Gorgoroth Throat

Continuo jugando con los finos hilos mientras la escucho salir de su escondite ¿tendrá miedo de mí? Seguramente pues me ha seguido hasta allí, me resulta extraño que alguien pueda temerme, sobre todo porque normalmente me tratan como una niña aunque no me llega a desagradar.
Continuo unos segundos contemplando la electricidad que acaricia mis manos y que va creando una bolita que crece a medida que transcurren los minutos, sabiendo que no todas las personas son capaces de aceptar su contacto,  "No me contesta..."
Repentinamente me levanto dando unos pasitos a mi alrededor, si nadie ha aparecido con mi llegada es por qué algo esta sucediendo.
-¿Cómo no te aburres aquí y encima sola? -acude a mi mente una idea, alocada como no podía ser de otra forma tratándose de mí, junto mis manitas con una sonrisa- ¡Ya esta! Iré a buscarlos, no sé dónde están pero alguna pista encontraré por aquí
Por un instante he olvido que no estoy sola, ni siquiera pienso en que puedo haberle asustado aun más todavía, sin esperar un segundo me doy la vuelta para verla por primera vez y sorprenderme con lo que encuentro.
"Es casi una niña"
Hay algo que en cierta manera me recuerda a mí cuando tenía su edad, por lo que mi sonrisa se borra por un segundo al venir a mí tantos años años perdidos en la profunda laguna de la historia. De todas formas, recuperó mi infranqueable espíritu para acercarme a ella, tiene más o menos mi altura, un poco más debería aclarar.
-¿Te vienes? Será divertido... yo soy... -le digo.
Es entonces cuando, por primera vez, la miro a los ojos mientras un escalofrío recorre mi cuerpo, provocando que de unos pasos atrás y que mi amable rostro se borre en una severa mirada que sólo aparece en mi en las situaciones en la que comprendo en dónde me he metido.
- No eres humana ¿verdad?

Su mirada no me asusta, ni consigue nada salvo la indiferencia. Pocas criaturas conseguiría medentrarme. Pero le mantengo la mirada, para así poder entrar en su mente. Ella debería sentir un frío que le recorre todo el cuerpo cuando hago esda maniobra.

"No soy humana... Pero tú tampoco lo eres, ¿cierto?". Esa pregunta es práctimante retórica, ya que estoy viajando en su mente, en sus recuerdos, en sus pensamientos, en sus emociones. Salgo de su mente pero dejo un pequeño canal de comunicación entre su mente y la mía.

[font=Courier New]-Dime Lisya Al'thratos. ¿Por qué nadie de la hermandad sabe que eres una soul?[/color]

Repentinamente estallo en carcajadas, no se por qué pero la situación me resulta en cierta manera graciosa ...pueden que tengan razón, que sea como una niña pequeña que no ve el peligro que se le avecina. Aunque esos ojos no son normales, al menos sé eso, no los había visto hasta entonces y sin motivo alguno me recuerdan a la leyenda de Ryūjin que era capaz de adquirir forma humana ¿sería aquella chiquilla un dragón o algo por el estilo?
Mi antiguo maestro me diría que me concentrarse en examinarla pero prefiero darme la vuelta para evitar esa mirada fija en la mía y que sin lugar a dudas ya sabe más de mí que yo, aunque si no recuerdo la mayoría de las cosas ¿ella si puede?
“Mira, me podría ayudar a hacer la lista de la compra, mejor que una aplicación de notas del móvil "
Conozco esas tecnologías humanas pero ni siquiera me acuerdo de que no poseía uno.
-¿Por qué me preguntas si ya sabes la respuesta?
Puede resultar extraño pero estoy tranquila a pesar de la situación; ya no puedo hacer nada al fin y al cabo ella puede leerlo todo en mi mente aunque no va a encontrar demasiado...no me acuerdo ni de la fecha de mi cumpleaños...pero otros recuerdos, los únicos que conservo, esos no querría que los supiera nadie y hasta el día de hoy han permanecido ocultos.
“Ciertos tiempo en la hermandad, mis viajes, Japón, concretamente Osaka, mi padre..."
Sonrio tras mi pregunta, no conozco otra forma de afrontar los problemas, pero en esa ocasión tengo la certeza que mi gesto se vuelve algo triste...hasta que rápidamente me percato de algo.
“Oye que yo no sé controlar esto...no se me quedará esta de ocupa, que es mi mente no un jodido apartamento"

La sombra de una sonrisa se deja ver en mi cara cuando me hace esa pregunta. Parece que tampoco le molesta mucho el hecho de que haya entrado en su mente. Hablando de mentes... Siento que no muy lejos de aquí, aunque no por eso es cerca, siento que algo se desvaneve. Últimamente sentía como algo o alguien estaba utilizando poderes telepáticos, pero para mí no era más que el ruido de una gota que cae una y otra vez. Tal vez por la lejanía, o porque no estoy en mi forma shek. Pues bien, ahora no escuchaba la gota. No me importa, no era nadie que conocía, porque que yo sepa ningún soul tienes poderes telepáticos.

"A no ser que tengas poderes telepáticos no podrás cerrar el canal. Además, no es como un aparcamiento, más bien es como Internet. Siento que haya tenido que recorrer toda tu mente, pero debería asegurarme que podría fiarme de ti. Osaka es muy bonito"

-Oh -me sorprende que diga eso último y de alguna forma me hace confiar en ella.
“No es tan fría...puede que me caiga bien pero entonces...no puedo desconectar este puerto USB"
Suspiro, mientras no diga nada de lo que sabe o de lo que piense, por ahora me da lo mismo o por lo menos estoy demasiado aburrida para concentrarme en esto.
-Aquí no hay nadie...y me estoy empezando a aburrir...-le muestro una sonrisa infantil como la de un niño que va a realizar una travesura-como ya conoces todo de mí, sabrás que soy muy impulsiva.
Le tomó la mano con rapidez antes de que ella pueda apartarse mientras elevó la mía como si fuese a despegar como un cohete.
-Vamos a buscar a los demás.
En un principio decido ir a Londres pero me distraigo al pensar en lo que debe suponer leer la mente de los demás, puede resultar ventajoso pero no es un don que me gustaría tener.
Me concentro en Londres aunque sin darme cuenta una imagen cruza por mis pensamientos.
Decididamente se me da fatal la teletransportación

Muchos frente abiertos y muy pocos resueltos por el momento, este es el balance que se presenta ante mí mientras repaso cartas y correspondencia con otros miembros de las diferentes hermandades de los Soul, en busca de información. Por un lado sigue estando el asunto de mi hijo en paradero nuevamente desconocido. Astaroth había participado en el torneo ese del que había salido información hace unos meses, pero por la última información que tengo por parte de mi otro hijo, Adramelech, Astaroth ya no era el mismo. Un demonio, o eso les dijo aquel nigromante traidor. Las cartas que me llegan no me aportan información al respecto, nadie lo ha visto ni sabe nada de él. - Esto empieza a ser desesperante...- arrugo la enésima carta que niega saber nada sobre él, pasando a otros asuntos. Adramelech anda también muy perdido con eso de buscar a su hermano y con lo de tratar de entrenarse de nuevo ahora que le falta una mano. Y el idiota de Takker tiene abandonados sus deberes como líder de la calavera de electricidad. - Es el peor líder de hermandad de la historia...¿dónde se mete? - lo malo es que ese idiota es también el padre de mi primogénito, Astaroth. Y en el fondo, muy en el fondo, algo de aprecio le tengo.

Por lo demás, el resto de cartas son para conseguir contactos que conozcan a algún especialista en maldiciones. Odio recurrir a los pretenciosos magos para esto, pero ninguno de los que estamos aquí tenemos el poder de devolver a la normalidad al que suponemos es el desaparecido líder de la calavera de metal. Según los últimos datos de que tenemos de él, sobre la zona aproximada en la que se perdió, cuándo, y ver que dominaba el elemento, las probabilidades de que sea él son grandes. El ser de aspecto monstruoso estaba encerrado en las mazmorras de Gorgoroth desde que lo sacaron de aquella mina perdida, y desde entonces lo hemos mantenido con vida, teniendo que escuchar sus agónicos lamentos en la noche, quejas lastimeras y gorgoteantes. Pero hasta que no encontremos o bien un nigromante (en los cuales no confío en absoluto después de lo que le hicieron a Adramelech) o un brujo que sepa sobre los caminos oscuros de la magia...todo será en vano.

Decido entonces enviar cartas a todos aquellos miembros de los Soul Reaper que se supone siguen en el país, como mi hijo, Takker, Paula...y algunos souls de menos rango. Les indico en la carta que acudan a la reunión para hablar el asunto de la criatura que tenemos en las mazmorras, para no postergarla más. Y de paso ver si han reclutado nuevos miembros para la hermandad, necesitamos seducir humanos con deseos de poseer magia, queremos incorporarlos a nuestras filas.

Llego a la fortaleza de Gorgoroth Throat tras un par de jornadas a pie desde donde me encontraba, donde había luchado con aquel desconocido con ideales propios de los ministeriales. Esa gente no tiene remedio, no me ha hecho falta mucho más que una conversación con él para darme cuenta que las cosas les entran por una oreja y les salen por otra. La única esperanza es la de convencer a los humanos de que otro camino para todos es posible. De todos modos esa pelea no ha sido inútil del todo, a pesar de haber salido algo tocado de ella no me ha ido tan mal. Ha ayudado a que sienta que puedo seguir luchando más o menos como antes, a pesar de haber perdido una mano. Recuerdo un poco la conversación con Kosuke, que me habló de la posibilidad de recuperar la mano, aunque todavía lo veo bastante lejano. Por ahora me apañaré así, qué remedio.

Atravieso el umbral de la fortaleza para ingresar en los laberínticos pasillos del lugar, iluminados con antorchas a ambos lados. El aspecto en otros tiempos debió ser imponente, pero tras los sucesos de 2012 la decadencia se cernió sobre este lugar. No en vano estuvimos obligados a exiliarnos de aquí, buscando nuevo refugio en Roma, más concretamente en el subsuelo del Panteón de Agripa. Yo mismo nací allí, conociendo este lugar bastantes años más tarde, ya de adulto. Inglaterra no me ha traído prácticamente nada bueno, si tuviese que elegir recuerdos positivos estarían más ligados a Italia que este país. Respiro hondo un momento antes de abrir las pesadas puertas que dan paso a la sala de reuniones, empujando con una mano para abrirme paso. Allí encuentro a mi madre, sentada a la mesa con su típico gesto frío y un tanto inexpresivo.

- Saludos, madre. Vine en cuanto recibí la carta, ¿de qué se trata esto? ¿Va a acudir mucha más gente o...?

"¿Estamos tan solos como de costumbre?"

Aparezco en medio de la fortaleza, en el mismo punto en el que me teletransporte con Celia,  aunque en esta ocasión con un baúl más grande que yo en el que guardo la mayoría de atuendos, recuerdos y...bueno, pertenencias que no recuerdo.
"Eso pasa por vivir tanto, acabas guardando demasiadas cosas".
- Esta gente sigue igual, ni un hola...NI UN ALMA QUE TE RECIBA CON UN "BUENAS NOCHES ¿QUIERE, SEÑORITA, UN VASO DE LECHE CALIENTE" -dejé el baúl en el suelo con un gran estruendo que no me molesto en absoluto, sentándome encima de él- "Claro, señor, algo caliente en diciembre viene bien al cuerpo, muy amable"
Apoyé mi rostro entre la palma de mis manos unos minutos, esperando algo que no parecía llegar...en otras palabras...ABURRIDA así que decidí subir a uno de los puntos más altos, el que reconocía en mis tiempos como dormitorio para dejar el trasto que fui arrastrando por todo Gorgoroth Throat hasta dejarlo en su sitio.
Mi antigua morada estaba hecha un desastre pero ya me ocuparía de recogerla más tarde...y de limpiarla sobre todo.
Anduve por toda la fortaleza, recorriendo cada uno de los rincones que me eran algo familiares hasta que alcancé la Sala de Reuniones...¿cuántas horas había pasado sumergida en el profundo aburrimiento en ese preciso lugar? Lo único que hacía por aquel entonces era sentarme en ese enorme sillón que nos distinguía a los patriarcas/ matriarcas mientras intentaba que el sueño no me dominase.
"Por favor que el maldito asiento duro no este, porfi, porfi, porfi que era muy incomodo...pensemos en positivo, si son listos lo habrán destruido"
Abrí con cuidado la puerta, encontrándome con dos figuras en medio de la estancia.
"¿Y estos quiénes son?"
Me habría marchado de nuevo si no hubiese reconocido al tipo de los acantilados...¿cómo se llamaba? Va, da igual, es alguien en esa soledad.
- Eiii ¿qué pasa? -le digo dándole una palmadita en la espalda de una forma muy coloquial- No sé si te acuerdas de mí pero soy Lisya, Lisy mejor, o Lis, como prefieras llamarme
Dicho me aparto para dar un pequeño salto y sentarme encima de una mesa a un lado de la sala, balanceando mis piececitos mientras contemplo la estancia.
"Definitivamente sigue siendo el mismo lugar aburrido de siempre"
Posiblemente esos dos se hayan quedado perplejos pero no es algo que me importe, ni siquiera me lo planteo.

Comienzo a impacientarme por la espera, tanto que hasta que llega alguien me da tiempo a poner en orden varias cartas más, además de redactar unos cuantos pergaminos como copia de nuestra historia desde 2012, para enviarlo a otras comunidades como la de Italia. Después del ataque a nuestro refugio se allí se habían perdido varios documentos. Por fin llega Adramelech, con pinta de venir mas bien cansado o de haber estado peleando. Chasqueo la lengua con desaprobación, no sé en que líos se habrá estado metiendo. - Espero que ese aspecto que traes haya tenido algo de productivo. No estamos para perder el tiempo así porque sí.- le reprocho sin esperar realmente que me cuente mucho más, a la vez que hago un gesto para que tome asiento.

- He convocado reunión por razones muy sencillas y obvias, piensa un poco y seguro que lo adivinas. Tenemos asuntos desatendidos. Y cada uno anda desperdigado por un lado.

"estas cosas con Khaled no pasaban"

- Y sí, espero a que venga más gente para decirlo. No me gusta tener que repetir las mismas cosas varias veces.- añado a lo del motivo de la reunión, sin desvelarlo todavía. Se supone que como mínimo deben acudir los otros dos líderes de hermandad, George y Paula. Sus subalternos no son tan importantes, ya les transmitirían la información más tarde. En ese momento alguien más entra en la sala, una persona totalmente desconocida para mí pero que sin embargo entra aquí como si conociese este sitio desde siempre. Un intruso no podría haber entrado con esa facilidad. Además parece que conoce a Adramelech, por lo que pienso que puede haberla reclutado. Lisya dice que se llama, un nombre que no me suena en absoluto. - ¿Y bien? ¿nueva recluta? ¿A qué hermandad perteneces? - interrogo a Adramelech con la mirada, esperando que me de algo más de información.

Detecto rápidamente que madre tiene activado el modo rancio, bueno, casi como siempre. Salvo contadas excepciones solía comportarse así conmigo, de esa manera entre despectiva y condescendiente. Tampoco ha tenido reparos en demostrar muchas veces que su preferido es su primogénito, Astaroth, y que yo suponía una decepción para ella en muchos aspectos. No me queda otra que suspirar de manera resignada y callar. Bastante tenemos ambos con haber perdido a Astaroth, al menos lo que él era antes de haberse perdido en el infierno, antes de salir de ahí poseído por un demonio. Físicamente debe andar por algún lugar del mundo, perdido tras haber salido del maldito torneo Ouroboros ese.

- Es productivo si tiene que ver con intentar cerrar la boca a uno de esos prepotentes magos. - explico de manera escueta, sabiendo que no quiere que le de más detalles. Lo cierto es que lo digo por excusarme, realmente no creo que haya conseguido nada con la pelea, más allá de practicar un poco. También es cierto que vengo bastante magullado y con alguna quemadura por culpa de los ataques eléctricos del otro. Escondo la mano que muestra la herida de la quemadura antes de sentarme junto a ella en la mesa, dejando ambos brazos fuera de la vista. Guardo silencio cuando me invita a pensar sobre los motivos de la reunión, que más o menos puedo imaginarme. Es cierto que andamos desperdigados, puede que últimamente falte compromiso, y sobre todo sangre nueva. Necesitamos gente que crea en nuestros ideales, que se ilusione con ellos y que piense que otro modo de hacer las cosas es posible.

Esperar a que lleguen...pueden pasar horas y seguir esperando, sobre todo por algunos. - George no creo que venga.- George Takker, el líder de mi hermandad, siempre ha sido un tanto peculiar. Un tanto irreverente con las reglas, bebedor y aficionado a otros vicios...despistado y con largos períodos desaparecido. Y no sólo es eso, también es el padre de mi hermano, más no el mío. - Yo incluso diría que se ha ido del país. Desde la misión de buscar al líder de metal en las minas no lo he visto. Y sabes que cuando desaparece tanto tiempo es porque se ha ido. - puntualizo recordando lo sucedido durante largos períodos en el pasado. Al cabo de unos minutos aparece la muchacha que le cayó encima a Kosuke en el acantilado, la cual creí que era amiga de la niña shek. Tampoco me quedó muy claro quién era, aunque Celia la relacionase con los souls. - No recuerdo si nos presentamos ya. Yo soy Adramelech. Y ella es Zayra, líder de la hermandad de hielo y matriarca de los Soul Reaper. - me encojo de hombros ante lo de nueva recluta porque tampoco sé muy bien de dónde sale, así que la invito a decírnoslo. - Lisya...ahora que podemos hablar con calma. ¿Tú de dónde has salido? ¿Quién te ha reclutado?

Voy caminando por los pasillos a toda prisa. Todavía no entiendo por qué me ha mandado una carta, ¡si vivo aquí! Celia no venía conmigo porque nos hemos pasado días sin apenas dormir intentando buscar en la mente de aquella bestia, y necesitaba descansar. No pocas veces le había dicho que parase, pero nada, la niña siguió en sus trece.

"Tiene mi cabezonería, no hay duda"

Entro a la sala de las reuniones esperando encontrarme bastante gente allí, pero solo veo al hijo de Zayra, a esta y a Lisya, como Celia dijo que se llamaba. Entré en el momento que escuché que le preguntaban a nuestra hermana pródiga y decido responder por ella.

-Pertenece a la hermandad de la electricidad desde hace mucho. Nació en la hermandad hace poco más de quinientos años. Tiene sangre élfica, por eso sigue viva en nuestros días. ¿Me equivoco, querida?

Le digo en un tono meloso acompañado por una sonrisa juguetona. Mientras estábamos con la bestia, Celia me contó que nuestra hermana se lo estaba pasando muy bien con aquel japonés.

Me llevo un dedo a los labios tratando de buscar una respuesta a la pregunta, aunque parece que se me han adelantado.
"¿Cómo...demonios sabe esta más de mi que mi propia persona?...................la...niña"
- Bueno, bueno, tanto cómo que nací aquí, eso sería pasarse -respondo moviendo las manos, tratando de separarme de la idea de soportar a esos viejales desde que era cría...pero hay algo que ha dicho que me preocupa más- y no soy tan vieja, el tiempo no es algo que se tenga en cuenta en mí .
Paso unos minutos cruzada de brazos, haciendo algo de pucheros, hasta que me doy cuenta de la sonrisa de la mujer "¿Y ahora qué he hecho?"
- Eeh... -traté de proseguir, disimulando el miedo hacia esa mujer que parecía mi madre antes de echarme la bronca por algo que había hecho, la misma situación a cuando te llama en la puerta de tu dormitorio para decirte que salgas, que no te va hacer...ja- más que un simple miembro llegué a ser la líder de la hermandad durante dos, uno, a lo sumo tres siglos...no lo recuerdo aunque supongo que habrá otro en este momento
"Un usurpador"
Obviamente aquello lo pensé de broma, los souls no tenían reparo en ir cambiando de líder en cuanto uno desaparecía o la palmaba.
- No pido que se me restituya en mi puesto, la verdad es que es algo muuuy aburrido -digo poniéndome encima de la mesa- Con ver mi...la calavera de la hermandad me basta, por eso de recordar viejos tiempos ¿dónde está su nuevo líder? Él la tendrá ¿no?
Doy un salto para bajar al suelo y regresar a mi antigua estatura.
Es evidente que esos tenían una reunión o algo, por el bien de mi diversión debía salir de allí con cualquier pretexto.

Asiento un tanto más complacida por las palabras despectivas de Adramelech hacia los magos. Al menos he hecho algo bien con él, he conseguido inculcarle el rechazo hacia esa raza. De todos modos me parecen trifulcas sin interés a las que no podemos prestar atención ahora. Si quiere pelearse con alguno que lo haga, pero que no desatienda otros asuntos. Ruedo los ojos con cierta exasperación cuando menciona a George. No es un líder comprometido, para nada. Habrá que hacer algo para llamarlo al orden y que cumpla sus obligaciones como líder de la calavera de electricidad.

- No me extrañaría. Creo que no podremos contar con él, al menos en una larga temporada. Tampoco creo que le haya pasado nada, sabe cuidarse bien. - nuestra conversación se ve interrumpida por la entrada de esa muchacha de cabellos blancos, a la que Adramelech interroga también. Por lo que deduzco parece que se han visto pero apenas saben nada el uno del otro, así que supongo que habrá sido un encuentro breve. En ese momento entra Paula a la sala de reuniones,  soltando de una toda la información referente a la joven desconocida. 500 años y elfa, algo que ya no se podría ver en nuestros días, puesto que las calaveras quedaron selladas para todos aquellos que ya poseyesen magia previamente. Arqueo una ceja ante esa revelación, teniendo cierta curiosidad por saber algo más. Por ese motivo no teníamos ni idea de quién era ella. La información queda completa al saber que además fue líder de hermandad, aunque si desapareció tiene sentido que la sustituyesen. Tal y como está sucediendo ahora con George.

- Parece que Paula se sabe tu vida casi mejor que tú. ¿Os conocíais de antes? - si tal fuese el caso me hubiese gustado ser informada, es un dato importante eso de que tenemos un miembro activo y que ha regresado. - Pues si tal es el caso y demuestras de alguna manera más contundente que eres quien dices ser... tú volverás a ocupar el puesto de líder de la calavera de electricidad. El actual no cumple correctamente con sus obligaciones, y desaparece cuando le viene en gana. No es aburrido, es un privilegio, una responsabilidad. Además, si ya lo fuiste una vez tienes preparación para serlo. Supongo que los demás estaréis de acuerdo conmigo. - paso la mirada de Paula a Adramelech, al cual no sé si le molestará que acabe de proponer para líder de su hermandad a una 'recién llegada', pero la verdad es que me da igual. No lo veo a la altura de liderar la hermandad. Pongo toda mi atención en Lisya, entrelazando las manos a la altura de la barbilla antes de hacer la pregunta pertinente.

- ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿Acaso sufriste algo similar a lo que le pasó al líder de la hermandad de metal? Al que por cierto...deberíamos ayudar de una vez. Hemos postergado demasiado ese asunto. Y ese es un de los puntos principales por los que quería veros. - ella también tiene sus preguntas que hacer, relacionadas con el lugar en el que están las calaveras. - No solemos llevarlas encima a no ser que tengamos que esconderlas de nuevo. Se encuentran en la sala de las reliquias, y han pasado por muchos problemas para ser recuperadas de nuevo. Cuando sucedió lo de 2012 sólo pudimos llevarnos a Italia la de hielo y la de electricidad. El resto de las que se salvaron, metal y fuego, fueron requisadas por los aurores cuando entraron a nuestro refugio después de que desapareciese Khaled. Después pasaron a manos de los ministeriales, de ahí a un dragón, y ha costado mucho tiempo y esfuerzo recuperarlas.

Permanezco bastante silencioso ante la conversación de las tres mujeres, una que sabe bastante sobre el tema, otra que no niega la información que da y la última que quiere saber más al respecto. Lo que más me sorprende es lo poco que le ha costado pasar de Takker, por mucho que sea un pasota de la vida. Tiene razón, es un poco vago,  pero por mi parte le tengo algo de respeto porque es líder de mi hermandad y en ocasiones me ha mostrado casi más aprecio que mi propia madre, a pesar de que él no sea mi padre ni nada. Lisya parece una 'joven' bastante amable, y no dudo que haría bien su trabajo como líder, tal y como propone mi madre, pero la recién llegada tampoco parece muy interesada en ser líder. Más bien quiere ver la calavera...en ese momento salta mi sentido de alarma, preguntándome si realmente es quien dice ser, o si se trata sólo de alguien que quiere robarlas.

Ya hemos pasado demasiadas veces por eso. Me tenso un poco en mi asiento, sin despegar los labios todavía, sólo observando. ¿Y si cuando cayó sobre Kosuke estaba todo planeado y lo que buscaba era acercarse a algún  Soul con el propósito de robarnos?. Me levanto del asiento para situarme al lado de Lisya, cruzando los brazos mientras la miro de manera seria, algo receloso. En el fondo no me importa que mi madre la haya propuesto sin considerarme a mí, es algo que esperaría de ella. Lo que no quiero es que ponga a alguien sin asegurarse antes mejor de que sabe cosas que debería saber, cosas sobre nuestra historia.

- Coincido. Puede que sea una buena líder. Lo cierto es que cuando la vi caer del cielo sobre un mago no pensé que pudiera ser una de los nuestros. Parecía bastante despistada en ese momento. El único dato a su favor es que creo que era amiga de la hija de Paula. Además de hacer alguna demostración de poder deberíamos buscar en los archivos de la hermandad. Si fue líder debería conservarse su nombre. Hay archivos que se perdieron cuando los aurores atacaron nuestra base. Muchos los robaron, o destruyeron. Pero podemos tratar de comprobar si el nombre aparece en los pocos pergaminos que nos pudimos llevar. Y también podría servir que contase cosas que sólo pueda saber alguien que pertenezca a la hermandad. - finalizo con tono neutro y calmado, sin pretender abrumarla. Lo único que quiero es saber alguna cosa más sobre ella. Podría preguntarle también si ha vuelto a ver de nuevo al mago con el que peleaba el día que ella cayó del cielo, para saber como marcha el asunto de su amigo el que hace miembros robóticos.

Chasqueo la lengua cuando Zyra pregunta si conozco a la elfita de antes. Se podría decir que sí, pero tampoco es que la conozca de mucho. -Si quieres saber más detalles tendrás que preguntarle a Celia. Es quien mejor la conoce -respondo a la matriarca mientras miro a Lisya. La que te espera, jovencita. Que para ser un elfo eres bastante joven y estoy en mi derecho de llamarte así.

No puedo evitar lanzarle una mirada incrédula a Zayra cuando dice que esa niña iba a ser la líder de la hermandad de la electricidad. ¿Tan desesperados estamos para concederle ese privilegio a una holgazana e inmadura elfa? ¿Tan mal soul era el pobre Adramelech? "¿A qué juegas Zayra? ¿No ves que puede acarrearnos problemas?" Aunque tampoco es que el chaval sea ahora una eminencia, pero por lo menos es más afín a nuestra causa. La pobre Lisya se quedó varios siglos atrás.

-Pienso que Lisya necesitará ayuda, ya que la pobre ha estado un poco alejada de los souls durante bastante tiempo. Creo que Adramelech podría encargarse de ayudarla con todos los trajines de liderar uno de los grupos. ¿Te parece bien, Zayra?-Propongo esa idea porque ninguno de los dos me parece capacitado para cumplir el papel, pero tal vez entre los dos puedan hacer algo minimamente aceptable. Suspiro cuando menciona al líder de la calavera del metal, mientras procedo a relatarle nuestros descubrimientos.-Celia y yo hemos descubierto inspeccionando la mente de nuestro camarada está bloqueada. De alguna forma, mi hija no podía acceder a lo más profundo de su mente y sus memorias, anteriores a su estado actual

"Era como si sus recuerdos fueran encerrados bajo candados, oscuros, fríos y llenos de desesperación"

"Vale, vale, vale...ya me estoy arrepintiendo de estar aquí"
Al principio, que me arrojasen de nuevo el cargo no me agrado ya que con ver la calavera que había empleado mi padre durante años me bastaba (era el único recuerdo de él que no me causaba el suficiente daño para observarlo), después que el joven se pegará a mi me incomodo más todavía, era como tener el filo de una espada en el cuello pero es que la situación mejoró cuando la madre de Celia habló.
No me cae bien, no me cae nada bien, sabe demasiado y eso es peligroso,  pero no pienso en eso más bien son sentimientos y al menos estos no pueden llegar a la niña. Una cosa es lo que se refleje en mi mente que mantengo adormilada pensando en la siestecita que me voy a pegar después de esto, la verdad es que no comprendo como esa cría puede "saber" tanto de mi persona, hay cosas que no sé ni yo, recuerdos que no están en mis manos...una cosa es leer la mente y otra meterse en los recuerdos de la gente, me parece una falta de intimidad.
Y encima mi mente es tan simple que debe resultar hasta aburrida.
- Bueno, bueno...la niña no me conoce tanto, sólo de un día, si queréis saber algún "detalle" más bien deberías preguntarme a mí -creo que es la primera vez en mucho tiempo que me muestro algo molesta "Soy pequeña pero tengo mi carácter ¿vale? Aunque no lo muestre mucho..."- Y si me permitís, sus dos excelencias, la única petición como antigua líder es que sean los mismos miembros de la hermandad quienes elijan a su cabeza y creo que cómo somos únicamente nosotros dos (mientras yo me entero de lo que ha pasado aquí) seamos nosotros quiénes tengamos la última palabra, después de conocernos.
"Más que conocernos, esto va a ser una valoración...jo si es que sigue todo igual, sólo que en vez de tener a mi viejo maestro ahora voy a tener uno más joven"
- Entonces...¿compitruenos? -le muestro la mano para que me la choque con una sonrisa amistosa, después me dirijo a otros asuntos- María...espere ¿no se llamaba así? ¡Va, da igual! Yo que usted tendría cuidado con su hija...hay cosas que una niña no debería conocer de otras personas, todos tenemos nuestras sombras y preferimos que estas se queden ahí
Sigo sintiendo la presión de mi compitrueno al lado, quería que demostrara que formaba parte de los souls ¿no?  "Si llego a saber este meollo, me quedo con onii-chan".
- ¿Algunas calaveras han sido destruidas? -me quedo unos minutos en silencio, pensando- Lo despertaron ¿verdad? En muchas ocasiones los souls han tratado de ocultar ciertas cosas...cosas que desconozco si se encuentran recopiladas en los archivos...cosas que deberían permanecer en las sombras
Me siento cruzada de piernas, meditando de nuevo, tratando de hallar algo en mis recuerdos al mismo tiempo que esas dos mujeres comienzan a hablar sobre sus asuntos del de la hermandad de metal.
- Por cierto, compitrueno, gracias por el apoyo de antes pero quizás la madre de Celia tiene razón y tu seas la mejor opción para la hermandad.

Aguardo a las explicaciones de Lisya para poder saber algo más sobre ella, considerando también la idea de Adramelech de mirar en el registro de antiguos líderes de hermandad. Tampoco me parece mal del todo eso de pedirle datos que sólo conozca alguien de los nuestros, como la verdad sobre nuestra historia. Lo que vendieron los magos en su momento era todo falso. De no haber sido por nuestro sacrificio con las calaveras todo habría acabado de manera muy diferente. Pero no, eso no lo saben o no quieren saberlo. Estúpidos.

Lo que me sorprende es que tanto Lisya como Paula parecen inclinadas a darle algún tipo de responsabilidad a Adramelech, algo de lo que no estoy nada convencida. - Es joven para ser líder de hermandad, no tiene la experiencia suficiente, no está cualificado, ha cometido numerosos errores...- echo una mirada de reproche a mi hijo al decir eso, él sabe bien cuáles son sus errores, no voy a enumerarlos. - No ha sido lo suficientemente responsable, y en su estado actual no creo que sea el más indicado para el puesto. - añado refiriéndome a eso de que perdió una mano, chasqueando después la lengua como negativa definitiva. - Por ello insisto, es preferible que sea alguien que lo fuese en el pasado, si finalmente se demuestra que así fue. Por mi parte investigaré en los registros. - doy por zanjada mi opinión respecto a la propuesta de Adramelech como líder conjunto o líder a secas, no discutiré más al respecto.

Cambio de tema radicalmente, arqueando una ceja con perspicacia ante su pregunta de las calaveras. - Todas excepto cuatro. Desde 2012. ¿ Dónde has estado metida? - era prácticamente la mayor tragedia de la historia de los Soul, tal vez sólo comparable con los duros comienzos. No termino de comprender a qué se refiere exactamente con eso de que lo despertaron, porque si se está refiriendo a lo que creo que se refiere...esa parte de la historia está relacionada de manera indisoluble con lo sucedido cuando reunimos por fin las 12 calaveras. Y en aquel momento el impacto y la sensación de traición fueron terribles. Entorno los ojos, pensando que tendré que investigar a fondo con lo poco que se haya conservado.

- Y en las sombras hemos permanecido durante estos años, ocultando aquello que nos queda. Si quieres acceder a la sala de las reliquias para sentir de nuevo la conexión con tu fuente de poder, tendrás que ir acompañada por cualquiera de ellos. - señalo a Adramelech y a Paula, prestando más atención a lo que dice ésta sobre el líder de metal. Eso me interesa bastante más, el comenzar a recuperarlo de algún modo. - Quien quiera que le hiciese eso...debió jugar también con su mente. Mucho me temo que tendremos que conseguir o secuestrar a algún hechicero que sepa de magia oscura, porque esa forma monstruosa es producto de ello. - me levanto de la silla, pasando la mano por el borde de la mesa redonda, hasta separarme del tablero para caminar hacia la salida. - No podemos posponer más ese asunto. Quiero que todos nos encarguemos de encontrar a alguien que de el perfil necesario para solucionar el problema. Cuando se consiga se avisará al resto, y se traerá hasta aquí con los ojos vendados, para que haga el trabajo. Yo voy a comenzar ya con la misión. Nos vemos cuando haya alguna noticia. - dicho esto me despido de los tres, echándome la capucha de la capa por encima antes de abandonar la sala de reuniones.

Permanezco de brazos cruzados al lado de Lisya, sorprendiéndome bastante eso de que ella y Paula me tengan en cuenta para tener algo más de responsabilidad en la hermandad, ya sea como ayudante de líder o como un candidato para votar entre los de la calavera de electricidad. Descruzo los brazos despacio, y con ese gesto de sorpresa todavía reflejado en el rostro. Voy a decir algo al respecto, o incluso responder a esa especie de 'saludo coleguil' que hace la recién llegada, pero las palabras de mi madre cortan cualquier cosa que fuese a hacer. La escucho decir todas esas cosas, a cada cual más humillantes, sintiéndome bastante dolido y menospreciado. Si sólo fuese mi 'jefa' y líder de los Souls no me dolería tanto, pero resulta que la que lo dice es mi madre. Es ya demasiado pesado tener que aguantar su insistencia con lo de mi poca valía. Si que es cierto que he hecho cosas mal, pero no por mala voluntad, sino tal vez porque he pecado de ingenuo o porque ha habido mala suerte, no lo sé. Lo que sí sé es que con su primogénito nunca ha sido tan tajante. Ha sido estricta con ambos, pero al menos a él le dedicaba también palabras de ánimo.

"¿ Pero qué te pasa conmigo? ¿por qué esa fijación por hacerme de menos?"

No llego a decir lo que pienso, pero por la mirada que le echo de reojo a mi madre lo dice todo. Rabia. Y puede que también algo de tristeza y decepción. También aprieto más de la cuenta mi único puño, ahora que tengo los brazos colgando a ambos lados del cuerpo. Ya ni presto atención al resto de cosas que dice, casi diría que las ignoro. La verdad es que tengo más interés en trata de recuperar a mi hermano que a ese líder, que no conozco demasiado bien, apenas vagos recuerdos. A pesar de ello también intentaré localizar contactos que puedan ayudarme, porque es mi obligación para con el grupo. Vuelvo a sentarme en la silla una vez que ella se marcha, aunque ahora que parece que ya no hay más que hablar lo cierto es que también podría irme. Total, seguro que ahora que se ha marchado ella va a quedar un ambiente un tanto incómodo. La chica que me llama compitrueno me da las gracias, aunque supongo que también debería dárselas a ella por su apoyo, además de lo dicho por Paula. - Pero parece que eso no va a pasar. Da lo mismo, gracias de todos modos. - suelto un suspiro de disgusto, mirando alrededor después. Pocos se han molestado en venir a la reunión, sería necesario más nivel de compromiso. - Creo que ya no hay mucho más que hacer aquí, excepto si quieres que te llevemos a la sala de las reliquias. Después saldré, para el asunto ese del soul de metal.

Solamente suspiro ante el nerviosismo de la nueva no tan nueva, por lo que se ve no le ha hecho gracia el sondeo de mi hija. Tampoco es que me importara mucho, apareció como una extraña en Gorgoroth Troath después de tanto tiempo, ¿qué se esperaba? ¿Una fiesta de bienvenida?

-Celia sabe guardar secretos. Solo me ha transmitido la información referente a tu tiempo con los souls

"Y mucho le costará a Zayra si quiere saber algo más de la boca de mi hija"Pienso mientras me acomodo más en mi asiento, que la verdad, estaba más duro que la picha de un recién casao. ¿Cuánto costaba arreglar las sillas?

-Hablas como si tu hijo fuera el único que comete errores. Además, ¿cuántos años tienes muchacho? Estoy segura que era más joven cuando recibí el cargo de líder de la hermandad del fuego-Intento echar una lanza a favor del muchacho, aunque nos es que me guste la idea de que ninguno de los dos lideren por separado. Al final seguramente me tocaría hacer de niñera, como siempre.

-Me llamo Paula María, pero siempre me han estado llamando Paula y quería probar algo nuevo (además tampoco iba a decir mi nombre completo con aquel tío del brazo mecánico en frente)

No digo nada más respecto a lo que dice Zayra, solo un asentimiento con la cabeza para mostrar mi aprobación. Cuando se marcha, me levanto, con una característica sonrisa juguetona.-Bueno, en teoría por lo que parece has quedado como líder en funciones de la hermandad de la electricidad muchacha. Pero en la práctica...-Hago una pausa dramática para que les dé tiempo a seguirme el ritmo-... siempre puedes hacer lo que quieras, incluso que él te ayude y te aconseje. Para algo ahora lideras la hermandad eléctrica, ¿no?-Le digo con otra sonrisa y voz melosa, un tono que nunca he abandonado en toda la conversación. Me dirijo a Adramelech, mientras inspecciono con la mirada sus heridas.-Supongo que tendré que mirarte las heridas. Y Lisya, cuando puedas me interesaría hablar de un tema contigo. Avisa a Celia cuando estés disponible-Dicho esto espero que el joven comprenda que es un tema privado. Aunque en realidad también le concierne a él. Salgo de la sala, para ir a mis habitaciones, donde tengo un par de medicinas y comprobar que Celia se encuentra bien.

"Vale, estas dos no parecen escuchar mucho que digamos"
Quizás me hubiese equivocado con la madre de Celia pero es cierto que sabe demasiado y si su hija la ayuda con eso acabará corriendo un grave peligro..además si ha cotilleado tanto en mi vida puede que ya lo esté.
Bueno el caso es que me quedo como compitrueno de este tipo al que apenas conozco y que no parece tener una buena relación con su madre, bueno por algo se empieza, se que se llama Adram...no se que y eso de curar herida ejem ejem, claro...espera, creo que ya me acuerdo algo ¿este no es el que se fue antes en los acantilados y acabé pensando que tenía algo con María? Pero ella parece mucho más mayor que él, bueno yo tengo mis años pero en mi caso es diferente.
"Nah cosas mías"
- Hablar conmigo pero...¿no será para echarme la bronca? Yo no he hecho nada...todavía -mi voz se quiebra como la de una niña, ella no es mi madre pero...es como si tuviera la misma autoridad...me escondo detrás de mi compitrueno- ¿Por qué no lo hablamos aquí? Si ya estamos todos.
Esta sabe mucho y...la niña, seguro que me echan la bronca por lo de onii-chan o vete tu a saber que he hecho mal ahora, veo como mejor solución quedarme con mamá gruñona y "el cachorro", espero que no sea capaz de decir algo relacionado con eso...acabaría sonrojándome y no es algo que me agrade delante de unos -casi- desconocidos.