Recuerdo del primer mensaje :
Si tienes un anuncio, aparte de rolear que lo cuelgas aquí, envía un mp a Admin con el contenido de dicho anuncio para que editemos y aparezca aquí. Cuando encuentres lo que andabas buscando, ¡mandanos otro mp o avisanos para que retiremos el anuncio y no se acumulen papeles en el tablon!
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S© HARDROCK
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak© HARDROCK
Oscura taberna que tuvo renombre en el pasado por ser un local al más puro estilo rockero. A día de hoy se ha transformado hasta convertirse en una taberna en la que se tratan asuntos turbios. Trapicheos, encargos, mercado negro, recompensas por búsqueda y captura. Los mercenarios suelen acudir aquí en busca de encargos y misiones, el sitio de encuentro para aquellos que se venden al mejor postor y para aquellos que desean encontrarlos. Se valora la discreción, ya que éste es un lugar perfecto para hacer una redada.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
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ANUNCIOS COLGADOS EN EL TABLÓN
Septiembre 2037
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S
Septiembre 2037
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak
Los observo en silencio y una sonrisa aviesa se coloca en mis labios, al creer entrever la actitud del otro drow ante el saludo de su compañero, y comprender algo de su dinámica. Veriamos si resultaban ser efectivos.
Vuelvo a echarme la capucha por encima, mi botella de vino, apenas tocada. Era de una calidad paupérrima. -Todo listo. -dejo la bolsa con el pago sobre la mesa, justo encima del mapa. -llevaos eso de aqui.- Me pongo en pie, ya poco más tengo que decirles. Conocen las reglas de esto, y si se las deciden saltar, acabaria siendo malo para ambas partes. Asi que confio en su buen juicio para los negocios. Me arrebujo bien en mi capa, antes de salir. La noche pinta lluviosa, ademas de....excesivamente iluminada por la luna. Toso un poco, sin razon aparente, al ponerme en pie.
-En tres días en el lugar acordado, espero resultados ya para ese entonces.- sin agregar nada mas me aparto de ellos, dirigiendome hacia la puerta. Al abrirla me golpea el frescor del exterior, y al cerrar tras de mi y dejar atras ese antro, respiro profundamente. Mala idea, porque me provoca otro ataque de tos y un malestar generalizado por todo el pecho.
"espero que Adele tambien haya prosperado en lo suyo. Como vuelva y me la encuentre plantificada en Stonehenge todavia...."
Tras ese pensamiento, echo a caminar. Habria usado la desaparicion pero por el momento no tenia un destino fijado en mente, pues aun no tenia pensamiento de volver a Stonehenge ni a Ouroboros. Mi silueta se acaba perdiendo en la lejania, abandonando definitivamente los alrededores.
Vuelvo a echarme la capucha por encima, mi botella de vino, apenas tocada. Era de una calidad paupérrima. -Todo listo. -dejo la bolsa con el pago sobre la mesa, justo encima del mapa. -llevaos eso de aqui.- Me pongo en pie, ya poco más tengo que decirles. Conocen las reglas de esto, y si se las deciden saltar, acabaria siendo malo para ambas partes. Asi que confio en su buen juicio para los negocios. Me arrebujo bien en mi capa, antes de salir. La noche pinta lluviosa, ademas de....excesivamente iluminada por la luna. Toso un poco, sin razon aparente, al ponerme en pie.
-En tres días en el lugar acordado, espero resultados ya para ese entonces.- sin agregar nada mas me aparto de ellos, dirigiendome hacia la puerta. Al abrirla me golpea el frescor del exterior, y al cerrar tras de mi y dejar atras ese antro, respiro profundamente. Mala idea, porque me provoca otro ataque de tos y un malestar generalizado por todo el pecho.
"espero que Adele tambien haya prosperado en lo suyo. Como vuelva y me la encuentre plantificada en Stonehenge todavia...."
Tras ese pensamiento, echo a caminar. Habria usado la desaparicion pero por el momento no tenia un destino fijado en mente, pues aun no tenia pensamiento de volver a Stonehenge ni a Ouroboros. Mi silueta se acaba perdiendo en la lejania, abandonando definitivamente los alrededores.
¿Vest? Lo habia llamado Vest? Dirijo una mirada a Vor como si fuera a replicarle, pero entonces intuyo que sera algun tipo de nombre en clave. Luego le preguntaria.
-Y por qué no ibas a participar? Me vas a hacer solo de guia? Acuerdate de que tu y yo queriamos hacer algo similar....lo estuvimos hablando. -le replico a Vor, pareciendome raro que ahora dude tanto. Es lo mismo, pero cobrando! mucho mejor. Asiento a lo siguiente que le dice el mago, pero de pronto me suelta eso en drow de que tenemos que hablar y lo miro de reojo
"de qué? Como no sea de tu viaje...porque de mi reaccion no pienso hablar"
Me fijo en Rybar, que parece aceptar nuestra idea y suelta la pasta, largandose. Entonces me siento a la mesa, ahora que el mago se ha ido, inspeccionando el saco de monedas. Hay bastantes, no tiene mala pinta.
"Muy bien, lo habria hecho gratis! JAJAJSDJS!"
-Mira, ha dejado dinero como para dos- le arrojo una de esas moneditas brillantes. Roac sale disparado a hurgar en el saco, grazna, se pilla una de esas monedas y se pira. Sonrio brevemente al verla y luego vuelvo al semidrow. -¿Que querias decirme? -mi tono se vuelve otra vez un poco oscuro, como indicandole que no sacara a relucir lo de antes. Igual no lo hacia. -No esperaba verte de vuelta tan pronto. Se te ve distinto. Por cierto...¿Vest?
-Y por qué no ibas a participar? Me vas a hacer solo de guia? Acuerdate de que tu y yo queriamos hacer algo similar....lo estuvimos hablando. -le replico a Vor, pareciendome raro que ahora dude tanto. Es lo mismo, pero cobrando! mucho mejor. Asiento a lo siguiente que le dice el mago, pero de pronto me suelta eso en drow de que tenemos que hablar y lo miro de reojo
"de qué? Como no sea de tu viaje...porque de mi reaccion no pienso hablar"
Me fijo en Rybar, que parece aceptar nuestra idea y suelta la pasta, largandose. Entonces me siento a la mesa, ahora que el mago se ha ido, inspeccionando el saco de monedas. Hay bastantes, no tiene mala pinta.
"Muy bien, lo habria hecho gratis! JAJAJSDJS!"
-Mira, ha dejado dinero como para dos- le arrojo una de esas moneditas brillantes. Roac sale disparado a hurgar en el saco, grazna, se pilla una de esas monedas y se pira. Sonrio brevemente al verla y luego vuelvo al semidrow. -¿Que querias decirme? -mi tono se vuelve otra vez un poco oscuro, como indicandole que no sacara a relucir lo de antes. Igual no lo hacia. -No esperaba verte de vuelta tan pronto. Se te ve distinto. Por cierto...¿Vest?
El hombre dejó el mapa y dinerito encima de la mesa. Nos indicó que nos lleváramos todo aquello y acto seguido se fue, tras toser un poco. Mira, era enfermizo, me recordaba a alguien. Citó de nuevo el lugar, como recordando que debíamos llevar allí el resultado de nuestra búsqueda. Y tras ese recordatorio nos abandonó. Iba a protestar que ya lo habíamos entendido y que no hacía falta que nos lo repitiera, solo para verme un poco interrumpido por el hecho de que al final yo también me había metido en ese embrollo.
Le daba vueltas a lo que Dyos me acababa de mencionar, que también era un poco de arrastre. Queríamos hacer algo similar. Si, matar gente. Envenenando suministros. Era un poco distinto hacer agresiones directas. Él se sentó y yo lo imité, en silencio, mientras me llevaba un par de dedos delante mía y pensaba, y repensaba. Le alcé la mirada. -¿Dinero para dos? Aaaargh…- En realidad fingía un poco. Solo un “poco”. Acabé por sonreír, un poco vencido. -Va, te ayudo. Me da igual. Yo tengo cuentas pendientes con ellos también, aunque espero no generar más.- Dije inusualmente serio para mi costumbre, mientras miraba el saquillo con el dinero.
Durante unos segundos la mirada fue quizás demasiado fija, obsesiva. Pensaba en que necesitaba dinero. Osten. Mi mentor se había encargado de recordármelo por las malas. Pensando en aquello me quité la capucha, sin pensar en que entonces quizás vería un poco más algún chichón o el cortaco que me había dejado en todo el cuello, mi hermano. Al menos eso era un accidente. Me rasqué un poco la cabeza mientras agarraba con la otra mano el dinero que había dejado, girando la moneda y dándole un mordisco. Oro. Si, aquello debía servir. No era suficiente, pero… Me vi reflejado en la brillante superfície de esta. Me di cuenta que sudaba, que me temblaba un poco la mano, que fruncía el ceño y que hacía muy mala cara. No podía apartármelo de la cabeza. Dinero, mentor, Osten. Nada de libertad. No tenía de eso.
Cerré mi puño entorno el puñetero galeón, con fuerza. Pensando en aquello saqué la moneda comunicadora y entreví un mensaje que debía llevar un tiempo allí escrito, anunciando que Yaroslav… Seguía vivo. Que tenía que despertarse, pero… No sabía siquiera quien era el autor. Estampé la puñetera moneda con la mano, sintiendo una rabia ardiéndome dentro. No. No iban a echarme hacia atrás. Me iba a deshacer de esos problemas. No habían hecho nada bueno. No, desde luego que no, seguía vivo GRACIAS a nosotros. GRACIAS a mi, en parte. Les podían joder un rato. Guardé ambas en una reacción instintiva en la bolsa, reparando de nuevo en Dyospiros. Este exigía explicaciones de qué quería hablar antes, aunque adiviné que no quería hablar de si mismo. Con ojo analítico, estudiando su semblante en búsqueda de alguna diferencia, me propuse a responder. Hizo especial hincapié en Vest.
-Vest, si. Es mi nombre. Real. El que me pusieron al nacer, vaya.- Le comenté sin cambiar de idioma, porque no me veía con corazón de hablar aquello en inglés. -Distinto… Es increíble lo que un par de reencuentros y unas buenas tortas pueden hacer, ¿Eh?- Le comenté con una sonrisa sarcástica, un poco inusual en mi. Miré alrededor como si tuviera miedo de que me escucharan. Me saqué el trozo de cristal de la manga y empecé a rallar la mesa con él. -No te mentí. Vor’Kalth es mi nombre, y va a seguir siendo así. Es un poco complicado de explicar… Para que me entiendas, ni yo sabía como me llamaba. Nada de Vor’Kalth Auvryghym. Es Vest Sygdom. El apellido suena mejor, pero reniego del nombre… Aunque necesitas contexto, ¿No es así?- Fue una pregunta un poco retórica. Me eché hacia atrás mientras le clavaba una mirada cansada, triste, un poco alejada de la más animosa que solía lucir.
-¿Sabes qué mierda pasó con mi hermano? El gemelo. Osten. La palmó, hace siete años o algo así. Éramos unos criajos. Aún más, sí. Yo vivía con mi padre, que se había alejado de la sociedad drow por estar con una elfa. En el zulo. Y estaba mi hermano mayor, también. Pues según me han dicho, me borraron la memoria tras eso. Hechizo, magia negra. Dicen que me volví loco, como las cabras, porque no podía vivir sin Él. Sin Osten. No puedo. No puedo soportar pensar en ello. Se murió en mis narices. Se lo llevaron…- Se notó un odio insano en mi voz, que casi se había convertido un gruñido gutural. -Bien, yo fui al exterior buscando poder. Y dinero.- Me miré de reojo el saquillo. -Mi mentor conoce un nigromante que sabe como carajos revivirlo, a mi hermano. Está en el limbo. Ni muerto, ni vivo. Condenado a ver, pero no ser.- La voz se quebraba y pronto dejaba entrever la tristeza entre tanto gruñido.
Bajé la mirada, luego la alcé y traté de mantenerla ahí. -Mi padre se fue por no interferir, porque si aparecía tras el lavado de cerebro había riesgo de que recordara cosas. Funcionó, logró bajarme aquella locura, aunque no olvidé a mi hermano. Y con el tiempo ha ido tomando más eficacia. Las lagunas pasan a tener sentido, hay cosas que aún no tienen algo consistente… Mi madre, por ejemplo. Pero eso no importa. Bajé allí abajo y vi a mi padre de vuelta. Estaba arrepentido, triste. Me dio esta armadura, y…- Me tiraba de una de las cintas, para destacarla. En el fondo me enorgullecía de ella. -¿Sabes? Sigue cantando. He de cantarte algo. Lo recuerdo más, eso también ha vuelto.- Logré dejar que una sonrisa más o menos sincera se me escapara, aunque pronto se vio interrumpida por un largo y pesado suspiro.
-Por otra parte fui a ver mi mentor. Se usar mejor el condenado palo.- Moví la mano lentamente, haciendo que la pieza flotara inofensivamente unos centímetros por arriba. Procuré ser muy suave en mis movimientos para no alarmarle, sintiéndome aún mal por lo de antes. -Aunque tuve trifulca con él. Mira…- Abrí la boca y cogí el labio inferior, para enseñarle que por dentro estaba un poco inflado. Por fuera se notaba si mirabas lo suficiente. Luego me aparté un poco de pelo, en una zona cerca a donde me había dejado el corte por la cagarruta. Un buen chichón. Le señalé mi cuello y finalmente le señalé algún que otro moratón que tenía aquí y allá, todo con una expresión que decía más bien poco.
-Pero ha valido la pena. Créeme. Es una arma más. Puedo defenderme debidamente… Algún día pienso matarle. Por venganza, por gusto, por poder. No importa.- Le comenté con un deje sombrío. -... Pero…- Ahogué la esquirla de cristal entre mis dedos, apretando con fuerza como si temiera que se escapara. Le clavé una mirada, que en principio parecía agresiva pero pronto se volvió cristalina. Mis ojos, bajo el brillo de las lágrimas que contenía, recordaban muchísimo al color de mi propio bastón. -Necesito ayuda… No en ir allí abajo. No en matarle. Yo… Yo solo quiero libertad, al fin y al cabo. Que le den por culo a mi hermano, a mi mentor, a todos… Quiero mi propia vida…- Una súplica. Apretaba ambas manos y volvía a apartar la mirada, no queriendo ver su expresión.
-No quiero estar solo. No quiero morir solo.- Eso último casi me lo dije a mi mismo. Me refregué las manos por la cara y con una expresión perturbada me atreví a añadir algo más. -Quiero encajar en algún lugar de este puñetero mundo. Sentirme seguro. Pero no obtengo eso ni entre los míos, ni con mi familia, ni con los renegados… No creo que sea tanto pedir. No debo ser el único un poco desubicado, ¿No? Debe haber más como yo… Gente que haya perdido su hogar, o que hayan renegado de este… Tu, tu también. Quizás hay más drows por ahí, desperdigados. Irnos a algún zulo, ponerle plumas y cosas brillantes, que parezca un nido. Que les jodan al resto. Hacer fogatas y contarnos historias. ¿No crees que sonaría genial?- Me reí con la inocencia de un niño y acabé llorando con el amargor de un viejo cascarrabias.
Le daba vueltas a lo que Dyos me acababa de mencionar, que también era un poco de arrastre. Queríamos hacer algo similar. Si, matar gente. Envenenando suministros. Era un poco distinto hacer agresiones directas. Él se sentó y yo lo imité, en silencio, mientras me llevaba un par de dedos delante mía y pensaba, y repensaba. Le alcé la mirada. -¿Dinero para dos? Aaaargh…- En realidad fingía un poco. Solo un “poco”. Acabé por sonreír, un poco vencido. -Va, te ayudo. Me da igual. Yo tengo cuentas pendientes con ellos también, aunque espero no generar más.- Dije inusualmente serio para mi costumbre, mientras miraba el saquillo con el dinero.
Durante unos segundos la mirada fue quizás demasiado fija, obsesiva. Pensaba en que necesitaba dinero. Osten. Mi mentor se había encargado de recordármelo por las malas. Pensando en aquello me quité la capucha, sin pensar en que entonces quizás vería un poco más algún chichón o el cortaco que me había dejado en todo el cuello, mi hermano. Al menos eso era un accidente. Me rasqué un poco la cabeza mientras agarraba con la otra mano el dinero que había dejado, girando la moneda y dándole un mordisco. Oro. Si, aquello debía servir. No era suficiente, pero… Me vi reflejado en la brillante superfície de esta. Me di cuenta que sudaba, que me temblaba un poco la mano, que fruncía el ceño y que hacía muy mala cara. No podía apartármelo de la cabeza. Dinero, mentor, Osten. Nada de libertad. No tenía de eso.
Cerré mi puño entorno el puñetero galeón, con fuerza. Pensando en aquello saqué la moneda comunicadora y entreví un mensaje que debía llevar un tiempo allí escrito, anunciando que Yaroslav… Seguía vivo. Que tenía que despertarse, pero… No sabía siquiera quien era el autor. Estampé la puñetera moneda con la mano, sintiendo una rabia ardiéndome dentro. No. No iban a echarme hacia atrás. Me iba a deshacer de esos problemas. No habían hecho nada bueno. No, desde luego que no, seguía vivo GRACIAS a nosotros. GRACIAS a mi, en parte. Les podían joder un rato. Guardé ambas en una reacción instintiva en la bolsa, reparando de nuevo en Dyospiros. Este exigía explicaciones de qué quería hablar antes, aunque adiviné que no quería hablar de si mismo. Con ojo analítico, estudiando su semblante en búsqueda de alguna diferencia, me propuse a responder. Hizo especial hincapié en Vest.
-Vest, si. Es mi nombre. Real. El que me pusieron al nacer, vaya.- Le comenté sin cambiar de idioma, porque no me veía con corazón de hablar aquello en inglés. -Distinto… Es increíble lo que un par de reencuentros y unas buenas tortas pueden hacer, ¿Eh?- Le comenté con una sonrisa sarcástica, un poco inusual en mi. Miré alrededor como si tuviera miedo de que me escucharan. Me saqué el trozo de cristal de la manga y empecé a rallar la mesa con él. -No te mentí. Vor’Kalth es mi nombre, y va a seguir siendo así. Es un poco complicado de explicar… Para que me entiendas, ni yo sabía como me llamaba. Nada de Vor’Kalth Auvryghym. Es Vest Sygdom. El apellido suena mejor, pero reniego del nombre… Aunque necesitas contexto, ¿No es así?- Fue una pregunta un poco retórica. Me eché hacia atrás mientras le clavaba una mirada cansada, triste, un poco alejada de la más animosa que solía lucir.
-¿Sabes qué mierda pasó con mi hermano? El gemelo. Osten. La palmó, hace siete años o algo así. Éramos unos criajos. Aún más, sí. Yo vivía con mi padre, que se había alejado de la sociedad drow por estar con una elfa. En el zulo. Y estaba mi hermano mayor, también. Pues según me han dicho, me borraron la memoria tras eso. Hechizo, magia negra. Dicen que me volví loco, como las cabras, porque no podía vivir sin Él. Sin Osten. No puedo. No puedo soportar pensar en ello. Se murió en mis narices. Se lo llevaron…- Se notó un odio insano en mi voz, que casi se había convertido un gruñido gutural. -Bien, yo fui al exterior buscando poder. Y dinero.- Me miré de reojo el saquillo. -Mi mentor conoce un nigromante que sabe como carajos revivirlo, a mi hermano. Está en el limbo. Ni muerto, ni vivo. Condenado a ver, pero no ser.- La voz se quebraba y pronto dejaba entrever la tristeza entre tanto gruñido.
Bajé la mirada, luego la alcé y traté de mantenerla ahí. -Mi padre se fue por no interferir, porque si aparecía tras el lavado de cerebro había riesgo de que recordara cosas. Funcionó, logró bajarme aquella locura, aunque no olvidé a mi hermano. Y con el tiempo ha ido tomando más eficacia. Las lagunas pasan a tener sentido, hay cosas que aún no tienen algo consistente… Mi madre, por ejemplo. Pero eso no importa. Bajé allí abajo y vi a mi padre de vuelta. Estaba arrepentido, triste. Me dio esta armadura, y…- Me tiraba de una de las cintas, para destacarla. En el fondo me enorgullecía de ella. -¿Sabes? Sigue cantando. He de cantarte algo. Lo recuerdo más, eso también ha vuelto.- Logré dejar que una sonrisa más o menos sincera se me escapara, aunque pronto se vio interrumpida por un largo y pesado suspiro.
-Por otra parte fui a ver mi mentor. Se usar mejor el condenado palo.- Moví la mano lentamente, haciendo que la pieza flotara inofensivamente unos centímetros por arriba. Procuré ser muy suave en mis movimientos para no alarmarle, sintiéndome aún mal por lo de antes. -Aunque tuve trifulca con él. Mira…- Abrí la boca y cogí el labio inferior, para enseñarle que por dentro estaba un poco inflado. Por fuera se notaba si mirabas lo suficiente. Luego me aparté un poco de pelo, en una zona cerca a donde me había dejado el corte por la cagarruta. Un buen chichón. Le señalé mi cuello y finalmente le señalé algún que otro moratón que tenía aquí y allá, todo con una expresión que decía más bien poco.
-Pero ha valido la pena. Créeme. Es una arma más. Puedo defenderme debidamente… Algún día pienso matarle. Por venganza, por gusto, por poder. No importa.- Le comenté con un deje sombrío. -... Pero…- Ahogué la esquirla de cristal entre mis dedos, apretando con fuerza como si temiera que se escapara. Le clavé una mirada, que en principio parecía agresiva pero pronto se volvió cristalina. Mis ojos, bajo el brillo de las lágrimas que contenía, recordaban muchísimo al color de mi propio bastón. -Necesito ayuda… No en ir allí abajo. No en matarle. Yo… Yo solo quiero libertad, al fin y al cabo. Que le den por culo a mi hermano, a mi mentor, a todos… Quiero mi propia vida…- Una súplica. Apretaba ambas manos y volvía a apartar la mirada, no queriendo ver su expresión.
-No quiero estar solo. No quiero morir solo.- Eso último casi me lo dije a mi mismo. Me refregué las manos por la cara y con una expresión perturbada me atreví a añadir algo más. -Quiero encajar en algún lugar de este puñetero mundo. Sentirme seguro. Pero no obtengo eso ni entre los míos, ni con mi familia, ni con los renegados… No creo que sea tanto pedir. No debo ser el único un poco desubicado, ¿No? Debe haber más como yo… Gente que haya perdido su hogar, o que hayan renegado de este… Tu, tu también. Quizás hay más drows por ahí, desperdigados. Irnos a algún zulo, ponerle plumas y cosas brillantes, que parezca un nido. Que les jodan al resto. Hacer fogatas y contarnos historias. ¿No crees que sonaría genial?- Me reí con la inocencia de un niño y acabé llorando con el amargor de un viejo cascarrabias.
- ¿Tu tambien has contraido deudas con.....los soldados? -entrecierro mi mirada, eso no podia ser bueno. Pero si para mi mision, pues estaria mas convencido a colaborar conmigo
-Asi se habla, chico. Asi se habla. -frunzo mi ceño asi como satisfecho, asintiendo varias veces. Y comenzando a planear. Si. Seriamos discretos, muy discretos, Lo hariamos asi, bien, atrapariamos a alguien importante. Me fijo entonces en como mira el dinero, asi como muy a lo loco, como muy...concentrado. En fin, yo ya sabia que el muchacho estaba loco, pero no sabia que fuese tan avaricioso y menos teniendo en cuenta que antes estaba en plan pasota con la pasta.
Entonces estampa una moneda nueva contra la mesa, y luego la guarda sin mas entre todas las demas, pero yo se que ese no era un galeon comun
-Eso lo utilizabas para mandar mensajes a los Renegados. ¿Has decidido pasar de ellos? -a mi me daba igual, la verdad.
Asi que Vest era su nombre autentico, el de nacimiento. Bueno, me habia dado otro nombre, pero en fin, la gente podia cambiar de nombre todas las veces que les saliera del real ojete. Yo un dia queria llamarme Papaya. Y lo pensaba en serio. Pero nunca se lo diria a nadie. No tenia ni puta idea de que era una papaya pero sonaba tan exotico y bien...
-Por mi como si te llamas Papaya - le digo cruzandome de brazos y haciendome el interesante. -¿Hostias? Quien te ha pegado?! VES?! TE DIJE QUE...no era buena idea.
Lo veo echarse hacia atras y lo miro con los ojos como platos, escuchandolo mientras cojo la botella que Rybar dejo. La olfateo. Nada de veneno, bien, asi que bebo vino. Está deliciosamente suave, es como zumo. Un gemelo muerto, padre enamorado de elfa, asi que semidrow. Ida de olla, borrado de memoria. Eso si que me parecia una putada. Que te trasteen la cabeza..... chasqueo la lengua y callo. A ratos parece decidido y contento, cuando habla de su arrepentido padre, de sus regalos y canciones, y de que ha mejorado con su baston. Pero luego de pronto se rompe como un vasito de cristal fino y se pone a llorar.
-Vamos a ver, necesitas decidirte. De una vez. -le digo del todo impasible, inclinandome un poco hacia delante, hacia el, eso si. -Antes has dicho que quieres matar a tu maestro, ahora dices que le den por culo. Decidete, que le den por ahi o que lo mates? Si de verdad quieres vivir libre olvidate de las cuevas y de tu hermano y de tu mentor. Si quieres acabar lo que empezaste, entonces olvidate de vivir libre, un tiempo al menos, hasta que lo consigas. E incluso entonces.... Nunca seremos del todo libres
Miro hacia ningun punto en concreto, yo entiendo muy bien eso de no encajar y querer. Pero es complicado. Habria que vivir con ello. Yo ya poco tenia del idealismo suyo, aunque a momentos me dejaba contagiar de el. Cuando habla de ese plan tan hippie sonrio de lado y tardo unos segundos en mirarlo. Seguro que habia mas drows como nosotros. Pero esa vida de pronto me sonaba demasiado ....elfica?. Yo tambien tenia mi propia venganza por cumplir antes, derramar mucha, mucha sangre de aquellos cientificos, y evitar que volvieran a hacer con alguien lo que hicieron conmigo.
-No es mala idea, Vor. Yo contaré historias contigo los Sabados y los Domingos por la mañana, porque el resto de la semana trabajaré.
-Asi se habla, chico. Asi se habla. -frunzo mi ceño asi como satisfecho, asintiendo varias veces. Y comenzando a planear. Si. Seriamos discretos, muy discretos, Lo hariamos asi, bien, atrapariamos a alguien importante. Me fijo entonces en como mira el dinero, asi como muy a lo loco, como muy...concentrado. En fin, yo ya sabia que el muchacho estaba loco, pero no sabia que fuese tan avaricioso y menos teniendo en cuenta que antes estaba en plan pasota con la pasta.
Entonces estampa una moneda nueva contra la mesa, y luego la guarda sin mas entre todas las demas, pero yo se que ese no era un galeon comun
-Eso lo utilizabas para mandar mensajes a los Renegados. ¿Has decidido pasar de ellos? -a mi me daba igual, la verdad.
Asi que Vest era su nombre autentico, el de nacimiento. Bueno, me habia dado otro nombre, pero en fin, la gente podia cambiar de nombre todas las veces que les saliera del real ojete. Yo un dia queria llamarme Papaya. Y lo pensaba en serio. Pero nunca se lo diria a nadie. No tenia ni puta idea de que era una papaya pero sonaba tan exotico y bien...
-Por mi como si te llamas Papaya - le digo cruzandome de brazos y haciendome el interesante. -¿Hostias? Quien te ha pegado?! VES?! TE DIJE QUE...no era buena idea.
Lo veo echarse hacia atras y lo miro con los ojos como platos, escuchandolo mientras cojo la botella que Rybar dejo. La olfateo. Nada de veneno, bien, asi que bebo vino. Está deliciosamente suave, es como zumo. Un gemelo muerto, padre enamorado de elfa, asi que semidrow. Ida de olla, borrado de memoria. Eso si que me parecia una putada. Que te trasteen la cabeza..... chasqueo la lengua y callo. A ratos parece decidido y contento, cuando habla de su arrepentido padre, de sus regalos y canciones, y de que ha mejorado con su baston. Pero luego de pronto se rompe como un vasito de cristal fino y se pone a llorar.
-Vamos a ver, necesitas decidirte. De una vez. -le digo del todo impasible, inclinandome un poco hacia delante, hacia el, eso si. -Antes has dicho que quieres matar a tu maestro, ahora dices que le den por culo. Decidete, que le den por ahi o que lo mates? Si de verdad quieres vivir libre olvidate de las cuevas y de tu hermano y de tu mentor. Si quieres acabar lo que empezaste, entonces olvidate de vivir libre, un tiempo al menos, hasta que lo consigas. E incluso entonces.... Nunca seremos del todo libres
Miro hacia ningun punto en concreto, yo entiendo muy bien eso de no encajar y querer. Pero es complicado. Habria que vivir con ello. Yo ya poco tenia del idealismo suyo, aunque a momentos me dejaba contagiar de el. Cuando habla de ese plan tan hippie sonrio de lado y tardo unos segundos en mirarlo. Seguro que habia mas drows como nosotros. Pero esa vida de pronto me sonaba demasiado ....elfica?. Yo tambien tenia mi propia venganza por cumplir antes, derramar mucha, mucha sangre de aquellos cientificos, y evitar que volvieran a hacer con alguien lo que hicieron conmigo.
-No es mala idea, Vor. Yo contaré historias contigo los Sabados y los Domingos por la mañana, porque el resto de la semana trabajaré.
-Si, deudas. Dispararon a Yaroslav, cuando te llevé a la base. Le pegaron un tiro, un tal Napoleón. No me gusta que hagan eso con él. No me gusta que hagan eso con NADIE a quien le tengo como mínimo medio pelo de aprecio. Hijos de puta.- También estaba el irrelevante hecho de que me hubieran dejado aquella cicatrizoca en la cara (que lucía y me dejé casi por orgullo, aunque empezaba a arrepentirme) o que estuviera hablando en aquel momento con un drow amargao de la vida por los mismos tiparracos. Pareció satisfecho de mi forma de hablar y yo dejé entrever una sonrisa, más o menos aceptable.
Pareció sorprenderse por lo de la moneda. Yo le fruncí de nuevo el ceño, pensativo. ¿Por qué acababa de hacer eso? No lo tenía claro… -... Si surge alguna cosa ya la volveré a buscar. Que le jodan. Que les jodan, a todos ellos. Me han humillado. Se han reído de mi, en mi puta cara. Algún día pasaré de ellos. O limpiaré los TRES incordios que allí habitan, como ha de ser, con un buen dagazo cuando nadie mira. O veneno. O en un desafortunado accidente en manos de un centinela.- Casi me olvidaba que los magas en especial eran putillas baratas escurridizas, que primero te tomaban el pelo y luego se iban con tu dinero, o tu dignidad. Hacían, “pum”, teletransporte. Y te dejaban vendido. Hice rechinar mis dientes con mucho muchísimo asco.
Le dio poca importancia a que tuviera que dirigirse a mi con otro nombre. Papaya. ¿Papaya? -Pues suena bien…- Me rasqué la cabeza como muy inocente, porque yo para entonces SI que no sabía que era una papaya. Era como una paya, pero tartamudeada. Pareció cabrearse ante la noticia de que me hubieran pegado. Fruncí más el ceño, llevaba un buen rato con los dientes al aire y las cejas juntas juntas. -¿Pegarme? Kybath. Yden. Son todos el mismo tío, parece que tiene la mitad de mi familia o conocidos treinta forma de llamarse, yo incluido. Es un tío con el pelo blanco pero no blanco inmaculado, marfiloso. Ojos así, azules, con un poco de turquesa y un pelo de lila. Piel no muy oscura. Cuernos.- Había algo en toda aquella explicación que me resultaba familiar pero no sabía el qué…
Él echó mano de la botella mientras bebía. Me escuchó y me escuchó bien, con aquella seriedad suya momentánea. Hasta que no acabé de echar mierda por la boca no decidió intervenir. No pareció dejarse desmoralizar mucho por mi relato. Me aconsejaba decidirme. Que qué quería hacer con mi maestro… La verdad es que no lo tenía claro. En absoluto. Con mala ostia me pasé las muñecas por encima de los ojos, para secármelos de una vez. Que si dejarlo todo atrás y ser libre, que si luchar por ello… Aunque sin esperanzas de obtener la más absoluta libertad. -... En realidad, por culo ya le daban.- Gruñí, casi despectivo. Alcé la mirada y las cejas preguntándome si lo comprendería pero negué con la cabeza. -Pero… es complicado.- Pareció escapársele una sonrisa en cuanto mencioné mi plan de encontrar más drows.
-Decidir, es complicado, Dyospiros. Es… complicado. No sé si disfrutar de la libertad. ¿Para qué? Mientras hayan humanos no vamos a ser libres. Aún gracias que sigamos vivos. Aún gracias que no nos hayan matado a todos. Si encuentro un hogar, si encuentro una razón por la cual vivir, viviré. Pasaré de ellos. Si no… Al menos trataré hacer algo con el resto de mis días. Yo me quería a Osten, mucho. Era un encanto.- Lo dije como de pasada pero había mucho peso en mis palabras
Logró tranquilizarme aquel último comentario suyo sobre contar algo sábados y domingos. Le hice una sonrisa sincera, me borré las lágrimas del rostro por última vez y lo miré con firmeza. Fruncí el ceño y le quité la botella, pegándole un trago rápido y devolviéndosela. Sabía amargo y olía de puto culo, pero pensaba en que eso me ayudaría mucho a tragar todo aquello mejor. Me levanté repentinamente. -Pues eso ha sido mi viaje. Trabajar, trabajar… ¿Sabes? Seguro que si hay más drows, están todos hartos de la alianza. Y no solo drows. Razas. Razas no humanas, ni magas. Me cago en los magos. Me refiero a otros, minoritarios, que tenemos que agradecer que SE NOS DEJE vivir entre magos, como si fuéramos alimañanas.- Me crucé yo ahora de brazos imitando su anterior gesto, mientras mandaba con la mirada al trozo de cristal de antes que volviera a mi.
-Debe haber más gente que quiera ajustar cuentas con la alianza. Entre dos no podemos hacer mucho. Pero en esta guerra los Renegados no toman parte. Se quedan ahí abajo lloriqueando lo desgraciados que son y haciéndose pajas con sus males. Buscamos gente que no estén encantados con ellos. Que se unan. Montamos nosotros un grupo. Hacemos sabotajes, la liamos. La resistencia, pero bien hecha. Lo veo… De bandera, el par de manos ensartadas con una lanza. Qué, ¿Qué me dices? Bonito, ¿No?- Le sonreí un poco más cruel que inocente. -Tenemos que empezar a trabajar. Venga, debemos pillar un pez gordo. Nos informamos, nos sacamos una pasta y nos lo gastamos en mierda bonita y brillante. Le hacemos a Roac un castillo con purpurina y diamantes.- Intentando hacer mejor cara (y consiguiéndolo) le hice un último gesto para indicar que me siguiera, saliendo de allí casi apresurado, como si las paredes contuvieran mis grandes planes de futuro. -Pienso ganarme a pulso esas historias. Quiero que me cuentes tu vida. Me gusta que me cuenten cosas. Es inspirador, joder, ¡INSPIRADOR!
Pareció sorprenderse por lo de la moneda. Yo le fruncí de nuevo el ceño, pensativo. ¿Por qué acababa de hacer eso? No lo tenía claro… -... Si surge alguna cosa ya la volveré a buscar. Que le jodan. Que les jodan, a todos ellos. Me han humillado. Se han reído de mi, en mi puta cara. Algún día pasaré de ellos. O limpiaré los TRES incordios que allí habitan, como ha de ser, con un buen dagazo cuando nadie mira. O veneno. O en un desafortunado accidente en manos de un centinela.- Casi me olvidaba que los magas en especial eran putillas baratas escurridizas, que primero te tomaban el pelo y luego se iban con tu dinero, o tu dignidad. Hacían, “pum”, teletransporte. Y te dejaban vendido. Hice rechinar mis dientes con mucho muchísimo asco.
Le dio poca importancia a que tuviera que dirigirse a mi con otro nombre. Papaya. ¿Papaya? -Pues suena bien…- Me rasqué la cabeza como muy inocente, porque yo para entonces SI que no sabía que era una papaya. Era como una paya, pero tartamudeada. Pareció cabrearse ante la noticia de que me hubieran pegado. Fruncí más el ceño, llevaba un buen rato con los dientes al aire y las cejas juntas juntas. -¿Pegarme? Kybath. Yden. Son todos el mismo tío, parece que tiene la mitad de mi familia o conocidos treinta forma de llamarse, yo incluido. Es un tío con el pelo blanco pero no blanco inmaculado, marfiloso. Ojos así, azules, con un poco de turquesa y un pelo de lila. Piel no muy oscura. Cuernos.- Había algo en toda aquella explicación que me resultaba familiar pero no sabía el qué…
Él echó mano de la botella mientras bebía. Me escuchó y me escuchó bien, con aquella seriedad suya momentánea. Hasta que no acabé de echar mierda por la boca no decidió intervenir. No pareció dejarse desmoralizar mucho por mi relato. Me aconsejaba decidirme. Que qué quería hacer con mi maestro… La verdad es que no lo tenía claro. En absoluto. Con mala ostia me pasé las muñecas por encima de los ojos, para secármelos de una vez. Que si dejarlo todo atrás y ser libre, que si luchar por ello… Aunque sin esperanzas de obtener la más absoluta libertad. -... En realidad, por culo ya le daban.- Gruñí, casi despectivo. Alcé la mirada y las cejas preguntándome si lo comprendería pero negué con la cabeza. -Pero… es complicado.- Pareció escapársele una sonrisa en cuanto mencioné mi plan de encontrar más drows.
-Decidir, es complicado, Dyospiros. Es… complicado. No sé si disfrutar de la libertad. ¿Para qué? Mientras hayan humanos no vamos a ser libres. Aún gracias que sigamos vivos. Aún gracias que no nos hayan matado a todos. Si encuentro un hogar, si encuentro una razón por la cual vivir, viviré. Pasaré de ellos. Si no… Al menos trataré hacer algo con el resto de mis días. Yo me quería a Osten, mucho. Era un encanto.- Lo dije como de pasada pero había mucho peso en mis palabras
Logró tranquilizarme aquel último comentario suyo sobre contar algo sábados y domingos. Le hice una sonrisa sincera, me borré las lágrimas del rostro por última vez y lo miré con firmeza. Fruncí el ceño y le quité la botella, pegándole un trago rápido y devolviéndosela. Sabía amargo y olía de puto culo, pero pensaba en que eso me ayudaría mucho a tragar todo aquello mejor. Me levanté repentinamente. -Pues eso ha sido mi viaje. Trabajar, trabajar… ¿Sabes? Seguro que si hay más drows, están todos hartos de la alianza. Y no solo drows. Razas. Razas no humanas, ni magas. Me cago en los magos. Me refiero a otros, minoritarios, que tenemos que agradecer que SE NOS DEJE vivir entre magos, como si fuéramos alimañanas.- Me crucé yo ahora de brazos imitando su anterior gesto, mientras mandaba con la mirada al trozo de cristal de antes que volviera a mi.
-Debe haber más gente que quiera ajustar cuentas con la alianza. Entre dos no podemos hacer mucho. Pero en esta guerra los Renegados no toman parte. Se quedan ahí abajo lloriqueando lo desgraciados que son y haciéndose pajas con sus males. Buscamos gente que no estén encantados con ellos. Que se unan. Montamos nosotros un grupo. Hacemos sabotajes, la liamos. La resistencia, pero bien hecha. Lo veo… De bandera, el par de manos ensartadas con una lanza. Qué, ¿Qué me dices? Bonito, ¿No?- Le sonreí un poco más cruel que inocente. -Tenemos que empezar a trabajar. Venga, debemos pillar un pez gordo. Nos informamos, nos sacamos una pasta y nos lo gastamos en mierda bonita y brillante. Le hacemos a Roac un castillo con purpurina y diamantes.- Intentando hacer mejor cara (y consiguiéndolo) le hice un último gesto para indicar que me siguiera, saliendo de allí casi apresurado, como si las paredes contuvieran mis grandes planes de futuro. -Pienso ganarme a pulso esas historias. Quiero que me cuentes tu vida. Me gusta que me cuenten cosas. Es inspirador, joder, ¡INSPIRADOR!
*No pierdo la consciencia, pero es casi como si lo hubiese hecho. Los ruidos de batalla se suceden, cierro los ojos, pensando que es el fin y de repente... Escucho silencio. No un silencio malo, solo expectante. Me atrevo a abrir los ojos, despacio, esperando ver a algún alado que viene a llevarse mi alma (si tengo) con él, pero no es así: nos encontramos en medio de la posada, de regreso, y a salvo.
Scott sigue a mi lado, pero después del esfuerzo de habernos traído y además de sus heridas su rostro es todo dolor. Cojo su mano despacio, aún sujetando mi estómago que sangra, y miro a los que nos observan allí sentados o de pie, ajenos a la batalla que se ha librado en la ciudad.*
-Necesitamos... ayuda...
Scott sigue a mi lado, pero después del esfuerzo de habernos traído y además de sus heridas su rostro es todo dolor. Cojo su mano despacio, aún sujetando mi estómago que sangra, y miro a los que nos observan allí sentados o de pie, ajenos a la batalla que se ha librado en la ciudad.*
-Necesitamos... ayuda...
-Oh, que posesivo.- le sonrio de lado porque me resulta muy majo tan pequeño y tan enfadado porque le toquen a sus amigos
"que estaba haciendo yo? Ah si..."
SAco mi daga como que no quiere la cosa y me pongo a arañar la mesa como grabando cosis, asi muy en plan autista. Encojo mis hombros cuando habla de eliminar incordios de la base, mientras lo hiciera con cuidado...no, no es que me pareciera bien. Pero yo no era quien para decirle que hacer con esos asuntos suyos, a no ser que el me pidiese opinion, claro.
Escucho su descripcion sobre su maestro Kybath dos nombres, y me rio cuando dice eso de que por culo ya le daban, porque me hace gracia que lo suelte asi de tan de repente sin venir mucho a cuento salvo por la frase hecha. Pero no, no es el momento. Dibujo un culo con la daga en la mesa de la posada. -Animo, Vor'Kalth, la vida no se acaba porque hoy sufras. Mejorará. O se irá todo al garete! De que te preocupas? Pase lo que pase....
Entonces el divaga sobre lo llorones que son los renegados y yo le sonrio porque hasta hace nada el habia estado llorando, pero asiento a eso de formar algo asi como un grupo de hijos de puta sin muchos principios para sabotear soldados. Llevaria tiempo pero... -y por qué las manos? No entiendo tu logo, en serio....
Curiosamente Roac vuelve a entrar volando por una ventana que medio abre al oir eso que dice Vor, grazna y se planta en la mesa.Suelta una caca en el suelo y aletea poniendose en mi hombro. Me levanto despues cuando Vor me anima a hacerlo, dirigiendome con el a la salida. -Vale, pues ya puedes empezar a currar....por donde deberiamos empezar?
PEro entonces oimos un chasquido y cuando estamos en la puerta, me giro a mirar hacia el fondo dela taberna, donde una chica ensangrentada con otro chico en mas o menos el mismo estado de pronto piden ayuda.
-Vor. -miro al drow de reojo, hablando en voz baja. Roac se habia quedado plantado en la mesa, mirandolo todo. Grazna y se pone sobre el pollo de la ventana, picoteando el cristal y llamando mi atencion. Parece que quiere que me asome. Hago tal cosa, viendo columnas de humo levantarse desde el centro de Londres
-Vor- repito una vez mas, mirando de nuevo hacia los chicos, pero ahora con un tono de voz raro.
"que estaba haciendo yo? Ah si..."
SAco mi daga como que no quiere la cosa y me pongo a arañar la mesa como grabando cosis, asi muy en plan autista. Encojo mis hombros cuando habla de eliminar incordios de la base, mientras lo hiciera con cuidado...no, no es que me pareciera bien. Pero yo no era quien para decirle que hacer con esos asuntos suyos, a no ser que el me pidiese opinion, claro.
Escucho su descripcion sobre su maestro Kybath dos nombres, y me rio cuando dice eso de que por culo ya le daban, porque me hace gracia que lo suelte asi de tan de repente sin venir mucho a cuento salvo por la frase hecha. Pero no, no es el momento. Dibujo un culo con la daga en la mesa de la posada. -Animo, Vor'Kalth, la vida no se acaba porque hoy sufras. Mejorará. O se irá todo al garete! De que te preocupas? Pase lo que pase....
Entonces el divaga sobre lo llorones que son los renegados y yo le sonrio porque hasta hace nada el habia estado llorando, pero asiento a eso de formar algo asi como un grupo de hijos de puta sin muchos principios para sabotear soldados. Llevaria tiempo pero... -y por qué las manos? No entiendo tu logo, en serio....
Curiosamente Roac vuelve a entrar volando por una ventana que medio abre al oir eso que dice Vor, grazna y se planta en la mesa.Suelta una caca en el suelo y aletea poniendose en mi hombro. Me levanto despues cuando Vor me anima a hacerlo, dirigiendome con el a la salida. -Vale, pues ya puedes empezar a currar....por donde deberiamos empezar?
PEro entonces oimos un chasquido y cuando estamos en la puerta, me giro a mirar hacia el fondo dela taberna, donde una chica ensangrentada con otro chico en mas o menos el mismo estado de pronto piden ayuda.
-Vor. -miro al drow de reojo, hablando en voz baja. Roac se habia quedado plantado en la mesa, mirandolo todo. Grazna y se pone sobre el pollo de la ventana, picoteando el cristal y llamando mi atencion. Parece que quiere que me asome. Hago tal cosa, viendo columnas de humo levantarse desde el centro de Londres
-Vor- repito una vez mas, mirando de nuevo hacia los chicos, pero ahora con un tono de voz raro.
Consigo aparecer alli con Vanessa, de puro milagro, a decir verdad. La sujeto a mi lado, ¿o ella me sujeta a mi mas bien? oliendo el pestuzo a alcohol de alli.
"Mike, creo que te has equivocado si piensas que en una taberna vais a encontrar ayuda pero..."
-Va...Vanessa, pongamos un anuncio. Esta vez buscando un doctor. -me rio debilmente, un error por parte mia, pues entonces me entra tos. Una tos que ahoga bastante, porque acaba trayendome el sabor de la sangre a la boca. Escupo mas sangre hacia un lado
"vaya"
Un poco zombie, busco con mi mano una silla y me dejo caer sobre ella. Me retiro la capucha roja, agobiado, y tambien me quito el puñetero scooter de la cabeza, estaba sudando pero tenia frio. Y el scooter ya no me dejaba ver bien. -Eh...si no hay un medico...nos conformamos con una cerveza....
"Javert....Angela....Angela....no deberias estar con él...lo siento.... te acabaré convenciendo...."
____________-
-5 por sangrado fuerte, porque hice una pifia de defensa en mi ultimo post y me superaron por mucho
"Mike, creo que te has equivocado si piensas que en una taberna vais a encontrar ayuda pero..."
-Va...Vanessa, pongamos un anuncio. Esta vez buscando un doctor. -me rio debilmente, un error por parte mia, pues entonces me entra tos. Una tos que ahoga bastante, porque acaba trayendome el sabor de la sangre a la boca. Escupo mas sangre hacia un lado
"vaya"
Un poco zombie, busco con mi mano una silla y me dejo caer sobre ella. Me retiro la capucha roja, agobiado, y tambien me quito el puñetero scooter de la cabeza, estaba sudando pero tenia frio. Y el scooter ya no me dejaba ver bien. -Eh...si no hay un medico...nos conformamos con una cerveza....
"Javert....Angela....Angela....no deberias estar con él...lo siento.... te acabaré convenciendo...."
____________-
-5 por sangrado fuerte, porque hice una pifia de defensa en mi ultimo post y me superaron por mucho
Los llevé, a los 3, a la posada de los muertos. El nombre cada vez me parecía más adecuado. Me transformé cerca del suelo, las alas me dolían horrores por culpa del sangrado. Empezaba a marearme, aunque no noté esa debilidad hasta pasada a mi forma humana. Pero debía cambiar para disimular… Y sobretodo, si pretendía ir allí de vuelta. Me miré a ambos con ojos un poco agónicos, sabiendo especialmente que al desconocido no le haría demasiada… gracia, o quizás le impresionaría ver un dragón con un aspecto tan poco de dragón…
Había dejado al otro por ahí tirado, cerca. No creía que se fuera a despertar pronto. Me arranqué la capa de la espalda, la cual había manchado de sangre. Notaba balas. Claro, que me cambiara de forma no quitaba eso. Empezaba a ver mal y tener… Frío. Puto frío. -Jefazo. Ten esto, joder. Tápate…- Le gruñí con una sonrisa un poco debilitada, arrojándole el trozo de tela. Me apoyé contra el muro de la posada, mirando una vez más que fuera esta.
-¿Veis esa cosa de ahí, en el suelo?- Señalé despectivamente a Silent, aunque yo no sabía -ni me importaba- como se llamara. -Vosotros os encargáis de él… No sé. Llevadlo a algún sitio. Interrogadlo, a las malas. Que sufra. ¿ME VÉIS? ¡ES SU CULPA!- Gruñí, dando un golpe a la pared de detrás mía que aún pudo haber sido peligroso para la pared. -No me queda mucho tiempo. Estoy hecho polvo. Vinieron los putos cazas… Derribé uno, ¿¡LO VISTEIS!? Y entonces… este tío…- Escupí -Está desarmado. Registradlo. Sacad CUALQUIER COSA QUE… No, mierda. Lykaios, ya se. Róbale la ropa, toda. Alguno de vosotros, que reserve una habitación, haced ver que sois gente normal cuidando de heridos. No es un secuestrado, a ojos del resto. Si no queréis haceros cargos buscar un tal Rybar. O tal vez una peliblanca que iba a cazar humanos. No, una peliblanca no, varios. Si hay alguien con pelo blanco ahí dentro aceptará muy bien un humano vivito. Hacedme caso.- Les gruñí. Me moví para poder ir a la posada por mi mismo, apoyándome… Pero empezaba a ver mal. Muy mal.
-Mierda puta.- Volví a rugir, sintiéndome absurdamente ruinoso. -... ¿Me podéis… esto… No, ayudar no. Un dragón NO necesita ayuda.- Estaba buscando mejor palabra, mientras me los miraba. No le apartaba la vista de encima a aquel idiota. No, no iba a despertarse, pero al paso que íbamos... Alcé la mirada. Aún había lío. Helicópteros. -... Alguien puede… ACOMPAÑAR al GRAN YIENORKHELINNERY SHAYKER a subir las escaleras? Hay muchos que se sienten honrados de poder siquiera tocarme… ¡Soy un héroe! Si, más… o...- Me di un golpe en el pecho que me acertó un poco en la herida… Pero sonreí a Lykaios lastimosamente, como indicándole que seguía vivo, de una pieza.
-... Maldita sea. No cuela, ¿No? Lo que sea. Habitación, ya. Llevad este. Llevadme a mi. Todo lagarto aprende a guardarse cuando pierde la cola, ¿Eh?- Miré al suelo notando como palidecía por momentos. Con la emoción de la batalla fuera… Las cosas se tornaban mucho más complicadas.
Había dejado al otro por ahí tirado, cerca. No creía que se fuera a despertar pronto. Me arranqué la capa de la espalda, la cual había manchado de sangre. Notaba balas. Claro, que me cambiara de forma no quitaba eso. Empezaba a ver mal y tener… Frío. Puto frío. -Jefazo. Ten esto, joder. Tápate…- Le gruñí con una sonrisa un poco debilitada, arrojándole el trozo de tela. Me apoyé contra el muro de la posada, mirando una vez más que fuera esta.
-¿Veis esa cosa de ahí, en el suelo?- Señalé despectivamente a Silent, aunque yo no sabía -ni me importaba- como se llamara. -Vosotros os encargáis de él… No sé. Llevadlo a algún sitio. Interrogadlo, a las malas. Que sufra. ¿ME VÉIS? ¡ES SU CULPA!- Gruñí, dando un golpe a la pared de detrás mía que aún pudo haber sido peligroso para la pared. -No me queda mucho tiempo. Estoy hecho polvo. Vinieron los putos cazas… Derribé uno, ¿¡LO VISTEIS!? Y entonces… este tío…- Escupí -Está desarmado. Registradlo. Sacad CUALQUIER COSA QUE… No, mierda. Lykaios, ya se. Róbale la ropa, toda. Alguno de vosotros, que reserve una habitación, haced ver que sois gente normal cuidando de heridos. No es un secuestrado, a ojos del resto. Si no queréis haceros cargos buscar un tal Rybar. O tal vez una peliblanca que iba a cazar humanos. No, una peliblanca no, varios. Si hay alguien con pelo blanco ahí dentro aceptará muy bien un humano vivito. Hacedme caso.- Les gruñí. Me moví para poder ir a la posada por mi mismo, apoyándome… Pero empezaba a ver mal. Muy mal.
-Mierda puta.- Volví a rugir, sintiéndome absurdamente ruinoso. -... ¿Me podéis… esto… No, ayudar no. Un dragón NO necesita ayuda.- Estaba buscando mejor palabra, mientras me los miraba. No le apartaba la vista de encima a aquel idiota. No, no iba a despertarse, pero al paso que íbamos... Alcé la mirada. Aún había lío. Helicópteros. -... Alguien puede… ACOMPAÑAR al GRAN YIENORKHELINNERY SHAYKER a subir las escaleras? Hay muchos que se sienten honrados de poder siquiera tocarme… ¡Soy un héroe! Si, más… o...- Me di un golpe en el pecho que me acertó un poco en la herida… Pero sonreí a Lykaios lastimosamente, como indicándole que seguía vivo, de una pieza.
-... Maldita sea. No cuela, ¿No? Lo que sea. Habitación, ya. Llevad este. Llevadme a mi. Todo lagarto aprende a guardarse cuando pierde la cola, ¿Eh?- Miré al suelo notando como palidecía por momentos. Con la emoción de la batalla fuera… Las cosas se tornaban mucho más complicadas.
Posesivo. Menuda palabra… -Si, un poco. Lo sé. Lo sé… Es cosa de Osten. No puedo soportar… No… No, déjalo estar…- Me ponía demasiado tenso hablar de aquello, exactamente. Con la voz tartamudeante decidí que era mejor apartar el tema. No quería pensar sobre perder gente. No, no, no. Era una idea horrible. Nada de recordar aquello. Me habían borrado la memoria por algo. -No quiero ni saber qué pasará conmigo como… Como bueno, como pase… Algo… Con alguien…- Logré mascullar con el rostro un poco retorcido por el dolor.
Él dibujaba cosas con la daga. Me estaba imitando. Dibujé yo más fuertemente, rayando sin ningún tipo de piedad. No parecía muy feliz ni muy cabreado con lo de limpiarme el camino, y me torcí la cabeza, preguntándome qué pensaría en realidad al respecto. ¿Estaba dibujando un culo? Alcé una ceja… Me lo miré atentamente como estudiando sus proporciones, mientras yo dibujaba una tetunga. No sé, estaba pensando en la draraña y de lo primero que me acordé fue eso. Qué guarrillo que era yo.
Me decía a mi que o mejoraría o que se iría todo al traste. Me entristecí unos segundos… Pero acabé sonriéndole. Estaba en lo cierto. Pasara lo que pasara, sería mejor afrontarlo con buena cara. Muy sorprendido de pensar de tal manera me tomé a bien la sonrisa suya, que no pensé que quizás fuera burlesca. Las manos, fue lo que me cuestionó. -¿Pero te gusta el resto, Dyospiros? ¿Las manos? No sabes el logo de estos… Son dos manos, creo. ¿No? Si, dos putas manos. Pues esas, atravesadas por una lanza. O una araña, lo que sea. Pisada. Algo así. O si no podemos estampar ese maravilloso culo en una bandera…- Le señalé con la barbilla su obra de arte.
El pajarraco regresó y yo me lo quedé mirando con una sonrisita tonta, de repente estaba de muy buen humor. Hice cara de asco cuando no pudo hacer nada mejor que dejar ahi un regalito… Aunque al menos no era en mi pelo. -Míralo, que majo.- Regresó al hombro de su dueño mientras este se incorporaba. -Empecemos por donde veas tu, tu los conoces…- Ya casi había salido -justo donde acabé mi explicación- cuando dejé de oír los pasos de Dyospiros y yo también me paré en sec, con la puerta abierta, girándome. Una chiquilla herida. Un tío tampoco muy sano. Los dos, ahi, más muerticos que vivos. Magos. Magos acabados de aparecer.
Él me llamó. Algo iba mal. El pajarraco estaba en la mesa. Yo acababa de sacar mi bastón. Aquello era un augurio de que las cosas iban a ir mal. Mal, mal, mal… Ya acababa de formar el palo correspondiente. Concentraba una curación instintiva, algo dentro de mí me decía que debía ayudar. Tenía miedo. No sabía porqué. Un brillo descarado, no me importaba ya usar magia. No. Aquellos dos estaban heridos. Al abrir la puerta para salir había visto cosas raras. Heridos. Heridos. No me había dado tiempo a ver nada más. La curación se dirigió de pleno contra la muchacha, que parecía la peor… Fue una de las buenas. De hecho estaba sorprendido de haber conseguido hacer algo. Ya casi preparaba mi hechizo cuando una voz me reclamó. “Vor”. Otra vez. Vor…
Miré por la ventana sin encontrar palabras para mediar. Dyos estaba mal. Por algo. Oh. Humo. Tal vez helicópteros más lejos. El bastón se volvió rojo. No, nervios. No, no, no. Se apagó. Me acerqué yo a la ventana, queriendo ver aquello mejor. -Pero qué…- Miré de nuevos a los heridos. A la ventana. Al drow. -¿¡QUÉ DEMONIOS HA PASADO!?- Les grité repentinamente, nervioso. -Eso, el humo, las explosiones… ¿¡De donde venir!?- Yo mismo me estaba poniendo demasiado nervioso.
Acababa de acercarme a su mesa. Tenía el horror estampado en la cara. -Qué… Porqué… Puedo intentar curar, pero… Pero... - El hombre también necesitaba ayuda… Estaba empezando a amanecer. No, no era buena idea que salieramos. -No… No deberíamos salir de aquí… Es una mala idea, es una mala idea, mal, mal, mal…- Empezaba a tener un terror irracional y no tenía muy claro con quien hablaba. Y lo peor del asunto es que… Acababa de darle un poco la espalda a mi compañero, demasiado inmerso en mis propios pensamientos.
Iba a ser una madrugada muy, muy larga.
________________________
Curo 40 a Vanessa! 10 por acertar el dado de curación racial + 10 base + 20 por dado, 40 de PS<3 no se si basta para curar sangrados y posibles cosas así
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Curación' :
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Curación' :
Alli atras en el campo de batalla habia visto a Johan acercarse a mi, y habia intentado ayudarlo. Pero alguien me pegó un tiro desde vete a saber donde y ni me defendi, y para cuando quise espabilar ibamos volando gracias a Nery, que nos alejó del campo de batalla. Mi cerebro ya estaba bastante mas en orden
"Habian mas lobos alli! Donde están ahora?"
Me escurro por una de las alas de Nery hasta el suelo, poniendo ahi mis pies. Va, sigo en bolas hasta que el dragon me tiende una capa. Sep, yo ya habia superado la sorpresa de ver a un dragon adoptar una forma humana. Reconozco que al principio lo flipé mucho, muchisimo. Pero era de esas personas que asumen los cambios rapido y los asimilan igual de rapido. Me pongo la capa pero no a la espalda, obvio , si no a la cintura. El disparo me habia alcanzado al hombro, pero no era nada demasiado serio.
-Derribaste un caza? Joder, y yo me lo perdí
"Puta vida"
Me aproximo al soldado caido y me agacho a su lado, mirandolo. Estaba hecho mierda. Le meto un par de meneos a ver si despierta pero no, está comatoso perdido, o algo por el estilo. -Has hecho bien en traerlo.
Me pienso bien eso de hacerlo pasar un un rescatado y de meternos a la posada para saquearle la ropa y cosas que pueda llevar, hasta que Nery menciona a Rybar. -Rybar? Ha estado en la posada? Lo has visto? Como esté ahi dentro, se va a llevar una buena hostia
"en el torneo no pude....."
-No, no le entregaremos este humano a Rybar, ni de coña. Antes me lo como yo con patatas. Haremos la primera parte del plan. - asi que el culo de metal andaba buscando humanos. Soldados, o con que fueran humanos le bastaba? Que poca gracia me hacia ese tio. Aupo a Silent, me cuesta un poco porque pese a mi fuerza acaba de pasar la luna llena, una batalla y yo estoy cansado. No lo cargo cual saco de patatas si no como si fuese un colega mas, volviendo junto a la puerta de la posada. Entonces me doy cuenta de que Johan y Nery estan muy jodidos y que dudo que por su propio pie puedan entrar. Encojo mis hombros y suelto a Silent que cae al suelo a plomo.
-Os echo una mano, pero tranquilos, no les diré a nadie que os ayude a caminar
Sirvo de apoyo tanto para el dragon como para el mago, pegando un patadon a la puerta de la posada para abrirlo, pues brazos ocupados sujetando compañeros. Me anuncio al entrar, total, lo hiciese o no, un tio con una capa a modo de falta en la cintura y desnudo por todo lo demas, al lado de dos tios hechos mierda y uno de ellos con cuernos, llamaria la antecion si o si.
-Estas de suerte, posadero! Vengo a reservarte un par de habitaciones!
Le digo la mar de contento, como si la situacion no fuese terrible. Miro a los dos elfos esos rarungos que hay alli, que estan con otros dos heridos....
-Vanessa! Joder!- sonrio al verla ahi de una pieza. Ya sabia yo que no podia haber caido asi sin mas. Y el elfo la estaba ayudando. Vale, se habia ganado mi confianza asi de golpe y porrazo. Ya no le preguntaria por qué era negro. O si, que tenia curiosidad.
El posadero me mira mal, pero yo le miro peor, solo que sonriendo. -Ya me conoces de sobra, nos hemos dejado mas en alcohol en tu taberna de lo que podrias ganar en un año. En cuanto recupere mis pantalones, te pago.- El hombre accede, sabe que tiene filón con nosotros. Miro a Vanessa, y a los otros que están ahi, indicandoles con un gesto de mi cabeza que vengan con nosotros. -Subid, yo invito. Los atenderemos alli. Y hablaremos lo que tengamos que hablar, que seguro que es mucho.
"Habian mas lobos alli! Donde están ahora?"
Me escurro por una de las alas de Nery hasta el suelo, poniendo ahi mis pies. Va, sigo en bolas hasta que el dragon me tiende una capa. Sep, yo ya habia superado la sorpresa de ver a un dragon adoptar una forma humana. Reconozco que al principio lo flipé mucho, muchisimo. Pero era de esas personas que asumen los cambios rapido y los asimilan igual de rapido. Me pongo la capa pero no a la espalda, obvio , si no a la cintura. El disparo me habia alcanzado al hombro, pero no era nada demasiado serio.
-Derribaste un caza? Joder, y yo me lo perdí
"Puta vida"
Me aproximo al soldado caido y me agacho a su lado, mirandolo. Estaba hecho mierda. Le meto un par de meneos a ver si despierta pero no, está comatoso perdido, o algo por el estilo. -Has hecho bien en traerlo.
Me pienso bien eso de hacerlo pasar un un rescatado y de meternos a la posada para saquearle la ropa y cosas que pueda llevar, hasta que Nery menciona a Rybar. -Rybar? Ha estado en la posada? Lo has visto? Como esté ahi dentro, se va a llevar una buena hostia
"en el torneo no pude....."
-No, no le entregaremos este humano a Rybar, ni de coña. Antes me lo como yo con patatas. Haremos la primera parte del plan. - asi que el culo de metal andaba buscando humanos. Soldados, o con que fueran humanos le bastaba? Que poca gracia me hacia ese tio. Aupo a Silent, me cuesta un poco porque pese a mi fuerza acaba de pasar la luna llena, una batalla y yo estoy cansado. No lo cargo cual saco de patatas si no como si fuese un colega mas, volviendo junto a la puerta de la posada. Entonces me doy cuenta de que Johan y Nery estan muy jodidos y que dudo que por su propio pie puedan entrar. Encojo mis hombros y suelto a Silent que cae al suelo a plomo.
-Os echo una mano, pero tranquilos, no les diré a nadie que os ayude a caminar
Sirvo de apoyo tanto para el dragon como para el mago, pegando un patadon a la puerta de la posada para abrirlo, pues brazos ocupados sujetando compañeros. Me anuncio al entrar, total, lo hiciese o no, un tio con una capa a modo de falta en la cintura y desnudo por todo lo demas, al lado de dos tios hechos mierda y uno de ellos con cuernos, llamaria la antecion si o si.
-Estas de suerte, posadero! Vengo a reservarte un par de habitaciones!
Le digo la mar de contento, como si la situacion no fuese terrible. Miro a los dos elfos esos rarungos que hay alli, que estan con otros dos heridos....
-Vanessa! Joder!- sonrio al verla ahi de una pieza. Ya sabia yo que no podia haber caido asi sin mas. Y el elfo la estaba ayudando. Vale, se habia ganado mi confianza asi de golpe y porrazo. Ya no le preguntaria por qué era negro. O si, que tenia curiosidad.
El posadero me mira mal, pero yo le miro peor, solo que sonriendo. -Ya me conoces de sobra, nos hemos dejado mas en alcohol en tu taberna de lo que podrias ganar en un año. En cuanto recupere mis pantalones, te pago.- El hombre accede, sabe que tiene filón con nosotros. Miro a Vanessa, y a los otros que están ahi, indicandoles con un gesto de mi cabeza que vengan con nosotros. -Subid, yo invito. Los atenderemos alli. Y hablaremos lo que tengamos que hablar, que seguro que es mucho.
Conseguimos escapar de aquel infierno por muy poco, gracias a la ayuda del que parece ser un dragón amigo de Lykaios, de la Brigada o eso creo, con todo el jaleo no me ha quedado demasiado claro. Antes de largarnos de allí conseguimos recuperar nuestras armas, usando la telequinesis para atraerlas hasta nosotros. Pero no eran las cosas lo que más me importaba dejar atrás, pues no sé la suerte que han corrido muchos de los había allí. Al menos he conseguido salir más o menos vivo de aquella pelea, y salir con el Knox de la Brigada.
- Gracias, al principio pensaba que eras como uno de esos dragones del Ministerio, pero nos has salvado a los dos sacándonos de allí. Se nota que eres de los de la Brigada.-
"hasta ahora nunca me ha decepcionado ninguno, son unos máquinas"
A duras penas puedo mantenerme en pie, sobre todo por el tiro que me dieron en la rodilla, además de otras heridas, así que cuando Lykaios se acerca a ayudarnos se lo agradezco. Miro de malas y de reojo al soldado del suelo, pensando que debemos llevarlo con nosotros.
- ¿Y ese quién es? ¿Soldado random? no me gusta que esté aquí, hay que meterlo para dentro.
"supongo que sigue vivo, además, así nos interesa más que muerto..."
- ¿Para el Rybar ese? ni de coña- el nombre del auror me irritaba más aún de lo que ya estaba, no quería ni oírlo nombrar en estos momentos. Sea como sea no quito la punta de la espada de la ropa del tipo, no vaya a ser que le de a Rybar por salir ahora mismo por aquí y jodernos más. Me agacho como puedo, apoyándome en un cartel que hay al lado, para registrar al tipo entre sus ropas, procediendo a desarmarlo. Dejo fuera su chaqueta, tirándola al suelo. También le saco el resto de la ropa como ha dicho el compañero de Lykaios. Lleva razón. Le quito también lo que usan para comunicarse, dándole un golpe con la empuñadura de la espalda para romperlo y después arrojarlo todo lo lejos que puedo. Dejo lo que le quito en la basura que hay a al entrada. Alargo la mano para tirar de su brazo, y así arrastrarlo por el suelo hasta el interior de la taberna, en cuanto Lykaios nos ayuda a caminar con él y abre la puerta. Allí ya deben conocerle, a juzgar por todo lo que le va diciendo al camarero. Además no estamos solos, están también otras dos personas presentes en la batalla y los dos drow que dejé en la base, Vor y Dyospiros. Nos hemos juntado ciento y la madre allí, aunque al menos me alegra saber que dos personas más escaparon. Saludo a Vor alzando una mano, viendo que está ocupado curando a la muchacha que Lykaios llama Vanessa, así que lo dejo hacer. Suelto al tío inconsciente a mi lado, pero no en el taburete, sino en el suelo todavía, mientras espero a que nos den habitación.
Nada más entrar me dejo caer en un taburete, bastante reventado como para subir las escaleras, respirando entrecortadamente por el esfuerzo de haber "caminado" hasta el interior del bar. Lo primero que hago es mandar a Lyran un mensaje en el galeón, informando que estamos Lykaios, un compañero suyo y yo en la Posada de los Muertos, pero que no sé si Ian ha vuelto ya a Ouroboros, que me lo confirme. También le pido que venga cuando pueda, que lo necesitamos, al menos para que nos lleve a todos de vuelta a la Base de Bastion Hollow. - He pedido a tu tío que se acerque, no creo que tarde en llegar.
"menuda locura de noche, están más fuertes que nunca los de la Alianza"
- Gracias, al principio pensaba que eras como uno de esos dragones del Ministerio, pero nos has salvado a los dos sacándonos de allí. Se nota que eres de los de la Brigada.-
"hasta ahora nunca me ha decepcionado ninguno, son unos máquinas"
A duras penas puedo mantenerme en pie, sobre todo por el tiro que me dieron en la rodilla, además de otras heridas, así que cuando Lykaios se acerca a ayudarnos se lo agradezco. Miro de malas y de reojo al soldado del suelo, pensando que debemos llevarlo con nosotros.
- ¿Y ese quién es? ¿Soldado random? no me gusta que esté aquí, hay que meterlo para dentro.
"supongo que sigue vivo, además, así nos interesa más que muerto..."
- ¿Para el Rybar ese? ni de coña- el nombre del auror me irritaba más aún de lo que ya estaba, no quería ni oírlo nombrar en estos momentos. Sea como sea no quito la punta de la espada de la ropa del tipo, no vaya a ser que le de a Rybar por salir ahora mismo por aquí y jodernos más. Me agacho como puedo, apoyándome en un cartel que hay al lado, para registrar al tipo entre sus ropas, procediendo a desarmarlo. Dejo fuera su chaqueta, tirándola al suelo. También le saco el resto de la ropa como ha dicho el compañero de Lykaios. Lleva razón. Le quito también lo que usan para comunicarse, dándole un golpe con la empuñadura de la espalda para romperlo y después arrojarlo todo lo lejos que puedo. Dejo lo que le quito en la basura que hay a al entrada. Alargo la mano para tirar de su brazo, y así arrastrarlo por el suelo hasta el interior de la taberna, en cuanto Lykaios nos ayuda a caminar con él y abre la puerta. Allí ya deben conocerle, a juzgar por todo lo que le va diciendo al camarero. Además no estamos solos, están también otras dos personas presentes en la batalla y los dos drow que dejé en la base, Vor y Dyospiros. Nos hemos juntado ciento y la madre allí, aunque al menos me alegra saber que dos personas más escaparon. Saludo a Vor alzando una mano, viendo que está ocupado curando a la muchacha que Lykaios llama Vanessa, así que lo dejo hacer. Suelto al tío inconsciente a mi lado, pero no en el taburete, sino en el suelo todavía, mientras espero a que nos den habitación.
Nada más entrar me dejo caer en un taburete, bastante reventado como para subir las escaleras, respirando entrecortadamente por el esfuerzo de haber "caminado" hasta el interior del bar. Lo primero que hago es mandar a Lyran un mensaje en el galeón, informando que estamos Lykaios, un compañero suyo y yo en la Posada de los Muertos, pero que no sé si Ian ha vuelto ya a Ouroboros, que me lo confirme. También le pido que venga cuando pueda, que lo necesitamos, al menos para que nos lleve a todos de vuelta a la Base de Bastion Hollow. - He pedido a tu tío que se acerque, no creo que tarde en llegar.
"menuda locura de noche, están más fuertes que nunca los de la Alianza"
*Scott consigue sentarse en una silla a duras penas, yo me quedo en el suelo. Las personas allí siguen mirándonos, pero solo uno hace algo, utilizando su magia para curarme eficientemente, cerrando mis heridas más graves y provocando que dejen de sangrar. Me duele todo el cuerpo, claro, pero al menos no corro peligro de morir como un momento antes. Mientras, llegan Lykaios en su forma ya humana (semidesnudo), el mago que nos ayudó justo antes de que llegasen los helicópteros y el chico con cuernos, que presupongo que es el dragón . *
-Me alegro de verle, jefe.
*Sonrío luchando por no llorar ante el alivio de ver que está a salvo, a la vez que escondo la herida que me hizo con sus zarpas cuando estaba transformado. Ahora no necesita eso.
Ellos hablan con el posadero, pidiéndole que nos deje quedarnos, y el mago se sienta incapaz de subir las escaleras. *
"¿Y los otros magos? ¿Estarán bien? ¿La chica que nos pidió ayuda ?".
*El joven que me cura hace varias preguntas, tras asomarse a ver los restos de la batalla con algunos más. *
-La Alianza atacó a una bruja desprotegida, sus estúpidos cacharros mecánicos... Fuimos a ayudarla, fue cuando llegaron los refuerzos y no veíamos cómo salir de ahí.
*respiro profundamente, recordando la batalla, haciendome a la idea de que ya ha terminado. Miro hacia Scott, sin su capucha y su maquina que le cubre el rostro, todo cubierto de sangre y suciedad*.
-Gracias por sacarme de allí.
-Me alegro de verle, jefe.
*Sonrío luchando por no llorar ante el alivio de ver que está a salvo, a la vez que escondo la herida que me hizo con sus zarpas cuando estaba transformado. Ahora no necesita eso.
Ellos hablan con el posadero, pidiéndole que nos deje quedarnos, y el mago se sienta incapaz de subir las escaleras. *
"¿Y los otros magos? ¿Estarán bien? ¿La chica que nos pidió ayuda ?".
*El joven que me cura hace varias preguntas, tras asomarse a ver los restos de la batalla con algunos más. *
-La Alianza atacó a una bruja desprotegida, sus estúpidos cacharros mecánicos... Fuimos a ayudarla, fue cuando llegaron los refuerzos y no veíamos cómo salir de ahí.
*respiro profundamente, recordando la batalla, haciendome a la idea de que ya ha terminado. Miro hacia Scott, sin su capucha y su maquina que le cubre el rostro, todo cubierto de sangre y suciedad*.
-Gracias por sacarme de allí.
En una cosa concuerdo con Vor: no debemos salir de ahi, ahora mismo, no. Ni de coña. Observo a los jovenes recien llegados, fijandome en sus muchas heridas. Parecen de bala.... Vor ni corto ni perezoso les presta ayuda, pero yo creo que no los conoce de nada. Pero parece que el semidrow tiene buen fondo, si.
Entonces entran otros tres alli...en un estado muy similar. Asocio rapido las ideas. Aquel humo, aquellas gentes, aquellas heridas. La alianza la habia estado liando parda. Cabrones. No se si estoy mas asustado o enfurecido, pero creo que a partes iguales. De solo imaginar que yo podria haber estado ahi, que podria haber acabado OTRA vez igual....no, no. Respiro fuerte cuando la mujer confirma mis sospechas, la alianza los atacó. Y habian centinelas de por medio. Me apresuro a preguntarle.
-Capturaron a alguien?
Luego lanzo una fugaz mirada a Vor, mis ojos refulgiendo con ira un tanto asesina pero a la vez opacados por el recuerdo. Me debato entre el salir corriendo a cortar gargantas de soldados o meterme a algun agujero a que se me pase el pánico.
"Ayúdalos...."
-Canijo, dime si puedo ayudarte de algun modo. No sé curar pero puedo traerte cosas que necesites.- acabo escupiendo eso ultimo con un marcado acento drow. ¿Se estaban haciendo fuertes? Demasiado fuertes? De pronto el encargo de Rybar coge mucho mas sentido. COmo si el dinero que nos daba a cambio fuese menos importante que la misión y el fin en sí mismo.
Entonces entran otros tres alli...en un estado muy similar. Asocio rapido las ideas. Aquel humo, aquellas gentes, aquellas heridas. La alianza la habia estado liando parda. Cabrones. No se si estoy mas asustado o enfurecido, pero creo que a partes iguales. De solo imaginar que yo podria haber estado ahi, que podria haber acabado OTRA vez igual....no, no. Respiro fuerte cuando la mujer confirma mis sospechas, la alianza los atacó. Y habian centinelas de por medio. Me apresuro a preguntarle.
-Capturaron a alguien?
Luego lanzo una fugaz mirada a Vor, mis ojos refulgiendo con ira un tanto asesina pero a la vez opacados por el recuerdo. Me debato entre el salir corriendo a cortar gargantas de soldados o meterme a algun agujero a que se me pase el pánico.
"Ayúdalos...."
-Canijo, dime si puedo ayudarte de algun modo. No sé curar pero puedo traerte cosas que necesites.- acabo escupiendo eso ultimo con un marcado acento drow. ¿Se estaban haciendo fuertes? Demasiado fuertes? De pronto el encargo de Rybar coge mucho mas sentido. COmo si el dinero que nos daba a cambio fuese menos importante que la misión y el fin en sí mismo.
Estaba yo tan tranquilito (O no tanto, con la vista clavada en el fuego y el humo a la distancia) cuando alguien irrumpió por la puerta. Un tío con el pelo azul. Parecía ya ser una moda de muy mal gusto. Gruñí un poco cabreado… No necesitaba más gente. Pero ahí venía un tío cargando con dos heridos. Uno de ellos era… Johan. ¿Johan? No necesitaba verle en aquel preciso momento. Él arrastraba a otro como un saco de patatas. Arqueé una ceja, un poco desesperado. El otro era el gritón que había visto hacía un largo rato, el escandaloso de los cuernos. Aunque tenía mala cara. De hecho, parecía que el único sano ahí fuera yo mismo. Porque hasta Dyos estaba algo raro.
No sabía a quién atender ahora. La chiquilla a la que había curado lo llamó jefe… ¿Jefe? ¿Jefe de qué? ¿Era importante? ¿Podía sacar beneficio de ganarme su amistad? Un poco asustado por pensar de tal manera tan… mala, me moví. No sabía qué hacer, demasiadas cosas. Bueno. Me miré una vez más al recién entrado, solo reparando entonces que iba casi en pelotas. -”Oh, mola… si, mola, mola. Míralo tu, Vor…”- Me permití pensar antes de intentar centrarme. Vale, el fuego allí lejos… Y como confirmó la otra muchacha que había sido la Alianza. Que habían ido a proteger una muchacha desprotegida. Una bruja. -¿Valer la pena tanto herido por una? ¿Han capturado a alguien?- No conocía a nadie que pudiera estar en peligro de los que conociera, así que eso en principio no me importaba. Pero empezaba a pensar que el término de la amistad entre los renegados -yo ya pensaba que cualquier tío hecho mierda era renegado, de carrerilla- los iba a llevar a su fin. Si tenían que liarla tanto para una sola vida…
Devolví el saludo a Johan con un gesto, no sin mirar de nuevo al que cargaba. Eso no tenía pinta de ser mago. O de los nuestros, no al menos con el desprecio que lo trataba. Humano. Eso debía ser un humano. ¿Un rehén? O… -Ese tío. Me interesa.- Dije en voz un poco alta para que me escuchara. Llevaba un saco de dinero a rastras. Y yo ya estaba hasta los huevos de ayudar de gratis, todo para no recibir ni un puñetero agradecimiento. Ni siquiera de la chica. No, le había agradecido algo al otro que iba con ella. Escuche a Dyos preguntar si habían capturado a algo. Le iba echando vistazos para comprobar que siguiera bien, porque me tenía algo preocupado. Y me estaba intentando decir que entre aquella panda de desconocidos debía intentar atender a quien realmente me importara.
Pero en el fondo era yo demasiado idiota. Osten habría querido que los curara a todos. Aún podía sentir su voz hablando de porqué él consideraba el bien como la única opción, enseñándome a curar… Maldita sea. Porqué era tan idiota, yo. Vi a Dyospiros preguntarme si podía ayudar. No parecía él estar fino, no… Pero me sacó una pequeña sonrisa ver que ofrecía una mano. -Ve a por alcohol, piernas largas. El que sirva más para desinfectar heridas. Va a ser una noche muy, muy cansina… Ah, y procura no pagar con la moneda comunicadora- Le advertí, entre severo y cansado. Contemplé con una mirada general si había que ayudar a subir a alguien. El de los cuernacos estaba hecho trizas. Sangraba por pecho, espalda y una pata. ¿Cómo coño no estaba muerto con tres tiros? Lo peor es que aquel imbécil sonreía. Qué ganas. De ese se encargó el nuevo peliazul… Entrecerré los ojos como si notara que había algo raro en él, ¿Lo había visto antes? No… O si… O quizás solo gente conocida…
Me acerqué a Johan, echándole una mirada aún un poco recelosa. No estaba muy contento con verle por allí, porque las mierdas de la enfermería no se me habían ido de la cabeza. Le ofrecí un brazo para ayudarle a subir, no sin echarle otra ojeada al del suelo… -¿Quién es ese tío?- Le pregunté mientras lo acompañaba escaleras arriba. -Haría buen pago. Ya sabes. Porque empiezo a hartar de trabajar por amor al arte.- Le dije, con cierta recriminación… -No os vais a llevar heridos en mis putas narices de nuevo, ¿No?- Eso fue una indirecta muy directa. Debería haber acompañado a cualquier otro, definitivamente… -No me importar en condicional hacer esto porque sí si tener más amistad. Pero no es el caso, creo.- Había una pizca de decepción y una pizca de pena en mis ojos, porque en el fondo lo que buscaba era un hogar, un sitio donde estar cómodo…
… No quería seguir ligado a mi vida pasada. Suspiré, un tanto triste. -Soy un mercenario, ¿Recuerdas? No cáritas…- Ya habíamos llegado a las habitaciones. Entré a una de ellas, dejándolo al fin en paz. Mandé que tumbaran al “de los cuernos” (tal que así lo llamé) para poder ocuparme de él. Lo veía gruñendo como un perro pero haciendo buena cara, al fin y al cabo. Y mira que se debía estar desangrando. Yo hice una mueca como de asco… -No… No conocerás un tal Yden, ¿No? Esos cuernos… ¿Qué carajos ser?- Le pregunté mientras me aseguraba de tenerlo bien tumbado y posicionado, y él me respondió muy orgulloso que era un dragón.
Sonreí un poco irónico pensando que iba a curar un lagarto de esos. No lo parecía, y a su vez si que lo hacía… A mi me daba la sensación que era un elfo o un demonio, algo chungo. -Esto te va a doler, lagarto.- Suspiré, como muy tenso yo también.
_____________________________________
Curaré a Nery 40 de vidaca, pero acabo de narrar en su post para hacer ambos más equilibrados D:
No sabía a quién atender ahora. La chiquilla a la que había curado lo llamó jefe… ¿Jefe? ¿Jefe de qué? ¿Era importante? ¿Podía sacar beneficio de ganarme su amistad? Un poco asustado por pensar de tal manera tan… mala, me moví. No sabía qué hacer, demasiadas cosas. Bueno. Me miré una vez más al recién entrado, solo reparando entonces que iba casi en pelotas. -”Oh, mola… si, mola, mola. Míralo tu, Vor…”- Me permití pensar antes de intentar centrarme. Vale, el fuego allí lejos… Y como confirmó la otra muchacha que había sido la Alianza. Que habían ido a proteger una muchacha desprotegida. Una bruja. -¿Valer la pena tanto herido por una? ¿Han capturado a alguien?- No conocía a nadie que pudiera estar en peligro de los que conociera, así que eso en principio no me importaba. Pero empezaba a pensar que el término de la amistad entre los renegados -yo ya pensaba que cualquier tío hecho mierda era renegado, de carrerilla- los iba a llevar a su fin. Si tenían que liarla tanto para una sola vida…
Devolví el saludo a Johan con un gesto, no sin mirar de nuevo al que cargaba. Eso no tenía pinta de ser mago. O de los nuestros, no al menos con el desprecio que lo trataba. Humano. Eso debía ser un humano. ¿Un rehén? O… -Ese tío. Me interesa.- Dije en voz un poco alta para que me escuchara. Llevaba un saco de dinero a rastras. Y yo ya estaba hasta los huevos de ayudar de gratis, todo para no recibir ni un puñetero agradecimiento. Ni siquiera de la chica. No, le había agradecido algo al otro que iba con ella. Escuche a Dyos preguntar si habían capturado a algo. Le iba echando vistazos para comprobar que siguiera bien, porque me tenía algo preocupado. Y me estaba intentando decir que entre aquella panda de desconocidos debía intentar atender a quien realmente me importara.
Pero en el fondo era yo demasiado idiota. Osten habría querido que los curara a todos. Aún podía sentir su voz hablando de porqué él consideraba el bien como la única opción, enseñándome a curar… Maldita sea. Porqué era tan idiota, yo. Vi a Dyospiros preguntarme si podía ayudar. No parecía él estar fino, no… Pero me sacó una pequeña sonrisa ver que ofrecía una mano. -Ve a por alcohol, piernas largas. El que sirva más para desinfectar heridas. Va a ser una noche muy, muy cansina… Ah, y procura no pagar con la moneda comunicadora- Le advertí, entre severo y cansado. Contemplé con una mirada general si había que ayudar a subir a alguien. El de los cuernacos estaba hecho trizas. Sangraba por pecho, espalda y una pata. ¿Cómo coño no estaba muerto con tres tiros? Lo peor es que aquel imbécil sonreía. Qué ganas. De ese se encargó el nuevo peliazul… Entrecerré los ojos como si notara que había algo raro en él, ¿Lo había visto antes? No… O si… O quizás solo gente conocida…
Me acerqué a Johan, echándole una mirada aún un poco recelosa. No estaba muy contento con verle por allí, porque las mierdas de la enfermería no se me habían ido de la cabeza. Le ofrecí un brazo para ayudarle a subir, no sin echarle otra ojeada al del suelo… -¿Quién es ese tío?- Le pregunté mientras lo acompañaba escaleras arriba. -Haría buen pago. Ya sabes. Porque empiezo a hartar de trabajar por amor al arte.- Le dije, con cierta recriminación… -No os vais a llevar heridos en mis putas narices de nuevo, ¿No?- Eso fue una indirecta muy directa. Debería haber acompañado a cualquier otro, definitivamente… -No me importar en condicional hacer esto porque sí si tener más amistad. Pero no es el caso, creo.- Había una pizca de decepción y una pizca de pena en mis ojos, porque en el fondo lo que buscaba era un hogar, un sitio donde estar cómodo…
… No quería seguir ligado a mi vida pasada. Suspiré, un tanto triste. -Soy un mercenario, ¿Recuerdas? No cáritas…- Ya habíamos llegado a las habitaciones. Entré a una de ellas, dejándolo al fin en paz. Mandé que tumbaran al “de los cuernos” (tal que así lo llamé) para poder ocuparme de él. Lo veía gruñendo como un perro pero haciendo buena cara, al fin y al cabo. Y mira que se debía estar desangrando. Yo hice una mueca como de asco… -No… No conocerás un tal Yden, ¿No? Esos cuernos… ¿Qué carajos ser?- Le pregunté mientras me aseguraba de tenerlo bien tumbado y posicionado, y él me respondió muy orgulloso que era un dragón.
Sonreí un poco irónico pensando que iba a curar un lagarto de esos. No lo parecía, y a su vez si que lo hacía… A mi me daba la sensación que era un elfo o un demonio, algo chungo. -Esto te va a doler, lagarto.- Suspiré, como muy tenso yo también.
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Curaré a Nery 40 de vidaca, pero acabo de narrar en su post para hacer ambos más equilibrados D:
Dados
Raza
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Ocupación
Bando
Apodo
Edad
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El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Curación' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
#1 'Curación' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
-Un caza como una casa. Y lo tiré contra un helicóptero. Como billar, ¡Una pena que eso no esté grabado! Espero al menos salir en los diarios…- La gente no olvidaría facilmente al dragón. Otras personas tal vez, pero no a mi. Y estaba super feliz con aquello, vaya que si. Sobretodo me tendrían mucho, muchísimo amor los familiares del caza. Y los del helicóptero. Aunque vaya, eso no era mi culpa… Que había hecho bien en traerlo. -No me importa mucho lo que hagáis con él, siempre que sea algo malo. Qué por culero. Se creerá divertido o algo, o que lo recordarán como un héroe. Si, claro que si… Una pena que no vaya a poder volver para que lo glorifiquen por haber matado a la gente que lo curaba, ¿Eh?- Me encogí de hombros casi sin darle importancia.
El otro agradeció que los llevara. Yo le sonreí la mar de orgulloso. -¡Que le jodan al ministerio! Los de la Brigada somos los que molamos. Vaya que sí.- Jonnai… Ese me podría haber arrastrado con una gente mucho peor. ¿Cuánto tiempo había pasado? Ese hacía tiempo que se había juntado con los Blood Keepers… En un principio quiso arrastrarme para que lo “ayudara”, pero me negaba a ser como una mascotita para los suyos. O hermano o nada. Soldado random, lo llamó… -No me sé su nombre. Supongo que si. Cuidado, que tiene complejo de prota.- Aunque se negó a dárselo a Rybar. Iba a rechistar pero el jefazo tampoco parecía muy feliz con él.
… Era demasiado corto como para comprender porqué no le caía en gracia a prácticamente nadie. Pero si lo hubiera sabido lo habría rebentado a ostias yo también. -¿No queréis Rybar? Entonces para nosotros, si os hace ilusión. O como dije, para la tía, o los negrazos… Aunque creo que trabajaban para él, todos. Qué pena.- Yo me encogí de hombros como si me importara todo medio carajo, incluso el estúpido hecho de que me estuviera desangrando. Lykaios ya estaba listo para llevárselo cuando decidió llevarnos, y Johan se aseguró de desarmarlo bien. Y entrarlo. Si, buena idea, dije. Mejor ahí dentro, bajo control. Yo me dejé llevar por Lykaios…
-... Qué vergüeeenza. Jooder. Míralos, nos miran… ¡Como si fuera un inútil!- Gruñí en cuanto entramos porque definitivamente habían varias miradas sobre nosotros. En absoluto no debía ser porque Lykaios iba medio en pelotas. A mi tan raro no me parecía, me había costado comprender porqué debía ir uno bien vestido. Habían un par de tiparracos también algo heriditos y el par de negrazas, pero ni rastro del Rybar. Vanessa, la llamó Lykaios a la muchacha. Alcé las orejas como pensando que era una de los nuestros. Yo le sonreí de fondo, la mar de orgulloso de ver a un compi ahí.
Me senté mientras hablaban las cosas para las habitaciones. -Capturar… Argh, imagino que si. No vi nada. Pero había helicópteros… Cogiendo gente… Quizás no eran todos humanos, me temo.- Respondí cuando oí a uno de ellos preguntar algo sobre pillar peña. -Nosotros tenemos un rehén también. Quizás sirve para… Hacer tratos.- Me tragué mi orgullo al pensar que quizás tendríamos que usar al tío aquel… Esperaba que fuera alguien importante o valioso. Podrían haber pillado decenas de los nuestros, y si podíamos rescatar aunque fuera uno a cambio de ese definitivamente ya habría valido la pena. No me hacía nada de gracia que acabara salvándose, pero una vida era prioritario.
Al final acabaron llevándome hacia arriba. Yo para entonces llevaba un rato empanandome de poco, con la cabeza muy en frío y dando tumbos. Para cuando me quise dar cuenta estaba subiendo escaleras, luego en una habitación y finalmente estirado en una cama. Había venido más peña para ahí. Oh, perfecto. El negraz… Lilaco era curandero. Yo no sabía que coño era un drow, yo pensaba que habían elfos negros de la misma manera que habían humanos negros. Me alegré un poco (aunque ya desvariaba) de haber pensado en compartir bebida con él antes. Eso era el karma, el buen karma.
Me preguntó algo de un no se tal Yden y los cuernos. -Yden, qué nombre tan estúpido. ¡Yo soy un dragón, cojones! ¿A que nunca has curado uno? ¡Pues mira, ahora tienes todo el honor!- Le dije con un poco de nervios, aunque mi tono tan chillón empezaba a esfumarse. Me llamó lagarto y que me iba a doler… Me empezó a desvestir sin preguntar mucho. Yo miré alrededor, busqué a las caras conocidas y le hice un “ok” con la mano, con el dedo para arriba. -Hace falta mucho más para tumbar a un…- Me metió una especie de pinzas hechas con cristal en la espalda y me cagué en su puta madre y toda la familia que necesitó para traerlo al mundo. En voz alta. Estaba de espaldas a él -me estaba sacando la bala de ahí- pero entreví por el rabillo del ojo una sonrisa.
-Tu estabas bebiendo antes, ¿No? Lo que no use para desinfectar te lo quedas. Pero solo si dejas de INTENTAR ARRANCAR UN BRAZO. ¿ENTIENDES?- Me di cuenta demasiado tarde que le estaba pillando la mano de las pinzas con todas las uñacas, enseñándole los dientes. Notaba la sangre salir por la espalda, ¿Estaba seguro de lo que se hacía? Entonces con todo el morro del mundo me empezó a vendar, dándome vueltas. Creo que me estaba mirando más allá de las heridas. Esos ojos veían algo que le gustaba… Dios, que mal rollo. Joder, si hubiera tenido tetas aún, pero… Era un bicho raro. Hizo algo similar con el resto de las balas. Vendaba rápido y raudo, y me estaba bañando a alcohol, pero me habría desangrado -y ya me veía muerto- mucho. Aunque entonces noté algo. Bien. Un hechizo. Vale, estaba curándome. Si, si. Eso estaba mejor. No iba a cerrármelo del todo pero…
Para cuando acabó solo vi que desinfectaba las pinzas de cristal en un vasito con más de aquella bebida tan rica y empezaba a mirar al resto. -Este no tardará en dormirse… ¿Siguiente?- Yo refunfuñé.
-¿¡Cómo que dormirme!? Aún estoy…- Me dio una soberana ostia no sé cómo pero me desmayÉ. No necesitaba hacer barbaridades porque ya estaba muy ido, pero me quedé sobado pensando en que quería yo un truquito así.
-¿¡SIGUIENTE!?- Vale, estaba nervioso, definitivamente. Aunque no estuve despierto para vivirlo.
El otro agradeció que los llevara. Yo le sonreí la mar de orgulloso. -¡Que le jodan al ministerio! Los de la Brigada somos los que molamos. Vaya que sí.- Jonnai… Ese me podría haber arrastrado con una gente mucho peor. ¿Cuánto tiempo había pasado? Ese hacía tiempo que se había juntado con los Blood Keepers… En un principio quiso arrastrarme para que lo “ayudara”, pero me negaba a ser como una mascotita para los suyos. O hermano o nada. Soldado random, lo llamó… -No me sé su nombre. Supongo que si. Cuidado, que tiene complejo de prota.- Aunque se negó a dárselo a Rybar. Iba a rechistar pero el jefazo tampoco parecía muy feliz con él.
… Era demasiado corto como para comprender porqué no le caía en gracia a prácticamente nadie. Pero si lo hubiera sabido lo habría rebentado a ostias yo también. -¿No queréis Rybar? Entonces para nosotros, si os hace ilusión. O como dije, para la tía, o los negrazos… Aunque creo que trabajaban para él, todos. Qué pena.- Yo me encogí de hombros como si me importara todo medio carajo, incluso el estúpido hecho de que me estuviera desangrando. Lykaios ya estaba listo para llevárselo cuando decidió llevarnos, y Johan se aseguró de desarmarlo bien. Y entrarlo. Si, buena idea, dije. Mejor ahí dentro, bajo control. Yo me dejé llevar por Lykaios…
-... Qué vergüeeenza. Jooder. Míralos, nos miran… ¡Como si fuera un inútil!- Gruñí en cuanto entramos porque definitivamente habían varias miradas sobre nosotros. En absoluto no debía ser porque Lykaios iba medio en pelotas. A mi tan raro no me parecía, me había costado comprender porqué debía ir uno bien vestido. Habían un par de tiparracos también algo heriditos y el par de negrazas, pero ni rastro del Rybar. Vanessa, la llamó Lykaios a la muchacha. Alcé las orejas como pensando que era una de los nuestros. Yo le sonreí de fondo, la mar de orgulloso de ver a un compi ahí.
Me senté mientras hablaban las cosas para las habitaciones. -Capturar… Argh, imagino que si. No vi nada. Pero había helicópteros… Cogiendo gente… Quizás no eran todos humanos, me temo.- Respondí cuando oí a uno de ellos preguntar algo sobre pillar peña. -Nosotros tenemos un rehén también. Quizás sirve para… Hacer tratos.- Me tragué mi orgullo al pensar que quizás tendríamos que usar al tío aquel… Esperaba que fuera alguien importante o valioso. Podrían haber pillado decenas de los nuestros, y si podíamos rescatar aunque fuera uno a cambio de ese definitivamente ya habría valido la pena. No me hacía nada de gracia que acabara salvándose, pero una vida era prioritario.
Al final acabaron llevándome hacia arriba. Yo para entonces llevaba un rato empanandome de poco, con la cabeza muy en frío y dando tumbos. Para cuando me quise dar cuenta estaba subiendo escaleras, luego en una habitación y finalmente estirado en una cama. Había venido más peña para ahí. Oh, perfecto. El negraz… Lilaco era curandero. Yo no sabía que coño era un drow, yo pensaba que habían elfos negros de la misma manera que habían humanos negros. Me alegré un poco (aunque ya desvariaba) de haber pensado en compartir bebida con él antes. Eso era el karma, el buen karma.
Me preguntó algo de un no se tal Yden y los cuernos. -Yden, qué nombre tan estúpido. ¡Yo soy un dragón, cojones! ¿A que nunca has curado uno? ¡Pues mira, ahora tienes todo el honor!- Le dije con un poco de nervios, aunque mi tono tan chillón empezaba a esfumarse. Me llamó lagarto y que me iba a doler… Me empezó a desvestir sin preguntar mucho. Yo miré alrededor, busqué a las caras conocidas y le hice un “ok” con la mano, con el dedo para arriba. -Hace falta mucho más para tumbar a un…- Me metió una especie de pinzas hechas con cristal en la espalda y me cagué en su puta madre y toda la familia que necesitó para traerlo al mundo. En voz alta. Estaba de espaldas a él -me estaba sacando la bala de ahí- pero entreví por el rabillo del ojo una sonrisa.
-Tu estabas bebiendo antes, ¿No? Lo que no use para desinfectar te lo quedas. Pero solo si dejas de INTENTAR ARRANCAR UN BRAZO. ¿ENTIENDES?- Me di cuenta demasiado tarde que le estaba pillando la mano de las pinzas con todas las uñacas, enseñándole los dientes. Notaba la sangre salir por la espalda, ¿Estaba seguro de lo que se hacía? Entonces con todo el morro del mundo me empezó a vendar, dándome vueltas. Creo que me estaba mirando más allá de las heridas. Esos ojos veían algo que le gustaba… Dios, que mal rollo. Joder, si hubiera tenido tetas aún, pero… Era un bicho raro. Hizo algo similar con el resto de las balas. Vendaba rápido y raudo, y me estaba bañando a alcohol, pero me habría desangrado -y ya me veía muerto- mucho. Aunque entonces noté algo. Bien. Un hechizo. Vale, estaba curándome. Si, si. Eso estaba mejor. No iba a cerrármelo del todo pero…
Para cuando acabó solo vi que desinfectaba las pinzas de cristal en un vasito con más de aquella bebida tan rica y empezaba a mirar al resto. -Este no tardará en dormirse… ¿Siguiente?- Yo refunfuñé.
-¿¡Cómo que dormirme!? Aún estoy…- Me dio una soberana ostia no sé cómo pero me desmayÉ. No necesitaba hacer barbaridades porque ya estaba muy ido, pero me quedé sobado pensando en que quería yo un truquito así.
-¿¡SIGUIENTE!?- Vale, estaba nervioso, definitivamente. Aunque no estuve despierto para vivirlo.
Pego un bote en la silla cuando alguien mas entra en la taberna, pegando un portazo y muchas voces. Por un momento me creo que es una partida de soldados que ha venido a por nosotros, creyendo que nos perseguirian hasta el mismisimo infierno. Pero no. Son mas heridos. El moreno me suena de haberlo visto, peleando contra uno de los soldados, a los otros dos....ni idea. El de los cuernos llama mi curiosidad. Pero el que llevan a rastras tambien, pues por lo que le queda de indumentaria, parece un soldado. Mis ojos parecen tener ganas de cerrarse cuando escucho a Vanessa darme las gracias.
-Bah, una desaparicion la hace cualquiera....siempre que no haya centinelas de por medio. - algo cabreado, porque siento que no me debe dar las gracias, vuelvo a toser cansinamente, trayendo mas sangre a mi boca. Que asco. Esta tambien la escupo. -Parezco una puta llama
Miro a los elfos oscuros, estaba to rayao porque recordemos que a mi no me dieron educacion de mago, y lo que sabia lo habia descubierto por mi mismo en el poco tiempo que llevaba viviendo a lo loco por mi cuenta, y en ese tiempo, no habia obtenido ninguna informacion sobre elfos, ni mucho menos, oscuros. Lo de los dragones era otro asunto, de ellos si habia oido hablar, pero hasta la batalla nunca habia visto alguno. Mas tarde me enteraria de que el cornudo era aquel dragon en cuestion.
"eh, ese es curandero..."
Agarro mi scooter y me lo pongo delante de los ojos, evaluando los niveles magicos de Vor. Leo unos niveles mas que aceptables, y vuelvo a bajar el scooter, pues no habia llegado a encasquetarmelo del todo. Tras la cura que lanza a Vanessa y el hecho de que Lykaios pida habitaciones y se pongan a subir gente, asumo que eso nos incluye. Me levanto y ayudo a Vanessa a hacer lo propio, farfullando
-Has dicho jefe? la brigada de la que me hablabas?
Tras esto, me separo de ella, dejandola con el peliazul. Yo subiria las escaleras solito, que no me hacia falta que me ayudaran. Obviamente el elfo se lleva al dragon y consiguen subir antes, yo camino hacia alla con algo de dificultad
"joder, solo quiero dormir....y unas natillas. Ademas me siento totalmente fuera de lugar. Pero tu shhhhhhhhhhh"
Antes de subir las escaleras, me empano mirando por la ventana. Seguirian peleando? Seguirian alli? Habria muerto? Me importaba? Con una cara extraña aparto la mirada y comienzo a subir las escaleras, de un modo totalmente renqueante y patetico. Pero ya estaba hasta las narices de las miraditas del resto de clientes de la posada. Es que nunca habian visto a un grupo de personas medio desangrarse al unisono? Llego a la habitacion justo en el momento en el que le estan pegando una hostia al pelirrojo, entonces miro al elfo como cara de..... 'yo no he sido'.
-Bah, una desaparicion la hace cualquiera....siempre que no haya centinelas de por medio. - algo cabreado, porque siento que no me debe dar las gracias, vuelvo a toser cansinamente, trayendo mas sangre a mi boca. Que asco. Esta tambien la escupo. -Parezco una puta llama
Miro a los elfos oscuros, estaba to rayao porque recordemos que a mi no me dieron educacion de mago, y lo que sabia lo habia descubierto por mi mismo en el poco tiempo que llevaba viviendo a lo loco por mi cuenta, y en ese tiempo, no habia obtenido ninguna informacion sobre elfos, ni mucho menos, oscuros. Lo de los dragones era otro asunto, de ellos si habia oido hablar, pero hasta la batalla nunca habia visto alguno. Mas tarde me enteraria de que el cornudo era aquel dragon en cuestion.
"eh, ese es curandero..."
Agarro mi scooter y me lo pongo delante de los ojos, evaluando los niveles magicos de Vor. Leo unos niveles mas que aceptables, y vuelvo a bajar el scooter, pues no habia llegado a encasquetarmelo del todo. Tras la cura que lanza a Vanessa y el hecho de que Lykaios pida habitaciones y se pongan a subir gente, asumo que eso nos incluye. Me levanto y ayudo a Vanessa a hacer lo propio, farfullando
-Has dicho jefe? la brigada de la que me hablabas?
Tras esto, me separo de ella, dejandola con el peliazul. Yo subiria las escaleras solito, que no me hacia falta que me ayudaran. Obviamente el elfo se lleva al dragon y consiguen subir antes, yo camino hacia alla con algo de dificultad
"joder, solo quiero dormir....y unas natillas. Ademas me siento totalmente fuera de lugar. Pero tu shhhhhhhhhhh"
Antes de subir las escaleras, me empano mirando por la ventana. Seguirian peleando? Seguirian alli? Habria muerto? Me importaba? Con una cara extraña aparto la mirada y comienzo a subir las escaleras, de un modo totalmente renqueante y patetico. Pero ya estaba hasta las narices de las miraditas del resto de clientes de la posada. Es que nunca habian visto a un grupo de personas medio desangrarse al unisono? Llego a la habitacion justo en el momento en el que le estan pegando una hostia al pelirrojo, entonces miro al elfo como cara de..... 'yo no he sido'.
-No es mi tio, tio! es mi primo.... -vale, se lo pasaba porque los knox eramos muchos, muy confusos, muy azules y porque él estaba muy desangrado. Pero asiento, me parece bien que le haya mandado un mensaje. Aunque yo me quedaria alli con los mios, Vanessa y Nery. Eran los dos de la Brigada que sabia que habian estado en la batalla, y por lo que acabo de ver, el semidrow se estaba encargando de Vanessa.
-Os conoceis? -pregunto entonces cuando Johan y Vor se hablan, sep, indudablemente se conocen. Observo a Vanessa, señalandole al dragon que llevo a un lado de mi, con un gesto de la cabeza -Vanessa, todos, en general, os presento a ...Yienor...Khelinnery....Shayker. Yienor! Se ha unido a nosotros hace poco. Pero lo habeis visto todos en la batalla, vaya que si.
Vor entonces se encarga de ayudar a Johan y a Nery. El chico desconocido sube por su propio pie. Yo me rasco la nuca, y miro a Vanessa con una sonrisa. -¿Acaso lo dudabas, Moreau? No hay luna ni centinela que pueda con nosotros. Va, te ayudo. -agarro a Silent de nuevo, no voy a dejarlo ahi tirado. La herida del hombro me duele, pero mi umbral de dolor es bastante alto la verdad, y como no me ha afectado a la articulacion, sigo teniendo movilidad. Asi que puedo ayudar a Vanessa y subir a Silent por las escaleras a la vez.
"Asi que, estos elfos negros son...uh, magos mercenarios, si, y quieren al soldado que ha cazado Nery, y a Nery le da igual, y a mi me daria igual, pero creo que tiene algo que ver con Rybar...."
El craneo del pobre soldado golpea los escalones porque no le pongo mucho cuidado, y cuando llegamos a las habitaciones que heextorsionado alquilado. Suelto una risotada al ver la ostia que le pegan a Nery para que se calle. [color:2a7a=crimson0]-Habla por los codos.
"va, no es el momento. Pero bueno, se va a poner bien"
Ayudo a Vanessa a que tome asiento, la habitacion por fortuna era relativamente grande y tenia dos camas grandotas, asi que la acerco a una de ellas. Luego, arrastro a Silent hasta una esquina y lo dejo ahi sentado. Me agacho frente a el y le tomo el pulso, pero no doy con él. Será que no se tomar bien el pulso. -No lo vamos a dejar ir, no. Pero tampoco vamos a dejar que la palme, vivo nos sirve de más. Informacion, posibles trueques. Se va a enterar el tio este. Tras evaluarlo, me pongo de pie de nuevo, pero al haberme agachado me habia pisado la capa que me dio NEry y que ahora llevaba a modo de falda, con lo cual dicha capa queda en el suelo y yo de nuevo en pelotas, con los brazos en jarras examinando al soldado. Ni cuenta de que me habia quedado sin mi trapo. Afortunadamente al estar mirando a la pared estaba de espaldas a la peña.
"habra que curarlo y sujetarlo bien para que no haga el gilipollas. Desarmado y sin ninguna mierda tecnologica no será una amenaza"
-Os conoceis? -pregunto entonces cuando Johan y Vor se hablan, sep, indudablemente se conocen. Observo a Vanessa, señalandole al dragon que llevo a un lado de mi, con un gesto de la cabeza -Vanessa, todos, en general, os presento a ...Yienor...Khelinnery....Shayker. Yienor! Se ha unido a nosotros hace poco. Pero lo habeis visto todos en la batalla, vaya que si.
Vor entonces se encarga de ayudar a Johan y a Nery. El chico desconocido sube por su propio pie. Yo me rasco la nuca, y miro a Vanessa con una sonrisa. -¿Acaso lo dudabas, Moreau? No hay luna ni centinela que pueda con nosotros. Va, te ayudo. -agarro a Silent de nuevo, no voy a dejarlo ahi tirado. La herida del hombro me duele, pero mi umbral de dolor es bastante alto la verdad, y como no me ha afectado a la articulacion, sigo teniendo movilidad. Asi que puedo ayudar a Vanessa y subir a Silent por las escaleras a la vez.
"Asi que, estos elfos negros son...uh, magos mercenarios, si, y quieren al soldado que ha cazado Nery, y a Nery le da igual, y a mi me daria igual, pero creo que tiene algo que ver con Rybar...."
El craneo del pobre soldado golpea los escalones porque no le pongo mucho cuidado, y cuando llegamos a las habitaciones que he
"va, no es el momento. Pero bueno, se va a poner bien"
Ayudo a Vanessa a que tome asiento, la habitacion por fortuna era relativamente grande y tenia dos camas grandotas, asi que la acerco a una de ellas. Luego, arrastro a Silent hasta una esquina y lo dejo ahi sentado. Me agacho frente a el y le tomo el pulso, pero no doy con él. Será que no se tomar bien el pulso. -No lo vamos a dejar ir, no. Pero tampoco vamos a dejar que la palme, vivo nos sirve de más. Informacion, posibles trueques. Se va a enterar el tio este. Tras evaluarlo, me pongo de pie de nuevo, pero al haberme agachado me habia pisado la capa que me dio NEry y que ahora llevaba a modo de falda, con lo cual dicha capa queda en el suelo y yo de nuevo en pelotas, con los brazos en jarras examinando al soldado. Ni cuenta de que me habia quedado sin mi trapo. Afortunadamente al estar mirando a la pared estaba de espaldas a la peña.
"habra que curarlo y sujetarlo bien para que no haga el gilipollas. Desarmado y sin ninguna mierda tecnologica no será una amenaza"
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