Enfermería

Aparecí en la enfermeria junto con Ian despues de irnos de la fabrica aquella donde las peleas ilegales, algunas de mis preguntas, aun en el aire. Aunque eso perdió importancia al ver el deplorable estado en el que se encontraba la base de los renegados.

-Joder!

Dije porque casi nos estampo contra un carrito lleno de instrumentos punzantes...sin limpiar.

- No me habias dicho que a los renegados les iba tan mal....que demonios le pasa a esta enfermeria? No solo está desabastecida. Es antihigiénico. Y que diga eso un tipo que vive en el bosque....

"nuestras zonas de curacion tienen mejor pinta que esto"

-Bueno, sientate ahi. No creo que agarres ninguna infección. Buscaré vendas o algo....sangras mucho todavia?

La exclamación de Jarkko al ver el estado de la enfermería es la que habría soltado cualquier persona cuerda. La verdad es que está hecha un desastre, recuerdo que hubo tiempos en los que estaba mejor y había más material que ahora, aunque sin pasarse.  - Pasa que la han dejado bastante de lado, con eso del hospital nuevo que han construido y demás... antes le dedicaban más tiempo a mantenerla. - explico un tanto contrariado, haciendo una mueca al dejarme caer sobre la poco agradable camilla esa. Porque soy bastante resistente, que si no sería fácil pillar cualquier tipo de infección.

- Sí, es jodidamente antihigiénico. No sé, si no sabes hacer magia de curación siempre queda coser y desinfectar con alguna cosa del armario, echa un vistazo. - no termino de fiarme mucho de Jarkko versión enfermero, pero es la mejor opción si no quiero ir al hospital y quiero curarme en condiciones.

Niego con la cabeza a lo de sangrar mucho, las "ventajas" de ser licántropo han hecho que el sangrado fuerte se detuviese hace un rato, pero eso no significa que las heridas se hayan cerrado o que hayan dejado de doler. La que más me joden son las de la pierna, que me impiden andar bien. Dejo que vaya echando un ojo a los materiales de la enfermería, retomando mientras la conversación que habíamos dejado a medias con la desaparición.

- Sobre lo del espectáculo...supongo que me deje llevar al ver que iba ganando y que me animaban. Yo qué sé, en ese momento no pensaba tanto en la pasta. Ya pensaré en qué gastar el dinero, pero dudo que sea en patucos de esos, eso no es útil. Además, seguro que Catherine ya ha pensado en eso...tiene muchos contactos, justo como has dicho. - espero que llegado el momento no se metan más de la cuenta en los asuntos relacionados con nuestro hijo o hija, al cual ni le hemos empezado a pensar nombre. Ilusión y agobio a partes iguales. -  ¿Le vas a contar lo del esclavo a tu novia? ¿Sólo porque son negros ya asumes que tienen que conocerse y que hasta saben jugar al baloncesto? - bromeo soltando después una queja por lo bajo al haber apoyado sin querer mi mano en la herida de la frente.

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PS: 17 + 5 (regenaración lican) = 22

-Pero es logico....lo que pasa es que tu eres un profugo o algo asi y no quieres que tu novia te pille metiendote en peleas ilegales. Podriamos estar en sherwood ahora mismo, ahi tienen pociones. Aqui no veo nada.

Dije mientras hurgaba y removia cajones y armarietes, llegando incluso a agacharme para mirar bajo las camillas. Me reincorporé, resoplando, ylo miré esceptico.

-No tio, no se hacer magia de sanacion. No soy un elfo. ...tu me has visto cara de elfo? - pasé una de mis manos por delante de mi cara mirandolo como diciendole que la ultima cosa que yo era, era sanador. Volvi a mirar por ahi y solo encontré medicina muggle, alcohol en botes, agua oxigenada, povidona, algodones....y unas vendas que...

Me giré a el con el rollo de vendas sucias en la mano y lo miré en plan mustio.
-No quieres que te lie con estas cosas. A ver, donde te duele mas? Abrete la ropa que pueda hacerte sufrir con el alcohol y la aguja...

"ah, la aguja, de eso tienen que tener tambien"

Coser si sabía, habia visto como lo hacian y como no me asustaba la carne ni la sangre, no tenia ningun problema en coserlo. Me puse a buscar hilo y aguja y desinfecté los utensilios con el alcohol. Esperé a que me dejase acceso a su pierna, limpié con alcohol, y comencé a dar puntos de sutura.

- Si, se lo contaré a ella. Yo que se! Que es eso de que por ser negros deben saber jugar al baloncesto? Suena racista. Se lo diré porque igual le alivia saber que hay alguien como ella aqui en la superficie. Debe sentirse muy sola, no crees? - le dije, pensativo. - Aunque parecia un maniaco....que me aconsejas tu?

- No, no es eso. Es que no quiero preocuparla ahora. Ya sabes...en su estado no es bueno alterarla, aunque lo de la pelea esta no haya sido nada de importancia.- le indico que vacíe los cajones para ver si sale algo, pensando en hablar con Chloe seriamente. Desde que lleva ella la enfermería esto está hecho un desastre, y desabastecido. Lo de desabastecido no es culpa suya, pero lo del desorden...lleva su sello. - Para nada, no te pegaría en absoluto tener cara de elfo. Además, los elfos me disgustan. Siempre tan jodidamente místicos y elegantes. De esto que te dan ganas de soltarles un puñetazo. No sé, me producen esa sensación. ¿No somos agresivos por querer pegarles a los elfos, verdad? - comento más o menos bromeando, aunque es cierto que en ocasiones tengo muy mal pronto cuando algo no me cuadra.

Niego de manera enérgica para que no use esas vendas conmigo, que deben tener vida de toda clase en su interior. - Pasando. Ya se irán cerrando solas. Sólo cose la más grande y poción desinfectante, aunque sea mezclada con agua. O el alcohol mismo, aunque eso escuece bastante más. - subo la pierna a la camilla, rompiendo un poco el pantalón por la zona de la herida de arma blanca para que pueda coser ahí. El resto de heridas de más importancia son en el hombro, parte de la cara y el pecho. Se distinguen bastante bien porque la ropa está rasgada en esas partes y está teñida rojo. - A ver el bordado que me haces, cuidado...- suelto alguna pequeña queja cuando empieza a coser y usar alcohol, aunque enseguida dejo de estar tan pendiente y decido centrarme en la conversación.

- Estaba bromeando con eso, ya sabes que no soy racista. Si lo fuese estaría en los puñeteros Blood Keepers, como cuando a mi padre le entró la locura de unirse a ellos. Menos mal que acabó dejándolos...- ya llevo semanas sin saber nada de él, pero supongo que sigue por Francia y no desea ser encontrado por el momento, sobre todo después de enterarse de lo de mi madre. - ¿Por qué iba a sentirse sola? te tiene a ti. Puedes presentarle a más gente, para que haga amigos. No tienen que ser necesariamente drows. - reflexiono sobre lo de presentarle al drow contra el que he luchado, sin tener muy clara la respuesta.

- Bueno, se lo puedes presentar, si es que su "dueño" le deja salir. Yo le dije que iría a buscarlo, hay que sacarlo de ahí y además puede ser un buen aliado. Dice que no quiere luchar más contra la Alianza ni volver para intentar vengarse, pero estoy seguro de que a la larga lo preferirá. Está algo tocado, pero si estuvo en los campos mucho tiempo puedo comprenderlo.

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PS: 22 + 20 (curación enfermería, 2 días)= 42

Me habia reido por su comentario aquel de que ver la cara de un elfo le producia ganas de pegarle sin mas por lo jodidamente misticos y elegantes que parecian, y habia asentido.

-Pues efectivamente, eso te convierte en un agresivo sin remedio.

Seguí cosiendo y echando alcohol un poco a la torera, aunque el bordado como el lo llamaba, no me estaba quedando demasiado mal. Le di conversacion a Ian durante ese rato, porque asi sin anestesia y a lo burro, pues aquello podia doler un poco. Pero bueno, que no se hubiese dejado cortar tanto. Le di la razon en algunas cosas y atendí a sus consejos. Al parecer queria volver alli.

-Si vuelves me avisas, no vaya a ser que te desaparezcas por ahi sin mas otra vez, ahora que vas a ser padre tendrás que ser mas responsable de ti mismo para empezar....y aquel tugurio daba malas vibraciones, en serio.

Despues de terminar, limpié un poco y pasamos un par de horas hablando. Luego lo dejé descansar, no habian pociones reabastecedoras pero Ian tenía la suerte de contar con la regeneracion de nuestra especie. Estuvimos alli casi un dia, a el lo dejaba descansar a ratos y a ratos le daba conversacion. Hasta que por fin tanto él como yo consideramos que podiamos marchar de alli sin que a él le pasase nada, momento en el cual dejamos la enfermeria usando la desaparicion.

Aparecieron después de unos segundos en un lugar que conoció poco después de llegar a Londres. Se veía, si se podía, incluso más deteriorado y acabado de lo que lo recordaba.

Se llevó la mano a la espalda, tocando y girando las puntas de su cabello por instinto nada más entrar, y después recordó a aquel chico, a quien ya no había vuelto a ver nunca, al que le gustó el color de su cabello en era misma habitación. Recordaba su rostro y la sensación de que su voz sonaba alegre, pero no su nombre para preguntar por él ni datos que le ayudaran. La nostalgia la invadió por un instante, quizás por primera vez. Fue entonces cuando comenzó a darse cuenta de que algo no iba bien. Se sentía diferente. Habían pasado muchos años desde que se había preocupado por un desconocido, eso lo sabía. En un punto de su historia, las cosas se torcieron para ella, y volvían a su cabeza el sueño de la noche anterior y las alucinaciones del campo de batalla. Al salir del hospital pensó que había recuerdos olvidados en su memoria, y aunque lo tomó como locura temporal por un tiempo, ahora volvía a sentir esa misma sensación.

Levantó el rostro hacia Reiv, sonriéndole justo después que soltó su mano para abrazarle por el costado, adentrándose a la habitación. A pesar del par de heridas abiertas de las balas que no salieron de su cuerpo, se sentía bien, solo quedaba un dolor constante. Se sentó entonces en una de las camillas, justo en el borde, atrayendo a Reiv al instante, atrapándolo con brazos y piernas para fundirse con un beso suave pero firme. Tranquilo y lento, tomándose el tiempo necesario para calmarse después de la batalla. Habían entrado juntos a la base y esta vez ambos estaban bien a pesar de los pronósticos. Más importante aún, cuando sus labios tocaban los de Reiv se olvidaba de todas las cosas que rondaban su cabeza. Un momento propio antes de que el resto de los heridos llegaran.- Te quiero.- Susurró, aliviada tras estar a salvo en una situación peligrosa, dándole después un poco de espacio a Reiv para que se sentara junto a ella, comenzando a revisar sus heridas visibles, que aunque no eran muchas, sangraban.- Siento haberte detenido. Sé que querías entrar a por Johan y te quedaste por mi.- Susurró tranquila, pero arrepentida. Aún así, le alegraba que no hubiera entrado a aquel sitio más de lo necesario.

Victorya nos aparece a ambos en un lugar conocido, la enfermería de la base de Bastion Hollow. Podría decirse que ha escogido bien el lugar al que veníamos, pues de haber ido a Ouroboros o al hospital de Sherwood podrían haberme rastreado con lo del maldito chip. Nada más aparecer busco algo en lo que apoyarme, que el ataque del androide me ha dejado medio cojo y con la pierna sangrante. Un poco más y el gancho ese me hubiese desgarrado la pierna entera. Poco más podía rechistar a Sirius tras su orden de marcharnos de la base, y algo así hizo Victorya, hacerle caso para irnos de allí. No sé no cómo hemos conseguido salir de ese infierno más o menos en condiciones, pero aquí estamos casi todos. Excepto Draven, parece que nadie le ha visto ni sabe de él. Suspiro pesadamente antes de sentarme en una silla, haciendo una mueca de dolor mientras estiro un poco la pierna herida.  Después echo una mirada de reojo a Reiv y a Juliet, dudando que sepan nada respecto a lo de Thalos. Además, se les ve muy a lo suyo en este momento. Intento ser práctico por el momento y dejar para después la preocupación por el compañero desaparecido, tratando de organizar lo poco que hay en la enfermería.

- En ese armario todavía quedan algunas pociones de las que robamos en la última incursión, aunque ahora también tenemos de las que nos dan los de Ouroboros. Creo que habrá para todos. También habría que llamar a una sanadora, Chloe, por ejemplo. Yo me he quedado sin la puñetera moneda comunicadora, pero quien tenga puede avisar. - señalo a mi nuca con el pulgar, negando con la cabeza. - y debería sacarme lo que me han puesto ahí cuanto antes, para no darles pistas de dónde hemos ido. Este sitio lo conocen ya,  pero para que no nos persigan ahora mismo.- la adrenalina por lo que acaba de pasar me impide tranquilizarme, más todavía teniendo en cuenta que sólo hemos salido de allí Leila y yo, dejando mucha incertidumbre sobre lo que ha pasado con Thalos.  Evalúo con la mirada las heridas de los demás, parece que ninguno ha salido ileso de allí. Todo se torció a partir de lo del mensaje, aunque al principio parecía que había salido todo bien por una vez.  No sé qué decir, me gustaría darles ánimos a todos los presentes y agradecerles lo que han hecho, pero para eso primero tengo que autoanimarme yo.

- Gracias por ir hasta la base a buscarme, es una misión de las suicidas. En cuanto podamos seguiremos buscando a Thalos, ese cabrón tiene que estar vivo. Igual que nosotros. Lo que cuenta es que hemos salido vivos, y que podemos seguir luchando, aunque a veces estemos hasta los cojones de hacerlo.- es más o menos lo que siento ahora mismo, frustración y cansancio por cómo ha salido todo, pero el ver que todavía hay esperanza hace que sigamos resistiendo.

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PS: 43 - 20 (sangrado brutal)= 23

Por fin abandonamos el peligro de la base militar tras una huida al límite, reapareciendo en el silencio de la base de Bastion Hollow. Últimamente no ha sido muy utilizada, no al menos como se supone que lo fue en otra época, por ello parece que de momento somos los únicos aquí. En estos momentos me parece el mejor sitio del mundo, comparado con el lugar del que venimos. Le devuelvo la sonrisa a Juliet con cierta sensación de triunfo, esta vez hemos logrado salir de allí sin que ninguno de los dos acabe tan jodido como la otra vez. También es cierto que hemos tenido más ayuda, pues en la ocasión anterior estuvimos solos prácticamente hasta que llegó Sirius. No me puedo quejar de padre, y la verdad es que me queda la lástima de no haberme relacionado con él en vida, teniendo en cuenta cómo nos protege incluso siendo vampiro.

- Menuda diferencia luchar sólo dos a tener tanta ayuda... por eso los malditos renegados no se extinguían nunca- bromeo con voz cansada por eso de haber sido como uno de ellos en esta batalla, muy diferente a las que se luchan sin ninguna ayuda externa. En cuanto entramos a la enfermería me dejo atraer por ella en cuanto se sienta en el borde de la camilla, concediéndonos un momento para calmarnos ambos. La rodeo con mis brazos mientras nuestros labios se reencuentran ahora que no hay ningún peligro mortal acechando, dándonos el tiempo suficiente para aprovechar la suerte de haber salido con vida de allí. Susurro las mismas palabras que ella a mí cuando se separa, unas que al principio me costó mucho decir por vergüenza o miedo pero que ahora ya salen solas. El caso es que me suena que ella me dijo algunas cosas parecidas cuando acabamos a remojo bajo la ducha, pero no recuerdo del todo bien los detalles. Ya habrá tiempo para indagar, si encontramos un momento de tranquilidad.

- No pasa nada. - le quito importancia, haciendo un gesto negativo con la cabeza. Viéndolo en perspectiva es mejor así. - Tú no podías seguir, y yo no tenía ni idea de dónde estaban. Lo hicieron mejor los que le sacaron de ahí. No sé si servimos de mucho ahí fuera...al menos hicimos de apoyo en la huida. - me siento al lado de ella mientras nos dedicamos a evaluar con más detenimiento las heridas del otro. Justo en ese momento llegan Johan y Victorya, aunque el primero lleva bastante mala cara y lleva la pierna hecha un desastre. Aún así se pone a dar órdenes, y a soltar cosas que parecen más para convencerse a él mismo que a nosotros. - Menuda habéis liado. No sé qué hicisteis para acabar atrapados, pero casi no lo contáis - Me levanto del borde de la camilla en la que estaba sentado, caminando hacia el armario que dice para buscar las pociones necesarias.

- Lo primero dejar de desangrarnos todos, que así no vamos a ninguna parte. Lo del chip...mejor alguien que sepa quitar eso. - le paso un frasco de esencia de díctamo a Victorya, para que la use ella y la use también Johan, que lo necesitarán para dejar de sangrar y cerrar las heridas. Después cojo otra frasco a medias de lo mismo, pero esta vez para nosotros. Me quito la cazadora y me levanto mi camiseta para verter un poco de poción sobre la herida del costado, que por suerte tiene orificio de entrada y salida. La herida humea y escuece horrores, pero deja de sangrar y se cierra un poco. Después repito la operación con la del hombro, dejando aquello más o menos limpio y en proceso de curarse. A continuación le hago un gesto a Juliet para que me deje ver mejor lo que pueda quedarle. Ella usó sanación en la base, pero mejor asegurarse. - Tus heridas...¿salieron las balas? ¿estás segura? - si se quedan dentro podrían provocar infección, lo cual sería bastante peligroso.

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PS: 118

Aparecieron con rapidez en la base militar de los renegados. La abandonada. No había estado en esa habitación, pero había una penumbra generalizada que le indicaba que el lugar era el correcto. Su clásica sonrisa taciturna apareció en sus labios cuando comenzó a caminar dentro de aquel lugar. No había una razón en particular para su aparente felicidad, pero sus motivos eran variados.

Caminó, de aquella manera en la que siempre lo hacía, con el paso lento de gata negra que descubre un nuevo territorio, desconfiada y segura. Sus ojos rápidamente captaron los primeros festejos de victoria de parte de una parejilla que pronto se vio acompañada por más de uno. Aunque escuchó a Johan con las primeras direcciones que entregaba a los recién llegados, ella siguió impasible por unos minutos más, observando uno por uno a los heridos que se adentraban más y más a la enfermería. No se puso de inmediato a actuar ni tampoco a ayudar. Ahora que todo había salido bien, tenía de nuevo esa sensación de tener en sus manos un poder indescriptible. Volvía a sí la esencia que sentía que había perdido por un rato. Esa aura de victoria y misterio que siempre le había acompañado.

Su momento de contemplación de logro lo interrumpió Reiv al llegar con una poción, una poción que no conocía, pero que seguramente sería útil. Agradeció sin más, viéndolo alejarse y caminó entonces a una silla cercana, tomándola y arrastrándola hasta colocarla de frente a Johan. El esfuerzo le hizo recordar la bala que aún tenía en el centro de la espalda cuando una ráfaga de dolor le cruzó la espina dorsal. No se sentó, ni mencionó palabra mientras aquel enigmático escalofrío le recorría sin tocar la expresión de su rostro. Colocó las manos sobre el respaldo y se dedicó a contemplar a Johan por unos instantes. En su mirada había decepción, dolor y una desesperación aparentemente contenida, pero seguía haciendo lo posible por seguir ahora que se encontraba sentado. Incluso su discurso daba a relucir aquel cansancio mental. Un claro signo de la tortura de la Alianza. Su propia mente seguía ante la maravilla de aquella celda y del androide que les atacó, dándole tantas vueltas a todo de nuevo. Había abierto su propia caja de pandora y no había marcha atrás. Por ahora, lo que podía hacer era recuperar el chip del cuello de Johan, y tratar de encontrar si todos sus pequeños trucos de autodefensa habían sido descubiertos, o aquello solo fue un golpe de suerte.

Rebuscó entonces su bolsa infinita, sacando de ella una plateada daga corta con empuñadura de cuero.- Siéntate aqui. Al revés.- Susurró para Johan. Sus sombras se encargaron de recordarle de mala manera que toda la actuación podía resultar escalofriante para quien la veía.- Te quitaré el chip.- Susurró, pasándole la poción que Reiv le había dado, esperando a que posara el rostro en el respaldo de la silla para que, en caso de desmayarse, no terminara también cortándole alguna vena del cuello.- Hoy hicimos tanto y... no hicimos nada. El mundo sigue igual. No avanzamos ni retrocedimos. Johan, no pueden seguir así. Esto no puede extenderse para siempre. Debe haber una solución. Un final. Sus acciones deben afectarlos tanto o más que a nosotros. Debemos ser un espejo, que todo rebote y apenas nos toque. Necesitamos un verdadero plan.- Le dijo con tranquilidad y la voz en un susurro, procurando que el resto no escuchara sus elucubraciones. Los androides tenían su programación, pero sabía bien que era un programa imperfecto, y aunque sus emociones estaban a flor de piel por las posibilidades, no podía negar que había en ese proyecto una luz al final del túnel. O quizás era un falso faro.

- Debo quitarte eso ya. Trata de no moverte y relajarte o será más difícil.- Susurró, apremiándolo al final para que tomara posición, una vez que volvió sus pensamientos a la tierra. Sin embargo, se dio cuenta de que aquello podía tener una complicación. Quitó la silla despacio, rodeando con los ojos la habitación. Al final, había una camilla vacía que podía servir. Siempre era mejor para el cuello hacer aquellas cosas en horizontal, pero a veces podía esconderse más fácil el chip cuando la persona estaba acostada, además que le quedaría más a la altura..- Mejor tomemos una camilla para sentarte. Así no tendremos que moverte después si hace falta algo más elaborado o si quieres descansar.- Susurró, apoyándole en lo que pudo a levantarse, que con la pierna como la tenía le daba hasta pena levantarlo, pero sería necesario. Además, la sangre podía ser algo grotesca si no daba rápido con el chip...


131 - 5 sangrado = 126 PS

Seguro que ninguno iba de dos en dos a las misiones. Tendríamos que formar un escuadrón de entrada a la base.- Agregó al comentario de Reiv cuando lo tuvo entre sus brazos. Si bien tuvieron un momento de intimidad, no pudo evitar sonrojarse cuando escuchó a los primeros entrando a la enfermería, dándose cuenta de que más de uno alcanzó a ver la escena, entre ellos Johan aparentemente. Terminó por esconder el rostro sobre el pecho de Reiv por un instante, tomando valor para continuar con la jornada que apenas empezaba. Aceptó con gusto las palabras de cariño de Reiv, que demostraban mucho para haber sido tan difíciles de decir por parte de ambos.

Soltó un suspiro rápido cuando terminaron por zanjar el asunto de quien retuvo a quien. Era cierto lo que él decía, pero también era cierto que su rostro de desesperación a mitad de la batalla era algo que no quería volver a ver.- Bueno, ya teníamos algo de experiencia ahí dentro. También pudimos haber servido en la entrada si anoche hubiésemos sido más sensatos.- Susurró, con un ligero toque de disculpa que no quería dar. Aquello también había quedado zanjado, pero cuando ella se había disculpado él estaba ardiendo en fiebre y delirando.

Se había dedicado a descansar un poco antes de proceder a curar las heridas de Reiv, pero lo cierto era que Johan llegaba al lugar hecho trizas, y su rostro dejaba ver mucho de eso. Le seguía preocupando Thalos, pues no lo vio salir, y la brigada no había llegado si es que iría a la enfermería. Dejó que Reiv se alejara de su lado para atender a su hermano, aunque solo fue a repartir frascos y ni siquiera se acercó a él al verlo tan mal.- Yo me puedo encargar mientras llega alguien que sepa sanar.- Susurró a Reiv, aunque seguro que algunos más lo habían escuchado al estar alejados. Pensó en empezar con Johan, pero alcanzaba a escuchar a la morena y sacarle el chip era prioridad, además de que dejaría una herida que también haría falta sanar. Una vez que volvió su moreno, observó con curiosidad lo que la poción hacía, pasando después la mano por donde había estado la herida. Un poco para comprobar los efectos y otro poco porque podía y quería. Le dio la espalda a Reiv, aún sobre la camilla cuando le pidió verle la espalda. Ya no sentía nada, no realmente, pero podía sentir un par de objetos extraños que le molestaban al sentarse recta. Así que cuando Reiv preguntó por ellas, no pudo sino hacer un gesto en el rostro que mostró un poco de inquietud.- Hará falta sacarlas... Algunas salieron, otras... Yo puedo esperar, no es muy urgente. No pasará nada si se quedan adentro un rato.- Murmuró, con la esperanza de que aquellas palabras no le ganaran un regaño de que dejara de ser tan terca y que hiciera caso como los que Reiv siempre daba. Prefirió cambiar el tema de conversación.- El suelo de la base quedó destrozada. Mi tio y... compañía hacen un buen equipo.

No me apetece en absoluto responder al regaño de Reiv, o lo que quiera que sea eso de echarnos en cara la que hemos liado. Bastante me jode a mí lo que ha pasado como para tener que estar dando explicaciones, por mucho que haya venido hasta la base para ayudarme. - Reiv...no te enteras de nada. Tú en tu mundo...- Tal vez cuando tenga más ganas o fuerzas le cuente lo sucedido, que parece que no se ha enterado de nada sobre el mensaje. Juliet tampoco parece saber cómo acabamos allí, pero bien que acompañó a Reiv al peligro. Al menos coincido en que lo primero es deshacernos de la cosa esa que puede localizarnos, y dejar de sangrar. Cojo la poción que me pasa Victorya para verterla sobre la profunda herida que ha dejado el gancho del androide en mi pierna, haciendo que al menos deje de sangrar tanto como hasta ahora. Lo cierto es que estoy bastante mareado y con frío por la pérdida de sangre, aunque sigo lo suficientemente consciente como para dudar del método de extraer el chip con una daga. Como que no me fío de que me hurguen con eso en la nuca.

- Me estás poniendo en posición de ejecución...- murmuro mientras me coloco con cierto esfuerzo como ella dice, con el respaldo de la silla contra el pecho y la frente apoyada sobre los antebrazos. - Busca un bisturí, debe haber alguno en los cajones. - cierro los ojos mientras la escucho recordarme cosas que no me gustan, en parte porque sé que lleva razón y en parte porque no estoy del todo de acuerdo. Respiro profundamente, volviendo a levantar la cabeza tras abrir los ojos, lanzando una mirada cargada de cansancio y frustración hacia Victorya


- Ya, ya sé que no podemos seguir así. Lo sé desde hace mucho tiempo, y no hacemos más que intentarlo, pero nunca nada parece ser definitivo. Lo otro no creo que sea cierto.  No estamos en el mismo punto...no creo que sea como si el mensaje nunca se hubiese dado. Hemos llegado a más gente, ya viste cómo estaba la plaza antes de que lanzasen ese ataque rastrero. Lo que me jode es que mucha gente de la que confió ahora tendrá miedo y estará dudando sobre si fue cosa nuestra. También espero que haya quien se de cuenta de que todo es una farsa, y se reafirme más en rebelarse contra la Alianza. No puede haber sido todo para nada...  - maldigo para mi mismo mientras me levanto de la silla con la ayuda de Victorya, avanzando hacia la camilla despacio y cojeando. Casi agradezco poder tumbarme boca abajo aunque sea para que me intenten sacar la cosa esa, aunque no me hace falta ni intentar relajarme como ella dice porque acabo quedando inconsciente al cabo de unos segundos.

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fin sangrado
PS: 23 + 40 (sanación 2 días enfermería)= 63

No pudo evitar su risilla cuando escuchó aquello de la posición de ejecución. No fue una sonrisa malévola, pero si una de demasiada diversión, saltando una vez más al aire cuando escuchó que prefería lo del bisturí.- No voy a ejecutarte. Seguro que ahora sabes que me gustas más vivo...- Asintió a la petición con una sonrisa en el rostro, divertida aún, guardando su daga y después escuchando la réplica que él tenía ante sus comentarios.

Era cierto, en parte, que no estaban igual que en un principio. Después de todo, había personas que había decidid creerles a los seres mágicos y dejar el odio atrás. Sin embargo, aquella excursión a la base solo los había dejado parejos, y dejaba también la incógnita de si Thalos seguiría vivo, y si podrían recuperarlo en intercambio por el Michael. Fue un tanto regaño y otro poco diálogo de esperanza. Llegó a pensar que no se le agotaría, pero esa esperanza se acabaría en cuanto la paciencia terminara. Pasó su cuerpo por debajo del brazo para ayudarle y permitirle apoyo mientras caminaban hacia aquella camilla alejada.- Tienes razón. La gente ya no está pasiva, esperando escuchar de nosotros a través de la Alianza...- Tomó un segundo una vez que estuvo Johan en la camilla para cerrar un poco las cortinas, de manera que hubiera algo más de privacidad por si había gente sensible a la sangre... si es que eso existía.- Johan, envié un mensaje por internet justo antes del rescate.- Murmuró. Pero cuando se dio la vuelta, Johan yacía ya boca abajo, y aunque le llamó por el nombre un par de veces más, este no respondió. Comenzó a preocuparse, pues era difícil sacarle el chip a alguien así, pues no sabría si estaba tocando algún punto sensible. Probó despertarlo con sacudidas ligeras, pero resultó ser un intento en vano.

Pensó un minuto largo y tendido antes de darse cuenta de que no podía esperarlo. Era urgente y les descubrirían antes. Salió del espacio, en la búsqueda de un bisturí que encontró en los cajones que Johan señaló. No había utilizado muchos de ellos en el pasado, y sin embargo, se sentía bien en su mano. Volvió con Johan tras un instante, poniéndose manos a la obra. Soltó un suspiro largo antes de hacer el primer corte. La piel se separaba fácil en aquella línea recta que ya había en la nuca del moreno. No había tenido las condiciones para cerrar a nivel celular a pesar de todas las medicinas que los humanos ya habían desarrollado. No fue difícil dar con el chip, pues el camino ya estaba marcado, mas la sangre dificultaba un poco el camino. Corrió por un par de pinzas, volviendo triunfante solo para abrir la herida, urgar un poco por la falta de luz y remover el chip, dejándolo sobre una gasa. Tomó un poco de la poción que Reiv les había dado y la vació sobre el cuello del moreno mientras apretaba la herida con las manos para un sellado más rápido.

Cuando por fin dejó de emanar aquella pocima, soltó y se dejó caer con cuidado en una silla contigua. Aunque trató de no hacer ruido, uno de los combatientes, que parecía bastante bien de salud, entró al lugar. Decidió entregarle el chip, con la misión de que saliera de ahí lo antes posible y lo dejara en un lugar alejado antes de que pudieran localizarles. El chico, joven para los años que aparentaba, salió en seguida, dándole espacio para descansar después de aquella locura de los últimos días.

Pensó por un momento de nuevo, aquel instante en el que Johan les vio por primera vez y mencionó que estaba muerto, haciéndolo con tal behemencia y cordura que podría estar en lo correcto. ¿Una alucinación? ¿Volvería a pasar por eso cuando se levantara? ¿Se levantaría o lo habría dejado paralítico por siempre? Había demasiadas preguntas, y era la última la que más le quitaba la tranquilidad.- Demonios, debiste haber aguantado un poco más. ¿Cómo sabré si corté algo de más? Solo lo hice un par de veces hace muchos años...

Me mosquea un poco eso de que Johan me eche en cara que estoy en mi mundo, aunque hace un momento me haya incluido también en los agradecimientos por haber ido a intentar sacarle de la base. No sé ni cómo acabaron ahí metidos, pero está claro que tuvieron que ponerse en peligro para haber acabado capturados. Chisto por lo bajo sin decirle nada más, creo que no es buen momento para discutir, ya hablaremos cuando se recupere. Dejo que la otra chica se encargue del asunto del chip de Johan, que supongo que si él se fía será por algo. A estas alturas ya deben estar tratando de localizar a los fugados con el chip, así que cuanto antes se lo quiten mejor. Por si acaso intento tener la oreja puesta para enterarme de lo que hace Victorya y demás, por si realmente hace falta avisar a otro sanador. Niego al ofrecimiento de Juliet cuando se ofrece a sanar, primero habrá que solucionar lo suyo. Dejo que compruebe por sus propios medios que la poción ha dejado bastante curadas las heridas que tenía yo, que por suerte esta vez no eran graves.

- Ser sensatos no es lo nuestro, ya lo sabes. De todos modos creo que aunque hubiésemos llegado antes no habríamos podido superar la rapidez de ese par usando las sombras para rescatarlo. - espero a que se de la vuelta y me muestre su espalda para poder examinarla mejor, aunque en lugar de orificios de bala sólo encuentro las marcas de heridas cerradas muy recientemente. - No, no...mejor no dejar pasar más rato, que luego todo empeora. Eso pasó también con el veneno. - comento mientras paso una mano por su espalda, pensando en el modo de sacarlas sin dañar demasiado. Trato de utilizar mi magia de control de sangre para ver si puedo localizar las balas que hayan podido quedar dentro. Al menos se supone que no han dañado ningún órgano, porque si no ella no estaría aparentemente bien. - Ya lo creo. Tu "tío" no es mal guerrero para ser uno de esos elfos remilgados. Podría decirse que hasta me cae bien. Y tus hermanos...no sé, casi no he hablado con ellos. Sólo sé que uno de ellos tiene muy mala hostia y que les caigo mal. - me encojo de hombros dándole poca importancia, buscando después alrededor algo de material que me pueda servir para hacer una incisión. El caso es que no estoy seguro de hacerlo bien, y dudo. - No sé si te fías de que intente sacarlas yo. He tenido una idea, pero no quiero usarte como experimento. - suspiro con resignación y frunzo el ceño todavía con expresión dubitativa, acercándome un poco más a su espalda para acabar apoyando la barbilla en su hombro.

- Por cierto...¿qué te pasó al entrar a la base? tenías pinta de estar muy despistada...como en otro sitio. Ya sabes, cuando te tuve que sujetar para que te detuvieses. - eso de hacer como que coges objetos imaginarios no parece muy normal, otras veces no la he visto tan descolocada en plena batalla, y ya van unas cuantas.





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PS: 150

En primera instancia le pareció un poco exagerada la reacción de Johan al decirle a Reiv que no se enteraba de nada. Igual no quería meterse entre hermanos, que ya bastante había hecho en su momento, pero quizás Johan podría haberselo tomado más a la ligera de estar Thalos cerca, sabiendo que ya todos están a salvo. Al menos Reiv también o dejó pasar, así que no había tanto por lo que alterarse.

Sonrió de lado al escuchar la sensatez con la que Reiv apuntaba a sus debilidades.- Quizás no ser sensatos sea lo nuestro... Me alegra haber visto a Sirius bien. No recuerdo la última vez que le vi, pero dijiste que estaba mal. Yo lo vi bien.- Susurró aún sentada en la camilla, girándose para darle la espalda mientras abrazaba sus rodillas con el pecho tras poner los pies arriba. No sería la pose más cómoda, pero serviría para crear tensión en la espalda y encontrar las balas con más claridad, que ya las sentía un poco por la molestia que le causaban.- De acuerdo, pero eso debería ser una regla para ambos. Es un paso hacia la sensatez.- Susurró antes de colocar el rostro sobre sus rodillas, apoyando la frente en estas. La mano de Reiv recorriendo su espalda desnuda le recordaba bastante la noche que pasaron juntos. Si se ponía a analizar, había bastantes coincidencias que le parecieron curiosas.- Podemos hacer esto una tradición... Un poco de sexo tras recuperarnos de un ataque a la base de la Alianza.- Murmuró, bajando mucho la voz cuando dijo aquella palabra que le hacía sonrojarse.- Quizás incluso un poco más rudo esta vez...- Agradeció internamente tener oculto el rostro por las cosas que le pasaban por la cabeza.

Yo también creí que mi tio sería algo más calmado, pero parece que no... No necesitas caerles bien. No tenemos por qué frecuentarlos.- Dijo con firmeza. Se negaba aún rotundamente a llamarles hermanos a los dragones. No por celos ni nada, pero sentía que no tenía nada en común con ellos. Se sentía reacia a conocerles y aún más a reconocerles como familia. Aún no averiguaba el por qué de sus sentimientos, pero seguro tenía algo que ver con que nunca le hablaron de la existencia de más criaturas con su sangre. Fue entonces momento de iniciar la ligera operación. Confiaba en él, pero confiaba más en su propia capacidad de reparar cualquier cosa que él destruyera dentro de su cuerpo. Se hizo bolita con un poco más de fuerza, pero relajando la espalda, por si eso ayudaba.- Piensa que si todo sale bien tendrás una habilidad nueva. Aún no te he enseñado a curar, pero es mucho instinto el que se utiliza. Tu puedes hacerlo.

Tardó un momento en prepararse psicológicamente para lo que seguía. Esta vez, cerró los ojos y trató de normalizar su respiración. Estaba por conseguirlo cuando una pregunta agitó de nuevo sus pensamientos. El beso había servido para tranquilizar su alborotada mente, pero ahora que lo mencionaba era difícil ignorar el tema. Se debatió entre contarle y no hacerlo cuando soltó un suspiro. No quería preocuparle por tonterías, pero luego recordó lo que se habían dicho de la sensatez y reconsideró una vez que tuvo su barbilla en el hombro.- Vi algo... Creo que te dije que estuve de vacaciones en Italia cuando la guerra inició.- Susurró, tratando de recomponer sus ideas aunque eran realmente dispersas.- Soñé con muchas heridas similares a la que te hizo Smaug antes de llevarte al hospital... En muchas personas. También en mi... Pero cuando entramos... Fue como si todo se convirtiera en el Coliseo. ¿Sabes cual te digo? Me asusté, pero estaba muy tranquila a pesar de todo, como cuando sabes que puedes y sabes qué hacer, solo tienes que actuar.- Soltó al final un suspiro, un tanto acomplejada por todo lo que había tenido que explicar para un simple miedo pre-batalla.- Quizás todo viene de la impresión de verte tan herido. Nos hará falta descansar o algo. No creo que sea nada...- Murmuró, quitándole un poco de hierro al tema a pesar de las complicaciones que traía todo. No lo entendía aún, pero ignorar aquellas señales y minimizarlas sería difícil de hacer después.

Aclaro un poco lo de Sirius y el asunto de que debíamos llevarle alguien para que se lo zampara, que según recuerdo ella no alcanzó a ver al vampiro en el estado en que quedó tras ayudarnos la primera vez. - Pero hace ya...cuando nos ayudó en el cementerio. Yo le di algo de sangre antes de irme, pero no creo que fuese suficiente. Supongo que se habrá alimentado mientras tanto. Y más que podría haber aprovechado con los soldados de la base. - separo mi barbilla de su hombro mientras espero a que ella se coloque mejor sobre la camilla, sentada, con las rodillas dobladas y la frente apoyada sobre éstas. Río por lo bajo al escuchar su comentario sobre instaurar una tradición tras las batallas, bajando también la voz tanto como ella para que no nos oyeran los otros dos. - Suena como un bucle un tanto peligroso, pero también tentador...tal vez con la segunda parte sea suficiente. - susurro en su oído, declarando mi preferencia por la parte que no implica acabar medio muerto tras una batalla. Después me retiro un poco, volviendo a pasar la mano por su espalda mientras trato de identificar dónde hacer una pequeña incisión.

Cuando lo decido cojo una especie de bisturí que hay en la mesilla metálica de al lado, conjurando una pequeña llama en la palma de mi mano para desinfectar el filo. Lo aireo unos segundos para que pierda el poco calor que haya podido coger en una pasada rápida, haciendo una mueca por lo que dice de los hermanos. - Ahora suenas como yo cuando no quería saber nada de mi hermano. Dales una oportunidad, aprovecha que tienes familia. - no es un regaño, más bien un consejo por experiencia. Aunque también es cierto que yo podría aplicarlo más. - ¿Escuchaste cuando Sirius me felicitó por lo de las escaleras? - pregunto con orgullo al pensar en eso de las difíciles relaciones de familia. Quién me lo iba a decir. Trato de concentrarme en realizar la pequeña incisión en la espalda, aunque dudo que esto implique aprender una nueva habilidad, o que yo sea afín con la magia curativa. Al menos su confianza ayuda. - No sé...nunca he sentido afinidad por ese tipo de magia. Creo que no todos podemos aprender de todo. Siempre hay habilidades que se integran mejor con nosotros, y otras que no. Ahora relájate. - murmuro mientras comienzo a utilizar la magia de sangre para que la propia sangre de Juliet se mueva hacia el lugar en el que se han quedado las balas alojadas. Cierro los ojos para centrarme en el flujo sanguíneo, que localiza un total de 3 balas. Una de ellas está bastante superficial, otra muy cerca de las costillas flotantes, y una tercera había quedado peligrosamente cerca de la columna, pero por suerte no ha tocado nada importante. Inspiro con los ojos cerrados mientras hago que la sangre envuelva las balas, haciendo que éstas vayan moviéndose muy lentamente, una a una, hacia el orificio de salida. La idea es más difícil de llevar a la práctica de lo que parece, pues me da miedo dañar algo en el proceso de sacar la bala. - Dime si voy bien o si te duele demasiado...- Finalmente, tras algunos minutos, consigo extraer las tres balas. Resoplo cuando por fin están en la palma de mi mano, dejándolas en esa misma mesilla metálica de antes. - Joder, ha costado. Ahí están las cabronas. - Después vuelvo a echar sobre la herida lo que quedaba de la esencia de díctamo, haciendo que ésta se cierre.

Cuando acabo me siento a su lado en la camilla, entornando un poco los ojos por la historia que ha contado sobre el coliseo, que era lo que parecía estar interfiriendo en su mente durante la batalla en la base. - Comprendo...como visiones, ¿no? volvieron a tu memoria al ver heridas parecidas. Como si el instinto de supervivencia se activase. No le des importancia. - en principio no se si es malo o no, aunque acabo asintiendo a que debe ser por el cansancio. - Es que no hemos parado casi, hemos ido enganchando una cosa con otra.- yo también trato de convencerme de que debe ser eso, es menos complicado. A pesar de ello estaré atento a señales extrañas. - Voy a ver si ha solucionado lo de Johan, luego creo que podremos irnos a descansar. - me bajo de la camilla para ir hacia la otra punta de la sala, donde ha quedado Victorya con mi hermano. Él parece dormido y no da señales de despertar, así que le pregunto a ella.

- ¿Le has sacado ya el chip? Podríamos llevarlo al castillo Black, por si se les ocurre venir aquí a los de la Alianza.

Soltó un pequeño suspiro al caer en cuenta, de nuevo, que parte de la desgracia de Sirius había sido ella, al tratar de hacer algo contra la Alianza. Era difícil, como siempre, y quedaba claro de que el trabajo era colaborativo. De lo contrario, no les iría tan bien como hasta ahora.- No recuerdo verlo, pero sí, me dijiste lo que ocurrió después de que desperté.- Susurró, agradeciendo de nuevo la explicación, que aún le costaba un poco recordar cosas. Quería pensar que era todo parte de su recuperación y que, aunque ya había pasado mucho tiempo, tardaría un poco más en sanar. Todos los pensamientos fatalistas quedaron asentados cuando el susurro de Reiv llegó tan cerca de su oído, con aquella voz tan sugerente. Sonrió abiertamente, solo para luego carraspear un poco por el nudo que le había hecho en la garganta y lo rápido que se le había secado por los nervios de un coqueteo bien logrado. No podía negar que el moreno le gustaba en muchos sentidos.- Nunca te ha molestado el peligro... ni a mi las tentaciones.- Suspiró, girando el rostro al sentir que se alejaba, alcanzando a ver el momento en que el bisturí era esterilizado.

Giró el rostro de nuevo, con el nudo en el estómago al ver lo que el moreno hacía y el preludio de lo que seguía. Al menos la plática quitó su mente del objeto metálico en manos de Reiv que, por supuesto, era un peligro latente.- Tienes razón, pero yo estuve mucho tiempo a solas con mi madre, y no me dijo nada. Quizás por eso vine sin ella, no lo sé.- Murmuró, aunque realmente no recordaba los motivos reales que llevaron a su separación. Antes de poder analizar más profundo, asintió efusivamente a su pregunta, pues sabía que el que su padre le reconociera se convertía en algo grande e importante para él. Le hacía falta esa clase de cariño.- ¡Si! Fue una muy buena idea. Muy detallista de tu parte.- Felicitó de vuelta, que se le veía en la cara lo bien que le caía que le felicitaran.

La explicación de Reiv ante su falta de intenciones con la magia curativa no le tomó desprevenida. Ya le había dicho algo similar con anticipación. No hubo tiempo de pensar en cómo darle la vuelta a su pensamiento cuando sintió la punción del metal contra su blanda piel. No era tan desagradable como pensó al inicio. Se podría decir que se sentía sorprendentemente acostumbrada a las heridas intencionales. Era una sensación familiar, que en parte la relajaba, en parte la alteraba y en parte la hacía sentir concentrada al cien por ciento en un solo punto de su cuerpo. No tardó mucho en comenzar a sentir, esta vez, un dolor real y diferente. Soltó un par de gemidos que procuró esconder pero no pudo. Era como estar separando la piel de la carne por dentro, y la sensación no le agradaba, pues dejaba un rastro doloroso donde pasaba. Trató de decirle que continuara, pero dejó sus fuerzas para apretar la mandíbula y abrazarse con más fuerza a sus rodillas. Cuando creyó que no podía más, el dolor se hizo más grande al sentirlas traspasar su piel, y luego nada, como si la herida se hubiera perdido y no quedara nada. La esencia de díctamo la hizo escocer de nuevo, mas esta vez se trataba de algo leve y soportable. Observó con cautela las balas que habían sacado de su espalda. Tenía que haber una manera de que el hielo las detuviera con mayor facilidad. Bajó con cuidado los pies de la camilla, quedando lado a lado con Reiv, tras una vez más de librarse de la muerte en su propio territorio.

Besó la mejilla del moreno en modo de agradecimiento. Sentía que quizás de repente se volvía muy empalagosa con él, pero hacía días que no podía evitar estar feliz por su compañía. Asintió a lo de Reiv, aunque sin comprender del todo lo que decía.- Si, como visiones. Lo raro es que no recuerdo haberlo visto por dentro y me pareció muy detallado. Será el cansancio y que la mente es muy interesante.- Susurró finalmente, permitiéndole ir a que viera a su hermano, que al menos así podrían irse de aquel lugar que le traía recuerdos de gente que no había vuelto a ver. Si pudiera recordar su nombre, podría preguntar, pero no recordaba el sonido.

Se recostó en la camilla, de lado, cerrando ligeramente los ojos mientras esperaba a que las cosas se dieran y los tiempos llegaran para irse del lugar.

No pasó mucho tiempo antes de que se sintiera mejor. La bala que le lastimaba la espalda y le daba un intenso dolor de cuerpo salió con la ayuda de un chico particularmente amable. Un poco de esencia de díctamo fue todo lo que faltaba para terminar de cerrar la herida. Aunque sonaba a un proceso sencillo, en realidad dolió mucho más de lo que dejó entrever. Después de eso, se mantuvo sentada, descansando del esfuerzo y del dolor, repasando mentalmente los planes que tenía para posteriori, que aunque eran muchos, eran difíciles de llevar a cabo.

Había pasado ya algo de tiempo y comenzaba a preocuparse por Johan, aunque seguía respirando con relativa normalidad. El hermano de Johan entró después de un rato con preguntas para las que tenía respuesta y otras intenciones que le aterraba llevar a cabo.- Si, el chip está lejos de aquí.- Susurró iniciando con sus ideas mientras sus manos seguían una sobre otra en su regazo y sus codos en los descansabrazos de una silla poco cómoda.- Sí, debemos evacuar esto y lo mejor es el castillo. Pero el chip se inserta en un lugar muy delicado de la espina dorsal y aunque está contraindicado, estaba inconsciente cuando lo removí. Esperaré un poco más a que se despierte, no quiero moverlo sin saber si está bien o puedo causarle un daño mayor.- Suspiró finalmente, levantándose de su lugar para acercarse, confirmando de nuevo que estaba respirando con facilidad y buen ritmo. Después de eso, se acercó al moreno, tan familiar a Johan como distinto. Ambos tenían ese extraño fuego que compartían con Sirius, algo que respetaba ligeramente.- Espero que estén bien ambos. No creo que me conozcas, mi nombre es Victorya. No nos conocimos antes.- Susurró refiriéndose a la chica pelirroja con la que le había visto en la entrada de la base, y a él mismo, que se veía bastante bien.- Quizás deberías ir a ver a Sirius, no se sentía muy bien cuando salimos. Creo que le hace faltaba sangre. Dijo que nos buscaría, seguro fue al castillo. Ahí lo encontramos la última vez.- Susurró, tratando de armar en su cabeza un plan que sirviera esta vez. Ahora solo faltaba Thalos, pero con Michael aún capturado sería más fácil de recuperar. Solo quedaba esperar, al menos un poco más, a que el moreno despertara, para poder ponerlo al tanto de lo que había pasado en su ausencia y reunirlo con todos en el castillo.

Mis prácticas como enfermero concluyen con la sensación de que el método de sacar balas no es demasiado bueno. Me da la impresión de que he hecho más daño del debido, pero tampoco sabía cómo localizarlas sin poder ver dónde estaban. A pesar de eso ella tampoco se ha quejado demasiado, aguanta hasta que termino con bastante entereza. Luego tendré que compensarla de algún modo por mi poca maña en esto. Mientras procedo seguimos hablando, incluso ella se había dado cuenta del detalle de Sirius. Espero no ponerme pesado mencionándolo demasiadas veces. Luego deja caer sus dudas sobre lo de su madre y su desaparición, lo de las visiones, los motivos... en algún momento habrá que ponerse en serio con eso de localizar a sus padres, aunque yo creo que deben estar muertos. O tal vez no...mi madre reapareció una vez después de llevar pensando años que estaba muerta.

- Se acumulan los misterios por resolver. A veces se resuelven solos. Otras hay que ir a buscarlos. - respondo con sencillez antes de que me de el beso en la mejilla cuando me separo de ella, dejándola que descanse un rato antes de ir hacia donde descansan Johan y Victorya. Espero que haya sido más delicada que yo sacando las balas, sobre todo por la zona tan compleja en la que se aloja el chip.

- A saber...tal vez deberíamos haber esperado a que llegase un sanador de verdad. - comento mirando a Johan de reojo, sin tener muy en cuenta que puedo poner más nerviosa a Victorya al hacerla dudar de lo que ha hecho. Me vuelvo hacia la chica cuando se presenta, asintiendo a lo de que ambos estamos bien. Después le doy mi nombre, apellido incluido para que relacione por si no lo había hecho antes. - Sí...te recuerdo de cuando montamos el plan en la posada. Creo que incluso discutimos un poco, pero no recordaba tu nombre. - la cosa es que me pica la curiosidad, un cierto afán de cotilleo que me sale de vez en cuando. - Esa vez me fijé en que parecías bastante cercana a Johan. ¿Incorporación nueva a los renegados o erais amigos de antes? y también me fijé que en la base entraste con Sirius para encargarte de Johan. - por ahora empiezo con el interrogatorio suave, aunque en realidad lo que quiero preguntar es si son pareja o algo así. Simple curiosidad.

- Ya, yo también le dije a Sirius que iríamos a buscarle. Y no podemos esperar más aquí, así que será mejor que traslademos a Johan al castillo. Voy a ver si reacciona un poco. - me acerco a él para sacudirle un poco en el hombro y ver si responde, a lo que parece quejarse y removerse un poco. Tomo eso como una buena señal, así que le doy la vuelta más o menos despacio para dejarlo boca arriba. - Mira, parece que no lo has roto del todo. ¿Te atreves ya a moverlo de aquí? - Johan abre los ojos a medias, empezando a espabilar lentamente. Le explico que tenemos que irnos de aquí, aunque le doy algo más de tiempo para que se reponga.

Si eso era humor negro, podía reírse, pero en realidad era una especie de reclamo pasivo por la apresurada cirugía. Dejó entrever media sonrisa, que no sirvió para calmar sus disimulados nervios. Al menos el par estaba bien, y confirmó algunas de sus elucubraciones cuando el moreno le entregó nombre y apellido. Sabía que de algo le sonaba su cara a Sirius y a Johan, y era que probablemente era hermano del último. Se felicitó mentalmente por su brillantez en la deducción, a modo de pequeño logro después de tantas derrotas.

Creo que cruzamos alguna palabra sobre magia negra.- Asintió a lo de discutir un poco, a pesar de que habían concordado algo en eso, sin embargo, aquello le daba una pequeña idea de cómo acabar con la Alianza, aunque era algo que no sabía si estaba dispuesta a soportar. La curiosidad de Reiv no se hizo notar, pues de inmediato saca aquella conclusión que Leila había notado, aunque con un tono más de cotilleo que el de ella destructivo. Su sonrisa ladina volvió a sus labios, colocando un brazo debajo de su pecho, deteniendo su codo en la mano mientras su pulgar recorría con lentitud los otros dedos de su mano.- Tienes preguntas que no quieres hacer. Creí que serías más directo.- Susurró con aquella voz sedosa que siempre le acompañaba, clavando su mirada de aquel gris azulado en la del moreno. Dio la media vuelta, volviendo a acercarse a Johan, que aunque parecía plácido pues tenía que mejor despertar pronto, que hasta Reiv tenía aquella urgencia de salir de ese lugar.

Aunque se escandalizó un poco cuando Reiv comenzó a sacudirle, al menos funcionó y parecía despierto. Incluso despertó a medias cuando le pusieron boca arriba. No le gustaban las sorpresas, pero si hubiera sabido que así podía despertarle se habrían ido hacía un rato. Sonrió de vuelta a Reiv, pues tenía un humor extraño que comenzaba a agradarle.- Menos mal. Habría sido incómodo orquestrar un rescate para venir a romperlo aquí.- Bromeó de vuelta, aunque con su voz más tranquila que antes. Asintió después a eso de moverle. Ya no había muchas personas en la base. Habían ido desalojando a medida que sus heridas estuvieron curadas. Quedaban aquellos cuatro que parecían no tener futuro en aquel lugar.- Supongo que irás por ella.- Murmuró refiriéndose a la pelirroja, que aún yacía en una cama contigua. Podía escuchar a las sombras hablar de ella a pesar de estar en la otra punta de la habitación.- Trataré de aparecerlo en una habitación, para que descanse otro poco antes de cualquier otra cosa. Te veré allá, no tarden, aquí no estamos a salvo.- Dijo finalizando, colocando la mano sobre el pecho de Johan, enfocándose en aquella habitación que había ocupado en su tiempo en el castillo para terminar por desaparecer de allí.

Asiento al hace memoria respecto a lo de la magia negra, recordando que ella no la había tomado en cuenta como una amenaza, cosa que los demás si hicieron. Cuestión de puntos de vista, o simple desconocimiento. Hago un sonido de fastidio cuando parece que me ha pillado con eso de querer cotillear, aunque ella no suelta prenda al respecto. - Es que es más divertido ir acorralando a la gente y escuchar sus excusas, como la que acabas de darme. En el fondo da más información de la que crees. - afirmo ligeramente orgulloso de mis dotes detectivescas, empezando a pensar que entre esos dos hay algo más que una relación de compañeros. Si así fuese el culpable es él, que es quien está casado y debería ser fiel a su esposa. Bueno, mejor que se interese en Victorya que en Juliet, que lo que vi aquel día entre los dos en el castillo Black no me gustó en absoluto.

Ya no mencionamos nada más del tema porque Johan se va despertando con la sacudida que le doy, y aparentemente está más o menos entero. - De acuerdo, iremos para allá enseguida. Voy a despertarla mientras. - me despido de la muchacha antes de que se desaparezca de allí con Johan, regresando hasta donde se ha quedado Juliet dormida en la camilla. A ella trato de despertarla de una manera menos brusca que a mi hermano, en parte porque me sale así y en parte porque creo que tiene un sueño menos profundo. Apenas han pasado unos minutos, no ha debido darle tiempo casi a descansar. Pongo una mano en su hombro, bajando la voz para llamarla por su nombre un par de veces.

- Ya se han ido al castillo Black, que es más seguro. Sólo faltamos nosotros. - tampoco creo que nos quedemos mucho allí, lo justo para comprobar que todo esté en orden con Sirius y demás. Se supone que ese sitio también es mi "casa", pero no la siento como mía. - ¿Te has llegado a dormir del todo o has podido cotillear algo de lo que decíamos? - es sabido que su raza tiene los sentidos más agudizados que la mía, y seguro que puede escuchar conversaciones lejanas o incluso en voz baja.