Recuerdo del primer mensaje :
Lo que antaño fue un lugar con muchas historias para contar, hoy se ha convertido en la zona más destruida de todo el país.
Desde su caída la noche del 15 de Junio de 2020, nunca pudo volver a ser la misma. Se respira muerte a cada paso que das, y el ambiente es de todo menos agradable.
Algunos miembros de los Renegados se atreven a surfear estas calles para llegar a su guarida, siempre asegurándose de no ser seguidos por nadie
Desde su caída la noche del 15 de Junio de 2020, nunca pudo volver a ser la misma. Se respira muerte a cada paso que das, y el ambiente es de todo menos agradable.
Algunos miembros de los Renegados se atreven a surfear estas calles para llegar a su guarida, siempre asegurándose de no ser seguidos por nadie
Descendí poco antes de llegar a las calles, viendo como los cazas se desquitaban con la gente de abajo.
"Oh no. ¡REIV!"
Me quedé por un momento en el sitio, para echarme a correr hacia el foco del peligro. No me fijé en los dragones que sobrevolaban mi cabeza, no queriendo distraerme mientras buscaba al chico entre la gente. No lo encontraba y mi desesperación se hacía palpable. Fue entonces cuando vi a Lykaios caer inconsciente, y entré en pánico. Sin importarme nada, voy corriendo hacia el, para levantar su cuerpo del suelo. Estaba al borde de las lágrimas y no me podía concentrar en curarlo, aunque tenía algo que sí podía. Mi anillo Vilya, que llevaba en el dedo pulgar al lado del anillo de Montecristo, emitió una leve luz azul que se adentró en el cuerpo del licántropo, curándolo.
-Vamos Lykaios... Los héroes nunca muerem
---
+40 PS para Lykaios por Vilya
"Oh no. ¡REIV!"
Me quedé por un momento en el sitio, para echarme a correr hacia el foco del peligro. No me fijé en los dragones que sobrevolaban mi cabeza, no queriendo distraerme mientras buscaba al chico entre la gente. No lo encontraba y mi desesperación se hacía palpable. Fue entonces cuando vi a Lykaios caer inconsciente, y entré en pánico. Sin importarme nada, voy corriendo hacia el, para levantar su cuerpo del suelo. Estaba al borde de las lágrimas y no me podía concentrar en curarlo, aunque tenía algo que sí podía. Mi anillo Vilya, que llevaba en el dedo pulgar al lado del anillo de Montecristo, emitió una leve luz azul que se adentró en el cuerpo del licántropo, curándolo.
-Vamos Lykaios... Los héroes nunca muerem
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+40 PS para Lykaios por Vilya
Sigo golpeando con furia a soldado oliva después de que Azahar se haya marchado, acabando con él al ver que saca de nuevo el arma para disparar. Lo que me sorprende es que el ataque no va a por mi, sino a por uno de sus compañeros. Me levanto del suelo tras haberle dado el golpe de gracia, sin detenerme a mirarlo ni un segundo. Al mirarme los nudillos los tengo llenos de sangre, suya y mía. Es extraño, pero cuanto más lo golpeaba más quería seguir haciéndolo, más me acordaba de la cara de todos los soldados que me las hicieron pasar putas cuando estuve encerrado.
El siguiente que pienso cargarme es uno de sus compañeros que parecen haberse vuelto locos tras el grito de una chica que los ordena matarse, así que me arrojo como un rayo hacia el soldado verde, lanzando un tajo doble descendente con las cimitarras, acompañándolo de mi habilidad para usar ráfagas de magia cortantes. Después le pego una patada en el abdomen para alejarlo un poco, aprovechando para utilizar la estatuilla del grifo, una igual a la que tiene Azahar. El daño que hace la criatura esa es poco, pero todo ayuda. No es la única criatura extraña que vaga por la zona, una especie de borrego con pinta de experimento raro se acerca a mi balando de manera muy siniestra. No tengo ni idea de dónde ha salido (se le cayó del saco a uno de los yakuzas del grupo de Reiv, algo que desconozco). Le pido al bicho que se largue, que se vaya a pastar a algún sitio, pero en lugar de eso interpreta que debe arrojarse como un suicida contra el soldado. El borrego explosiona contra el soldado verde, dejándolo ya para el arrastre. Se me queda cara de póker, no sé si echarme a reír o pedirme un control antidrogas por lo que acabo de presenciar.
Decido dejar al soldado que acabo de atacar, morirá por si solo o a manos de sus compañeros. Presto atención a las órdenes de unos y otros, sacar heridos, ir a las ciénagas para evitar aviones...esos malditos aviones que vuelven una vez más. Trato de ponerme a cubierto o quitar a alguien del medio, así que en mi huida me encuentro con Thalos al que empujo hacia un lado al escuchar las balas silbar a nuestro lado. No sé si le he evitado todo el daño, pero yo me he llevado una pequeña herida en la mano. Nada de lo que preocuparse. - ¡Te recordaba más rápido, te haces viejo! - le grito para picarlo y que se mueva un poco, pasando de largo conforme lo digo. A fuerza de verlo y compartir misiones con él me ha acabado cayendo bien, aunque prefiero a Erika, por ser familia de Azahar. - ¡Os veo en las ciénagas! - les grito a Thalos y a Scar, aunque no la conozca. Después de eso envaino las cimitarras, echando a correr hacia dos soldados (NARANJA Y MARRÓN) para agarrarlos del pescuezo y levantarlos en el aire ahora que están como agilipollados y con la cosa rara de pegarse entre ellos.
- Y me llevo compañía...creo que os ahogaré en el barro - murmuro apretando un poco más los cuellos de ambos, saliendo de las calles mientras me llevo a rastras a los soldados naranja y marrón.
---------------------------------
ataque mágico:
dado 20 + 12 stats at. mágico + 10 hab especial + 5 canalizador + 5 estatuilla grifo (post 1 de 5) = 52
+50 por borrego explosivo que me tocó en pokecasino (uso único)
TOTAL: 50+52 a SOLDADO VERDE= 102 (en su último post tenía 125)
defensa física:
dado 15 + 10 stat def física + 25 cota mithril= 50 para THALOS
daños recibidos:55 de aviones que le quito a Thalos - 50 de mi defensa= 5
PS:150-5 =145
El siguiente que pienso cargarme es uno de sus compañeros que parecen haberse vuelto locos tras el grito de una chica que los ordena matarse, así que me arrojo como un rayo hacia el soldado verde, lanzando un tajo doble descendente con las cimitarras, acompañándolo de mi habilidad para usar ráfagas de magia cortantes. Después le pego una patada en el abdomen para alejarlo un poco, aprovechando para utilizar la estatuilla del grifo, una igual a la que tiene Azahar. El daño que hace la criatura esa es poco, pero todo ayuda. No es la única criatura extraña que vaga por la zona, una especie de borrego con pinta de experimento raro se acerca a mi balando de manera muy siniestra. No tengo ni idea de dónde ha salido (se le cayó del saco a uno de los yakuzas del grupo de Reiv, algo que desconozco). Le pido al bicho que se largue, que se vaya a pastar a algún sitio, pero en lugar de eso interpreta que debe arrojarse como un suicida contra el soldado. El borrego explosiona contra el soldado verde, dejándolo ya para el arrastre. Se me queda cara de póker, no sé si echarme a reír o pedirme un control antidrogas por lo que acabo de presenciar.
Decido dejar al soldado que acabo de atacar, morirá por si solo o a manos de sus compañeros. Presto atención a las órdenes de unos y otros, sacar heridos, ir a las ciénagas para evitar aviones...esos malditos aviones que vuelven una vez más. Trato de ponerme a cubierto o quitar a alguien del medio, así que en mi huida me encuentro con Thalos al que empujo hacia un lado al escuchar las balas silbar a nuestro lado. No sé si le he evitado todo el daño, pero yo me he llevado una pequeña herida en la mano. Nada de lo que preocuparse. - ¡Te recordaba más rápido, te haces viejo! - le grito para picarlo y que se mueva un poco, pasando de largo conforme lo digo. A fuerza de verlo y compartir misiones con él me ha acabado cayendo bien, aunque prefiero a Erika, por ser familia de Azahar. - ¡Os veo en las ciénagas! - les grito a Thalos y a Scar, aunque no la conozca. Después de eso envaino las cimitarras, echando a correr hacia dos soldados (NARANJA Y MARRÓN) para agarrarlos del pescuezo y levantarlos en el aire ahora que están como agilipollados y con la cosa rara de pegarse entre ellos.
- Y me llevo compañía...creo que os ahogaré en el barro - murmuro apretando un poco más los cuellos de ambos, saliendo de las calles mientras me llevo a rastras a los soldados naranja y marrón.
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ataque mágico:
dado 20 + 12 stats at. mágico + 10 hab especial + 5 canalizador + 5 estatuilla grifo (post 1 de 5) = 52
+50 por borrego explosivo que me tocó en pokecasino (uso único)
TOTAL: 50+52 a SOLDADO VERDE= 102 (en su último post tenía 125)
defensa física:
dado 15 + 10 stat def física + 25 cota mithril= 50 para THALOS
daños recibidos:55 de aviones que le quito a Thalos - 50 de mi defensa= 5
PS:150-5 =145
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Mágico' :
--------------------------------
#2 'Defensa Física' :
#1 'Ataque Mágico' :
--------------------------------
#2 'Defensa Física' :
150
56 de Sharon+ 55 de johan= 111 defensa
40 explosion + 55x2=
150-111= 39 daño. No me defiendo a mi asi que
150-39= 111 PS y sangrado fuerte in the next post
DEFENSA PARA VOR
30 dados+10 hab+16 base= 56 PS de defensa
Curacion
0+40 vilya= 40 PS a Vor
_________________________
-Ehh? – me quedé mirando al viejo Baenre con una sonrisa congelada y dudosa. ¿Qué no desperdiciase mis curaciones con el? Le había faltado poco para morderme….
Entonces Vor se posiciona a mi lado y me mira como optimista. Me anima verlo ahí intentando ayudarme con lo de Szyraenk, y le devuelvo la sonrisa de igual modo. Pero entonces el viejo grita y lo miro bruscamente. Por su rotundo NO. No quiere ser salvado…
Poco tiempo mas hay para rebatirle, pues se nos cae encima un centinela que explota encima de nosotros. Voy a levantar una barrera de aire, pero….el aire se mueve a mi alrededor sin que yo haga nada. Extrañadisimo abro los ojos por tal fenómeno, la explosión del centinela ni me ha rozado gracias a aquella barrera de viento. Pero yo no había sido. Traté de localizar a quien me había protegido, incluso llegué a ver a Sharon, pero no pude saber a ciencia cierta si había sido ella….
Y miré a mi alrededor para ver los estragos que había causado la explosión. Ni si quiera pude fijarme en que Szyr se lanzó contra Lykaios, al cual mas tarde iban a abatir. Escuché de nuevo los aviones y tuve la certeza de que iban a por nosotros. Asustado miré en dirección a Vor, entre todo el caos, ni si quiera supe si fui capaz de verlo, y moviendo los brazos removí los vientos a su alrededor levantando un monton de piedras y escombros que le hicieran de escudo. No pude mantenerlo mas tiempo. Noto la mordedura de las balas, los primeros impactos, uno me atraviesa un costado y otro un muslo y brazo.
En milésimas de segundo, la creación de mi escudo, los disparos, y luego el placaje de Johan que me libró de seguir recibiendo tiros, pues me tiró al suelo. Gruñi algo adolorido y confuso, pero entre los planes del mago no estaban los de dejarme tiempo para ubicar mi mente. Me intento incorporar pero el me agarra por la ropa y me levanta con brusquedad. Lo miro a la cara un poco asustado, pudiendo ver que por ayudarme lo han vuelto a herir. Luego miro a su mano y sigo la dirección que indica. No es un escenario agradable. Y cuando se pone a gritarme me quedo ojiplatico y poco me falta para empezar a sollozar.
-Yo solo quería…. –ayudar, en definitiva
No sé como terminar la frase. Me ha soltado y me sigue gritando.
-SI ME PREOCUPO!! – no le digo nada mas, pero lo miro con ojos brillantes y cristalinos. Tiene razón, porque la idea de venir aquí a ayudarlos y exponernos al peligro fue mia. Vor solo me había seguido por no dejarme solo. Esta vez ni si quiera le agradezco que me haya salvado, salgo pitando hacia donde está Vor, con un atisbo de expresión de enfado en el rostro. Enfado conmigo mismo.
Cojeo, me duele el costado y sangra bastante, y aprieto el brazo herido con fuerza escuchando los gritos de Johan, que me estresan mas unido a toda la mierda de la pelea y a no haber sido efectivo ni curando, ni ayudando al Baenre, ni protegiendo a Vor. Pero estoy de acuerdo en lo que dice, y en lo que Kosuke dijo telepáticamente.
“tenemos que largarnos a las cuevas”
-Nos vamos!
Conforme corro hacia donde quiera que haya ido a parar Vor tras tantos disparos y explosiones , mientras voy levantando el viento a mis pies que sube en espiral a mi alrededor. Preparo una sanación, arrodillándome a su lado, que me sale de culo porque estoy herido, agotado, y llevo mucho rato abusando de la magia curativa y de la magia en general. El anillo quema mi mano pero potencia mi hechizo, sabiendo que algo le haré al semidrow.
-Tenemos que irnos, no podemos seguir aquí, Vor. Lo siento…fue mi idea…fue mala idea…
Yo no estaba acostumbrado al campo de batalla. Si a batallas mas pequeñas. Pero esto…esto era la autentica guerra. Y empezaba a superarme. Yo era rápido viajando en mi forma de urraca, pero asi no podía llevar a nadie conmigo. Sin embargo con mi control del viento y un pequeño as bajo la manga podría. Y un poco de la ayuda de la pluma de Vor, que lo haría mas ligero. Solo tenia que realizar una transformación parcial.
-Te voy a sacar de aquí, volvemos a las cuevas…allí no pasarán estas cosas.
No había cesado el viento, y me concentré entonces en utilizar la animagia…pero de modo parcial. Esta vez, solo necesitaba las alas. Y mis manos y el resto de mi cuerpo como siempre, para poder transportar gente. Con el hechizo de transformación adecuado conjuré unas alas de urraca a mis espaldas, al tamaño proporcional de un humano, eso si (que si no menudas risax). No me servirían para volar, pero si para planear y huir de allí mas rápido. Le tiendo la mano a Vor, esperando que entienda lo que quiero hacer, esperando que la agarre para que salgamos de allí cuanto antes.
56 de Sharon+ 55 de johan= 111 defensa
40 explosion + 55x2=
150-111= 39 daño. No me defiendo a mi asi que
150-39= 111 PS y sangrado fuerte in the next post
DEFENSA PARA VOR
30 dados+10 hab+16 base= 56 PS de defensa
Curacion
0+40 vilya= 40 PS a Vor
_________________________
-Ehh? – me quedé mirando al viejo Baenre con una sonrisa congelada y dudosa. ¿Qué no desperdiciase mis curaciones con el? Le había faltado poco para morderme….
Entonces Vor se posiciona a mi lado y me mira como optimista. Me anima verlo ahí intentando ayudarme con lo de Szyraenk, y le devuelvo la sonrisa de igual modo. Pero entonces el viejo grita y lo miro bruscamente. Por su rotundo NO. No quiere ser salvado…
Poco tiempo mas hay para rebatirle, pues se nos cae encima un centinela que explota encima de nosotros. Voy a levantar una barrera de aire, pero….el aire se mueve a mi alrededor sin que yo haga nada. Extrañadisimo abro los ojos por tal fenómeno, la explosión del centinela ni me ha rozado gracias a aquella barrera de viento. Pero yo no había sido. Traté de localizar a quien me había protegido, incluso llegué a ver a Sharon, pero no pude saber a ciencia cierta si había sido ella….
Y miré a mi alrededor para ver los estragos que había causado la explosión. Ni si quiera pude fijarme en que Szyr se lanzó contra Lykaios, al cual mas tarde iban a abatir. Escuché de nuevo los aviones y tuve la certeza de que iban a por nosotros. Asustado miré en dirección a Vor, entre todo el caos, ni si quiera supe si fui capaz de verlo, y moviendo los brazos removí los vientos a su alrededor levantando un monton de piedras y escombros que le hicieran de escudo. No pude mantenerlo mas tiempo. Noto la mordedura de las balas, los primeros impactos, uno me atraviesa un costado y otro un muslo y brazo.
En milésimas de segundo, la creación de mi escudo, los disparos, y luego el placaje de Johan que me libró de seguir recibiendo tiros, pues me tiró al suelo. Gruñi algo adolorido y confuso, pero entre los planes del mago no estaban los de dejarme tiempo para ubicar mi mente. Me intento incorporar pero el me agarra por la ropa y me levanta con brusquedad. Lo miro a la cara un poco asustado, pudiendo ver que por ayudarme lo han vuelto a herir. Luego miro a su mano y sigo la dirección que indica. No es un escenario agradable. Y cuando se pone a gritarme me quedo ojiplatico y poco me falta para empezar a sollozar.
-Yo solo quería…. –ayudar, en definitiva
No sé como terminar la frase. Me ha soltado y me sigue gritando.
-SI ME PREOCUPO!! – no le digo nada mas, pero lo miro con ojos brillantes y cristalinos. Tiene razón, porque la idea de venir aquí a ayudarlos y exponernos al peligro fue mia. Vor solo me había seguido por no dejarme solo. Esta vez ni si quiera le agradezco que me haya salvado, salgo pitando hacia donde está Vor, con un atisbo de expresión de enfado en el rostro. Enfado conmigo mismo.
Cojeo, me duele el costado y sangra bastante, y aprieto el brazo herido con fuerza escuchando los gritos de Johan, que me estresan mas unido a toda la mierda de la pelea y a no haber sido efectivo ni curando, ni ayudando al Baenre, ni protegiendo a Vor. Pero estoy de acuerdo en lo que dice, y en lo que Kosuke dijo telepáticamente.
“tenemos que largarnos a las cuevas”
-Nos vamos!
Conforme corro hacia donde quiera que haya ido a parar Vor tras tantos disparos y explosiones , mientras voy levantando el viento a mis pies que sube en espiral a mi alrededor. Preparo una sanación, arrodillándome a su lado, que me sale de culo porque estoy herido, agotado, y llevo mucho rato abusando de la magia curativa y de la magia en general. El anillo quema mi mano pero potencia mi hechizo, sabiendo que algo le haré al semidrow.
-Tenemos que irnos, no podemos seguir aquí, Vor. Lo siento…fue mi idea…fue mala idea…
Yo no estaba acostumbrado al campo de batalla. Si a batallas mas pequeñas. Pero esto…esto era la autentica guerra. Y empezaba a superarme. Yo era rápido viajando en mi forma de urraca, pero asi no podía llevar a nadie conmigo. Sin embargo con mi control del viento y un pequeño as bajo la manga podría. Y un poco de la ayuda de la pluma de Vor, que lo haría mas ligero. Solo tenia que realizar una transformación parcial.
-Te voy a sacar de aquí, volvemos a las cuevas…allí no pasarán estas cosas.
No había cesado el viento, y me concentré entonces en utilizar la animagia…pero de modo parcial. Esta vez, solo necesitaba las alas. Y mis manos y el resto de mi cuerpo como siempre, para poder transportar gente. Con el hechizo de transformación adecuado conjuré unas alas de urraca a mis espaldas, al tamaño proporcional de un humano, eso si (que si no menudas risax). No me servirían para volar, pero si para planear y huir de allí mas rápido. Le tiendo la mano a Vor, esperando que entienda lo que quiero hacer, esperando que la agarre para que salgamos de allí cuanto antes.
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Aiwëndil' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Defensa Mágica' :
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Defensa Mágica' :
Robot Centinela
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
oliva y cyan
Mi ataque a Scar queda frustrado por la anterior intervención de centinela cyan, que protege a la traidora. Mis cañones se giran hacia él, toda unidad defectuosa que registre deficiencias en su funcionamiento debe ser erradicada. Disparo un rayo láser con mi arma del brazo, apuntando a Centinela Cyan. A su vez doy aviso a la unidad de control para informar de que una unidad centinela está actuando en contra del protocolo, defendiendo a un miembro ajeno a la Alianza. Los ataques que recibo después ponen en alerta mi sistema, avisando de mi próxima destrucción. Me pego a centinela Cyan para explotar junto a él y O'Shea, que está cerca por el cable con el que tropiezo al acercarme. Ninguna unidad fuera de control debe quedar libre. Y exploto como un robot mártir por la causa.
Entro en modo piloto automático tal y como ordena O'Shea, aunque también me ordena que todavía no me defienda de nada todavía. Por ese motivo no activo el escudo para evitar que me dañe la explosión del centinela oliva, ni evito los ataques de Sharon, Vanessa y Nidt. Los daños todavía me permiten moverme de manera aceptable, así que sigo las órdenes de atacar a la Alianza, disparando a soldado amarillo por detrás.
Oliva:
Ataque: 30 + 25= 55 para CENTINELA CYAN de los que tendrá que defenderse en el siguiente turno
daños: 45 de centi oliva del post anterior + 52 de Juliet + 55 O'shea + 41 Kosuke...y dejo de contar porque ya esta muerto y le han atacado varios más XD
PS: 109 - MUCHO= CENTINELA OLIVA MUERTO
40 de daño para centinela CYAN Y O'SHEA
Cyan:
Ataque: 30+25= 55 para SOLDADO AMARILLO
Defensa: 15+25= 40 nadie la necesita y yo no me la puedo quedar
daños: 51 nidt + 54 vanessa + 31 sharon= 136
PS: 200 - 136= 64
2/4 Post bajo control de Oshea
Mi ataque a Scar queda frustrado por la anterior intervención de centinela cyan, que protege a la traidora. Mis cañones se giran hacia él, toda unidad defectuosa que registre deficiencias en su funcionamiento debe ser erradicada. Disparo un rayo láser con mi arma del brazo, apuntando a Centinela Cyan. A su vez doy aviso a la unidad de control para informar de que una unidad centinela está actuando en contra del protocolo, defendiendo a un miembro ajeno a la Alianza. Los ataques que recibo después ponen en alerta mi sistema, avisando de mi próxima destrucción. Me pego a centinela Cyan para explotar junto a él y O'Shea, que está cerca por el cable con el que tropiezo al acercarme. Ninguna unidad fuera de control debe quedar libre. Y exploto como un robot mártir por la causa.
Entro en modo piloto automático tal y como ordena O'Shea, aunque también me ordena que todavía no me defienda de nada todavía. Por ese motivo no activo el escudo para evitar que me dañe la explosión del centinela oliva, ni evito los ataques de Sharon, Vanessa y Nidt. Los daños todavía me permiten moverme de manera aceptable, así que sigo las órdenes de atacar a la Alianza, disparando a soldado amarillo por detrás.
Oliva:
Ataque: 30 + 25= 55 para CENTINELA CYAN de los que tendrá que defenderse en el siguiente turno
daños: 45 de centi oliva del post anterior + 52 de Juliet + 55 O'shea + 41 Kosuke...y dejo de contar porque ya esta muerto y le han atacado varios más XD
PS: 109 - MUCHO= CENTINELA OLIVA MUERTO
40 de daño para centinela CYAN Y O'SHEA
Cyan:
Ataque: 30+25= 55 para SOLDADO AMARILLO
daños: 51 nidt + 54 vanessa + 31 sharon= 136
PS: 200 - 136= 64
2/4 Post bajo control de Oshea
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Centinela ataque' :
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#2 'Centinela ataque' :
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#3 'Centinela defensa' :
#1 'Centinela ataque' :
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#2 'Centinela ataque' :
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#3 'Centinela defensa' :
Johan me explicó que no podíamos permitirnos que cayeran más. E insistió que nosotros menos. Como curanderos, de hecho, era muy importante nuestro papel. Si bien no me había gustado tener que ejercer como tal, sentía que en el fondo era lo correcto. Y pensaba que igual Osten -que no estaba tan muerto como creía- se alegraría de ello. Aunque lo de salir de allí… -Ha… Ha sido Roäc. Yo no quería ir. Se lo dije en cuevas… Y me dijo que me quedara, y yo… Yo no iba a quedarme, no puedo dejar que le pase nada. No querrá volver…- Le dije en voz baja mientras me palmeaba el hombro. Si bien yo era dado a las batallas, como me venía por naturaleza, jamás había estado en un lugar tan caótico. Y las máquinas me inspiraban especial miedo.
Pero aún así había ido allí. Y no pensaba retirarme sin Roäc. Por eso fui hacia donde estaba él, con Lykaios y el viejo. La sonrisa del primero me alegró un poco. Mientras tanto, Lykaios me preguntó si estaba obligado. -Es un poco cabezota pero… Pero sí, lo han… hecho ejecutor…- Intenté explicar, gesticulando mucho con las manos. -¡Le salvó el culo a Dyos! ¡No matar, Lyk!- Realmente eso era todo lo que quería.
Szyraenk no pensaba lo mismo. Su no, gritado, me hizo encogerme un poco. Le dirigí unos ojillos de cordero degollado mientras el bastón me daba la pluma que dejara a Yaroslav. Me empezó a gritar que era libre, que no quería regresar a ningun lado y que le dejara hacer. Y me preguntó que si no lo entendía. Explicando que no quería ser salvado… Le miré confuso. -Szyraenk, no… No vas a morir, ¿No? No estás diciendo que quieres…- ¿Iba a dejar que muriera? No era lo correcto. -¡N-No, es suicidio! ¡El suicidio no está bien! ¡Yaros no dejó que Ail se suicidara! Pues lo mismo, ¡Yo no te dejo que tu te suicidar, que no!- Alcé el bastón muy amenazante yo, como quien le va a dar tal ostia en la cabeza que lo va a curar para el resto de sus días. Lykaios parecía más racional, dispuesto a que nos hicieramos cargo…
Entonces unos disparos me interrumpieron. Apenas pude pedir a Osten que me cubriera, el bastón tampoco es que estuviera muy despierto. Pero aquellos tiros, de los cuales me comí buena parte, me atravesaron con bastante fiereza por donde podían encontrar huecos de la armadura. Uno directo contra el codo, otro en alguno de los pliegues del pecho, demostrando que las armaduras drow no estaban hechas para aquel tipo de lucha. Antes de poder siquiera echar a correr me di cuenta de quién era el causante de aquello. Un jodido centinela. Noté algo de aire moverse y busqué de inmediato a Roäc. Parecía, sin embargo, que el centinela se había centrado en mi.
-¡VA A EXPLOTAR…!- Intenté gritar. Mi aviso quedó ahogado por la explosión. Noté arder, trozos de metralla atravesar de nuevo mi cuerpo, ignorando la armadura completamente. Uno de ellos fue a parar a la frente, y noté sangre, y noté como poco a poco mi consciencia temblaba y… Todo aquello me hizo rodar por el suelo hasta chocar de pleno contra una pared. Ahí permanecí. Inmóvil, sin palabras que soltar, sin nada que poder hacer. -Donde…- Traté de abrir los ojos. Cegado por la explosión. Al abrirlos me escocieron y se me escapó alguna lágrima, fruto de la arena y de la brillante explosión. No sabía donde estaba. Había quedado totalmente aturdido y no podía localizar a nadie. Creí ver la figura de Roäc a lo lejos, borrosa… Aunque al intentar volver a hablar solo salió un brusco reguero de tos de mi boca. Me llevé una mano al pecho, donde había ido a parar alguna herida, tratando de conjurar algo… Cosa que quedó interrumpida por el ruido de unos aviones. Noté la arena levantarse, el aire a mi alrededor, la barrera que acababa de crear Roäc.
Ahí los daños sufridos fueron nimios. Había hecho bastante buen trabajo en aquello… Pero acabados los disparos volví a la confusión de antes. Me quedé en el sitio. Encogido. Temblando. Había recibido muchos golpes en mi vida, había experimentado cortes, ensartes, me habían freído la mente a ataques mentales, me habían explotado centinelas antes, pero no todo tan de golpe. En aquel momento no me sentí como el orgulloso semidrow con ganas de comerse el mundo. Me sentí como un jodido crío en medio de una batalla campal. Y es que era eso, exactamente. Tenía un miedo aterrador por la posibilidad de morir. No lograba hacer nada. Ni curarme, ni levantarme, ni recobrar la vista…
Lo poco que me funcionaba fueron las orejas. Encogido y hecho un guiñapo contra la pared traté de usar el oído para orientarme. Escuché a Johan gritar. Eso fue lo primero que me permitió conectar con la realidad. Y luego, más débil, a Roäc. “Está vivo”, pensé. Suspiré un poco más aliviado, tratando de abrir los ojos por segunda vez. Quizás, de haber estado mejor, habría pedido a Johan que fuera algo más suave. Aunque realmente estaba ahí por… Por haber seguido a Roäc a la batalla. Pero no lo consideraba culpable. Yo lo había seguido, aún él pidiéndome que no. Pero no quería tener el riesgo de que le hicieran algo…
Lo escuché acercarse y finalmente lo vi, aún con los ojos llorosos. No lloraba por miedo. Era la mera consecuencia de todo lo que me había entrado allí. También se los noté a él muy brillantes. Traté de fijarme mejor, girándome levemente mientras se arrodillaba a mi lado… -Te… Te han herido, Roäc.- Eso fue todo lo que alcancé a decir mientras me intentaba poner de pie, porque no podía quedarme allí quieto. Su curación fue bastante positiva para esa tarea. Poco a poco lograba normalizar mi respiración. Pero el optimismo de antes había desaparecido. Incluso también lo había hecho la rabia. El miedo y la impotencia me invadían. Me había sentido tan absurdamente inútil, recibiendo un ataque tras otro…
Tal y como me puse en pie el bastón regreso a mi alrededor dando sus típicas vueltas a mi alrededor, partido en muchos cachos. Y yo notaba a Roäc tan nervioso… En el fondo, me recordaba un poco a campos. Cuando habíamos peleado contra un centinela. Esta vez era yo el que estaba sangrando por todos lados… Casi en un delirio, con un tono irónico, le solté lo mismo que él me dijera allí. -Tranquilo… estaré bien.- Aunque con un matiz personal. Algo más cortante. -Estaré jodidamente bien.- Intenté sonreír sin éxito. Tras eso puse el bastón en mis manos mientras lo escuchaba decir que nos iríamos de allí, que no pasarían esas cosas. -¿Nos vamos? V-Vale…- Bajé la mirada.
Al bajarla, un poco a la distancia, vi un Lyk un poco muerto. Le eché una cura muy deprisa desde las distancias, para ayudar a la tia aquella morena a echarle la res. Tras eso volví mi atención a Roäc. Que lo notaba un poco como un ventilador viviente, con tanto aire. Fue entonces cuando sacó aquellas alas. De urraca, por supuesto. Pero sin transformarse él. Abrí con algo de sorpresa los ojos, ¿Desde cuando…? No. Negué con la cabeza. Había aceptado que él era imprevisible. Ya lo hablaríamos. -No lo había visto, esto… Fíjate, que… Que grandes y que brillantes y…- Llevé una mano instintivamente a una de las alas, para comprobar que fueran de verdad. Se me escapó una sonrisa un poco rara. -Son muy grandes, y bonitas y…- Un trozo de cristal me dio en la cabeza, recordándome que debíamos irnos. Entonces, tocando plumas gigantes, recordé la mía. La saqué y me concentré un poco hasta alzarme unos centímetros por el suelo. -Ya está, ¿No? Ya… Oye, Roäc.- No sabía muy bien como iba a sacarme de allí (yaloescribirálaotraensunextpost), yo me aferré a él un poco torpemente. -Aunque Johan dijera que si, no… No te culpabilices, ¿Sí? No…
Le intenté secar un poquillo los lagrimales con la bufanda. Que yo lo veía muy por llorar. -Vamos.- Y fuera como fuera, salimos de allí.
_______________________________________
Curación a Lykaios = 20 dados + 40 vilya + 10 (probabilidad racial) + 10 (base) = 80ps, a dar ostias
Daño recibido = 40 explosión centinela + 55 ataque centinela + 55 cazas = 150 (wtf tio)
Defensa mía = 0 (dado AEJEAJ) + 5 (base) + 15 (armadura) + 10 (habilidad) + 5 (guantes) = 35
Defensa depollo Roäc = 56
Defensa total = 91
PS: 150 - 91 + 40 = 99 (Y SIN SANGRADO)
Pero aún así había ido allí. Y no pensaba retirarme sin Roäc. Por eso fui hacia donde estaba él, con Lykaios y el viejo. La sonrisa del primero me alegró un poco. Mientras tanto, Lykaios me preguntó si estaba obligado. -Es un poco cabezota pero… Pero sí, lo han… hecho ejecutor…- Intenté explicar, gesticulando mucho con las manos. -¡Le salvó el culo a Dyos! ¡No matar, Lyk!- Realmente eso era todo lo que quería.
Szyraenk no pensaba lo mismo. Su no, gritado, me hizo encogerme un poco. Le dirigí unos ojillos de cordero degollado mientras el bastón me daba la pluma que dejara a Yaroslav. Me empezó a gritar que era libre, que no quería regresar a ningun lado y que le dejara hacer. Y me preguntó que si no lo entendía. Explicando que no quería ser salvado… Le miré confuso. -Szyraenk, no… No vas a morir, ¿No? No estás diciendo que quieres…- ¿Iba a dejar que muriera? No era lo correcto. -¡N-No, es suicidio! ¡El suicidio no está bien! ¡Yaros no dejó que Ail se suicidara! Pues lo mismo, ¡Yo no te dejo que tu te suicidar, que no!- Alcé el bastón muy amenazante yo, como quien le va a dar tal ostia en la cabeza que lo va a curar para el resto de sus días. Lykaios parecía más racional, dispuesto a que nos hicieramos cargo…
Entonces unos disparos me interrumpieron. Apenas pude pedir a Osten que me cubriera, el bastón tampoco es que estuviera muy despierto. Pero aquellos tiros, de los cuales me comí buena parte, me atravesaron con bastante fiereza por donde podían encontrar huecos de la armadura. Uno directo contra el codo, otro en alguno de los pliegues del pecho, demostrando que las armaduras drow no estaban hechas para aquel tipo de lucha. Antes de poder siquiera echar a correr me di cuenta de quién era el causante de aquello. Un jodido centinela. Noté algo de aire moverse y busqué de inmediato a Roäc. Parecía, sin embargo, que el centinela se había centrado en mi.
-¡VA A EXPLOTAR…!- Intenté gritar. Mi aviso quedó ahogado por la explosión. Noté arder, trozos de metralla atravesar de nuevo mi cuerpo, ignorando la armadura completamente. Uno de ellos fue a parar a la frente, y noté sangre, y noté como poco a poco mi consciencia temblaba y… Todo aquello me hizo rodar por el suelo hasta chocar de pleno contra una pared. Ahí permanecí. Inmóvil, sin palabras que soltar, sin nada que poder hacer. -Donde…- Traté de abrir los ojos. Cegado por la explosión. Al abrirlos me escocieron y se me escapó alguna lágrima, fruto de la arena y de la brillante explosión. No sabía donde estaba. Había quedado totalmente aturdido y no podía localizar a nadie. Creí ver la figura de Roäc a lo lejos, borrosa… Aunque al intentar volver a hablar solo salió un brusco reguero de tos de mi boca. Me llevé una mano al pecho, donde había ido a parar alguna herida, tratando de conjurar algo… Cosa que quedó interrumpida por el ruido de unos aviones. Noté la arena levantarse, el aire a mi alrededor, la barrera que acababa de crear Roäc.
Ahí los daños sufridos fueron nimios. Había hecho bastante buen trabajo en aquello… Pero acabados los disparos volví a la confusión de antes. Me quedé en el sitio. Encogido. Temblando. Había recibido muchos golpes en mi vida, había experimentado cortes, ensartes, me habían freído la mente a ataques mentales, me habían explotado centinelas antes, pero no todo tan de golpe. En aquel momento no me sentí como el orgulloso semidrow con ganas de comerse el mundo. Me sentí como un jodido crío en medio de una batalla campal. Y es que era eso, exactamente. Tenía un miedo aterrador por la posibilidad de morir. No lograba hacer nada. Ni curarme, ni levantarme, ni recobrar la vista…
Lo poco que me funcionaba fueron las orejas. Encogido y hecho un guiñapo contra la pared traté de usar el oído para orientarme. Escuché a Johan gritar. Eso fue lo primero que me permitió conectar con la realidad. Y luego, más débil, a Roäc. “Está vivo”, pensé. Suspiré un poco más aliviado, tratando de abrir los ojos por segunda vez. Quizás, de haber estado mejor, habría pedido a Johan que fuera algo más suave. Aunque realmente estaba ahí por… Por haber seguido a Roäc a la batalla. Pero no lo consideraba culpable. Yo lo había seguido, aún él pidiéndome que no. Pero no quería tener el riesgo de que le hicieran algo…
Lo escuché acercarse y finalmente lo vi, aún con los ojos llorosos. No lloraba por miedo. Era la mera consecuencia de todo lo que me había entrado allí. También se los noté a él muy brillantes. Traté de fijarme mejor, girándome levemente mientras se arrodillaba a mi lado… -Te… Te han herido, Roäc.- Eso fue todo lo que alcancé a decir mientras me intentaba poner de pie, porque no podía quedarme allí quieto. Su curación fue bastante positiva para esa tarea. Poco a poco lograba normalizar mi respiración. Pero el optimismo de antes había desaparecido. Incluso también lo había hecho la rabia. El miedo y la impotencia me invadían. Me había sentido tan absurdamente inútil, recibiendo un ataque tras otro…
Tal y como me puse en pie el bastón regreso a mi alrededor dando sus típicas vueltas a mi alrededor, partido en muchos cachos. Y yo notaba a Roäc tan nervioso… En el fondo, me recordaba un poco a campos. Cuando habíamos peleado contra un centinela. Esta vez era yo el que estaba sangrando por todos lados… Casi en un delirio, con un tono irónico, le solté lo mismo que él me dijera allí. -Tranquilo… estaré bien.- Aunque con un matiz personal. Algo más cortante. -Estaré jodidamente bien.- Intenté sonreír sin éxito. Tras eso puse el bastón en mis manos mientras lo escuchaba decir que nos iríamos de allí, que no pasarían esas cosas. -¿Nos vamos? V-Vale…- Bajé la mirada.
Al bajarla, un poco a la distancia, vi un Lyk un poco muerto. Le eché una cura muy deprisa desde las distancias, para ayudar a la tia aquella morena a echarle la res. Tras eso volví mi atención a Roäc. Que lo notaba un poco como un ventilador viviente, con tanto aire. Fue entonces cuando sacó aquellas alas. De urraca, por supuesto. Pero sin transformarse él. Abrí con algo de sorpresa los ojos, ¿Desde cuando…? No. Negué con la cabeza. Había aceptado que él era imprevisible. Ya lo hablaríamos. -No lo había visto, esto… Fíjate, que… Que grandes y que brillantes y…- Llevé una mano instintivamente a una de las alas, para comprobar que fueran de verdad. Se me escapó una sonrisa un poco rara. -Son muy grandes, y bonitas y…- Un trozo de cristal me dio en la cabeza, recordándome que debíamos irnos. Entonces, tocando plumas gigantes, recordé la mía. La saqué y me concentré un poco hasta alzarme unos centímetros por el suelo. -Ya está, ¿No? Ya… Oye, Roäc.- No sabía muy bien como iba a sacarme de allí (yaloescribirálaotraensunextpost), yo me aferré a él un poco torpemente. -Aunque Johan dijera que si, no… No te culpabilices, ¿Sí? No…
Le intenté secar un poquillo los lagrimales con la bufanda. Que yo lo veía muy por llorar. -Vamos.- Y fuera como fuera, salimos de allí.
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Curación a Lykaios = 20 dados + 40 vilya + 10 (probabilidad racial) + 10 (base) = 80ps, a dar ostias
Daño recibido = 40 explosión centinela + 55 ataque centinela + 55 cazas = 150 (wtf tio)
Defensa mía = 0 (dado AEJEAJ) + 5 (base) + 15 (armadura) + 10 (habilidad) + 5 (guantes) = 35
Defensa de
Defensa total = 91
PS: 150 - 91 + 40 = 99 (Y SIN SANGRADO)
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Curación' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
--------------------------------
#3 'Defensa Mágica' :
#1 'Curación' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
--------------------------------
#3 'Defensa Mágica' :
La respuesta inicial de Lykaios me indigna, qué sabrá él si me equivoco o no. No es nadie para juzgarme, ni conoce mi historia. Río entre toses, me hace gracia que alguien como él venga a decirme eso. - No es equivocación actuar libremente. Y mi careto es el que tengo, ya veremos cómo estás tú con mis años. - gruño de manera huraña, aunque algo más relajado al escuchar que no me desprecia por viejo sino por estar hecho polvo. El tipo parece confuso por culpa de lo que le dice Vor, que si salvé a Dyos y no sé qué más cosas.
- ¡Los ayudé a huir, sí! ¿ y qué? en ese momento me dieron lástima, a mi me hubiese gustado que me diesen una oportunidad así de joven, así que me metí porque quería pelea y para que esos dos idiotas tuvieran la oportunidad de vivir. Yo ya lo he hecho. Que los ayudase no quiere decir que sean mi amigos, ni que sean nada. ¿Qué amistad voy a tener con aquellos a los que apenas he visto en un par de ocasiones? - bufo exasperado, eso de las amistades instantáneas e intensas sin motivo me desespera, las cosas no funcionan así. Ni ellos me aprecian a mí ni yo a ellos. Simplemente los vi jóvenes y llenos de oportunidades. Vor sigue insistiendo en que no me deje morir, como si sospechase lo que quiero hacer. No le incube, a ninguno de ellos. - Eso no es decisión tuya, muchacho...- murmuro ahora con voz ronca, desviando la mirada antes iracunda. En ese momento parezco mucho más viejo y decrépito de lo que soy realmente.
La interrupción del centinela provoca destrozos tanto en mi rival como en los otros dos elfos, jodiendo mi enfrentamiento. Ahora mismo es lo único que me interesa, me ha cegado el frenesí de la pelea. Sonrío satisfecho al ver que el tipo aguanta un poco más, bloqueando alguno de mis ataques. - Claro que es lo que quiero, necesito descansar de una vez...poner fin a una vida de guerra, de la mejor manera posible. ¿Tu Brigada? No quiero recibir órdenes de ningún niñato, ni de la Alianza. Llevo reventando cabezas desde muchos años antes de que nacieseis ninguno. - contraataco con otro puñetazo mientras seguimos hablando, sintiendo nostalgia cuando menciona a los amigos que tendré en el infierno. Son unos cuantos, mi hijo incluido. Lástima que los drow no creamos en eso. Y en cuanto a historias...mis cientos de años me han dejado muchas aventuras, además de buenos y malos momentos. - Descuida, está todo bien atado...- me llevo un potente puñetazo en la mandíbula que casi me tira al suelo, aunque todavía aguanto. Por el resto de heridas me estoy desangrando.
Pero entonces vuelven a joderme el combate, atacando a mi rival. El pobre queda para el arrastre, prácticamente muerto. Y a mi me han dejado a medias. - Odio las peleas interruptus.- gruño malhumorado, pasando de atacar a Lykaios porque no tiene gracia combatir con un medio muerto. Estaba siendo buena hasta ese momento, pero creo que hasta aquí llega la cosa. No duraré mucho en mi estado, y no parece quedar nadie alrededor que sea digno para ser elegido en un duelo final. Nada, ninguno de los que veo me motiva en exceso. Me acerco a una piedra para destrozar la dominator a base de golpes como si se me hubiese ido la pinza, aunque en el fondo sé muy bien lo que hago. No paro hasta que está machacada y resulta inútil, aunque para conseguirlo casi me haya deztrozado las manos. Después comienzo a pasearme por el campo de batalla como ausente, chorreando sangre por las heridas , con paso errático. Me agacho para recoger una daga larga del suelo, debe ser de alguien a quien se le ha caído en medio de la batalla, tal vez algún muerto. Con la daga en la mano sigo caminando por allí, comenzando a tararear por lo bajo una canción que escuché hace bastantes años. Cualquiera que me viese diría que estoy ido.
- El enemigo se ha ido
pero pronto ha de volver
cuando suenen sus tambores
de seguro moriré
han muerto todos los míos
solo yo... sigo en pie
todos eran mis amigos
pero pronto los veré...
parte de lo que canto después queda amortiguado por el sonido de más explosiones, sólo yo puedo escucharme, hasta que puedo continuar con la parte final.
- veo venir una dama sonriendo hacia mí
si esa dama es la muerte
¿quién tiene miedo a morir?
viene cantando una nana
de mi tierra natal
me la cantaba mi madre
nunca la podré olvidar-
Silbo la parte final de la canción, cerrando los ojos un momento mientras busco la ansiada paz. También dirijo unas últimas palabras a todas aquellas personas que alguna vez quise, como hijos y amores, pero eso me lo guardo para mí, son mis últimos pensamientos. Más vale que termine con mi vida antes de acabar agonizando tirado en medio del campo de batalla. Ya he hecho lo que quería. Para ese momento ya estoy bastante cerca de donde están Ailanthus y Morgana, a escasos metros diría yo. Alzo la voz lo justo, casi al mismo tiempo que alzo el cuchillo, a la altura de mi cuello. - Haz que valga la pena, importa el camino, no el final. - y acto seguido me rebano el pescuezo sin demasiados miramientos y sin apartar la mirada de Ailanthus (que está muy ocupado con eso de apuñalar a la rubia). Es probable que en el proceso les salpique sangre a ambos, aunque el cuello no llega a desprenderse de la cabeza. Al final caigo al suelo, sangrando a borbotones durante los escasos segundos que duro con vida. Y así llega a su fin la existencia de Szyraenk Baenre, no es el mejor final, pero al menos es el suyo.
-----------------------
Ataque físico
0 dado + 15 ataque físico + 10 hab ficha (pegar jostias finas) + 5 por drow de noche= 30 para SZYRAENK
daños: 35 Lykaios + 30 Szyraenk=65
PS: 65-5 sangrado= 60; 60-65= RIP (PERSONAJE MATADO del tó, por voluntad useril, NO CURAR)
- ¡Los ayudé a huir, sí! ¿ y qué? en ese momento me dieron lástima, a mi me hubiese gustado que me diesen una oportunidad así de joven, así que me metí porque quería pelea y para que esos dos idiotas tuvieran la oportunidad de vivir. Yo ya lo he hecho. Que los ayudase no quiere decir que sean mi amigos, ni que sean nada. ¿Qué amistad voy a tener con aquellos a los que apenas he visto en un par de ocasiones? - bufo exasperado, eso de las amistades instantáneas e intensas sin motivo me desespera, las cosas no funcionan así. Ni ellos me aprecian a mí ni yo a ellos. Simplemente los vi jóvenes y llenos de oportunidades. Vor sigue insistiendo en que no me deje morir, como si sospechase lo que quiero hacer. No le incube, a ninguno de ellos. - Eso no es decisión tuya, muchacho...- murmuro ahora con voz ronca, desviando la mirada antes iracunda. En ese momento parezco mucho más viejo y decrépito de lo que soy realmente.
La interrupción del centinela provoca destrozos tanto en mi rival como en los otros dos elfos, jodiendo mi enfrentamiento. Ahora mismo es lo único que me interesa, me ha cegado el frenesí de la pelea. Sonrío satisfecho al ver que el tipo aguanta un poco más, bloqueando alguno de mis ataques. - Claro que es lo que quiero, necesito descansar de una vez...poner fin a una vida de guerra, de la mejor manera posible. ¿Tu Brigada? No quiero recibir órdenes de ningún niñato, ni de la Alianza. Llevo reventando cabezas desde muchos años antes de que nacieseis ninguno. - contraataco con otro puñetazo mientras seguimos hablando, sintiendo nostalgia cuando menciona a los amigos que tendré en el infierno. Son unos cuantos, mi hijo incluido. Lástima que los drow no creamos en eso. Y en cuanto a historias...mis cientos de años me han dejado muchas aventuras, además de buenos y malos momentos. - Descuida, está todo bien atado...- me llevo un potente puñetazo en la mandíbula que casi me tira al suelo, aunque todavía aguanto. Por el resto de heridas me estoy desangrando.
Pero entonces vuelven a joderme el combate, atacando a mi rival. El pobre queda para el arrastre, prácticamente muerto. Y a mi me han dejado a medias. - Odio las peleas interruptus.- gruño malhumorado, pasando de atacar a Lykaios porque no tiene gracia combatir con un medio muerto. Estaba siendo buena hasta ese momento, pero creo que hasta aquí llega la cosa. No duraré mucho en mi estado, y no parece quedar nadie alrededor que sea digno para ser elegido en un duelo final. Nada, ninguno de los que veo me motiva en exceso. Me acerco a una piedra para destrozar la dominator a base de golpes como si se me hubiese ido la pinza, aunque en el fondo sé muy bien lo que hago. No paro hasta que está machacada y resulta inútil, aunque para conseguirlo casi me haya deztrozado las manos. Después comienzo a pasearme por el campo de batalla como ausente, chorreando sangre por las heridas , con paso errático. Me agacho para recoger una daga larga del suelo, debe ser de alguien a quien se le ha caído en medio de la batalla, tal vez algún muerto. Con la daga en la mano sigo caminando por allí, comenzando a tararear por lo bajo una canción que escuché hace bastantes años. Cualquiera que me viese diría que estoy ido.
- El enemigo se ha ido
pero pronto ha de volver
cuando suenen sus tambores
de seguro moriré
han muerto todos los míos
solo yo... sigo en pie
todos eran mis amigos
pero pronto los veré...
parte de lo que canto después queda amortiguado por el sonido de más explosiones, sólo yo puedo escucharme, hasta que puedo continuar con la parte final.
- veo venir una dama sonriendo hacia mí
si esa dama es la muerte
¿quién tiene miedo a morir?
viene cantando una nana
de mi tierra natal
me la cantaba mi madre
nunca la podré olvidar-
Silbo la parte final de la canción, cerrando los ojos un momento mientras busco la ansiada paz. También dirijo unas últimas palabras a todas aquellas personas que alguna vez quise, como hijos y amores, pero eso me lo guardo para mí, son mis últimos pensamientos. Más vale que termine con mi vida antes de acabar agonizando tirado en medio del campo de batalla. Ya he hecho lo que quería. Para ese momento ya estoy bastante cerca de donde están Ailanthus y Morgana, a escasos metros diría yo. Alzo la voz lo justo, casi al mismo tiempo que alzo el cuchillo, a la altura de mi cuello. - Haz que valga la pena, importa el camino, no el final. - y acto seguido me rebano el pescuezo sin demasiados miramientos y sin apartar la mirada de Ailanthus (que está muy ocupado con eso de apuñalar a la rubia). Es probable que en el proceso les salpique sangre a ambos, aunque el cuello no llega a desprenderse de la cabeza. Al final caigo al suelo, sangrando a borbotones durante los escasos segundos que duro con vida. Y así llega a su fin la existencia de Szyraenk Baenre, no es el mejor final, pero al menos es el suyo.
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Ataque físico
0 dado + 15 ataque físico + 10 hab ficha (pegar jostias finas) + 5 por drow de noche= 30 para SZYRAENK
daños: 35 Lykaios + 30 Szyraenk=65
PS: 65-5 sangrado= 60; 60-65= RIP (PERSONAJE MATADO del tó, por voluntad useril, NO CURAR)
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puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Szyraenk Baenre' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Físico' :
'Ataque Físico' :
Si había algo que odiaba era mostrar con facilidad mis sentimientos. Y esta vez había sucumbido. Fui ajena al sonido metálico de los centinelas, los balazos y las explosiones mientras encajaba mi cabeza entre mis brazos, no quería ver nada. Ojalá poder desaparecer en ese preciso instante. Ni el murmullo de aquella voz conocida, y la calidez de sus brazos cubriéndome me sacaron de ansiedad. Levanté la cabeza ligeramente evitándole la mirada, lo bastante cómo para ver que intentaba cambiar mi posición. Me dejé, con bastante inercia, pero finalmente le estaba dando la espalda a la cabeza de mi padre. Y ahí me quedé, incapaz de moverme, ni la peor de las resacas hubiera hecho esto en mí.
Quizás el cambio de actitud llegó cuando de repente me vi en su mandíbula, en su puta boca. ''Dios, pero si de aquí sale hielo, que no se le ocurra ni suspirar, joder'' Volar sobre un dragón era algo increíble, pero viajar en la boca de uno era escalofriante. Volví a ver la luz a través de sus dientes pero sólo para dejarme caer en el suelo. Caí rodando, un poco mojada por las babas... dediqué una mirada neutral a Juliet mientras la veía alejarse, no me merecía ningún rescate, ahora ella debía tener un agradable regusto a sangre y roña en boca...
Levanté con bastante pereza la cabeza, grata sorpresa encontrarme con Thalos agachado junto a mí dándome el discursito. Realmente no estaba acertando en nada de lo que me estaba diciendo. Por dentro podía estar hecha mierda, culpable, siempre me creí un pedazo de mierda que lo fuese un ahora un poco más no era una novedad, siempre me intentaba convencer de eso cuando la cagaba. Ahora no tenía la cabeza de mi padre delante, me acordé de él como si estuviese vivo, e hice uso de aquella arrogancia y orgullo que al menos aprendí. "Atendí" con la mirada fija en Thalos, cuando comenzó a zarandearme sonreí. No era el momento, y podía fácilmente parecer más desequilibrada, unas palabras seguramente le inspirarían más confianza. - Thalos, no soy gilipollas... - una respuesta desilusionadora y cortante a tan emotivo discurso. Me guardé la sonrisa, y dirigí mi mirada hacia los soldados. Aquello había funcionado... demasiado, pues podía notar algunas miradas extrañas siguiéndome. Teníamos ventaja... suspiré de alivio. Por dentro seguía atormentándome, y sólo era el principio. Por fuera traté de quitarle importancia al asunto, a mi estado y a todo.
Nuevos soldados llegaron... miré otra vez a Thalos, esta vez tiernamente, de alguna forma me gustó mantenerle la mirada, que alguien tan desconocido me apoyase. - No sé cómo lo estoy haciendo, pero mira. - me levanté de su lado, dí algunos pasos sujetándome la hemorragia del brazo, quería hacerme ver por soldados. - Eh, vosotros, ¡Venid conmigo! - Olvidé que seguían pasando cazas... uno dirección a Thalos. - ¡JODER!
¡PARAD LOS PUTOS AVIONES!
Volví hacia Thalos, con una expresión de '¿Ves?'. La gente se estaba trasladando dirección a la ciénaga. En una última ojeada me di cuenta de que Alex no estaba en las calles. 'Pues habrá que seguir a la multitud', además se escuchaban disparos en otra parte. Esperaba sentirme segura mientras durase esta magia o lo que fuese... me sentía mareada, el sangrado, el escozor en la cara, el brazo medio abierto... - ¿Vamos Thalos? - me apoyé en él completamente para que me ayudase a andar, encajada bajo su hombro. Era absurdo preguntarle si quería venir o no, iba a acceder igualmente.
Salimos de allí, a paso lento, supongo que con los soldados restantes (Darkred, amarillo, verde) detrás, alabándome y esas cosas... - Te he roto el pantalón - rompí el silencio un poco...
_____________________________
37 -5 = 32PS
USO 'COMO UN DIOS'
Le has caído en gracia a una poderosa hechicera. Utiliza sus poderes sobre ti, haciendo que los demás te vean como su dios supremo durante 10 posts. Todos caerán rendidos bajo tu hechizo, haciendo lo que desees. Después se les pasará, y recordarán todo, lo cual puede ser un problema.
(Post 3 de 10)
Quizás el cambio de actitud llegó cuando de repente me vi en su mandíbula, en su puta boca. ''Dios, pero si de aquí sale hielo, que no se le ocurra ni suspirar, joder'' Volar sobre un dragón era algo increíble, pero viajar en la boca de uno era escalofriante. Volví a ver la luz a través de sus dientes pero sólo para dejarme caer en el suelo. Caí rodando, un poco mojada por las babas... dediqué una mirada neutral a Juliet mientras la veía alejarse, no me merecía ningún rescate, ahora ella debía tener un agradable regusto a sangre y roña en boca...
Levanté con bastante pereza la cabeza, grata sorpresa encontrarme con Thalos agachado junto a mí dándome el discursito. Realmente no estaba acertando en nada de lo que me estaba diciendo. Por dentro podía estar hecha mierda, culpable, siempre me creí un pedazo de mierda que lo fuese un ahora un poco más no era una novedad, siempre me intentaba convencer de eso cuando la cagaba. Ahora no tenía la cabeza de mi padre delante, me acordé de él como si estuviese vivo, e hice uso de aquella arrogancia y orgullo que al menos aprendí. "Atendí" con la mirada fija en Thalos, cuando comenzó a zarandearme sonreí. No era el momento, y podía fácilmente parecer más desequilibrada, unas palabras seguramente le inspirarían más confianza. - Thalos, no soy gilipollas... - una respuesta desilusionadora y cortante a tan emotivo discurso. Me guardé la sonrisa, y dirigí mi mirada hacia los soldados. Aquello había funcionado... demasiado, pues podía notar algunas miradas extrañas siguiéndome. Teníamos ventaja... suspiré de alivio. Por dentro seguía atormentándome, y sólo era el principio. Por fuera traté de quitarle importancia al asunto, a mi estado y a todo.
Nuevos soldados llegaron... miré otra vez a Thalos, esta vez tiernamente, de alguna forma me gustó mantenerle la mirada, que alguien tan desconocido me apoyase. - No sé cómo lo estoy haciendo, pero mira. - me levanté de su lado, dí algunos pasos sujetándome la hemorragia del brazo, quería hacerme ver por soldados. - Eh, vosotros, ¡Venid conmigo! - Olvidé que seguían pasando cazas... uno dirección a Thalos. - ¡JODER!
¡PARAD LOS PUTOS AVIONES!
Volví hacia Thalos, con una expresión de '¿Ves?'. La gente se estaba trasladando dirección a la ciénaga. En una última ojeada me di cuenta de que Alex no estaba en las calles. 'Pues habrá que seguir a la multitud', además se escuchaban disparos en otra parte. Esperaba sentirme segura mientras durase esta magia o lo que fuese... me sentía mareada, el sangrado, el escozor en la cara, el brazo medio abierto... - ¿Vamos Thalos? - me apoyé en él completamente para que me ayudase a andar, encajada bajo su hombro. Era absurdo preguntarle si quería venir o no, iba a acceder igualmente.
Salimos de allí, a paso lento, supongo que con los soldados restantes (Darkred, amarillo, verde) detrás, alabándome y esas cosas... - Te he roto el pantalón - rompí el silencio un poco...
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37 -5 = 32PS
USO 'COMO UN DIOS'
Le has caído en gracia a una poderosa hechicera. Utiliza sus poderes sobre ti, haciendo que los demás te vean como su dios supremo durante 10 posts. Todos caerán rendidos bajo tu hechizo, haciendo lo que desees. Después se les pasará, y recordarán todo, lo cual puede ser un problema.
(Post 3 de 10)
Soldado Alianza Humana
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Ocupación
Bando
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Por fin llega la caballería solicitada por el comunicador, desembarcando otro grupo de soldados cerca de las calles, aunque esta vez más reducido porque hemos empezado a quedarnos sin efectivos que estén preparados. Voy metiéndome con mi compañero nigga, diciéndole que no se tome esto así, que en realidad estamos purificando el país limpiándolo de seres extraños. - Soy el ángel de la purificación, soy el bien, soy blanco y puro. - murmuro entre dientes como un chalado al entrar en las calles, comenzando a disparar contra todo lo que se me ponga delante. - A por esa.- señalo a Lea, indicando a mi compañero que acabe con ella porque es un blanco fácil.
(off: negro, escribo en gris oscuro para que se vea sin seleccionar)
- Yooh, madafaca! ¿qué pasa, os molesta mi color y por eso tenéis que taparme? - me quejo al jefe del pelotón antes de que me mande al campo de batalla tapado por completo, y es que eso es discriminación por ser nigga de verdad. Le pido ir vestido de stormtrooper para poder tener una marca guay de sangre en el casco, pero nada, me lo vuelven a denegar. Cuando vuelva a casa le voy a robar el coche, decidido. Me encamino a la ciénaga con mi amigo el blanquito, comenzando a patear culos mágicos con mucho swag. Le sigo la corriente y disparo también a Lea.
---------
Blanco
ataque: 15 + 10= 25 a LEA
PS: 150
Negro:
ataque: 5+10=15 a LEA
(off: negro, escribo en gris oscuro para que se vea sin seleccionar)
- Yooh, madafaca! ¿qué pasa, os molesta mi color y por eso tenéis que taparme? - me quejo al jefe del pelotón antes de que me mande al campo de batalla tapado por completo, y es que eso es discriminación por ser nigga de verdad. Le pido ir vestido de stormtrooper para poder tener una marca guay de sangre en el casco, pero nada, me lo vuelven a denegar. Cuando vuelva a casa le voy a robar el coche, decidido. Me encamino a la ciénaga con mi amigo el blanquito, comenzando a patear culos mágicos con mucho swag. Le sigo la corriente y disparo también a Lea.
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Blanco
ataque: 15 + 10= 25 a LEA
PS: 150
Negro:
ataque: 5+10=15 a LEA
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El miembro 'Soldado Alianza Humana' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#2 'Ataque Tecnológico' :
#1 'Ataque Tecnológico' :
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#2 'Ataque Tecnológico' :
Robot Centinela
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Un centinela gris metalizado muy bello aterriza elegantemente cerca del grupo de renegados asesinos de compañeros centinelas. Escaneo a todos ellos a la par que establezco de nuevo el sistema antidesaparición, que seguro que se ha esfumado al haber caído el resto. Mis ojos se encienden en rojo al ver a Kosuke, a todo centinela le gusta capturar un pokémon
criminal de su base de datos, como quien quiere hacerse con todos los que aparecen. - Kosuke, tipo planta hielo. - un pequeño error de procesamiento de voz, aclaro de nuevo lo que quiero decir, clasificándolo como tipo ...yo qué sé. Le disparo para debilitarlo porque quiero capturarlo y hacerme con todos los criminales del archivo. La lástima es que no me hayan incorporado pokéball al sistema.
Acudimos por la unidad de centinela defectuosa, pasando de largo del friki de centinela gris. Vuelo hasta plantarme en el aire encima de O'Shea, lanzando un par de misiles de tamaño medio que llevan escrita la palabra "integración", igual que los flipados de los americanos que escribían en sus bombas. De paso lo escaneo, aunque no encuentro coincidencias del tipo de criatura que es. - Error 404, not found.
(off: lo mismo, es el negro, pero se escribe con gris oscuro)
Centinela negro brillante, el mejor centinela que podréis ver jamás, debería honraros poder verlo. Es como el mejor robot de cualquier serie de mechas, y lo sabe. Por eso permanece en el aire observando la situación, esperando el mejor momento para intervenir. Dispara hacia O'Shea casi sin moverse del sitio, con un rayo láser de color rojo, que queda muy a juego con el negro.
-------------------------
Gris
Ataque:
25+ 25=50 a Kosuke
Blanco
Ataque:
20 + 25= 40 a O'Shea
Negro:
20+25= 40 a O'Shea
PS de todos: 200
Acudimos por la unidad de centinela defectuosa, pasando de largo del friki de centinela gris. Vuelo hasta plantarme en el aire encima de O'Shea, lanzando un par de misiles de tamaño medio que llevan escrita la palabra "integración", igual que los flipados de los americanos que escribían en sus bombas. De paso lo escaneo, aunque no encuentro coincidencias del tipo de criatura que es. - Error 404, not found.
(off: lo mismo, es el negro, pero se escribe con gris oscuro)
Centinela negro brillante, el mejor centinela que podréis ver jamás, debería honraros poder verlo. Es como el mejor robot de cualquier serie de mechas, y lo sabe. Por eso permanece en el aire observando la situación, esperando el mejor momento para intervenir. Dispara hacia O'Shea casi sin moverse del sitio, con un rayo láser de color rojo, que queda muy a juego con el negro.
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Gris
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25+ 25=50 a Kosuke
Blanco
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20 + 25= 40 a O'Shea
Negro:
20+25= 40 a O'Shea
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El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Centinela ataque' :
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#2 'Centinela ataque' :
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#3 'Centinela ataque' :
#1 'Centinela ataque' :
--------------------------------
#2 'Centinela ataque' :
--------------------------------
#3 'Centinela ataque' :
Narthorondel
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Tras atacar a la rubia, esta se incorpora rodando y me suelta una ráfaga con su rifle. Por suerte una morena portando un escudo de energia se interpuso en la trayectoria de las balas y las que no consiguió parar lo hice yo con mi katana, -Gracias.- le dije acompañando las palabras con un gesto de agradecimiento con la cabeza. Aproveché y me curé un poco un impacto de bala que tenía en el brazo y me estaba molestando bastante los movimientos con la katana. A ésto que un drow... hacía mucho que no veía uno de ellos y se acerca a Morgana, entablando una conversación algo dramática con ella antes de clavarle una daga en las tripas. Ésta se queda paralizada, sin esperarse el golpe, le tiemblan las manos. Yo también me quedo paralizado, la escena me sobrecoge y las tripas se me revuelven. No puedo evitarlo, soy medio alado y esto me causa un horror natural, no puedo ver morir a la gente... por mucho que sea la persona a la que más odie en estos momentos.
Lo que sucedió a continuación tampoco calmó mi estómago. Otro drow, éste con pinta de más viejo y con el pelo canoso se aproximó lentamente. Levantando el cuchillo a la altura del cuello dijo una frase y... se rebanó el cuello de un movimiento. La sangre salía a borbotones, su cuerpo se desplomó en el suelo... Se me hizo un nudo en el estómago horrible. Miré a mi alrededor... pero, ¿dónde me había metido? Los soldados se estaban disparando unos a otros, había sangre y muerte por todos lados. La rabia me había cegado los ojos. Yo no hacía eso, yo protegía a la gente, sanaba a los heridos, los rescataba de los campos de batalla, no participaba en ellos a menos que fuese necesario. Y había salido allí por venganza... me avergonzaba a mí mismo. No me lo pensé, corrí hacia la rubia y le asesté un fuerte golpe en la nuca con la parte no afilada de mi katana, dejándola inconsciente, la cogí en mis brazos y alcé el vuelo dirigiéndome a las cuevas con ella.
----------------------------------------------
Defensa: Dado 5 + 5 (alado) + 10 (habilidad) + 13 (defensa física) + 34 = 67 -49 (Morgana) = Sin daños
Curación éxito: 10 PS
PS= 136+10 = 146 PS
1er post tras regeneración racial.
Lo que sucedió a continuación tampoco calmó mi estómago. Otro drow, éste con pinta de más viejo y con el pelo canoso se aproximó lentamente. Levantando el cuchillo a la altura del cuello dijo una frase y... se rebanó el cuello de un movimiento. La sangre salía a borbotones, su cuerpo se desplomó en el suelo... Se me hizo un nudo en el estómago horrible. Miré a mi alrededor... pero, ¿dónde me había metido? Los soldados se estaban disparando unos a otros, había sangre y muerte por todos lados. La rabia me había cegado los ojos. Yo no hacía eso, yo protegía a la gente, sanaba a los heridos, los rescataba de los campos de batalla, no participaba en ellos a menos que fuese necesario. Y había salido allí por venganza... me avergonzaba a mí mismo. No me lo pensé, corrí hacia la rubia y le asesté un fuerte golpe en la nuca con la parte no afilada de mi katana, dejándola inconsciente, la cogí en mis brazos y alcé el vuelo dirigiéndome a las cuevas con ella.
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Defensa: Dado 5 + 5 (alado) + 10 (habilidad) + 13 (defensa física) + 34 = 67 -49 (Morgana) = Sin daños
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1er post tras regeneración racial.
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El miembro 'Narthorondel' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa Física' :
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#2 'Probabilidad' :
#1 'Defensa Física' :
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#2 'Probabilidad' :
Morgana. Cuánto podía llegar a odiarla. Me bullía el cuerpo en rabia al escucharla hablar. “Rata traidora”, “amigos renegados”. Sus formas de simplificar a los enemigos, de no querer ver más allá… -No es todo tan jodidamente sencillo como quieres creer, niñata.- Le dije con el veneno impregnado en mi voz. En aquellos momentos Morgana se me antojaba muy… Muy inmadura. Desde mis más de cien años de vida me parecía que forzarse a tener una visión tan sencilla del enemigo era… Era sumamente estúpido. -Javert tuvo sus razones para creer en mí. Creo que su família no estaba tan limpia como te habría gustado.- Era escasa la información que había podido conseguir en la Alianza sobre aquello, y sin embargo…
Pero ella siguió convencida de que lo importante era eliminar los seres mágicos que acechaban el ejército, aún si había de vender este a las decisiones de los estúpidos ministros. “El huérfano de Javert”, mencionó. Ahora sí, pude ligarcabos respecto la identidad de Mike… -¡JAVERT NO ESTÁ MUERTO!- Fue lo primero que solté, clavándole una mirada bastante asesina. -¡Y no te das cuenta de que los políticos son los primeros que tienen cero interés en tu puñetera cruzada! Ellos ven el beneficio en todo esto, ¿Sabes? ¿Acabar la guerra? ¡No les conviene! Esa era la razón por la que quise separar el ejército de los jodidos ministros, porque no lograríamos nada mientras ellos nos controlaran…- Aunque ya no me afectaba, aquel tema me hacía bullir la sangre.
Es cierto, sin embargo, que había jugado muy suciamente la tenderle la emboscada. “Sádico”, llamó a mi hermano. Si bien mi instinto protector me decía que lo negara, ahí… No podía quitarle la razón. -Él no sería así si vosotros no le hubiérais jodido la vida en primer lugar.- No me enorgullecía de su afán por la sangre. -Y debería disculparme por no haberte matado. Habrías estado mucho mejor MUERTA.- Fue con esas palabras que ensarté su pecho. Ella gritaba sobre que debía haberme matado. En otros momentos, casi que lo habría preferido. Pero entonces me sentía más vivo que nunca, y creía tener una razón para seguir luchando, existiendo… -No te queda más que arrepentirte de no haberlo hecho. Confiar mútuamente fue un error común, Morgana Wolf.
Retorcía levemente la cuchilla en su interior. Sabía que en cuanto la sacara caería. Sus intentos de defenderse fueron inútiles. Sus ojos se clavaron en los míos, en parte sorprendidos. -¿Qué, no te lo esperabas?- Gruñí, enseñándole los dientes con una mueca en el rostro. Finalmente soltó el cuchillo… Y la sangre lo iba bañando todo. Su cuerpo y el mío. Fue un momento extraño, casi de tranquilidad, mientras esperaba a recibir alguna respuesta de su parte. Podría haber acabado con eso antes. Pero no lo hice. Mis acciones estaban cegadas por la rabia, la venganza, el sadismo y la repugna hacia aquella persona.
Entonces soltó sus últimas palabras. Que cometí dos errores… -El primero puedo arreglarlo aquí mismo, capitana. El segundo… No lo volveré a cometer.- Había algo de dolor en esas palabras. Me habría gustado poder darle una segunda oportunidad. Me habría gustado que todo fuera diferente, que no hubiéramos acabado así, que no nos estuviéramos matando. Habría preferido otro final para esa historia. Pero no era posible. Retiré lentamente la cuchilla. La sangre brotaba. -Y aún así, cometeré el error de no acabar con tu miserable existencia una vez más. Vales tu peso en oro. Y quizás tengas la clave para acabar con esta locura de una vez por todas. Quieras o no.- Antes de quitársela del todo le robé el comunicador con la otra mano, y entonces, di un último tirón con la cuchilla para liberarla de su abdómen. Miré a Narth momentáneamente antes de notar otra presencia…
-Szyraenk.- Mascullé. Parecía gravemente herido. Llevaba un cuchillo que no recordaba, la dominator ya no estaba en su posesión. Fue a decirme algo de que… ¿Hiciera que valiera la pena? ¿El qué? ¿La vida? Abrí un poco los ojos y fui a hablar. -M-Me alegra que aún estés vivo, aún podemos hacer algo, aún hay tiem…- Antes de acabar la frase me percaté de que el cuchillo estaba peligrosamente cerca de su propio cuerpo. Y, habiéndolo intentado por mi mismo, sabía muy bien la finalidad. -Espera, ¡ESPERA! ¡SZYRAENK NO! ¡JODER!- Y su mirada fija en todo momento. Me aparté bruscamente de Morgana para intentar alcanzar su mano y apartarle el jodido cuchillo antes de que fuera demasiado tarde. Más sangre. Más sangre, caliente, de nuevo a borbotones, por todos lados…
Para cuando pude agarrar su mano él ya caía al suelo. Me agaché a su lado, llevando una mano a su cuello y la otra a su pecho. Aún tenía pulso. Aún, aún… Tenía el cuello a medio arrancar, y yo puse la mano mecánica ahí, como si eso fuera a parar la hemorragia y él no fuera a morir y… -Szyraenk, aún estamos a tiempo, aún estamos a tiempo… Es… Espera, joder, ¡NO PUEDES HACER ESTO! ¡NO ES LA SOLUCIÓN! ¿¡PORQUÉ…!?- Para cuando acabé de gritar el pulso ya había cedido.
Estaba muerto.
Me daba igual Morgana, me daba igual el alado, me daba igual la jodida batalla. En aquel momento no supe procesar lo que sentía. Se acababa de suicidar delante de mí. No lo entendía. ¿Por qué? ¿Tanto odiaba la vida? ¿Tan cansado estaba de ella? Sabía que habían más oportunidades. Los… Los drows éramos muy irracionales, y no era extraño que alguno prefiriera la muerte a vivir sometido. O quizás no quería pedir ayuda. Nada de eso quitó, sin embargo, que no supiera procesar aquella escena. Me aferré a su aún cálido cadáver, sin apartar las manos de encima, como si aún tuviera la esperanza de que aquello fuera un error. Que fuera a volver su pulso, que fuera a hablar de nuevo… Él no habría querido que llorara como un jodido crío ante su muerte, ¿Cierto? Y aún así eso estaba haciendo.
Aún así lloraba descontroladamente. Durante minutos no fui capaz de mediar palabra. No fui capaz de comprender lo que acababa de ocurrir. Intentaba asumirlo. Pero por mucho que pensara solo me venía la imagen de sus ojos clavados mientras se abría el cuello… En el fondo aún me había dado otra lección. Había considerado el suicidio muchas veces, había intentado hacerlo un par… Irónicamente, de la misma forma. Aunque yo había sido cobarde y nunca había podido acabar el trabajo como debía. En ese momento, sin embargo, consideré más cobarde morir. Y consideré a Szyraenk cobarde por haber hecho eso, por huir de la vida, de la realidad, de todo.
-¡ERES UN JODIDO COBARDE! ¡Sabías que aún había otras opciones! Sabías que…- Gritos mezclados con sollozos. Podría haber evitado eso, pensé. Aunque no habría tenido sentido. Fue su decisión, no… No podía luchar contra eso, ¿No? No lo sabía. Durante largo rato me quedé ahí, aferrado a su inanimado cuerpo. No había tenido demasiado trato con él. Pero lo respetaba. Lo respetaba por lo que había hecho y porque había sido vital para mi traición a la Alianza. Intentaba, poco a poco, aferrarme a sus consejos. No habría querido que llorara. No habría querido que me importara tanto su muerte. No habría querido que me comportara como un crío, ¿No? No, no era eso…
Poco a poco fui recobrando la compostura. Me incorporé levemente, cerrándole los ojos con delicadeza. La herida del cuello resultaba ser la más desagradable estampa de todo aquel cuerpo… Fui a quitarle la chaqueta para taparle aquello. Aunque a medio camino quitar decidí algo distinto. Me quité yo también la mía y se la eché por encima, como para tapar aquella horrible herida del cuello. Y cogí la suya, de lo más empapada, echándomela por encima. Entonces me levanté del todo. Miré por primera vez en minutos el campo de batalla, los centinelas… Los soldados… Iba poner fin a todo aquello. Poco a poco dejé de llorar.
-No habrías querido esto. No soy un jodido crío. No… No dejaré que tus esfuerzos por sacarme de la Alianza hayan sido en vano.- Poco a poco me fui acomodando aquella sobria y gris pieza de ropa. La sangre le añadía un poco de variedad.
-Voy a terminar con esta jodida locura. Y haré que valga la pena hacerlo.
Pero ella siguió convencida de que lo importante era eliminar los seres mágicos que acechaban el ejército, aún si había de vender este a las decisiones de los estúpidos ministros. “El huérfano de Javert”, mencionó. Ahora sí, pude ligarcabos respecto la identidad de Mike… -¡JAVERT NO ESTÁ MUERTO!- Fue lo primero que solté, clavándole una mirada bastante asesina. -¡Y no te das cuenta de que los políticos son los primeros que tienen cero interés en tu puñetera cruzada! Ellos ven el beneficio en todo esto, ¿Sabes? ¿Acabar la guerra? ¡No les conviene! Esa era la razón por la que quise separar el ejército de los jodidos ministros, porque no lograríamos nada mientras ellos nos controlaran…- Aunque ya no me afectaba, aquel tema me hacía bullir la sangre.
Es cierto, sin embargo, que había jugado muy suciamente la tenderle la emboscada. “Sádico”, llamó a mi hermano. Si bien mi instinto protector me decía que lo negara, ahí… No podía quitarle la razón. -Él no sería así si vosotros no le hubiérais jodido la vida en primer lugar.- No me enorgullecía de su afán por la sangre. -Y debería disculparme por no haberte matado. Habrías estado mucho mejor MUERTA.- Fue con esas palabras que ensarté su pecho. Ella gritaba sobre que debía haberme matado. En otros momentos, casi que lo habría preferido. Pero entonces me sentía más vivo que nunca, y creía tener una razón para seguir luchando, existiendo… -No te queda más que arrepentirte de no haberlo hecho. Confiar mútuamente fue un error común, Morgana Wolf.
Retorcía levemente la cuchilla en su interior. Sabía que en cuanto la sacara caería. Sus intentos de defenderse fueron inútiles. Sus ojos se clavaron en los míos, en parte sorprendidos. -¿Qué, no te lo esperabas?- Gruñí, enseñándole los dientes con una mueca en el rostro. Finalmente soltó el cuchillo… Y la sangre lo iba bañando todo. Su cuerpo y el mío. Fue un momento extraño, casi de tranquilidad, mientras esperaba a recibir alguna respuesta de su parte. Podría haber acabado con eso antes. Pero no lo hice. Mis acciones estaban cegadas por la rabia, la venganza, el sadismo y la repugna hacia aquella persona.
Entonces soltó sus últimas palabras. Que cometí dos errores… -El primero puedo arreglarlo aquí mismo, capitana. El segundo… No lo volveré a cometer.- Había algo de dolor en esas palabras. Me habría gustado poder darle una segunda oportunidad. Me habría gustado que todo fuera diferente, que no hubiéramos acabado así, que no nos estuviéramos matando. Habría preferido otro final para esa historia. Pero no era posible. Retiré lentamente la cuchilla. La sangre brotaba. -Y aún así, cometeré el error de no acabar con tu miserable existencia una vez más. Vales tu peso en oro. Y quizás tengas la clave para acabar con esta locura de una vez por todas. Quieras o no.- Antes de quitársela del todo le robé el comunicador con la otra mano, y entonces, di un último tirón con la cuchilla para liberarla de su abdómen. Miré a Narth momentáneamente antes de notar otra presencia…
-Szyraenk.- Mascullé. Parecía gravemente herido. Llevaba un cuchillo que no recordaba, la dominator ya no estaba en su posesión. Fue a decirme algo de que… ¿Hiciera que valiera la pena? ¿El qué? ¿La vida? Abrí un poco los ojos y fui a hablar. -M-Me alegra que aún estés vivo, aún podemos hacer algo, aún hay tiem…- Antes de acabar la frase me percaté de que el cuchillo estaba peligrosamente cerca de su propio cuerpo. Y, habiéndolo intentado por mi mismo, sabía muy bien la finalidad. -Espera, ¡ESPERA! ¡SZYRAENK NO! ¡JODER!- Y su mirada fija en todo momento. Me aparté bruscamente de Morgana para intentar alcanzar su mano y apartarle el jodido cuchillo antes de que fuera demasiado tarde. Más sangre. Más sangre, caliente, de nuevo a borbotones, por todos lados…
Para cuando pude agarrar su mano él ya caía al suelo. Me agaché a su lado, llevando una mano a su cuello y la otra a su pecho. Aún tenía pulso. Aún, aún… Tenía el cuello a medio arrancar, y yo puse la mano mecánica ahí, como si eso fuera a parar la hemorragia y él no fuera a morir y… -Szyraenk, aún estamos a tiempo, aún estamos a tiempo… Es… Espera, joder, ¡NO PUEDES HACER ESTO! ¡NO ES LA SOLUCIÓN! ¿¡PORQUÉ…!?- Para cuando acabé de gritar el pulso ya había cedido.
Estaba muerto.
Me daba igual Morgana, me daba igual el alado, me daba igual la jodida batalla. En aquel momento no supe procesar lo que sentía. Se acababa de suicidar delante de mí. No lo entendía. ¿Por qué? ¿Tanto odiaba la vida? ¿Tan cansado estaba de ella? Sabía que habían más oportunidades. Los… Los drows éramos muy irracionales, y no era extraño que alguno prefiriera la muerte a vivir sometido. O quizás no quería pedir ayuda. Nada de eso quitó, sin embargo, que no supiera procesar aquella escena. Me aferré a su aún cálido cadáver, sin apartar las manos de encima, como si aún tuviera la esperanza de que aquello fuera un error. Que fuera a volver su pulso, que fuera a hablar de nuevo… Él no habría querido que llorara como un jodido crío ante su muerte, ¿Cierto? Y aún así eso estaba haciendo.
Aún así lloraba descontroladamente. Durante minutos no fui capaz de mediar palabra. No fui capaz de comprender lo que acababa de ocurrir. Intentaba asumirlo. Pero por mucho que pensara solo me venía la imagen de sus ojos clavados mientras se abría el cuello… En el fondo aún me había dado otra lección. Había considerado el suicidio muchas veces, había intentado hacerlo un par… Irónicamente, de la misma forma. Aunque yo había sido cobarde y nunca había podido acabar el trabajo como debía. En ese momento, sin embargo, consideré más cobarde morir. Y consideré a Szyraenk cobarde por haber hecho eso, por huir de la vida, de la realidad, de todo.
-¡ERES UN JODIDO COBARDE! ¡Sabías que aún había otras opciones! Sabías que…- Gritos mezclados con sollozos. Podría haber evitado eso, pensé. Aunque no habría tenido sentido. Fue su decisión, no… No podía luchar contra eso, ¿No? No lo sabía. Durante largo rato me quedé ahí, aferrado a su inanimado cuerpo. No había tenido demasiado trato con él. Pero lo respetaba. Lo respetaba por lo que había hecho y porque había sido vital para mi traición a la Alianza. Intentaba, poco a poco, aferrarme a sus consejos. No habría querido que llorara. No habría querido que me importara tanto su muerte. No habría querido que me comportara como un crío, ¿No? No, no era eso…
Poco a poco fui recobrando la compostura. Me incorporé levemente, cerrándole los ojos con delicadeza. La herida del cuello resultaba ser la más desagradable estampa de todo aquel cuerpo… Fui a quitarle la chaqueta para taparle aquello. Aunque a medio camino quitar decidí algo distinto. Me quité yo también la mía y se la eché por encima, como para tapar aquella horrible herida del cuello. Y cogí la suya, de lo más empapada, echándomela por encima. Entonces me levanté del todo. Miré por primera vez en minutos el campo de batalla, los centinelas… Los soldados… Iba poner fin a todo aquello. Poco a poco dejé de llorar.
-No habrías querido esto. No soy un jodido crío. No… No dejaré que tus esfuerzos por sacarme de la Alianza hayan sido en vano.- Poco a poco me fui acomodando aquella sobria y gris pieza de ropa. La sangre le añadía un poco de variedad.
-Voy a terminar con esta jodida locura. Y haré que valga la pena hacerlo.
31/150 AF 12 DF 8 / AM - DM - / AT 15 DT 5 | |
Defensa: 15(Dados)+8+10(Racial) -40(Explosión centinela) -40(Centinela Blanco) -40(Centinela Negro)= -87 | Daños: -87-5 de sangrado fuerte |
Ataque Fisico contra Centinela Blanco : Stat (12) + Racial (10) + Habilidad (10) + Dados (15) = 47
Ordeno al Centinela Cyan que me defienda, joder, que me crujen, illooooooooo
Y SI VA A EXPLOTAR QUE SE VAYA LEJOS JODEERRR QUE ES LO QUE ME FALTA XD
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Me pasé el cartucho del taser desde las manos a la boca, pasando a sujetarme con las zarpas al suelo para tirar con todas mis fuerzas del centinela Oliva. Por el rabillo del ojo vi con satisfacción cómo los demás renegados centraban sus ataques y lo dejaban completamente reventado; una pena en parte, quizás después todavía podría rescatar alguna pieza o algún chip que fuera de utilidad. Cuando el centinela cayó junto a los pies de Cyan retrocedí para situarme tras Cyan; la altura de la máquina lo hacía una especie de cobertura móvil idónea. Y por un instante pude permitirme recargar el cartucho de la táser y llevarme una mano a la herida del costado, que sangraba profusamente, durante un segundo de tranquilidad.
Craso error.
El centinela Oliva estalló en pedazos; me había distraído, no recordaba que eso podía pasar, y aunque Cyan estaba en medio y recibió toda la metralla salimos despedidos por la fuerza de la onda expansiva. Rodé entre los escombros, magullándome las patas y los brazos y evitando que Cyan me cayera encima por los pelos de la cola, literalmente. Los oídos me zumbaban, y tosí, dejando escapar un sonido gutural.
Sosteniéndome a cuatro patas aún intenté incorporarme. No podía escuchar bien, pero la tierra retumbaba, y alcé la vista, borrosa por la arena y el polvo para ver otros dos centinelas que volaban por encima, varios metros por encima nuestra. Un escalofrío me recorrió toda la columna vertebral.
-Oh, jo...der...-
Apenas alcancé a agarrar un pedazo de escombro y lanzarlo como proyectil improvisado contra uno de los centinelas que flotaban por encima nuestra antes de que literalmente, me cayera el cielo encima.
Dos explosiones me sacudieron, un agudo pitido y una luz roja intensa, y salí despedido en dirección contraria al centinela Cyan; sentí el calor abrasándome la piel del lomo y atravesando mi cuerpo, los pedazos de metal clavándose en la carne y el brutal crujir de huesos al partirse cuando choqué contra el suelo como un ladrillo macizo, quedando recostado de lado. Noté el sabor a cobre de la sangre sobre la lengua rasposa y seca, y al abrir un ojo, con el otro magullado, ví pedacitos de cristal celeste cubriendo el suelo, como una miríada de estrellas fulgurantes; debía de haberme roto un cuerno.
Intenté moverme, pero no era capaz de mover la pierna izquierda; sentía un fuerte dolor a media altura de la pantorrilla por lo que debía de haberme roto el hueso, y podía oler a pelo quemado.
Sentí miedo de mirar para ver si tenía más heridas, pues sentía el pecho hundido y la carne de la espalda hendida como si hubiera sido atravesada por un balazo. Comencé a respirar más rápida y débilmente, al tiempo que de mi mente desaparecía cualquier pensamiento racional.
Y conseguí rodar sobre mi pecho, la brillante mirada del animal herido mirando en dirección a los centinelas mientras me incorporaba, sólo para caer de nuevo, gruñendo, dejándome llevar por los instintos para intentar sobrevivir.
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