Er Crasu [taberna-restaurante]

Llegué volando hasta lo que parecía la entrada a un local que desconocía. Tiene un nombre un tanto ... peculiar ... pero mientras sirva apra comer y beber me da igual, ahora que el Moulin es todo polvo y escombros, puto Smaug, alguien tiene que enseñarle a ese cabezón a controlar su temperamento. Bajé al suelo y me trasnformé de nuevo en mi forma "élfica" y abrí la puerta entrando dentro del local.

El ambiente de dentro es extraño para mi, pero lleno de recuerdos del pasado, notas amargas del pasado y agrias, ¿cuánto tiempo hacía que no entraba en un sitio así? lleno a olor de familiaridad y cercanía. En mi cabeza me decía "sal del baúl de los recuerdos, Erebo, baja de la nube del pasado". En la barra había un drow con la misma cara de amigos que yo tengo, al que me haga la bromita de "¿Qué, a que es como verse en el espejo?" le clavo su cara de estúpido en la pared. Me acercó a la barra y saco una pequeña bolsa de monedas.

- Botella de whisky y comida, ¿qué es lo que puedes ofrecerme?

Entro en la taberna nueva, ha pasado un tiempo desde que vi aquella pelea que dejó debastado el Moulin entre dragones, fieras de gran poder capaces de una gran destrucción en tan solo unos instantes.

Antes de entrar le doy instrucciones a uno de mis lacayos de que haga llegar a Tobías una carta que he escrito con instrucciones precisas de que solamente él la abra y lea, nadie más.

Abro la puerta del pequeño local y me dirijo a una de las mesas a esperar alguna respuesta de mi compañero de ciencia y a tomar algún piscolabis y bebida mientras espero, es un ambiente más tranquilo y pacífico, al menos no parecía un antro como el Moulin.

Entrecerre la mirada al ver al joven irse tras la chica dirección a los aseos. Estaban ligando o algo? Yo no sabía de eso. Bebí más, emperrado en terminar aquello. Me quedaban poco más de dos dedos en la jarra cuando entró el tío de los cuernos y yo solté un eructo mientras los miraba, golpeando en mi pecho con en puño cerrado para que saliese mejor. Me ardía la garganta y el estómago y la cabeza se sentía extrañamente ligera... Podría decirse que se me había subido la mezcla de cerveza, absenta y tequila.

Dejé de mirarle los cuernos cuando me habló, todo discreto yo... Por la otra punta

Me agaché tras la barra y saqué una botella de whisky, la dejé con fuerza en la barra junto con un vaso y apoye m mi codo ahí, mirando al tío ese que pedía de comer lo que fuera. Cómo dijo mi primo que se llamaba?

- tenemos carne de elfo Silvano deconstruido sobre lecho de lechuga de menzoberranzan. O bocatas de chorimorci. Tú eliges.

El efecto del alcohol se ve que iba con retardo porque aunque había dejado de beber hacia medio minuto empecé a sentir nauseas. Me agarré a la barra y sacudí la cabeza, soltando un joder por lo bajo. Vi entrar a otro cliente más y me estresé.

- PRIMOOOOOOOOOO! LA COCINAAAAA!!!

-Pasear por la calle puede hacer que te caiga un satélite y seguirá estando dentro de las posibilidades de que sea un accidente. Y no por ello vas a dejar de hacerlo. Pues con esto es lo mismo y no vas a dejar de hacer magia. No te fustigues por algo que por desgracia ha pasado, pero podría no haber sido así. Ha sido un accidente- Intento buscar complicidad con el drow cara de pocos amigos para que me eche un cable, que parece que él sabe de lo que estamos hablando: eso de los accidentes y tal, pero se tuvo que ir a atender al tipo que había entrado ahora.

-No te preocupes. Pero si me diera sed ya le robaría un vaso de agua a ese drow. O una jarra de esas de las que está sirviendo, ¿qué le está poniendo? Parece matarratas del chungo- Comento entre nosotros en plan secretito al oído para que el drow o los que están entrando se enteren de nuestra conversación. No tengo mucho más que decir sobre el asunto de la muerte de su amigo porque ya no se me ocurre cómo poder intentar animarla o desviar la conversación. Y sí, por supuesto que su hermano pues estará fastidiado por la muerte de su otro hermano. Suspiro desviando la mirada cuando me dice que brindemos -¡Claro!- Recupero temporalmente una de las pintas que estábamos bebiendo para brindar, dándole el último sorbo para terminarla del todo.

Luego ocurre otro accidente de estos tontos, al intentar recuperar mi teléfono que había dejado sobre la mesa golpeo con la mano el vaso de cerveza que tiene Azahar  en la mano y se derrama sobre ella -¡Lo siento muchísimo! ¡Accidente! ¡Accidente!- Rebusco por la barra servilletas, pero solo encuentro de esas malas que parece que repelen el agua en lugar de secarla. Sigo disculpándome con Azahar diciéndole que la culpa la tenía yo por haber dejado el teléfono de mala manera, que era un torpe y esas escusas de baratillo, mientras intento secar con la camiseta el teléfono que parece que sigue funcionando con normalidad. Qué maravilla esto de que los hayan hecho a todos a prueba de líquidos, al que tuvo la idea habría que darle un premio Nobel. -Claro, te espero aquí- Le contesté todo apurado, viendo cómo se va. Al seguirla paro justo donde estaba el otro chaval y le clavo la mirada, para estudiarle, pero no tarda en levantarse y aparentemente seguirle al baño. Vale, no entiendo nada. ¿Todas estas ideas serán producto de mi imaginación?
Vuelvo mi atención a la barra donde estaba la cerveza que quedaba, mirando al drow sin entender nada de nada y reviso en un rápido vistazo los nuevos personajes que acababan de llegar, deteniéndome especialmente en el tipo de los cuernos, que es el que más cerca está y el que tiene una imagen más llamativa.
"Parece que nole han ido muy bien sus anteriores relaciones. ¿Sabrá que tiene eso sobre la cabeza?"

El chaval me miraba demasiado el ojo tuerto y eso me ponía algo nerviosa, si no insegura.
- oye, está feo mirar así a alguien tuerto. Si sientes curiosidad pregunta...

Lo vi sacar la pistola. Que coincidencia... No podía negarse que me tense de modo evidente. Pero al acercarse fue a dejarla en el lavabo tras aquella alegación. Con parsimonia me volví a poner la katana en la espalda.
- es la costumbre - farfulle como molesta pero quizá conmigo misma, sin mirarlo, a modo de disculpa quizá. Observaba su pistola con cierta aversión. Y si era soldado....?
- si no quieres intimidad entoces puedo quedarme y terminar lo que estaba haciendo. - espera, y esa sonrisa? Mi ceño se arrugó por su insinuacion de morderme y de que me vendría bien, además.
- todos tenemos días malos - moví levemente mi dedo índice y el agua del grifo que había abierto se desvio del rumbo hacia sus manos y le salpicó a la cara antes de volver a seguir su curso normal, no lo suficiente para ser algo catastrófico, eso sí. - oops, perdón. Espero que no se te haya mojado el cuaderno ese que te vi antes... Estabas dibujando? -no parecía mover la mano como de escribir. De pronto me había despertado curiosidad.

"Que haces dándole coba? Si acabas de decirle que se pireeee."

Que encantador, no me esperaba que la mismísima reina de Inglaterra fuera atender a tan pauperrima persona que no es mereciente de tan augusta presencia, tan elegante, tan llena de gracia, belleza y savoir faire. Por cierto, pretendía ser sarcástico, habilidad que tenía un poco en desuso desde hace algo de tiempo. No puedo evitarme sentir como las tías cuando un hombre les mira a los pechos y ellas dicen "Mis ojos están aquí", pues en mi caso, de todas las partes visibles de mi cuerpo, tienen que ser los cuernos.

Este tío está pedo perdido, me encanta como las razas menores enseguida se les sube el alcohol. Al menos me deja mi botella de whisky y un vaso, aunque probablemente acabe bebiendo a morro. Lo mejor de todo el menú, no se si más que el elfo ese que me ha dicho, voy a deconstruir el local ... mejor no que luego no tengo donde coño beber y no pienso ir a robárselo al pesado de Andreas, la última vez que me dió whisky hace años, acabé en una celda sirviéndole si al final la noche loca la tuve con él, pero no en la cama, sino en una puta celda.

- Dame tres bocatas de esos de chorimori o salchipapa o como se llame.

Definitivamente, esta pedo perdido, no pienso llevarlo a un hospital a que le salven de un coma etílico ni pienso dejarles una estrella de la guía michelín. Abro la botella de whisky y empiezo a beber una buena tacada a morro, dejo la botella y miro el lugar, por ahora a mayores hay un jovenzuelo y un adulto, qué animado está el lugar.

Termino de hacer los chorromil bocatas que tenía pendientes en la cocina, demás de un guiso y algún que otro plato más de estos de diseño chungo. Hay que aprovechar que el bar está lleno de clientes y que puedo hacer caja antes de que se vayan sin pagar, como los rancios de los Blood Keepers aquellos. Por suerte Dyospiros dijo que se encargaría de aquello, no más ladrones en el bar. Espero que le esté yendo bien como camarero, que llevo un rato dentro de la cocina y no sé cómo se las estará apañando.


- ¡VOYYYYYYYYYY! - grito a mi primo mientras salgo con la bandeja repleta de bocadillos, yendo en su ayuda porque se le escucha un poco agobiado. - ¡Aquí llega la cena! - anuncio a todo el bar, pasando al lado de unos y otros para que vayan cogiendo su bocadillo. Al chaval pelirrojo le invito, que con eso de la música puede servir para amenizar el local. - Ayyy preeeemo, ¡lo estás haciendo muy bien! - le doy una palmada en la espalda con mi mano regordeta, haciendo que le resuenen todos los intersticios habidos y por haber. Le miro un poco mejor a la cara, primero con escepticismo. - Ehm...¿estás borracho otra vez? no se bebe en horas de trabajo. - murmuro para que no nos escuche el otro cliente, el de los cuernos y cara de malas pulgas. - ¡Bienvenido al Crasu bar! ¿cómo ha conocido nuestro bar? - saludo girándome a Erebo tras apartar un poco a Dyospiros, sirviendo al cliente los tres bocatas que ha pedido. - Que aproveche, si quiere algo más avíseme. - vuelvo hacia Dyospiros, apartándolo un poco más mientras lo miro poniendo cejas de Frodo Bolsón. - Tíooooo, estás to ciego. Anda, ve un rato a descansar, ya me encargo yo. En la trastienda hay un sofá. Tal vez debería hacer luego reformas y poner habitaciones como un hostal. - me llevo la mano a la barbilla todo pensativo, imaginando las posibilidades de negocio que tendría eso.

Su rostro tornó a uno serio al mencionar el tema del parche. Ella creía que era curiosidad, sin embargo lo único que había pasado por su cabeza era una mezcla de disgusto y confusión. Su mirada se desvió unos segundos a ella para volver a dirigirse al espejo situado frente a él.
-Hay una guerra y has perdido un ojo. No veo nada que preguntar.
Se disculpó. No debía hacerlo, aunque había resultado usar un tono de todo menos de disculpa. Ese instinto de supervivencia era bueno, pero por lo visto a ella no le había resultado útil para conservar todas las partes de su cuerpo. Siguió lavando sus manos y sus cejas se alzaron ante la propuesta de continuar allí. No iba a mentir, al entrar en el baño había tenido la esperanza de encontrarla ya sin camiseta intentando limpiarla. Aquella muchacha le despertaba deseos inciertos y confusos, por un lado querría comprobar la resistencia de esa katana.... por otro la resistencia de esa encimera de los lavabos.
-Depende de la intimidad que tú quieras.
Respondió volviendo a mirar a la muchacha de reojo. Su gesto estaba fruncido, por su insinuación o por su día de mierda, eso deba igual. Terminó de quitar el jabón de sus manos, centrándose de nuevo en ello y entonces el agua hizo algo extraño. Cerró sus ojos al sentirla en la cara, y escuchó sus palabras a medias. Cerró el grifo y apoyó ambas manos en el lavabo mientras en su cerebro pasaban cientos de pensamientos caóticos e incontrolables. Con la mente nublada los grifos de los lavabos estallaron dejando salir el agua a presión y giró su rostro a la peliazul.
-Control de agua, ¿eh?
Recuperó su pistola y agarró el cuello de la chica atrayéndola hacia él hundiendo la pistola en sus costillas. Su rostro, que para entonces ya estaba cubierto de mechones de pelo mojado, se encontraba pegado a la mejilla de la chica y él esbozó una sonrisa un tanto enigmática.
-La suerte puede cambiar.



1. Me largo.
2. Enfado.
3. Le hace gracia.
4. Se controla y tan normal.
5. Le pica y la lía con el agua.
6. Flirteo.
7. Acoso sutil.
8.acoso no sutil.
9. Paliza.
10.kill bill

El miembro 'Reed Draven' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado opciones' : 10

- Tres...vale....

"dios veo doble"


Asentí con la cabeza a Erebo, solo tenia que fingir no ir mas pedo que alfredo, pero es que me habia bebido la jarra aquella entera. En cierto momento exploté y, sorprendentemente, comencé a reirme como un maniaco cuando vi a mi primo salir de la cocina.

-PRIMOOOOOOOO! VES TE DIJE QUE PODÍA HABLAR CON GENTE...HIC! Ups.. - me agarré a sus hombros con ambas manos y cara de ir a morirme alli mismo. - Shi....hoy estoy...muy borracho.... - dejé de reirme y me puse a llorar entre risas nerviosas. Para que mentirle?

Me quedé empaner mientras mi primo se encargó de repartir las cenas a la gente que habia pedido, Erebo entre ellos .Luego volvio a mi y me apartó de la peña asi que fruncí el ceño.
- Tsss no...que el de los cuernos no me ha pagado aun la consumicion, creo, y esto esta lleno de mala gente, no puedo irme a dormir...y si te pasa algo?.... Ya sé...voy a...voy a potar...asi se me pasará el ciego..... dame un momento.....ahora vuelvo....

Le di unas palmaditas en el pecho, farfullé algo dialogando conmigo mismo, le recoloqué la ropa y me separé de él dando tumbos. A ver si era capaz de llegar al baño sin caerme al suelo.

Vale, reconozco que no habia esperado aquella violenta reacción. Las explosiones de los lavabos, asi por arte de magia, me dejó claro que por mucho que usase una pistola no se trataba de un soldado.  El agua salió disparada, no es que me molestase pero a los dueños del bar seguro que si y.... vale, otra vez, lenta de reflejos. Maldito alcohol. De pronto tenia su mano apretando mi cuello y la otra me encañonaba con un arma entre las costillas. La verdad no se me ocurrió dudar de que fuese capaz de hacerlo. El mundo en general se habia vuelto muy loco....

Una de mis manos fue a la que él tenia sobre mi cuello y la otra a la que tenia sobre la pistola pero no hice fuerza alguna con ninguna de las dos. Para qué? No era necesario. Lo miré a él y por un momento, dudé. Y si le dejaba hacerlo? Fue un pensamiento fugaz pero....ahí estuvo, horrorizándome a mi misma por tan siquiera tener aquella idea. Por mi mirada pasó un momento la sombra de la duda. "Hazlo".  Fruncí mis labios un momento, retándolo con la mirada. Parpadeé un instante para deshacerme de aquella estupida idea. Es que era gilipollas o qué? Suavemente, puse mi indice sobre la culata de la pistola.

- No controlo el agua...el agua no se puede controlar.- no hube terminado la frase cuando al contacto convertí su arma en agua. Pero aun me tenía sujeta por el cuello....pensé en pegarle un codazo en la barbilla pero dada su reaccion de antes me dio miedo que pudiese reventar el local entero, y sinceramente, no queria causar mas inconvenientes. - No quieres hacer esto. - pero por si acaso sí que queria, me habia encargado de que el agua que se habia fugado por las tuberias  comenzase a acumularse a mis espaldas....  -¿qué sentido tiene? - me costaba un poco hablar con el cuello agarrado así que decidí darlo todo, ya que estabamos. Cerré mi ojo, con esa expresion que pone la gente cuando se va a tirar por una montaña rusa muy empinada....nunca habia intentado hacerlo con el cuerpo entero pero hoy tocaba. Me convertí en agua escurriéndome entre sus dedos y fundiendome con el agua del suelo. A los segundos, reaparecí en la otra punta, y ahora tenía su pistola en mi mano, y estaba ya totalmente empapada. Le quité el cargador y  lo tiré al suelo. -  No sé ni quien eres, pero no quiero pelear contigo por nada mas que por una mala broma. No tiene sentido que nos hagamos daño, verdad? Y menos si hay gente de por medio. Si quieres tu arma...sal.

Y me desaparecí rapidamente. Pero reaparecí a la salida del bar, donde me habia encontrado con Nicho. Joder. Que puto frio.

Sintió cómo sus manos se aferraban a él instantaneamente, una a su pistola. El dedo del gatillo aumentó la presión un poco. La miró de reojo y vió esa mirada. Su gesto se arrugó, acaso quería morir? Eso parecía ya que tampoco sentía ningún tipo de fuerza o intención por apartarle. Le estaba retando?
Apretó el cañón en su torso a la par que se apretaba él mismo contra ella. En ese momento dwjó de sentir el arma y su mano se empapó.
-Y una mierda.
Contestó soltando un sonido irónico de sus labios. Agarró su muñeca y separó su rostro de ella para observarla. Ese deseo de muerte... No tenía claro si había desaparecido.
"Pero tú si quieres que lo haga"
Apretó su cuello un poco más y de pronto ella misma era agua. Observó como materializaba su cuerpo, alejada de él, empapada. No pudo evitar alzar una ceja al observarla.
-Ninguno.
Contestó casi en tono divertido y empezó a rebuscar en su torso, mientras ella hablaba. Le divertía, bastante. Era curioso. Vió caer el cargador y escuchó su proposición. Casi al segundo sacó la otra pistola y disparó hacia ella, pero ya no estaba. Soltó una risotada negando, avanzando hacia el lugar que ocupaba antes la chica. Recogió el cargador para meterlo en el bolsillo trasero de su pantalón y guardó la pistola.
-Que hija de puta.
Soltó casi con diversión, sacando ahora un cigarro que encendió justo antes de desaparecer. Apareció a su espalda, soltando el humo en su nuca.
-Lo he visto. Cómo querías que apretara el gatillo. Estás muy jodida, belleza.

No tardó en aparecer tras de mí, mientras yo observaba el arma sin cargador que me había quedado. Aunque no me sorprendió mucho que viniese, si lo hizo lo observador que había sido al darse cuenta de aquel pensamiento fugaz mío.

Suspiré y miré hacia arriba, se suponía que no debía de haberse dado cuenta. Era una sensación decepcionante para conmigo misma. Guardé silencio durante varios segundos aún de espaldas a él, tratando de aclararme yo misma para empezar.

- es Azahar, no belleza. - me di la vuelta para tenerlo de frente. - Puede que lo haya pensado. Pero lo importante no es lo que quisiera si no lo que he hecho....- asentí, quizá para convencerme. - además no tengo derecho ninguno a pensar así, hay gente que lo tiene mucho peor que yo - me encogí de hombros sorbiendo por la nariz, pero no porque fuese a llorar ni nada, si no porque se me caia el moco con el frío que hacía ahí, y estaba hecha una sopa. Era verdad, yo tenía a mis padres, tenía amigos... Ya era más de lo que tenían muchos.... Y aún así.... -un momento de debilidad lo tiene cualquiera... Simplemente pensé como sería todo si pudiese dejar de fingir que las cosas van bien. La tentación de lo fácil, ya ves...

Hice una mueca de asco y me abracé a mi misma mientras hablaba, recordando que aún tenía su arma, mirándolo con prudencia.
- no vas a disparar si te la devuelvo? No quiero problemas. Y definitivamente NO quiero que me dispares. Y por cierto yo estaré fatal pero tú te tomas muy mal las bromas...

-Lo que sea.
Respondió al saber su nombre dando otra calada. El caso es que el nombre le sonaba aunque también las calles y algunos sitios que había visto por allí. Ella empezó a soltar un sermón de mártir y no pudo evitar rodar los ojos. Era una de esas personas que se jodía la cabeza sola.
La escuchó atentamente, fumando con tranquilidad pero finalmente resopló.
-Mira, me importa una mierda cómo te sientas pero las cosas no están bien. No sé la razón por la que os empeñais en joderos la vida haciendo ver que estáis bien cuándo por dentro tenéis una mierda así de gorda apretando.
Comentó haciendo una medida con su mano a mitad del brazo contrario. Normalmente no hablaba mucho, realmente eso podría considerarse una novela viniendo de él. Dió otra calada y la señalo al ojo con la misma mano.
-Y creía que ya habías tenido tu puto momento de debilidad.
Soltó refiriéndose a su tuertez. Se alteraba un poco de más cuándo daba con alguien así, suicida, como ella. Miró su pistola por un segundo y después a ella.
-que quieres?un jodido juramento inquebrantable?
Extendió la mano esperando la entrega del arma y entonces ella soltó eso. Arqueó una ceja y agarró su muñeca acercándose un poco más a ella sonriendo irónico.
-tal vez no deberías gastar bromitas a un desconocido que se ha metido al baño de mujeres detrás de tí.

El tipo que me atendió en la barra no es que estuviera pedo, estaba ya rondando la zona zen de la ilumiación alcohólica. Fué sustituido por un orondo compadre suyo que me trajo los bocatas, le di un gran mordisco a uno, no estaba mal, no era alta cocina pero al menos era comestible. Intenté responderle con la boca llena a su pregunta pero no podía articular una sola palabra, así que tuve que tragar ayudándome del whisky.

- Lo vi de casualidad volando, pensaba que ya no quedaban más sitios así, que todos fueron derruidos.

Seguí zampando como si no hubiera un mañana, acompañando de sorbos a la botella de whisky, hambre de dragón en su máximo esplendor. El otro drow que me sirvió la cena se llevó a su pariente a otro lado, probablemente a dormir la mona o a meterle la cabeza en un balde de agua fría para bajarle los grados, me encojo de hombros, es la primera vez que veo al barman mas borracho que toda la clientela del local junta.

- Cuando se le pase la mona que beba el agua de un tarro de pepinillos, dicen que ayuda contra la resaca ... o eso he oido.

Ciertamente nunca llegué a probar ese remedio casero, debe hacer milenios que no se me ha vuelto a subir nada a la cabeza y tampoco es que me apetezca. Sigo comiendo, termino mis bocatas y pronto necesitaré otra botella de whisky para suplir la anterior, me sigo sintiendo incómodamente observado, es normal que todo el mundo se fije en mi, mi aspecto no es precisamente útil para pasar desapercibido, es más sirve para infundir respeto hacia mi persona, por eso lo escogí, aunque me mosquea que me moleste el ser observado cuando normalmente me daba absolutamente igual.

Apunto mentalmente la respuesta de Erebo acerca de cómo conoció este lugar, pensando en poner algo de publicidad para que pueda verse desde el aire. También empiezo a preguntarme qué tipo de criatura será para haberlo visto desde los aires, acojonándome un poco al pensar que pueda ser un dragón. - ¿Sitios destruidos? - pregunto con cara de miedo por si a mi bar le pasa lo mismo, que seguro que si los humanos descubren este sitio no tardarán en venir a molestar. No es que esté en una zona muy concurrida, aunque eso no quiere decir que no puedan tomarla conmigo y mi local. Me tomo unos minutos para seguir la conversación tras apartar a mi primo de ahí, pasándome la mano por la cara con resignación al ver la cogorza que se ha pillado.

- Ibas bien hasta que te has puesto to ciego. La próxima vez deberías probar a hacer lo mismo pero sin beber. ¡Si ganamos pasta tendrás hasta un sueldo! va va, vete a descansar, aunque quisieras no podrías defenderme así como vas. - dejo que se vaya al baño mientras lo vigilo de reojo, decidiendo esperar un rato antes de tener que hacer de niñera de gente borracha. Me fijo de nuevo en el de los cuernos, el que dice Dyos que no ha pagado y que además me dice algo de que beba agua de pepinillos para la resaca. - puajj...debe ser asqueroso. Disculpe...cobramos la consumición por adelantado. - comento con una amable sonrisa mientras el tipo se come el bocadillo, fijándome además en sus poderosos bíceps como método de defensa. Necesito rodearme de forzudos para mantener esto defendido, pero antes debo de saber qué tipo de persona es.

- ¿Te interesaría trabajar aquí de prueba unos días? como seguridad del local. Si te interesa puedo hacerte la entrevista de trabajo ahora mismo.

"lo que sea dice vfdsgdfg"

Entorné la mirada. Lo logico habria sido que se presentase él despues de decirle yo mi nombre....bien, por mi, a partir de ahora ese chico se iba a llamar "loquesea"

Escuché la respuesta del chaval y sonreí un poquito de lado, dejando salir el aire por las narices con fuerza en una breve risa, pero que no era burlona ni nada por el estilo, si no mas bien de comprender lo que me estaba preguntando-aunque no era dificil responder.
- La razón por la que hacemos eso es para no preocupar a los que nos quieren o a los que queremos. La mayoría de las veces. - encogí mis hombros - pero eso no hace que tengas menos razon en lo que has dicho.

Rodé un poco mi ojo sano cuando señaló el otro y llamó a aquello momento de debilidad.
- Naaaah....

"aquello fue una jodida batalla campal"

- Oh lo del juramento ese estaría bien

Sujetó mi muñeca cuando terminó de acercarse y le di su pistola. No me iba a fiar dos veces de él, aunque a decir verdad, era un personaje que no paraba de enviarme señales confusas. Queria matarme o queria ligar conmigo?. ... sabía el mismo lo que quería?
- Sabes creo que tu estás mas confuso que yo. - dije acercandome un poquito mas a su cara con la mia, mirada entornada. - La gente a veces liga con bromas - sonreí de lado, bajé mi mirada un momento a sus labios y luego volví a subirla a sus ojos, levantando una ceja de modo inconsciente. Tras entregarle el arma me separé de él, zafandome de su mano. - Hablemos otro día. No dispares a nadie más mientras...el mundo ya tiene suficiente. - eso ultimo lo dije algo mas seria, antes de apartarme de él. No es que tuviese esperanzas en que me hiciese caso....pero esperaba no tener que pelearme con él la verdad. No le di la espalda al apartarme, por si acaso, acercandome a la entrada del bar. No podia irme dejando ahi a Nicholas intentando beber cerveza y pensando que se me habia tragado el baño. Iria por el y nos marchariamos

El drow que me estaba atendiendo ahora me dijo que cobran por adelantado, me figuré que el otro en su pedal no se había ni enterado de que le dejé una bolsa con dinero para que se cobrase. Dejo el bocata que me estaba comiendo en el plato y me sacudo las manos, cojo la bolsita por el cuello y la dejo más cerca del drow, trago y le contesto.

- Sirvete tú mismo, tengo cada moneda contada, así que si faltan me daré de cuenta.

Continuo con mi deglución a dos carrillos de mi cena y bebo de la botella de whisky hasta acabar el poco que me quedaba, le hago un gesto con la botella para pedirle otra, la voy a necesitar para ayudarme a bajar el resto de la cena que me queda. Una cosa que me comentó hizo que me medio atragantase por un momento. ¿Quién en su sano juicio me miraba y me ofrecía trabajo sin más? Estaba acostumbrado a que la gente desconfiara de mi e incluso no se soliera acercar a no ser que fuera algo concreto. Aticé mi pecho con el puño para ayudar a bajar lo que se había quedado atascado.

- Me parece bien, dispara tus preguntas, yo iré contestando y ... antes de que lo preguntes, sí, soy un dragón negro.

Conseguí enviarle por fin una carta a mi hermana, ya solo me tocaba esperarla. Me adentré en la taberna, me pregunto cuánto me hará esperar esta vez, me acuerdo de cuando eramos adolescentes y la esperaba para ir juntos a casa a la salida del instintuto y casi tenía que sacarla del edificio, con previa búsqueda, porque siempre se olvidaba de mi existencia o más bien de la existencia de algo tan básico como el reloj.

El ambiente era bueno, decidí ir hasta la barra para estar más visible para cuando entrase me viese, ugh, no estoy acostumbrado a tratar con nada que no sea humano, el tabernero estaba hablando con un tipo cornudo, creo que no me meteré con ese por si acaso, echo la melena hacia atrás y me doy la vuelta apoyando la espalda en la barra mientras me toca mi turno para ver todo el panorama, no me imagino a mi hermana tratando con estos seres, o sí, después de todo es la santurrona de la casa, la que no ha roto en su vida un plato y la que en lugar de aplastar a un mosquito lo recoge en las manos y lo echa por la ventana, por no mencionar que es la empollona de los dos y que todo esto le atrae.

Pienso en nuestra ciudad natal, ahí no se podía ver esto y si lo había probablemente sería mas secreto que la misa en tiempos de los romanos, probablemente mucha gente que conocí ens ecreto tenía poderes y no lo sabía, como no tienen ningún cartel que diga "hola mi nombre es x y soy un ser mágico". Está bien esto, esta muy muy bien, aunque prefiero evitar el tener que charlar con alguno de estos seres, probablemente nada más abrir la boca meta la pata culturalmente hablando.

La tentación de coger más monedas de la bolsa de dinero es fuerte, pero acabo resistiendo y siendo honrado, cogiendo sólo lo necesario para cobrar lo que ha consumido el tipo de los cuernos. No todos los drows somos ladrones y asesinos, algunos somos decentes. Raros, pero decentes. Le devuelvo la bolsa cuando termino, asegurándole que están todas las monedas que deben estar ahí. - No seas desconfiado, que no quiero ganarme una mala reseña en Trip Advisor por robar a los clientes. - sí, me había estado informando un poco de cómo funciona eso de la fama de los locales en el mundo no mágico. Ya son unos cuantos años entre ellos. Lo único que espero es que no venga la Alianza a joder, que no me descubran, y si lo hacen que lo pasen por alto. Mucho pedir.

Trago saliva algo intimidado por el aspecto del tipo fortachón, mucho más cuando me confirma mis sospechas. Un maldito dragón negro. Sonrío algo nervioso, tomando asiento a su lado para hacer mejor la entrevista. - ¡Vaya! yo también soy negro. Elfo. Negro. Oscuro. Bah, eufemismos. - aclaro carraspeando un poco, pasándome la mano por la nuca algo azorado. - Eh...veamos...las preguntas. Te las iré haciendo conforme se me ocurran, tú las piensas y las vas contestando como puedas. Sé sincero, por favor. - saco un papel y un boli del delantal, para apuntar lo que considere relevante.

- ¿Dónde trabajaste anteriormente? ¿Qué crees que puedes aportar a nuestra empresa? ¿Por qué abandonaste tu anterior empleo? ¿de qué parte del conflicto estás? ¿qué te gusta hacer en tu tiempo libre? ¿estudios? ¿qué edad tienes? ¿has trabajado antes en seguridad?