bien y lista para lo que venga.

Patrullo junto a Jed y otros soldados zonas cada vez más alejadas del  edificio de gobierno que fue atacado, descubriendo poco después que se nos había dado información errónea y que en el parque hubo serios altercados. Uno de los soldados que consiguieron escapar nos da más datos sobre lo sucedido en el parque, identificando a varios de los presentes. Cómo no,  tenían que ser ellos, los de siempre. No supo decirnos a dónde se dirigían, pero al menos pudimos organizar a más patrullas para peinar toda la zona y descubrir si seguían ocultos por Londres o a la espera de realizar otro ataque. El caso es que debemos atraparlos como ratones, y el cerco se va estrechando. Durante la patrulla apenas hablamos, los soldados no se dirigen demasiado a nosotros porque no hay buena relación con el cuerpo de Ejecutores, y entre Jed y yo somos de pocas palabras amables. El día que más hablamos fue cuando nos fuimos a emborracharnos a una taberna cual perdedores, y no tengo muy claros todos los recuerdos de lo que dijimos ese día. En cualquier caso nos toca trabajar juntos por ahora, no hay otra cosa que podamos hacer.

Nos encontramos en la zona de periferia cuando recibimos un aviso por parte del servicio de seguridad de la torre de telecomunicaciones, un gran edificio situado bastante cerca de donde estamos en este momento. Según el aviso han sucedido acercamientos extraños a la torre, no localizan a dos guardias de seguridad y hay algún fallo en parte del sistema eléctrico. Rápidamente corremos en esa dirección, son demasiadas casualidades juntas teniendo en cuenta la situación. Y el edificio de telecomunicaciones es un objetivo bastante interesante para atacar.  Unos minutos después llegamos a la entrada principal de la torre, donde un par de tipos de seguridad están bastante alarmados porque uno de los empleados del edificio ha dado aviso de emisiones televisivas no autorizadas.  - Pero serán gilipollas...- murmuro por lo bajo al comprender que ese puede ser el motivo (o uno de ellos al menos) para asaltar este lugar. Les exijo que me digan el número de planta desde el que se está emitiendo, adelantándome junto a Jed para tomar las escaleras y así no tener que esperar el maldito ascensor.  - Cuando creías que no pueden ser más estúpidos van y te sorprenden.  ¿Para qué demonios quieren lanzar un mensaje por la televisión? ¿creen que van a decir alguna mierda que la gente no sepa?  - bufo con exasperación,  reservando después mi respiración para poder seguir subiendo escaleras a buen ritmo. Lo cierto es que también me pica la curiosidad por saber qué es lo que están haciendo frente a las cámaras.

Por fin terminamos de subir todas esas escaleras, recuperando el aliento unos segundos antes de seguir. Alguien n o entrenado militarmente tardaría bastante más en poder seguir, pero en nuestro caso somos perros de presa hechos para esto. Recorremos el pasillo hasta dar con la puerta del estudio de grabación, en el que ya deben llevar varios minutos hablando teniendo en cuenta lo que hemos tardado en localizarlos. - Ahí.- señalo a Jed con la cabeza, caminado después de manera decidida y con el arma preparada. Trato de abrir la puerta de una patada, pero ésta no cede. Después le pego un empujón con el hombro, pero nada. Los desgraciados deben haberla atascado. Me separo de la puerta ordenando a Jed que se aparte, apuntando con la Dominator. No es una puerta blindada, así que cederá sí o sí. Con esto espero derribarla de una y además joder a cualquiera que esté detrás tratando de impedir nuestro acceso.

dados:

El miembro 'Morgana Wolf' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Tecnológico' :


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#2 'Dado opciones' : 2

Las cosas iban viento en popa. Aún tenía una idea muy extraña de como salir del lugar sin morir en el intento, pero tenía la complicación de si el resto sobreviviría el viaje en dado caso de que fuera la última opción. No era difícil, pero sí podía salir muy mal. Tras acercarse a Johan a hacer su lista de declaraciones, recibió una respuesta que, en parte, no esperaba. Contrario a todo lo que había pensado, se sintió un tanto incómoda con la situación. Aquella frase que hacía parecer tan obvio que la confianza existía. Desvió un poco la mirada al final de la respuesta, en parte agradecida por la estupidez de la vampira, pues al menos así no tenía que responder de vuelta a aquel voto de confianza.

Trató de recomponerse. Si bien no estaba segura de lo que pasaría a continuación, todo sucedió rápido y sin inconvenientes. Sin embargo, parecía que había cuestiones sin resolver, principalmente todo lo que Leila dijo sobre ser feral y esas cosas. A pesar de que no era realmente de su incumbencia, sí que le sorprendió eso de que fuera leopardo. Le gustaban los leopardos. Eran buenas bestias. Tristemente, compartían también a la Alianza de pasado, así que simplemente le dejó hacer su trabajo con el micrófono aunque no sabía si entraría en acción como el resto. Ella no esperó respuesta alguna, así que no se la dio honrando sus palabras. Tomaba coraje decirlo, eso se lo concedía.

Escuchó con atención lo que dijeron Thalos y Johan. Se había contenido mucho el tuerto, pues pudo haber sido mucho más explosivo. Aún así, ambos dieron en el clavo. Leila, por su parte, fue un poco más misteriosa, cuando terminó su intervención el silencio se hizo presente en el set. Mientras miraba aquella silla en la que todos habían tomado asiento su mente se encontraba en blanco, demasiado tranquila para estar tomando una decisión tan importante. Por unos segundos se encontró sola en aquel inmenso lugar, rodeada de las sombras que se disponían a ocultar sus deseos bajo un halo de oscuridad. El sonido del tacón de sus zapatos se escuchó de repente entre el silencio tan sepulcral, tan tranquilo y acompasado como las manecillas de un reloj. Entró al set, descruzando los brazos y caminando con su naturalidad habitual. Se sentó sin prisa sobre la silla, mirando después directamente a la cámara. Sabía bien que quedaba poco tiempo, y aún así se tomó un segundo más para proyectar su poder de empatía... y un tanto del de atracción. Si bien sabía que tendría mucho más efecto entre los que físicamente se encontraban en el set, de algo serviría para quienes le vieran por televisión, y quizás retendría a los guardias si lograban entrar antes de terminar.

Su voz empezó sedosa, quizás demasiado para alguien que era parte de los renegados... o algo así.- Quizás mi rostro o mi nombre no valga nada estos días. Quizás nunca hayan escuchado de mi, muchas personas se encargaron de que eso fuera así. Soy la única hija de Viktor Waldorf, Victorya. - Sabía que ese nombre no causaría ninguna conmoción, sino un leve recuerdo de un político brillante que de pronto desapareció cuando parecía más cercano a la cima.- Al igual que mis compañeros, yo también he tenido una relación próxima a la Alianza. Trabajé para ellos por varios años, hasta que los radares antimagia me descubrieron. Trabajé tan duro... pensando que pasarían por alto la magia si me volvía alguien indispensable. Pero no les importó. Y lo hice con cariño, pues todos los que yo conocía y quienes alguna vez me importaron se encontraban entre ustedes...- Tras una pausa ligera para aclarar su siguiente idea, comenzó de nuevo con sus palabras.- No podemos confiar en ellos tampoco. Así como tienen centinelas también desarrollan androides; máquinas con apariencia, movimientos y semblantes humanos que no son de fiar porque se controlan cada uno de sus pasos. Con ellos me encerraron en un campo de concentración donde nos obligaban a hacer trabajos forzados, a dormir en el suelo, comíamos poco, mal y no muy seguido. Y muchos murieron ahí. No malas personas sino inocentes, amigos que como yo fueron sus vecinos y convivieron por muchos años con ustedes sin hacerles ningún daño. Personas que como yo, solo queríamos una vida plena... Logré escapar gracias a personas como las que acaban de hablarles, a quienes de verdad les importa que todos seamos libres y estemos en paz. En el corto tiempo que he estado con ellos he visto más cariño, preocupación y atenciones que las que recibí en toda mi vida. No son un grupo solo de luchadores, también cuidan de madres, hijos, mayores, y tu puedes hacer la diferencia para la calidad de vida de muchas personas si vienes a colaborar. No tengas miedo de confiar en nosotros, después de todo... - Justo cuando pensó que las cosas irían sin interrupciones, su rostro se mostró sorprendido al ver, detrás de la cámara, las ráfagas que habían soltado desde fuera para abrir la puerta. Era hora de marcharse, preferentemente sin dejar huella. Calmó su rostro y volvió rápidamente a donde había dejado la oración.- Después de todo, todos tenemos un poco de rebeldía dentro. - Se tomó un segundo para dejar una suave sonrisa, elegante y dulce. Si bien a veces parecía fría, se preocupó por que el mensaje fuese lo más cálido y amigable posible. Despues de todo, siempre fue una muy buena actriz. Se levantó con la gracia de la que era capaz, caminando hasta apagar las luces, dejando la transmisión en plena oscuridad para luego quitarse el micrófono, dejándolo plantado cerca de la puerta. Corrió luego hacia donde el resto se encontraba, viendo lo alejada que se encontraba Leila de Johan y Thalos, a quienes ya había alcanzado.- Si estamos todos juntos, puedo desvanecernos...- Dijo con la intención de no crear un conflicto justo después de aquel mensaje tan emotivo.

28 base+ 10 dado+ 10 uso de habilidad especial+5 bonus humano usar arma fuego+20 dominator= 63 ps daño a Thalos

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Llegamos allí después de todo aquel caos de órdenes confusas , pero la cosa estuvo clara en cuanto comenzó aquella emisión. Suerte que no estábamos muy lejos. Nos adelantamos a la policía, y subí con morgana las escaleras. Aunque no lo reconociera, hora llegado a aceptar su presencia en mi trabajo, e incluso podría decirse que como acompañante me agradaba. No era una Vivar y tenía mala hostia, no hablaba por los codos y no dudaba en volver a la carga después de todo. Me descubrí a mi mismo pensando todo aquello mientras corríamos escaleras arriba. Al llegar a la planta de la emisión ella tomó las riendas intentando abrir. Me retiré y aproveché para activar el dispositivo anti desaparición de mi muñeca

-área negativa activada. Mientras no se alejen demasiado no podrán desaparecer.

Aproveché para mandar un mensaje a nuestro inspector Alasther.

- estamos en la torre de telecomunicaciones, nos informan de al menos cuatro individuos. Vas a dejar caer tu culo por aquí o que? Un par centinelas en el exterior vendrían teniendo. Corto.

Volví al asunto y apunté a la puerta al unísono de morgana, disparando y apuntando al mismo sitio. La puerta salió volando, obviamente....y no iba a ser lo único que saliese volando esa noche.

El miembro 'Jed' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Tecnológico' :


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#2 'Dado opciones' : 4

-Habla por ti...- Dije en voz alta cuando el muggle dijo que eran gilipollas, dado que no se daba cuenta que no me pretendía inmiscuir en sus planes. Me gustó el ver que las críticas hacia mi de los dos no le afectaron a la gatita, eso mostraba que o tenían muy poca relación o que le había gustado a la gatita.

Antes de empezar la transmisión todos se prepararon para la lucha que después iba a haber, cogieron armas y se mentalizaron para ello. Lamentablemente yo no me iba a quedar para esa lucha. No quería que mi cara saliese en uno de esos cachibaches en la Alianza para ser buscada, y seguramente lo estaría si me quedaba, dados los pitidos tecnológicos que se oían en el recibidor. Ejecutores creia que eran como se hacían llamar.

Tenía mi mente dividida en dos, por un lado analizando y escuchando como subían dos personas por las escaleras, con el pulso acelerado por el esfuerzo humano, por otro lado los monólogos que estaban soltando los otros, provanco que cerrase el puño de rabia y aumentando mi odio hacia el género humano.

Los ejecutores llegaron exhaustos, e intentaron entrar pero no pudieron. Cuando escuché aquello de que iban a disparar. -No vais a poder desaparecer- Dispararon a la puerta, dándole al muggle -Ups, se me olvidó avisar de que iban a disparar- Dije mirándole -Nos veremos… gatita- Dije girandome hacia ella. Di un gran salto hacia atrás para ponerme justo debajo del conducto por el que había entrado, y de otro me sujeté a este en el techo, pero hubo una cosa ue no calculé… Ahora no tenía el aspecto y tamaño de niña, por lo que mi abundante pechonalidad no conseguía pasar por el estrecho agujero, rebotaba contra el techo.

Me solté cayendo otra vez al suelo sin hacerme daño, obviamente, y me puse la mano en el corazón y empecé a liberar a una de mis criaturas, dado que era una emergencia. De mi pecho salió un fénix que ya sabía lo que tenía que hacer dado que teníamos las mentes conectadas. Miré por una última vez a Leila. -No mueras, por favor...- Y me teletransporté con el fénix dirección China Town. Eso provocó una onda expansiva de fuego, empujando lo que había por en medio, quemando las zonas que estaban cercanas y dejando un gran fuego en el lugar que me hallaba.

Mi desaparisión:

Oia a los compañeros hablar pero me costaba escucharlos, a decir verdad, pues estaba demasiado ocupado terminando de situar los explosivos en los lugares adecuados de la puerta para dar el recimibiento a los que entrasen. Empecé a escuchar ruidos al otro lado, justo cuando terminé de colocar los dispositivos. Me levanté atropelladamente y empujé a Johan para que se retirase, un poco de correprisas.

- Los dispositivos - respondí por lo que dijo la vampira. - Tienen dispositivos en las muñecas y esto va a-

La frase que estaba diciendo mientras le pegaba el empujon al moreno se vio cortada por aquellos disparos de las avanzadas armas de los ejecutores, que atravesaron la puerta y me alcanzaron de lleno, siendo mi unica defensa a presentar mi propia fuerza fisica y el escaso equipamiento que llevaba. Ambos disparos lograron por el impacto empujarme hacia atras cosa de un metro y tirarme al suelo, donde caí bruscamente.

"empezó la fiesta"

Vomité un poco de sangre, no evalué mis heridas pero sentia la sangre pegajosa y caliente manchandome el costado y habia un brazo que no pude mover. Pero tirado desde el suelo sobre uno de mis costados, usé el otro brazo para sacar el detonador de mi bolsillo y apretarlo, reventando la puerta y alcanzando a los dos ejecutores que estaban mas a rango....a no ser que lo evitasen a tiempo.

La explosion producida por mis bombas coincidio con la huida de la vampira y ambas ondas expansivas se encontraron. Aquello fue un autentico festival para mis oidos.

DADOS:

El miembro 'Thalos Draven' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Tecnológico' :


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#2 'Defensa Física' :

Una vez acabado el discurso mi sitio está junto a la puerta, tratando de contener a cualquiera que trate de entrar para interrumpir la emisión. No sé muy bien qué es exactamente lo que he dicho, pues simplemente he dejado fluir las palabras según me iban viniendo. Es un mensaje que tengo tan interiorizado que realmente no cuesta prepararlo, ni hay nada que fingir. Es como siento que deben de ser las cosas. Seguramente me haya dejado asuntos en el tintero o podría haberme extendido más, pero el tiempo es limitado y quiero que las compañeras también puedan hablar. Presto toda la atención que puedo a los discursos de ambas, aunque dadas las circunstancias no puedo centrarme por completo en lo que dicen. Por un lado vigilo la puerta, por otro a la vampira de la cámara.

El discurso de Leila saca a relucir una palabra muy importante, esperanza, que es lo poco a lo que podemos aferrarnos en la situación actual. Apelar a ella puede encender esa chispa necesaria en la gente, conseguir que saquen ese valor que creían oculto. Con el paso de los segundos voy notando a Leila cada vez más relajada y casi cómoda ante la cámara, permitiéndose incluso alguna sonrisa.  Es cierto eso de que a veces trabajamos mejor bajo presión, sin ensayos previos. Asiento para mí mismo ante el mensaje final que deja, instando a la gente a que piense por sí misma, a que se cuestionen lo que les cuentan, en definitiva, a no creerse lo primero que escuchen. Dirijo una fugaz mirada a Victorya en cuanto Leila se levanta, preguntándome si la morena dará el paso de exponerse al ojo público, a contar lo que le sucedió. Finalmente me da una grata sorpresa, colocándose ante la cámara con tal naturalidad que pareciese que había estado haciendo eso toda la vida. Su discurso aporta su relato personal, todo lo que le hicieron desde que fue descubierta, a pesar de que en su día lo dio todo por la Alianza, trabajando duro para ellos. Tener un par de renegados de la Alianza en nuestras filas no dice mucho en su favor. Las palabras que dedica a la Resistencia no me las esperaba, pues no sabía que pensase así de nosotros. Al menos me gustaría pensar que así es, y que no lo dice sólo de cara a la galería. Sin embargo, no puedo quedarme a escuchar el final. El aviso de la vampira sobre poder desaparecernos llega seguido de un par de ataques potentes contra la puerta que vigilamos.

En un abrir y cerrar de ojos soy derribado por Thalos, que se lleva la peor parte de todo después de que vuelen la puerta por los aires. No sólo  la puerta reviente, sino también el resto de mobiliario que teníamos para bloquearla. - ¡Thalos! - grito mientras me levanto del suelo todo lo rápido que puedo, yendo a cubrirlo al ver el estado en el que ha quedado tras los disparos. Yo tampoco estoy en plena forma para luchar, pero al menos tiraré de la espada para tratar de contenerlos lo justo antes de marcharnos. Mi audición ha quedado bastante resentida entre las bombas de Thalos y la escapada express de la vampira, que ha decidido que se marcha ahora que empieza la pelea. Me hubiese gustado tener tiempo para poder robar información de aquí y de allá, pero eso requeriría un tiempo que no tenemos.  Me interpongo entre los ejecutores y Draven, descargando un tajo en diagonal con la espada con la intención de despojar a Jed del arma que porta. Wolf va a ser peligrosa, pues debe tenernos más rencor todavía desde que la secuestramos, encerramos y utilizamos para robar los planos.  - Más os valdría haber escuchado lo que hemos dicho, seguro que vosotros también estáis hasta los cojones de la Alianza. - Ver a Morgana con esa pistola es una clara pista sobre lo que le sucedió al volver: la degradaron por creerla traidora.  Por ahora los números están de nuestra parte, 4 contra 2, aunque no tardarán en llegar refuerzos. - Nosotros nos vamos a largar, no sé vosotros qué vais a hacer, pero si dejáis de hacer el capullo  obedeciendo a vuestros jefes casi mejor. - les suelto con descaro a los ejecutores, haciendo un gesto a Victorya y Leila para que se acerquen y estemos todos juntos para marcharnos. Si es cierto que no podemos desaparecernos lo comprobaremos ahora. Si Victorya no lo consigue nos tocará hacer una huida por otros medios.


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Ataque físico

dado 0 + 20 stat ataque físico= 20 a JED

El miembro 'Johan Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Físico' :

Le estaba por decir a Victorya que dejara de hacer ese truco de atracción, pero ví que ya estaba sentada frente a la cámara, así que me lo guardé. El nombre que dijo me sonó de algún lugar, quizá de algún programa de debates de hace mucho, o alguna vez que lo nombraron los que eran mis superiores cuando yo trabajaba para la Alianza, pero eso de que todos los que conocía y quienes alguna vez le importaron se encontraban entre ellos me hizo sentir identificada, a mi hermano y a mi también nos habían arrancado del lado de nuestra madre, ella tampoco se resistió mucho, y todo por una ridícula costumbre. En eso empezé a escuchar los empujones que le estaban dando a la puerta del otro lado gracias a mis sentidos aumentados y nada me alteró cuando ví la puerta volar por los aires cerca de la viga en la que yo estaba. En la mira telescópica del rifle encontré a nada más ni nada menos que a dos ejecutores con sus malditas dominator, nada de soldados rasos, no se andaban con chiquitas esta noche. La brujita volvió con lo de desaparecer, lo que me dió la razón de lo que había pensado antes, pero lo que dijo Shinobu acerca de que no nos sería posible desaparecer me hizo recordar los aparatos anti-desaparición.

-¡Nos vamos a tener que alejar para desaparecer!- Dicho eso ví cómo los disparos le llegaron a Thalos, este a su vez derribaba a Johan y escuché la disculpa/excusa de Shinobu, eso me hizo sentir un poco traicionada, yo había confiado en ella, luego escuché que se despedía de mi así que la busque con la mirada sin dejar de apuntar el rifle hacia la puerta, pero lo que ví me hizo levantar las cejas. Al parecer estaba teniendo problemas para salir por donde había entrado pero un fénix que salió de su pecho fue a su rescate “¿En dónde me estoy metiendo?” Pensé preocupada por la gente que me rodeaba, uno estaba más loco que el otro. Escuché lo que la vampiro me dijo lo que me hizo levantar aún más las cejas si era posible, quizás ya habían desaparecido en mi pelo.

-Emmm ¿Lo intentaré?- Las ondas expansivas hicieron que me balanceara peligrosamente en la viga, pero no lo suficiente como para tirarme ya que me sujeté con fuerza a ella. Estaba esperando tener un buen ángulo para disparar cuando Johan también me hace señas para que me acerque ¿Qué parte de área anti-desaparición es la que no se entiende? Pero no bajaría hasta no dar al menos un tiro de cobertura, así que disparé apuntado a la rubia, Johan parecía estar enfrentando al otro con su espada. Luego me dejé caer sobre la gigante y muy acolchada colchonetota azul, la armadura del soldado me protegía así que con algo de dificultad salí de la colchoneta y eché a correr escaleras arriba para detener la grabación y recobrar el pendrive de la computadora quizás copiando algunos archivos por el camino, con las prisas no me dí cuenta, aunque tardé alrededor de un minuto en el que alguno de los dos ejecutores perfectamente podrían haber ido tras de mí, lo puse en el cinturón, junto con la daga y las Cápsulas de Capsule Corp y corrí escaleras abajo en dirección al grupo.

Spoiler:

El miembro 'Leila Alabi' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Tecnológico' :

La puerta cede sin desmasiado esfuerzo tras un par de disparos de nuestras pistolas, permitiéndonos la entrada al estudio de grabación. Antes de entrar Jed tomó las medidas pertinentes, activando el área antidesaparición con el aparato que lleva en la muñeca, y avisando al inspector que se supone que nos manda. Avanzo hacia el interior con la pistola en posición de ataque, comprobando que los disparos para derribar la puerta han surtido también efecto en uno de ellos,  Thalos, que ha quedado herido en el suelo. - ¡Quieto!- ordeno al ver que acciona algo, saltando hacia un lado rápidamente para evitar ser alcanzada de lleno por la explosión. Ruedo hacia un lado al ser empujada por la onda expansiva, quedando ligeramente aturdida y con un molesto zumbido en los oídos,  pero sin ninguna herida importante. Me pongo en pie deprisa para evitar ser un blanco fácil ahí tirada en el suelo, volviendo a recuperar la posición de ataque al enemigo. Lanzo una mirada de reojo a Jed para comprobar que siga de una pieza, apuntando a Johan cuando éste ataca a mi compañero para defender al herido. El muy idiota se atreve a decirnos que deberíamos haber escuchado su mensaje, atreviéndose además a darnos consejitos. Aferro la pistola con tanta fuerza  que se me ponen los nudillos blancos, pero todavía no aprieto el gatillo.

- Pero qué pedazo de hipócrita estás hecho. ¿Te atreves a decirme lo que debemos hacer después de haberme tenido encerrada en ese puto calabozo durante meses? ¿después de haberme usado y manipulado la mente para robar esa mierda de planos?  por vuestra culpa tengo que "obedecer" más que nunca a mis jefes como tú dices, así que ahora no te hagas el amigo colega, gilipollas.- claro que estoy harta de la Alianza, especialmente desde que no movieron un dedo por buscarme ni por rescatarme, y desde que me di cuenta de que mi fervor en el campo de batalla no me había traído nada bueno, que no serviría para que todo esto se solucionase. Mi confianza en ellos perdió más aún cuando decidieron tomarme por traidora y degradarme a ejecutora. Lo único bueno que tiene es que puedo disparar a todo lo que odie, excepto a quienes me mandan. Sin más preámbulos avanzo un par de pasos más para disparar a Johan, aunque un disparo perdido me alcanza a la altura del hombro, haciendo que el tiro se desvíe hacia Victorya. El fuego de cobertura de Leila es el culpable de que falle el tiro, empujándome hacia atrás hasta chocar con la pared. Me quedo sin respiración durante algunos segundos, aunque por suerte el chaleco antibalas me ha protegido de algo peor. Toso unas cuantas veces por el impacto, siguiendo después con la mirada a la que me ha disparado y acaba de saltar al suelo desde una viga del techo.  Ya tengo claros mis siguientes objetivos, esa y el Black, pues necesitamos herir a todos lo suficiente para que ninguno pueda ayudar a los otros. No voy a seguirla, si quiere escapar tendrá que pasar por la puerta que acabamos de derribar, y esa la tenemos vigilada. Si quieren escapar para desaparecerse tendrán que salir primero de esta sala.

dados: