Castillo de Stirling

Rybar no parece tan escandalizado con mi idea de crear discordia allí arriba, a la larga nos va a venir bastante bien ganar algo más de poder. La vampira será de gran ayuda en ese asunto, aunque deben actuar con cautela, nos superan en número. Hago un sonido de fastidio Rybar me recuerda que no será tan sencillo como matar a uno para que nos ofrezcan el puesto, por lo que me toca explicarle mejor mi idea.

- Me refiero a convertir aquello en algo así como un Consejo de Blood Keepers, es decir...que predominen nuestros ideales, no los suyos. Una purga. Ambos grupos coincidimos en querer preservar la magia y la transmisión de su enseñanza de la manera más pura posible, buscando aprendices para no caer en la mediocridad y el abandono de nuestras tradiciones. El inconveniente es que ellos no ven a los humanos como amenaza, o como algo a eliminar. - alzo una mano como queriendo decir que no hace falta que me borre los recuerdos de aquello que hice, al menos no por ahora.

- Sólo cuando vaya a regresar a la isla, cosa que no voy a hacer por ahora. Más tarde tal vez. Tampoco haremos nada por ahora con la que hurgó en mi mente, esperaremos a borrar esos recuerdos. Y si después de eso sigue insistiendo...- suspiro como si me diese pena que no quedase más remedio que matarla, pero no es así. - acabamos con ella. - resuelvo sin titubeo alguno, complacida por el hecho de que ambos quieran involucrarse con el plan de Ouroboros. Gracias a esto empiezo a ver a Rybar con otros ojos, pues no creí que fuera a apoyarme en este plan que a simple vista puede parecer bastante descabellado. La verdad es que paso del fastidio y enfado inicial por creer que me está regañando a pensar en él de otro modo, casi me dan ganas de abrazarlo. Me sorprendo un poco a mí misma por ese cambio repentino de humor, mirando hacia otro lado para que no crea que le estoy admirando o algo así. Presto atención a Shinobu y su idea de secuestrar a alguien, sonriendo con cierta malicia al pensar en una candidata.

- Sé de alguien en el Consejo de los 20 con fama de mandona, un tanto polémica, pero con bastante presencia en las diferentes decisiones y acontecimientos. Helena Paracelso. Podéis secuestrarla a ella y utilizar su físico para tener cierto control en la isla. A Matvey, el nigromante, no os acerquéis. Ese es cosa mía por el momento. - comento en tono enigmático, pues he de esperar un poco más para mover esa pieza del juego. Miro de reojo el dibujo del plan de huida de Shinobu, ladeando un poco la cabeza mientras entorno los ojos con gesto pensativo.

- No sé si esos hechizos en concreto, pero algo debe haber. Sólo se puede llegar a la isla si se ha estado antes o te lleva alguien, y ha permanecido oculta a ojos de los humanos durante mucho tiempo. Está protegida, claro, pero se puede escapar en caso de necesidad. Shinobu para entrar en la isla tal vez puedas adoptar la forma de uno de los participantes del torneo Ouroboros. . - comienzo algunos de los que recuerdo que participaron, por si le suena el nombre. También voy agregando una pequeña descripción a dichos nombres, como por ejemplo el de Yaroslav Tolstoi o Lykaios Knox, entre otros. Hago un gesto negativo sobre lo de preocuparme por haber matado a la chica. No la conocía de nada y no es la primera vez que lo hago, así que estoy curada de espanto. En este caso ella no me había hecho nada para atacarla, no fue más que un medio para llegar a un fin.

- Lo sé. Daños colaterales. - me levanto de la silla, poniendo las manos sobre la mesa para ir concluyendo la reunión, recapitulando. - Por un lado tenemos la parte del plan de Ouroboros, que os encargaréis vosotros de momento. Ese plan está comenzando, la primera parte será sencilla. También hacer una Alianza con esa dragona que atacó Londres. Podéis encargaros vosotros si queréis, según vaya el asunto de Ouroboros, o me encargo yo, me da lo mismo. Respecto a tu aliado, Corvo, tal vez puedas encargarle que se haga "amigo" de algún grupo de magos como los renegados o la Brigada, estaríamos más próximos a ellos y a lo que estén planeando, tendríamos información de primera mano. También podemos intentar forzar una batalla a campo abierto en el que el terreno esté abonado con fluido explosivo o fuego valyrio. Deberían los dos bandos, para lo cual necesitaremos un doble cebo o simplemente manipular la mente de los que manden a la batalla para que crean que han secuestrado a alguien importante para ellos y que deben recuperar. O puedo intentar utilizar poción de control mental para que actúen como queremos aunque sea por un breve espacio de tiempo. Sólo tengo que acercarme lo suficiente a alguno. Quién sabe...son posibles opciones. - me encojo de hombros, apartando después las manos de la mesa mientras espero alguna mejora del plan u otra alternativa que incluya algún modo de perturbar a la Alianza, principalmente, y a los renegados si es posible.

Permanecía escuchando las opiniones y opciones que ellas daban, hundido en mi asiento, con mi unico brazo apoyado en el reposabrazos y mi mano jungando un poco con mi barbilla. Me ayudaba a pensar.

-No planeo que nada salga muy mal, Shinobu. Ya te he dicho que no quiero enemistarme con ellos abiertamente tan pronto, hay cosas de ellos de las que aun podemos aprovecharnos. Sin embargo, conserva ese plan de huida... - le dije a la vampiro. Que yo fuese perfeccionista no queria decir que no pudiese ocurrir el peor de los escenarios posibles

Adele explicó mejor su idea, a lo que asentí. Aquello me parecia mas logico y practico.
- Te arriesgas demasiado con esa mentalista, Adele. Si te atrapan con esos recuerdos, nos será dificil acceder a ti, y entonces, la batalla será forzosamente abierta.... - le dije pausadamente, esta vez no miraba a ninguna de las dos, hablaba en voz ligeramente baja y monótona, pensativo. Desvié un momento mi mirada a Adele para ver como la apartaba de mi, pero no le otorgué importancia.

- Helena. La recuerdo muy bien, puede ser un buen punto de partida, sí. - ella tramaba algo con el nigromante, aquello me quedó claro. No indagué mas. -Si. Adopta la forma de uno de esos dos, no puede entrar nadie nuevo. Lykaios Knox, ese del que tienes ahi la foto...resultó ganador. Puedes hacerte pasar por él al principio. Te llevaré, pero será mejor que no me vean junto a ese capitán pescanova...no tenemos fama de llevarnos demasiado bien. -comenté con cierto hastío.

-Poción de control mental. - concluí, poniendome en pie. -Es más rapido. Shinobu, vamos? Si estás lista. - tendí mi mano a la niñita que era la vampiro , por el momento. Era necesario para usar la desaparicion.

La reunión iba a acabarse pronto, y en unas horas había quedado con Corvo para darle una clase, cosa que no pasaría ya que teníamos que hacer planes para los Blood. Cogí un trozo de pergamino y con el dedo y Vicisitud escribí:

"Hoy no puedo darte la clase, me ha urgido una cosa pero estás a un paso de alcanzar tu objetivo, viniendo al castillo oí que han abierto un club de lucha donde entrenamos aquella vez o busca algún bando del que amistarte. Ve y demuestra tu habilidades, y no pongas en ridículo a nuestra raza.

Un mordisco, Shino"

Rybar me ofreció su mano para salir hacia nuestra misión, y mientras volvía a mi aspecto normal accedía a que me ayudase.

- Claro, tenemos mucho que hacer, cuanto antes empecemos mejor -

Salimos de la habitación y me puse seria. Esta misión era importante y necesitaba concentrarme, todo había sonado muy bien en la habitación pero la ejecución del plan exigía una dificultad imponente.

Ya fuera del castillo utilicé Animalismo para llamar a una rata blanca, a la cual te até mi nota a la cola y la envié a Corvo para que la leyese. Iba dirección al Burdel, seguramente siga allí bebiendo ratas, y cuando vea la blanca sabrá que se la he mandado.

Comprendo la preocupación de Rybar por lo de borrar mis recuerdos, alzando una mano como queriendo decir que pare ya. - Lo sé, y no te he dicho que no lo hagas, sólo que esperes un poco más...por ahora no ha vuelto a contactar conmigo, desde que me marché de la isla no sé nada. Seré la primera en avisarte cuando piense que tienes que borrrarme ese recuerdo. - al menos parece complacerle la idea de usar a Helena como persona de la isla a copiar, contar con su supuesta influencia nos vendrá bastante bien. Sonrío con desdén hacia la mención de Lykaios, "capitán pescanova como él lo llama". Rybar no se llevará nada bien con él, pero yo directamente lo detesto. Su Brigada tuvo mucha culpa en nuestra pérdida del trono de Francia, con tanto ataque a nuestro palacio y tanta batalla que presentaron en nuestro terreno. Yo ataqué a los suyos sin descanso, asesinando personalmente a uno de sus reclutas más jóvenes. No tardaron en vengarse, acabando con mi esposo y rey de Francia. Habría matado a Lykaios en el torneo de haber podido, pero no estaba permitido.

- De paso no vendría mal darles mala fama a esos desgraciados de la Brigada, que no les permitan entrar a la isla. Si podéis cometer alguna tropelía en nombre de Lykaios Knox, mejor que mejor. - me alejo de la mesa para colocarme la capa negra que llevaba como abrigo y echándome la capucha por encima, preparándome para marcharme. He de ir al burdel y ver a mi hijo pequeño, que llevo semanas sin pasar por allí. Asiento a Rybar respecto a lo de usar poción mental, despidiéndome de Shinobu y de él al dar por concluida la reunión. Cada uno tiene ya objetivos y estrategias en mente, que seamos pocos no quiere decir que no podamos ser efectivos. - Cualquier cosa la avisaremos por medio de la insignia comunicadora. Suerte en Ouroboros.- una vez estamos todos fuera del castillo ellos se desaparecen por su lado, rumbo a la isla. Por mi parte prefiero no desaparecerme, ya que puede ser peligroso en caso de embarazo, del cual estoy casi segura ya. Utilizo la estatuilla del grifo para invocar una montura, marchándome de allí en dirección al burdel.

Aparecí con Ben en el interior de uno de los salones del castillo de Stirling. Si, por dentro, aparentaba seguir estando destruido. Era lo mejor, que creyesen que no nos habiamos levantado. Pero por dentro...poco a poco me habia ido encargando de restaurar las salas principales y hacerlas habitables, asi como las mazmorras. De reponer las armaduras, pieza por pieza. Eran salas lóbregas alumbradas con magia y no luz solar, en ningun caso. Pero era un bastion que demostraba que no podrían tomar todo de nosotros.

Lo solté y me apoyé en una de las mesas, un tanto mareado. Si habia sido la desaparicion, el vino o el abuso de mi poder magico, no podria decirlo.

- Creo que esa chica con la que charlabas no se ha perdido ni un apice de nuestra conversacion....

"pero no importa"

Traté de recuperar el aliento y la vision no doble, y entonces, hablé, se notaba que divagaba un poco entre pensamientos

-Antes has dicho que qué es lo que nos ha pasado...qué ha cambiado.... No tiene nada que ver nuestra situacion actual con la gloria que teniamos bajo el mandato de Termeritus Jones. Él representaba un Estado fuerte, un líder....a veces me pregunto cómo estariamos si no lo hubiesen asesinado

Aparecemos en Stirling después de nuestro encuentro casual en el Moulin Noir. Paro un segundo para ver a mi compañero que parece flaquear, viéndole cómo se apoya, pero sin llegar a ayudarle para tampoco meterme en asuntos que no me llaman o que puedan entenderse como que le estoy llamando débil, cosa que por supuesto no creo. Es verdad que la ausencia de uno de sus miembros no me ha pasado desapercibido, pero, de nuevo, prefiero no preguntar ni ser indiscreto.  Estudio la edificación mientras le doy espacio y tiempo, andando alrededor de la mesa y de donde se ha quedado apoyado, quedando de espaldas a él en algún momento, toqueteando algún mueble en mi trayecto.
-Tampoco creo que con lo que haya oído pueda sacar ninguna conclusión o irse de la lengua. Y si se va, bueno pues al menos sabemos dónde trabaja. Rybar, ¿estamos en Stirling? Juraría que estaba en ruinas, arrasado por los humanos cuando se enteraron de que estábamos aquí. ¿Lo has estado reconstruyendo tú solo? Un trabajo exquisito-
Contesto sin girarme a él, de espaldas,  más entretenido en pasar el dedo por encima de la mesa, estudiar alguna armadura o posar la mano en los muros. Aún con la mano posada en la pared giro para mirar, ahora sí, a Rybar divagando, retomando lo que habíamos estado hablando en el bar. Alzo la vista a la piedra, este castillo ha visto tiempos mejores, tiempos de supremacía mágica, tiempos de Termeritus. Ahora todo es decadencia y nosotros mismos estamos en esa vorágine de destrucción. No sé muy bien qué contestar a Rybar porque ya lo he dicho antes todo, cuando estábamos en la taberna, caminando lentamente hacia él, quedando a su lado en la misma mesa
-Pero ya no se puede hacer nada, solo divagar o añorar tiempos que podrían haber sido mejores… pero creo que podremos resurgir, este castillo es la prueba fehaciente de ello. ¿Pero, qué tenías que decirme en el Moulin? Aquí no hay oídos indiscretos-
No sé si hay sillas alrededor de la mesa, pero de haberlas me siento en una de ella, cogiendo una posición más cómoda y relajada.

No quiero dar mas signos de debilidad asi que trato de recomponerme y me siento, haciendose el que no le pasa nada. De todos modos, la cabeza se me va aclarando un poco mas conforme pasan los segundos tras la desaparicion. Agradezco internamente la discreción de Benjamin, asi como que se dedique a pasearse por la sala y no me preste atención. No hay nada que soporte menos que cuando noto que se me muestra lastima o condescendencia.

-Así es, Stirling. Si lo vieses por fuera, verías que sigue igual de destrozado. Solo he reformado el interior. No quiero llamar la atención sobre el castillo nuevamente, prefiero revolverme bajo sus narices sin que se den cuenta...de momento.

Asentí. Me habia encargado yo de arreglarlo, pero estaba lejos de ser nada maravilloso. - Junto a algun blood keeper mas, sí. La Alianza no quería tomar este lugar, solo les interesaba destrozarlo y matar a tantos como pudieran. Antes, la gente vivía en paz aquí bajo nuestra vigilancia.

La ira contenida de mi voz era evidente. Pero seguir despotricando del pasado no servia de nada.

-¿Seguro que no se puede hacer nada? - le pregunté cuando se sentó. -Los muertos pueden volver a la vida, Benjamin....aunque ....aunque solo sea como un símbolo. Ya sé de lo que hablo, no soy un ingenuo. - tanteaba el asunto. Era algo escabroso. - Pero estaría bien darles algo que temer a esos lideres de la Alianza. Algo real. El recuerdo de tiempos en los que ellos estaban practicamente derrotados.

Escucho a Rybar ya sentado en la silla, próximo a él, los recuerdos vividos transitan mi mente: el acecho de Margana y sus secuaces muggles, el ataque a las murallas, el hechizo para encerrarlos, el acecho de Morgana y la rendición del castillo... Hay otros momentos no tan lúgubres, como la puntos acordados para firmar la paz con los resistentes al formar el triunvirato junto a Rybar y Galahad. Sin embargo, los recuerdos lúgubres del momento final del castillo siguen efervesciendo, clamando venganza, incendiándose todavía más cuando Rybar comenta que el único objetivo de los humanos era destruir la fortaleza y llevarse a todo el mundo por delante. Respiro hondo intentando no enfurecerme, no era el momento. El aire viaja hasta mis pulmones, reciclando el aire haciendo que me tranquilizara y que lo viera todo desde otra perspectiva, más distante y lejana. Le miro sin entender a dónde quería llegar, ¿a qué se refería?

-¿Un símbolo? Ya teníamos un símbolo- señalo su brazalete donde estaban dibujadas las reliquias de la muerte -Y ese representaba el poder de los magos. Y luego lo usó Bertram y... ya no me acuerdo si Termetius también. - Sigo sin entender a dónde quiere llegar - ¿cómo un símbolo puede hacerles temblar? Para eso se necesitaría de que todos los magos nos unieramos en un único brazo operativo, y no estamos por la labor. Es posible que haya Descendientes que se nos puedan unir, lo dudo, pero creo que hace falta algo más poderoso, el símblo baña a la muchedumbre, le da fuerza, miedo y esperanza, pero no un operativo. Falto algo más... -

Me quedo un segundo callado, acomodándome en mi asiento, pensando en lo que acabo de decir, reflexionándolo. El portador del símbolo, de las reliquias. El brazo operativo. El general al mando.
-Un líder...- Mascullo -Un líder real. Eso es lo que se necesita. No solo el símbolo. El símbolo tiene el poder y el líder lo canaliza. El portador del símbolo. Ese es el que falta. El que da voz a las reliquias de la muerte-

-¿Un símbolo sin una fuerza tras él? Eso no sirve.

Benjamin divaga mucho, pareciendo no haber entendido lo que quise insinuar en prinicipio. Repensando mis palabras...es normal que no lo haya pillado. Al final parece concluir en que lo que realmente necesitamos es un lider real.

-¿Y quien, de entre todos, dio mas poder y mas valor a aquel simbolo? Quien es el mas recordado entre los magos y los humanos, a dia de hoy?

"Termeritus Jones"

- Yo no puedo ser ese lider. Lo sé.

Suspiré, era cierto, muy a mi pesar. Ultimamente, tampoco queria exterminar a todo muggle viviente...y por supuesto, tampoco queria exterminar a todo mestizo viviente.... las circunstancias de mi vida me habian llevado a ello.

- Además, ni tu ni yo, ni Adele, hemos tenido nombres que hayan resonado en las filas enemigas. Estoy hablando de traer de vuelta a Termeritus Jones. Con magia negra. -un poco directo pero, si, asi era mejor. -No sé hasta que punto se puede lograr una resurrección decente pero si logramos enseñarle eso al enemigo, sentirán miedo de nuevo

Escucho su pregunta porque seguramente vaya con trampa. Mentalmente me hago una lista de aurores importantes o la lista de ministros de magia ha recordar de estos últimos años: Dacian Malfoy, Termeritus, Adam, Bertram… Macaret en su momento era una aurora que con mentarla te hacía sentirte pequeño pero más por loca que por poderosa o por ser una carismática líder. Estaba claro que o bien era…
-O Termeritus o Bertram. Son los ministros (y rey) más poderosos que haya habido en estos últimos años. -
“Pero su discurso ha quedado anticuado a día de hoy” reflexiono más para mí mismo que para mi compañero. Todas las circunstancias han cambiado, hemos firmado una tregua de no agresión entre los distintos bancos mágicos. O al menos seguía en vigor hace unos años. Recuerdo que Rybar me quería comentar algo sobre los resistentes en el Moulin. Pero ese recordatorio se pierde en el fondo de los pensamientos cuando escucho lo de revivir a Termeritus. Le miro sin entender un cagarro si realmente con resucitar se refiere a eso realmente y no es ninguna metáfora, como veníamos hablando de los símbolos. Estudio su semblante y leo en él que lo de revivir es en el sentido literal de la palabra. Intento construir una réplica interesante pero solo consigo balbucear como un bebé desconcertado.
-Pero… pero.. si murió hace muchísimo tiempo. No deben de quedar ni los huesos. Magia negra… ¿quién controla esa magia? ¿Un nigromante? Con mis conocimientos solo podríamos hacer una invocación y… estoy seguro que no sería a la primera. ¿Traerlo a la vida? Qué… que… no sé si es una locura, un suicidio o la mejor idea que he escuchado en bastante tiempo-
Me revuelvo en mi asiento, extremadamente incómodo, más por el hecho de tener que usar magia negra que por la resurrección. No creo que manipular ese tipo de magia sea de nuestro incumbencia o de nuestros conocimientos… Y sinceramente, si hay Descendientes que sepan cómo hacerlo, dudo mucho que nos ayuden a traer de vuelta a un megalómano con tendencias psicópatas.

-Termeritus, el primero de verdad. - negué con la cabeza, sus huesos estaban en alguna parte. - Muchas conspiraciones rodearon la muerte de Termeritus Jones...recuerdas a Adam Hacksaw, un antiguo Blood Keeper? Las informaciones apuntana que él tuvo algo que ver con su muerte.

Lo miré con interés cuando habló de invocaciones. Parecia que estaba un poco desactualziado en cuanto a las habilidades de mi compañero.
-Cuéntame todo lo que sabes hacer, Lytta. Ha pasado tiempo.

Lo notaba dudoso, titubeaba. Yo lo entendia. Como dijo despues, podia calificarse de locura, suicidio o genialidad. Me encogí de hombros.
-Tal como yo lo veo, estamos al borde de la extincion, y no hay nada que no hayamos hecho ya por evitarlo. Salvo esto. Y si se quieren resultados diferentes a los obtenidos hasta ahora...no podemos repetir siempre los mismos caminos. Pero para empezar, necesitariamos un nigromante. Y suelen ser gente peligrosa. O...nigromantes extraños, como Matvey, con demasiada rectitud. Él no nos vale.

-Sí, claro que lo recuerdo. Como para no hacerlo después de su intervención en el Odeon Theatre. Y sí, recuerdo que todo fue muy raro, las circunstancias no estaban bien esclarecidas, y yo creo que cuando propuso la firma de paz... prácticamente de declaró a sí mismo culpable. ¿Una confesión encubierta?. No sé, yo era un mero aprendiz en aquella época-
"En su momento fue algo demasiado fuerte como para siquiera escucharlo, seguía las indicaciones de Macaret. ¿Su propuesta estaría mal recibida en este momento?" Cavilé pensando en ello. Creo que con el paso del tiempo me he vuelto o más moderado o no tan incendiario, precavido y menos brabucón. Supongo que es cuestión de crecer, las hormonas, las personas que te rodean... Busco a mi alrededor algo de agua para poder mostrar la habilidad de hidrokinesis ya que escupir delante de él no me parece demasiado noble. No veo nada, de modo que lo pienso mejor y me excuso para posponerlo a después.
-He estado entrenando una habilidad nueva que he ido desarrollando mientras estaba en algunas misiones por aquí y por allá. Nada sorprendente, supongo. No por ahora. Pero nada que nos pueda servir para establecer contacto directo con Termetius, conozco cosas de las artes oscuras porque se mencionan en los libros, pero nunca las he llegado a aplicar. Y sinceramente, no me importaría poder aprender-
Reflexiono sobre lo de la nueva estrategia pensando que tiene mucha razón. Ya hemos hecho todo lo posible y aun con todas somos menos. Pero ya no solo Blood Keeper, sino magos. Los humanos se han hecho fuertes con el paso del tiempo y nuestro distanciamiento de la confrontación les ha dado impulso y fuerza.
-No conozco nigromantes. No deben de quedar muchos con vida, si es que quedan... Tengo entendido que se concentran en ciertas zonas, como parece que les atrae como moscas a la miel. Y por supuesto tenderles una trampa es impensable. -

El encontronazo con la Le Fay había dejado claro que no le agrada mi presencia en Ouroboros, pero se va a tener que joder porque ahora soy madre del descendiente de Matvey. Recordar su cara de fastidio me saca una sonrisa de suficiencia, al igual que recordar las palabras de desprecio de Lyran. Todo me resbala maravillosamente, no puede importarme menos su opinión y sus patéticos juicios morales. Todavía falta saber la reacción del susodicho padre, pero es un tanto difícil de encontrar, un poco escurridizo. Cualquiera diría que Catherine ya le ha comunicado la noticia mentalmente y me está esquivando. Decido hacer algo de tiempo acudiendo a ver a mi retorcido compañero Dvorak, buscándolo en el castillo que fue y sigue siendo su hogar, por llamarlo de alguna manera.

Me aparezco directamente en el pasillo que conduce a la sala de reuniones en la que nos hemos juntado varias veces, pero esta vez vengo acompañada de un pequeño y futuro Blood Keeper. Y Descendiente. Ambas cosas deberán ir unidas. Abro la puerta del salón con una sola mano, pues con la otra sujeto en mi regazo al niño envuelto en una manta. Por ahora no organiza ningún escándalo, está durmiendo desde hace un rato. Saludo a los presentes con una ligera inclinación de cabeza, avanzando por la sala con pasos firmes hasta llegar a la mesa. Claramente andaban debatiendo algo importante, así que llego en buen momento. Además, veo que ha retornado un desaparecido durante bastante tiempo.

- Buenas, caballeros. Espero no interrumpir nada. Ya veis...tenía que atender otros asuntos. - comento refiriéndome al bebé que llevo en brazos. Después tomo asiento, dirigiendo una mirada suspicaz a Benjamin. - Ya creíamos que habías abandonado o traicionado la causa. Es bueno tenerte de vuelta. ¿Qué te pasó? - inquiero con tono aparentemente amable, aunque en realidad busco cualquier indicio de disidencia, por pequeño que sea. No toleraré traición en nuestras filas. - Rybar y yo hemos estado bastante abandonados, poco pudimos hacer. Y a pesar de ello nos hemos mantenido, con acciones esporádicas.

- Me da la impresion de que asi fue. Era sospechoso. Los renegados, Adam, Macaret, Setelah, tú....todos aquellos que estuvimos presentes aquel dia. No sabemos ni si quiera que pasó con su cadaver. Y eso que mencionas de tu habilidad....no me queda muy claro a que te estas refiriendo, no me has dicho en qué consiste. Yo por ejemplo puedo meterme en tu cabeza y ver tus recuerdos. Asi como modificarlos...

Entrelacé mis dedos a la altura de mi barilla y lo miré esperando una explicacion asi de concisa. Nigromantes, el gran problema.

-¿y donde es ese sitio que dices que se reunen aparentemenet? Yo solo conozco uno. Matvey Rasputín. Y no servirá a nuestra causa por las buenas, y por las malas....será dificil. Es demasiado recto, para ser un nigromante. Por lo que he podido observar.

Entonces llegó Adele con el chiquillo en brazos...nada que me sorprendiese despues de que yo mismo la dejase en el hospital
-Niño al final? Tiene nombre ya?

Mis manos seguian entrelazadas mientras miraba al recien nacido y pensaba en cosas. Sería mejor... contarselo todo a Adele cuanto antes.
-Adele, necesitas aprender oclumancia ya. Benjamin y yo hemos estado considerando un movimiento complicado. Devolver la pieza del rey al tablero del juego.

-Estaba buscando una forma explosiva de poder sorprenderte. Pero me temo no que soy capaz. He aprendido a controlar el agua, quería poder mostrártelo, pero el clima ha decidido que no llueva.-
Bromeo sobre mi recién adquirida habilidad, la verdad es que tampoco podía hacer grandes florituras con ella, pero creo que es bastante útil como poder ataque. Retomamos el asunto de los nigromantes, que a mi parecer es mucho más crucial que el hecho de tener que decir qué poder mola más, aunque sí es interesante saber qué más pueden hacer nuestros compañeros.
- No lo he podido comprobar, pero es algo que está en la boca de todo el mundo. Es la comidilla de las tabernas. Tengo entendido que hay una torre en Irlanda donde se deben de juntar con cierta frecuencia. Por lo demás, desconozco todo lo relativo a los nigromantes. Tal vez ese tal Rasputín pueda... o podemos hacer que pueda... decirnos dónde está y cómo llegar, a vosotros ya os conoce del torneo-
Incluyo a Adele en la disertación cuando entra por la puerta con el bebé en brazo, una de las últimas veces que pude interactuar con ella era la reina de FranZia hasta la escabechina del castillo de Bodiam. Y luego ya la perdí de vista hasta cruzarnos alguna vez en la guarida, pero tampoco mucho más. Tiene algo que me incomoda, pero no sabría decir qué es, tal vez fuera el crío, intercalo mi respuesta a la suya sobre el nombre del niño en cuestión.
-Se puede resumir que he estado con pequeñas acciones por aquí y por allí. Por desgracia nada demasiado llamativo o explosivo como para poder expulsar a los humanos de aquí. Pero se andará, y con la jugada que ha pensado Rybar ya no tendrán nada que hacer-
"Ninguno de los que traicionan la sangre. Y han sido tantos, habría que hacer una buena purga en todas partes"
-¿Llegaste a conocer a Termietius Jones? ¿Rey de toda Inglaterra mucho antes a Bertam? Es posible que tengas una segunda oportunidad, pero tenemos que movernos rápido o levantaremos sospechas-

Presto atención a la explicación de Benjamin sobre lo que ha estado haciendo todo este tiempo, aunque no termina de convencerme demasiado. Lo observaré de cerca a partir de ahora, para comprobar si es cierto que es alguien en quien poder confiar. Tal vez se haya dado cuenta de que le iba mejor con nosotros y por eso ha decidido regresar. - Ya veo...pues bienvenido de nuevo. - No sueno excesivamente efusiva, pero si adopto un calculado tono amable. me muestro más interesada todavía con lo poco que deja entrever de los planes con Rybar, mencionando a Termeritus como si quisiese relacionarlo todo. - Sí, claro que llegué a conocerlo, aunque no lo suficiente. Fue todo un ejemplo a seguir. Con Termeritus estas cosas no pasaban...- me lamento de manera nostálgica, echando de menos aquellos años en los que de verdad se defendía la pureza de la sangre, castigando a humanos no mágicos y a los traidores que los ayudaban. Todo era perfecto, ley y orden al servicio de la raza superior, la nuestra. Así debía ser y así debería seguir siendo.

- ¿De qué se trata, por qué tenemos que darnos prisa? dudo que nadie sospeche de nosotros, nos han relegado a un segundo plano...todos esos ineptos. - murmuro con desprecio, molesta por la posición desventajosa en la que estamos ahora. Parece mentira que hace unos años estuviésemos gobernando y fuésemos realmente temidos. Le bajo un poco la manta al niño para que puedan verlo mejor, especialmente el oscuro cabello que lo relaciona de manera innegable con el padre. - Así es, un heredero varón. El nombre está por decidir, pero debe ser ruso, para estar en consonancia con el apellido. - vuelvo a tapar al niño de nuevo, aprovechando que sigue dormido y podemos seguir hablando sin interrupciones. Lanzo una perspicaz mirada Rybar, tratando de comprender a qué se refiere, y qué tiene que ver eso con lo de la oclumancia. - Te pediría que me enseñases tú, pero teniendo en cuenta tu última jugada...no sé qué decirte. - comento todavía algo dolida por haberme hecho partícipe de sus recuerdos de cautiverio, los cuales he sido obligada a aceptar como míos debido a lo que hizo con mi mente.

- Pues explícate con claridad. Devolver el rey al tablero de juego y Termeritus...si no fuese porque es imposible diría que queréis que vuelva. Aunque lo más lógico sería suplantarlo o haber encontrado un heredero suyo.

-No...descuida. Es que me estaba creando la idea de que eras capaz de crear invocaciones o hablar con espiritus. No se por qué.

La Torre de la Alta hechiceria de Irlanda parecia haberse convertido en un lugar de reunion de nigromantes. Habia leido historias sobre ella pero no sabia que ahora era eso. Cuando Ben dijo que Matvey podria decirnos como llegar asentí. Pero lo miré con cautela por aquello que insinuó sobre conocernos del torneo.

-Ahora mismo...es Adele la que tiene acceso pleno a Ouroboros. Yo no. Por asuntos que no puedo deciros pero que...comprometen mi seguridad allí. Por muy participante que fuese en el torneo.... mis acciones...me han llevado lejos de poder ser alli bien recibido, aunque eso es algo que ellos no saben aun...

Era perfecto. Si analizaban a Adele en busca de culpables del crimen, seria yo quien resultaria sospechoso. Habia empezado a darme cuenta que no podia modificar mis propios recuerdos y que, si queriamos seguir adelante con el plan, ibamos a necesitar un cabeza de turco, que no podrian ser Adele ni Ben.

- Adele. Cuando hables con Matvey...consigue informacion de esa Torre. Si el nigromante no se muestra colaborador..tendré que obligarlo. Al fin y al cabo....voy a pasar mucho tiempo con su hijo, no? O con...la madre de su hijo.

No pensaba hacerle nada a ninguno de los dos. Pero eso era algo que no tenia que saber el otro. Sonrei de lado por la insinuacion de Adele.

- No jugaré a lo mismo dos veces. Pero has de saber que mientras se aprende oclumancia es inevitable que vea partes de tus recuerdos que no logres ocultarme. Y sobre Termeritus...si. Un nigromante podria resucitarlo. Un heredero? No.... me temo que no, aunque los haya, no nos sirve eso. Ningun heredero inspiraría tanto como Termeritus devuelto a la vida. Pero la clave es esa: un nigromante. Estamos atascados ahi.

Señalé con la cabeza a su pelinegro hijo. - Lo sabe ya? Crees que él podria hacer el trabajo que necesitamos?

-Gracias-
Respondo a la bienvenida de Adele con lo más coherente y políticamente correcta que se me ocurre,  pues en realidad no sé cómo tomarme esa  frase que me ha lanzado, que más parece un dardo envenenado que otra una bienvenida de verdad. Retomamos la conversación de Ouroboros pareciéndome extraño eso que dice de que no puede volver a entrar en la isla, pareciéndome más una trama conspiratoria que la realidad. Pero bueno, tampoco sé bien a qué atenerme con aquellos magos que se hacen llamar Descendientes, pues nunca he sido recibidos por ellos o no tan bien como lo han hecho otros, como bien demuestra Adele con su niño.
“Estamos en esta posición tan desventajosa porque no hemos jugado nuestras cartas correctamente. Por desgracia, los renegados es una cosa que sí han sabido hacerlo”
Pienso con cierta envidia estratégica. También me da envidia, por supuesto, el hecho de que en mi caso no haya sido invitado en ninguna ocasión a la isla flotante, a diferencia de mis compañeros. Miro de forma interrogativa a ambos, alternando entre los que responden por el asunto de la Oclumancia. Hay algo que han hecho o dicho de lo que no me he enterado y no me han contado o no me han querido contar. Sonrío cuando Adele termina por pillar lo de devolver la vida a  Termeritus y que para eso necesitamos nigromantes. Lo del heredero me hace pensar porque igual es interesante poder tener sangre de la sangre localizada, no tengo ni idea sobre resucitar e invocar pero la magia de la sangre es fuerte, aquí y siempre, de ahí la inquebrantabilidad de los pactos firmados con ella.
Pero es verdad, hasta donde yo sé no recuerdo ningún hereder@ de Termeritus. No dudo en que haya bastardos, pero no hijos legítimos, y aún con todo, ¿quién nos demuestra que dicho vástago sea sangre de la sangre del soberano muerto?
El plan, por muy bueno que sea, hace aguas por todas partes: sin nigromante al que solicitar ayuda, ni cuerpo, ni sangre a la que llamar… Pero bueno, tampoco puedo adelantar el futuro por aquello de que en el tablero hay dos piezas importantes que tienen sus propios movimientos, y parece que Rybar tiene algún plan para convencer al nigromante. Sin embargo suplantar a Termeritus o conseguir que la gente crea que ha vuelto es el mejor de los mejores planteamientos propuestos para conseguir nuestro resultado, o al menos, el más realista.
-En resumen: estamos con las manos atadas hasta que Adele consiga hablar con Matvey o convencerlo de alguna manera de que nos ayude. Sin él o sin alguien como él no podemos hacer gran cosa. Pero,
mientras, ¿hay alguna forma de poder ir avanzando? Porque creo que estamos en un callejón sin salida salvo que consigamos traer por nuestros medios el espíritu de Termeritus y enlazarlo a algún cuerpo-
Intento resumir de todo lo que se ha dicho, y a la vez añadir o bien otra incógnita o bien una salida del atolladero. No tengo ni idea de convocar espíritus, pero entiendo que los revenant funcionan así.

Cualquier recuerdo de mi culpabilidad en el asesinato de Kira ha desaparecido de mi mente gracias a la manipulación mental de Rybar, con lo cual no encontrarían nada sospechoso en mí si buscasen. Quien parece no tener tanta suerte al respecto es Rybar, que tiene su acceso a Ouroboros algo complicado. - No creo que te hagan nada, por  ahora. Están muy ocupados mirándose el ombligo, o colaborando con los estúpidos de los renegados. Si nosotros mandásemos en el Consejo todo sería como debería ser. - es una vergüenza que un sitio que preserva la tradición mágica tenga amistad con esa gentuza.

La petición de Rybar comienza normal, pidiéndome que hable con Matvey para sacarle información del nigromante de la dichosa torre esa. No sé la manía que les ha cogido ahora con los nigromantes, pero asiento brevemente en gesto de aceptación. Dudo que Matvey se tome bien mi pregunta después de soltarle la bomba de lo del hijo en común, pero habrá que intentarlo. Lo que me va pareciendo extraño es esa especie de amenaza velada con la que se supone debo convencer a Matvey, así que arrugo la nariz en gesto de disgusto. He de suponer que se trata todo de una estratagema, pero tras su última jugada no termino de fiarme de él por completo. Estaré atenta por si acaso.

- Es mucho suponer que a Matvey le vaya a importar nuestra seguridad. La mía está claro que no. - soy realista y sé que lo manipulé con el rubí de Sodoma aquella noche, para él soy una simple conocida del torneo. - Y en cuanto a él...- miro al pequeño que acaba de despertarse y ha comenzado a removerse,  dudando de cuál será la actitud del ruso hacia su hijo. Puede que se desentienda de él al considerarlo bastardo, con lo que mi plan no habría funcionado. Sólo me quedaría reclamar sus derechos de otro modo. O puede que tome la responsabilidad de padre y lo reconozca. Es un tema que me intriga y quiero resolver cuanto antes.

- No, no lo sabe todavía.  En el momento que sepa cómo se lo toma te lo diré, y veremos las posibilidades que hay. Claro que él podría hacerlo, es de los mejores. Pero no creo que le interese resucitar a Termeritus. Ya te he dicho que la mayoría de los miembros del Consejo no comulga con nuestros valores. Mientras no nos quitemos a más del medio costará tener la influencia necesaria. - concluyo a la petición de Rybar, alzando la barbilla de manera orgullosa cuando menciona eso de que puede ver recuerdos míos cuando ensayemos oclumancia. - No me importa, no tengo nada de lo que avergonzarme ni que desee ocultarte.

En conclusión, el asunto localizar nigromante es el que nos retiene por ahora, aunque tengo mis dudas de que resucitar a Termeritus sirva de mucho.  - Nuestro Glorioso Mago infundía respeto en todos, pero no sé si servirá resucitarlo. Su cuerpo ya no existe, de poco serviría que un nigromante lo levantase. Debería ser ese mismo nigromante creando un revenant. Traer el alma y enlazarla a un cuerpo como ha dicho Benjamin. No nos valdría cualquier cuerpo, debería ser uno con el mismo aspecto que Termeritus. Habría que encontrar sus huesos y pedir a un alquimista que recrease una especie de envase sin alma. - es la parte más compleja, pero puede servir para ir avanzando en el proceso, en lo que tardamos en encontrar un nigromante que quiera colaborar, o que se vea obligado... -  Rybar, ¿recuerdas  al alquimista que trabajó en Bastión de Magos? En la fortaleza de Bertram había una sección dedicada para los experimentos de este alquimista, se llama Tobías Gutenberg, y trabajó también para Mikhail Novgorod. Es más bien un mercenario, ese no pondrá pegas a lo que le pidamos, siempre y cuando podamos pagarle. Podemos contactar con él. La Posada de los Muertos es un buen lugar para encontrar a esos mercenarios. Se sientan allí a beber, ávidos por encontrar una buena misión que les llene los bolsillos.- el niño hace amagos de empezar a llorar, haciendo los típicos y molestos ruidillos de quejas de bebé. Dentro de poco no podremos seguir con la conversación, así que será mejor ir concluyendo. Si nos dividimos las misiones será más sencillo, y ahora que somos tres deberíamos ser más efectivos. Los de la vieja guardia nunca fallamos, no como esos blandengues que no son lo suficientemente fuertes para llegar hasta el final.

 - Yo mientras intentaré lo que has dicho sobre Matvey, e informarme sobre si hay algún otro nigromante disponible que pueda hacernos ese trabajo. Los buenos escasean...y los dispuestos a hacer algo así más. - el crío, al que debo poner nombre aún, comienza a llorar como con cierta desesperación, así que supongo que ya debe tener hambre o vete a saber.  Lo muevo un poco en brazos para ver si se calma, pero nada.  - Tampoco deberíamos dejar que esos inferiores humanos se olviden de nosotros y del miedo que los provocábamos, sugiero que cada uno por su cuenta siembre a su gusto su pequeña dosis de terror de recordatorio. Pensaré en algo relacionado con venenos, siempre dejando nuestro sello. Hay mucho por hacer, caballeros. ¿Alguna cosa más que debamos acordar o decidir? - al parecer ha quedado todo aclarado y no hay más preguntas, ahora toca que cada uno se ponga a trabajar en lo que hemos dicho. Después nos despedimos y salimos cada uno por nuestro lado, prometiendo ponernos en contacto cuando haya novedades.

Apareci en una de las salas de mi castillo, dándole vueltas al mensaje de Ben y a las noticias que había recibido. Los renegados, siempre un paso por delante. Pero había decidido no intervenir en esta situación. Lytta ya se habría encargado por si mismo.

Caminé entre los estantes de la polvorienta biblioteca, no mucho se había salvado del ataque de la alianza, pero algunos volúmenes aún se conservaban.

Adele estaba ausente desde que fue a aquella boda, supuse que su plan no había salido bien del todo...

Ya le advertí de ello. Me detuve frente a una estantería volcada, chasquee los dedos y los candiles mágicos de la biblioteca se prendieron, dándome luz.

Hoy no me apetecía guerrear, me dedicaría a huir del mundo por un rato. Leer ayudaría. Aquel parecía interesante, clanes de vampiros. Lo tomé con mi único brazo y empecé a ojearlo ahí mismo. Lasombra, brujah, ventrue, tzimisce....