Calles de Bastion Hollow

El miembro 'Yienorkhelinnery Shayker' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Mágico' :

El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Centinela ataque' :


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#2 'Centinela defensa' :

Nada más alejarme de las cuevas comencé a escuchar más y más explosiones por allí, menos mal que salí a tiempo. No sé si alguien se habrá dado cuenta de que me he pirado, o si habrán visto raro que lance un ataque al centinela de la puerta y luego me vaya. En el fondo lo dudo, todo el mundo estaba o hecho mierda u ocupado peleando. Creo que ni siquiera Juliet se percató de mi salida, pero mejor así, en la cueva estará más segura. Me dirijo hacia la ciénaga todo lo rápido que puedo, que no es tanto como sería en condiciones normales. El maldito Vor ha hecho que me despierte pensando y que me de por darle vueltas a las cosas, yo no pensaba volver aquí hasta que me ha dicho eso de Johan.

Llego por fin al pueblo unos 30 minutos después de mi salida de las cuevas, que a pie se tarda un rato. La desaparición sigue sin funcionar, señal de que quedan centinelas en la zona. Recorro las calles hasta llegar al núcleo de la pelea, quedan 3 centinelas y escasos soldados. Lo primero que hago es tratar de localizar a Johan, encontrándolo todavía en pie a bastante distancia de donde estoy yo. No sé hasta que punto estará herido, pero al menos he llegado a tiempo de evitar males mayores. Por ahora no me acerco, me dedico a luchar contra el soldado blanco lanzándole una descarga eléctrica que no resulta demasiado potente. Envío a la horda de yakuzas contra el soldado negro, como si de una pelea de mafias se tratase. Después de darle una buena paliza al soldado consideran su deuda por saldada. Les doy las gracias en japonés, han resultado muy útiles. Luego se largan de allí, a saber dónde. Miro de reojo a los centinelas, sin perderlos de vista por si les da por empezar a atacarme. También me doy cuenta de que siguen por allí varios miembros de la Brigada, incluso Indira ha llegado al campo de batalla. Me extraña mucho después de lo que me dijo sobre no querer luchar, así que supongo que habrá venido a curar.

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Ataque mágico:

dado 0 + 5 de estatuilla pantera (dura 5 posts, 5 de 5) + 13 stat ataque mágico + 10 habilidad especial de ficha= 28 a SOLDADO BLANCO

+ 40 de los yakuzas, post 5 de 5 A SOLDADO NEGRO


PS: 94

El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Mágico' :

Aún pasaron unos momentos antes de poder aclarar mi mente. No tenía muy seguro qué hacer con todo aquello. Tenía el comunicador de Morgana en el bolsillo, las bombas guardadas, la chaqueta de Szyraenk puesta, y él… Tirado ahí. Su cadáver. No él. Eso. No era ya más que un objeto inanimado. Aún pasaban aviones y cazas rascando el cielo. -No… No habrías querido que se llevaran tus restos para diseccionarlos, ¿No?- No iba a permitir que lo humillaran más. “Tendrás el enterramiento que te mereces. Es lo único que puedo prometer.”

Cargué su cuerpo en mi hombro muy decidido a buscar un sitio más escondido para esconderlo hasta poder ocuparme de ello. Fue entonces cuando sentí a alguien hablar de que quien tuviera aparatos electrónicos, que se alejara. -¿Tienes una de las bombas?- ¿Le había dado Thalos alguna a esa mujer? Recordaba que me había mirado mal en reunión. -No, déjamelo a mí… Vamos a acabar con esto de una vez.- Me acerqué un poco al grupo con el cadáver echado sobre el hombro. Vi a miembros de la tal llamada brigada de las mil grullas. Aunque de todos los que por allí rondaban solo reconocía bien a Johan, y tal vez el hombre asiático. Saqué una de las bombas con temporizador y la activé ahí mismo, escondiéndola un poco en una bola de oscuridad. Tendría cosa de cinco minutos para alejarme, por mi brazo. El rango debía bastar para los centinelas.

Que el drow hubiera sido considerablemente más bajo yo en vida me permitían poder cargar con él de forma medianamente aceptable. Incluso estuve a tiempo de ayudar con una especie de paliza masiva contra un soldado, usando la electricidad. En cuanto explotara la bomba estaría todo solucionado… Y probablemente podríamos dar la lucha por finalizada en calles. El otro centinela parecía estar bajo control de uno de los nuestros, aunque no acababa de comprender porqué. Era una quimera.

Miré a Johan, que había gritado algo sobre la bomba PEM antes. Ya había empezado a alejarme de donde la pusiera. -... Johan.- En el fondo le había tomado algo de aprecio en la batalla. -Voy a alejarme por… esto.- Abrí y cerré el brazo mecánico. -En cuanto explote la bomba la batalla habrá acabado aquí, y creo que podréis desapareceros… ¿Podrías esperarme para ello? No tengo más forma de transporte.- Era algo raro que pedirle. Hablaba con la voz ronca y no debía ser complicado comprender que había estado llorando. Si reparaba un poco más en lo que cargaba en el hombro, se daría cuenta que estaba muerto. La sangre del cuello no había parado.

-A… Ahora vuelvo.- Entonces eché a correr. Realmente tenía otra razón para huir, había algo que debía hacer. Eché a la carrera un tramo antes de utilizar la levitación para facilitarme el trabajo, aunque el peso de llevar a lo que quedaba de Szyraenk encima me obligaba a correr algunos tramos. No me sentí “a salvo” de la explosión hasta alcanzar el límite de los restos de aquella ciudad, lugar donde busqué algún árbol tras el que esconderme para hacer mi llamada. Cansado, dejé el cuerpo de Szyr a mi lado y saqué el comunicador de Morgana. Marqué lo que tuviera que marcar para entrar en contacto con cierto conocido…

Andreas Wilhelm. -¿Andreas?- Me llevé el comunicador a la oreja. -¿Sabes quien soy? Creo que reconocerás la voz de este viejo amigo. Debes conocértela casi tan bien como yo mismo. Y probablemente sepas muchas cosas más sobre mi propio cuerpo que lo que yo sé…- Las palabras iban cargadas de asco, de amargura, de rabia, de… -Soy Ailanthus. Puedes despedirte de tu Morgana, que supongo que habrás recibido esta “llamada” desde su comunicador.- Miré hacia la copa del árbol.

-Y creo que deberás admitir tu jodida derrota. Están todos muertos o capturados. Os habéis quedado, de nuevo, sin capitanes. ¿El otro ministro? También. Y debes saber que TÚ serás el siguiente.- Realmente no había ninguna razón detrás de aquella llamada que amenazarle. -¿Me oyes? Vas a pagar por lo que sea que le hayáis hecho a Szyraenk en campos, y lo que fuera que le hiciérais a mi hermano allí. Vas a pagarlo, y yo mismo me encargaré de ello. Sé mucho más de ti te lo que te gustaría.

En parte sí, en parte no. No había dejado sin remover la información que pudiera extraer sobre los ministros. -Voy a ir a por ti. Estoy cansado de luchar contra los soldados. Estoy cansado de luchar contra máquinas. Estás solo, ¿Me oyes? ¡ESTÁS SOLO! Y pienso ir YO a por tí. Espérame en cualquier esquina de cualquier jodida calle y encontrarás tu puta muerte. Pienso rebanarte el pescuezo de tal manera que envidiarás lo rápido de la muerte de Mori. Pienso hacerte sufrir y chillar más de lo que podáis escribir en los jodidos diarios. Y me encargaré yo de ello.

Tomé aire. Venganza… Era un plan absurdo. No estaba seguro de si realmente lo llevaría a cabo, pero… Quería que ese imbécil no saliera de su casa el resto de sus días. -¡NO VAS A SALIR DE ESTA SIN PAGAR TODAS Y CADA UNA DE LAS VIDAS QUE HAS ARRUINADO! Disfruta lo que te queda de vida todo lo que puedas, porque pronto va a acabar. Voy a hacer que te arrepientas de haber nacido... Escoria.
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Daño causado: 9 (daño mágico base) + 10 (dados) + 5 (Narya Johan) + 10 (habilidad) + 5 (bono nocturno) = 29 y stun a soldado nigga
Utilizo BOMBA PEM

El miembro 'Ailanthus Sreysnah' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Mágico' :


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#2 'Probabilidad' :

PS:26
No tengo nada de que defenderme ni ataco este turno.
Que Cyan siga sin defenderse y, si le da tiempo, se aleje y explote. Si le pilla antes la PEM, mala suerte.

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Intentaba arrastrarme, en un esfuerzo fútil sin dejar de darle la cara a los centinelas y la batalla que ya llegaba a su final. Intentaba  alzarme, y con un pinchazo intenso volvía a caer, dejando un reguero de sangre cálida y pastosa mezclada con el polvo del suelo. Incluso oí un batir de alas, que me hicieron alzar la vista en busca de otras posibles amenazas;  de repente, algo en mi hacía que no me fiara a primeras en nada de aquel entorno hostil.  Quizás habría sido más lógico comportarse así al principio para no acabar en una situación como esa, pero no era arrepentimiento lo que sentía. Sólo quería sobrevivir.

Por quinta vez intenté erguirme, y la pata trasera cedió doblándose por lo que nunca había sido una articulación, haciendo que soltara un profundo aullido de dolor. Una sombra de color bermellón, como un torbellino lo engullió todo a mi vista y aún tardé un poco en asimilar que un dragón acababa de colocarse junto a mí. Por un instante busqué escapatoria, forcejeando de nuevo por levantarme; el emisor sólo transmitía ruido de estática, incapaz de siquiera adivinar lo que quería decir en mi temor. No fue hasta oír aquella voz que hice ademán de sacudir las orejas.
Oía ladeando la cabeza, que no escuchaba, sin entender las palabras, pues inmerso en el dolor y los instintos no es que fuera la criatura más comunicativa, pero la seguridad y el tono de aquella voz reflejaban descaro y arrojo, y algo en mi subconsciente me hizo sentir algo mejor. Al menos de manera figurativa, pues físicamente estaba para el arrastre.
Sólamente dejé escapar un largo y lastimero quejido como respuesta a aquella criatura desconocida que se movía alrededor, y por inercia me volví a encoger sobre mí mismo al escuchar de nuevo el atronador sonido de las aeronaves que sobrevolaba por encima nuestra.
Sonaron cerca, muy cerca, y como el repique de una campaña el sonido de las balas chocando contra el metal hicieron que recuperara ligeramente la compostura otra vez, lo suficiente como para que el altavoz dejara de emitir esos molestos pitidos. Un sólo pensamiento me cruzó la mente abriéndose la so entre la marea de sentimientos.
"Déjate de dramas, joder... Hasta aquí has llegado, no está mal... Ahora vive para luchar otro día."

Aunque no quisiera, había llegado casi a mi límite, y volviéndome hacia el dragón intenté devolver una especie de sonrisa llena de colmillos afilados.
- Va... Va... Vámonos. Está acabando... Ayuda...-
No lo decía en plan pesimista de "oooh es el fin vamos a morir" sino porque sabía que el combate estaba tocando a su fin. Lo había escuchado gritar,  lo veia en mi piel quemada, lo veía en los renegados que luchaban con ánimos renovados, en las órdenes que gritaban algo sobre una bomba, incluso mi propio ánimo no era del todo malo. Pero tocaba irse ya.
Resignado, levanté la pata del brazal para darle una última orden al centinela hackeado; había hecho un buen trabajo, quizás no lo había controlado tan bien pero había sido útil. Esperé a que el dragón rojo me recogiera, como fuera, y aunque no muy cómodo por todos los daños, derrames internos y porque no hubiera volado nunca, jamás antes, salimos del lugar, alejándonos. Vi la traza del centinela hackeado despegar en dirección opuesta a nosotros, y a los pocos segundos una onda expansiva.

Y desde lo alto, luchando por mantenerme consciente, se me antojó una escena singularmente bella.

Mi impoluto traje blanco (por dentro, que por fuera voy vestido como todos) se mancha de sangre por culpa del flechazo de lea, que me da en una pierna. Después Johan me lanza unos discos de magia de esa rara que me hacen cortes y heridas por doquier. Más magias raras, las ráfagas de viento de Sharon empeoran todas las heridas, así que harto de tanta linchada colectiva me pongo a disaparar mi rifle contra Sharon. - ¡y luego habrá imbéciles que digan que sois los buenos de la historia! ¡nosotros somos el bien, vosotros sois los que estáis haciendo una masacre y abusando! ¡estamos en inferioridad de condiciones, somos menos que vosotros, panda de ratas cobardes, bien podréis! – me despacho a gusto con ellos, si van a matarme no voy a callarme nada. Luego un dragón malhablado me ataca también, momento en el que ya caigo, recibiendo de remate final una descarga eléctrica por parte de Reiv.
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Ataque a Sharon: (disculpa el despiste ^^u compensamos con integración )

5+10+5=20

Daños: 60 45 46 55 28 (ni hago cuentas porque están muy muertos)

PS: 0 SOLDADO BLANCO MUERTO
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Se me aprieta el culo cuando el japonés demoníaco se acerca a mí clavándome la garra para comenzar a quemarme con esas llamas extrañas. - Hey, bro, this is my  neighbourhood! Para culo blanco, para! - Comienzo a aullar de dolor, recibiendo también los disparos de Vanessa. Nuestro propio centinela me ataca, es peor que el “ejecuten la orden 66”, esto es un desastre. Para colmo una descarga eléctrica de Ail y la paliza gitana(o japonesa) por parte de unos yakuzas que nadie sabe de dónde cojones han salido. – Mis hermanos...me...vengarán....y mi fantasma os robará a todos, tenéis un futuro muy negro...- caigo eliminado, siendo el último soldado de la Alianza que cae en las calles de Bastion Hollow.
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Ataque a Sharon:

5+10+5= 20

Daños: 46 39 50 40 40 29 (no hago cuentas, matado)
PS: 0 SOLDADO NEGRO MUERTO
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El miembro 'Soldado Alianza Humana' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Tecnológico' :


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#2 'Ataque Tecnológico' :

Me aparto un poco cuando el líder de la brigada pega ese grito. Aunque me recuerda que cierto pelirrojo no se ha pasado por el Moulin con una puerta como iba a decir.

"Se va a cagar cuando lo encuentre"

Aparecen los cazas de nuevo y empiezan a disparar contra nosotros. Iba a crear una barrera con la tierra pero Lykaios se me echa encima. Solo pude replegar mis alas un poco para poder esquivar más balas. Por suerte, ninguna me acaba dando. Me levanto cuando el licántropo se aparta, sacudiéndome las alas.

-Ahora me debes una menos

Me asusto un poco con la llegada de los refuerzos, aunque por suerte lo tienen todo controlado y no necesitan de mi ayuda. Tampoco los soldados reparan en mi presencia, así que de momento tengo bastante libertad. Fue entonces que vi a Reiv llegar con un grupo de maleantes. Seguramente los habría visto alguna vez pasar por China Town, pero no me importaban.

-¡Reiv! ¿Estás bien?

Le dije preocupada, aunque tampoco quería decir que había venido por él. La bomba PEM estalla y veo como los centinelas caen desactivados. Tampoco quedan ya soldados, solo aquel paraje desolado que antes había sido un refugio para los magos, ¿dónde irán ahora?

Miré hacia arriba, donde estaban Yiennorkhelinery y aquella quimera que hablaba. Le hice un gesto a Reiv para que me esperara mientras vuelo hasta quedar a su altura.

-¿Necesitáis ayuda por aquí?

Les dije viendo que la quimera no parecía tener muy buen aspecto.

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Def 30 (No voy a hacer cuentas sé que me he librao :yao:

El miembro 'Indira Ibn-La'ahad' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Física' :

El silencio en aquel lugar era de lo más abrumador. Pasada la batalla, sin los aviones dando por saco, sin los soldados gritando, sin el ruido de las armas de fuego y de la magia… Todo se resumía al sonido de mi propia voz y el de la llamada al otro lado. “Hola, cariño”. Esa fue su primera respuesta, el indicio de que había cogido el condenado teléfono. Seguramente estuviera sentado en su condenado despacho en los campos, con alguna secretaria por allí deambulando para su placer visual y tal vez incluso jugando a cualquier gilipollez. Esa era la vida de los jodidos asesinos tras todo esto.

Sus palabras demostraban lo poco que le importaba todo eso. -Sabes que una derrota habiendo mandado tantos efectivos no es lo que los soldados necesitan. Les llevará meses recuperar la confianza.- “A no ser que estés planeando substituirlos todos por puñeteras máquinas”. No pareció tomarse muy en serio lo que pudiera saber sobre él. “Pues suerte”, soltó. -¿La suerte? La vas a necesitar tu. No vas a salir de esto en paz, Andreas. Te lo puedo asegurar. No vas a poder limpiarte las manos y desentenderte del tema para toda tu vida. Ambos sabemos qué escondes.

Y ya tenía un plan trazado, que por supuesto, no iba a contarle. Me tocaría paciencia al respecto. Y… Poner un poco de orden mental. Sin embargo su siguiente respuesta no me dejó indiferente. “Mi pequeño ejecutor”, soltó. -¡NUNCA FUI TU EJECUTOR! ¡Hice esto por mi propio pie! ¡Y ya no soy nada de eso!- Alcé la voz sin proponérmelo. Él no parecía temerme. Y… No pude quedarme tal como estaba al escucharle que en mi cuerpo aún había algo de los campos. ¿A qué demonios se refería? ¿Tenía otro chip? No, no tenía sentido. Ya me habrían encontrado. Miré el brazo… Que habría sido oportuno deshacerme de él, pero no estaba dispuesto a ello. Y miré también mi otro brazo, el de carne y hueso, pensando en las condenadas nanomáquinas…

El silencio que guardé se alargó lo suficiente como para indicar a Andreas que acababa de insertar una jodida duda en mi cabeza. ¿Mi cabeza? Igual… Igual podría haber sido algo en mi cabeza. En aquel momento me sentí débil. Y me sentí asqueado por mi propio cuerpo, que en muchas ocasiones, había dejado de ser mío. Todas las condenadas anestesias, todo lo que me metieran… “Joder.” -¿De qué estás hablando? ¡DÍMELO!- En el fondo, muy en el fondo, no me lo acababa de creer. Pero en aquel momento el jodido había dado en un punto débil.

Me preguntó que si había acabado. -No. Me falta pasar a la acción.- Observé de reojo algo que llevaba largo rato espiándome. Un… Trozo raro de cristal azul. Me sonaba aquel material. “¿Pero Sygdom no tenía de eso en el ojo?” Mientras tanto Andreas empezó a hablarme de la labor de recuperar los cadáveres. Era algo que respetaba. Y por mí habría accedido de inmediato a decirle que sí, pero no estaba tan seguro de que el resto fueran a estar de acuerdo. Entonces, aquel trozo de condenado cristal se me acercó como si quisiera decirme algo. Le hice un gesto para que se callara. “Vor tenía un bastón igual. Esto es de Vor.”

Me cagué en el niño en voz baja mientras pensaba un poco qué hacer con lo de Andreas. -Sabrás muy bien, Andreas, que muchos de nosotros estamos bastante resentidos respecto la lucha. Y que a nosotros también nos gustaría recoger los cuerpos de los nuestros… Lo mínimo que puedo pedir es tiempo para darle un entierro digno a Szyraenk.- Me acomodé un poco su chaqueta de ejecutor. -Y sabes que nosotros hemos vencido. Y yo sé bien que tras el gasto de esta batalla, estáis cortos de efectivos. Débiles. Más débiles que nunca. Quiero poner condiciones.- El cristal se me acercó como si tuviera mucha urgencia. Le gesticulé por lenguaje de signos que me dejara en paz, que estaba hablando por el móvil. No lo entendió y siguió dándome vueltas. -Quiero 48 horas de alto al fuego. Ni centinelas, ni aviones, ni bombardeos ni nada de eso. Las primeras veinticuatro horas las usaré para explicar la labor al resto. Los dragones no diferenciarán un avión pacífico de uno de los vuestros. Y durante ese plazo nosotros recuperaremos nuestros cadáveres. En las veinticuatro horas siguientes, tendréis tiempo para llevar vuestros helicópteros y sacar los restos de los soldados, pero no quiero ni un avión ofensivo entre ellos. Y sabes muy bien que necesitas conseguirlos a toda costa. A la opinión pública no le gustaría que fallaras en algo así. Y mucho menos a sus familias. También sabes que respeto a los soldados y que cumpliré mi palabra.

Me sentía utilizado al hablar con él, por alguna razón. Estúpido. No sabía hasta donde llegaba su poder o su astucia, pero me hacía sentir… Débil. Y me había revuelto todo el estómago que me siguiera tratando como uno de sus perros. -Eso no significa que no vaya a joderte la existencia en cuando te vea. Pienso ahogarte en la sangre que has derramado de todos los inocentes a los que has herido o matado. Pienso hundir tu cabeza en ello, que sé que te encanta la sangre, y vas a arrepentirte de una jodida vez de haber existido. Tendrías que haberlo visto. La gente decapitada, la sangre de unos y otros bañando el suelo, las heridas chorreando rítmicamente…- El cristal me pinchó para que le hiciera caso. Solté un gruñido antes de coger aquella condenada pieza del mal y metérmela en el bolsillo. Andreas era un asunto más importante que cualquier gilipollez que quisiera hacer un trozo de una arma mágica.

-¡Pilla! –le grito a Lykaios en cuanto lo veo ir hacia Lea, lanzándole mi Vilya para que le de uso y pueda curar mejor a la arquera. Desde luego hizo efecto su curación pues se une de nuevo a la batalla disparándole una señora flecha al Soldado Blanco, el cual había amenazado con matarlo. Al final no es necesario que vaya yo a por él, entre unos cuantos acaban por cargárselo, a uno de los atacantes del Soldado Blanco la reconozco como Sharon Birdwhistle, quien me ayudó con lo del Moulin... hablando del bar, tengo que recoger mi recompensa por el trabajo pues a fin de cuentas… ya no me interesa la habitación, ya hablaré con Indira sobre ello después.

-Ya era hora de que vinieras, dragón color comunista –le dije a Yienorkhelinnery, quien había vuelto a las calles para atacar también al Soldado Blanco achicharrándolo con su aliento mañanero DIGO su aliento tras comer chili picante DIGO su aliento de fuego. Tras ese ataque se dirige a por el gato con botas DIGO el gato hater de rusos del CS:GO DIGO a por O’Shea para alejarlo un momento de las calles. Vanessa ya había avisado de que todos los tipos que lleven cosas electrónicas que se pirasen de aquí, pues va a usar una bomba de pulsos electromagnéticos, también conocida como bomba PUM DIGO bomba PEM, al final no es ella quien lo usa, sino Ailanthus.

La explosión de la bomba PUM del drow provoca que los centinelas se desactiven por completo, friendo sus circuitos por completo. Miro al Soldado Negro quien ha muerto por todos los ataques que ha recibido y las llamas negras consumiendo su cuerpo, ya no quedan enemigos en las calles de Bastion Hollow.

-Y como ha dicho  Lykaios… las calles son nuestras, la misión de defensa en las calles ha sido un éxito –les anuncio a todos mientras me siendo en el suelo, apoyando mi espalda en la pared y encendiéndome un cigarrillo. Observo como del cielo vienen helicópteros llevándose los restos de los centinelas, inclusive los que han sido desactivados.

Hemos logrado ganar una batalla, pero no la guerra, pues ahora tocará recogerlo todo y seguramente… -Johan… espero que tengas pensado otro sitio, pues creo que va a tocar mudar la base entera. La Alianza sabe dónde estáis y la base subterránea aún está lleno de gas venenoso. Bastion Hollow ya no es segura incluso habiendo mermado las fuerzas de la Alianza.

Ya solo queda saber que tal van en la cueva y en la ciénaga para confirmar por completo nuestra completa victoria, y toda victoria merece su celebración. Nosotros los Rebeldes al Imperio Galáctico DIGO a la Alianza hemos logrado sobrevivir un día más, pero todavía queda acabar con ésta estúpida guerra sin sentido, ganarla para que de una vez tanto humanos como seres mágicos puedan convivir en paz sin tirarse piedras.

Mientras Indira cura al gato electrónico yo espero a Lykaios para que venga no solo a darme el anillo, sino ya de paso que me eche una cura para sanar las heridas y parar la hemorragia. –Bueno Brigada… ¿Dónde pensáis montar la fiesta?

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PS: 112 - 5 Sangrado fuerte = 107

Mientras espero a que la gente se retire el drow ex-capitán de la Alianza me pregunta por la bomba PEM, y al asentir él se ofrece a lanzarla. "Jo, yo quería divertirme". Estoy mirando cómo el resto de soldados comienzan a caer cuando escucho una voz familiar gritando mi nombre.

-¡¡IIIIIIMMMMRRRRAAAMMM!!

Una sonrisa se dibuja en mi cara y cuando se acerca le paso una mano por la espalda a modo de medio-abrazo, mientras sigo sujetando el rifle con la otra. Se ve bastante bien, para haber tenido un niño hace relativamente poco. Lo miro con la cabeza un poco ladeada, ya lo echaba de menos, casi empecé a pensar que su hijo se lo habría comido o algo.

-Están por ahí atrás, todos andamos de una pieza. Te has perdido la diversión.

Entonces se va hacia una señora que me parece un poco mayor para andar luchando por los campos de batalla, pero ella consigue escapar en un coche con algunos otros soldados. Nery llega por fin, surcando el cielo cual cometa en llamas, una gran visión. Luego, la bomba hace efecto, y los Centinelas caen desactivados como juguetes que se han quedado sin cuerda. Cojo una piedra y se la tiro a uno, con todas mis ganas.

-¡Connard!

Desde ese lugar veo a los helicópteros llegar para llevarse a su chatarra, y al tipo decapitado que Scar traía. Hablando de eso… tendrá que explicarnos algunas cosas, espero que esté bien, me cae guay. Miro al resto, Lea ya más recuperada junto al jefe, Kosuke fumando, Johan más o menos entero y el drow cargando a otro mientras se alejaba. Nery está por ahí más adelante haciendo amigos, y el hermano de Reiv tiene un bonito reencuentro con Indira. Yo pues me encojo de hombros, me siento junto a Kosu y estiro las piernas, doloridas. Le empujo el hombro ligeramente, en un gesto amistoso, y me pongo a limpiar un poco de polvo las armas, que yo no fumo.

-En cualquier parte, nosotros somos la fiesta.

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Vida: 122-5= 117 PS

-Y tu eres el bastardo que los utiliza para hacer tus trabajos sucios.- A veces, muy en el fondo, me arrepentía de haber dejado las cosas como las dejé. Por los soldados. Por los que no eran responsables de lo jodidamente repugnante del ejército. Apretaba con algo de fuerza el comunicador. Acusó mis palabras de pataleta y habló de volver. -No voy a volver. Sabes muy bien que jamás volveré a pasar por allí. Prefiero la muerte.- Szyraenk, de hecho, había tomado ese camino. Y tenía ese temor dentro de que en caso que… En caso que…

No. No iba a ocurrir. -Voy a gritar todo lo que no grité cuando tenía la correa firme alrededor del cuello.- Declaré cortante. Apretaba con fuerza aquel cristal en el bolsillo como fruto de mi rabia. Aunque todo aquello de su siniestra frase quedó en… Nada. Dijo que no hablaba de nada. “Está jugando contigo, Ail.” Cerré los ojos y eché un suspiro exhasperado por mis narices. “¿Te vas a dejar intimidar por tales mentiras?”

Si. De hecho, si. Andreas debía conocer mi psique más que yo mismo. -Métete un cactus por el culo, imbécil.- Gruñí exhasperado. No volvió a darme respuesta hasta que hablé de las condiciones. 48 horas eran… Suficientes como para dispersarnos. Yo estaba dispuesto a acoger a algunos en mi hogar. Tendríamos que buscar lugares seguros unos y otros, abandonar la cueva… Mucho trabajo pendiente. En aquel momento todo lo que quería era mi despacho, mi café y mis papeles. Eso era más sencillo… Aunque había algo que me importaba más que todos esos nimios placeres, algo que había justificado mi traición.

-48 horas. Haz algo sospechoso y no te podré asegurar el bienestar de ninguno de tus jodidos aviones y muchas mierdas que quieras enviar con ellos.- Iba a escanear la zona, rastrear lo que pudiera, intentar sacar cualquier retazo de información. Fue entonces cuando me llamó hipócrita, riéndose, preguntándome sobre los soldados… Entrecerré los ojos. No había hecho nada por impedir sus muertes. Pero había colaborado. Volví a guardar algo de silencio. No estaba dispuesto a renunciar a mis morales, aún sabiendo que me hacían débil, que me podían coger por ahí.

-Morir es su trabajo, según tú, ¿No? Yo no fui el que los envié a semejante suicidio. Yo no hice ningún ataque que pudiera terminar tan absurdamente mal para ellos. ¿Quién eres tu para hablarme de dejarles morir?- Aún con la firmerza de mis palabras, no era tanta la que tenía interiormente. Luego dijo que estaba “intentando” superar su fobia. ¿Desde su despacho? ¿Limpiándose las manos? Y se metió con mis propios miedos. En mi época de ejecutor había sido fácil controlarme porque no había tenido seres queridos a los que proteger, no tenía nada. Ahora eso era lo que me ataba a la realidad. Y… Desde luego, otra debilidad. -¡NO TE ATREVAS!- “No será capaz. Joder. No será capaz.” -¡Esto es entre tú y yo!

Si las cosas fueran tan sencillas… Y él, sin embargo, estaba convencido de que volveríamos a hablar. -¡LA PRÓXIMA VEZ SERÁ EN LA QUE TE CORTE LA CABEZA!- Ya había colgado. Dejé ir el comunicador, que cayó el suelo, y lo atravesé con la cuchilla de la hoja. Miré al cadáver y a mi bolsillo. Dejé que el cristal saliera, que muy indignado, se fue hasta la copa del árbol. Saqué la moneda y envié un mensaje corto a Johan. “¿Ha acabado la lucha en calles? Necesito transporte y… Hablar contigo. He logrado algo. No tenemos mucho tiempo.” Después de eso hice algo un tanto desagradable. Quitar el chip de la nuca del cadáver de Szyraenk. No fue complicado puesto que… Estaba muerto y no había riesgo de nada. Estaba ya tibio y más pálido que antes. Allí sentado, embadurnado de sangre e incertidumbres, me quedé esperando para recibir respuesta de Johan.

Y seguía temiendo lo que pudiera tener dentro de mi cuerpo. En aquel momento deseé verdaderamente cumplir todas las formas que había dicho a Andreas de matarle. A la vez.

Tras mi ataque pude ver cómo más gente llegaba, lo que me pareció algo poco útil pues ya había terminado la batalla en las calles. Los centinelas estaban inactivos y los soldados casi muertos, segundos después me arrepentiría de haber pensado que no se merecían otro golpe, en sus últimos momentos de vida el soldado al que había atacado (BLANCO) decidió vengarse. Tuve tiempo de sobra para crear una barrera de fuertes vientos que bloquearon todas sus balas, lo que no me esperaba era que ya deshaciendo la barrera, el otro tipo al que no había pegado, decidiera atacarme también. Las ráfagas no eran tan fuertes como antes, pero desviaron todas las balas de los puntos importantes, resultando simplemente rasguñada en los brazos y las piernas.

-Qué desperdicio de balas-

Murmuré molesta mientras miraba las pequeñas heridas que tenía en mis brazos, no me dolían demasiado comparado con la última vez, pero no me hacía gracia que ya cuándo era evidente quién había ganado los perdedores siguieran atacando hasta morir, en vez de rendirse como personas normales. Alcé la cabeza para encontrarme con caras conocidas Kosu y Reiv estaban allí además de Indira a lo lejos, no entendía que hacía en el campo de batalla. La última vez no tenía otra opción por que era su posada, pero ahora no tenía motivos para volver a las luchas.

Miré a Kosuke sin mucha cautela - Qué bien que no hallas muerto en mi presencia- bromeé sabiendo desde aquel día en el Moulin que decía la frase cada vez que empezaba una batalla importante. No solía ser muy bromista, pero como tampoco cambiaba mucho mi expresión en la cara cuando hacía una broma, la gente no solía darse cuenta.

No estaba mucho en la conversación que había, solo me mantuve callada enterándome de que pensaban cambiar de base. Algo normal cuando saben tu base, si no quieres ser asediado día y noche claro está. Yo estaba un poco separada del grupo, pensando en que verdaderamente había sido un ninja hasta casi el final y en que había un dragón rojo paseándose por ahí como si fuera algo normal... incluso con la pelea acabada todo me parecía bastante surrealista.



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Defensa mágica: 5 dados + 11 base + 10 habilidad + 5 canalizador = 31 defensa - 40 de ataque soldado NEGRO y BLANCO = -9

PS: 150 - 9 = 141

El miembro 'Sharon Birdwhistle' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Mágica' :