Una energía de pura luz blanca atraviesa el pecho de Catherine, dejándola inconsciente en cuestión de segundos. Es una fuerza que no se puede detener.
Al abrir los ojos se encuentra en un lugar conocido, el campamento de Ouroboros en tierra. Hay cierto bullicio por todo lo de la evacuación del lugar, cierta tensión en el ambiente. Al avanzar entre las tiendas se encuentra a Leroy Merlín sentado en un tronco junto a un niño de unos seis años que debe resultarle familiar...
- Así se hace Zephyrito, vas a aprender todos los hechizos necesarios que no te enseñaban en ese hogar disfuncional, patético y repelente. Menos mal que te he hecho crecer de manera acelerada, ser bebé es taaaan inútil. - el niño mira confuso a Leroy, aunque está aparentemente tranquilo. Sólo hay un pequeño problema, pregunta por sus padres.
- Oh, te han abandonado. Haré que los olvides pronto. Viviremos aventuras por el mundo y descubrirás lo que significa aprender con el mago más grande de la Historia. -
Entrecerró un poco los ojos al percibir el brillo del sol. Lo primero que la puso en alerta fue la voz de Leroy.
“Zephyrito?”
El corazón empezó a latirle con fuerza mientras buscaba al mago con la mirada, encontrándolo poco después con un niño cerca. La imagen le causaba un rechazo tan profundo que podía sentir su magia pulsando por salir. Empezó a caminar hacia ellos para sacarle los ojos a Leroy cuando soltó aquello de que lo había hecho crecer de forma acelerada.
“¿Mi hijo? ¿le ha robado la infancia?”
¿Cómo se atrevía?
Oh, te han abandonado.
Esa fue la segunda razón por la que iba a asesinar a Leroy Merlín. La ira empezaba a llevarla por aquellos conocidos caminos sin retorno, de sus pies salieron sus zarcillos de oscuridad cruzando la distancia entre ellos para envolver a Leroy en un capullo estrecho dejando sólo sus ojos a la vista -Mentiroso- Una palabra llena de odio, de ira y de profundo rechazo -¿Cómo te atreves a robarle la infancia a mi hijo? ¿Cómo puedes decirle que le hemos abandonado? NUNCA abandonaríamos a ninguno de nuestros hijos-
“¿Dónde mierda estás Wthyr?”, fue un pensamiento que envió. Sabía bien lo mucho que disfrutarían los dos de liberar al mundo de la escoria.
Se acercó a Zephyr relajando el rostro mientras le miraba de arriba a abajo buscando alguna herida. Sus ojos rojos se fijaban en ella con algo que no sabía interpretar…y le resultaba tan impactante lo mucho que se parecía a Wthyr -Zephyr… cariño, soy mamá. ¿Te ha hecho daño? ¿Sientes dolor en algún sitio?- Preguntó temerosa de la respuesta. Si lo había hecho sufrir…quizás iba a dejar que su magia lo sostuviera mientras le arrancaba la vida a golpes.
“Zephyrito?”
El corazón empezó a latirle con fuerza mientras buscaba al mago con la mirada, encontrándolo poco después con un niño cerca. La imagen le causaba un rechazo tan profundo que podía sentir su magia pulsando por salir. Empezó a caminar hacia ellos para sacarle los ojos a Leroy cuando soltó aquello de que lo había hecho crecer de forma acelerada.
“¿Mi hijo? ¿le ha robado la infancia?”
¿Cómo se atrevía?
Oh, te han abandonado.
Esa fue la segunda razón por la que iba a asesinar a Leroy Merlín. La ira empezaba a llevarla por aquellos conocidos caminos sin retorno, de sus pies salieron sus zarcillos de oscuridad cruzando la distancia entre ellos para envolver a Leroy en un capullo estrecho dejando sólo sus ojos a la vista -Mentiroso- Una palabra llena de odio, de ira y de profundo rechazo -¿Cómo te atreves a robarle la infancia a mi hijo? ¿Cómo puedes decirle que le hemos abandonado? NUNCA abandonaríamos a ninguno de nuestros hijos-
“¿Dónde mierda estás Wthyr?”, fue un pensamiento que envió. Sabía bien lo mucho que disfrutarían los dos de liberar al mundo de la escoria.
Se acercó a Zephyr relajando el rostro mientras le miraba de arriba a abajo buscando alguna herida. Sus ojos rojos se fijaban en ella con algo que no sabía interpretar…y le resultaba tan impactante lo mucho que se parecía a Wthyr -Zephyr… cariño, soy mamá. ¿Te ha hecho daño? ¿Sientes dolor en algún sitio?- Preguntó temerosa de la respuesta. Si lo había hecho sufrir…quizás iba a dejar que su magia lo sostuviera mientras le arrancaba la vida a golpes.
Leroy le dedicó una mirada a Catherine que parecía decir "chusma", cortándole rápidamente cuando se puso modo madre sobreprotectora. Menuda falta de educación, pensó. - No le he robado la infancia, sólo lo he mejorado para que llegue a una edad interesante. Con seis años ya pueden aprender. Antes son extremadamente inútiles y aburridos. Además, recuerda que nuestros antepasados acordaron que YO entrenaría al primogénito Pendragon-Le Fay- la reacción de Catherine fue la esperada, responder de manera agresiva aunque no hubiese ningún indicio de haberle hecho daño a su hijo.
- Desquiciada, loca, dramática, histérica...eso eres. - murmuró mientras el capullo ese de oscuridad lo envolvía, aunque no sería por mucho tiempo. Podía librarse de eso. Mientras tanto, el niño se acercó a su madre algo temeroso y confuso, como si no entendiese lo que sucedía. Aparentemente estaba bien. Repitió la palabra mamá mientras se echaba a sus brazos, dejando entrever una marca rojiza con aspecto de runa en su muñeca.
- No quiero ir con él, vámonos a casa. - se quejó el niño mientras miraba al mago de reojo con desconfianza, sin querer separarse de su madre. Una luz cegadora proveniente de Leroy rompió el capullo de oscuridad que lo había encerrado brevemente, dejándolo libre para enfrentarse a Catherine.
- Cuidado con lo que haces. Si lo separas de mí y te opones a lo que está escrito...esa marca traerá consecuencias. Además, lo he hechizado para que os olvide poco a poco. Tienes dos opciones: despedirte de él y dejar que todo siga su curso, dejando que se convierta en quien debe ser o...alejarlo de aquí y ponerle en peligro. Ese niño está destinado a convertirse en un destructor si no me convierto en su mentor. Pondrás en peligro al mundo, y a él mismo. ¿Serás tan egoísta como para permitir todo eso?
- Desquiciada, loca, dramática, histérica...eso eres. - murmuró mientras el capullo ese de oscuridad lo envolvía, aunque no sería por mucho tiempo. Podía librarse de eso. Mientras tanto, el niño se acercó a su madre algo temeroso y confuso, como si no entendiese lo que sucedía. Aparentemente estaba bien. Repitió la palabra mamá mientras se echaba a sus brazos, dejando entrever una marca rojiza con aspecto de runa en su muñeca.
- No quiero ir con él, vámonos a casa. - se quejó el niño mientras miraba al mago de reojo con desconfianza, sin querer separarse de su madre. Una luz cegadora proveniente de Leroy rompió el capullo de oscuridad que lo había encerrado brevemente, dejándolo libre para enfrentarse a Catherine.
- Cuidado con lo que haces. Si lo separas de mí y te opones a lo que está escrito...esa marca traerá consecuencias. Además, lo he hechizado para que os olvide poco a poco. Tienes dos opciones: despedirte de él y dejar que todo siga su curso, dejando que se convierta en quien debe ser o...alejarlo de aquí y ponerle en peligro. Ese niño está destinado a convertirse en un destructor si no me convierto en su mentor. Pondrás en peligro al mundo, y a él mismo. ¿Serás tan egoísta como para permitir todo eso?
La forma en la que Leroy despersonalizaba a su hijo le molestaba. Es como si fuera un objeto, un arma. Levantó la cabeza -Me importa una mierda lo que nuestros antepasados decidieron, Leroy. Esta es mi familia y no tienen derecho a decir nada sobre ella. ¡Estoy HARTA de tener que pagar por antiguos pecados, de lidiar por cosas que NO hice! DEJADME EN PAZ. A MÍ Y A LOS MÍOS- Le gritó con un poco de desespero.
Los insultos…bueno, eso no le dolió. Sinceramente, su madre le había dicho cosas peores. Se giró hacia Zephyr envolviéndolo en sus brazos sintiendose una estúpida por haber dejado que cayera en manos de Leroy. No perdió visión de la marca y pensó que algo tenía que ver con la aceleración.
“Si lo mato ¿Qué? No podrá volver el tiempo atrás… ¿Qué le hará a Zephyr volver el tiempo atrás?”
Necesitaba el contrahechizo. Entrecerró los ojos cuando percibió la luz que le recorría y deshacía sus sombras. No por mucho, se reagruparon para formar a sus elementales que cubrieron sus flancos mientras mostraban los colmillos.
-¿Que hiciste qué?- ¿Cómo se le ocurría hacer aquello? ¿jugar con la mente de su niño? ¿Acaso sabía lo peligroso que era? Quería ... quería arrancarle la garganta con las uñas. Apretó más a Zephyr -No lo oigas. Eso es mentira, Zephyr- Le aclaró a su hijo cuando Leroy dijo que sería un destructor pero no podía dejar de oír las palabras de las Hadas cuando hablaron de la profecía de Zephyr que decía que uniría el cielo y la tierra con sangre y fuego.
Su mente trabajaba con rapidez y luego giró la vista hacia Leroy -Tengo otra opción- Se incorporó y le miró a los ojos con seriedad. Odiaba lo que iba a salir de su boca pero no podía jugar con el destino de él -Si lo que necesitas es ser mentor de Zephyr no tienes la obligación de apartarlo de nosotros. Te dejaré que lo entrenes, en consonancia con lo que su padre y yo le enseñaremos-
-Quitarás el hechizo que hace que se olvide de nosotros. Es una tontería. ¿Cómo sabes que no es nuestra ausencia lo que lo podría guiar al lado oscuro?- Volvió a estrechar a Zephyr contra ella para que sintiera su apoyo y seguridad mientras le tapaba los oídos -No lo envenerarás en nuestra contra y cuando cumpla la mayoría de edad, si lo desea, puede partir contigo para seguir aprendiendo. Pero que sea su decisión, no la tuya ni la nuestra-
Elevó el mentón con un deje de soberbia -¿Tú tampoco quieres poner en peligro al mundo, verdad? No me juegues la carta del egoísmo Leroy, cuando clavaste Excalibur en una piedra y era nuestra única protección para cruzar el velo. ¿Te importa realmente el mundo? No me vengas con mierdas morales-
Los insultos…bueno, eso no le dolió. Sinceramente, su madre le había dicho cosas peores. Se giró hacia Zephyr envolviéndolo en sus brazos sintiendose una estúpida por haber dejado que cayera en manos de Leroy. No perdió visión de la marca y pensó que algo tenía que ver con la aceleración.
“Si lo mato ¿Qué? No podrá volver el tiempo atrás… ¿Qué le hará a Zephyr volver el tiempo atrás?”
Necesitaba el contrahechizo. Entrecerró los ojos cuando percibió la luz que le recorría y deshacía sus sombras. No por mucho, se reagruparon para formar a sus elementales que cubrieron sus flancos mientras mostraban los colmillos.
-¿Que hiciste qué?- ¿Cómo se le ocurría hacer aquello? ¿jugar con la mente de su niño? ¿Acaso sabía lo peligroso que era? Quería ... quería arrancarle la garganta con las uñas. Apretó más a Zephyr -No lo oigas. Eso es mentira, Zephyr- Le aclaró a su hijo cuando Leroy dijo que sería un destructor pero no podía dejar de oír las palabras de las Hadas cuando hablaron de la profecía de Zephyr que decía que uniría el cielo y la tierra con sangre y fuego.
Su mente trabajaba con rapidez y luego giró la vista hacia Leroy -Tengo otra opción- Se incorporó y le miró a los ojos con seriedad. Odiaba lo que iba a salir de su boca pero no podía jugar con el destino de él -Si lo que necesitas es ser mentor de Zephyr no tienes la obligación de apartarlo de nosotros. Te dejaré que lo entrenes, en consonancia con lo que su padre y yo le enseñaremos-
-Quitarás el hechizo que hace que se olvide de nosotros. Es una tontería. ¿Cómo sabes que no es nuestra ausencia lo que lo podría guiar al lado oscuro?- Volvió a estrechar a Zephyr contra ella para que sintiera su apoyo y seguridad mientras le tapaba los oídos -No lo envenerarás en nuestra contra y cuando cumpla la mayoría de edad, si lo desea, puede partir contigo para seguir aprendiendo. Pero que sea su decisión, no la tuya ni la nuestra-
Elevó el mentón con un deje de soberbia -¿Tú tampoco quieres poner en peligro al mundo, verdad? No me juegues la carta del egoísmo Leroy, cuando clavaste Excalibur en una piedra y era nuestra única protección para cruzar el velo. ¿Te importa realmente el mundo? No me vengas con mierdas morales-
La expresión de Leroy era de puro deleite, disfrutaba de la desesperación y la irritación de Catherine. Quería sacarla de sus casillas, presionar sus puntos débiles para que se descontrolase y así obtener la victoria sobre ella. - Como lo oyes. Hice lo necesario para que deje de lado los sentimentalismos y lloriqueos, para que os olvide. No tiene nada de malo, es por su bien. - comenzó a avanzar hacia el niño, extendiendo su mano para que fuese con él. Estaba preparado para luchar si Catherine se ponía violenta, y lo demostró encendiendo la luz de su báculo. Lanzaría el primer ataque, sin duda. Al menos eso creía hasta que ella comenzó a hablar de negociar.
- Qué me dices...Catherine Le Fay proponiendo negociar sin amenazar constantemente como la soberbia que es. - se acarició la barba como si sopesase las opciones, con gesto pensativo. - Entonces...permitirás que tu hijo elija libremente, sea lo que sea, y me permitirás enseñarle tal y como debe ser. - le ignoró cuando dijo lo del egoísmo de Excalibur, no estaban ahí para hablar de eso.
- Por primera vez en mucho tiempo estás actuando de manera razonable...- el aspecto físico de Leroy fue mutando hasta llegar al de la primera Le Fay en el Consejo, Vanora Le Fay. - Has logrado controlar tus impulsos sobre lo que más te descontrola, has ofrecido a negociar por el bien mayor de todos. Aún te queda un largo camino que recorrer en el que debes evitar dejarte arrastrar por la oscuridad y la locura que habita en tu interior. Que la luz de Ávalon te guie siempre...- la luz vuelve a atravesarle el pecho, devolviéndole la consciencia mientras un anillo aparece en su dedo.
-Tiene TODO DE MALO- Estaba sacándole de sus casillas y al verlo encender su báculo, Catherine convocó su piel de sombras para proteger a Zephyr y a ella misma. Los lobos a su lado gruñeron a Leroy para mantenerlo a raya y Catherine pensó en lo bien que le sentaría que sus elementales le quitaran la mano.
-Sí, pero cuando sea mayor de edad. No ahora. No te voy a dejar elegir por él- Lo dijo lentamente y recalcando las palabras para que fuera consciente de que no sería rápido -¡Y tienes que eliminar ese hechizo y te prohíbo terminantemente que uses algún a…- Iba a hablar de acelerar la edad al darse cuenta del agujero legal que estaba dejando pero entonces Leroy empezó a mutar y Catherine se echó hacia atrás un par de pasos arrastrando a Zephyr consigo.
“Qué de…”
Estaba estupefacta pensando en que Vanora Le Fay estaba delante de ella hablándole de oscuridad y locura. Bueno, lo dudaba. Si no la dejaban en paz -¿De Ávalon? Pero si… - Después recordó algo. Espíritus, fundadores -Tienes que proteg…- No logró mencionar las almas de sus hermanos porque la luz la golpeó y volvió a su realidad.
-Sí, pero cuando sea mayor de edad. No ahora. No te voy a dejar elegir por él- Lo dijo lentamente y recalcando las palabras para que fuera consciente de que no sería rápido -¡Y tienes que eliminar ese hechizo y te prohíbo terminantemente que uses algún a…- Iba a hablar de acelerar la edad al darse cuenta del agujero legal que estaba dejando pero entonces Leroy empezó a mutar y Catherine se echó hacia atrás un par de pasos arrastrando a Zephyr consigo.
“Qué de…”
Estaba estupefacta pensando en que Vanora Le Fay estaba delante de ella hablándole de oscuridad y locura. Bueno, lo dudaba. Si no la dejaban en paz -¿De Ávalon? Pero si… - Después recordó algo. Espíritus, fundadores -Tienes que proteg…- No logró mencionar las almas de sus hermanos porque la luz la golpeó y volvió a su realidad.
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.