Mazmorra. Pruebas día 3+4 (Lasaña) FINALIZADO

Las rejas de la mazmorra se abrieron para dar paso a la participante, cerrándose de manera estruendosa una vez que se adentra en el húmedo y verdoso túnel. Pronto el lugar empieza a cambiar, dando lugar a unas dunas en mitad del desierto.

A parte de eso, nada mas. Vacío absoluto, silencio, calor.... la nada.

Una ilusión de la descendiente Mei aparece al lado de Lasaña, contemplando el vacío desierto al lado de la dragona.

" Lasaña....debo reconocer que contigo esto es particularmente difícil. Buscar en tu pasado...qué pasado? Está casi tan vacío como este desierto. Al igual que tu futuro... " la descendiente observa a la dragona a los ojos, abarcando el desierto con un gesto de su mano."Siempre me he preguntado....que debes de sentir al saber que tu vida, tu destino, ha sido predeterminado por unos magos...por los del clan licaón, simplemente porque naciste el mismo dia que Altair. Por una tradición" la joven descendiente suspira. " Privada de elecciones, de opciones, por una tradicion de magos. "

Altair se materializó frente a nosotros, y observé la cara de la dragona, su expresion.
" Tu raza es muy noble, lo sabes. Crees que es justo lo que te hicieron? Tener que servir al clan de licaón, y no poder tener poder sobre tu propio futuro? "

El lugar se transformó en un mercado clandestino en mitad de unas montañas perdidas. Habían puestos de todos los tipos, donde se vendian ingredientes magicos prohibidos, trafico de criaturas magicas, de sus partes, de sus crias, vivas, muertas, disecadas, por piezas.... Y también habian huevos de dragon a la venta.

"Mmm. Pudo haber sido así" dije mientras un ascendiente de Altair compraba un huevo....

El escenario cambió de nuevo. Ahora estabamos en una alta montaña, cercanos a una cueva, el refugio de un dragón. La invité a caminar conmigo al interior.
"Han salido a cazar comida.... pronto serán padres. " dije refiriendome a los dragones que habitaban aquella cueva, que ahora no estaban. En el interior, habia un huevo de dragon. En ese momento, dos ladrones entraron, llevándose el huevo.
"O puede que fuese así...."

Mei suspiró.

"Debes encontrar un objeto que perteneció a la familia de Adael,  algo que puede venirte muy bien en lo que está por venir, si lo usas en su justa medida....pues también entraña su peligro para el usuario. Pero para poder obtenerlo, antes has de superar una prueba, y responderme correctamente"

Si la respuesta era correcta, la dragona podría continuar su camino hacia la reliquia.

Las palabras aparecieron grabadas en la roca de la pared del fondo de la cueva, un poema:


Si tienes que mirar para responder
Una vez más, es que ya
Nunca lo averiguarás,
Basta con saber que arriba volarás
Y asi quizá, lo encontrarás
Pero has de hacerlo al revés
De final a principio, del haz al envés
Solo fijándote aqui, mira tres veces al principio
Largo y alto
Oscuro, eso nunca
Solitario, eso siempre.

Entré con valía hacia mi siguiente prueba, directa al meollo sin asustarme si quiera por el estruendoso ruido que hizo la reja al caer detrás de mí. La humedad se podía cortar con un cuchillo y olía a moho, haciendo que se me arrugase un poco la nariz mientras andaba sin rumbo fijo. Conforme avanzaba la humedad y el olor se iban sustituyendo por una calor cada vez más abrumador, llegando a ser agobiante, y empezaba a vislumbrarse una luz al final.

Al llegar había un denso desierto, todo un mar de arena sin nada que lo estropease. Apareció la Descendiente de Confucio y rodé los ojos ante su comentario mientras miraba para otro lado, evitando verle la cara. Ante sus comentarios solo respondí con un “tsk”, estaba acostumbrada a ese tipo de comentarios por Zaphira, no le venía de nuevas.

”Con que una prueba mental eh… Debí haberlo imaginado. Pues si me vais a soltar lo mismo de siempre que sepáis que me da igual todo. Me gusta mi vida aunque no sea perfecta, he podido adaptarme ” Transmití en plural, debido a que no sabía si realmente me estaba refiriendo a Mei o si había más gente por enmedio en aquel control.

Al aparecer la imagen de Altaïr y decirme aquello me giré hacia la descendiente, dándole la espalda al otro. ”Yo no tengo que servir a nadie, Altaïr es mi compañero y me deja hacer lo que quiera ” Mentí mientras me volvía a girar, dando la espalda a ambos y mirando la inmensidad del desierto.

La imagen cambió, mostrando aquel mercado sacado de ningunaparte y otros escenarios que perfectamente podrían haber sido posibles, yo negaba con la cabeza intentando fijarme en el mínimo número de detalles posibles pero mi corazón latía con fuerza y mi respiración era agitada. Forzaba mi cerebro a ser consciente de que todo aquello era mentira, solo una ilusión con el fin de jugar con mi mente. Debía ser fuerte, resistir con todas mis fuerzas. Observé el huevo de aquellos dragones y apreté la mandíbula cerrando los ojos y los puños con fuerza, esperando que aquello pasara. Y así fue, todo pasó.

Empecé a respirar con tranquilidad y a relajarme, intentando memorizar el poema acertijo que me planteaba Mei. Comencé a andar mientras pensaba la respuesta, eso me ayudaba a pensar, pero cada vez que lo pensaba no era la solución. Me centré en la frase “Solo fijándote aquí, mira tres veces al principio”. Ahí debía haber una pista “¿Tres veces?¿El qué?¿Las letras?¿El principio de cada letra?¿SFA?¿Serían las siglas de algo?No podía ser, a ver con la primera letra ¿SOL?”

”¡Eso es! Sol, la respuesta es el sol”

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'Curación' :

"La adaptación está bien, Lasaña... pero una cosa es adaptarse...y otra resignarse. Debes mirar el camino que se extiende bajo tus propios pies, o tus propias alas....tu propio camino."

La dragona se mostraba a la defensiva, y Mei pensó que era porque aunque usase aquella fachada estoica, en el fondo, sentía que era cierto.

"Las peores mentiras son las que nos hacemos a nosotros mismos...."

Susurré cuando sentenció lo último acerca de hacer lo que ella quisiese. Observé atentamente sus reacciones siguientes, cómo negaba con la cabeza y cómo su cuerpo se tensaba. Sin duda, aquella situacion le afectaba, aquellas posibilidades...pero mostró el suficiente autocontrol como para no estallar ante aquello, aunque en realdidad, tampoco lo confrontó del todo.

"Sí, sabes perfectamente que es una ilusión. Pero pudo pasar. La realidad está ahi"

Estuve a punto de soltarle en su mente un "let it go" pero el torneo era mas serio que todo eso asi que proseguimos. No tardó mucho en averiguar el acertijo.

"Es correcto, el sol. Ahora...puedes seguir adelante"

La pared de la gruta en la que estaba escrito el acertijo se derrumbó, dando paso a un largo y ancho pasadizo hacia el interior de la montaña. Al final, se encontraba el objeto que le habia sido asignado. Pero antes tendria que sobrevivir a algo mas....

“Lis piiris mintiris sin lis qui nis hicimois i nisitris mismis” Pensé, sabiendo que la descendiente me escuchaba. No tenía habilidades para impedir que entrara en mi mente, ni de haberlas tenido podría haber impedido que una persona con sus capacidades entrase. Suspiré, rindiéndome ante todo aquello. Cansada mentalmente de esos juegos, casi había perdido la noción del tiempo cuando se abrió la puerta ante mí, símbolo de que la respuesta era correcta.

Empecé a andar, dirección a aquel objeto, cuando por el camino un fuerte sonido con un retumbo apareció detrás de mí, como si algo gigante hubiese caído de una gran altura detrás de mí, haciendo que diese un pequeño bote por el impacto. Me giré lentamente para ver que era y pude ver a un cervero como recién caído de arriba. Este, pese a la caída, no estaba confuso, más bien, estaba enfadado, y cada una de sus cabezas echaba espuma por la boca.

Empecé a correr hacia aquel objeto, era un libro al fondo que de tocarlo, sabía que me desaparecería de allí. Odiaba aquella situación, sabía que no era real, pero el terror estaba muy presente en mi cuerpo y estaba casi segura de que si ese monstruo me cogía el dolor iba a parecer terriblemente real. Intentaba transformarme en dragón para ir más rápida, pero ya me costaba bastante estado tan tranquila como para hacerlo así de repente y con el estrés de un cervero persiguiéndome. Un perro siendo la causa de mis problemas, qué irónico todo o qué bien preparado.

Como mucho conseguí tener algunas escamas doradas por varias zonas de mi cuerpo, pero muy lejos de una transformación completa dejé de intentarlo y me centré en correr como una desesperada. Casi podía sentir los hocicos de aquél perro gigante a punto de morder mi cabeza cuando toqué el libro y desaparecí de allí.

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'Dado opciones' : 8