Despacho del Capitán Tuerto Draven

- Todos están más que podridos...pero así son los ejecutores, son nuestros perros. No hacemos esclavos de personas normales. - doy por sentado que son una simple herramienta, aunque Andreas tenga razón en eso de que los perros puedan enfurecerse y tratar de mordernos. Y estos ya no tienen nada que perder ni nada con que amenazarlos, excepto sus vidas. - Los mantendremos de nuestra parte. Si dejan de sernos útiles ya sabes...los eliminamos. Debemos ser prácticos - doy otra calada a mi cigrarro, soltando un sonido de exasperación con los que no sueltan prenda. Eso de torturarlos llega a ser cansado. - Aún así...¿qué más les vamos a sacar? lo único que interesa es lo de tu hermano, y como mucho el número de escondites que tienen. Sus planes seguro que son una basura. - miro con cierta envidia el tabaco de Andreas, que es mejor y más caro que el mío. Ya le robaré algún cigarro de esos.

- Pues matemos a alguno delante de ellos, para que nos tomen en serio. - no le veo ningún problema, si nos quitamos de encima a los más conflictivos y los que más tiempo llevan molestado, mejor. Las noticias de la "tragedia" en cierto restaurante no tardan en llegarnos al móvil, prueba de que el mandado de la orden 156 se ha ejecutado a la perfección. Ahora Nathan se dará cuenta de que fue un idiota apoyando a esos magos. Se ha quedado sin familia por hacer el capullo. - Mira, otro ejecutor inestable más para recolectar. Además, será ejemplarizante para el resto. Se darán cuenta de lo estúpidos que fueron al apoyar a los renegados. - asiento a lo de la botella de whisky para el mercenario, sus trabajos nos están viniendo muy bien para los últimos asuntos que traemos entre manos. Mientras nos sea útil lo mantendremos con vida. - Pues sí, los magos reeducados ya se quedaron obsoletos hace años. El proyecto de clones de Lucius y Tobías resulta más útil. La lástima es que por ahora sólo hay un puñado en fase beta, pero muy a mano nos han venido últimamente. - internamente me río de lo que tienen que estar pensando los Blood Keepers auténticos, pues estamos usando su nombre y simbología para nuestros intereses. Echo una mirada a la monedita esa de magos con la que juega Andreas, que es un buen cazamagos para bobos. - Una más...ve a por ella. Yo mientras iré a encargarme de mi ejecutora. - apago el cigarro contra el cenicero, caminando hacia la puerta. - Se me ocurre que podemos darles un ultimátum...o entregan a tu hermano en 24 horas en un punto acordado o vamos allí nosotros mismos y empezamos a matarlos delante de sus narices. Piénsalo y ya me llamas. - me despido de Wilhelm, saliendo por fin del despacho.

Me paso todo el viaje de vuelta desde la Ciudadela Alpha contando a Alice mis hazañas, ensalzando todas las victorias de mis batallas y omitiendo aquellas partes que menos me gustaban. Le cuento más de una vez las notas que saqué en la academia militar, y le hablo de lo bien que sé pilotar aviones. Incluso le hago una demostración en pleno vuelo (ya que estamos volviendo en un avión de combate) haciendo algún que otro tirabuzón y varias maniobras complicadas.

No tardamos mucho en llegar a la base militar de los alrededores de Londres, donde se supone que nos hemos citado con los actuales jefazos de la Alianza. Según bajo del avión no hago más que chasquear la lengua y reprochar lo que veo, diciendo cosas así como "esto con los Stwardson no pasaba". Cambio la máscara que había llevado hasta ahora por unas gafas de sol, peinándome el cabello hacia un lado mientras atravesamos los campos de maniobras de combate de los soldados. - Cuando yo era capitán entrenábamos muchas más horas al día. Seguro que el ejército se ha reblandecido. Menuda mierda. Todo esto debería ser mío. Podría hacerlo mucho mejor. - no sé si Alice será de fiar o no, pero si se lo dice a mis superiores tampoco creo que tenga mucho que perder, ya me han destinado al culo del mundo por errores del pasado. - Te convendría tenerme como amigo, Alice. Sé mucho más del ejército de lo que pueda saber un político.

Tras recorrer parte del recinto llegamos hasta la zona donde están los despachos, donde se supone que ya está Wilhelm esperándonos. Paso de hacer lo de llamar al entrar, soy demasiado importante para ello. - Muy buenas. - irrumpo sin más, dejando pasar también a Alice. - Me ha dicho mi compañera que requerían aquí mis servicios. ¿De qué se trata? - paso hasta donde está la mesa, sentándome en la silla bastante espatarrado y con actitud pasota. Sólo me quito las gafas de sol al cabo de un rato. - Ah, por cierto...la nueva ciudad esta de androides que tenéis montada necesita más personal. Yo ya estoy harto de vigilar cadenas de montaje y de controlar que no vayan por allí a robar los traficantes.

Estaba esperando a que llegasen nuestros invitados nuevos, sentado tras la mesa de mi despacho. Las noticias que iban llegando de las diferentes redadas no podian ser mejores. Todas exitosas. Lo curioso era la informacion que llegaba sobre la isla caida, pero eso parecia tambien ir por buen camino.

Si seguiamos asi....la guerra terminaria pronto, ademas a nivel mundial. Los juicios, encarcelamientos o ejecuciones, se sucederian en los meses proximos. Podia visulmbrar lo que traeria la siguiente edad. La Edad Tecnológica. Con la poblacion diezmada tras la guerra mundial, asegurariamos que los niveles de poblacion no fueran ya peligrosos para la sostenibilidad del planeta Tierra. Y podriamos imponer nuevas leyes a la natalidad, con las excusas que la posguerra nos diese. Si... quizá las cosas comenzabana encauzarse. No habia sido un camino exento de sacrificios, no obstante.

La puerta se abrió subitamente sin alerta previa, lo cual me sacó de mis pensamientos bruscamente. Miré al soldado a traves de mis gafas tintadas, y a su acompañante. Uno de ellos era la replica de James Stwardson, sobrino de uno de los anteriores lideres, pero era un androide en fase experimental. Aquel era un detalle que conociamos muy pocos. Nosotros lo sabiamos porque se nos habian requerido datos de su historial militar que habiamos cedido. La cosa era comprobar como de viable era replicar una conciencia humana, con sus recuerdos y demas, en un cuerpo imperecedero. El cuerpo de un androide.

- Parece que se le han olvidado los modales.

Le dije a su acompañante, una chica de lo mas mona.

- Andreas Wilhelm, Ministro de Salud Pública y uno de los jefes de por aquí. Encantado de conocerte en persona, Stwardson. Iré directo al grano.

"aunque me divierte observar su verborrea de androide quejica. El de verdad seria tan quejica?"

-Precisamente por eso. Estamos deteniendo a mucha chusma mágica y la mayoria de ellos serán enviados a la Ciudadela para realizar alli trabajos forzados y ser utiles en algo, contribuir a la sociedad, ya sabes.

"o como sujetos de experimetacion, para variar"

- Pero son muchos, asi que con cuantos mas efectivos contemos, mejor. Se te asignará a un pequeño grupo de soldados novatos, para que los instruyas, y os encarguéis de misiones de patrulla, búsqueda y detención de criminales. Ambos los dos. Son mis ordenes claras?

Tras pasar un numero extenso de horas con la unidad 5TU4RD50N, me doy cuenta de lo lento que puede discurrir el tiempo. Me doy cuenta de que algunas historias las repite varias veces, y registro aquello. No se si es un fallo de su programa o que emula a un humano muy pesado y repetitivo. Por fortuna, no estoy diseñada para marearme con todas esas demostraciones de aviacion que hace.

Al llegar voy tomando nota de los nuevos lugares que pisamos, aprendiendo rapidamente de todo lo que voy viendo. Este lugar me resulta muy distinto a la Ciudadela, el unico lugar que conozco. A la unidad 5TU4RD50N no parece sorprenderle. Será por sus recuerdos implantados.

Lo dejé hablar y despotricar. Yo asentia vagamente de vez en cuando.

- Lo sé. Somos aliados, James. De eso no te quepa la menor duda.

Entró al despacho sin llamar y lo segui. Eso era protocolario? Por la respuesta del humano, me di cuenta de que no. Encogí mis hombros, como pidiendo disculpas. Intenté aprender lo mas posible de la interaccion con este humano, aunque no pareció dirigirse directamente a mi más. Pero las ordenes eran las esperadas...

- Muy claras, Capitán Wilhelm. Ministro. - que titulo utilizar?. - ¿cuándo empezamos? ¿Cuales son nuestras instalaciones?

Aliados, esa palabra siempre me gustó, y dice mucho de una persona a la que acabo de conocer. Tendré en cuenta eso de Alice de ahora en adelante. No hago mucho caso a eso de cuidar los modales, no soy un cualquiera como para que el primer político de turno me diga cómo tengo que comportarme.   - No son necesarias tantas formalidades, Wilhelm. - reformo mínimamente mi postura, colocándome mejor en la silla de manera casi automática. - Encantado de conocerle también. Han cambiado mucho las cosas por aquí. - el despacho luce completamente diferente a cuando era ocupado por mi tío, mucho tiempo y muchas reformas a las espaldas. También sé que han reformado los ministerios, reduciéndolos y dejándolos en tres.  Sólo estoy enterado a medias sobre la forma de gobierno actual, que es una especie de tándem entre los ministros O'Connell y Wilhelm, que cubren además las funciones de otra ministra desaparecida.

Agradezco eso de que vaya al grano, y mucho más eso de que tenemos que capturar seres mágicos de manera implacable para después encerrarlos en la Ciudadela Alpha.  - Mano de obra esclava, mucho más barato que tanto robot. EL gobierno debe estar gastando demasiado en producir todo eso. Es un derroche de recursos. - de repente se hace presente en mi mente una imagen que no viene muy a cuenta, una imagen que no sé de dónde viene pero que parece algo hecho por mí. -  Esta misión me recuerda a cuando tuve que pilotar aquel robot gigante de combate y aplastar así a todos los enemigos alienígenas para rescatar a la chica. Sí...otra hazaña más en mi historial. Tengo muchas historias que deberíais escuchar. - comento en tono misterioso, quedándome muy parado durante un momento. Después vuelvo a adoptar una postura más relajada, volviendo a la actitud que tenía al entrar.  

- Pues por mí empezamos ya. Comandaré a los soldados a mi cargo, estoy listo para empezar a capturarlos y traerlos aquí. ¿Algún exterminio o sólo capturas?

- Aham, y evidentemente, para mejor.

Encendi la pantalla de mi ordenador, para informarme mientras hablabamos sobre los avances que hacia Eamon en su Ministerio. Muy lucido todo, la verdad. Un buen golpe de efecto.

"esto va a poner a los bichos magicos aun mas furiosos, a ver si encuentran las fuerzas para un contraataque"

- No creas, consideramos las inversiones en robótica y desarrollo como una inversión a largo plazo. El Proyecto Centinela demostró ser un exito, al igual que el desarrollo del Chip Inhibidor, o los campos antidesaparición. La robótica, de hecho, te salvó la vida.- dije señalando a sus protesis. - Como se la está salvando a otros muchos soldados. Con el Proyecto del Sistema Antimagia completo, ahora deseamos embarcarnos en otros proyectos mas amplios y ambiciosos aun, si cabe. La tecnologia nos permitirá seguir avanzando, quien sabe hasta donde.

James empezó a decir algo de rescatar a una chica. Hasta donde yo sabia, no teniamos robots que se pilotasen, se pilotaban a distancia cuando no lo hacia el propio programa.... alcé una ceja por encima de mis gafas y acabé carraspeando.
-Alienígenas. Si. Claro.

"parece que se ha roto un poco. Me cachis....aun tienen que afinarlo mas. A ver cómo evoluciona"

- Podreis alojaros en los barracones y acceder hasta donde vuestros pases de identidad os permitan. - dije, acercandome a ellos para pasarles dos microtarjetas de identidad que se instalaban facilmente bajo la piel con el aplicador del que iban acompañados (que, creiais que iban a ser tarjetones de identidad tipo dni? nooo, es el futuroooo)

- Solo capturas, los exterminios se deciden tras su correcta identificacion y clasificacion, y un juicio. Porque, qué somos, animales? - tsk, esta gente.... - Podeis empezar ya, los novatos estan en el campo de tiro. Puede que os asigne un ayudante extra, de momento, marchad.

La verdad, acatando ordenes eran geniales. Se marcharon al poco de que les dijera, tras instalarse sus tarjetas de ID. Fue sencillo. Me puse a escribir el reporte de las unidades para el departamento de I+D, y luego, sintiendo que trabajaba mucho y que era el mejor y que merecia un premio, me abri mi botellita de whisky del caro y me entretuve en bebermelo y ver que se decia por internet. Nada que nos disgustase, claro. Tambien controlabamos internet.

Después de recibir la confirmación por parte de Thalos, Arleen había hablado con Vishous para que le dejaran un escuadrón que las escoltara a la Base Militar. Quería creer que Draven no pondría su seguridad en peligro pero era mejor prevenir que lamentar, después de todo lo que había vivido… Que no era ni la mitad de lo que había vivido Jo.  Después de que V le dijera quienes le acompañarían, organizara una carpeta con toda la información y los planes del hospital había elegido su look. La verdad es que había optado por el blanco como símbolo de paz. Le había dado muchas vueltas a la cabeza sobre las acciones que había tomado sin pedir permiso o comunicar y quería pedir disculpas de forma abierta sí que el blanco era la mejor opción. Un jersey de cachemir con una falda amplia sería la opción.

Cuando dio la hora, Jo y ella se reunieron con los seis guardias (porque le había dicho a V que 12 eran demasiados) y bajaron hasta un punto en concreto usando aparición. Allí los esperaba también un escuadrón, pero de humanos, que pese a que tenían el rostro tenso o hicieron ningún tipo de movimiento -Buenos días, soy la doctora Arleen Royden y ella es mi compañera la doctora Josephine Patterson, somos la cita de las 11 del Señor. Draven- Alguien le corrigió el rango y Arleen asintió con una sonrisa encantadora pese a los nervios que le recorrían el cuerpo -Perdón, el capitán Draven-

Empezaron a caminar con destino a la base que cada vez se veía más y más grande y, como no, más siniestra. La morena apretó más la carpeta contra su cuerpo cuando pasaron al interior, sintiendo que el abrigo, la bufanda y los guantes estaban empezando a sobrarle. Se los fue retirando para meterlo en su bolsa mágica y se acomodó brevemente la tiara en el cabello. Quizás el accesorio más extravagante y mágico que podía tener pero no podía bajar sin protección alguna. Algo que le había enseñado Sayid: la importancia de la amadura.

Al llegar al despacho las dejaron un momento afuera y tras un par de minutos les dieron el pase. Arleen no estaba segura de porqué pero se puso sumamente nerviosa y, como había traído a Jo para ayudar, le puso la mano en la cintura y la empujó suavemente para que ella pasara primero -Esperad aquí afuera, por favor- Le ordenó a los seis guardias que la miraron ojipláticos -Sra. Ibn Salah, el teniente ha …- Los ojos de Arleen encontraron los del guardia un instante después. Aquella interpelacion usando su apellido-Lo sé. Es un secreto entre nosotros- Le dijo con el gesto ligeramente tenso e ingresó tras Jo, cerrando la puerta del despacho. Una vez dentro se obligó a sonreír cordialmente -Buenos días, capitán Draven-

Estaba esperando a que llegasen Jo y Arleen, les había dicho de hablar en el "despacho", había estado alli varias veces en el pasado, o uno similar, porque habia sufrido muchas reformas.... el caso es que yo ni lo había tocado, ni habia hecho ningun cambio en su interior. No tenía intenciones de ponerme "cómodo" ahi.

Me había puesto a leerme los inventarios que habiamos estado haciendo, recuento de armas y recursos que teníamos en la base. De momento, no era algo por lo que preocuparnos. Tecnologicamente, la base estaba muy bien dotada. Me preocupaban mas otras cosas...

Tambien estaba informándome de los soldados que habían alli, de todos y cada uno de ellos, investigando sus nombres. Muchos eran nombres totalmente desconocidos para mi, la gran mayoria. Buscaba potenciales enemigos? Aliados? No tenía ni idea.... Había dejado eso a un lado de momento para preparar las patrullas de la siguiente semana, en las que me incluía a mi también.

No era sencillo calmar los animos entre unos y otros, la ciudad estaba rota por muchos lados.
Y lo del hospital, la verdad, no habia ayudado. En lo más minimo.

Llamaron y me informaron de que estaban aquí. Que Josephine viniese ayudaría bastante. Porque no se me daba demasiado bien ser diplomático con la gente snob de la isla de Ouroboros. Vi a los guardias quedarse pasmarotes detras de la puerta, no se, le habia cogido afición a cerrarles la puerta en las narices. Sonreí de lado entornando la mirada.

- Buenos dias. Sentaos...por ahi deben de haber sillas. Jo, sabeis algo en Ouroboros de Erika? Sigue sin dar señales de vida... - fue lo primero que pregunté. El simple hecho de....no saber que había pasado me estaba volviendo loco. Se la habían llevado? Se había ido ella en un arrebato de cabreo tras quemar la casa? Por qué no volvía?

"pero si solo estuviera enfadada conmigo, al menos habría hablado con Johan..."

Ese pensamiento era recurrente. Sin embargo, ojalá solo estuviera enfadada conmigo y se hubiese ido por eso.

Al encontrarnos para bajar la presencia de 6 guardias de Ouroboros hizo que mirase por un segundo a Arleen algo contrariada. ¿Para qué querían 6 guardias? Sin embargo no dije nada a pesar de que me parecía una exageración. Tenía claro que Thalos no permitiría que pasase nada raro aunque estuviésemos rodeadas de humanos.

Continué en silencio todo el trayecto, incluso cuando nos encontramos con los guardias del otro lado. Arleen se había vestido impolutamente blanca mientras que por mi parte vestía tan normal como siempre. Tal vez debería haber consultado con ella aquello.

Entrar a la base, que estaba algo cambiada pero tampoco en demasía era extraño, al menos hacerlo pacíficamente sin el temor de que fuesen a hacernos daño. El empujoncito de la castaña me hizo desempanarme, pues estaba algo ida mirando el pasillo con curiosidad, por si me sonaba de algo aunque la verdad es que en ese sitio todos los pasillos parecían iguales. No distaba tanto de la antigua base de la resistencia en ese sentido.

Pasé a la sala sonriendo al ver a Draven ahí alzando la mano saludando con total naturalidad antes de tomar asiento. Suspiré al escuchar su pregunta sobre Erika y negué.-Yo no he tenido noticias Thalos, lo siento.-Comenté con pesadumbre sintiéndome mal por él y después encogí un hombro.-Ya sabes como es...seguro que aparecerá en cualquier momento. Es impulsiva pero no es tonta, estará bien.-Traté de consolarle de ese modo apretando mis labios y miré a mi alrededor el despacho.

-Así que...Capitán Draven¿eh?-Alcé ambas cejas sonriendo, aunque ese sitio no me pegaba mucho con él. Miré a Arleen alzando las cejas de nuevo, tal vez estaría bien que empezase a hablar. Y después volví la vista hacia Thalos.-Al parecer llegamos un poco tarde con eso de avisar de la construcción del hospital.-Sonreí incómoda ahora.-Había tantas cosas que planear que a DaVinci se le pasó comentarlo debidamente.-Sí, le había cargado el muerto a Giordano, pero no pensaba decir que era por la creencia de que los de Ouroboros pensaban que podían hacer lo que les viniese en gana con los terrenos de tierra.-¿La hemos liado mucho?

Lo de Erika hizo que en seguida se removiera pero espero que Jo respondiera, porque era lo correcto ya que le había preguntado a ella pero cuando acabó decidió interceder -Mi hermano, el teniente Royden, dijo que recibió respuesta de los Souls y que le informaron que no estaba con ellos pero me dijo que os dijera que seguía investigando- Terminó de dar el recado y se sintió un poco mejor consigo misma aunque no eran buenas noticias.

-Sí ¡Lo siento! De verdad…- Murmuró Arleen en seguida como si las palabras se le estuviesen atragantando en boca antes y fue acercándose hacia él para entregarle una carpeta con todo el proyecto del hospital. Como era de esperarse, la carpeta estaba debidamente identificada con varios capítulos y en total tendría entre 50/70 hojas rellenas de información. Desde las ramas hasta la mínima máquina o la temperatura en la que debía estar la nevera para mantener algunas pociones.  -Espero que no- Le dijo a Jo con un genuino gesto de preocupación.

-Mi idea era poder dar servicio a humanos y magos por igual, capitán. Estoy aún… aprendiendo esto de las relaciones diplomáticas- Porque la última vez que había visto humanos habían querido matarla. La idea le recordó, entonces, que aquel hombre delante de ella era el hermano del Sr. Draven... Y quizás debería decirle que... Quizás, pero eso anularía la posible negociación. Sin embargo...-Lamento lo de vuestro hermano- Expresó sus condolencias con un gesto tenso en los labios, recordando que su profunda estupidez finalmente le había costado la vida a alguien "nacido".


Se removió un poco inquieta y miró de nuevo la carpeta para centrarse. Proyecto = Futuro  -Y en cuanto al hospital he pensado que, quizás…Podríamos hacer un cuerpo médico híbrido. Sé que tenéis tecnologías increíbles y que juntos podríamos crear algo maravilloso- Sonrió, de forma sincera y abierta. Se le antojaba una idea preciosa para poder construir un nuevo mundo basado en la tolerancia y la alianza.-¿Cree que hay alguna posibilidad?

Jo parecía pensar que Erika se había marchado porque sí, por su propia cuenta, pero claro, no tenía los mismos temores que yo. Eran estos los que me hacian dudar.

- Precisamente...es impulsiva pero no idiota. Por qué quemaría la casa?

"un mensaje? una amenaza? una despedida?"

" y si no fue ella?"

Cada vez que si quiera lo valoraba, me entraba vértigo. Negué con la cabeza, debía intentar concentrarme. Sonreí de lado al escuchar a Jo, aunque no era una sonrisa de alegría ni nada que se le pareciese.
- No me pega una mierda, lo sé. Aunque está bien poder estar de nuevo en la Base sin pensar que vayan a torturarme o algo asi, no opinas igual? Que por cierto...

"la sala de VR. Como la llamaban? Tenemos que ver que hacer con eso....porque se me ocurren algunos candidatos a probarla antes de desmantelarla"

Observé a Arleen, fijandome por primera vez en lo blanquisima que iba vestida. Asi que tampoco estaba con los soul. Aquello me arrancó un gruñido de preocupacion.

"donde te metes, pelirroja? No sé que voy a hacer"

- Y Reed tampoco ha asomado el hocico, verdad...? - como les hablaba yo a esos de la guardia sobre el maestro? Hasta ahora, Erika, Reed y yo pareciamos los unicos que lo habiamos visto.

- Sí....una idea muy bonita y todo eso, pero la habeis liado bastante y nos habeis dado mas curro del que ya teniamos. - alcé una ceja cuando mencionó al tal Da Vinci, al inventor rarito aquel. Era cosa suya tambien? Con Jo hablaba con total confianza. Agarré el dossier de Arleen, era extenso pero me lo miraría bien. Ahora fue turno de que clavase mis dos ojos en Arleen, cuando me dio el pésame por Gelion. - Qué es lo que lamentas exactamente, lo tremendamente imbecil que es ese malparido?

"porque si me estas dando el pesame porque crees que esta muerto, esto va a ser muy gracioso"

Me senté apoyando el trasero en el borde de mi mesa, abriendo el dossier y comenzando a mirarlo.
- Sí... no me parece mala idea pero debisteis venir a mi antes. Nos habríamos ahorrado que comenzaran a formar barricadas y piquetes. La gente de la zona se ha sentido....invadida. Eso de empezar a edificar sin previo aviso, sin saber de que va la cosa... no les ha sentado muy bien. Es comprensible. -cerré el dossier, con un gesto rapido de mi mano. - El problema es que si alguien de un lado tira una piedra, y el otro lado responde con un hechizo, la hemos cagado, y mucho. Mandaría escuadrones para mantener el orden,  pero la presencia de guardias de Ouroboros alli debería de ser minima...o nula, pues se vería como si estuvieseis moviendo ficha de modo militar. De hecho... por qué los has traido hoy? Deberías poder confiar en mi si quieres hacer esto.

Encogí mis hombros por la pregunta de Thalos.-No sé...porque...- ¿Cómo podía decir esto suavemente sin que se molestase?.-Es...¿Erika?-Pregunté con cierto tono de duda. A ver, la pelirroja era como era y no me parecía tan descabellado que quemase una casa...además su familia...tenía cierta fama de locura. Arleen entonces intervino hablando de las noticias que tenía su hermano respecto al tema.

-¡Que va!-Exclamé cuando dijo que no le pegaba nada.-Ya eras una especie de capitán con la resistencia pero...sin rango, claro y sin...ejército.-Puntualicé entrecerrando un poco los ojos para hablar después en un tono algo susurrante.-¿No han intentado matarte ni nada?-Pregunté algo desorientada por eso. La verdad que no tenía idea de como había acabado Thalos siendo el jefazo de la base militar.-Oh sí, es de agradecer, aunque lo mismo deberíais hacer una reforma o algo sigue siendo muy...muy..-No, decir humano lo mismo no era buena idea.-¿militar?-Tampoco era la palabra que buscaba así que seguí intentando buscarla-Militar...¿malo? No sé, poned unas plantas o algo así.-Terminé por concluir.

Negué a lo de Reed, no le había visto y si le viese tampoco es que me fuese a resultar fácil reconocerle.-Si me entero de cualquier cosa te aviso enseguida.

Nos centramos entonces en el tema que nos había llegado a aquel lugar y miré a Arleen cuando se disculpó y luego abrí los ojos fijándome en el carpetón.¡ Madre mía!¿Todo eso me lo tenía que aprender?. Continuaron hablando por un momento mientras me fijaba en la cantidad de papeles pero rápidamente volví a la conversación en el punto en el que Thalos decía que habían tenido problemas lanzando una rápida mirada a la castaña como diciendo ¿ves?.-Lo siento Thalos ¿Ha habido algún enfrentamiento?¿podemos hacer algo para calmar los ánimos?-Cuando habló de la presencia de los guardias volví a mirar a Arleen, tal como había pensado eran demasiados.

Durante ese mes todo había sido una locura y sin embargo había salido bien parado para mi suerte. En el barrio de los anti-todo como los llamaba yo casi acabo palmándola de no haber sido por mi rapidez al enfrentarme a aquellos tipos y mi patética pero efectiva huida escondiéndome por todos lados como una rata. Y después...después me encontré con los chipeados y los androides, más amables a decir verdad, me ayudaron a no perder la pierna que ahora tenía ciertos implantes mecánicos a los que aún me estaba acostumbrando.

La sorpresa fue cuando llegamos aquel grupo pintoresco y yo a la base militar, encontrando allí a mi cegato hermano y al capullo de Black. Por suerte el mago pronto comprendió que sobraba pero mi hermano y yo al final acabamos encargándonos de aquel lugar. No era gilipollas, lo de antes ya no servía pero tampoco íbamos a confiar en los androides y en los magos tan fácilmente, aunque podíamos servirnos de sus cualidades y progresos si éramos listos.

Así que ahora me encargaba de lidiar con conflictos entre los humanos y los androides, aunque por lo general no daban mucho trabajo. Bastantes soldados estaban chipeados como yo, y otros tantos humanos eran una mezcla rara con androide, SAM los había reparado y puesto parches.

Sabía que había una reunión por los capullos de los magos, que se habían puesto a edificar sin más. Aquello era asunto de mi hermano de no ser porque lidiaba con la zona que también ocupaba el territorio de los seguidores hippies raritos de Klaus, que se habían molestado porque pensaban hacer un huerto en el sitio ese. Y regresaba de hablar con ellos precisamente de eso. Y llegaba tarde, muy tarde.

Así que crucé el pasillo con mi cojera en dirección a su despacho y al entrar gruñí.-Siento llegar tarde.-Solté antes de avanzar hasta la mesa para quitarme el casco y dejarlo ahí.-Ahora quieren parte del territorio de los Reales para su huerto ecológico.-Comenté molesto a Thalos pasando una mano por mi pelo que estaba muy alborotado y no había cortado aún antes de mirar a las dos mujeres presentes, especialmente a Arleen alzando ambas cejas.-Te parecerá bonito Doc...

Ya que Thalos estaba sentado en la mesa acerqué la silla arrastrándola sonoramente para sentarme y gruñí por lo bajo.-¿Les has dicho lo de las barricadas?-Pregunté a Thalos antes de estirar mi espalda y crujirla.-¿Y de la que se lio en la base y que casi mandan todo esto a la mierda?-Porque sí, lidiar con militares que odiaban a los magos intentando que no lanzasen todo el armamento contra esa estructura había sido todo un espectáculo.

La pregunta sobre Reed hizo que pestañeara antes de hacer un gesto de no entender a qué se refería, al menos Jo parecía que sí así que decidió mantenerse al margen de esa conversación.  Se removió incómoda ante lo que le decía Thalos, tenía una particular crudeza para decirle que lo había hecho mal, que se había equivocado y las miradas de Jo no habían ayudado nada. Tensó los labios y no aportó, ya había dicho que lo sentía y ahora estaba intentando enmendar su error. ¿Qué querían que hiciera? ¿Construir una máqu…¡Construir una máquina del tiempo! Mmm pero eso implicaría muchos cálculos por lo cual se quedó enganchada en su nuevo proyecto mientras ellos hablaban de la base. Quizás una máquina fuera más segura que un giratiempos. Quizás…

La pregunta de Thalos sobre su hermano hizo que abriera los ojos como platos porque…Ella nunca en la vida se referiría de esa forma a sus hermanos -Que haya fallecido- Indicó con el ceño fruncido sin entender cómo podía ser tan desalmado de insultar a una persona que había muerto.

La descripción de la que se había armado en el hospital sólo por empezar a edificar la hizo sentir peor. La vergüenza cubrió sus mejillas de un color rojo y miró a Thalos después de que Jo volviera a expresar sus disculpas. La pregunta sobre los guardias hizo que negara suavemente con la cabeza -Comprenderás que la última vez que bajé aquí mi encuentro con los humanos fue hostil, incluso aunque no hice nada para ganármelo. Vishous quería enviarme con 12, logré negociar a menos. Y soy la esposa de un Descendiente, si bajo, tengo que venir resguardada ante cualquier situación que pueda ocurrir…Pero los he dejado afuera… Es mi voto de confianza y, sin embargo, tú me has hecho entrar en una base militar donde hay guardias en cada rincón. ¿Acaso me tengo que quedar callada así nada más? Podriamos habernos reunido en un lugar más neutral pero no te puse peros – Preguntó frunciendo el ceño. Las cosas como eran – Y sí…

Iba a continuar…Pero alguien abrió la puerta y volvió la mirada hacia allí con el ceño fruncido. Con el casco no lo reconocía bien pero su voz… A Arleen le recorrió un escalofrío al percatarse de que Gelion no sólo estaba vivo sino ahí, en sus narices. El rubor que había sido sólo vergüenza se acrecentó para tener un ápice de ira -¿Bonito? ¡¿Bonito?!  ¿A ti te parece bonito no decirme que estabas vivo? - Señaló a Thalos con un gesto bastante obstinado -Él tiene contactos mágicos. ¡Monedas, sin ir más lejos! - Dijo señalando a Jo con cierta irritación pero al verla fue plenamente consciente de que estaba haciendo el ridículo y se cruzó de brazos, enfadada, manteniendo la boca cerrada. ¡La mejor curación que había hecho en toda su vida! ¡Y el muy…el muy…el muy imbécil estaba vivo! ¡Y ella que se había entristecido por perder…al paciente, claro!

Estando parada allí con los tres frente a ella se sintió un poco juzgada pero no le importó en lo más mínimo -A ver, Capitán, di las órdenes porque consideramos que como ya había un hospital allí era el lugar idóneo para no hacerlo en otro sitio. ¿Qué no he avisado? Sí, tienes razón. Estoy aquí para resolverlo, no para que me lo sigas echando en cara así que dime qué debo hacer para seguir con mi proyecto y que no se desate otra guerra- Miró a Gelion un momento cuando se tronó la espalda y estuvo a punto de gruñirle pero apartó la vista de nuevo con enojo -Y estás muy equivocado si crees que voy a dejar a los edificadores sin al menos la presencia de algún Guardia de Ouroboros. ¿Si la situación es como la pintas, tus soldados realmente les protegerán? ¿Crees que nosotros no tenemos miedo de lo que pueden hacernos? Aún tienen dispositivos anti desaparición.

- Sí, lo del ejército es un punto importante.

Dije con cierta sorna y miré a Jo disimulando muy bien mi sorpresa cuando dijo que ya era una especie de capitán en la Resistencia. Así me habían visto? Sentí algo raro, quizá porque la resistencia como tal se había disuelto y...aquello quedaba atrás.

- De momento no. De momento les he convencido de que somos su mejor opción. Me conocen...pero voy con pies de plomo. No todos os conocen como yo, ni piensan como yo. - concluí. Plantas, eh? - Ya, no creo que desate una rebelión por poner plantas. Ese es un movimiento seguro.

Disimule un risa cuando Arleen dijo que Gelion había fallecido.
- Bicho malo.... - ya sabemos como termina la frase, verdad? La verdad es que habia llegado hecho unos zorros, pero vivo. Tal como lo necesitaba.

Después les dije lo que habia ocurrido por empezar a edificar de la nada, y Jo pìdió disculpas. Calmar los animos? Si... Arleen se ruborizó y se defendió alegando que su experiencia en Londres no había sido buena.
- Josephine no te habría traído aquí si creyera que no se podia fiar. Yo tampoco os habría llamado. El hecho de que vengais aqui a reuniros conmigo y os vean los soldados es de por si un avance y un gesto de diplomacia por parte vuestra. Vamos a colaborar, no es asi? Empecemos por aqui. - hice un gesto con mi brazo, de modo vago, señalando la puerta cerrada. - Ahí afuera ahora mismo todo es hostil, para magos, y para humanos .Y para los androides también. Los extremos tienen atrapados a los de en medio en....purgas callejeras.

Hice una mueca porque la mujer se quejó de que la había hecho entrar a una base militar con guardias...guardias?
- Soldados, no guardias. - una cosa buena era es que había conseguido tabaco. Una cosa mala era que la diplomacia no era lo mio.

- Si ya te he dicho que a mi me parece buena idea y quiero hacerlo. - dije aun en la misma posicion de antes, ladeando la cabeza levemente. - ¿Qué coño? No estoy echando nada en cara, estoy diciendo la puta realidad.

"que piel mas fina"

Llegó Gelion entonces, momento gracioso asegurado. Aproveché el lio entre ambos para, ademas de observarlos muy bien con una ceja alzada, sacarme un cigarro. Intercambié una elocuente mirada con Josephine.

"Soy solo yo, o aqui ves rollo?"

- wow, para el carro, señorita. Por qué tenía que avisarte de que él estaba vivo? No sabía que mi hermano te importara hasta ese punto, sobre todo teniendo en cuenta que la vez que os vi juntos tenia un bisturí sobre....tu.... - vientre. No cuello. Mierda. Apagué el cigarro que acababa de encenderme, no estaba bien fumar delante de una embarazada.

"pero no han venido aqui usando la desaparición?"

Hice un gesto no estar seguro, lo mismo lo del preñamiento lo estaba presuponiendo y ya, pero por si acaso, me dejé el tabaco. Escucé a Gelion y resoplé.

- No son buenas noticias. Pero a los Reales hay que darles una patada en el culo y echarlos de alli. Y sí, se lo he dicho. Creyeron que nosotros los estabamos...traicionando, en cierto modo. - no habia sido puto sencillo. Menos mal que para entonces Johan ya se habia marchado de la Base.

- Pues tú estás muy equivocada si crees que voy a dejar a la Guardia de Ouroboros custodiar de modo abierto las obras. Mira, a ambos nos toca dar un salto de fé aqui. Lo que te puedo asegurar es que si la gente de la ciudad ve a la guardia armada de Ouroboros, en su display de doradas armaduras, no se lo tomarán nada bien y habrá conflicto. Tiene que parecer que son los soldados de la Alianza los que protegen un proyecto construido por los magos. Para magos, y para humanos. Habrá que sacarlo en las noticias y esas mierdas.... - sabia que no le iba a parecer suficiente asi que atajé antes de que protestara de nuevo. - No te estoy diciendo que no traigais guardias. Pero que vayan de encubierto. Que parezcan un peon de obra más. Solo por si las cosas se descontrolan para los soldados. Y....mis soldados estarán informados de vuestros guardias encubiertos.

Solté una risilla por lo del ejército. La verdad que para estar en aquel sitio me sentía bastante relajada. La presencia de Thalos ahí me hacía sentir segura. Asentí a sus explicaciones.-Ya..., lo sé. Ten cuidado ¿vale?

La conversación respecto a la muerte del hermano de Thalos me pillaba de primeras. No sabía que hubiese muerto, tampoco me sorprendía la actitud del nuevo Capitán, por lo poco que sabía se llevaban a matar.

Porque él era otro impulsivo, tanto como la pelirroja aunque menos loco...bueno a veces también. Comenzaron a hablar del conflicto diplomático y fruncí mis labios mirando a uno y otro mientras intercambiaban opiniones. Comprendía ambos puntos a decir verdad.-De hecho a mi me pareció lo más correcto.-Comenté a Arleen respecto a venir nosotras a la base de los humanos.

Entonces apareció alguien y al quitarse el casco parpadeé un par de veces. Pues no parecía nada muerto, no. Ahora me tocó mirar a ambos dos Arleen y Gelion , me señalé extrañada cuando la castaña lo hizo sin entender nada y luego miré a Thalos encogiendo mis hombros. No había pillado el significado de su mirada, no nos vamos a engañar.

Por suerte el tema volvió en torno al hospital y los guardias. -¿Y si van en patrullas juntos? Guardias y soldados digo...o tal vez es demasiado pronto.-auto saboteé mi propia sugerencia y suspiré mirando a Arleen esperando su respuesta.

-Hmmm.-Gruñí pesadamente por el sermón de la doctora mientras pegaba mi espalda al respaldo del asiento, con cierto deje de cansancio. Una de mis cejas se alzó mientras reclamaba que no hubiese usado a Thalos para comunicarme con ella. ¿Por qué narices debería haberlo hecho?

Iba a contestar pero mi hermano lo hizo por mi y extendí una mano como afirmando su punto.-No parecía importarle tanto cuando me usaron de cebo para los pirados de la Misericordia.-Comenté a Thalos con cierta sorna antes de dejar mis manos unidas a la altura de mi estómago.

-Seh, los Reales son unos colgados, no aceptarán cederles el terreno.-Añadí pensando que nos habían liado una buena con todo el asuntito del hospital. Dejé que hablasen entre ellos, al fin y al cabo Thalos era el encargado de lidiar con los magos. Chasqué la lengua por las explicaciones de Arleen y volví a mirar al tuerto que ya no era tuerto.-Está frustrada porque no ha sabido hacer bien las cosas, no seas duro.-Comenté aún irónico esbozando una sonrisilla mientras alzaba ambas cejas a Arleen, solo por fastidiar.

Negué a la sugerencia de la rubia incorporándome de mi postura cómoda pero sin levantarme de la silla.-Si los juntamos se matarán entre ellos en menos de una hora.-Froté mi cara con una mano, estaba cansado de tanto viaje de un lado a otro.-Oh por cierto...hay un trol en el Puente de Westminster, he mandado una patrulla por si hay problemas.

Así que aquel hombre ni siquiera tenía el verdadero control sobre los humanos y sus armas. Suspiró brevemente. Era un control precario pero…Era lo único que tenían, ¿no?  Se mantuvo bastante serena escuchando lo de colaborar, asintiendo suavemente y no le sorprendió -para nada- saber que la intolerancia sucedía entre todas las razas. ¿Por qué era tan difícil coexistir?

Tras soltar su petorata a Gelion -Tu hermano era mi paciente y…- Lo captó, captó el momento exacto en el que Thalos hizo conjeturas y apagó el tabaco. Arleen siguió el gesto con los ojos y sintió que algo dentro de ella se tensionaba. Un nudo en el estómago. Debería haberle agradecido la deferencia y, también, decirle que era innecesaria pero cualquier ápice de valentía se quemó en ese instante. Volvió la vista hacia Gelion cuando mencionó que lo usó de “cebo” y frunció el ceño. Lo había salvado de Ouroboros y habría vuelto…Habría vuelto de no ser por aquellos humanos que se interpusieron en su camino. Y había tenido que vivir durante semanas con la creencia de que su estrategia había fallado y que lo había salvado de una muerte pero tirarlo a otra. No dijo nada. Simplemente, el tono de su tez volvió a la normalidad y con ella, cualquier tipo de luz o aura que Arleen hubiese tenido alguna vez.  

Sit still, look pretty.

Arrastró la mirada de Gelion a Thalos para escuchar cada cosa que decía asintiendo.  -Si hay posibilidades, Jo, me gustaría que tu fueras portavoz. Se supone que debemos resguardar la identidad de los Descendientes  y un paso tan grande podría llevar a muchas preguntas y demasiadas miradas sobre mí. ¿Es mucho pedir?- Inquirió y entonces escuchó a Gelion. Dolió.

I tried to sever ties and I
Ended up with wounds to bind
Like you're pouring salt in my cuts

Dolió en ese punto donde le habían dolido las palabras de Sayid, dolió cuando recordó su propia inutilidad, dolió cuando el recuerdo de su pérdida recientemente revivido por Thalos se coló de nuevo en su memoria, dolió incluso cuando perdió ante Blake en el torneo. Porque, pasiva atada a una cama descansando, había tenido mucho tiempo de repasar toda su vida. Quedándose siempre con lo negativo, olvidándose de lo que había conseguido hasta ahora.  No apreció la sonrisa ni el gesto. Es más, sintió un profundo desprecio y asco por una persona capaz de usar el conocimiento sobre los puntos débiles de alguien en su contra.  Pero sólo sonrió de forma protocolaria. Falsa  y fría. Pero bonita y callada.

She's imperfect but she tries
She is good but she lies
She is hard on herself
She is broken and won't ask for help
She is messy but she's kind
She is lonely most of the time
She is all of this mixed up
And baked in a beautiful pie

Pasó la mirada hacia Jo con un gesto lento y parsimonioso, como si estuviera tratando de encontrar alguna forma de recordar cómo pensar o si es que eso era algo bueno… A fin de cuentas, de qué servía? Si todo lo hacía mal…La observó a los ojos tratando de que la amistad que habían trabado en aquellos meses sirviera de algo, que entendiera esa súplica de ayuda silenciosa, que la sacara de allí…Que volvieran a Ouroboros, a por vino, a por pastas, a por té. Desvió la mirada hacia Thalos  -No puedo comandar a la Guardia de Ouroboros, pero mi prima y mis hermanos sí. Hablaré con Fred- Porque V definitivamente no le iba a gustar nada -Quizás en la próxima reunión pueda bajar conmigo y establecéis protocolos de seguridad para todo. ¿Te parece? Puedo hablar con él hoy mismo y le diré  a Jo que te avise – Se movió hacia la puerta como para retirarse, pero se detuvo -Me gustaría que extendieras un anuncio a todos los doctores humanos y personal médico que desee trabajar, que sepan que tienen disponibles  plazas en el hospital y que pagaré sus jornadas laborales. No Ouroboros, no el Consejo de los 20, yo.  Pero me gustaría conocerlos primero… ¿Está bien?- Inquirió en voz baja.

If I'm honest I know I would give it all back
For a chance to start over
And rewrite an ending or two
For the girl that I knew
Who be reckless just enough
Who can hurt but
Who learns how to toughen up when she's bruised
And gets used by a man who can't love
And then she'll get stuck and be scared
Of the life that's inside her
Growing stronger each day
'Til it finally reminds her
To fight just a little
To bring back the fire in her eyes
That's been gone but it used to be mine

- Cuenta con ello. - le había dicho a Jo al respecto de andar con cuidado. No tenía intenciones de perder. Me había costado mucho llegar a este punto. Muchisimos años, muchos puntos muertos y caminos sin salidas. En realidad, era una idea que hace unos años ni se me habria ocurrido tener.

No me sorprendió que Jo estuviese de acuerdo en que era correcto reunirnos aquí. Pero los de Ouroboros parecian adolecer de un sentimiento de elitismo y de estar por encima de todos, asi, de modo generalizado, aun sin darse cuenta ellos mismos, y parecia que habia que decirles por favor y gracias hasta en la diplomacia. Era como el acento, que ni te das cuenta que lo tienes.

Aun asi, eramos indudables aliados, así quería verlos.

- No...demasiado pronto para eso, Jo. - ella misma se habia dado cuenta. Aun no podiamos patrullar de la mano con ellos. Miré a Gelion cuando acusó de que lo usaron de cebo y me encogí de hombros. - Yo también te habría usado de cebo. - Capté la ironía y las ganas de jorobar a Arleen en ese comentario que me dijo a mi, pero no le di mucha importancia, si yo a ratos era borde, él lo era más. Bordes sinceros, todo había que decirlo.

- El ejército de la Alianza debe parecer fuerte. Tiene la logística, pero si de primeras se apoyan en los magos para la defensa de un proyecto, perderá credibilidad ante humanos. Debo seguir reclutando... - terminé la frase un poco para mi mismo, con un aire de cansancio. No era tarea facil. - Quien coño ha soltado a un trol ahi? Claro que habrán problemas. Los trol siempre dan problemas.

"habrá que pasarse a echar un ojo despues"

- Apoyo eso. Que Jo sea portavoz. Te apetece salir en la tele, Jo? - no era necesario, pero por ver su jeto, le lancé el reto. Volví a mirar a Arleen, que estaba casi tan blanca como su vestido ahora y se iba hacia la puerta. - Mándame al tal Fred. Hasta que no organicemos las escoltas y demos el anuncio, las obras siguen paradas.

Asentí con mi cabeza, indicándole que incluiriamos eso en el anuncio. Seguro que llamaba la atencion de mas de uno. Antes de que se fueran, llamé la atencion de Jo.
- Ah, Jo. La proxima vez...traeme una planta. Y buenas noticias. - me refería a Erika. Volví a revisar mi galeon, pero no había nada...estaba mudo totalmente.

Los dos Draven rechazaron mi propuesta, como era de esperar. Aún sabiendo que era una locura arrugué mi nariz porque era una pena, y la verdad dudaba bastante que esa falta de confianza cambiase en algún momento próximo.

De pronto Arleen soltó que yo fuese portavoz. Abrí los ojos bastante desubicada ¿portavoz? ¿de qué?¿del hospital?¿Qué?-Em...-Thalos también se unió y encima con lo de salir en la tele y sonreí algo incómoda, soltando una risilla mientras mostraba las palmas de mis manos en alto, a la altura de mi pecho, indicando así que frenasen el carro.--Creo que no soy quién para ello, es más, estaría bien que diesen la cara representantes más...altos. De ambos lados. Como muestra de colaboración formal.-Sugerí.

No me había dado cuenta de la extraña reacción de Arleen porque el tema de los trols había captado mi atención.-Oh, seguro que en eso podemos ayudar.Si...si queréis y si...bueno si Ouroboros quiere o si tenéis contacto con más magos-Comenté mirando a Thalos significativamente, porque suponía que él si que hablaba más con Johan o le había visto más veces que yo durante ese mes.-Estamos más acostumbrados a lidiar con trols¿verdad Arleen?-Fue entonces cuando capté esa mirada.

Apreté mis labios sin entender que estaba pasando o qué había pasado, mas allá de los desagradables comentarios de Gelion, que yo simplemente había ignorado. Pero me incorporé .-Su..supongo que podemos ir hablando de los detalles durante estos días.-Hice un gesto con la mano como restándole importancia sonriendo mientras seguía a la castaña, que ahora...ahora se ofrecía a pagar sueldos a diestro y siniestro. ¿Pero cuanto dinero tenía Arleen?.

Miré a Thalos que me llamaba alzando ambas cejas interrogativamente y después sonreí.-Seguro que sí. Cuidat...cuidaos.-Comenté a ambos dando un empujoncito a Arleen en la espalda, muy suave como diciendo que saliésemos ya de ahí.