Cuevas encantadas de Ávalon

Shyvanna dibujaba de pena, pero ....algo estaba haciendo. La fae hablaba muy poco y cuando lo hacia no se le entendia. Aunque pegó un leve respingo cuando ella comenzó a gritar.

El autómata de los desayunos consideró hecha su tarea y volvió con su dueño, Cath se metió en el cuarto con Gwen y el nigromante y Sofia se fueron.

Y nosotros no deberiamos tardar en ir con ellos. Wthyr subió para comprobar a que venian esos gritos y simplemente me encogí de hombros.

[Qué mas da que no sea de mi misma especie si ni he tenido tiempo de engendrarla, Wthyr? Abre tu mente! te digo que es mi hija...mágicamente hablando]

Le signé muy vehementemente. Luego me despedí de él con un abrazo. Hice un gesto a Shyvanna para que me acompañara, y junto con la fae, nos desaparecí rumbo a la parte superior de las cuevas.

Para cuando llegamos alli, encontré que ya habian retirado la piedra que bloqueaba la salida y el camino parecia ser seguro, asi que continuamos rumbo al bosque de Darwin.

Wthyr me miró con preocupación evidente y preguntó si me encontraba bien, sugiriendo si debía llamar al galeno. Negué con la cabeza, tratando de esbozar una mínima sonrisa que no llegó a mis ojos. -No he dormido mucho, eso es todo - respondí, aunque por dentro pensaba en lo fastidioso que era que mi estado fuera tan obvio.

Gio no me dirigió palabra aunque finalizó planes con Catherine y  simplemente se marchó. Le seguí con la mirada, preguntándome si íbamos a estar así mucho tiempo, en esta tensión constante e incómoda.

Procedí a seguir a Catherine, quedando finalmente a solas con ella. Sentí su presencia en mi mente, una conexión que siempre había sido tanto un consuelo como una carga. Apreté los labios, molesta por que de verdad fuese tan evidente, aunque sabía que era causa de preocupación.

-En Beltane, pero he pasado la noche en las cuevas -respondí con un suspiro. Aunque tampoco había servido de mucho. Al entrar en la habitación, escuché su pregunta. ¿Cómo podía ayudarme? Fui a responder lo obvio pero ella se encargó de negarme esa respuesta.

Suspiré de nuevo, sintiendo el peso de todo lo que no podía decir. Me tomé un momento para pensarlo, para buscar las palabras adecuadas en medio de la maraña de pensamientos y emociones que me asaltaban.-Cuidando de mi hermano -dije finalmente, mi voz suave pero cargada de una seriedad profunda. Observé con inquietud cómo escribía. -¿Tenéis alguna pista de hacia dónde os dirigís?-

Dado raíces 3 + (10-7) : 6

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'Dado (10)' :

Como Cath parecia tener tarea, Desmond y yo respetamos temporalmente su espacio cuando se metió a la habitacion de la Pendragon. Asi que nos quedamos a "solas" con nuestro querido cuñado. Digo a solas porque alli habia mucha mas gente, vaya que si habia gente.

Gente de mas, para mi gusto, pero de menos, para lo necesario en lo referente a tener una victoria asegurada.

- No sabemos donde fue a parar el cementerio Le Fay con toda la redistribución de las islas. Tenemos localizado el Cuartel de la Guardia de Ouroboros. Que no es seguro. Los jardines Dioscorides, que tampoco lo son. Y...el salon de té y la sauna....ese sitio está despejado. Asi que podría llevaros a un relajante paseo al salon de té. También está el agujero masivo de los dragones gigantes.

"no me la jugaria por ahi"

- Tendréis que elegir un camino a seguir. - le dije a Wthyr, muy tranquilamente. Ojala eligiera el agujero.

En algunos aspectos, Gwen era muy parecida a ella pero mientras Catherine pensaba que las reglas estaban - generalmente- para romperse y eso formaba una parte de su identidad, a Gwen le gustaba seguirlas. Le daba tranquilidad y un escudo. Un gran escudo.

-¿Por qué?- Preguntó con tranquilidad alzando brevemente la mirada para observarla a los ojos, allá ella si no se la sostenía pero Catherine estaba buscando contacto visual como…pocas veces en la vida -Te vi disfrutar Beltane. Eres una persona de tradición y cultura, sabes lo importante que es- Mencionó y mientras lo decía fue consciente del comentario de Giordano. Aquello le hizo fruncir suavemente el ceño -Joder, a mi me cambió la vida- Luego sonrió de lado, feliz.

“Wthyr, Gwen no está enferma. Tiene efectos secundarios de no celebrar Beltane. No sabía que había de eso…”

Bajó la mirada y le permitió un momento de respiro -Tienes muchas personas aquí que estarían dispuestas ayudarte. Yo no... Por favor, suficientes Pendragon he tenido en mi boca- No iba a mencionar a Gio porque si bien  estaba segura de que Gwen tenía algo por él, no parecía buen momento para presionarla -Peor hay...mujeres u hombres.  Y de todos los calibres…- Terminó de anotar lo que quería hacer cuando mencionó lo de cuidar a su hermano.

Catherine se incorporó -Con mi vida- Expresó y se acercó a ella  -Haré lo que esté en mis manos para que no acabes como yo- Asintió solemnemente para que supiera que era una promesa que le hacía. La observó intensamente cuando mencionó lo del cementerio. Sabía la estrategia que estaba usando, sabía las palabras que habían dirigido hacia ella ayer pero Catherine no era una mujer muy de delicadezas tampoco.

-Gwen… No te encuentras bien, tu cuerpo ya está batallando contra Charles y le estás poniendo otro peso encima. Sé que eres inteligente, sé que sabes que estás cometiendo un error en base a…¿Qué? No lo sé. Tienes tus reglas, tus creencias y no pienso meterme con ellas…- Dio un paso al frente con el ceño igual o aún más fruncido - Pero cuando empiezas a ser un problema en la atención de Wthyr y del resto de tus hermanos y la misión, ahí pongo YO  el límite porque no sólo te pones en peligro a ti, y a nosotros, pones en peligro a tus sobrinos y a mis hijos-

Inspiró profundamente  -Te haré la maldición que me has pedido pero si de aquí a una hora no has resuelto lo de Beltane, lanzaré otra que atará tu cuerpo a estas cuevas y no saldrás a ponernos a todos en peligro- Negó suavemente con la cabeza -Y no me juegues la carta que le diste al teniente sobre tu conocimiento porque, si quiero, puedo extraer  la información que necesite contra tu voluntad-

Esperó que comprendiera de dónde venía la dureza de sus palabras y se echó hacia atrás. Desplegó su báculo y trazó algunas runas en el piso en absoluto silencio, que sus palabras vagaran en la mente de Gwen. Cuando terminó de dibujarlo todo, le hizo un gesto para que pasara delante y se pusiera en el centro. Cuando lo hizo cerró los ojos momentáneamente para concentrarse y empezó a recitar las palabras que, en forma de runas, iban tatuandose en la piel de los brazos de Gwen, desde el centro de la palma ascendiendo por sus brazos para continuar por sus hombros, cuello y nuca, envolviendo el sello en otra capa protectora:

Si tu cuerpo, mente o alma entregares,
A fuerzas oscuras o a Charles Pendragon,
Caerás en sueño, profundo, sin pesares,
Sin sueños, ni molestias, ni lucha ni razón.

Un lecho de sombras te resguardará,
Cúpula protectora contra todo mal,
Invulnerable serás, nada te herirá,
Ningún daño podrá cruzar el umbral.

Aislada y segura, en calma permanecerás,
Solo el amor verdadero podrá tu sueño quebrar,
Sin estrés ni preocupación, en paz reposarás,
Hasta que quien te ame te logre despertar.

Solo quien no te desee daño podrá entrar,
Con un gesto de amor, el hechizo romper,
Y así, del letargo te hará retornar,
Libre de la presencia que te hizo caer.

Mi cabeza se ladeó ante la pregunta, entrecerrando los ojos al escuchar su explicación. No entendía las razones de Catherine para cuestionarme de esa manera, y me irritaba profundamente. Mantuve el contacto visual cuando ella lo hizo, sin desviar la mirada.

-Soy consciente de su importancia, pero te aseguro que tengo mis razones -comenté, dejando entrever mi irritación a pesar de su sonrisa. "Y no son de tu incumbencia", pensé, sin preocuparme si estaba usando su poder mental para escucharme. De hecho, yo lo estaba utilizando sin querer al pensar en ello, captando sus pensamientos hacia mi hermano. Desvié la mirada, molesta, aunque no dije nada al respecto.

Catherine continuó, exponiendo las diversas posibilidades que había tenido ante mí.-Mujeres y hombres con los que no deseo consumar Beltane, Catherine -aclaré con un tono que dejaba claro que quería zanjar el tema. Apenas me conocía, y no tenía idea de cómo solía manejar esas situaciones, siempre en la oscuridad del templo y en el anonimato.

Asentí cuando dijo que protegería a Wthyr, pero entrecerré los ojos un instante, sin comprender sus palabras.-¿Como tú? -pregunté sin dudar. Ignoró mi pregunta sobre el cementerio LeFay, y crucé los brazos mientras me explicaba cómo me sentía, adulando mi inteligencia pero señalando que erraba en algún punto. Alcé el mentón cuando mencionó que empezaba a resultar un problema.

-Wthyr sólo ha preguntado, y su corazón y sus acciones están pendientes de ti, no de nosotros -entorné los ojos, frustrada cuando dijo que los ponía en peligro.-Esto solo me atañe a mí, se pasará. -No era como si fuese a colapsar por no cumplir Beltane.

Al escuchar su amenaza sobre la segunda maldición, la observé incrédula, tensando la mandíbula. -¿Pretendes obligarme a follar sin quererlo yo? -alcé un poco el tono, sin llegar a gritar, pero evidenciando mi molestia, además de usando un lenguaje poco habitual en mi.- ¡Oh, pues hazlo! -Le di pie a que buscara en mis recuerdos para extraer información, un permiso muy real y muy de estar hasta las narices.

Catherine procedió a maldecirme, y cuando llegó a cierta parte, negué apretando los labios con molestia mientras desviaba la mirada. Maldita mujer malcriada que siempre tenía que salirse con la suya. Cuando terminó, cogí aire.-Más vale que empecéis a escribir esa segunda maldición -comenté antes de salir de la habitación, molesta con ella.

Subí las escaleras, cruzándome con mis hermanos.-Dice que Shyvanna está mal de la cabeza, pero es tu mujer la que no está cuerda -solté, muy irritada, pasando de largo para subir al siguiente piso en dirección a las cuevas, donde me reuniría con los otros descendientes. Al cruzarme con DaVinci, le lancé una mirada cargada de irritación, pero continué caminando. Sin embargo, paré a los pocos pasos y me giré.

-¿Qué narices le has dicho a Catherine? -espeté con molestia, rezumando un profundo cabreo en mi cuerpo además de todo lo anterior. Incluso mi ojo estaba algo encendido.

Raíces: 6 + (5-7) = 6

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'Dado (10)' :

Me quedé en la parte de la roca de las cuevas por la que habian salido Matvey y los demás, comprobando un rato con el radar que al salir ellos, no empezaran a aparecer presencias inesperadas. Un poco de vigilancia durante unos minutos no haría daño a nadie.

Fue en esas que llegó Gwen, con algo de retraso, su mala cara, y ademas mucha, mucha....enfado? irritacion?

"y ahora qué? si no le he hablado en toda la mañana"

Aunque pasó de mi, su furia repensada fue peor. Oh, Cath. Claro. Venia de hacer la maldicion con ella? Que le habia cascado Catherine ya?

"maldita sea esa maldita cotilla"

- No, qué te ha dicho Cath a ti? - le dije a la defensiva zarandeando el radar en su cara mientras la señalaba con el indice de la mano que lo sujetaba. Me acordé de la maldita encerrona de su hermano y Catherine, y lo del matrimonio ese concertado y lo otro de.... - Mira, no he tenido que decirle nada, porque al parecer soy demasiado evidente para ella, capisci? Y cuando me preguntan cosas en la cabeza pues... - hice un gesto indescriptible como indicandole que...era debil ante eso, se me escapaba. - Pero desde luego no le he dicho nada de lo de anoche. De lo que no pasó, por cierto..

"bueno, quiza...lo de que Beltane no tendria nada que ver...oh, y el puñetero prometimiento de mano que?"

- Quiza solo...

Sin embargo, me interrumpí al fijarme en el radar. Hice un doble check para comprobar que habian aparecido cosas nuevas en el radar. Me coloqué el yelmo y desplegué el bastón. Le enseñé el radar a Gwen para que comprendiera a qué venían mis prisas.

Mi ceño se frunció y alejé mi cuerpo ligeramente cuando Gio me respondió señalando, pero no di ni un paso atrás.-Me ha amenazado para que cumpla con Beltane o me atará a esta cueva.

La frustración se acumulaba en mi interior al pensar en lo inútil que me sentiría, esperando a que los sellos sucumbieran mientras los demás luchaban.

Froté mi rostro con una mano, exasperada tanto por sus palabras como por su debilidad ante la magia mental.-¿Y entonces por qué lo ha hecho? -solté con irritación. -¿Y por qué su maldición me sumerge en un sueño del que solo despertaré con un maldito gesto de amor verdadero? -continué, gesticulando más de lo necesario y con la voz más alterada de lo normal.

Mi ceño se frunció aún más.-¿Solo qué?- Gio no respondió, su atención se centró en su radar. Crucé mis brazos, insistiendo.-¿Solo qué, Gio?-

Finalmente, me mostró el radar y miré hacia el pasillo que daba al bosque. Volví mi mirada hacia él, ya muy preparado con el yelmo. Me acerqué y le empujé en el pecho con ambas manos, una sola vez.

-¡No! Tu grupo es el de Catherine. -Me aparté, aún molesta.-Y más vale que le quites esas ideas de la cabeza -añadí antes de salir de las cuevas.

Raíces 6 + (7-7) = 6

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'Dado (10)' :

No sabía cómo Cedric no estaba alucinando con eso de tener una hija así de repente, por mucho que fuese algún tipo de historia mágica.  - Ya, ya...es evidente que no es engendrada. Nunca había leído nada parecido. - pero si su hermano estaba conforme con cuidarla y protegerla pues perfecto. Le devolvió el abrazo antes de que se marchase con Shyvanna y les ordenó que tuviesen cuidado, recibiendo el mensaje mental de Catherine informándole de lo de Gwen. Un alivio en cierto modo, aunque le parecía bastante raro que le afectase tanto.

"¿Efectos secundarios por no completar Beltane? pero será porque ha sucedido aquí. Si hubiese sucedido fuera como mucho se habría quedado frustrada."

Estaba seguro de que por mucho que le dijesen no se iba a tomar bien la sugerencia de recargar energía al estilo de Beltane, así que tendría que recuperar energía de otro modo. Se centró de nuevo en Rhaegar y la información que le daba sobre los sitios a los que podían ir, donde las únicas opciones viables eran el salón de té ese y el agujero de dragones. Alzó la ceja el ver que le dejaba la elección a él, a pesar de que quien supuestamente se había movido más por allí era el propio Rhaegar. - Nosotros y a venimos de aquel lugar del agujero y siempre hay tiempo de regresar, así que probemos algo nuevo. Llévanos a ese salón. - le hizo un gesto para que le siguiesen, yendo a recopilar al resto de gente que tenía que marchar con él. Por el camino se topó con una cabreada Gwen, que a juzgar por sus palabras acababa de discutir con Catherine.  - ¿Qué te ha dicho? - preguntó con el ceño fruncido, aunque se lo imaginaba. Como pasó de largo no pudo enterarse de mucho más, así que siguió con el plan establecido. Llamó a Freyja para que dejase de dormir de una vez, hizo venir a Lucio y Vishous, y después se fue a por Catherine. Ella se encargó de dejar un par de elementales de sombras al cuidado de Neftis y Adael, y tras eso se marcharon de allí la comitiva al completo.

Luego de estar mirando a Adael, que a diferencia de ella no parecía muy por la labor de despertar, empezó a notar qué por alguna extraña razón se volvía... Pequeño.

Cosa que hizo que alzara las cejas con una profunda extrañeza pero... Por algún motivo no le importó tanto como cabría esperar.

Se sentía extrañamente... Despreocupada.

Y todavía aturdida la verdad, porque aún le constaba qué le habían dado una paliza.

Tanto así que no terminó de notar qué lo que sea que estuviera pasando también le había hecho algo a ella, por lo que cuando vió a un hombre entrar de repente a la habitación, solo señaló a Adael y dijo.

Creo que se volvió un niño...

Con su vocecita suave y aguda, antes de dejar salir un bostecito.

Y también procedería a seguirlo, era menos desastrosa cuando era niña y de por sí está algo triste también, así que no daría muchos problemas.

Y entonces escuchó a Shyvanna.

Ladeó la cabecita en confusión por unos segundos con lo que dijo.

¿Entonces yo también?...

Se miró durante un par de segundos las manitas, y sí, efectivamente, eran las de una niña, cosa que sin dudas le ha sorprendido.

... Bueno... Aún me duele un poco el cuerpo...

Pero nuevamente, siente que le ha importando mucho menos de lo que debería, pero ese hecho en sí mismo tampoco llamaba mucho su atención, así que no fue hasta que escuchó al rey hablar qué dió un saltito.

¿O-Oh...? E-Está bien, majestad...

Pero además de encogerse un poco ahí mismo, también procedería a hacer una pregunta.

Pero... ¿Qué me pasó? ¿Y al descendiente?... ¿Y donde estamos?

Ella ni siquiera entendía lo básico de la situación, había estado inconsiente casi todo ese tiempo, por eso ya se había despertado también...

Pero parece que no había tiempo para sus preguntas, en su lugar le dejaron con un par de elementales, así que simplemente decidió quedarse ahí quietecita... Es lo mejor que podría hacer.

- No puede amenazarte para que tengas sexo con alguien - le dije confuso. Que iba a hacer, encerrarla en una habitacion para que lo hiciera? - De verdad que no entiendo que tengan que meter las narices en todo esto. - me daba mucha, mucha vergüenza y lo hacía aun mas dificil todo.

Puse los ojos en blanco al oir la maldicion de Cath. Hasta solté una risa por lo bajo.

"Tipico Cath, si"

- Te está tomando el pelo, ha dicho amor verdadero, o amor romantico? Hay muchos amores verdaderos.

"SOLO NADA"

Me callé bien callado cuando insistió, indignado por su posterior empujón.

- Porque tu lo digas! - le respondí, tarde, cuando ella ya se habia marchado. Vale, si, lo pensé un rato. NO mucho rato. Ir con el equipo estipulado, o...joder, es que habian enemigos ahi directamente, y Gwen iba directa a ellos. Total, le habia dejado el automata medicalizado a Lucio. Iban con V, con Freyja, con Cath y Wthyr....estarían mas que de sobra bien.

Decidí ignorar a Gwen y sus ordenes, y me desaparecí de alli, rumbo al claro.
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exito- le hace caso a gwen
fallo - pasa de su orto

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'Probabilidad' :

Apareció en la sala del trono con todos los que habían salido del bosque de Darwin. Habían salido vivos, pero sí había tenido momentos en los que había temido por la vida de sus compañeros, y últimamente por la propia. Estaba tan aliviada de haber salido que, durante un instante, no sintió nada extraño. Solo un alivio profundo y felicidad con la que recibió a todos con una gran sonrisa.

Había estirado mucho sus poderes al sacar a todos de ahí en un solo intento, pero... sí, incluso lo prefería así, y lo habría escogido mil veces antes que quedarse en el bosque con todas las raíces, y todas las sensaciones del bosque arremolinándose sobre su piel. Su sonrisa comenzó a deshacerse cuando empezó a sentir como si todas sus heridas volvieran a abrirse; las del hombro, las que se habían cerrado ya en su costado y su espalda. Suponía que debía ser igual de desgarrador para el resto. No cuestionó lo que estaba pasando, era una de esas cosas que te enseñaban el primer día en la academia.

Rompió el círculo soltándose de la mano de Fred y desabrochó su capa mientras el hombro le protestaba.- Por favor cuidamos la ubicación secreta de este lugar, y absténganse de magia que pueda contactar con las raíces.- Como la de ella, claro que si...- Muchas gracias a todos por venir.- No sabía si la gente había dejado cosas en las habitaciones de arriba, pero si a todos les había pasado lo de la escisión por su culpa, era mejor decir.- Estamos bajo tierra. Arriba, subiendo por las escaleras, hay habitaciones con tinas de aguas curativas. Si gustan, pueden subir a lavar sus heridas mientras esperamos al otro grupo.- Miró a Arleen con una súplica y una sonrisa en los labios, para que comenzara por ella misma y luego hiciera las rondas con el resto.

Se acercó a una de las mesas cercanas para dejar encima su capa y llevarse las manos al hombro. Cerró los ojos un instante y deseó con todo corazón que estuviera bien. Curiosamente, comenzó a sentirse mejor, y para cuando abrió los ojos sus manos tenían un brillo verde que estaba quitándole el dolor. Sería la cosa de las habitaciones que le había dicho Cath el día anterior... y todo lo que habían dicho de que la magia no respondía igual. No cuestionó sus nuevos poderes curativos.

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'Dado (20)' :

Luego de lo ocurrido en los bosques y aprovechando que todo se había vuelto regularmente calmo, algunos de ellos se reunieron en una especie de retiro, reapareciendo en un lugar que en esos momentos desconocía y simplemente tuvo la sensatez de merodear por los alrededores recogiendo ciertos olores, siendo esa su forma de reconocer lugares y de que sus muy arraigados instintos le pedían.

El grupo comenzó a dispersarse alejándose un poco los unos de los otros cuando finalmente se soltaron de las manos. -No te preocupes, no queremos ningún problema en estos momentos.- Mustio a Sofía ante su advertencia y aunque no habían tenido muchos problemas allí, no sería para nada sensato revelar una de las ubicaciones que tienen como sitio seguro, de reunión e incluso hasta estrategia.

Frunció el ceño y alzó la vista cuando comenzó a hablar del lugar donde estaban, se había percatado antes del lugar en donde se encontraban, pero lo otro le aclaró un poco más el panorama y su ceño fruncido había sido más que nada por la mención de las aguas curativas. Sentía daño en su cuerpo y eso que aún no se metían de lleno en lo que sea que les esperaba, aunque el daño que sintió no eran más que algunos rasguños y arañazos de los que no se preocupaba, porque después de todo, sanaría a la brevedad.

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'Dado (10)' :

Hicimos huida de emergencia del claro del bosque. Pero Sofia quiso acaparar mucho, por lo visto, porque al desaparecer a tanta gente de golpe, algunos llegamos con heridas por culpa de escisiones multiples y variadas.

El lugar era extraño en si, una sala circular con un trono y una vidriera muy bonitas. Habia olores de toda clase alli, a musgo, a piedra, a sangre, a magia... pero tambien olía a comida. Hasta me rugieron las tripas.

Me froté las heridas notando la presencia del agua alli, y me acerqué a Ben y Mérida. No me fue dificil concentrar agua de las infiltraciones de las rocas, para conseguirme una esfera acuatica que usé para curar las heridas de mis brigadistas, allá donde las tuvieran, combinandolo con mi poder de sanación.

- Bueno, muy bonito el sitio, Sofia....pero que tal si nos vais explicando un poco de qué va todo esto? Cual es el plan? Amenazas? Esas cosas.

Atravesamos el portal la comitiva restante del bosque de Darwin. Todos, a excepcion de Matvey, las hermanas Pendragon y Cedric. Yo lo habia atravesado a regañadientes, pero entendia...que no podía ayudarla. Eso me frustraba sobremanera.

Solo cuando se cerró el portal y miré alrededor me di cuenta de toda la gente que habia acudido. Eran bastantes, y aun faltaban los dragones. Relajé mi respiración poco a poco, y me aparté de la gente (demasiada gente), que Sofia se encargara de las bienvenidas a los recien llegados al infierno.

Mei no tardó en venir detrás de mi, y recordé lo que me habia pedido anteriormente que habia ignorado deliberada y no tan deliberadamente...

- Si...si...la información...solo lo que yo te muestre....no hurgues eh...? Ya sabes que no me gusta que hurguen.... - antes de proceder, puso cara de estar escuchando algo.

La llevé conmigo a las cocinas, donde no habia nadie y ya me conocia el lugar ademas, asi tendriamos mas tranquilidad para "hablar"

- Te lo ha preguntado Cath? Aric me dijo "no te fies de Pendragon. De ninguno". Sinceramente, no sé si fiarme menos de los vikingos. En fin..... - sacudí las manos y me mentalicé, para pensar en todos los datos y sitios de importancia que debian conocer tanto Mei como los demás, solo tenia que dejar al margen conversaciones privadas y sesiones de tatuajes igualmente privadas.