Castillo de Stirling

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'Probabilidad' :

-¿A la cola? Tú ves alguna? - hice un gesto de mirar a mi alrededor, encogiendo mis hombros, como diciendole: "mira, mira idiota, aqui no hay nadie, so-loco". - No, no....voy a ser el primero en darse un festín con el menú del día. - sonreí. Claro. Ni se acordaba. Justo como esperaba.

Luego ocurrio aquello de mi breve conversacion conmigo mismo y el humano me interrumpió. Hice una mueca de incomodidad, prolongada, cerrando los ojos y pasandome una mano por el cuello con claros signos de estrés, hasta siseé un poco.
- No es de tu incumbencia.

Tuvo la jeta de decirme que debía llamarlo "ministro" y eso me provocó una carcajada ruidosa, solo una, pero fue explosiva. El gritó por el dolor de los dedos rotos, intentó rebelarse, habló...respondí cogiendolo por los pelos de la cabeza y estampandole la frente contra el frio y humedo suelo, para luego abalanzarme sobre su oido y hablarle.

- No. No. Nada de ministros. Aquí nos podemos tratar entre iguales....Eamon. Como dos perros furiosos y rabiosos. Cada uno por motivos distintos, supongo, pero... - chasquee la lengua en plan, que mas da. - Tengo curiosidad, Eamon. Que es lo que os hace a los humanos sentiros superiores a las demas razas? Es por vuestra tecnologia? Es loable, lo reconozco, algo increible de ver para alguien como yo que proviene de....bueno, ya sabes. Casi otro mundo. Pero incluso asi...tú en concreto, no se, no es que seas un cerebrito, no? Un gran guerrero, quizá? Qué te hace merecedor de...esa autoproclamada importancia, necesidad de imponer respeto o poder sobre otros...? Curiosidad.

Dije sin apartarme ni un apice de él, sujetandole la cabeza con firmeza con una mano contra el suelo y con la otra, paseando el cuchillo por su piel desnuda, desde la piel de los brazos hasta la del cuello, donde hice especial presion.
- Romperé algun dedo más. Luego, con el cuchillo, desollejaré tus manos, quiero ver si debajo de esa piel eres mas blanco que rojo o mas rojo que blanco. Y...quizá me lleve una de tus orejas. Y un ojo? Tienes un curioso color para un humano... Luego creo que prenderé fuego a este sitio y te dejaré aquí.

- Es en sentido figurado, idiota. Claro que no están aquí. - estos seres inferiores son más tontos de lo que creía, ni siquiera sabe captar una ironía. Me da un escalofrío al escuchar eso del menú del día, mezcla de la grima que me da y del frío que hace en este maldito sitio. No sé qué hacen para tardar tanto en localizarme, los muy ineptos. Me fijo en que parece molestarle que le pregunte con quién habla, secretos de loco, supongo. Tengo en cuenta ese detalle por si puede servirme de algo, cuanto más sepa del drow, mejor. La violencia de la bestia va en aumento, después de romperme los dedos sigue con estamparme la cabeza contra el suelo, abriéndome una brecha en la ceja y dejándome un tanto aturdido. Gruño por el golpe, tardando un poco en responder. con tono dolorido.

- No te confundas...tú y yo no somos iguales. No compares a un perro rabioso que no sabe a dónde va con alguien que sabe perfectamente lo que hace. - o casi todo. Al menos yo no actúo como un chiflado. Las preguntas que hace después tienen algo más de sentido, pues son algo que muchos de ellos deben preguntarse. Tal vez si lo entretengo conseguiré hacer tiempo para que me encuentren. - Es evidente...es nuestra raza la que ha transformado el mundo, no la vuestra. La raza mágica no ha sabido evolucionar, la mayoría de vosotros vivís anclados en el pasado. Sin vuestra magia no sois nada, como habéis podido comprobar con lo que hemos hecho. - hemos estado cerca de darles el golpe definitivo, pero no contábamos con los efectos secundarios de los satélites. Nada era de gratis.

- ¿No te das cuenta? ser el más inteligente o el mejor guerrero no es lo que determina el éxito. Es el poder...y dónde creen los demás que reside. Yo tengo poder, dinero, influencias, me deben favores... sé desenvolverme en el mundo. Tú pareces un pobre inadaptado. - murmuro como puedo al seguir con su mano sobre mi cabeza, siendo presionada de lado contra el duro y frío suelo. Siento el filo del cuchillo moverse peligrosamente por mi cuerpo, hasta ir a parar al cuello. Si se le va la pinza demasiado puede que me degüelle aquí mismo. El muy sádico empieza a contarme lo que quiere hacerme, y el colofón final es devolverle la que le hice yo en el burdel. - Cuánto resentimiento...con lo fácil que sería solucionar esto de otro modo. Debe haber algo que quieras. Cuando acabes conmigo no tendrás nada. Y te aseguro que la satisfacción de eliminar a un enemigo es muy efímera.

Habian pasado algunos cuantos dias desde que ocurrió aquello de la convergencia, ya. Y desde el ataque al castillo otro y mi rapida huida con Eamon hasta aqui.

La verdad es que se me habia ido un poco de las manos.

Al principio, solo habia planeado tenerlo aqui un dia, meterle un poco de miedo, hacerlo sufrir un rato....

Pero habia perdido el control y la nocion del tiempo. Eamon habia logrado sacarme con facilidad de mis casillas, con aquella actitud suya. Yo no habia logrado lo que queria, que era verlo sufrir de verdad. Por mucho que lo hubiese torturado, hecho pasar frio, y hambre....nada me parecia suficiente, y seguia y seguia, y pronto acabaria cruzando la delgada linea.

Me frenaba el hecho de que sabia que los renegados lo necesitaban para algo, para recuperar a sus amigos perdidos.

Tras un par de dias de torturarlo en completo silencio (a base de romper huesos y arrancar uñas o pegar palizas, no me habia dado la vena mutiladora toadvia) volví a aquella humeda y fria sala y me senté frente a él. Me habia dado cuenta de que no habian sido capaces de encontrarnos a ninguno de los dos.

- Supongo que a estas alturas, te imaginarás que un intercambio de rehenes es la mejor manera que tienes de salir de aqui. Voy a avisar a los renegados.

Los días entre torturas interminables eran una terrible condena, el tiempo parecía haberse detenido, dando la impresión de que llevaba ahí una eternidad. El monstruo de ojos violetas había resultado ser un psicópata sediento de sangre. Había momentos en los que pensé que me iba a terminar de rematar, que no iba a salir nunca de allí ni iba a volver a ver a las escasas personas que me importaban. Podía odiar al drow y blasfemar todo lo que quisiera, eso no cambiaba el hecho de estar a su merced, tan apalizado que casi no podía ni moverme. De vez en cuando perdía el conocimiento, y cuando despertaba todo volvía a empezar. El frío y las heridas iban desgastándome cada vez más, hasta el punto de que ya casi dejé de responder y contestar a cualquier cosa que me dijese. No me habían encontrado. O no estaban buscando bien, o no tenían mucho interés.

Apenas lo escuchaba cuando se puso a hablarme, no sé en qué momento, pues había perdido la noción el tiempo. Algo de renegados, y de intercambio. El desgraciado podría haberme matado y acabar con esto, pero no. Prefirió hacerme sufrir. Yo con él no había estado tanto tiempo, la tortura no fue tan larga. Me había sobrepasado en crueldad. Me daba igual si el precio de mi libertad eran los renegados capturados, a estas alturas parecía la única opción de acabar con esto. Mi opinión aquí daba igual, él haría lo que quisiese. Ya se arrepentirán de todo lo que están haciendo.

- Haz...lo que quieras...- murmuré con voz ronca y de manera muy escueta, perdiendo el conocimiento nuevamente mientras dejaba caer la cabeza sobre el pecho.


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éxito: no se desmaya
fallo: se desmaya

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'Probabilidad' :

El muy cabron tuvo la jeta de decirme que hiciese lo que quisiese y luego perdió el conocimiento. Lo absurdo fue que hasta con eso logró hacer que me cabrease, tal era el rencor y el odio que le tenía que hasta sus muestras de debilidad me frustraban. La muerte era demasiado buena para él, siginificaria dejar de sufrir, tambien era cierto que si lo queria vivo era por eso. Y matarlo de que serviria? Otro igual de cruel o mas que él ocuparia su lugar. Asi funcionaba esta sociedad. Y solo estaria quitandoles una oportunidad a los otros de recuperar a aquellos rehenes.

Le pegué una patada en las costillas para descargar un poco de mi frustracion, quiza si se despertase, se acordaría de mi con alguna costilla mas rota.

- Espera, para que le sigo pegando? Y si ha palmado?

Me acerqué a tomar su pulso. Era debil pero...ahi seguía. Bufé. Me quedé agachado sobre él, mirandolo. Y pensando, y pensando y pensado....debate interno.

- Haz lo que quieras - resoplé de nuevo y pasé una mano por mis ojos. - Pero es que quiero muchas cosas.

Despues de unos minutos de silencio, saqué mi cuchillo. Se lo pasé despacito por el cuello, pero no....la razón aun imponía al instinto. Lo justo y necesario. Llevé el cuchillo a su oreja y le corté un buen cacho de ella, y me aseguré de que fuese un corte sucio y feo.

- Experimenta esto, blancucho. -le tiré su cacho oreja a la cara. Tenía la sensacion de que deberia cortarle algo mas antes de irnos de alli.... pero tambien tenia la sensacion de que si empezaba, no iba a parar. Asi que lo vestí con un saco de patatas que habia robado o recogido de los escombros o algo por el estilo, y con su sangre orejil escribí en la pechera "dobby es un elfo libre" tapando el logotipo de "patatas Tío Porra". Lo arrastré de aquella celda aun atado hacia mi moto, que habia mantenido oculta. Era el momento de entregar al rehén en manos de personas mas...responsables.

Tras acoplar a Eamon en el vehiculo delante de mi, arranqué y salimos del lugar.

Quiso aislarse desde el primer síntoma que había sentido en el momento de su aparición en el campamento. Su despiste en esos momentos era monumental y una de sus razones para desaparecer del mundo era eso, Simplemente que se sentía irritado… Muy irritado con lo que le estaba pasando e ir a la enfermería esa improvisada del campamente no le complacía en absoluto. Otro de los puntos de alejarse de todo, fue que no quería preocupar a su familia, ni que lo irritaran con sus cosas, porque él sabía perfectamente que eso pasaría y no, él prefería estar solo con ese sufrimiento que esperaba que se quitara pronto. Prefería tener alguna herida causada en batalla por algún enemigo visible, antes de que estar luchando con algo invisible que no sabía de donde venía.

En algunos momentos se sentía con fiebre y en otros momentos un tanto de desfallecimiento causada por la misma fiebre y que decir de que se le nublaba la vista de momentos. Salió del campamento hacia un lugar más tranquilo a pesar de que su hermana se había puesto de pesada conque debía quedarse en la enfermería que era el mejor sitio para que lo pudieran tratar, pero él no quería alegando que allí no lo dejarían en paz y él quería mucha paz.

Llego a un bosque y en lo alto la fortificación de un castillo. Se rasco una de las tantas comezones que sintió por el cuerpo, remangándose la camisa para observar aquella cosa negra que había aparecido en su brazo y tal vez en alguna parte más que desconocía porque no se había tomado la molestia de revisarse y tampoco se la tomaría ahora que solo quería descansar, sentándose con la espalda apoyada en una de aquellas murallas.

Muchas cosas comenzaron a rondar por su cabeza, lo del mensaje a Chloe refiriéndose a que Ben estaba bien, un mensaje advirtiendo de que se quedaran alejados del campamento, luego algo así como que tendría que encerrar a Chloe en su habitación. Sobre Savannah y lo que le atormentaba, hasta que poco a poco se fue sumiendo en un sueño agitado, despierto y dormido en el que sin darse cuenta y por la fiebre delirante había conseguido mandar un confuso mensaje con destino a la casa Hacksaw.

Aquel extraño mensaje por parte de Lorcan le había llegado minutos antes de que Catherine se pusiese en contacto con él, así que aprovechó la ocasión para pedirle que se quedase con los niños. No es que se lo estuviese pidiendo por capricho o no querer hacerse cargo, pero el mensaje del licántropo era lo suficientemente raro como para tomarse la molestia de ir y comprobar qué pasaba. Decía algo así como que no se encontraba bien y que estaba en el castillo de Stirling, por lo que decidió ir a echar un vistazo. Aunque no tuviesen la mejor de las relaciones tenía que reconocer que el otro se había molestado en ir a visitarle a su casa para ver cómo estaba después del ataque de Hyde Park.

Se apareció directamente en lo alto de la colina, conocía la zona y no le resultó difícil visualizar el lugar. Allí dio unas cuantas vueltas antes de dar con Lorcan. Se lo encontró sentado en el suelo, con la espalda apoyada contra la muralla exterior del castillo. - Pues va a ser verdad que le pasa algo...- murmuró acercándose a paso rápido, dándose cuenta de que hasta tenía los ojos cerrados. ¿Estaría borracho? Se agachó a su lado, apoyando una rodilla en tierra mientras le sacudía un poco por el hombro, dándole después un par de palmadas en la cara. - Eh, Lorcan. Despierta. - solo con ese simple contacto ya pudo notar que tenía fiebre, y no tardó en darse cuenta de que tenía una extraña marca negra en el brazo. Apretó los labios un tanto tenso, sin saber muy bien qué hacer.

- ¿Dónde has estado? necesito saber si ha sido algo venenoso...o maldición...- aunque no lo parecía, pero necesitaba datos si quería ayudarlo.

El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

Gimió con los ojos aun cerrados cuando aquella persona lo sacudió por el hombro. Pero, ¿Por qué habría una persona en ese lugar? Tal vez se había equivocado y no estaba lo suficientemente aislado como para tener un plácido descanso y luego un golpeteo en su mejilla… Abrió los ojos como un par de rendijas color plata observando quien era el que lo estaba molestando, sin captar el olor del sujeto, porque podría haberlo sabido por eso, pero parecía que perdió todas sus facultades. -¿Qué demonios haces aquí Hacksaw?.- Prácticamente salto, alejando su mano de el para evitar todo contacto. -Debes irte, yo solo vine aquí porque quería estar solo. - Y ahora él venía y lo estropeaba, más que nada, podía ser peligroso para él. Aquellos pensamientos convulsos, debió hacer caso en lo de enviar un mensaje para que se mantuvieran alejados.

-En el campamento, ¿Dónde más? - Aspiro un poco de aire, haciendo que su pecho subiera y bajara de manera agitada. No era una maldición, ni nada que ver con un envenenamiento, aunque eso fuera lo que parecía. -No debiste venir, es peligroso, contagioso. - Trago con dificultad, ahora él se sentía mal. ¿Qué había hecho? Se suponía que nadie debía estar cerca… Observo al moreno con un poco de angustia en su cara. Se tapó con una mano la boca antes de comenzar a toser con esa tos ronca y escupir aquella sustancia corrosiva negruzca. -Estoy enfermo.- Volvió a gemir.

Si hubiese estado borracho y no febril podría haberle echado en cara lo mismo que le dijo a él, que por qué estaba bebiendo. Pero no, él al parecer era perfecto y no iba a pillarlo emborrachándose. Puso cara de indignación por su recibimiento y el modo en que se alejó. - ¿Cómo que qué hago aquí? tú me has llamado. Enviaste un mensaje a mi casa diciendo que estabas malo, y que estabas aquí. - entornó los ojos, comprendiendo enseguida que tal vez en medio de sus delirios hubiese pedido ayuda pero sin ser muy consciente.

- Muy inteligente venir aquí a estar solo...¿qué esperabas, a morirte aquí sin más? menos mal que tu subconsciente es más inteligente que tú. - ya no sólo quedarse ahí esperando a que le diera algo, sino que apareciesen enemigos mientras estaba indefenso. Justo lo que pasó en Hyde Park. Parecía que daba consejos pero no se los aplicaba. Frunció el ceño sin identificar el campamento como algo peligroso, pero cobró más sentido cuando dijo que era contagioso. Tanta gente allí hacinada...era muy probable que algo así sucediese.

- Entiendo...avisaré a mi familia que no se acerque allí por si acaso. ¿Cuántos días llevas así?- ahora comprendía un poco mejor lo que había hecho Lorcan. Se estaba aislando porque probablemente no quisiera contagiar a nadie más. - ¿Acaso te preocupa contagiarme a mí? lo dudo. No sucederá, y si pasa ya te lo echaré en cara. - bromeó antes de ponerse un poco más serio al verle toser de ese modo. Se alarmó porque parecía sangre, pero era demasiado oscura para serlo. Realmente parecía estar jodido, no recordaba haberlo visto antes tan vulnerable, ni siquiera cuando estaban en el clan y acababan heridos tras los entrenamientos de luna llena.

- Te llevaré dentro mientras decido qué hacer, si sacrificarte o...- obviamente no hablaba en serio, pero quería ver si sus intentos de fastidiar tenían algún efecto o si de verdad estaba tan hecho mierda como para no responderle. Levantó a Lorcan del suelo, recargando el brazo de él sobre sus hombros para dirigirse al interior del antiguo castillo. La puerta estaba abierta y medio rota, no hubo ni que tirarla. Por suerte seguía bastante bien conservado porque debió haber tenido ocupantes en tiempos más o menos recientes, aunque tenía pinta de no haberse usado en al menos un par de años. Estaba todo polvoriento y lleno de telarañas. Echó a Lorcan en la primera cama que encontró, sacando después su moneda comunicadora para escribirle a Chloe, contándole un poco la situación para que le aconsejara qué hacer.

¿Estaba recibiendo un regaño? Tal vez en otras condiciones le hubiese reventado la cara a este tipo que se estaba creyendo mucho, pero en esos momentos lo estaba mirando con ojos nublados prácticamente como si fuera un cachorrillo indefenso. Se encontraba indefenso ante toda situación. -No es mi intención, ¿Tu que sabes? - Le recrimino volviendo a recostarse en la pared. No era cómodo, pero lo mantenía estable. En esto, estaba siendo muy lastimero, como en esa ocasión en su casa, su vulnerabilidad y ahora su enfermedad lo estaban dejando enceguecido. Qué ironía cuando el había sido el primero en recriminarle cosas a Ian, ahora se había dado vuelta todo y estaba recibiendo de su propia medicina.

Suspiro de alivio cerrando los ojos y se quedó así por un tiempo. -¿Cuantos días? - Recordaba, sí que recordaba llegar al campamento y había perdido prácticamente la noción del tiempo… Mejor le explicaría los acontecimientos un poco… Quería que supiera cosas para que estuviera prevenido. -Ese día en tu casa, fui con tu hermana al campamento. Juro que no le paso nada, solo fue torpe en algunas cosas…- Eso no… Se estaba enredado. Se centró pasándose una mano por los ojos volviendo a hablar. - Creo que fueron uno o dos días después de visitarte. -

Esa broma que lanzo,no le sentó ni bien ni mal, puesto que no supo como interpretarlo. -Me preocupa porque no quiero que estés cerca de los demás apestando y contagiando… Tampoco quiero que estés lejos de tus cachorros como un mal padre y por mi culpa. - Y sobre lo de si eso sucedía o no… Solo esperaba que fuera un gran no sucedería.

-¿Decidir qué hacer? Eso suena como que te quedaras conmigo y no se supone que debes hacerlo. - Le sonó raro, cuidando de un enfermo que parecía terminal. Resoplo con una risa. -No eres nada mío como para esas cosas, Hacksaw.- Lo miro con eso de sacrificarlo. -Ahora que estoy así, fácilmente puedes intentarlo porque no te detendré. - Y ante toda contradicción a sus palabras, se recargo en él, ahora si necesitando ayuda hizo una mueca, pero intento estar a la par mientras lo ayudaba para no pasarlo a llevar en su torpeza de enfermo.

No quiso entrar al castillo, porque encontró más cómodo el quedarse afuera, pero ahora que lo veía no estaba del todo mal. Se recostó en lo que sea que fuera en lo que lo estaba tumbando el moreno encorvándose un poco. -Te acordaras de mi cuando empieces a sentir lo que estoy sintiendo ahora… Y todo por tu necedad.- No vio lo que él estaba haciendo y el sentía que los síntomas iban y venían, como la insoportable picazón que ahora atacaba su hombro y su brazo… -Esto dejara marcas.- Comento con una mueca y una voz un tanto áspera.

Echó cuentas de los días que habían transcurrido desde el incidente con Giordano en la casa, cuando Lorcan se fue un rato de casa con su hermana. Asintió sabiendo que con él había ido segura, así que no le reprochó nada al respecto. Al menos sabía el tiempo que llevaba así el licántropo. - No soy idiota, después de esto no voy a ir a ningún lado a seguir expandiendo nada. - ni loco volvía a casa, por si acaso le pegaba lo que fuera que tuviese. - Además, mis hijos van a estar con su madre, irá a recogerlos pronto. - tenía dos dedos de frente para no acercarse a ellos, para que no corriesen ningún riesgo.

Acabó resoplando por la regañina de Lorcan sobre no quedarse con él, dándole ganas de pegarle una colleja porque incluso estando enfermo era muy mandón. - Abandonarte sería omisión de socorro, parece mentira que seas guardia y no sepas que eso es un delito. Encima fuimos parte del mismo clan. Y tú tampoco te fuiste cuando Savannah y yo estuvimos en el parque aquella noche, borrachos y apaleados. Tampoco huiste cuando lo de Chloe...- murmuró finalmente, con tono de voz más apagado. Menos mal que él no había tenido que ver así a su pobre hermana. No imaginaba el trauma que tuvo que haber sido para su padre.

Ya en el interior del castillo siguió con eso de que se arrepentiría, cosa que probablemente sería así, pero no iba a darle la razón. - No creo, no soy un flojo. No me pasará nada. - replicó mientras se intercambiaba mensajes con Chloe por la moneda comunicadora. Lo primero que hizo su hermana fue preguntar dónde estaban para ir a ayudar, pero Ian prefirió no decirle nada por el momento para evitar problemas mayores. Además, le insistió que se quedase con los niños porque siempre se lo cargaban todo a Anteia.

- Mmm...se lo acabo de contar a Chloe. Quería venir, pero no le he dicho que estamos aquí. Dice que si para mañana no has mejorado que te lleve rápidamente al hospital nuevo. Y que bebas mucha agua. ¿Dónde cojones habrá agua en el castillo? - echó un vistazo por la ventana, localizando el pozo del patio exterior. - Espera un momento, no te mueras mientras. - se fue de la habitación para ir fuera, cogiendo un par de cubos para cargarlos con agua fresca del pozo.

-Eres un rarito. - Respondió ante eso de la omisión de socorro, sabiendo a que ese tipo de omisión de socorro solo se consideraría abandono de deber y estaría penado en caso de guardias o militares. Y para él, Ian no era ninguno de los dos. -A demás, aceptémoslo… Tú me odias. - Bueno, los dos se detestaban. Era algo prácticamente mutuo, ¿Odio o tal vez resentimiento? -No soy un tipo que huye ante el más mínimo problema, y tampoco los hubiera dejado solo. - Sobre lo de Chloe. Parecía que eso aun pesaba en las conciencias de su familia. La hermana de Ian le caía bien, tanto que incluso la consideraba una hermana. -Relájate Hacksaw, todo está bien ahora y Chloe lo esta superando. Por favor, no te vengas a derrumbar tu ahora. - Seria lo último que le faltaría.  

- ¿Acabas de hacer qué? No te dije…- Prácticamente había comenzado a amonestarlo mientras él hablaba, pero su pasión por regañarle se vio cortado para escúchale bien, había dicho que no le indico el lugar en donde estaban que era un gran punto. Negó con la cabeza no queriendo ir a ese hospital. Entre el hospital de campaña improvisado del campamento y el hospital nuevo de la base, para él no era mucha diferencia.

-En ninguna parte, supongo. - Era un castillo antiguo, abandonado y sin acondicionar… Su mirada también fue a dar hacia la ventana. Aunque el no vio nada porque estaba tumbado. Trato de incorporarse, pero no logro mucho, así que se recostó, aunque esa recostada fue algo más que un poco ruda, lo que lo hizo quejarse. -Mas quisieras algo como eso Hacksaw… Pero no te daré en el placer. - En la última palabra, sintió una especie de cosquilleo en la garganta que lo hizo toser y maldecir y toser.

- Qué tonterías dices...hay poca gente a la que odie de verdad, y tú no eres uno de ellos. - como mucho podía irritarle en ocasiones, pero a quienes realmente detestaba actualmente era a los Pendragon, más algunos otros como podía ser Guttenberg. - Ya sé que no huyes, pero tenías opción y no lo hiciste. Eso habla a tu favor. - no estuvo muy de acuerdo en eso de que Chloe lo estaba superando, pero tal vez Lorcan hubiese visto algo que él no. Ojalá. De todos modos no iba a llamarla, por mucho que sentirse útil le pudiera servir de terapia. No quería que acabase también contagiada.

- Nah, seguro que no la palmas. Ningún mal perro lo hace. - se burló tras su respuesta de no darle el gusto de morirse, aunque por la última tos que escuchó antes de salir ya no estaba tan seguro de que fuese a durarle. Al salir al patio llenó un par de cubos con agua, pero para cuando regresó el otro ya casi ni le hablaba. Apretó los labios con cara de circunstancia, tratando de bajarle un poco la temperatura con unos trapos mojados como solía hacer cuando Aedan se ponía malo. Aún así no tenía ni idea de lo que le pasaba a Lorcan, y conforme pasaban las horas ya no le parecía tan buena idea lo de esperar al día siguiente como había dicho Chloe. - Eh, espabila. Di algo...- No quería ser responsable de que se le muriese ahí por no haber hecho nada, así que pensó que lo mejor sería llevarlo con sanadores de verdad. Eso sí, primero avisó a Oscurus en el campamento para que supiese lo que le llevaba. Poco después lo cargó al hombro, desapareciéndose de allí con él en ese dirección.