Torre ACNBH V 1.01

Recuerdo del primer mensaje :

Está torre creada por SAM es el sitio donde los sobrevivientes del éxodo de Londres han encontrado un hogar.
Cada persona cuenta con un espacio habitable, con aseo propio, y algunas comodidades básicas. Luego hay áreas para.compartir exquisitamente decoradas entre las que destacan la cafetería, gimnasio, áreas verdes, etc.

Más detalles en el futuro

- Mucho. No me convencerás para ver ninguno nunca. - terminó de arreglarse por fin los botones, además de hacer lo que se podía con el pelo despeinado. - Ya he cantado, en el karaoke del bar para el cumpleaños de Arleen. Pero como llegaste tarde te lo perdiste. - y todo lo que pasó después, pero bueno, ya habían arreglado sus cuentas con eso antes. - Para la próxima. - No quedó muy convencido con la respuesta de mejor vivir en el presente que en el pasado, en parte porque le hacía pensar que no había quedado tan conforme las veces anteriores. Sí que había sido diferente esta vez, pero él tampoco sabía que podía hacer eso. Regruñó un poco por lo bajo, poco conforme. - Entonces...- dejó la frase a medias, añadiendo un "nada, nada" para terminarla.

Asintió a lo de pasar por la habitación para recogerlo, todavía un poco como si estuviese cavilando lo de antes. Ahora tenían que solucionar el asunto del té, aunque fuese sólo por ese "por si acaso". Estaba claro que ninguno de los dos quería más hijos en ese momento, menos en el momento en el que estaban. Ese pensamiento le devolvió ya por completo a esa realidad en la que no sabían si la gente que estaba de misión estaba logrando el objetivo o si iban a morir todos sin saberlo. Y él allí, como si no pasase nada. Era frustrante estar a ciegas y sin poder hacer nada para asegurar su supervivencia. Volvió a prestarle atención cuando repitió la pregunta del por si acaso, encogiéndose de hombros. Tampoco podían esperar a ver si había sucedido o no.

- ¿Las calles? ¿te vas a fiar de algo que te den por la calle? puede ser hasta venenoso sin saber lo que lleva. - la miró como si le pareciese una locura fiarse de esas cosas, negando con la cabeza. Pensó por un momento en los sanadores que había en la torre, que sabrían de pociones, pero lo descartó porque...eran Jo y Arleen y a ellas no se lo iba a pedir. - Sube a la farmacia de aquí, deben tener pastillas que hagan lo mismo. Yo recogeré al crío. Vamos. - entró de nuevo al edificio, esperando que ella le siguiera y no siguiese con ese plan de tomarse cualquier cosa de venta ambulante. Que tampoco habría mucha, eso era terreno androide.

No creía que pudiera encontrar una compañía teatral en lo que quedaba del mundo, así que probablemente estaban a salvo de los musicales. Quizás alguna película musical fuera un poco más fácil de encontrar. Mamma mía o algo similar, seguro la odiaría. Pero... no sabía qué hacía pensando en ver una película juntos como si fueran a salir a una cita. Qué cosas raras pensaba la gente después de follar en público.- Lástima. Debí llegar más temprano. Pero no me encanta hacer entradas. Soy más de llegar tarde y en silencio.- Afirmó, aunque le molestó un poco haberse perdido la canción.

Lo dejó digerir la pulla, pero no creyó que se la fuera a tomar tan mal, o tan a pecho, así que se acercó con cuidado y le dejó un beso en los labios.- Eres bastante bueno.- Le aseguró antes de separarse de él brevemente y dejarle un nuevo beso.

Al menos Johan se volvió sensato con el tema del té. Eso le quitaba un peso de encima, pero no así la solución que le mostró.- Sí, siempre me he fiado. La gente común me tiene en gran estima.- Afirmó, a sabiendas de que sus poderes los hacían más proclives a hacer cosas lindas por ella. Eso y que las sombras eran un poco tontas y se regocijaban en voz alta cuando algo malo iba a ocurrirle. El tema de la farmacia... joer.- ¿La farmacia? Son androides... - Aunque en una torre llena de humanos y androides muy capaces, quizás era normal que hubieran "pensado" por adelantado y se hubieran hecho de algunas cosas. Se dejó guiar adentro, volviendo a picarle al elevador para que abriera una vez llegaron. Aquella excursión había sido bastante infructífera.- Bien. A ver qué consigo.- Suspiró, subiendo al elevador una vez llegó. Menos mal que no era el mismo. No tardaron en subir a la enfermería. Se quedó en el piso 3 y caminó a paso rápido sin esperar a Johan. A pesar de todo, la del apuro era ella. Llegó con la recepcionista, pidió lo que tenía que pedir y después aguardó un rato en lo que traían el encargo. Sentía una sensación extraña en el estómago, quizás nervios de que no funcionara. O quizás otra cosa, no lo sabía. Por fin, tomó la poción y salió de ahí. Para ser androides, tenían bastante qué hacer. Mejor irse a su cuarto a descansar, no fuera a ser que la poción no sirviera... o algo.

Dado té de luna. O similar.

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'Dado (10)' :

Quedó algo más conforme con los dos besos y su comentario, dejando de darle vueltas al tema por el momento, aunque ahora le surgían ciertas dudas sobre ella que tal vez fuese mejor no preguntar. A veces las conversaciones incómodas podían ser necesarias. La miró algo extrañado por eso de que la gente "común" la tenía en gran estima, pues tampoco le parecía que fuese especialmente sociable con los demás para tener ese efecto. Si no eran amistades tampoco podía ser muy recíproca la cosa. Otra duda más sobre preguntas que quería hacerle, pero tenía algo de prisa al parecer.

- No sé quién habrá atendiendo en la farmacia, no he tenido que pasar, pero supongo que no sólo habrá androides. Tal vez tengan ahí ayudando a alguien de la base militar. No creo que te pongan pegas. - regresó con ella de vuelta a los ascensores, aunque esta vez fue sólo eso, subir a la planta que querían. - Luego me cuentas si tenían lo que buscabas. - se despidió de ella para seguir subiendo hasta la planta en la que estaba su dormitorio, aprovechando para darse una ducha, cambiarse y enviar unos cuantos mensajes con el móvil a diferentes personas. Luego se fue a recoger a Nyara, que en ese momento estaba con Justin, marchándose después a por el pequeño para llevárselos al parque a jugar hasta que se cansasen.

Reiv se apareció cerca de la entrada de la torre de refugiados, con un pañuelo tapándole la cara hasta la altura de la nariz para no ser reconocido por las posibles cámaras de seguridad. No tenía claro que fueran a buscarle un lío por eso, ni si allí había algún tipo de autoridad en contra de lo que estaba haciendo porque ni siquiera lo había matado, pero por si acaso. Tiró al pelirrojo que había herido al suelo, dándole una patada para que rodase más cerca de la puerta. Ya había hecho su servicio, y ahora estaba desangrándose a marchas forzadas. O aparecía alguien rápido por allí o...bueno, la palmaría. Ya no era asunto suyo.

Por un momento pensó que pasaría si lo descubría Johan, si se enteraba de todo lo de su padre y lo que diría por no haberle contado nada. Seguro que se lo reprocharía, se le daba demasiado bien eso de andar reprochando todo. Seguro que Juliet acababa buscándolo en algún momento para decirle lo que había visto, pero podía esquivarlos a los dos. No se demoró más en el lugar, desapareciéndose de allí de nuevo. A los pocos segundos aparecieron en la puerta un par de guardias androides, que se llevaron de urgencia a la enfermería al hombre herido.


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Lo ve alguien dejar el fardo?
Éxito: no
Fallo: sí

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'Probabilidad' :

Arleen:

Crucé mis brazos mirando a la puerta del ascensor.-No he dicho que mintieras.-Repliqué mientras ella se explicaba en un tono bastante neutro. Solamentelas movidas de sus auras mágicas y todas sus mierdas aún me resultaban curiosas, confusas y sobre todo desconocidas en gran parte.

Desvié la mirada cuando pareció pensar algo pero bajé la mirada por unos segundos para evitar un automático "Qué? " de mi parte. Y volvió a desvariar, bastante, como si estuviese hablando con ella misma pero después volvió a hablar conmigo. Asentí. -Entiendo.- Dije sin más. No era necesario entablar una conversación más allá y tampoco me apetecía.

Por fin empezó a arreglar lo que sea que hubiera hecho con el ascensor y...alcé las cejas cuando me miró de ese modo. Parecía contenta. Contenta...vaya. No respondí más y entré al ascensor pulsando el piso que correspondía. Miré el reloj de nuevo. Tendría que ser rápido. Lavarme deprisa y corriendo para ir a la consulta. Por fin empezó a bajar. Sí, parecía contenta. Y estaba hablando como si tal cosa y yo respondiendo prácticamente monosílabos. -¿Os afecta también a vosotros entonces? -Casi, casiiii entorné los ojos por iniciar de nuevo la conversación.

El ascensor paró en el siguiente piso y cuando se abrieron las puertas un montón de gente se subió, así que me moví un poco más hacia el fondo. Se quejaban de que por lo visto había algún ascensor roto. Me apoyé en la pared mientras se cerraban las puertas y seguía bajando. Gruñí molesto cuando se paró en el siguiente piso y de nuevo otro montón de gente se subió de nuevo apretujándonos un poco más acabando yo en una esquina. Incliné un poco la cabeza para ver el panel al otro lado. Encima estaban pulsando varios pisos antes del mío.

Arleen noto que… nada. Seco como siempre. Contuvo un suspiro. Con Gio era más fácil, tenían de que hablar y lo hacían con facilidad. La morena desvió la mirada y se concentró en sus poderes, recordó con algo de pesar que había dejado el móvil en el piso así que no podía escribirle a Belle.

-Hmm? Ah, si… Johan ayer nos atacó mentalmente con tanta fuerza que me desmayé- Se giró hacia el espejo del ascensor, al fondo, y se revisó el rostro. Del lado derecho había tenido una pequeña herida de la caída, pero se la había curado en la mañana. De todas formas lo revisó, por si acaso. Habría podido usar maquillaje, como una humana, pero de algo tenía que servir que era sanadora. Aquello la hizo sonreír con tristeza. Qué cosas que no pudiera sanarse por dentro.

El ascensor paró y Arleen se giró hacia el frente mientras las personas entraban. Había de todo y Arleen iba mirando a una persona y luego a otra. Gente con auras más fuertes que otras o sin nada. Se removió incómoda cuando tuvo que echarse hacia atrás. No solo por el tema físico y… la sensación de agobio que empezaba a formarse en su estómago si no por la sobre estimulación mágica.

Tragó en seco y miró el tablero de botones con algo de preocupación. ¿Podía… hacer otra cosa? Quizás ir por las escaleras. En la próxima parada iba a bajar.

Y lo intentó. Sin ningún éxito. Habían entrado con tanta rapidez que Arleen no pudo bajar y por el contrario acabó en la parte trasera cerca de Gelion, con una persona entre ellos.

Qué calor. Fue a subir los brazos para recogerse mejor en pelo pero golpeó al hombre con el codo -Perdón- Se forzó a decir y a sonreír pero recibió solo un gruñido. La morena bajó la mirada y se arrimó hacia el otro lado pero acabó golpeando a una chica que le dio la espalda inmediatamente.

“No puedo respirar”, miró hacia el techo esperando que los ventiladores entendieran su indirecta y aumentarán el aire pero no. Se llevó las manos a la cara y se la tapó un instante -¿Estás bien?- La voz de otro chico le llamó la atención y abrió los dedos para mirarlo a través de ellos -No… no puedo respirar bien- Arleen le recorrió con la mirada mientras bajaba la mano. No percibía ni un ápice de magia en él y eso le confundió -Tu… - Cuando le cogió del hombro hablando algo de su ritmo cardiaco se dio cuenta de porque no percibía nada de él. Sin embargo, empezó a abrir paso usándola un poco para abrir camino y Arleen soltó un quejido -Para, para… Bajo en esta. Perdón, permiso- Sintió que se le humedecían los ojos porque aquellas palabras y… la gente, la cantidad de gente apretujándola y empujándola trajo malos recuerdos muy malos.

Cuando la puerta se abrió sus sentidos estaban en punto crítico y acabó creando un escudo alrededor de ella para poder salir de allí, empujando ella a la gente para apartarle. Cuando estuvo en el pasillo no tenía ni idea de a donde ir… así que simplemente empezó a caminar por el pasillo buscando silencio y soledad.

Fue una amena caminata junto a Juliet qué fue así le había dicho ella que se llamaba, salvo por una cosa... El medio muerto de su hermano, que miraba cada minuto de reojo y se mordía el labio para no reírse... Una catástrofe había pasado, pero por alguna razón, no faltaba el humor. Aún tenía muchas cosas que decir y muchas cosas que preguntar. Por supuesto si es que el era capaz de pasar una media hora sentado tomando atención. Analizó eso y asintió con la cabeza porque ella sabía que era muy capaz de retener cosas.

Termino por decirle el nombre de ella y de su hermano y también termino por pedirle que necesitaba llagar a la torre, en la cual, lo primero que haría sería llevar a Tarver a la enfermería para que terminarán de remendarlo, no quería un hermano medio muerto o con alguna falta.

-Gracias por ayudarnos. - Murmuró en el momento en el que estaban llagando a la entrada de la torre. Disminuyó un poco los pasos hasta parar, girandose luego hacia Juliet. Nunca le había preguntado si era un a refugiada qué se hospedaba en la torre, solo lo supuso. - Espero que no te hayamos desviando mucho de tu camino. - Ni siquiera se había preocupado de preguntarle si todo eso le suponía alguna dificultad, vaya con ella.

Esperó un total de 3 minutos a que Juliet le contestase al mensaje, pero como no lo hizo se impacientó y decidió ir a la torre. Total, ¿qué podía salir mal? que fuese con las manos, la cara y la ropa manchadas de sangre no significaba nada. Además, así comprobaba hasta qué punto se metían allí con lo que hiciese cada uno. Se apareció en la entrada de la torre, empezando a percibir demasiadas presencias su alrededor, como un murmullo constante que le daba dolor de cabeza y le ponía nervioso. Nada más pasar se topó allí con los que había apalizado en la calle, y también con Juliet acompañándolos. ¿Les estaría contando cosas? claro, por eso no contestaba. - Vaya amistades te echas. Te escribo mensajes y nada, ni caso. - reprochó a Juliet mientras pasaba por su lado como si nada, como si media hora antes no hubiesen estado dándose de hostias en la calle.

- Ay pobre...¿qué le ha pasado? - preguntó con una sonrisa cínica a la rubia, refiriéndose al herido al que estaba ayudando a caminar. - Llévalo a la enfermería, que vas muy lenta. - y tanto, le había dado tiempo a él a apuñalar, desangrar, y volver a dejar al tipo en la puerta, y encima a volver. Iba bastante espídico, le estaba cundiendo la mañana. O tarde. A saber qué hora era ya. Se le había olvidado dormir probablemente. - Mmm...nos veremos allí. Sí. - se le acababa de ocurrir una idea, una que le ahorraría trabajo. Siguió su camino sin más, dirigiéndose hacia las escaleras porque la gente de los ascensores le daba asco.

Allí se encontró con la Royden de camino a la escalera, pero era otra que iba lenta. ¿Qué le pasaba a todo el mundo que parecían tortugas? - Más despacio que una octogenaria. Y tu aura...está medio turbia. ¡Muévete! - le gritó sin motivo alguno, adelantándola para irse a subir por las escaleras corriendo, en dirección a la zona de enfermería.




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efecto 4, aumento sensibilidad mágica

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'Dado (10)' :

No se había esforzado tanto por hablar con una chica en mucho tiempo, y sobre todo por hacerle preguntas para evitar ciertos temas de conversación. O que divagara en lo que había pasado, pero estaba segura de que no podría evitar que hablara. No a menos que la silenciara; y los métodos de Reiv para silenciarla no le... encantaban. Quizás ahora que les había hecho un pequeño favor podrían devolverlo con otro y no deir nada. Pero temía que pudiera no funcionar; que ella no aceptara guardar un secreto como ese, y menos el desmayado.

Había visto el mensaje de Reiv, pero... ¿Qué rayos quería decir? Estaba muy confundida por lo de la tierra. Además, la había dejado en visto un rato, así que se la devolvió en lo que caminaban y trataba de dar sentiro a sus palabras. Al llegar a la torre vio a la chica detenerse y lo hizo también para escucharla hablar.- Amm, solo un poco, no es gran cosa.- En realidad no le gustaban los edificios. Sentía que no podía escapar.- Oye, ¿crees que podría pedirte algo? - Estaba a punto de solicitarle que no dijera nada de lo que había ocurrido cuando el aroma familiar volvió. Sus palabras fueron afiladas de nuevo, pero es que qué se creía. Se quedó un segundo con la boca abierta; estaba anonadada.- Estaba buscándote la tierra.- Dijo. Supuso que la afrenta antes había sido por el calor de la pelea, pero seguía. Y también tenía algo que le gustaba, tenía un toque cómico, pero era tarea para su psiquiatra.

Miró a Yvonne, y luego a Reiv entrando a la torre. Demonios, ¿qué le pasaba? Estaba demasiado extraño. Volvió a ver a Yvonne. Era humana, pero ya había visto muchas cosas del mundo. Tenía que apresurarse.- Debo averiguar qué sucedió. Él ya ha sido poseído antes por demonios...- Le susurró a Yvonne; quizás con esa pieza de información estaría menos abierta a gritarle asesino en medio del lobby, o como quisiera reaccionar. No sabía si era eso, pero la única vez que le había hablado tan raro había sido en las montañas de Ouroboros durante el torneo. Eso y que iba muy acelerado.- Vamos.- Se echó a Tarver en el hombro y corrió por el lobby tomando la mano de Yvonne, aprovechando la distracción de Reiv para tratar de pasar desapercibida por los que paseaban por allí y acercar a Yvonne a los elevadores. No le gustaban esos lugares; sentía que era tan pequeño que se acabaría el aire en cualquier momento. Mientras veía a Reiv subir por las escaleras, sintió la ansiedad de no saber qué haría. Entró al elevador y tomó a Yvonne para que entrara. Presionó para que se cerraran las puertas rápido y le dio al piso que era de la enfermería. Le había tocado trabajar ahí un tiempo, pero rápidamente dejó de entusiasmarle; quizás simplemente no era su vocación. Ahora que estaban más o menos solas, se perrmitió hablar.- P-Por favor no digas nada. Por favor. Algo le ocurre. No es normal...- Salió del elevador con prisa, dejando a Traver en la primer silla que encontró en la sala de espera. Ya no estaba tan grave, así que podían dejarlo un momento mientras buscaba al moreno por el piso.

-Ahhh, entonces los siento. – Porque lo que le había dicho Juliet, le parecía como que si se había desviado del camino por su culpa y ese comentario hizo que se acercara más a su hermano y acomodarlo de cierta forma que le facilitara el poder acarrearlo, aunque gracias a la magia que implementara la mujer con la que hablaba. – Claro que puedes hacerlo. - Entonces se quedó más pasmada de lo que siempre se quedaba al ver al tipo que los atacara hace un momento aparecer como si nada, con la ropa con sangre. Se demoró en eso. ¿De quién sería esa sangre? Le dio un pequeño escalofrió al pensarlo y luego comenzó a hablarle cosas que a ella le parecían tonterías irrisorias escuchando de voz de Juliet algo de tierra o tierras. No estaba segura. Cerro los labios y lo miro con un gesto molesto.

–Atrapen a ese sujeto. - Sintió que se deslizaba una parte del peso de su hermano, haciendo que literalmente chillara la última parte de la oración, eso y que Juliet la había agarrado de la mano cuando comenzó a correr entre jadeos. Con toda la escena que se le presento, no supo si los presentes en el lobby le habrían hecho caso o habrían entendido sus palabras. Solo escucho alguno que otros murmullos y pasos como de movimientos rápidos.

No entendía nada de lo que estaba pasando y solo cuando entraron en el ascensor pudo tomar un respiro, preguntándole a Juliet con la vista sobre lo que estaba pasando. Claro que no era normal. ¿Era un loco asesino y la chica delante de ella quería que no dijera nada? Cuando dejara a su hermano en una de las primeras sillas que se encontraron en esa planta, se acercó hacia él y le tomo de las manos agachándose ligeramente para verle a los ojos y por lo que veía, ya se había recuperado en parte, más que nada por todo el ajetreo y ahora observaba a la chica pelirroja por el rabillo del ojo. ¿Tarver escucho todo lo que habían platicado, o solo para ese momento ya era que estaba despierto? A ella le daba la sensación de que estuvo más tiempo consiente que inconsciente. Hizo el ademan de levantarse para seguir a la otra, pero ella solo lo empujo para volver a que se sentara. –Si está mal, entonces debemos pedir ayuda. - Murmuro acompañándola un trecho.

Fruncí el ceño al escuchar lo del ataque. Vale, eran mierdas de magos peligrosas entonces. Debería hablar con Thalos y con SAM de aquello. Tal vez con Black que era el "representante mágico" de todo aquello.-Hmmm...-

Estaba a lo mío cagándome en todo por la gente que me hacía perder el tiempo y ahora también dándole vueltas a si deberíamos poner algún tipo de restricción mágica temporal o algo. SAM sabía hacer eso ¿no? -¿Y qué crees... -Pero Arleen estaba...colapsada, parecía.-Eh...-Traté de llamar su atención pero estaba...torpe, bloqueada, haciendo.. Y de repente salió.

Me separé de la pared en un gesto instintivo pero lo controlé y me quedé en el ascensor, volviendo a apoyar la espalda. No...no lo hagas. Negué en silencio mientras el ascensor continuaba su camino. Miré al techo apretando los labios. Si le estaba pasando a más gente¿también a ella? no, antes parecía feliz. Apreté más los labios en una mueca. ¿Estaba buscando excusas para seguirla?No...no era eso, simplemente me preocupaba por la seguridad de.. de... Me separé de la pared cuando las puertas ya estaban abiertas en el siguiente piso. De todo el puto mundo.-Perdón es la...-Intenté apartar a un tipo y le mandé de lleno contra un montón de gente.-Mierda.Emm.. -Alcé las manos mientras pedía paso sin tocar a nadie.-Perdón. Mierdas mágicas que afectan a todo el mundo ya sabéis y si no lo sabéis preguntad a los magos del ascensor.-Dije mientras salía de aquel cacharro.

El piso estaba vacío. ¿Por dónde?... las escaleras. Tal vez, o tal vez era su piso y ya y ahora parecería más psicópata de lo que ya creía que era. Empecé a bajar las escaleras y me crucé con un tipo que iba a toda prisa y.. paré mis pasos girando a mi espalda.-EH TÚ!-¿Era el hermano de Black?-BLACK, ¿Qué es toda esa sangre?-Alcé la voz.

- Vaya una perra del mal. - farfulló al escuchar a lo lejos la voz de Yvonne chillando que lo atraparan, pero no iban a poder pillarle ni tampoco iba a permitirlo. Corrió escaleras arriba como alma que lleva el diablo, con el corazón acelerado y la cabeza disparada con mil pensamientos dispersos y desordenados. Si se paraba a pensar o se detenía sería peor, y para eso necesitaba seguir tomando lo que fuera para no dormirse. No le gustaba lo que sucedía en sueños. Tenía que cumplir el objetivo de conseguir la sangre, salvar al menos a su padre. No podía ser tan inútil como con todos los que había perdido antes.

"Yo me encargo, nada de Johan haciendo todo, nada de sus reproches"

En medio de su carrera frenética por poco se choca con un tipo en mitad del pasillo, reconociéndole al momento en cuanto le pego el grito. Uno de los Draven, pero ese al menos no le había disparado o pegado antes. Se quedó un poco pillado porque por un momento se había olvidado de que iba lleno de sangre como si viniese de la matanza del gorrino, pero se giró brevemente porque ese era de los que supuestamente mandaban y mejor responderle algo antes de que se la liase más. Se miró a sí mismo como si no se hubiese dado cuenta, encogiéndose de hombros mientras soltaba lo primero que se le pasaba por la cabeza.

- El ritual, es el ritual. ¿No te lo han contado? La purificación de la sangre por...las auras. Deberías limpiar la tuya, y la de la señora mayor de abajo, aunque esa es turbia. Ahora voy a donarla, la escurro y...para la enfermería. Donaciones. Yo no soy el Black malo, y tú tampoco eres el Draven malo. Vamos a respetarnos, eh, que no quiero más violencia. Adióss. - se dio media vuelta para seguir por las escaleras después de darle una palmadita en la espalda y pringarse.

Dos androides de seguridad de la recepción giraron mecánicamente sus cabezas en dirección a Yvonne cuando gritó aquello de atrapar a X sujeto, pero desconociendo el contexto no actuaron de inmediato. Requerían más información. Uno de los androides se dirigió a paso normal tras la persona que corría, pero sin intención de detener por el momento hasta que se coordinase con el otro androide que fue en busca de Juliet, Yvonne y el hombre que llevaban colgando entre ambas. Eso eran indicios para sospechar de ellas, según cualquier manual de criminología. Usó otro de los ascensores para seguirlas tras ver al botón al que le daban, apareciendo en la misma planta que ellas, la de la enfermería. Allí se aproximó a ambas, escaneándolas con sus ojos para buscar su información en la base de datos. El tercer sujeto no lo tenía registrado por el momento.

- Juliet Bennett e Yvonne Euclides. Habéis dado una orden de detención que debe ser fundamentada. Justifique su respuesta. ¿Por qué cree que debe efectuarse una detención y por qué motivos se considera que ha sucedido un hecho que se opone al código de convivencia? Su información nos será muy útil para seguir mejorando, gracias.

Le hizo un gesto a Yvonne para que no se preocupara. Le gustaba caminar, así que lo de menos era volver a casa. No tuvo ocasión de pedirle a Yvonne que fuera discreta sobre lo que había pasado cuando Reiv apareció. Y claro, después de un traumático evento, fue ella quien alertó para que atraparan al moreno. Le explicó en el elevador, pero ella no dijo nada. No le importaba, seguramente, lo que pasara con Reiv, y con justa razón. Pero ella sí estaba comenzando a angustiarse.

Una vez en la sala de la enfermería, caminó un poco en dirección a las escaleras, cerró los ojos por un instante, tratando de encontrar la esencia de Reiv entre tanto. Pero una de las cosas que no le gustaba de ese lugar era el olor, así que le molestó de sobre manera tener que absorberlo. De todos modos, parecía que Reiv no estaba por ahí. Estaba a punto de irse a la escalera para correr hacia abajo cuando escuchó Yvonne. Se volvió a ella y la miró. ¿Para qué era la ayuda? ¿Para ayudarlo a él o al resto de la ciudad? No sabía qué había en su cabeza, pero asintió a ella y se acercó.- Sí, solo... se ve alterado, puedo llamar a su familia pero quiero... No te hará daño, yo me encargo de eso. No quiero pedirte que mientas por él, pero si pudieras darme algo de tiempo; no se ve bien.- Aseguró. No quería pedir ayuda aún, pero quizás Johan podría hacer algo por él también. Regañarlo, y ponerlo más arisco. Ugh, no.

Escuchó entonces su nombre en una voz robótica familiar. Soltó un gemido, porque hubiera querido que no se involucraran, pero ya estaban ahí. Ahora que se daba un momento, ella también traía sangre, en el hombro que había usado para cargar a Tarver. Era una situación compleja. No quería que los echaran, y tampoco tenía muchas ganas de mentir.- Lo vimos afuera, creí que estaba herido, o... desorientado. Trajimos al chico por atención médica. No sé bien qué pasó.- Señaló a Tarver, que él sí tenía una gran cantidad de sangre encima, y que parecía un poco ido aún. A ver, no había mentido en nada, no exactamente, pero ojalá cambiara su atención de Reiv al rubio.

¿Se veía alterado? Ladeo la cabeza ante la explicación que le estaba dando Juliet y tampoco entendía porque lo estaba defendiendo tanto, obviamente no estuvo allí cuando paso todo el altercado… Los había atacado cuando solo estaban conversando. Algo hizo click en la mente, todo ese tiempo no entendía, pero entonces ellos se conocían, un conocimiento que no había captado hasta el momento y debía haber habido mucho cariño… Miro de reojo a su hermano con los brazos cruzados y volvió la atención a la chica. - ¿No me hará daño? Pero si lo hizo. Secuestro a un civil del que no se sabe dónde está. - Ni ella lo sabía, podría ser un caso perdido ya.

Soltó un suspiro y se rindió… Estaba insegura en esos momentos por lo que se puso inquieta ante la presencia del androide al que había alertado con su chillido en la planta baja. Abrió la boca para comenzar a hablar, justo en el momento en el que una voz masculina la interrumpió. – Yo le diré lo que paso… El sujeto del que mi hermana alerto, causo un disturbio en la ciudadela y rapto a un civil…- Hubiese querido volver a empujarlo, pero lastimosamente se encontraba sentado. – Pelo castaño, ojos grises y era alto, calculo metro ochenta, metro ochenta y cuatro. - Volvió a susurrarle para que se callara porque a la primera pareció que no le hizo caso… Él se apartó un poco. Parecía que también quería ir detrás del castaño pudiendo apreciarlo en su mirada. Ese hijo de la pucha lo había arruinado… Miro a Juliet con cierta disculpa en su mirada.

El androide procedió a registrar los datos aportados por Yvonne, Julieta y el tercer sujeto, el herido. El hombre descargó de culpa a las sospechas hasta el momento.

- Realizaremos las comprobaciones pertinentes con cámaras de seguridad. Recogeremos muestras de ADN. - tomó un pellizco de la ropa ensangrentada de Tarver para guardar y analizar. Después apareció un droide médico con nueva información, corroborando que habían recogido un herido de la calle y que se trataba de un varón joven apuñalado. En esos momentos lo estaban atendiendo, y el droide médico ofreció también su ayuda a Tarver. El vigilante se giró después para marcharse de ahí.

- Procederemos a su búsqueda. No se alejen, pueden ser requeridos para preguntas adicionales. - tras eso las dejó, yendo a buscar a Reiv.

La lógica de Yvonne era tan aplastante. Tanto así que le estaban dando ganas de solo... quedarse sentada como Tarver, medio muerta, desmayarse para no estar tan angustiada. Miró el suelo por un momento y luego, no pudo levantarla para verla de nuevo. Verdaderamente estaba haciendo malabares y se le habían caído todas las pelotas a mitad del acto. Quería ocultar la cabeza en la tierra.

Por un momento, creyó que Yvonne le daría el tiempo que le estaba solicitando, pues le dejó hablar sin interrumpirla, sin soltar que solo estaba diciendo mentiras. Pero una voz masculina las interrumpió. Le rompió el corazón la descripción tan certera que el rubio había hecho de Reiv y simplemente dejó que el tiempo pasara. Podía solo... dejarlo. No era su asunto. Parecía que incluso lo había molestado en el callejón, metiéndose en él. Pero había algo que no la dejaba dar media vuelta y dejar que se rascara con sus propias uñas. No supo cuanto tiempo estuvo ahí, de pie viendo el piso tratando de pensar. Todo siempre era caos con él. Y también aburrición sin él.- Espero que se mejoren. Siento mucho todo lo que pasó.- Susurró en despedida, dándose media vuelta y caminando hacia las escaleras. Tenía mucha verguenza y angustia como para seguirles quitando su tiempo. Una vez se metió en el cubo, respiró profundo y comenzó a bajar. No iba a toda prisa como antes, bajaba con el impulso de su cuerpo que protestaba. Cierta parte esperaba encontrar a Reiv antes que el androide, pero estaba entrando en una espiral un tanto pesimista después de todo.