Torre ACNBH V 1.01

Recuerdo del primer mensaje :

Está torre creada por SAM es el sitio donde los sobrevivientes del éxodo de Londres han encontrado un hogar.
Cada persona cuenta con un espacio habitable, con aseo propio, y algunas comodidades básicas. Luego hay áreas para.compartir exquisitamente decoradas entre las que destacan la cafetería, gimnasio, áreas verdes, etc.

Más detalles en el futuro

Así que era de la Resistencia pero no conocía mucho a Johan...sería que no tenían mucha relación. Se encogió de hombros, buscando después explicación a lo de las cosas raras.  - Pues todos volviéndose putolocos en el bar. Yo he visto aurras de la magia de la gente, y Arleen empezó a chillar antes de que Johan nos lanzase sus rayos de la muerrte. No sé, igual llevaba drroga la bebida, perro no tiene sentido porrque yo no había bebido. - bufó poco después por lo que le dijo de ser agresivo, pero se quedó satisfecho porque dejó de indagarle en cosas que no quería contar. Era molesto. Después señaló con la cabeza hacia arriba, cuando su hermano recién despertado le preguntó por Arleen.  

- Está en la cama de arriba, desmayada. Black...le pegué parra que se estuviese quieto. Imagino que la otrra se lo llevó. - ni idea, pero no iba a volver para comprobarlo. Luego entornó los ojos como sospechando de los siguientes movimientos de Lya. Sal, un cráneo...cosas satánicas. Y le pedía un objeto.  - ¿¿Qué?? - cayó enseguida, y no le gustó.  - Ah, nonono, no pienso intentar parra nada lo de invocarr a Anyanka. Esa perra del mal nos trrajo muchos prroblemas. Me da igual si está muerrta o no, es el pasado. - bastante les había hecho sufrir ya. No quería saber nada de ella. ¿Por qué ese interés de Lya en ponerse a hacer invocaciones?

- Deberrías descansar, estás diciendo cosas extrrañas, Lya. Yaroslav se llevarrá a Arleen a su cuarto. Voy a picotearla para que despierte. - usó su transformación en lechuza blanca para subir al cuarto de arriba, comenzando a picotear el antebrazo de Arleen de manera insistente.

Las voces… estaba lejos. Muy lejos. Lo que estaba cerca era el dolor. Tenía mucho dolor de cabeza y no podía recordar con claridad lo que había sucedido. ¿Era resaca? No había bebido tanto…¿Cuanto tiempo había pasado?

Un incesante dolor y molestias en el antebrazo hizo que abriera los ojos y hasta la tenue luz ocasionó una puntada de dolor. Cuando se fijó en lo que era, parpadeó -Hola bonita…- Arleen era muy fan de los pájaros, pero ahora libres. Empezó a incorporarse lentamente porque la cabeza le pesaba demasiado. Lo bueno es que tenía … espera…

Brillaba. Tenía la mano amargada hacia él pero estuvo el movimiento y cerró los dedos. Entonces recorrió el lugar con la vista. No era su piso. No era su cama y… y aún había… ¿Que era eso? ¿Por qué ella emitía luz?

Puso los pies en el piso y fue caminando hacia la barandilla de vidrio. Apoyó las manos allí y miró hacia abajo distinguiendo a Lya y a Yaroslav. Se fijo en el último y puso un leve puchero -He perdido mi zapato -Dijo en tono triste.  Si, porque tenía uno nada más. Tras eso suspiró un poco llevándose una mano a la cabeza -Hay una... lechuza brillante aqui. Y... tú... Estás brillando…- Murmuró mientras se dirigía a las escaleras para descender, observando entonces a Lya - Y tú…no. ¿Sabéis que está pasando? ¿Dónde está Johan?- Lo había curado…creía.

Se acercó hasta sentarse al lado de Yaros, o más bien dejarse caer sobre una pierna con otro suspiro. Poco protocolo. Poco le importaba como se acomodaba su vestido   Le recorrió con la mirada, él… miro hacia Lya con confusión. Algo parecía unirlos -¿Qué estáis haciendo exactamente?- Preguntó muy lentamente al ver aquel cráneo.

Escuchó atenta lo que decía. Ella no se sentía puto loca, quizás un poco borracha pero ya. Así que veía auras mágicas. Que curioso. Ella quería eso. Se miró las manos concentrándose a ver si lograba ver algo pero… nada, manos y uñas normales como siempre.

Yaros le soltó que no era muy ortodoxo y lo miró un poco confundida. ¿A qué se refería? Ladeó la cabeza un poco más cuando el peliblanco pareció reaccionar a lo que estaba haciendo… -Sois más interesantes que yo- Mintió descaradamente y con una increíble soltura mientras alzaba ambos hombros.

“¿Por qué mierda se van a llevar a Arleen?”, arqueó una ceja al ver a Thoren irse -Déjala estar, está descansado. Ya la cuido yo- pero ellos a su puta bola. Negándose a lo de la prima de forma tajante. De acuerdo, pues no ayudaba. Para una vez que se ofrecía. Aquello la irritó… pero le duró poco al escuchar la pregunta de Yaroslav. Fácil -Mi madre- Su padre se había preocupado poco y nada. Cuando su madre hablaba, él soltaba dinero. Eso sí. Pero de ahí a interesarse en educarla mágicamente… bah, no. No era de su interés. Tenía otros para ella. -¿Qui…-

Iba a invitarle a conocerla cuando Arleen apareció y para su alegría el ángulo era perfecto. Su pierna se había movido entre las telas y quedaba en todo su esplendor. Aunque no pudo ver más allá. ¿Eso era un puchero? Joder… ¿Se daba cuenta de lo bonita que era? Quizás sí.

-¿Brillando?- Se inclinó para recoger la calavera mientras ella bajaba, confundiéndose porque decía que ella no brillaba. ¿Cómo que no? -¿Estás viendo auras mágicas?- Preguntó al recordar las palabras de Thoren. Iba a recoger la sal con un movimiento de la mano pero … no paso nada. Quizás también era porque Arleen se había sentado y el vestido se le había desacomodado un poco y… era una escena que invitaba. Se imagino cosas… como el aroma que había dejado en su cama. O ella en su cama.. y Lya navegando entre sus piernas hasta alcanzar … -¿Qué?- parpadeó lentamente -ah… nada. Iba a convocar a su prima. Nada importante - Le guiñó un ojo de forma pícara -¿Quieres algo de beber?

Thalos Draven escribió:- No tu no….cosas pequeñas…como un explosivo o… -una manzana, que se yo. Levitacion basica, segun me dijo Erika en su dia. - Joder, digievolucionando. Es que no tienes infancia, Carrie. - dije negando con la cabeza, asi es que era imposible gastar una broma. - Y no me he olvidado de mi pregunta de antes! - no, porque ese modo de llamarme gilipollas….si, definitivamente, lo conocía.

- Si, bonitos fuegos artificiales… pero lo que me has hecho antes no quemaba, eso fijo que si.

Miró su portal diciendo que no iba a ir y que lo habia hecho yo o no se que pollas.
- Como cojones crees que voy a llamarlos? Era Erika quien llamaba a ese tal Khaled cuando necesitaba a la desesperada un salvamiento de culo, yo no.

Me levanté del banco haciendo ruido de señor mayor cansado porque de pronto me dolia todo el cuerpo, acercandome a ella y al susodicho portal.

- es que no has sido tu? - pase de largo y meti la mano a través del portal, notando eso si…el cambio de temperatura. Alli mas frio. Noté algo extraño tambien, en la cabeza, al usar en parte el portal….lo cual desembocó en un mareo repentino y un apagón momentáneo del cuerpo. Cuestion de dos segundos, pero al espabilar estaba cayendo por el portal y mi instinto fue agarrarme a algo, que era el brazo en jarras de Carrie…probablemente arrastrándola conmigo….

Y….me colé con una piedra….romana….

-Oh...-Sí, sonaba a decepción. Lo de levitar sonaba guay dentro de mi poca apreciación por la magia en sí. Además, debía reconocer que lo de desaparecerse era bastante práctico. Fruncí el ceño. -EY!-Se lo acababa de explicar y me lo restregaba por la cara. Le enseñé el dedo corazón de muy malas maneras.-¡Yo tampoco he olvidado la mía!-Solté señalándome.

Gruñí frustrada por lo de los fuegos artificiales.-Lo sé!Estoy tratando de hacerlo de nuevo! Imbécil!-Terminé de decir pronunciando lo último muy marcadamente.-Y yo que sé!Yo no lo he hecho!-Señalé el portal a mi espalda y luego se puso en pie.-Que no!¿Por qué cojones lo haría?Además...no sé hacerlos!-Observé como metía la mano y luego pasé la vista a su rostro.

-Eh..¿Estás...-Parecía que se iba a desmayar o algo, le sujeté. Me sujetó. Tiró de mí y de pronto habíamos cruzado el portal ese de los cojones.

El sillazo de Thoren en la cabeza fue suficiente para desmayarlo y que cesasen así los ataques mentales descontrolados a otros. No supo nada más de lo que pasó después de eso, pero cuando abrió los ojos ya no estaba en el bar. Reconoció el lugar como la habitación que tenía en la torre de refugiados, así que alguien se habría encargado de llevarlo. Supuso que habría sido Victorya, pero en ese momento no se encontraba allí. Tal vez habría ido a por el niño, o se habría alejado al ver que no era seguro estar cerca.

Se incorporó lentamente, llevándose una mano a la cabeza dolorida mientras hacia una mueca. Sí que se acordaba de que el ruso no amigo le había pegado, pero no se vengaría porque creía entender por qué lo había hecho. Se le había descontrolado el poder, por algún motivo que no comprendía. Había sido como cuando escapó de la prisión y se encontró con Thalos. Todavía sentía todo el cuerpo tenso y ardiendo como si le quemara la acumulación de energía, necesitaba liberarla o darle salida de algún modo hasta que aquello pasase. Quería saber cómo estaba el resto, pero temía seguir dañándolos si enviaba algún mensaje mental.

Echó rápidamente mano al móvil en el bolsillo de su pantalón para enviar un mensaje a Yaroslav, a Arleen y a Victorya, preguntándoles si estaban bien después de lo del bar. Bajó de la cama para ir directo a ducharse, poniendo a tope el agua fría a ver si así se despejaba un poco. Se limpió la sangre de la cara, se lavó los dientes y se vistió con ropa limpia, saliendo de la habitación no sin antes hacer un pequeño boquete en la puerta al lanzar sin querer una esfera de energía mágica al ir a abrirla. Debajo de la rendija de la puerta se encontró una carta notificación de sanción de parte del androide que le había regañado en el bar. Al abrirla se cabreó por la estupidez de "multa", que hiciese servicios a la comunidad en el comedor y que prohibido salir de la torre en una semana. - Y una mierda. ¿Se creen que somos sus hámster para tenernos encerrados o qué? - echó a andar por el pasillo, pensando en dónde podía ir o qué podía hacer para no liarla más y para dejar de sentirse tan sobrecargado.

La llamada de cierta persona la puso sobre aviso mientras cuidaba de Ryder en la habitación de Greta y le trataba de entretener con sus pequeños dragones de juguete. Les había tomado cariño desde su primer día montando. Suspiró después. Si tenía que adivinar, de seguro iba a tener un gran dolor de cabeza, por todos lados. Y quizás una laguna mental grande, así que se tomó su tiempo para dejar a Ryder en siesta y luego salió de la habitación. A pesar de todo, y de haber pasado algunas horas sin dormir, las sombras aún la seguían aturdiendo, por lo que en vez de caminar, se deshizo en sombras y se desplazó por los pasillos hasta encontrar deambulando al susodicho. No se veía muy entero, si podía adivinar.

Danzó la sombra alrededor de las paredes y de él, hasta materializarse a su lado caminando, como si siempre hubiera estado ahí.- Ah, veo que tu cabeza sigue arriba de tu cuello.- Sonrió por su broma tan graciosa y le dirigió la mirada. Esta vez, habló con una voz menos dada a las bromas- ¿Cómo sigues?

Torció en una esquina de los pasillos en dirección a los ascensores, ya decidido a marcharse de allí porque no podía quedarse deambulando con el riesgo de no saber lo siguiente que se le iba a descontrolar. Nada más girar se topó con Victorya, lo que le hizo retroceder unos pocos pasos de espaldas. Negó con la cabeza, haciéndole un gesto con la palmo de la mano extendida hacia ella para que no se acercase.

- Quédate ahí mejor. Me estaba marchando. ¿Tú estás bien? ¿los demás? os he mandado un mensaje para saber...- intentó mantener a raya todo lo posible la acumulación de energía para no lanzar de nuevo esas ondas psíquicas dañinas, pero no sabía por cuánto tiempo seria capaz. Tocó de espaldas la puerta del ascensor, quedándose ahí en tensión.

- No sé lo que ha pasado antes en el bar, pero sé que todavía sigo siendo un peligro andante. Debo largarme hasta que se me pase. - frunció el ceño levemente confuso, mirando un momento de reojo hacia el botón para llamar al ascensor. El caso es que no tenía ni puta idea de dónde ir o de qué hacer, y también había una conversación que necesitaba mantener con ella. Podía dolerle bastante la cabeza, pero no había perdido la memoria y recordaba a qué había venido todo el jaleo del bar, y lo que había dicho el otro tipo sobre ella. - ¿Es cierto que quisiste besar al otro tío? ¿Por qué? - disparó a bocajarro, sin dar rodeos. No podía quedarse mucho y necesitaba saberlo, a pesar de que no tuviesen una relación corriente.

Se extrañó bastante de que se alejara de ella de aquella manera tan... repentina. Incluso terminó por fruncir el ceño mientras escuchaba las preguntas.- Sí, creo que todo mundo salió bien del bar.- Mencionó mientras daba un paso al frente lo más disimuladamente que pudo. Se veía demasiado... distante. Como si quisiera alejarse. Las sombras alrededor empezaron a cuchichear sobre sus propias dudas. No la dejaban en paz desde el día anterior y estaban empezando a cansarla. No se quedó muy tranquila hasta que comenzó a explicarle lo de su magia, o algo así. ¿Él también había vivido algo extraño la noche anterior? Ella no podía huir de lo que había ocurrido, pero parecía que él sí.- ¿Qué te está pasando? ¿Estás bien? Ayer... pasaron cosas extrañas. La gente se volvió loca en un instante.- Insistió para asegurarse que no fuera un tumor cerebral por todos los golpes que le habían dado. Dio un par de pasos atrás, dándole espacio porque de verdad se veía demasiado tenso.

No tardó mucho en pedir las explicaciones sobre Erick, y ahora la incómoda era ella. No veía la necesidad, así como tampoco había visto necesario que se pelearan, pero borrachos iban y era difícil dar por buenas sus acciones.- ¿Qué yo quise besarlo? Si yo fui quien lo aparté en primer lugar.- Mencionó un poco extrañada por la pregunta. Se hubiera imaginado que le preguntaría otra cosa. Podía leer en Johan cierta... ¿qué eran? ¿celos? ¿Por qué? No le sonaba, pero aún así se había hecho de golpes con Erick desde el primer instante.- Yo solo quería tomar algo. Ni siquiera tenía ganas de socializar mucho, por eso me senté lejos de la fiesta. Tampoco quería aguarte la noche, me dijeron que te divertiste bastante. ¿Habrías preferido no verme ahí... ?

- ¿Seguro? ¿los has visto después? - no es que no la creyera en eso de que los demás estaban bien, pero sólo los había visto salir del bar y no sabía nada de después. - ¿No te notas nada extraño? - no recordaba haberla escuchado chillar en el bar ni nada de eso, como si lo había hecho Arleen. Volvió a negar con la cabeza sin tener muy claro lo que le estaba sucediendo. - No lo sé...ya me pasó algo así una vez, cuando escapé de prisión. - una convergencia astral, eso había sabido después. Puede que fuese lo mismo, o puede que le estuviese pasando otra cosa distinta. O tal vez se le estaba yendo la pinza. Por eso le tranquilizó algo que dijese que había visto que le sucedía a más gente cosas similares.

Agradeció que retrocediese un par de pasos, cerrando los puños despacio al notar cómo chisporroteaba a su alrededor ese exceso de energía mágica que trataba de controlar. Necesitaba mantenerse así un poco más mientras intentaba aclarar las cosas con ella. - Ya, eso es lo que vi, que lo apartabas, y por eso fui hacia allá a quitártelo de encima. ¿Pero entonces por qué dijo lo otro? - estaba claro que era un imbécil, que tal vez sólo estaba intentando evitar una pelea echándole las culpas a ella. Por un breve instante se le pasó por la cabeza la idea de buscar en la mente de ella el recuerdo de aquel momento, pero lo descartó rápidamente. No sólo porque estaba mal hurgar sin permiso, sino porque tal y como estaba de desbordado podía hacerle verdadero daño si intentaba leerla. - Sólo quería saber que pasó. - Se pasó una mano por la cara, sintiéndose un poco capullo por hacerle pensar que no quería verla allí, por parecer un celoso. Ya había sentido esos celos en alguna ocasión, con Jo.

- Mira, da igual. No me des explicaciones, ni pienses que me molesta que fueses allí. Se supone que no somos una pareja como para debernos exclusividad. ¿Te habría molestado a ti verlo al contrario, que yo me besase con alguna? - en ese momento llegó el ascensor a la planta en la que estaban, pero esperó un poco sin llegar a entrar por saber la respuesta.

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Nivel de control: 9 de 20

El miembro 'Johan Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

- Yo solo esperro que no sea SAM investigando con nosotrros y sus satélites nuevos - porque..por qué no? mientras no hiciera daño...tenia vetado el investigar? AHA!

Le di la enhorabuena a Thoren con una fuerte palmada en la espalda por su modo de actuar aporreando a Blak para detener sus rayos de la muerte mentales y tambien por no dejar a Arlen sola. Se fue modo lechuza tras aseverar que no queriamos saber nada de Anyanka.

- Es cierrto. Es nuestrra familia, pero como si no lo fuerra. Mm, y el tuyo un padre negligente, porr lo que veo. Porr que tanto secrretismo y miedo a que se sepa de tu pasado? PErrcibo mucho miedo en ti. - dije poniendo voz de Yoda.

Fijo era una espia. En fin. Los habia a patadas.

Como yo estaba de espaldas al balcon interior no vi a Arleen pero Lya si, y al estar conectado a su mente pues pude ver los pensamientos que se le pasaban por la cabeza. Se habia enamorado de ella, o que? Otra competidora? No...no creia que a Arleen le gustasen las mujeres tambien. Pero nunca se sabía.

La miré entrecerrando la mirada. Puede que dijeran que los rusos eramos comunistas pero yo no compartía en cuestion de relaciones. Me giré para mirar a Arleen cuando terminaba de decir que habia perdido su zapato. La miré con cara de no comprender como...

- ...como...? donde? y la lechuza es Thoren, mi herrmano animago. Johan fue noqueado y está con la zorra del mal LeBlanc, estarrá bien. - Crucé los brazos ante su pregunta y como la otra empezó a tener pensamientos muy muy subidos de tono...pues.... me puse rojo como un tomate. Menuda escena!!. - BASTA! NO! NO QUIERRE BEBERR NADA! TU NO QUIERRES BEBERR NADA NI COMERR NADA! - le puse las manos a LYa en los ojos para que dejara de mirar. La lechuza blanca se posó en mi hombro. - Es tarrde, estamos borrachos, cansados, y hay que dorrmir, nos llevamos a Arlen a su habitacion y damos la noche por terrminada!! - me giré, le hice varios gestos MUY exagerados a la medimaga para que se levantara y saliera con nosotros de esa habitacion.

Una vez fuera del cuarto de Lya y ya por los pasillos rumbo a las habitaciones de cada cual, le confesaría a Arleen que por algun motivo habia estado viendo los pensamientos Lya y que se habia montado con ella una escena de una de sus novelas.

Había tardado en responder pero en cuanto lo hizo no dudé en ir corriendo. El caso es que en media hora estaba ya más que apañado.

Salí del apartamento aquel mucho más calmado. Me giré mirando a la mujer que me decía que lo estaba haciendo bien y asentí pasando una mano por mi pelo. Ella extendió el brazo que se vio a través de la puerta y frotó mi hombro mientras yo sonreía.-Gracias.-Murmuré antes de volver a asentir a algo que dijo.

-Nos vemos mañana.-Alcé una mano sin percatarme de nada ni nadie del lugar, despidiéndome de la doctora alzando mi mano que cerró la puerta tras agitar la mano a modo de despedida. Tras eso giré y por el pasillo y caminé hasta uno de los ascensores.

Entré y le di al botón que se quedó metido para dentro pero no me di ni cuenta. Mucho mejor. Para cuando me giré las puertas ya estaban cerrándose aunque vi al ruso loco y a Arleen antes de que lo hicieran del todo. Entorné los ojos alzando el mentón al cielo...o al techo del ascensor. -Lo estoy haciendo bien.-Murmuré para mi mientras que se ponía en marcha para ir a mi piso.

Cuando se despertó al día siguiente, en su "florida" habitación...Pues aparentemente SAM entendió que gardenias no, pero otras sí y su piso parecía un jardín. Nunca confesaría que...le encantaba. Retomando, cuando se despertó aún alucinaba con lo que le había contado Yaroslav ayer. Nunca en la vida se habría imaginado que despertaba semejantes cosas en las mujeres... pero, eso quería decir, que no estaba tan equivocada con lo que había percibido de ella en el bar. Le había coqueteado.

Mientras se arreglaba para ir al gimnasio, como recomendación para recuperar la masa muscular perdida después del coma, pensaba que... Era demasiado rara aquella mano. Aún le costaba procesar las sensaciones y no ayudaba aquello de percibir a la gente mágica.

Finalmente, salió, pidiendo indicaciones sobre el gimnasio.  Pasó por la puerta de la cual había salido Gelion ayer preguntándose quién vivía allí y porqué Gelion visitaba gente mágica en la noche. Pero una vocecilla le recordó que no tenía porqué importarle.

Procuró vestirse un poco más comedida, el exceso de ayer había pasado factura con Lya así que ahora llevaba unos pantalones deportivos ajustados hasta la rodilla y un top hasta el ombligo. Lo consideró suficiente.  Al encontrar el gimnasio se fue directo hacia las caminadoras. Debía empezar poco a poco y el cardio era su punto débil. Después de estar allí un rato, concentrada viendo las imágenes de naturaleza en los hologramas, cambió a las escaleras para desarrollar algo de resistencia en los músculos.

"¿Dónde quedaron mis zapatos? Pues en el bar", respondió con retraso a Yaroslav. Estaba tan concentrada en la mecánica de la tarea y en meter aire en los pulmones que su mente divagaba y encontraba nuevas ideas y respuestas a preguntas. Cogió una botella de agua y bajó de las escaleras tras acabar otros 10 minutos y se fue a la sala de pesas buscando la parte "femenina" supuso. No miró mucho alrededor porque le daba un poco de pena, pero también envidia, lo que hacían los demás.  Las pesas pequeñas que podían llamarse de rehabilitación. Tenía que recordar su rutina pero...

Ah...maravilloso. Robot. ¿Cómo no? SAM pensaba en todo.

-Eh...- Tocó un par de botones y una voz mecánica le dio la bienvenida por su nombre. Arleen frunció el ceño y buscó cómo bajar el volumen. Le daba una verguenza horrible tomar esa cantidad de peso frente a las personas que generalmente usaban ese tipo de instalaciones y parecían poder con el peso de ella misma con una sola mano - Shhh... A ver... Quiero que me ayudes a...debo rehabilitarme. Y...tengo que hacer peso, pero he olvidado rutinas. ¿Puedes indicarme una?-

Llevaba un rato entrenando y estaba siendo...frustrante. La primera máquina la había roto al hacer fuerza, debía tener algo aflojado o similar poque no fue normal que al tirar del peso aquello se moviese como si nada. Después me había pasado a otras máquinas y por más que añadía peso me parecía demasiado simple.

El caso es que al mirar al resto de los que entrenaban no parecían tener ningún problema. ¿Sería por los ajustes del brazo? Luego tenía que hacer una revisión así que lo comentaría. Total que acabé pasando de las máquinas y fui a por las pesas directamente.

Pillé la normal, la de siempre y... fruncí el ceño cuando la levanté. Bajé el peso fijándome en lo que ponía con cara de extrañeza. Sí, lo mismo de siempre. Dejé esa y fui a por la siguiente aunque al cogerla... volví a fruncir el ceño negando y me fui pasando de una en una hasta que conseguí algo que oponía algo de resistencia. "Lo mismo SAM ha confundido los kilos con cualquier cosa".

Me fui hasta una zona decente para empezar y de pronto escuché el nombre de Arleen. Miré sin querer y ahí estaba. Gruñí por lo bajo volviendo la vista al frente. Un espejo. Genial. Empecé a levantar las pesas tratando de concentrarme en eso.

Los vi salir del bar...- Mencionó de nuevo, porque en realidad no estaba con gran conocimiento del resto, pero al menos todos se habían ido cuando habían debido. Podría preguntarle a las sombras, pero mientras más pudiera ignorarlas, le parecía mejor. Sin embargo, se entretuvo en su siguiente pregunta un poco más de la cuenta.- ¿Extraño? - Sí, pero lo dejó seguir antes de comenzarle a hablar.- Las... las sombras me gritan. Es muy... perturbador.- Y la hacía sentir mareada a ratos, y paranoica, y también le daba una sensación pesimista, pero era mucho qué decir para una pregunta tan pequeña. Sin embargo, él no era la primera vez que se sentía "extraño" de esa manera. De verdad se veía extraño. Inseguro de tenerla cerca o algo así.- ¿Y qué se supone que "te pasó"?

También me dijo loca, creída y fea.- Recordó, porque le estaba dando demasiado crédito al tal Erick y muy poco a ella misma. Si iba a creer lo que quería, entonces quizás también creía esa parte.- Ya lo habían rechazado un par de chicas. Mi error fue que lo dejé avanzar en la conversación, creyó que le estaba dando entrada. Sabes que... me muevo un poco en la ambigüedad...- Explicó tranquilamente, tratando de explicar los errores cometidos mientras se concentraba en las manos que empuñaba Johan. Le parecía todo demasiado surreal, pero si se había peleado con Erick, bien podía darle un poco de contexto. Asintió suavemente cuando negó que le molestara su presencia. El ascensor se abrió. No tenía mucho tiempo para una gran respuesta, pero quizás ella no habría ido a golpear a la chica; quizás solo... se habría ido del lugar y se habría alejado de él, como ya había intentado antes. Terminó por sonreír de una manera amplia que quizás él nunca le había visto. Había cierto deleite en sus palabras.- Nunca lo sabremos, quizás habría sido yo la que te habría estampado la botella... Si de todos modos te vas a poner celoso, bien podrías hacerme la pregunta y darme tú un par de besos de vez en cuando.- Soltó un suspiro y rio por lo bajo por un momento.

- Suena siniestro. ¿Qué dicen?- Tampoco era la primera vez que ella le decía eso de que las sombras le gritaban, y seguro que también tenía que ver con alteraciones en los niveles de magia. - La convergencia que hubo. No podía controlar los poderes. - el único que vio aquello fue Thalos, y hasta tuvo que sufrirlo. Movió levemente sus manos abriendo y cerrando los puños en los que no dejaba de chisporrotear energía mágica alrededor. Al menos así entendería que no se estaba marchando por simple capricho.

Chistó por lo bajo con indignación al escuchar lo que le había dicho el pavo ese, típica reacción de tío dolido. No, no tenía culpa de que el otro se hubiese tomado confianzas, incluso aunque ella hubiese sido ambigua. Aún así la idea de que se fuese besando por ahí con otros no le agradaba, por muy "liberales" que fuesen ambos. - Habrías acabado antes dándole una patada en los cojones, por idiota.- alzó las cejas despacio y sorprendido, tanto por su sonrisa como por la respuesta.

- ¿Me habrías atacado a mí en vez de a la otra? tampoco veo ahí mucha presunción de inocencia.- gruñó un momento hasta que se dio cuenta de por dónde iba la cosa, y el caso es que lo comprendió perfectamente. Apenas la había tocado desde que habían huido de Londres, había estado distante y malhumorado. Ya era hora de cambiar eso, tal vez era lo que necesitaban ambos. En un impulso estiró el brazo para tirar de ella, atrapándola por la muñeca para meterla en el ascensor. Notó una especie de calambrazo que no supo si ella habría sentido también, tomándola por el rosto para besarla con fiereza mientras la llevaba contra la pared del ascensor. - Tú tampoco me has buscado...pero podemos tener más que un par de besos...- susurró al separarse mínimamente, buscando a tientas los botones para darle a alguno de los pisos de abajo. Las luces comenzaron a parpadear por la descarga al pulsar, y las puertas se cerraron al ponerse en marcha el ascensor.

Se quedó mirando el robot durante un rato mientras buscaba rutinas que le fueran familiares. La verdad es que no recordaba con exactitud ninguna así que eligió la segunda que me dio y repitió el vídeo un par de veces para estar segura de que lo iba a hacer perfecto.

“Quizás debería especificar lo del coma?”

Se mordió el labio pero luego negó con la cabeza. Dudaba que eso cambiara en algo la rutina. Tenía varias preguntas… y si el robot se ponía a hablar en alto le iba a dar mucha vergüenza quedar como estúpida delante de la gente que estaba allí.

Se posicionó frente al espejo e hizo la primera serie con tranquilidad. La verdad es que en las últimas repeticiones le costó un poco y se desanimó. Si bien no recordaba la rutina sabía que había alcanzado usar pesas de cuatro kilos. Suspiró y decidió mirar alrededor mientras contaba hasta 30, una pequeña pausa entre series.

Entonces… perdió la cuenta. Reconoció a Gelion pero eso no fue lo que le impactó en lo más mínimo, lo que le generó caos mental fue el aura brillante que recorría su delicioso cuerpo. Ladeó la cabeza como intentando comprender cómo él, de toda la gente que conocía, podía emitir esa aura mágica. Y mientras su cabeza intentaba comprenderlo su mirada se quedaba absolutamente ausente mirando fijamente sus brazos y músculos.

Tampoco es que fuese demasiado peso...no...no lo parecía. Me resultaba demasiado fácil y aquello hizo que desviase la mirada hacia el espejo. Apreté los labios mientras continuaba elevando las pesas con ambos brazos, observando distraídamente los ejercicios de Arleen.

Entorné los ojos. No, no me estaba fijando en los ejercicios precisamente. Mira a otro lado. Gruñí bajando la vista al suelo pero ... pero es que a pesar de que estuviese haciendo una mierda con esa ropa se le marcaba absolutamente tod... Gruñí de nuevo bajando las pesas al suelo. Recogí la botella de agua y le pegué un trago largo mientras me apartaba el pelo de la cara y miraba, de nuevo, disimuladamente por el espejo. ¿Qué estaba haciendo ahora? Se había quedado empanada.

Dejé la botella y miré hacia el suelo de nuevo. Puedo cambiar de pesa. Cambiaré por otra y será tan insoportable subirla que no me distraeré. Planté ambas manos en mis caderas ladeando la cabeza de un lado a otro, crujiendo un poco mi cuello. Asentí. Eso haría. Cogí las pesas como si tal cosa y las llevé a su lugar correspondiente para andar un poco más hacia una barra, y empecé a cargar pesos y más pesos. Total... si no podía subirla tampoco pasaba nada.

Fruncí el ceño cuando si que pude hacerlo, notando mayor resistencia que antes pero tampoco una locura. La solté de sopetón mirando mis brazos y mis manos extrañado, con la cara totalmente arrugada. Después me resobé la cara con la mano. Y alcé de nuevo la vista hacia el espejo, clavándola en ella. Sonó un pitido en mi reloj. Negué. "No...no..." Me puse en marcha pasando por su lado mientras apagaba el reloj, pillé la botella de agua y la toalla antes de cruzar el gimnasio para llegar hasta el ascensor.

En la conversación que había tenido con Yaros había quedado claro que algo estaba pasando a nivel mágico. Pero aún así le parecía absolutamente devastador que Gelion tuviese magia. Había algo… ¿O era verlo hacer ejercicio? ¿O las pesas? El calor le subió un poco y le persiguió con la mirada sin ningún tipo de vergüenza.

“Debería decirle?”. Una parte de ella decía que no, que en qué iba a afectarle? Pero si ella misma estaba sufriendo por la sensibilidad que tenía hacia la magia, Johan había perdido control, Yaros había desarrollado telepatía…Ninguno estaba bien.

“Quizás”, se dijo a sí misma mientras miraba por la puerta por la que había salido. Pero ¿Qué le iba a decir? ¿Cómo? Se supone que… No, espera. Esto era bueno para él. No tenía nada que ver con sus sentimientos ni su atracción. Era…

“Es Gio…all over again”, aquello hizo que se le achicara el corazón con fuerza pero tragó y parpadeó, volviendo a sí misma. Dejó las pesas en su sitio y desactivó la rutina en el robot antes de salir de la sala de pesas por el mismo camino que había tomado Gelion. No se había percatado del tiempo que había pasado en su cabeza, simplemente pensando y estudiando cómo decir las cosas pero cuando lo vio las puertas del ascensor estaban abriendose

-¡No, para! Espera- Dijo alzando la mano y entonces se paralizó en ese instante. Un largo y rápido rayo de su aura mágica salió disparada de su mano hacia el ascensor y el aparato dejó de abrirse. Arleen parpadeó varias veces para luego acercarse la mano a la cara con curiosidad pero también algo de…¿Era miedo?

“¿Esto…”

Empezó a caminar hacia Gelion pero no lo miraba a él, sino al ascensor. Entrecerró los ojos, con un gesto claro de que estaba estudiando algo. Una mirada aguda, muy propia de ella cuando hacía tormenta de ideas. Movió suavemente la mano y ordenó al ascensor cerrarse. Un nuevo vínculo de magia salió de su mano hacia el ascensor y el aparato se cerró. Arleen sonrió abiertamente y después se rió… Cerró la mano en un puño, absolutamente feliz. ¿Eso era la tecnopatía? Gio la tenía, Belle también. Se mordió el labio, incapaz de contener su alegría y entonces volvió la mirada a Gelion. Mantuvo el gesto mientras le recorría el rostro y…entonces parpadeó.

"Es Gio. Es Gio. Es Gio con cara de mala hostia. Es Gio sin café. Es Gio frustrado"

Apoyó el hombro en la pared, relajando el peso y la pose a propósito pero le quedaba fatal. Intentar ser casual le estaba dejando en ridículo -Ah. Sí… Gelion…Estás brillando- Dijo moviendo brevemente las manos alrededor de su cuerpo tratando de mantener la mirada en sus ojos. O en el centro de sus dos cejas mejor -No, espera. Me explico mejor. Estás emitiendo un aura mágica. ¿Te sientes bien? ¿Has notado cosas raras?- Inquirió y cambió el peso de una pierna a otra -Los magos y brujas estamos teniendo problemas…Lo que no sé es …cómo…tú emites la misma aura-

¿Qué le decían las sombras? La pregunta era simple y a la vez compleja, dependiendo de dónde se veía.- Me dicen... todo lo que no quiero escuchar.- Mencionó con una media sonrisa. Si les escuchaba terminaría deprimida. Era un gran ejercicio mental ignorarlas. Se debatió por un momento en si debería alguna vez dejarlo escuchar lo que le decían, pero... quizás no era la mejor idea. Asintió con cuidado a su explicación sobre la convergencia. En realidad no sabía muy bien lo que hablaba, pero eso de controlar los poderes lo entendía bien. Miró sus manos con cuidado y comenzó a pensar en sus adentros si ella estaba haciendo algo similar... El pasillo sí se veía más oscuro de lo que debía aquella mañana.

Tuvo que reír un poco ante lo de la patada a Erick. Era un buen final para una conversación extraña sobre un tipo que nunca habían visto en la vida. Con las botas que llevaba esa noche, seguro que habría dejado daños. Volvió a reír cuando se quejó por la botella en la cabeza y levantó los hombros. ¿Merecía el favor de presumir inocencia? - Sería muy hipócrita de mi parte atacarla a ella.- Pero en su defensa, ella no sabía que Johan estaba casado cuando lo besó. ¿O si? No recordaba...

Y hablando de besos...

Johan tuvo la idea perfecta en ese momento. Aunque a final de cuentas era un impulso. No había sido su intención. Quizás era la magia extra en el aire, pero solo esperaba un par de risillas y que el moreno se fuera sin ella. Pero en un segundo terminó contra la pared interior del elevador, luchando por coger un poco de aire. Apenas y tuvo espacio cuando el moreno soltó su reclamo, volviendo al beso enseguida. Tenía un pequeño trauma que ya casi caminaba desde la última vez que se dejaron llevar en público.- Nos vas a matar...- Susurró contra sus labios mientras el elevador bajaba. Aunque no era que se estuviera quejando. Comenzó buscar la piel del moreno con las manos, colándolas por debajo de la camisa y usándolas para atraerlo más contra ella.