Mercado Central

La pregunta rarísima del drow hacia el cuervo hizo que Mérida arqueara la ceja. ¿Cómo que espía?  Intentó mirar hacia arriba, pero, claro, se movía con el pelo y no pudo verlo. Pero el cuervo le respondió con su nombre y, oye, todo iba bien incluso se puso a comer. Sin duda iba a tener que lavarse el pelo nada más llegar a casa.

-Lo entiendo…Tampoco estuvimos mucho tiempo porque empezó a llover. Lo importante es que ahora tienes el brazalete- Le dijo a Dyospiros, alargando la mano para acariciarle el antebrazo. Luego los perros siguieron a lo suyo y lo del espía le hizo reír, poniendo luego los ojos en blanco -Venga ya, es un pájaro- Mencionó Mérida.

-Me alegro mucho, Cleo e Imram…Bueno toda la Brigada es especial. Y si puede ayudarte, mejor. Quizás a Crasu también le guste- Le mencionó a Dyos, haciendo un gesto a los perros para que se quedaran quietos pero no parecían hacerlo. Tras eso escuchó el relato de Dyospiros sobre el tema con la guardia sabiendo que la existencia y presencia del Ministro en la isla era como una bomba a la hora de explotar -Liados están, Kyll no ha parado de trabajar desde que volvió-  Pero Mérida no se había quejado, estaba bien poder ayudar en la isla.

-Dyos…Si alguna vez necesitas ayuda, cuando no te sientes tú, habla con la Brigada, por favor. El problema con Leila residió en que no hablamos y fuimos, quizás un poco ciegos… No…te lo guardes para ti, siempre podrás contar con nosotros- Le indicó apretando su antebrazo para que supiera que aquello era todo verdad. Se rió de su guiño de ojo y le devolvió otro -Sí si pero… - Era cierto, ya buscaría el espejo en otro lado u otro día.

-¡Noligma! ¡Vuelvo otro día que tengo unas cosas que hacer! – Le dijo y acercó la mano al cuervo para espantarlo de su pelo -Adios Nevermore- Se despidió y se fue con Dyospiros del mercado.

Noligma se quedo observándola como si la evaluara antes de dar una respuesta, al fin y al cabo hacia mucho tiempo que no recordaba esa historia
-¿La historia de Fausto y Mefistófeles? Nunca me la termine de leer, demasiado larga y compleja. Pero según recuerdo, Fausto no llega a vender su alma, Jugo con Mefistofeles, y no gano ni perdió nada,  … ¿Qué moraleja tiene? .

Tras esa breve charla de historias, prosiguieron la charla sobre los nigromantes algo que a Noligma no se le escapo fueron los detalles aparentemente mas insignificantes
-¿una fiesta? interesante, me vendría bien descansar, conocer a la gente de la zona.
Las fiestas siempre son divertidas conoces gente, te desmelenas, te vuelves... vulnerable. Siempre eran un buffet de almas en pena esperando encontrar algo que de emoción a sus vidas, no eran malos mares donde lanzar la caña de pesca. Por que siempre puedes conocer a presas desesperadas, frágiles, pero también es una oportunidad para ver otros como tu, depredadores, siempre al acecho.

La curiosidad de la joven por su accidente fue de lo mas conmovedora, por un momento hasta casi llego a pensar que era un alma caritativa, casi.
-Bueno, uno no va dando vueltas por el mundo en una carroza como esta reuniendo cualquier vestigio de magia por mero placer, si hay alguna forma de revertir mi... "dolencia" espero encontrarla- o en su defecto, pagar la deuda con su acreedor- Pero de momento nada ha funcionado, parece ser un maleficio... bastante potente.
¿Era imposible? ¿existe realmente alguna forma de revertir aquello? ¡Esas preguntas le quitan el sueño por las noches! hacia cuanto podía por lograr sus fines, pero revertir la maldición solo era el principio, aun necesitaba mas poder... Aun no había terminado de hacer lo que quería hacer en este mundo.

Pero... por el momento un poco de "Amor" no estaba de mas, y la amortecía era un bien muy preciado por los desesperados por amor, un mal muy común en este mundo tan frio, así que un pequeño Imp, era un precio mas que justo, lo sentía por el pequeñín, bueno, en realidad no, tenia en mente un pequeño bastardo al que le tenia ganas.

-De acuerdo, vayamos a por el Imp, tengo a uno en mente, es especialmente rebelde y hiperactivo, haciendo ruido para no dejarme dormir, espero que sufra mucho ese pequeño cabrón... si le parece bien, siempre puede escoger el que quiera

Noligma guio a la bruja nuevamente al pasillo de las botellas, donde le señalo una botella en particular, aunque habían muchas mas para escoger con seres parecidos y grotescos, otros mas bellos o enigmáticos, pero todos ellos la observaban, unos suplicantes, otros burlones, otros iracundos, y obviamente habían ruidos extraños, he insultos pero reducidos por gritar detrás de un vidrio.

Un Imp, y un caldero, a cambio de Amortencía y 8 monedas

Un buen trato, nada mal, rara vez hacia negocios que terminaran bien para ambas partes, y no lo decía por los timos, a veces incluso él mismo salía perdiendo.

- No en la primera versión del Volksbuch...allí sólo había castigo. - comenté con una sonrisa maliciosa, dejando claro que yo no me iba a fiar de ese tipo de cosas. En cualquier caso prefería ser la que engañaba, no la que se dejaba engañar. El tema de la fiesta pareció convencerle, cosa normal en un comerciante que necesitaba conocer a potenciales clientes.  - Entonces nos veremos allí.  Habrá muchos Descendientes y gente que pueda estar interesada en comprar. - incluso podría haber alguien con quien hablar de su supuesta maldición, aquello que según él había provocado que acabase así. Tal vez fuese un hombre atractivo antes de que la magia hiciese lo suyo, en ese caso había perdido mucho.  - Precisamente la Descendiente Le Fay es experta en esas cosas. Aunque no sé si querrá ayudarte. Parece un tanto...estirada y altiva, pero puedes probar suerte. Si es que te interesa volver  a tu forma original. - quién sabe, puede que fuese feliz así y estuviese acostumbrado.

Llevé mis manos a la espalda para entrelazarlas antes de darme la vuelta, decidida a seguirlo cuando fue a mostrarme el Imp de la compra en cuestión. - Confío en tu criterio para la venta. Seguro que haciendo una buena primera venta ganas una clienta fiel y que pueda hablar bien de ti para atraer a más gente. En cambio si la compra es mala o hay engaño...ya sabes lo que pasa. - dejé caer, para que no se le ocurriese darme un mal producto. Finalmente llegamos a los estantes en los que tenía los frascos con Imps, un montón y muy variados. - Ha debido ser difícil conseguir tantos...supongo que tienes también tratos con cazadores de seres mágicos. - estiré la mano para coger el frasco del Imp rebelde que me había señalado, aunque también miré a los otros con interés. Ya vendría a por más si ese me resultaba útil. La tienda resultaba fascinante, desde luego.

- Bien, te he dejado el pago en monedas y la poción en la mesa de tu despacho. Cogeré al salir el caldero que te he dicho. Un placer hacer negocios contigo, Noligma. -  hice una pequeña inclinación con la cabeza a modo de despedida, deshaciendo el camino andado hasta llegar a la salida del carromato. La tonta de la Brigada ya se había ido, se ve que esperar cinco minutos era mucho para ella. Tampoco estaba el drow. Enseguida cogí el caldero acordado y me marché del mercado. Tenía que prepararme para la fiesta.

Noligma lanzó una extraña y deforme risa, seguramente deformada por el pico que llevaba de máscara, lo cierto es que siempre tenía eso presente.
-Todo comerciante que se precie debe saberlo... No es cuestión de ganancia, sino de equilibrio- Puede parecer una mentira en sus labios, pero lo cierto es que es muy real. Pues todo comerciante, sea bueno o malvado, es legal, por que un comerciante caótico rara vez llega muy lejos por no seguir reglas comerciales, y en la legalidad hay una ley muy importante, pero jamás escrita, la equidad, por que todo debe estar en un constante equilibrio: beneficio, satisfacción al cliente, débito y crédito.- Si el producto se encuentra con algún defecto, puede devolverlo y cambiarlo por otro... Eso sí, la casa no acepta devoluciones, especialmente en trueques.
Era muy raro que pudiera devolver una poción si la usaba o la vendía, así que por eso estaba esa norma, con dinero era más fácil, pero doloroso para el bolsillo.
-Lo siento, no puedo responder a esa pregunta- dijo, aunque Adele no había realmente preguntado sino afirmado que tenía tratos con cazadores- Es un secreto comercial.
Lo sierto es que con demonios simples simplemente los invocaba con sus poderes y los encerraba, poco más hacia. Los cazadores... Bueno, digamos que sería un poco perjudicial si alguien como "él" trataba con esa gente, era como si un ratón quisiera contratar a un gato.

Tras aquello se despidió de Adele, quien ya tenía sus compras.

-El placer ha sido Toooodo mío, Señorita Adele.

Noligma acompaño a Adele, bueno un decir, cuando tus patas son tan cortas que vas 2 o 3 pasos por detrás de la persona que anda normal, pero la intención es lo que cuenta.

- ¡SIGUIENTE! -Anuncio al exterior, cuando logro salir de su propia carroza, pero en el exterior no había nadie, ni por estar, estaba su cuervo. - Oye... ¿No me habrá robado el cuervo verdad?
Bueno, eso no era escesivamente importante, Nevermore siempre estaba de aquí para allá pidiendo comida y mendigando por todo, pero siempre volvía a su lado.  Era su Díaval, su Hugin y Munin, su Canuck... Bueno, a ese nadie lo quería.

-Bueno, ya que no está, tal vez deba ir a esa fiesta y buscar a esa Lady Fay.

Mascullo para si mismo. Mientras cerraba la puerta de la carroza para nuevamente ir a tomas las riendas de su vida, digo, vehículo. La burra empezó su lento pero inevitable paso, arrastrando la oscuridad a su paso.

NO iba a volver a volar en la cosa rara de Markus. Era mucho peor que volar en dragón y…y era raro. Además, se podía ver cómo la gente los miraba y ese tipo de atención le ponía nerviosa así que mantuvo la vista gacha en el mapa. Al menos había podido ayudar con eso porque pensó, por un instante, que le pediría anotaciones y Cath no se sentía muy por la labor de que todo el mundo descubriera su dislexia.

Gio le había pedido consejo y Catherine mientras miraba el mapa sentía que se le estaba retorciendo el estómago -Nunca he sido muy fan de ocultar las cosas, Gio- Le dijo con una leve sonrisa antes de escuchar lo de la maldición, quedándose rumiando sobre aquello al recordar el intercambio de palabras de Matvey y Wthyr. Le mosqueó… Le mosqueó la forma estúpida que tenían de “protegerla” -Lo miraré- Le dijo a Gio asintiendo y cuando llegaron al Mercado, notó que mucha gente se alejaba de allí pero con algo de… ¿molestia? ¿O era cosa suya?

Tragó en seco y entonces llegaron chopotocientos mensajes. El primero el mecapájaro de Arleen cuya nota hizo que tensara los labios. Wthyr no era su esposo. Pero qué iba a saber la tipa esa. Ella no quería verle, quería ver a Wthyr y gritarle un poco. ¡O BASTANTE! Se mordió el labio con fuerza y luego leyó un mensaje del brazalete, el del nuevo Descendiente -¿Han expulsado a Altaïr?- Estaban haciendo varios cambios en el Consejo y Catherine sentía vértigo e inseguridad de nuevo, de todas formas, atravesó la bruma ansiosa que estaba poseyéndola para escribir.

Había acabado de mandar el mensaje a Nikolaos cuando de pronto llegaron tres comunicaciones, una para cada uno. La cogió y leyó aquello asintiendo, Gwen tenía razón y…Cath quería hablar con Gwen por muchas razones. Alzó la vista hacia Giordano con algo de duda -¿Irás?- Preguntó, era el más tolerante con los Pendragon y ella seguro sólo empeoraba las cosas. Aún tenía compromisos con esa isla y los mantendría.

Suspiró brevemente y volvió a centrarse en el brazalete para preguntarle a los demás si habían recibido la carta y la creación del PIS.

- Ocultar qué? - volando en el cachivache de ....Markus...se me olvidó lo que estaba hablando con Catherine antes. Bueno, eso era una excusa. La realidad era que me habia abstraido nuevamente en mis pensamientos y recuerdos, hasta que tomamos tierra.

-Uf, cuanto gentío. - Qué poco me gustaba la gente aglomerada, menos mal que se apartaron un poco. - Clases online, clases online.... - miré ensimismado los apuntes de mi escriba y aparté de un manotazo una mosca invisible de mi oreja derecha.

Hasta que los mensajitos empezaro a echar humo, puse la mirada en blanco antes de leer....y asentir.

- Eso parece. Nikolaos? Cuantas caras nuevas... Y quiere una cita? Dile que se venga a la sala de reuniones y lo ponemos al dia. - solté una pedorreta con los labios antes de ponerme con Markus a montar todo el asunto de maquinaria. Y echar a la gente moviendo los brazos enérgicamente. - A VER....SEÑOROS Y SEÑORINAS....VAMOS A HACER UNAS PRUEBAS, PER FAVORE, EL ENTORNO ES SEGURO PERO NECESITAMOS ESPACIO ASI QUE ....VAIS!! Gracie, bellisima. - le dije a una jovencilla antes de volver a enchufar cacharros. - Sí Markus, ahora me tiro yo al suelo en plan plancha.

Estabamos preparando la primera descarga y yo me habia sentado ya en el suelo con las palmas de las manos contra este, cuando nos llegó un cuervo a cada uno con aquella nota de Gwen. Emití el pulso electromagnético de seguimiento, frunciendo los labios ante esa pregunta. Aquella vez, tardó muy poco tiempo en devolverla.... Los dispositivos de alrededor pitaron, de seguido, y mucho.

- Una raíz principal a una profundidad de .... nueve metros.... multiples ramificaciones más superficiales, muy superficiales. Diametro estimado de dos metros. Esto no es bueno. - farfullé, poniendome de pie. - Está mucho más cerca que las otras y es enorme. Anota, escriba! - lo señalé y luego me eché el flequillo hacia atrás, asintiendo. - Iré. Pero debemos hablar juntos antes, en Tintagel no hubo consenso. Y entonces tampoco sabiamos lo que estaba pasando con la isla y su rumbo.

-Ocultar a la gente que la planta se va a comer a todos, melón- Markus tuvo que recordarle al científico el tema de conversación que se había quedado colgado en el tema anterior. Si es que no se entera. Estará enamorado o algo peor, loco del todo. Le hemos perdido del todo. Pobre artista del renacimiento, todos acababan mal. Aproveché que estos dos estaban empezando a mover a la gente para comenzar a montar todo el tinglado de los geosensores, ignorando un poco la conversación de alrededor hasta que hablaron de Altair.

Markus alzó la mirada con la pregunta sobre Altair -Pues bien merecido se lo tenía. Por no hacer ná- Asintió, convencido de lo que decía, y siguió con sus ceintificosas, ignorando tanto mensajito del chisme de comunicación. Estaba a otra cosa y no es plan de que le interrumpieran. No no no. De la misma manera que con el resto de los papeles, que se le estaban haciendo especialmente molestos. Los cogió, los dobló con sumo cuidado marcando los dobleces, en cuatro, y Markus los guardó en el bolsillo interior de la chaqueta, donde seguramente quedasen perdidos para la posteridad. Fue en aquel momento cuando conectó los sensores a la batería externa, aunque en verdad ahora no hacía falta, pero quedaba feo lo de meterse los cables por la nariz con todos aquellos mirando. Lo haría luego, en casa.

En cuanto los chismes pitaron, Markus se frotó las manos como si hubiera descubierto el mejor de los secretos guardados. Allí había mucha miga que contar cuando hicieran PIS -¡Esto está cada vez más interesante! Ah, sí, sí, también debemos preocuparnos mucho, claro claro- Asentí, dándome cuenta que se me había olvidado aquello de preocuparse. El científico Markus actuó, como el gran intérprete que es. El científico se desplazó hasta Cath y le volvió a dar la pluma llena de tinta, para decirle dónde tenía que dibujar, según las indicaciones de Gio. -Anota, Cath, ¡anota!-

Markus siguió con la mirada al italiano volviendo al grupo mientras respondía a aquello -De la misma manera que tampoco se sabía que, prácticamente la isla entera está parasitada por la raíz- Markus señaló las distintas líneas que representaban las raíces, que parecían prácticamente ocupar toda la isla. Faltaba por saber cuál era la trayectoria que seguían las raíces que salían desde el hospital y que parecían ir en dirección a la plaza. -Gio cree que deberíamos pasar a las clases online, antes de que el árbol decida comerse a un estudiante. Pero lo mismo se come antes a un comerciante, después de merendarse los campos de cultivo- Markus rodeó los ojos, como diciendo una gran obviedad después de ver el dibujo de las raíces debajo del mercado, de la zona residencial y… faltaba saber cómo estaba la plaza.


-Markus cree que deberíamos hacer el primer PIS en la Plaza de Ouroboros. Y no deberíamos tardar. Un año- Les recordó a los compañeros, empezando a recoger las cosas del sensor -¿Quién quiere pilotar ahora?- Preguntó con ganas de que dijeran que él, por aquello de volver a montar su miniavión.


5/7. Ya no queda nada para descifrar el misterio del árbol. Cath nos podría mover si quiere

Cath señaló a Markus cuando Gio perdió el hilo de la conversación… estaba… raro.

"hey… estás bien?"

Se atrevió a preguntarle así porque Markus solía exagerar muchas cosas. Asintió con suavidad escribiéndole el mensaje a Nikolaos que parecía más interesado en hacer algo.

Mientras Gio gritaba, Cath se quedó a un ladito esperando no estorbar mucho porque con todo lo que estaban montando la verdad tenía miedo de explotar en medio de tanto cable que no conocía. Lo que narraba Gio no la dejaba muy tranquila, es más, sentía otra vez ese nudo de tensión en la boca del estómago.

¿Que era lo que tenía que hacer?

Ah, centrarse. En cosas reales. En cosas físicas.

Cogió la pluma que le dio Markus y la apretó en los dedos mientras dibujaba y escribía lo que estaban haciendo, obteniendo un mapa que como Markus decía…debía preocupar. -Se parece a Ávalon…-Murmuró Cath alzando la cabeza hacia los científicos -Las raíces del Sanguis Ligno de Avalon son kilómetricas … son…- No supo como ponerlo en palabras, bajo la vista y siguió haciendo los trazos mientras la boca se le secaba. ¿Y si el Sanguis Ligno dejaba de recibir los sacrificios…se comería a Avalon igual que lo estaba haciendo con Ouroboros? Le recorrió un escalofrío.

-Todos están en peligro- Dijo alzando los hombros mientras trazaba -Toda la isla…- Alzó la cabeza al escuchar eso del PIS, haciendo una leve mueca. Sonaba mal. Pero ya el genio lo había bautizado -Haslo tú, yo os alcanzó. Tengo que retirar un encargo en Madame Eleonore- Les dijo hechizando la tinta para que se secara y poder enrrollarlo -Luego haré lo que sé para el PIS y me reuniré con Nikolaos. Nos vemos después- Dijo poniendo el pergamino en el mininavion antes de verlos marcharse, entonces fue a retirar su ropa y la de sus hijos para el bautizo de Zephyr. Tras eso se desapareció.

A diferencia de lo esperado, el ambiente está inusualmente tranquilo. Las calles, teñidas de un rojo intenso y envueltas en una densa neblina, apenas están transitadas. A medida que avanzan, pueden distinguir a algunas figuras solitarias que se deslizan furtivamente de una calle a otra, o que entran apresuradamente en las tiendas, cerrando las ventanas tras de sí como si intentaran ocultarse de algo.



Una de esas figuras, encapuchada y con pasos rápidos, se desliza por una calle lateral, evitando el contacto visual con los héroes. Su capa roja oscuro ondea detrás de ella mientras se pierde en la penumbra de un callejón cercano.

Otro personaje, con una mirada nerviosa y manos temblorosas, se detiene en la entrada de una tienda y mira hacia ambos lados antes de entrar rápidamente, como si estuviera siendo perseguido por algo invisible.

Mientras los héroes continúan avanzando, una figura encorvada y de aspecto desaliñado emerge de las sombras, mirándolos con cautela antes de desaparecer en un callejón cercano. Su rostro está marcado por la preocupación y la desconfianza, y parece estar ocultando algo bajo su túnica raída.

Una vez llegada al sur, se encontró con lo que parecía ser... ¿Un mercado?

¿Qué demonios?

Veía algunas figuras... Ir, y venir, actuando principalmente como si la estuvieran evitando, mientras qué ella alzaba la mano con la intención de atacar a cualquiera que se pensase pasar de listo, pero no pasó.

De hecho el sitio estaba bastante vacío, y por mucho que hubiera tanta niebla, y estuviera todo pintado de color rojo intenso, la verdad ese sitio se sentía mucho menos amenazante qué el bosque donde empezaron, lo que en cierta forma hacía qué agradeciera qué Shyvanna la mandara ahí.

Una media sonrisa se manifestó en su rostro con ese pensamiento mientras caminaba con cautela.

Pero eso sí, siempre sobre arena, no es tan confiada como parece, y la posibilidad de que el rojo de la calle no sea solamente decoración... Sigue siendo bastante real.

Mm.

Hizo un ligero sonido al pensar, no tenía pinta de que fuera a encontrar mucho con la poca visibilidad, así que alzó la mano e hizo un movimiento para invocar su magia del clima, tratando de ver si podía dispersar la neblina, preguntándose si eso era siquiera posible.

Y lo cierto es que su intento fue bastante penoso, estaba tensa y además nunca tuvo una mano tan firme como su hermano, era mejor para la magia de combate, toda la situación la tenía bastante poco concentrada.

Dado:

El miembro 'Neftis Keops' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

Todo lo que le fue contando Giordano durante el camino lo había dejado en shock. No tenía ni idea de que Jack se hubiese tenido que sacrificar porque habían perdido la espada que otorgaba protección, ni que se hubiese convertido en un árbol como el Sanguis. Había tenido sus choques con Jack por lo borde que había sido con él por su relación con Sean, pero antes de eso habían tenido años de buena relación. Era una lástima que hubiese tenido ese final. Se mantuvo callado durante el trayecto, asimilando todo aquello hasta que llegaron a una zona que le recordó al antiguo mercado de Ouroboros. Eso parecía...aunque con aspecto espectral y rojizo. Le recorrió un escalofrío por toda la espalda al ver que había figuras deslizándose por allí y escondiéndose, como si de fantasmas se tratase. Cogió la manga de su amigo, tirando de ella mientras susurraba.  - ¡Gioo! ¿estás viendo eso? ¿son...son muertos? - era Rasputín el que hablaba con ellos, pero no estaba allí y...algo tendrían que hacer. Se fijó en que había una muchacha morena que sí parecía viva. Sería del grupo Pendragon.

- Psst! ¡acércate! por Merlín...no vayas sola.- miró a Gwen como preguntándole si la chica era de los suyos, intentando localizar a alguien más que no fuese un espíritu. Se fijó en unos y en otros, parecía que huían de algo...tal vez de ellos. - Ojalá estuviese aquí Matvey, pero como no es así...tendremos que preguntar. No queda más remedio si queremos avanzar. - echó a andar hacia la figura que le pareció más sospechosa, la que comenzó a marcharse por el callejón como si escondiese algo. Le daba palo acercarse mucho, así que le habló a cierta distancia.

- ¡Venimos a ayudar! ¿De qué huyes? ¿vivíais en Ouroboros o en Ávalon?


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D20 éxito al hablar con la figura encorvada que oculta algo bajo la túnica

El miembro 'Lucio Galenus' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

Suspiró, al final tendría que ponerse a caminar por ese sitio tan sospechoso, aunque claro todavía sobre arena, no fuese qué el suelo tratase de tragarsela en algún punto.

Estuvo a punto de ir a ello con cara de no encontrarse de buen humor en lo más mínimo, hasta qué...

... ¿Huh?

Y se dió la vuelta porque parecía que alguien le hablaba, alzó una mano de forma casi automática por sí tenía que atacar, pero se relajó rápido al ver que eran algunos de los que habían venido de Ouroboros, y... Una más de las hermanas del rey, por lo que se ve.

Yo solo sigo indicaciones.~

Se encogió de hombros, quitándose de encima cualquier responsabilidad como de costumbre, mientras qué se acercaba con gesto compuesto, haciendo de lado lo que de verdad estuviera sintiendo en el momento, eso era algo que se la daba muy bien.

Siento tener que conocernos así, soy Neftis Keops, líder del linaje Keops.~

Se presentó cuando se encontraron cerca, también para que la oyera el otro descendiente, y que simplemente ya la pudieran ubicar, y luego de eso, vería al mismo hombre que le habló llendo a hablar con uno de los estragos entes qué rondan por ahí...

Se prepararía de nuevo para atacar en caso de necesidad.

Maldijo, parecía que Matvey tenía razón. Era cosa del patriarcado que le gustaba las mujeres sumisas. Pues no. No le apetecía. Aparentaria cuando fuera necesario pero del resto… no.

Agradeció que su hermana había cruzado y todos se dirigieron al sur, aunque Shyvannas se sentía un poco mal por no ir con Wthyr. Pero es que… no sabía donde demonios estaba. No había prestado atención. O, al revés, había prestado atención de forma concentrada a otra cosa.

Escoltados por sus vasallos Shyvannas avanzó escuchando de fondo la obeesacoon de Gio y Lucio pero con la cabeza en otro lado. Al llegar a la zona y empezar a ver ciertas figuras desenvainó su espada aunque no atacó. Miro a Neftis, luego a los demás.

-Hazme el favor y haz algo útil como tu hermano en vez de estar parada alli. Ve a ese callejón y busca información. Vosotros, escoltadla- Dijo señalando uno donde una de las figuras había desaparecido y luego a otros dos soldados. Ella cogería al raro que seguro quería exponer sus partes. Le indico a Gwen con un gesto que iría hacia ese callejón e hizo gestos a dos soldados para que la acompañarán.

“Hm.. me servirá aparentar?”, podía probar.  Siguió por el callejón con la espada preparada -Por si no habéis oído, intentamos arreglar esto de buena manera. ¿Queréis ayuda? ¿O…- Se mordió la lengua para no decir “o matarnos a todos”, repensó sus palabras -¿O vuestra lealtad está con Charles? - Porque si era así, su espada estaba esperando. Trato de concentrarse y expandir sus sentidos, procurando estar atenta a todo.

Dado percepción

El miembro 'Shyvanna Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

El camino hasta acá habia transcurrido extrañamente tranquilo, sin ataques, sin raices moviendose, sin extrañas magias de sangre o dragones que quisieran comernos. Eso me habia permitido explayarme en mi explicacion, y al menos ahora mi compañero no estaría tan perdidisimo en todo el asunto que traiamos entre manos.

El mercado estaba cambiado, sin lugar a dudas. Parecía abandonado, a toda prisa, y sombras extrañas recorrian sus calles y miradas furtivas se sentían desde las ventanas.

- Son ellos los muertos, o somos nosotros? - respondí a Lucio cuando me preguntó aquello. Seguro que los intrusos raros pareciamos nosotros. No lo sabía.

Una muchacha que resultó ser aliada de los Pendragon, tal linaje de Keops, se nos unió. La miré de arriba abajo y luego segui a Lucio, que se habia decidido a preguntar a uno de los locales.

"Quien será?"

Uno encorvado y desaliñado, tapado por sus harapos y con pocas ganas de hablar. Mientras caminaba al lado de Lucio, que se dirigió abiertamente a él, saqué mi radar de espiritus y lo encendí, orientandolo hacia el que teniamos delante. Así distinguiría si era espiritu o no. Aunque algo me decía que lo era. ¿Cómo si no estaba alli?
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tirada tecnomagica para identificación de espiritus con el radar a nuestros alrededores, sus posiciones y direcciones.

El miembro 'Giordano Da Vinci' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

El camino lo pasé bastante callada a decir verdad. Escuchaba la historia que DaVinci le iba contando a Lucio, observando a mi hermana que parecía estar teniendo una conversación con ella misma en su cabeza y las pisadas de todos los que marchaban detrás de nosotros. Les miré por encima del hombro un par de veces durante el camino. Sobre todo a los de Hipatia, su presencia...no me era grata.

Suspiré al llegar a la zona un poco más abierta. Rojiza, como toda la isla ahora mismo, desierta... reconocía alguna tienda porque habíamos ido al mercado en alguna ocasión. Para comprar un vestido para Shyvanna, en concreto. Fruncí el ceño por el modo tan poco correcto Lucio al dirigirse hacia Neftis.-Os presento a la Descendiente de Cleopatra, especialista en el control de la meteorología y los movimientos de arena. -Presenté formalmente, con un tono que claramente pedía un poco de respeto hacia nuestros vasallos, como había hecho anteriormente con los demás.

Ella se encargó de disipar parte de la bruma arenosa que cubría aquel lugar, en el que sombas del pasado iban y venían, rápidas, temerosas.-Parece que huyen de algo.-Murmuré más para mi que para los demás. Le dirigí una mirada a Shy, una que pedía paciencia. Era el principio de aquella misión y ya parecía alterada por como le habló a la descendiente de Cleopatra y asentí cuando se marchó hacia uno de aquellos seres, espíritus.

Avancé hacia una de las tiendas, con una sensación extraña, pesada. Algo que rondaba en el rojizo aire. Subí el par de escalones que separaba la puerta de la calle principal y tomé el pomo. Cerrada. Apreté los labios golpeando un par de veces la madera. Nada. Bajé de nuevo los escalones para dirigirme a otra de las tiendas y paré al sentir un escalofrío atravesando mi columna. Miré alrededor buscando algo, no veía al Sanguis Ligno en la lejanía ni sus raíces acechándonos y sin embargo... Una de mis manos apretó el brazo contrario, inquieta.- Si los espíritus mismos se esconden tal vez nosotros debamos seguir sus pasos... -Comenté a los demás girándome hacia ellos, buscándolos con la mirada.


Dado percepción

Dado afectación raíces

El miembro 'Gwen Pendragón' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :