Recuerdo del primer mensaje :
Castillo Le Fay
El ver una isla entera flotar resulta impresionante, pero verla en caída libre, para alguien como Adael que se crió, forjó amistades y recuerdos invaluables allí, no era menos que traumático. Vío cómo la isla descendía mientras el viento le alborotaba el pelo montado en el gigantesco dragón plateado junto con estudiantes y sus familias.
Cuando llegaron al Castillo de los Le Fay ya había varios dragones congregados y cabizbajos. El dragón plateado aterrizó suavemente y Adael desmontó para ayudar a los demás a bajarse del enorme dragón que los había llevado a todos a salvo. Cuando casi todos habían descendido, el mago acarició al gran y triste dragón.
-Gracias.- No sabía qué más decir, aunque no tuvo tiempo de decir más. Una madre lloraba desconsolada a su hijo inconsciente, al cual estaban bajando del animal. Adael lo tomó en brazos y lo llevó al interior seguido por la madre y todo un grupo de gente, la mayoría estudiantes. Le indicaron una sala donde acostarlo para que lo atiendan en la cual había otras personas, algunas quejándose más que otras, los demás o estaban dormidos o inconscientes. En la sala contigua estaba Markus siendo atendido. Por los pasillos había sangre que estaban limpiando, había personas en estado de shock, otras llorando, otras consolándolas y abrazándose. Era reconfortante ver eso. Los piés de Adael lo llevaron a un lugar abierto donde el aire fresco le pegó en el rostro y lo espabiló un poco, estaba en el jardín y allí estaban Sean y Sofía charlando así que se acercó a ellos cuando escuchó que mencionaban la muerte de Snagov.
-Sean, Sofía. Están atendiendo a Markus. Parece que hay esperanzas.- Decía mientras se terminaba de acercar y se sentaba como indio frente a ellos, cabizbajo. Sofía propuso hacer otro cónclave. -Podríamos considerar construir más hospitales...- En eso vio pasar a dos alumnos que siempre se terminaban peleando, ayudándose. -Las catástrofes, algunas veces, sacan lo mejor de nosotros ¿No creen?- Dijo con una sonrisa amarga.
Cuando llegaron al Castillo de los Le Fay ya había varios dragones congregados y cabizbajos. El dragón plateado aterrizó suavemente y Adael desmontó para ayudar a los demás a bajarse del enorme dragón que los había llevado a todos a salvo. Cuando casi todos habían descendido, el mago acarició al gran y triste dragón.
-Gracias.- No sabía qué más decir, aunque no tuvo tiempo de decir más. Una madre lloraba desconsolada a su hijo inconsciente, al cual estaban bajando del animal. Adael lo tomó en brazos y lo llevó al interior seguido por la madre y todo un grupo de gente, la mayoría estudiantes. Le indicaron una sala donde acostarlo para que lo atiendan en la cual había otras personas, algunas quejándose más que otras, los demás o estaban dormidos o inconscientes. En la sala contigua estaba Markus siendo atendido. Por los pasillos había sangre que estaban limpiando, había personas en estado de shock, otras llorando, otras consolándolas y abrazándose. Era reconfortante ver eso. Los piés de Adael lo llevaron a un lugar abierto donde el aire fresco le pegó en el rostro y lo espabiló un poco, estaba en el jardín y allí estaban Sean y Sofía charlando así que se acercó a ellos cuando escuchó que mencionaban la muerte de Snagov.
-Sean, Sofía. Están atendiendo a Markus. Parece que hay esperanzas.- Decía mientras se terminaba de acercar y se sentaba como indio frente a ellos, cabizbajo. Sofía propuso hacer otro cónclave. -Podríamos considerar construir más hospitales...- En eso vio pasar a dos alumnos que siempre se terminaban peleando, ayudándose. -Las catástrofes, algunas veces, sacan lo mejor de nosotros ¿No creen?- Dijo con una sonrisa amarga.
No pasa mucho tiempo hasta que escucho voces conocidas. Intento recomoponerme, me pongo en pie, me coloco las ropas que por fin me he cambiado y voy por el pasillo buscando las voces que parece que se han movido.
Me seco las lágrimas según estoy llegando a los jardines donde varios de los compañeros descendientes estaban. Me alegro poder volver a estar con ellos, al menos sé que toda la carga emocional no va a ser cosa de una persona sola.
-¡Chicos! Hacía como mil años que no os veía, ¿cómo estáis? ¿Os habéis enterado ya? Qué horror…- Todo es intentar aparentar normalidad. -¿Qué pensáis que debemos hacer ahora? ?Deberíamos convocar un Cónclave o algo? Tenemos que enterrar a Snagov, darle una … despedida como él se merece- suspiro.
Me seco las lágrimas según estoy llegando a los jardines donde varios de los compañeros descendientes estaban. Me alegro poder volver a estar con ellos, al menos sé que toda la carga emocional no va a ser cosa de una persona sola.
-¡Chicos! Hacía como mil años que no os veía, ¿cómo estáis? ¿Os habéis enterado ya? Qué horror…- Todo es intentar aparentar normalidad. -¿Qué pensáis que debemos hacer ahora? ?Deberíamos convocar un Cónclave o algo? Tenemos que enterrar a Snagov, darle una … despedida como él se merece- suspiro.
Asintió a la propuesta de sofía de celebrar un nuevo conclave cuando Adael apareció frente a ellos sentándose en el suelo, le saludó inclinando levemente su cabeza, "Al menos hay una buena noticia... más o menos" dijo ante la información sobre Marcus y prosiguió. "Yo opino lo mismo, debemos realizar otro cónclave y tratar este tema de forma inmediata al igual que muchos otros entre ellos unirnos a las otras razas de seres mágicos, esto no nos afecta solo a nosotros y necesitaremos toda la ayuda que nos sea posible, ahora jugamos en desventaja" .
Al escuchar lo de los hospitales, negó con la cabeza a lo que contestó "No nos sirve de nada crear hospitales para que vengan los humanos y los destruyan... lo primero es asegurarnos de ganarles algo de terreno y en este momento ni siquiera disponemos de los recursos necesarios para crearlos", se quedaron un momento en silencio hasta que nuevamente Adael rompió el silencio haciendo un comentario mientras observaba a un par de alumnos ayudándose entre sí. "Eso es lo malo, que una catastrofe como esta sea la que tenga que abrirnos los ojos... deberíamos haber actuado antes de que todo esto ocurriera...".
Se quita el monóculo y lo limpia con su camiseta, cuando se lo vuelve a poner, alza la vista al cielo, no era azul como debería, la nube de escombros de ouroboros no se había disipado, por un momento se perdió en sus pensamientos hasta que una vocecilla le despertó, era Sarah, sus ojos estaban rojos de tanto llorar y aún así se esforzaba por mostrar una sonrisa y eso le destrozaba el corazón pues él mismo se había autoconvencido de ser fuerte.
Sean se levantó, tomó las manos de la chica y mirándola directamente a los ojos le dijo con una voz dulce y tranquilizadora "No te preocupes Sarah, solo estamos nosotros aquí, no tienes que fingir entre nosotros ni ocultar tu dolor, hoy yo seré fuerte por los dos si eso te ayuda a aliviar tu carga".
Al escuchar lo de los hospitales, negó con la cabeza a lo que contestó "No nos sirve de nada crear hospitales para que vengan los humanos y los destruyan... lo primero es asegurarnos de ganarles algo de terreno y en este momento ni siquiera disponemos de los recursos necesarios para crearlos", se quedaron un momento en silencio hasta que nuevamente Adael rompió el silencio haciendo un comentario mientras observaba a un par de alumnos ayudándose entre sí. "Eso es lo malo, que una catastrofe como esta sea la que tenga que abrirnos los ojos... deberíamos haber actuado antes de que todo esto ocurriera...".
Se quita el monóculo y lo limpia con su camiseta, cuando se lo vuelve a poner, alza la vista al cielo, no era azul como debería, la nube de escombros de ouroboros no se había disipado, por un momento se perdió en sus pensamientos hasta que una vocecilla le despertó, era Sarah, sus ojos estaban rojos de tanto llorar y aún así se esforzaba por mostrar una sonrisa y eso le destrozaba el corazón pues él mismo se había autoconvencido de ser fuerte.
Sean se levantó, tomó las manos de la chica y mirándola directamente a los ojos le dijo con una voz dulce y tranquilizadora "No te preocupes Sarah, solo estamos nosotros aquí, no tienes que fingir entre nosotros ni ocultar tu dolor, hoy yo seré fuerte por los dos si eso te ayuda a aliviar tu carga".
Mientras recomponían sus corazones rotos, algo de esperanza llegó hasta ellos. Había escuchado también de la mala condición en la que Markus se encontraba, así que el que estuviera bien le sacó una sonrisa de los labios, aún con un poco de pesar.- Quizás tendría que ir a mi laboratorio. Seguro que algunas pociones aún sirven y podrían ser de ayuda después.- Desde aquel castillo no sabía muy bien como llegar, pero parecía que alrededor había buenas plantas de las cuales echar mano en caso de que se necesitara. Sonrió de nuevo al verle tan campante sentarse, asintiendo también a la idea de los hospitales, que seguro más gente los necesitaría, aunque aún guardaba el recelo de qué harían los descendientes en su conjunto.
La voz de Sarah llegó a sus oídos al instante. Si bien se escuchaba como aparentando alegría, su semblante decía lo mismo que el resto de los perjudicados por toda la situación.
Sarah...- Susurró suavemente su nombre, tratando de darle fuerzas con una cálida sonrisa. Como si todo estuviera bien. Se acercó a ella al momento que Sean y le regaló un abrazo por la espalda al tiempo que ponía sobre sus hombros la capa de Sean. No tardó mucho en volver a sentarse, mirando alrededor como si quisiera obtener respuestas de las plantas, como siempre lo hacía.- Habrá que pensar en algo para Snagov. No podremos reemplazarlo nunca, pero vivirá en nuestros corazones. Quizás los dragones tengan un rito que podamos seguir.
La voz de Sarah llegó a sus oídos al instante. Si bien se escuchaba como aparentando alegría, su semblante decía lo mismo que el resto de los perjudicados por toda la situación.
Sarah...- Susurró suavemente su nombre, tratando de darle fuerzas con una cálida sonrisa. Como si todo estuviera bien. Se acercó a ella al momento que Sean y le regaló un abrazo por la espalda al tiempo que ponía sobre sus hombros la capa de Sean. No tardó mucho en volver a sentarse, mirando alrededor como si quisiera obtener respuestas de las plantas, como siempre lo hacía.- Habrá que pensar en algo para Snagov. No podremos reemplazarlo nunca, pero vivirá en nuestros corazones. Quizás los dragones tengan un rito que podamos seguir.
No consigo quitarme de encima la maldita sensación de fracaso que me persigue desde el día en que operé a Matvey a vida o muerte. La operación no fue un éxito, pues el nigromante quedó en coma, lo cual no es garantía de que vaya a seguir con vida. Tampoco pude hacer nada por Snagov, que murió en brazos de Sarah. Sin mi magia de sanación no soy suficiente para salvar vidas, solo otro médico más. Hace unos días también llegó una muchacha rubia con problemas de "corazón", y tampoco he podido hacer mucho más que mantenerla con vida con algunos aparatos que trajimos del hospital de Ouroboros. Allí también perdimos a otras dos compañeras, Kira y Helena. No conseguimos descubrir quién o quiénes atentaron contra ellas. Es como si en los últimos tiempos el infortunio se hubiese cebado con los Descendientes. Tal vez sea el karma, por no haber intervenido antes en la guerra de un modo más directo.
Esos pensamientos me rondan la cabeza mientras trato de ser útil ayudando a los heridos y enfermos que hay refugiados en la casa, aunque evito hablar con mis compañeros para no mostrar la negatividad que me invade estos días. Sé que no está bien seguir evitandoles, así que cuando me los encuentro por los jardines respiró hondo, caminando hacia ellos.
- Puede que no sea el momento, pero tenemos que hablar de algunas cosas importantes para el Consejo, y sobre lo que haremos a partir de ahora.- evito mirar directamente a Sarah, me siento mal por ella. - No podemos permitir que caiga nadie más. Tenemos que proteger este sitio a toda costa
Esos pensamientos me rondan la cabeza mientras trato de ser útil ayudando a los heridos y enfermos que hay refugiados en la casa, aunque evito hablar con mis compañeros para no mostrar la negatividad que me invade estos días. Sé que no está bien seguir evitandoles, así que cuando me los encuentro por los jardines respiró hondo, caminando hacia ellos.
- Puede que no sea el momento, pero tenemos que hablar de algunas cosas importantes para el Consejo, y sobre lo que haremos a partir de ahora.- evito mirar directamente a Sarah, me siento mal por ella. - No podemos permitir que caiga nadie más. Tenemos que proteger este sitio a toda costa
Todo había sido muy confuso. Recordaba el viaje en coche, a ratos. Hablaban entre ellos pero no conseguía entender nada. Después habíamos llegado a aquel sitio y recordaba a más gente hablando, un medimago con cara estresada y todo negro.
Dolor, y ruidos extraños. Apenas sentía mi cuerpo. Notaba un intenso hormigueo por toda mi piel pero nada más. Había cables, muchos. Y aparatos cerca de mí. Por uno de los tubos se podía ver mi sangre. Fluía lenta y negra, espesa. Mis ojos se desviaron a mis manos, hablar de palidez era quedarse corto. Las puntas de mis dedos se habían tornado casi negras también y el resto de mi mano tenía un color blanco resplandeciente. Enfermizo. Además se notaban los huesos.
Una respiración costosa salió por mi boca y volví a mirar al techo.
"No tiene buena pinta"
Recordaba haber escuchado algo de mantenerla viva. No sé si había dado resultado, ni cuánto tiempo había pasado. Desde luego pintaba mucho peor que en el Castillo Black.
La vista se perdió ahora al lado izquierdo. Su ropa en una silla. Su varita inservible y su anillo en una mesa. Pensó en cogerlo. En realidad mandó la orden de hacerlo a su brazo pero no se movió. Sus pies tampoco recibían órdenes. Solamente notaba ese hormigueo y un movimiento apenas imperceptible. Sus labios se apretaron ahogando un lamento sin embargo tampoco escuchó más que un ruido sordo. Una de dos... O tampoco podía hablar o no oía cómo debería.
Dolor, y ruidos extraños. Apenas sentía mi cuerpo. Notaba un intenso hormigueo por toda mi piel pero nada más. Había cables, muchos. Y aparatos cerca de mí. Por uno de los tubos se podía ver mi sangre. Fluía lenta y negra, espesa. Mis ojos se desviaron a mis manos, hablar de palidez era quedarse corto. Las puntas de mis dedos se habían tornado casi negras también y el resto de mi mano tenía un color blanco resplandeciente. Enfermizo. Además se notaban los huesos.
Una respiración costosa salió por mi boca y volví a mirar al techo.
"No tiene buena pinta"
Recordaba haber escuchado algo de mantenerla viva. No sé si había dado resultado, ni cuánto tiempo había pasado. Desde luego pintaba mucho peor que en el Castillo Black.
La vista se perdió ahora al lado izquierdo. Su ropa en una silla. Su varita inservible y su anillo en una mesa. Pensó en cogerlo. En realidad mandó la orden de hacerlo a su brazo pero no se movió. Sus pies tampoco recibían órdenes. Solamente notaba ese hormigueo y un movimiento apenas imperceptible. Sus labios se apretaron ahogando un lamento sin embargo tampoco escuchó más que un ruido sordo. Una de dos... O tampoco podía hablar o no oía cómo debería.
Aunque supuse que había interrumpido alguna conversación más o menos importante, parecía que nadie se había molestado. Está claro que las noticias en este castillo vuelan más rápido que en la isla, donde siempre podrías refugiarte o perderte en los jardines, por algún bosquete o en la biblioteca. Pero, sobre tierra firme, las piezas del ajedrez se mueven en un terreno que para algunos de ellos, es desconcertante y desconocido, y juegan con unas reglas que no conocen del todo.
Por eso el recibimiento de los compañeros descendientes me caló tan hondo. Sí, ya había conocido el dolor de la pérdida, como todos los demás, de alguien tan cercano como es un miembro del consejo, pero hasta ahora nunca se me había muerto nadie en brazos. Y mucho menos alguien tan cercano como podía haber sigo Snagov, con el que compartía tantas cosas. Definitivamente la tierra firme no estaba hecha para una persona como yo, Sarah Darwin, que ama la vida por encima de todas las cosas, y esas tierras estaban cargadas de dolor y muerte. El abrazo de Sofía hizo que mis piernas se debilitaran como un flan, mira fijamente a Sean y no pude más que romper a llorar. Son todos tan bonitos, tan adorables, tan perfectamente imperfectos... ¿cómo podría entender la vida sin alguno de ellos? Se secó las lágrimas con la muñeca -Os quiero con el alma. Estoy bien, bueno... todo lo bien que se puede estar. Son muchas cosas las que hemos perdido en pocas horas... nuestras casas, nuestros recuerdos, nuestros compañeros- Me siento al lado de Sofía, alzando la mirada al cielo. Apoyo la cabeza en un hombro de alguna persona que esté cerca, agradeciendo el calor humano. -Sí, seguro que los dragones sabrán despedirle como se merece-
Es el mero hecho de la pérdida la que me comprime todas las entrañas. Ya perdimos a Helena, a Kira... a Markus por los pelos... Cuando llega Lucio me levanto de un salto escrutándole, intentando entender eso de "no podemos perder a nadie más". Cuando Matvey se desmayó ocurrió delante de mis propias narices. Esa frase no puede significar otra cosa más de más muerte. Le cojo a Lucio por los antebrazos, intentando buscar su mirada -¿Qué significa eso Lucio? ¿Cómo está Matvey? No me puedo creer que él también...- Y, yo qué sé, lo mismo son las hormonas o el ciclo lunar o que estoy sensible, pero no puedo evitar sentirme compungida y nuevamente mis ojos se humedecen tan solo con el hecho de pensar que también hemos perdido a Matvey
Por eso el recibimiento de los compañeros descendientes me caló tan hondo. Sí, ya había conocido el dolor de la pérdida, como todos los demás, de alguien tan cercano como es un miembro del consejo, pero hasta ahora nunca se me había muerto nadie en brazos. Y mucho menos alguien tan cercano como podía haber sigo Snagov, con el que compartía tantas cosas. Definitivamente la tierra firme no estaba hecha para una persona como yo, Sarah Darwin, que ama la vida por encima de todas las cosas, y esas tierras estaban cargadas de dolor y muerte. El abrazo de Sofía hizo que mis piernas se debilitaran como un flan, mira fijamente a Sean y no pude más que romper a llorar. Son todos tan bonitos, tan adorables, tan perfectamente imperfectos... ¿cómo podría entender la vida sin alguno de ellos? Se secó las lágrimas con la muñeca -Os quiero con el alma. Estoy bien, bueno... todo lo bien que se puede estar. Son muchas cosas las que hemos perdido en pocas horas... nuestras casas, nuestros recuerdos, nuestros compañeros- Me siento al lado de Sofía, alzando la mirada al cielo. Apoyo la cabeza en un hombro de alguna persona que esté cerca, agradeciendo el calor humano. -Sí, seguro que los dragones sabrán despedirle como se merece-
Es el mero hecho de la pérdida la que me comprime todas las entrañas. Ya perdimos a Helena, a Kira... a Markus por los pelos... Cuando llega Lucio me levanto de un salto escrutándole, intentando entender eso de "no podemos perder a nadie más". Cuando Matvey se desmayó ocurrió delante de mis propias narices. Esa frase no puede significar otra cosa más de más muerte. Le cojo a Lucio por los antebrazos, intentando buscar su mirada -¿Qué significa eso Lucio? ¿Cómo está Matvey? No me puedo creer que él también...- Y, yo qué sé, lo mismo son las hormonas o el ciclo lunar o que estoy sensible, pero no puedo evitar sentirme compungida y nuevamente mis ojos se humedecen tan solo con el hecho de pensar que también hemos perdido a Matvey
- post de Josephine:
- Josephine Patterson escribió:Todo había sido muy confuso. Recordaba el viaje en coche, a ratos. Hablaban entre ellos pero no conseguía entender nada. Después habíamos llegado a aquel sitio y recordaba a más gente hablando, un medimago con cara estresada y todo negro.
Dolor, y ruidos extraños. Apenas sentía mi cuerpo. Notaba un intenso hormigueo por toda mi piel pero nada más. Había cables, muchos. Y aparatos cerca de mí. Por uno de los tubos se podía ver mi sangre. Fluía lenta y negra, espesa. Mis ojos se desviaron a mis manos, hablar de palidez era quedarse corto. Las puntas de mis dedos se habían tornado casi negras también y el resto de mi mano tenía un color blanco resplandeciente. Enfermizo. Además se notaban los huesos.
Una respiración costosa salió por mi boca y volví a mirar al techo.
"No tiene buena pinta"
Recordaba haber escuchado algo de mantenerla viva. No sé si había dado resultado, ni cuánto tiempo había pasado. Desde luego pintaba mucho peor que en el Castillo Black.
La vista se perdió ahora al lado izquierdo. Su ropa en una silla. Su varita inservible y su anillo en una mesa. Pensó en cogerlo. En realidad mandó la orden de hacerlo a su brazo pero no se movió. Sus pies tampoco recibían órdenes. Solamente notaba ese hormigueo y un movimiento apenas imperceptible. Sus labios se apretaron ahogando un lamento sin embargo tampoco escuchó más que un ruido sordo. Una de dos... O tampoco podía hablar o no oía cómo debería.
Habíamos conseguido llegar al castillo Le Fay gracias a las indicaciones de Yaroslav, tras un largo y angustioso viaje en el vehículo que éste había robado. Josephine parecía estar peor a cada minuto que pasaba, y ni siquiera la ayuda del médico de los Descendientes consiguió frenar aquello. Lo único que ha podido hacer es mantenerla con vida utilizando algunos de sus aparatos médicos, pero conforme pasan los días eso parece ser también insuficiente. Empiezo a pensar que eso de la piedra fue un error desde el principio, y que si se hubiese usado un corazón de verdad ahora no estaría pasando esto. Por un lado no quiero separarme de ella, teniendo en cuenta en el estado en que está, pero por otro no soy capaz de quedarme aquí más que esperando sin hacer nada, sin buscar una solución. Ni siquiera he dejado que pasara Nyara a la habitación estos días, por si acaso se asusta por ver así a su madre. Al pobre Justin le ha tocado hacerse adulto de golpe, encargándose de la niña. Por lo demás no sé muy bien lo que está sucediendo en la casa ni en el exterior, los planes de ir a buscar a otros y organizarnos han quedado un poco en el aire con todo lo de Josephine. No veo más opción que conseguir un corazón sano para ella, al precio que sea. Ya crucé la línea una vez, hice lo que no debía. Todavía recuerdo la expresión de Lyran al descubrir lo que había hecho con aquel soldado.
Permanezco sentado a los pies de su cama hasta que la escucho removerse un poco al despertar, levantándome del sitio para ponerme a su lado y agacharme a su altura. Apoyo una mano en su antebrazo para que note que estoy ahí, mirándola con preocupación. - ¿Cómo te sientes? - pregunto sin mucha esperanza, porque con lo que veo es más que suficiente. Cojo un vaso de agua de la mesilla para intentar hacer que beba, levantándola un poco por la cabeza. - Resiste un poco más, las máquinas del galeno te mantendrán hasta que encontremos alguna manera de solucionarlo. - murmuro intentando parecer animado, sin saber muy bien qué más decir por aquello de que tengo miedo a no poder decirle nada nunca más.
Veo movimiento por el rabillo del ojo. Johan. Ni me había dado cuenta de que estaba allí. Se acerca y solamente siento un hormigueo más profundo en el brazo cuando lo toca.
Mi expresión se parece a la suya al ver como me mira. Ya sabía que la cosa no iba bien pero que esté en esa habitación en vez de buscando soluciones para todo ese caos me dice que es mucho peor aún.
Dice algo pero no distingo nada e intenta darme agua. Sorbo un poco pero cuesta bastante. Tragar quema, siento el agua esparcirse dentro. Es raro.
Vuelve a decir algo y solemente oigo un murmullo. Intenta parecer animado por lo que una de mis comisuras se levanta intentando sonreir.
-Nyara?
Pregunto por lo bajo escuchando mi voz del mismo modo. No sé ni siquiera si he pronunciado bien.
Mi vista pasa por las máquinas durante unos segundos y después vuelvo a mirarle.
-No hay mucho que hacer.
Vuelvo a decir en el mismo tono. Si pudiese encogería un hombro. Ya asumí una vez que se había acabado, supongo que no era difícil asumirlo de nuevo.
Si pudiese... Si pudiese le acariciaría la mejilla e intentaría tranquilizarle más que con palabras que no sé ni siquiera si estoy diciendo bien.
-que haces aquí?
Pregunto alzando ambas cejas lo máximo que puedo mirándole con esa cara de 'te conozco, tu eres de los que sale fuera a luchar hasta el final'. Cojo aire costosamente y miro mis brazos, no responden a mi orden de posar la mano sobre la suya.
Mi expresión se parece a la suya al ver como me mira. Ya sabía que la cosa no iba bien pero que esté en esa habitación en vez de buscando soluciones para todo ese caos me dice que es mucho peor aún.
Dice algo pero no distingo nada e intenta darme agua. Sorbo un poco pero cuesta bastante. Tragar quema, siento el agua esparcirse dentro. Es raro.
Vuelve a decir algo y solemente oigo un murmullo. Intenta parecer animado por lo que una de mis comisuras se levanta intentando sonreir.
-Nyara?
Pregunto por lo bajo escuchando mi voz del mismo modo. No sé ni siquiera si he pronunciado bien.
Mi vista pasa por las máquinas durante unos segundos y después vuelvo a mirarle.
-No hay mucho que hacer.
Vuelvo a decir en el mismo tono. Si pudiese encogería un hombro. Ya asumí una vez que se había acabado, supongo que no era difícil asumirlo de nuevo.
Si pudiese... Si pudiese le acariciaría la mejilla e intentaría tranquilizarle más que con palabras que no sé ni siquiera si estoy diciendo bien.
-que haces aquí?
Pregunto alzando ambas cejas lo máximo que puedo mirándole con esa cara de 'te conozco, tu eres de los que sale fuera a luchar hasta el final'. Cojo aire costosamente y miro mis brazos, no responden a mi orden de posar la mano sobre la suya.
Dejo de darle agua en cuanto veo que no consigue beber demasiada, volviendo a dejar su cabeza descansando sobre la almohada. La mirada que me echa me deja claro que es totalmente consciente de la situación en la que está, lo cual hace todo mucho más duro. Encima debe de haberse dado cuenta de mi cara, que me cuesta mucho disimular en condiciones. Incluso en su estado piensa en la niña, así que se me ocurre que tal vez la anime un poco si se la traigo.
- No te preocupes por Nyara, está bien, jugando con Justin. ¿Quieres verla? - puede que la niña no se de ni cuenta de lo que pasa, es demasiado pequeña. Tal vez sea una estupidez mantenerla apartada. - Esta casa es un lugar seguro, hay mucha gente para defenderla. - tomo una silla para sentarme a su lado, negando fervientemente con la cabeza a eso de que no hay nada que hacer. La lógica dice que lleva razón, sin magia no funciona lo que la mantenía viva, pero tiene que haber otra manera. El nudo de la garganta se tensa más mientras trato de responder de manera convincente.
- Claro que sí, ya lo conseguiste una vez, lo haremos de nuevo. Algunos de los que están en esta casa tienen conocimientos para hacerlo mejor que el tipo de la vez anterior, un corazón que no se estropee. - no sé si podrán hacer algo como un corazón artificial, pero tampoco los veo lo suficientemente rápidos como para llegar a tiempo. Tomo su mano entre las mías, notando lo fría que está. Tengo que acercarme un poco más para escuchar lo que dice, ya que casi ni le sale la voz. Sé por qué estoy aquí, y a la vez también sé que no le soluciono nada sin moverme del sitio. - No puedo irme...no quiero dejarte sola. - en realidad temo irme y que cuando regrese ya sea tarde, es todo una contradicción. - Perdóname por haberte dejado sola tantas veces, por no haber estado. - murmuro con sentimiento de culpabilidad apoyando mi frente contra la suya, decidido por fin a no dejar nada sin decir.
Mis cejas se arrugaron al ver que respondía. La estaba entendiendo pero las respuestas de Johan sonaban como murmullos lejanos.
Negué varias veces sin saber a que estaba negando. No quería decirle que no oía. Pensaba que eso le iba a producir más preocupación. Pero me está contando muchas cosas y es una comunicación imposible. No siento su mano pero si veo cómo se acerca y planta su frente en la mía. Cierro los ojos.
-tan mal eh?
Murmuro para mí a pesar de no oirme. Suelto lo que para mí es una risa única que se traduce en una respiración rápida.
-No oigo, pero sea lo que sea que estés diciendo...
Suelto otra respiración costosa.
-Johan t...
Y dejo de hablar, posiblemente si hubiese podido decir algo más le hubiese quitado la culpa que su cara expresaba. No quería que se sintiese culpable por nada. Y le hubiese dicho sobre todo lo mucho que le quería. Habrían bastado un par de segundos más, pero había dejado de moverse. Solamente una respiración casi inhumana, lenta y silenciosa. Eso es lo que quedaba de ella. Sus ojos estaban abiertos pero con una neblina blanca cubriéndolos.
A pesar de eso era consciente de lo que ocurría. Trató de hablar y de gritarle varias cosas. Puso todo su esfuerzo en mover su mano, sus ojos, algo. Pero solamente quedaba esa respiración, que esperaba que no se apagase también.
Negué varias veces sin saber a que estaba negando. No quería decirle que no oía. Pensaba que eso le iba a producir más preocupación. Pero me está contando muchas cosas y es una comunicación imposible. No siento su mano pero si veo cómo se acerca y planta su frente en la mía. Cierro los ojos.
-tan mal eh?
Murmuro para mí a pesar de no oirme. Suelto lo que para mí es una risa única que se traduce en una respiración rápida.
-No oigo, pero sea lo que sea que estés diciendo...
Suelto otra respiración costosa.
-Johan t...
Y dejo de hablar, posiblemente si hubiese podido decir algo más le hubiese quitado la culpa que su cara expresaba. No quería que se sintiese culpable por nada. Y le hubiese dicho sobre todo lo mucho que le quería. Habrían bastado un par de segundos más, pero había dejado de moverse. Solamente una respiración casi inhumana, lenta y silenciosa. Eso es lo que quedaba de ella. Sus ojos estaban abiertos pero con una neblina blanca cubriéndolos.
A pesar de eso era consciente de lo que ocurría. Trató de hablar y de gritarle varias cosas. Puso todo su esfuerzo en mover su mano, sus ojos, algo. Pero solamente quedaba esa respiración, que esperaba que no se apagase también.
La reacción de Sarah era exactamente lo que él quería hacer, llorar, y no solo él, seguramente todos los demás querían hacerlo, pero ella era la que más estaba sufriendo y al menos esta vez debían ayudarse y apoyarse entre todos. "Deberíais ir a prepararlo todo para despedir a Snagov, cuanto antes lo hagamos antes podremos seguir adelante, tenemos mucho que hacer..." .
Al ver a Lucio se separa de Sarah y lo saluda de la misma forma que hizo con Adael, hizo un pequeño gesto con la cabeza a modo de saludo, sin duda alguna era el que más trabajo tenía pues era de los pocos que tenían conocimiento médico y los heridos no hacían más que llegar y acumularse en los pasillos y salas del castillo. "Lucio, si necesitas ayuda
cuenta conmigo, te ayudaré en lo que pueda y si, antes de tu llegada estabamos discutiendo sobre la situación, necesitamos reunirnos para ponernos en marcha, esto ha llegado demasiado lejos y debemos actuar ya antes de que la alianza consiga acabar con nosotros" acto seguido, las palabras del Descendiente pusieron nerviosa a Sarah, algo bastante comprensible pero entendía perfectamente a lo que se refería Lucio pues él pensaba igual.
Lo primero que hizo fue separar a la pelirroja e intentar tranquilizarla"Sarah creo que lucio no se refería a eso, Matvey es más fuerte que todos nosotros juntos, esto no es nada, ya verás como dentro de poco volverá a abrir los ojos" Miró a Sofía con la intención de pedir ayuda, lo mejor ahora mismo era llevarse a Sarah, quizas hablar con los dragones la distraería un poco "podrías hacerme un favor, Sarah? hay un Dragón dorado que pertenece a Altair, el pobre animal tuvo muy mala suerte de ser asignado a él, sabes que le ha llamado lasaña? te lo puedes creer?" Dijo intentando disipar un poco la tensión de la situación "Vamos a necesitar que lo rastree para encontrarlo y traerlo aquí, lo necesitamos para poder llevar a cabo el cónclave" .
Al ver a Lucio se separa de Sarah y lo saluda de la misma forma que hizo con Adael, hizo un pequeño gesto con la cabeza a modo de saludo, sin duda alguna era el que más trabajo tenía pues era de los pocos que tenían conocimiento médico y los heridos no hacían más que llegar y acumularse en los pasillos y salas del castillo. "Lucio, si necesitas ayuda
cuenta conmigo, te ayudaré en lo que pueda y si, antes de tu llegada estabamos discutiendo sobre la situación, necesitamos reunirnos para ponernos en marcha, esto ha llegado demasiado lejos y debemos actuar ya antes de que la alianza consiga acabar con nosotros" acto seguido, las palabras del Descendiente pusieron nerviosa a Sarah, algo bastante comprensible pero entendía perfectamente a lo que se refería Lucio pues él pensaba igual.
Lo primero que hizo fue separar a la pelirroja e intentar tranquilizarla"Sarah creo que lucio no se refería a eso, Matvey es más fuerte que todos nosotros juntos, esto no es nada, ya verás como dentro de poco volverá a abrir los ojos" Miró a Sofía con la intención de pedir ayuda, lo mejor ahora mismo era llevarse a Sarah, quizas hablar con los dragones la distraería un poco "podrías hacerme un favor, Sarah? hay un Dragón dorado que pertenece a Altair, el pobre animal tuvo muy mala suerte de ser asignado a él, sabes que le ha llamado lasaña? te lo puedes creer?" Dijo intentando disipar un poco la tensión de la situación "Vamos a necesitar que lo rastree para encontrarlo y traerlo aquí, lo necesitamos para poder llevar a cabo el cónclave" .
Empiezo a dudar que se esté enterando bien de lo que estoy diciéndole cuando veo que no me dice nada de lo de Nyara, ya que sólo reacciona cuando apoyo mi frente sobre la suya. Es como si poco a poco fuese perdiendo el contacto con el resto de estímulos del exterior, cosa que me confirma cuando murmura con un hilo de voz que no puede escuchar lo que estoy diciendo. - Shh...no hables. Mejor guarda las fuerzas. - Susurro apretando un poco más su mano, pendiente de cada costosa respiración que ella hace, que se me hacen dolorosas simplemente de escucharlas. Las palabras de arrepentimiento llegan tarde, demasiado tarde. Debí haberlo hecho mucho antes. Lo que habría sido preferible es no hacer nada que me hiciese culpable como para tener que decir esas palabras. De poco sirve que las diga ahora, ni siquiera le van a llegar, ni pueden ser un consuelo para mí por sí solas.
Mi nombre llega a mis oídos de manera casi inaudible, es lo único que Josephine consigue decir antes de quedarse completamente inmóvil y en silencio, a excepción de esa débil respiración que augura que puede apagarse en cualquier momento. - No...no...por favor. Josephine...no puedes irte. - separo mi frente de la suya para mirarla con el pánico dibujado en el rostro, quedando paralizado durante unos segundos como si no me creyese lo que estaba pasando, a pesar de que todo indicaba el desenlace. Su mano ha quedado totalmente inerte entre las mías, y ni siquiera responde al contacto. Consigo por fin reaccionar, levantándome rápidamente de la silla con el corazón desbocado para ir a pedir ayuda. Salgo corriendo de la habitación, gritando y buscando al médico por todos lados, hasta que alguien me dice que está en los jardines, reunido con otros Descendientes. No sé ni cómo llego hasta allí, pero enseguida estoy en las escaleras de piedra de la salida, llamándolo a voces para que venga cuanto antes. Hasta ahora poco ha hecho por ella, pero no hay mucho más que se pueda hacer ahora mismo.
- ¡LUCIO! ¡JOSEPHINE NO RESPIRA! ¡HAZ ALGO! ¡O dime lo que tengo que hacer! ¡si tengo que sacar un corazón de donde sea, lo haré! - grito desesperado lo que puede sonar a una amenaza, dándome la vuelta otra vez. Corro de nuevo hacia la habitación tras dar el aviso, sintiéndome totalmente impotente y devastado al llegar al umbral de la puerta. Tal vez ni siquiera lleguen a tiempo, hagan lo que hagan.
Mi nombre llega a mis oídos de manera casi inaudible, es lo único que Josephine consigue decir antes de quedarse completamente inmóvil y en silencio, a excepción de esa débil respiración que augura que puede apagarse en cualquier momento. - No...no...por favor. Josephine...no puedes irte. - separo mi frente de la suya para mirarla con el pánico dibujado en el rostro, quedando paralizado durante unos segundos como si no me creyese lo que estaba pasando, a pesar de que todo indicaba el desenlace. Su mano ha quedado totalmente inerte entre las mías, y ni siquiera responde al contacto. Consigo por fin reaccionar, levantándome rápidamente de la silla con el corazón desbocado para ir a pedir ayuda. Salgo corriendo de la habitación, gritando y buscando al médico por todos lados, hasta que alguien me dice que está en los jardines, reunido con otros Descendientes. No sé ni cómo llego hasta allí, pero enseguida estoy en las escaleras de piedra de la salida, llamándolo a voces para que venga cuanto antes. Hasta ahora poco ha hecho por ella, pero no hay mucho más que se pueda hacer ahora mismo.
- ¡LUCIO! ¡JOSEPHINE NO RESPIRA! ¡HAZ ALGO! ¡O dime lo que tengo que hacer! ¡si tengo que sacar un corazón de donde sea, lo haré! - grito desesperado lo que puede sonar a una amenaza, dándome la vuelta otra vez. Corro de nuevo hacia la habitación tras dar el aviso, sintiéndome totalmente impotente y devastado al llegar al umbral de la puerta. Tal vez ni siquiera lleguen a tiempo, hagan lo que hagan.
Me apresuro a negar las sospechas de Sarah sobre la posible muerte de Matvey, lo que nos faltaba. El nigromante ha quedado en coma, aunque estable, así que tiene posibilidades de salir adelante. Pongo una mano en su hombro para tranquilizarla, pocas veces la había visto tan afectada, aunque no es la primera vez que perdemos a compañeros. - Matvey se recuperará. Me estaba refiriendo a que no podemos perder a nadie más ahora que estamos en situación de desventaja al perder nuestros poderes. Nos va a costar recuperarnos del golpe, pero lo haremos. - aunque trato de animarla no puedo ocultar la frustración que siento por no haber podido hacer algo mejor por el nigromante. - Tú encárgate de prepararlo todo para despedir a Snagov. El ritual en su familia es hacer una pira funeraria, mientras los dragones se colocan alrededor para lanzar sus llamas e incinerarlo. Pide a algunos de los compañeros que te ayuden. Yo en cuanto pueda me uniré. Puedes hacer una despedida íntima si así lo deseas...pero no lo demoraría mucho más. Son los vivos los que requieren nuestra ayuda ahora. - le recuerdo aunque pueda sonar un poco duro. Yo soy el primero que lamenta la muerte del compañero, pero no podemos quedarnos sumidos en la pena.
Sean es el más práctico en este momento, ofreciéndome su ayuda para curar a los demás. - Gracias Sean, me vendrían muy bien más manos para curar a los heridos y enfermos. El poco personal que trabajaba conmigo en el hospital no da a basto. Convoca un cónclave, ya que has propuesto reunión para ver qué hacemos. Estamos todos un poco perdidos. - Después miro de reojo a Sarah, mis palabras parecen calar en ella, que decide marcharse para disponer la despedida de Snagov Tepes. También atiende al pedido de Sean, como druida que es puede contactar con Lasaña, el dragón de Altair. El licántropo debe andar por ahí perdido, pero espero que esté bien. Sofía decide irse con Sarah para ayudarla con los preparativos, al igual que Adael Cohen, el elementarista.
Justo cuando se están marchando aparece Johan gritando desde la puerta del castillo, pidiendo ayuda de manera urgente y desesperada. Me llevo a Sean conmigo, ya que se ha ofrecido puede que me ayude a afrontar la situación de emergencia. Pongo a Sean en antecedentes de lo que sucede mientras caminamos rápidamente hacia Johan, reuniéndonos con él ya en el interior del edificio, más concretamente en la habitación. La situación pinta muy mal, no sé si la joven resistirá. - Johan, no es tan sencillo como que salgas por ahí a lo loco a "conseguir un corazón", a saber de qué manera. Deben ser compatibles, puede haber rechazo. No vas a hacer una locura por nada. - le explico por si acaso se le ha cruzado alguna idea extraña por la cabeza, echándole después de la habitación porque los que nos tenemos que encargar somos los profesionales. - Encargué a Da Vinci y Newton que comenzasen a diseñarle un corazón artificial. - lo único que digo es que no creo que lleguen a tiempo. No tal y como está la chica. Cierro la puerta dejando a Johan fuera, mientras dentro Sean y yo nos encargamos de intentar mantenerla con vida con los instrumentos de los que allí disponemos.
Sean es el más práctico en este momento, ofreciéndome su ayuda para curar a los demás. - Gracias Sean, me vendrían muy bien más manos para curar a los heridos y enfermos. El poco personal que trabajaba conmigo en el hospital no da a basto. Convoca un cónclave, ya que has propuesto reunión para ver qué hacemos. Estamos todos un poco perdidos. - Después miro de reojo a Sarah, mis palabras parecen calar en ella, que decide marcharse para disponer la despedida de Snagov Tepes. También atiende al pedido de Sean, como druida que es puede contactar con Lasaña, el dragón de Altair. El licántropo debe andar por ahí perdido, pero espero que esté bien. Sofía decide irse con Sarah para ayudarla con los preparativos, al igual que Adael Cohen, el elementarista.
Justo cuando se están marchando aparece Johan gritando desde la puerta del castillo, pidiendo ayuda de manera urgente y desesperada. Me llevo a Sean conmigo, ya que se ha ofrecido puede que me ayude a afrontar la situación de emergencia. Pongo a Sean en antecedentes de lo que sucede mientras caminamos rápidamente hacia Johan, reuniéndonos con él ya en el interior del edificio, más concretamente en la habitación. La situación pinta muy mal, no sé si la joven resistirá. - Johan, no es tan sencillo como que salgas por ahí a lo loco a "conseguir un corazón", a saber de qué manera. Deben ser compatibles, puede haber rechazo. No vas a hacer una locura por nada. - le explico por si acaso se le ha cruzado alguna idea extraña por la cabeza, echándole después de la habitación porque los que nos tenemos que encargar somos los profesionales. - Encargué a Da Vinci y Newton que comenzasen a diseñarle un corazón artificial. - lo único que digo es que no creo que lleguen a tiempo. No tal y como está la chica. Cierro la puerta dejando a Johan fuera, mientras dentro Sean y yo nos encargamos de intentar mantenerla con vida con los instrumentos de los que allí disponemos.
- off:
- he limbeado a Sarah, Sofía y Adael como si se hubiesen ido a hacer lo del entierro de Snagov, para no quedarnos atascados XD estáis limbeados. La próxima vez que hagáis post podéis avanzar el tiempo y poner si queréis en modo recuerdo cómo fue lo del entierro. Si no queréis ser limbeados me lo decís y edito el post. A Sean me lo he llevado con Lucio, como que se quedan intentando salvar a Josephine. Lo mismo, si quieres salir con Sean o hacer otra cosa me dices y edito.
Vio como los otros descendientes marchaban para poder llevar a cabo el funeral y buscar al dragón de Altair, seguramente Sarah hablaría con lasaña, le habría gustado acompañar al dragón pero estaba claro que sería de más ayuda en el castillo, miró a lucio y empezó a hablar "Pediré a uno de mis estudiantes que envíe cuervos a los descendientes que faltan para reunirnos aquí, cuanto antes mejor, crees que en dos días conseguirán llegar todos?" no había escuchado la respuesta del Lucio cuando aparece Johan gritando desesperadamente por la puerta del castillo, se apresuran y mentras caminan por los pasillos hasta la habitación de la chica, más o menos le explican la situación y no pintaba demasiado bien.
Por lo que pudo ver, ella se esforzaba por vivir, a penas si podía respirar pero en el estado en el cual se encontraba, parecía que se aferraba a la vida con uñas y dientes, se acercó para examinar su cuerpo mientras lucio intentaba calmar a Johan, no le hacía falta su magia para saber que Josephine era presa de una maldición, pero algo no encajaba, si la magia había dejado de existir, la maldición debería haberse debilitado, aunque solo fuera un poco... "Ojalá pudiera utilizar mi magia, al menos podría saber que tipo de maldición es la que la mantiene en éste estado..." dijo para si mismo.
Cuando johan dice lo del corazón, niega con la cabeza y responde mirándole a los ojos "un corazón nuevo solo es una medida preventiva, con el paso del tiempo volvería a caer en este estado, lo más importante es la maldición con la que carga, la consume poco a poco," al decir esto, toma la mano de la muchacha, sus dedos habían cambiado de color y este se iba extendiendo lentamente por su cuerpo, ahora mira a lucio "no sé tanto como tu, pero he leído algunos libros y... necesitamos que su sangre fluya, quizás algún tipo de artilugio o instrumento que haga esa función podría darnos algo de tiempo, no hace falta que sea mecánico, con poder hacerlo a mano podría valer, no crees?".
Al decir eso, su cara cambia por completo... ¡los libros! había conseguido traer unos pocos libros de la isla y algo recordaba de uno de ellos, sin decir nada suelta la mano de josephine y sale corriendo de la habitación, sigue corriendo por los pasillos esquivando a los que van y vienen hasta llegar al lugar dónde había dejado sus cosas, ahí una pequeña montaña de libros se apilaba junto a su báculo y pergaminos, no hay tiempo, recordaba el color y el grosor del libro, tras un vistazo rápido lo ve al final de la pila, lo toma y tira de él causando una mini avalancha pero no importa, abre el libro, se titulaba "medicina cardíaca desde el siglo 15 hasta hoy" recorre sus páginas rápidamente hasta dar con lo que buscaba, bingo! nuevamente echa a correr hasta la habitación con el libro en la mano, llega casi sin aire pero le da el libro a lucio "p...pagina... 520... es... de hace 100 años pero... puede funcionar... " dice mientras intenta recuperar el aliento entre jadeos, era una rata de biblioteca, desde luego el esfuerzo físico no era lo suyo.
Lo que había en aquellas páginas era una especie de bomba rudimentaria, parecida a una de las que se usaban para bombear agua pero más pequeña y de diseño un poco más complejo, sin embargo estaba seguro de que eso no supondría un reto para sus colegas descendientes.
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off rol: si me he colado en algo decidmelo y edito XD juro que he leído vuestras fichas y la de josephine para no liarla mucho.
Por lo que pudo ver, ella se esforzaba por vivir, a penas si podía respirar pero en el estado en el cual se encontraba, parecía que se aferraba a la vida con uñas y dientes, se acercó para examinar su cuerpo mientras lucio intentaba calmar a Johan, no le hacía falta su magia para saber que Josephine era presa de una maldición, pero algo no encajaba, si la magia había dejado de existir, la maldición debería haberse debilitado, aunque solo fuera un poco... "Ojalá pudiera utilizar mi magia, al menos podría saber que tipo de maldición es la que la mantiene en éste estado..." dijo para si mismo.
Cuando johan dice lo del corazón, niega con la cabeza y responde mirándole a los ojos "un corazón nuevo solo es una medida preventiva, con el paso del tiempo volvería a caer en este estado, lo más importante es la maldición con la que carga, la consume poco a poco," al decir esto, toma la mano de la muchacha, sus dedos habían cambiado de color y este se iba extendiendo lentamente por su cuerpo, ahora mira a lucio "no sé tanto como tu, pero he leído algunos libros y... necesitamos que su sangre fluya, quizás algún tipo de artilugio o instrumento que haga esa función podría darnos algo de tiempo, no hace falta que sea mecánico, con poder hacerlo a mano podría valer, no crees?".
Al decir eso, su cara cambia por completo... ¡los libros! había conseguido traer unos pocos libros de la isla y algo recordaba de uno de ellos, sin decir nada suelta la mano de josephine y sale corriendo de la habitación, sigue corriendo por los pasillos esquivando a los que van y vienen hasta llegar al lugar dónde había dejado sus cosas, ahí una pequeña montaña de libros se apilaba junto a su báculo y pergaminos, no hay tiempo, recordaba el color y el grosor del libro, tras un vistazo rápido lo ve al final de la pila, lo toma y tira de él causando una mini avalancha pero no importa, abre el libro, se titulaba "medicina cardíaca desde el siglo 15 hasta hoy" recorre sus páginas rápidamente hasta dar con lo que buscaba, bingo! nuevamente echa a correr hasta la habitación con el libro en la mano, llega casi sin aire pero le da el libro a lucio "p...pagina... 520... es... de hace 100 años pero... puede funcionar... " dice mientras intenta recuperar el aliento entre jadeos, era una rata de biblioteca, desde luego el esfuerzo físico no era lo suyo.
Lo que había en aquellas páginas era una especie de bomba rudimentaria, parecida a una de las que se usaban para bombear agua pero más pequeña y de diseño un poco más complejo, sin embargo estaba seguro de que eso no supondría un reto para sus colegas descendientes.
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off rol: si me he colado en algo decidmelo y edito XD juro que he leído vuestras fichas y la de josephine para no liarla mucho.
Dudé de que en dos días pudiesen llegar los Descendientes que faltaban, pues yo mismo había enviado un mensaje a Catherine hacia unos días y todavía no tenía respuesta. Espero que esté bien, al igual que el resto. De todos modos animé a Sean a enviar cuervos, sintiendo a su previsión temporal. Todo ello quedó interrumpido por la entrada en escena de Johan desesperado.
Una vez dentro de la habitación nos disponemos a examinar a Josephine, cuya respiración es pésima, además de su estado general.
- Te entiendo, sin mi magia de sanación la verdad es que me siento un poco inútil. No puedo hacer nada fuera de lo normal. Me siento mediocre. Desconozco cómo llego a ese estado, o la maldición, pero la mantenía con vida una piedra filosofal en lugar de su corazón. Con la magia desaparecida la piedra pierde su poder, y por tanto su uso. Hay que extraerla y poner un dispositivo que mueva la sangre en su lugar, al menos de manera temporal. Vamos a operar. Con la maldición no podemos hacer nada sin nuestros poderes, habrá que esperar...
El joven pero sabio Sean decide recurrir a sus libros para buscar solución a lo de la chica, coincidiendo en eso del dispositivo mecánico. Lo sigo con la mirada cuando sale motivado a la carrera, volviendo al poco con un libraco antiguo. Le sonrio como un maestro orgulloso al ver lo que ha encontrado, dando una palmada en su hombro. - buen trabajo, esto servirá de modelo para prepararlo. Empecemos, pide ayuda a a Da Vinci si lo ves necesario. - preparo el instrumental medico, poniendo antes una mascarilla de oxígeno a Josephine. Habíamos podido sacar algo del hospital de la isla, lo justo para mantenerla. Después cojo el bisturí, tras ponerme unos guantes y abrir la ropa de la chica. Práctico una incisión en donde se ve la marca del lugar donde le metieron la piedra.
Todo va bien...hasta que comienza a salir sangre oscura a borbotones, a chorros, poniéndonos perdidos.
Una vez dentro de la habitación nos disponemos a examinar a Josephine, cuya respiración es pésima, además de su estado general.
- Te entiendo, sin mi magia de sanación la verdad es que me siento un poco inútil. No puedo hacer nada fuera de lo normal. Me siento mediocre. Desconozco cómo llego a ese estado, o la maldición, pero la mantenía con vida una piedra filosofal en lugar de su corazón. Con la magia desaparecida la piedra pierde su poder, y por tanto su uso. Hay que extraerla y poner un dispositivo que mueva la sangre en su lugar, al menos de manera temporal. Vamos a operar. Con la maldición no podemos hacer nada sin nuestros poderes, habrá que esperar...
El joven pero sabio Sean decide recurrir a sus libros para buscar solución a lo de la chica, coincidiendo en eso del dispositivo mecánico. Lo sigo con la mirada cuando sale motivado a la carrera, volviendo al poco con un libraco antiguo. Le sonrio como un maestro orgulloso al ver lo que ha encontrado, dando una palmada en su hombro. - buen trabajo, esto servirá de modelo para prepararlo. Empecemos, pide ayuda a a Da Vinci si lo ves necesario. - preparo el instrumental medico, poniendo antes una mascarilla de oxígeno a Josephine. Habíamos podido sacar algo del hospital de la isla, lo justo para mantenerla. Después cojo el bisturí, tras ponerme unos guantes y abrir la ropa de la chica. Práctico una incisión en donde se ve la marca del lugar donde le metieron la piedra.
Todo va bien...hasta que comienza a salir sangre oscura a borbotones, a chorros, poniéndonos perdidos.
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El miembro 'Lucio Galenus' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Los días siguientes no habían sido fáciles para nadie. Rápidamente se enteró bastante sobre lo que los Descendientes representaban y la magnitud del problema actual; de que la isla cayera, un Descendiente muriera y que la magia no estuviera disponible ni para los magos más experimentados.
Terminó entonces por buscar una ocupación, que dada la situación no fue muy difícil. Con Justin cuidando de Nyara, decidió que lo único que podía hacer era poner sus habilidades al servicio de la comunidad. Tardó algo de tiempo en reunir materiales y herramientas que necesitaba, en ingeniárselas para cubrir lo que le hacía falta y en investigar lo que no había entendido. Aún no terminaba, le quedaban algunos cabos sueltos cuando alcanzó a ver a Johan corriendo fuera del hospital improvisado y volver con Lucio, probablemente por complicaciones con Josephine. Se acercó a la puerta, quizás sería la última oportunidad para intentar ayudar... Sin embargo, el solo pensar en la palabra ayudar la hacía molestarse consigo misma por desviarse de sus deseos iniciales de venganza contra la Alianza y utilizar sus poderes para el bien.
Llegó justo en el momento preciso, pues comenzaban a pensar en alternativas para mantenerla viva. Interrumpió, carraspeando un poco para no llegar a interrumpir de golpe mientras veía de lejitos el modelo que el libro mostraba.- No es un corazón artificial, pero ya empecé con el modelo. Las prototipos sirvieron bien con agua y con sustancias más espesas, nos dará tiempo en lo que conseguimos algo más definitivo... Lo mejor sería no dejárselo dentro, por si deja de funcionar la batería poder reemplazarla en seguida.- Murmuró, aunque cuando vio el color de la sangre de Josephine brotar, sus dedos, las venas tan saltadas, sabía que necesitaría preparativos antes de poder ponérsela. Llegó en el peor momento, pues ver tanta sangre si que le puso un poco mal. Salió de la habitación en dos segundos, para ir a la salita donde tenía el aparatillo. Volvió a entrar con él en sus manos, aunque sentía las piernas débiles por la visión de la sangre casi negra.- Creo que necesitaría limpiar un poco la sangre, una hemodialisis, una transfusión, sino estará bombeando sangre contaminada y será peor.- Lo colocó en una mesilla cercana, por si alguien quería inspeccionarle. Era como una araña, con tuvos delgados y alargados, y una bomba automática en el centro. Fue lo más rápido que consiguió hacer, y veía que llegaba en un momento muy oportuno.-Será que no soy muy de magia, pero aún no me lo explico nada de esto...
Terminó entonces por buscar una ocupación, que dada la situación no fue muy difícil. Con Justin cuidando de Nyara, decidió que lo único que podía hacer era poner sus habilidades al servicio de la comunidad. Tardó algo de tiempo en reunir materiales y herramientas que necesitaba, en ingeniárselas para cubrir lo que le hacía falta y en investigar lo que no había entendido. Aún no terminaba, le quedaban algunos cabos sueltos cuando alcanzó a ver a Johan corriendo fuera del hospital improvisado y volver con Lucio, probablemente por complicaciones con Josephine. Se acercó a la puerta, quizás sería la última oportunidad para intentar ayudar... Sin embargo, el solo pensar en la palabra ayudar la hacía molestarse consigo misma por desviarse de sus deseos iniciales de venganza contra la Alianza y utilizar sus poderes para el bien.
Llegó justo en el momento preciso, pues comenzaban a pensar en alternativas para mantenerla viva. Interrumpió, carraspeando un poco para no llegar a interrumpir de golpe mientras veía de lejitos el modelo que el libro mostraba.- No es un corazón artificial, pero ya empecé con el modelo. Las prototipos sirvieron bien con agua y con sustancias más espesas, nos dará tiempo en lo que conseguimos algo más definitivo... Lo mejor sería no dejárselo dentro, por si deja de funcionar la batería poder reemplazarla en seguida.- Murmuró, aunque cuando vio el color de la sangre de Josephine brotar, sus dedos, las venas tan saltadas, sabía que necesitaría preparativos antes de poder ponérsela. Llegó en el peor momento, pues ver tanta sangre si que le puso un poco mal. Salió de la habitación en dos segundos, para ir a la salita donde tenía el aparatillo. Volvió a entrar con él en sus manos, aunque sentía las piernas débiles por la visión de la sangre casi negra.- Creo que necesitaría limpiar un poco la sangre, una hemodialisis, una transfusión, sino estará bombeando sangre contaminada y será peor.- Lo colocó en una mesilla cercana, por si alguien quería inspeccionarle. Era como una araña, con tuvos delgados y alargados, y una bomba automática en el centro. Fue lo más rápido que consiguió hacer, y veía que llegaba en un momento muy oportuno.-Será que no soy muy de magia, pero aún no me lo explico nada de esto...
Cuando Lucio le dedica aquellas palabras y una sonrisa, el joven mago no puede hacer más que sentirse orgulloso de sí mismo y sin poder evitarlo sonríe de vuelta al mayor, en ese momento, mientras lucio preparaba las cosas para la operación, una joven bruja hablaba desde la puerta, no la había visto nunca, pero en sus manos tenía una espacie de máquina que dejó en una mesa cerca de Josephine, miró a Lucio algo desconcertado, mientras se lavaba las manos y ponía un par de guantes, pues las pocas personas que conocía eran los descendientes, sus estudiantes y alguna que otra rata de biblioteca fuera de la isla que conoció en sus viajes mientras buscaba más y más libros para la biblioteca de Ouroboros, aunque todo el esfuerzo ahora mismo fuera en vano.
Despejó rápidamente sus pensamientos sobre los libros cuando Lucio empezó con la intervención, se puso por el lado contrario para ayudarlo en todo lo posible, no sin antes dar las gracias a la bruja tras de ellos que parecía hablar con sabiduría - Muchas gracias por esto, toda ayuda es bien recibida y has actuado rápido...- No había terminado de hablar cuando un buen chorro de esa cosa negra que fluía por las venas de Josephine le salpicó en la cara, era una imagen entre impresionante y realmente repugnante, tenía un olor dulzón pero a la vez fétido pues estaba claro que la piedra que tenía incrustada no era más que una chapuza.
Luchaba por mantenerse despierto, pues sentía como la cabeza le daba vueltas y estaba a punto de desmayarse ya que nunca en su vida había visto tal espectáculo, la cosa se estaba complicando y necesitarían sangre lo más rápido posible, -Lucio necesita una transfusión! sabes que grupo sanguíneo tiene Josephine!? Puede que Johan tenga el mismo...- intentó frenar el flujo de esa cosa negra para que no perdiera demasiada hasta que llegara la sangre nueva, también era necesario conectarla al artilugio que había traído la bruja sin nombre y esperaba de verdad que funcionara pues otra muerte en el castillo no haría más que acabar con la moral de todos los allí presentes.
Miró a la bruja -Creo que nos hacen falta algunas manos aquí,¿puedes, por favor, conectar la máquina que has traído? La sangre viene en camino pero necesitamos que al menos esta cosa fluya.... se a lo que sea-
Despejó rápidamente sus pensamientos sobre los libros cuando Lucio empezó con la intervención, se puso por el lado contrario para ayudarlo en todo lo posible, no sin antes dar las gracias a la bruja tras de ellos que parecía hablar con sabiduría - Muchas gracias por esto, toda ayuda es bien recibida y has actuado rápido...- No había terminado de hablar cuando un buen chorro de esa cosa negra que fluía por las venas de Josephine le salpicó en la cara, era una imagen entre impresionante y realmente repugnante, tenía un olor dulzón pero a la vez fétido pues estaba claro que la piedra que tenía incrustada no era más que una chapuza.
Luchaba por mantenerse despierto, pues sentía como la cabeza le daba vueltas y estaba a punto de desmayarse ya que nunca en su vida había visto tal espectáculo, la cosa se estaba complicando y necesitarían sangre lo más rápido posible, -Lucio necesita una transfusión! sabes que grupo sanguíneo tiene Josephine!? Puede que Johan tenga el mismo...- intentó frenar el flujo de esa cosa negra para que no perdiera demasiada hasta que llegara la sangre nueva, también era necesario conectarla al artilugio que había traído la bruja sin nombre y esperaba de verdad que funcionara pues otra muerte en el castillo no haría más que acabar con la moral de todos los allí presentes.
Miró a la bruja -Creo que nos hacen falta algunas manos aquí,¿puedes, por favor, conectar la máquina que has traído? La sangre viene en camino pero necesitamos que al menos esta cosa fluya.... se a lo que sea-
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El miembro 'Sean Eire' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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