Aposentos de Wthyr Pendragon

Recuerdo del primer mensaje :


Además de la habitación, como todo castillo, cuenta con salas anexas entre ellas: Un salón privado para comer, aseos y vestidor privado y además un área con una biblioteca y zona con un escritorio. También tiene un espacio con sofás alrededor de una chimenea.

Agradeció que se disculpara aunque no hubiese dicho las palabras el gesto había sido suficiente. Pequeños pasos. Catherine asintió con suavidad cuando mencionó que aquello era un posible futuro, dándole la razón porque… Una parte de ella quería aferrarse a ese futuro porque los demás la ahogaban en pena aunque le sorprendió aquello de que podía engañarlos -Tengo fe en que podemos llegar a ese- Porque…sí, fe era lo único que le quedaba.

En cambio el tema de las críticas salió a flote, como siempre, que le cuestionaba algo él tenía una respuesta -Yo no. Yo te las digo a ti porque creo que debes  oírlas. Y no te tengo miedo, cosa que tus súbditos sí- Los había visto en la coronación, absolutamente entregados a él y eso no le parecía demasiado sano.

-¿Crees que no lo sé? ¿Que no he sentido odio? ¿Que no he querido venganza?- Le preguntó entrecerrando los ojos aunque aquello le pillaba por sorpresa, que creyera que ella era un alma llena de puros sentimientos positivos. No sólo con Katarina sino también con aquellos que habían herido a Ian, con los Souls por irrumpir en su vida. Cuando se enteró del asesinato de su padre…Catherine las había sentido y con intensidad pero había logrado manejarlas porque sabía a dónde podían llevarla -No, Wthyr. No es olvidar, no es rendirse… Es cortar con un ciclo que sólo trae muerte… y es allí donde ellos están, su tiempo se ha acabado y el tuyo apenas comienza-  

No le gustó el tono que usó al mencionar lo del pacto, negó con la cabeza -No- Negó nuevamente con suavidad -No es una negociación realmente… Esta soy yo, tomando el lugar que me corresponde- Murmuró y aunque su rostro parecía preocupado e inseguro sobre lo que iba a hacer sacó lentamente las piernas de la cama y se incorporó con suavidad. No tenía muchas fuerzas porque no había comido en todo el día pero necesitaba centrarse y eso implicaba caminar un poco para digerir sus próximas palabras, llevándose las manos al vientre con gesto pensativo -Soy una Descendiente del Consejo de los 20 de Ouroboros y soy la Reina de Ávalon. No puedo elegir uno por encima del otro… Así que sólo debo dejar de huir y de temer el poder que tengo… - Se giró hacia él -Seré lo que soy. Soy un vínculo entre ambas tierras. Yo… Nosotros…- Le dijo acercándose a él mientras se corregía -Pediremos al Consejo que me permita ser lo que soy, el destino me puso aquí por una razón y él mismo me hizo hacer un juramento para ambos pueblos- Le tomó el rostro entre las manos, pero no había ternura en su mirada, había determinación -Vamos a negociar la paz entre ambas islas. Vamos a traer a Gwen a Ávalon y a Giordano a Ouroboros. Vamos a romper el ciclo, de la misma forma en la que vamos a romper esta maldición. Tu historia en los libros no se va a escribir con capítulos llenos de sangre, Wthyr. Vas…Vamos a ser algo más que condenar a nuestros linajes- Sentía el corazón latir con fuerza en su pecho porque…esta misma excitación, ese mismo ímpetu era el que había sentido al exponer sus argumentos sobre la guerra al Cónclave. Sólo…lo necesitaba de su lado.

Tampoco pensaba que sus súbditos estuviesen temerosos de alzar la voz, como si él fuese un completo tirano. Los vasallos sí que eran sinceros con él, al menos Freyja. Pero prefirió no comentar nada más al respecto, Catherine pensaba que ella era la única que le hablaba claro.  Sí que la interrumpió sobre el tema del odio y la venganza, sabiendo de sobra que ella también los había sentido. Lo que le costaba entender era más bien... - ¿Y cómo puedes seguir adelante sin reclamar a los culpables de todo lo que te ha pasado? ya te vengaste con Katarina...¿qué había de diferente en esa venganza? - él mismo la habría reventado porque era eso lo que le pedía el odio hacia la persona que había tratado de matar a su hijo y a Catherine, pero le había cedido a ella el "honor" de eliminarla.  Por eso mismo quería saber qué era lo que Le Fay utilizaba para discernir entre qué venganza cobrarse y cuál no.

Se quedó rumiando las palabras sobre cortar un ciclo, dándose cuenta que llevaba a sus espaldas no sólo su venganza, sino también la de sus antepasados, la que le habían inculcado desde niño. Debían vengar la afrenta de Ouroboros, algo sucedido cientos de años atrás. Y allí estaba él ahora, casado con una Le Fay del mismo linaje que los había condenado. Al tenerla a su lado le dio por pensar si era eso lo que le había pasado a la Pendragon asesinada, si habría confiado en las palabras del otro. Volvió a escucharla cuando afirmó que no era una negociación, aunque a él se lo parecía. Alzó una ceja algo sorprendido al oírla reconocer que no podía elegir un puesto por encima del otro, el de reina o el de Descendiente. Probablemente era la primera vez que asumía su nueva jerarquía como reina.  

- El poder está para tomarlo, no para rehuirlo. - le reforzó esa idea, atrayéndole bastante con su cambio de actitud en comparación con como estaba cuando llegaron a la habitación. Lo de poder ejercer ambos tenía sentido, era un vínculo...todo iba más o menos bien hasta que le tomó el rostro con las manos para decir la palabra paz entre las dos islas. Se quedó estático, con una expresión de confusión a pesar de que podía haberse imaginado que Catherine iba a pedir algo así. La emoción que le había puesto ella a todo denotaba que realmente creía que era posible, que era algo a lo que aspiraba. Por supuesto, Wthyr quería recuperar a Gwen, pero no esperaba que para hacerlo tuviesen que renunciar a su revancha. Hubo un momento para que los aceptasen por las buenas, y no lo hicieron. Llevó sus manos a las muñecas de ella, bajándolas despacio hasta soltarlas.

- El ímpetu con el que hablas me hace creer por un momento que eso es posible, pero es como fingir que nada ha pasado. Hemos ido demasiado lejos, todos nosotros.  ¿Crees que es posible quitarse la rabia de encima sin más? ¿Que yo puedo hacerlo o que los míos pueden? - se dio con énfasis en el pecho con el pulgar cuando habló de sí mismo, pensando que ojalá pudiese sentirse en disposición de aceptar sin  más. El problema era que no le nacía de dentro por mucho que pensase que era el único modo de evitar las muertes que vendrían.  - Los tuyos tampoco se detendrán, no has visto a Rasputín nunca de ese modo...parecía disfrutar con lo que hacía. - cerró los puños sobre sus rodillas al recordarlo, reavivando su aversión por él.

- La decisión no me corresponde sólo a mí. - añadió tras varios segundos de conflicto interno, valorando pros y contras. Lo que le haría desquitarse sería regresar allí a quemarlo todo, pero debía reconocer que era un plan pésimo de cara a obtener resultados. Sucedería lo mismo si intentaban exactamente lo mismo que habían hecho, no era suficiente. Había que pensar. Incluso aunque intentase aumentar su poder para tener más fuerza de ataque mágica, lograr evitar intrusiones mentales o encontrar a su propio nigromante para las posesiones demoníacas. Incluso aunque lograse hacerse con más ejércitos. Todo eso llevaba tiempo, un tiempo del que no disponía en ese momento. El plan de ir a por su hermana con la ayuda de Catherine tenía unas condiciones que no suponían un costo en vidas, pero sí en aspiraciones. Seguro que no les valía con su palabra, les harían firmar algún pacto.

- Mis hermanos y vasallos deben saber qué supone el intentar sacar de allí a Gwen sin volver a comenzar otra batalla campal. Tengo que hablar con todos. - con eso dio a entender que de verdad la había escuchado, pero que no le iba a dar una respuesta en ese momento.  - Y antes de actuar, en un sentido u otro, quiero garantías de que no le van a hacer nada. - añadió para finalizar, instándola a ponerse en contacto con alguien de la isla para tener esa información. Sabía que no era el estilo de esa gente, que ni siquiera a los ministros humanos los habían torturado. Aunque...ya no estaba tan seguro después de ver cómo habían profanado a los caídos.  No, no quería pensar o decidir nada en absoluto en el estado en el que estaba tras la cruenta batalla, bastante machacado física y mentalmente. Al menos había conseguido que Catherine reaccionase. - Necesito descansar un poco para poder seguir en unas horas. - se dejó caer despacio de espaldas sobre la cama, poniéndose el antebrazo sobre los ojos para que no le molestase la luz.  

- Por cierto...Shyvanna se ha comido tu comida. - murmuró cambiando radicalmente de tema, a algo mundano.  - Tendrás que pedir más.

La pregunta de Wthyr hizo que rehuyera su mirada durante un momento, ciertamente avergonzada para luego fruncir el ceño con suavidad y analizar qué había pasado con Adramelech, qué había pasado con Matvey… e incluso con su padre. Acomodó un poco su postura y dejó escapar el aire lentamente -Creo que… comprensión o empatía. No estoy segura- Le dijo con honestidad -Pude haber destruido a Adramelech en el torneo, su prueba era mental y estaba a mi cargo y… y me tenté pero quería que supiera porqué lo hacía y tras eso hablamos y me di cuenta de que él creía que lo que estaba haciendo era correcto. Analice qué tal vez solo había sido un caso de lugar incorrecto, momento incorrecto. Porque realmente no me hicieron daño pero los odiaba tanto por arruinar el único día que habían sentido especial hasta ese momento…-

Cerró los ojos y respiró con profundidad, recordando entonces cuánta rabia había sentido al descubrir todas las mentiras del Consejo sobre la muerte de su padre. Se llevó la mano a los ojos y se limpió las lágrimas que quedaban -Con Matvey fue más difícil. Porque sentía que me había traicionado… A mí, directamente. Deseé hacerlo sufrir, hacerlo sentir lo que yo sentía. Lo que sentí cuando perdí a la única persona a la que le importaba- Arrugó un poco la nariz e hizo una mueca al recordar cómo Maxwell envenenada su mente, la forma en la que había actuado cuando Matvey le dio el disco -Y Max no hacía nada más que avivar ese odio. Era una mala influencia- Dejó escapar el aire en un largo suspiro -Pero me obligué a oír su versión y usé mis poderes para ver realmente lo que había sucedido y fui consciente de que mi padre era quien nos habían puesto en esa situación por… papá sabía lo que se jugaba cuando decidió ir contra la decisión de un cónclave y Matvey aceptó lo que tenía que hacer por apoyarlo. Y estando en su mente comprendí que yo perdí a mi padre pero él perdió a su mejor amigo y era una culpa con la que tendría que vivir siempre-  

Sabía que estaba hablando mucho pero no podía evitarlo, terminó por suspirar y luego pensó en aquella mujer que había puesto en riesgo todo -Katarina no estaba arrepentida. Si se lo hubiésemos permitido, lo habría hecho de nuevo. Lo suyo era un… acto egoísta impulsado por la obsesión y… y no solo me puso en peligro a mi sino a mis hijos. He sacrificado todo lo que tenía para acabar con esta maldición y ella pudo destruirlo todo…- Alzó suavemente un hombro -Tuvo lo que merecía. Aunque…- Le miró una vez más con algo de vergüenza por eso sentimientos que empezaban a retorcerse en su interior y que  intentaba ocultar de todo el mundo por lo que sonrojó apenas un poco- A veces me arrepiento del castigo… me gustaría haberlo pensado un poco más. Ser más… yo. Quizás haberla encerrado en un bucle de ilusión en el que nosotros fuéramos felices y tuviésemos una gran descendencia. Que viera nuestro éxito una y otra y otra vez.  Hacerla sufrir sabiendo que falló y que yo era la persona que realmente te merecías. Lo tuvo fácil…- Expresó en voz baja -Lo tuvo muy fácil- En resumen, Catherine habría deseado hacer honor a su linaje de la forma retorcida que se esperaba pero la ira le había ganado -No debo actuar a raíz de la ira porque me hace tonta- Añadió finalmente.

Cuando su discurso se enfocó en su propio poder le asintió a Wthyr aunque aún percibía todo como si estuviese fuera de lugar. Se humedeció los labios de nuevo y respiró profundo mirando como su expresión se había quedado en blanco un instante antes de pasar a la confusión. Catherine sabía que no sería fácil pero esperó. Vio hacia sus manos cuando las bajó sintiendo que la negativa venía casi directamente así que se cruzó de brazos, como si eso pudiera escudarla de lo que iba a decirle -Sí- Le respondió a sus preguntas sin titubeó alguno -No estoy diciendo que será fácil, estoy diciendo que si queremos realmente enfocarnos en el futuro debemos aprender del pasado y como acabaron la última vez. No olvidar, nunca, porque entonces estamos destinados a repetir los mismos errores. Pero sí aprender y… tú sabes aprender, Wthyr. No eres la misma persona que conocí en el parlamento y sé que yo tampoco- Le dijo con sinceridad, dejando caer un poco los brazos para llevarse una mano al estómago notando que empezaba a tener apetito pero… tenía cosas más importantes delante de ella.

La referencia a Matvey le hizo saber que lo que había hecho había calado hondo en él, en ellos. Pero prefirió guardar silencio aunque era claro que no era reprobatorio. ¿Acaso él no disfrutó de hacer explotar a aquel vikingo? ¿O ella no había disfrutado de maldecir a Katarina o a Leila? No se podía negar la naturaleza de sus poderes y sentirse bien al usarlos. Matvey había jugado con las cartas que tenía en su mano para protegerse de una magia contra la cual no tenían idea escudos de protección. Vaya si lo sabía Catherine.

Le pareció curioso que ahora dijera que la decisión no era solo de él cuando él era el Rey pero no dijo nada. Asumió que tendrían que lidiar con el resto de sus hermanos y sus vasallos -Tenemos- Le corrigió -Este es mi plan para cerrar un frente que nos amenaza. Soy su Reina, merezco estar en esa reunión y oírlos- Añadió inspirando profundamente porque a fin de cuentas aquello era como ponerse una soga al cuello. Iba a tener que lidiar con Shyvanna, con Darren y Lake. Quería creer que quizás Cedric estaría de su lado pero no se atrevería a poner la mano en el fuego, no lo conocía tan bien.

Lo de las garantías le pilló desprevenida y parpadeó de sorpresa. En realidad dudaba que la dañaran pero comprendía la desconfianza de Wthyr así que asintió brevemente pensando en cómo comunicarse con Ouroboros sin dejar a Wthyr porque temía que, en el estado en el que estaba, pudiera tomar decisiones de las que luego se arrepentiría. Miró hacia su escritorio y luego hacia la ropa que había traído en la mañana. Se acercó a ella sacando el espejo comunicador al recordar el mensaje de Ian y también el broche con su escudo. Caminó hacia el escritorio y preparó todo para escribir una carta al Consejo, pero antes se detuvo y miró el espejo, lo activó - Ian, estoy en Avalon. Me encuentro bien es solo que antes… no lo hacía, estaba en uno de mis… ya sabes. Pero estoy bien. Tratando de resolver todo. Tardaré un poco en ir a por Aedan. Cuidaros, por favor…Y… y creo que la Brigada está en peligro en Italia y Giordano, hay una dictadura …Cuidaros- Le informó y luego apartó el espejo porque no tenían idea de que habían participado en la batalla.

Tras eso se puso a escribir tratando de no cometer errores y prestando atención a cada palabra y letra que ponía hasta que Wthyr le habló, alzó la cabeza viéndolo recostado con un brazo sobre los ojos así que movió la mano para atenuar las luces que daban hacia la cama -¿Quieres que pida que te preparen un baño?-Le preguntó porque tenía la impresión que tanto su mente como su cuerpo necesitaba descanso. Miró hacia las bandejas y negó con la cabeza -No habría podido comer eso igualmente… no he comido en todo el día y seguramente me caería mal- Así que ordenó comida para dos pero más bien ligera para que pudieran descansar, volviendo a la carta prestando atención a todos los detalles que estaba colocando y la reunión que pedía. Tras eso contactó mentalmente con uno de los guardias que solía estar haciendo vigilancia en la habitación y la había  guiado innumerables veces por el castillo. Al escuchar la puerta, la abrió y salió fuera.

-Hola… Eres Richard ¿Verdad?- Preguntó con una leve sonrisa y él asintió estoicamente. Tenía fácilmente unos 50 años y realmente no lo conocía bien pero era su única carta -Necesito que viajes a Ouroboros como mi mensajero, no como  un Guardia Pendragon, sino en mi representación- Le explicó y le tendió tanto la carta como el broche, mostrándoselo y haciendo énfasis en él -No vayas con armadura Pendragon y  tampoco con ningún color Pendragon, usa mis colores, mi escudo. No vayas en dragón. Ve al edificio del Consejo y busca al descendiente de Rasputín y entrégale esta carta de mi parte y…- Frunció suavemente el ceño -Usa mis dos títulos, Descendiente de Morgana Le Fay y Reina de Ávalon. Es importante que uses ambos porque así he firmado- Añadió asintiendo suavemente -Espera la respuesta y vuelve lo más pronto posible- El guardia no había hecho ningún gesto y Catherine se le quedó mirando -Necesito que comprendas la importancia de no ir a la defensiva. Necesito que entregues esta carta y que vuelvas. No se lo menciones a nadie, sólo lo sabremos los reyes. ¿Puedo confiar en ti?- Inquirió frunciendo con suavidad el ceño y el hombre asintió sin decir palabra por lo que Catherine no se fió y penetró su mente para ver sus intenciones. Había confusión, por supuesto, pero seguiría la orden al pie de la letra -Sin rojo- Insistió de una forma un tanto…histérica y luego asintió un poco más antes de despedirlo.

Tras eso  inspiró profundamente y entró de nuevo a la habitación observando a Wthyr en la cama -He pedido una reunión con el Consejo… y la seguridad de Gwen-  Estaba empezando a sentir el cansancio así que caminó hacia la cama y se tendió al lado de Wthyr mirando el techo, poniendo las manos sobre su vientre.

Wthyr saboreó por un momento esa sensación de hacerle una pregunta que la descolocase, tal y como hacía ella con él cuando le complicaba las cosas y lo dejaba sin tener muy clara la respuesta. Luego trató de comprender los motivos que utilizaba Catherine para discernir entre una venganza que debía tomarse y una que no, aunque seguía pareciéndole que había una línea muy fina entre lo que era "legítimo" y lo que debía perdonarse.  - Tch...así que arrepentimiento y comprender sus motivos... de los casos que expuso al que más atención prestó fue al de Matvey, ese nigromante era lo peor. Escuchó sus reflexiones sin interrumpir demasiado, hasta que llegó a lo de Katarina.  - Claro que lo habría vuelto a hacer. A veces acabar con el enemigo  es la única forma de defensa...un enemigo  vivo siempre puede volver. - quiso que tuviese eso en mente, para que no bajase la guardia por exceso de confianza en el supuesto propósito de enmienda de la gente. Se removió algo incómodo al pensar en una de esas torturas basadas en una ilusión en bucle, pensando que sería casi más cruel que matar. Al menos con el asesinato  se libraba de eso.

 - Sí, pero siempre cabe la posibilidad de que alguien la hubiese liberado, y que pueda volver con más odio aún. Muerta...ya no hace más daño. - o sí, el mismo que había hecho el espíritu de Charles Pendragon al abandonar el Sanguis para meterse en el cuerpo de Bellatrix o en el de su hermano Desmond, para infiltrarse en Ouroboros. O igual que Morgana, que quería seguir haciendo daño después de muerta. Entrecerró ligeramente los ojos al escuchar eso de que la ira la hacía tonta, preguntándose si también lo consideraba a él tonto por actuar bajo la ira.  A decir verdad le daba rabia algo de rabia reconocer que ella tenía cierta razón en lo de no cometer otra vez los mismos errores del pasado.  

- Nunca se cerraron esas heridas, ni ninguna de las partes se arrepintió ni pidió perdón. Por eso ahora da la impresión de que uno de los bandos tiene que ceder y agacharse, y eso es lo último que quiero hacer. Hemos luchado por lo nuestro, y suena como si tuviésemos que pedir perdón por ello. - en su réplica dejaba entrever que no estaba nada convencido, por mucho que la razón le dijese que lo más seguro para todos era dejar a un lado las hostilidades, tal y como habían hecho durante la tregua para luchar unidos. Le extrañó que dijese que él no era el mismo que conoció en el parlamento, pues no era consciente de haber cambiado en los 8 meses que hacía de aquello. - ¿Y en qué he cambiado yo, si se puede saber? recuerdo que te dije que abandonases el Consejo...como para quitarte del medio. - sí, casi sonaba a amenaza. Quién le iba a decir que meses después iba a estar casado con ella.

Puso cara de estar algo reticente a tenerla en la reunión con sus hermanos, pero al fin y al cabo podía facilitarle a él el trabajo de transmitir la información.  - Como quieras, pero más te vale estar fuerte para lo que puedan decirte. - sabía que Shyvanna iba a perder la paciencia con ella, y no quería que a Catherine le entrase otra crisis de ansiedad como la que había tenido antes. Le dejó más tranquilo al saber que aceptaba contactar con los Descendientes para que no se atrevieran a tocarle un pelo a su hermana, sólo esperaba que cumpliesen su palabra.  

- También quiero que nos hagas un puente mental con ella en la reunión. La haremos fuera de Ávalon para que puedas establecer conexión. - Después rodó los ojos de manera disimulada al escucharla cuando se fue a mandar un mensaje por el espejo comunicador para el licántropo bruto y zafio que tan maltrecho le había dejado. Se imaginó estrujándolo con la sangre reventando, una imagen que le hizo relajarse un poco. Después de eso se quedó tumbado en la cama, con más ganas de dormir que de seguir hablando.

- Ya me preparo el baño yo en un rato...- dijo sin mucho interés, tenía más sueño que hambre.  - Come tú algo. - murmuró antes de que ella se fuese hacia la puerta, dejándose vencer por completo al cansancio antes de que ella regresase tras hablar con el guardia. Tan dormido estaba que ni se enteró de lo último que le dijo.

Era el día siguiente a aquella amarga derrota. Amarga, por la cantidad de dragones perdidos y....bueno, sí, en general. Amarga. No estaban acostumbrados a perder. Y la conversación con Shyvanna había dejado a Cedric más preocupado aun. Y lo de Gwen estaba en la cuspide de sus preocupaciones.

Él no solía meterse en los problemas o cosas de sus hermanos, les dejaba hacer, se fiaba de ellos....él se dedicaba a sus libros y sus cosas, lejos de las batallas. Sin embargo esa mañana algo le había hecho cambiar de opinión.tenía que hablar con él...tenia que hacer oír su voz.

Metaforicamente hablando, claro.

Quizá era la sensacion con la que se habia despertado, ansioso perdido. Se vistió y se aseó, pues no se habia cambiado desde la batalla. Aun asi, volvió a colocarse el uniforme de batalla, se habia recogido el pelo y se habia dirigido hacia los apostentos de Wthyr.

Tomó aire antes de....llamar a la puerta. Apretó los labios y frunció el ceño, soltando el aire despacito.

Iba a hablarle como a su hermano, no como a su rey. Ensayaba mentalmente las frases que quería escribirle.

Bueno ya era el momento de la verdad, era ahora que podría realmente poner en marcha el plan, solo necesitaba saber exactamente en que estado estaba la situación, eso era todo, el detalle crucial para saber como proceder en su plan, y a eso estaba procediendo en el momento.

Como buen mago qué es, se manifestó en las cercanías de los aposentos del rey, mostrando un rostro triste y preocupado solo en caso de que hubiera alguien ahí para verlo, y resulta que así era, estaba ahí Cedric, cosa absolutamente inesperada... Pues por lo que sabía, él no era de meterse en estas cosas.

Pero en todo caso, le saludó con una reverencia como corresponde.

Buenos días... O en realidad... Quizás no...

Suspiró, antes de desviar la mirada a la puerta de los aposentos de Wthyr, con una mirada dudosa y afligida.

Todo esto por supuesto actuado, aunque muy bien actuado, porque para sus adentros estaba haciendo un análisis exhaustivo de la situación, ¿Qué estaba pasando exactamente?

Lamento mucho si estaba por interrumpir algo, yo solo venía con la intención de ayudar con las curaciones de su majestad...

No demoró en excusarse solo en caso de que le preguntara qué es lo que hacía ahí o algo similar, cosa que por suerte tenía bien pensada, así como buena parte de como procederá todo desde ahora, aunque para que su plan funcione, tiene que contar con que Wthyr siga queriendo venganza.

En resumen, en la práctica todo debería de estar servido para él... Sin embargo, aún hay un detalle o dos qué podrían molestar, como Catherine por ejemplo o algunas cosas más, solo espera qué tal como pasó antes, todo pueda moverse a la dirección correcta a través de las trabas, a la perdición final de los reyes actuales de Avalon.

Alzó los hombros como diciendo “Me has preguntado y te he respondido”, pero no agregó nada más aunque observó con profunda suspicacia lo que le dijo sobre “un enemigo vivo siempre puede volver” y le recorrió el rostro con la mirada -Si hubiese matado a Adramelech los Souls no nos hubiesen apoyado y, sin ellos, quizás muchos de esos que batallaron contigo en Londres no estarían vivos. La misión en Francia… Fue Khaled quien los trajo de vuelta y quien exorcizó a Ian. Entonces… Todo depende del cristal por donde lo mires- Le hizo ver en claro qué era lo que sucedía. A fin de cuentas, la historia del Consejo con los Souls también era un poco larga y necesitaba algo de estudio pero… -La iba a poner en una cárcel mental…- Musitó apenas bajito como diciendole que era un poco complicado que alguien la liberara así nada más pero prefirió no seguir con el tema.


-Quizás, Wthyr, se debe a que ambos bandos creen pelear por lo que es correcto. La verdad no siempre es objetiva. Ustedes tienen su verdad, Ouroboros tiene otra. Es necesario llegar a un punto medio y rebajar el orgullo, por ambas partes- Insistió un poco más y entonces la pregunta sobre en qué había cambiado le robó una media sonrisa -Bueno, amenazaste a mi familia de una forma muy sutil. Lo recuerdo- Indicó con un ceja levemente alzada -Pero eres más…accesible- Alzó los hombros sin saber muy bien qué más decir.

La advertencia sobre la reunión sólo la hizo asentir. Lo estaría. No sería la primera vez, se enfrentaría a ellos como lo hacía con un Cónclave; así de fácil pero para ello necesitaba centrarse en algunas cosas. Escuchó su petición sobre Gwen y tensó suavemente los labios -Depende de en qué parte de Ouroboros esté- Mencionó con tranquilidad pero sin rechazar -Lo intentaré-

Después se encargó de sus asuntos y cuando se dio cuenta Wthyr ya estaba dormido. Se ocupó de, con su magia, moverlo un poco para poder arroparlo y que descansara mejor. Cenó apenas un poco y luego fue a darse una ducha y cuando salió se encontró en la tesitura de qué con qué dormir, optó por la camisa de su misión porque los pantalones le quedaban apretados y se metió en la cama.

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La mañana siguiente amaneció como lo hacía últimamente cuando dormía con Wthyr, tenía una de sus piernas encima de él y la mano sobre su pecho como si quisiera comprobar que su corazón seguía latiendo. Se había despertado temprano únicamente porque necesitaba ir al aseo así que procuró moverse despacio para no levantarlo y fue al baño bajándose la camiseta para ocultar su vientre y abrigarse.

Al salir escuchó la puerta y la miró como si fuera la cosa más inoportuna del mundo, ella sólo quería volver a dormir pero pensando que sería el guardia se acercó y colocó una ilusión de ropa decente sobre ella. Bueno, y de cara, al abrirla se encontró con Cedric a quien tardó en reconocer porque iba de uniforme, parpadeó de sorpresa y luego miró a Asiaín -Buenos días- Saludó y supuso  qué venían así que sonrió brevemente -Wthyr está dormido aún pero sé que quiere reunirse con vosotros. ¿Os importaría esperarnos en el comedor adyacente y pedir el desayuno? Y... creo que también querrá reunirse con los vasallos después- Preguntó mirando a Cedric primero y luego a Asiaín y, mientras miraba al peliblanco, estableció un puente mental con Cedric.

“Envié un guardia ayer a Ouroboros pidiendo la palabra de la seguridad de Gwen y dando la mía, como Reina, de que mientras estuviéramos negociando de cara a una reunión ninguna tropa bélica pisaría la isla. ¿Debo tomar tu uniforme como… como algún movimiento o estrategia militar? Si es así…cancelala, por favor”

Tras eso volvió la mirada a Cedric - En un par de minutos estamos con vosotros- Dicho esto cerró la puerta y eliminó la ilusión mientras se acercaba a Wthyr sentándose en la cama. Era tan extraño tener que despertarlo porque…cuando dormía no parecía tan atribulado pero la situación ameritaba su presencia así que Catherine movió suavemente su hombro -Wthyr…Despierta-

Había caído profundamente dormido la noche anterior, pero los sueños tranquilos no duraron mucho. Despertó un par de veces en mitad de la noche, agitado por extrañas y agobiantes pesadillas. En una de ellas estaba a punto de ser devorado por el Tauren reanimado por el nigromante, pero justo cuando eso sucedía él se transformaba en demonio y comenzaba a arrasar Ávalon, dejando un rastro de muertos a su paso. En otra de las pesadillas aparecía Catherine junto al Sanguis Ligno, con su figura recortada contra la luz rojiza del árbol. Por su vientre parecía estar a punto de dar a la luz. Wthyr avanzó rápidamente hacia ella, escuchándola suplicar y sollozar. El árbol se agitó de manera violenta, reclamándola engulléndola con sus raíces antes de que él pudiese hacer nada.

Abrió los ojos angustiado en mitad de la noche, pensando que había gritado en voz alta. Sólo lo había hecho en sueños. Catherine estaba dormida sobre él, tranquila y bien. Se abrazó a ella de manera casi inconsciente después de lo que había visto, tratando de volver a dormirse con su calor y escuchando su respiración. Por suerte ya no despertó ninguna vez más después de aquello.

A la mañana siguiente le costó bastante despertar, tanto que no se enteró de que ya era de día hasta que empezaron a llamarle y a removerle dándole en el hombro. Gruñó por lo bajo todavía con los ojos cerrados, quería seguir durmiendo un poco más. Al final se giró hacia un lado, espabilando poco a poco al abrir los ojos. Había demasiada luz, debía ser tarde. Se apoyó sobre un codo en la cama y miró a su esposa detenidamente unos segundos sin decir nada, con cara de estar pasándole muchas cosas por la cabeza al recordar la pesadilla de la noche anterior. Mejor olvidarlo. - Es raro que seas tú la que me despierta. - comentó por fin, dándose cuenta de que era raro quedase callado mirándola como si llevase tiempo sin verla. - ¿Todo bien? - cuestionó mientras se sentaba despacio, sujetándose las costillas porque aún le dolían.

- Hora de reunir a mis hermanos. Aunque creo que Shyvanna seguirá dormida, y Darren y Lake no sé si habrán regresado. - eso les dejaba con Cedric, que posiblemente fuese el menos beligerante.

El gruñido de Wthyr le hizo parpadear de sorpresa y después sonrió brevemente. Eso era tan… natural que le impactó. Lamentaba que a veces lo tratara como si fuera una máquina cuando no lo era pero es que él también quería…¿mantener esa impresión? No lo sabía. Lo movió sólo un poco más hasta que abrió los ojos y le recorrió el rostro con la mirada tratando de interpretar cómo se encontraba pero entonces se dio cuenta de que él la miraba también pero con una intensidad distinta y le entró el nerviosismo. Debía estar… Es que… Tenía que lavarse la cara y cepillarse los dientes, de pronto le entró una vergüenza extrema que la hizo incorporarse y marcar algo de distancia mientras se ponía el cabello detrás de las orejas.

-Fui… al aseo… Los bebés empiezan a presionar mucho y me levanto a menudo de noche- Le explicó tapándose un poco la boca y tratando de parecer disimulada -Y escuché la puerta, han venido a por nosotros. Es decir, por ti… Pero… Lo haremos juntos- Lo dijo  pero su tono pareció buscar la aprobación a su pregunta mientras clavaba sus ojos en él -Sí, sí…Estoy bien. Eh… dormí bien y… - Maldita sea - Comí. Tú te dormiste enseguida… ¿Estás bien?- Le preguntó dándose cuenta de que no lo había hecho y empezó a bajarse un poco más la camiseta y luego las mangas.

Era raro eso de que Shyvanna estuviera dormida, suponía que la rabia y el nerviosismo la mantendría despierta. Lo que le hizo preguntarse por Richard, el guardia que habia enviado. ¿Habría vuelto y ella no se había enterado? ¿Le habría pasado algo? -Ya está…Cedric, no sé los demás. También Asiaín. Les dije que te despertaría y que pidieran el desayuno. Nos esperan en 15 minutos en el comedor adyacente- Le dijo a Wthyr señalando con la cabeza hacia el comedor y empezó a caminar al baño con paso apresurado para lavarse la cara y cepillarse los dientes porque no aguantaba más, así que cerró la puerta.

OFF: Posteo porque estamo dentro de la hab. Me dijo Aran (?)

Maldijo internamente al darse cuenta de que sí, que la mirada que le había echado había sido un poco intensa de más. Lo suficiente como para que Catherine lo notase y le diese por ponerse...¿nerviosa? ¿incómoda? no supo decir, pero el caso es que lo notó. Carraspeó disimuladamente, mirando hacia otro lado mientras ella se ponía el cabello tras la oreja y se levantaba de la cama. Le extrañó el gesto de llevarse la mano a la boca, así que terminó de destaparse rápidamente pensando que tal vez se encontraba mal de repente y podía necesitar ayuda. Por el momento no parecía tener ninguna urgencia, pero observó por si acaso, aunque ella dijese que estaba bien.

- ¿Están ya en la puerta? ¿Qué te han dicho? - preguntó con cierta impaciencia, poniéndose en pie finalmente de manera menos enérgica de lo que solía ser habitual en él. Asintió a la pregunta de manera poco convencida, podía decirse que estaba bien teniendo en cuenta cómo llegó a la isla, pero no estaba como para irse a luchar de nuevo de inmediato. Al pasar a su lado estuvo a punto de bajarle la camiseta que se le subía por la creciente curva del embarazo, pero se contuvo. Luego se quedó pensativo unos segundos, imaginando cómo sería al reunión.

- Qué raro...no creo que Cedric haya avisado a Asiaín. Espero que no le haya hablado de la derrota a su prometida nórdica, eso sólo nos haría ver débiles ante los enemigos. Si van contando eso por ahí... - empezó a mosquearse un poco porque no le apetecía nada que se supiese que les habían dado una paliza. Hizo un sonido de fastidio, yendo también al baño rápidamente porque sólo tenían quince minutos para prepararse y él no había pensado nada sobre lo que tenían que hablar. Entró tras Catherine porque no había cerrado con cerrojo la puerta, suponiendo que no le importaba. Al verla frente al espejo, de espaldas y sin pantalón, no pudo evitar que se le fuesen los ojos brevemente al trasero de ella. No supo si se dio cuenta o no, pero siguió hacia delante para irse al fondo del baño, a la ducha. Se desnudó dejando la ropa en el suelo antes de entrar, comenzando a enjabonarse bajo el agua.

- ¿Tienes pensado lo que vas a decir? porque yo no, y odio no ir con un plan pensado.Ni siquiera estoy seguro de todo lo que dijimos ayer...me hiciste uno de tus bombardeos de preguntas. - alzó la voz ligeramente para que le escuchase a pesar del agua cayendo, intentando darse prisa para no hacer esperar a Cedric. Shyvanna había hecho un buen trabajo curando las heridas sangrantes, se dio cuenta al fijarse en su abdomen, que de lo contrario habría tenido un buen agujero.

-No les he dado mucho espacio a hablar, prefería que cualquier cosa nos las dijeran a los dos- Le explicó a Wthyr, alzando suavemente el hombro mirando sus movimientos con cierta suspicacia. Ian solía recomponerse bastante rápido de una batalla y se preguntó si Wthyr, siendo híbrido de dragón, tendría algún factor de regeneración. No lo parecía. Quizás había heredado otras habilidades lo que le recordó que debía preguntarle sobre ese tema…

Alzó las cejas con bastante sorpresa cuando hablo de prometida. -¿Habéis sellado la alianza con un matrimonio?- Se le hacía tan retrógrado pero tan Pendragon que pese a su sorpresa se mantuvo estupefacta. Sin sangre de por medio, una alianza… sin sangre… de por medio. ¿Habían servido sus palabras o es que los nórdicos lo habían propuesto? No sabía muy bien como responderle a eso hasta que pensó en algo -Dejad que os subestimen. A mi me suele servir- Mencionó antes de irse al baño.

Se puso a lavarse la cara y cuando estaba con los dientes, Wthyr entró al baño lo que provocó que casi tosiera atragantándose pero lo controló y se concentró en bajar un poco la cara para que no la viera. Pero… lo que no se esperó es que se fuera a duchar, desnudándose ahí mismo con toda la confianza del mundo… algo que Catherine le parecía absolutamente vergonzoso. Ladeó un poco la cabeza hacia la ducha pero en cuanto pilló mucho de su espalda volvió la cabeza al frente con un gesto apurado, cogiendo un cepillo para peinarse el pelo pero solo le dio vueltas al cepillo en la mano. Estaba mordiéndose la lengua para no preguntarle si es que no tenía vergüenza alguna. Sabía que Ian no… pero Ian se quedaba desnudo una vez al mes frente a quién sabe quién -¿No te da vergüenza desnudarte delante de mí?- Terminó por preguntar porque le parecía a ella algo sumamente escandaloso.

-No- Dijo la absoluta verdad -Repetiré lo que te dije a ti, eliminando… lo que era sobre nosotros. Eso no lo ti… ¿Mis bombardeos de preguntas?- Se giró hacia él con un gesto de indignación pero luego se acordó que estaba desnudo y volvió a girarse apurada abriendo los ojos como platos -Voy a cambiarme…- Dijo finalmente para salir del baño e ir a buscar un nuevo vestido, recogiendo sus botas de la chimenea. Allí vio cómo había roto el rojo y tensó los labios moviéndolo hacia un lado. Ayer no estaba nada bien. Empezó a buscar otro vestido negro cuando una piedra cayó al piso, la cogió y no tardó mucho en reconocerla. Alzó las cejas con sorpresa porque...sin duda eso la ayudaría a moverse por todos lados. Sonrió brevemente y cogió un vestido negro también y que le fuera más o menos decentemente. Empezó a ponérselo tras sacarse la camiseta y luego se vio en el espejo.

Lo cierto es que...debería ponerse la corona, no para el desayuno, sino para la reunión con los vasallos. Y Wthyr también. Ser conscientes de que el peso de esa corona era el peso de las vidas que estaban poniendo en juego. Respiró profundamente mientras se ponía de perfil para mirar su vientre con un poco de felicidad, porque de momento todo iba bien.

No le sorprendió el tono de sorpresa empleado por Catherine al sorprenderse de que hubiesen sellado un pacto mediante matrimonio. Sabía que ella tenía la idea de que la única manera de gobernar sobre nuevos territorios era arrasarlos, y no tenía por qué ser siempre así. Tal vez de ese modo aprendiese a confiar un poco más en su palabra. Ya se lo recordaría luego, en otro momento. Tampoco se llevó ninguna sorpresa ante su reacción cuando la siguió al baño, haciéndole hasta gracia que se pusiese de ese modo. Ignoró un poco el ataque de tos que le dio al verle pasar, pero no tuvo ya más remedio que meterse un poco con ella cuando le hizo aquella pregunta.

- ¿Qué más da? Técnicamente eres mi esposa, así que la vergüenza no tiene mucho sentido en este caso. - vale, cierto que no habían vuelto a hacer nada propio de un matrimonio desde los primeros días tras la boda, con Sodoma de por medio, pero tampoco tenía sentido ese exceso de puritanismo. - Además, ¿te crees que hicimos al heredero estando vestidos? - añadió todavía desde la ducha, sólo por fastidiarla un poco más. Le hubiese contestado a lo de los bombardeos de preguntas, pero no lo hizo al verla girarse apurada. Simplemente esbozó una breve sonrisa de lado, negando con la cabeza. Terminó de quitarse todo el jabón bajo el agua, poniéndose una toalla a la cintura al salir al del baño. La encontró ya vestida de manera elegante, mirándose al espejo con aquella cara de felicidad al ver su perfil. Él también se quedó observándola unos segundos, en silencio y con cierta calma interna aunque fuese momentánea. Sólo por eso ya valía la pena todo lo del día anterior con las sombras cuando la "obligó" a despertar. Se retiró de manera discreta para no interrumpir ese momento, yendo a su armario para vestirse con ropajes adecuados para la reunión. Sus colores, negro con algunos detalles en rojo y broche plateado para la capa. Después se acerco a ella para tenderle el brazo, comenzando a caminar juntos hasta el salón en el que les esperaban Cedric y Asiaín. A su hermano apenas había tenido tiempo de verle en la batalla, pero parecía encontrarse bien.

- Buenos días. - saludó formalmente a los dos, tomando asiento con Catherine en el lugar de la mesa en el que solían hacerlo. - Habrá una reunión con los vasallos más tarde, depende de lo que hablemos aquí. Primero quería hablar con la familia. - en realidad era con sus hermanos, pero la mayoría no estaba. - Poneros al tanto de la situación que tenemos. - en ese momento se dio cuenta de que no le había contado a Catherine nada sobre el árbol Pendragon de Ouroboros. Prefirió dejarlo para luego, cuando la conversación estuviese más avanzada. Aún así no pudo evitar pensar en la pesadilla de la noche anterior, en el que el Sanguis la engullía.

- Los Descendientes tienen a Gwen como rehén, y necesitamos recuperarla cuanto antes. Evidentemente no podemos repetir lo mismo que nos ha llevado a perder, por eso tenemos que pensar cada paso antes de actuar de nuevo.


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¿Le cuenta ya lo del árbol?
éxito: sí
fallo: todavía no

El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Cedric miró a Asiaín con cara de cansancio, y lo mismo le dedicó a Cath. Que le habló directamente de modo telepático. Lo cierto es que otro dia no le habria importado pero ese dia, esa mañana, no le apetecia oir esa voz en su cabeza....despues de todo lo que le habia contado Shyvanna.... Cedric apartó la mirada, deseando que no pudiera leer su pensamiento, lo que pensó en respuesta.

"Que estrategia militar voy a organizar yo ni que diablos?"

Lo que menos le apetecia era otra batalla.... la mujer se excusó y él, elegantemente, le dedico una reverencia de asentimiento y cuando cerraron la puerta marchó a la zona del comedor.... donde pidieron desayuno. Desayuno? Un colacao calentito para él, por supuesto.

No hablé mucho con Asiain, me dediqué a mojar un  bollito en el colacao con aire taciturno mientras llegaban los reyes. Que por fin llegaron. Me guardé un suspiro, lo hice mudo, como siempre. Moví la mano con pereza.

Shyvanna está durmiendo. Darren no lo sé. Ni Lake. Solo estamos tu y yo y...Asiain. Ya ves qué gran familia.

Barrí las letras doradas de encimad el aire con un bofeton de mi mano.  Y luego tamborileé con los dedos en la mesa. Decidí hablar por fin tras escuchar lo ultimo que dijo Wthyr. Pero las letras que iba escribiendo aparecían cada vez de modo más rapido, y empecé a hacerlas aparecer mas grandes, y en mayúsculas, porque estaba enfadado y no podia gritar.

¿Ahora si es conveniente hablar, cuando HAN SECUESTRADO A GWEN? NO PODÍAS HABER DECIDIDO HABLAR ANTES CON NOSOTROS? ANTES DE DECIDIRTE A IR A LA GUERRA CON OUROBOROS MIENTRAS MANTIENES UNA CAMPAÑA DE EXPANSION E IMPERIO? OJALÁ LO DE PENSAR CADA PASO ANTES HUBIESE VENIDO ANTES DE PERDER A NUESTRA HERMANA PEQUEÑA, WTHyURSDGTGDFWEFSVDZSV


Llegó un punto que las letras eran una maldita maraña de hilos dorados y vibrantes.

Las preguntas de Wthyr la dejaron bien calladita. Es cierto que en algunos momentos juntos no le había importado, quizás porque había cosas más importantes como concebir, saciar ese deseo que le quemaba por dentro o salvar su vida por culpa del veneno pero tras eso…Bueno, también estaba cuando dormía sin ropa porque le molestaba el calor  pero allí estaba cubierta por las sábanas. Excepto que… acababa siempre encima de él. Con las mejillas rojas acabó por cambiarse y cuando Wthyr llegó a por ella, se fue con él al comedor.

No le había pasado desapercibido el cansancio de Cedric y…Joder, cómo lo comprendía. Era… Por primera vez había sentido una profunda empatía por un Pendragon pero guardó silencio mientras se sentaba y les dejaba hablar. Intentó ponerse algo en el plato de desayuno pero se dio cuenta de que se perdía las palabras de Cedric así que estaba intercalando entre coger algo y leer.

Aún así se sorprendió cuando las palabras empezaron a salir en mayúsculas, miró a Wthyr un instante de reojo, antes de volver a ver a Cedric releyendo las palabras para ver si había interpretado bien. Lo cierto es que había poco que ella pudiera decir para defender a Wthyr del ataque de su hermano porque, básicamente, lo comprendía.

Bajó la vista hacia su té y bebió un poco para calmar el nudo que se le había formado en el estómago y así poder hablar con claridad. Tras eso carraspeó con suavidad y miró hacia Cedric -Ayer…Tras todo lo que me comentó Wthyr le sugerí que estudiara la posibilidad de sellar la paz con Ouroboros. Entiendo que, quizás, después de tanto tiempo enfocados en volver a la isla sea considerado un fracaso pero creo que ahora mismo tenéis otro proyecto y tener tantos frentes abiertos no hace más que dividir vuestra atención- Se acomodó en la silla lentamente -No pretenderé que no tengo un interés propio en esto, no sólo como Descendiente sino como Reina de Ávalon, creo que una guerra entre ambas islas sólo nos hará repetir los errores del pasado, de los cuales creo que es más sensato aprender que repetir la historia- Bajó la mirada un momento con el ceño fruncido y luego la alzó hacia Wthyr y luego hacia Cedric -Haré lo posible por traer a Gwen de vuelta. Es…me ha sorprendido que la hayan tomado como rehén. No es algo que… No…- Negó con la cabeza - No sé qué ha pasado o porqué razón la tienen. Aún estoy esperando el guardia que envié pidiendo por su seguridad y una reunión-

Bueno... No hubo mucho espacio para decir nada, siendo totalmente honestos.

Lo primero que vió fue a un agotado Cedric, y por supuesto es comprensible, dado todo lo que implica la batalla qué se acaba de dar y según se ha podido enterar, todo lo perdido en ella...

Ha sido tan catastrófica como había creído.

Pero lo que siguió... Catherine... ¿Cómo es que estaba?... ¿Qué había pasado ahí?

Según lo último que sabía, el rey y ella deberían de estar sin esperanza alguna de reconciliación, pero ahora la veía ahí, y eso era un problema grave de por sí...

Decidió hacer lo mismo que Cedric... Reverenció a la reina, pero no dijo nada en absoluto, aunque no fuera su estilo, simplemente mantuvo la tristeza en su semblante sin dar idea de cuales serian sus pensamientos, y acudió al comedor... Pensando sobre todo lo acontecido.

Tampoco trató de mediar palabra con Cedric, a sabiendas de que todo se iba a desatar en el momento en que empezara la reunión, prefería esperar, como siempre suele hacer, se limita a observar hasta que llegue el momento de intervenir, e incluso cuando lo hace, solo raras veces interfiere de verdad, pues el curso de las cosas hasta ahora le favorecía...

Buenos días, sus majestades.

Entonces, tras el saludo protocolario, vió a Wthyr, y debe admitir que lo que escuchó es algo que no esperaba, los descendientes no son históricamente conocidos por ese tipo de maniobras...

El que lo hayan hecho ahora mismo tampoco acaba de cuadrar, sobre todo cuando estaban en una exagerada ventaja contra los Pendragon, casi parecería qué lo habían hecho por malicia o como un movimiento maquiavelico para no ser molestados, pero de nuevo, eso es algo extraño considerando su historial de neutralidad tan duradero.

Pensaba en esto mientras comía, puesto que podía fácilmente tomar todo sin mirar, años de estudiar etiqueta te enseñan qué todo siempre está en el mismo lugar, así que podía incluso leer cómodamente la justificada furia de Cedric, porque él estando en su lugar, estaría igual de furioso pero no lo está, está en una posición donde eso le conviene.

Pero luego... Vino Catherine...

Mmm... Mejor le conviene qué eso de la paz no ocurra... Al menos no mientras Wthyr y todo quien esté dispuesto a ocupar el trono esté fuera de la jugada, ¿Qué mejor oportunidad de que mueran qué en la guerra?

Asiaín tragó el bocado qué tenía de forma elegante y se limpió una suciedad inexistente con una servilleta, parecía que ahora que todos se habían expresado, era su turno, pero como de costumbre, tratará de no destacar mucho, pero plantar en el ambiente la idea correcta, osea, la qué le conviene.

Todo esto es un horror...

Enunció, con un tono amargo, y decaído, como alguien que se siente totalmente abatido, demostrandose agraviado y triste por toda esta situación, como cabría esperar de él, aunque no se sintiera así.

Con todo el pesar que me provoca, temo que debo cuestionar esa idea de la paz.

Es ahora que recurriría a una de sus armas principales para combatir el sentido común, la crianza.

Usted misma lo ha dicho, al final además de la reina de Avalon, es una de los descendientes, así que quizás no vea las cosas como nosotros, pero ¿Realmente vamos a simplemente dejarlo todo? De una venganza qué se ha estado fraguando por tanto para recuperar lo que nos pertenece...

Luego procedería a hacer un gesto de frustración, uno realmente bien actuado por supuesto.

¿Después de lo que hicieron?, ¿Sólo permitir qué utilicen a nuestra sangre como escudo? Además... Ellos están en contra de que realicemos el imperio, a pesar de que nuestros métodos no han atentado contra ningún mago, ¿Sería menester renunciar a eso también? ¿Qué renuncie a mi prometida?

Eso último se le había escapado sin pretenderlo.... Quizás se estaba creyendo demasiado el papel, tendría que serenarse internamente para poder actuar de forma absolutamente metódica, aunque por fuera tendría que mantener el mismo semblante para dar una pequeña acotación final, como una especie de nota al pie.

Ha sido demasiado de su parte además de todo... No son históricamente conocidos por este tipo de maniobras, pareciera que pasó... Algo... De todas formas la batalla se perdió, ¿Porqué harían algo así?

Tenía la sensación de que había algo de lo que no estaba enterado, y también quería saber sobre eso, le interesaba ¿Qué pudo hacerlos tomar un rehén?

Los gestos de Cedric sabían decir tanto o más que sus palabras, el hermano mayor los conocía bien y sabía que la conversación con su hermano sería complicada. Muy complicada. Las letras en mayúscula eran lo único que podía hacer, su modo de gritar sin voz. A Wthyr siempre le había parecido que debía ser muy frustrante no poder alzar la voz nunca, por muy cabreado que se estuviese. No apartó la mirada de sus letras doradas, intentando mantenerse estoico a pesar de que sabía que tenía buena parte de la culpa de lo que había pasado. Habían perdido demasiado en esa batalla. Sabía que era lógico que su hermano estuviese enfadado con él, pero aún así...le dolían sus palabras porque él raramente se alteraba.

- Nos dieron un ultimátum, Cedric, mandaron a sus tropas para expulsarnos de nuestro castillo. Shyvanna también estuvo de acuerdo en ir para mantener nuestra posición. A ninguno de los dos se nos pasó por la cabeza que fuesen tan en serio...los subestimamos, y estamos pagando el precio. El maldito nigromante fue el que vino a interrumpir nuestros planes. ¿Qué quieres que te diga? sí, a la vista está que me equivoqué de lleno en ese movimiento. - no reconocerlo sería de un orgullo estúpido, sin sentido. Suspiró pesadamente, pensando en qué tendría que haber hecho para evitar aquello. Gwen ya estaba en Ouroboros cuando llegaron, y el desalojo de Matvey probablemente se hubiese producido de igual manera. Ladeó la cabeza para mirar a Catherine cuando decidió intervenir, aportando un poco de calma al asunto. La palabra paz fue de las primeras en salir, y Wthyr observó atentamente las reacciones de Aisaín y de su hermano.

- En nuestro primer encuentro el nigromante dijo que, si queríamos permanecer en Ouroboros, debíamos renunciar a seguir expandiendo nuestro poder por nuevos territorios. Si seguíamos nos expulsarían, como si aquellas tierras fuesen suyas o si los templos de dragón no nos hubiesen pertenecido siempre. Ahora el problema es más que eso porque tienen a Gwen retenida, probablemente para disuadirnos de volver a atacar. Catherine ha enviado emisarios para asegurarse de que la estén tratando debidamente. - todo aquello de repetir la historia le había dado vueltas en la cabeza desde el día anterior, pues todos los pasos le sonaban muy similares a lo que había leído decenas de veces en sus libros. No acababa bien para nadie.

Le sorprendió que Asiaín tomase la palabra después de parecer tan afligido durante todo el tiempo que habían permanecido en el comedor. Tenía razón en que abandonar de un plumazo sus aspiraciones por Ouroboros, al menos a corto plazo, se sentía como una segunda derrota. - Ellos tienen la insolente manía de creerse en posesión de la verdad, de saber lo  que es el bien y el mal, por eso no ven con buenos ojos que queramos establecer un gobierno mágico lejos de sus garras. - alzó levemente una ceja cuando mencionó a la prometida, no sabía que le interesase hasta el punto de molestarle tener que dejarla. - Eso no tiene que ver, la alianza está hecha y deberíais contraer matrimonio cuanto antes. Así podríamos llamar a sus ejércitos a luchar junto a los nuestros si quisiésemos. - entrelazó las manos a la altura de la barbilla con el ceño levemente fruncido ante la última pregunta de Asiaín, algo que también había insinuado Catherine con sus dudas de por qué habían actuado así. Les faltaba información, una parte muy importante que debían saber.

- Hay algo más. Gwen llevó una semilla del Sanguis Ligno a la isla, alimentándolo con sangre Pendragon para hacerlo crecer rápido. Ahora ese árbol ha arraigado en Ouroboros, y se ha convertido en un problema para ellos.

Ya no les veia las caras a traves de sus propias letras brillantes. Las tuvo que desvanecer todas de golpe con un gesto de sus manos, moviendo las palmas hacia abajo. Apretó los ojos y los labios un momento, y tomó aire, expulsandolo despacio. A veces le costaba mucho no gritar....aguantarselo todo.

Catherine habló, pero no estaba desequilibrada? Por qué ahora parecia normal y no decía cosas raras si no cosas sensatas? Shyvanna....le habia contado otra cosa. Quiza la mujer era bipolar o esquizofrénica..... miré a mi hermano, se le estaba metiendo de verdad esa mujer en la cabeza? Queria firmar la paz con Ouroboros. Y él...él había desangrado practicamente entero al marido de Sofía Dioscórides. Enormísimo desperdicio habia tenido que cometer....


Asiain empezó a hablar también y Cedric solo pudo escuchar sin interrumpir. No quería paz. Nada, nada de perdonar afrentas.

Hemos destruido el unico lugar en el que podíamos.... olvidarnos de los sacrificios del Sanguis.

HIzo aparecer esa frase tímidamente. En respuesta a las dudas de Asiain y Catherine. Aunque Wthyr terminó de confesar mas tarde. No se les habia pasado por la cabeza que fuesen en serio? Pedazo de ....incultos.

A nuestros antepasados los expulsaron de Ouroboros por algo parecido, no debería sorprendernos, Wthyr.

Miró su vaso de colacao y se lo bebió de un plumazo, como quien se traga un vaso de tequila de una.

Qué vamos a hacer ahora? Parece que decidir entre firmar la paz o no no va a ser tarea facil. Contando con que estuviesen dispuestos si quiera.

Lentamente cogió algo de fruta para comer y queso, así como unas galletas de cereales y empezó a comer mientras escuchaba la conversación. Se sorprendió de que Wthyr reconociera en voz alta el error, quizás porque era su hermano. Tras eso observó a Asiaín que con un gesto de pesar empezaba a cuestionarle. No le parecía raro, la verdad. Ni de él, ni de nadie. Se mantuvo en silencio y observó a Wthyr cuando mencionó a Matvey, interpretando bien sus palabras -Porque insistís en hacer un Imperio mágico y eso suena horroroso después de todo lo que  hemos vivido, Wthyr. Quizás ustedes en Ávalon han tenido paz, pero allá afuera hubo mucha gente peleando y dando su vida por una guerra y ahora sólo quiere vivir en paz- Indicó en un tono bastante neutral antes de tomar la taza de té y empezar a beber lentamente -Vivimos durante años sin los templos de dragones, estaban eliminados de nuestra historia, comprenderás que no entendamos la importancia de estos. Además… Si vais a construir un imperio ¿No podéis hacer nuevos?- Preguntó y, la verdad, aquello era una pregunta sincera porque no sabía cuál era la diferencia entre esos y unos nuevos -Tienes Irlanda, tienes territorios nórdicos…Podéis reconstruir el mundo desde una…-Se detuvo un instante, mirando a Wthyr con un brillo particular en la mirada -Podéis hacer honor a vuestro linaje, al de Arturo Pendragon, y establecer una mesa redonda en igualdad de condiciones para todas las razas… Aunque finalmente estos respondan a la corona Pendragon-

Volvió los ojos hacia Asiaín -Cambiaréis un objetivo por otro. Es una reorganización de la estrategia-  Cuando habló del imperio, Catherine entrecerró los ojos -Aún. No ha atentado contra ningún mago aún. ¿Qué sucederá cuando encuentren oposición? Más aún… ¿Creéis que los magos son la única raza que se os opondrá? Humanos, elfos, licántropos, centauros…Existen comunidades que pueden plantaros cara si les da la gana- Porque tampoco iba a presuponer que todos iban a estar en contra. Lo de la prometida no lo entendió y eso se dejó traslucir en su gesto -No sé si estuvisteis ayer en la batalla, no te ves para nada herido ni cansado- Dijo con rintintin  -... pero quizás esta derrota debas considerarla un cachetazo de realidad-

Alzó la vista hacia Cedric para leer sus palabras frunciendo el ceño sin entender y luego miró hacia Wthyr como esperando una explicación -Durante mucho tiempo, Wthyr, el consejo es lo único que tuvo la sociedad mágica como símbolo de unión frente a SAM. Estamos en proceso de transición, de volver a ser lo que éramos- Lo del matrimonio era…bastante común así que no dijo nada más y bajó la cabeza para empezar a comer un poco porque el apetito se le había abierto…Hasta escuchar ese “hay algo más”

Bajó lentamente el tenedor y buscó la mirada de su esposo mientras escuchaba aquella fatídica declaración y su rostro pasó de un gesto sereno a uno serio. Ahora todo tenía sentido. Volvió la vista hacia Cedric para leer sus palabras  pero Catherine no llegó a digerirlas del todo. Puso las manos sobre sus rodillas con un gesto de pesadumbre pero también bastante confuso. No estaba molesta, estaba profundamente decepcionada.  Entendía perfectamente porqué mantenían a Gwen en Ouroboros y no podía dejar de pensar en la horrible presencia de ese árbol en la isla. Y en que los sacrificios se duplicarían.

-Nada es fácil en esta vida Cedric. Y mucho menos dar tu brazo a torcer y sin embargo, cuando hay razones de peso, haces lo que tienes que hacer porque no queda otra opción- Estaba claro que estaba  hablando de sí misma y la maldición. Porque... Si no fuera por Aedan ella se habría sacrificado para acabar con todos ellos...Quizás.  - Sólo hay que ser valiente y aprender a lidiar con las consecuencias de tus actos. Hay que ser inteligente para no repetir los errores de vuestros antepasados y dejaros consumir por una venganza que costará las vidas de nuestros súbditos- Volvió la vista hacia Asiaín - Tal vez os debieron hacer un Dammnatio memoriae a vosotros también y no estarías tan consumidos por una venganza que ha vivido entre vosotros durante siglos, macerándose,  mientras nosotros ni siquiera sabíamos que existían-

Se incorporó alisándose las faldas del vestido - Tienes razón, Cedric. Habéis infectado Ouroboros y lamentablemente, Gwen es la única con sangre Pendragon para alimentar el árbol…-  Volvió la mirada hacia Wthyr - Al menos hasta que yo esté allí. Ningún emisario será suficiente- Apartó la silla y luego la volvió a poner en su sitio, inspirando profundamente y sintiendo un extraño cosquilleo entre los hombros y la nuca -Como tu esposa…- Mantuvo su intensa mirada en el moreno -Y como vuestra reina, os pido que miréis más allá de vuestra nariz las posibilidades de construir un nuevo futuro y no revivir el pasado- Dicho eso, sacó la piedra y canalizó magia hacia ella, con la cual abrió un portal hacia el palacio del Consejo y desapareció por el mismo sin esperar respuesta.

Asiaín una vez habiendo hablado, y empezando a reflexionar más, se limitaría a escuchar las réplicas de sus primos, y de la reina, volviendo a su comida como podría esperarse, mientras que observaba atentamente como se iba desarrollando todo en la conversación.

Primero Wthyr, que decía lo que tocaba, escencialmente era quien parecía encargarse de informar todo lo necesario para que comprendieran y también tuvo su reacción a lo que dijo se su prometida sin pensar, y Asiaín se limitó a asentir, hubiera sido mejor ser más moderado, pero bueno, aprendizajes para el futuro, por ahora seguiría limitándose a verse abatido.

Luego llegó Cedric, quien tenía que aguantarse las ganas de gritar, eso debía ser una tortura en una situación como esa siendo sinceros, incluso se sentía un poco mal por él ya fuera de cualquier pantomima, seguramente debía de ser el más frustrado de todos en esa sala.

Pero en lo que seguía hablando, Wthyr confesó algo más...

Algo que le hizo demostrarse genuinamente impactado, tenía una poética cara de "¿Qué han hecho que?".

Él pensó que estarían dispuestos a mucho para ganar... Pero jamás se le ocurrió qué llegarían a eso, el sanguis... Esto ya no se podía arreglar, no había modo.

Tal fue el impacto qué ni siquiera le dió margen a responder a la evidente puya qué le dió Catherine con lo de la batalla, sin embargo debía reconocerle qué tenía labia, eso no es algo común y es algo que puede respetar.

Pero claro después de eso, no fue muy sorprendente como reaccionó, considerando qué ya dejó claro que se sentía tanto descendiente como reina de Avalon, una cosa evidentemente no podía dejarla indiferente, así que tal como ella no esperaba respuesta, él no la dió, se quedó en silencio y se tomó largos segundos para terminar con su plato.

Antes de decir.

Gracias por la comida.

Luego de eso proceder a ponerse de pie con un aire de elegancia y además habiendo recobrando su gesto de abatimiento, colocó los cubiertos sobre el plato vacío y concluyó.

Creo que esto ya ha terminado.

Porque solo un milagro podría salvar esta situación, así que con eso dicho, procedería a retirarse, aunque por dentro, sonreía, la posibilidad de que eso acabara bien era tan remota que veía su plan casi como cumplido, pero tal vez al final solo el tiempo dirá que pasará.