Recuerdo del primer mensaje :
Si tienes un anuncio, aparte de rolear que lo cuelgas aquí, envía un mp a Admin con el contenido de dicho anuncio para que editemos y aparezca aquí. Cuando encuentres lo que andabas buscando, ¡mandanos otro mp o avisanos para que retiremos el anuncio y no se acumulen papeles en el tablon!
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S© HARDROCK
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak© HARDROCK
Oscura taberna que tuvo renombre en el pasado por ser un local al más puro estilo rockero. A día de hoy se ha transformado hasta convertirse en una taberna en la que se tratan asuntos turbios. Trapicheos, encargos, mercado negro, recompensas por búsqueda y captura. Los mercenarios suelen acudir aquí en busca de encargos y misiones, el sitio de encuentro para aquellos que se venden al mejor postor y para aquellos que desean encontrarlos. Se valora la discreción, ya que éste es un lugar perfecto para hacer una redada.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
Si tienes un anuncio, aparte de rolear que lo cuelgas aquí, envía un mp a Admin con el contenido de dicho anuncio para que editemos y aparezca aquí. Cuando encuentres lo que andabas buscando, ¡mandanos otro mp o avisanos para que retiremos el anuncio y no se acumulen papeles en el tablon!
ANUNCIOS COLGADOS EN EL TABLÓN
Septiembre 2037
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S
Septiembre 2037
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Curación' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
#1 'Curación' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
Estaba durmiendo, como un tronco, sí, de esto que no te enteras de que mierdas ocurre a tu alrededor, porque hay mejores cosas que hacer, como por ejemplo, dormir. Al principio reconozco que tuve lo que se llaman dulces sueños, pero se vieron pronto interrumpidos por las perturbadoras pero breves escenas que habia contemplado bajo los efectos del gas venenoso, los cuales despertaron dudas y preguntas en mi dormido subconsciente....
Daba vueltas debajo de la manta un poco como una peonza hasta quedar liado en ella, de esto que un poco mas y mueres estrangulado. Pero afortunadamente no morí asi. Y las pesadillas cesaron un poquito, para la hora en la que la gente comenzaba a despertarse y a rehacer sus vidas de persona no vaga.
Noto peso en mi cama, puesto que esta se hunde de un lado, como si alguien se hubiese sentado en ella. Y oigo una voz decir cosas, porque en ese estado de no saber si duermes o no, lo que la gente te dice simplemente son COSAS sin mayor importancia.
-Ñé.
Respondo al semidrow buscando darle la espalda y seguir durmiendo. La cosa que se habia sentado en mi cama deja de hacer peso, pero sigue hablandome. Es Vor. Habla de que Dyos se ha esquilado. Eso espabila sustancialmente mi cabeza. Aun con los ojos medio cerrados empiezo a soltarle patadas a la manta para que me libere, y cuando lo logro me estiro ahi tumbado cuan largo soy, brazos para arriba, bostenzando muy largamente. Si, si, habia oido a Dyos la noche anterior, habia sido tranquilizador oirle decir eso. Tras desperezarme me doy la vuelta, estirando mis brazos hacia la cabeza de Vor que esta agachado en el suelo al borde de mi cama. Yo aun endormiscado lo tomo por un cojin y abrazo su cabeza.
-Calvo y guapo.... -calvo y guapo? Espera, de que estabamos hablando otra vez? Por fin abro los ojos, parpadeando varias veces, y me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Sonrio y suelto su cabeza, le revuelvo el pelo y me pongo en pie dandome impulso en el colchon. -Calvo y guapo! Eso hay que verlo! -me desperezo nuevamente y bostezo de modo escandaloso, mirando a Vor, que tiene aspecto de...no se, de no haber comido en tres semanas. -¿Estás malo?
Daba vueltas debajo de la manta un poco como una peonza hasta quedar liado en ella, de esto que un poco mas y mueres estrangulado. Pero afortunadamente no morí asi. Y las pesadillas cesaron un poquito, para la hora en la que la gente comenzaba a despertarse y a rehacer sus vidas de persona no vaga.
Noto peso en mi cama, puesto que esta se hunde de un lado, como si alguien se hubiese sentado en ella. Y oigo una voz decir cosas, porque en ese estado de no saber si duermes o no, lo que la gente te dice simplemente son COSAS sin mayor importancia.
-Ñé.
Respondo al semidrow buscando darle la espalda y seguir durmiendo. La cosa que se habia sentado en mi cama deja de hacer peso, pero sigue hablandome. Es Vor. Habla de que Dyos se ha esquilado. Eso espabila sustancialmente mi cabeza. Aun con los ojos medio cerrados empiezo a soltarle patadas a la manta para que me libere, y cuando lo logro me estiro ahi tumbado cuan largo soy, brazos para arriba, bostenzando muy largamente. Si, si, habia oido a Dyos la noche anterior, habia sido tranquilizador oirle decir eso. Tras desperezarme me doy la vuelta, estirando mis brazos hacia la cabeza de Vor que esta agachado en el suelo al borde de mi cama. Yo aun endormiscado lo tomo por un cojin y abrazo su cabeza.
-Calvo y guapo.... -calvo y guapo? Espera, de que estabamos hablando otra vez? Por fin abro los ojos, parpadeando varias veces, y me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Sonrio y suelto su cabeza, le revuelvo el pelo y me pongo en pie dandome impulso en el colchon. -Calvo y guapo! Eso hay que verlo! -me desperezo nuevamente y bostezo de modo escandaloso, mirando a Vor, que tiene aspecto de...no se, de no haber comido en tres semanas. -¿Estás malo?
Ñé. Menuda respuesta. Lo contemplé con los mofletes un poco inflados en plan, “Pero no pases de mi, bicho”. Y con el ceño fruncido. Porque es que era un vago… Que sí, que estaba rebentado la noche anterior. Pero me disgustaba eso de que alguien se levantara más tarde que yo, ¡Ese era mi oficio! ¿Y no eran los pajarracos muy dados a madrugar? ¡Menuda desgracia de urraca! Tenía los brazos medio cruzados. Lo contemplé pelearse con las mantas a patadas, estirarse, aún sin abrir mucho esos ojicos suyos.
-Qué, ¿Te divertir tú haciendo vago? ¡Qué morro!- Le gruñí mientras observaba lo alto que era así todo estirado. Con algo de envidia. Yo algún día sería un elfo más que un drow y mediría uno noventa y los llamaría a todos enanos, especialmente a Dyos y sus asquerosos metro setenta que medía. Parecía que eso de ser dignos de jugar a baloncesto era una costumbre ya en toda la familia, porque el otro era asquerosamente alto también.
La cosa es que al acercarse a mí sin más razón que ninguna, mientras mascullaba algo de calvo y guapo, se me abrazó a la cabeza. Me quedé quieto. Inmóvil. Como una estatua. Lo observé con los ojos perplejos y fui a decir algo, pero al abrir la boca no me entraba ni el aire. La cerré. Lo miré de nuevo. Asentí a lo de calvo y guapo en plan, sí. Era calvo y guapo. Seguramente sí. Pero eso… Eso no me lo esperaba yo. Me revolvió el pelo muy felizmente y yo me dejé que me peinara o que me hiciera lo que le diera la gana. Me había pasado un rato tratando de ponerme bien lisas las melenas pero tampoco es que… Hubiera pensado en defenderme. Incluso tras levantarse yo estaba asimilando lo que acababa de pasar…
-Por qué…- Me pregunté en silencio. Poco a poco me levanté yo, soplando para quitarme un fleco del careto. Él bostezaba, y me preguntó, si estaba malo. -¡No estoy malo! Te digo que es calvo y guapo. Y lo es esté malo, borracho, sano, loco o haciendo el pino. ¡No acusar a enfermedad lo que es realidad! Tssssssssssk- Chasqueé la lengua y luego dejé un soplido. -¿Es que tu estar ciego? ¡Que estoy malo! Madre mía… Todo por no reconocer que drow es guaperas.- Yo no me había parado a pensar que fuera por mis propias pintas, porque es que ya no sabía cuando estaba feo y cuando estaba horrendo.
Me guardé el mechón en un bolsillo y abrí la puerta con la cabeza en alto y haciendo cara seria. -Creo que ser mejor comer. Dyos estará abajo.- Le dije antes de escaparme escaleras abajo, sentándome en la barandilla para descender. No me había vestido del todo y llevaba solo las telas de debajo, de aspecto plano y no muy distintas a una manta. Me arrepentí al ver varios caretos desconocidos allí. Pero no me importó mucho. El bastón me seguía a escasos metros. Antes de buscar a Dyos yo también pasé una mirada por el tablón así como para pensar, “Rybar lo lleva mal para contratar nueva peña…” Aunque me llamó otro la atención.
Cogí al elfo de la ropa y muy seriamente le señalé uno que ponía, "Se busca grupo de cazadores para capturar elfos. Preguntar por el señor Groundhog en este mismo sitio." -Elfos, Roäc. Quieren cazar elfos. Elfos como tú y elfos como yo. ¿Te das cuenta? Bueno, que no somos del todo elfos… Pero y si nos ven juntos? Entonces dirán, “eso cuenta como un elfo entero”. Y nos irán a cazar. Pienso partirle la boca a Gruonjojj o como se llame. Pero no le mataré. Solo le enseñaré que los elfos no se cazan… ¡Qué animalicos! Es una costumbre muy drow eso de meterse con los elfos. ¡Con lo bonicos que son! Ya me gustaría a mí haber heredado más de mi madre.- Pasé la mano como quien no quiere la cosa sobre un diario que había encima de una mesa, con intención de usarlo para hacer grullas. El dueño del papel parecía estar sobado en la silla. -Luego nos encargaremos de buscarlo. Desgraciado…- Agité un poco mi cabeza.
-... Mira.- Le dije en inglés señalándole a Dyospiros, que comía como un señorón en una de las mesas. Me contuve una risa. Me había costado unos instantes reconocerle por la aberración que se había hecho en el pelo y por la falta de abrigo. -Si parece una persona normal ya. Y pensar que me lo encontrar en una cueva… Pero… ¡Ese pelo! ¡Por las tetas de Lloth!- Correteé hacia la mesa de Dyos, la mar de alegre, aunque me vi obligado a parar en medio camino por un breve mareo. Sabía perfectamente cuales eran las causas: Hambre y pérdida de sangre. No había comido nada para reponer todo lo sangrado el día anterior y esa noche. Tras rehacerme acabé de correr allí, dejé el diario sobre su mesa y me lo miré desde todos ángulos.
-¿Te has visto, Dyos? ¿Pero qué demonios…? ¡Guapo, sí! Le digo a Roäc por eso de los celos que me dijiste ayer, “debe estar guapo”... ¡Pero qué destrozo! No te pienso tomar en serio con esas pintas.- Le cogí un trozo de mantequilla y me lo llevé a la boca. -Pienso dar un repaso a eso, ¿Sí? Qué pelos… Qué, ¿Cómo va el día? ¿Qué nos tenías que contar?- Los miré a ambos, muy cómodo yo sentado encima de la mesa en vez de una silla, porque no era una persona civilizada. Cogí un vaso de leche y mojé un poco de pan en ella, llevándomelo a la boca. La tenía pastosa por la mantequilla. -Hay un anuncio ahí sobre cazar elfos. Igual habla también de elfos oscuros. Me preocupa un poco…- Miré con los ojos entrecerrados a los zombies (borrachos y medio dormidos) del local, preguntándome quién sería el desgraciado.
-¿Y bieeeen?
-Qué, ¿Te divertir tú haciendo vago? ¡Qué morro!- Le gruñí mientras observaba lo alto que era así todo estirado. Con algo de envidia. Yo algún día sería un elfo más que un drow y mediría uno noventa y los llamaría a todos enanos, especialmente a Dyos y sus asquerosos metro setenta que medía. Parecía que eso de ser dignos de jugar a baloncesto era una costumbre ya en toda la familia, porque el otro era asquerosamente alto también.
La cosa es que al acercarse a mí sin más razón que ninguna, mientras mascullaba algo de calvo y guapo, se me abrazó a la cabeza. Me quedé quieto. Inmóvil. Como una estatua. Lo observé con los ojos perplejos y fui a decir algo, pero al abrir la boca no me entraba ni el aire. La cerré. Lo miré de nuevo. Asentí a lo de calvo y guapo en plan, sí. Era calvo y guapo. Seguramente sí. Pero eso… Eso no me lo esperaba yo. Me revolvió el pelo muy felizmente y yo me dejé que me peinara o que me hiciera lo que le diera la gana. Me había pasado un rato tratando de ponerme bien lisas las melenas pero tampoco es que… Hubiera pensado en defenderme. Incluso tras levantarse yo estaba asimilando lo que acababa de pasar…
-Por qué…- Me pregunté en silencio. Poco a poco me levanté yo, soplando para quitarme un fleco del careto. Él bostezaba, y me preguntó, si estaba malo. -¡No estoy malo! Te digo que es calvo y guapo. Y lo es esté malo, borracho, sano, loco o haciendo el pino. ¡No acusar a enfermedad lo que es realidad! Tssssssssssk- Chasqueé la lengua y luego dejé un soplido. -¿Es que tu estar ciego? ¡Que estoy malo! Madre mía… Todo por no reconocer que drow es guaperas.- Yo no me había parado a pensar que fuera por mis propias pintas, porque es que ya no sabía cuando estaba feo y cuando estaba horrendo.
Me guardé el mechón en un bolsillo y abrí la puerta con la cabeza en alto y haciendo cara seria. -Creo que ser mejor comer. Dyos estará abajo.- Le dije antes de escaparme escaleras abajo, sentándome en la barandilla para descender. No me había vestido del todo y llevaba solo las telas de debajo, de aspecto plano y no muy distintas a una manta. Me arrepentí al ver varios caretos desconocidos allí. Pero no me importó mucho. El bastón me seguía a escasos metros. Antes de buscar a Dyos yo también pasé una mirada por el tablón así como para pensar, “Rybar lo lleva mal para contratar nueva peña…” Aunque me llamó otro la atención.
Cogí al elfo de la ropa y muy seriamente le señalé uno que ponía, "Se busca grupo de cazadores para capturar elfos. Preguntar por el señor Groundhog en este mismo sitio." -Elfos, Roäc. Quieren cazar elfos. Elfos como tú y elfos como yo. ¿Te das cuenta? Bueno, que no somos del todo elfos… Pero y si nos ven juntos? Entonces dirán, “eso cuenta como un elfo entero”. Y nos irán a cazar. Pienso partirle la boca a Gruonjojj o como se llame. Pero no le mataré. Solo le enseñaré que los elfos no se cazan… ¡Qué animalicos! Es una costumbre muy drow eso de meterse con los elfos. ¡Con lo bonicos que son! Ya me gustaría a mí haber heredado más de mi madre.- Pasé la mano como quien no quiere la cosa sobre un diario que había encima de una mesa, con intención de usarlo para hacer grullas. El dueño del papel parecía estar sobado en la silla. -Luego nos encargaremos de buscarlo. Desgraciado…- Agité un poco mi cabeza.
-... Mira.- Le dije en inglés señalándole a Dyospiros, que comía como un señorón en una de las mesas. Me contuve una risa. Me había costado unos instantes reconocerle por la aberración que se había hecho en el pelo y por la falta de abrigo. -Si parece una persona normal ya. Y pensar que me lo encontrar en una cueva… Pero… ¡Ese pelo! ¡Por las tetas de Lloth!- Correteé hacia la mesa de Dyos, la mar de alegre, aunque me vi obligado a parar en medio camino por un breve mareo. Sabía perfectamente cuales eran las causas: Hambre y pérdida de sangre. No había comido nada para reponer todo lo sangrado el día anterior y esa noche. Tras rehacerme acabé de correr allí, dejé el diario sobre su mesa y me lo miré desde todos ángulos.
-¿Te has visto, Dyos? ¿Pero qué demonios…? ¡Guapo, sí! Le digo a Roäc por eso de los celos que me dijiste ayer, “debe estar guapo”... ¡Pero qué destrozo! No te pienso tomar en serio con esas pintas.- Le cogí un trozo de mantequilla y me lo llevé a la boca. -Pienso dar un repaso a eso, ¿Sí? Qué pelos… Qué, ¿Cómo va el día? ¿Qué nos tenías que contar?- Los miré a ambos, muy cómodo yo sentado encima de la mesa en vez de una silla, porque no era una persona civilizada. Cogí un vaso de leche y mojé un poco de pan en ella, llevándomelo a la boca. La tenía pastosa por la mantequilla. -Hay un anuncio ahí sobre cazar elfos. Igual habla también de elfos oscuros. Me preocupa un poco…- Miré con los ojos entrecerrados a los zombies (borrachos y medio dormidos) del local, preguntándome quién sería el desgraciado.
-¿Y bieeeen?
-¿Qué pasa Vor? Te has puesto nervioso? – lo miro muy pero que muy divertido, fijándome en su coleta y decidiendo que me gusta como le queda. Se lo habría dicho en ese momento pero se pone a increparme, a decirme que no llevo razón, y esas cosas de drow.
-Pues ties mala cara, Vor. – tuerzo un poco mi cabeza, mirándolo mientras sigue piropeando a Dyos.–No es mi tipo.
Miro hacia la ventana, está ahí su abrigo colgado. Me fijo en el cielo que se divisa a través de los sucios cristales y aprieto un poco los labios espatarrando mi boca. Cuando me quiero dar cuenta, Vor ha salido por la puerta. La ventana me resulta extremadamente tentadora, y me habría fugado por ella de no ser por las palabras de “que tenían que contarnos algo”
Asi que bajo por las escaleras yo también, alisándome la ropa que se me había arrugado por dormir con ella puesta. Pero pa que si luego un medio drow cabreado te agarra por ahí para zarandearte?
-Que dices tu delfos? – frunzo mi ceño momentáneamente hasta que me suelta, volviendo a atusarme un poco la ropa, pensando en eso que ha dicho. Que no me ha hecho ninguna gracia. Gruonjjojj? Entorno la mirada, y yo mismo leo el nombre del firmante de semejante anuncio. Groundhog. Oh, vale.
-Sí…muy…muy drow. –por algún motivo esa frase suya se me quedo bailando en la cabeza, en conjunto con las pesadillas que había tenido por la noche.
Espabilo un poco al ver al esquilado Dyospiros. Me he quedado rezagado de Vor, y sacudo ligeramente la cabeza yendo hacia ellos dos, el otro se encuentra en plena maniobra de burlarse de nuestro amigo
-Has vuelto a hacerlo. – yo me siento a la mesa con una sonrisa burlona, mirando a Dyos, aunque dedicando una breve mirada soslayada a la ventana. Escucho a Vor hasta que recuerdo algo que había pensado instantes antes.
-El firmante es Groundhog. Marmota. Yo conocí a un señor marmota en la fábrica abandoná. Y vosotros también. No me preocuparía demasiao.
-Pues ties mala cara, Vor. – tuerzo un poco mi cabeza, mirándolo mientras sigue piropeando a Dyos.–No es mi tipo.
Miro hacia la ventana, está ahí su abrigo colgado. Me fijo en el cielo que se divisa a través de los sucios cristales y aprieto un poco los labios espatarrando mi boca. Cuando me quiero dar cuenta, Vor ha salido por la puerta. La ventana me resulta extremadamente tentadora, y me habría fugado por ella de no ser por las palabras de “que tenían que contarnos algo”
Asi que bajo por las escaleras yo también, alisándome la ropa que se me había arrugado por dormir con ella puesta. Pero pa que si luego un medio drow cabreado te agarra por ahí para zarandearte?
-Que dices tu delfos? – frunzo mi ceño momentáneamente hasta que me suelta, volviendo a atusarme un poco la ropa, pensando en eso que ha dicho. Que no me ha hecho ninguna gracia. Gruonjjojj? Entorno la mirada, y yo mismo leo el nombre del firmante de semejante anuncio. Groundhog. Oh, vale.
-Sí…muy…muy drow. –por algún motivo esa frase suya se me quedo bailando en la cabeza, en conjunto con las pesadillas que había tenido por la noche.
Espabilo un poco al ver al esquilado Dyospiros. Me he quedado rezagado de Vor, y sacudo ligeramente la cabeza yendo hacia ellos dos, el otro se encuentra en plena maniobra de burlarse de nuestro amigo
-Has vuelto a hacerlo. – yo me siento a la mesa con una sonrisa burlona, mirando a Dyos, aunque dedicando una breve mirada soslayada a la ventana. Escucho a Vor hasta que recuerdo algo que había pensado instantes antes.
-El firmante es Groundhog. Marmota. Yo conocí a un señor marmota en la fábrica abandoná. Y vosotros también. No me preocuparía demasiao.
Sigo zampando pan tostado, untándolo en mantequilla de cuando en cuando y haciéndolo pasar a base de tragos de leche. Hasta que oigo la voz de Vor, momento en el que alzo la vista de mi comida para…para fruncirle el ceño, porque se viene metiendo con mi pelo.
-Destrozo…? –ya será menos. Encojo mis hombros echándolos hacia delante en actitud defensiva. –Me da igual no ir bien! Eso es secundario! –y gruño ahogando un trozo de pan en leche. –O terciario.
Aunque no rechazo eso de que me pegue un repaso, pasándome una mano por la nuca, donde noto los mechones excesivamente largos y dispares. Lanzo una mirada malhumorada a Vor cuando se sienta asi en la mesa y se pone a comer de ese modo tan anarquico. Lo agarro por un brazo y lo obligo a sentarse en una silla a mi lado, pasándole su racion: un vaso de leche hasta arriba, un enorme trozo de pan y la racion de mantequilla.
-Deja de picotear y come bien! Todo esto, ya. –el semidrow estaba pálido y tenia mal aspecto, en general. –Y siéntate bien.
Mi gesto se pone serio en cuestión de instantes al oir el anuncio aquel que decía de cazar elfos, aunque Roäc allí presente, tras descojonarse vivo de mi (al menos de pensamiento, que lo se yo) le quita peso al asunto con su comentario.
-Ahora que lo mencionas…el viejo, Szyraenk. Llamaba asi a su marmota, no? Pero si ha sido el quien ha puesto el anuncio…porque quiere cazar elfos? No me pareció ese tipo de drow.
“ah, a lo que iba”
-Y no Roäc, no he vuelto a hacerlo, esta vez lo he cortado mucho mejor. –lo señalo con mi dedo, antes de pegarle un bocado al pan que sujeto
-Lo que tenía que deciros. Atañe a una posible residencia nuestra. Ail-…no, mi hermano...al que a partir de ahora llamaré asi para que no me relacionen.... me dijo que él había tenido un hogar, aunque ya no vivía en el, que fue de una familia humana y que ahora debía de estar abandonado. Me dijo que lo usara como morada y que él se comunicaría conmigo mandando allí cartas. –me acabo mi desayuno, al que por otra parte, ya le quedaba bien poco porque llevaba un rato comiendo. En mi ceño fruncido y en mi mirada firmemente clavada en el plato vacío se aprecia que estoy pensándome eso muy a fondo. –Aun no me fio, sabeis? No se si será verdad….aunque dudo que se trate de una emboscada. Tengo las pistas para llegar allí, mas o menos. He pensado en ir a buscarla, y si el sitio existe, es seguro y está en condiciones, convertirlo en nuestra “base”. ¿Qué os parece?
-Destrozo…? –ya será menos. Encojo mis hombros echándolos hacia delante en actitud defensiva. –Me da igual no ir bien! Eso es secundario! –y gruño ahogando un trozo de pan en leche. –O terciario.
Aunque no rechazo eso de que me pegue un repaso, pasándome una mano por la nuca, donde noto los mechones excesivamente largos y dispares. Lanzo una mirada malhumorada a Vor cuando se sienta asi en la mesa y se pone a comer de ese modo tan anarquico. Lo agarro por un brazo y lo obligo a sentarse en una silla a mi lado, pasándole su racion: un vaso de leche hasta arriba, un enorme trozo de pan y la racion de mantequilla.
-Deja de picotear y come bien! Todo esto, ya. –el semidrow estaba pálido y tenia mal aspecto, en general. –Y siéntate bien.
Mi gesto se pone serio en cuestión de instantes al oir el anuncio aquel que decía de cazar elfos, aunque Roäc allí presente, tras descojonarse vivo de mi (al menos de pensamiento, que lo se yo) le quita peso al asunto con su comentario.
-Ahora que lo mencionas…el viejo, Szyraenk. Llamaba asi a su marmota, no? Pero si ha sido el quien ha puesto el anuncio…porque quiere cazar elfos? No me pareció ese tipo de drow.
“ah, a lo que iba”
-Y no Roäc, no he vuelto a hacerlo, esta vez lo he cortado mucho mejor. –lo señalo con mi dedo, antes de pegarle un bocado al pan que sujeto
-Lo que tenía que deciros. Atañe a una posible residencia nuestra. Ail-…no, mi hermano...al que a partir de ahora llamaré asi para que no me relacionen.... me dijo que él había tenido un hogar, aunque ya no vivía en el, que fue de una familia humana y que ahora debía de estar abandonado. Me dijo que lo usara como morada y que él se comunicaría conmigo mandando allí cartas. –me acabo mi desayuno, al que por otra parte, ya le quedaba bien poco porque llevaba un rato comiendo. En mi ceño fruncido y en mi mirada firmemente clavada en el plato vacío se aprecia que estoy pensándome eso muy a fondo. –Aun no me fio, sabeis? No se si será verdad….aunque dudo que se trate de una emboscada. Tengo las pistas para llegar allí, mas o menos. He pensado en ir a buscarla, y si el sitio existe, es seguro y está en condiciones, convertirlo en nuestra “base”. ¿Qué os parece?
-Nervioso, nervioso… PFFFFFFFFFFFT- Sí. Me había puesto nervioso, pero no en plan malo. Él me miraba y yo me lo miraba de vuelta como sospechando cosas, pero no quisiendo decir nada. Decía que Dyos no era su tipo. -¿Por ser drow? ¿No te gustar color de piel?- Es que claro, como era negro… ¡Mal lo llevaba yo, tan purpúreo! Me decía que tenía mala cara. -¡Ya sé que soy feo! No hacer falta que recordar tú eso, ¿Sí? A ti el segundo capitán de la Alianza Humana no te dio un tajo en la cara ayer, ¿Sabes? ¡Grr!- Me fui gruñendo de la habitación.
Pero era plenamente consciente de que tenía mala cara por culpa de no curarme como una persona decente. Eso y el hambre, claro está. Me preguntaba que qué hablaba yo de elfos. “Delfos”. ¿Pero eso no era una ciudad? -El anuncio, Roäc. El anuncio. Matar elfos no es bonito. Y peor para ti, tu parecer más elfo que yo. A mi gente confundir con drow desteñido.- Le fui explicando. Y me replicó casi… Distante que sí, que era cosa de drows. -E-Espera, ¿No sabías tu? ¿E-Estás bien?- Le pregunté un poco nervioso, dándole un par de cachetes en la mejilla porque lo notaba raro.
Luego fui con Dyos. Roäc se había quedado un poco atrás por culpa de mis prisas, o medio prisas mareiles. Lo notaba un poco despistado y se miraba… La ventana. Yo me lo miraba a él de reojo como si así pudiera saber qué estaba pensando. Aparentemente no era la primera vez que el drow se hacía tal destrozo en la melena. Decía que ir bien era secundario, o terciario, mientras zampaba. -Que no, Dyos. Para ti es secundario, ¡Pero es que das vergüenza ajena! Veo esos pelos y es que me duelen en la dignidad.- Le dije yo muy dramático, comiendo mantequilla sin nada.
Me pilló un poco por sorpresa la mirada furiosa de Dyos y aquella forma agresiva de hacerme bajar de la mesa. Me senté en una silla casi obligado observando todo lo que me había puesto por delante. Resoplé un poco mientras me pasaba todo lo que me había puesto de comer. Yo me llevé un trozo de jamón a la boca, pensativo. Cogí pan mientras dejaba caer mi cabeza un poco sobre la mesa, usando mis brazos para aguantármela un poco. -E… Está bien.- Le dije. Yo era muy dado a comer solo lo que me interesaba y dejarme el resto, y en el fondo estaba fatal aquello. Tenía faltas de todos lados menos de carne, que era lo único que comía si me dejaban. Cuidadosamente procuré acabarme el vaso de leche, no sin cierta expresión extraña en el rostro. Eso de beberte las excreciones mamales de otro animal…
Dejé el vaso sobre la mesa, de repente, con los ojos iluminados. -¡Pero toda la leche viene de mujeres!- No sé porqué aquello me dejó en shock. Pero es que en drowlandia no se bebía… mucha, que digamos. Ellos dos fueron sacando conclusiones acerca del Groundhog. Ambos acabaron señalando el viejo de la fábrica… Marmota. Claro. Roäc le quitaba importancia, Dyos decía que no parecía esa clase de drow. -Yo tampoco lo creo. Sabía perfectamente que yo no era drow, que yo era medio elfo. ¿Quizás quiere… ligar con un elfo? Claro. Cazar elfos. Le querrá tirar la flecha de cupido a uno… ¡Yo lo haría, es un buen plan!- Me di cuenta que aquel día no estaba por lo que tocaba. Que no carburaba. Me estaba mirando mucho al semielfo que teníamos allí… Que no era elfo del todo pero para mí un elfo tenía esa pinta.
-Luego cuando subamos arriba a por nuestras cosas te esquilo como toca. Con Zer’tath. Se le da extrañamente bien.- Le dije con sencilleza. Paré mucha atención a todo lo que nos fue explicando luego, intentando realmente comer lo que me había dicho que me zampara. Al menos no eran verduras. Nos vino a contar que Ailanthus le había dejado una herencia en forma de casa, o algo así. Que iba a enviarle cartas. Lo llamaba hermano por disimular un poco. Y que le había dicho que lo usara de casa… No se fiaba, decía. Pero que lo convertiría en nuestra base. -Yo, Dyos… No me fío mucho de él, la verdad. Aunque me dijo alguna cosa… Pero es raro. Deberíamos mirar si existe, y si mola, nos adueñaremos de ella quiera o no.- Le di un sorbo a la leche. -Me tiene intrigado ese chaval, la verdad. Es raro.- Me pasé la mano por la cara, notando un poco el corte que me había hecho.
Me levanté con cuidado mientras mandaba a Zer’tath a tomar forma de tijeras. -¿Tenéis vosotros algún sitio a donde ir urgentemente? Si no podríamos ir allí después de comer… Y… ¡Bicho! ¿Tienes pensado ducharte? ¡Que debes llevar AÑOS sin enjabonarte!- Literalmente. Me di cuenta que igual le había sentado mal. -¡Ser broma! Que constar… ¿S-Sí?- Y sin previo aviso, tchac. Me había hecho unas tijeras con Zer’tath. Y le acababa de cortar un mechón al indefenso Dyos. Y ahí me puse, dejando que fueran las tijeras que guiaran mis cortes y no al revés. Atrás se había hecho un destrozo padre. Mandé otro trozo del bastón a que le hiciera de espejo. -Te lo voy a dejar cortico, te vas a quedar mono, monísimo. Ya verás.- Me puse con ello.
-Yo también tener que contar cosas… Pero… Pero… ¡Dyospiros!, yo ya te contar suficiente ayer, ¿¡sí!? Tu entender que yo querer… ¡Hablar! Con Roäc.- Y le di un leve codazo. -No tener otro lugar que ir. Solo querer hablar cuando ser posible, ¡Esa es mi única petición! Y… Eh.- Había un tío mirándonos raro. Desde que había mencionado el nombre del drow. Miraba un diario, se lo miraba a él. Mandé aún otro trozo de Zer’tath a robárselo y por las pintas chungas que teníamos no pareció reclamar. Lo dejé encima de la mesa. -Esos dos son diferentes. Mira. The New times… The new sun… La misma mierda con casi el mismo nombre. ¿Poder leer mientras yo acabo esto? Decir si encontrar algo interesante, ¿Sí?- Le estaba dejando la parte de detrás un poco redondica. Suerte que mi bastón tenía más mano en eso que yo. La verdad es que quedaba bastante mono. Le quitaba años de encima. Muy satisfecho me asentí, esperando nuevas noticias.
Pero era plenamente consciente de que tenía mala cara por culpa de no curarme como una persona decente. Eso y el hambre, claro está. Me preguntaba que qué hablaba yo de elfos. “Delfos”. ¿Pero eso no era una ciudad? -El anuncio, Roäc. El anuncio. Matar elfos no es bonito. Y peor para ti, tu parecer más elfo que yo. A mi gente confundir con drow desteñido.- Le fui explicando. Y me replicó casi… Distante que sí, que era cosa de drows. -E-Espera, ¿No sabías tu? ¿E-Estás bien?- Le pregunté un poco nervioso, dándole un par de cachetes en la mejilla porque lo notaba raro.
Luego fui con Dyos. Roäc se había quedado un poco atrás por culpa de mis prisas, o medio prisas mareiles. Lo notaba un poco despistado y se miraba… La ventana. Yo me lo miraba a él de reojo como si así pudiera saber qué estaba pensando. Aparentemente no era la primera vez que el drow se hacía tal destrozo en la melena. Decía que ir bien era secundario, o terciario, mientras zampaba. -Que no, Dyos. Para ti es secundario, ¡Pero es que das vergüenza ajena! Veo esos pelos y es que me duelen en la dignidad.- Le dije yo muy dramático, comiendo mantequilla sin nada.
Me pilló un poco por sorpresa la mirada furiosa de Dyos y aquella forma agresiva de hacerme bajar de la mesa. Me senté en una silla casi obligado observando todo lo que me había puesto por delante. Resoplé un poco mientras me pasaba todo lo que me había puesto de comer. Yo me llevé un trozo de jamón a la boca, pensativo. Cogí pan mientras dejaba caer mi cabeza un poco sobre la mesa, usando mis brazos para aguantármela un poco. -E… Está bien.- Le dije. Yo era muy dado a comer solo lo que me interesaba y dejarme el resto, y en el fondo estaba fatal aquello. Tenía faltas de todos lados menos de carne, que era lo único que comía si me dejaban. Cuidadosamente procuré acabarme el vaso de leche, no sin cierta expresión extraña en el rostro. Eso de beberte las excreciones mamales de otro animal…
Dejé el vaso sobre la mesa, de repente, con los ojos iluminados. -¡Pero toda la leche viene de mujeres!- No sé porqué aquello me dejó en shock. Pero es que en drowlandia no se bebía… mucha, que digamos. Ellos dos fueron sacando conclusiones acerca del Groundhog. Ambos acabaron señalando el viejo de la fábrica… Marmota. Claro. Roäc le quitaba importancia, Dyos decía que no parecía esa clase de drow. -Yo tampoco lo creo. Sabía perfectamente que yo no era drow, que yo era medio elfo. ¿Quizás quiere… ligar con un elfo? Claro. Cazar elfos. Le querrá tirar la flecha de cupido a uno… ¡Yo lo haría, es un buen plan!- Me di cuenta que aquel día no estaba por lo que tocaba. Que no carburaba. Me estaba mirando mucho al semielfo que teníamos allí… Que no era elfo del todo pero para mí un elfo tenía esa pinta.
-Luego cuando subamos arriba a por nuestras cosas te esquilo como toca. Con Zer’tath. Se le da extrañamente bien.- Le dije con sencilleza. Paré mucha atención a todo lo que nos fue explicando luego, intentando realmente comer lo que me había dicho que me zampara. Al menos no eran verduras. Nos vino a contar que Ailanthus le había dejado una herencia en forma de casa, o algo así. Que iba a enviarle cartas. Lo llamaba hermano por disimular un poco. Y que le había dicho que lo usara de casa… No se fiaba, decía. Pero que lo convertiría en nuestra base. -Yo, Dyos… No me fío mucho de él, la verdad. Aunque me dijo alguna cosa… Pero es raro. Deberíamos mirar si existe, y si mola, nos adueñaremos de ella quiera o no.- Le di un sorbo a la leche. -Me tiene intrigado ese chaval, la verdad. Es raro.- Me pasé la mano por la cara, notando un poco el corte que me había hecho.
Me levanté con cuidado mientras mandaba a Zer’tath a tomar forma de tijeras. -¿Tenéis vosotros algún sitio a donde ir urgentemente? Si no podríamos ir allí después de comer… Y… ¡Bicho! ¿Tienes pensado ducharte? ¡Que debes llevar AÑOS sin enjabonarte!- Literalmente. Me di cuenta que igual le había sentado mal. -¡Ser broma! Que constar… ¿S-Sí?- Y sin previo aviso, tchac. Me había hecho unas tijeras con Zer’tath. Y le acababa de cortar un mechón al indefenso Dyos. Y ahí me puse, dejando que fueran las tijeras que guiaran mis cortes y no al revés. Atrás se había hecho un destrozo padre. Mandé otro trozo del bastón a que le hiciera de espejo. -Te lo voy a dejar cortico, te vas a quedar mono, monísimo. Ya verás.- Me puse con ello.
-Yo también tener que contar cosas… Pero… Pero… ¡Dyospiros!, yo ya te contar suficiente ayer, ¿¡sí!? Tu entender que yo querer… ¡Hablar! Con Roäc.- Y le di un leve codazo. -No tener otro lugar que ir. Solo querer hablar cuando ser posible, ¡Esa es mi única petición! Y… Eh.- Había un tío mirándonos raro. Desde que había mencionado el nombre del drow. Miraba un diario, se lo miraba a él. Mandé aún otro trozo de Zer’tath a robárselo y por las pintas chungas que teníamos no pareció reclamar. Lo dejé encima de la mesa. -Esos dos son diferentes. Mira. The New times… The new sun… La misma mierda con casi el mismo nombre. ¿Poder leer mientras yo acabo esto? Decir si encontrar algo interesante, ¿Sí?- Le estaba dejando la parte de detrás un poco redondica. Suerte que mi bastón tenía más mano en eso que yo. La verdad es que quedaba bastante mono. Le quitaba años de encima. Muy satisfecho me asentí, esperando nuevas noticias.
Me había hecho gracia todo lo que había gruñido Vor. Por gruñón se había quedado sin saber que me gustaba su coleta. Pero ahora me dedicaba a ver como Dyospiros lo abroncaba y lo hacia sentarse correctamente para comerse el desayuno. Él también se había percatado de su mala cara…y no de feo, se entiende, si no de ojeroso y palido. Los cachetes que me había dado previamente en la mejilla me habían ayudado también a mi a desempañarme un poco el pensamiento. Aunque no le había contestado a eso de si estaba bien.
Yo mismo picotee algo de pan, el jamón entre que me llamaba y no me llamaba. Pero al final me atrevi a picar algunos trozos también.
-Hay que vigilar al semidrow este, que no come na, y se nos troncha, eh Dyos? –me rio, estando a punto de escupir el pan cuando Vor dice que están bebiendo cosas que viene de las mujeres. –Hembras, Vor, hembras. No está bien decir que las vacas son mujeres.
Meto mas pan a mi boca cuando dice Vor que el otro quería ligar con elfos, y me guardo un tenedor que he visto sobre la mesa y me ha gustado. Así que él lo haría. ¿Pero por qué no pueden dejar de hablar de cazar elfos? Vor me miró bastante tras soltar aquella frase, y yo le mantuve la mirada con impenetrable parsimonia, pero había una alta dosis de diversión en el fondo de mis irises.
Luego, escucho con la misma atención que él lo que Dyos nos cuenta. Interesante. A mi de plano me parecía bien, un lugar donde echarse siestas, tranquilamente.
-Yo si me fio, mientras no se le vaya la pinza, tie buenas intenciones. –lo sabia porque me había dedicado algún que otro gesto que había sabido pillar bastante rápidamente. Aunque lo de cortar caras estuvo muy, muy feo.
Me quedo ciertamente pensativo cuando Vor pregunta si tenemos algún lugar al que ir con urgencia, y con la mejilla apoyada en mi mano vuelvo a mirar por la ventana. En verdad no. No me lo había planteado. Pero y las dudas…? No me gustaba nada vivir con ellas. Y había visto cosas. O eran recuerdos? No…
No respondí nada inmediatamente, pero los volvi a mirar con una sonrisa, aunque me fingí ofendido por lo de la ducha.
-AÑOS! Pues…es verdad ahora que lo dices… -me había bañado en charcos, ríos, lagos, mas charcos….si, yo había sido una urraca muy limpia. Pero el jabon? Ya no lo recordaba, eso existía? Comienza a cortarle el pelo a Dyos pero yo solo soy capaz de pensar en espuma. Vuelvo a centrarme en el mundo real, con las manos apretadas sobre la mesa, reteniendo las ganas de subir para arriba a derramabr litros de jabon sobre mi cabeza. Le esta cortando el pelo y se lo está dejando bastante bien
“asi ya no podre reirme de él”
-Eso, que me dijiste que teníamos que hablar, eh? Eh? –Vor acerca un periódico, y yo me pongo en pie para cotillear por enicma de su hombro. Alzo las cejas con una sonrisa torcida de oreja a oreja al leer su nombre, y me tapo la boca pero luego estallo en risotadas. –BFFFFFFFFFFFFBBBB………. PFFFJUAJUAJUAAHHH…! Tenemos un drow famoso entre nosotros….!
Y me rio un rato mas hasta que me saltan las lagrimillas, momento en el cual me aparto de ellos e informo que voy a ducharme por primera vez en años, subiendo las escaleras aun preso de un ataque de risa de lo mas absurdo, hasta que me meto en la habitacion que habiamos alquilado cerrando con un golpe de viento.
Yo mismo picotee algo de pan, el jamón entre que me llamaba y no me llamaba. Pero al final me atrevi a picar algunos trozos también.
-Hay que vigilar al semidrow este, que no come na, y se nos troncha, eh Dyos? –me rio, estando a punto de escupir el pan cuando Vor dice que están bebiendo cosas que viene de las mujeres. –Hembras, Vor, hembras. No está bien decir que las vacas son mujeres.
Meto mas pan a mi boca cuando dice Vor que el otro quería ligar con elfos, y me guardo un tenedor que he visto sobre la mesa y me ha gustado. Así que él lo haría. ¿Pero por qué no pueden dejar de hablar de cazar elfos? Vor me miró bastante tras soltar aquella frase, y yo le mantuve la mirada con impenetrable parsimonia, pero había una alta dosis de diversión en el fondo de mis irises.
Luego, escucho con la misma atención que él lo que Dyos nos cuenta. Interesante. A mi de plano me parecía bien, un lugar donde echarse siestas, tranquilamente.
-Yo si me fio, mientras no se le vaya la pinza, tie buenas intenciones. –lo sabia porque me había dedicado algún que otro gesto que había sabido pillar bastante rápidamente. Aunque lo de cortar caras estuvo muy, muy feo.
Me quedo ciertamente pensativo cuando Vor pregunta si tenemos algún lugar al que ir con urgencia, y con la mejilla apoyada en mi mano vuelvo a mirar por la ventana. En verdad no. No me lo había planteado. Pero y las dudas…? No me gustaba nada vivir con ellas. Y había visto cosas. O eran recuerdos? No…
No respondí nada inmediatamente, pero los volvi a mirar con una sonrisa, aunque me fingí ofendido por lo de la ducha.
-AÑOS! Pues…es verdad ahora que lo dices… -me había bañado en charcos, ríos, lagos, mas charcos….si, yo había sido una urraca muy limpia. Pero el jabon? Ya no lo recordaba, eso existía? Comienza a cortarle el pelo a Dyos pero yo solo soy capaz de pensar en espuma. Vuelvo a centrarme en el mundo real, con las manos apretadas sobre la mesa, reteniendo las ganas de subir para arriba a derramabr litros de jabon sobre mi cabeza. Le esta cortando el pelo y se lo está dejando bastante bien
“asi ya no podre reirme de él”
-Eso, que me dijiste que teníamos que hablar, eh? Eh? –Vor acerca un periódico, y yo me pongo en pie para cotillear por enicma de su hombro. Alzo las cejas con una sonrisa torcida de oreja a oreja al leer su nombre, y me tapo la boca pero luego estallo en risotadas. –BFFFFFFFFFFFFBBBB………. PFFFJUAJUAJUAAHHH…! Tenemos un drow famoso entre nosotros….!
Y me rio un rato mas hasta que me saltan las lagrimillas, momento en el cual me aparto de ellos e informo que voy a ducharme por primera vez en años, subiendo las escaleras aun preso de un ataque de risa de lo mas absurdo, hasta que me meto en la habitacion que habiamos alquilado cerrando con un golpe de viento.
Vergüenza ajena. Por los trasquilones. Me crucé de brazos, cabreado por eso. Asi que vergüenza ajena. Y el pajarraco estaba de su lado, como no. Por lo menos consigo que el enano coma en condiciones, y le acerco un trozo de jamon también.
-No te dejes nada.
Miro con recelo mi vaso de leche cuando Vor dice eso, pero me lo acabo y lo dejo donde estaba, atendiendo a la aclaración de Roac.
- Bueno, las vacas tienen mejores funciones que las de dar leche, como…los chuletones. Aunque esto sabe mas a agua que a otra cosa.
Mientras Vor desvaria sobre los motivos de Szyraenk, yo pienso, pasando una mano por mi barbilla. No, definitivamente no es que quisiera matar elfos. –Buscaré al viejo, y le preguntaré por el anuncio. Ademas, ahora que lo preguntas, sí. Yo quiero ir a la fábrica abandonada, a toda esa zona. Quiero llevar la moto a un chatarrero, a alguien que entienda. Cambiarle la matricula. Que me comprueben si lleva algún gps localizador o algo. Lavarle la cara .Es muy bonita pero muy….llamativa.-
Tras los intercambios sobre si nos fiamos o no de Ail, esbozo una mueca de comprensión. –Si, podemos ir en inspeccionar dicho “refugio”.
De pronto Vor y su baston están demasiado cerca y se me ha caído un mechon de pelo cortado, y yo me indigno, claro está, pero el se pone a lo suyo.
-Avisa la próxima vez! –la daga casi estaba en mi mano, cosas afiladas cerca de mi, demasiado deprisa.
Fuera de eso, lo deje que me siguiera cortando el pelo, percatándome de la rara mirada de un tipo. El baston le robó los periódicos, y yo me puse a ojearlos, pero Roac fue mas rápido y estalló en carcajadas. Yo, un tanto ofendido, trate de descubrir por que. Pronto las miraditas del paisano cobraron sentido. El muy capullo. El Sreysnah.
-PERO SERÁ CAPULLO….ME…ME HA MARCADO!!!!- agito el periódico frente a mis narices, cabreado. Indignado. Todo lo demás de la noticia me daba lo mismo. –Eso no se hace!!!!!! Pero por queeeeeeeee?! –yo quería ser anónimo! Estampo mi frente contra la mesa de madera, gruñendo. Luego me rehago y leo un poco mas lo que dice sobre mi. –Que voy por el mal camino! No te jode! Pues anda que tu! Dios! Me estoy cabreando. Si yo no quiero redimirme! Magia, mira, me encanta la magia! –y con un gesto de mis manos prendo la mesa entera y el desayuno de llamas moradas, para sobresalto del ser al que le hemos robado los periódicos.
Y me quedo ahi de brazos cruzados mirando mal a todo el mundo mientras Roac sale pitando, partiendose el culo de mi.
-No te dejes nada.
Miro con recelo mi vaso de leche cuando Vor dice eso, pero me lo acabo y lo dejo donde estaba, atendiendo a la aclaración de Roac.
- Bueno, las vacas tienen mejores funciones que las de dar leche, como…los chuletones. Aunque esto sabe mas a agua que a otra cosa.
Mientras Vor desvaria sobre los motivos de Szyraenk, yo pienso, pasando una mano por mi barbilla. No, definitivamente no es que quisiera matar elfos. –Buscaré al viejo, y le preguntaré por el anuncio. Ademas, ahora que lo preguntas, sí. Yo quiero ir a la fábrica abandonada, a toda esa zona. Quiero llevar la moto a un chatarrero, a alguien que entienda. Cambiarle la matricula. Que me comprueben si lleva algún gps localizador o algo. Lavarle la cara .Es muy bonita pero muy….llamativa.-
Tras los intercambios sobre si nos fiamos o no de Ail, esbozo una mueca de comprensión. –Si, podemos ir en inspeccionar dicho “refugio”.
De pronto Vor y su baston están demasiado cerca y se me ha caído un mechon de pelo cortado, y yo me indigno, claro está, pero el se pone a lo suyo.
-Avisa la próxima vez! –la daga casi estaba en mi mano, cosas afiladas cerca de mi, demasiado deprisa.
Fuera de eso, lo deje que me siguiera cortando el pelo, percatándome de la rara mirada de un tipo. El baston le robó los periódicos, y yo me puse a ojearlos, pero Roac fue mas rápido y estalló en carcajadas. Yo, un tanto ofendido, trate de descubrir por que. Pronto las miraditas del paisano cobraron sentido. El muy capullo. El Sreysnah.
-PERO SERÁ CAPULLO….ME…ME HA MARCADO!!!!- agito el periódico frente a mis narices, cabreado. Indignado. Todo lo demás de la noticia me daba lo mismo. –Eso no se hace!!!!!! Pero por queeeeeeeee?! –yo quería ser anónimo! Estampo mi frente contra la mesa de madera, gruñendo. Luego me rehago y leo un poco mas lo que dice sobre mi. –Que voy por el mal camino! No te jode! Pues anda que tu! Dios! Me estoy cabreando. Si yo no quiero redimirme! Magia, mira, me encanta la magia! –y con un gesto de mis manos prendo la mesa entera y el desayuno de llamas moradas, para sobresalto del ser al que le hemos robado los periódicos.
Y me quedo ahi de brazos cruzados mirando mal a todo el mundo mientras Roac sale pitando, partiendose el culo de mi.
Escuché a Roäc decirle a Dyos que había que vigilar. No se qué de tronchar. La cuestión es que me querían comiendo, y yo, más o menos, cumplía. Dyos me decía un poco autoritario que no me dejara nada, pasándome jamón. Ni lo cogí con la mano. Como un perro, directamente de los dedos, pegando un buen bocado para agarrarlo y metiéndome la loncha entera en la boca sin manos, porque las tenía ocupadas espiscando pan. -Pero si son mujeres. Qué mas dará. Vaca hembra, vaca mujer… A las mujeres drow muchos llamar “drow hembra”. Pues ahora yo personifico sus animales, porque tratar nosotros como si ser animales. Ala. Putos ingleses.- Me encogí de hombros, intentando no perder al pajarraco mucho de vista, porque lo notaba algo rarillo…
-¡Totalmente de acuerdo, Dyos!- No a que supiera a agua. Si no que los chuletones eran mejor función. Amaba la carne por encima de todas las cosas. También se puso a hablar de Szyraenk, parecía que quería ir a la fábrica, encontrarlo a él y a un chatarrero por temas de la moto. -Tengo la ligera impresión de que la moto es de tu hermano. No había otra igual en todos los aparcamientos… Y precisamente no hay otro como él en todos los campos. Tenía el manillar izquierdo algo forrado y desgastado… Debe ser suya, fijo. Si es así quizás él se encargó de quitarle el gps, si es tan traidor. No le gustará que lo localicen.- Le dije yo en drow por eso de disimular un poquillo el asunto. -No olvides comprar alcohol si tu ver Szyr, oye. Que eso lo poner más de mejor humor.- Iba a tener que comprarme una botella yo mismo por si me encontraba algún obstáculo que no pudiera superar a ostias o palabras.
El bicho se fiaba de Ailanthus. Dyos insistía en ir a ver el refugio. Tras pasarme la mano por encima de aquella herida, suspiré. -¡Vayamos, entonces! Al hogar del segundo capitán de la Alianza Humana, ¿Qué puede salir mal?- Dije con gran ironía. -Llevaba un collar de chucho… De hecho…- Estaba pensando. Me sonaba mucho haberla cogido. Miré la bolsa, ahí estaba, aunque Roäc y dudas me interrumpieron.
Había picado un poco al pajarraco al mencionar que llevaba años sin echarse jabón. Sonreí un poco, enseñándole mis puntiagudos dientes. -¡Pues ya saber! Todos nosotros duchar, limpiar, ser personas limpias y oler a rosas. Yo me duchar hoy otra vez.- Más o menos sí que me había vuelto a limpiar. Me había pasado un agua mejor dicho. Puse nervioso al drow por hacerle de peluquero. Me gritó que lo avisara. Me quedé inmóvil unos segundos y le puse una mano en el hombro para intentar tranquilizarlo. -Yo… ¡Perdón!- Por alguna razón siempre parecía estar muy al tanto con eso, como si le fuera a cortar el cuello en alguna ocasión.
¿Pero no sabía que no pretendía eso? Un poco más serio tuve muchísimo cuidado de no rozarle con aquellas tijeras raras de cristal. Cortaban que daban gusto. -Si, Roäc. ¡Hablar y serio! O… No lo sé.- … ¿Y si os confieso que NO sabía de qué hablar? Sabía una cosa que quería pedirle. Y ya. Eso era todo. Quería decirle muchas cosas, pero no sabía el cómo. Ni el porqué… Ni… Yo tenía arañas en el esófago. Casi le rebano la nuca a Dyos en cuanto Roäc empezó a descojonarse. Me lo miré con el ceño fruncido y un poco exhasperado. Decía algo de un drow famoso, de ducharse, y salió corriendo.
-¡Bicho! ¿Pero de qué demonios hablas…?- Fui unos pasos tras él antes de parar. -”¿Y para qué lo vas a seguir? ¿Te da miedo que se tire de la ventana? ¡Pero si vuela! ¿O es que quieres supervisar que se no se ahogue en la ducha? ¿Te quieres duchar tu una tercera vez? ¿En COMPAÑÍA?”- Me paré unos segundos, pensándomelo. -”... Pues no estaría mal”- Concluí, asintiéndome. Que no iba a ir, claro que no, pero desde luego no me habría parecido mal ir allí.
Dyospiros gritaba como un condenado a mis espaldas. Se había acabado la peluquería. Decía que lo habían marcado, que eso no se hacía, que porqué… Me leí muy por encima el diario. Su nombre. Su jodido nombre. Había hablado de él en el diario… -... Ay Dyos.- Parecía que se hubiera pillado un huevo con la bragueta de los berridos que pegaba. Y, por alguna razón, le prendió fuego a la mesa. Fuego fatuo. Se nos quedó mirando medio bar. Les hice “FUS, FUS” con la mano y me senté de nuevo sobre la ardiente mesa, bebiendo una fogosa leche aguachirri. -Dyos, lo estás complicando todo… Eh… Se supone que en esta posada nos tienen que considerar personas decentes…- Me senté y me miré mejor el artículo.
-Es probable que dijera eso por disimular. Y… ¿No habías estado tu allí? Seguramente no pudiera mentir en lo que respecta el nombre, tampoco. ¿Te lo llegaron a sacar?- Le apreté un poco un hombro, procurando que no fuera ese en el que le había herido. Me senté a su lado para ello. -¡Va, no me seas gruñón! Tu le has robado su moto, él te hace famoso. Estais en paz.- Pensé en la correa. La saqué de la bolsa. Estaba rota. Se la dejé a Dyos delante, para que la mirara. -La vi al estar en enfermería y me dije, ¿No ver yo esto antes? ¿No ser suya? Mírala.- Buscaba entretenerle un poco aunque fuera. Cogí un trozo de pan, lo unté en mantequilla, le puse jamón, unté otro trozo e hice el primer bocata lógico de mi vida. -Ten, come. Y apaga el fuego, que me quemas los ojos.- Si comía no gruñía. Ese era mi plan.
-¡Totalmente de acuerdo, Dyos!- No a que supiera a agua. Si no que los chuletones eran mejor función. Amaba la carne por encima de todas las cosas. También se puso a hablar de Szyraenk, parecía que quería ir a la fábrica, encontrarlo a él y a un chatarrero por temas de la moto. -Tengo la ligera impresión de que la moto es de tu hermano. No había otra igual en todos los aparcamientos… Y precisamente no hay otro como él en todos los campos. Tenía el manillar izquierdo algo forrado y desgastado… Debe ser suya, fijo. Si es así quizás él se encargó de quitarle el gps, si es tan traidor. No le gustará que lo localicen.- Le dije yo en drow por eso de disimular un poquillo el asunto. -No olvides comprar alcohol si tu ver Szyr, oye. Que eso lo poner más de mejor humor.- Iba a tener que comprarme una botella yo mismo por si me encontraba algún obstáculo que no pudiera superar a ostias o palabras.
El bicho se fiaba de Ailanthus. Dyos insistía en ir a ver el refugio. Tras pasarme la mano por encima de aquella herida, suspiré. -¡Vayamos, entonces! Al hogar del segundo capitán de la Alianza Humana, ¿Qué puede salir mal?- Dije con gran ironía. -Llevaba un collar de chucho… De hecho…- Estaba pensando. Me sonaba mucho haberla cogido. Miré la bolsa, ahí estaba, aunque Roäc y dudas me interrumpieron.
Había picado un poco al pajarraco al mencionar que llevaba años sin echarse jabón. Sonreí un poco, enseñándole mis puntiagudos dientes. -¡Pues ya saber! Todos nosotros duchar, limpiar, ser personas limpias y oler a rosas. Yo me duchar hoy otra vez.- Más o menos sí que me había vuelto a limpiar. Me había pasado un agua mejor dicho. Puse nervioso al drow por hacerle de peluquero. Me gritó que lo avisara. Me quedé inmóvil unos segundos y le puse una mano en el hombro para intentar tranquilizarlo. -Yo… ¡Perdón!- Por alguna razón siempre parecía estar muy al tanto con eso, como si le fuera a cortar el cuello en alguna ocasión.
¿Pero no sabía que no pretendía eso? Un poco más serio tuve muchísimo cuidado de no rozarle con aquellas tijeras raras de cristal. Cortaban que daban gusto. -Si, Roäc. ¡Hablar y serio! O… No lo sé.- … ¿Y si os confieso que NO sabía de qué hablar? Sabía una cosa que quería pedirle. Y ya. Eso era todo. Quería decirle muchas cosas, pero no sabía el cómo. Ni el porqué… Ni… Yo tenía arañas en el esófago. Casi le rebano la nuca a Dyos en cuanto Roäc empezó a descojonarse. Me lo miré con el ceño fruncido y un poco exhasperado. Decía algo de un drow famoso, de ducharse, y salió corriendo.
-¡Bicho! ¿Pero de qué demonios hablas…?- Fui unos pasos tras él antes de parar. -”¿Y para qué lo vas a seguir? ¿Te da miedo que se tire de la ventana? ¡Pero si vuela! ¿O es que quieres supervisar que se no se ahogue en la ducha? ¿Te quieres duchar tu una tercera vez? ¿En COMPAÑÍA?”- Me paré unos segundos, pensándomelo. -”... Pues no estaría mal”- Concluí, asintiéndome. Que no iba a ir, claro que no, pero desde luego no me habría parecido mal ir allí.
Dyospiros gritaba como un condenado a mis espaldas. Se había acabado la peluquería. Decía que lo habían marcado, que eso no se hacía, que porqué… Me leí muy por encima el diario. Su nombre. Su jodido nombre. Había hablado de él en el diario… -... Ay Dyos.- Parecía que se hubiera pillado un huevo con la bragueta de los berridos que pegaba. Y, por alguna razón, le prendió fuego a la mesa. Fuego fatuo. Se nos quedó mirando medio bar. Les hice “FUS, FUS” con la mano y me senté de nuevo sobre la ardiente mesa, bebiendo una fogosa leche aguachirri. -Dyos, lo estás complicando todo… Eh… Se supone que en esta posada nos tienen que considerar personas decentes…- Me senté y me miré mejor el artículo.
-Es probable que dijera eso por disimular. Y… ¿No habías estado tu allí? Seguramente no pudiera mentir en lo que respecta el nombre, tampoco. ¿Te lo llegaron a sacar?- Le apreté un poco un hombro, procurando que no fuera ese en el que le había herido. Me senté a su lado para ello. -¡Va, no me seas gruñón! Tu le has robado su moto, él te hace famoso. Estais en paz.- Pensé en la correa. La saqué de la bolsa. Estaba rota. Se la dejé a Dyos delante, para que la mirara. -La vi al estar en enfermería y me dije, ¿No ver yo esto antes? ¿No ser suya? Mírala.- Buscaba entretenerle un poco aunque fuera. Cogí un trozo de pan, lo unté en mantequilla, le puse jamón, unté otro trozo e hice el primer bocata lógico de mi vida. -Ten, come. Y apaga el fuego, que me quemas los ojos.- Si comía no gruñía. Ese era mi plan.
Me dedico a mirar las llamas moradas arder en la mesa, con el ceño fruncido y los brazos cruzados, escuchando las advertencias de Vor. Si, gente decente. Gruño echandome para delante, y chasqueando los dedos hago que desaparezcan las llamas moradas de encima de la mesa, quedando todo en perfecto estado, como si nada hubiese pasado.
-Si, claro que me sacaron el nombre, pero eso es una cosa y otra sacarlo en los periodicos donde cualquier borracho pueda leerlo! Ahora entiendo por que ese tio me estaba mirando asi! -mi idea era que ahora me iban a mirar mucho mas que antes, y no solo por nuestro raro color de piel, orejas picudas y pelo blanco, si no por mi relacion con el segundo capitan.
Paso una mano por mi cara por un momento deseando que me trague la tierra. No le habia puesto las cosas faciles a un mercenario como yo al soltar mi identidad asi a las buenas.
-Que no quiero ser famoso! Ademas, tampoco podemos estar seguros al cien por cien de que sea su moto. - y si lo era, me alegraba de habersela robado. -La llevaré al chatarrero de todos modos...y...la vespa....te la puedes quedar tu. Pero tenemos que hacer algo con el asunto de las llaves. No te puedo ir robando un trozo de baston cada vez que quiera arrancarla.
Lanzo un malhumorado soplido hacia una esquinita que seguia ardiendo para extinguirlo (aunque el gesto es simple fanfarroneria, no se apaga a soplidos) cuando el me dice que apague el fuego y que coma.
-Yo y he desayunado una racion entera. Cómetelo tu.- estoy por decirle "que falta te hace". Pero me limito a mirar la correa que me enseña. -Si, es suya. ¿Por qué la cogiste?
-Si, claro que me sacaron el nombre, pero eso es una cosa y otra sacarlo en los periodicos donde cualquier borracho pueda leerlo! Ahora entiendo por que ese tio me estaba mirando asi! -mi idea era que ahora me iban a mirar mucho mas que antes, y no solo por nuestro raro color de piel, orejas picudas y pelo blanco, si no por mi relacion con el segundo capitan.
Paso una mano por mi cara por un momento deseando que me trague la tierra. No le habia puesto las cosas faciles a un mercenario como yo al soltar mi identidad asi a las buenas.
-Que no quiero ser famoso! Ademas, tampoco podemos estar seguros al cien por cien de que sea su moto. - y si lo era, me alegraba de habersela robado. -La llevaré al chatarrero de todos modos...y...la vespa....te la puedes quedar tu. Pero tenemos que hacer algo con el asunto de las llaves. No te puedo ir robando un trozo de baston cada vez que quiera arrancarla.
Lanzo un malhumorado soplido hacia una esquinita que seguia ardiendo para extinguirlo (aunque el gesto es simple fanfarroneria, no se apaga a soplidos) cuando el me dice que apague el fuego y que coma.
-Yo y he desayunado una racion entera. Cómetelo tu.- estoy por decirle "que falta te hace". Pero me limito a mirar la correa que me enseña. -Si, es suya. ¿Por qué la cogiste?
-¡Entonces te poner un more, Dyos! Seguro que ya nuestros nombres sonar a gente. Pensar que somos criminales en serie. Tu ser gruñón, yo enano. Y el bicho de arriba pajarraco. Ya está. ¡Nadie tener que preocupar sobre borrachos raros! ¿Sí, gruñón?- Le dije con una sonrisa curiosa, medio divertido por aquella reacción suya. Había apagado la gran parte de las llamas al menos, y la gente no miraba tanto. Bueno. Procuraban hacer ver que no miraban. Se pasaba una mano por la cara y yo sonreía, divertido. No creía que fuera a ser el gran problema… La gente ya debía intuir parentesco por el parecido facial.
Seguía insistiendo que no quería ser famoso. -Ya, ya lo sé, Dyos.- Pero debía tener su mole. Savant había conseguido mucha fama en sus días y buen uso que le había dado. -Tu usa esa nueva identidad como hermano de Ailanthus para tu ventaja. Decir que tu conocer él mucho, que tener enchufe, que saber cosas. Pídele información a cambio. Vendela cara. Haz dinero, dar a mí 30% por idear plan, yo rescatar hermano, todos felices.- Que no parecía 100% seguro que fuera su moto… -Luego poder revisar maletín, quizás tener pasta, quizás tener identificación.- Le dije, pensativo.
Me dijo que la llevaría, y que yo me quedaría con la vespa. -¿QUÉ? ¿YO? omgOMGOMG- Empecé a tamborilear con los dedos la mesa, muy feliz. No sabía conducir pero con aquella basura debía ser imposible tener un accidente. -Me llevar esto de allí… Si poder fundir Zer’tath poder hacer un molde de las llaves.- Le enseñé la bola de metal ya frío, que se la dejé también encima de la mesa. Aquello era la butxaca màgica de Doraemon.
Sopló un poco de fuego fatuo, ahí, como un chulo playas. Y me dijo que me lo comiera yo. Lo dejé encima de la mesa, indignadísimo. -[color=cadetblue]Para Roäc, yo ya tener suficiente. Él no comer nada. Y ya has visto que él estar muy, MUY flaco. Y alto. Pero flaco, sobretodo. En la cama se ha estirado, y mira. Insecto palo. Se miraba la correa, preguntándome (o ladrándome) que porqué la cogí. La agarré yo e hice ver que me la probaba, con curiosidad. -¿Por qué no, Dyos?- Me miré en el espejo-bastón con una sonrisa traviesa. Hice de repente carote serio y miré a Dyos. Entre que le había copiado el peinado y que le había robado la correa… -Mirame, ¡Soy el capitán de la Alianza Humana! ¡Hurrdurr! Me corto las venas y se la corto a enanos con 50 años menos que yo.- Me reí un poco y le di la correa, encogiéndome de hombros.
Miré hacia las escaleras. Tenía ganas de que nuestro bicharraco llegara para irnos de allí a ver la condenada casa, a ver si tenía algo de interés. -Oye, lo que no nos has contar… ¿Cómo fue el encuentro? ¿Poder tu explicar en drow, para que yo no perder y gente no escuchar? ¿Fue cabrón? Te vi herido, creí que ser él. Aunque él hacer mala cara también… ¿Os pegásteis? ¿Pega duro o es nenaza?- Todo era por hacer tiempo y por mera curiosidad.
Seguía insistiendo que no quería ser famoso. -Ya, ya lo sé, Dyos.- Pero debía tener su mole. Savant había conseguido mucha fama en sus días y buen uso que le había dado. -Tu usa esa nueva identidad como hermano de Ailanthus para tu ventaja. Decir que tu conocer él mucho, que tener enchufe, que saber cosas. Pídele información a cambio. Vendela cara. Haz dinero, dar a mí 30% por idear plan, yo rescatar hermano, todos felices.- Que no parecía 100% seguro que fuera su moto… -Luego poder revisar maletín, quizás tener pasta, quizás tener identificación.- Le dije, pensativo.
Me dijo que la llevaría, y que yo me quedaría con la vespa. -¿QUÉ? ¿YO? omgOMGOMG- Empecé a tamborilear con los dedos la mesa, muy feliz. No sabía conducir pero con aquella basura debía ser imposible tener un accidente. -Me llevar esto de allí… Si poder fundir Zer’tath poder hacer un molde de las llaves.- Le enseñé la bola de metal ya frío, que se la dejé también encima de la mesa. Aquello era la butxaca màgica de Doraemon.
Sopló un poco de fuego fatuo, ahí, como un chulo playas. Y me dijo que me lo comiera yo. Lo dejé encima de la mesa, indignadísimo. -[color=cadetblue]Para Roäc, yo ya tener suficiente. Él no comer nada. Y ya has visto que él estar muy, MUY flaco. Y alto. Pero flaco, sobretodo. En la cama se ha estirado, y mira. Insecto palo. Se miraba la correa, preguntándome (o ladrándome) que porqué la cogí. La agarré yo e hice ver que me la probaba, con curiosidad. -¿Por qué no, Dyos?- Me miré en el espejo-bastón con una sonrisa traviesa. Hice de repente carote serio y miré a Dyos. Entre que le había copiado el peinado y que le había robado la correa… -Mirame, ¡Soy el capitán de la Alianza Humana! ¡Hurrdurr! Me corto las venas y se la corto a enanos con 50 años menos que yo.- Me reí un poco y le di la correa, encogiéndome de hombros.
Miré hacia las escaleras. Tenía ganas de que nuestro bicharraco llegara para irnos de allí a ver la condenada casa, a ver si tenía algo de interés. -Oye, lo que no nos has contar… ¿Cómo fue el encuentro? ¿Poder tu explicar en drow, para que yo no perder y gente no escuchar? ¿Fue cabrón? Te vi herido, creí que ser él. Aunque él hacer mala cara también… ¿Os pegásteis? ¿Pega duro o es nenaza?- Todo era por hacer tiempo y por mera curiosidad.
La idea de los motes de Vor me resulta tan rocambolesca que me limito a mirarlo con una mueca de labios fruncidos y los parpados a medias de caer, con las cejas arqueadas. Oh si. Una tactica de distraccion genial. Motes. En fin....
"confio en que la superficie pronto se plague de drows y los humanos y los magos no distingan uno de otro. Total, para ellos somos todos negros. Menos este, que es morao y medio rubio"
-Msehh...hare trafico de influencias.... -y me rasco la mejilla, pensativo. -Claro, quédatela. Yo intentaré hacerme a esta nueva buena bestia. Y el vespino, bueno, no corre mucho, pero aun asi ten cuidado.- en algun momento tendriamos que asaltar una gasolinera a lo mad max.
Mire la bola metalica que me enseñó y asenti. Eso podria servir. -Lo dejo en tus manos pues.
-Si, está un poco falcucho, como el buen pajarraco que es. Todo pluma en ave, todo pelo en medioelfo. Livianos como plumas.- me rio, un poco burlon, aunque los drows tambien somos muy livianos. ¿Que? venganza. Se habia reido de mi pelo y de mi nombre en el periodico. Lo miro to serio cuando imita a mi hermano, por algun motivo no consigo reirme con aquello. Será porque si que soy un gruñon (a ratos). Agarro la correa cuando me la estira y la guardo.
-Ah, aquello, si. -cambio al drow, mientras suena un aleteo y una urraca baja las escaleras volando. Una reluciente urraca, por cierto. Se para en la mesa y se agarra a picotear pan, muy a su bola. - No fue él quien me hizo eso, fueron los soldados. Él no me pegó...yo a él si. Todos sus intentos de pegarme fueron para disimular. Y tengo la impresion de que cuando me pegaron un tiro él intento taponar la herida. Intento odiarlo, sabes? Por estar en el bando en el que está y dedicarse a lo qeu se dedica. Pero se me hace un poco dificil.
Roäc version urraca me mira, me pega un graznido y aletea hasta mi cabeza. -Que sepas que ahora que se la verdad me pareces un puto vago por haber viajado tanto tiempo de gratis sobre mis hombros y cabeza. En fin, estamos todos. Vamonos.
Me pongo en pie, esperando a que Vor me siga, y salgo de la posada. Me dedico a apartar los matojos que eché sobre la moto la noche anterior, mientras Roac alza el vuelo y se va al hombro de Vor.
-Pajarraco, tu vas volando, que ya veo que te has dado maña en eso de la transformacion. Nosotros en el trasto infernal.
"confio en que la superficie pronto se plague de drows y los humanos y los magos no distingan uno de otro. Total, para ellos somos todos negros. Menos este, que es morao y medio rubio"
-Msehh...hare trafico de influencias.... -y me rasco la mejilla, pensativo. -Claro, quédatela. Yo intentaré hacerme a esta nueva buena bestia. Y el vespino, bueno, no corre mucho, pero aun asi ten cuidado.- en algun momento tendriamos que asaltar una gasolinera a lo mad max.
Mire la bola metalica que me enseñó y asenti. Eso podria servir. -Lo dejo en tus manos pues.
-Si, está un poco falcucho, como el buen pajarraco que es. Todo pluma en ave, todo pelo en medioelfo. Livianos como plumas.- me rio, un poco burlon, aunque los drows tambien somos muy livianos. ¿Que? venganza. Se habia reido de mi pelo y de mi nombre en el periodico. Lo miro to serio cuando imita a mi hermano, por algun motivo no consigo reirme con aquello. Será porque si que soy un gruñon (a ratos). Agarro la correa cuando me la estira y la guardo.
-Ah, aquello, si. -cambio al drow, mientras suena un aleteo y una urraca baja las escaleras volando. Una reluciente urraca, por cierto. Se para en la mesa y se agarra a picotear pan, muy a su bola. - No fue él quien me hizo eso, fueron los soldados. Él no me pegó...yo a él si. Todos sus intentos de pegarme fueron para disimular. Y tengo la impresion de que cuando me pegaron un tiro él intento taponar la herida. Intento odiarlo, sabes? Por estar en el bando en el que está y dedicarse a lo qeu se dedica. Pero se me hace un poco dificil.
Roäc version urraca me mira, me pega un graznido y aletea hasta mi cabeza. -Que sepas que ahora que se la verdad me pareces un puto vago por haber viajado tanto tiempo de gratis sobre mis hombros y cabeza. En fin, estamos todos. Vamonos.
Me pongo en pie, esperando a que Vor me siga, y salgo de la posada. Me dedico a apartar los matojos que eché sobre la moto la noche anterior, mientras Roac alza el vuelo y se va al hombro de Vor.
-Pajarraco, tu vas volando, que ya veo que te has dado maña en eso de la transformacion. Nosotros en el trasto infernal.
Qué muecas me hacía. Yo me lo miraba, gruñendo, gruñendo muy bastante. No sé en que pensaba pero seguro que me estaba criticando en su mente de drow criticón gruñón. Así que yo también pensaba mal de él, para compensar. Con miradas asesinas y dientecillos al aire. Tráfico de influencias. ¿Como demonios iba a traficar influencias? Se había vuelto majara. -Yo solo esperar que te hacer a esa moto antes de que nos matar a todos, ¿Vale?- Me rasqué un costado del cuerpo que el día anterior se había comido una ostia soberana y superlativa. Se miró mucho mi pelota metálica antes de decirme que quedaba en mis manos.
-Oh, en tus manos, en tus manos… ¿Tu te creer? ¿Como fundir yo metal, Dyos?- Eso era un problema grave. Quería mi preciosa caldera que derretía metal… Aunque no parecía la mejor idea volver a los campos, la verdad. Luego se puso a criticar al pajarraco porque decía que estaba flacucho. -Oye, oye. Que está flaco pero el pelo le compensar mucho. Muy guapetón, él. Ahí tan afilao… ¡Tu es que no tener ojo!- Miré hacia el techo como pensando. Medio rascándome la barbilla. Luego saqué un poco de papel de diario del periódico y envolví el bocata que ninguno se iba a comer, para luego.
No le pareció hacer demasiada gracia mi imitación ailantana y creo que incluso debió no sentarle muy bien. Cogió la correa antes de empezar a explicarme qué demonios había sucedido entre ellos dos. Me fue a explicar que él no le pegó pero que personalmente si que le había soltado ostias. Claro. Era lo correcto. Yo asentí muy convencido, pensando que pocas me parecían. Decía que intentaba odiarle y alguna mierda del estilo, pero que le costaba. -Cuando te mete un puñetero corte en el careto se hace bastante sencillo, no te mentiré…- Entonces me di cuenta que teníamos al pajarraco de vuelta y se dedicaba a picotear pan, más ancho que largo. Le arqueé una ceja y suspiré.
-Aunque… No acaba de responder a mis dudas. Está en la puñetera Alianza Humana. ¿Por qué está ahí? ¿Por qué no le rebanaste el cuello?- Le dije, con los ojos brillantes por molestia. -No sé. Parece el típico imbécil que está ahí porque… Sí. Si no nos ha matado es porque no tiene cojones a meterse con nosotros. Eso es todo. Yo sigo sospechando de él.- Aunque me quedé sin respuestas por cosa de la urraca, que le hizo un “CAW” y se le subió al hombro. Dyos le criticaba, diciendo que le parecía un vago. Con un tanto seco “Vamonos” nos decidimos a marcharnos. -... ¿Dónde tienes la cabeza? ¿Acumulas la memoria en las melenas?- Le gruñí, señalando el pelo cortado. Yo subí arriba a coger todo lo que me resultó necesario. Entre esas cosas el resto de mi ropa y el abrigo de Dyos, el cual me puse porque yo no subía escaleras por amor al arte.
Bajé, salí y Roäc se vino a mi hombro. Yo le acaricié con cuidado la cabecica, un poco extrañado. -Es… Es difícil pensar que tu eres un elfo hecho y derecho… Y de repente, paf, un pajarillo que no mide ni medio metro. Realmente como elfo no eres muy distinto, pero… ¡Mírate!- Zer’tath nos seguía de cerca somo si estuviera cotilleando qué decía. Dyos le gruñó algo más a Roäc. Pajarraco. Llevaba bien el tema motes. Me senté en la parte trasera de la moto y antes de que salieramos de allí me pillé con fuera al drow, ya no por razones de rozamiento, si no por buena y jodida seguridad. Le hice un “pat pat” al bicho antes de que nos pusieramos en marcha, esperando que volando no… No se perdiera. No era esa la palabra.
Y salimos de allí sin saber exactamente a donde iríamos.
-Oh, en tus manos, en tus manos… ¿Tu te creer? ¿Como fundir yo metal, Dyos?- Eso era un problema grave. Quería mi preciosa caldera que derretía metal… Aunque no parecía la mejor idea volver a los campos, la verdad. Luego se puso a criticar al pajarraco porque decía que estaba flacucho. -Oye, oye. Que está flaco pero el pelo le compensar mucho. Muy guapetón, él. Ahí tan afilao… ¡Tu es que no tener ojo!- Miré hacia el techo como pensando. Medio rascándome la barbilla. Luego saqué un poco de papel de diario del periódico y envolví el bocata que ninguno se iba a comer, para luego.
No le pareció hacer demasiada gracia mi imitación ailantana y creo que incluso debió no sentarle muy bien. Cogió la correa antes de empezar a explicarme qué demonios había sucedido entre ellos dos. Me fue a explicar que él no le pegó pero que personalmente si que le había soltado ostias. Claro. Era lo correcto. Yo asentí muy convencido, pensando que pocas me parecían. Decía que intentaba odiarle y alguna mierda del estilo, pero que le costaba. -Cuando te mete un puñetero corte en el careto se hace bastante sencillo, no te mentiré…- Entonces me di cuenta que teníamos al pajarraco de vuelta y se dedicaba a picotear pan, más ancho que largo. Le arqueé una ceja y suspiré.
-Aunque… No acaba de responder a mis dudas. Está en la puñetera Alianza Humana. ¿Por qué está ahí? ¿Por qué no le rebanaste el cuello?- Le dije, con los ojos brillantes por molestia. -No sé. Parece el típico imbécil que está ahí porque… Sí. Si no nos ha matado es porque no tiene cojones a meterse con nosotros. Eso es todo. Yo sigo sospechando de él.- Aunque me quedé sin respuestas por cosa de la urraca, que le hizo un “CAW” y se le subió al hombro. Dyos le criticaba, diciendo que le parecía un vago. Con un tanto seco “Vamonos” nos decidimos a marcharnos. -... ¿Dónde tienes la cabeza? ¿Acumulas la memoria en las melenas?- Le gruñí, señalando el pelo cortado. Yo subí arriba a coger todo lo que me resultó necesario. Entre esas cosas el resto de mi ropa y el abrigo de Dyos, el cual me puse porque yo no subía escaleras por amor al arte.
Bajé, salí y Roäc se vino a mi hombro. Yo le acaricié con cuidado la cabecica, un poco extrañado. -Es… Es difícil pensar que tu eres un elfo hecho y derecho… Y de repente, paf, un pajarillo que no mide ni medio metro. Realmente como elfo no eres muy distinto, pero… ¡Mírate!- Zer’tath nos seguía de cerca somo si estuviera cotilleando qué decía. Dyos le gruñó algo más a Roäc. Pajarraco. Llevaba bien el tema motes. Me senté en la parte trasera de la moto y antes de que salieramos de allí me pillé con fuera al drow, ya no por razones de rozamiento, si no por buena y jodida seguridad. Le hice un “pat pat” al bicho antes de que nos pusieramos en marcha, esperando que volando no… No se perdiera. No era esa la palabra.
Y salimos de allí sin saber exactamente a donde iríamos.
Eddrick Benoit
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
- La posada de los muertos.....- giro la cabeza hacia la rata blanca en su hombro- Lo se, lo se, pero no es que tenemos muchas opciones, no es que andan regalando dinero en las calles....- suspiro- deja de lloriquear, eres una rata.
Un joven hombre parecía hablar con el aire estaba parado frente al establecimiento, llevaba uniforme de barman, pero con una chaqueta encima, un bolso de mensajero al hombro, auriculares al cuello, en su mano izquierda un bastón para ciegos y en su hombro, una peculiar rata blanca, no parecía poseer ni orejas, ni boca.
El extraño se arreglo el cuello de la camisa, sus lentes aviadores y entro al bar, tan pronto entro, arrugo su nariz, el tufo era impresionante, ese lugar era el lugar perfecto para hacer cosas ilegales o contraer alguna enfermedad. La rata se giro a ver al joven. Dando una mirada dudosa.
- Solo no hay que cortarse, recuerda que no podemos ir al hospital- le rasco la cabeza a la rata y la puso en el bolsillo de su pecho, mientras pensaba que luego que debía ir a la oficina de empleos para golpear al tipo que le sugirió el empleo.
Tranquilamente fue hacia el otro lado de la barra, le habían dado las llaves de el deposito donde estaban todas las cosas, lo primero que hizo fue recorrer la barra, habiendo todos los gabinetes, y las puertas mientras su rata recorría cada lugar como inspeccionando todo, cuando terminaron de recorrer, la rata volvió a su posición en el hombro del barman. Mientras el nuevo barman maldecía en su cabeza por la falta de insumos, se quito la chaqueta, guardándola en bolso mientra lo dejaba caer bajo la barra, doblo su bastón pare ciegos, lo colgó en su cinturón. Sin mas se arremango la camisa y comenzó a limpiar la barra con un trapo, siguiendo luego por los tarros. Mientras el sea el barman de el lugar no iba a dejar que su estación de trabajo estuviera sucio. La rata en su hombro solo se equilibraba bien con cada uno de sus movimientos, mirando todo lo que hacia su amo, y eventualmente mirando todo a su alrededor.
-So up rolls a riot van and sparks excitement in the boys....But the policemen look annoyed...Perhaps these are ones they should avoid... Got a chase last night from men with truncheons dressed in hats....We didn't do that much wrong, still ran away though for the laugh, just for the laugh... and please just stop talking, cause they won't find us if you do....Oh those silly boys in blue, well they won't catch me and you-- El barman ciego cantaba para si mismo en medio de su faena, mientras su pequeña centinela vigilaba todo a su alrededor.
Un joven hombre parecía hablar con el aire estaba parado frente al establecimiento, llevaba uniforme de barman, pero con una chaqueta encima, un bolso de mensajero al hombro, auriculares al cuello, en su mano izquierda un bastón para ciegos y en su hombro, una peculiar rata blanca, no parecía poseer ni orejas, ni boca.
El extraño se arreglo el cuello de la camisa, sus lentes aviadores y entro al bar, tan pronto entro, arrugo su nariz, el tufo era impresionante, ese lugar era el lugar perfecto para hacer cosas ilegales o contraer alguna enfermedad. La rata se giro a ver al joven. Dando una mirada dudosa.
- Solo no hay que cortarse, recuerda que no podemos ir al hospital- le rasco la cabeza a la rata y la puso en el bolsillo de su pecho, mientras pensaba que luego que debía ir a la oficina de empleos para golpear al tipo que le sugirió el empleo.
Tranquilamente fue hacia el otro lado de la barra, le habían dado las llaves de el deposito donde estaban todas las cosas, lo primero que hizo fue recorrer la barra, habiendo todos los gabinetes, y las puertas mientras su rata recorría cada lugar como inspeccionando todo, cuando terminaron de recorrer, la rata volvió a su posición en el hombro del barman. Mientras el nuevo barman maldecía en su cabeza por la falta de insumos, se quito la chaqueta, guardándola en bolso mientra lo dejaba caer bajo la barra, doblo su bastón pare ciegos, lo colgó en su cinturón. Sin mas se arremango la camisa y comenzó a limpiar la barra con un trapo, siguiendo luego por los tarros. Mientras el sea el barman de el lugar no iba a dejar que su estación de trabajo estuviera sucio. La rata en su hombro solo se equilibraba bien con cada uno de sus movimientos, mirando todo lo que hacia su amo, y eventualmente mirando todo a su alrededor.
-So up rolls a riot van and sparks excitement in the boys....But the policemen look annoyed...Perhaps these are ones they should avoid... Got a chase last night from men with truncheons dressed in hats....We didn't do that much wrong, still ran away though for the laugh, just for the laugh... and please just stop talking, cause they won't find us if you do....Oh those silly boys in blue, well they won't catch me and you-- El barman ciego cantaba para si mismo en medio de su faena, mientras su pequeña centinela vigilaba todo a su alrededor.
Tras mi "conversacion" con Hades, decido darme una vuelta por la Posada de los Muertos. Porque me apetecia relajarme y esas mierdas variadas. El tipejo conseguía ponerme de mal humor cada vez que hablaba conmigo.
"O cada vez que se dedica a ahostiar a alguien de mi Brigada ¬¬. Ya se cuidará la proxima vez...."
Y es que casi me hacia hervir la sangre. Y no me gustaba que un cualquiera causase ese efecto en mi, asi que la mejor solucion era atenuar aquella sensacion con una buena cerveza. O una cerveza aguada, segun se mire, porque la que servian en la Posada de los Muertos era aguada, y eso lo sabia todo el mundo. Cuando entro alli me recibe la tipica peste del lugar, pero bah, ya es un sitio familiar, y sus peculiares olores tambien.
-NAS NOCHES!
Saludo tambien como es habitual, de modo un poco atronador, con mi marcado acento irlandés, un poco paleto, para que engañarnos. Los habituales del lugar me conocerían ya, pues solia frecuentar aquella posada. El calor de la posada resulta agradable y acogedor en diferencia al frio que hace afuera. Me aproximo a la barra viendo a un chico con gafas de sol, las cuales tienen mucho estilo por cierto (en mi opinion claro), que está limpiando...limpiando la barra? Vaya. Eso ha sido algo inesperado....¿donde está e viejo barrigón con el delantal lleno de manchas que solia estar tras la barra sacandose los mocos?
-Sin duda eres nuevo aqui chaval
Le digo sonriendo y apoyando mi codo sobre la barra que anda limpiando. -Es la primera vez en siglos que veo que se limpia esta barra. No es que me queje por el cambio....
"bueno, si va a trabajar aqui, será mejor que nos vayamos conociendo, que me va a ver mucho el careto"
Miro al bichillo blanco que lleva su hombro y entorno los ojos al verlo que no tiene orejas ni aparentemente boca. Definitivamente debe de ser un nuevo tipo de animal o criatura magica que yo no conozco, porque seamos sinceros, hay muchas cosas que no conozco. Sin mas ni más, estiro mi mano hacia Eddrick. Obviamente aun no me he percatado de que es ciego, y aunque lo hubiese hecho ya, mi reaccion habria sido la misma.
-Soy Lykaios, Lykaios Knox. ¿Tú?
"O cada vez que se dedica a ahostiar a alguien de mi Brigada ¬¬. Ya se cuidará la proxima vez...."
Y es que casi me hacia hervir la sangre. Y no me gustaba que un cualquiera causase ese efecto en mi, asi que la mejor solucion era atenuar aquella sensacion con una buena cerveza. O una cerveza aguada, segun se mire, porque la que servian en la Posada de los Muertos era aguada, y eso lo sabia todo el mundo. Cuando entro alli me recibe la tipica peste del lugar, pero bah, ya es un sitio familiar, y sus peculiares olores tambien.
-NAS NOCHES!
Saludo tambien como es habitual, de modo un poco atronador, con mi marcado acento irlandés, un poco paleto, para que engañarnos. Los habituales del lugar me conocerían ya, pues solia frecuentar aquella posada. El calor de la posada resulta agradable y acogedor en diferencia al frio que hace afuera. Me aproximo a la barra viendo a un chico con gafas de sol, las cuales tienen mucho estilo por cierto (en mi opinion claro), que está limpiando...limpiando la barra? Vaya. Eso ha sido algo inesperado....¿donde está e viejo barrigón con el delantal lleno de manchas que solia estar tras la barra sacandose los mocos?
-Sin duda eres nuevo aqui chaval
Le digo sonriendo y apoyando mi codo sobre la barra que anda limpiando. -Es la primera vez en siglos que veo que se limpia esta barra. No es que me queje por el cambio....
"bueno, si va a trabajar aqui, será mejor que nos vayamos conociendo, que me va a ver mucho el careto"
Miro al bichillo blanco que lleva su hombro y entorno los ojos al verlo que no tiene orejas ni aparentemente boca. Definitivamente debe de ser un nuevo tipo de animal o criatura magica que yo no conozco, porque seamos sinceros, hay muchas cosas que no conozco. Sin mas ni más, estiro mi mano hacia Eddrick. Obviamente aun no me he percatado de que es ciego, y aunque lo hubiese hecho ya, mi reaccion habria sido la misma.
-Soy Lykaios, Lykaios Knox. ¿Tú?
Eddrick Benoit
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
- NAS NOCHES!
Edd, solo levanto la cabeza ante tal atronador saludo y luego la giro hacia donde venia, solo ahí la rata, giro a mirar hacia el nuevo cliente. Rápidamente la rata se paso al hombro contrario de su amo, Edd solo sonrió de lado y le dio un toquecito en la nariz a su familiar. Iba a decirle que se calme cuando el hombre le dirigió la palabra, se paro apropiadamente, y arreglo su corbata. La rata salto en una repisa tras Edd, donde estaba los tarros de cerveza, se posiciono entre ellos y solo se quedo viendo al extraño, fijamente.
-Ahhhh... Que me habrá delatado?- contesto sarcástico a la sentencia de que obviamente era el nuevo, pero lo dijo con un tono divertido, y de hecho rió bajo -Gracias por notarlo, Señor, realmente detesto que mi estación de trabajo este sucio, ademas los clientes se merecen siempre lo mejor- No mentía, así se supone que debía tratar los clientes pero también le interesaba las propinas, con esa pobre paga siendo el barman de ese lugar de mala muerte dudaba que pudiera sobrevivir ese mes solo con eso.
Ella, como centinela, movió su nariz y giro la cabeza inspeccionando al extraño cuando le paso la mano a su amo, luego se giro hacia Edd, como para llamar su atención pero Edd no se inmuto, así que la rata volvió solo a fijarse en el extraño. Con la mano frente a el, no raciono al principio, pero cuando lo hizo lo hizo lentamente como si no estuviera seguro donde estaba la mano, pero cuando por fin lo localizo la estrecho con seguridad-
-Ah, Señor Knox, puede llamarme Edd, o simplemente Barman, lo que mas le guste- saco un tarro de cerveza, y la limpio bien primero -Supongo que vino por cerveza, lamentablemente nuestro stock esta limitado, creo que por mucho tiempo ya.-
Le sirvió la cerveza, con la perfecta cantidad de espuma y cerveza, pero cuando la espuma se deshizo rápidamente, se dio cuenta que era aguada y solo frunció los labios, pero de todas formas le sirvió al hombre en la barra.
- Espero que le guste, en lo que lleva de la semana, tratare de conseguir mas variedad, si tiene algún pedido, tratare de conseguirlo-
Edd, solo levanto la cabeza ante tal atronador saludo y luego la giro hacia donde venia, solo ahí la rata, giro a mirar hacia el nuevo cliente. Rápidamente la rata se paso al hombro contrario de su amo, Edd solo sonrió de lado y le dio un toquecito en la nariz a su familiar. Iba a decirle que se calme cuando el hombre le dirigió la palabra, se paro apropiadamente, y arreglo su corbata. La rata salto en una repisa tras Edd, donde estaba los tarros de cerveza, se posiciono entre ellos y solo se quedo viendo al extraño, fijamente.
-Ahhhh... Que me habrá delatado?- contesto sarcástico a la sentencia de que obviamente era el nuevo, pero lo dijo con un tono divertido, y de hecho rió bajo -Gracias por notarlo, Señor, realmente detesto que mi estación de trabajo este sucio, ademas los clientes se merecen siempre lo mejor- No mentía, así se supone que debía tratar los clientes pero también le interesaba las propinas, con esa pobre paga siendo el barman de ese lugar de mala muerte dudaba que pudiera sobrevivir ese mes solo con eso.
Ella, como centinela, movió su nariz y giro la cabeza inspeccionando al extraño cuando le paso la mano a su amo, luego se giro hacia Edd, como para llamar su atención pero Edd no se inmuto, así que la rata volvió solo a fijarse en el extraño. Con la mano frente a el, no raciono al principio, pero cuando lo hizo lo hizo lentamente como si no estuviera seguro donde estaba la mano, pero cuando por fin lo localizo la estrecho con seguridad-
-Ah, Señor Knox, puede llamarme Edd, o simplemente Barman, lo que mas le guste- saco un tarro de cerveza, y la limpio bien primero -Supongo que vino por cerveza, lamentablemente nuestro stock esta limitado, creo que por mucho tiempo ya.-
Le sirvió la cerveza, con la perfecta cantidad de espuma y cerveza, pero cuando la espuma se deshizo rápidamente, se dio cuenta que era aguada y solo frunció los labios, pero de todas formas le sirvió al hombre en la barra.
- Espero que le guste, en lo que lleva de la semana, tratare de conseguir mas variedad, si tiene algún pedido, tratare de conseguirlo-
Miro al bichillo y casi me hace gracia de lo silencioso que es, aunque sus movimientos no me pasan desapercibidos. Mis hombros se sacuden levemente por una risa que asoma a mis labios y vuelvo mi atencion al chico que se coloca la corbata con demasiada elegancia
-eeh? señor? No me llames eso! no creo que te saque tantos años.... -digo cruzandome de brazos y mirandolo de modo analitico. No, señor definitivamente no queria que me llamasen. Eso igual les iba bien a mis primos Edhel o Lyran....
-En serio, lo mejor eh? Jeh, recuerdo que la ultima vez que hubo una pelea en esta posada, el tabernero escupió en mi cerveza de la siguiente ronda.
No menciono que por supuesto la pelea aquella vez la iniciamos Ben y yo, asi que bueno, el hombre estaba en su "derecho" de lanzar escupitajos a nuestras cervezas a modo de venganza. Aquel tio sucio era entrañable a su modo. Noto entonces como Edd titubea a la hora de darme la mano, o que va muy lento, y entonces alzo mi mirada hacia la suya y las gafas de sol parecen tener mas sentido, ademas mis ojos captan algo en su cinturon que bien podria ser un baston. Estrecho su mano con firmeza tambien levantando la otra para recoger su mano un momento entre las dos mias en un apretón mas cerrado. Si era ciego como estaba creyendo intuir, me recordaba a cierto amigo mio. ¿También pegaría hostias finas?
-Edd entonces. Y si, sabes bien. Cerveza.
Él se esfuerza en tirar la jarra bien tirada, pero donde no hay calidad cervecera no se puede pedir mucho yla espuma se esfuma pronto pero viene dandome lo mismo, ando acostumbrado, asi que tan pronto la deja en la barra le pego un buen trago volviendo a dejarla sobre la madera sonoramente.
-No te preocupes, andamos acostumbrados a esto. Eh, y tampoco te molestes, llevo siglos sin echarle un buen trago a una guinness negra....siglos! Pero en caso de que consiguieras barriles de esos se venderian a precio de oro
Chasqueo la lengua, ninguno de los presentes eramos precisamente ricos. Pienso entonces en Buckingham Palace, y en la señora Reina Frances, y en que deberiamos de ejercer como los buenos Robin Hoods por los que nos teniamos. Si, iba siendo hora de realizar un poco de ese reparto. La reina pasa seguro que tenia dinero. Rasco mi mandibula, pensativo, antes de caer de nuevo en mi interlocutor.
-Esta es lo suficientemente buena. Brindo por nuestro nuevo barman- aunque molaria mas llamarlo batman....como sea! levanto un poco la jarra hacia el y bebo, mirando luego alrededor. -Y...como es que has acabado trabajando en este tugurio?
"porque seamos sinceros, este es un tugurio"
-eeh? señor? No me llames eso! no creo que te saque tantos años.... -digo cruzandome de brazos y mirandolo de modo analitico. No, señor definitivamente no queria que me llamasen. Eso igual les iba bien a mis primos Edhel o Lyran....
-En serio, lo mejor eh? Jeh, recuerdo que la ultima vez que hubo una pelea en esta posada, el tabernero escupió en mi cerveza de la siguiente ronda.
No menciono que por supuesto la pelea aquella vez la iniciamos Ben y yo, asi que bueno, el hombre estaba en su "derecho" de lanzar escupitajos a nuestras cervezas a modo de venganza. Aquel tio sucio era entrañable a su modo. Noto entonces como Edd titubea a la hora de darme la mano, o que va muy lento, y entonces alzo mi mirada hacia la suya y las gafas de sol parecen tener mas sentido, ademas mis ojos captan algo en su cinturon que bien podria ser un baston. Estrecho su mano con firmeza tambien levantando la otra para recoger su mano un momento entre las dos mias en un apretón mas cerrado. Si era ciego como estaba creyendo intuir, me recordaba a cierto amigo mio. ¿También pegaría hostias finas?
-Edd entonces. Y si, sabes bien. Cerveza.
Él se esfuerza en tirar la jarra bien tirada, pero donde no hay calidad cervecera no se puede pedir mucho yla espuma se esfuma pronto pero viene dandome lo mismo, ando acostumbrado, asi que tan pronto la deja en la barra le pego un buen trago volviendo a dejarla sobre la madera sonoramente.
-No te preocupes, andamos acostumbrados a esto. Eh, y tampoco te molestes, llevo siglos sin echarle un buen trago a una guinness negra....siglos! Pero en caso de que consiguieras barriles de esos se venderian a precio de oro
Chasqueo la lengua, ninguno de los presentes eramos precisamente ricos. Pienso entonces en Buckingham Palace, y en la señora Reina Frances, y en que deberiamos de ejercer como los buenos Robin Hoods por los que nos teniamos. Si, iba siendo hora de realizar un poco de ese reparto. La reina pasa seguro que tenia dinero. Rasco mi mandibula, pensativo, antes de caer de nuevo en mi interlocutor.
-Esta es lo suficientemente buena. Brindo por nuestro nuevo barman- aunque molaria mas llamarlo batman....como sea! levanto un poco la jarra hacia el y bebo, mirando luego alrededor. -Y...como es que has acabado trabajando en este tugurio?
"porque seamos sinceros, este es un tugurio"
Eddrick Benoit
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
-No me saca demasiados años de mas?, es difícil saber en estos días- me encojo de hombro, y sonrioamable -entonces Knox, yes?- cuando escucho lo del escupitajo y la pelea, me pongo serio- Espero no encontrarme con alguna pelea, o escupir en la cerveza a alguien, encuentro ambas cosas bastante desagradable, ya hay demasiado problemas allá afuera, como para tener peleas aquí-
Cuando respondió mi saludo poniendo su otra mano sobre la mía, levanto una ceja, interesante tanta familiaridad por un extraño, en especial en un lugar como este, Knox me habrá visto antes o esta en tremenda necesidad por un trago. Ella se giro hacia mi y salto a mi hombro, ágil y silenciosa como siempre, no queremos problemas, así que cuando me devuelven mi mano la tranquilizo acariciando su cabeza mientras me convenzo a mi mismo que en verdad solo quiere un trago con extremada necesidad.
Cuando le sirvo, y lo escucho beber, me da pena, todo el mundo se merece un buen trago de tanto en tanto, pero mi pena desaparece cuando escucho el golpe sonoro de tarro, la fuerza con que se mueve el liquido y las gotas de la cerveza de mala calidad golpeando mi barra, automáticamente me puse a limpiar la poca cerveza derramada alrededor del tarro. Pero debo admitir que el hecho que me dijera que esta demasiado acostumbrado a ese remedo de cerveza, solo enciende mas mi determinación.
-No creo que pueda conseguir barriles, eso seguro, es difícil conseguir buen cargamento en estos días, pero podría conseguir una botella de tanto en tanto- sonrió- una Guinness, eh? yo preferiría un Daniels en este frió, esa seria mi recomendación- me pongo a limpiar el resto de los tarros sin dejar mi puesto. Pero cuando alzo un brindis por mi, ah mi ego, solo reí, y yo que pensaba que mi primer día iba a empezar tan asqueroso como mi estación de trabajo y la cerveza de mierda que vendo. Agarre la botella de donde le había servido y lo levante, mama siempre decía que era de mala suerte brindar con un tarro vació.
-Tugurio? y yo que pensaba que no podía ser tan malo- dijo sarcástico, luego levanto la botella hacia el y lo sacudo un poco, por si quiere que le rellene el tarro de nuevo- Ah pues ya sabe usted, en tiempos difíciles, los mendigos no pueden darse el lujo de elegir-
Ella volvió a saltar en su posición en el estante, había decidido que el extraño no quería problemas y se acurruco en su lugar entre los tarros y suspiro pero no paro de vigilar en ningún momento.
- El ultimo lugar donde trabaje ahora esta clausurado, me gusta ser barman, y la verdad creo que la gente necesita buenos tragos estos años, disfrutar de tanto en tanto- No mentía, en verdad, la gente debería preocuparse menos en sobrevivir y mas en vivir de tanto en tanto
Cuando respondió mi saludo poniendo su otra mano sobre la mía, levanto una ceja, interesante tanta familiaridad por un extraño, en especial en un lugar como este, Knox me habrá visto antes o esta en tremenda necesidad por un trago. Ella se giro hacia mi y salto a mi hombro, ágil y silenciosa como siempre, no queremos problemas, así que cuando me devuelven mi mano la tranquilizo acariciando su cabeza mientras me convenzo a mi mismo que en verdad solo quiere un trago con extremada necesidad.
Cuando le sirvo, y lo escucho beber, me da pena, todo el mundo se merece un buen trago de tanto en tanto, pero mi pena desaparece cuando escucho el golpe sonoro de tarro, la fuerza con que se mueve el liquido y las gotas de la cerveza de mala calidad golpeando mi barra, automáticamente me puse a limpiar la poca cerveza derramada alrededor del tarro. Pero debo admitir que el hecho que me dijera que esta demasiado acostumbrado a ese remedo de cerveza, solo enciende mas mi determinación.
-No creo que pueda conseguir barriles, eso seguro, es difícil conseguir buen cargamento en estos días, pero podría conseguir una botella de tanto en tanto- sonrió- una Guinness, eh? yo preferiría un Daniels en este frió, esa seria mi recomendación- me pongo a limpiar el resto de los tarros sin dejar mi puesto. Pero cuando alzo un brindis por mi, ah mi ego, solo reí, y yo que pensaba que mi primer día iba a empezar tan asqueroso como mi estación de trabajo y la cerveza de mierda que vendo. Agarre la botella de donde le había servido y lo levante, mama siempre decía que era de mala suerte brindar con un tarro vació.
-Tugurio? y yo que pensaba que no podía ser tan malo- dijo sarcástico, luego levanto la botella hacia el y lo sacudo un poco, por si quiere que le rellene el tarro de nuevo- Ah pues ya sabe usted, en tiempos difíciles, los mendigos no pueden darse el lujo de elegir-
Ella volvió a saltar en su posición en el estante, había decidido que el extraño no quería problemas y se acurruco en su lugar entre los tarros y suspiro pero no paro de vigilar en ningún momento.
- El ultimo lugar donde trabaje ahora esta clausurado, me gusta ser barman, y la verdad creo que la gente necesita buenos tragos estos años, disfrutar de tanto en tanto- No mentía, en verdad, la gente debería preocuparse menos en sobrevivir y mas en vivir de tanto en tanto
-No muchos, quiza 5? Knox estará bien- le levanto el dedo pulgar, una vez mas, demasiado natural en mis gestos, quiza. Él se pone muy serio, como muy estricto y responsable, comparando las peleas y escupitajos con la guerra de alli afuera.
Yo como buen irlandes no reuía de una pelea de bar, tampoco es que fuera provocandolas pero no era especificamente lo que se dice un pacificador.... ademas, comparado con la guerra aquello eran peleillas de niños. Ojos morados y labios partidos, como mucho. Pero no, a ningun tabernero le agradaba tener peleas en su bar....
-Bueeeeeno...no descartes que se arme alguna gresca aquí. Pero tranquilo, la mayoria conoce sus limites. Nunca ha pasado nada realmente grave, segun creo recordar.
Despues de mi trago y porrazo se afana en pasar nuevamente el trapo por las gotitas que han caido, y en ese momento pienso que es un ciego que puede "ver" muy bien. Y ademas pulcro. A su recomendacion de Daniels me lo pienso, cualquier cosa suena mejor que el meado de burra actual.
Brindo con él escuchando la ironia que suelta y me rio abiertamente. Me siento en un taburete, rechazando por el momento la segunda ronda, puesto que no habia terminado aun con la primera
"que aun tengo la resaca post-luna llena"
Miro a su mascota que por fin parece dejar de vigilarlo todo, o esa impresion me da a mi, y olfateo un poco el aire, quedandome con su olor.
-¿En que lugar trabajabas antes? Algun sitio del centro de Londres? - no me extrañaría. -Bueno....los que tienen una pizca de sangre magica lo tienen jodido para ir a cualquier bar en la ciudad a desconectar, asi que si, joder, hace falta gente que lleve las posadas del extrarradio, gente a la que no le importe esta mierda y que no esté controlada por los Centinelas.
"quiza algun dia pongan aqui sus metalicos culos, no seria la primera vez"
-Sabes cual es el problema? La peña se olvida de que estamos hechos para vivir, por eso quedan tan pocos sitios asi. Por eso me gusta este antro. Lleva años abierto.
Yo como buen irlandes no reuía de una pelea de bar, tampoco es que fuera provocandolas pero no era especificamente lo que se dice un pacificador.... ademas, comparado con la guerra aquello eran peleillas de niños. Ojos morados y labios partidos, como mucho. Pero no, a ningun tabernero le agradaba tener peleas en su bar....
-Bueeeeeno...no descartes que se arme alguna gresca aquí. Pero tranquilo, la mayoria conoce sus limites. Nunca ha pasado nada realmente grave, segun creo recordar.
Despues de mi trago y porrazo se afana en pasar nuevamente el trapo por las gotitas que han caido, y en ese momento pienso que es un ciego que puede "ver" muy bien. Y ademas pulcro. A su recomendacion de Daniels me lo pienso, cualquier cosa suena mejor que el meado de burra actual.
Brindo con él escuchando la ironia que suelta y me rio abiertamente. Me siento en un taburete, rechazando por el momento la segunda ronda, puesto que no habia terminado aun con la primera
"que aun tengo la resaca post-luna llena"
Miro a su mascota que por fin parece dejar de vigilarlo todo, o esa impresion me da a mi, y olfateo un poco el aire, quedandome con su olor.
-¿En que lugar trabajabas antes? Algun sitio del centro de Londres? - no me extrañaría. -Bueno....los que tienen una pizca de sangre magica lo tienen jodido para ir a cualquier bar en la ciudad a desconectar, asi que si, joder, hace falta gente que lleve las posadas del extrarradio, gente a la que no le importe esta mierda y que no esté controlada por los Centinelas.
"quiza algun dia pongan aqui sus metalicos culos, no seria la primera vez"
-Sabes cual es el problema? La peña se olvida de que estamos hechos para vivir, por eso quedan tan pocos sitios asi. Por eso me gusta este antro. Lleva años abierto.
Eddrick Benoit
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Rio tranquilo- En mi ultima pelea de bar, me empujaron contra el estante, me golpee la cabeza y no pude levantarme por un buen rato- bajo la botella a su lado- me había mareado, y eso es muy contraproducente en mi posición- Es mas difícil si no se puede ver el horizonte, malditos idiotas, solo quería agarrar mi guitarra que estaba en medio de la barra. No quiero problemas, menos en un lugar aquí, donde todos poseían aproximadamente la misma capacidad de romperme algo.
Escucho su risotada, suena a alguien con temperamento, y a alguien con quien no seria bueno cruzar puños por que lo disfruta, seguro trae tantas historias con el como cicatrices, o eso pienso, sonrió por que este trabajo solo se esta poniendo mas interesante y solo es mi primer día, me pregunto cuantas personas como el frecuenta este lugar.
- Ah tiene buen olfato para estas cosas, si mi antiguo trabajo era en esa zona, me es fácil mezclarme con ellos, nadie presta atención a alguien como yo- golpeo el costado de mis gafas con un dedo, señalando lo obvio, la gente nunca sospecha de alguien con capacidades diferentes, se siente a salvo por que no puedo ver sus rostros, pero siempre se olvidan que funciona de ambos lados. Asiento durante todo el resto del comentario del hombre, la verdad, la gente necesita un descanso de toda la mierda.
-Usted lo ah dicho, Knox, ah, así que este lugar es tan viejo como huele, tiene el carácter- sonrió, voy por mi maleta y agarro una bolsa se maní salados que suelo llevar para comer por ahí, de los que le gustan a ella, su ojos mostraron su desaprobación con mi idea pero no hizo nada para detenerme, busco un bol pequeño, pero me conformo con un vaso cualquiera, abro la bolsa y me toma un rato calcular, donde estaba el vaso y en donde caerían el maní, pero luego lo derramo perfectamente en el vaso, ninguno se callo, y pongo el vaso de maní cerca del hombre.
-Un snack, cortesía de la casa- digo de forma profesional, y sigo con mi faena- si sabe por cuanto tiempo este lugar ah estado corriendo, entonces debe tener historia, ademas yo creo que sus historias deben ser mas interesantes que las de un barman
Escucho su risotada, suena a alguien con temperamento, y a alguien con quien no seria bueno cruzar puños por que lo disfruta, seguro trae tantas historias con el como cicatrices, o eso pienso, sonrió por que este trabajo solo se esta poniendo mas interesante y solo es mi primer día, me pregunto cuantas personas como el frecuenta este lugar.
- Ah tiene buen olfato para estas cosas, si mi antiguo trabajo era en esa zona, me es fácil mezclarme con ellos, nadie presta atención a alguien como yo- golpeo el costado de mis gafas con un dedo, señalando lo obvio, la gente nunca sospecha de alguien con capacidades diferentes, se siente a salvo por que no puedo ver sus rostros, pero siempre se olvidan que funciona de ambos lados. Asiento durante todo el resto del comentario del hombre, la verdad, la gente necesita un descanso de toda la mierda.
-Usted lo ah dicho, Knox, ah, así que este lugar es tan viejo como huele, tiene el carácter- sonrió, voy por mi maleta y agarro una bolsa se maní salados que suelo llevar para comer por ahí, de los que le gustan a ella, su ojos mostraron su desaprobación con mi idea pero no hizo nada para detenerme, busco un bol pequeño, pero me conformo con un vaso cualquiera, abro la bolsa y me toma un rato calcular, donde estaba el vaso y en donde caerían el maní, pero luego lo derramo perfectamente en el vaso, ninguno se callo, y pongo el vaso de maní cerca del hombre.
-Un snack, cortesía de la casa- digo de forma profesional, y sigo con mi faena- si sabe por cuanto tiempo este lugar ah estado corriendo, entonces debe tener historia, ademas yo creo que sus historias deben ser mas interesantes que las de un barman
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.