Prueba fundadores y Nikolaos & Khan

Una energía de pura luz blanca atraviesa el pecho de Nikolaos y Khan, dejándolos inconsciente en cuestión de segundos. Es una fuerza que no se puede detener.

La misión de salvar Ouroboros era un compromiso intrínseco de los Descendientes, tanto el Descendiente de Vlad Tepes como de Lycaon habían sido reconocidos como legítimos y fueron informados de la clave para salvar Ouroboros y su gente:

El péndulo de la fatalidad.

"Recuerden, en su elección está el reflejo de sus verdaderos corazones. El destino de su pueblo y su propio legado depende de la decisión que tomen"

Un mítico objeto que era capaz de solventar o solucionar cualquier situación siempre que fuera la voluntad del portador.  Ambos Descendientes fueron enviados a su búsquedas en las profundidades de las cuevas de hielo de Islandia. Sin embargo, la misión no sería tan fácil como Nikolaos o Khan podrían haber imaginado pues sus descendientes los acompañaban esporádicamente en el camino interesados por la situación actual y alimentando la idea de usar el péndulo para beneficio propio.

Al despertar sólo recordaba que no había podido hacer nada para impedir que aquella luz blanca atravesase su pecho, y por un momento pensó que estaba muerto o soñando. Estaba más que confuso, sobre todo por la compañía de Nikolaos, que no sabía ni de dónde había salido. ¿Los habían secuestrado o algo así para llevarlos a esas cuevas de hielo? ¿De qué iba todo eso? Estuvo a punto de darle un parraque cuando apareció el espíritu de su padre ante él para hablarle como si nada de un supuesto péndulo que solucionaría el problema de Ouroboros.

Al principio no fue capaz de reaccionar ante la presencia del espíritu de Snagov, se le empañaron los ojos y quiso ir a abrazarlo hasta que recordó que eso era imposible con un ser etéreo. Quería decirle demasiadas cosas, pero el tema a tratar parecía ser el de ese estúpido péndulo y los supuestos beneficios. Menudo fastidio.

- No lo entiendo. ¿Por qué no se ha hablado de ese objeto antes? ¿Por qué sólo a nosotros y no a los demás? deberían estar todos... - si querían que la misión tuviera éxito debía ser así. Por eso pensó que lo mejor era enviarles un mensaje con el brazalete para que todos se enterasen. - Además, ¿qué beneficio propio vamos a tener si el mundo se va a la puta? se irá para cualquiera...no tiene sentido que seamos los únicos supervivientes. ¿Cómo funciona ese objeto? ¿De dónde sale?

Avanzaba junto a Khan con el ceño fruncido mientras intentaba descubrir cualquier amenazaba con sus instintos. Aquel sitio parecía antiguo y dudaba que un objeto de tal valor estuviese simplemente a la espera de dos magos, debía estar protegido.

-Quizás el conocimiento falleció con nuestros predecesores- Explicó a Khan con un tono algo sereno -Tal vez el resto no ha pasado la prueba. Lo importante es obtenerlo y solucionar todo- Expresó Nikolaos aún no muy convencido de que un simple objeto fuera capaz de destrozar al Sanguis.

Sin duda el cachorro tenía muchas dudas -Dicen que depende de tu voluntad. Quizás tiene alguna leyenda que leer, pero primero tenemos que llegar hasta él. Le señaló un pasadizo para que fuera por ese lado y él por otro -Cinco minutos y volvemos- Ordenó antes de ir por su pasillo para ver si conseguía el objeto.

Khan siguió por el pasillo tras hablar con Nikolaos. Cada uno de los descendientes fue, en ese momento, acompañado por su ancestro.

Khan.

El espíritu de su padre se apareció frente a él con aquel gesto solemne y serio que le caracterizaba -Sé que has perdido mucho…- Mencionó  y aunque no era capaz de tocarlo alargó una mano para apretar su hombro -Y has crecido, has madurado…Pero aún hay cosas que debo enseñarte, cosas que sólo yo puedo ayudarte a comprender sobre quién eres, hijo-

Sonrió con cariño y orgullo al mirarlo antes de guiarlo a caminar por el pasillo en cuyo final se distinguía una tenue luz roja. Snagov parecía saber que su hijo iba por buen camino -Tu voluntad dicta el efecto que tendrá el péndulo sobre la realidad, Khan. Sólo debes pedir lo que realmente deseas pues pesará tu corazón y tus intenciones…- Volvió la vista hacia él cuando llegaron a una amplia sala con glifos y símbolos que le eran familiares a Khan -Sabrá si mientes- Explicó y señaló el extraño objeto que no se trataba de algo portable. En lo absoluto.

En el centro se encontraba el péndulo y Khan debía empujarlo, al hacerlo el péndulo describiría círculos que definirían una nueva realidad para todos -Reescribe la realidad tal como lo desea tu corazón-

Nikolaos.

Para Nikolaos la historia era parecida, pero su ascendente sabía bien que  la muerte de su esposa no era el punto clave a tocar si no la pérdida de poder en Grecia, en Londres y un clan disperso por la situación actual.

-Sé que eres capaz de unirlos, pero tienes que hacerlo ya. Cada día que pasa pierdes más valor y poder, encerrandote en tu papel de mago y olvidándote del lobo, Nikolaos-  Expresaba Alana, una de las ascendentes en la línea de Lycaon -Necesitas un nuevo comienzo para el clan, los cachorros se lo merecen…-

Al llegar a la sala de puso frente a él -No tendrás otra oportunidad como esta. ¿Realmente confías en que tu magia, tu encanto como mago va a dominar a los lobos? ¿Va a unirlos? Sabes que no es así. Eres mago, pero primero, eres lobo…¿Dónde está tu lealtad?- Inquirió mirándolo con dureza y juicio para luego apartarse y señalarle el péndulo.

- Eso suena muy pesimista, Nikolaos. - le reprochó Khan a su compañero cuando dijo que tal vez el conocimiento hubiese muerto con sus predecesores. Que sí, que tal vez antes fuesen más sabios, pero no podían ir pensando eso. Se detuvo un momento dudoso con lo de separarse cada uno por un pasillo, pero como no quería parecer cobarde al final aceptó y emprendió el camino solo. - Está bien, pero ten cuidado. No creo que nadie pueda venir a ayudarnos aquí. -
se separó de él y avanzó por la nueva ruta, quedando con el espíritu de su padre como compañía. Todavía le costaba no ponerse sentimental por tenerle allí con él aunque fuese de ese mod, y más sabiendo que sólo podría hablar con él de manera temporal mientras aquello durase.

- No quería crecer y madurar así...ojalá estuvieses aquí conmigo de verdad, ojalá no hubiese tenido que heredar tan pronto el cargo. - admitió con pesar, sintiendo aquella mano invisible sobre su hombro. - ¿Quién se supone que soy ahora que se han llevado a los dragones? a veces siento que soy una carga para el resto del Consejo. - suspiró antes de seguir avanzando con él, llegando al final del pasillo con la luz roja. Aquello de pedir lo que realmente deseaba sonaba engañoso... - ¿Acaso el péndulo cumple lo que desees, sea lo que sea? ¿No es un truco? - avanzó hasta el centro de la estancia donde colgaba el péndulo que debía empujar, pensándose muy bien el deseo que había que pedir.

- Reescribir la realidad...- empujó el péndulo mientras murmuraba el deseo para sí mismo, lo que realmente le salió de dentro. - Deseo que no haya sucedido nada de lo relacionado con los Pendragon, y que la isla de Ouroboros nunca hubiese sido descubierta para que mi padre siguiese vivo...

En silencio avanzó y cada vez que el espíritu de su lado mencionaba cómo estaba mermando su imagen presionaba las muelas  y marcaba su mandíbula. No podía evitar recordar cómo Savannah, Ian y Jarkko le habían dado la espalda. Tampoco cómo Lorcan había sido atacado tan vilmente. Los lobos en Londres necesitaba un Alpha, pero los de Grecia también.

Al llegar a la sala no vio a Khan. Observó el péndulo pensando en todo lo que había dicho el espíritu y en esa pregunta que había hecho al final. Durante largos minutos esperó mientras se daba el tiempo de analizar, tenía en sus manos una gran oportunidad

Pero estaba ahí por una razón.
Por ser Descendiente del Consejo de los 20.

-Mi lealtad está con Ouroboros. Mi pack no son solamente los lobos, es toda la gente de la isla- Dijo dándose media vuelta para dejar el péndulo e ir a buscar a Khan. Se alejó de la tentación y se concentró en su objetivo.

-No eres el primero ni serás el último. En tu posición estuvo Catherine, Ling, Mei, también Giordano y muchos otros antes que tú- Expresó con tranquilidad. Era más común heredar el puesto antes de tiempo que la abdicación del Descendiente. Él tampoco habría querido que su hijo estuviera inmiscuido en ello tan rápido pero había cumplido con su deber.

-No eres una carga, es un momento difícil, pero debes intentar encontrar la forma de ayudar. Como Descendiente tienes la oportunidad de aprender, investigar y desarrollar nuevas formas de magia, Khan- Inspiró profundamente, como podía hacer un fantasma mientras analizaba sus siguientes palabras -También es cierto que los dragones de Ouroboros no son los únicos que existen-

No respondió a lo del péndulo sino que le hizo señas para que avanzara y espero. Confiaba en Khan. Y su confianza se vio bien depositada cuando su hijo no sólo fue sincero sino que pese al deseo egoísta que había en su corazón puso a su deber como Descendiente primero.

Una luz blanca se desplegó del péndulo para rodear a Khan y hacerle consciente de que aquella “misión” había sido una ilusión en cuanto al viaje en sí. Sin embargo, su padre estaba a su lado en la misma sala con una sonrisa- Que nadie nunca te haga dudar que eres mi Descendiente. Estás en este puesto porque lo mereces. Quizás es el momento de inflexión para el linaje Tepes. No quiero hacer tu carga más pesada, pero eres un joven inteligente y creativo. Serás capaz de reestructurar nuestra rama hacia algo valedero e importante para las nuevas generaciones Khan, porque eso es lo que cada cambio de sangre trae al Consejo. Nuevas ideas. Es tu turno-



Cogió la mano de su hijo mostrándole el anillo con una sonrisa antes de atraerlo a sus brazos y abrazarlo. La figura pronto empezó a desvanecerse y, con ello, Khan despertó en el campamento de Ouroboros.

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El espíritu de Alana siguió a Nikolaos con la mirada pero el lobo estaba absolutamente quieto pensando, rumiando y quizás evaluando las palabras que pondrían en jaque mate su posición.

Las palabras que abandonaron la boca de Nikolaos hicieron que Alana sonriera brevemente ante la clara visión que tenía su descendiente sobre su trabajo -Así es- Dijo mientras la realidad de la misión y la ilusión era evidente.

-Nunca olvides que nuestros orígenes son híbridos y mucha gente intentará hacernos pensar que no debemos estar en el Consejo, pero es tu deber recordarles que sí. Protégelos, son nuestra manada- Mencionó justo cuando la luz en la mano de Nikolaos formaba un halo que más tarde se convertiría en anillo. Apenas tuvo tiempo de apreciarlo antes de despertar en el bosque rodeado de su pack.