Consultas y atención primaria

Había tardado más tiempo del normal en ponerme la bata dejando solamente un brazo y el otro permaneciendo en el cabestrillo del demonio. Más que nada porque la bata se escurría y tuve que pedir ayuda para que hiciesen algún tipo de nudo o algo parecido para que no pasase aquello y me molestase al atender.
Me habían mandado a consultas y atención primaria, curas menores. Al fin y al cabo no podía meterme así a una operación, aunque podía mover el brazo aún me dolía y algunas posturas eran imposibles de alcanzar.
Agarré la carpeta de la primera sala y pasé mientras leía el informe. Alcé ambas cejas antes de mirar al frente y encontrar ahí a Johan.
-Oh...
"Vaya..."
-Johan!
Me acerqué a él como si fuese lo más normal del mundo y le abracé más o menos...como pude pero apretando bien fuerte antes de separarme.Sonreí tímidamente antes de volver la vista al informe. Me alegraba porque estaba solamente en consultas, aquello era bueno.Me acerqué a la camilla dando un par de toquecitos con la mano indicando que subiese a la misma.
-Vamos a ver...fiebre...cicatrización...¿Qué tipo de sanador teníais ahí abajo?
Pregunté extrañada por aquellas palabras que leía volviendo a mirarle. Instantáneamente y sin pedir permiso le plante la mano en la frente entornando los ojos al comprobar que efectivamente tenía fiebre y sus células mostraban una clara infección.
-Vas a tener que quitarte la camiseta Bean.
Comenté medio en broma separando después la mano para comenzar a preparar el material que iba a necesitar.
-¿Cómo ha ido?

Los sanadores fueron rápidos encargándose de llevar a Arleen y Lyosha a quirófano, además de atendernos al resto para repartirnos según estuviéramos. A algunos, como Emily o Lykaios, los dejaron marchar sin más, y a Thalos lo despacharon rápido también tras una curación. Le hice un gesto como queriendo decir que me esperase para hablar cuando saliese, yendo  después hacia la zona de consultas que me indicaron. Por el camino intenté comunicarme mentalmente con Victorya y con Erika para preguntar si habían llegado al hospital antes que nosotros y si estaban bien. Al no ver a la pelirroja en el grupo de la entrada del videoclub asumí que debía haber ido con el segundo grupo, donde estaban Ben y Victorya justo antes de avisar que por fin se habían hecho con James. Pregunté lo mismo a Yaroslav, aunque no estaba seguro de conseguir contactar con él. Esperaba que hubiesen logrado largarse de allí sin sufrir ningún daño tan chungo como el de Lyosha.

Entré a la consulta que me dijeron, aunque no me senté en la silla porque iba hecho un desastre y era todo demasiado limpio como para mancharlo. Una vez acabado todo me notaba más agotado que en el momento en el que descubrí que estaba atado a una bomba. Todavía estaba asimilando que no habían pasado ni diez minutos desde que estuve a punto de saltar por los aires. Estaba medio empanado mirando a un punto fijo de la pared cuando alguien entró por la puerta, pues no me esperaba que fuese ella.  Verla aparecer me hizo animarme, más todavía después de lo que acabábamos de pasar. Suspiré con una leve sonrisa al verla acercarse, aunque enseguida reparé en que llevaba el brazo en cabestrillo. - ¿Qué te ha pasado? no deberías estar trabajando con el brazo así. ¿Nyara está bien? -  Le devolví el abrazo también  con fuerza pero con cuidado por su brazo. También con cierto nudo en la garganta por demasiados pensamientos de todo tipo que se me vinieron a la mente en ese momento.

Al separarme obedecí y me senté en la camilla mientras ella leía el informe, mirando hacia otro lado algo avergonado cuando dijo lo del sanador.   - Era yo...el sanador de la misión. No me salieron demasiado bien las sanaciones. - omití lo de que intoxiqué a Sayid, que bastante era ya con lo de hacer sanaciones reguleras. -  Thalos también está fastidiado. Le han dicho que se vaya a descansar, pero creo que necesitará algo más. ¿Puedes echarle un vistazo luego? - me dio un escalofrío cuando puso su mano sobre mi frente, notándola demasiado fría en comparación con mi piel. La situación de quitarme la camiseta para que me revisase después de una batalla no era nueva, aunque en este caso se me hacía un poco distinta. Le eché la típica mirada de cuando me llamaba por ese apodo, "Bean", aunque en el fondo me gustaba que lo hiciera. Me quité la parte de arriba dejándola  a un lado, pensando qué responder sobre la misión.

- Hemos pasado un mes entero buscando al androide, pero al final lo tenemos. Nos ha costado bastante escapar...esa cosa cada vez es más inteligente y fuerte. -

Mientras le abrazaba preguntó por mi brazo y al separarme negué riendo.
-Ya sabes que a veces soy un poco torpe, no es nada grave. Puedo moverlo ya casi bien del todo.
Seguí preparando el material asintiendo cuando preguntó por la niña.
-Oh si...está perfecta, solo que ha estado preguntando por su compinche de pintar paredes.
Desvié la vista del material hacia él con una expresión clara acusatoria pero terminé por soltar una risilla divertida. Aproveché para acercar una poción de alguno de los armarios que llegó hasta la camilla volando. Tomé entre mis manos la batea con las gasas y material colocando aquello también en la camilla, esperando que se quitase la camiseta.
Cuando me dijo que él era el sanador de la misión me sorprendió, no sabía que estaba interesado en los temas de curación, claro que tampoco habíamos hablado demasiado de casi ningún tema. Parecía avergonzado así que decidí no echarle la bronca por no haber llevado a un sanador en condiciones.
-Claro, revisaré a Thalos después.Sin problema.
Me incliné a ver la herida mientras me ponía los guantes y entrecerré los ojos observando el mal aspecto de la misma.
-Te daré unas clases de cicatrización y desinfección, te vendrán bien.
"porque está claro que vas a seguir bajando y espero que así no te cures malamente"
Después mi ojo se desvió al torso de Johan y planté la mano por ahí pensando que la última vez que le vi...así...no estaba tan, tan....vamos que estaba más fuerte ahora o eso parecía. Se me había ido la concentración por un momento y carraspeé mirando de nuevo la herida concentrándome en sentir.
Alcé la mirada a él que me miraba con ese gesto algo fastidioso por el apodo y sonreí divertida por aquello. A pesar de que hubiese ido a una misión, me hubiese enfadado por el post-it y todo el tema que teníamos que hablar, estaba tranquila porque no había terminado para nada mal de salud.
-Esto va a escocer un poco.Tengo que abrir de nuevo, por lo visto te dejaste algo dentro. -Señalé la poción de la camilla-Si te tomas eso te dolerá menos y bajará la fiebre.
Comenté casi como si fuese una confidencia y después guiñé mi ojo antes de ponerme manos a la obra. Abrí la herida con cuidado tratando de no molestar más de lo imprescindible, aquello estaba infectado sin duda alguna, limpié a conciencia la zona y realicé un hechizo para sacar el trozo de metal que la había liado parda, tampoco era muy grande, dejándolo en la batea. Asentí a lo que me informaba sobre la misión.
-Bueno... pero lo habéis conseguido y estáis todos aquí, que es lo más importante.
Suspiré quedando erguida de nuevo frente a él, me quité el cabestrillo y puse ambas manos sobre la herida aplicando una curación que iba a mantener unos minutos.
-No tardaré mucho, supongo que tienes ganas de ver que tal está todo el mundo.
Murmuré alzando la vista hacia él de nuevo. Conociéndole seguramente estaría preguntando con su telepatía o habría mandado a alguien para que le informase después.
-La fiebre durará unos días y seguramente necesites más curaciones. Puedes ir a casa , a...mi casa... -puntualicé con un gesto de que se me hacía raro decir ´mi´-creo que descansarás mejor que en una de esas habitaciones comunes y puedes ver a Nya...y bueno, puedo revisarte la herida.-Eso lo solté muy rápido como nerviosa o justificándome aunque en realidad creía que era la mejor opción, encogí un hombro-Si quieres, claro.
Suspiré porque había parecido como una excusa para tenerle en casa y desvié la vista a la herida de nuevo, finalizando la curación.  Agarré un apósito poniéndolo en la nueva cicatriz y me quité los guantes poniendo ambas manos en mis caderas apreciando el trabajo bien hecho.
-Listo. Cuando salgas pide en farmacia herbovitalizantes y te tomas una al día.
Sonreí satisfecha mirándole de nuevo quedando en silencio unos segundos y de pronto se me fue la cabeza y alcé la mano a su pelo colocándole algún mechón de esos locos que el tenía sonriendo con ternura y a decir verdad con un atisbo de preocupación.
-Esta vez no me has dado un susto tan grande como otras veces Black.

Curación:20+10habilidad +40 vilya+0 dado: 70
PS:143 para Johan

El miembro 'Josephine Patterson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :

Lo del brazo no me dejó muy convencido, seguía pensando que deberían dejarla hasta que se recuperase. Esperaba que después de hacer alguna cura rápida pudiese marcharse a su casa. Me hizo bastante ilusión eso de que la niña me hubiese echado de menos durante este mes, aunque la muy traidora hubiese confesado eso de que yo también había pintado las paredes. - Creo que ya dibuja mejor que yo. Aunque no hace falta mucho para superarme. En sanación se ve que tampoco. - suspiré con resignación, aunque ella no me hubiese abroncado por querer hacer de sanador sin serlo realmente. - Vale, pero después te vas a la casa a reposar el brazo. - Asentí conforme a lo de Thalos, me quedaba más tranquilo que con la revisión del médico viejuno ese. - Si no fuese por Thalos...tal vez no estaría aquí ahora mismo. Le debo mucho. - murmuré con la imagen de la desactivación de la bomba en la cabeza, recibiendo justo en ese momento la respuesta de Erika. Al parecer ya estaba con Draven, y estaba bien también.

"Recibido, Erika. Estoy bien, me está atendiendo Jo. Luego le echará un ojo a Thalos, que necesita una revisión"

Solo me faltaba ya ver si Yaroslav y Victorya respondían. - Me vendrán bien esas clases, así dejarán de decir que no sé sanar. - me había ganado la fama a pulso durante la misión. - ¿Sabes que hemos encontrado a Yaroslav? - al menos podía darle una buena noticia sobre su amigo, después de todo. - Estaba en el metro, más paranoico de lo normal y hambriento, con el hermano ese chungo de Thalos encerrado en una jaula. No sé si le han atendido ya en el hospital...- tuvimos un breve intercambio de miradas con lo del apodo, lo cual me hizo sentir por un instante como en tiempos pasados. Después alcé una ceja cuando carraspeó mientras examinaba la herida. - ¿Es peor de lo que parece? - le hice caso como buen paciente cuando me dijo lo de la poción para bajar la fiebre, destapando el frasco para beber un trago mientras que ella se encargaba de reabrir la herida para poder sacar el trozo de metal que yo me había dejado. Hice alguna mueca de molestia durante el proceso, aunque ella lo hizo tan bien que aquello fue rápido y enseguida el metal estuvo fuera.

- Sí...hemos tenido suerte. Por lo menos con ese androide hay algo de esperanza. Espero que todos se recuperen. - pensé en Lyosha, que era la que había visto caer al llegar. Después quedamos frente a frente cuando se irguió para usar su sanación sobre la herida, donde noté una especie de cosquilleo mientras se iba cerrando lentamente. Durante algunos segundos permanecí en silencio mientras ella hablaba, mirándola a los ojos como si eso también sirviese para calmar la mente después de toda la tensión pasada ahí abajo. Su propuesta de ir a casa no sonaba mal, aunque no estaba seguro de ello. También sentía que estaba mal después de todo lo que había pasado con Victorya en el último mes. - Me gustaría, pero...es tu casa. No quiero molestar. - parecía como si fuésemos divorciados sin realmente serlo, o sin haber hablado del tema. Terminó la curación poniendo un apósito y dejándolo todo listo tras decirme las pociones que tenía que pedir.

Esbocé una leve sonrisa cuando alzó una mano hacia mi cabello, sin apartar la mirada de la suya. Hacía mucho tiempo que no teníamos un acercamiento así, dando pie a que tuviésemos un momento más íntimo. Busqué con mi mano la suya, la que no había levantado para recolocarme el pelo. Al principio sólo fue un leve roce, pero después la entrelacé con la suya.

- Siento haberte dado tantos disgustos. Ojalá no lo hubiésemos tenido todo tan complicado. - justo en ese momento recibí un mensaje mental de Victorya, lo cual era bueno porque estaba bien. Lo raro fue ese tengo que decirte algo, aunque no tardó mucho en soltar aquel mensaje que me dejó paralizado y sin lograr reaccionar.

"..."

La cara debió cambiarme en ese momento, desvié la mirada hacia otro lado y me quedé bastante blanco con la noticia. Procesar y asimilar aquello me llevó unos segundos, hasta que conseguí responder mentalmente.

"Enseguida voy a buscarte y hablamos"


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PS: 143

Una sombre de una esquinita se agitó y de la nada, silenciosamente, se expandió hasta adquirir mi altura. Una forma sombría salió de ahi, que al par de segundos adquirió la forma de mi persona. Me quedé ahi de brazos cruzados medio cubierto por la sombra que habia generado, mirando a Johan y a Jo, negando con la cabeza con desaprobación.

Luego miré concretamente a Johan. Y negué con mas desaprobación aun, pero sin muestra de muchos sentimientos pese a todo.

- Que fuerte.....

Un poco mas de negamientos de cabeza.

- Que fuerte me parece....

"Hay mucha sangre en este edificio. Claro. Es un hospital, verdad? No me gustan nada los hospitales"

No se sabía muy bien a qué venia mi indignacion. Era al hecho de que casi se muere otra vez, en realidad. Al igual que Reiv. Miré hacía un lado indeterminado, cual gato que mira fantasmas.

- Mmmm.... - volví a mirarlo a ellos y de nuevo, me deshice en sombras, marchando de alli. Éste tenía buen color de cara al menos.

Servicio médico escribió:

Informe Juliet escribió:Paciente Juliet (PS 41) , múltiples desgarros superficiales de simetría en escama que recorren toda la columna vertebral. Herida menor en mano izquierda. Tratamiento recomendado curas masivas con apósitos impregnados en calmante, desinfectante y cicatrizante.

Llegué hasta las consultas donde habían traído a Juliet, terminando de leer el informe que habían preparado. La habían dejado sentada sobre la camilla, y por el momento parecía que se mantendría consciente. Sonreí al acercarme, esperando tranquilizarla. La había visto muy alterada al llegar a urgencias, gritando desesperada.  - Hola, Juliet. ¿Cómo te encuentras? Deja que eche un vistazo a tus heridas. - le pedí para que me diese permiso para revisarla, acercándome a ella  mientras me ponía los guantes. Después cogí lo necesario para las curas, dejándolo a un lado.

 - Tienes la espalda hecha un desastre...pero creo que te repondrás pronto. - comencé a canalizar energía de sanación sobre sus heridas, en la mano y la espalda, principalmente. Con el paso de los segundos iban dejando de sangrar, mejorando en aspecto. Después tomé las gasas, aplicando calmante, desinfectante y cicatrizante. Fui limpiando todas y cada una de las heridas, pasando después a realizar otra sanación para que se cerrasen más. Después vendé su mano y pegué varios apósitos más en la espalda para que fuesen cicatrizando en las próximas horas.

- Esto creo que ya está. Ahora tienes que descansar por lo menos un día. - le entregué una herbovitalizante para que la tomase, y también un pequeño frasco de leche de amapola.  - Y esto por si necesitas tranquilizarte. Todo irá bien. - le entregué algo de ropa limpia que teníamos en el armario de curas para estos casos, porque su ropa estaba bastante rota. Después salí de la consulta, yendo a ver qué más tenía quehacer.

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sanación: Curación: 25 dado + 15 stat + 10 hab. + 40 anillo + 10 esmeralda Assur= 100 a Juliet (súmalo al PS que tuvieses)

El miembro 'Chloe Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :

Sonreí de medio lado cuando comentó algo sobre el dibujo.
-Si te digo la verdad...em... casi no puedo distinguir quién dibujó el qué.
Terminé por reírme recordando que me había costado un rato descifrar los monigotes que habían pintado ambos. Seguía curándole en ese momento mientras me contaba cosas.
-Thalos siempre es un buen refuerzo. No te hubiese dejado ir a tantas misiones si no fueses con él.
Era verdad, la presencia del soldado ya no soldado en aquellas salidas que hacían antaño por Londres me tranquilizaron lo suficiente para no rogarle cada vez que salían que se quedase en casa.
-Oh...vamos...no lo has hecho TAN mal... por mi tono era obvio que si, que aquella curación era insuficiente así que me mordí el labio tratando de expresarlo de otro modo-Quiero decir... al menos no sangra , solo tienes que mejorar un poco la técnica.
Le miré durante unos segundos alzando ambas cejas y sonriendo cuando dijo que habían encontrado a Yaros.
-¿En serio?!¿Qué hacía en el metro?¿Habéis avisado a Thoren?
"demasiadas preguntas"
Volví a prestar atención a la herida suspirando aliviada por haber recuperado al ruso loco.
-Luego iré a buscarle. Seguro que está gritando a las enfermeras tratando de largarse, será fácil dar con el.
Cuando tras mi carraspeo preguntó aquello apreté mis labios, no había sido por la herida pero...tampoco le iba a decir que me había fijado un poco en su cuerpo así como que no quiere la cosa.
-mmm...seh...la herida...solo está más infectada de lo que pensaba.
"mentirosa"
Mientras canalizaba mi magia sobre su herida al parecer rechazó mi propuesta de ir a casa, arrugué mi nariz durante un segundo por la excusa que había puesto.
-Anda ya Johan.... me he pasado la vida metida en el Castillo Black o en Grimmauld...además, está claro que no molestas. Tu no molestas nunca.
Aunque a veces me enfadase con él y la situación fuese de lo más extraña tenía claro eso, él no molestaría nunca. No había discusión sobre aquello.
-Si prefieres ir a cualquier otro sitio está bien pero que quede claro que no es por molestia.
Y ahí estaba empanada tratando de pasar un mechón por detrás de su oreja que no hacía más que volver a ponerse de punta cuando de pronto me agarró de la mano. Desvié la mirada hasta sus ojos y ladeé la cabeza sonriendo cariñosamente.
-Deja de culparte … me has dado más alegrías que disgustos. Además...no creo que nos haya ido tan mal después de todo ¿no?venga...si quieres ve a casa, te das una ducha y cuando salga de aquí hablamos tran…
Dejé de hablar al ver que desviaba la mirada y le miré extrañada.
-¿Johan?
Me moví un poco para buscar sus ojos de nuevo.
-¿Que te pasa?Es la herida?
No podía ser, juraría que lo había hecho todo bien. Aparté la mano de la suya y puse ambas en sus mejillas tratando de descifrar si había hecho algo mal o qué, justo cuando Sirius apareció ahí. Abrí mucho los ojos sin saber como demonios había llegado hasta ahí, hasta el hospital y sin entender la razón de sus palabras ni de su aparente desaprobación.
-¿Sirius?
Sin más se fue de nuevo y miré a Johan sin entender una mierda.

Trató de mantenerse tranquila cuando por fin llamó la atención del personal médico para que atendieran a Reiv. La regañaron, pero en el estado en que él estaba habría gritado por todo el hospital de ser necesario. Permitió que se lo llevaran, aunque no sin antes pedirles que le mantuvieran vivo a como diera lugar. Cualquier cosa podría ser tratada si tan solo seguía respirando.

La llevaron en breves a los consultorios médicos. Una vez más, trató de calmarse mientras se concentraba en el dolor. Ahora que no estaba Reiv con ella sentía unas ganas terribles de llorar y una soledad inmensa, pero se las apañó para que cuando Chloe entrara no la viera tan descompuesta como se sentía. Trató de sonreirle de vuelta cuando ella lo hizo, pero le salió una mueca amarga.- Estoy bien, pero me duele mucho al moverme.- La voz que le salió fue entrecortada y suficiente incentivo para soltarse a llorar. No recordaba haber ido al médico nunca. Siempre se limpiaba sola las heridas y con lo sensible que estaba no dudó en derrumbarse, llorando en silencio, sobre todo por Reiv. Escuchó el diagnóstico, pero no hizo comentarios. Por lo que sentía, sabía que no podía ser bueno, pero si aún podía sostenerse sentada no había llegado tan profundo a la columna como para que fuera irreversible.

La sanación le trajo alivio, pues con cada herida que limpiaba sentía un punto menos de dolor, no solo de su cuerpo sino también de sus sentimientos al sentirse atendida. Se limpió el rostro en cuanto pudo erguirse completamente, dejando de llorar para cuando iba por la mitad de la curación.- Chloe, necesito saber cómo está Reiv. Yo lo puedo ayudar, de... de otra manera... solo necesito que me dejen correr hasta su habitación.- Casi comenzó a llorar de nuevo, pero se contuvo. Tomó la poción, tomándosela en seguida, aunque dejando la leche de amapola de lado. No sabía lo que era pero si era tranquilizante no creía que le hiciera bien. Tomó la ropa y se la colocó en cuando la joven salió del consultorio, saliendo de él para caminar lo más rápido que le permitía el cuerpo.

La conversación iba bastante bien en comparación con como había ido las últimas veces, exceptuando cuando fui a su casa a cuidar de Nyara cuando ella trabajaba. La parte de Yaroslav le interesó especialmente, como era de esperar. Eran muy buenos amigos, y supuse que si Yaroslav tuviese que elegir se quedaría con ella. - Se escondía allí. El pobre pensaba que habíamos muerto todos. No, no le he dicho nada a Thoren. No ha habido tiempo. Además... ya sabes que no nos hablamos desde que el muy idiota se puso en mi contra. ¿Puedes avisarle tú? - pedí como si no me apeteciese nada tener que comunicarle nada, aunque si no quedaba otro remedio lo haría. Me preocupaba que Tolstoi hubiese acabado mal, por el momento no tenía respuesta de su parte. Ojalá estuviese gritando a las enfermeras como decía Jo.

Ella me dejó más que claro que no la molestaba, y sabía que lo decía sinceramente porque la conocía. Nos conocíamos bastante bien los dos, habían sido muchos años juntos, con idas y venidas. - Vale...entonces puede que me quede dos o tres días.- en parte me apetecía, y en parte sentía que no debería. Me quitó bastante peso de encima al decirme que le había dado más alegrías que disgustos, aunque estaba seguro de que yo ganaba en la balanza de dar disgustos en la pareja. - Me alegra saber que te hice feliz a veces. Llevas razón, hemos tenido buenos momentos. - todavía tenía su mano cogida cuando dije aquello, aunque no duró mucho por la situación del mensaje mental.

No recibí respuesta de vuelta por parte de Victorya, no sé si porque no le había gustado mi reacción o porque la estaban atendiendo en ese momento. Josephine se dio cuenta enseguida de mi repentino cambio de gesto, pero lo interpretó como que podía molestarme la herida. Negué con la cabeza antes de volver a mirarla, debatiéndome entre contar lo que de verdad pasaba o callar. Si no hablaba era como mentirle, ocultarle la verdad. Ella no merecía eso, pero tampoco que le dijese lo que sucedía. Hiciese lo que hiciese le haría daño, por más que ya no fuésemos una pareja al uso. Intenté cambiar un poco el gesto cuando ella subió sus manos hasta mi cara. - Estoy bien...sólo necesito descansar un poco, y ver antes a los demás. Vale...pasaré después por casa y hablamos tranquilamente. terminé la frase que ella dejó antes a medias, bajándome después de la camilla en la que había estado sentado mientras me curaba. - Buscaré también a Thalos para mandártelo. - cogí la camiseta que me había quitado con la intención de ponérmela, pero estaba demasiado sucia de sangre y demás como para andar con ella por el hospital. Esperaba que pudiera darme algo para cambiarme, al menos de arriba.

La aparición de Sirius se sumó a la situación intensa del día número 3, o a saber, ya había perdido la cuenta entre chaleco bomba, reencuentros, noticias inesperadas y apariciones aún más inesperadas. No lo veía desde hacía bastante, y ni siquiera sabía cómo había llegado hasta la isla. - ¡Padre! ¿pasa algo? ¿estás...bien? - no comprendí para nada eso de qué fuerte me parece, ni sabía a qué venía. Tal como vino, se fue, dejándonos sin respuesta alguno. - No entiendo nada. - me encogí de hombros, señalando hacia la puerta. - Tengo que irme. - pero no terminaba de hacerlo, allí seguía. - Gracias...por todo. - me despedí atrayéndola un momento hacia mí por el hombro, con un abrazo de lado para no hacerle daño en su brazo estropeado. Me separé tras un rápido beso en la cabeza, girándome después para ir hacia la puerta y salir de la consulta. Tenía que encontrar a Victorya.

Sonreí cuando por fin aceptó la invitación, era lo mejor en esos momentos desde mi punto de vista y esperaba que no se sintiese obligado por mi insistencia.
Cuando habló así de nuestra historia chasqué la lengua negando.
-No hables en pasado, anda.
Al decir que estaba cansado me tranquilicé, no era cosa de haberlo curado mal y eso mismo decían mis poderes. Eso era un alivio.
Después de la interrupción de Sirius encogí mis hombros mirando a Johan.
-¿Que le pasa a tu padre?
"A parte de estar muerto y eso"
Su abrazo extraño me hizo alzar las cejas y me reí por lo bajo por el beso en la frente y el comportamiento tan extraño de Johan observando como se largaba.
"Debe estar pensando en mil cosas, pobre"
Realicé un hechizo para limpiar la consulta y tras ponerme el cabestrillo nuevamente salí para ver si tenía alguna consulta más. Al parecer otro paciente ya había sido tratado así que iría en busca de Thalos para revisarle, tal y como Johan me había pedido y después buscaría a Yaroslav.

Camino con mirada al frente y expresión ausente. Un curandero me tiene que revisar por un motivo que se me escapa, pero tengo que ir a su encuentro aunque espero sentada a que me llame.

Soy la única que queda de mi clan, el último recuerdo. No puedo dejar que los magos me utilicen, es el pensamiento que tengo mientras acaricio la L marcada en el interior de mi muñeca.

Estoy sola y rodeada de peligros desconocidos. Tengo el instinto de atacar a flor de piel pero siento mi mente adormecida y mi cuerpo andando por voluntad propia.

Llevo demasiado tiempo sin convertirme y eso me produce cierto malestar, como si estuviera encerrada en una única forma. La noche de luna llena, le aullé con añoranza a la gigante azul, rogándole que me devuelva mi sombra.

Pero soy una exploradora, una sobreviviente de lo salvaje. Voy a reunir licántropos fuertes para que el clan de la Luna Roja renazca de las cenizas. Acaricio mi vientre imaginando a los dotados y poderosos cachorros.

Después de todas las revisiones había vuelto a su oficina para atender el resto de la agenda, le quedaban Kiana y Leila. No conocía a ninguna de las dos pero esperaba que no fueran más embarazos. Si había sólo uno más hablaría con Lucio. Una campaña de prevención sería lo mejor y eso que ella era muy dada con los niños pero no veía... Amor. No, Vic no queria traumar al padre, Mérida y el moreno no eran pareja...Bueno, Erika y Thalos eran preciosos. Y Lyran y ella también... Pero...Tenían que tener cuidado.

Después de acomodarse revisó bien el perfil de Kiana y se rió al ver otro embarazo. Por favor, que fuese planeado. Abrió la puerta y se asomó, había sólo una mujer de aspecto algo salvaje. Anteia le sonrió cálidamente -¿Kiana?- Preguntó e hizo un gesto para que pasara a consulta -Es tu turno- Le dijo y se apartó para que pudiera entrar.

-Soy Anteia Malfoy, jefa del área de obstetricia y ginecología. Me encargaré de tu embarazo y todo el desarrollo. ¿Quién es el padre?- Preguntó por curiosidad, esperando que no le respondiera que estaba ausente -¿Cómo te has sentido? ¿Has tenido alguna molestia o algo?- Preguntó mientras empezaba a escribir una receta, que hizo cuadruplicada para las otras embarazadas, con pociones y vitaminas para el embarazo.

Mis pupilas se dilatan al ver una silueta aparecer, el instinto cazador se activa como cuando encuentro a un conejo por las veredas del bosque, pero mi cuerpo se mueve por cuenta propia y el impulso se sofoca mientras ingreso allí donde me llaman y parece ser uno de los focos del olor a antiséptico.

-Altaïr Kirgyakos.- Respondo mientras lo miro todo a mi alrededor con curiosidad y miedo por partes iguales. Entiendo que la llaman Anteia Malfoy y que me va a cuidar durante el embarazo. Me gusta saber eso, pero no la conozco. La miro detenidamente, es alta.

Le agarro un brazo para apretar un par de veces, casi es puro hueso, poco músculo y poca grasa. Huelo su brazo, su cabello para registrar su aroma y la suelto. Bueno, ahora la conozco un poco más. Una curandera sería una útil miembro del clan. Vuelvo a mirar mi entorno.

-No cierres.- Digo señalando la entrada, la vía de escape más grande que encuentro, hasta ahora, en aquel lugar. Olisqueo el duro suelo recorriendo el espacio en unos pocos pasos y luego los muebles, abro los cajones y las puertas para ver el interior sin entender del todo lo que estoy viendo.

-Duermo mucho... Al principio tuve algunas nauseas, pero últimamente no. He tenido muchos dolores acá.- Respondo señalando el bajo abdomen.

-Éste es mi quinto embarazo, aunque es el primero que hice con el ritual.- Me detuve y la miré pensando que ella no sabría de qué se trata.-Una ceremonia que aumenta las posibilidades de tener más de un hijo.- Explico. Me resulta doloroso recordar el resto de embarazos por el hecho de haber expulsado a mis propios hijos del clan.

-Comparado con el resto de embarazos, me veo más hinchada. Sangré, como en otras ocasiones. Cada vez fue distinta, pero en la mayoría pasó que me dolía cagar y la mierda me salía con sangre. Todavía no me pasó pero estoy segura de que va a pasar.- Relato mientras investigo el mueble acolchado, al sentarme en él compruebo que el de Altaïr es más cómodo y más grande.

Me desperté con un terrible dolor de cabeza tras más de un día durmiendo. Estaba desorientado, ya que el mes anterior había estado durmiendo en la intemperie o en una tienda de campaña bastante chapucera. En el momento que me di cuenta donde estaba miré hacia los lados en busca de Kiana, pero ella no estaba allí. Lo que sí estaba era un extraño olor que me sonaba, pero no terminaba de reconocer.

Salí de mi piso para intentar buscarla mientras me comía un cubo de alitas de pollo picantes, preguntaba a gente por ella hasta que, finalmente, alguien me dijo que la había visto dirigiéndose al hospital. Al principio me quedé un poco extrañado, ya que me parecía muy raro que Kiana fuese allí, pero conforme me acercaba sí que empecé a notar algunos matices de su olor.

Llegué al hospital y empecé a oler el ambiente, guiándome por el olfato al intentar ignorar los olores de los químicos. Ni se me pasó por la cabeza de que podía preguntar en recepción, simplemente busqué hasta dar con una habitación con la puerta abierta. Pasé como Pedro por su casa y saludé con la mano. A la mujer no la conocía, dado que no pisaba casi el hospital, pero seguramente era la que estaba atendiendo a Kiana.

-Ey, ¿cómo va todo?¿Has dicho algo de sangre?- Dije con naturalidad mientras me agachaba hasta que mi oreja llegó a su tripa con la intención de escuchar algo, pero no había nada fuera de lo común. En ese momento me di cuenta de algo. Giré ligeramente la cabeza hasta que mi nariz quedó sobre su vientre. Empecé a inspirar profundamente y moví mi nariz por su torso hasta llegar a su cuello con respiraciones rápidas. -Oye, hueles distinto, ¿será por el embarazo?- Miré a la rubia, que seguramente sabría responderme mejor que Kiana.

Oh, entonces ese niño era un futuro Descendiente. Qué interesante. La miró con curiosidad cuando empezó a cogerla pensando que su actitud era, sin duda, extraña. ¿De qué iba? Anteia se adecentó el cabello como buena mujer educada y dejó la puerta abierta. Parecía insegura así que utilizó sus propios poderes para calmarla un poco. Empezaría a sentir calma, paz y que estaba en el sitio correcto.

-¿Dolores?- Aquello ya empezó a preocuparle y después escuchó el resto mirándola con, obviamente, sorpresa. ¿Ritual? ¿Había rituales para quedar embarazada? Eso no se lo sabía. Investigaría más. Y haría trabajo de campo con su esposo. Se rió internamente por eso. Ahora podía hacer todo el trabajo de campo que quisiera, más adelante ya era consciente de cómo se ponían las cosas. Cuando empezó a hablar de heces y sangre se le quedó mirando pensando que aquella mujer tenía muy poco decoro.

-Vamos por partes. No…- Para entonces llegó el padre y se puso a olisquearla todo el rato  y Anteia ya estaba empezando a sentirse incómoda. Ya era consciente de que eran licántropos pero…Lykaios era licántropo, Ian era licántropo y al último no lo veía oliéndole el alma a Catherine y eso que eran jóvenes. Se apartó el cabello del rostro mientras le sonrió a Altair -Puede ser, sí- Indicó y ahora procedió a explicar.

-El sangrado no es normal Kiana, por el contrario, puede significar que estés perdiendo el bebé así que te pido por favor que si te sucede ahora me contactes inmediatamente. En cuanto al tema de las heces he de suponer que se trata de un tema de hemorroides. Con lo cual, como sé que son molestas, avísame para poder darte la medicación correcta- Le dijo con calma y miró a Altaïr ofreciéndole asiento -Ahora vamos a hacer una ecografía para ver que todo esté correcto y te recetaré un par de vitaminas para que todo vaya en orden. Al ser tu quinto embarazo estarás acostumbrada, pero como dices, todos son diferentes así que mantenme informada de todo.

Empezó a encender la maquinita y cuidadosamente cerró un poco más la puerta para que le dieran privacidad a la mujer.