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Recuerdo del primer mensaje :
En estas calles se encuentran la mayoría de las viviendas de la población humana de Londres, ahora concentrada principalmente en esta zona por motivos de seguridad, aunque también existen otras viviendas repartidas a lo largo de todo Londres. Son frecuentes las patrullas de soldados y centinelas, y no se observa demasiado movimiento de gente por la calle, debido al toque de queda impuesto también por seguridad.
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- Datos sobre trama I:
- TRAMA GLOBAL IBienvenidos a Two steps from hell
Es aquí como comenzamos. Entrará el robot centinela para reconocer a Cate como una bruja y comienza el lío. Después de que el robot la reconozca pueden empezar a entrar los humanos. Cuando Cate haga el llamado podrán empezar a entrar los magos/brujas. Pero antes que nada quiero comentarles cositas a tener en cuenta.
Tenemos que intentar que los posts sean concisos para que la trama transcurra más rápido. Si bien no habrá un orden de posteo se pide, por favor, que respeten el grupo en el cual están roleando. Sobretodo si se interactua con alguien directamente. En caso de que pasados 72 horas se sigue sin respuesta de este se puede pedir al master (yo) que postearé con cuenta Admin lo que sucede. Esto implica que quedará a disposición de los dados lo que ocurra con un personaje abandonado en esta trama. Léase, puede quedar manco, quedar atrapado por los humanos, etcétera.
Sí después de tu post han posteado tres personas puedes postear nuevamente sin rolear la reacción de otro personaje a menos que esto quede aclarado con su user.
Demás está recordar que son ustedes los que deben mantener al día su PS, estar atento a sumar las estadísticas de sus dados y habilidades. En caso de que algo quede mal ejecutado o interpretado el administrador intervendrán para esclarecer el tema y evitar problemas.
Afortunadamente, Monica reaccionó y despertó, incorporandose. Momento en el que la solte y me aparte un poco de ella dandole espacio. La mire con curiosidad cuando me agradeció por mi nombre. Claro...
- tu eres monica gallaher, verdad? - ella habia estado en nuestro bando, no hacia tanto, cuando aun eramos la resistencia. - No es nada. Y...si, he visto a un tipo alejarse por los tejados aullando y zurrándose. El te ha hecho esto?
Asentí, tenia sentido lo que decia. - he visto los alborotos. La policia ya esta en la casa. Los humanos de alrededor andaban diciendo que sin duda habia sido obra de un ser magico.... - dije con cierto asco.
Escuché su breve historia, comprendiendo que hubiese quedado en desventaja y sintiendo cierta curiosidad por aquello de familia. - Claro, te llevaré a Sherwood, ahora que ya estas consciente me quedo mas tranquila. Ojala hubiese llegado antes para echarte una mano...estas lista? - puse mi mano sobre su hombro y nos desapareci de alli a ambas, rumbo al hospital
- tu eres monica gallaher, verdad? - ella habia estado en nuestro bando, no hacia tanto, cuando aun eramos la resistencia. - No es nada. Y...si, he visto a un tipo alejarse por los tejados aullando y zurrándose. El te ha hecho esto?
Asentí, tenia sentido lo que decia. - he visto los alborotos. La policia ya esta en la casa. Los humanos de alrededor andaban diciendo que sin duda habia sido obra de un ser magico.... - dije con cierto asco.
Escuché su breve historia, comprendiendo que hubiese quedado en desventaja y sintiendo cierta curiosidad por aquello de familia. - Claro, te llevaré a Sherwood, ahora que ya estas consciente me quedo mas tranquila. Ojala hubiese llegado antes para echarte una mano...estas lista? - puse mi mano sobre su hombro y nos desapareci de alli a ambas, rumbo al hospital
Éamon O'Connell
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El plan había salido a la perfección: los idiotas de los renegados habían mordido el anzuelo y se habían llevado aquel señuelo de "arma definitiva". Esta vez hemos ido un paso por delante, preparándonos para una posible intrusión tras aquel robo de planos llevado a cabo por la traidora Morgana Wolf. Aquellos planos sí tenían valor, así que supusimos que intentarían hacerse con el arma desconocida a cualquier precio. No fallamos, aparecieron para llevársela sin saber que era una réplica exacta. Aquel caballo de Troya había hecho explosión en su base unas cuantas horas atrás, momento que celebramos con copas y puros desde la sala de mandos de la base militar, donde se gestionan las maniobras bélicas. Tras esto me despedí de Wilhelm, siendo conducido hasta mi mansión en la zona residencial. Ambos nos merecemos un descanso por hoy tras haber saboreado la tan premeditada venganza. En pocos días se pondrá en marcha la segunda parte del plan, aquella en la que sí participará el arma que creyeron haber robado. Dudo que hayan conseguido descifrar qué es exactamente, pero tampoco les vamos a dar mucho tiempo para contraatacar.
El único incidente que ha empañado el día es un aviso de coche bomba atacando la zona de los campos de concentración. Los guardias del recinto me llamaron para informarme del incidente, contándome también que había soldados en las calles de China Town reportando un rumor un poco extraño. Supuestamente se atribuye el ataque a un grupo de humanos no mágicos, como si fuese un ataque entre los nuestros. Eso no es buena propaganda, debemos dar imagen de unidad y fortaleza, y si parece que no todos están de acuerdo con nosotros podrían generarse grietas y disensiones perjudiciales. Pedí a las patrullas que investigasen acerca de ese ataque y sus autores, cualquier pista. Tras esto realicé otra llamada al departamento tecnológico, para que acelerasen los trámites con las armas y para que azuzasen a los científicos que habíamos contratado para terminar sus trabajos, que ya me cansa invertir en ellos sin ver resultados.
Esta noche dormiré bien tranquilo, pensando que he eliminado unos cuantos enemigos más del mundo. Me divierte pensar en las caras que pusieron cuando aquello les explotó en las narices, una imagen con la que consigo dormirme al poco rato, tras haberme bebido la cuarta copa de whisky y alguna que otra droga a la que me he aficionado.
El único incidente que ha empañado el día es un aviso de coche bomba atacando la zona de los campos de concentración. Los guardias del recinto me llamaron para informarme del incidente, contándome también que había soldados en las calles de China Town reportando un rumor un poco extraño. Supuestamente se atribuye el ataque a un grupo de humanos no mágicos, como si fuese un ataque entre los nuestros. Eso no es buena propaganda, debemos dar imagen de unidad y fortaleza, y si parece que no todos están de acuerdo con nosotros podrían generarse grietas y disensiones perjudiciales. Pedí a las patrullas que investigasen acerca de ese ataque y sus autores, cualquier pista. Tras esto realicé otra llamada al departamento tecnológico, para que acelerasen los trámites con las armas y para que azuzasen a los científicos que habíamos contratado para terminar sus trabajos, que ya me cansa invertir en ellos sin ver resultados.
Esta noche dormiré bien tranquilo, pensando que he eliminado unos cuantos enemigos más del mundo. Me divierte pensar en las caras que pusieron cuando aquello les explotó en las narices, una imagen con la que consigo dormirme al poco rato, tras haberme bebido la cuarta copa de whisky y alguna que otra droga a la que me he aficionado.
Después de coordinar con Fred había bajado con la ropa más “humana” según Aurora pero iba armado hasta los dientes, aunque confiaba bastante en su magia, no en la gente que esperaba abajo y mucho menos en la persona que se había llevado a su hermana. Había contactado a Benjamín para que bajara con él y con el mapa fueron ubicándose, Vishous lo había pasado a un mapa normal sin mancha de sangre para no levantar sospechas.
Se habían desaparecido en una zona cercana que Vishous había estado antes. En realidad, “cercana” aun quedaban como 15 cuadras por caminar pero aún así era lo más cerca que estaba de ella -La prioridad es extraerla, pero si le puedo partir la cara…Mejor- Iba a llevárselo de vuelta a la isla para exponerlo ante la justicia de los Descendientes, después de dejarlo hecho mierda, claro…
Avanzó con paso apresurado pero a medida que iban tomando la calle principal notó que había una especie de desfile e intercambió una mirada extrañada con Benjamín. Lo cierto es que estaban muchas calles cerradas con avisos que informaban de una especie de desfile por parte de los reales. Vishous se detuvo a leer un poco con el ceño fruncido preguntándose quienes eran los reales y qué estaba sucediendo.
Mantuvo los sentidos alerta mientras empezaban a mezclarse entre la gente, algo rara, de ahí.
Se habían desaparecido en una zona cercana que Vishous había estado antes. En realidad, “cercana” aun quedaban como 15 cuadras por caminar pero aún así era lo más cerca que estaba de ella -La prioridad es extraerla, pero si le puedo partir la cara…Mejor- Iba a llevárselo de vuelta a la isla para exponerlo ante la justicia de los Descendientes, después de dejarlo hecho mierda, claro…
Avanzó con paso apresurado pero a medida que iban tomando la calle principal notó que había una especie de desfile e intercambió una mirada extrañada con Benjamín. Lo cierto es que estaban muchas calles cerradas con avisos que informaban de una especie de desfile por parte de los reales. Vishous se detuvo a leer un poco con el ceño fruncido preguntándose quienes eran los reales y qué estaba sucediendo.
Mantuvo los sentidos alerta mientras empezaban a mezclarse entre la gente, algo rara, de ahí.
Acudí al llamado del teniente para una misión extremadamente urgente de la que poco detalle pude conseguir. Solo que fuera vestido de civil… civil muggle.
Los días que siguieron al regreso de la isla habían sido bastante tranquilos. Sabía de la existencia de una fiesta, porque me lo dijeron los amigos de Savannah. Pero no conseguí cambiar el turno para poder ir, de modo que tuve que fastidiarme y acatar órdenes vigilando los calabozos donde no hubo grandes novedades. Y poco más desde entonces. Supe que habían dado de alta a los heridos en la misión y perdí el contacto con Chloe, suponiendo que estaría de baja aún. Tampoco le di mucha más importancia.
Ahora parecía que había acción y le pareció interesante. Por lo poco que sabía y que le habían contado, un muggle había secuestrado a una de las doctoras del hospital y, retenida, la había bajado a la superficie. Lo único que tenían era un mapa… y casi 15 manzanas de distancia. Se acomodó el cuello del polo y se estiró el jersey de pico. Hacía frío todavía en Londres… Londres que no recordaba de la misma forma que cuando patrullaba como auror junto a Maharet o Rybar, luchando contra la resistencia o contra la alianza muggle. Suspiró y corrió para llegar a la altura del teniente, dado que se había quedado atrás recordando algunos momentos bajo las órdenes de Termeritus o de Bertram. Sacudió la cabeza, tratando de centrarse -¿Sabemos algo del muggle que andamos buscando? ¿Dónde se ha escondido? ¿Alguna pista? ¿La fuente es fiable?-
Podo después se dieron cuenta que la ropa que habían elegido para parecer lo más muggle posible desentonaba como si estuvieran señalados por un rotulador fluorescente entre toda aquella gente. Gente que parecía festejar algo… un desfile de los “Reales”. Si no había suficiente con los muggles ahora tenían que lidiar con toda esa gente. -Vamos teniente. Ya resolveremos más tarde esto. Venga, por aquí, conozco una calleja- Le señaló con la cabeza la dirección para salir del tumulto y dirigirse a una estrecha callejuela que rodeaba parte de la zona residencial. La recordaba porque allí asaltaron y atacaron a un grupo de squibs que trataban de huir del poder del Ministerio. La calleja todavía seguía estando allí, sobreviviendo a los cambios de SAM, con sus manchas de sangre. Darían un poco más de vuelta, pero podrían salir de todo el tumulto, dejando los fantasmas del pasado atrás, que cada vez se hacían más pesados y presentes.
Los días que siguieron al regreso de la isla habían sido bastante tranquilos. Sabía de la existencia de una fiesta, porque me lo dijeron los amigos de Savannah. Pero no conseguí cambiar el turno para poder ir, de modo que tuve que fastidiarme y acatar órdenes vigilando los calabozos donde no hubo grandes novedades. Y poco más desde entonces. Supe que habían dado de alta a los heridos en la misión y perdí el contacto con Chloe, suponiendo que estaría de baja aún. Tampoco le di mucha más importancia.
Ahora parecía que había acción y le pareció interesante. Por lo poco que sabía y que le habían contado, un muggle había secuestrado a una de las doctoras del hospital y, retenida, la había bajado a la superficie. Lo único que tenían era un mapa… y casi 15 manzanas de distancia. Se acomodó el cuello del polo y se estiró el jersey de pico. Hacía frío todavía en Londres… Londres que no recordaba de la misma forma que cuando patrullaba como auror junto a Maharet o Rybar, luchando contra la resistencia o contra la alianza muggle. Suspiró y corrió para llegar a la altura del teniente, dado que se había quedado atrás recordando algunos momentos bajo las órdenes de Termeritus o de Bertram. Sacudió la cabeza, tratando de centrarse -¿Sabemos algo del muggle que andamos buscando? ¿Dónde se ha escondido? ¿Alguna pista? ¿La fuente es fiable?-
Podo después se dieron cuenta que la ropa que habían elegido para parecer lo más muggle posible desentonaba como si estuvieran señalados por un rotulador fluorescente entre toda aquella gente. Gente que parecía festejar algo… un desfile de los “Reales”. Si no había suficiente con los muggles ahora tenían que lidiar con toda esa gente. -Vamos teniente. Ya resolveremos más tarde esto. Venga, por aquí, conozco una calleja- Le señaló con la cabeza la dirección para salir del tumulto y dirigirse a una estrecha callejuela que rodeaba parte de la zona residencial. La recordaba porque allí asaltaron y atacaron a un grupo de squibs que trataban de huir del poder del Ministerio. La calleja todavía seguía estando allí, sobreviviendo a los cambios de SAM, con sus manchas de sangre. Darían un poco más de vuelta, pero podrían salir de todo el tumulto, dejando los fantasmas del pasado atrás, que cada vez se hacían más pesados y presentes.
-Gelion Draven, medio hermano de Thalos Draven. Miembro de la Alianza Humana- Informó a Benjamín cuando hizo aquellas preguntas de lo más pertinentes pero como había estado en una especie de vorágine todo el tiempo no había tenido la delicadeza de informarle. Le tendió la copia del mapa para que pudiera verlo por sí mismo -Esta es la pista que tenemos, de la fiabilidad dudo por eso te pedí que vinieras conmigo. Estate atento, esto apesta a dragón- Le informó lo último en voz baja señalando el mapa.
Se dio cuenta que su ropa estaba absolutamente fuera de lugar aunque había intentado ir lo más sobrio posible, lo menos mago posible…Escuchó algo de música, como una especie de banda marcial acercándose y se detuvo un momento. Si Arleen estaba embarazada no podían desaparecerse, tendrían que…caminar. Maldita sea. Aquella calle de mierda estaba cerrada. Lo único es que si la ubicaba y la llevaba a un sitio seguro después podía pedir un hipogrifo. Ben podría volver a la isla a por un transporte.
-¿Sabes manejar un auto?- Inquirió mientras lo seguía por la calleja -Es decir… Espero que sepas conducir- Le soltó un poco hosco mientras iban avanzando por las callejuelas hasta la zona residencial que era el sitio al que esperaban llegar.
Se dio cuenta que su ropa estaba absolutamente fuera de lugar aunque había intentado ir lo más sobrio posible, lo menos mago posible…Escuchó algo de música, como una especie de banda marcial acercándose y se detuvo un momento. Si Arleen estaba embarazada no podían desaparecerse, tendrían que…caminar. Maldita sea. Aquella calle de mierda estaba cerrada. Lo único es que si la ubicaba y la llevaba a un sitio seguro después podía pedir un hipogrifo. Ben podría volver a la isla a por un transporte.
-¿Sabes manejar un auto?- Inquirió mientras lo seguía por la calleja -Es decir… Espero que sepas conducir- Le soltó un poco hosco mientras iban avanzando por las callejuelas hasta la zona residencial que era el sitio al que esperaban llegar.
Iba incómoda sobre el hombro de Vishous y miraba hacia atrás, en cómo lo estaban golpeando. Tensó los labios. Quizás…Quizás no había sido buena idea. Pero no pudo ver mucho más porque otras personas empezaron a acercarse a ellos, pero las balas rebotaban en el campo, por ende, el disparo desde la casa se fundió en sonido con los demás pero la explosión…Eso no.
Arleen lo observó todo y sintió que su cuerpo se debilitaba ante la idea de que… De que había muerto. ¿Verdad? No había forma de sobrevivir a eso. No, no había manera. Pero…¿Y si la había? Quizás…quizás se había protegido y estaba tirado, allí, desangrándose… Su paciente. Su obra maestra. Se le aceleró la respiración y cuando Vishous la bajó en uno de los callejones, diciendo algo sobre su campo y ayudando a Ben, Arleen se alejó… Fue inercia.
Empezó a recorrer de nuevo esos pasos por donde habían venido. ¿No había misericordia? ¿Ni siquiera para los de su propia raza? ¿Quién los había dañado tanto? Sintió las lágrimas cálidas sobre sus mejillas sólo porque el frío ya le había calado la piel. Apresuró el paso… ¿Por qué? ¿Por qué había ocurrido todo eso? ¿Por qué se odiaban tanto entre sí? ¿Por qué? No lo entendía, no comprendía aquel odio desmedido que solo invitaba a dañarse mutuamente.
Al volver se encontró de frente con los ojos hombres, quedaban dos de los cuatro que habían ido tras ellos. ¿Habrían vuelto la explosión? La frase de Gelion resonó en su mente. “A los de fuera les da igual si atacas o te proteges, Doc”. Pero ella no sabía atacar, sólo sabía proteger y sanar -Puede haber heridos…Puedo ayudar- Murmuró pero a ellos no les importó, tal como había dicho su paciente y dispararon contra ella sólo para encontrarse un escudo violeta que no permitió que la dañaran -Por favor- Insistió sintiendo que las rodillas le fallaban.
OFF: Maemia.
Éxito la arleen se escapa de V
Fallo la arleen no se escapa.
Arleen lo observó todo y sintió que su cuerpo se debilitaba ante la idea de que… De que había muerto. ¿Verdad? No había forma de sobrevivir a eso. No, no había manera. Pero…¿Y si la había? Quizás…quizás se había protegido y estaba tirado, allí, desangrándose… Su paciente. Su obra maestra. Se le aceleró la respiración y cuando Vishous la bajó en uno de los callejones, diciendo algo sobre su campo y ayudando a Ben, Arleen se alejó… Fue inercia.
Empezó a recorrer de nuevo esos pasos por donde habían venido. ¿No había misericordia? ¿Ni siquiera para los de su propia raza? ¿Quién los había dañado tanto? Sintió las lágrimas cálidas sobre sus mejillas sólo porque el frío ya le había calado la piel. Apresuró el paso… ¿Por qué? ¿Por qué había ocurrido todo eso? ¿Por qué se odiaban tanto entre sí? ¿Por qué? No lo entendía, no comprendía aquel odio desmedido que solo invitaba a dañarse mutuamente.
Al volver se encontró de frente con los ojos hombres, quedaban dos de los cuatro que habían ido tras ellos. ¿Habrían vuelto la explosión? La frase de Gelion resonó en su mente. “A los de fuera les da igual si atacas o te proteges, Doc”. Pero ella no sabía atacar, sólo sabía proteger y sanar -Puede haber heridos…Puedo ayudar- Murmuró pero a ellos no les importó, tal como había dicho su paciente y dispararon contra ella sólo para encontrarse un escudo violeta que no permitió que la dañaran -Por favor- Insistió sintiendo que las rodillas le fallaban.
OFF: Maemia.
Éxito la arleen se escapa de V
Fallo la arleen no se escapa.
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El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Él ya sabía que no iba a funcionar pero tampoco le importaba. ¿Qué lo mataban? Pues claro que le irritaría, quería esa sentencia en Ouroboros pero no podía llevarlos a los tres. Prefería sacar a Arleen de allí. En el camino convocó a su patronus de halcón informando de sus coordenadas para que bajaran a por ellos cuando antes. No se giró a ver la explosión, no podía mirar detrás.
Al llegar al callejón bajó a Arleen -¿Cómo vas?- Le preguntó a Benjamín ayudándolo a apoyarse de la pared. Creía que aún tenía la bala en el costado y aquello le molestaría, así que se inclinó para revisarlo. Quizás en la mochila podía tener algo más, pero no pudo ocuparse de eso porque Arleen se fue corriendo –¡ARLEEN! ¿QUÉ HACES?!- Salió corriendo tras ella, no tardó mucho en llegar hasta donde estaba pero cuando le dispararon…Quizás ella no lo veía, pero Vishous había mantenido su escudo activo y cualquier daño iba a derivarse a él.
Le rompió el corazón verla así, a sabiendas de que incluso sobre sus rodillas, esos hombres sólo la matarían. Lanzó un campo contra ellos que los mandó a volar y cogió a su hermana en brazos -Basta...Tu corazón sólo se romperá más cuando te enfrentes a esta realidad- Le dijo atrayéndola contra su pecho mientras escuchaba el chasquido de la aparición. Refuerzos. Corrió de vuelta hacia el sitio e intercambió una mirada con todos. A Benjamín se lo llevaron con la desaparición pero Vishous viajó en grifo astral con Arleen de vuelta a Ouroboros, cerrando ese capítulo de una vez por todas.
Al llegar al callejón bajó a Arleen -¿Cómo vas?- Le preguntó a Benjamín ayudándolo a apoyarse de la pared. Creía que aún tenía la bala en el costado y aquello le molestaría, así que se inclinó para revisarlo. Quizás en la mochila podía tener algo más, pero no pudo ocuparse de eso porque Arleen se fue corriendo –¡ARLEEN! ¿QUÉ HACES?!- Salió corriendo tras ella, no tardó mucho en llegar hasta donde estaba pero cuando le dispararon…Quizás ella no lo veía, pero Vishous había mantenido su escudo activo y cualquier daño iba a derivarse a él.
Le rompió el corazón verla así, a sabiendas de que incluso sobre sus rodillas, esos hombres sólo la matarían. Lanzó un campo contra ellos que los mandó a volar y cogió a su hermana en brazos -Basta...Tu corazón sólo se romperá más cuando te enfrentes a esta realidad- Le dijo atrayéndola contra su pecho mientras escuchaba el chasquido de la aparición. Refuerzos. Corrió de vuelta hacia el sitio e intercambió una mirada con todos. A Benjamín se lo llevaron con la desaparición pero Vishous viajó en grifo astral con Arleen de vuelta a Ouroboros, cerrando ese capítulo de una vez por todas.
Despues de dejar a Nico, volé con la alfombra mágica poniendo rumbo a la ciudad de Londres. Supuse que encontraria un percal similar al de San Francisco....o muy diferente, no sbaia aun como habian evolucionado aqui las cosas.
Ahora que estaba solo y que no tenia que atender a un joven sufriendo una crisis de ansiedad delante de mi, tenia mas tiempo de digerir lo de Monica. Mis loros ejercitaban sus alas volando cada uno a un lado mio.
"me ha dejado...pero vamos, que ha cortado conmigo, asi, con una nota"
- Creo que merezco algo más que una nota. Si quiere dejarme me lo tendrá que decir a la cara. - lo tenía decidido. Hablaba con mis loros y uno de dio la razon pero el otro me llamó zoquete.
"vamos a descender un poco"
Bajé la alfombra, divisando las calles de la zona residencial. Alli...no parecia que cultivasen nada. Eso si, habia parques...muy hermosos. Cosa de Sam y su reconstruccion. A ver si esta vez no nos lo cargábamos todo. Estaría bien. O no? Era demasiado perfecto. En realidad no me gustaba.
"De verdad, es perturbador"
Bajé a altura de aterrizaje y salté de la alfombra, la cual se plegó sola de modo magico y se metió en la bolsa de mi cinturón. Eche un vistazo a mi alrededor....
Vi a unas cuantas personas. Pero en cuanto me vieron llegar de aquel modo, y tras lanzarme extrañas miradas....se fueron del lugar, metiendose dentro de sus casas.
- Que antipáticos.... en fin. -pero eso significaba algo. Prudencia. Con cautela, seguí avanzando por las calles, esperando encontrar alguna pista.
__
exito- se encuentra con alguien
fallo- se esconden de ti
___
Pasé un rato buscando, pero alli nadie me daba cara. Tras varias horas de investigacion infructuosa, volvi a mi alfombra y me marche de alli volando.
Ahora que estaba solo y que no tenia que atender a un joven sufriendo una crisis de ansiedad delante de mi, tenia mas tiempo de digerir lo de Monica. Mis loros ejercitaban sus alas volando cada uno a un lado mio.
"me ha dejado...pero vamos, que ha cortado conmigo, asi, con una nota"
- Creo que merezco algo más que una nota. Si quiere dejarme me lo tendrá que decir a la cara. - lo tenía decidido. Hablaba con mis loros y uno de dio la razon pero el otro me llamó zoquete.
"vamos a descender un poco"
Bajé la alfombra, divisando las calles de la zona residencial. Alli...no parecia que cultivasen nada. Eso si, habia parques...muy hermosos. Cosa de Sam y su reconstruccion. A ver si esta vez no nos lo cargábamos todo. Estaría bien. O no? Era demasiado perfecto. En realidad no me gustaba.
"De verdad, es perturbador"
Bajé a altura de aterrizaje y salté de la alfombra, la cual se plegó sola de modo magico y se metió en la bolsa de mi cinturón. Eche un vistazo a mi alrededor....
Vi a unas cuantas personas. Pero en cuanto me vieron llegar de aquel modo, y tras lanzarme extrañas miradas....se fueron del lugar, metiendose dentro de sus casas.
- Que antipáticos.... en fin. -pero eso significaba algo. Prudencia. Con cautela, seguí avanzando por las calles, esperando encontrar alguna pista.
__
exito- se encuentra con alguien
fallo- se esconden de ti
___
Pasé un rato buscando, pero alli nadie me daba cara. Tras varias horas de investigacion infructuosa, volvi a mi alfombra y me marche de alli volando.
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Bando
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El miembro 'Setelah Barrett' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Todo se había vuelto una completa locura desde que Collins me engañó para ser secuestrada por Tobías, que me obligó a sacar a los ex ministros de la prisión. Recordaba todo aquello como una nebulosa, pero al llegar de nuevo junto al científico comencé a entrar en pánico al darme cuenta de lo que acababa de hacer. Por un momento pensé que iban a matarme, pero al final me dieron la patada tras inyectarme algo en el cuello.
Cuando me tiraron a las calles sentí como si todo el cuerpo me quemase, provocando explosiones mágicas descontroladas sin pretenderlo. Corrí asustada a la casa más cercana para esconderme, para no llamar la atención de nadie que quisiese atacarme. En medio de aquel agobio preferí no asustar a mi familia, pero sí que envié un patronus a Ben porque me sentía fatal por lo que le había hecho. Sólo esperaba que no le echasen las culpas. Me costó mucho conjurar cualquier cosa en aquel estado de descontrol de magia y los nervios, pero finalmente lo logré. Después envié otro a Oscurus, que podía ser el único que supiese ayudarme con lo que me habían pinchado. Recibí su patronus de vuelta sin que hubiese pasado mucho tiempo, contestándole rápidamente a su pregunta.
"He liberado a los ministros. Estoy en...el número 27 de la calle Halley."
Conjuré un nuevo patronus al salir a la puerta de la calle para comprobar el número, sufriendo de manera repentina un bajón importante. Las piernas comenzaron a temblarme como si acabase de correr cien kilómetros, haciéndome caer al suelo de rodillas y temblando. Era como si el torrente de magia se hubiese esfumado de golpe, dejándome sin energía ninguna.
Cuando me tiraron a las calles sentí como si todo el cuerpo me quemase, provocando explosiones mágicas descontroladas sin pretenderlo. Corrí asustada a la casa más cercana para esconderme, para no llamar la atención de nadie que quisiese atacarme. En medio de aquel agobio preferí no asustar a mi familia, pero sí que envié un patronus a Ben porque me sentía fatal por lo que le había hecho. Sólo esperaba que no le echasen las culpas. Me costó mucho conjurar cualquier cosa en aquel estado de descontrol de magia y los nervios, pero finalmente lo logré. Después envié otro a Oscurus, que podía ser el único que supiese ayudarme con lo que me habían pinchado. Recibí su patronus de vuelta sin que hubiese pasado mucho tiempo, contestándole rápidamente a su pregunta.
"He liberado a los ministros. Estoy en...el número 27 de la calle Halley."
Conjuré un nuevo patronus al salir a la puerta de la calle para comprobar el número, sufriendo de manera repentina un bajón importante. Las piernas comenzaron a temblarme como si acabase de correr cien kilómetros, haciéndome caer al suelo de rodillas y temblando. Era como si el torrente de magia se hubiese esfumado de golpe, dejándome sin energía ninguna.
Había salido abruptamente de la reunión. Las consecuencias de aquel acto me daban especialmente igual si mi presencia era más útil en otro sitio que no fuera aquella sala de cerebritos lanzándose puyas de uno a otro. Poco podía hacer con el árbol y respecto a la paz… al final harían lo que quisieran, solo esperaba que fuese lo más consecuente. No respondí directamente a la General, pero me di por entendido. Y suponía que, si alguien sabía qué habría pasado sería el muchacho que no dejaba de echarle ojos. No me equivoqué, por supuesto, lo encontré en la guardia, por supuesto, pálido como una pared mientras veía los vídeos. Yo también los eché un ojo, pero con cierto escepticismo. -Esconde eso hasta que resolvamos todo esta mierda- Le ordené. A pesar de las pegas, terminó por obedecer y el vídeo desapareció ante todos los presentes, quedando escondido un primer vistazo a los registros.
Los patronus no tardaron en aparecer, uno para cada uno de los presentes. Benjamin dijo algo de que estaba actuando raro, que quizás fuera control mental. Estudié la situación por un segundo, si la pelirroja se había tomado tantas molestias para sacar a los ministros a escondidas de allí y ahora se ponía en contacto con nosotros significaba que el control mental podría haber desaparecido, no tanto el peligro. Si la habían obligado era muy posible que la persona responsable del acto rondase por allí. Ya tenía ubicación. -Prepara las armas. Nos vamos- Indiqué al guardia para que se armara, de la misma manera que conjuré mis cosas antes de tomar al chico y desaparecernos a Londres.
Aparecimos con el típico sonido en una calle aparentemente vacía. Daba la sensación de que en Londres hacía más frío que en la, seguramente sería por la magia. Las calles habían cambiado tanto desde la última vez que estuve en la isla bretona que hasta costaba orientarse. La casa estaba en medio de aquella calle. Dejé al Guardia a buen recaudo en el cruce de la avenida, para que no perdiera la vista la casa, pero oteando la distancia desde allí -Vigila. Las cosas andan revueltas por Londres. Ante cualquier mínimo movimiento, protege la casa- Me invisibilicé y me escabullí por la calle. La puerta de la casa indicada estaba entreabierta, de modo que no hizo falta la fuerza ni la magia. En silencio avancé por el pasillo, vacío aparentemente. No tardé en encontrar a Chloe medio tirada en la sala cercana. Revisé que no hubiera nada sospechoso y tras un vistazo rápido me acerqué a la pelirroja. Por el momento respiraba, aunque quizás con mayor esfuerzo del esperado. Pulsaba, lo comprobé presionando levemente la carótida… y encontré el pinchazo por la rojez local. Suspiré con fuerza, empezando a tratar de espabilar a la medimaga -Chloe. Chloe, despierta- Veneno, somnífero, leche de amapola…
Los patronus no tardaron en aparecer, uno para cada uno de los presentes. Benjamin dijo algo de que estaba actuando raro, que quizás fuera control mental. Estudié la situación por un segundo, si la pelirroja se había tomado tantas molestias para sacar a los ministros a escondidas de allí y ahora se ponía en contacto con nosotros significaba que el control mental podría haber desaparecido, no tanto el peligro. Si la habían obligado era muy posible que la persona responsable del acto rondase por allí. Ya tenía ubicación. -Prepara las armas. Nos vamos- Indiqué al guardia para que se armara, de la misma manera que conjuré mis cosas antes de tomar al chico y desaparecernos a Londres.
Aparecimos con el típico sonido en una calle aparentemente vacía. Daba la sensación de que en Londres hacía más frío que en la, seguramente sería por la magia. Las calles habían cambiado tanto desde la última vez que estuve en la isla bretona que hasta costaba orientarse. La casa estaba en medio de aquella calle. Dejé al Guardia a buen recaudo en el cruce de la avenida, para que no perdiera la vista la casa, pero oteando la distancia desde allí -Vigila. Las cosas andan revueltas por Londres. Ante cualquier mínimo movimiento, protege la casa- Me invisibilicé y me escabullí por la calle. La puerta de la casa indicada estaba entreabierta, de modo que no hizo falta la fuerza ni la magia. En silencio avancé por el pasillo, vacío aparentemente. No tardé en encontrar a Chloe medio tirada en la sala cercana. Revisé que no hubiera nada sospechoso y tras un vistazo rápido me acerqué a la pelirroja. Por el momento respiraba, aunque quizás con mayor esfuerzo del esperado. Pulsaba, lo comprobé presionando levemente la carótida… y encontré el pinchazo por la rojez local. Suspiré con fuerza, empezando a tratar de espabilar a la medimaga -Chloe. Chloe, despierta- Veneno, somnífero, leche de amapola…
No recordaba en qué momento había perdido el conocimiento, pero fue muy extraño el momento en que desperté de nuevo. Parecía que había pasado mucho, aunque no habrían sido más de unos minutos. Miré alrededor asustada, temblando de frío e incorporándome de manera repentina al ver allí a Oscurus. - Has venido...- Me abracé a él de manera instintiva porque en ese momento no sabía con quién más podía contar, no sabía que me había pasado con aquella cosa que me habían metido.
- Te prometo que yo no quería hacer eso, yo no quería sacar a los ministros de ahí...pero no me van a creer...- comencé a sollozar por lo bajo, sin querer soltarlo. - He atacado a Lytta...le engañé...- aquello me dolía más aún, me iba a odiar por aquello, por mucho que no fuese mi intención. Alcé la mirada hacia él, separando mi cara de su pecho con los ojos todavía llorosos. Llevé una mano a mi cuello, el lugar en el que me habían pinchado.
- No sé qué me han pinchado, pero ahora mismo no puedo hacer magia y casi no puedo ni estar en pie. - confesé, aterrada por si había perdido definitivamente mi capacidad de hacer magia. - Pensé que tú podrías ayudarme, que sabrías qué me está pasando. No quiero preocupar a mi familia, y creo que no puedo volver a Ouroboros.
- Te prometo que yo no quería hacer eso, yo no quería sacar a los ministros de ahí...pero no me van a creer...- comencé a sollozar por lo bajo, sin querer soltarlo. - He atacado a Lytta...le engañé...- aquello me dolía más aún, me iba a odiar por aquello, por mucho que no fuese mi intención. Alcé la mirada hacia él, separando mi cara de su pecho con los ojos todavía llorosos. Llevé una mano a mi cuello, el lugar en el que me habían pinchado.
- No sé qué me han pinchado, pero ahora mismo no puedo hacer magia y casi no puedo ni estar en pie. - confesé, aterrada por si había perdido definitivamente mi capacidad de hacer magia. - Pensé que tú podrías ayudarme, que sabrías qué me está pasando. No quiero preocupar a mi familia, y creo que no puedo volver a Ouroboros.
Ver que Chloe abría finalmente los ojos supuso una liberación. E incluso llegó a reconocerme, aunque dudaba en qué momento había quitado la invisibilidad, quizás al verla tirada en la suelo y empezar a trabajar sobre el cuerpo semiincosnciente. El alivio de saber que estaba viva me relajó un tanto y pude dibujar una sonrisa afable -Por supuesto, no podía perder a una de mis mejoras sanadoras- Bromeé, antes de quedar paralizado ante el abrazo que no esperaba. Tras un breve segundo de sorpresa, mis brazos se cerraron alrededor de la pelirroja para refugiarla y que pudiera sentirse segura, al menos por un momento, el justo para que ella misma relatara qué es lo que había pasado, aunque todo aquello ya lo había sabido y/o sospechado. Fijé la mirada en la pared que tenía delante sin añadir nada, solo escuchando el tiempo que ella necesitara, siendo su apoyo y dejando que ella marcara sus tiempos hasta que terminó por separase y estudié su compungido rostro y sus irritados ojos por las lágrimas.
Le sequé con el pulgar una de ellas, la que recorría en aquel momento la mejilla -Yo te creo- Le dije suavemente, mirándole a los ojos azules temerosos, y sabiendo que podía contar con mi apoyo. -A veces yo también tengo ganas de zurrarle- Confesé, para tratar de animarla mientras la ayudaba a sentarse en una superficie más cómoda y arrastraba el botiquín por el suelo con la mano libre. -Pero eso será nuestro secreto. Ahora no te preocupes ni por el soldado ni por los ministros. No son los que me importan ahora mismo. Dime, ¿qué recuerdas? ¿qué notas?- Le interrogué cuando ella se percató del pinchazo en el cuello. Yo también lo había notado, estaba claro que le habían inyectado algún tipo de droga. Las respuestas no tardaron en llegar con la merma de magia y de fuerza, seguramente ambas estuvieran muy relacionadas.
-Quienquiera que haya sido los que te hayan inducido a lo de los ministros te ha inyectado algo. Suena a que te han utilizado y ahora les sobras- Ahí sí fui serio, no quería meterme en las personas con las que hacía tratos, pero esto era lo que se conoce como una patada en el culo o una puñalada trapera. Un poco de ambas, quizá. -¿Algún sabor raro en la boca, como de metal? ¿Visión borrosa? ¿Náuseas? ¿Dolor?- Empezaba a tener una ligera sospecha sobre qué podría ser lo que sea que le habían puesto. No parecía un veneno, pero tampoco era descartable cualquier otra droga de síntesis química -Creo que puedan haberte puesto algún tipo de poción de Chizpurfles, que te merma la energía- Rebusqué en el botiquín con cierta eficacia, localizando un pequeño frasco entre otros viales inyectables -Un antídoto común, como la poción de bezoar podría sacarnos de un apuro…- Expliqué, aunque ella debería saberlo. No se lo administré, quería sonsacar más información para proceder con cautela, aunque no dudaría en hacérselo beber si empeoraba la situación
Le sequé con el pulgar una de ellas, la que recorría en aquel momento la mejilla -Yo te creo- Le dije suavemente, mirándole a los ojos azules temerosos, y sabiendo que podía contar con mi apoyo. -A veces yo también tengo ganas de zurrarle- Confesé, para tratar de animarla mientras la ayudaba a sentarse en una superficie más cómoda y arrastraba el botiquín por el suelo con la mano libre. -Pero eso será nuestro secreto. Ahora no te preocupes ni por el soldado ni por los ministros. No son los que me importan ahora mismo. Dime, ¿qué recuerdas? ¿qué notas?- Le interrogué cuando ella se percató del pinchazo en el cuello. Yo también lo había notado, estaba claro que le habían inyectado algún tipo de droga. Las respuestas no tardaron en llegar con la merma de magia y de fuerza, seguramente ambas estuvieran muy relacionadas.
-Quienquiera que haya sido los que te hayan inducido a lo de los ministros te ha inyectado algo. Suena a que te han utilizado y ahora les sobras- Ahí sí fui serio, no quería meterme en las personas con las que hacía tratos, pero esto era lo que se conoce como una patada en el culo o una puñalada trapera. Un poco de ambas, quizá. -¿Algún sabor raro en la boca, como de metal? ¿Visión borrosa? ¿Náuseas? ¿Dolor?- Empezaba a tener una ligera sospecha sobre qué podría ser lo que sea que le habían puesto. No parecía un veneno, pero tampoco era descartable cualquier otra droga de síntesis química -Creo que puedan haberte puesto algún tipo de poción de Chizpurfles, que te merma la energía- Rebusqué en el botiquín con cierta eficacia, localizando un pequeño frasco entre otros viales inyectables -Un antídoto común, como la poción de bezoar podría sacarnos de un apuro…- Expliqué, aunque ella debería saberlo. No se lo administré, quería sonsacar más información para proceder con cautela, aunque no dudaría en hacérselo beber si empeoraba la situación
Gracias a Oscurus conseguí tranquilizarme un poco, y el hecho de que me creyese ayudó bastante. Había tenido miedo de que me acusase de lo sucedido, pero resultó ser mejor persona que lo que muchos decían de él. Le cogí de la mano mientras me ayudaba a sentarme en una de las sillas de la casa. Lo de zurrar al pobre Ben me dio pena, aunque él lo dijese a modo de broma para animarme. - Espero que me perdone. - dije en voz baja, asintiendo a lo de que sería nuestro secreto.
- Recuerdo...que me tendieron una trampa. El hijo de Éamon me engañó, me hizo pensar que estaba enfermo para que le ayudase en la taberna. - cerré los ojos un momento, como si volviese a notar el golpe que me habían dado en la cabeza para desmayarme. Después de eso todo se volvía borroso, como una nebulosa. - Me ataron a una silla...me dieron la orden de liberarlos. No pude negarme. Luego volví allí, y les llevé a los ministros...y me clavaron una jeringuilla en el cuello. - suspiré frustrada y cansada, sintiéndome bastante estúpida por el modo en que me habían utilizado. Todo por intentar ayudarle.
Casi siempre era yo la que atendía a otros, por eso se me hacía extraño tener que relatarle los síntomas que tenía por aquel veneno, droga o lo que fuese que me habían puesto. Negué a lo del sabor metálico, un tanto asustada por lo que podía ser aquella sustancia. Sí que asentí a lo demás, desde que me había desmayado no me encontraba nada bien.
- Me duele mucho la cabeza...- me llevé una mano a la frente y a los ojos para taparlos, notando que aquella intensidad de dolor estaba relacionado con las náuseas. También sentía el pulso acelerado, igual que cuando me inyectaron eso en el cuello. Inspiré profundamente antes de volver a responderle, negando de nuevo a lo del tipo de poción. - Hasta hace un rato tenía la magia muy potente y descontrolada, era una cosa muy extraña...luego de repente me dio el bajón y empecé a temblar. - hice un gesto de disgusto con la poción de bezoar, no me apetecía para nada beberme aquello aunque supiese que era un buen antídoto contra buena parte de los venenos. En cuestión de segundos fui poniéndome más pálida de lo que ya estaba, viendo más borroso y con destellos alrededor. - Necesito...llegar al aseo...- extendí la mano hacia él para que me ayudase a levantarme, esperando que entendiese que iba a ponerme a vomitar de un momento a otro.
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dado 10 para ver nivel de pochez con efectos secundarios droja: 9 (alto)
- Recuerdo...que me tendieron una trampa. El hijo de Éamon me engañó, me hizo pensar que estaba enfermo para que le ayudase en la taberna. - cerré los ojos un momento, como si volviese a notar el golpe que me habían dado en la cabeza para desmayarme. Después de eso todo se volvía borroso, como una nebulosa. - Me ataron a una silla...me dieron la orden de liberarlos. No pude negarme. Luego volví allí, y les llevé a los ministros...y me clavaron una jeringuilla en el cuello. - suspiré frustrada y cansada, sintiéndome bastante estúpida por el modo en que me habían utilizado. Todo por intentar ayudarle.
Casi siempre era yo la que atendía a otros, por eso se me hacía extraño tener que relatarle los síntomas que tenía por aquel veneno, droga o lo que fuese que me habían puesto. Negué a lo del sabor metálico, un tanto asustada por lo que podía ser aquella sustancia. Sí que asentí a lo demás, desde que me había desmayado no me encontraba nada bien.
- Me duele mucho la cabeza...- me llevé una mano a la frente y a los ojos para taparlos, notando que aquella intensidad de dolor estaba relacionado con las náuseas. También sentía el pulso acelerado, igual que cuando me inyectaron eso en el cuello. Inspiré profundamente antes de volver a responderle, negando de nuevo a lo del tipo de poción. - Hasta hace un rato tenía la magia muy potente y descontrolada, era una cosa muy extraña...luego de repente me dio el bajón y empecé a temblar. - hice un gesto de disgusto con la poción de bezoar, no me apetecía para nada beberme aquello aunque supiese que era un buen antídoto contra buena parte de los venenos. En cuestión de segundos fui poniéndome más pálida de lo que ya estaba, viendo más borroso y con destellos alrededor. - Necesito...llegar al aseo...- extendí la mano hacia él para que me ayudase a levantarme, esperando que entendiese que iba a ponerme a vomitar de un momento a otro.
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No respondí a aquel comentario de novia triste, pues sabía más que de sobra que le perdonaría. El amor pseudoadolescente era bastante vomitivo, visto desde fuera. De estar en otra situación hubiera soltado cualquier comentario ácido, algo sobre la hiperglucemia. Esta vez, por el contrario, preferí cerrar la boca y ayudar a Chloe a tomar asiento y seguir con la anamnesis y con la historia de cómo había llegado allí. No estaba seguro de quién era el hijo de los ministros, le recordaba bajamente de cuando vivía en la superficie y la familia salía en la prensa. No debía de ser más que un chiquillo de no más de 18 años, si es que los tenía. Y, sinceramente, por lo que recordaba, no parecía lo suficientemente inteligente como para elaborar aquel plan con drogas de diseño. Había alguien más.
Ahí estaba: “me ataron”, “me dieron”, “les llevé”, “me clavaron”. Trató de pensar en quién podría estar interesado en liberar a los ministros, porque Andreas estaba encerrado y Blair estaba cadáver, por desgracia. Aquel TCE era incompatible prácticamente con la vida y, aunque no recibiría un entierro honorable como los guardias de Ouroboros caídos en la batalla contra los Pendragon, la forma en la que el consejo trató aquel tema fue, cuanto menos… asqueroso, decepcionante e inhumano, a partes iguales. Al menos el cuerpo no quedó enterrado en una pila de cascotes. Había otro hijo, uno moreno, ¿quizás entre los dos habían conseguido noquear a la bruja, obligarla, de alguna manera a liberar a su padre y drogarla? Raro. -No pasa nada. Está bien- Coloqué una mano compasiva sobre su hombro y me senté delante de la muchacha, arrastrando una silla para ello. Entendí y compartí su cansancio. Qué duro es madurar -La traición es, por desgracia, algo que está a la orden del día y se aprovechan de las almas compasivas- Quizás yo también entrara dentro de ese pack, no íbamos a engañarnos, de lo contrario no hubiera ido por la espalda de Lucio, aunque al final fuera él mismo el que rechazara el puesto, y poco tuve yo que hacer. -¿Había alguien más, además del hijo de Éamon?-
La descripción de los síntomas no terminaba de encajarme en venenos comunes. Tampoco en sobredosis que pudieran ser habituales. O una reacción adversa o cruzada con cualquier mierda inyectada. Las posibilidades eran cientos de miles. Que hubiera tenido un chute de magia, y ahora estuviera de bajona me hacía pensar en algún tipo de excitante y ahora estuviera con abstinencia, o un efecto rebote. Muchas drogas tienen efectos parecidos… pero no tan rápido y no con tanta diversidad de síntomas -Vamos- No era plato de buen de gusto que terminara por vomitar aquella moqueta de mal gusto. Una jodida guerra mundial que casi destruye el mundo y los ingleses todavía seguían decorando el suelo con aquel horror que lo único que hacía era acumular mierda y ácaros. Dejemos que la muchacha devolviera todo lo que tuviera en el estómago -Deberíamos volver a Ouroboros. En el hospital puedo monitorizarte mejor- Sentencié, firme, pero no tiránico, casi sin lugar a que hubiera opción a réplica. Esperaba que Chloe fuera razonable, por mucho miedo que tuviera a la represalias.
Ahí estaba: “me ataron”, “me dieron”, “les llevé”, “me clavaron”. Trató de pensar en quién podría estar interesado en liberar a los ministros, porque Andreas estaba encerrado y Blair estaba cadáver, por desgracia. Aquel TCE era incompatible prácticamente con la vida y, aunque no recibiría un entierro honorable como los guardias de Ouroboros caídos en la batalla contra los Pendragon, la forma en la que el consejo trató aquel tema fue, cuanto menos… asqueroso, decepcionante e inhumano, a partes iguales. Al menos el cuerpo no quedó enterrado en una pila de cascotes. Había otro hijo, uno moreno, ¿quizás entre los dos habían conseguido noquear a la bruja, obligarla, de alguna manera a liberar a su padre y drogarla? Raro. -No pasa nada. Está bien- Coloqué una mano compasiva sobre su hombro y me senté delante de la muchacha, arrastrando una silla para ello. Entendí y compartí su cansancio. Qué duro es madurar -La traición es, por desgracia, algo que está a la orden del día y se aprovechan de las almas compasivas- Quizás yo también entrara dentro de ese pack, no íbamos a engañarnos, de lo contrario no hubiera ido por la espalda de Lucio, aunque al final fuera él mismo el que rechazara el puesto, y poco tuve yo que hacer. -¿Había alguien más, además del hijo de Éamon?-
La descripción de los síntomas no terminaba de encajarme en venenos comunes. Tampoco en sobredosis que pudieran ser habituales. O una reacción adversa o cruzada con cualquier mierda inyectada. Las posibilidades eran cientos de miles. Que hubiera tenido un chute de magia, y ahora estuviera de bajona me hacía pensar en algún tipo de excitante y ahora estuviera con abstinencia, o un efecto rebote. Muchas drogas tienen efectos parecidos… pero no tan rápido y no con tanta diversidad de síntomas -Vamos- No era plato de buen de gusto que terminara por vomitar aquella moqueta de mal gusto. Una jodida guerra mundial que casi destruye el mundo y los ingleses todavía seguían decorando el suelo con aquel horror que lo único que hacía era acumular mierda y ácaros. Dejemos que la muchacha devolviera todo lo que tuviera en el estómago -Deberíamos volver a Ouroboros. En el hospital puedo monitorizarte mejor- Sentencié, firme, pero no tiránico, casi sin lugar a que hubiera opción a réplica. Esperaba que Chloe fuera razonable, por mucho miedo que tuviera a la represalias.
Agradecí que no me llamase estúpida por haber caído en la trampa ayudando a alguien, porque bastante tenía ya encima con la culpa que sentía y lo que me habían metido en el cuerpo. No servía de nada ser un alma compasiva, como decía él. Lo miré como preguntándole que por qué, pero no dije nada al respecto porque tampoco tenía muchas ganas de conversación en ese momento. Esperaba poder hablar luego con él, que me enseñase un poco el modo en el que evitaba que le hiciesen todo eso. Al fin y al cabo yo le seguía considerando buena persona, pero no le engañaban tanto como a mí.
- Tienes que enseñarme a ser como tú...nadie te engaña. - podía ser mi maestro, en más de un sentido. Intenté centrarme para responderle a la pregunta, aunque juraría que le había hablado de las dos personas.
- Sí...también estaba Tobías...el alquimista que tantos problemas ha dado, el que estuvo en Ouroboros... ahora tiene una guarida oscura... también le hizo daño a mi hermano. No hay que dejar que lleven a nadie más allí...- estaba segura de que el lo conocía, todos sabían que era uno de los grandes culpables de lo que sucedió con los satélites antimagia, de colaborar con los ex ministros y de otras muchas cosas. Era un viejo conocido para la mayoría. Por suerte no tuve que responder a más preguntas, porque conforme pasaban los segundos me iba sintiendo peor. Me apoyé en él y dejé que me ayudase para llegar al lavabo más cercano de aquella casa abandonada en la que nos habíamos colado. Allí pasé un largo rato arrodillada frente al retrete, devolviendo poco a poco todo lo que tuviese dentro. Cuando terminé temblaba como una hoja, y apenas podía responder a Oscurus. Simplemente asentí sin mirarle a lo de ir a Ouroboros, desmayándome casi al instante.
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off: Chloe KO
Con toda la información que pude recabar por parte de la muchacha pude hacerme una idea de conjunto. Creo que con todo podría evitar cualquier lío de lo que ha hecho de cara a Amaya o a cualquiera de los Guardias de Ouroboros, solo esperaba que Fred fuera compasivo y no tan terca como Amaya. Me revolví en el asiento apartando la mirada de la chica cuando me soltó aquello, con cierta incomodidad. Cogí aire y sentencié -No quieras ser como yo- Respondí con total franqueza, en un tono bastante neutro y sin sentimentalismos -Sencillamente, nunca dejes de ser tú misma- Le reconforté, a pesar de las duras palabras anteriores sobre la traición. Aquí es donde entraba la dualidad de ser víctima o agresor, presa o depredador. Sin embargo, hasta el mejor conejo es capaz de escapar del águila que se lo quiere almorzar o la gacela a veces consigue sobrevivir al ataque del león. Y eso, les hace más valerosos, más listos, más curtidos sin perder la esencia. -Vale, ya está, luego me cuentas más sobre este capullo y preparamos algo para partirle la boca- En realidad, no estaba seguro de quién era ese tal Tobías, hay un vago recuerdo de un tipo similar en Alemania, durante el mandato del ministro loco, pero lo recordaba vagamente y dudaba que fuera él. Parecía alguien que todo el mundo conocía, por cómo hablaba Chloe de él. Y parecía que mucha gente le tenía ganas, de una manera u otra. Quizás sería un buen momento para servir unas cuantas cabezas en bandeja.
El vómito no mejoró la situación. No me quedaba primperan en el botiquín, era uno de primeros auxilios muy básico. Además, tampoco consideré que echar más medicamentos sobre el torrente sanguíneo de Chloe fuera recomendable, no estando fuera del hospital donde no podía vigilarla. Aquello me pareció cruel y tuve que permanecer impasible hasta que Chloe llegó a la extenuación.
Cogí a la chica en brazos y la cargué con cuidado. Salí al exterior, donde todavía aguardaba el soldado. Le silbé como el que llama a un perro guardián y con un gesto de cabeza, le indiqué que nos íbamos ya. El chaval pareció captar la urgencia de la situación, no hizo ninguna pregunta y sencillamente, nos desaparecimos el dirección al hospital de Ouroboros, donde Chloe sería monitoreada en todo momento y escribiría a Sofía para preguntarle por algún remedio útil contra una medicación similar.
El vómito no mejoró la situación. No me quedaba primperan en el botiquín, era uno de primeros auxilios muy básico. Además, tampoco consideré que echar más medicamentos sobre el torrente sanguíneo de Chloe fuera recomendable, no estando fuera del hospital donde no podía vigilarla. Aquello me pareció cruel y tuve que permanecer impasible hasta que Chloe llegó a la extenuación.
Cogí a la chica en brazos y la cargué con cuidado. Salí al exterior, donde todavía aguardaba el soldado. Le silbé como el que llama a un perro guardián y con un gesto de cabeza, le indiqué que nos íbamos ya. El chaval pareció captar la urgencia de la situación, no hizo ninguna pregunta y sencillamente, nos desaparecimos el dirección al hospital de Ouroboros, donde Chloe sería monitoreada en todo momento y escribiría a Sofía para preguntarle por algún remedio útil contra una medicación similar.
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