Plaza y basílica de San Pedro [Vaticano]

Una brecha se abrió entre las realidades de los dos planos: el reino de los vivos y el de los muertos. Un solo cuerpo cruzó dicha brecha, más no una sola alma. Pues portaba conmigo dos pasajeros, ligados a este mundo, temporalmente, a dos de mis armas. Daga y báculo.

Mi aparición causó sorpresa entre los que alli trabajaban en recoger los desastres de la batalla. Sabía que habrían restos.

"Rápido. Muertos"

La brecha se cerró tras de mi y miré alrededor. No tenía intenciones (y probablemente tampoco fuerzas) como para enzarzarme en una batalla con los alli presentes. Mi sola imagen, desaliñada y cubierto por demasiada sangre, causó un efecto momentáneo de estupor que aproveché para desaparecerme y aparecer junto al cuerpo de un caído, agarrándolo. No parecía uno de ellos, iba vestido de civil. Uno de dos. Necesitaba otro. Pero ahi... no quedaban mas cadáveres, solo heridos.

Desaparecí antes de ser atacado por los Guardianis que quedaban terminando de arreglar los desperfectos de la plaza. Que sin duda, darían el aviso de mi breve aparición en ese lugar.

emme


1d20: como cuanto de posición geografica de enemigos es capaz de localizar? 1 al 20

felonía de sangre:
100 de daño a Gwen
100 a Giordano
100 a Matvey

El miembro 'PNJ' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

Desde que habíamos abandonado Ouroboros, no habíamos estado ociosos en la Torre de los Soul. Ya fuera terminar de curar las heridas, o planear y coordinar el ataque desde alli  junto con Ouroboros y la Brigada. Estudiamos como realizar el traslado de efectivos de pelea al unísono, determinando que lo más sensato era no movilizar la Torre, más si el barco de la Brigada. Yo me encargaría de hacer un portal desde la Torre para traer a mis compañeros, y de ahí, hacia el Vaticano, la Plaza, mas concretamente. Khaled se encargaría por ende de abrir uno desde el barco hasta la plaza también, dejando algunos alli arriba para poder controlar la máquina y poder realizar ataques aéreos.

Nos habíamos preparado y pertrechado. Traíamos pociones y amuletos. Y Jack no había dudado en contarme lo ocurrido con Ivanov. Mei además, nos había comunicado de parte de Catherine, que creía que los Pendragon también asomarian la nariz por el lugar, nuevamente. Cosa que ni entendía, ni deseaba ver. Querrían venganza, o algo por el estilo.

Transcurrido un tiempo de preparativos, comenzaron a abrirse portales. Unos para traer...otros para guiar hacia la batalla.

En la plaza, se abrió el primero. Un circulo pequeño y chisporroteante al principio, que creció y creció hasta dar lugar a una gran puerta circular por la que sin titubear ni por un instante, entró la comitiva de los Soul Reaper y la de Ouroboros.

Sin anunciarnos, sin necesidad de quebrar sus escudos. La incursión que hiciera con Wthyr Pendragon con la excusa de realizar un exorcismo para salvar a Giordano en realidad, había servido para más de una cosa.

Mi misión nada más llegar, era abrir otro portal para que los de la Brigada pudieran ir del Barco hacia aquí, asi que repetí la misión. Ya no tenía báculo, pero no me hacía falta porque conservaba la piedra de los tres mundos, atada a la palma de mi mano. Otro portal se abrió del mismo modo, y ya podían darse prisa porque evidentemente, nuestra llegada habia sido esperada.....por todo lo alto, pero esperada.

Tanto era así, que ya habían dos enormes criaturas en la plaza, flanqueando el obelisco central, que no tardaron nada en bramar con unos insufribles chirridos y dirigir sus atenciones hacia nosotros.

Me volví hacia la amenaza, lanzando una mirada color hielo cargada de ira hacia esas invocaciones. Quizá esa ira estaba avivada por lo que había conocido sobre Ivanov, quizá lo estaba por el dolor que seguía provocándome la maldición, o quizá por todo el incordio que suponían estos.....pseudocristianos, emperadores, o lo que se hicieran llamar.

- Recordad a quien buscamos. - se lo había descrito a mis compañeros. - Intentamos minimizar bajas humanas. No sabemos cuántos luchan por obligación. - era algo que tenía presente desde que habia hurgado en el modo de morir del que era ahora cuerpo de Stavron. - A los demás, infierno... - me quedé en segundo plano mientras los Monstruos Arcanos seguian con sus extrañas miradas cualquiera de nuestros movimientos, yo preparaba las invocaciones de dos demonios, desplegando un par de pergaminos en los que habia dibujado sus sellos cuidadosamente, los cuales ardieron cuando comencé a recitar las palabras de sus nombres celestiales, socavando nuevamente las puertas entre ambos mundos.


Los Monstruos Arcanos seguian sin moverse, mas que mirar. Nos tenían fichados, no cabia duda, pero a parte de aquel bramido inicial, nada...

De entre los primeros que llegaron por los portales, estaba Rosse, con una expresión mucho menos efusiva de lo normal, casi se podía notar en su rostro qué toda esta situación le dolía de forma muy personal, la guerra... Es algo que simplemente le resulta demasiado traumatico, la idea de estar en un campo de batalla ahora mismo le genera una sensación sobrecogedora... Por eso es que no lo piensa dos veces, esto se tiene que acabar.

Hubiera querido decirle a Jack qué realmente sus abominaciones diferenciaban amigos de enemigos, pero eso sería una mentira, en el caso de los Ilicidos se limitaban a cumplir con lo que ella les ordenaba tal como normalmente cumplen las ordenes del cerebro anciano cuando tienen uno, ya han establecido contacto telepático con ella de antemano como parte de la preparación, así que podía solo pensar para ordenarles.

Cuando cruzaron los primeros diez de ellos, lo que hizo fue ordenarles qué levantacen una protección contra posibles asaltos mentales sobre ella y sobre Matvey qué estaba en plena invocación, ya luego vería como seguir conforme se fuera haciendo necesario, los siguientes diez arrastraban los carros con el poder de sus mentes, estos carros contenían contenedores llenos de cieno blackmaw, que son básicamente masas de baba hambrienta, monstruosas qué no poseen sangre ni capacidad de pensamiento complejo, por lo cual eran perfectos para el ataque, la parte mala de esto es que eran básicamente incontrolables, pero estaban inactivos, solo se encargaría de liberarlos en caso de que ya no hubiera otra manera, por el hecho de que una vez estuvieran fuera, eso de minimizar las bajas humanas se iría fácilmente a la mierda.

Trataré.

Dijo de la forma más sincera, antes de ponerse la capucha de su nueva capa de invisibilidad, a la par que los Ilicidos se quitaban las suyas, demostrando sus aberrante formas, con una especie de cabezas entre azules y moradas de cefalopodo con tentáculos colgando de las mismas, y ojos negros como el mismo vacío, que seguro generarían considerable horror en todo aquél qué observaran, mientras que Rosse se movía con la capa ocultandola, buscando un punto desde el cual poder empezar a tirar flechas, ya que por supuesto estaba dispuesta a tirar a matar en el momento que hiciera falta también, puesto que venía con la mentalidad de que eran ellos o los soldados del Vaticano y por sus ovarios jura qué serán ellos y no los del Vaticano.

Estaba preparándome para ir a la Guardia, pero cuando salí para dirigirme al destino fijado, me llegó un patronus avisando de una misión de suma importancia en la superficie. La razón, una intervención en pública, pues resulta ser que 2 de los Descendientes actuales corren peligro debido a un dictador autoproclamado Papa. Rápido me teletransporté a la plaza central, probablemente darán más información sobre el asunto.

Ya en la plaza, el barullo es más que evidente. Las tensiones vuelven a estar presentes en el aire. Todos están expectantes ante la reunión de un contingente considerable de los miembros de la Guardia. Esta isla está sufriendo demasiado últimamente, la gente ya está empezando a resentir estas cosas y para variar nuevos vientos de tormenta ondean los estandartes.

Espero que esto y los Pendragón queden como las ultimas turbulencias que sufran en un largo tiempo. Reflexionando en esto y los eventos recientes, me reafirman que Orochi no debe crecer como para volverse un peligro ni para la isla ni al resto del mundo. Una vez terminen estos desagradables eventos, pediré permiso para salir de la isla por mi propia cuenta.

Por mientras, busco a Adael, el único Descendiente con quien he tenido un trato más directo. Con él podré comprender mejor lo que está sucediendo, aparte del informe oficial que seguro van a dar. Por mientras, llegaban más personas, incluyendo algunos Descendientes que pude reconocer, unos a secas y otros de una ligera interacción. Como el grupo misterioso que traía una de las Descendientes.}

Se dieron las instrucciones generales y yo seguí al resto para ir hacia el destino encomendado, el Vaticano. Una vez terminado lo anterior, se abrieron los portales, y se inició el cruzamiento de los mismos. Y ni bien llegamos, nos colosos inician una hostil reprimenda vocal a la comitiva. Nunca había visto unas criaturas de esa clase, habrá que tomar cautela si los han puesto de guardias.

Hice lo posible para acercarme a alguno de los Descendientes para poder sugerir una cosilla antes de que las criaturas decidan iniciar hostilidades.

Conforme vais poniendo vuestros pies en el sagrado lugar, conforme vais llegando, empezáis a notar algo en el fondo de vuestras mentes. Si miráis los gestos de los demás podréis percibir que ellos están escuchando algo similar.

Es una voz, profunda e hipnótica, que viene desde el interior de vuestras mentes...

"Sé que habéis venido y sé por qué estáis aquí.... Debo deciros que cometéis un error. Los Arcanos aun no os han atacado porque os voy a dar una última oportunidad: no podéis ganar, no sin afrontar terribles bajas. Incluso así... Solo destruireis lo que hemos construido aquí para los magos. Uniros a mi, y nunca volveréis a sentir miedo de ningún enemigo que desee aplastaros. Velaré por todos vosotros"

Mérida avanzó por el portal, bien cargadita con todas sus armas y armaduras, mientras el resto del equipo se iba uniendo. Miró alrededor observando que eran muchos más que en la misión de infiltración, lo cual estaba bien...y mal, porque eso implicaba que aquello iba a estar un poco complicado.

Los objetivos habían sido aclarados por Lykaios en una reunión previa así como sus posiciones pero siempre estaba eso que quedaba sin decir: Todos juntos. Ninguno se queda atrás. Quizás hasta podía ser su lema. Eso la hizo sonreír brevemente y se contuvo de mirar atrás, porque si lo hacía entonces recordaría a su pequeño y otra vez tendría esa disyuntiva fea en el pecho.

Que quedó de lado cuando escuchó aquella voz en su cabeza, miró alrededor viendo gestos extraños en los rostros de los demás y luego empezó a reírse -Tenéis que veros las caras-  Luego miró hacia los monstruos esos arcanos mientras convocaba su elemental y preparaba su vara de fuego, empezando a hablar en voz alta -Me encanta eso de "nunca volvereis a sentir miedo", como si estuvieramos aquí con las rodillas temblorosas- Agitó la cabeza para quitarse un par de mechones en la cara -Creo que no ha oído hablar mucho de nosotros- Bromeó con sus compañeros.

Habíamos tenido tiempo de descansar en la torre, y también de comer mucho gracias a la abuela adoptiva que fue rescatado de los calabozos. También habíamos podido coordinarnos con Matvey y Lyosha, que acordaron que entraríamos a la plaza juntos a través de un portal hecho por él mismo. Vanessa había tenido que quedarse para recuperarse, al igual que otros tantos, así que teníamos que ser más eficientes para suplir las bajas.

Una voz profunda se metió en nuestras mentes nada más poner un pie en la plaza, tratando de disuadirnos de nuestro cometido. Era inquietante y perturbadora, pero sabía que sólo quería mermar nuestra decisión de acabar con aquella dictadura. - No le hagáis caso, lo único que intenta es que algunos abandonen y así sea más fácil acabar con nosotros. - murmuró a los que tenía más cerca, haciendo un recorrido visual por la plaza para situarse y ver a lo que tenían que enfrentarse. Lo más llamativo eran unos monstruos de gran tamaño, pero que por el momento no hicieron nada. Sin duda acabarían atacándoles, por lo que prefería ganar ventaja y empezar con aquello.

- Despejemos el camino. Sabemos a por quién queremos ir. - extendí las manos en dirección al monstruo arcano, conjurando una tormenta eléctrica sobre su cabeza para comenzar a descargar rayos sobre él. Activé también el orbe para lanzar un tigre astral, además de la capa de serpiente.

-----------------------------

Ataque mágico:

dado 10 + 5 botas + 60 stat + 10 calavera + 5 guanteletes + 5 vara eléctrica + 5 orbe tigre (durante 5 posts)+ 5 capa serpiente (durante 5 posts)= 105

CD botas1/8

C

El miembro 'Adramelech Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

#1 'Ataque' :


--------------------------------

#2 'Ataque' :

Gracias a Matvey se ahorraron el viaje a la plaza, llegando allí a través de uno de sus portales. Varios miembros del Consejo, guardias de Ouroboros y algunos "agregados" más, como los bichos de Rosse. Eran un grupo numeroso, y aquello le recordó a la vez que tuvo que irse de viaje de fin de curso con los alumnos de la universidad a la que daba clase. Se pasó los días escuchando quejas de que no querían andar más, que les dolían los pies y hacía calor. Que si qué rollo ver otra iglesia, que cuándo llegaba la hora de salir de fiesta. Luego encima les regañaron los puñeteros curas del alojamiento porque los alumnos hacían ruido, y encima no les dejaban usar los ascensores. Al final tuvo que regañar a un grupo de rezagados, que se habían quedado a comer mini fuets en la plaza del Vaticano en lugar de escuchar el discurso del Papa. En todos esos recuerdos estaba cuando acabó por regruñir al volver a la realidad.

La plaza había cambiado mucho, y para mal. Ahora había monstruos, y voces que se metían en la cabeza de manera siniestra. Quería verle y decirle cuatro cosas, seguro que no era más que un bocazas. Jack se bajó el casco de guardia de Ouroboros que había traído, al menos si un ataque le alcanzaba no heriría su portentoso e inteligente melón. - A ver, los jóvenes. Quedaos cerca y no hagáis locuras. - miró a los jovenzuelos para que no se pusiesen modo heroico protagónico, y luego refunfuñó al volverse a Matvey.

- ¿No puedes mandar a uno de tus demonios a que arrastre hasta aquí a ese tipejo? ¿No sabían buscar gente? es que el Vaticano es muy grande. Todavía conservo los folletos con los planos que me dieron... - de repente el niñato Soul se puso a atacar sin coordinarse ni nada, pero como no era de su grupo, pues no le podía regañar.

- ¡Controla a tu grupo! ¡conmigo se portan bien! - le gritó a Khaled para que pusiese orden en aquella fiesta.

La fiesta había comenzado por fin, tras unos cuantos tediosos, tediooosos preparativos...ya estabamos aqui. Mediante un portal, cortesía del nigromante, llegamos directos a la Plaza.

Al poco de hacerlo, el movimiento por parte enemigo resultó ínfimo.

- Pero qué les pasa? - dije haciendo una mueca de disgusto, dandome un par de porrazos en la sien luego porque habia un tipo diciendome cosas creepys ahi dentro.

-Ya tengo bastante con callar la voz del sentido comun de mi cabeza, como para ahora tener que callar tambien esta. - me golpeé un par de veces en la sien con la empuñadura de mi espada, a ver si asi, pero nada. - Pff, ya ves. - respondí a Mérida.

Fruncí el ceño cuando Adra se nos adelantó lanzando el primer ataque y lo miré indignadísimo. Y luego me fijé en Jack el exiliador. Recordé los momentos del juicio y la sesión de calabozo que nos pegamos por las decisiones que tomaron alli ese dia. Así que....le puse el dedo pulgar en mi nariz, y, meneando el resto de dedos de la mano, le saqué la lengua dedicándole una pedorreta.

-OS LO DIJE

Spoiler:

- BRIGADA! DESPEJAD EL CAMINO!  - alcé la mano de la espada canalizando el poder de narya que extendí a mi grupo. El deseo de lanzarme hacia la victoria se hizo mas fuerte, dicho y hecho, invoqué a mi elemental el lobo de agua, y me lancé rapidamente a ver a ese Arcano más de cerca, para comprobar si mi acero le hacía daño....cosa que comprobé con más de un golpe, a decir verdad. La furia de los golpes y el ataque del lobo al tiempo resultaron apabullantes, aunque el enemigo era demasiado formidable como para que fuese ni de lejos, suficiente.

__
elemental, ataque y doble por hab, botas

ATAQUE FISICO ARCANO 1
25 elemental + 15 ataque + 25 dado doble hab (0/8 ) + 0 botas (0/ 8 ) + 10 habilidad + 55 base+ 5 brazalete + 5 narya (1/5) + 5 bonus lobo= 140

Narya
1. Lyk
2. Ben
3. Mer
4. Dyos
5. Imram

El miembro 'Lykaios Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Ataque' :

__

DAÑOS MONSTRUOS ARCANOS:
40 para TODOS (los que no hayais posteado pero se da por hecho que ya estáis dentro, tambien, iniciad defendiendo)

70 para Adramelech
70 para Lykaios

DAÑOS ESTATUAS  (600) De momento activo solo 40, las demas luego.
100 a Arturo
100 a Rosse
100 a Mérida
100 Matvey
100 Jack
100 a los ilícidos de Rosse

La imagen de los Pendragon fue algo que me hizo rememorar viejas pesadillas que pensaba que estaban totalmente olvidadas. Pero no fue así cuando los fantasmas del pasado volvieron, de una forma tan vívida que daba hasta miedo. Razón por la que, con la escusa del entierro, abandoné el barco sin dar muchas más explicaciones a nadie porque ... Ni me apetecía ni las consideraba oportunas. Sin embargo, y al fin de cuentas, la obligación volvió a llamar a las puertas y, la muerte de Marco y de Stephan no sería en vano. Tras la despedida con Dae, a la que invité a venir a partir caras, busqué refugio temporal en la torre Soul aunque hice una pequeña parada en el barco para recoger las cosas y preparar la batalla, equipándome con bastantes curaciones porque estaba segura que las iban a necesitar.

Al final, llegué con el resto de la Brigada. Asintiendo a las indicaciones. Habíamos acordado un par de cositas antes de entrar, de modo que pronto supe qué debía hacer. La visión de los arcanos era terrible, pero no por ello me dejaría amedrentar. Pasé por el lado de Newton, al que ni siquiera dirigí la mirada, pues estaba centrada en el arcano. Éste fue la razón por la cual conjuré, en primer lugar, los escarabajos para evitar sus ataques, a la momia de pelo negro y los dispuse la ataque. Todo a los arcanos.

Por mi parte extendí las vendas, reforzadas, que restallaron contra el suelo de la arena y se dirigieron al  arcano, subiendo por sus piernas para destrozarlas.

Dados:

Botas x2 ataque
Momia ataque
Defensa momia
Defensa moi
Keops (monstruo arcano)
Escudo grupal (Astaroth, Adra, Mer, Lyka y yo)

Defensa Cleo superada, defensa momia 30 dados (40 arcanos - 30 = 10 daño)

Ataque
Momia (50PS-10 = 40) 15 a arcano 2 (si y solo si cae el arcano 1, de lo contrario es para el 1)
Keops a arcano 2 (si y solo si el arcano 1 ha caído)

Cleopatra (200PS)
AM: 15 dado + 30 botas + 26 stat + 10 Hab + 5 cana = 86 arcano 1
Botas ( 1/8 )

El miembro 'Cleopatra' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

#1 'Ataque' :


--------------------------------

#2 'Defensa' :

Debía descubrir nuevas formas de desatar el poder que me había sido concedido y para conseguirlo tenía que comprender en profundidad las fuerzas mágicas que se agitaban debajo de mi piel. Desde siempre busqué la manera de mantener bajo control lo salvaje inherente a mi ser porque me disgustaban las consecuencias si lo dejaba salir, casi que lo intentaba ocultar incluso a mí mismo. La poción matalobos me hacía parecer un poco más humano y me dejaba vivir esa plácida fantasía. Pero era insaciable si se trataba de conocimientos relacionados con la medicina, esa era una parte de mí que estaba ansioso por explorar, a diferencia del ser sanguinario que llevaba dentro, a ese no tenía tantas ganas de conocerlo y además era necesario el autocontrol para vivir en las tierras civilizadas. En las noches de luna llena podía convertirme causando el descontrol en mí y dejar heridos allí por donde pasaba, sin embargo saber que al amanecer podía volver sobre mis pasos e intentar curar las lesiones que yo había hecho, consolaba un poco mi conciencia. A partir del ritual de iniciación en el que la Calavera de Sanación me aceptó, lidiaba más a menudo con mi lado mágico, eso me hacía tener presente mi naturaleza animal pero la mantenía bien sujeta o... anestesiada por el matalobos mientras ahondaba en la capacidad de la energía sanadora.

Suspiré largamente al imaginar un gran felino que yacía laxo con los ojos en blanco, la boca abierta y la lengua colgando de lado. Durante el tiempo que hubo antes de la nueva misión a la que había que ir, empleé todas mis habilidades de curación en Astaroth pero su estado de salud se mantuvo igual. Incluso después de todo por lo que yo había pasado, aún tenía límites. Cuando fue obvio que no podía hacer nada más por él, me encargué de revisar el estado de salud general de aquellos que pude y que se dejaron analizar mientras me mantenía alerta por si había algún cambio en Astaroth. Algunas quemaduras, alergias, callos, esguinces, caries y pizzas después, llegó el momento de atravesar el portal, cosa que hice no sin antes darle una última mirada a Astaroth. Alcé la vista hacia aquel par de enormes criaturas y me cubrí las orejas mientras fruncía el ceño, molesto por el fuerte y desagradable ruido que hacían. Miré a mi alrededor analizando lo que el entorno podía revelar, buscando alguien que tenga aspecto de poseer habilidades sanadoras que yo pueda aprender y examiné con ojo clínico a todo lo que encontré al alcance de la vista intentando identificar sus debilidades y las fortalezas a partir del lenguaje corporal mientras escuchaba esa voz en mí cabeza.

Gruñí por lo bajo por la molesta intrusión y porque noté que Matvey hacía esos sonidos raros que traían a los demonios, seguramente Khaled también invocaría a los suyos pero yo quería estar lo más lejos posible de aquellas entidades malvadas. -¿Y abandonar la pizza de la nonna? Ni hablar.- Le respondí a Adramelech con un resoplido, si aquel supuesto papa quería convencernos, primero debía atreverse a competir con la comida de la abuela. Mi ceño fruncido se hundió un poco más al ver... pulpos y slime? Esto se hacía cada vez más raro. Me giré al escuchar gritos que iban en nuestra dirección para ver que se trataba de un viejo que nos regañaba. -¡Vamos!¡No hay momento como el presente!- Le respondí para animarlo a que se una a los ataques mientras otros ya avanzaban. Luego de defenderme de aquella energía dañina a base de... resistir y volver a gruñir por la intrusión mental, vi que se nos venían encima unas figuras con forma humana pero sin cabeza, muchísimas de esas. -¡Cuidado!- Advertí para luego, sin moverme de mi lugar, dispararle a la enorme criatura que varios ya habían atacado (y, si mis cuentas no me fallan, debe quedarle poco ps, ¿verdad?).

Defensa física: 30 dado + 10 stat + 5 feral = 45 (Supera el ataque de 40)
Ataque tecnológico: 0 dado + 9 stat = 9 a Arcano 1  

El miembro 'Allen Dushambe' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

#1 'Defensa' :


--------------------------------

#2 'Ataque' :

La mirada de Allen me estaba poniendo de los nervios... Por mucho que le gruñera que estaba bien (físicamente) parecía que su terquedad no conocía límites, y mucho menos después de la crisis consecuente a la batalla contra los Guardianis. La llegada de una cara familiar ayudó en el trance, ya casi superado, y sabía que, junto a ella, podría continuar la batalla. Al menos Khaled no tendría que esforzarse tanto y ponernos en peligro ... Otra vez.

Cuando atravesaron el portal dirigió una última mirada de aviso a Allen, pero no perdió de vista ni a la brigada ni a su hermano, que iba con una buena troupe de  hermanos y hermanas. Respiró hondo y saboreó el olor inconfundible de la batalla, apretando con fuerza el mango de la katana. La intromisión mental ni siquiera le sorprendió, dado que ya estaba demasiado acostumbrado a los vaivenes de su mente. Al contrario, le resultó hasta divertido... Irónico. No le costó protegerse del ataque inicial de los arcano con su magia, de la misma manera que fue capaz de deshacerse de la intromisión mental -¿Polvo eres y el polvo te convertirás?- alzó la mirada al arcano y dibujó una sonrisa ladeada.
-Qué pena que el polvo a veces sea tan insidioso...- Dirigió el comentario, verbal, al arcano, esperando que le leyera la mente atormentada. Y le maldijo con aquellas palabras en lenguas muertas, en lenguas que se hablaban más allá del plano mundano

DM: 20 dado+11stat+5reve+10hab+5yelmo+5anillo = 56>40, supera ataque

AM arcano 2: 30 dado + 10 capa + 5 guantes + 5 Tyr + 21 stat + 5 magia negra + 10 habilidad necrolenguas = 86