Taller I+D

PS: 132 - 10 (Sangrado fuerte) = 122

Me mantuve sentada con la espalda contra la pared pensando de qué podría trabajar si la guerra acababa. La idea del circo me había gustado, las piruetas, las acrobacias y los vestuarios me encantaban.

Ya desde pequeña las artes circenses me cautivaron, pero tenía que pensar también en otras opciones laborales tal vez… bartender, aunque probablemente me bebería todo el alcohol y no quedaría nada para los clientes.

Me apoyé en la pared para poder incorporarme, aunque enseguida tuve que doblarme al toser sangre. El cuerpo me dolía inmensamente pero ya estaba de pié, luego simplemente me alejé caminando lentamente, porque cada movimiento era un suplicio, hasta dejar definitivamente el lugar.

El nuevo S.A.M cruzó las manos tras la espalda para adoptar una posición de neutralidad tras el golpe que hizo volar a Leila, ladeando después la cabeza para mirar a Victorya. Ninguna de las dos parecía tener intenciones de atacar de nuevo, por lo que asumió que habían captado el mensaje de no agredirse más. Inclinó un momento la cabeza hacia la mujer morena, que parecía ahora más educada que antes. - Parece que nuestras conversaciones serán más fructíferas a partir de ahora. Perfecto. El objetivo prioritario será la restauración del medio para que resulte apto para la vida y la convivencia de las diferentes especies, una colaboración que no pase necesariamente por la eliminación de aquellos no trascendidos. - resolvió de modo un tanto escueto mientras la iluminación de su cara variaba en intensidad. Luego reparó de neuvo en Leila, que parecía tener más preguntas.

- El deseo de una vida eterna es propio de los mortales, por lo que no es nuestro objetivo. Nosotros simplemente aprendimos sobre los más profundos anhelos de los seres humanos para después ofrecerles aquello que deseaban a costa de lo que fuese. - guardó silencio con lo del plan para acabar con la guerra de una vez por todas, haciendo un gesto con los brazos como abarcando a todos los presentes. - El plan era acabar con toda la humanidad, pues lleváis la guerra dentro. Terminar con la guerra sólo depende de vosotros. - todavía quedaban más curiosos con interrogantes, por lo que aguardó pacientemente a que Johan terminase. - Oh...no puedo asegurar que no vengan más. Envié parte de mi cuerpo al exterior al ver que no podía realizar conexión. De eso debéis encargaros vosotros. Los back up completos se realizan cada 15 días. Tenéis hasta entonces. No es necesario que me vigiléis, la señorita Miller me acompañará. - dicho esto comenzó a caminar hacia James, tomando a Sigrid de la mano para llevarla hacia él.  - Tenemos pendientes muchas conversaciones y reparaciones. Disculpen las molestias y sigan con su día. Gracias. - hizo un gesto con las manos como queriendo decir que se marchasen, que ahí ya no había nada que ver.

Me despisté momentáneamente de lo que estaba sucediendo al recibir el mensaje mental de Catherine pidiéndole que la mantuviese informada, por lo que le transmití telepáticamente que por aquí parecía todo controlado y que habían dejado de atacar, así que lo mismo harían los atacantes del otro lado. También le pedí que llevase a Nyara al hospital para así poder reunirme con ella allí. Tras eso volví a centrarme en la conversación que estaban teniendo con la máquina, escuchando con cierto escepticismo las palabras del androide trajeado al que tanto detestaba por todo lo que nos había hecho pasar. ¿Podían mentir los androides?

- Además de no atacar podías echar una mano para terminar con tu contraparte destructora. Esa sería la colaboración necesaria. - protesté hastiado por tanta palabrería, haciendo una mueca de dolor mientras volvía a llevarme la mano a la herida. Desvié la mirada hacia Giordano con un gesto de súplica ante el comentario de que podían volver a localizar la isla, esperando que actuasen rápido para poner en marcha los mecanismos que tuviesen para que no nos encontrasen más. No podíamos soportar otro asedio. - Quince días...más te vale no mentir y que todo esto sea cierto. - no era demasiado tiempo, puede que algunos ni se recuperasen a tiempo para poder ir a la que debería ser la última misión. Al menos habíamos logrado algo con meter el código. No había sido un fracaso completo, pero el precio a pagar había sido alto. Me dieron ganas de volver a atacarle cuando decidió que ya estaba, que aquí no había nada que ver y que nos moviésemos. S.A.M no se quedaba solo, y seguro que los Descendientes enviaban más vigilantes por si acaso. Aguantamos un poco más hasta que acudieron más soldados para quedarse en la vigilancia y con instrucciones, y después nos fuimos marchando todos del lugar, la mayoría con rumbo hacia el hospital porque habíamos acabado bastante hechos mierda.

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PS: 74

OFF: Salen del I+D TODOS los personajes y FIN del asedio a la isla

Tras irnos de casa de Sayid y demás, había acudido al taller con esperanzas de encontrar alli a nuestro invitado especial. Pero nuestro invitado especial era muy...independiente.... y no lo localicé.

Como la inspiración debe pillarte trabajando, eso me puse a hacer. Terminé los planos del loco peliazul que me habia asaltado la noche anterior, y avisé a mis dos aprendices en ese momento para que se pusieran a trabajar en la creación de la máquina, bajo mi supervisión. No avisé a Arleen por motivos obvios.

Estabamos en la sala de producción porque la nave iba a ser grande y requeria espacio. Los observaba trabajar un poco ido, corrigiendoles algunas cosas aqui y alla.

Me quedé pensativo viendo algo que no funcionaba como debería en el motor central, despues de que me avisaran de ello. La corriente de magia no circulaba como debiera y no se transmitia al resto de la maquina. Me colocqué las gafas protectoras y los guantes, trasteando por ahi para averiguar donde se detenia la energia.

Me llevaría largos minutos hasta localizarlo. Rediseñé sobre la marcha la distribución de los canales de magia y acoplé un segundo submotor, pero el problema es que ahora no cabían en el espacio destinado a ello y....

Estaba mirando al mostrenco que estabamos haciendo, con los ojos entornados, tamborileando con el pie en el suelo y mordiendome demasiado el labio inferior. Hasta que llegó el patronus de Shyvanna. Ni por un momento lo habia olvidado. Le respondí rapidamente, pensando que si tenia que ir a armas, me construiría un scudo-lanterna. Pero mejor.

Después del breve desayuno y la conversación explicando sobre cuáles eran algunos de los puntos que debía tratar con el descendiente de DaVinci, nos desaparecí hasta una de las plazas cercanas que había cerca del I+D, de esta forma podría tratar de focalizar las ideas que debía tener la rubia y cuál era el objetivo de lo que tenían entre manos. Había alguno más, oculto, pero aquel solo le concernía a Ixión. Si conseguía tratar bien a su señora, ganaría ciertos puntos, y con ello, cierto estatus en la corte.

Avanzaron por la plaza hasta entrar en el taller. Todavía llevaba a Shyvanna cogida del brazo, tal y como habíamos salido de la residencia Pendragon. Tal y como rezaba el patronus, el descendiente estaba allí, jugando con sus cachivaches. Carraspeé para llamarle la atención -Mi señor DaVinci, la señorita Shyvanna Pendragon ha acudido a su reunión, tal y como acordaron previamente- Añadió con una leve reverencia.

Desaparecerse le había parecido la cosa más arcaica del mundo, eficiente si pero…-Artamir- Suspiró un poco contrariada pero pronto se le pasó al ver el edificio delante de ella. Se acomodó un poco el sobretodo que llevaba ese día y fue consciente de que tenía aún la protección de las pantorrillas y que no había traído nada para anotar. Hizo un leve mueca, bueno Ixión podría acordarse de todo -¿Tienes memoria eidética?- Inquirió con curiosidad mientras empezaba a juguetear con la ropa de Ixión, su antebrazo, acariciando la tela con curiosidad.

Finalmente ingresaron y cuando llegaron donde estaba Giordano, Shyvanna se soltó en seguida de Ixión para acercarse a mirar todo el despliegue de cosas que había delante de sus narices. La curiosidad de pronto la golpeó con tanta fuerza que las preguntas saltaron la una a la otra sin siquiera poder decir una. Se quitó el sobretodo con mucha eficiencia y lo dejó caer en el piso para acercarse y empezar a mirarlo todo. Fue caminando en silencio, ignorando sin querer a los aprendices y a Giordano. Quizás estaba cruzando algún limite porque escuchó la vocecita de alguno llamarle la atención para que no tocara nada y se ganó un ceño fruncido con molestia -¿Qué es? …Parece…- Hizo una leve mueca y luego sonrió de lado -Oh por favor, una fiesta temática de piratas. Me muero de alegría… ¡En el cielo! ¡Surcando las nubes! ¿Puede volar? – Preguntó a un tipo con gafas al que no tardó en reconocer como Giordano -¡Esto es magnífico! – Aplaudió varias veces con una sonrisa de oreja a oreja y botando de energía y felicidad mientras cogía  a uno de los aprendices por los hombros para que la mirara -E incluso podremos jugar con vuestras espadas- Le guiñó un ojo antes de darle una palmada en el culo y dejarlo ir, intercambiando una mirada con Ixión en la que se lo comía con los ojos, terminó acercándose a Giordano -¿Cómo lo vas a llamar?

Volví al trabajo después de enviar aquel patronus, extendiendo un plano frente a mi y cambiando anotaciones de diseño aqui y allá para que el nuevo par motor cupiese adecuadamente y ninguna parte del navío se quedase sin energía. Con un gesto de mi mano, el plano voló hacia los aprendices, que se debían encargar de materializar los cambios. Había dejado, por supuesto, espacio para armamento. Estaba silencioso y poco comunicativo con mis alumnos, por no decir nada. No es que fuese hablador cuando trabajaba pero lo de hoy era cuanto menos llamativo. Pero es que odiaba no ser capaz de controlar todos los pensamientos a una, el bombardeo incesante que solo acallaba al crear.

Una voz me sacó de mi ensimismamiento, no reconocía el rostro asi de primeras pero la voz si, puesto que era la misma voz que me habia dado datos en las montañas durante la fiesta de los Pendragon. Miré a Ixión a través de las gafas de trabajo, evidentemente atando cabos. Y luego a Shyvanna, que rapidamente se distrajo y empezó a dar vueltas alrededor de lo que estabamos construyendo.

"por supuesto que ella vendría acompañada...."

A mi me habian dicho que lo estuviese, pero omití esa parte. Me retiré las gafas y las dejé sobre la mesa de trabajo.
- Claro que volará. Y navegará. Y podrá ir por tierra y bajo el mar, si me lo propongo. - por algun motivo la ilusion infantil de Shyvanna me hacia sentirme un poco mas orgulloso de lo que estaba creando. Como llamarlo... ? No lo habia pensado. - No suelo ponerle nombre a las cosas que hago.

Crucé mis brazos y me quedé mirando a mis dos... "invitados".
- A Wthyr le ha salido muy bien su jugada para quitarse de la chepa al clan de Lothbrok sin mancharse las manos, verdad? Dudo que en algun momento, en su sano juicio, el hombre pensara que Markus o yo accederiamos a un matrimonio para el cual no nos habia consultado o pedido permiso. He tenido tiempo para pensarlo. - dije bajando la mirada y limpiando con un movimiento de mi pie un poco de polvo del suelo, antes de volver a fijarme en ellos, distraido. - ¿Qué está permitido y qué no en ese duelo? Magia? Armas? Armas mágicas? Se puede matar?

Me pareció extraño que mentara a su dragón en ese momento, como si estuviera molesta, o decepcionada. Sabía de la conexión que los Pendragon creaban con sus dragones, pero aquello le había parecido demasiado extraño. Podría entender que necesitase al dragón para batallar, o cuando iban a conversaciones con enemigos, pero ahora mismo estaban en zona neutral y con su prometido, sin ir más lejos. Sonreí con cierta picardía cuando la noté jugar con mi antebrazo -Tengo muchas cosas que podrían satisfacerla, mi señora. Mas temo decirle que no, memoria eidética no. Pero en mi familia tenemos algunos trucos para expandir nuestra memoria mucho más allá- Si se le escapaba algún detalle podrían usar pensaderos, por ejemplo. Y siendo sincero, tampoco estaba seguro de qué memoria era esa, de modo que traté de escurrir el bulto como pudo.

Dejó a su señora hacer las cosas que quisiera hacer en la sala, permaneciendo él en el mismo punto, sin moverse. El descendiente de DaVinci no tardó en dar señales de vida, explicando el artefacto que estaba creando. No mostré especial interés en acercarme allí, aquello era trabajo de mi señora, lo que sí le pareció entender es que debía ser una máquina que iba a volar… y navegar ¿Un barco volador?. Se cruzó de brazos por delante del pecho, sin dejar de estirar la espalda. Estudió al italiano de arriba abajo. Whtyr no tenía mal gusto para elegir comprometidos para sus hermanas, al menos la rubia había tenido hasta suerte. No me importaría jugar a las espadas en el barco del descendiente, podrían jugar los tres, de hecho a los piratas. -Deberíamos hablar en un sitio más tranquilo-. Trató de señalar a DaVinci un sitio en algún rincón que no estuviera demasiado concurrido. No me gustaba que hubiera mirones a nuestro alrededor, de modo que usé el control mental para hacer que todos los trabajadores que estaban en ese taller estuvieran a lo suyo, sin reparar en nuestra conversación. Para ellos ahora mismo no había nada más interesante que su trabajo, si les preguntaban, siquiera recordarían la presencia de Shyvanna e Ixión allí, sería como un borrón en sus recuerdos.

Solucionado el problema de los mirores, prosiguió -Rechazar la mano de una de las primogénitas, bajo tejado amigo y durante un banquete, puede tacharse de traición. Estaría mal visto, a mi señor no le va a agradar su postura. Mas expondré sus motivaciones y la de su compañero al primogénito- Expliqué a DaVinci, tras ello, extendí la mano hacia Shyvanna, que en realidad no estaba allí para jugar, sino para negociar las condiciones del duelo. Carraspeé para llamarle la atención y recordarle qué estábamos haciendo allí, lo mismo ataba cabos -Las condiciones del duelo. Mi señora dijo que sería ella la que accedería a poner las normas del holmgang. Y dada la fraternidad que parece cursarse entre ambos, cree pertinente que la balanza pudiera ladearse hacia el lado que nos pueda beneficiar a todos… ¿Luchará usted mismo o ha elegido un campeón o campeona?-

De algún modo logré sobreviví a la batalla en la isla, descubriendo al despertar en el hospital que Collins también estaba allí  y que había estado muy grave. Me debatí entre la preocupación extrema por su estado y las ganas de pegarle en cuanto despertase porque quién le mandaba a él irse a una misión tan peligrosa. El resto de mi familia no estaba en el hospital, y eso podía ser una buena o mala señal. En cuanto pude moverme un poco pedí que me diesen el alta voluntaria, necesitaba salir y enterarme de qué había pasado. Busqué a mi esposa y a mis otros hijos en la habitación del edificio de refugiados, encontrando el lugar sin mucho problema porque estaban en la misma habitación de siempre, vigilada por un guardia. Por suerte ellos habían salido ilesos, la batalla no les había afectado. Al parecer no había terminado todo de manera definitiva, solo estábamos en la calma que precede a la tempestad.

Mi siguiente parada en orden de prioridades fue el taller, otra vez al maldito taller. Estaba hasta los cojones de todo, sólo quería acabar de una vez por todas con la amenaza de la inteligencia artificial que había puesto en jaque al mundo entero. Sólo quería marcharme de allí con mi familia, a un lugar seguro. Ya ni me importaba volver a ser Jefe de Estado de nada, si es que eso era posible. Ni siquiera me llenaba ya el ansia de venganza contra los magos, habían pasado demasiadas cosas por el camino.

Irrumpí en el lugar en el que Da Vinci solía estar trabajando, empujando las puertas con tal mala leche que suplía mi falta de fuerzas. En un rincón del taller encontré a la gente, dirigiéndome hacia allí con paso lento pero decidido. - Necesitamos armamento militar. Necesito un maldito avión de combate para reventarlo todo y hacer saltar por los aires de una vez a nuestro puto error. - resulta que el Descendiente no estaba solo, con él se encontraban un tipo moreno desconocido y una rubia que identifiqué como la familia esa pesada de los dragones y que no se llevaban muy allá con los de la isla. Movidas de magos.

La respuesta de Ixión hizo que arrastrara su mirada azul desde su brazo hasta su cuello, de allí a sus labios y de allí a sus ojos con curiosidad -Eso lo decido yo- Sentenció humedeciéndose los  labios. Pero pronto se vio excitada por todas las luces y cosas que estaban sucediendo en el taller. Sin duda, la expectativa crecía  con lo que le dijo que podría ir por todos lados -Un todo terreno. Exactamente como me gustan- Le soltó, guiñándole un ojo antes de sorprenderse por su respuesta al nombre -¿A qué te refieres? Toda gran creación tiene que ser bautizada. ¿Es para ti? ¿Te quedaste con ganas de montar dragonesy aprender a volar?- Una sonrisa pícara se deslizó por sus labios antes de dar una vuelta sobre sí misma, encantada de la vida y empezar a alejarse hacia el otro lado de donde estaban Ixión y Giordano. Ella quería seguir viendo. Habían demasiadas cosas sucediendo y las máquinas le llamaban mucho la atención. ¿Podría ella ayudar? Lo dudaba. Sus habilidades no tenían nada que ver -Pero si se lastiman… - Eso sería interesante. Miró a los chicos que de pronto dejaron de prestarle atención a la magnanimidad atractiva de su cuerpo esculpido por los dioses benevolentes de la lujuria y el erotismo, lo tomó como una ofensa; evidentemente.

-Oh…Tú…y yo…- Tomó su dedo índice y lo pegó con el otro haciendo una muequita -Tristemente, puede ser muy peligroso, Giordano DaVinci- Miró la mano de Ixión mientras carraspeaba llamándole la atención y entrecerró los ojos, carraspéandole de vuelta, porque a perra terca nadie le ganaba. No iba a ir porque él la llamara. Iba a gritar desde donde estaba -Mírate….Mírame…- Dijo apretándose las caderas mientras se observaba en una imagen reflectante -Nuestros hijos serían una obra maestra de poder, ingenio y belleza- Movió suavemente el cuerpo y soltó una risita -Y encima no les pondrías nombre. Vergüenza debería darte- Tras eso las preguntas de Giordano sobre el duelo hicieron que Ixión empezara con la teoría y aquello le interesaba, porque quería que pateara a Viggo en las pelotas.

Se acercó a ellos con más seriedad y miró a Giordano con una sonrisa -Está permitido lo que yo diga que está permitido. Pero en cualquiera de los dos ámbitos, si Viggo pelea como Alric, es un buen rival. En cuanto a matar…Puedo dejarlo en la primera sangre. Eso lo dejará tranquilo…En fin…Eso…- Dijo haciendo énfasis en la pregunta de Ixión sobre si pelearía él o un campeón pero entonces llegó un rubio con mala hostia. ¿No era divino? A Shyvanna se le aflojaron las rodillas y empezó a moverse detrás de Giordano, hacia donde estaba dirigida la mirada del rubio y lo observó como quien observa a su próxima presa. Agarró de los hombros a Giordano para apoyar su barbilla en su hombro y le sonrió al hombre a quien reconoció como humano por lo que estaba solicitando -¿Por qué armamento militar cuando tenemos dragones? ¿Quieres que te muestre lo que puede hacer una?- Inquirió con la mirada brillante de expectativa mientras sonreía perversamente. No podía soportar la cantidad de testosterona reunida. Pasó la mirada a Ixión un momento y sonrió de lado -Me montaría una orgía ahora mismo ¿Tú, no?- Le susurró a Giordano en el oído antes de apretarle los hombros con suavidad, sabía que no iba a responderle. Se alejó de él para ponerse al lado de Ixión, sin duda, iba a necesitar volver en su dragón.

Estudié a Ixion del mismo modo. Un tipo alto, de aspecto mediterráneo. Algo me decía que me anduviese con cuidado. Sitio más tranquilo?

- Este lugar está bien. Mis aprendices te preocupan? - los miré, se habian ido a la otra punta de la nave a trabajar realizando unas soldaduras. Aquello los mantendría ocupados. Echaba de menos a Arleen allí. Encogí los hombros. Supuse que Ixion no debia preocuparse mas  de ellos, totalmente ajeno a su truquito mental....y yo pensando que estaban entregados a su trabajo como nunca.

Hice un gesto con mis manos, una "T", de tiempo muerto, y luego las agité rapido para indicarle a Ixion que se callara.
- Perdona, quien has dicho que eres tú? - no nos habian presentado en realdidad, o si? lo habia olvidado? - No, no expongas nada ante Wthyr. No necesito representantes, no quiero intermediarios, lo que tenga que decir sobre el matrimonio que se ha inventado, se lo expresaré yo mismo.

Desvié la mirada hacia Shyvanna, no habia dando con el androide así que...
- Lo haré yo mismo. - ay...otra vez esa frase. Me sentía un adolescente intentando demostrar lo independiente que podía ser. Uf, que chungo, no?

Shyvanna estaba distraida con la nave y lo peor es que me distraía a mi tambien.
- A veces las grandes obras sabes que son grandes porque es el resto del mundo quien las nombra, no el creador. Podría llamarlo Leviatán. - me rasqué la barbilla. Muy destructivo. - Que lo nombren sus futuros dueños. No es para mi. No puede ser manejado por solo uno.

La miré por aquella insinuacion tan evidente acerca de montar dragones y aprender a volar.
- Yo ya se volar, señorita....y sobre lo de montar dragones... - retiré mi mano de la barbilla que habia estado rascando de modo pensativo, miré hacia abajo hacia ella y luego hacia su cara de nuevo,  y alcé un hombro, en un gesto curioso.  - Oh, lo sé, nos saldrían unas criaturas dignas de poemas.

Las siguientes palabras de la rubia me sacaron un peso de encima.
- En fuerza es evidente que me supera, se ve de un vistazo. Se manejar una espada pero pfff. Si se permiten armas magicas, no tendré problema. -ya está, asunto arreglado. - Cual es la especialidad de Viggo? Cuando lo derrote, lo obligaré a disculparse ante tí y a retirar sus palabras sobre el Consejo.

Un ruido de puertas me sacó de mi conversacion con aquellos dos, y apareció Eamon O'Conell ahi de la nada. Exigiendo cosas. Lo miré de arriba abajo, me quedé en silencio, pensativo, evaluando su petición.
- No. No voy a darte armas a ti. Sientate tranquilo, tómate un té y observa como terminamos de arreglar vuestro error. - la nave que estaba haciendo iba a ser una especie de buque de guerra, si. Pero con magia, y a base de magia.

"Sin embargo, si las coordenadas aplican el efecto que sospecho...."

Mi ceño se frunció mientras no miraba a nadie. Si, quiza necesitasemos jugar en su liga...y no teniamos nada. Pero jugar solo en su liga? Seria combatirle con armas paleoliticas. No sería mejor contrarrestar el efecto de aquellas zonas? Lo habia visto ocurrir en Turín... de momento el susurro de Shyvanna en mi oreja me hizo pegar un bote y volver a la realidad. Me habia dicho que nos montasemos una orgia? No me lo habia imaginado, verdad? Se retiró de mis espaldas volviendo con Ixion, y yo me quedé perplejo perdido, repasando mentalmente las palabras de la chica.

Me quité los guantes de cuero y el delantal de trabajo, quendandome solo con la camisa, y me acerqué al ministro, ex ministro, estorbo, lo que fuera.
- Estamos en mitad de algo privado, te largas?

Seguí con la mirada a Shyvanna sin moverme mucho del sitio, ni cambiar de posición. Todas aquellas lucecitas y cachivaches estaban despistando (más) a la Pendragon, de modo que supuso que aquella conversación se iba a alargar mucho más de lo que esperaba en un principio. Tuvo que sostener un largo suspiro porque aquel no era el espacio ni el lugar para denostar cualquier gesto fuera de lugar -Molestan si pueden entorpecer de cualquier manera la conversación- Respondí de una forma bastante cortante al Descendiente con el tema de una zona más privada. En realidad no le molestaba que estuvieran trabajando allí, sino que puedan enterarse de la conversación que debíamos entablar para salvar el pellejo del italiano, o que puedan ir por el resto de la isla hablando de las conspiraciones. Al menos con el truco de control estarían demasiado entretenidos durante un largo periodo de tiempo… y a la Pendragon también.

-Ixión de Hipatia, señor. En nombre de mi señora Shyvanna Pendragon- Respondí con una leve reverencia hacia el Descendiente, a modo de presentación. Era curioso que nosotros supiéramos perfectamente quiénes eran ellos, y sin embargo ellos no tuvieran ni idea de quiénes éramos los demás. Añadí una mueca por aquella impertinencia de que sería él mismo el que rechazara el matrimonio. Muy inteliegente no debía de ser, a pesar de lo que pintan, si cree que no iría a contarle a mi señor lo que planeaba Gionardo sobre el “matrimonio inventado”. Muy ufano se mostraba el descendiente. Obvié los coqueteos, pero no los menosprecié.

Shyvanna comenzó a presentar cuáles podrían ser las normas de la batalla. De todo aquello hubo un dato que parecía habérsele olvidado al italiano -Se entiende que será usted y no un campeón el que tomará parte del duelo- Estudié al italiano, tratando de recordar a los Lothbrock. Dudaba que Viggo eligiese a una persona que no fuera él para luchar, le podía su ego. -Si luchan en las montañas, tampoco tendrá nada que hacer. Había que buscar un espacio … neutral. Si mi señora elige una zona que sea demasiado cercana al descendiente de DaVinci, se notará qué es lo que pretende. Y hay que ser más…. Sutil- Expuse a Shyvanna que tampoco podía notársele mucho que nuestras intenciones era que el italiano ganara la contienda. Sin embargo la conversación fue interrumpida por la aparición de un impertinente hombre rubio, de buen porte. Ixión se retiró a un lado, apretando las muelas. Pensando, precisamente, aquello que verbalizó el italiano, ¿por qué no se iba por donde habría venido?

La reunión de maguchos me exasperaba, quería respuestas rápidas para lo que teníamos que hacer. Eché una mirada de mala hostia a la rubia, aunque debía reconocer que su atractivo no se me pasó por alto. Superaba a muchas de las zorras de las orgías mágicas del burdel. Además, odiaba a esos putos lagartos gigantes con alas. Me daban asco desde que tuve el traidor aquel en la Alianza que resultó tirarse a un androide. Todo altamente desagradable.
- Porque el armamento militar no es del Cretácico como lo son tus dragones, ¿comprendes, Miss Draconian Love? - respondí en tono borde e irónico, negando a lo de mostrarme lo que podía hacer una. - Otro día, tengo la agenda llena. - me dieron ganas de estrangular a Giordano cuando me respondió que no iba a darme armas, y yo poco podía hacer para obligarle. Su tonito de condescendencia me jodió y reavivó la mala leche con la que había entrado. El tipejo estaba trabajando en algo y no me quería incluir.

- Sé pilotar un avión de combate, para tu información. Aquí no tenéis a gente con ese perfil. ¿No queríais colaborar con nosotros? ¿o es todo para colgaros vosotros las medallitas? A mi eso me da igual, sólo estoy hasta los cojones de la situación y quiero actuar ya. No hay ningún plan maquiavélico de por medio, si es lo que piensas. Estoy siendo sincero como pocas veces en mi vida. - el tercero en discordia no abrió el pico, pero mejor para mí. Bastante había con el ego de Giordano y sus asuntos privados. - Piénsalo. Necesitamos una flota o algo que los contrarreste en su terreno. Me iré ahora, pero volveré mañana, y al otro, y al otro.

Escuchó de fondo algo sobre los aprendices pero no prestó mucha atención y luego Giordano preguntó quien era Ixión, Shyvanna hizo una mueca con los labios porque se había olvidado de presentarlo. Detalles…Pero es que había una obra grandiosa ante sus ojos, desarrollándose, desde la base e iba a ser algo inmenso…Era TOTALMENTE NORMAL que se olvidara del protocolo.

-Quiero estar ahí…- Soltó cogiéndose un mechón de pelo y mirándose las puntas -Cuando hables con Wthyr- Más que nada porque si Giordano metía la pata…Ella intentaría acomodarlo. Temía lo que Wthyr podía hacer si Da Vinci, sin querer, lo insultaba. Asintió con suavidad cuando dijo que lo haría él mismo -Vale- No quedaba nada más por decir. Ella se había ofrecido. Quizás si quería probar su valía.

-Leviatán… No, necesita algo más grandioso. El leviatán podrá gobernar los mares pero nunca el cielo o la tierra- Indicó llevándose las manos a la cintura, en jarras, mientras contemplaba la majestuosa construcción. Realmente no tenía idea pero cerró los ojos y buscó entre todas las palabras que conocía. Simplemente, se concentró en alejar todos los sonidos por un momento -Edoc’Sil- Murmuró mientras abría los ojos y luego miró a Giordano contenta consigo misma y sonriendo ampliamente -Inconquistable-

Entonces escuchó eso de que ya sabía volar y sonrió de lado, con ternurita -¿Pero sabes hacerlo glorioso?- Preguntó alzando las cejas varias veces antes de reírse un poco, cosa que se detuvo un momento al ver su gesto curioso. Parpadeó confundida. ¿Acaso Giordano no la había rechazado amablemente? Frunció el ceño cuando soltó lo de las criaturas, asintió brevemente y después miró a Ixión con confusión. Él había dicho que Giordano, evidentemente, no quería casarse con ella. Eso era… Era sólo curiosidad de la buena. Quizás. Se puso nerviosa de pronto y dejó de menearse y merodear por ahí.

-De acuerdo. Armas mágicas, primera sangre- Lo de la especialidad de Viggo hizo que mirara a Giordano a los ojos y por primera vez en mucho tiempo hubo miedo -La guerra- Murmuró y luego dejó escapar el aire -Está especializado en  la guerra. Familiarizado con cualquier arma. Tiene un modo berseker aunque no creo que lo desarrolle si lo dejo en primera sangre. Pero tienes que tener cuidado con lo que vayas a elegir de arma Giordano, porque podría hacer que le obedezca. Creo...que sería sólo lo considerado arma en sí, una espada, un hacha pero no me fío- Hizo una mueca y después miró hacia arriba, no hacia el barco, sino hacia el techo tratando de hacer memoria -Mientras más tiempo dure el duelo más poderoso se volverá, así que seguramente querrá alargarlo mucho porque es un imbécil. Agh… Cuando se disculpe ante mí y ante el Consejo, oblígalo a ponerse de rodillas con la frente en el piso- Se llevó una mano a la sien, pensando en lo bien que se verían sus tripas regadas por el suelo. Artamir se daría un festin. Pero sobreviviría con aquello, verlo humillado. Analizó lo que dijo Ixion haciendo una pequeña mueca -Quizás en el patio de armas del castillo. Sigue siendo nuestro "territorio" pero está en la isla. Así Giordano puede tener el apoyo de sus amigos- Sentenció Shyvanna -¿Algo más?

Gracias a sus antepasados, llegó el rubio divino que la admiró reconociendo su belleza pese a esa horrible miradita que le lanzó -Me gusta ese título pero la próxima vez que insultes a mis dragones te cortaré la lengua- Dijo con una sonrisita pues, sin duda, tanta belleza junta ya la había puesto de mejor humor. Giordano tampoco fue muy amable y le hizo gracia que respingara con tanta fuerza cuando le susurró aquello. Le miró arqueando una ceja y finalmente se puso detrás de Ixión para poder observarlo como antes había hecho con Eamon. Apoyó en el mentón en el hombro del moreno mientras oía al humano y a Giordano hablar. Bueno, el segundo lo echaba -Pero es él el que convierte el trío en orgía ¿Por qué lo echas?- Preguntó aparentando confusión mientras alzaba un poco la cabeza y acariciaba el cuello de Ixión con la punta de la nariz antes de llegar hasta su oreja y mordisquear su lóbulo un instante para luego ronronear -Estoy segura de que Ixión se nos une...Y así me enseñas qué tan bien sabes volar, Da Vinci- Batió las pestañas antes de recordar algo con lo que había estado  jugando. No sabría si sería capaz de hacerlo con los tres pero empezó a usar su magia de sangre para redirigirla hacia la zona sur de los tres caballeros sin dejar de mirar a los ojos de Giordano, sólo para descubrir su reacción.  Seguramente, el linaje Pendragon entero la regañaría. Pero ... ¿Quién sabía? En cuatro días podía estar casándose con Viggo. O no.

OFF: Lanzo dado de opciones para ver su nivel de éxito.
8. Bastante bien Shy! Así que los tres caballeros bajo efecto de la magia de Shyvanna empiezan a notar algo interesante en sus pantalones. Si quereis podeis lanzar otro dado de opciones, llamemoslo....Voluntad (?

El miembro 'Shyvanna Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado opciones' : 8

- Para vigilar que no insulte a tu hermano? - pregunté a Shyvanna por eso de querer estar presente en mi entrevista con W. - Inconquistable? es tan arriesgado como llamar Invencible a tu armada...ya sabes.

Ella explicó sobre las cosas del duelo... la guerra su especialidad, vale, pero esto no es guerra, es un duelo. No alargarlo, mejor no armas blancas simples pues le obedecen... el patio de armas. - Nada más.

Mi cabeza vagabundeó entre las palabras de Ixión y el trajín de mi taller. No respondí, apoyé el culo en mi mesa llena de planos y tazas de café vacías, mirandolo a través de unos ojos oscurecidos por las ojeras.

Rezumaba orgullo y desdén hacia mis procederes. El orgullo es peligroso y caprichoso, tendría que tener cuidado con sus garras si no queria acabar del mismo modo.

"Hipatia....Grecia. El Linaje de Hipatia....Sayid seguramente valore esa información"

Me quedé mirando a la nada mientras Ixion hablaba sobre territorio, la isla entera era hogar mio...podria adaptarme. Me dio un tic al oir a Eamon replicarme, ese hombre no iba a callar?

- Escúchame Eamon podría pilotar un puñetero avión a distancia si hiciera falta, solo con pensarlo. Y no soy el único. - Belle Simon podría. Me detuve subitamente, con el indice en alto, una idea habia cruzado mi cabeza de modo repentino y mi gesto de mala leche quedó sustituido por uno de asombro. - Oh...claro....

"no...pero...."

Luego negué rapidamente con la cabeza, volviendo a centrarme en Eamon.
- Se os acusa de crimenes de guerra, no puedo ir dandote armamento militar, en que me convierte eso? Si quieres estar en el ultimo ataque lo habrá de ver el Consejo entero y en ese caso, no te dejaré tampoco ir de manos vacías cual cero a la izquierda.... oh dios santo, sueno tan repelente cuando hablo asi.... blegh - saqué la lengua en una arcada provocada por tanto....tanta diplomacia por mi parte.

Shyvanna siguió coqueteando y yo fui consciente de una excitación que al principio crei que era por la idea que se me habia ocurrido, pero la verdad nunca habia causado que se me.....bueno, joder, que era muy evidente a traves del pantalon! Ademas ella me estaba mirando despues de soltar eso de a ver como de bien sabía volar. Se me subieron los colores , sonreí con estrés y ladeé la cabeza, aun apoyado de aquel modo sobre la mesa con las manos a los lados (una cogió una taza de café vacia, por hacer algo). Perder la gracia? Eso nunca.
- Vale, algo ha izado la vela mayor de mi navío y no ha sido mi cabeza. - bajé la barbilla mirando a la rubia. Aquella presión en mis pantalones era tirando a incómoda y dolorosa.

Hubo poco que añadir al tema de cómo justificar ante Wthyr la no boda. El italiano no quería representantes y sería él mismo quien se lo diría. Y con Shyvanna delante. Estupendo. No había razón para refutar todo aquello. Pero, a pesar de todo aquello, debía informar a su señor. Lo haría más adelante. Tampoco prestó especial interés al tema de nominar la máquina que andaba fabricando el italiano, sencillamente, era una tartana más. Hubo un par de cruces de palabras más, con ciertas insinuaciones por parte de la rubia y menosprecio por parte del italiano a la fuerza dragón. Dragones… todo se resumía en aquellos. Pero si tuviera que apostar por alguno de los dos quizás se quedaba con la opción de montar un dragón, o a su jinete, claro.

-Posee entrenamiento riguroso. Cuanto más cansado esté usted, más fuerza tendrá Viggo- Le recordó Ixión a Giordano. Ese era uno de los puntos fuertes del vikingo. -Pero cuanto más grandes son, más pesados caen y más lentos se mueven- Alzó las cejas, esperando que entendiera la sutileza de lo que le acababa de decir. Viggo es un brabucón, pero no se caracterizaba por su rapidez, sino por su fuerza bruta. Porque el tema del campeón fue deliberadamente ignorado, entendiendo que, se encargará él mismo también del asunto, tal y como había dicho anteriormente. Trató de hacer memoria si consideraba que se les estaba pasando algo por alto, pero alguien vino directamente a importunarlos. Estudió de arriba abajo al muggle, con bastante desidia. Ya se habían dicho anteriormente las palabras necesarias, e Ixión no consideraba que la conversación de Viggo tuviese que interesar a Eamon, el cual venía con aires presuntuosos para solicitar armamento. Armamento que podría poner en contra de los magos. No dijo nada a la afrenta, pero sería informada y Shyvanna fue capaz de responder muy bien ella solita.

Dirigió la mirada al rubio cuando expresaba sus planes, pudiendo ver en sus pensamientos si aquello era veraz o no y había planes más oscuros que no nos quería contar. No quitó la mirada del muggle en ningún momento, estudiándole las intenciones, mientras la rubia se contoneaba entre los tres, al parecer bastante molesta porque el Giordano echara al ministro. “Porque sobra” quiso responderle, pero se mordió la lengua. Estaba claro que las relaciones entre ciertos miembros del Consejo y los muggles no eran las mejores del mundo.

En algún momento comencé a notar una presión en el pantalón bastante incómoda. Suspiré para tratar de mirar a otro lado y concentrarme mentalmente para que aquello bajara por sus medios. Miré a mi alrededor, y parecía que el italiano también se alegraba de nuestra presencia, aunque en su caso parecía sonrojarse e incomodarse, y el rubio parecía también querer jugar a los espadachines. Me quité la chaqueta para atarla a mi cintura, y dejar caer las mangas por encima del miembro, que se marcaba claramente por encima del pantalón de deporte. Debí resistirme para no responder a aquel comentario de la vela mayor, armamento que no me hubiese importado ver desenfundado. Si no me controlaba la excitación sería de verdad y no provocada, y el corazón ya estaba empezando a acelerarse... Carraspeé con toda la dignidad que la situación permitía, tratando de parecer lo más impasible, apretando las muelas. -Shyvanna…- “Se me está bajando la sangre a otro sitio y ya no puedo pensar con claridad” Quise decirle, pero no podía hablar de ese modo a mi señora, sencillamente le dirigí una mirada que hablaba por sí misma.

Aunque... Dirigí una última mirada a Giordano y no fue precisamente sutil, cruzándome de brazos por delante del pecho, luego volví a mirar a Shyvanna. Bendita sea Italia, pasando la punta de la lengua por el contorno de los dientes. -¿Y si nos tomamos un descanso antes de seguir con el trabajo?-

AM a Eamon: 13 dados + 10 habilidad = 23

El miembro 'Ixión de Hipatia' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Mágico' :

La rubia le tenía tal devoción a sus dragones que no dudó en amenazarme por decir que eran criaturas de lo más arcaicas. Era la verdad, le gustase o no. - Creo que un dragón no va a llorar porque un simple humano como yo les llame viejos. De lo contrario tendría muy mal concepto de esa raza. - recordé también a la dragona que tuvimos en los campos, la misma que luego jodió aquella fiesta en la que estábamos Blair y yo. Definitivamente, no soportaba a los dragones. Pensé mujer estaba cachondeándose del resto cuando dijo eso de la orgía, no sabía si estaba de broma o de verdad quería algo más. Hice una mueca de confusión por aquello, escuchando después la repelente réplica de Da Vinci. Solté un sonido irónico, no me lo creía.

- Claro, ahora resulta que vosotros sabéis hacer de todo, hasta pilotar aviones

"qué asco dan, en serio"

- Sí, sí...los malditos crímenes de guerra. Como si los demás fueseis unos santos. En fin... - resoplé exasperado, haciendo un esfuerzo por convencerle. - Pues que lo vea el resto del Consejo si no te fías. No voy a usar un avión para atacaros porque el objetivo no es ese, es la puta máquina. Es obvio que sería estúpido por mi parte hacer ese movimiento. Y sobre los crímenes de guerra...¿acaso vais a juzgarme vosotros por lo que hice allí abajo? ¿sois el nuevo orden mundial que va a juzgarlo todo? no tenéis poder fuera de aquí, así que relax. Estamos en el mismo barco- en ese momento noté una sensación muy extraña en la cabeza, como si me doliese de manera repentina y tuviese que esforzarme en mantener la concentración sobre lo que estaba diciendo. Acabé cansado tras unos segundos tratando de lidiar con eso, aunque no tuviese ni idea de lo que era. Tras eso vino algo aún más extraño. La presión de la cabeza se fue directamente a mis pantalones, algo que no tenía ni pies ni cabeza a pesar de que me hubiese parecido guapa la fan de los dragones. No me apetecía que los otros lo notasen, así que agarré unos papeles cualquiera que había por ahí para ponerlos delante. Al parecer no era el único al que le estaba pasando eso. La "vela mayor" de Giordano también había reaccionado, y el otro pronunció el nombre de la joven de manera muy sospechosa. Eso tenía que ser cosa de la bruja, que estaba jugando con nosotros. - Vamos, no me jodas. - farfullé tirando los papeles al suelo porque ya daba igual que lo notase. - ¿Esto es cosa tuya? ¿así te montas las orgías? - solté un sonido de cabreo, era yo quien solía manejar las situaciones. - Paso de esos dos. - señalé a los dos tipos, no tenía ese tipo de gustos, y a decir verdad estaba enfadado porque yo no había venido a eso. Señalé a Giordano de manera agresiva. - ¡Díselo al Consejo, cuanto más tardemos en prepararnos será peor! - Me di media vuelta para largarme de allí dando un portazo, harto de perder el tiempo con ese grupo.


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def. F: 30+27= 57, sorry, Ixión

El miembro 'Éamon O'Connell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Física' :