Villa Black

Había procrastinado un poco la misión que le había encomendado Johan porque no le apetecía nada volver a ser… Volver a tener una identidad que se pareciera remotamente a aquella con la que había nacido. Era Lya desde hace años…y quería seguir siéndolo por un par más. Pero… supuso que tenía que hacer aquella pequeña maroma para mantener su identidad actual.

Arleen al final le había dejado a su disposición las ropas que tenía junto con las joyas y demás cosas. ¡Cuánta cosa tenía aquella mujer! Y no sólo eso, todo era tan… snob que se sentía de nuevo como una adolescente rodeada de sus primas y amigas del colegio. No estaba segura de poder hacer aquello sola… Tenía que intentar no perder a Lya entre tantas memorias.

Salió de la habitación de Arleen que olía a lavanda y tocó la puerta de la de Victoria -Hey... ¿Victorya?- No la conocía muy bien, igual que al resto de los del Concilio por esa cuestión de mantener las relaciones en lo mínimo -Necesito ayuda con una misión/proyecto…- Ya tenía información sobre la pariente de Johan, esa que le había mencionado con el color de pelo parecido al suyo.

Estaba trabajando en su última gran gran gran idea, completamente fascinada de que Ryder pudiera desdeñar con tanta facilidad lo que las sombras le decían, lo que trataban de asustarle. Ese niño verdaderamente tenía una valentía especial, nunca lo había visto asustado por lo que veía. Mucho debía ser porque había estado expuesto a ellas desde su nacimiento, e incluso antes, pero estaba segura de que terminaría por comenzar a manejar las sombras como ella podía, y quizás mucho mejor, porque estaría allí para ayudarlo con todo. Si las cosas salían como debían, si Ryder se comportaba con tanta soltura como lo había estado haciendo hasta ahora, podría tener un poco más de tiempo y Ryder estaría tan seguro con ellas como lo estaba con su propia madre.

Su nombre desde la puerta la hizo girar el rostro y escuchar con más atención. ¿Ayuda? Era la ocasión perfecta para saber si aquello funcionaría o sería completamente inútil, así que se fue hasta la puerta de inmediato, dejando a su niño jugar con las sombras y abrió la puerta con una sonrisa críptica.- Hola, Lya.- No habían hablado mucho, no en particular, pero se veía que era extrovertida porque podía pedir favores sin titubear. Eso le podía servir. Cuando escuchó las sombras moverse por el rabillo del ojo, se recargó contra el marco de la puerta para que no se sintiera extrañada por las rarezas que podía ver detrás.- Dime, ¿en qué puedo apoyarte?

Cuando Victorya abrió le sonrió abiertamente aunque… se fue borrando de a poco al ver las cosas raras que habían en las sombras tras ella. Se quedó mirándolas un momento antes de fijarse mejor en ella que aprecia dispuesta a ayudarla. Bien. Necesitaba un toque femenino más … femenino.

-Es una misión encubierta y tengo que pasar por una purista - Se señaló de arriba a abajo y luego sonrió de forma inocente, como pidiendo disculpas por la base pésima con la que iniciaba aquel procedimiento… aunque en el fondo, Lya supiera muy pero que muy bien cómo ser una bruja purista de clase alta.

Muy muy alta.

Señaló hacia el cuarto donde se estaba quedando Arleen -La amiga de Johan me ha permitido elegir algo de sus cosas, es bastante pija pero no sé… tiene tanta cosa que no sé qué elegir- También se había tambaleado al encontrar hileras de libros de lo más pintorescos. -Asi que …. Vienes?- Empezó a caminar de espaldas hacia la zona pero después recordó algo importante -El bebé puede venir si quieres. Si no está dormido me refiero…

La verdad es que sentía que estaba perdiendo un poco el tiempo, pero Johan no le había dicho nada de la evacuación así que seguía concentrada en lo que sí le había ordenado.

Cerró leeeentamente la puerta detrás de ella hasta emparejarla, sin dejar su críptica sonrisa de lado. Que ignorara un poco lo que estaba pasando adentro no le haría daño, más aún después de ver su reacción. Asintió suavemente mientras escuchaba sobre la misión. Parecía divertido, infiltrarse y hacer cosas que sirvieran. Lo extrañaba, pero estaba cada vez más cerca de volver.

El sonido de algo caerse dentro de la habitación la hizo saltar y entrar rápidamente, lista para todo; curiosamente, no hubo necesidad, las sombras estaban jugando a la pelota con Ryder y el niño estaba riendo a carcajadas con toda la felicidad del mundo. Volvió a salir con una sonrisa, disculpándose por el sobresalto y volviendo a cerrar la puerta tras de ella como si nada hubiera pasado.- Así que necesitas disfraz.- Asintió suavemente, entrando a la habitación de nuevo para sacar su bolsa mágica. La mayoría de su armario estaba ahí.- El bebé está jugando. Se quedará por un rato.- Anunció, esperando que su plan funcionara. Y si no, pues de todas formas, mamá estaba solo a unos pasos.

Feliz de ser de ayuda, siguió a Lya a la habitación de Arleen. Si bien recordaba a la chica, solía vestir bastante... bastante modo bruja victoriana. En realidad no tenía nada que ver con su propio estilo. Ella nunca había vivido con brujas reales, así que se vestía un poco más... moderna; Y tampoco parecía que fuera con el estilo de Lya que se veía un poco más distópico, pero entre las dos podrían hacer algo que sirviera. No tardaron mucho en entrar a la habitación de Arleen y encontrarla... justamente como pensaba que lo haría. Llena de cosas de pijas, como le había dicho Lya. Solo pudo sonreír al tomar uno de los libros que vio sobre un taburete y leer el título.- Pues no es tan pija como creemos.- Dijo bromeando, acercándose después al armario tras dejar el libro en su lugar.- ¿Ya habías visto algo de tu gusto? - Porque ella no veía nada que fuera con el suyo.

Tras la reunión con Thalos se había encargado de dejarlo todo a punto para los traslados de ciudadanos a través de los portales al día siguiente, pero antes tenía que encargarse de sus propios asuntos. Tanto Jo como Victorya ya sabían que debían prepararse para irse, y también estaban al tanto sus amigos más cercanos, como los Knox o Yaroslav. Aquella noche terminarían con el equipaje y se marcharían.

Al aparecer en la casa se dirigió hacia la zona en la que estaban las habitaciones, pillando a mitad de conversación a Lya con Victorya. Lo que le extrañó es que estuviesen en la habitación de Arleen, mirando sus cosas. - ¿Qué hacéis aquí cotilleando? ¿Arleen lo sabe? - el tono sonaba un poco a reproche, aunque él también entró al cuarto. Se acercó al libro que acababa de dejar Victorya sobre la mesilla, alzando una ceja lentamente antes de abrirlo aleatoriamente por una página con curiosidad. Soltó un "uuh" por lo bajo mientras avanzaba en el párrafo, leyendo el tipo de cosas que le gustaban a Arleen. - Normal que se decepcione...menudas expectativas.- murmuró más para sí mismo antes de volver a dejar el libro donde estaba. ¿O debería entregárselo en mano junto con el resto del equipaje ahora que se iban?

- Lya, la misión que te encomendé tendrá que esperar. El velo está avanzando más rápido de lo que pensamos y nos vamos a marchar esta misma noche. Quedará pendiente...si es que ese grupo sigue existiendo cuando podamos regresar. - lo malo de la misión de evacuación era que de un modo u otro se iban a acabar enterando los indeseables, aunque no estuviese en sus planes.


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Éxito: cotillea
Fallo: dice que no cotilleen

El miembro 'Johan Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

-Básicamente- Dijo arrastrando la palabra después mientras miraba la puerta algo extrañada. ¿Había otra persona en la habitación? OSTRAS ¿LE ESTABA MONTANDO LOS CUERNOS A JOHAN? Lya intentó que no se le notara en la cara lo que estaba pensando mientras entraba a la habitación de Arleen. Asintió a lo del bebé conteniendo la pregunta de “¿Con quién está jugando?”, porque sospechaba que era con otro. Si no…¿Por qué se portaba tan raro?

En fin…Fue directo a la ropa porque lo suyo no eran libros, sus lecturas eran más…comics. Volvió la vista hacia Victorya captando bien el tono. Arqueó las cejas con sorpresa y una leve sonrisa -Mira por donde, con lo estirada que se ve- No negaría que parecía maja, pero eso no implicaba que fuera menos pija. Se giró y se centró en la ropa -De mi gusto como tal no, pero del gusto de esa gente sí- Le advirtió sacando dos vestidos/tunicas que iban más o menos en lo que Lya había vislumbrado -Además, hay una capa…- Empezó a rebuscar cuando llegó Johan.

-No estamos cotilleando, estamos de misión- Le dijo sin mirarlo, concentrada en la búsqueda de la capa cuya capucha le vendría bien para ocultar parte de su rostro -Claro, si lo ofreció ella- No que le hubiese avisado que ese día iba a ir a cotillear sus cosas aunque ella no estuviera. Mejor pedir perdón que pedir permiso. Aparentemente, el libro tenía tela porque Johan también comentó algo y Lya acabó echándole un vistazo al nombre a ver si luego se enteraba.

Se incorporó cuando llamó a su nombre y no pudo ocultar su fingida decepción por la cancelación de la misión. Encantó las túnicas para que se doblaran y, con ello, el resto de la ropa para devolverla a su sitio -Copiado. ¿En qué ayudo?- Preguntó esta vez acercándose a Victorya y Johan mirando a la primera, luego al segundo y se cuestionó si habría ido a la habitación a ver con quién estaba el crío.

Ella era caótica neutral.
Hmm.

-Por cierto, no te creas que he secuestrado a Victorya. El niño está jugando…- Explicó mientras pasaba por su lado y se detenía en la puerta -¿Dónde estará el portal? ¿Quién es el encargado de la seguridad?

Pues lo de estirada es fachada pura.- Murmuró, encontrando otro libro con el título más picante aún y comenzó a leer la parte de atrás. Mientras tanto, escuchaba lo que Lya mencionaba sobre sus gustos.- Bien. Lo que necesitas es que a ellos les guste, y tu estar cómoda para poder correr si lo necesitas.- Mencionó, justo cuando Johan llegaba por detrás de ella para reprenderlas.

Le buscó con la mirada para sonreírle, riendo por lo bajo cuando soltó aquel sonido que confirmaba todo lo que ya había pensado: los libros eran su manera de desfogarse, seguramente.- Debe ser difícil encontrar al príncipe dominante que desea entre los que quedan vivos.- Mencionó, girando el libro que tenía en manos para que Johan leyera el título, dejándolo después justo donde lo había dejado.

Cuando Johan canceló la misión de Lya, se giró hacia él, mirándolo extrañada.- ¿A dónde vamos? - Preguntó. Sería un fastidio irse, porque ya se había figurado planes de acción por cualquier contingencia en esa casa, pero más fastidio quedarse si aquello iba a quedar destruido. Sonrió a Lya cuando dijo que el niño estaba jugando, porque estaba muy impresionada por lo que ella misma había logrado que por otra cosa. No tenía mucha prisa por volver a la habitación, pues quería saber qué más podía hacer. En tanto a empacar... la mayoría de sus cosas las tenía en la bolsa que llevaba a hombros, cuidadosamente ordenado dentro de la expansión mágica.- ¿Cuánto tiempo tenemos? Todo mundo pasa por aquí, ¿están ya enterados de que no es buen sitio?

No recordaba que Arleen se hubiese ofrecido a prestarle ropa, o tal vez estaba distraído cuando lo hizo y por eso no se había enterado. Como fuese, la misión se tenía que posponer y tenía que avisar a Arleen para que fuese a la casa a recoger sus cosas. Le daba una poca pena que tuviese que marcharse de nuevo, la pobre no tenía lugar donde quedarse tranquila entre unas cosas y otras. Volvió a echar mano al libro cuando Victorya dijo aquello del príncipe dominante, abriendo de nuevo el libro por otra página aleatoria para encontrarse con otro de esos fragmentos intensitos. - Pues echadle un ojo, igual a vosotras también os gusta. - señaló el fragmento en cuestión, con cierto cachondeo por su parte.

Libro de Arleen escribió:"He exhaled heavily. “I don’t think I’ve told you this. I didn’t get the chance yet. When you asked me to kiss you under the willow? Deep down, I knew then that I would give you anything you asked for. I still will. Whatever you want,” he promised roughly, his fingers tangling in my hair. “You can have it. Anything. Everything. You can have it all. I will make sure of it.” Warmth buzzed through me, erasing the prickly sensation in my skin. I swallowed the rich essence of him and then I took what felt like my first real breath. It didn’t burn or open that empty feeling again. It did something entirely different. The blood… His blood… It was like liquid fire, stroking to life a different kind of need, one I fell headfirst into. I tilted forward, pressing my breasts against his bare chest. The contact left me hungry in a way much different from earlier but just as potent. I shifted in his lap. We both groaned. Instinct took over, my body knowing what I wanted—what I needed—as I drank from his wrist. I rolled my hips against his, shaking at the intense curling sensation deep in my lower stomach. His blood…gods. My skin tingled now, becoming overly sensitive. The tips of my breasts ached as they brushed against the fine dusting of hair across his chest. I whimpered, pressing down against the hardness straining through thin pants. I wanted…no, I needed him. “Whatever you want,” he said, his words a vow. “I will give it to you.” Him. I wanted him."

- Ah mira, eso de morder como un vampiro lo hace mi padre. Y según parece hay que gruñir mucho y prometer cosas que vete tú a saber lo que pasará luego. Interesante. - dejó de distraerse con eso porque había que centrarse, retomar las cosas de personas adultas al borde del apocalipsis que huían de un extraño fenómeno que los mataría si se quedaban a verlas venir. - Nah, no creía que estuvieses secuestrando a Victorya. Ella sabe defenderse. ¿El niño está jugando solo? - no sabía si los niños de meses se entretenían solos, pero se lo creyó. Iría a verlos enseguida.

- Os respondo a ambas...algunos irán a Italia y otros a República Checa. Nosotros en concreto a Italia. Ahora mismo crearé el portal desde aquí. El resto de portales serán mañana, desde varios puntos de la ciudad que he acordado con Thalos. Ahora te paso los planos, Lya. Si quieres puedes ser una de las encargadas de la seguridad. Ya están al mando Ecthelion, Geralt y Chor el orco. Ya nos hemos encargado de dar la información a quienes queremos que llegue.

Lya pasó de leer, realmente no le interesaba lo que leía o no Arleen y aunque había sido idea suya venir por el tema de la ropa no compartía meter tanto las narices en su cosa. Seguro que con lo estirada que era aquello le generarían una profunda vergüenza.

Escuchó el comentario de Victorya y torció el gesto. La verdad es que ella conoció varios. Todos ellos muy creídos y con una idea de sí mismos muy por encima de ellos. Se mordió la lengua lentamente pensando que era un poco ilusa en general con la historia del amor. No iba a encontrar ni a un dominante ni a un don nadie con todo el lío que se les venía encima. Johan siguió un poco más y Lya se guardó opiniones que podían delatar cosas que debía mantener para si misma.

-Entonces emparejala con tu padre y no con Yaroslav- Dijo alzando un hombro pero concentrada en ir encantando para guardar todo donde lo había encontrado.

Escuchó la respuesta mientras pensaba en lo poco que tenía que recoger. ¿a dónde le apetecía ir? No lo sabía. ¿con Thalos el humano? Se removió un poco incómoda. Escuchó que básicamente estaba todo cerrado y soltó un breve suspiro de insatisfacción antes de asentir suavemente respecto a que quería ser encargada de seguridad. - Sí, claro. Donde me digas, ahí estaré. Hoy no, mañana parto en uno de ellos. Tengo que arreglar unos asuntos- Dijo viendo que todo estaba arreglado, se dio la vuelta para ir hacia la puerta -Espero tus indicaciones. Adios- Expresó desapareciendo instantes después.

¿Y si me gustan luego cómo le hago? No tienes mucha madera de príncipe.- Bromeó con Johan, picándole un poco las costillas para dejarlo leer, mirando sobre el hombro y alzando ambas cejas mientras entendía que CLARAMENTE estaban muy equivocados sobre Arleen. Curiosamente, eso la hacía más interesante. Ocultó la sonrisa lo mejor que pudo y se volvió a reír con Johan ante su comentario de su vampiro padre. Y al pensar que Arleen pudiera ir emparejada con el padre de Johan como sugería Lya, asintió.- ¿Te imaginas que así sea con Sirius? Bonita imagen mental.- Y volvió a reír suavemente. Estaba disfrutando mucho ese día.

El niño está jugando.- Respondió crípticamente a Johan cuando preguntó si estaba jugando solo, porque solo no estaba pero tampoco podía decir que estaba con alguien. Sonrió encantadoramente y se alejó un paso de él cuando comenzó a explicarle el tema de la evacuación.

A Italia...- Murmuró. Hmmm, sí le agradaba, tenía buenos outfits para la Toscana. Viendo lo raro que había corrido Lya de la situación en cuanto le reventaron la misión, caminó hacia la habitación donde estaba Ryder jugando con las sombras y entró como si nada, comenzando a empacar. Básicamente, lo que necesitaba guardar eran los objetos diarios del bebé, que harían falta.- ¿Qué tenemos en Italia? ¿Hay algo que debamos preparar en particular? ¿Por qué debemos evacuar, qué se supone que pasará?

- A mi padre dejadlo tranquilo, que bastantes parejas tuvo ya. - cortó a ambas después de rodar los ojos con sus insinuaciones de que si Arleen podía ser su pareja. Hablando de su padre, esperaba que Reiv se hubiese marchado ya con él usando el portal. No sabía si el velo ese afectaba a los vampiros, pero por si acaso. Avisados estaban. - No, yo los príncipes y reyes soy más de cargármelos. - al menos a algunos. Otros se le escapaban. Se despidió de Lya, quedándose a solas con Victorya, alzando la ceja con lo de que el niño estaba jugando. Si tenía meses...en fin.

Fueron a la habitación en la que estaba el crío con las sombras, que en el fondo le daban un poco de yuyu para estar con el bebé. Lo cogió en brazos mientras ella empacaba, dándole el visto bueno a lo que metía. - Así está bien, lo que falte lo conseguiremos allí. Ya te dije lo que iba a pasar... - a lo mejor no le escuchó cuando le contó lo del velo ese malvado que avanzaba arrebatando vidas. No tenía tiempo de dar detalles, luego. - Quedan pocos días para que esto deje de ser seguro. - fue a la habitación en la que estaban Nya y Jo, ya casi listas, además de Justin. Cuando estuvieron todos listos abrió un portal para marcharse de allí con ellos, además de con Victorya y Ryder. Atravesaron el portal todos, rumbo a Italia.