Gorgoroth Throat

Llegué a las ruinas de Gorgoroth, avisado de lo ocurrido gracias a uno de mis muchos vigilantes. Habia ocurrido en la mitad de aquel torneo. Me marché en silencio del lugar, sin alertar a nadie.

Mis botas pisaron el polvoriento suelo, repleto de escombros. Aun quedaban rescoldos de fuego aqui y alli, y el aire apestaba a quemado. Mire alrededor, buscando indicios. Que Gorgoroth habia vuelto a ser una sede activa para los Soul era un secreto aun para muchos, y pocos conocian de su ubicacion.

“Que habra provocado una destruccion de esta magnitud?”

Ninguna fuerza demoniaca, desde luego. No podia sentir sus auras ni sus rastros. Caminé, observando, mientras la ira crecia dentro de mi. Alguien iba a pagar por esto. O muchos...... mis pasos, pausados, se detenian aqui y alli, nada habia sobrevivido a la explosion. Al parecer, eramos objetivo de algun enemigo. Una insensatez, por su parte, esta declaracion de guerra.

“Guerra. Ya sabes lo que merecen”

Cerré los ojos y me centré en enviar una visión a todos los miembros de los soul reaper. Todos pudieron ver en ese instante lo que yo habia visto. Gorgoroth, reducida a nada. En su visión apareceria yo de pie entre los jirones de polvo alertando de lo ocurrido, llamandolos a ser cautos, observar, y redoblar la protección en la Torre de la Alta Hechicería.

Eché un ultimo vistazo a aquel lugar y despues me desvaneci a traves de un portal demoniaco que yo mismo abrí frente a mi.

Durante aquel mes no habíamos conseguido apenas alguna pista de James. Nuestro viaje a Francia solamente había servido para pelearnos entre nosotros y descubrir algo de información de los androides. Por lo visto ellos también tenían la misión de encontrarle y según la información lo situaron en Inglaterra, así que volvimos a aquel lugar.
Las ruinas del antiguo cuartel de los Souls nos estaban sirviendo de refugio tras una pelea con unos androides a los que por fortuna habíamos conseguido sacar los malditos chips y ahora no eran más que chatarra.
Al mirar alrededor solamente veía gente herida, o enferma o las dos cosas. Yo por mi parte me pasaba gran parte del día vomitando, al menos solamente conservaba una herida en el brazo que estaba cicatrizando bien.
Thalos parecía más ido que cuando abandonamos Ouroboros, al principio había estado bien burlarse de él cuando encontré aquel ojo mecánico y me lo quedé por la mera intención de picarle, pero ahora...ahora ya no me hacía tanta gracia.
Estaba sentada frente a una hoguera, nos encontrábamos semicubiertos por las ruinas aunque aún se observaban las estrellas. En el fuego aún había restos de la caza que había procurado Johan, aunque yo había pasado de comérmelo, su olor me daba asco. En realidad, todo me daba asco.
Por suerte y a saber la razón, tras volver de una de mis vomitonas fuera de las ruinas alguien había traído cajones y cajones de alcohol, así que disimuladamente me encargué de verter algo a la cantimplora para beber de cuando en cuando.Si, eso no me daba puto asco, algo me tenía que llevar al estómago.
Abracé mis piernas apoyando el mentón sobre mis rodillas mirando de reojo a Thalos con preocupación. Estaba enfadada con él, seguía sin soltar prenda de lo que le torturaba y apenas habíamos hablado más que para discutir durante todo el viaje. Suspiré y volví a clavar la vista en el fuego.
-¿Dónde íbamos mañana?
Pregunté al aire como cansada por si alguno me respondía. Yo creía que estábamos dando palos de ciego en todo esto de buscar al androide.

Miraba las ascuas del fuego que habian montado para asar la mierda esa que habian cazado. Yo me estaba alimentando a base del alcohol que había encontrado semienterrado en un palé, como si alguien lo hubiese escondido a modo de tesoro pirata. Pues lo siento, ahora era nuestro.

Pegaba tragos y tragos, tratando asi de aliviar un poco el caos de mi cabeza, que en esta ultima semana se había empezado a volver insostenible, y que se había visto empeorado por la sensacion de fracaso que la misión empezaba a destilar, debido a la cantidad de tiempo que llevabamos sin encontrar ni a James, ni a la tableta. Y mis esperanzas de , de un modo u otro, dar con Gelion, empezaban a irse también al garete. En el fondo, había esperado encontrarlo por ahi....

...en el fondo había esperado poder controlarlo. Pero se había ido a la mierda demasiado pronto, y no había sido capaz. No sabía hasta que punto los demás lo habían notado, pero yo me había dado cuenta...había tardado en reaccionar en muchos momentos, y más de una vez habían tenido que alertarme, o protegerme, o por el contrario, detenerme.

Aunque al principio las cosas se habian quedado en solo pequeñas distracciones y cagadas, esta semana se habia vuelto peor. Practicamente había dejado de hablar con la gente salvo para casos estrictamente necesarios. Y es que había recordado una cosa, durante una de aquellas recurrentes pesadillas.... su pistola y la mia de entonces eran iguales.

Y no era, precisamente, un modelo moderno fácil de encontrar.

"es mi imaginacion? Estoy inventando cosas? Solo lo vi con un ojo, igual ni es la misma"

"oh, recuerdo hasta el numero de serie....era el mismo, sabes que no hay dos numeros de serie iguales"

"te acuerdas o te quieres imaginar que es el mismo"

"el subconsciente no miente"

"el mio sí"

Me había retirado el parche hacía ya mas de 15 días, cuando me había hartado de que Erika viniese todo el rato a darme la murga con el ojo ese del androide. Ahora los dos miraban fijamente al fuego. Por suerte el alcohol iba disminuyendo también las molestias que sentía por todo el cuerpo. En una de los combates que tuvimos, habia salido herido, algo había entrado y salido por uno de los costados entre mis costillas, o lo de salir empezaba a dudarlo porque aunque Johan habia hecho sus curaciones y cerrado la herida, en los ultimos dias el dolor se habia ido intensificando y cada vez me cansaba con más facilidad, ademas de que empezaba a tener un dolor constante y agudo por esa zona.

"pero lo enterré, o no?"

"no lo sé, no puedo acordarme, la verdad..."

"ah, joder....este sitio está muy bien. En realidad son gente maja...."

El alcohol empezaba a hacer efecto.

"por qué tiene la misma? Si se la ha dado...."

"deja de imaginar. Dios, como eres tan miedica? Cobarde, mucho!"

"no crees que eso de ahí huele un poco mal?"

Llevábamos más de un mes dando vueltas para encontrar al puto androide escurridizo, y a estas alturas ya estábamos bastante reventados y habíamos tenido tensiones variadas en el grupo. Lyosha había discutido con casi todos los de la misión, renegados y Ouroboros incluidos. Al menos Adramelech  había mediado entre su tía y el resto. El Soul también había resultado ser útil consiguiendo un androide que rompió a base de descargas eléctricas, quedándoselo para estudiarlo luego.  En Francia no localizamos a James, pero al menos encontramos un refugio secreto en el que había información sobre S.A.M y los androides. Lo malo de aquello fue descubrir que todos los del refugio habían muerto. También habíamos conseguido varios chips de androides, tras luchar contra ellos. Tanta pelea sin descanso ya nos estaba pasando factura a todos, y ninguno del grupo estaba demasiado entero.  A Thalos no había conseguido curarlo bien, y estaba tan emparanoiado que casi ni podíamos hablar. Erika no paraba de vomitar, y no hacía más que pensar que tendríamos que haberla obligado como fuese a quedarse en la isla. Además no paraba de beber, al igual que Victorya. Yo decidí también darme a la bebida, y suerte que lo hice para evitar comer una cosa que cacé y que le sentó mal a Sayid. A Victorya también pareció sentarle bien aquello, y ambos me echaron la culpa. Normal.

No todo  en aquella misión fue malo. Los momentos de acampada en el bosque en Francia acabaron en encuentros nocturnos con Victorya en más de una ocasión. Sucedía de manera irremediable, sin pensarlo, y sin que ninguno de los dos lo hubiésemos planeado. Nos alejábamos un poco del campamento cuando los demás dormían, las noches que nos quedábamos de guardia, y por el momento nadie parecía haberse enterado. Una parte de mí sabía que aquello no estaba bien, no de ese modo, pero tampoco quería evitarlo.

Cuando regresamos de Francia empecé a sentirme mal, aunque no le di mucha importancia porque pensé que las heridas del brazo y las demás irían curando. Habíamos buscado refugio en las ruinas de Gorgoroth, y allí estábamos todos, reunidos alrededor de una hoguera con los restos de una caza que pocos querían comer. A mi tampoco me apetecía, así que seguí bebiendo de una de las botellas del alijo de Thalos.  Apoyé la espalda contra una de las piedras del ruinoso muro, alzando la vista un momento a aquel cielo estrellado. La noche iba a ser fría, aunque yo tan pronto pasaba de estar helado a tener calor por culpa de la fiebre que tenía desde hacía un par de días.  Ninguno estábamos muy habladores, se notaba el cansancio acumulado. Pegué otro trago a la botella antes de sacar el radar, esperando que mostrase los posibles enemigos en un radio de 5 km.  

- Despejado por el momento. - anuncié al resto, aunque tendríamos que hacer guardias igualmente. Miré de reojo a Draven, que no respondió a la pregunta de Erika sobre dónde ir mañana.  Estaba tan ausente que me preocupaba. Después desvié la mirada hacia Erika, haciendo un leve gesto de la cabeza como señalando a Thalos para preguntar qué podía pasarle. Luego le respondí a lo otro, lo de la misión. - Mañana...nos toca ir a Londres. Llevamos un mes buscando al puto androide por todos los lugares posibles por los que se puede haber movido desde que salió de la Ciudadela. Venía detrás de nosotros, así que tiene que haberse ido de allí. Tal vez a buscar otros androides que puedan ser como él, o a esconderse más. Yo qué sé...sólo nos falta ir allí, aunque sea el lugar más peligroso. Comenzaremos por los suburbios. - iba a pegar otro trago, pero en vez de eso subí la botella hasta la frente, buscando algo de fresco.

Ya que se había peleado con titirimundachi menos sus “hermanos” Souls, Lyosha solía vagar más por la parte de afuera cuando se reunian frente a la hoguera. Básicamente porque era estresante recibir y repartir miradas de odio cuando era evidente que ella era muy superior en inteligencia. No por nada los había llevado allí a refugiarse, aunque le partiera el corazón. Lo cierto era, igual, que aquellas ruinas sólo habían intensificado algo que ya había reconocido hace un mes y que durante aquella cruzada había crecido. Un descontento general por la vida. Eso era. Ni la misión de fracasados de mierda le servía. Porque a fin de cuentas, la mujer había tenido razón. Necesitaban un sanador. Y uno de los buenos.

Cuando escuchó a donde se dirigirían mañana tensó brevemente los labios. Miró hacia sus compañeros Souls que, al menos, los de la hermandad de metal esperaban órdenes -Si estamos tan cerca de Ouroboros ¿No creéis conveniente dar parte al Consejo y  a  toda la gente de la isla que se supone deposita su esperanza en este grupo disfuncional? Ya sé que tengo gran parte de la culpa porque no sé trabajar en equipo, lo reconozco, soy mayorcita para no hacerlo...Pero así como estamos nos va a caer una nube negra de SAM y nos va a destrozar - Dijo mirando a los Descendientes pero no emitió un tono de rintintin, sino simple neutralidad -Y conseguir un sanador que os reponga- Tras ello observó a Erika y se tomó el atrevimiento de acercarse a ella. Se inclinó a su lado y le susurró en el oído -Erika, deberías subir con el moreno a ver a Khaled. Ya ni responde, todos somos testigos de que está ido- Se ahorró el “os lo dije” pero era puto evidente. Tras eso se incorporó mirando el alcohol. Nunca había optado por ese tipo de soluciones pero estaba viendo que a todos les sentaba tan bien.

No. No lo haría. Alguien debía estar cuerdo en aquella misión. Y si nadie podía soportar el maravilloso fracaso de aquel grupo ocultándolo con alcohol...Bueno, ella sí y tenía muy pocos pelos en la lengua.

Alcé la vista mas allá del chisporroteo de las llamas cuando Johan habló. No tener a ningún enemigo cerca era tranquilizador, visto el panorama del grupo, sin embargo debíamos permanecer atentos ya que en un momento de nada nos la podían liar.
Mi ceja se arqueó ante el gestito del moreno y desvié la mirada a Thalos , que seguía exactamente igual de ido que hacía unos segundos, así que volví a mirar a Johan. Supuse que quería que hablase con él, resoplé apoyando la mejilla en mis rodillas mirando exactamente para el lado contrario.
"Como si fuese tan fácil"
Así que Londres, hacía tiempo que no pisaba aquellas calles, apreté mis labios dudando si era una buena idea meternos en plena ciudad tal y como estábamos, pero era cierto que habíamos recorrido ya muchos kilómetros y nada de noticias de James.
"puto Jimmy"
Agarré la cantimplora que tenía a mi vera pegando un trago y mis labios se arrugaron en un evidente gesto de asco mirando el recipiente como si me hubiese fallado que flipas. Si, resulta que eso también me daba asco. Gruñí dejando el trasto en el suelo de nuevo. Con Reed no había sido así, recordaba haber luchado hasta un buen avanzado estado del embarazo, sin apenas problemas o malestares.¿Es que me había hecho vieja así de pronto?. No sabía lo que era pero me sentía como putamente embarazada de más aunque aún no era perceptible para nadie, excepto por pasar el día soltando toda la comida por la boca y bueno..yo algo si lo notaba.
El chaleco y la ropa en general me apretaba un poco de más, mínimamente, pero era incómodo. Era una maldita minitripa enana pero ahí estaba y las tetas...Rodé los ojos. Estaba sumida en mis pensamientos de madre vieja quejándome de la vida en general cuando de pronto tenía a Lyosha al lado.
"Me cago en la puta"
No lo dije en alto pero si que mi expresión daba a entender que no me la esperaba allí. Escuché lo que decía de Thalos y suspiré de nuevo. Asentí antes de que se levantase. Era verdad que a parte de estar demasiado callado el 'ya no tan tuerto' había estado despistado casi todo el viaje, le había salvado el culo en varias ocasiones y en general no atinaba a la primera para hacer cosas que antes podría haber hecho con los ojos cerrados.
Volví a mirar a Draven que estaba a varios metros de mí y tras entornar mis ojos me levanté para ir a sentarme a su lado aunque sin mirarle.Seguí así durante unos minutos pensando cómo debería hacer que volviese a la isla, tal vez lo más sensato sería desaparecerle y ya.
-No sé que es lo que te pasa por la cabeza y no me quieres contar...
Comencé por lo bajo e hice un gesto con la mano como pidiéndole que no me interrumpiese.
-No hace falta que me lo cuentes.
Centré la mirada en las llamas y mordí por dentro mi labio inferior dudando aún si debía hacerlo o no.Además, el puto chaleco era super incómodo así que tiré de las correas aflojándolo del todo.
-Solo necesito...necesitamos-Me corregí no refiriéndome precisamente al grupo aunque también lo necesitaran- Que no bajes la guardia.
Le miré de reojo durante unos segundos aún con seriedad y volví a mirar al frente.Si no reaccionaba a eso tendría que llevármelo pero lo mínimo era darle una oportunidad más.

La misión a Francia no había sido demasiado exitosa, pues no habíamos logrado encontrar al androide que buscábamos. Alguna cosa habíamos conseguido, como chips, información en un refugio, y un androide roto que electrocuté y cuyas piezas ahora arrastraba conmigo allá donde fuésemos. El resto del equipo no se encontraba en muy buen estado físico y mental, y a eso había que sumarle las constante peleas con Lyosha. Cada vez que se ponían a discutir me armaba de paciencia para mediar entre todos para que no la liasen demasiado. Cansados y hambrientos como estábamos cualquier chispa prendía rápido.

El regreso a Inglaterra nos llevó a las ruinas de Gorgoroth, un lugar que conocía muy bien. Me daba pena ver el lugar así, aunque lo importante era que nos habíamos salvado la mayoría de Soul, y las calaveras. Decidí alejarme un poco de la hoguera para trepar hasta un montículo de piedras de 4 o 5 metros, asomándome desde allí como si fuese una atalaya. No se veía nada, como confirmó después Johan con el radar. Miré hacia abajo para echar un vistazo al resto, negando con la cabeza por lo desastrosos que se veían. - Puedo hacer la guardia esta noche. - en realidad le tocaría hacerla a Victorya y a Johan, pero esta noche no parecían tan dispuestos a hacerla como otras noches. Me fiaba más de mí por estar en plenas facultades. Después me senté a lo indio sobre las piedras, observando a Lyosha mientras hablaba, como evaluando si iba a liarla con sus palabras o no.

- Hay dos opciones en realidad. Que abandonen la expedición aquellos que no estén en condiciones y que regresen a Ouroboros para que nos manden recambios. Allí os atenderán. Eso o que llaméis a un sanador, como ha dicho Lyosha. - por ahora estaba de acuerdo, y también en lo de comunicarnos. - ¿Estáis dando parte de nuestra ubicación y el resto de información? - pregunté de buenas, sin intención de echar nada en cara. Vi a mi tía-abuela acercarse a Erika, aunque no pude escuhar qué le dijo. - Lyosha. Me gustaría hablar contigo cuando puedas. - le hice un gesto como para invitarla a subir donde estaba.

Tenía el estómago revuelto por los nervios, y mientras bebía distraidamente, me pasaba de vez en cuando una mano por los labios, pensativo.  Recapitulaba y comparaba. Miré a Johan furtivamente cuando lo oi hablar.  

"Londres. Quizá el podría...."

Pero rapidamente descartaba la idea de nuevo. China Town. Los suburbios? La casa de empeños. El puesto de comida. El callejón de los falsos VHS. El numero de serie. Era una Z? El radar localizador. Me froté las sienes con una mano, como si ese gesto físico fuese a ayudarme a dejar de saltar de un pensamiento a otro sin guía ni dueño.

No respondí a Johan ni presté atención a Lyosha. Mire a los presentes. Conocía los suburbios mejor que la gran mayoria de ellos.

Pero no dije nada, y pegué otro trago.

Miré hacia un lado cuando ella se sentó cerca de mi, pero pasó un buen rato en silencio, un silencio que no hice nada por romper. Cuando por fin comenzó a hablar no hice por interrumpirla, es que no sabia ni por donde empezar. La pobre se había pasado vomitando toda la mision y... salvándome el culo. Y ni si quiera podía corresponderle contándole lo que me estaba volviendo loco.

Aquella frase que me soltó de no bajar la guardia consiguió darle al pause un momento al torrente desbocado que eran mis ideas en esos momentos. Bajé la botella y la dejé en el suelo, hablando con un tono de voz bastante ronca, arrastrando las sílabas.

- Crees que no la he oido? - dije mirando a Lyosha. - No tienes ni idea de lo que se te agudiza el oído cuando pierdes el 50% de la visión. Por no hablar de que estamos todos callados como putas esta noche....

"no bajar la guardia, no bajarla, no..."

"pelirroja, la bajé el día en el que empezasteis a importarme de verdad. No es mi vida la que me da miedo tirar...."

Me quedé mirandola a ella, tras mi gesto hosco y de mala leche había una profunda devastación. Era como si me estuviese montando mi propia historia yo solo. Luego desvié la mirada hacia Adramelech dedicandole un gesto de mala hostia, otro con sus propuestas estúpidas.

-Recibido. - cambié drásticamente, como queriendo convencerme a mi mismo de que podía dejar de pensar en aquello. Saqué mi capsula y desplegué la que contenía al robot explorador. - ChinaTown, Whitechapel por la zona de Jack the Ripper.   James conocía bien esos lugares, y aquel al que suplanta era familiar con aquella zona. Ademas el androide tambien ha circulado por ahi y....

"a ella no le conté como lo hice, verdad?"

- ...y.....tiene que....

"no, me parece que no"

- ...probablemente se mueva por esos sitios. Suponiendo que esté en Londres. Suponiendo que no lo hayan encontrado antes que nosotros. Alli será mas peligroso. Nos dividiremos por secciones para cubrir mas terreno más rapidamente, o seguiremos en pack? Sinceramente contra este enemigo, no se que estrategia es mejor....

Activé el robot y lo mandé a hacer una ronda nocturna a los alrededores.

Erika pareció captar mi gesto de ir a hablar con Thalos, aunque no parecía tener muchas ganas de ello. Era complicado, pues el tuerto no tan tuerto estaba bastante irascible e inaccesible durante todos estos días.  Si ella no tenía éxito acercándose...mucho menos yo. Dejé de fijarme en ellos cuando Lyosha habló, aunque ya iba mal predispuesto por los roces que habíamos tenido estos días. Al principio no respondí, me bajé la botella de la frente y volví a beber otro trago. Aquella mierda sólo daba más sed. Adramelech también se puso a hablar, y la verdad es que entre los dos ya me estaban tocando bastante los cojones. Yo no les había pedido que se uniesen a la misión, se habían acoplado por voluntad propia.  - Sí, Adramelech, sí. - repliqué con tono de estar cansado y harto.  - Están todo el rato informados de dónde estamos y lo que hacemos. Me comunico con Le Fay, tal y como acordamos. - no le dije nada de la guardia, sabía que me tocaba a mí, pero no estaba seguro de poder aguantar sin dormirme.  Estaban muy pesados con lo del sanador. Era cierto que a mi no me habían salido muy bien algunas curaciones, pero también era cierto que había pedido un sanador en el hospital y no lo habían mandado.

- Pues que bajen, yo ya avisé hace un mes de que nos íbamos. Haced algo en vez de tanto quejaros, joder. Nos queda muy poco para ir a Londres, sólo necesitamos aguantar un poco más. El que no esté de acuerdo, no se vea capacitado,  o no quiera estar aquí, que se largue. - respondí de muy mala hostia tirando al fuego la botella que estaba bebiendo. Ya no quedaba nada. Había perdido un poco los nervios sin darme cuenta, aunque fui consciente de ello tras la reacción. La cara me ardía, aunque ya no sabía si era por el fuego frente al que estaba, el cabreo, o la fiebre. Mi plan con Lyosha era que me contase cosas sobre mi madre y mi  abuelo, pero si me ponía así no iba por buen camino para poder hablar del tema. Dejé pasar unos segundos mientras miraba a la hoguera, haciendo un sonido de resignación. Escuché a Thalos, pero sin apartar la mirada del frente.

- Suponiendo todas esas cosas. Pero no vamos a abandonar ahora que nos queda tan poco. Si nos separamos no aguantaremos. Piensa en Sean y Zaphira. Los atacaron antes de que bajásemos, y siendo dos casi los machacan. El plan es ir juntos, organizados y alejarnos lo justo para no perdernos demasiado de vista. No tiene sentido que usemos a nadie como distracción porque están por todas partes. Comenzaremos por la zona que has dicho, Whitechapel. Nos apareceremos en el metro, para poder tantear la superficie desde ahí. Haré la primera revisión de terreno con la proyección, y también puedes enviar a tu robot explorador.- a mitad de explicación había vuelto a mirar a Thalos y a Erika, y lo hice con el resto al acabar. Esperaba que si tenían algo que decir no fuese lo de antes, que deberíamos regresar. - Y ahora deberíamos descansar, mañana a las cinco arriba. Antes de que amanezca. -

Al menos Erika no le dio un cachetón por acercarse tanto. Eso era un avance. ¿O el avance era que ella no le había pegado a Erika? No estaba muy segura. Siguió caminando mirando hacia varios sitios cuando Thalos pareció reaccionar, ignoró deliberadamente el hecho de que reconociera que le había oído. Ella sólo decía lo que los demás estaban pensando.

Fue acercándose a Adramelech cuando Johan comenzó a hablar, escuchando el rintintin de su voz. Cansado, agotado. Seguro enfermo. Scalovix, el verdadero, habría sabido meterlo en cintura. Pero ella no era, ni quería, ser su abuelastra -¿Crees que nos quejamos por diversión o porque nuestras probabilidades de éxito bajan con cada día que pasa?- Inquirió y puso los ojos en blanco -Si el Consejo, Renegados o cualquier ente está informado de que estáis en estas condiciones y no mandan un sanador me parece una ofensa. Así que me ocuparé de ello- ¿Ya había dicho que no tenía pelos en la lengua? Creo que sí. No miró ni a Sayid ni a Altair porque no le interesaban sus reacciones. La revenant se detuvo en su caminata cuando sugirió que se largara. Alzó levemente el mentón y volvió la vista hacia el moreno ya que, todo lo que había dicho antes, lo había hecho caminando hacia su sobrino. -¿Y dejaros al enfermo, al mal curado, al intoxicado, a la embarazada, a la empollona y al licántropo solitos aquí con toda la diversión? ¿Para qué? ¿Para que después se llenen la boca diciendo que cayeron como mártires mientras los Souls os dieron la espalda? No lo creo-

Le dio la espalda para ir hacia donde estaba Adramelech y le dio la mano para que se pusiera en pie -Haré guardia contigo- Expresó neutralmente aunque estaba empezando a sentir una ira interna bastante chunga, tomando en cuenta que estaba rodeada de imbéciles. A lo Scar. Extrañó a Rodrigo, el Johan de mierda había sacado más de Black que de Scalovix. Cuando estuvieron lo bastante lejos, Lyosha se detuvo y realmente soltó un suspiro de cansancio y se llevó la mano a los ojos -Deberíamos ir a buscar a los sanadores de nuestra hermandad, Adramelech. No lo solía aparentar porque era demasiado soberbia para eso pero como Revenant se cansaba mucho más rápido que los demás y tenía que drenar energía de criaturas asquerosas para seguirles el paso.

Cuando comenzó a hablar seguí su mirada hasta Lyosha con el ceño fruncido y volví a mirar a Draven. Aquellas palabras sonaban entre tocado por el alcohol y rabioso, así que simplemente me salió apretar los labios preocupada y cabreada aunque en el fondo, en sus ojos podía ver que estaba como derrotado por alguna razón. Volví a suspirar sin saber que hacer y aparté los ojos de él.
"No entiendo porqué eres tan capullo"

Me moví un poco incómoda en el sitio y miré a Adremelech cuando los dos le hablaron de malos modos. El chico se notaba que era buena gente, no estaba bien que la tomasen con él. Después comenzó el debate del sanador y entorné los ojos ante la cabezonería de Johan.
-Tienen razón Johan, vuelve insistir o avisa a Josephine y si no quieres que venga ella que se encargue de buscar un sanador pero es obvio que sin uno vamos a caer como moscas en Londres.

Solté con un obvio tono de cabreo suponiendo que lo que no quería el moreno era avisar a su¿esposa?, antes de que Thalos comenzase a hablar de nuevo. Le miré extrañada, parecía estar trazando una especie de plan, como mucho más centrado que antes y sin embargo algo me hacía no creer ese repentino cambio de actitud.
Simplemente bufé al escuchar las palabras de Lyosha sobre la variopintas propiedades del grupo pero no hice más, no pensaba cabrear a la Soul y montar una nueva pelea.
Al escuchar el ultimatum de Johan tras el ofrecimiento de Adramelech de hacer guardia entorné los ojos y comencé a quitarme el chaleco antibalas, no pensaba dormir con esa mierda. Volví a mirar a Draven aún con el ceño fruncido mientras soltaba la prenda a mi lado y me desabrochaba el puñetero pantalón que apretaba.
Aun dudaba si desaparecerle o no, o si debía abroncarle más o no o yo que sé. Resoplé  apartando de nuevo la mirada y cogí  uno de los sacos que había por ahí sin saber muy bien que hacer con él, estaba enredado o mal doblado o algo así y simplemente tenía la cabeza en otra parte ahora mismo.Gruñí frustrada y acabe dejándolo a mi lado aún hecho un burruño, volviendo a mirar el fuego durante largos minutos.
Volví a mirarle, era absurdo, quería decirle algo pero no se lo decía, parecía él. Comencé a desatar los nudos de los cordones de mis botas y finalmente suspiré enfadada , soltando los cordones para mirarle nuevamente.
-Dime que puedes hacerlo ,capullo.
Me acomodé mejor para acercarme y no hablar tan alto por si ya había cogido el sueño alguien.
-Te necesito en condiciones.No puedo encargarme yo sola.

Miraba el fuego con recelo por la presa cazada que ya empezaba a quemarse, yo había preferido no volver a comer nada que no cazara o recolectara yo mismo porque la confianza daba asco y por confiar en Johan casi me muero de una gastroenteritis, no le echaba la culpa, era mía por no revisar las cosas pero había pasado días muy malos y había sobrevivido de milagro. Mis calamidades no acabaron allí y por culpa de Altair tuve que sufrir mucho, lo primero fueron las pulgas... ¿cómo era posible que un descendiente tuviera pulgas? eso conseguimos solucionarlo, incluso hablamos conseguido estrechar lazos, no le iba a preguntar por la berenjena, me negaba a ellos solo estaba ayudando a un compañero del consejo.

El viaje fue tortuoso y a pesar de conseguir éxito en algunas cosas los ánimos estaban por los suelos, eso y que había tenido que afeitarme la barba por culpa de la tiña que también me había pegado Altair... así que simplemente preferí tenerlo lejos. a pesar de todo yo era uno de los que más enteros estaba, Thalos no parecía el de Siempre, la pelirroja también parecía encontrarse mal por no hablar de las continuas pullas de la Soul mayor que Adramelech se esforzaba en controlar, a ese punto el chico tenía mucha más paciencia que yo -Si el consejo no ha enviado a nadie será por algo, además, una aparición podría revelar nuestra posición, debemos encontrar el momento y lugar adecuados para pedir ayuda, yo mismo me encargaré de hacerlo, ahora debemos tener una noche de descanso adecuada, sin echarnos culpas de nada unos a otros, lo hacemos lo mejor que podemos en estas condiciones, todos aportamos y todos volveremos a casa-

Escuché el plan de Johan que tampoco se encontraba muy bien y asentí -Si, unidos podemos protegernos unos a otros, pero también debemos tener algún tipo distracción que nos permita entrar en londres sin ser vistos... ¿que tal las vías del metro? también podemos usar las alcantarillas, ambas vías van hasta las afueras de londres, había pensado en dejar armas en puntos diferentes y activar mi magia sobre ellas para crear señuelos por si fuera necesario distraer a las máquinas... el problema será toparnos con la nube negra que atacó a Zaphira y a Sean- al final se había decidido que saldríamos al amanecer mientras Adramelech hacía la primera guardia -Gracias Adramelech, pero debes descansar, dormiré un rato y te haré el relevo- me levanté y quité la cosa quemada de Johan del fuego que ya empezaba a oler y la tiré lejos, que se la comieran los carroñeros que seguro tenían mejor estómago que yo, busqué un sitio para descansar y cerré los ojos.

- usa antes la proyección, no sabes si han reconstruido los túneles de metro y han cambiado. Tampoco sabemos si han rehabilitado la red de metro. Puede que ya no toda este abandonada.- concluí ahora con voz cansada. Aunque había anestesiado el dolor con alcohol, estaba bastante cansado. Pero pensaba disimular antes que darle el gusto a la soul reaper.

Salvo eso, todo lo demás parecía buena idea, todo lo buena que podía parecer, lo de los señuelos de sayid incluido. Podía notar el cabreo de Johan. Al menos lyosha se dio el piro con su sobrino, nieto o lo que fuera. Le lancé una mirada turbia.

"Quién coño se cree que es para ir juzgando"

- ya he dicho que no me voy a ninguna parte, no con las manos vacías

Repetí harto, por enésima vez.  Terminé mi bebida y guardé la botella, dejando al robot en su ronda nocturna. Erika se peleaba con su ropa y con el saco. Se volvió a acercar a mi, preocupada.

Que sacara el tema constantemente me hacía regresar a los pensamientos de antes. Entre eso, y el embarazo...
- no voy a abandonarte, vale?- dije con el ceño fruncido, sin mirarla. Ojalá pudiera cumplir mi palabra. Me pasé una mano por el cuello, solamente para aflojar el pañuelo, como si algo ahí me estuviera agobiando demasiado. Me eché de lado en el suelo, buscando acercarme a ella para abrazarla.

Tardé varias horas en dormirme y cuando lo hice, fue solo para volver a tener la misma pesadilla

Decidí ignorar las malas miradas de Thalos y las malas formas de Johan, aunque me quedé con el dato de que se comunicaba con la isla. Si no me estaba mintiendo, claro. Discutir no iba a servir para nada, así que esperé que Lyosha no siguiese por ese camino de ser tan brusca. Esperé a que subiese al montículo de piedras en el que yo me había subido, dándole la mano para levantarme cuando ella me la ofreció.  Haríamos juntos la guardia, era lo más adecuado para el grupo en este momento. Me daba la impresión de que la los renegados les faltaba cierta disciplina que nosotros sí que habíamos tenido en la hermandad, con normas más estrictas. - Nuestros sanadores...son relativamente novatos. Aún no se han enfrentado a una situación estresante de batalla. Piensa que llevan poco más de un año con la nueva calavera de sanación. No los traería aquí de buenas a primeras. Como mucho a alguno de los más avanzados, pero no quiero ponerles en riesgo. En Ouroboros tienen muchos sanadores experimentados. Que los envíen. - me di cuenta de que parecía cansada, así que le ofrecí de nuevo mi mano como queriendo decir que podía tomar la energía que necesitase.

Mientras tanto escuchaba los planes que proponían Sayid, Johan y Thalos. No opiné, supuse que ellos sabían más del tema. Yo estaba en el torneo cuando ellos estuvieron en la Ciudadela, así que no sabía nada.  - Tranquilo, Sayid. Tú descansa, todavía debes reponerte de...la cosa esa que comiste.  Lyosha y yo estamos perfectamente, así que podemos hacer la guardia completa. - dicho esto me fui a mi puesto de vigilancia junto con la matriarca del metal, centrándome en eso y no en la gente que dormía o dejaba de dormir, que se quejaba o dejaba de quejarse.

Horas después comenzamos a despertar al grupo, antes de que amaneciese. A la mayoría le costó ponerse en marcha, pero después de 15 minutos ya estábamos preparados. Nos dirigimos todos a la furgoneta que habíamos robado al poco de regresar a Inglaterra, dejando que Sayid condujese porque parecía que estaba más o menos en condiciones y sabía manejar aquel chisme. Después de montar con Vanessa en furgoneta ya no me daba miedo nada. Enseguida arrancamos el cacharro, abandonando el lugar y poniendo rumbo a Londres.

Intenté empezar aquel mes con tranquilidad, pero no duró ni una hora. Cada día me comunicaba con Mei el estado de Kiana y de cómo iba el asentamiento de los licanos en la isla, eso sumado a las innumerables horas luchando si apenas descanso. Al menos mi relación con Sayid se afianzó bastante, nuestra coordinación en combate nos permitió llevar adelante bastantes momentos duros, pero esto provocó que le pasase alguna garrapatas y tiña. Pensé que algún día tenía que devolverle todo lo que había hecho por mí en ese mes, como ayudarme a sacar de mi culo una prominente berenjena, el pobre no hizo ni preguntas y eso hizo que no surgieran explicaciones incómodas. Para mí estaba ya en un pedestal el hombre.

Aquella noche fue bastante incómoda. El único sonido que se escuchaba era a mí comiendo sonoramente la caza de la noche, era de los pocos que comía, pero sabía que así recuperaría fuerzas para pasar la tiña. El silencio fue roto por Johan preguntando qué hacer, pero yo continué callado comiendo como una bestia, ya había asumido que lo de hacer planes no era lo mío y simplemente seguiría al grupo. Cuando comentaron lo del sanador intenté mirar para otro lado, dado que podía haber pedido perfectamente que algunos viniesen, pero no caí en la cuenta. -Sí, creo que va siendo hora de pedir refuerzos a la isla. A poder ser que estén formados en curar sin magia, con bendas y medicamentos -. Lo hacía sonar como si fuese algo muy antiguo, ya que estábamos demasiado acostumbrados a que todo se hiciese con un chasquido.

-Pues yo sí me voy a sobar, que llevo dos días sin dormir- Dije mientras tiraba los huesudos restos de mi cena a un lado y me tumbé en el suelo como si nada. -Si necesitáis algo, silbad - Y justo en el momento que mi cabeza tocó el suelo caí en un profundo sueño acompañado de babas y fuertes ronquidos.