Recuerdo del primer mensaje :
Castillo Le Fay
Me muestro interesado con los datos que me da de las calaveras, ya sabía yo que esos poderosos objetos podrían haber servido en mis investigaciones si me hubiesen dejado estudiarlos más a fondo. Después se encarga de asegurarme que me considera inteligente, pero no se fía de mí un pelo. Resoplo aburrido por esa fama que me he ganado, la cual ya no me quito ni aunque haga mil méritos. Idiotas. No entienden lo que significa el afán de conocimiento. - Sólo sois capaces de ver la superficie de las acciones...no sabéis ir más allá. - replico en voz baja mientras sigue con sus gestos de paz, como enviar a la elfa para que use una sanación sobre mí. No me niego a ello porque me viene bien, después de estar aquí encerrado tanto tiempo lo necesito. A continuación salimos de las mazmorras, escoltados por la elfa sanadora y por el Soul silencioso, que no ha abierto el pico en todo el rato. Alzo una ceja mientras miro a Sean al negarse a darme información, pensando que su nivel de paranoia es excesivo.
- ¿Y qué voy a hacer con la información que me des? ¿gritarla en un castillo en el que estoy atrapado y donde todos sabéis ya lo que yo no sé? relájate un poco, cualquiera diría que tenéis miedo...-
sonrío de lado mientras avanzamos, añadiendo después. - Me parece interesante la colaboración, si me ofrecéis unas cuantas garantías... ahora hablamos. - cojo las cosas que me dan para que pueda pasarme a un cuarto de baño, donde poder darme una ducha con agua caliente y cambiarme. Varios minutos después vuelvo a estar presentable, al menos lo suficiente para que no parezca que negocian con un pordiosero. Al salir de la ducha me dirijo al salón de la reunión, donde por fin desembuchan algo de lo que va el tema. Tomo asiento para escuchar los datos que va soltando Sean con cuentagotas, comprendiendo de una vez que es su solución temporal lo que los ha llevado hasta mí. - Sería útil que me explicaseis en qué consiste esa solución temporal. ¿Habéis usado las calaveras de los Soul? - miro a Adramelech con frialdad, pensando que podíamos haber solucionado esto mucho antes sí se hubiesen prestado a ello. Pero noo, tenían que hacerles caso a los Descendientes.
- Y también deberías explicarme en qué consiste mi colaboración en todo esto. Puedo aportar lo que sé en referencia a lo que trabajé cuando estaba en los laboratorios de la Alianza, aunque vuelvo a repetir que yo no les cedí esa información, no sé cómo la consiguieron. - me inclino hacia delante en la mesa cuando me pide que de mis condiciones, apoyando un codo sobre el tablero mientras cierro el puño. - Lo primero, lo obvio. Liberadme. No quiero volver a esa celda. Es desperdiciar mi talento en un maldito agujero. - me relajo un poco, dejando de clavar la mirada en Sean para mirar a los otros dos. - ¿Vosotros qué sois, su conciencia o algo así? - hago esa pequeña pausa para ver por dónde van los otros, proponiendo después más condiciones. - Lo segundo... - en ese momento entra Giordano en escena, hablándome de fuerzas opuestas, lo cual capta mi atención. - Quiero trabajar con los mejores, con aquellos de los que pueda obtener conocimientos nuevos. Nada de apartarme del proceso, si participo, participo en todo, como uno más, con un equipo con el que sea motivador trabajar. - ya sabía que aquí reunían a parte de la élite mágica, así que me interesa mucho formar parte de esto. - Además, no quiero ni venganzas absurdas ni nada de represalias por parte del resto de ofendiditos del castillo, que gestionen sus cabreos y sus traumas como buenamente puedan, pero que no me vengan a mí con historias. No soy vuestro prisionero ni vuestro esclavo, tendré libertad que merezco. No pido mucho, sólo lo que es justo. Y creo que ahora no es momento de asustarse por lo que hiciese en el pasado, sino que es momento de solucionar el problema del bloqueo de magia. No está documentando que haya sucedido algo así nunca, y las consecuencias a tan largo plazo pueden ser fatales.
Zaphira Eire escribió:Chasco la lengua cuando el pelirrojo no cae en la trampa pero me molesta poco porque parece que ahora mismo no sería capaz ni de quitarse la coleta -Vaya, que pena y yo que quería ver que me pedías, pero jugaremos a lo que tu digas, como soy una sosa de Ouroboros que no sabe divertirse, empieza tu, así me explicas como se juega-
Levanto una ceja cuando dice lo de los dragones y echo otro trago a mi botella, la cual a penas va un poco más arriba de la mitad -Esos son los dragones rojos, yo soy un dragón azul, digamos que prefiero las tormentas eléctricas, además de los hombres inteligentes, quemar la bodega no dice mucho de ti...- empiezo a ver como el pelirrojo se mueve de un lado a otro, después se acerca a mi y empieza a zarandearme cosa que no me gusta en absoluto, le aparto la mano que tiene sobre mi hombro y obviamente le pongo cara de pocos amigos, frunciendo el ceño -Una tontería más como la que acabas de hacer y te juro que la que quema la bodega soy yo, pero contigo dentro-
No parece percatarse de la mirada que le echo pues se me queda mirando muy empanado, toca mi pelo y me hace un cumplido, quizás en otro momento hasta me habría parecido mono pero al estar como una cuba creo que lo mejor va a ser llevarlo a su habitación para que duerma la mona -Eres todo un galán Ben, pero creo que va siendo hora de ir a la habitación...- me levanto del barril apartando un poco al chico para tomarlo de la mano e intentar que me siga hasta una de las habitaciones.
- ¡Eh! no he dicho que seas una sosa. - corrijo al darme cuenta de que la he cagado un poco, pasando una mano por mi nuca mientras trato de arreglarlo un poco. - Sólo digo que...no sé, nunca he visto a los del Consejo de los 20 de fiesta, no me los imagino. Podéis hacer una y demostrar que me equivoco. - hipo al terminar la frase, bebiendo otro trago para que se me pase. Sé reconocer una cita fallida cuando la veo, y creo que esta va por ese camino. Se ve que estoy perdiendo mi sex appeal o que estoy oxidado de tanto tiempo sin festejar y ligar. Vuelvo a meter la pata cuando no sé ni qué tipo de dragón es, arrepintiéndome de no haber hecho más caso en el colegio cuando nos explicaban los diferentes tipos de dragones. No era muy buen estudiante, para nada. Me acabo lo poco que queda de botella de un trago, tirándola por ahí sin muchos miramientos.
Dejo de zarandear su hombro en cuanto aparta mi mano, aunque no pillo a tiempo su cara de cabreo antes de seguir fastidiando la situación más y más. - Es que es verdad, yo no miento nuunca. Eres el mejor pelo dragona que he visto en mucho tiempo. - Al menos parece que no se enfada por el cumplido sobre su pelo, pero lo que sucede a continuación me deja un poco confuso. - ¿Qué? ¿ a la habitación, así, de repente? - en principio la idea suena bien, pero algo me dice que no vamos a la habitación para lo que creo que vamos. O tal vez sí. Yo qué sé. A lo mejor no quería hablar conmigo y sólo quería usarme por mi cuerpo, sin conocerme ni nada. No me voy a negar. Cojo otra botella para ir bebiendo por el camino, siguiendo a Zaph cuando tira de mi mano para salir de la habitación. - No suelo hacer esto en la primera cita, pero por ti haré una excepción. - miento mucho. A mi me da igual que sea la primera, casi mejor que la segunda. - ¿A tu habitación o a la mía? no, a la tuya, en la mía duerme muucha gente.
Zaphira Eire
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Razón no le faltaba al pelirrojo al decir que los descendientes no montaban fiestas, pero no había tiempo, estaban ocupados dando clases, instruyendo a las nuevas generaciones y ahora con todo lo que estaba pasando había aún menos... A pesar de mi edad había estado en pocas fiestas debido a mi dedicación por la orden de Merlín y posteriormente a los descendientes cuando se fundó el consejo de los 20 -puede que cuando todo esto acabe hagamos una buena fiesta, todos juntos, estoy segura de que será algo que no olvidarás nunca-
"el mejor pelo dragona" dice el pelirrojo, ya ni las palabras le salen cuando nos dirigimos a la habitación y aunque mis intenciones eran totalmente diferentes a lo que él estaba pensando, le sigo un poco el juego para que no se eche atrás -si, ya toca ir a la habitación y me halaga que hagas una excepción conmigo, no todos los días llevo a mi cita a su habitación- "para que duerma la mona" claramente no lo llevo a mi habitación, lo llevo a la suya -en mi habitación también hay mucha gente así que calladito y no despiertes a nadie- lo tumbo en la cama y dejo que de un último trago a la botella que lleva en la mano antes de quitársela.
-aquí acaba tu primera cita, ha sido... Entretenida, pero tengo cosas que hacer así que buenas noches Ben- le doy un besito en la mejilla y un par de palmaditas en la misma antes de salir de allí para irme a descansar pues habían muchas cosas por preparar para el viaje.
"el mejor pelo dragona" dice el pelirrojo, ya ni las palabras le salen cuando nos dirigimos a la habitación y aunque mis intenciones eran totalmente diferentes a lo que él estaba pensando, le sigo un poco el juego para que no se eche atrás -si, ya toca ir a la habitación y me halaga que hagas una excepción conmigo, no todos los días llevo a mi cita a su habitación- "para que duerma la mona" claramente no lo llevo a mi habitación, lo llevo a la suya -en mi habitación también hay mucha gente así que calladito y no despiertes a nadie- lo tumbo en la cama y dejo que de un último trago a la botella que lleva en la mano antes de quitársela.
-aquí acaba tu primera cita, ha sido... Entretenida, pero tengo cosas que hacer así que buenas noches Ben- le doy un besito en la mejilla y un par de palmaditas en la misma antes de salir de allí para irme a descansar pues habían muchas cosas por preparar para el viaje.
Me ilusiono con eso de que organizarán una fiesta en condiciones, y todos juntos, sin secuestrados sufriendo horribles torturas. De repente me entra la bajona al acordarme de eso, aunque eso de que me lleve a su habitación sirve para contrarrestarlo un poco. Le protesto cuando me quita la botella que traía conmigo, negándome a acostarme en la cama. - ¿Pero cómo me voy a dormir ahora si no tengo sueño? ¿te vas ya? ¿cómo que termina aquí la cita? Pero si yo creía que... - me quedo to loco con el beso en la mejilla que me da de consolación antes de irse, quedándome tumbado en la cama unos segundos mientras trato de asimilar que me acaba de dar un plantón muy grande. La cama se me mueve y todo da vueltas, así que decido levantarme para salir de la habitación sin rumbo.
Voy por los pasillos farfullando cosas para mí mismo, teniendo ese monólogo hasta que vuelvo a las bodegas, a coger una botella más en compensación de la que me quitó Zaphira. Sigo deambulando por el castillo pegando tragos al whisky escocés, buscando a alguien que no me quiera mandar a la cama y que me entretenga un rato. Al final acabo llegando hasta una sala bastante grande, una de las tantas que hay en el maldito castillo este de ricachones. Allí me encuentro lo que parece una reunión, con nuestra compañera Sook, uno de los Soul, y Sean. Ah, y el alquimista que nos cae mal a todos. - ¡EY! buenaass nochesh compañeros... - camino hasta llegar a mi compañera brigadil, dándole un abrazo y unas palmaditas en la cabeza. Después agarro una silla y me planto al lado de Sean, ofreciéndole un trago de mi botella. - Buah, os tengo que contar una cosa que me acaba de pasar. Me han rechazado. - hago un sonido lastimero, dejando caer la frente sobre el tablero de la mesa para darme un par de golpes. - Ha sido tu madre dragona de pelo bonito, ¿sabess? - apoyo una mano en el hombro del chico, mirándolo con ojos de cordero degollado. - ¿Qué fue lo que hice mal? ¡la cita iba bien! incluso dijo que iríamos a la habitación.... - me llevo las manos a la cabeza como repasando los momentos de la cita, recordando cómo no me di cuenta de las caras que me ponía. - Ayúdame a conquistarla y yo te ayudaré a conquistar a quien quieras con mis trucos... - pego un hipido, haciendo un gesto al resto para que también aporten ideas. - Ah...te has dejado media barba sin afeitar...- señalo a Giordano empanadamente, ahora que me doy cuenta de su presencia.
Voy por los pasillos farfullando cosas para mí mismo, teniendo ese monólogo hasta que vuelvo a las bodegas, a coger una botella más en compensación de la que me quitó Zaphira. Sigo deambulando por el castillo pegando tragos al whisky escocés, buscando a alguien que no me quiera mandar a la cama y que me entretenga un rato. Al final acabo llegando hasta una sala bastante grande, una de las tantas que hay en el maldito castillo este de ricachones. Allí me encuentro lo que parece una reunión, con nuestra compañera Sook, uno de los Soul, y Sean. Ah, y el alquimista que nos cae mal a todos. - ¡EY! buenaass nochesh compañeros... - camino hasta llegar a mi compañera brigadil, dándole un abrazo y unas palmaditas en la cabeza. Después agarro una silla y me planto al lado de Sean, ofreciéndole un trago de mi botella. - Buah, os tengo que contar una cosa que me acaba de pasar. Me han rechazado. - hago un sonido lastimero, dejando caer la frente sobre el tablero de la mesa para darme un par de golpes. - Ha sido tu madre dragona de pelo bonito, ¿sabess? - apoyo una mano en el hombro del chico, mirándolo con ojos de cordero degollado. - ¿Qué fue lo que hice mal? ¡la cita iba bien! incluso dijo que iríamos a la habitación.... - me llevo las manos a la cabeza como repasando los momentos de la cita, recordando cómo no me di cuenta de las caras que me ponía. - Ayúdame a conquistarla y yo te ayudaré a conquistar a quien quieras con mis trucos... - pego un hipido, haciendo un gesto al resto para que también aporten ideas. - Ah...te has dejado media barba sin afeitar...- señalo a Giordano empanadamente, ahora que me doy cuenta de su presencia.
Permanezco silencioso y serio durante todo el momento de las mazmorras, pero estando bien pendiente de todo lo que sucede para detener a Tobías si es necesario. Tomo nota de todo lo que se dicen, quedándome con los datos necesarios a pesar de no intervenir. No tardamos mucho en marcharnos a otro sitio para reunirnos, y aprovechamos para hablar durante los minutos que se ausenta Tobías, cuando va a ducharse y a cambiarse. - No, no creo que estés siendo blando, coincido con ella. - asiento mirando a Sook, que parece también alguien razonable y es menos escandalosa que el resto de la Brigada. - Las negociaciones son tensas, es difícil saber hasta qué punto ceder para que sea provechoso y para que no se rompa la negociación. - sigo callado hasta el regreso de Tobías, cuya presencia me irrita un poco por su verborrea, su ego desmedido y sus intentos de provocación.
- Nadie te tiene miedo aquí. Estás solo, por si no te has dado cuenta. - me dirijo a él por primera vez desde que fuimos a buscarlo, dejándole bien claro que ahora depende de nosotros. - Colabora porque es tu obligación y porque debes hacer algo para remediar tu error. No tienes muchas más opciones por ahora. - suelto escuetamente, mirando de reojo al pelirrojo que entra todo borracho al lugar en el que estamos. Lo observo hasta que va a abrazar a la elfa así sin más, así que intervengo hablando por lo bajo. - Si te está molestando me lo dices, y lo saco de aquí. - empieza a entrarme vergüenza ajena al ver que el pelirrojo comienza a contar sus líos amorosos, nada más y nada menos que con Zaphira. No sabe dónde ha ido a meterse, si hasta discutió con Khaled. - Deberías irte, aquí estamos tratando temas serios, cosas importantes. - intervengo para que Sean no le haga mucho caso, que no me apetece perder el tiempo. - Giordano, ¿qué opinas tú de que Tobías trabaje con vosotros? - paso de Ben para seguir con la reunión, hablando directamente al descendiente de Da Vinci.
- Nadie te tiene miedo aquí. Estás solo, por si no te has dado cuenta. - me dirijo a él por primera vez desde que fuimos a buscarlo, dejándole bien claro que ahora depende de nosotros. - Colabora porque es tu obligación y porque debes hacer algo para remediar tu error. No tienes muchas más opciones por ahora. - suelto escuetamente, mirando de reojo al pelirrojo que entra todo borracho al lugar en el que estamos. Lo observo hasta que va a abrazar a la elfa así sin más, así que intervengo hablando por lo bajo. - Si te está molestando me lo dices, y lo saco de aquí. - empieza a entrarme vergüenza ajena al ver que el pelirrojo comienza a contar sus líos amorosos, nada más y nada menos que con Zaphira. No sabe dónde ha ido a meterse, si hasta discutió con Khaled. - Deberías irte, aquí estamos tratando temas serios, cosas importantes. - intervengo para que Sean no le haga mucho caso, que no me apetece perder el tiempo. - Giordano, ¿qué opinas tú de que Tobías trabaje con vosotros? - paso de Ben para seguir con la reunión, hablando directamente al descendiente de Da Vinci.
Las palabras de Tobías van desde la arrogancia hasta la altanería, por momentos se relaja pero inmediatamente arremete con sus palabras contra mi o contra mis compañeros, suerte que tengo mucha paciencia aunque no por eso detengo a Adramelech cuando le dice un par de cosas.
Una vezTobías se ha duchado y estamos reunidos en la sala,Recojo el pergamino que había dejado leyendo la nota de Zaphira, se me había olvidado lo de mi cumpleaños pero desgraciadamente no había tiempo, dejo el pergamino a un lado cuandoel alquimista empieza a dar sus condiciones, todas me parecen razonables pero siento que debo poner un par de clausulas -Lo de tu libertad está hecho, no puedes trabajar con el resto desde tu celd... En ese momento entra Giordano diciendo lo de las fuerzas opuestas, no revela mucho pero aún así algo es y por tanto da algo de información al alquimista, lo habría fulminado con la mirada pero por el contrario al verlo con media barba sin afeitar casi me echo a reír recordando su ceja quemada de unos meses atrás
-Cómo te las arreglas para ir siempre con la mitad de la cara afeitada? primero la ceja y ahora esto...- saco un pañuelo de mi bolsillo y se lo tiendo para que cómo mínimo se limpie la espuma de la cara, iba a contestarle a eso de que tenía lo mío que sinceramente ni me acordaba de lo que era pero una interrupción más entra por la puerta, el pelirrojo de la brigada que echa un pestazo a alcohol que tira para atrás, se acerca a la elfa y la abraza a lo que Adramelech contesta algo enfadado y no es para menos -Tranquilo Adramelech, creo que son amigos, ambos pertenecen a la brigada...- el pelirrojo se sienta a mi lado y empieza a hablar sobre el rechazo que le ha dado Zaphira, me quedo mirándolo muy sorprendido y después me llevo una mano a la boca apartando la mirada para que no se de cuenta de que empiezo a reirme por lo bajo, jamás me habría imaginado a alguien ligando con Zaph y mucho menos tan borracho como iba, estaba casi seguro de que le había tomado el pelo, ya se lo preguntaría después.
-Siento lo de... mi madre dragona...- digo aguantando las ganas de reírme antes de seguir -Pero ahora estamos tratando temas importantes, si quieres podemos hablar mañana sobre eso, ahora deberías ir a descansar- echo un vistazo a la elfa para pedirle que se ocupe de su compañero y lo saque de la sala, una vez hecho eso, prosigo con las negociaciones con el alquimista -Siento la interrupción, sigamos con las negociaciones, acudirás al laboratorio con nuestros compañeros para ayudaros mutuamente, eso está incluido en tu segunda condición, tenemos a los mejores trabajando en ésto día y noche, entre ellos Giordano aquí presente- señalo a Giordano y es cuando Adramelech hace su pregunta, ante la que espero cualquier respuesta proviniendo del descendiente de Da Vinci.
Respecto a la tercera condición no estoy tan seguro -La tercera condición es un poco más difícil de cumplir, sin embargo puedo ofrecerte lo siguiente, mientras colabores y te mantengas dentro de éste castillo, estarás incluido en el pacto de no agresión que han firmado todos grupos que se encuentran hoy aquí, sin embargo tu tampoco puedes atacar a nadie, ni física ni verbalmente, tu seguridad se vería comprometida- de mi bolsillo de Doraemon saco el pergamino con las firmas de todos para cercarlo al alquimista, obviamente estaba protegido con un encantamiento por si pasaba cualquier cosa, también le doy una pluma para que firme -Si estás de acuerdo firma aquí y mañana mismo empezarás a trabajar además de dormir ésta noche en una cama-
Una vezTobías se ha duchado y estamos reunidos en la sala,Recojo el pergamino que había dejado leyendo la nota de Zaphira, se me había olvidado lo de mi cumpleaños pero desgraciadamente no había tiempo, dejo el pergamino a un lado cuandoel alquimista empieza a dar sus condiciones, todas me parecen razonables pero siento que debo poner un par de clausulas -Lo de tu libertad está hecho, no puedes trabajar con el resto desde tu celd... En ese momento entra Giordano diciendo lo de las fuerzas opuestas, no revela mucho pero aún así algo es y por tanto da algo de información al alquimista, lo habría fulminado con la mirada pero por el contrario al verlo con media barba sin afeitar casi me echo a reír recordando su ceja quemada de unos meses atrás
-Cómo te las arreglas para ir siempre con la mitad de la cara afeitada? primero la ceja y ahora esto...- saco un pañuelo de mi bolsillo y se lo tiendo para que cómo mínimo se limpie la espuma de la cara, iba a contestarle a eso de que tenía lo mío que sinceramente ni me acordaba de lo que era pero una interrupción más entra por la puerta, el pelirrojo de la brigada que echa un pestazo a alcohol que tira para atrás, se acerca a la elfa y la abraza a lo que Adramelech contesta algo enfadado y no es para menos -Tranquilo Adramelech, creo que son amigos, ambos pertenecen a la brigada...- el pelirrojo se sienta a mi lado y empieza a hablar sobre el rechazo que le ha dado Zaphira, me quedo mirándolo muy sorprendido y después me llevo una mano a la boca apartando la mirada para que no se de cuenta de que empiezo a reirme por lo bajo, jamás me habría imaginado a alguien ligando con Zaph y mucho menos tan borracho como iba, estaba casi seguro de que le había tomado el pelo, ya se lo preguntaría después.
-Siento lo de... mi madre dragona...- digo aguantando las ganas de reírme antes de seguir -Pero ahora estamos tratando temas importantes, si quieres podemos hablar mañana sobre eso, ahora deberías ir a descansar- echo un vistazo a la elfa para pedirle que se ocupe de su compañero y lo saque de la sala, una vez hecho eso, prosigo con las negociaciones con el alquimista -Siento la interrupción, sigamos con las negociaciones, acudirás al laboratorio con nuestros compañeros para ayudaros mutuamente, eso está incluido en tu segunda condición, tenemos a los mejores trabajando en ésto día y noche, entre ellos Giordano aquí presente- señalo a Giordano y es cuando Adramelech hace su pregunta, ante la que espero cualquier respuesta proviniendo del descendiente de Da Vinci.
Respecto a la tercera condición no estoy tan seguro -La tercera condición es un poco más difícil de cumplir, sin embargo puedo ofrecerte lo siguiente, mientras colabores y te mantengas dentro de éste castillo, estarás incluido en el pacto de no agresión que han firmado todos grupos que se encuentran hoy aquí, sin embargo tu tampoco puedes atacar a nadie, ni física ni verbalmente, tu seguridad se vería comprometida- de mi bolsillo de Doraemon saco el pergamino con las firmas de todos para cercarlo al alquimista, obviamente estaba protegido con un encantamiento por si pasaba cualquier cosa, también le doy una pluma para que firme -Si estás de acuerdo firma aquí y mañana mismo empezarás a trabajar además de dormir ésta noche en una cama-
Aparté la mirada de Tobías al escuchar a Sean hablarme directamente por no se que asunto divertido. Mi cara?
"mitad de la cara afeitada?"
"improvisa"
Encogí mis hombros. - Lo que he dicho antes de fuerzas opuestas, un lado afeitado, el otro sin.... experimentacion llevada a la practicidad extrema.
Cogí el pañuelo que me dejó como que no quería la cosa y por lo menos me quité la espuma de afeitar de la cara, pero aquello no cambiaba el hecho de que efectivamente, un lado de mi cara seguia algo barbudo y el otro no. A la mierda, al final pasaria de afeitarme, me dejaria crecer la barba y acabaria como mi ascendente Hobbo Da Vinci. - Te equivocas, yo no me he dejado nada. Solo me he afeitado media cara. - respondí a Ben , cargado de razon. Olia mucho a beborcio y habia intentado ligar. - Cómo es que este sujeto sigue vivo?
Me guardé el pañuelito y dejé mi violin y una cajita pequeña sobre la mesa, sentandome. Por lo que parecia, habian acordado pactar con el alquimista para que nos ayudase y a cambio, nosotros teniamos que trabajar con el codo con codo.
- Porca miseria. No tendriamos que atender a este tipo de tratos si Paracelso no se hubiese muerto. - ya cómodamente sentado, me incliné hacia delante apoyandome en la mesa con un solo codo, mirando a Tobias y moviendo mi mano en circulos, como buscando las palabras apropiadas para algo, cuando escuché la pregunta de Adramelech.
- No me importa trabajar con un alquimista. Lo que me preocupa es la deontología de éste. Deberías aprender un poco de eso antes. - me daba mucha pereza tener que pensar que ahora tendriamos que controlar que Tobias no nos la jugase. Seguro que a Newton se le iba a dar mejor que a mi, que hasta me olvidaba de terminar de afeitarme. Dejé de girar mi mano y me quedé mirando a Tobias en silencio un buen rato, por fin habia caido en lo que iba a decirle.
- Pero no esperes trabajar con Jack, Markus y conmigo como "uno más", eso has dicho no? Uno mas. No, no...eso no va a ser posible. Tendrás que demostrar estar a la altura primero para no ser un semplice assistente.
"mitad de la cara afeitada?"
"improvisa"
Encogí mis hombros. - Lo que he dicho antes de fuerzas opuestas, un lado afeitado, el otro sin.... experimentacion llevada a la practicidad extrema.
Cogí el pañuelo que me dejó como que no quería la cosa y por lo menos me quité la espuma de afeitar de la cara, pero aquello no cambiaba el hecho de que efectivamente, un lado de mi cara seguia algo barbudo y el otro no. A la mierda, al final pasaria de afeitarme, me dejaria crecer la barba y acabaria como mi ascendente Hobbo Da Vinci. - Te equivocas, yo no me he dejado nada. Solo me he afeitado media cara. - respondí a Ben , cargado de razon. Olia mucho a beborcio y habia intentado ligar. - Cómo es que este sujeto sigue vivo?
Me guardé el pañuelito y dejé mi violin y una cajita pequeña sobre la mesa, sentandome. Por lo que parecia, habian acordado pactar con el alquimista para que nos ayudase y a cambio, nosotros teniamos que trabajar con el codo con codo.
- Porca miseria. No tendriamos que atender a este tipo de tratos si Paracelso no se hubiese muerto. - ya cómodamente sentado, me incliné hacia delante apoyandome en la mesa con un solo codo, mirando a Tobias y moviendo mi mano en circulos, como buscando las palabras apropiadas para algo, cuando escuché la pregunta de Adramelech.
- No me importa trabajar con un alquimista. Lo que me preocupa es la deontología de éste. Deberías aprender un poco de eso antes. - me daba mucha pereza tener que pensar que ahora tendriamos que controlar que Tobias no nos la jugase. Seguro que a Newton se le iba a dar mejor que a mi, que hasta me olvidaba de terminar de afeitarme. Dejé de girar mi mano y me quedé mirando a Tobias en silencio un buen rato, por fin habia caido en lo que iba a decirle.
- Pero no esperes trabajar con Jack, Markus y conmigo como "uno más", eso has dicho no? Uno mas. No, no...eso no va a ser posible. Tendrás que demostrar estar a la altura primero para no ser un semplice assistente.
- reed:
- Reed Draven escribió:Se apartó rápidamente. Pudo observar en su rostro el cabreo que se estaba pillando pero eso no hizo que Reed borrase su sonrisa. Incluso cuando le llamó imbécil.
-¿Por llamarte torpe?
Preguntó algo incrédulo y después se puso en plan señorita madura. Entornó sus ojos metiendo ambas manos en los bolsillos de la chaqueta. Al recibir ese empujón en el hombro chascó la lengua y se giró siguiéndola con la mirada. Era muy fácil sacarla de sus casillas.
Negó mientras ella se alejaba y para entonces ya se le habían quitado las ganas de ir a la biblioteca así que... Desvió de nuevo la mirada hacia ella y siguió sus pasos a una distancia prudente. Se fijó en su trasero, la verdad que ese pequeño contacto le había sabido a poco y casi no le había dado tiempo a tocarla cuando ella ya se había apartado.
Aceleró el paso mientras salían a los jardines y se inclinó cuando estuvo a su alcance dejando sus labios cerca del oído de ella.
-¿Que tienen las personas normales de interesante?
Se incorporó pasando a su lado encogiendo sus hombros sacando un nuevo cigarro desastroso que encendió. Ahora no podía decirle nada al estar al aire libre.
-Hablas con ellas todos los días.
La miró de reojo mientras lo encendía.
Off: no sé si sigue por ahí o no . Si quieres seguir posting ok y sino pos aluego edito
Al llegar afuera me paré cerca de una de las fuentes que tenia el castillo Le Fay. Eran bonitas, si las mirabas bien...con todos esos cuervos y esos dragones tallados en piedra minuciosamente, pero cubiertos de musgo a trozos...
Entonces noté la presencia de Reed otra vez, me habló muy cerca del oido y se me erizó un poco la piel, aunque probablemente fuese por el frescor que hacia afuera. Digo yo.
Me separé de el sin responderle en ese preciso instante y fui hacia la fuente, sentandome en el borde de esta, que hacia las veces de banquito, para quedar con él frente a frente. Yo seguia con mi ceño fruncido, y él se sacó otro desastroso cigarro.
- De donde has sacado ese estupido tabaco? Parece que alguien ha dormido encima...como poco. - lo miré, parecia decidido a seguir ahi un rato mas, a tocarme las narices. - Mis personas normales tienen muchas cosas interesantes de las que hablar, para tu informacion, y ninguna de esas personas se dedica a tocarme el culo aprovechandose de un estupido traspiés. Y a insultarme despues!
Sook
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
En la reunión con Tobías, este comienza haciendo preguntas e imponiendo sus condiciones desde un primer momento. Sus condiciones son básicamente libertad, la cual me parece justa, ya que si nos ayuda que no tenga que ser desde una celda y tenga unas condiciones adecuadas, la segunda, ser parte de todo el proceso y trabajar con un equipo motivado, y la tercera, la cual me parece la más difícil de cumplir, que nadie tomaría represalias contra él, lo cual no podemos prometérselo porque aunque estuviéramos de acuerdo, no sabemos realmente como pueden actuar las demás personas a pesar del acuerdo. Durante la exposición de sus condiciones, habla de manera bastante altiva y alguna vez intenta provocarnos, pese a esto me mantengo seria ante él, pero Adramelech sí le suelta un par de frescas al alquimista con las que estoy de acuerdo, así que no le detengo, la verdad es que Adramelech me cae bien.
En el transcurso de la reunión, tenemos dos interrupciones. Una de un hombre bastante atractivo, pero con la mitad de la barba afeitada, del cual no conozco su nombre, pero aún así nos saludamos con cordialidad. Este hombre, al cual llamaron Giordano, se unió a la reunión, pues al parecer era uno de los que tendría que trabajar en equipo con el alquimista, sinceramente esperaba que tuviera paciencia.
La otra aparición fue la de mi compañero Ben, al cual le tengo mucho cariño, pero hizo una aparición muy borchonosa. Nada más entrar, todos notamos como estaba completamente ebrio, y vino hacia mí para darme un abrazo. Adramelech me dijo que si me molestaba podía hacerse cargo de él, a lo cual Sean le explicó que relación teníamos, a lo que dije: - Gracias Adramelech, eres muy amable, pero como dice Sean, es mi compañero de brigada, no te preocupes... aunque hoy parece estar especialmente ebrio- tras aquel abrazo, Ben toma asiento y comienza a molestar a Sean sobre cómo ligarse a Zaphira, ¿su madre dragona?, en fin, problemas amorosos que en ese momento no nos interesaban mucho a ninguno. Sean me echa una mirada para que saque a Ben de allí, por ello me levantó y con mucha paciencia comienzo a dirigirlo hacia la salida: - Mira Ben, cariño, ahora mismo no podemos atenderte, así que ve a acostarte, mañana, cuando tengamos un hueco libre, trataremos tu problema y quizás Sean pueda darte algún consejo para poder ligarte a esa chica, ¿vale?- lo empujo poco a poco fuera de la sala y cierro la puerta tras él.
Tras esto, vuelvo a tomar asiento y me uno de nuevo a la reunión. Al parecer Sean, ha aceptado las dos primeras condiciones, y a la tercera, la cual me imaginaba que sería la más difícil de cumplir, le pone ciertas condiciones que debe cumplir para asegurar que él esté incluido también en el pacto de no agresión. Finalmente, se le ofrece un contrato para que lo firme si está de acuerdo.
En el transcurso de la reunión, tenemos dos interrupciones. Una de un hombre bastante atractivo, pero con la mitad de la barba afeitada, del cual no conozco su nombre, pero aún así nos saludamos con cordialidad. Este hombre, al cual llamaron Giordano, se unió a la reunión, pues al parecer era uno de los que tendría que trabajar en equipo con el alquimista, sinceramente esperaba que tuviera paciencia.
La otra aparición fue la de mi compañero Ben, al cual le tengo mucho cariño, pero hizo una aparición muy borchonosa. Nada más entrar, todos notamos como estaba completamente ebrio, y vino hacia mí para darme un abrazo. Adramelech me dijo que si me molestaba podía hacerse cargo de él, a lo cual Sean le explicó que relación teníamos, a lo que dije: - Gracias Adramelech, eres muy amable, pero como dice Sean, es mi compañero de brigada, no te preocupes... aunque hoy parece estar especialmente ebrio- tras aquel abrazo, Ben toma asiento y comienza a molestar a Sean sobre cómo ligarse a Zaphira, ¿su madre dragona?, en fin, problemas amorosos que en ese momento no nos interesaban mucho a ninguno. Sean me echa una mirada para que saque a Ben de allí, por ello me levantó y con mucha paciencia comienzo a dirigirlo hacia la salida: - Mira Ben, cariño, ahora mismo no podemos atenderte, así que ve a acostarte, mañana, cuando tengamos un hueco libre, trataremos tu problema y quizás Sean pueda darte algún consejo para poder ligarte a esa chica, ¿vale?- lo empujo poco a poco fuera de la sala y cierro la puerta tras él.
Tras esto, vuelvo a tomar asiento y me uno de nuevo a la reunión. Al parecer Sean, ha aceptado las dos primeras condiciones, y a la tercera, la cual me imaginaba que sería la más difícil de cumplir, le pone ciertas condiciones que debe cumplir para asegurar que él esté incluido también en el pacto de no agresión. Finalmente, se le ofrece un contrato para que lo firme si está de acuerdo.
Reed Draven
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Suspiró soltando todo el humo por su respuesta. No pensaba responderle que lo sacó de la chaqueta de un tío muerto.
Se había sentado al borde de la fuente y ahora parecía mucho más chiquitaja.
-Hoy en día no podemos hacer ascos a lo que encontramos por ahí. No crees?
Alzó una ceja por su acusación y soltó una pequeña risa desviando la mirada.
-Yo no te he insultado... He puntualizado lo torpe que has sido cada vez que nos hemos cruzado.
Dió otra calada soltando el humo rápidamente volviendo a mirarla.
-De lo otro solo tengo que decir que lo mismo esas personas son gilipollas por no intentarlo.
Se había sentado al borde de la fuente y ahora parecía mucho más chiquitaja.
-Hoy en día no podemos hacer ascos a lo que encontramos por ahí. No crees?
Alzó una ceja por su acusación y soltó una pequeña risa desviando la mirada.
-Yo no te he insultado... He puntualizado lo torpe que has sido cada vez que nos hemos cruzado.
Dió otra calada soltando el humo rápidamente volviendo a mirarla.
-De lo otro solo tengo que decir que lo mismo esas personas son gilipollas por no intentarlo.
El Soul Reaper mudo abre por fin la boca para decir algo, aunque no sea nada agradable. Lo miro con desdén cuando me recuerda eso de que estoy solo, pero no hay duda de que si ponen tantas condiciones es porque algo temen. No me agrada que me mencione lo del error, como si estuviese obligado a pagar por ello. Decido ignorar deliberadamente a Adramelech, volviendo a mirar a Sean que era con el que se supone iba a negociar. Me garantiza una pseudo libertad, sólo estar fuera de la celda, pero no una libertad real. Echo un vistazo de reojo a Giordano, el tipo de la cara a medio afeitar, que menciona algo de Paracelso. Sólo me necesitan porque han perdido a su alquimista, alguien de reputado linaje. No puedo evitar indignarme cuando considera que tal vez no esté a la altura, así que no me queda otra que intervenir. - No poseo un apellido de renombre como los vuestros, pero eso no significa que no sea válido. - replico orgulloso, deseando demostrarle que estoy a la altura de lo que se espera. La llegada del borracho me hace resoplar, esto no es serio para una negociación. Ojalá lo echen a patadas de aquí cuanto antes.
Suelto un sonido irónico al escuchar las pegas que pone Sean a la tercera condición, esa libertad a medias no me gusta nada. - Me sigues tratando como a alguien de tercera, alguien sin derechos. Claro que no voy a agredir a nadie en el castillo, ¿por quién me tomas? pero no pienso permitir que me obligues a moverme bajo tus condiciones, sin poder salir o entrar como hacéis el resto, y estando vigilado como si fuese un delincuente. Sólo pido lo mismo que los demás, y no voy a firmar ese papel de condiciones. A saber qué le has hecho al pergamino. - no me fío de él, ni de su apariencia de bueno, a menudo son lobos con piel de cordero. - Dejémonos de estupideces y dejadme que vaya a empezar a colaborar cuanto antes. A los demás puedes obligarlos a firmar todo lo que quieras. Yo no voy a trabajar para ti, con lo cual no voy a firmar ningún contrato. Es una colaboración porque me necesitáis. - termino de manera tajante, levantándome de la mesa con las manos sobre el tablero. En ningún momento alzo la voz, pero me mantengo serio y firme en mis palabras.
Suelto un sonido irónico al escuchar las pegas que pone Sean a la tercera condición, esa libertad a medias no me gusta nada. - Me sigues tratando como a alguien de tercera, alguien sin derechos. Claro que no voy a agredir a nadie en el castillo, ¿por quién me tomas? pero no pienso permitir que me obligues a moverme bajo tus condiciones, sin poder salir o entrar como hacéis el resto, y estando vigilado como si fuese un delincuente. Sólo pido lo mismo que los demás, y no voy a firmar ese papel de condiciones. A saber qué le has hecho al pergamino. - no me fío de él, ni de su apariencia de bueno, a menudo son lobos con piel de cordero. - Dejémonos de estupideces y dejadme que vaya a empezar a colaborar cuanto antes. A los demás puedes obligarlos a firmar todo lo que quieras. Yo no voy a trabajar para ti, con lo cual no voy a firmar ningún contrato. Es una colaboración porque me necesitáis. - termino de manera tajante, levantándome de la mesa con las manos sobre el tablero. En ningún momento alzo la voz, pero me mantengo serio y firme en mis palabras.
Nadie me da soluciones a mi crisis existencial de borrachera, sólo me dicen que luego, que ahora están haciendo cosas importantes. Vete a saber. - Pero...¡¿qué hay más importante que el amor?! - los señalo uno a uno indignado, pensando que son unos amargados por creer que los asuntos amorosos no son importantes. Después echo una mirada lastimera a Sean para que me ayude, pero enseguida viene Sook para ir sacándome poco a poco de la sala, prometiéndome que hablaremos mañana. - ¡Todos me mandan a dormir hoy! - protesto una vez fuera, cuando me cierran la puerta como si nadie me quisiera. - Pues no me pienso ir a dormir. - murmuro en un absurdo acto de rebeldía, poniéndome a deambular por el castillo un poco rayado. La verdad es que era absurdo eso de haberme emborrachado para nada, cuando había cosas más importantes que hacer.
Salgo del edificio para ir un rato a los jardines para que me de el aire, a ver si se me pasa un poco la borrachera que llevo. Por allí no veo a demasiada gente a estar horas de la noche, quitando Azahar que parece estar ligando con un chaval que no conozco. Espero que a ella le vaya mejor la noche que a mí. Atravieso todos los terrenos del castillo, llegando a la zona de la barrera para marcharme del lugar, sin rumbo fijo.
Salgo del edificio para ir un rato a los jardines para que me de el aire, a ver si se me pasa un poco la borrachera que llevo. Por allí no veo a demasiada gente a estar horas de la noche, quitando Azahar que parece estar ligando con un chaval que no conozco. Espero que a ella le vaya mejor la noche que a mí. Atravieso todos los terrenos del castillo, llegando a la zona de la barrera para marcharme del lugar, sin rumbo fijo.
Zaphira Eire
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Ya estaba de vuelta en la habitación que compartía con algunas chicas más, alumnas de Ouroboros, me dispongo a quitarme la ropa empezando por las botas y el pantalón, me siento en la cama a punto de acostarme para descansar por fin pero un sonido lejano llega a mis oídos, frunzo el ceño porque no es algo que venga del castillo, sin embargo está por los alrededores, parecía un rugido... probablemente algún hombre lobo o feral que se ha acercado demasiado, intento no prestarle atención pero no puedo, dudo un momento antes de robar un par de deportivas y un pantalón corto de las chicas, tomo mi cinturón con las dagas enfundadas y salgo de la habitación corriendo mientras me las pongo en la cintura.
Recorro los pasillos rápidamente hasta salir al jardín, habían cuatro personas las cuales no parecen haber escuchado nada, tres eran personas que se habían recuperado hace poco y luego el elfo -Volved dentro y avisad a todos, hay algo fuera en el bosque, Aseguraos de que no falte nadie en el castillo! voy a echar un vistazo- le digo a los dos chicos cerca de la fuente alzando la voz para que me escuchen, el elfo también podría con esas orejotas y la chica a su lado no la conocía así que no estaba segura.
Cargo contra la barrera la cual se abre a mi paso para dejarme salir sin problemas, una vez fuera busco cobertura del bosque, que sería lo más razonable, me detengo un momento a escuchar, fuera de la barrera y la zona mágica era un poco más difícil pero no imposible, me dirijo a la zona en la que parece haber ruido a pesar del silencio de la masa forestal y echo a correr sin hacer demasiado ruido, no me apetecía ser la cena de nadie.
Recorro los pasillos rápidamente hasta salir al jardín, habían cuatro personas las cuales no parecen haber escuchado nada, tres eran personas que se habían recuperado hace poco y luego el elfo -Volved dentro y avisad a todos, hay algo fuera en el bosque, Aseguraos de que no falte nadie en el castillo! voy a echar un vistazo- le digo a los dos chicos cerca de la fuente alzando la voz para que me escuchen, el elfo también podría con esas orejotas y la chica a su lado no la conocía así que no estaba segura.
Cargo contra la barrera la cual se abre a mi paso para dejarme salir sin problemas, una vez fuera busco cobertura del bosque, que sería lo más razonable, me detengo un momento a escuchar, fuera de la barrera y la zona mágica era un poco más difícil pero no imposible, me dirijo a la zona en la que parece haber ruido a pesar del silencio de la masa forestal y echo a correr sin hacer demasiado ruido, no me apetecía ser la cena de nadie.
Abro los ojos muy fuertemente cuando suelta la palabra enamorarse y sigo caminando junto a el negando para mi misma. Lo siguiente que suelta me hace sorprenderme, por lo del palo en el culo y después suelto una risotada en plan burraca muy de la Brigada por lo de la orgía de los 60.
"por merlín...no tiene censura"
Escucho atentamente la historia de la tortuga y voy poniendo varias muecas conforme se vuelve más extraña.
-¿La tortuga es su...
No termino la pregunta cuando aparece una mujer dando órdenes y se va corriendo. La sigo con la mirada para después desviar la vista hacia donde debe estar el bosque. Sí, lo oigo. Lo huelo.
-Ferales...
Voy a lanzarme a correr hacia la salida cuando me percato de un pequeño detalle. Freno mi paso observando la barrera mágica y gruño por lo bajo.
-No puedo salir sin correr el riesgo de transformarme.
Murmuro un poco rabiosa, no mucho. Miro al elfo mientras corro hacia el interior en busca de alguien.
-Iré a buscar a alguien que pueda salir!Ten cuidado orejitas!
Suelto lanzándole un besito de esos feromonizados míos que salen literalmente volando por el aire y se planta en su mejilla. Entro al interior corriendo. Por alguna razón tengo ganas de gritar ¡Trol en las mazmorras! pero...
-Ferales en el bosque!Necesitamos refuerzos!
Suelto al aire a ver si alguien se percata.
"por merlín...no tiene censura"
Escucho atentamente la historia de la tortuga y voy poniendo varias muecas conforme se vuelve más extraña.
-¿La tortuga es su...
No termino la pregunta cuando aparece una mujer dando órdenes y se va corriendo. La sigo con la mirada para después desviar la vista hacia donde debe estar el bosque. Sí, lo oigo. Lo huelo.
-Ferales...
Voy a lanzarme a correr hacia la salida cuando me percato de un pequeño detalle. Freno mi paso observando la barrera mágica y gruño por lo bajo.
-No puedo salir sin correr el riesgo de transformarme.
Murmuro un poco rabiosa, no mucho. Miro al elfo mientras corro hacia el interior en busca de alguien.
-Iré a buscar a alguien que pueda salir!Ten cuidado orejitas!
Suelto lanzándole un besito de esos feromonizados míos que salen literalmente volando por el aire y se planta en su mejilla. Entro al interior corriendo. Por alguna razón tengo ganas de gritar ¡Trol en las mazmorras! pero...
-Ferales en el bosque!Necesitamos refuerzos!
Suelto al aire a ver si alguien se percata.
No puedo ocultar mi gesto de escepticismo cuando Sook me dice que el borracho pelirrojo es su amigo, algo que también confirma Sean. El caso es que me suena el tipo de verlo en la reunión aquella que hicimos hace meses. En esa ocasión también iba borracho, y uno de los miembros del Consejo tuvo que pegarle un puñetazo para dejarlo KO y que no fuese por ahí a hacer estupideces. A día de hoy la persona que le pegó el golpe está desaparecida, y el de la Brigada sigue teniendo un serio problema de alcoholismo. Agradezco que Sook se encargue de sacarlo de la sala, pudiendo prestar por fin atención a lo que realmente importa.
- Trabajar con alguien sin escrúpulos tiene sus riesgos. - coincido con lo que dice Da Vinci, que al igual que Sean pone ciertos límites a las peticiones de Tobías. - Pero dudo que pueda salirse con la suya estando rodeado y vigilado. Además, debe recordar que ahora tiene un objetivo común con nosotros, y que sus trabajos asociado con la Alianza van a ser imposibles. Los Blood Keepers también te han despreciado, según vi en aquella reunión, así que no te conviene cabrearnos. Somos los últimos que pueden traerte algún beneficio. Seguir vivo, para empezar. - Es de ese tipo de personas ambiciosas que no se conforman con nada, comparable a aquellos que sólo quieren ser Soul Reapers para utilizar de la peor manera el poder que otorgan las calaveras. La situación se tensa cuando el alquimista se pone en pie, negándose a firmar el documento con las condiciones correspondientes. Miro de reojo a Sean, a Giordano y a Sook, buscando una reacción por parte de éstos. O bien se rompen las negociaciones o aceptan trabajar sin firma de por medio. Intuyo que debe ser más que un simple contrato escrito, posiblemente tenga alguna implicación mágica, algo por lo que los magos sienten debilidad.
En ese momento se escuchan gritos procedentes del exterior, así que me levanto de la silla para correr hacia los ventanales, asomándome para ver qué sucede. En los jardines hay una pelimorada gritando que hay ferales en el bosque y que se necesitan refuerzos, así que no me lo pienso dos veces. - Voy a ayudar, luego me contáis cómo ha terminado la reunión. - me despido de los presentes para marcharme de la sala a toda prisa, saliendo del castillo hacia los terrenos, y de ahí hacia los límites de la barrera y la zona de influencia de magia.
- Trabajar con alguien sin escrúpulos tiene sus riesgos. - coincido con lo que dice Da Vinci, que al igual que Sean pone ciertos límites a las peticiones de Tobías. - Pero dudo que pueda salirse con la suya estando rodeado y vigilado. Además, debe recordar que ahora tiene un objetivo común con nosotros, y que sus trabajos asociado con la Alianza van a ser imposibles. Los Blood Keepers también te han despreciado, según vi en aquella reunión, así que no te conviene cabrearnos. Somos los últimos que pueden traerte algún beneficio. Seguir vivo, para empezar. - Es de ese tipo de personas ambiciosas que no se conforman con nada, comparable a aquellos que sólo quieren ser Soul Reapers para utilizar de la peor manera el poder que otorgan las calaveras. La situación se tensa cuando el alquimista se pone en pie, negándose a firmar el documento con las condiciones correspondientes. Miro de reojo a Sean, a Giordano y a Sook, buscando una reacción por parte de éstos. O bien se rompen las negociaciones o aceptan trabajar sin firma de por medio. Intuyo que debe ser más que un simple contrato escrito, posiblemente tenga alguna implicación mágica, algo por lo que los magos sienten debilidad.
En ese momento se escuchan gritos procedentes del exterior, así que me levanto de la silla para correr hacia los ventanales, asomándome para ver qué sucede. En los jardines hay una pelimorada gritando que hay ferales en el bosque y que se necesitan refuerzos, así que no me lo pienso dos veces. - Voy a ayudar, luego me contáis cómo ha terminado la reunión. - me despido de los presentes para marcharme de la sala a toda prisa, saliendo del castillo hacia los terrenos, y de ahí hacia los límites de la barrera y la zona de influencia de magia.
Las ocurrencias de Giordano cada vez me sorprendían menos, pero de ésta no se escapaba, si solo quería afeitarse media barba para que se pone espuma en toda? no tiene sentido pero simplemente le doy el pañuelo y espero a que Sook saque a Benjamin de la sala. las interrupciones no parecen ser para nada del agrado de Tobías y no es para menos teniendo en cuenta que tratamos asuntos delicados y de vital importancia.
la conversación sigue su curso y Giordano parece poco receptivo ante la idea de trabajar con el alquimista, cosa que claramente no le agrada, llevo mi mano hasta su brazo y le doy un ligero toque para que se relaje un poco y me dirijo a Tobías de nuevo -De nada sirve al apellido si no eres de utilidad, los descendientes no somos solo nombres famosos, tenemos conocimientos que se transmiten de generación en generación con el fin de educar a la comunidad mágica... el científico empieza a impacientarse y rechaza el pergamino que le tiendo arremetiendo contra mi directamente, se pone en pie como queriendo demostrar firmeza y estaba poniendo a prueba mi paciencia.
Suspiro profundamente y me llevo una mano al entrecejo para masajearlo -No te estoy tratando como alguien de tercera, ni mucho menos, te estoy ofreciendo un trato justo, si quieres quedarte tienes que firmar el acuerdo al igual que hemos hecho todos los demás, si no entras me temo que el único lugar en el que vas a estar seguro es en aquella celda...- unos gritos que vienen de fuera me alertan, parece la voz de Zaphira y un después alguien grita diciendo algo sobre el bosque, me levanto de la silla alarmado dejando que Adramelech se vaya -Gracias Adramelech, te informaremos pero ten cuidado- ahora mi mirada se posa en Giordano, no me gusta nada lo que está pasando, no le digo nada pero la preocupación se ve claramente reflejada en mi rostro.
-No tenemos mucho tiempo Tobías, puede que no confíes en nosotros pero me temo que somos tu único recurso en éste momento, firma y empezarás a trabajar ya mismo si es lo que quieres pero si no aceptas me temo que tendré que devolverte a la celda, no podemos estar preocupándonos por ti cuando el enemigo nos pisa los talones... le tiendo de nuevo la pluma y el pergamino, esperaba que colaborase y si no lo hacía no habría nada que hacer, ahora mismo la seguridad del castillo era lo más importante y debía irme para reforzar la barrera.
la conversación sigue su curso y Giordano parece poco receptivo ante la idea de trabajar con el alquimista, cosa que claramente no le agrada, llevo mi mano hasta su brazo y le doy un ligero toque para que se relaje un poco y me dirijo a Tobías de nuevo -De nada sirve al apellido si no eres de utilidad, los descendientes no somos solo nombres famosos, tenemos conocimientos que se transmiten de generación en generación con el fin de educar a la comunidad mágica... el científico empieza a impacientarse y rechaza el pergamino que le tiendo arremetiendo contra mi directamente, se pone en pie como queriendo demostrar firmeza y estaba poniendo a prueba mi paciencia.
Suspiro profundamente y me llevo una mano al entrecejo para masajearlo -No te estoy tratando como alguien de tercera, ni mucho menos, te estoy ofreciendo un trato justo, si quieres quedarte tienes que firmar el acuerdo al igual que hemos hecho todos los demás, si no entras me temo que el único lugar en el que vas a estar seguro es en aquella celda...- unos gritos que vienen de fuera me alertan, parece la voz de Zaphira y un después alguien grita diciendo algo sobre el bosque, me levanto de la silla alarmado dejando que Adramelech se vaya -Gracias Adramelech, te informaremos pero ten cuidado- ahora mi mirada se posa en Giordano, no me gusta nada lo que está pasando, no le digo nada pero la preocupación se ve claramente reflejada en mi rostro.
-No tenemos mucho tiempo Tobías, puede que no confíes en nosotros pero me temo que somos tu único recurso en éste momento, firma y empezarás a trabajar ya mismo si es lo que quieres pero si no aceptas me temo que tendré que devolverte a la celda, no podemos estar preocupándonos por ti cuando el enemigo nos pisa los talones... le tiendo de nuevo la pluma y el pergamino, esperaba que colaborase y si no lo hacía no habría nada que hacer, ahora mismo la seguridad del castillo era lo más importante y debía irme para reforzar la barrera.
¡¡LA ALIANZA ESTÁ AQUI!!
¡¡THOREEEEEN!!
¡¡LUCIO!!
¡¡THOREEEEEN!!
¡¡LUCIO!!
Gritaba a medida que se acercaba como alma que lleva el diablo a la enfermería. Corrió por todos los pasillos, donde no había gente lo suficientemente completa para ayudarla con su gran problema.
¡¡LA ALIANZA ESTÁ AQUI!!
¡¡THOREEEEEN!!
¡¡LUCIO!!
¡¡LUCIO!! ¿¿ALDARON?? ¿¿BEN??
¡¡THOREEEEEN!!
¡¡LUCIO!!
¡¡LUCIO!! ¿¿ALDARON?? ¿¿BEN??
Tenía que seguir gritando. Sentía que el corazón le iba a mil por hora y que estaba a punto de desmayarse, pero tenía meses sin sentirse tan viva como en aquel momento, cuando Reiv más la necesitaba y donde no importaba nada de lo que habían vivido en el pasado. Solo necesitaba volver a tiempo para sacarlo de esa horrible situación. Se aseguró de que algunas de las personas con las que se encontró corrieran el mensaje para movilizarles al bosque en ese mismo instante, gritando por última vez el nombre de Lucio y el de Thoren desde un espacio céntrico del palacio. Alguien tenía que escucharla. Alguien tenía que ayudar. Decidió esperar un momento para recuperar el aliento, pero si no conseguía a nadie estaba definitivamente segura de que lo que salvaría a los tres del bosque tendría que ser ella. Aún si eso significara convertirse en dragón y convertirse en un blanco, poderoso pero fácil.
¡¡LA ALIANZA ESTÁ AQUI!! ¡¡ESTÁN EN EL BOSQUE, ENVIARON ESPÍAS, TENEMOS QUE DETENERLES ANTES DE QUE LLEGUEN AL CASTILLO, ATACAN A REIV, A JOSEPHINE Y ZAPHIRA!! ¡¡TENEMOS QUE IR!!
Estaba saltando felizmente junto a los conejos de chocolate, a través del bosque de árboles de malvaviscos, por el camino de chocolate, cuando de repente se puso a llover bolitas de chocolate, así que tuve que refugiarme en la Villa Chocolate, con sus casas de chocolate, sus faroles de chocolate y sus perros de chocolate. Yo mordía todo lo que se me pasaba por enfrente, pero cuando mordí al perro, este ladró. Me alejé de él pero me seguía ladrando, sus ladridos se fueron transformando en palabras que yo entendía lo cual me sorprendió, pero cuando entendí su significado me incorporé de golpe.
-¿QUE LA ALIANZA QU…?¡Ouch!- Me quejé cuando tratando de salir desesperadamente de la cama me enredé con las sábanas y caí de cara al piso. Con ayuda de la magia elemental del aire me deshice de las sábanas, me incorporé y volé hasta la ventana más próxima. Solo vi el decaído bosque y el cielo nocturno.
En el pasillo se escuchaban gritos, salí para ver cómo otras personas se asomaban para luego salir desesperadamente de sus habitaciones y se ponían a correr aterrorizados ante los gritos de la pelirroja. Trate de pedirles calma pero seguían corriendo y gritando como pollos sin cabeza ignorandome por completo, en realidad no los culpaba, los gritos de la joven no predecían nada bueno. Más allá de eso, en este desastre no podríamos enfrentar a nadie. Con mi magia elemental de la tierra hice que el suelo debajo de mi se elevara para que todos pudieran verme y con mi magia elemental del aire proyecté mi voz para que todo el castillo me oiga.
-¡SILEENCIOO!- Cuando todo el mundo se calló continué hablando. -Que no cunda el pánico. Ahora, escuchemos a las muchachas ¿Dicen que en el bosque hay ferales espías de la Alianza Humana?-
Me puse a pensar en voz alta: -Eso quiere decir que no deben ser un ejército… No nos podemos desaparecer… Ellos deben saber con certeza que aquí hay una gran concentración de magia, pero no cuántos seres mágicos somos… ¡Niños, ancianos, enfermos y todo aquel que no esté en condiciones de luchar diriganse al jardín trasero! Estudiantes de magia elemental de la tierra, también, al jardín. El resto… ¡ESCONDANSE! Busquen cualquier lugar, las bodegas, los calabozos, los muebles de las habitaciones, la cocina, el techo…- Mientras mencionaba lugares, la gente se esparcía buscando un escondite.
Ya en el jardín trasero, los estudiantes de magia elemental de la tierra y yo hicimos un hueco en la tierra lo suficientemente amplio para que todos los necesitados pudieran entrar, esconderse debajo de la tierra y no ahogarse. Luego de indicarles a los elementaristas de la tierra que se metan en la cueva con el resto y cerrar el escondite de manera tal que parezca que sólo es un inofensivo jardín me volví hacia Jul.
-Fuera del castillo no tengo magia, pero quizás pueda ayudar porque sé luchar. Yo te sigo. ¿Qué te hace estar tan segura de que son espías?- Iría tras ella para que me muestre el camino.
-¿QUE LA ALIANZA QU…?¡Ouch!- Me quejé cuando tratando de salir desesperadamente de la cama me enredé con las sábanas y caí de cara al piso. Con ayuda de la magia elemental del aire me deshice de las sábanas, me incorporé y volé hasta la ventana más próxima. Solo vi el decaído bosque y el cielo nocturno.
En el pasillo se escuchaban gritos, salí para ver cómo otras personas se asomaban para luego salir desesperadamente de sus habitaciones y se ponían a correr aterrorizados ante los gritos de la pelirroja. Trate de pedirles calma pero seguían corriendo y gritando como pollos sin cabeza ignorandome por completo, en realidad no los culpaba, los gritos de la joven no predecían nada bueno. Más allá de eso, en este desastre no podríamos enfrentar a nadie. Con mi magia elemental de la tierra hice que el suelo debajo de mi se elevara para que todos pudieran verme y con mi magia elemental del aire proyecté mi voz para que todo el castillo me oiga.
-¡SILEENCIOO!- Cuando todo el mundo se calló continué hablando. -Que no cunda el pánico. Ahora, escuchemos a las muchachas ¿Dicen que en el bosque hay ferales espías de la Alianza Humana?-
Me puse a pensar en voz alta: -Eso quiere decir que no deben ser un ejército… No nos podemos desaparecer… Ellos deben saber con certeza que aquí hay una gran concentración de magia, pero no cuántos seres mágicos somos… ¡Niños, ancianos, enfermos y todo aquel que no esté en condiciones de luchar diriganse al jardín trasero! Estudiantes de magia elemental de la tierra, también, al jardín. El resto… ¡ESCONDANSE! Busquen cualquier lugar, las bodegas, los calabozos, los muebles de las habitaciones, la cocina, el techo…- Mientras mencionaba lugares, la gente se esparcía buscando un escondite.
Ya en el jardín trasero, los estudiantes de magia elemental de la tierra y yo hicimos un hueco en la tierra lo suficientemente amplio para que todos los necesitados pudieran entrar, esconderse debajo de la tierra y no ahogarse. Luego de indicarles a los elementaristas de la tierra que se metan en la cueva con el resto y cerrar el escondite de manera tal que parezca que sólo es un inofensivo jardín me volví hacia Jul.
-Fuera del castillo no tengo magia, pero quizás pueda ayudar porque sé luchar. Yo te sigo. ¿Qué te hace estar tan segura de que son espías?- Iría tras ella para que me muestre el camino.
Sook
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Cuando Sean le ofrece el contrato, Tobías lo rechaza poniéndose a la defensiva, no eleva la voz, pero acusa a Sean de no tratarlo como a un igual, como a una persona sin derechos, y de haber hechizado el pergamino. Realmente hasta yo, con lo tranquila que soy, comienzo a impacientarme. Entiendo que quiera unas buenas condiciones, un trato justo, que quiera participar durante todo el proceso... son condiciones comprensibles, pero hay normas que se deben cumplir por todos y acuerdos a los que se deben llegar según las condiciones de cada uno, y este hombre tan altivo parece que quiera estar por encima de esas normas...
-Perdona Tobías- interrumpo la conversación por un momento, y le hablo al aquimista con calma -entiendo que quieras un trato justo, por supuesto, y te será concedido si colaboras y firmas el pergamino, aquí hay unas normas que todos debemos cumplir, tú no puedes estar por encima de esas normas- hago una pausa, coloco mis manos sobre la mesa y lo miro fijamente -Sean te está diciendo que se te darán a las mismas condiciones que a todos, no volverás a esa celda, créeme no muchos de este castillo te ofrecerían eso, te dejarían pudriéndote allí, serás partícipe en todo el proceso y tendrás información, y además estarás incluido en el pacto de no agresión, en el que no podrás ser agredido, ni tú tampoco podrás agredir, ¿es justo, no?, la única condición que se te está poniendo es que no puedas salir del castillo. Eres una persona en la que aún no tenemos confianza, pero Sean, nosotros, queremos darte una oportunidad, no todos te la darían- hago otra pausa para tomar aliento y ver sus expresiones -nos necesitamos mutuamente, solo te pedimos que aceptes y colabores-.
De repente, unos gritos se escuchan desde el exterior, Adramelech se levanta y mira por los ventanales...¿ferales?, tras escuchar esto, Adramelech sale prácticamente corriendo de la sala. Miro a Sean, se nota que está preocupado, por el momento me quedaré con él hasta que finalice la reunión con el alquimista, después iré a dónde tenga que ir para ayudar si la cosa se pone fea.
Tras esta interrupción, Sean sigue hablando con Tobías, ofreciéndole de nuevo firmar el pergamino, y yo espero su respuesta.
-Perdona Tobías- interrumpo la conversación por un momento, y le hablo al aquimista con calma -entiendo que quieras un trato justo, por supuesto, y te será concedido si colaboras y firmas el pergamino, aquí hay unas normas que todos debemos cumplir, tú no puedes estar por encima de esas normas- hago una pausa, coloco mis manos sobre la mesa y lo miro fijamente -Sean te está diciendo que se te darán a las mismas condiciones que a todos, no volverás a esa celda, créeme no muchos de este castillo te ofrecerían eso, te dejarían pudriéndote allí, serás partícipe en todo el proceso y tendrás información, y además estarás incluido en el pacto de no agresión, en el que no podrás ser agredido, ni tú tampoco podrás agredir, ¿es justo, no?, la única condición que se te está poniendo es que no puedas salir del castillo. Eres una persona en la que aún no tenemos confianza, pero Sean, nosotros, queremos darte una oportunidad, no todos te la darían- hago otra pausa para tomar aliento y ver sus expresiones -nos necesitamos mutuamente, solo te pedimos que aceptes y colabores-.
De repente, unos gritos se escuchan desde el exterior, Adramelech se levanta y mira por los ventanales...¿ferales?, tras escuchar esto, Adramelech sale prácticamente corriendo de la sala. Miro a Sean, se nota que está preocupado, por el momento me quedaré con él hasta que finalice la reunión con el alquimista, después iré a dónde tenga que ir para ayudar si la cosa se pone fea.
Tras esta interrupción, Sean sigue hablando con Tobías, ofreciéndole de nuevo firmar el pergamino, y yo espero su respuesta.
Aldaron Failon
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
- Genievre:
- Genievre Rousseau escribió:Abro los ojos muy fuertemente cuando suelta la palabra enamorarse y sigo caminando junto a el negando para mi misma. Lo siguiente que suelta me hace sorprenderme, por lo del palo en el culo y después suelto una risotada en plan burraca muy de la Brigada por lo de la orgía de los 60.
"por merlín...no tiene censura"
Escucho atentamente la historia de la tortuga y voy poniendo varias muecas conforme se vuelve más extraña.
-¿La tortuga es su...
No termino la pregunta cuando aparece una mujer dando órdenes y se va corriendo. La sigo con la mirada para después desviar la vista hacia donde debe estar el bosque. Sí, lo oigo. Lo huelo.
-Ferales...
Voy a lanzarme a correr hacia la salida cuando me percato de un pequeño detalle. Freno mi paso observando la barrera mágica y gruño por lo bajo.
-No puedo salir sin correr el riesgo de transformarme.
Murmuro un poco rabiosa, no mucho. Miro al elfo mientras corro hacia el interior en busca de alguien.
-Iré a buscar a alguien que pueda salir!Ten cuidado orejitas!
Suelto lanzándole un besito de esos feromonizados míos que salen literalmente volando por el aire y se planta en su mejilla. Entro al interior corriendo. Por alguna razón tengo ganas de gritar ¡Trol en las mazmorras! pero...
-Ferales en el bosque!Necesitamos refuerzos!
Suelto al aire a ver si alguien se percata.
Cuando me pregunta si la tortuga es su.... lo que sea, supongo que se refiere a mascota así que mi respuesta es afirmativa -Eso mismo, y en cuanto estiró el cuello ¡PUF! acabó la magia...- en ese momento Zaphira se acerca gritando algo sobre cosas en el bosque, la miro un poco atónito sin saber muy bien a que se refiere pero entonces la tía maja que acabo de conocer lo dice "ferales" al parecer había ferales en el bosque y Genievre no duda en salir corriendo, intento detenerla pero lo hace por si misma, pensando en su estado, lo que me hace suspirar aliviado, toma la dirección contraria y corre hacia el castillo para buscar ayuda no sin antes lanzarme un besito que me deja un buen rato empanado mirando hacia dónde se ha ido.
Sacudo la cabeza y miro en todas las direcciones, empezaba a formarse jaleo así que voy corriendo hasta la enfermería para tomar mi bolsa y algunas cosas que puedan ser de utilidad -Lucio! al parecer hay ferales en el bosque, Zaphira ha ido a echar un vistazo pero se ha ido sola! se le va a romper la cadera si sigue haciendo cosas de esas, que ya no tiene edad!- aviso a mi compañero mientras voy metiendo cosas básicas en la bolsa, vendas, alcohol, desinfectantes, pociones de curación... y al fondo del armario veo un bote de leche de amapola que yo mismo había preparado unas semanas atrás, lo meto en la bolsa junto con unos dardos y una cerbatana que sinceramente, usaba para pasar el rato cuando me tocaba turno con los comatosos.
Cuando salgo de nuevo, más gritos se escuchan a lo lejos, es Juliet desgañitándose y diciendo algo sobre la Alianza, eso ya me gusta menos, salgo a su encuentro y Adael ya está en la labor de calmar a las masas, a mi lado el joven de los Soul Reaper también parece haber acudido al rescate. Al encontrarme con Juliet la tomo con firmeza de los brazos para que me mire, eso por haber poca confianza porque estaba tan histérica que cualquiera le da una bofetada para acomodarle las neuronas -Cálmate Juliet, aquí estoy, estás asustando a todo el castillo ¿de verdad se trata de la Alianza?saldremos inmediatamente, no te preocupes, pero debes guiarnos- Adael ya se ha acercado ofreciendo su ayuda así que tiro de él fuera de la barrera para poner rumbo hasta el bosque y así poder ayudar a nuestros compañeros.
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.