Taller de Da Vinci

Efectivamente el Descendiente de DaVinci entró en crisis, aunque sorprendentemente bien llevada en esta ocasión en comparación con aquella llorera o la huida explosiva del jardín.
Shyvanna se empeñó en insistir mientras yo le empujaba sutilmente la espalda por si captaba que no era un buen tema del que hablar.
-Yo que sé Shy, lo mismo no eres su tipo.
No pude evitar alzar mis cejas cuando el de Merlín pareció molesto y desapareció. Miré a Giordano encogiendo mis hombros. Sabía que el descendiente de DaVinci no era el experto en leer mentes pero comunicarnos de esa forma hubiese venido bastante bien instantes antes. Tal vez Sean se había enterado de todo su asunto o tal vez estuviese molesto por nuestra simple presencia. Mi hermana no paraba de disculparse. Iba a decir algo cuando ella se refirió a Wthyr de ese modo, esa era mi manera de pronunciar su nombre de pequeña y de forma cariñosa en ocasiones se nos escapaba. Lancé una mirada a mí hermana.
-Shy!
"Pero como se le ocurre llamarle así?"
Y sin más nos desapareció. Tardé unos minutos en volver a aparecer en el lugar extendiendo mis manos en previsión de que Giordano gritara o algo, con intenciones de disculparme.
-Antes de que digas nada no es su culpa. Ella solo buscaba ayuda- solté con un tono algo más intenso de lo normal defendiendo la actitud poco convencional de mi hermana. Relajé el gesto y la postura apretando mis labios.
-Y no sabe nada de... - miré hacia la puerta haciendo un gesto hacia la misma- La mesa contra la que tropiezas.
Suspiré, negando. Tampoco era como si le pudiese explicar que era lo que había pasado.
-Siento no haber sido de más ayuda...- en realidad estaba siento sincera, en un principio no me interesaba que el descendiente de Merlín conociese esa información.Comencé a moverme por la habitación algo nerviosa-lo único que se me ocurría era eso o plantarte un beso en los morros. Eso habría sido raro y seguramente te hubiese metido en muchos más lios.- aclaré un poco para mí misma y luego mis ojos se entonaron negando, al recordar al prometido muerto de mi hermana.
"Definitivamente no es buena idea"
Volví a mirarle apretando mis labios.
-Se que lo he repetido muchas veces últimamente pero acepta mis disculpas por el alboroto.

Sean dijo un "no le gustan" asi como muy irónico, y pasó a mi lado huyendo de mi bloqueo. Lo miré haciendole un gesto con las manos, con las palmas hacia arriba como preguntándome a que venía la ironía.

Con una desaparición se puso fuera de mi alcance, lo oi trastear por ahi, se ve que arreglando algo, pero no le dije nada más porque ya estaba fuera de mi alcance.

Mientras Shyvanna seguía tratando de dar con el palo correcto respecto a mis inclinaciones, resoplé haciendole ver que ya era suficiente.
- Eres muy hermosa Shyvanna, haría una escultura con tus proporciones pero no me acostaría contigo, en eso has acertado. - porque no me atraia, porque no habia ningun vinculo.

Se disculpó, me masajeé los ojos con una mano y con la otra le indiqué que parase.
- No hace falta que te disculpes, te debía una de todos modos. Los orbes los hizo Sean. Son para una estrategia contra Sam. No te preocupes por la ropa. - eso si, a Darren le lancé una mirada un poco más asesina, porque a ese lo conocía entre cero y nada.

Se desaparecieron los tres tras aquello. Pensaba que se habian ido definitivamente, no sabia que Gwen iba a volver.

Me quedé bastante disgustado por todo. La jornada prometía, ibamos a avanzar mucho en el trabajo, y además iba a contar con la ayuda de Sean, habriamos ido el doble de rapido, era una oportunidad de trabajar junto con el hechicero. Se me habian empezado a ocurrir un monton de ideas pero ahora era como si se hubiese echado de nuevo el telon, uno muy negro y pesado. Ademas, no habia podido ni darle su regalo super atrasado de cumpleaños. Me senté en uno de los sillones, repentinamente agotado. De verdad me meterían en el mismo saco que a Bellatrix, solo porque hablaba con las hermanas? Segun el código, no estaba haciendo nada malo. Y si me estaban engañando? Siempre había sido muy malo para darme cuenta de esas cosas. Pero aunque Wiwi tuviese cara de villano de manual, que habia de malo en conocer a los Pendragon? Que era lo peor que podía pasar?

"deberia dejarle las estrategias a Sayid....a mi esto no se me da bien"

Pegué un bote sobresaltado en mi sillon cuando Gwen apareció de nuevo.

- MERDA! Eres tu! - controlé el microinfarto, mirandola. - Disculpa, en ningun momento he acusado a tu hermana de nada, está un poco loca, lo está pasando mal, lo entiendo. Ella solo ha hecho conjeturas acertadas delante de la persona menos indicada. Creo que Sean tampoco se ha enterado de nada. Y así tiene que seguir. - remarqué, eso era muy importante. Luego dijo aquello de su idea, de plantarme un beso en los labios. Bueno, ella dijo morros. Aquello hizo que empezase a reirme, porque se alejaba de su lenguaje fisno y calculado que solía usar.

Paré de reirme poco a poco, echandome hacia atras en el respaldo del sillon.
- Si, me habrias metido en un lio mucho mas grande. Ya le he dicho a Shyvanna que no tenía que disculparse, no lo ha hecho a proposito. Pero voy a poner seguridad, en serio. Que mosca le ha picado a vuestro otro hermano, el rubio grandote? Casi nos hace un placaje, y todo porque Sean estaba buscando si tu hermana tenia una maldicion como la de Wiwi. Si, me he enterado de eso tambien.

Ambas cejas se alzaron ante el susto que pareció darle el que yo apareciese, era entendible, me había ido hacía pocos minutos. Al menos esta vez no estaba llorando tirado en el suelo. Esbocé una pequeña sonrisa con los labios cerrados cuando pareció entender lo de Shyvanna sin embargo fruncí mi ceño mirándole muy indignada mientras mis brazos se cruzaban repentinamente.
-Disculpa pero...Mi hermana no está loca!-Shyvanna era impulsiva y estaba obsesionada de más con el tema carnal pero la mayor parte del tiempo era una persona de lo más simpática, cuerda y amable. Cogí aire suspirando después, si hubiese sido cualquier otra persona hubiese cortado el flujo sanguíneo a alguna de sus extremidades.
-Hmmm-Fue todo lo que salió de mi cuando habló sobre el Descendiente de Merlín y la necesidad imperiosa que tenía por ocultar sus sentimientos hacia él, relajando de nuevo mi postura. El tono fue sin duda irónico. Iba a decirle algo sobre que era mayorcito para lidiar con problemas de ese tipo, más siendo una persona con la mente tan brillante como para hacer esos cacharros suyos, pero empezó a reírse y volví a cruzar mis brazos.
-¿Qué?-No entendía que era lo que le había hecho gracia, tal vez imaginarme a mi darle un beso, tampoco era tan gracioso. -No sé...¿Es peor que descubra que estás coladito por él o que piense que eres un traidor?-encogí mis hombros mirando a las paredes fijándome en la estancia -Aunque lo segundo creo que ya lo piensa- Murmuré finalmente.
Volví a prestarle atención por lo de la seguridad -Que conste que he llamado a la puerta-Levanté un índice para probar mi punto-Que estaba abierta, por cierto.Y sólo he entrado al escuchar a Darren.Si, se llama Darren...no rubio grandote y es el mellizo de mi hermana, es bastante protector con ella.
Llevé una mano a mi rostro casi estampándola contra el mismo mientras inclinaba la cabeza hacia el techo. No sé si lo hice porque se había dado cuenta del apodo cariñoso de mi hermano o por aquello de la maldición. Cerré los ojos apretando y arrugando todo mi rostro mientras apartaba la mano.
-mmmm- volví a mirarle con cara casi de súplica-¿Puedes olvidar esa forma de llamar a mi hermano? Es culpa mía...realmente solo lo utilizamos en casa, en familia.- Hice un par de muecas porque no estaba segura de decirle de donde venía aquello-No me salía su nombre de pequeña y... -Encogí un hombro chascando la lengua-Y lo de la maldición....es una chorrada, no estamos malditos, mi pobre hermano sólo ha tenido mala suerte con sus esposas y....ahora Shyvanna parece que también aunque lo de mi hermano no tuvo nada que ver con el Sanguis Ligno y esto sí.
Ok, demasiada información estaba saliendo de mi boca. Arrugué los labios a un lado siendo consciente de aquello.
"Cambia de tema"
-¿No es más fácil que le digas que te gusta o que lo superes de una vez? No creo que aguantes sin explotar por mucho tiempo.

- Si si...no voy a discutir contigo sobre eso. - dije en referencia a la salud mental de Shyvanna, porque claro, era su hermana, nunca admitiría que era un poco bipolar y excéntrica, a ver no loca modo Bella, era un tipo de locura distinto, obviamente.

- "Plantar un morreo". Es una expresión bastante coloquial, señorita. Me ha hecho gracia- le dije al verla indignarse por mi risa y cruzarse de brazos, sintiendo cierta satisfaccion porque a mi eso me lo habia hecho ella ya. - Ninguna de esas opciones es buena. - sacudí la cabeza, con algo de pesambre, y me eché hacia delante apoyando los codos en las rodillas, mirando hacia donde habia dejado el cello. - No...él no piensa eso. - quizá otros miembros del Consejo si, cual vaga idea en el fondo de sus mentes.

- Darren, asi que mellizos. Cuatro hermanos...cuantos más sois? - en aquel banquete vi muchas caras pero no dijeron la relacion de entre todos ellos. Vi su gesto cuando dije lo de "wiwi" - Olvidarlo? Si es estupendo. Quien puede pronunciar bien lo de Wizir? Uzir? Uther? Wicer? - me hacia mucha gracia y no me iba a olvidar de eso, pero era lo suficientemente inteligente como para nunca, jamas, usar ese nombre delante de su dueño. Que amaba mi precioso cuello. Gwen siguió dandome informacion, asi que el otro habia perdido esposas, en plural, pero no a causa del "sanguis ligno".

- Lo de los sacrificios. - de pronto ella cambió de tema y yo no me di ni cuenta en principio. Rodé los ojos y me levanté, era una idea nefasta. - Tiene que ser lo segundo. Lo primero, no puedo. Va a casarse, te imaginas lo incómodo que sería? Es un no seguro, me arriesgaría a perder dos amistades.

"y no quiero"

La miré de pronto, como si ella supiera algo que yo no.
- Estoy intentando buscarle defectos para que deje de gustarme. Eso funciona, verdad?

Me molestó que tratase de ignorar el tema de la cordura de Shyvanna. Sin embargo traté de no irritarme más de la cuenta respecto a ello, si volvía a oírselo decir me encargaría de que le quedase claro que mi hermana no estaba loca, tal vez pareciendo yo la loca en su lugar.
Al explicar la razón de sus risas bajé los brazos notándose que no me parecía una razón suficiente para causarle tanta gracia. Me señalé por un momento.
-No sé si el Descendiente de DaVinci se ha dado cuenta de que soy una bruja joven y como tal conozco la jerga de a pie, tal vez él sea demasiado entrado en años como para usarla.
Comenté con ironía aunque sabía que había sido poco formal por mi parte usar aquellos términos. Pero a veces se me escapaban, tampoco tenían nada de malo. Le dediqué una mirada capciosa ante tal seguridad respecto a Eire.
-Ya...ya lo noté en el jardín, está muy conforme con que charlemos, y aquí ha estado encantado de la visita.
Asentí un par de veces sonriendo sin separar mis labios, al parecer me había entrado la vena irónica canalizando el mal humor por lo de decir aquello de mi hermana. Me moví un poco por el lugar acercándome al instrumento para inclinarme a mirarlo con curiosidad. Había estudiado varios instrumentos, pero el cello no era uno de ellos, demasiado peso para una dama decía la abuela, aunque luego se encargaba de que entrenase con una espada pesada. Solté una risa cuando habló de 4 hermanos y le miré de nuevo.
-No conoces a Cedric ni a Lake. Cedric te caerá bien si algún día se digna a salir de la biblioteca de casa-No comenté nada respecto a mi pelirroja hermana y volví a mirar al instrumento señalándolo-¿Cuesta mucho apreder?- Volví a incorporarme mirándole cansada al insistir con el nombre de mi hermano mayor-Wthyr!No es tan difícil si no tienes 5 años o te se te han caído los dientes...
Entorné los ojos cuando redujo la magnificencia del Sagrado Árbol a.... "lo de los sacrificios". No quería hablar de más pero aquello...aquello le tocaba la moral.
-No es 'lo de los sacrificios'-Solté con voz burlona y haciendo comillas-Es mucho mas que eso...es .... - A punto estuve de decir familia pero negué apretando mis labios nuevamente-Nos protege, nos guía... nos.... -"nos manipula y nos mata a cambio de todo lo que nos ofrece"- Suspiré, aquellos pensamientos aparecían con cierta frecuencia en mi cabeza, y no era lo que debía pensar sobre el Sanguis Ligno...a pesar de haber acabado con la vida de mis padres por sus designios.-Es mucho mas que... oh... -Si, acababa de escuchar que el descendiente de Merlín se iba a casar y por lo que había visto durante esos meses sospechaba quien era el afortunado... Me acerqué a Giordano poniendome en cuclillas frente al sillón en el que estaba sentado, de una forma muy correcta y elegane.Posé una mano en su rodilla con cuidado. Chasqué la lengua.-No sabía que estaba prometido.Con quién?...eso es...una putada.- si, se me escapó de nuevo una expresión fuera de lugar.
Cuando me dijo que estaba buscando defectos en el de Merlín mi mirada se desvió por unos instantes sin saber muy bien que decirle, encogí un hombro volviendo a enfocar mis ojos en él.
-Supongo que si, no soy la más experta en amoríos ....tampoco voy a ayudarte a buscar defectos en el Descendiente de Merlín...ya que veo demasiados en él y no sería correcto por mi parte. Mi hermana te diría que deberías sacar un clavo con otro clavo..."Novo amore, veteram amorem, tamquam clavo clavum, eficiendum putant". Seguro que tienes un montón de tipos rondando la isla que merecen más la pena...alguno conocerás.

- Pues no, no me he dado cuenta, tu juventud no rebosa por cada uno de tus poros - sonreí maliciosamente. Luego rodé la mirada cuando siguió diciendo que Sean no estaba contento con que hablase con las Pendragon. - Es normal. Los Descentientes de Merlin y los de Pendragon tienen una historia oscura a sus espaldas. El pasado les persigue y sin ir mas lejos, Zaphira forma parte de ese pasado viviente. Es normal que desconfíe de vosotros y no le guste que hablemos....

"es porque se preocupa"

- Sin embargo no encuentro justo que decida con quien me relaciono asi pues, no le hago caso. - encogí mis hombros, entendía su preocupación pero....sus miedos eran suyos, no mios.

Me levanté y fui hacia mi cello cuando ella se puso a mirarlo, cogiéndolo. Volví con él a mi asiento, colocándolo entre mis piernas y tomando el arco en la mano derecha.

"Cedric y Lake. Darren. Gwen, Shyvanna, Wiwi. Seis?"

- A mi no me costó aprender, aunque le dedicaba más horas que tiene un día....- dije mientras empezaba a arrancarle unas notas de modo distraido. Alcé los ojos hacia ella escuchándola (aunque no lo pareciese, porque seguí tocando) cuando empezó a decir que el arbol era mucho mas. Que los protege, los guía....les sacrifica a los esposos...trataban a ese arbol como una persona. ¿Que sería lo que les daba a cambio? ... sin pensarlo la melodia que habia arrancado suave habia alcanzado un punto tenso, que corté de golpe cuando se arrodilló frente a mi y puso su mano en mi rodilla, aunque no le habia quitado ojo de encima durante todo el rato.

- Prometido con otro buen amigo. - me incliné encima de mi cello, hacia ella, casi abrazando al instrumento. Le había contado demasiado. Luego me vino con aquel dicho en latin de que un clavo se saca con otro clavo, pero en mi caso no estaba tan seguro de que eso funcionase asi. Dijo que tendría un monton de tipos rondando. - Lo que tengo son muchos rumores circulando y poco vino. Y me temo que no tengo ni el vino, ni el tiempo suficiente para pasarmelo embriagado - hice un gesto de "y eso es todo lo que hay", como dando por concluido el asunto de mi psicoanálisis emocional. - Se me pasará. ¿Por qué siempre acabamos hablando de esto? Tienes una habilidad especial para hacerme hablar?

Parpadeé lentamente, anonadada por aquella falacia hacia mi clarísima y notable juventud. Carraspeé aclando mi garganta manteniendo la compostura. Estaba claro que mis modales no se correspondían con los de una bruja cualquiera e mi edad, ni quería que así fuese, tal vez aquello me hacía aparentar mayor edad pero en cuanto a mi cuerpo y rostro quedaba claro que no era una vieja bruja.
-Tal vez DaVinci deba revisar su vista o tal vez sea tal y como dice mi hermana.
Mis ojos se entornaron al escuchar sobre nuestro oscuro pasado.
"Es tan oscura como el consejo quiso que fuese"
Asentí conforme y agradecida porque no hiciese caso de los prejuicios del Descendiente de Merlín.
-Es de agradecer que alguien al menos escuche... -Suspiré, intentaría que Wthyr lo tuviese en cuenta cuando rechazaran nuestro regreso, cada vez quedaba más claro que así sería.
-Mmmhh....- Atendí a sus palabras respecto al instrumento fijándome en como tocaba a pesar de que estuviese hablándole. En esencia se podría decir que cualquier instrumento de cuerda gozaba de la misma base, sin embargo los gestos y posturas eran tremendamente diferentes a los que yo conocía.
Al agacharme y posar su mano en la rodilla alcé ambas cejas por el cesar de la música, al menos no había apartado mi mano súbitamente. Era un avance.
-Un buen amigo... igual que Merlín, otro buen amigo-Suspiré- Me temo que su insistencia por no hablar con nosotros va más allá de nuestras rencillas familiares. Pero no quiero nublar tu mente con mis sospechas, no soy alguien imparcial.
Estaba claro que eran celos, una de esas personas que lo quería todo. Sinceramente dudaba que Sean no se hubiese dado cuenta del enamoramiento de Giordano hacia él, era demasiado obvio y no comprendía esa actitud hacia el inventor, en los jardines y hacía minutos en el taller. Tal vez no le bastaba con estar prometido y quería seguir manteniendo las atenciones de Giordano.
Solté una pequeña risa al escuchar aquello de no tener tiempo ni suficiente vino para embriagarse.-No puedo solucionar la falta de tiempo sin embargo en agradecimiento a la atención de mi hermana enviaré vino y licores de Ávalon. De elegir el momento deberás encargarte tú, me temo.
Ladeé mi rostro entrecerrando mis ojos cuando preguntó aquello.
-Tal vez quiera sonsacarte información¿no es eso lo que hacemos?-Pregunté a pesar de que pudiese surgir la duda en él- o tal vez simplemente...-Me acerqué un poco para hablar a su oído-Sea buena escuchando.
Sonreí de medio lado riendo un poco.
-Tu tampoco lo haces mal.
Hice un poco de fuerza en su rodilla para incorporarme y sacudí mis ropajes.
-Debo regresar para comprobar el estado de Shyvanna...enviaré el vino.
Incliné mi cabeza a modo de despedida.
-Atra esterní ono thelduin[que las fortuna gobierne tus dias]
Y con esas me desaparecí.

Gwen seguía empeñada en asignarme intereses unicamente de mi mismo género, pero la muchacha andaba desencaminada.
-  Mi vista es aguda como la de un halcón, señorita Gwen, y saben ver bien la belleza, el problema no está en mis ojos.... y tu hermana ofreció un amplio espectro, a cual de todos te refieres? - era divertido ver como de digna se ponía porque habia insinuado que era viejoven.

Volví a tocar, despacio, de modo distraido, ladeando la cabeza cuando dijo que lo de Sean no se debía solo a rencillas personales si no segun ella, a algo mas. Le habría pedido que dijera su opinion pero pareció querer guardarsela.

"quiza para otra ocasion"

Dijo que me enviaría vino a lo que sonreí levantando ambas cejas. Eso sonaba bastante bien, un aliciente. Que tipo de uva usarían? Seguro que no podrían compararse con los de los viñedos del mediterráneo, pero....tambien era seguro  que tendría un gusto especial.
- Un momento. Cuando volvamos de hacer lo que tenemos que ir a hacer en....el lugar ese. Será un aliciente! - pusé cara de "nah" cuando dijo que lo que hacia era sacarme información. - Pues creo que mis desamores no os van a suponer una ventaja politica ni estratégica.... - detuve mi musica de nuevo y me tensé cuando se acercó para decirme aquello al oido, en realidad fueron pocos segundos. Bueno escuchando? yo? - si bueno, no te acostumbres. - dije señalandola con el arco del cello.

No tenia ni puta idea de que me dijo al despedirse, pero le devolví el saludo - buonasera, signorina.

Al marcharse Gwen, me quedé un rato tocando, eso ayudaba a calmar mis pensamientos. Hasta que el brazalete comunicador se puso a dar la tabarra. Lei el mensaje de Adael y no pude menos que poner los ojos en blanco.  Pero al poco lei el mensaje de Jack y empecé a reirme a carcajada limpia, no solo por lo que le habia respondido a Adael si no por el "Sayid, que nos pilla el Sam"

- Ay Jack, podrás ser todo lo retrógrado que quieras, pero eres un genio.... - asi que Sayid iria a la reunion, ahi decidirian estrategias. Ya nos lo harían llegar. También lei el mensaje de Arleen y le dije que nos veriamos en un par de horas.

Decidí aprovechar ese tiempo para leer un poco el libro que me habia traido Sean. Después, me fui hacia los orbes, y estuve trabajando el tiempo restante en diseñar y fabricar los aparatejos que acompañarian a los orbes, con un sistema de aparición, guardado automático, temporizador y un amplificador muy sencillito....

Cuando terminé ya llegaba tarde a donde Arleen. Necesitaba llevarme los orbes al i+D para que Newton le diera los retoques finales. Pero el reloj indicaba que llegaba 20 minutos tarde. Corrí a darme una ducha porque estaba totalmente impresentable. Me vestí con mi atuendo habitual, me puse los brazaletes y agarré el bastón. Usé las cápsulas de guardado del mismo para guardar ahi los orbes, y el autómata medicalizado que ya estaba practicamente terminado, asi como los dispositivos anti-antidesaparición que había hecho ya.

Tras comprobar 10 veces que lo tenía todo, me desaparecí de alli.

Los dias de despues de las batallas habian sido caoticos, agotadores, y todo lo demás. La Brigada estaba entera, que es lo que contaba, y los heridos se habian ido recuperando, incluido mi tío, primo, Lyran. La gente se habia reunido navideñamente, y nosotros, para variar, andabamos desperdigados, cada uno atendiendo a los asuntos personales que les tocasen.

Yo había emprendido mi nueva idea, ahora que estabamos a punto de poder hacer del mundo un lugar seguro nuevamente, tras la victoria en la isla.

Habiamos perdido muchos, pero habiamos obtenido una victoria determinante, y aunque me parecia necesario celebrar, me parecía igualmente necesario adelantarse al porvenir.

Y yo queria adelantarme con eso, estaba deseando surcar de nuevo el mundo más allá de Ouroboros, que ya habiamos visto no era ni tan segura ni tan sagrada como habian querido creer.

Habia diseñado unos planos de mi idea, eran una puta mierda de planos, porque joder dejé de ir a la escuela de joven, y yo no se hacer planos, pero tenia ideas de lo que quería, y sabia que si alguien podia ayudarme era el descendiente de Da Vinci. No queria un barco que estuviese inclinado de un lado ni nada de eso. Habia oido historias de que tenias que traerle algo a cambio asi que me habia hecho con una botella de whisky. Del bueno. Me quedé en la puerta esperando con mis planos feos en las manos, llamando varias veces. Como no me abría nadie, resoplé, aburrido, y me apoyé en la puerta.

"Pues toca esperar..."

Miré la botella de whisky. Estaba mal dar un regalo empezado? Mmmmm.....

Aparecí en el interior de mi taller, soledad, por fin. Aunque seguia a mil por hora, la cabeza...

El taller estaba hecho un desastre, fruto de mi ceguera por aquel accidente estupido. Me puse a dar vueltas, ordenando, aqui y allá, colocando cosas como un maniático, hasta que las cosas acabaron totalmente cambiadas de lugar respecto a como habian estado originalmente.

- Que he hecho?! SI NO QUIERO CASARME! POR QUE HE ACEPTADO ESE ....HOMGUNG!?- le dije a un autómata, sacudiendolo por los hombros.

- Ya, ya se que haremos. Lo derrotamos, y nada de casarse, me entiendes? - le dije a mi autómata. - Solo le enseñamos su lugar en la cadena alimenticia.... O me lo enseña el a mi. En cualquier caso , de que hay que preocuparse? De nada! Cosas peores ocurren en el mar.

"mentira, mentira"

El orgullo, mi maldito orgullo me perdía. Echar para alante, cabezón, terco, sin escuchar. No quería...no quería casarme con nadie... pero ese estupido vikingo merecia que lo pusieran en su lugar.

- Quiza es algo que deba consultar con el Consejo....

Despues fui a por la carta, viendo que era de Arleen, la cual renunciaba a ser mi aprendiz. Me resultó tan raro, se la veia tan emocionada.... le di la vuelta a la carta, escribí por detrás y se la envié de vuelta con uno de mis tecnopájaros.

Me tumbé en el suelo, frotandome los ojos. Diciendo: mierda mierda mierda, muy de seguido. Entonces me acordé...los mensajes del comunicador. Los pasé...aja, Bella fuera, eso lo sabia por Markus...hasta que llegue a lo de Lucio. Sin memoria? WHAT. Luego lei el de Sean, me incorporé de golpe y me dirigí a la puerta del taller, habia pensado emborracharme toda la noche pero al leer aquello cambie de idea, pensando ir al hospital rapidamente. Al abrirlo un hombre de pelo azul que habia estado apoyado sobre la puerta cayó a mis pies, provocandome un micro infarto. Si ya estaba tenso...
- PERO QUE HACES AHI?!

Me estaba aburriendo mucho de esperar, tanto que casi me quedo sopas, de hecho, me sopé un rato, sentado en el suelo contra la puerta. Empecé a gruñir en sueños, como si tuviera pesadillas...que de hecho, la estaba teniendo, una que aun se repetía bastante desde lo de la pequeña. Hasta que llegó Balto a chupetearme la cara y me despertó. Le rasqué las orejas y la papada con ganas, agreadecido,dandome cuenta de que tenia un mensaje.

Sonreí al ver que se trataba de Ben y le respondí rapidamente. Empecé a oir gritos dentro del taller, y entonces al poco la puerta se abrió y cai sobre los pies de Da Vinci.

- Hola! Te estaba esperando! - me levanté para no parecer un erizo panza arriba, y al hacerlo, tendí mi mano para estrechar la de Giordano. - Lykaios, no se si me conoces...hemos estado de mision juntos.

"ay, parezco una colegiala"

- El caso es que yo si se quien eres, y quería pedirte ayuda con una cosa. Mira, yo antes tenia un barco, uno normal, pero estaba muy bien, volaba y eso. No mucho, tambien te digo, lo justito. El caso es que Ben, mi amigo, lo quemó un día en un ataque pirata o algo asi. Va a llegar el momento en el que tengamos que desplegar las alas, la Brigada de las Mil Grullas me refiero, y queria pedir ayuda con...esto!

Hice todo el teatro desplegando los planos que habia hecho para nuestro barco. Eran una mierda. Con flechitas señalando cosas y anotaciones , eso si.
- Nosotros no tenemos la habilidad para hacerlo...pero tú si. Nos puedes echar una mano? - le eché un vistazo al hombre, por detrás de los planos. - No tienes muy buena cara...puedo venir en otro momento. Ah, no puedo pagarte en dinero, pero podemos hacer un trueque. En plan, favor por favor, ya sabes.

Ese hombre se presentó y empezó a hablar, a hablar demasiado. Miré su mano, luego a el, luego a su mano, y nada más.

Me costaba seguir lo que me estaba contando porque tenia mil cosas en la cabeza a la vez: la carta de Arleen, los mensajes de Sean, Lucio con el cerebro frito, Shyvanna, el compromiso que se habia inventado Wthyr y ahora el duelo ese con el vikingo.

Cuando terminó me quedé en silencio varios segundos.

- Perdona, qué?

"he dejado de escuchar"

Mis ojos se fueron a esas aberraciones que habia dibujado, di un paso al frente y se os arrebaté.
- Quieres que os ayude con esto? Es aberrante! estos planos.... - ofreció no dinero, si no un favor, a cambio. Lo miré de arriba abajo. Parecía un tipo fuerte! Con su espada a la cintura, y esos biceps.... - Sí, sí, un trueque. Si muero, quiero que mates al vikingo rubio. Véngame!

Doblé los planos y los guardé, iba a hacer un maldito buque de guerra.
- O puedes matarlo antes. Te lo diré despues! Tres dias...antes de tres dias lo terminaremos. Ya verás. Venga, Ciao!

Me despedí de Lykaios, me llevé sus planos y salí de alli corriendo.

- Ya, ya se que es aberrante - que significa aberrante? como...extra feo?- el dibujo no es lo mio, ok?

Me defendí, un poquito avergonzado. Sin embargo, me escaneó con la mirada. Yo alcé las cejas, totalmente inocente, cruzandome de brazos.
-Pero por qué ibas a morir? Vengarte? Vikingo rubio? Eh, estás metido en un lio? - le dije, de pronto preocupado, como un hermano mayor. Complejo o defecto de fabrica mio. Encogí mis hombros. - Ehm...vale. Si alguien te hace bullying pues te vengo. Pero no deberias morirte, esta feo eso.

"joder no entiendo nada"

- pero lo vas a poder hacer o no? - quise aclarar las cosas porque luego no me enteraba. Parece ser que en tres dias o algo asi. Luego se piró. Apunté en mi agenda mental...

"darle paliza a un vikingo rubio dentro de tres dias"

Me rasqué la cabeza, confuso, viendo por donde se habia ido el otro. Luego me desapareci de alli rumbo al bar, llevandome a Balto.

Siguió fingiendo demencia y trató de mantenerse en el mismo nivel de alegría de Giordano. No le fue muy difícil, dejó un poco de lado su concentración en saber porqué no podía usar magia y se enfocó en la alegría de tenerlo de vuelta. Como no podía desaparecerse, Arleen sacó de su bolsa la alfombra y partieron del castillo hacia el taller raudos y veloces.

Una vez allí entraron y Arleen se puso a recoger un poco la cocina sólo para poner en marcha la máquina de café y hacerse uno para ella -y probablemente, rellenar el de Gio- Mientras esperaba se fue a una de las mesas que organizó un poco dejando espacio para colocar los pergaminos nuevos que había traído y las plumas. Sabía que aquello acabaría patas arriba pero de momento no le importaba.

-Me ofende que preguntes si te he extrañado… Han sido …meses duros- Mencionó mientras terminaba de acomodar encontrando una botella de vino -Y me hubiese venido bien que hubieses estado aquí- Le confesó porque era la verdad. Aunque nunca creyó que iría con él a por apoyo emocional, quizás si le habría venido bien distraerse con la construcción de algo. Se quedó pensativa un momento mientras acomodaba un lápiz para que quedara recto.

-¿Por qué llevas esposas? ¿Qué ha pasado en Italia? ¿Te ha ayudado la descendiente Le Fay? No sabía a quien más escribirle, Gio…- Soltó de pronto un poco exasperada y fue acercándose a él -Hace mucho que no veo al Descendiente Eire, no sé donde está Lucio después de que se fuera y … - Se detuvo un momento y tras una pequeña respiración en la que cuadró los hombros, lo soltó -Y ya no tengo una relación con el Descendiente Ibn Salah, así que no sabía si podía contar con la guardia. Además…dijiste lo de las comunicaciones y pensé que la telepatía era la mejor opción…Pero la Descendiente Xian no la mencionabas en tu carta así que tras analizar las relaciones interpersonales y los poderes, pensé que la señora Le Fay era la indicada- Le miró un momento antes de que su atención se desviara a la cafetera cuando se escuchó un sonido, así que pasó a su lado para ir a buscar su propio café. También fue a por leche pero…Evidentemente, estaba mala así que optó por tomarlo negro y con un poco de azúcar.

Entré al taller tras Arleen, sintiéndome extraño de estar de vuelta. Miré a mi alrededor, olía a polvo y a pergamino. Había llegado a pensar que no volvería, y de algun modo, ahora que estaba aquí....el lugar no parecía el mismo, no era como lo recordaba.

- Meses. - repetí para mi mismo cuando Arleen dijo que habían sido meses muy duros. Dejé de mirar a la nada y seguí sus pasos con la mirada, atreviendome a internarme finalmente al interior. Las cosas estaban mas o menos en su sitio, eso si, habia una botella de vino de Avalon. La cogí, alzando una ceja y un hombro a la vez, y me la llevé conmigo al interior de la sala de trabajo.

- Cath, los Pendragon, Matvey, los Soul....allí había una buena cantidad de gente. - le respondí acerca de si la descendiente de Le Fay me había ayudado. Lo había hecho. - Son preventivas, para que no vuelva a desaparecerme y...

Dicho asi tenía poco sentido. Se lo podría intentar contar todo, pero Arleen hablaba por los codos, hacia muchas preguntas y me era dificil llevarle el hilo para explicarselo. Oir lo de Sean hizo que se me encogiese el corazón, al pensar que él o Lucio podían estar en peligro.

- Contactaré con ellos. - lo de Sayid me hizo poner gesto raro. - Que tiene que ver que ya no estés con Sayid para contar con la Guardia? Se deben a todos los ciudadanos de Ouroboros. Es decir, os habeis peleado o algo? YO lo sabía, porque ahi no había amor! - dije señalando al aire cargado de razon.

"Mei, necesito a Mei cuanto antes"

Me habia acabado el café que me trajo Arleen, y mientras ella marchaba apor la cafetera que acababa de poner, yo me dediqué a rellenarme el vaso con vino, y volver a taparlo. Me senté en la mesa que ella había despejado y pegué el primer trago.

- Digamos que no les puse facil el rescate. Me fugué porque... control mental. Y aun ahora hay veces que pienso...que demonios hago aquí? Debo volver! Catherine me ha dicho que aun quedan restos de ese control mental- dije mirando al papel confuso, estrujandome la sien. - No reconozco mi propia cabeza. No puedo dormir.

"ah, entonces no deberías beber vino"

Miré el vaso, me había hablado el vaso?

- Quiero que me ayudes a elaborar un pequeño dispositivo que pueda implantarse de modo sencillo y fiable en la cabeza, de modo externo, como...los parches esos que llevan los diabéticos, del estilo. Sabes cuales te digo? Parecen chapas. Algo que canalizando magia, permita bloquear ataques mágicos de tipo psíquico, leerlos, defenderse de ellos... No soy oclumente y ahora mismo no estoy en condiciones de lograrlo pero puedo hacer algo que me ayude a defenderme del mismo modo que un oclumente lo haría. - tenía claro lo que quería, lo que necesitaba, pero.... - No se si es posible...no se ni por donde empezar...

Se le quedó mirando un momento cuando dijo que era para que no se desaparecieran. Le pareció raro que dijera que los Pendragon también pero había recordado que Gwen había estado allí cuando él se había sentido mal y quizás a través de su amistad habían ido allí. Le gustaba pensar que ese era también un lado de los Pendragon. Ni blanco ni negro. Gris.

-Bueno…- Pensó que las veces que pedía favores personales a la guardia acababa escaldada bien fuese por sus hermanos o por Amaya. Lo de ella aún estaba reciente y le ardía en el pecho. Apartó la mirada un momento, un poco avergonzada -Le he pedido el divorcio- Resumió Arleen antes de ver su gesto, sin entenderlo del todo -Claro que no había amor, Gio. Fue un matrimonio concertado por nuestras familias y…- Guardó silencio sobre sus pensamientos, mordiéndose la lengua para “no hablar de los Descendientes”. Tragó en seco y dejó la frase sin acabar yendo a por su café.

Escuchó la historia y entonces comprendió lo de las cadenas, le miró con cierta preocupación y fue acercándose a él -Eh…¿Sientes que…a veces es como que tu espíritu sale de tu cuerpo y ves tus acciones y no te reconoces?- Preguntó con curiosidad porque muchas veces, en los meses pasados, se había sentido así  y no por alguna cosa mental…Era la sensación de ser ella pero no ser ella misma en esencia.

-Lo de dormir nunca ha sido tu fuerte…- Reconoció porque era más factible que bebiera café a que se mantuviera en una cama. Miró la botella de vino y se mordió el labio -El vino no ayuda- Le dijo y en efecto supuso que se le había acabado el café -¿Café?- Cuestionó haciendo un gesto hacia el vaso.

Tras eso escuchó lo que quería crear y su mente en seguida se puso a maquinar, observándolo a los ojos pero no realmente a él -Mmm…para eso debemos primero establecer el concepto de transmisión del control mental. ¿Ondas quizás? - Así que esa podía ser una de las dudas resueltas por la Descendiente Xian -Si evaluamos el poder como ondas cerebrales entonces hay que construir un bloqueador de esas ondas. Todo es posible, Gio…- Le dijo tendiendole  un lápiz, antes de coger uno propio y se sentó para empezar a concretar el concepto de la telepatía y la oclumancia, empezando a tomar apuntes en silencio. En un momento determinado, paró y su primer instinto fue conjurar un patronus pero no sabía si era capaz así que detuvo el movimiento de su mano-Necesito un mecapájaro- Le dijo a Gio -Quiero preguntarle a mi padre si tiene algún libro sobre habilidades mentales-

Estaba seguro de que en otro momento su noticia sobre el divorcio me habría hecho preguntar cantidad de impertinencias, meterme con Sayid, soltar alguna bordería incomodante o...cualquier cosa. En cambio, en el preciso instante en que me lo dijo, solo pude fingir una sonrisa de comprensión, mirando hacia la mesa donde tocaba unas notas lentas con mis dedos sobre la superficie.

- Has hecho bien. - afirmé finalmente.  Una boda, otra boda.... - Yo acabé borracho el dia de tu boda....y cabreado....

Me reí levemente recordando esos dias. No estaban tan mal, la verdad. Al menos, parecía que nos teníamos los unos a los otros.

- No, no es así. No es como si saliera de mi cuerpo... Estoy dentro, totalmente dentro. Pero con la boca tapada, y sin embargo, hablo. Lo que veo me parece bien, lo que hago o lo que veía hacer me parecía bien. Era mi voluntad también.    Entonces algo no resuena, noto que algo está mal...quiero gritar, hacer algo, atacar... pero... nada. No sale nada.  Y cuando lo hacía era peor. - dejé los dedos de la mano quietos por una vez, mirándolos. Lo que había hecho con esas manos....

Moví la cabeza sacudiéndome los recuerdos y miré a Arleen, incorporándome. Ni el café ni el vino iban a ayudar. Quizá una buena hostia en la cabeza. Tomé el lapiz que me tendió Arleen y caminé.... Me quedé mirando a una pared, una de esas forradas con dibujos de maquinas y planos.

-  Medicina, magia y tecnología. El cerebro se mueve por impulsos eléctricos. La magia de control mental puede controlar estos impulsos de manera ajena al dueño, y de un modo muy....muy preciso... Arleen, cuáles son los tipos de ondas cerebrales, su frecuencia en herzios  e interpolación?

"mecapájaro"

Fui a una de las estanterías donde reposaban, aunque en realidad, estaban repartidos por toda la casa. Cogí uno de los ultimos modelos que habia creado, los inspirados en el cello, y se lo dejé cerca.

-Si… bueno. Díselo a mi familia, a la de Sayid…- Suspiró, todos parecían tener su opinión la respecto. Y no tenían siempre algo positivo que decir, quizás porque no conocían al hombre como lo conocía ella. Arqueó las cejas cuando confesó aquello sobre su boda, sonrió de lado -Yo también acabé muy bebida. Entre a su casa cantando la canción de Aladín… - Reconoció avergonzada -¿Por qué estabas cabreado? ¿Qué te hicieron?- Que Gio podía ofenderse fácil pero no recordaba haberlo visto molesto. No parecía grave al menos, por la forma en la que se rió.

Tras eso su resumen de lo que estuvo viviendo le puso la piel de gallina -Ay Gio…- Murmuró y llevó una mano a su hombro apretándolo con firmeza -Ahora puedes gritar… ¿Quieres que te traiga algo? Quizás… romper. No sé, hagamos algo que te haga sentir como tú mismo… - Miró alrededor y es que, claro, construir era su esencia y el otro hobbie podía ser la música pero si no había optado por él al principio… no, se centró. Tenían que construir.

Alzó la mirada cuando preguntó lo de las ondas, sabiendo por dónde iba -Hay cinco: Alfa, beta, theta, delta y gamma. Las beta son más intensas y se generan cuando despertamos. Alfa son las que creamos cuando nos relajamos- Se quedó pensativa y se cogió un mechón de pelo para enredarlo y desenredarlo en el dedo -Pero cuando ceda cierta actividad cerebral y el cuerpo también está relajado, entran las gamma que también son intensas pero son como advertencias… algo que te avisa que algo no está bien y hay que solucionarlo. Quizás… es esto lo que muchos usan para activar la oclumancia - Aventuró.

Tras eso siguió con las demás -Delta y Theta están vinculadas al sueño. Esas seguro son las que manipulan los oniromantes- Hubo cierto rintintin en su tono al pensar en el descarado de Maxwell Blake, estaba 100% segura de que había jugado con su mente mientras dormía. Cogió el mecapájaro y tecleó el mensaje para su padre. Después de enviarlo, prosiguió -Si nos enfocamos en las gambas para reconocer una invasión mental entonces… esas se mueven entre 30 a 100 hercios. Alpha, son más relajadas 8 a 13 digamos… Y las Beta de 14 a 29- Terminó.

Me bebí el vaso de café rellenado con vino porque una vez que lo había echado era un desperdicio no bebérselo. Además, como le habia dicho a Gwen en una ocasión....lo que me faltaba era tiempo, y vino. Bueno, ahora al menos una de esas cosas me la habia solucionado.

- Cantando Aladdin. Mítico. - seguía mirando los planos que tenía por ahi mientras me bebía el contenido del vaso. Bendita cara tuvo que poner Sayid al oirla cantarle eso. - Nada. Me peleé con Sean. No me puedo creer que no se tengan noticias de él.

"no debí irme....no debí marcharme"

Negué con la cabeza, romper cosas no me iba a servir de nada.

- No quiero gritar. Lo que quiero es ganar. - dije con una tensión evidente en la mandíbula, estrujando el vaso de café-vino que ya había vaciado y tirandolo a una papelera. Quería sacarmelo de la cabeza, demostrarle que conmigo no se jugaba y recuperar mi dignidad. Y creía que ganando lo lograría. Dejé de mirar fijamente a ese punto indeterminado de mi pared, sabiendo que iba a contrarreloj. Pero Mei parecía no tener prisa.... al contrario que yo. Maldita china.

Fui a mis estantes, donde tenía cantidad de libros de todo tipo, mientras la escuchaba contarme los tipos de ondas cerebrales que habían y las características de cada cual...

- Un mentalista podría orientarnos más... es cierto que las gamma son tambien las ram-alta y pueden ser dañinas para el cerebro? - abri el libro, era uno de anatomía, necesitaba encontrar un cerebro humano. O...

Me fui a sentar al lado de Arleen, poniendo el libro en la mesa y comenzando a copiar el dibujo para añadir mis propias anotaciones.
- Mediante impulsos eléctricos aprendí a controlar la tecnología y en cierto modo hasta comunicarme con ella, controlar ciertos dispositivos. Mi idea es poder controlar ese implante, y darle las ordenes de que bloquee o proteja el cerebro de ese tipo de controles. Pero para eso hay que lograr que el chisme funcione, ahi es donde necesito tus aportaciones médico inventoras y....tu magia, obviamente. - dije levantando un poco mis muñecas atadas. Al final no había dormido la noche anterior, y el drenaje de magia ya me tenía más que agotado.

Dejé el dibujo a medias y pasé varias páginas, buscando otras cosas, unos apuntes que había realizado hacía tiempo cuando lo de la I.a explotó.
- infrasonido, ultrasonido, campos magnéticos parejos e intermitentes y los eléctricos intermitentes de alta frecuencia. Son posibles modos de controlar el cerebro.... ah, no, más bien de apagarlo. Tienen efectos perjudiciales. Podría usarlo como ataque pero no como defensa.

"mmm ataque...interesante"

- Anota eso. - tenía la sensación de que a esa conclusión había llegado ya antes. Durante una noche. Llovía. Estaba en el estudio. Gruñí algo y estampé mi frente contra el libro. - No va a dar tiempo. Si esto no funciona o estalla, lo que está en juego no son unas cejas. Es una mente humana. - enredé los dedos en el pelo de la cabeza, aun de frente contra el libro.

Se rió un poco cuando dijo aquello de "mítico" alzando los hombros como excusándose - Ese día lo sobrellevé a base de alcohol- Y de mucha champaña. Lo cierto es que desde ese día había empinado el codo más de la cuenta y, quizás, ese había sido su declive -Oh… lo lamento… se rumorea que está estableciendo una escuela. Pero no sé en donde, porque en Londres no es. He estado yendo en varias ocasiones con mi proyecto, me habría enterado- O eso quería creer. Tal vez, Eire había protegido mejor su escuela que ella el hospital. Al pensar en ello hizo una ligera mueca.

-Entonces, ganemos- Advirtió Arleen, si eso le iba a dar paz por ella, perfecto, podía ayudar. O eso creía. Ahora solo quedaba seguir creando y marcando límites y conceptos bases -No son dañinas persé- Comentó -Las necesitamos para poder saber que algo está mal, que no es correcto. Es como un grito de ayuda. Pero en efecto, una exposición continuada y alta de las gamma puede generar impactos en la red neurológica. Por eso es que se aconseja evitar estrés por tiempo continuado, tiene severo impacto- Analizó y pensó que en efecto, activarlas durante demasiado tiempo como para usarlas de escudo podía ser deficiente.

Vio el libro de Gio y ojeó un poco lo que estaba anotando y diciendo,  antes de sugerir lo suyo -¿Y si parte del objeto lo que hace es… hacer sensible las ondas gamma a cualquier modificación externa para elevar las beta y proteger? Tal vez… el envío de un mensaje mental se puede interpretar en una onda beta ¿No? Es una orden que se genera en la corteza frontal… - Sugirió pensativa y vio las esposas con un gesto severo -Odio verte esposado… - le dijo frunciendo el ceño -¿No puedes trabajar desde un autómata?- Pensó.

Cuando le dio la orden de anotar, empezó a escribir en una lista lo que había dicho a letra rápida pero entendible. No tanto de sanadora. De pronto, el golpe de la frente de Gio con el libro la hizo dar un respingo. No lo había visto nunca tan derrotista y se sintió fuera de lugar. Apartó el lápiz a un lado y subió una mano hasta su cabello, acariciándolo mientras pensaba en algo…alguna idea… lo que fuese para poder ayudarle -Necesito un electroencefalograma de la descendiente Xian usando sus poderes y otro mío recibiéndolas. Así voy a confirmar las ondas que se emiten y reciben. Una vez que tenga eso, solo queda crear un dispositivo que reconozca la onda externa, active la onda gamma en tu cabeza y proyecte el escudo para neutralizar la onda ajena- Dejó la mano quieta un momento -No necesitas un parche, necesitas un casco. Una aleación que permita algo así...- Apoyó la mano en su hombro y lo obligó a sentarse -Podemos hacerlo...Hemos hecho cosas magníficas. No vamos a parar ahora...- Le sonrió mientras le miraba a los ojos -Pero esto será un DaVinci-Royden, nada de llevarte todo el crédito