Moulin Noir

Ciertamente no podemos entrar directamente a por la Alianza, nuestras bajas serian mas numerosas que las de ellos y enseguida se repondrian, y mas cuando este nuevo Capitan parece que viene pisando fuerte, aunque no entiendo muy bien como pretende hacer Johan que la Alianza se quiebre por dentro y sean los propios habitantes que pidan su disolucion, ademas de que quizas las guerrillas nos acaben desgastando antes a nosotros que a ellos.

- Johan, no se muy bien como vamos a hacer eso, las guerrillas nos van a desgastar mucho mas que a ellos, y parece que su union cada vez es mas fuerte, va a costar quebrantarla... - miro para Charlotte que la tenemos ahi abandonada en un sofa atada - deberiamos hacer algo con ella, no podemos dejarla asi en ese estado...

Me alejo del grupo lentamente para ir a ver como esta Charlotte, no es plan de tenerla asi de apartada y alejada como si de una apestada se tratara por estar endemoniada, por el camino me rasco un poco la cabeza intentando discurrir que hacer. Siendo sinceros, no me apetece ser la niñera de los endiablados y menos aun dejar a solas a Johan con esa mujer... Espera... no puede ser que estea teniendo celos por esa mujer... Johan esta de novios con Juliet! En todo caso deberia tener celos de que Reiv aun no ha llegado! Bueno... no... eso solo fue un beso de borrachos... o solo era una excusa?

Con el pequeño speech sobre líderes y responsabilidades, la chica asintió.- Resulta admirable que sigas una causa que te llama. No todos tenemos el valor de aceptar el destino.- Recitó con aquella voz, tan suave y sedosa, que la caracterizaba en momentos de incertidumbre. Su mejor arma era hacerles ver, a todos, que nunca se encontraba alarmada. Así mismo, asintió suavemente ante la garantía vacía de seguridad total. Sabía, por los mágicos de los campos, que había más de un bando en la guerra, así como había más de uno entre los propios mágicos. Las cosas se les habían salido mucho de control, pues tenía entendido que no solo peleaban contra la Alianza, sino también entre ellos mismos.

Pensó un momento en silencio, quizás un poco más de un minuto mientras trataba de conectar las pistas que el contrario había dado sobre cómo se daría cuenta de quien era o no un ser vivo. El índice en la cabeza, a pesar de que hablaba del alma, que según la creencia popular debería estar en el centro del pecho. Y su sonrisa, como si ocultara un secreto que no iba a revelar.- Sé reconocer muy bien una sonrisa de "sé algo que tu no". Es una de mis favoritas.- Murmuró, justo antes de llegar a un veredicto sobre lo que los signos significaban. ¿Sería acaso capaz de algo tan descabellado como leer la mente? ¿Como en las películas? No, parecía demasiado descabellado. Se sentía paranóica. Pero por si acaso...

" Sé que puedes leer mi mente". Pensó. Ni siquiera estaba segura si era verdad, pero si era cierto, mostraría perspicacia y eficiencia. Si era mentira, todo quedaría en su cabeza, no tenía nada que perder. " Y no estoy usando ropa interior." Aquello último también tenía un propósito, como todo lo que ella hacía o dejaba de hacer. Las sorpresas eran difíciles de ocultar en el rostro de cualquiera. Y si, en efecto leía su mente, esto quedaría claro como el agua.

Muy bien, entonces tenemos un trato. Ya me imagino que me tendrás en la mira desde el primer segundo. Yo también hago lo que más me conviene, no creas que no. La diferencia es que... tu pareces ser lo que más me conviene ahora.- Dijo con tranquilidad y con una suave sonrisa en los labios.

Una vez Johan levantándose de la mesa tras la noticia, y Ellyos alejándose con la chica poseída, tomó el periódico y comenzó a leer cuando una ligera idea vino a su mente. Gracias a Ellyos, irónicamente.- Ellos están mostrando su realidad. Quizás nosotros...- Aún se sentía rara identíficándose como un ser mágico, por lo que hizo una mueca extrañada por la palabra.- Están manipulando la verdad. Y la guerra física solo nos dañará a nosotros realmente, eso es cierto. Deberíamos tener también una manera de decirle al mundo nuestra parte de la realidad... ¿Alguien vio Los juegos del hambre, sinsajo? Si leyeron los libros sirve igual.

Nunca he terminado de sentirme cómodo con los halagos, generalmente me cuesta responder a ellos o entender por qué se hacen. Sonrío mínimamente, negando con la cabeza. - No es cuestión de valor. Es que la otra opción es huir lejos olvidarse de todo y esconderse. Ni siquiera es, a veces no están seguros ni los que se esconden. Simplemente no nos queda otra. Podemos morir de muchas maneras, pero hacerlo arrepintiéndose de no haber actuado...no. No va con ninguno de los nuestros. - en ese sentido me siento orgulloso de los míos, especialmente de mi gente de confianza. Muchos años aguantándonos unos a otros ya, nos conocemos lo suficiente como para saber que a pesar de las dificultades estamos convencidos de la necesidad de seguir en la lucha. Sería absurdo abandonar antes de obtener la recompensa, aunque el mundo no sea justo y no siempre venzan los que más luchan.

Entorno levemente los ojos, alzando ligeramente la barbilla cuando parece reconocer mi cara de "tengo un secreto". Acabo por sonreír de manera más abierta, dándole la razón. - Así es. Pero si te lo digo ya no es un secreto, tendrás que descubrirlo por ti misma. - no es muy complicado, y probablemente acabe enterándose si pasa algunos días conmigo, si es que se da la ocasión de hacer una demostración. Puede que con Morgana haga el intento, aunque me apetece bien poco tener que verla. Por ahora no intentaré los pensamientos de Victorya, lo dejaré para otro momento en que la ocasión lo requiera, o si me surgen dudas sobre si es doble agente o algo por el estilo. - Dalo por hecho. Te observaré durante el período de prueba, considera esto un contrato en prácticas.- comento con tranquilidad, un poco a modo de broma. Según ella soy lo que le conviene ahora, o eso cree. Por mi parte he de pensar en qué puede beneficiarme ella, porque no sé si los secretos que conoce de la Alianza serán suficientes. Ellyos muestra sus dudas respecto a la técnica de guerrillas, y comprendo su temor, pero la última batalla abierta nos dañó seriamente, a pesar de ganarla. Echo un vistazo a la chica atada en el sofá, que por ahora está relativamente tranquila, pero me da pena.

- La llevaré conmigo al castillo Black, hasta que encuentren remedio. De lo otro...entiendo lo que dices, Ellyos, por eso sólo escogeríamos movimientos que nos beneficiasen. Incluso lo que tú dices de desunirlos entra dentro de esa técnica de ataque menos abierta. Tenemos que hacer eso. El camino es resquebrajar la Alianza, su ejército y sus ideales. De nada sirve acabar con un capitán o un político si ponen a otro. Necesitamos que se queden sin apoyos. Nos muestran como monstruos peligrosos y van de víctimas por el mundo, defensores de la paz. - suelto esas palabras con máximo desprecio, pues detesto a los mentirosos y manipuladores como los de la Alianza. Hago un gesto afirmativo a la pregunta de Victorya, pero no entiendo muy bien qué puede tener eso que ver con nosotros.

- ¿A qué te refieres? ¿propaganda al estilo de la que hacen ellos? Tuvimos un periódico y una radio, hace unos años, pero no sé yo hasta qué punto funcionaban nuestros mensajes. Hay que abrirle los ojos a todo el mundo, que entiendan por ellos mismos que hasta que no acabemos con los cabrones que sólo quieren exterminio no podremos vivir con normalidad. Y aquí incluyo a la Alianza y a los Blood. Tienen que ver las ventajas que tendría la convivencia, y que conozcan la verdadera cara del ejército. Victorya, tú has estado en los campos, eres hija de humanos. Deberías dar a conocer tu historia para que sepan cómo se las gastan. Sé que tienes miedo de que te encuentren, pero eso podría ayudar a concienciar, aunque sea a algunos. ¿Lo harías? - busco con la mirada al dragón tras preguntar a Victorya, comprobando que se ha acercado a Charlotte para ver cómo va. Por ahora no tiene tan mala pinta como tenía Setelah, pero será cuestión de tiempo.

Después de una merecida ducha y un par de horas de descanso, me di cuenta de que no iba a dormir más. La noche había terminado con un gran alboroto pero ahora era momento de continuar la búsqueda, ya fuera de la persona a la que debía encontrar o de algo nuevo que hacer mientras ella aparecía.

Bajé las escaleras fresco y renovado, estirando un poco los músculos para estar preparado por lo que fuera a deparar el destino. Aunque solo me encontré con una chica de hermosas piernas, un par de hombres de pie y una chica maniatada, lo que solo podía significar una cosa...- Los tríos normalmente se hacen en privado a menos que se acepten nuevos integrantes.- Murmuré abrochando uno de los botones de las muñecas de mi camisa, para luego pasar al otro. No tardé en acercarme a la chica recostada en el sofá. Para mi gusto, era muy temprano para conquistas, pero no desalentaría a jóvenes deseosos. Sin embargo, al verla, no sabía decir que era, pero no tenía buena pinta.

Terminé de abrochar y acomodar la camisa, aún analizando lo que había en la chica que no me gustaba. Parecía una criatura corrompida. Uno de esos ángeles a los que se les caen las alas. Aunque tenía la sensación de que tenía más en común con ella de lo que podía parecer. Como si su corazón también tuviera un poco de los primeros elfos que poblaron el mundo.- Algo va mal, ¿cierto?- Separé ligeramente la vista para volver a posarla en quienes se encontraban en el lugar, encontrándome con Johan, a quien había conocido antes en el hospital, tendiéndole mi mano esta vez para el saludo que no le había dado antes, posando mi mano en su hombro también, a manera de felicitación.- Me alegra que te encuentres mejor, hijo. Parece que la cura fue buena después de todo, aunque esto parece ligeramente diferente a la epidemia que acabamos de pasar.- Dije, aún sorprendido por la sensación que la chica irradiaba.

Le tendí también la mano al otro chico y me acerqué justo después a la joven de los ojos azules y cabello negro. Tantos contrastes en un canvas de piel blanca la hacían una posible y deliciosa presa para un futuro cercano, mas no ahora.- ¿Me permites? - Señalé el periódico que recientemente le vi dejándolo en la mesa. Lo tomé una vez que tuve su aprobación, pues la información, viniera de donde viniera, era siempre mejor tenerla.- Esto no pinta muy bien. Nueva cabeza, nuevo mundo, nuevos planes. Hay que atenerse a nuevas malas noticias.- Murmuré, solo para después acercarme a la barra y servir un poco de cerveza en uno de los vasos. Si bien la barista no estaba en el lugar, nada impediría que le pagara en el momento oportuno.

Mambrú se fue a la guerra terminó por ser el ataque pasivo agresivo de elección. La había iniciado cantando despacio, mas ahora el volumen podía resultar irritante si se combinaba con la vocecilla aguda que la chica tenía. De un movimiento brusco, se sentó rápidamente en el sillón, apoyada por sus piernas.

Observó a Ellyos con toda la fijeza con la que fue capaz, concentrando de nuevo la cerveza que había quedado tirada en el suelo para hacer pequeñas olas, que luego convertiría en una mareapequeña contra él. Una vez más, su sonrisa dependería de si le caía en los ojos o si alguna rata había pasado por ahí y se contagiaba con algo extraño.

Tras haber obtenido un momento de tranquilidad, les sonrió a todos de lado, observándoles con superioridad antes de desaparecerse, dejando un nulo rastro tras ella.


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Ataque mágico: 11 stat + 30 dado + 10 bonus raza + 10 temporal en ataque = 61 a Ellyos
Post 3 de posesión

El miembro 'Charlotte Terrance' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Mágico' :

10 dado + 5 stat + 10 habilidad = 25 defensa magica
61 - 25 = 36 daño
150 - 36 = 114
Sangrado fuerte proximo post
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La tranquilidad de Charlotte es extraña, bastante extraña y perturbadora, algo dentro de si misma debe estar tramando, aunque no le quitare el ojo de encima mientras Johan acaba de charlar con "Doña Inoportunidad con un Rostro Petreo". Suspiro y bufo a la vez... hombres... son tan complicados, pero son tan monos... ya me lo decia mi madre "hijo, los hombres son impredecibles en el amor, pero es normal, antes de aterrizar son como las abejas, necesitan ir de flor en flor probando hasta que encuentran el nectar que les gusta... entre tu y yo, aunque tu padre lo niegue, lo hizo" y muchas veces mi padre le interrumpia y corregia para que no me enseñara ese tipo de cosas.

De las escaleras bajo el elfo, estuvo un momento hablando con Johan y luego se acerco a mi y me estrecho la mano, tome su mano suavemente y le di un apreton de manos. En ese minimo instante que baje mi guardia, Charlotte aprovecho para lanzarme un ataque cervecil sin darme tiempo a reaccionar. Trato de invocar la fuerza d elos vientos del norte para frenar y congelar la cerveza pero no es suficiente, la fuerza con la que viene supera el poco pdoer que pdue acumular en tan poco tiempo y recibo de lleno la cerveza y los trozos de cerveza congelada que se pudieron formar haciendome unos pequeños cortes por culpa de los cristales de cerveza. En ese momento, la poseida desaparece y me empiezo a sacudir como un perro intentando quitarme la cerveza de encima con ayuda del viento.

- Ahora entiendo a los que dicen que el alcohol causa problemas...

El miembro 'Ellyos Kakumei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Mágica' :

La modestia del contrario no hizo sino hacer crecer en ella la sensación de que había tomado una decisión correcta al cruzar sus caminos. Aquellos quienes sabían ser modestos eran siempre una mejor decisión que quienes eran altaneros y presumían sus hazañas a cualquiera con oídos. No era fácil, pero sonaba a una cualidad que valía la pena tener.- Por supuesto, la cobardía es algo que no tiene lugar en estos días. Nadie está a salvo, tal como dices, pero tener aliados, o en tu caso, compañeros, eso siempre es de gran ayuda.

Su sonrisa se hizo grande cuando el contrario le dio la razón. Le encantaba tener la razón. Adoraba, amaba tenerla. Porque cuando uno tenía la razón, podía confiar en que sus instintos eran correctos. Se mordió suavemente el labio inferior, tratando de ocultar su entusiasmo ante su ligera victoria. Ahora, como todo buen cazador, estaba en sus manos encontrar la verdad. Y el reto que el contrario lanzaba solo lo hacía más interesante. Se quedó atenta a cualquier indicio de que su mente hubiese sido leída. Y aunque no encontró nada, su decepción no duró mucho tiempo.- No te preocupes, Johan, yo también te estaré observando. Y ya verás que soy mejor como cazador que como presa.- Murmuró observándole con interés y toda su atención enfocada, mientras pensaba en las pistas que le había dado y lo que podían significar sus poderes. Por ahora, tenía la certeza de que no controlaba las sombras, pues la oscuridad solo le había dado la espalda cuando Charlotte había entrado en escena.

De su cacería la sacó el hecho de que había que pensar cómo destruir a la Alianza. Había tenido la sensación de que colaboraría con su destrucción en alguna manera, y pensar estrategias le salía siempre mucho mejor que llevarlas a cabo. Así que, fiel a sus habilidades, su mente comenzó a darle vueltas a lo que Johan proponía. Resquebrajarles desde adentro, y dejarles sin apoyos. Sonaba a algo difícil de hacer por si mismo. Se había enganchado tanto a su tren de pensamientos que por poco olvidaba su propuesta anterior cuando Johan intervino.- Woow, woow, espera.- Murmuró mientras asimilaba lo que el contrario había adoptado como la única aproximación posible a lo que el libro decía.- ¿Periódico y radio? Es un buen esfuerzo, aunque esto amerita televisión y whatsapps.- Murmuró solo como inicio a la réplica elaborada que intentaba de hacer. Se levantó sin muchas ganas de abordar el tema de su transición a un posible estandarte de la revolución. Eso no había estado en ninguno de sus planes, definitivamente. Una vez recobró la compostura.- No tengo miedo de que me encuentren, quiero pasar más de un día en libertad, si acaso. Pero por más que me encantaría ser la portavoz...- Ironizó con su voz enigmática de siempre,- tu mismo haz dicho que hay más personas en mi situación. Quienes han salido de la Alianza, mágicos o no, y ahora están con ustedes. Un solo testimonio de alguien que tiene diez minutos de estar aquí no basta. Debes tener a alguien con más tiempo, que pueda tener realmente credibilidad, que haya estado en la lucha. Seguro que tienes a alguien así. Así podemos hacer tiempo, para que mi historia sea más creíble.

La réplica quedó ahí para el olvido cuando escuchó el jaleo que la cerveza tenía. El piso se había llenado de ella y el aire se había vuelto frío. Y gracias a que la chica poseída se había llevado la chaqueta blanca, la joven comenzó a temblar mientras veía con un tanto de preocupación el que la pequeña Charlotte hubiera podido desaparecer tan espontáneamente. ¿Por qué no lo había hecho antes? Suspiró, comenzando a rodear su cuerpo con sus propias manos mientras se acercaba con el resto y accedía a darle el periódico al nuevo elfo que había llegado.

El control total de las sombras volvió a ella con la ida de Charlotte, si acaso podía llamarse "control". Comenzaron a temblar por todo el lugar, tal como ella hacía. Cerró los ojos un instante, tratando de ponerlas en su lugar, aunque hacían lo que querían. Una vez que pudo regresarlas a la normalidad, o al menos lo intentó, abrió los ojos y observó los cortes de Ellyos, que no eran profundos pero serían preocupantes si no sintiera cómo era tan cortante con ella. Parecía ser el inicio de una dulce enemistad.

La confianza que demuestra Victorya me hace pensar si no estará escondiendo algo, aunque me recrimino mentalmente por no poder dejar de pensar así. No quiero intentar leerle la mente todavía, prefiero observar y dar un voto de confianza, siempre con precaución. Su recordatorio de estar observándome y ser mejor como cazador hace que me remueva un tanto inquieto en la silla, preguntándome si eso es una indirecta o un simple modo de hablar. - Todo bien con eso, mientras estés en nuestro bando.- me sale el tono más mafioso de lo que hubiese querido, muy al estilo que solía usar mi abuelo Jack, que sabía bastante del mundo de la mafia. Suavizo un poco la expresión para que tampoco se sienta amenazada, aguardando su respuesta a lo de participar contando su experiencia para hacer llegar la verdad al mayor número de gente posible. No parece esta rmuy de acuerdo, ni parece que fuese lo que esperaba.

- ¿No...? ¿por qué no? - la sigo con la mirada cuando se levanta de la silla, haciendo yo lo mismo para ponerme a su altura y que no se me escape la oportunidad de convencerla. - Sí, claro que hay más personas que han huido de la Alianza- Thalos, por ejemplo, desertó de la Alianza y su padre era mago. - Pero es diferente...a ninguno lo encerraron en los campos aún habiendo trabajado con la Alianza y teniendo padres humanos. Podrían hablar todos los no mágicos que están con los renegados, así te sentirías más acompañada. No hace falta que contestes ahora, pero piénsatelo, ¿de acuerdo? - la conversación queda así más o menos concluida, aunque también es cortada de manera un tanto abrupta por dos sucesos. Por un lado la llegada de Thranduil, al cual recuerdo haber visto en el hospital. Estrecho la mano de Thranduil cuando me tiende la suya para saludarme y alegrarse por mi recuperación.

- Sí, faltó poco para no salir de aquello, pero consiguieron la cura a tiempo. Lo que le pasa a la chica del sofá es otra cosa, tiene más que ver con algún tipo de maldición, pero no tenemos muy claro qué es. - asiento con un deje de fastidio a lo que comenta del periódico, espero que no ataquen hasta que hayamos solucionado el asunto de las personas poseídas. - Les plantaremos cara, como el resto de veces. - me giro rápidamente al escuchar el repentino ataque de Charlotte a Ellyos, totalmente inesperado por lo silenciosa que estaba. El pobre recibe un ataque con la cerveza, acabando herido por culpa de los cristales. La chica poseída se desaparece ipso facto, por lo que me llevo las manos a la cabeza. - ¡Mierda! le dije a Lykaios que ya me encargaba de ella.... - corro hacia Ellyos para ver cómo está, comprobando que no parece nada serio. - ¿Estás bien? ¿necesitas que vayamos al hospital? No la vimos venir ninguno...y ahora ni puñetera idea de dónde se habrá ido.

Me sentí bastante aliviado de ver bien a quien estaba enfermo, y sobre todo al estrechar la mano de nuevas personas. Ya con la vacuna puesta, podía acercarme a quien fuera sin el temor de ser contagiado, al menos por ahora. Además, se sentía bien escuchar que la resistencia haría, al menos eso, resistir. Y aunque yo no era exatamente de ningún bando, y la Alianza había sido mi cliente en algunas ocasiones en el pasado, si la contienda se hacía tan intensa como parecía serlo, seguramente me tomaría la molestia de apoyar un poco al bando mágico, en lo que fuera posible.

Tomé mi cerveza sin cuidado, bebiendo un poco feliz de que por mi garganta bajara algo frío y amargo. Mas la marea que había en el piso de la taberna me obligó a dejarla abajo y colocar el periódico en la barra. La chica, con la mirada impregnada de maldad, se había desaparecido de un instante a otro.

Me levanté una vez que las aguas se calmaron, acercándome al muchacho sin la prisa con la que Johan se acercaba. La verdad es que no tenía intención por volver a cambiarme los pantalones. Las heridas no se veían mortales por sí solas, pero mil cortes era una manera mala de morir desangrado, y él ya se veía por la mitad.- Quizás si te haga falta una curación o una poción para detener el sangrado.-

20 dados + 10 habilidad = 30 PS Sanacion
114 PS + 30 Sanacion + 40 anillo - 5 Sangrado = 150 PS
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Me levanto con cuidado del suelo para no resbalarme con el charco y el hielo que hay por ahi, la verdad es que empiezo a estar un poco cansado de recibir siempre golpes, parece como si hubiera nacido para ser un saco de boxeo en vez de un dragon sanador. Convoco un poco de tiempo para recuperarme un poco de las heridas pero aun asi igualmente como ellos dicen, voy a necesitar algo que las cierre por completo y las cicatrice como em han recomendado el elfo y Johan... Johan, siempre ahi para cuidarme y protegerme... Aaaaah no me puedo enfadar con el por ir de flor en flor, es que es tan mono y bueno...

Aprovecho el vientecillo curativo para secarme por completo el pelo, cuerpo y ropas y asi quitarme de encima la cerveza, aunque despues me vendria bien lavar la ropa y ducharme porque aun asi el azucar que contiene hace que mi piel y pelo se queden pegajosos y tenga algo de olor, no parece que me vayana permitir estar limpio por unos dias, entre lo movidito del hospital... Mmm Johan en la duuuuuuchaaaa... se me hace la boca agua de solo recordarlo... y ahora esto. Aprovecho y con la ayuda del viento muevo la cerveza fuera del suelo empujandola a un desague en la calle.

- No estaria mal poder tratar las heridas ahora que estan frescas y evitar problemas y luego tratar de ir a buscar a esa chica, aunque... no te quiero dejar solo ahora mismo... y tampoco me apetece estar solo en aquel hospital...

No es algo personal, pero es que da demasiado panico ese lugar, y dejar solo a Johan con esta extraña chica mientras yo estoy a solas en una de las consultas del loquero reformado, como que no y cien veces no, nunca, jamas, jamas de los jamases... pero tampoco queria por cabezon preocupar a Johan con mi heridas, aunque quiza el tampoco me quiera dejar solo y me acompañe. No quiero ir al hospital... tengo miedo...

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'Curación' :

Rodó los ojos de nuevo, recordándose mentalmente por no ser tan clara con Johan como él lo necesitaba. Si bien era cierto que le gustaba jugar con la mente de las personas, en aquel momento lo que menos necesitaba era la desconfianza, por lo que decidió bajar un poco los ánimos del moreno.- Esperemos que sea por mucho tiempo.- Asintió con la voz tranquila a pesar de su tono de mafioso. Si quería implicar que irían tras ella en cuanto diera la espalda, no le preocupaba, pues por ahora no tenía planes de hacerlo.

No quería responder al por qué no quería hacerlo, creía que ya había dicho lo suficiente, pero al ver que el contrario se levantaba y acercaba, giró hacia él con una mano en la cintura, escuchándole con la mirada atenta.- Lo haré.- Sentenció decidida, aunque dejando claro en su tono de voz que había una condición de por medio.- Lo haré el día que tu puedas decir sin titubeos que confías en mí. No te culpo, soy una extraña con maneras peculiares de expresarse, pero es difícil ver en tu cara como te escandalizas y te pones alerta cada que digo algo. La decisión ya no recae en mi.- Susurró con el rostro serio, dejándole claro que aunque la condición no era inapelable, si era algo que necesitaba antes de exponerse a hacer algo que no había planeado. Le sostuvo la mirada por un momento, a la espera de aquel destello de desconfianza que inundaba sus ojos cada que la chica abría la boca.

Le deció el paso cuando vio que Ellyos parecía estar herido. Si bien era claro su disgusto con ella, no sabía nada de curaciones y no le negaría la ayuda de quien sí podía saber algo, como el restro de los hombres que se encontraban por el lugar. Caminó tranquilamente hasta el sillón donde había dejado su bolso, recuperándolo antes de que otra cosa sucediera. Procuraría no dejarlo por ahí la próxima vez.

Mientras el resto se dedicaba a atender las heridas del dragón, se sentó en el brazo de uno de los sillones cercanos, observando las heridas del contrario.- Supongo que debe haber ido a donde iba Lykaios. El lugar que oculta las joyas donde mucha gente se ahoga. Estaban recitando una letanía así.- Recitó lo que recordaba de aquel acertijo que habían dicho con anterioridad. Aunque todo el asunto de las posesiones demoniacas era nuevo para ella, ciertamente estaban relacionados los dos sucesos.- Linda habilidad.- Mencionó para con Ellyos cuando sus heridas cerraron casi solas. Sería cuestión del viendo, pero sabía bien que aquello era algo muy creativo.

Por un momento creo que he conseguido convencer a Victorya para que hable a nuestro favor, pero después me doy cuenta de que sólo lo hará con una condición. Parece que mi falta de confianza en ella le resulta molesta, pero por ahora no puedo entregarme por completo a una persona que acabo de conocer. Frunzo levemente el ceño, un poco más serio que hace unos minutos. - No me escandalizo. Pero no querrás que de buenas a primeras nos tratemos como amigos de toda la vida, ¿no? poco a poco. El tiempo lo dirá. Por el momento quiero ayudarte a estar lejos de la Alianza y a salvo, creo que es un buen comienzo. - zanjo el tema para no ponernos a discutir por cuál de los dos confía menos en el otro o cosas por el estilo, pues no nos llevará a ningún lado. En su gesto puedo ver que tampoco se encuentra cómoda, me parece que está a la defensiva, a juzgar por su gesto serio. Tampoco sé si hubiésemos seguido hablando si no hubiese sucedido el accidente de Ellyos, al cual trato de socorrer. No tiene pinta de estar gravemente herido, y él mismo consigue sanarse un poco gracias a su habilidad de curación. - Joder...qué susto. Ha sido demasiado rápida. - coincido con Thranduil en lo de buscar algo para detener el sangrado, aunque parece que Ellyos se encarga de eso con la curación realizada.

- No, será mejor que tú no vengas a buscarla, tienes que terminar de curarte bien. Tampoco creo que sea necesario ir a aquel hospital...puede que con descansar en casa y la ayuda de otro sanador te cures por completo. Puedo llevarte allí. - Victorya me da algunas pistas sobre el lugar al que ha podido ir la chica, pero no me suena. - Ni idea, no sé a qué puede referirse con la letanía esa. Ahora mismo es como buscar una aguja en un pajar. Avisaré a Lykaios de que se ha escapado, aunque se enfade. - suspiro con resignación, sacando la moneda comunicadora para mandarle un mensaje al Knox. Ya no tiene sentido que nos quedemos aquí más rato, así que toca moverse y empezar a actuar según las prioridades. Por ahora me llevo a mi amigo y a la chica que acabo de conocer, a ver si con el paso de los días conseguimos limar algunas asperezas del primer encuentro. El elfo ha llegado por libre, así que supongo que así seguirá. - Thranduil, nosotros nos vamos a mi casa para que él se cure en condiciones. No sé si te quedarás por aquí, pero si te quedas y llega Lykaios Knox.- le doy una breve descripción para que sepa cómo es. - dile de mi parte que me informe si sabe algo nuevo de la chica, o que me diga si necesita ayuda. Hasta la próxima. - me despido del elfo, poniendo después una mano en el hombro de Ellyos y otra en el de Victorya. Luego me concentro en el lugar de destino, desapareciendo de allí los tres en dirección al castillo Black.

Me alejé del grupo lentamente cuando vi que el muchacho estaba ya en perfecto estado. No era cuestión de importunar tampoco. Me senté de de vuelta en mi banco en la barra, cogiendo de nuevo el periódico mientras escuchaba a Johan dejar su recado. Asentí con behemencia, pues aunque tenía cosas planeadas para ese día, aún tenía un poco de tiempo para quedarse.- Cuídense, ya saben que las cosas no son tan fáciles como en antaño.

Continué con mi bebida cuando todos se fueron, mientras seguía ojeando el periódico que llevaba en la mano. Al terminar, dejé detrás de la barra una moneda de oro, doblé el periódico sobre la barra y dirigí mis pasos, con rumbo fijo, al exterior del local.

Me reí ante lo de que los favores y negué con la cabeza, aunque podría tenerlo en cuenta para un futuro.

Vi como se elevaba con ayuda de sus poderes sobre el viento viendo como llegaba a mi altura. Espere a que estuviera listo para poder largarnos de ahí al escuchar que gritaba el ''vamos''. Solo me dedique a seguirlo ya que no conocía el lugar. Era algo a lo que cualquiera se giraría a mirar, y realmente era algo que me gustaba.

Volamos lo suficiente hasta llegar a la puerta del lugar. Era algo oscuro pero bajamos el vuelo para poder entrar, hice desaparecer mis alas antes de entrar y me coloque mi abrigo. Espere a que el híbrido hiciera lo mismo para entrar juntos al lugar para pedir una habitación para ambos.

''Mas le vale que valga la pena o a este me lo violo...''

El viaje fue laaaaaaaaaaargo, pero no aburrido, que va. Perseguir las corrientes de aire era todo un reto, pero despejaba el cerebro, la mente en general. Desde ahi arriba tenias otra perspectiva y los problemas, que era eso? Parecian mas pequeños. Aquella era la sensacion que producia surcar los cielos sin ningun vehiculo que lo hiciese por ti, ya fuese mágico o tecnologico.

Eso si, llegué aterido de frio a la puerta del Moulin, no sabia como Jin no estaba tiritando al igual que yo. Que tenia en la sangre, magma de alado? Yo tambien hice desaparecer aquellas alas de urraca, anulando el hechizo de transformacion, mis manos volvieron tambien a su normalidad.

"nunca lo habia usado por tanto tiempo, ha estado bien!"

Le indiqué la entrada y pasamos, afortunadamente, el Moulin seguía en pie. Cuando fuimos a la barra a pedir, aproveché para preguntar si habian visto a mis amigos por aqui recientemente... que ellos los conocian. Me llevé un palo bastante importante al oirles decir que llevaban cosa de meses sin tener a ningun cliente de esas caracteristicas.

-Asi que...no les has visto? Vaya.... - suspiré y saqué unas monedas que habia robado cuando iba por la vida convertido en urraca, usandolas para pagar la habitacion, con cena incluida. Me giré hacia Jin. -Que te parece el lugar? Es acogedor verdad? Yo solia venir aqui con mis amigos. He pagado por la habitacion y por comida... a esta invito yo, por haberme acompañado

"tendré que seguir buscandoles....recupero fuerzas y me pongo en marcha. Preguntaré a algunos de nuestros conocidos en comun"

El lugar por dentro no se veía nada mal. Me encontraba viendo el local desde la barra, en lo que escuchaba la conversación de mi compañero con el cantinero.

-No esta mal... Parece limpio y tiene una buena iluminación, lindos colores...-Dije algo critico y cruzándome de brazos mirando aun el lugar con atención para luego mirar al híbrido.- Gracias por invitarme, aunque sabes que no tenias porque hacerlo... Pero gracias por esta cita -Dije esto ultimo en un claro tono de broma para dirigirme a una mesa. El viaje me había dejado algo cansado ya que tenia el cansancio acumulado desde hacia un par de días. Me senté en una de las sillas.

Quite de mi bolso las cartas para tirarlas frente a mi. Por alguna extraña razón era lo primero que hacia cada vez que llevaba a algún lugar y me sentía cómodo, como si me ayudara a relajarme, obviamente según lo que dijeran las cartas.

''Bien, las cartas son buenas para mi... Al menos en lo que puede caber lo bueno aquí''

-La próxima vez pagare yo...

-Si, si, está bastante limpio, y la cocina, nada mal para los tiempos que corren, sabes? - sonreí porque él parecia un crítico de cine evaluando el asunto. Hice una mini reverencia cuando me dio las gracias por la invitacion, "cita" incluida. -Una cita desastrosa se olvida con un poco de vino. Bebes?

Lo vi irse a una mesa y sentarse para echar sus cartas. Yo cogí dos cuencos de sopa que me dio el camarero con sus respectivos trozos de pan, unos vasos y una botellita de vino para beber. Fui hacia la mesa y dejé la comida en una esquinita donde no molestase a aquello que hacía él con las cartas, y empecé a picotear mollas de pan que arrancaba distraidamente con los dedos, mirando todas las cartas.

-Que haces, exactamente? - ahogué el resto del trozo de pan en mi cuenco de sopa y le acerqué el suyo a él, antes de embutirme el pan en la boca y masticarlo para tragarlo rapidamente. Estaba muerto de hambre. Le habia visto antes echandole las cartas a la chica aquella.... - tus cartas pueden ver el futuro de verdad? Cosas?

Agarré la botella de vino y la abrí, olfateando primero aquel vino blanco. No debia ser ninguna maravilla, pero yo eso no lo sabia, que de experto en vinos no tenia nada. Asi que primero le ofrecí a él.
-Te han dicho algo interesante?