Campo de entrenamiento

El joven parecía arrepentido, eso era una buena señal. Adael asintió cuando el otro se disculpó aunque sentía que ambos le tenían que pedir perdón a la mujer, debió preocuparse mucho. El mismo descendiente sabía mucho sobre tías enojadas. Contuvo la risa cuando la llamó basilisco porque era un tema serio y puso su mejor cara de seriedad aunque estaba llorando de la risa internamente. Si hubiera llamado basilisco a su tía, ésta lo habría rostizado.

Asintió entendiendo que las buenas posturas del muchacho, efectivamente se trataban de que ya había practicado antes pero se agarró el pecho en un exagerado gesto escandalizado cuando dijo que no sabía lo que era Shaolin. -Shaolin es un antiguo templo situado en China que desarrolló una forma particular de práctica religiosa budista integrada al entrenamiento del complejo arte marcial, que se extendió más allá del templo.- Explicó con clara admiración hacia aquel antiguo templo tras indicarle que vuelva a repetir la patada para verlo mejor.

-El término Kung Fu significa práctica y habilidad o entrenamiento y habilidad, lo que se adquiere con el tiempo, y tuvo sus principales exponentes en el templo Shaolin.- Continuó explicando. -El estilo de Kung Fu del norte de Shaolin da más importancia al uso de los pies y me alegra que hayas empezado por la defensa porque los movimientos sobre la magia sobre el fuego tiene pocos movimientos defensivos. Intenta la patada otra vez, pero ésta vez quiero que grites como en el primer movimiento.- Le pidió que repita la patada por segunda vez.

Añadió un aaaaaahhh muy largo y bobalicón cuando Adael le explicó qué era eso de ser Shaolin. Tampoco lo había entendido muy bien, pero parecía algo como muy trascendental y esas cosas de reiki y yaoming y el buda. La cosa es que unos monjes crearon un nuevo sistema de entrenamiento, fin. Asintió para sí mismo cuando comprendió a qué se refería toda la explicación para darla por concluida. Si pudiera luego le diría a Setelah que le explicara qué implicaba eso de ser Shaolin.

Tal y como indicó el descendiente repitió por segunda vez la patada. Se colocó en posición con las piernas semiflexionadas y cruzados, los brazos por encima de la cabeza. Y patada. Esta vez perdió un poco el equilibrio al volver a colocar las piernas en el suelo. Me volví a colocar en la posición inicial otra vez cuando el profesor comentó de repetir. Esta vez incluí un grito visceral con el primer movimiento, que casi se continuó con la patada. Y de repente… una llamita de color azul apareció y con las mismas se desvaneció. Juntó los pies en el suelo. Nichollas se arrascó la cabeza arqueando la ceja y miró un tanto desconcertado a Adael. ¿Qué acababa de pasar?

Entrecerró los ojos cuando el otro dió a entender que había comprendido su explicación, seguramente no tenía una dimensión del honor que era estar ante un monje Shaolin pero tampoco lo culpaba, era un conocimiento que no servía en la batalla y en un contexto como en el que estaban, aquello que no sirva en combate, era desechado.

La primera vez que repitió el movimiento, el joven maestro sintió que algo faltaba para que consiga el equilibrio requerido. Pero la segunda vez abrió los ojos sorprendido cuando vió lo que vió. Nichollas también tenía el fuego azul, como Mérida ¿Había estado al borde de la muerte, pasado por el infierno y sufrido una posesión como ella?

-Te haré una pregunta que quizás te parezca extraña, pero ¿Has estado al borde de la muerte, o pasado por el infierno, o sufrido una posesión?- Preguntó, cuando lo dijo en voz alta sonó aún más extraño.

-Es que otra bruja del fuego vino a mi también con el fuego azul y me contó que, después de pasar por todo eso, sus llamas se volvieron azules. Mérida Pyro ¿La conoces? Pelirroja… rulos incontrolables… ojos azules… Le expliqué que es un caso del que no tengo absoluto conocimiento sobre sus causas, sus condiciones o sus consecuencias. Puede ser un desarrollo espontáneo en las habilidades, pero acordamos estudiar y registrar sus avances sobre ésta capacidad ¿Quieres unirte a la investigación? La invité a la clase de hoy pero hoy, más temprano, pasé por el hospital y se encontraba ingresada aunque estable ¿De dónde crees que salió tu fuego azul?- Definitivamente había una conexión entre el pelo rojo y la magia del fuego.

-Tercera postura.- Indicó y se posicionó para que lo mire y lo imite. Una rodilla hincada, manos en el suelo, giro sobre el eje y al finalizar el giro extiende la pierna que estaba hincada.

-¿Pero no se supone que el fuego de un elementarista debería ser … rojo?- Me rasqué la cabeza sin entender qué narices estaba pasando, mirando a Adael que, según mi punto de vista, estaba flipando tanto o más como yo. A ver, conocía los fuegos fatuos, pero esto es otra cosa, ¿no? -Bueno… una vez me convirtieron en conejo y estuvieron a punto de comerme. ¿Cuenta?- Alzó los hombros sin saber si eso contaba o no… ay qué horror, ya pensaba que había olvidado aquello. Escalofríos le entraron por todo el cuerpo. Desde entonces se acabó la carne.


-Hace poco conocí a una chica que también tenía fuego azul. Igual es algo contagioso… ¡Sí! Esa misma. Mérida! Estuvimos en un bar cantando canciones. Tendría que volver a invitarla a un concierto. Nos lo pasamos en grande. En cualquier caso, ella dijo que era cosa del alcohol y yo le dije que parecían fuegos fatuos…- Me encogí de hombros. -¿Se puede ser elemantarista de fuego fatuo… o de fuego azul o de fuego endemoniado?- Me arrasqué la cabeza nuevamente, se habría un campo entero de posibilidades. -Oh, no sabía que estaba en el hospital. Iré a visitarla y le cantaré la canción que tanto le gustó. Sí, eso. Vale, yo me apunto a la investigación esa de los fuegos raros-

Repitiendo el ejercicio de antes, doy un par de saltitos en mi sitio, liberando brazos y musculatura. Paro, cojo aire y estiro el cuello a ambos lados. Luego le imito. Una rodilla al suelo, giro y patada al estilo de un rebuzno. Estaba claro que algunos de estos movimientos habría que ensayarlos más, porque no todos parecían funcionar. Nichollas quería probar el de la patada, que le ha hecho gracia hacer fueguecitos azules.
-¿Y qué le pasó a Mérida para estar en el hospital? ¿Ha tenido algo que ver con el fuego? ¿O ha sido jugando al baseball? ¿Cómo está? ¿está bien?-

-¿Se supone que las islas vuelan? No todo es como se supone que tiene que ser.- Explicó con calma dejando a un lado la sorpresa inicial. El mago se acarició la barbilla, pensativo, cuando el otro le relató un episodio que debió ser traumático para él y se encogió de hombros cuando le preguntó si eso contaba.

-Parece que debe haber algún tipo de conexión entre el fuego azul y los eventos traumáticos.- Dejó caer la hipótesis. -Averiguaré si es algo contagioso.- Tenía que acordarse de preguntarle a Lucio. Asintió cuando comprendió que los dos hablaban de la misma persona. También podía ser cosa del alcohol, en una investigación ninguna posibilidad debe descartarse.

-¿Fuegos fatuos?¿Qué es eso?- Preguntó con curiosidad. Ambos se podían beneficiar mutuamente de sus conocimientos. -Pues, parece que si.- Respondió a su pregunta de si se puede ser elementarista del fuego azul. Asintió sonriente cuando Nichollas aceptó formar parte de la investigación.

-Creo que tiene algo que ver con el embarazo, ayer me comentó que vendría si se sentía bien, así que supongo que no se siente bien. Dijo que había pasado unos días enferma por lo que supongo que fue al hospital y la ingresaron para tenerla en observación. En recepción me aseguraron que se encontraba estable.- Dijo mientras hacía la patada de rebuzno.

-Bien. Cuarta postura.- Lo felicito ya que hacía bien las posturas para ser la primera vez. Manos arriba, paso hacia adelante, la pierna que se deja atrás se levanta para finalmente dar una patada con la otra pierna. Ése era un movimiento un poco más complicado.

-Sí. Bueno, esta lo hace. Y yo estuve viviendo en un poblado que estaba encima de una tortuga... así que...- Me encogí de hombros, pues no estaba del todo seguro qué respuesta esperaba de mí. Ah, que a veces las cosas no son como se esperan que sean. Vale vale. No pillaba muy bien por dónde iban los tiros. Aclarado el tema, proseguimos, pues ya me sentí un poco más libre al poder responder a mi duda.

-Pues un fuego fatuo es un tipo de fuego que se produce en los bosques, pantanos... que se supone que es como que puede hacer que te pierdas si les sigues, pero yo también he visto el caso contrario, total, si ya estás perdido, ¿cómo sabes cuál es el camino correcto?. Y aunque pueden tomar distintos colores, una de las posibilidades es el azul, por supuesto- Asiento habiendo confirmado fuertemente mi teoría sobre los fuegos fatuos. Yo soy de los que creen que son fuegos bienhechores, y no malosos como los pintan los muggles, solo que ellos no los saben entender.

-¿Está embarazada?- Y cuándo ha podido ocurrir esto si hace dos días estábamos de fiesta en el bar de jarana. Me frustró un poco que haya perdido a mi compañera de karaokes y de conciertos en el bar de la isla, suponiendo que ahora debería buscar una nueva. Qué pena, porque con Mérida me lo pasé muy bien, es una tía muy agradable. Iré a darle la enhorabuena al hospital cuando acabe la clase, y ya de paso saludo a Justin. Sí, plan perfecto. -Qué bien, cómo me alegro. Luego iré ha hacerle una visita para animarle la estancia en el hospital, que sé que no le gustan. Le deprimen- Y lo sé porque lo he visto con mis propios ojos.

Muy bien, cuarta postura. Me coloqué al lado del maestro para imitar sus movimientos, pero en un cruce raro de piernas para elevar una de ella en modo patada, terminé en el suelo al perder el equilibrio -Estoy bien estoy bien, un resbalón sin importancia- Dije sacudiendo el polvo, intentándola de nuevo otra vez, teniendo especial cuidado con el movimiento que no me salía, que era el de subir la pierna tan alta. A duras penas podía llegar a la altura de la cadera...

¿Un poblado sobre una tortuga? El tema del fuego fatuo también llamó la atención del maestro. -¿Seguir al fuego?¿El fuego se mueve por cuenta propia?- Dudaba que se refiera a seguir una antorcha a lo lejos. Conocía lo de ir hacia la luz y debía tener algo que ver, pero no directamente. Si se trataba de un fuego andante, podía ser peligroso ya que podría quemarlo todo a su paso ¿Qué era lo que lo hacía aparecer?¿Qué era lo que lo movía?¿Por qué en los bosques y los pantanos? Parecía ser una especie de guía ¿Eso se relacionaba con las experiencias traumáticas que Nichollas y Mérida le habían relatado?¿Tendrá alguna relación con el arbusto en llamas que Moisés encontró? En cierta forma, fue su guía.

-Te acompañaré para decirle que te unes a la investigación.- Agregó asintiendo con desición cuando el otro dijo que la visitaría. El joven maestro se preocupó cuando vió que el otro se había caído, pero se tranquilizó cuando dijo que solo fue un resbalón y le tendió la mano para ayudarlo a pararse. Lo vió repetir el movimiento y asintió satisfecho. -Vas por buen camino, es normal que no salga al principio, ésa es bastante difícil. Deberías haber visto los moretones con los que volvía a casa después de las clases cuando tenía tu edad. Todo es práctica. El siguiente movimiento es más fácil y el último por ahora.- Le mostró que debía levantar la pierna lo más que pudiera en un movimiento circular acompañado por un giro del cuerpo y, cuando el pié esté en la cima, bajarlo con rapidez.

-Eh….. no... bueno, creo que no, sencillamente está. No sé. Yo no lo he visto nunca, sé que existe- Respondo al maestro ante sus preguntas del fuego fatuo. Me parece raro que él no sepa de esas cosas, pues como todo buen alumno se espera que el profesor supiera de todas las materias habidas y por haber, y pueda responder a todas las preguntas que se pueden plantear.

Le respondo un sencillo genial cuando dice que luego me acompañará al hospital para visitar a Mérida, preguntar cómo está y contarle que, por algún extraño motivo ambos estábamos conectados con nuestros tipos de fuegos azules. Yo no tenía ni idea de cómo se investigaba, y por no saber, no sabía ni convocar el fuego… y hasta hace dos minutos siquiera sabía que podía convocar fuego. Pero no sé, le dio en la nariz que podría ser divertido, ¿no?

Proseguimos con el entrenamiento, ayudándome del brazo que me tendió el profesor para levantarme del suelo antes de volver a tratar de repetir la posición número cuatro, que por cierto, es la que peor me salía. Sería cosa de trabajar la elasticidad, supongo… y habría que trabajarla un poco más y es el propio Adael el que me cuenta cuánto le costó conseguirlo a él siendo joven. Asiento decidido, tocará practicar un poco más para poder sacar el movimiento correctamente adelante. El último movimiento también consistía en una especie de patada al suelo acompañada con un giro. La elasticidad es la que falla ya que no puedo elevar la pierna más alto de la cadera. Pero uno lo intenta, claro. -¿Y ahora, entonces, qué tiene que pasar?

El joven maestro supo que la investigación sobre el fuego azul prometía descubrimientos. Ansiaba que se tratasen de hallazgos que ayuden a la humanidad a largo plazo, mientras que en el corto plazo esperaba que esos conocimientos sirvan a Mérida y Nichollas los cuales parecían ser buenas personas, para hacer frente a las fuerzas del mal que destruían la vida de los inocentes.

-Ahora vamos a estirar mientras respiramos hondo, eso es mucho muy importante.- Dijo en una posición derecha con un puño en la cadera y levantando el dedo índice de la otra mano. -Siéntate, yo te voy a ayudar.- Cuando el otro estuvo sentado, le indicó que abra las piernas y que se incline lo más cerca que pueda primero a una y luego a la otra mientras él empujaba suavemente su espalda para que se acerque más.

-Hay que trabajar la elasticidad ¿De acuerdo? Pero las posturas más importantes eran las dos primeras y las hiciste muy bien.- Lo felicitaba mientras empujaba lo suficiente como para que sienta el ardor del tirón en los glúteos pero no demasiado, no quería lastimarlo solo buscaba que aguante medio minuto con cada pierna mientras le indicaba que respire hondo. Lo mismo con las piernas juntas y luego los muslos.

No era alguien que mienta, rompa sus promesas o se desdiga si lo considera necesario, dar su palabra era hacer un juramento que cumpliría a pesar de todo y, si no lo hacía, sabía que no podría recuperar su honor. Ser honesto era su obligación y la de todos, así como ser prudentes y responsables. Era un devoto de la ley, las tradiciones y obedecía ciegamente la autoridad del Consejo y la de su familia.

Por eso, unos estiramientos después dijo -Bien, eso es todo por hoy.- Se inclinó en un saludo de estilo asiático esperando que Nichollas lo imite y dando así la clase por finalizada. -Tengo un rato libre hasta la próxima clase ¿Vamos a visitar a Mérida?- Había dado su palabra y pensaba cumplir. -Además quisiera acompañarte a tu casa para disculparme personalmente con tu tía.- Dijo comenzando a caminar en dirección a la salida del campo de entrenamiento.

Asentí cuando el profesor me dijo que había que estirar. Eso también me lo decía Setelah cuando entrenamos para no hacernos daño y estas cosas. De modo que trabajé en ello sin añadir más. Me siento, tal y como me indica y copio los movimientos que me dice que debo hacer, llegando a un límite bastante pronto, y notando como tira por distintas partes del cuerpo. Para luego ir relajando. Es una sensación agradable después de hacer un poco de ejercicio.

Sin embargo dice que hay que trabajar más la elasticidad. Ni idea de cómo se trabaja eso -¿Pero eso no lo hacen los bailarines?- Me pareció un poco extraño eso de la elasticidad, pero sencillamente, obedecí. Al parecer era algo importante, supongo que para poder subir la pierna un poco más arriba de lo poco que llegaba. Yo que sabía. Solo sé que mi cuerpo tenía un límite, y que como siguiera tirando me iba a romper en dos o en tres cachos.

-¡Yuhu! Buena clase- Dije al profe mientras me secaba el sudor de la frente. Imité el saludo a Adael y me dispuse a calzarme y recoger los zapatos de Joram y mis propios patines, que llevaría colgados en el hombro. -¡Por supuesto! Yo tengo que aprovechar las últimas horas de libertad antes de que llegue a casa y mi tía me castigue todo lo que me queda de por vida…- Adael dijo que también quería pasarse por casa y disculparme también. No rechisté y me pareció una idea sensacional, con un poco de suerte me reducirían el castigo a tres cuartas partes de mi existencia, pero bueno, ya encontraría la forma de fugarme.

Tras recoger todo, profesor y alumno salen del lugar en dirección al hospital para visitar a Mérida y luego seguir con sus quehaceres diarios.

En cuanto llegó al Campo recibió un patronus de Amaya informando que el chico que iba a hacer la prueba no iría porque había fallecido su hija adoptiva y también que Sarah vendría a entrenar. Aquella información le resultó un tanto agridulce. ¿Una pequeña muerta en Ouroboros? ¿Eso de qué iba? Investigaría luego y hablaría con el capitán del escuadrón del hospital. Sin dudarlo mucho activó su casco mientras los veía a todos en fila. Hasta donde sabía estaban todos los que ya habían hecho la prueba excepto algunos nuevos que, sospechaba, eran licántropos de los clanes que se habían mudado a Ouroboros en los últimos meses.

-Buenos días a todos. Hoy tendremos la última sesión de entrenamiento para luego hacer la incorporación a la guardia. Debo decir que muchos de vosotros me habéis sorprendido gratamente. Los demás, he visto un potencial muy bueno pero que es necesario pulir. Tanto como vuestras actitudes. Recordar que entrar a la Guardia no es solo "Vamos a jugar con espadas", tendréis que acudir al entrenamiento físico y completar algunas materias teóricas de las que se encargará otro de los capitanes. Tras ellos serán divididos en los distintos escuadrones a menos que se os convoque por un superior para lo contrario- Terminó de dar el discurso y los despachó a armarse. Una vez que estuvieron protegidos y armados, los ubico en el campo para darle las últimas indicaciones sobre la pelea a dúo. Estaban todos pares así que él se dedicó a corregir posiciones  mientras iba evaluando a cada uno de ellos de manera individual y tomando notas mentales. Por el momento tenían los cascos desactivados así que no oían sus pensamientos.

Llegué al campo de entrenamiento a la par que otros muchos de los chicos de nueva incorporación, y otros tantos, que iba a realizar sesiones de entrenamiento. Tenía un pacto de agresión con V, y pensaba cobrármelo. Permanecí con un perfil bajo un rato largo, escondida entre la penumbra del bosque, mientras el teniente de la guardia explicaba a los reclutas el ejercicio.

Para ese día, después de toda la ropa ñoña para la boda, ya me había vestido con mis ropas comunes: la chaqueta de cuero reforzado, el peto, el carcaj… Una buena guerrera nunca debería separarse de sus armas. Cuando el entrenamiento ya estaba avanzado, salí a la luz del sol…



-Teniente, tenemos una deuda pendiente. Y pienso cobrármela- Sonreí con malicia. Clavé la lanza en la tierra y cargué el peso sobre una de las caderas, junto a la mano del mismo lado. -Espero que tanto baile y besitos no te haya convertido en un príncipe Disney blandurrio- Desclavé la lanza, la cargué al hombro y saludé a los reclutas mientras seguían entrenando.

El entrenamiento iba avanzando y Vishous estaba contento de ver cómo poco a poco había visto el aprendizaje de las nuevas incorporaciones. El patronus de Amaya especificaba lo del reporte así que tendría que hundirse en papeleo en la tarde, al menos podría hacerlo desde su casa donde podría vigilar la comida -Estás dejando tu defensa descubierta- Le corrigió a uno de los chicos y le mostró el movimiento para evitar que le clavaran una espada o cualquier otro objeto que le arrebatara la vida. Sabía que lo más difícil era moverse con la armadura pero el entrenamiento les ayudaba y veía sus movimientos más fluidos.

Después de un rato, una melena pelirroja acaparó todas las miradas y Vishous sonrió de lado, se tocó el lado derecho de la sien para activar el casco. “Tranquilos muchachos, controlar vuestros pensamientos que estáis ante la Descendiente de Darwin”. Por mucho que se viera como una puta amazona que podría calentar la Antártida, se debían comportar delante de ella. Vio la lanza mientras se acercaba a ella, apagando el casco para no recibir tantos pensamientos que no podían controlar.

-Haz causado una tremenda impresión en los chicos- Le guiñó un ojo, con una sonrisa sardónica antes de hacer una reverencia llevándose un puño al pecho como muestra de respeto hacia la Descendiente. Después de ello se acercó para que la conversación no la oyeran los demás -Príncipe de Disney.  No, nada que ver. Aunque la armadura me queda de lujo- Bromeó dándose una vuelta sobre sí mismo y pidió que trajeran su espada -Tomar un receso, muchachos. La Srta.  Darwin y yo realizaremos un entrenamiento extra. Esta señorita ha logrado infiltrarse en el campamento enemigo y tiene habilidades que… Me interesa descubrir- Lo dijo en un tono neutral pero los ojos diamantinos de V delinearon todas sus curvas antes de recibir la espada.

Con el campo despejado se pusieron en el lugar, tomaron posiciones de combate y Vishous sonrió a Sara -Me identifico más con la Bestia antes de la llegada de Bella- Expresó y, a diferencia de muchos, fue él quien atacó primero  con una finta para evaluar la reacción de Sara.

Ataque físico: 5 + 10 stat + 10 hab. ficha : 25 cacas

El miembro 'Vishous Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Físico' :

No pude evitar reírme a carcajadas con su comentario de impresionar a los chicos, quitando importancia al tema con un aspaviento de mano.  No, por favor, tampoco es que fuese la chica más exuberante del lugar, para eso ya estaba Sofía, claro, que cortaba el hipo con su mera presencia. -Esperemos que no decaiga la expectativa, yo tengo la tengo bien puesta en ti, teniente, espero que no me falles- Le dije mientras me recogía el pelo en una coleta. Siendo sincera, la armadura le quedaba como un guante al teniente, pero no se lo iba a decir tan pronto, que luego se lo cree… más. Se despidió de los nuevos soldados de la guardia que se fueron a descansar mientras su oponente se preparaba, si bien es verdad que en una batalla real o estás listo o mueres, aprovechando para colocarme yo también en mi propia posición.
Lo que no esperaba la descendiente es que fuéramos a usar tácticas físicas en nuestro entrenamiento, pero en el arte del amor y de la guerra todo vale. Lo supuso cuando se preparaba con la espada. Estiró el cuello, haciéndolo crujir.  El campo de las artes físicas lo conocía, pero no lo manejaba como ella quisiera y estaba bastante oxidada … había pasado demasiado tiempo con Snagov y los dragones quizás.

Agarró con fuerza la lanza con su amenaza de bestia, iba a comprobar cuanta verdad había en esa afirmación y esperó el ataque, que no tardó. Para defenderse tomó la lanza con fuerza con ambas manos y la interpuso en la trayectoria de su estoque, que si bien estaba protegida con el peto, tendría que estar mucho más rápida. V era rápido y traicionero en batalla.  La lanza quedó clavada en el suelo, interponiéndose  entre la espada y ella,  dejando a los combatientes muy próximos el uno del otro. -¿Sabes que trabajar con bestias es mi especialidad, no?- Le guiñó un ojo y aprovechó las posiciones de ambos y de la lanza para rotar sobre ella, alzarse sobre el teniente y darle una patada directamente a la parte menos protegida, la cabeza. Hay pero con cuidado, que no había que dejar más mellas en su rostro o no me lo perdonará (¿?) Nah…. Ya hablarían después si eso.

DF: 14 ficha + 10 dado = 24
PS: 150 -1 = 149
AF: 10 ficha + 10 dado = 20

El miembro 'Sarah Darwin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa Física' :


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#2 'Ataque Físico' :

-Está mal eso de las expectativas. Que frustración tener que vivir a la altura- Era una cosa recurrente que hablaba con Descendientes ahora que lo pensaba. Lo que se esperaba de ellos versus lo que ellos querían hacer. Su madre también tenía ciertas expectativas para él pero poco a poco Vishous había ido degradándolas de la mejor manera posible, con tacto y cariño porque no quería herir a su madre pero tampoco mentirle.

Notó la intensidad con la que lo miró en cuanto se movió para atacarla, era interesante y si bien al principio había pensado que la heriría supo defenderse de su estocada y no quedó más que un rasguño.  Alrededor de ellos, esos que habían tomado un descanso, armaban un círculo para ver qué sucedía. A fin de cuentas no siempre se veía a un Descendiente y un teniente de la guardia pelear. Al estar tan cerca, los ojos de V se posaron en los labios de Sarah cuando habló y sonrió de lado -Podría probar tu especialidad- Eso sonaba eróticamente correcto y fue lo primero que se le vino a la mente. Y, como buen promiscuo, la sangre le bajó a la zona sur. Pero en cuanto la vio girarse alzó su mano derecha para protegerse la cabeza, en seguida su mano brilló en luz blanca y antes de que la patada le golpeara un campo de energía alejó la pierna de Sarah. Controlado. Un flujo de energía controlado logró que no la incinerara.

Escuchó un sonido entre la multitud lo que hizo que se riera bastante. No iba a negar, fue una buena patada y estaba seguro de que si no hubiese reaccionado rápido le habría golpeado -Muy bien, Darwin- Le miró a los ojos y estudió su cuerpo, podría decirse que para el combate, pero estaba haciéndolo para otra cosa; aunque debería enfocarse en la pelea. Después de reafirmarse un poco volvió a atacar con su digna experiencia militar para darle una estocada hacia el abdomen.  

Defensa: 0 + 5 (cana) + 10 (hab) + 12(stat): 27. Supera ataque de 20.

Ataque fisico:  25 + 10 + 10: 45 de ataque fisico.

El miembro 'Vishous Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Físico' :


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#2 'Defensa Mágica' :

Reflexionó sobre las palabras de V sobre las expectativas, no era falto de razón. Cuánto daño produce no estar a la altura, cuánto esfuerzo tirado, cuánta deshonra… Me mordí el labio, la verdad es que en eso me había pillado y no podía darle réplica. Batalla verbal: 1-0, punto para el teniente.
Sonreí con malicia cuando me dijo que no le importaría probar mi especialidad -Para eso tendrás que atraparme primero- De todos y todas es sabido que el teniente tenía una gran maña en la satisfacción carnal, y una lengua muy viperina, casi hipnótica. Pero Sarah no se lo pondría tan fácil, quizás sería por ser testadura, pero estaba claro que no lo pondría nada fácil. Pudo escapar de la patada, haciendo que la lanza se desenterrara de la tierra. Aterricé a unos metros del teniente, con uno de las manos en el suelo y la otra sujetando la lanza, por detrás del cuerpo. Estaba a nivel muy bajo, casi pegada al suelo, cuando escuché a nuestro público por primera vez. No había reparado en ellos todavía, desde que me había “despedido”. Con público sería más divertido, supuso.

Y si iba a haber público tenía que usar sus mejores armas. Probaría con la magia draconiana que había estado aprendiendo con Snagov antes de que muriera, podrían haber conseguido grandes cosas los dos… un remordimiento le carcomió las entrañas cuando se acordó del moreno. Sonrió hacia un lado al teniente cuando se dirigió a ella. Alzándose de nuevo cuando su contrincante procedía a atacar. Extendió la mano libre y la abrió tanto como los dedos le permitían, gruñendo unas palabras en idioma dragón, un hechizo de protección frente al estoque -Graan fus- Con esto le bastó para desviar el ataque de Vishous.

No le hizo falta moverse, quizás le faltase maña para el cuerpo al cuerpo, pero a distancia la magia era mucho más fácil para ella. Hizo rodar la lanza entre sus dedos, mientras volvía a hablar en idioma dragón, pero esta vez para preparar un ataque, -Dreh ahraan- murmuraba mientras se acercaba al teniente… Era un hechizo que produciría heridas en el contrincante, similar al Sectumsempra, más efectivo y pero más poderoso.


DM 15 dado + 20 ficha + 5 canalizador + 10 hab = 50  > 45 AF
AM 0 dado + 19 ficha + 5 canalizador + 10 hab  = 31
PS 149 (se mantienen)

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#1 'Defensa Mágica' :


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#2 'Ataque Mágico' :