Castillo Le Fay (en ruinas)

post de Juliet:

La confusión y la desorientación inicial van desapareciendo progresivamente, conforme voy convenciéndome de que no es un ambiente hostil, de que no de verdad no son los campos en los que estábamos encerrados. El contacto con la mano de Juliet me ayuda a calmarme y a sentirme más seguro, así que me aferro a ella como si temiese que al cerrar los ojos volviese a desaparecer. Verla sonreír es la mejor prueba de que es verdad que todo ha acabado realmente, es cuando por fin creo lo que está sucediendo. Querría decirle muchas cosas ahora mismo, pero por ahora la cabeza no me da para demasiado, y no consigo poner en orden todos esos pensamientos.

- No me lo imaginé...vinieron...- murmuro sobre lo de la gente que se preocupa por nosotros, recordando entonces las alarmas que sonaron cuando estaba encerrado, y después lo que pasó con Kyllian y Éamon. No supe más de lo que sucedió después del golpe del feral, nada hasta este momento. Ni siquiera sé el tiempo que había pasado. No recordar suena bien, pero tarde o temprano tengo que hacerlo. - ¿Cuánto tiempo llevo así? ¿qué ha pasado con los demás?- pregunto ahora de manera más coherente, de un modo menos inconexo y arbitrario que antes.

Desisto de intentar sentarme en la cama, sin oponer apenas resistencia a Juliet cuando me obliga a recostarme. Cierro los ojos un momento, intentando que deje de darme vueltas la cabeza y maldiciendo internamente por lo debilucho que me siento. - Creí que no lo contaba, así que...supongo que estar mareado es lo de menos. - también noto que me duele un poco el pecho al respirar y al hablar, pero no le doy más importancia. Me fijo en su rostro, ahora que consigo ver y enfocar mejor, recorriéndolo con la mirada hasta llegar a esos ojos que llevaba tanto tiempo sin ver. Sé que me ha dicho antes que sí está bien, pero parece estar bastante cansada. Ambos hemos pasado mucho, pero intuyo que ella ha estado sin dormir demasiado si estaba preocupada por mí. Tal vez no esté mal físicamente, pero...esas no son las únicas heridas que se pueden tener. - Deberías descansar, creo que no lo has hecho mucho últimamente.

Será septiembre y hará fresquete ya, pero a mi eso no me afecta porque soy ruso y el frío a mi nunca me molestó. (let it goo) Por eso me mismo me quito la camiseta y la capa peluda que llevo a los hombros, quedando desnudo de cintura para arriba, a excepción del collar de colmillos que llevo al cuello. Termino de hacer mi trabajo de muros de hielo defensivos con contrafuertes por todo el jardín, golpeando uno de ellos con el puño para enorgullecerme de su dureza y resistencia. Además, eran lisos y perfectos. - ¡Trrrust me, I'm an engineer! ¡me han quedado unos murrrros perfectos! - me quedo con ganas de hacer estacas de hielo, pero eso mejor para luego. Doy vueltas por el castillo buscando a Yaroslav, pero seguro que anda enfrascado en eso de los planos, los prototipos, los modelos y demás. Ha encontrado amigos a los que les gusta hablar de cosas de planos y demás, cosas de espía ruso.

Yo me dedico a las cosas de mis bichos, cual Blancanieves fuertota que habla con los animales. Regreso a la enfermería para ver cómo va el asunto huevo, saludando en voz muy alta al cruzar a los que veo que están despiertos. - ¡Hola herrmano de Blakolovich! - le doy la bienvenida en ruso a Reiv por haber despertado, aunque no me detengo demasiado, sigo hasta la cuna con el huevo. Lo saco de ésta, comenzando a acunarlo mientras le canto cosas en mi idioma.

A medida que los minutos pasaban, Reiv parecía más ubicado en el aquí y el ahora. Su mano tenía fuerza y se aferraba a la de la chica tanto como ella se aferraba a él. Se dedicó entonces a acomodar el cabello del moreno a base de caricias suaves a su frente y sus mejillas, mirándole como si no hubiera otra cosa en el mundo más importante. Y era verdad.

Asintió rápidamente, habían ido. Habían ido muchos. Johan había sido el primero en dar con Reiv y se aseguró de llevarlo desde las celdas hasta el camión donde luego les sacarían de los campos. Era un recuerdo agridulce, pues sabía que los roces que tuvieron en el pasado debían quedar limados con esa acción, pero ahora Johan estaba encerrado. Había pasado en la Alianza casi tanto tiempo como ellos.- Fueron. Muchos. Yo también pensé que nadie nos ayudaría... o que siquiera sabrían dónde estabamos.- Murmuró, sin perder la sonrisa que se había sembrado en sus labios.- Tienes... - Le costaba trabajo recordar las fechas, pues ella también había estado en cama algún tiempo.- Algo más o algo menos de ocho semanas. Algunos están aún recuperándose, otros muchos ya se levantaron.- Decidió no darle aún la noticia de la magia, por miedo a que decidiera levantarse de una o intentar probar. Ya habría tiempo para esas cosas en el futuro cercano.- Ya no te preocupes por nada, no pienses en eso.- Sonrió, terminando por dejar un suave pellizco en su mejilla.

Aunque la enfermería era normalmente un lugar tranquilo, la interrupción de Thoren nunca pasaba desapercibida. Soltó una suave risa ante su saludo, pues de alguna manera él siempre le parecía alguien alegre, algo así como lo que sentía con Lykaios. No se dio cuenta hasta después de su pinta semi desnuda, por lo que apartó la mirada con las mejillas ligeramente sonrosadas, soltando una risa boba por su culpa. No recordaba haber hablado con él nunca, pero verle de tanto en tanto en la enfermería le había servido para levantar los ánimos.

La voz de Reiv le hizo devolver la mirada en seguida. La verdad es que no se había sentido más fresca en mucho tiempo, así que el cansancio quedaba en segundo término.- No te preocupes tampoco por eso. Solo, no te preocupes por nada. No sabes lo bien que me siento, lo bien que me sientas... Ya habrá tiempo cuando salgas de aquí. Para las dudas y para ponerte al día. Para todo.- Era tal su entusiasmo que le hubiera gustado abrazar a Reiv y apretarlo hasta asfixiarlo, pero se detenía porque no quería lastimarlo. Solo podía estrechar su mano y permanecer junto a él, que por más que le dijeran que se fuera, era lo que la mantenía de pie.- Cuando te dejen levantar te llevaré a los jardines. Algo de aire fresco te hará bien, y son muy bonitos. Apuesto a que te harán bien. ¿Te gustaría? - Preguntó, tratando de levantarle el ánimo y entusiasmarlo. Los días que venían serían pesados, pero cada vez más fáciles ahora que ya se encontraba en mejor estado.

Había decidido dar una vueltecilla por los jardines con algo que me amenizara el paseo, como plantas muy relajantes de esas que tenemos los hippies, las sacaba del alijo secreto que hacen los alumnos de discorides desde mi época de estudiante, mi mala influencia perdura y será mi legado para siempre~ incluso les dejé pautas para esconderlo y venderlo sin que los descendientes se den cuenta, por suerte eran animales de costumbres y siempre hacían lo mismo, inspecciones cada cierto tiempo, algún interrogatorio, esas cosas de viejos mohosos. La pelirroja casi me muerde y el loco de arriba me echó un mal de ojo, seguro, me siento en un banco tranquilamente disfrutando de las vistas porque ante mi estaba el ruso sexy de pelo corto que había sacado de la fábrica, se había quitado la ropa de cintura para arriba y ahora estaba levantando muros de hielo en plan troglodita de hielo, de no ser por el porro se me habría bajado toda la sangre a mis partes bajas y ahora mismo tendría una embolia.

Pasan unos minutillos y casi ni parpadeo viendo los ondulantes pectorales del ruso, hasta que se acaba el espectáculo y se va dentro -Vuelve aquí adonis! esos pectorales tienen que estar bañados por el sol!- grito después de verlo entrar y me echo a reír solo durante unos minutos, cuando me siento un poco más despejado de todo, entro en el castillo y vuelvo a la enfermería, para mi sorpresa algo estaba berreando cerca del fondo del pasillo, entonces veo al buenorro acunando el huevo y desgañitándose con alguna especie de nana rusa, me cubro las orejas y me acerco a la cama de Reiv, al parecer estaba hablando con la chica pero no le veía demasiado bien, vuelvo a escuchar su pecho y lo poco que puedo escuchar gracias a los berridos del albino, no suena bien.

Echo un vistazo a Juliet y le explico la situación -Verás, antes cuando te dije que no debía hablar mucho era para no forzar su sistema respiratorio, pero veo que hablar contigo le ha sentado bien para tranquilizarse, otros han tenido un mal despertar- Miro a Reiv y ahora le hablo directamente a él -Tienes que tener la mascarilla un par de días puesta, una de las balas te ha rozado un pulmón, no es nada grave y ya lo hemos tratado pero necesitas reposo absoluto- le pongo un tranquilizante que lo va a dejar medio grogui un par de horas hasta tener los resultados de la analítica y le explico a Juliet cosas sobre su condición, a parte de ese pequeño problema no tiene nada que no esté bajo control, solo le queda descansar y comerse toda la sopa o lo que sea que coma, la dejo y ahora voy a por el chalado del huevo.

-Buenos días Thoren, veo que has decidido honrar a tu huevo con tu dulce y melodiosa voz, pero creo que deberíamos ir fuera a que le de un poco el sol, te lo digo como médico y ya que estamos... me gustaría pedirte algo, ¿me acompañas fuera, por favor? me lo llevo fuera para que deje de incordiar al resto de pacientes cogiéndolo del brazo, joder que pedazo de mármos esculpido por los dioses del norte, sentía que hasta se me movían las orejas de la emoción, si no babeaba era porque tenía la boca seca. Una vez fuera lo miro, acaricia su huevo cual padre orgulloso, tanto que hasta me da envidia -Es un buen ejemplar... parece muy suave.... ¿Me dejas tocarte el huevo?-

Gruñí algo que sonó jodidamente mal, porque solo me salian palabras en la lengua de los demonios y asi parecia que estaba maldiciendo a todo cristo...que probablemente tambien me estuviese cagando en el elfo de antes. Miré a Lucio, su mano, su cara, su ojo.

- Has cambiado desde la ultima vez que te vi, amigo - le dije con cierto pesar en la voz, muy rasposa por el desuso....y...eso. Seguia sin usar el ingles, mas bien la puta lengua negra de los demonios.

Noté por su cara que no me entendía. Tambien empece a ser consciente de un dolor mas severo que otros, en el pecho. Me retiré un poco la camiseta que me habian puesto y vi la enorme cicatriz, ya estaba bastante curada pero n o dejaba de resultar impresionante.

"Ah...ya me acuerdo de todo..."

Interrogé a Lucio con la mirada. Entonces habia salido bien? Le tomé por el antebrazo y lo apreté, con todas las fuerzas de las que era capaz en ese momento...que tampoco eran muchas. Luego me dejé caer de nuevo en la cama. Por mucho que quisiera, aun me sentia demasiado debil como para hacer nada. Entonces empecé a escuchar a alguien berrear. En ruso. Entorné los ojos.

-Ty...leti za....yasnym solntsem vsled....I boystsu na... - murmuré por abajo aquellas palabras, que entendia perfectamente. Luego suspiré y cerré los ojos nuevamente. Aun pasaria algun tiempo hasta que volviese a ser yo mismo.

Seguí acunando al huevo mientras me desgañitaba cantando en ruso, pensando que de ese modo las vibraciones de mi voz llegarían a la cáscara y le ayudarían a abrirse. Eso de cantar a las bestias no estaba nada mal, una vez me había servido para evitar que un yeti me atacase en una cueva. Fue cuando iba de fugitivo con Irina, aquella novia muggle de la que tuve que separarme porque no hacía más que discutir. La verdad es que era un poco pesada, aunque estaba muy buena. - Ya sé, te llamarré Irrina, como a mi ex. Irrina Aplastaneitorra, por tu madrre. Irrina Aplastaneitorra Anyankaperradelmal Tolstoi. - me quedo todo convencido con el nombre lleno de significado que le he puesto, incluiso he incluido a mi malvada prima, que vete a saber también qué fue de ella.

Estoy todo entretenido con mis cosas de criador cuando de repente llega el elfo a saludarme. Me pongo todo orgulloso con lo de dulce y melodiosa voz, ya que a mi me lo parece y no me da por pensar que pueda ser irónico. - Así alegrro a los enferrmos. Y al huevo. - decido seguir su consejo de sacarlo al sol, algo que tendría que haber pensado antes. - ¿Tú crrees? podrría incubarlo también. Es muy imporrtante, es la cría de mi torrtuga gigante.- al lobo lo tengo un poco abandonado, anda por los bosques cercanos al castillo, pero espero que no esté haciendo demasiadas camadas nuevas por ahí. Me dejo coger por el brazo para que el elfo me saque de allí, volviendo a despedirme cuando paso al lado de Juliet y Reiv.

- ¡Ah! se me olvidaba decirr...van a hacer homenaje a los desaparrecidos los próximos días, esperro que podáis ir. - que yo no me enteraba de muchas de las cosas del castillo, pero de esto había escuchado algo, por lo que me había contado Yaroslav que había oído junto a Newton y los demás.

Me dejo guiar por el elfo por los pasillos, asintiendo cual padre orgulloso cuando me pide permiso para tocarlo. - Clarro, puedes tocarlo. Es un huevo muy grrande y suave. ¿Haberr tocado huevo antes? mirra, así. - cojo la mano del elfo para guiarlo hacia el huevo, que no se puede tocar de cualquier manera. No todo el mundo sabe tratar un huevo, sólo los expertos. - ¿Gustarr?

El ruso era especial, incluso le había puesto nombre al dichoso huevo, pero en cuanto le digo lo de su voz hasta parece sentirse honrado, otro que no pilla las indirectas, pero en este caso era bueno, le doy un repaso de arriba a abajo cuando dice lo de alegrar a los enfermos mordiéndome el labio inferior -Querido, tu no solo alegras, levantas.... cosas... como el ánimo, creo que si me muero hasta me resucitarías con semejante cuerp... voz!... esa voz, seguro que todo el castillo te ha escuchado- mientras lo voy sacando de la enfermería habla sobre incubar el huevo -Pues es una buena idea, pero si lo vas a incubar que sea sin ropa, el calor corporal directo es mucho mejor para éstas criaturas y yo estaré encantado de ayudarte con eso, tu tortuga gigante tiene que estar muy feliz de que cuides de su bebé-.

Como tenía el huevo  en brazos los llevaba flexionados, y yo estaba tan empanado que casi no consigo reaccionar a lo que le dice a Reiv y Juliet sobre el homenaje -Vaya, éstos Rusos, es un homenaje a los héroes que trajeron de vuelta a todos a casa, que te lías, venga vamos a que te de él sol- intento arreglar un poco lo que ha dicho, si dice desaparecidos probablemente muchos de los presentes en la enfermería se pondrían nerviosos, por lo que tenía entendido uno era el hermano del recién despierto Reiv, eso no era nada bueno así que me apresuro en salir de la enfermería con el fortachón.

una Vez fuera, el rus me da su consentimiento para tocar el dichoso huevo aunque yo estuviera interesado en otro tipo, lo de grande y suave hasta me hace pensar mal, ¿estaría depilado? también tendría una mata de pelo albina? demasiadas preguntas sin respuesta -Si, si, he tocado muchos huevos antes, pero ninguno como el tuyo, eso desde luego.... parece único en su especie- cuando toma mi mano me siento como una colegiala en plena explosión hormonal, me faltaba dar saltitos de alegría -Si, me gusta mucho, demasiado, tu sigue.... mientras Thoren me deja acariciarle el huevo, empiezo a notar como la tortuga o lo que sea que haya dentro se mueve, no puedo evitar sentir algo de decepción ya que la excusa del huevo solo me había servido para hoy, pero con suerte el ruso se pone tan contento que hasta se pone a bailar en bolas por ahí creo que es el momento, tu tortuga ya está lista para salir la tortuga empieza a romper el cascarón al igual que mi esperanza de incubar el huevo con Thoren desnuditos y pegados, si lloro haré que parezca de felicidad por el huevo, a ver si cuela.

El contacto con ella era una de las cosas que más había echado en falta durante todo el encierro, así que cada caricia logra hacerme sentir mejor, seguro,  en casa. Yo tampoco suelto su mano en ningún momento, acariciándola suavemente con el pulgar. La idea de que viniesen muchos a rescatarnos me hace sentir que sí que le importábamos a alguien y que han contado con nosotros, por mucho que hubiesen tardado en venir. Había llegado a pensar que nos habían olvidado, pero no era así. Tanto Juliet como yo habíamos llegado a perder la esperanza de que nos rescatasen o localizasen, por eso el día que sonaron las alarmas supe que teníamos una mínima oportunidad. Tal vez los renegados y la Brigada, solían colaborar. Tomo aire haciendo una leve mueca de molestia al respirar, hablando después. - Estamos en deuda con ellos, les debemos la vida.  ¿Johan también fue? - pregunto casi seguro de que mi hermano estaría metido en eso, no solía mantenerse al margen en esas cosas.  

Mis ojos demuestran sorpresa cuando me dice todo el tiempo que he estado sin reaccionar, tanto como dos meses. Pensé que habrían sido 2 semanas, como mucho.   - ¿¿Tanto?? - dos meses en los que el mundo ha seguido moviéndose y en los que yo ni me he enterado. Ahora entiendo lo que ha debido estar pasando Juliet durante este tiempo, sé lo que es por el tiempo que estuvo ella en el hospital de Ouroboros. De repente me doy cuenta de algo, echando cuentas con el tiempo transcurrido, con cierta noticia acompañada de ecografía y con el aspecto que tiene ella ahora. Mi mente sigue estando algo lenta, pero no hay que ser muy listo para comprender lo que ha pasado. Ya lo sospechaba durante la fiesta en la que nos encontramos, pero ahora queda más que claro. No puedo evitar un leve suspiro pesaroso  y una sensación de pérdida al pensarlo, aunque prefiero no decir nada por ahora porque ella parece animada y se está esforzando porque no me preocupe ni me acuerde de nada por ahora. Intento devolverle la sonrisa cuando me da ese pequeño pellizco en la mejilla, pensando en el momento en el que tengamos que hablar de ello.  

La llegada del escandaloso ruso no me viene mal porque sirve para desviar un poco la atención de mi gesto y mi momento de silencio, aunque también es verdad que me molestan bastante sus berridos exagerados. Supongo que habrá que tolerarlo, que posiblemente fuese otro de los que fuesen a ayudar. Vuelvo mi atención de nuevo a Juliet, que asegura encontrarse muy bien a pesar de todo. Por un lado la creo, pero por otro...sé que hay mucho por digerir y que ella tiende a fingir que todo va bien, a guardarlo todo para sí misma. Tal y como ella ha dicho, ya habrá tiempo para hablar y para las dudas.   - Lo sé. Y te tengo aquí por fin....joder, con eso es más que suficiente. - doy así por buenos sus intentos de hacer que no me preocupe, asintiendo a su propuesta de sacarme a los jardines cuando pueda levantarme. - Yo también te había prometido llevarte a otros sitios...- en ese momento aparece de nuevo el elfo que vi al despertar, que se acerca a mí para revisar mi respiración y darme recomendaciones. Una bala cerca del pulmón...de eso ni me acuerdo.  - Lo haré...gracias por todo. - ahora que ya sé que no es un loco psicópata sé que debo agradecerle su labor como médico. Lo que me deja rayado es lo que suelta Thoren del homenaje a los desaparecidos, cosa que el elfo trata de corregir mientras se lo lleva. Miro a Juliet interrogándola con la mirada porque no me da muy buena espina lo que han dicho, pero la inyección que me han puesto no tarda en hacerme efecto y caigo dormido poco después. Esta vez no tardaría tanto en despertar.

Estaba sentada en una de las camas jugando al UNO con Benjamin, ambos seguiamos aun un tanto convalecientes pero no lo suficiente como para no jugar a las cartas y distraernos de las horas muertas en las que pasamos esperando que el resto de nuestros amigos se despierten. Los casos de Ian y Lykaios estaban siendo especialmente complicados ya no solo por las brutales heridas si no porque algunas habian sido causadas, a drede, con plata. Jarkko tambien andaba por ahi, se habia quedado sobado con la cabeza a los pies de la cama de Ian. Las sombras de sus brazos habian retornado con la magia de aquel maravilloso invento asi que habia logrado recuperar su movilidad y con ella, parte de sus animos y ganas de estar con algunas personas, aunque aun se le veia bastante tristón por todo lo ocurrido con su clan.

Interrumpimos la partida cuando entraron los medicos, algunos como Reiv parecian ir recuperandose....sonreí un poco y miré a Ben, tratando de darle animos. No habiamos conseguido recuperar a Imram...aquella ausencia se notaba. Luego el ruso entró cantando como un poseso y por fortuna aquel elfo rubio lo sacó de alli. Dejé las cartas a un lado.

- Ya está, te he ganado. - me desperecé y luego me rasqué la mejilla, mirando a mi primo que seguia con aquella cara de bello durmiente, a Ian despues, y finalmente a Ben... hice una mueca, quedandome un poco seria. Ahora que no se oian los gritacos de la cancion de Thoren se podia hablar de nuevo. - Cómo estás? Y no me digas bien, o te reviento.

El elfo tiene buen ojo, se ha dado cuenta de que se me da bien levantar cosas, seguro que me ha visto antes en los jardines haciendo muros, o probando a recuperar fuerzas con mis armas. - Eso porrque no me has visto levantar el marrtillo con fuerza. Bueno, mi herrmano tampoco lo hace mal. Por eso pidió uno con el mango muy larrgo, para hacerrlo mejor. - eso me dijo Yaroslav sobre su martillo, y por eso el tatu que lleva en el brazo es igual, el martillo de mango larguísimo. Pego el huevo contra mi pecho desnudo con más fuerza cuando me dice que es el mejor modo de incubarlo, para que note más el calor. Este tío es médico, seguro que tiene que saber de estos asuntos. - Se lo dirré a Aplastaneitora para que no te coma si te ve, que tú ayudaste a cuidarr bebé torrtuga. Antes solía gustarrle comer seres de orejas picudas, pero yo le echaba pienso de goblin para alimentarrla. Muchas prroteínas, tal vez ser bueno para recuperrar herridos, ha?- lo interrogo mientras sigo acariciando la cáscara del huevo, sonriendo todo motivado por eso de que es un experto tocador de huevos.

- Bien, seguro que esto reaccionarrá mejor con mano experrta como la tuya. Toca sin miedo...no muerde. - le dejo más espacio de huevo para que siga tocándolo, hasta que comienzo que eso empieza a moverse. Miro al elfo con emoción, soltando una risotada. - ¡Lo has desperrtado! manos élficas ser bien, ¡mi tortuga ya quierre sacar el cuello! - miro emocionado el momento de eclosión tortuguil, cuando una fea y arrugada cabeza verdosa asoma después de que la pata hubiese roto el cascarón. Veo al elfo llorando de la emoción, casi tan contento como yo, aunque no llore. - Ya, ya, te dejarré visitar prronto. Tengo que alimentar bicho. Se agrradece consejo, voy a las cocinas a por comida - le doy unas palmaditas en la cabeza al elfo, y después a la tortuga. Para mí todos son como mascotillas.

Tras llegar al lugar aquel con los reventaos aquellos mi primo se habia volcado de lleno en cocinar para la gente y ayudarlos a recuperarse. Parecia super feliz. Yo me habia volcado en...hurgar por ahi botellas de alcohol, en ir mejorando las tecnicas de pociones y venenos, y en arreglar los motores de algunos coches que se veian bastante reventados, asi como en salidas esporadicas para aprovisionar de combustibles y materias primas.

En realidad no sabia que puñetas hacia aquí todavia asi que decidi que me largaria cuando hubiese saqueado todo el alcohol posible. Pero claro, quedaba el asunto de mi primo. Accederia a quedarse sin mi? La ultima vez que lo intenté me montó un drama....

El caso es que iba yo por un pasillo pimplando una botella de algo que debia ser muy caro porque ademas de tener mucha graduacion sabia rico, cuando me detuve en seco antes de torcer la esquina, oyendo dos voces familiares hablando de tocar huevos, manos expertas, sacar el cuello y no se que mas cosas que me sonaron terriblemente mal. Suaves y grandes? Que se daba maña? Miré la botella de lo que fuera que estaba bebiendo...habia oido bien o...?

- Deberia dejar de beber

Decidí que lo mejor era darme la vuelta e irme por donde habia venido, y pretender que no habia escuchado nada.

No quería responder mas las preguntas de Reiv, así que fue un alivio que se quedara dormido de un segundo a otro. Sobre todo porque no sabía si contestar a su pregunta sobre Johan le haría bien o mal después de todo lo que habían pasado dentro de la Alianza.

Ahora que le había visto despierto por fin podía decir que se encontraba bien. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, se sentía renovaba y todo el pesar que había sentido en la espalda los últimos meses se habían quitado como por arte de magia. Estrés, o algo así, le dijeron que se llamaba. Ahora, verle dormido era una bendición tan diferente a la de verla inconsciente. Antes de alegraba por verlo vivo aún, ahora sabía que su descanso acabaría en un par de horas. Decidió entonces que, ahora que Reiv estaba fuera de peligro, se tomaría un momento para recorrer de nuevo el jardín. Le había dicho que era hermoso, ¡y lo era! Pero en realidad solo había visto una pequeña parte, la que recorría todas las mañanas para ir a recostarse a aquella banca donde aprovechaba para ver el cielo.

En su camino al jardín, encontró de espaldas a Thoren, con el elfo médico de frente. Hablaban sobre... Tuvo que mirar dos veces, quedándose atónita ante lo que escuchaba. No entendía de nada lo que estaban haciendo, pero lo que escuchaba era todo menos una conversación normal. Tras un momento de quedarse dudosa, alcanzó a escuchar algo de una tortuga y el aire salió de sus pulmones con fuerza tras creer entender a lo que se referían.

Decidió entonces continuar caminando; esta vez no tan despacio como otras veces cuando su ánimo iba mal, sino con energía, con la convicción de que aquel sería un día hermoso... o al menos lo pensó, hasta levantar la vista y fijarla en aquellos muros gigantescos de hielo que les rodeaban.- Wow...- Exclamó por lo bajo, ante lo imponente de todo, a sabiendas de que eso no había estado así ayer por la mañana, justo antes de caminar en dirección a aquel gigantesco muro. Tenía que tocarlo (?)

Matvey Rasputín escribió:Gruñí algo que sonó jodidamente mal, porque solo me salian palabras en la lengua de los demonios y asi parecia que estaba maldiciendo a todo cristo...que probablemente tambien me estuviese cagando en el elfo de antes. Miré a Lucio, su mano, su cara, su ojo.

- Has cambiado desde la ultima vez que te vi, amigo - le dije con cierto pesar en la voz, muy rasposa por el desuso....y...eso. Seguia sin usar el ingles, mas bien la puta lengua negra de los demonios.

Noté por su cara que no me entendía. Tambien empece a ser consciente de un dolor mas severo que otros, en el pecho. Me retiré un poco la camiseta que me habian puesto y vi la enorme cicatriz, ya estaba bastante curada pero n o dejaba de resultar impresionante.

"Ah...ya me acuerdo de todo..."

Interrogé a Lucio con la mirada. Entonces habia salido bien? Le tomé por el antebrazo y lo apreté, con todas las fuerzas de las que era capaz en ese momento...que tampoco eran muchas. Luego me dejé caer de nuevo en la cama. Por mucho que quisiera, aun me sentia demasiado debil como para hacer nada. Entonces empecé a escuchar a alguien berrear. En ruso. Entorné los ojos.

-Ty...leti za....yasnym solntsem vsled....I boystsu na... - murmuré por abajo aquellas palabras, que entendia perfectamente. Luego suspiré y cerré los ojos nuevamente. Aun pasaria algun tiempo hasta que volviese a ser yo mismo.

Me quedo a solas con Matvey después de que Aldaron salga para ir a atender a otro de los que despertaban, lo cual me llena de alivio por ver que estamos sacando adelante a la mayoría. Sólo nos falta ser capaces de recuperar a los licántropos, que no estaban mejorando como se esperaba debido a sus heridas de plata. Mis alumnos se encargan de traer varias pociones que necesitaría Matvey ahora que había despertado, y yo me dispongo a preparar las inyecciones para ponérselas, suponiendo que todavía no podría beber en condiciones. Mi cara de alivio al mirar al nigromante cambia a una de extrañeza por escucharlo hablar de nuevo la lengua desconocida, no tengo ni idea de lo que me ha dicho, aunque es de suponer que sea la lengua demoníaca.

- Será mejor que no uses eso por ahora, amigo. No te preocupes, suele pasar en estos casos. A veces hay dificultades de memoria o de lenguaje cuando se despierta de un coma tan largo como el tuyo. Te dejaré un panel con dibujos para que lo señales cuando necesites algo, hasta que recuperes la capacidad de hablar. - pido a los alumnos que me busquen algo así, mientras termino de preparar la inyección. El agarre de Matvey en mi brazo es como una especie de reclamo de atención o pregunta, o algo así imagino por el gesto de haberse mirado la cicatriz del pecho. - Todo salió bien...el corazón del cofre está en tu pecho, no lo has rechazado, pero la operación fue muy complicada y acabó así. - de hecho la alucinación de Matvey muerto fue una de las que me atormentaron en Turín. - Ahora debes recuperarte poco a poco. La magia ha vuelto al castillo, así que todo irá mejor a partir de ahora. Voy a ponerte esto para calmarte el dolor y para que duermas. Volveré más tarde a verte. Iré a mandar callar al ruso ese...- le inyecto la poción analgésica y sedante en el brazo, esperando hasta que le hace efecto y se vuelve a dormir. Después dejo unas pocas instrucciones más antes de salir de su cuarto, quedándome plantado en el pasillo un momento. ¿Ir a buscar a Sean o seguir alargando la situación incómoda? para hacer lo primero hacen falta ganas y valor, y no voy muy sobrado de ello en estos momentos. Decido evitar enfrentarme a mis miedos, dedicándome a seguir trabajando, así que me pierdo por la enfermería para seguir atendiendo heridos y enfermos durante los siguientes días.

-Yo encantado de levantarte el martillo... Digo, de verte levantar el martillo, con esos músculos se te tiene que dar muy bien... Ahora que lo pienso, se acerca el invierno por estas tierras, quizás podrías ayudarnos cortando leña y así hacer acopio de provisiones. - que estaba empanado pero soy listo, madera y espectáculo, buena combinación. Al parecer la afortunada madre del huevo tenía un nombre bastante particular y una dieta bastante específica que me gusta poco, la verdad -creo que no es buena idea dar eso a los enfermos, van a contraer más enfermedades que beneficios con... Pienso de goblin... Las tortugas tienen un estómago más fuerte- con lo mal que huelen los goblins, solo de pensar en comer uno hasta me da arcadas.

Le sigo tocabdo el huevo todo empanado y escuchando ese acentazo cada vez que abre la boca, pensando "viva la madre Russia" pero cuando la tortuga rompe el cascarón se me va la vida igual que la oportunidad de verle san Petersburgo Al ruso -yo quería tocar el huevo un poco más y verte incubarlo! - digo llorando cuando el maldito bicho ya empieza a salir, lo primero que hace es intentar darme un bocado así que aparto la mano rápidamente antes de que me tone como desayuno -mejor ve a darle de comer... - me voy con mis sueños rotos por el pasillo del castillo y al fondo veo al Drow buenorro empinando el codo, yo ya había cumplido por hoy así que mejor que se encargara Lucio, acelero el paso y lo llamo desde atrás -Espera! Dame veneno que quiero morir! Dame veneeeeenooo! Si me das de lo que tienes en esa botella te doy hierba de la buena! - cuando por fin lo alcanzo me lo llevo por ahí a malinfluenciarlo y si alguno más cae por el camino, también me lo llevo -la vida era más bonita en el 2020,con sus fiestas del orgullo, ahora solo hay hombres amamantando tortugas!!!

Azahar Knox Malfoy escribió:Estaba sentada en una de las camas jugando al UNO con Benjamin, ambos seguiamos aun un tanto convalecientes pero no lo suficiente como para no jugar a las cartas y distraernos de las horas muertas en las que pasamos esperando que el resto de nuestros amigos se despierten. Los casos de Ian y Lykaios estaban siendo especialmente complicados ya no solo por las brutales heridas si no porque algunas habian sido causadas, a drede, con plata.  Jarkko tambien andaba por ahi, se habia quedado sobado con la cabeza a los pies de la cama de Ian. Las sombras de sus brazos habian retornado con la magia de aquel maravilloso invento  asi que habia logrado recuperar su movilidad y con ella, parte de sus animos y ganas de estar con algunas personas, aunque aun se le veia bastante tristón por todo lo ocurrido con su clan.

Interrumpimos la partida cuando entraron los medicos, algunos como Reiv parecian ir recuperandose....sonreí un poco y miré a Ben, tratando de darle animos. No habiamos conseguido recuperar a Imram...aquella ausencia se notaba. Luego el ruso entró cantando como un poseso y por fortuna aquel elfo rubio lo sacó de alli. Dejé las cartas a un lado.

- Ya está, te he ganado. - me desperecé y luego me rasqué la mejilla, mirando a mi primo que seguia con aquella cara de bello durmiente, a Ian despues, y finalmente a Ben... hice una mueca, quedandome un poco seria. Ahora que no se oian los gritacos de la cancion de Thoren se podia hablar de nuevo. - Cómo estás? Y no me digas bien, o te reviento.

Voy por la tercera partida de UNO perdida del día, así que ya me empiezo a mosquear porque creo que me he quedado más tonto de lo que ya era. O tal vez sólo esté despistado y preocupado por ver que Lykaios no despertaba, ni tampoco Genievre. - No me gusta este juego, no se me da bien. Juguemos a otra cosa más divertida.- Refunfuño mientras dejo las cartas desaparramadas sobre la cama en la que estaba sentado con Azahar mientras jugábamos, entrándome ganas de estrangular al ruso hermano que se pone a cantarle al huevo cuando canta. Me da a mí que este también se ha ido volviendo más tonto con los años, algo que no sería de extrañar después de todas las palizas que nos hemos ido llevando.

Evito la mirada de Azahar cuando me hace esa pregunta seguida de advertencia de reventarme si se me ocurría decir que estaba bien, así que me pienso la respuesta más de unos segundos. Me quedo mirando a nuestro capitán caído, tan silencioso que no parece él. La putada de la plata está haciendo mucho más difícil su recuperación, pero quiero creer que lo conseguirá. Resoplo por lo bajo, acabando por contestar a Azahar en tono de confesión. - Estoy preocupado por el capitán. Creo que nunca había pasado tanto tiempo así. Y...me fastidia que el ciego se haya quedado el mérito de sacrificarse, ahora no va a haber quien lo aguante. - en realidad también temo por él, pues ya no es sólo que quedase atrapado, sino que pueden haberlo rematado después de nuestra huida. - ¿Y tú, cómo estás? ¿qué te dijo tu padre cuando se enteró de que te habías venido con los locos de la Brigada? - el pobre Lyran no gana para disgustos, entre los Knox y los Hacksaw.

Me parece una gran idea eso de cortar leña para el invierno, así que decido invitarle para que lo vea cuando lo haga. - Perrfecto, yo te enseñar a levantar bien marrtillo, tú vendrrás a corrtar leña conmigo. - a simple vista no parece muy fuerte, pero quién sabe. Me encojo de hombros cuando rechaza lo del pienso de goblin, pues ya estaba pensando en ir a cazar alguno para después triturarlo aquí mismo. - No es que estén muy buenos, alguna vez los he prrobado, pero son alimenticios. - dejo de dar palmaditas en la cabeza de la tortuga y en la del elfo, riéndome fuerte cuando lo veo llorar porque quería seguir con el toqueteo de huevo y ver la incubación.

- Tendrrás que ir a tocarle el huevo a otrros. Segurro que la loca de los pájarros tiene muchos. ¡Nos vemos luego, elfdoctorr! - me despido de el elfo majete, pensando en eso de avisarle luego para enseñarle a hacer cosas de leñador. Tal vez el pueda enseñarme algo de auxilios básicos, que no vendría mal. Ya me he alejado cuando me doy cuenta de que no le he preguntado el nombre, sólo lo conozco como elfo doctor. Me voy con mi recién nacida tortuga a las cocinas, donde me encuentro a uno de los drows cocinando. La verdad es que no sé cuál de los dos es, porque a mí todos me parecen iguales, oscuros y orejones. El otro elfo de arriba tenía más lustre, más esclarecido él. - Venirr por comida. Me llevo esto, grracias. - cojo unas cuantas zanahorias de la encimera donde está preparando alguna clase de guiso, llevándome la comida y a la tortuga de nuevo. Me protesta un poco, pero para ese momento yo ya estoy saliendo de allí. Después me dirijo al jardín, donde termino de quitarle el cascarón a la tortuga, dejándola sobre la hierba para que empiece a comerse la zanahoria y le de el sol. Me quedo agachado y embobado mirando al bichillo durante algunos segundos, y después me pongo de pie de nuevo, sin acordarme muy bien de lo que iba a hacer ahora. Vuelvo a mirar mi impresionante obra de relucientes muros de hielo, fijándome en que la chica de la enfermería se ha acercado a contemplar mi construcción. Hoy a todo el mundo parecen gustarle mis cosas, y eso me llena de orgullo y satisfacción.

- Puedes tocar si tú querrer. Ser la mejor, durra y grruesa. - la mejor muralla que he levantado en mucho tiempo, tanto que la fortificación de la casa había mejorado mucho. - Crreo que voy a poner pinchos al exterior. - me quedo pensativo imaginando maneras de fortificarlo, poniendo la mano sobre la muralla para que comiencen a salirle estacas de hielo por la zona que da al exterior de los terrenos. Después me cruzo de brazos, dándome por satisfecho. - Segurro que también os ha alegrrado y gustado mi canción rusa. El elfo dijo que levantaba ánimo.

La muralla de hielo parecía mas alta a medida que se acercaba a sus confines. Era difícil para ella decir cuanto tendría de altura, y solo podía imaginar el grosor que debía tener para ser así de alta. Debía ser impresionante ver por el borde. Pensó en quizás intentarlo. Sabía bien que no se había convertido en dragón en mucho tiempo debido a la débil magia, pero se sentía lo suficientemente confiada como para intentarlo.

Sus pensamientos dejaron de ser propios cuando el ruso se acercó, diciendo cosas de su gran muro. Al parecer había sido su obra y, a decir verdad, le habría gustado que aquello fuera algo en lo que haber colaborado. Después de todo, tenia una relación muy íntima con el hielo.- Eh... Gracias.- Murmuro un tanto apenada de haber sido descubierta viendo aquella cosa.- Eres muy hábil, tardaste muy poco en levantarla, seguro que es muy resistente.- Termino por colocar su palma abierta sobre la muralla, que gruesa y alta también se sentía intimidante. Sintió en su palma el ligero movimiento del hielo, que crujía a medida que los pinchos salìan del otro lado, con movimientos apenas perceptibles.- Vaya, si que eres hábil con esto. ¿Donde aprendiste... de donde es tu acento? - Por alguna razón, quizás por lo animada que se sentía tras las buenas noticias, hablaba con fluidez, incluso ignorando su indisposición natural a socializar con la gente.

Cuando hablò de su canción rusa, la verdad es que no supo que decir. Soltó una risilla nerviosa, que se volvió aún peor pues recordó que el chico no traìa camisa en la enfermería y seguía sin traerla.- Fue una buena canción. Aunque algo extraña para el hospital improvisado en el que estamos. ¿Fuiste a ver a alguien?

Más halagos para mi persona en el día de hoy, creo que apuntaré esto en mi diario como el día en que comencé a integrarme en el grupo del castillo. Hasta pediré que me incluyan en el grupo ese que tienen en los teléfonos móviles, que por ahora sigo excluido.  - Lo sé, esto se me dar bien. - me extraño de que no haya identificado mi acento, como si no fuese fácil de sacar, pero se lo pongo fácil y se lo digo sin poner muchas pegas de por medio.  - ¡Rusia! soy herrmano de Yarroslav. ¿Lo conoces? Mi nombre es Thorren Tolstoi. ¿Cuál ser tu nombrre? recuerdo haberte visto en el rescate y en la enfermerría, pero en realidad no conozco el nombrre de muchos de los que están aquí. - lo poco que sabía de ella era por haberla visto junto al hermano de Johan, en la enfermería, pero tampoco habíamos cruzado más que algún que otro saludo.

No estoy de acuerdo en que mi canción fuese extraña para el hospital, era una perfecta canción para dormirse, pero es de entender que estos extranjeros no entiendan la gracia de nuestra música.  - Ya, ya... - replico no muy convencido, asintiendo en lo de ir a visitar a alguien.   - Fui  a acunar a mi huevo. Perro ya no es huevo. Mirra allá, me salió la torrtuga. - señalo al lugar en el que dejé al bebé tortuga, en la hierba comiendo zanahorias.  - Acaba de nacerr, dejé que el elfo tocase huevo y entonces salió. Deben ser manos mágicas.  - me encojo de hombros sin darle demasiada importancia, mirando después a la chica con una fijeza que puede llegar a incomodar.    - Tú viste lo que pasó en campos, ¿verrdad? ¿sabes qué hicierron con los que quedarron? he oído que quierren hacer un acto de homenaje, perro eso es que deben creer que han muerrto. Tuvisteis mucha suerrte de escapar. - le doy también golpecitos en la cabeza a Juliet, tal y como hice antes con la tortuga y con el elfo.

Asintió a lo de que se le daba bien lo del hielo. Debía tener mucha más experiencia que ella, que cuando mucho llevaría poco más de un lustro haciendo magia. Cuando menciona el país de donde viene, se dio cuenta de que definitivamente se había perdido de mucho al estar tanto tiempo encerrada.- Nunca había escuchado de Rusia, pero sí de Yaroslav, es amigo de Johan, lo he visto antes por ahí. Me llamo Juliet.- En realidad, lo había seguido bastante con la mirada durante los últimos meses. Después de ver la oportuna entrada de ellos junto a Ian en un momento en que daba ya todo por perdido los había tomado por señales de buena suerte.

¿Una tortuga? - Por más que le parecía extraño que tuvieran un huevo de tortuga en una enfermería, sabía que el mundo mágico siempre podía sorprenderla. Cuando la vio, tan pequeña y sola, trató de dar un paso hacia ella, pero terminó por quedarse donde estaba, por no incomodar a la recién nacida.- El elfo Aldaron, si, es algo bueno con las manos... Con que ese era el huevo que decían...- Murmuró más para ella que para él.- Es una hermosa tortuga. La verdad es que nunca he visto una de cerca...- "...sin después matarla y asarla". Tras unos instantes de observarla, sintió en el rostro la mirada fija del hombre, a quien devolvió el gesto, comenzando después a removerse, un poco intimidada por la fijeza con que la veía. Al final, agachó el rostro, asintiendo a su pregunta sobre los campos.- No vi cuando se los llevaron. La chica que creo que es hermana de Ian nos sacó antes de que saliera el resto... Pero... ¿Homenaje? No, Johan estaba ahí, no creo que lo... No, seguro que sigue encerrado, como a nosotros... Son rápidos para curar, pero se toman su tiempo para que creas que se olvidaron de ti... Es un poco psicológico todo.- Para cuando terminó, tenía los brazos rodeando su cintura de manera inconsciente. Soltó los brazos inmediatamente al sentir los golpecitos en la cabeza. Era incómodo recordad a la Alianza. No quería ni volver a escuchar de ella. Solo quería huir y cambiar de temas.- ¿Han tenido alguna noticia de ellos?

Repito el nombre de la chica cuando me lo dice, para memorizarlo y que no me pase como con el elfo u otra gente, que me pongo a hablar con ellos y luego siempre se me olvida preguntarles cómo se llaman. Claro que conoce a Yaroslav, mi hermano lleva con los renegados ingleses desde hace un montón de años, es uno de ellos.  - Pues encantado, Juliet. - Cojo su mano de manera brusca para saludarla primero al estilo de los ingleses, y después  la saludo como hacemos en Rusia, donde lo normal es darse tres besos muy cerca de los labios. Me separo después, chasqueando los dedos feliz al escuchar el nombre del elfo.  - ¡Eso es! ¡ALDARRÓN! - lo acentúo como me da la gana, quitando así toda la elfitud al nombre.  - Y sí, serrá una torrtuga gigante. Ella. No el elfo. - señalo de nuevo a la pequeñaja, que ya se había zampado la zanahoria y ahora estaba quieta tomando el sol mañanero.

Le hago un gesto para que vaya a ver a la recién nacida si quiere, invitándola a caminar hacia allá. La miro con cara de estar pensando que es una ingenua por creer que no habrán matado a los responsables de un asalto como ese, pero quién sabe...todo puede ser si les conviene más tenerlos con vida que matarlos. No estoy en la mente de esos perturbados como para saberlo. Me pongo un poco irónico para contestar, me sale de ese modo.   - Claaarro...les estarrán haciendo curritas y jugando a los médicos con ellos. - suspiro con cierto pesar, sin saber qué pensar al respecto.  - No se sabe nada de nada. Llevamos dos meses aquí escondidos como ratas. Ya es hora de remontarr.  Sólo tenemos magia en el castillo, habrrá que hacer algo. - pero a mi no se me va a ocurrir, porque para listos ya están otros. A mi se me da bien la fuerza bruta, y hubo un tiempo en el que no se me daban del todo mal las intrigas palaciegas, enseñanza cortesía de mi prima Anyanka. Lástima que la muy cabrona me engañase.

Me agacho el la hierba para acariciar la cabeza de la tortuga, pensando en ir a guardarla al castillo porque hace demasiado frío fuera para ella. Luego vuelvo a mirar a Juliet, señalándola con el pulgar.  - ¿Tú votarías por Yarroslav? ahorra que Johan y Drrraven han desaparrecido o muerrto, los renegados necesitar nuevo líder. Mi herrmano ser el mejor. Yo votarré por él.