Calles de Bastion Hollow

El miembro 'Benjamin Red' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Mágico' :


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#2 'Defensa Mágica' :

Habia sobrevolado el bosque velozmente en mi forma de urraca, y luego la cienaga, alli ya vi rastros de la batalla pero pasé rapidamente a calles. Me cagué en todo (no literalmente) al ver a los dragones volando, y a los aviones, y a los centinelas, temiendo meterme en la tobera de alguno, o que un dragon me asase por error. Asi que comencé con un gracioso vuelo rasante, dejando atrás las alturas, haciendo cabriolas dignas del Spyro.

"vale, la cosa esta muy jodida"

Lo primero que hice fue intentar encontrar a nuestros aliados. Habian muchos peleando por ahi...mas o menos cubiertos de sangre pero moviendose y esas cosas buenas que hace la gente viva. A pleno vuelo rasante cancelé el hechizo que me mantenia convertido, mi urraquil cuerpo brillo y dio paso a mi forma humana, pero en ningun momento detuve mi carrera. Lo que antes fueran aleteos rapidos se convirtieron en zancadas rapidas, en una carrera por el suelo. Lo primero con lo que me tropecé fue con Johan. Lo conocía, lo habia visto bastantes veces desde el hombro de Dyospiros, en mi forma de animago. Puede que él me hubiese visto a mi unas cuantas veces menos.

-Me aburría en la enfermería, he venido aqui por si hay que evacuar a alguien de emergencia

Expliqué rapidamente e hiperactivamente, pensando que el propio mago podria usar algo de ayuda mia, se le veia apoyado a duras penas sobre su espada. Fui rapido, quiza demasiado, aunque el hechizo resultó un exito, extendiendo hacia el mis manos y diciendo unas breves palabras en elfico, transmitiendo hacia él mi magia de sanacion que se vio potenciada gracias al anillo.

Algo explotó por ahi y yo pegué un bote y solté algo mas parecido a un graznido que a un grito. Luego le di unas palmaditas a Johan en el hombro
-Tienes mejor aspecto, pero no te vayas muy lejos, voy a seguir buscando gente. ¿Quien necesita que me lo lleve de vacaciones a la cueva?

Habia gente por ahi atacando y yo estaba muy desubicado. ¿Donde estaba el primo? Y el viejales ese?

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sanacion racial 10     + 40 viilya= 50 PS SANACION PARA JOHAN

El miembro 'Aiwëndil' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

-¿Me oyes, Osten? Que me cago en todo. Es decir. No podemos ir a la batalla a matar gente, no… Tenemos que ir a curar. Y encima ÉL decide donde vamos. ¡Tiene un morro que se lo pisa! ¡Y me dice que no vaya! “Oh, Vor, quédate tu, no me sigas! Eres un inútil!” ¡Estoy harto! ¡Estoy harto de que haga lo que le de la gana, Osten!- Me pasé todo el viaje refunfuñando cosas así. Me había aferrado con fuerza a la casi-totalidad de mi bastón, con el que sobrevolaba a escasa altura las ciénagas. Realmente aquello tenía truco: Usaba la pluma encantada, porque si no, la velocidad habría sido muchísimo menor.

Yo llegué más tarde que él. Por supuesto. Y no me gustaba nada la situación que tenían allí montada… Había como heridos, y soldados, y centinelas, y mil cosas más. Y muchas explosiones. Por eso me mantuve un poco a cubierta, bajando del bastón-plataforma y convirtiéndolo en su forma original. “¿Y dónde se ha metido?” Agradecía mucho a la vista que fuera de noche, pero los ocasionales brillos, frutos de la magia, aún me hacían murmurar alguna protesta en voz baja. Finalmente los vi allí… A Johan y a él. Diciendo algo de que se aburría en cuevas.

-Te juro que… ¡TE JURO QUE!- Rugí al bastón en mi lengua. Caminé con unos pasos algo lentos, acercándome a donde estaban ellos dos. -¿Hay que sacar a alguien? Podemos sacar a alguien.- Y es que había gente con aspecto un poco… Pésimo. Además, era una excusa para volver a un sitio seguro. Me apetecía abrir en canal a algún soldado pero tampoco me dejaría hacerlo él. Dirigí una mirada de advertencia a Roäc. -No iba a permanecer en cueva. Y lo sabías perfectamente.- Suspiré. “Pero no pudiste esperarme, ¿No?” Porque es que lo veía venir. Le iba a pasar algo a él. No quería que le pasara nada, por supuesto. No era lo correcto…

-¡No quiero que te pase nada! ¿Me oyes? ¡Mira lo que ocurrió con tu drow por separarme de él!- Me temblaba algo el pulso. En el fondo tenía, más que rabia, miedo. Terror. En aquellos momentos lo único que me importaba es que los pocos que realmente consideraba “los míos” estuvieran bien. -T-Tenemos que ir a buscar a Ailprimo… Me preocupa muchísimo Szyraenk. Si… Si les ayudó… No querrá Dyos despertarse sabiendo que ha muerto, ¿No? ¿Puedes venir?- No quería volver a sentir la misma condenada impotencia que tenía al ver al drow en coma. Miré momentáneamente a Johan… Aún recordaba un poco haber discutido con él, pero en aquel momento confiaba casi ciegamente en el líder de los renegados aquellos. No sabía la razón. Si bien solo le hice un gesto de saludo, debió ver en mi mirada que muy en el fondo me preocupaba mucho más la batalla… Más allá de lo que pasara “a mi gente”. Aquella neutralidad y desentendimiento por el mundo flaqueaba.

Fue entonces cuando olí o… Me dio la sensación de notar algo familiar. “Vodka”. Cosas de drows. Busqué de inmediato la fuente de aquella perturbación en la fuerza y encontré un muy hecho polvo ruso, bebiendo, medio apoyado… Corrí hacia él tras hacerle un gesto tanto a Johan como a Roäc de “seguidme”. Me parecía que la posición del ruso era más segura. -¡Yaros! ¡Joder, no te me mueras ahora!- Le grité, corriendo hacia su lado. -¿¡Q-Qué te han hecho!? ¡Trae eso!- Le robé el vodka de las manos dándole un trago descarado, como si me fuera a concentrar para curarme. Golpeé el suelo con el bastón y recité algunas palabras en un élfico penoso, pero la cuestión es que las pronuncié. Y lo curé, con todos los metalitos y todas las mierdas. La cuestión era que no se me muriera ahí. No es que fuera mala curación, pero… El tío estaba para el arrastre.

-’Cucha, Yaros…- Me agazapé a su lado, devolviéndole la petaca tras un segundo trago. Me quité la pluma del pelo y convertí el bastón en una tabla rara. Le di la pluma, aún dudando. -A ver, con el bastón y pluma tu poder salir de aquí. Bastón saber donde están cuevas. Ellos curar mejor, quitar balas, ¿Sí? ¿Tu querer ir? El bastón habla. Pasa de él. Y esa pluma es para que le peses… menos. Es como si llevara un globo…- Le hablaba muy de cerca, con cero respeto al espacio personal. -Nosotros.. Nosotros nos quedamos aquí. Aún. Johan no sé. No me pierdas la pluma, por el amor de todo el vodka del mundo- Le pasé un poco la mano por el hombro como dándole ánimos. Sin levantarme busqué a los otros dos con la mirada. Especialmente a Roäc. En aquellas alturas, esperaba que no necesitara ni hablar para que supiera que quería ir a por nuestros drows… Y especialmente a intentar hacer algo por Szyraenk.
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Sanación a Yaroslav = 40 (vilya) + 10 (base) + 20 (dado) = 70

El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Curación' :


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#2 'Probabilidad' :

Llego a la carrera a las calles del pueblo de Bastion, pocos minutos después de dejar la ciénaga. El ruido de los aviones marchándose es lo primero que escucho al poner un pie en el lugar, temiéndome lo peor al encontrar a mis compañeros. Con tanto caos me cuesta localizar a la mayoría, pero por lo que veo tiene pinta de que no acaban de empezar a luchar, la batalla debe llevar ya al menos un par de horas. Intento localizar a alguno de los Knox, aunque dudo que Lyran esté por aquí teniendo en cuenta que acaba de ser padre hace poco. Al que sí localizo es a Lykaios, por ahí corriendo y zurrando a todo lo que sea enemigo, él no tiene mala pinta. Por fin doy con Azahar, luchando contra un soldado (soldado oliva), así que echo a correr hacia ella para ayudarla. En cuanto estoy cerca compruebo con alivio que no parece demasiado herida, he llegado a tiempo de evitar que pase algo.

- ¿Nadie pensaba avisarme de la batalla? - pregunto fingiendo estar ofendido, haciendo un sonido de reproche hacia Azahar, aunque se me escapa alguna mirada de reojo así como de orgullo, por ver lo bien que se maneja. Hace apenas un par de años no sabía defenderse demasiado bien ni luchar, pero ahora ha mejorado un montón. Además también participó en el ataque a la base de la Alianza que se hizo la noche en que me sacaron de los campos. Ahora se desenvuelve tan bien que ha creado una especie de sistema para potenciar su magia de agua.

- Trabajemos en equipo los dos, será más rápido en un sucio dos contra uno. Ahí tenemos una presa para acorralar. - señalo con la cabeza al soldado oliva, hablando de él tal y como hablaría de una presa de caza en manada. - Te dejo la parte mágica con este a ti. Lo mío será más bruto. - echo a andar hacia el soldado, embistiéndolo de lado modo placaje para tirarlo al suelo antes de que pueda usar su arma contra mí al verme venir. Después le arranco el casco de manera brusca, comenzando a pegarle puñetazos en la cara a lo bestia, con la intención de reventarlo. Las cimitarras ya las sacaré después...por ahora quiero que sufra todo lo que me hicieron sufrir a mí cuando estuve encerrado. Por mucho que me haya costado venir a la batalla, por mucho que me haya costado vencer el miedo para acercarme hasta aquí...tengo una buena oportunidad para resarcirme y devolverles todo el mal que pueda.


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Ataque físico a SOLDADO OLIVA

dado 15 + 18 stat ataque físico + 3 (Brazalete de cuero)= 36

El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Físico' :

Sigo a Ian hasta las calles, sin obedecer a su orden de irme hacia las cuevas. Si está en peligro quiero estar aquí para ayudarlo y evitar que lo vuelvan a capturar. Puede que no sepa luchar, pero al menos puedo ir curando a los que lo necesiten y vigilar a mi hermano o pedir ayuda para él a aquellos que si saben defenderse. Por ser sanadora estoy más  que acostumbrada a ver sangre, pero no puedo evitar quedar impactada al verme inmersa de lleno en el mundo en el que se producen esas heridas. Nunca he estado en una batalla tan grande, aunque sí me haya visto envuelta en pequeñas reyertas en las que siempre había alguien para ayudarme. Por mucho que me digan lo necesario que es pelear no me veo capaz de matar a nadie, o de herirlo hasta la muerte. Prefiero ayudar a vivir, sea quien sea. Respiro hondo para calmarme y no quedarme inútilmente parada por el miedo, empezando a buscar por el campo de batalla a cualquier herido que esté tirado y necesite ayuda.

No tengo que andar mucho hasta dar con gente tirada en el suelo, pero mi sorpresa es bastante grande al ver que Ailanthus está amenazando a Mike, prácticamente encima de él. El muchacho parece bastante herido y el drow tiene toda la pinta de ir a rematarlo. Me entra bastante impotencia y pena el ver que alguien a quien ayudé está ahora atacando a alguien de la base.

- ¡NO! ¡Déjalo en paz! - grito a Ailanthus para que se detenga, sintiéndome un tanto "traicionada", por así decirlo. - Me dijiste que te podía pedir lo que quisiera por ayudar a tu hermano, por traeros a la base... y sólo te pedí que hicieses bien a otros, no esto. ¡ Confié en ti y ahora te vuelves contra nosotros!- había pasado por alto que había sido capitán de la Alianza y que había atacado a mi hermano y a mi padre en su huida. Quería darle una segunda oportunidad porque todo el mundo la merece. Y parece que me he equivocado. Igual tienen todos razón y soy idiota por confiar tanto en la gente y querer verles su parte buena siempre.

A medio vuelo acercando a Kosuke al avión un centinela me placa a lo rugby cortándome la respiración durante un momento y perdiendo el control de mi cuerpo. Por suerte veo cómo mi inquilino salta y corta el avión haciendo que caiga en picado mientras yo también caigo en picado sin control. El golpe fue bastante fuerte, las magulladuras eran interesante y lo mismo me habia roto alguna costillo o con suerte un esguince costal. Mientras caía vi caer a la dragona Juliet, estaba claro que no nos iba muy bien en el aire.
Seguí cayendo durante unos segundos y me espabilé, me puse mirando para abajo y aterricé suavemente en el suelo, algo aturdido todavía. Creo que en el camino unos soldados me dispararon pero ni lo noté, lo mismo eran mosquitos que por la noche se ponen muy pesados y mis escamas brillantes les atraen.

Y me cabrée, me avergoncé, el golpe y la caída me hirieron más al orgullo que al cuerpo. ¿Cómo yo, un magestuoso dragón dorado iba a tolerar que unas cafeteras de hojalata dispara-mosquitos me pudieran humillar de ésta manera? Miré hacia delante y vi a corta distancia a otra cafetera de esas y con los ojos henchidos de rabia le solté una llamarada de pleno.
Un estruendo volvió a llenar el campo de batalla y una formación de aviones volvió a pasar por encima nuestra, disparando con todo lo que tenían. Ninguna bala me alcanzó pero me molestó aún más no estar ahí arriba para derribarlos a todos. Sabía que estaba bastante hecho polvo y que quizás no aguantaría mucho más si continuaba este castigo continuo, pero controlé mi ira, alcé el vuelo y me dirigí con mis compañeras dragonas, tenía que protegerlas, costara lo que costara.


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Defensa física: dado 0 + 15 (dragón) + 10 (habilidades) + 14 (defensa física) = 39 - (55+20) = -31

PS: 93

Ataque mágico a centi naranja :dado 30 + 15 (dragón) + 7 (ataque mágico) = 52 de daño

El miembro 'Villentretenmerth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa Física' :


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#2 'Ataque Mágico' :

El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Centinela ataque' :


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#2 'Centinela defensa' :


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#3 'Centinela ataque' :


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#4 'Centinela defensa' :


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#5 'Centinela ataque' :


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#6 'Centinela defensa' :

Dejé atrás las palabras de Johan, la lluvia de balas, Alex, Thalos, a tanta gente que no sabía si volvería a ver... Me sentía mal por ello pero si todo me salía bien..., una remota posibilidad entre cientas, aquello no duraría demasiado. Tampoco me tranquilizó ver el estado de Juliet, la habían cosido también a balas. Además se ha visto obligada a volver a su forma humana para no comer tierra. - Joder Juliet, ¿estás segura? - pregunté con la respiración agitada, dudosa de utilizarla a ella para investigar quién había, literalmente, tras aquellos soldados y centinelas.

Finalmente, me eché en su lomo con cuidado, sólo esperaba, cómo ella me dijo, no caer. Me hubiera gustado montar en un dragón en otras circunstancias, aún así aquello no dejaba de ser fascinante, no tanto cuando a medida que alcanzaba altura pude ver todo aquella jodida panorámica. Yo me agarraba con fuerza a las escama de su cuello, temerosa de algún desequilibrio que nos hiciera caer en picado, y con aquel vuelo tan irregular debido a alguna herida en una de sus alas... no lo veía para nada imposible. - Juliet, escúchame. - me abracé con fuerza a los inicios de su cuello para que me pudiese escuchar. - Déjame cerca de aquellos árboles - señalé al frente, fuera de las calles, en los límites del bosque, aunque dudaba que viera mi dedo señalador.

- Oye - adopté un tono más suave, me quedaban pocos instantes de estar sobre su lomo, ya había visto suficiente. Casi tenía lo que quería. Ya había visto un par de personas que vestían diferente al resto de los soldados... debían ser alguien importantes en el ejército, pero no lo suficiente si estaban en batalla. Pontenciales rehenes. Pero no, no era eso exactamente lo que quería. No mientras conservase cierto favor que me hizo una amiga, cuyo funcionamiento iba a probar ("como dios"). - Después de esto nos volveremos a ver, no lo dudes. Díselo a los demás - no sólo lo decía por ella y la gravedad de sus heridas, si no por mí. En ese momento otros balazos impactaron contra ella, uno de ellos a duras penas lo quise defender con la espada láser, creí desviar la bala, pero no lo suficiente como para que no la hiriesen. Llegó el momento de separarme de ella, de envainar rápidamente otra vez el sable láser, ponerme de pie y saltar hacia la copa de un árbol, uno de los últimos que limitaban las calles con la ciénaga, antes de que Juliet terminase de perder el vuelo.

El golpe contra el árbol fue fuerte, aunque más lo hubiera sido contra el suelo. Me agarré como pude al tronco, no sin comerme antes varias ramas y la desolladura de la corteza de aquel viejo árbol en mi cara. Respiré fuerte mientras instintivamente me iba tragando el escozor de las heridas de la cara, posiblemente me había clavado alguna astilla. Una combinación perfecta junto con el balazo del brazo que no paraba de sangrar. Sin embargo estuve más concentrada en bajarme de aquel puto árbol que de las heridas, desde abajo, los edificios tapaban la batalla, sólo veía el resplandor del fuego y los disparos. Me quedé algo petrificada, tras unos instantes reaccioné. Pensando en la estupidez que acababa de hacer sentenciando a Juliet y dejando a los demás solos. Andé por alrededores al trote, debía de haber alguien, más tropas esperando, alguien que las dirigiera... quizás de ahí mi sorpresa al ver un coche con las luces apagadas y tres tristes individuos mirando al cielo. ¿Alianza? ¿Simples curiosos? Desenvainé una vez más el sable láser para iluminar mínimamente y sacarme de dudas... 10 metros quizás nos separaban mientras me acercaba lentamente, pero sin ánimo de pasar desapercibida, hasta que reconocí ese perfil apoyado en el capó del coche. No hubo sorpresa, no hubo miedo, no hubo conmoción, no hubo odio ni hubo amor, ningún sentimiento inundó mi cuerpo al ver después de casi seis años a mi padre. De hecho era incapaz de reconocer a mi padre, si no a un pedazo de mierda que estaba masacrando a una gente sin sentido ninguno. Podía haberle disparado, podía haberle tirado un sai a la cabeza y terminar de destrozar aquel cerebro que de poco servía. Quizás lo que me llevó a abrir la boca y provocarle, a pesar de dolor de mi cara, fue el interés que había mantenido todos estos años por mi madre. - Unos mueren mientras tú miras y ganas... ¿Así lo haces todo? - llamé su atención con una tranquilidad que me daba miedo hasta a mí - ¿Cómo está mi madre? - Suavicé mi cara forzadamente manteniendo un tono grave y decaído, aunque hubiera deseado soltarle un par de insultos, me contuve. Debía saber hasta qué punto podía aprovechar la poca condición de 'hija' que hubiera tenido en el pasado con él. ¿Cuántas posibilidades tenía de que me disparasen al verme con el sable desenvainado? Tantas que hasta valía la pena dejarme tirotear sólo para que viese que jamás iba a estar en su bando, que la ropa, la necesidad, el hambre y la sed que hubiera podido pasar valía la pena antes que ayudarle.

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Defensa a Juliet: 0 + 9 + 5 + 10 = 24
Ataque a centi oliva: 5 + 5 + 4 = 14
110- 5 =105
PS: 105

El miembro 'Scar' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa Tecnológica' :


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#2 'Ataque Tecnológico' :

Parece que al menos deja de llorar y me habla de mi marmota, mi fiel compañera. - Ah...ese bicho infernal. Dadle alcohol o le entrará el mono. - respondo con voz cascada dejando de mirar hacia el cielo para mirar al drow, que me recuerda que mi ayuda fue útil para su huida. El otro drow por lo visto está en coma, por eso no anda por aquí.

- Pues sería una muerte muy absurda para un drow...al menos mi hijo murió peleando como el demonio que era. Que se recupere de una vez, no le salvé el culo para nada. - Ysuran había sido un maldito cabrón, muy drow en ese sentido, prácticamente igual que yo en mi juventud. Cuando por fin conseguimos encontrarnos estuvimos bien durante un tiempo, nos entendíamos, a pesar de no convivir constantemente. El carácter de ambos lo hacía complicado.

- Gracioso lo que se dice gracioso...me han contado mejores chistes.- replico a eso de lo irónico de la situación, que lo es, acabando por reír entre toses. - La única deuda que tienes es hacer algo útil con tu vida, darle alcohol a mi marmota y machacar a esos idiotas de la Alianza. - murmuro con voz ronca y gesto serio, más le vale cumplirlo. Quiero que los machaquen no por ser humanos, eso me da lo mismo, sino por hacer lo que hacen y por haberme encerrado y experimentado conmigo.

Después sucede todo eso de los gritos del crío acusando a Ailanthus y mi posterior disparo para que se largue. Ailanthus se lía a tortas con él y es ahí cuando yo acabo volando por los aires por culpa de la explosión. Y así llegamos de nuevo a la parte en la que quedo por ahí tirado boca arriba, todavía sangrando cual gorrino. No sería la primera vez, a lo largo de tantos siglos he participado en muchas batallas. Morir en una de ellas no me parece mal, nada mal. Todavía me queda un poco por hacer, y además vienen a interrumpir mi momento de reflexiones profundas sobre la vida. - ¡Que no huyo! No he vivido a mi manera siempre para acabar huyendo de este modo- gruño totalmente huraño, tosiendo sangrientamente después. No me da la gana huir. Si he venido aquí es para terminar como yo quiera, no para esconderme. Me incorporo a duras penas, mientras veo que Ailanthus vuelve a pegar otra vez al niñato que le gritó. - Eso es lo que hacen los drows, son cabrones, no lloran. - Suelto una risa viejuna y divertida al ver que se ha vuelto un sádico y lo esá torturando. Ya lo tiene, no hace falta ni ayuda. - Baenre lo aprueba, sigue así.

- Ea, apañaos. Yo me voy a divertirme un rato, soy viejo...no me pidáis que cumpla con obligaciones. - y una criaja de la edad del otro drow amigo de Dyospiros llega a gritarle algo de decepciones o no se qué. - Pues no te queda nada, maja. - le espeto a Chloe. Y paso de pelear con ella, ¿qué clase de diversión y gloria final tiene ponerme a pelear con alguien tan débil? Me largo a buscarme mejores rivales. Y lo encuentro en el peliazul capitán de la Brigada, Lykaios Knox. Le pego un tiro al costado, más que nada para llamar su atención. Después quiero pelear con él de cualquier otro modo, la pistola no me agrada demasiado.


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ataque tecno

dado 15 + 20 pistola dominator + 5 por drow de noche=40 a Lykaios

PS: 60 - 5 por sangrado= 55 (no me ataca nadie en esta ronda)

El miembro 'Szyraenk Baenre' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Tecnológico' :

Si bien escuchaba a Szyraenk cuando me hablaba, la mayoría de cosas quedaban sin respuesta. Asentía o incluso le murmuraba algún “sí, sí…” como de niño al que le están echando la bronca. La marmota… Tenía la extraña sensación de que acabaría siendo la mascota de la casa. Los pequeñajos se habían ocupado de ella ya. Esperaba que cuando Sybil regresara supieran llevarse bien. También hizo un comentario sobre mi hermano, diciendo que morir en coma sería absurdo. Y que su hijo había muerto luchando…

-Siento… haber interferido en tu venganza contra sus asesinos.- Podría haber sido yo mismo. En mi época de Ejecutor destruí familias: Maté padres de niños, maté hijos (siempre con una edad considerable), esposas, hermanos y… De todo. Familias que nunca podrían reemplazar lo que yo había hecho. Ahora, sin embargo, no podía si no compadecerme de la pérdida del viejo. Yo usé sus ansias de información para enfrentarme a él la primera vez que lo había visto.

Rió casi sarcástico a la ironía de la situación. Y me dijo que la deuda era… Hacer algo con mi vida, darle de beber a la marmota y acabar con la Alianza. -Esas tres cosas estaban entre mis planes. No te decepcionaré, Szyraenk Baenre.- Fue mi respuesta, siempre solemne. No podía permitirme ya cuestionar mi derecho de estar vivo. No podía estar deseando la muerte más que la vida. Y menos derecho tenía a hacerlo después de prometerle que lo haría, que sería útil… Una chispa de determinación se coló en mis ojos, antes de aquella explosión. Aquella que tanto rompió escombros como mi propio sentido común, mi propia moral.

Después de ella, después de ver a Szyraenk allí herido, y después de tener aquel jodido traidor en mis narices, nada importó. El viejo había dicho que no huiría… -D-Deja que te curen, viejo, al menos… Los críos. Sé que vendrán. Sé que vendrán…- “Y sé que ellos te van a sacar del infierno en el que te hemos metido.” O eso era lo que yo quería creer. Aunque en el momento que tuve al crío cogido incluso su comentario “aprobador” me pasó algo desapercibido. Todo dejó de existir al tener aquel inútil agarrado. El cual, al principio, pensé que me seguía acusando del gas. Eso me sacó una ira aún más asesina, hizo brillar con más fuerza mis ojos. Pero entonces dijo que no era lo del gas…

Y pronuncié un nombre que llevaba mucho tiempo sin escuchar. Llamándome asesino. ¿Asesino de Javert? Mi expresión cambió bruscamente a una confusa. -¿Al capitán Javert? Yo… ¡Yo no lo maté!- No era la seguridad que aparentaba el que mentía. Era casi el enfado de sentirse acusado. Y encima, asesino… -¡Fui un asesino, sí! ¡En mi época de Ejecutor! No tuve otra opción, no tienes ni idea… ¡No tienes ni idea!- Me decía que no había sido yo. ¿Pero Javert? Desde el momento que entré como capitán logré poner orden una vez más en mi vida. Logré volver a mis morales, a… todo. Y no quería que se me acusara de asesino en esa época. Pues la realidad es que no había matado a nadie desde entonces.

-¿Quién… quién te ha dicho eso? ¿Que lo he matado yo, a Javert? Es cierto que me reuní con él, en el cementerio… Hicimos una reunión, y él limpió una tumba, una tumba de… algún familiar suyo o algo así…- Recordaba retazos de aquella conversación. Durante unos momentos aquel agresivo asalto desistió, hasta que me preguntó, casi como provocándome, que si no iba a matarlo a él también. Los ojos volvieron a la furia. -No fui yo. ¿Quieres saber quién fue…?- Si bien la voz sonaba algo más tranquila, el exagerado acento y aquella sádica mirada demostraban que ya había decidido qué hacer. -Después de mí se reunió con el perro de la ministra. Un cabo recién entrado al servicio de aquella condenada vieja. Los ministros y Javert no se acababan de llevar bien. Pues los políticos quieren controlar el ejército y él no estaba dispuesto a hacerlo ceder. Cuando nos reunimos, hablamos sobre eso…

Recordaba cada vez más vivamente aquellas conversaciones. -Se reunió con aquel cabo teóricamente. Nunca fue del ejército, realmente. Era poco más que un asesino enviado a limpiar los altos cargos…- Mi pulso temblaba. -Nunca volví a saber más de él. No hicimos pública la noticia al principio. Quería creer que estaba vivo… Javert era la única persona en toda aquella panda de altos cargos a la que respeté. Y quiero seguir creyendo que sigue vivo.- Tenía los ojos húmedos pero no iba a llorar. No iba a llorar… No iba a llorar…

No mentiría al decir que la muerte de Javert aún podía llegar a afectarme. Aún con nuestras diferencias, siempre creí que nos parecíamos… Más de lo que él estuviera dispuesto a admitir. -Eres consciente, sin embargo, de lo que acabas de hacer…- Poco a poco la furia desistió. Fue entonces cuando escuché a Chloe. Acusándome. Gritándome que lo dejara en paz. Sintiéndose traicionada. Retrocedí un poco sin soltar a Mike, medio ergido. -Escucha, Chloe… Él es el que ha puesto el gas. Me he dejado ir. Joder. Joder…- ¿Qué jodido derecho tenía yo a hacerle eso a Mike? Se había equivocado, sí. Lo habían engañado.

¿Y no había cometido yo exactamente el mismo error? -Ne… Necesito que me ayudes, una vez más…- No tenía miedo de que Mike me atacara. No estaba en condiciones… ¿O sí? -No… No va a atender a razones. Pero creo que aún podemos hacer… algo.- Miré a Mike, quitándole al fin la cuchilla del rostro. En su lugar le di un fuerte golpe en la cabeza por la parte roma de la hoja, con intención de dejarlo inconsciente… Pero no de hacerle más daño serio. -Vamos a llevarlo a cuevas. Vamos a salvarle. Lo siento, lo siento…- De hecho tenía más miedo de mí mismo que del resto.

De hecho acababa de ver a Morgana. Parecía herida. El asco que profesaba a aquella mujer, a quien había querido buscarle algo de… Algo de corazón, me hizo tener la suficiente adrenalina como para cargarme al chaval encima y ponerme en pie. -Veo que te has convertido ahora tú en el perrito faldero de los ministros, ¿No? Esperaba más de tí…. ¡CHLOE, SÍGUEME!- Le grité repentinamente. Con el chaval aquel bien cogido eché a correr fuera de las calles, con intención de ir a las cuevas. Era el responsable de su estado. Y había algo en esos ojos, algo… Algo en él que me hacía especialmente imposible desentenderme de su existencia. No era un asesino, no era un monstruo, eso me decía. Y no podía permitir que fuera a morir por mis jodidos errores.

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Daño a Mike: 10 base + 10 habilidad + 5 bono noche + 5 arma medieval + 5 guantes + 15 dados = 50
Al final no uso el veneno

El miembro 'Ailanthus Sreysnah' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Físico' :


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#2 'Probabilidad' :

128/150 AF 12 DF 8 / AM - DM - / AT 15 DT 5
Defensa contra Centinela Cyan: Defensa Física (8 ) + Racial (10) + Dados (15)= 33	Daños: Ataque Centinela (55) - Defensa Total (33)= 22 (Sangrado Fuerte)

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Ataque Físico contra Soldado DarkRed : Stat (12) + Racial (10) + Habilidad (10) + Dados (15) = 47

Ordeno al Centinela Cyan que defienda a los dragones y ataque al Centinela Verde en su siguiente turno. NO debe defenderse a sí mismo, repito, que NO se defienda de ningún ataque, sólo a cualquiera de los dragones si son atacados.


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Me aferré, clavando las patas en los huecos del blindaje del centinela para intentar no caerme, cuando empezó a sacudirse como un animal de rodeo. El emisor de mi brazal se iluminó cuando el chip consiguió hacer contacto con el sistema del robot, y un pequeño aro segmentado comenzó a cargarse, girando en el aire sobre mi zarpa delantera.
*Joder, si!*
Solté un gruñido, observando cómo el marcador comenzaba a aumentar rápidamente, e intenté rodear con el brazo libre la cabeza del centinela con fuerza, para no caerme. Sin embargo giró bruscamente y sentí cómo mi cuerpo resbalaba, quedándome literalmente colgando de la garra con la que había clavado la conexión.

Fue como flotar en el aire, apretando con desesperación para no salir despedido justo cuando sentí cómo algo afilado recorría mi costado, rajando una cincha de mi mochila y hendiendo la carne. Arrugué el hocico, golpeando pesadamente contra la espalda del centinela de nuevo y haciendo un esfuerzo por respirar y agarrarme con los espolones de la cola a la cintura del robot. El marcador de carga seguía aumentando, y volví a rodear la cabeza del centinela con mi brazo, la sangre derramándose sobre el metal.

Otra sacudida, esta vez detrás nuestra, hizo que toda mi columna se estremeciera al tiempo que la metralla y las esquirlas de roca saltaban y golpeaban mi lomo, sin atravesar el tupido pelaje, pero haciendo que los pies de la máquina trastabillaran y cayera adelante. Como un pesado mueble, el centinela cayó al suelo conmigo sobre la espalda, levantando una pequeña nube de polvo. Golpeé el armatoste con el hocico, pero por suerte no me hice más daño que una magulladura. Solté un quejido, tendido sobre el cuerpo inmóvil del robot justo cuando un chasquido metálico del altavoz me hizo volver a la realidad.

DESCARGA COMPLETADA
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Arranqué el chip y me dejé caer al suelo, rodando sobre la espalda hasta dar contra la piedra del suelo. Levanté la zarpa como quien mira la hora en el reloj de muñeca, al tiempo que el holograma representaba un montón de texto que ascendía rápidamente; dulces datos, pensé, abriendo los ojos como platos y jadeando.

Sistemas de armas: En línea.
Reproductor de música: En línea.
Conexión inalámbrica: Desactivada. Aviso de falla de seguridad.
Conexión secundaria: En línea.

Fruncí el entrecejo; no duraría mucho antes de que intentaran restaurar el sistema del centinela, así que intenté incorporarme al tiempo que hacía girar la muñeca del brazal, examinando cada una de las opciones. Un pinchazo en el costado hizo que suspirase, y por un instante me llevé la garra a las ropas rasgadas, empapadas en sangre; nunca se me había dado bien la anatomía, ni siquiera las ciencias naturales, pero estaba seguro de que aquello no podía ser bueno, y aunque escocía bastante podría aguantar el dolor todavía. Sin embargo seguía jadeando, el corazón latiendo con fuerza.
*Vale, con calma, con calma...*
Sacudí la cabeza, mirando alrededor e intentando hacerme una idea de qué hacer ahora mientras intentaba familiarizarme con los controles del centinela. Un estruendo ensordecedor recorrió el cielo al tiempo que de nuevo algo pasaba volando; pude distinguir varias criaturas, y además los cuerpos pequeños y rígidos de lo que estaba seguro que serían cazas de combate. Las trazadoras destellaron y el sonido de los proyectiles impactando sobre la batalla me recordó al de una granizada, y agachándome junto al cuerpo del centinela que se reiniciaba esperé a que terminaran la pasada, cruzando los dedos para que no me dieran. No solo allí abajo todo parecía un infierno, también el cielo lo era, incluso ví uno de los aviones estallar en el aire y caer hecho añicos, dejando una pequeña voluta de lo que sería el piloto

*Eso eran... ¿Dragones?*
Me pregunté, soltando un hosco ronquido. Nunca había visto uno, y menos varios de ellos, y por un instante me alegré de que estuvieran de nuestro lado... Por que debían estarlo, ¿No?
Volví a sacudir la muñeca, haciendo girar el grid de los menús del centinela.
*Vale, lo tengo... Hora de largarse!*

Me separé del robot, sosteniéndome en las cuatro patas y dejando un pequeño reguero de gotitas de sangre, girándome para ver al centinela; giré de nuevo la muñeca, alzando la zarpa para activar el modo de piloto automático y que me siguiera. No había tiempo que perder, tenía que encontrar un nuevo objetivo tanto para mi como para mi improvisado, y esperé a que se levantara mientras trasteaba con sus sistema.

*Ohhh joder... Que triste, alguien le ha cargado música clásica.*
Esbocé una sonrisa, divertido por aquel detalle, al tiempo que buscaba en la lista de reproducción hasta encontrar una que me pareció curiosamente apropiada.
*Venga colega... Venga, levanta, a dar caña...*
Miré al cielo, e inmediatamente ya sabía en qué podría ayudar.
-¡Al cielo, apoya a los dragones, defiéndelos! ¡Encuentra a otro centinela, machaca!-
La voz robótica de mi comunicador soltó la orden en un tono completamente neutral a la vez que agitaba el brazal, cargando la música, desbloqueando todos los sistemas de armas, que no eran pocos precisamente, y finalmente transmitiendo la orden al centinela, levantando las orejas con satisfacción al escuchar cómo comenzaba a resonar "La Cabalgata de las Valquirias".

Inmediatamente me volví a dar la vuelta confiando en que seguiría mi orden y sería más de ayuda en otra parte. Yo por mi parte tenía que encontrar gente; quien fuera, preferiblemente de los renegados. Me había quedado solo, quizás no por mucho tiempo, pero antes prefería atacar que tener que volverme a defender. Agaché la cabeza, como si esperase encontrar cualquier rastro, y de nuevo al galope fui e busca del ardor de la batalla.

Recorrí un par de calles, dedicando alguna que otra mirada al brazal para comprobar que el centinela no se descontrolara, y al poco un griterío más intenso del normal en mitad de todo el barullo propio de una batalla hizo que alzara la vista, intentando localizar el origen del ruido. No tardé en encontrar una escuadra de soldados de la alianza acompañados de varios centinelas que parecía intentar acribillar a un grupo de renegados, que tenían pinta de estar acorralados.

Volví a intentar armarme de valor, ignorando el escozor de la herida del costado, y tras hundir la cabeza entre los hombros me lancé al ataque, cruzando entre los enemigos, desde detrás, y abalanzándome contra uno de los soldados que vaciaba su cargador, lancé un rugido atronador al tiempo que usaba la cola a modo de garfio para agarrarle de la nuca usando los espolones, tirando de él hacia atrás e intentando hundir las garras en sus costados.

El miembro 'O'Shea' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa Física' :


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#2 'Ataque Físico' :