Burdel

Bien es sabido por todos que los contactos son más que necesarios, y hay que tener amigos hasta en el infierno. De no ser así no contaría con este lugar en el que dejar a mi hijo pequeño. Es el "escondite" perfecto, este lugar no despierta el interés de nadie, excepto el de los lujuriosos. Antiguas compañeras de profesión me ofrecieron hace ya bastante tiempo alojamiento para ambos, aunque yo no paso por aquí tan a menudo. Es más fácil encontrarme en la sucia guarida de los Blood Keepers o en Ouroboros. Y hablando de Ouroboros...debe haberse liado bastante por lo que hicimos con aquella muchacha. A estas alturas deben estar volviéndose locos buscando al culpable. Que sigan buscando, sólo es el primer paso de nuestros planes.

Al ser conocida entro directamente sin pasar por ningún tipo de vigilancia, dejando de lado el lugar en el que los clientes se encuentran con las meretrices. Subo la elegante escalinata rumbo a nuestra habitación, en la que me encuentro al pequeño Franz II jugando con una de las chicas que lo cuida en mi ausencia. Informo de que ya puede marcharse, es demasiado blanda y me lo va a volver un moñas insufrible, aunque sólo tenga tres años. La chica sale de la habitación, dejándonos a solas. Me acerco al niño para tomarlo en brazos y llevarlo a la cama, va siendo hora de dormir. Lo cierto es que con el tiempo le he ido cogiendo cariño, aunque al principio me costase. Además, estoy segura de que se convertirá en un un mago digno y de valor. No hay más que ver lo bien que ha aprendido a azotar muñecos de humanos, su aprendizaje funciona. Ya en la cama cojo un libro que hay en la mesilla de noche, echándome al lado del niño mientras le retiro un poco de la cara su cabello rubio, prácticamente blanco, muy similar al de su verdadero padre. Empiezo la historia por donde la dejamos, en lo más interesante.

- ¿Recuerdas por dónde íbamos? sí, justo por aquí. - señalo una ilustración antigua en la que unas brujas hierven a humanos en un caldero - "y entonces gritaron, retorciéndose de dolor mientras la magia que ellos despreciaban los iba consumiendo...a los pocos segundos se convirtieron en un vapor verdoso, y las brujas lo atraparon en unos pequeños frascos..." - sigo leyendo un buen rato más, hasta que el niño se queda dormido. Después camino hacia la ventana, donde está el cuervo que uso habitualmente para comunicarme. Ya llevaba una carta preparada para Julian y su hermana, para reunirnos en este lugar y planear el siguiente paso. Ato la carta a la pata del cuervo, enviándolo a entregar el mensaje. Después salgo de la habitación, cerrando la puerta con cuidado, esperaré por algún lugar del piso inferior.

Tras la muerte de aquella Descendiente toda la isla se revolvió: el Consejo hizo reunión, lo que no pareció acabar muy bien, los habitantes de la isla estaban asustados y sobrecojidos por las consecuencias que podría tener aquel asesinato, y una peliblanca muy cabreada llegó a la isla provocando una tormenta como nunca había visto. La hermana de la difunta, al parecer. Después de obtener esa información me desaparecí a la guarida, donde estuve esperando a Sharon. Pero ella no llegó, ni ese día, ni esa noche, ni la mañana siguiente.

Mi preocupación se nota ligeramente en los gestos de mi mano, moviendo una moneda entre mis dedos de forma distraía. Uno de mis compañeros me pregunta por ella, ya que es la primera vez que nos ve separados desde que estamos aquí, pero no le contesto. Esa noche, alguien me informa de que el cuervo de Adele ha llegado, con un mensaje para Sharon y para mí. Tras leerlo dejo el papel encima de su cama, por si regresa mientras estoy ausente. Entonces, me dirijo hacia el lugar, envuelto en ropajes oscuros para que la noche cubra mis pasos.

El local es uno de los pocos burdeles que quedan en la ciudad, aunque la guerra los ha respetado las damas de compañía no se sienten muy seguras trabajando en un ambiente como este... Es algo totalmente comprensible. Aunque lo que me trae aquí son negocios y es lo primero en mi cabeza no descarto el tener un momento de desconexión después de mi encuentro con Adele, hace tiempo que no estoy en estrecha cercanía con una. Cuando llego a la puerta un enorme hombre me detiene, queriendo saber mis intenciones. Le digo que vengo a ver a Adele y simplemente me deja pasar, manteniendo ese aspecto de tipo duro. Hago mi camino al interior, hasta el hall donde los clientes evalúan a las chicas y mujeres que hay allí, vestidas con poca ropa, antes de llevárselas a alguna de las habitaciones arriba. Adele espera allí, su rostro de pocos amigos alejando a cualquiera que tenga intención de hacerle una proposición indecente.

-Buenas noches, Adele. Sé que me esperabas con mi hermana, pero no he conseguido localizarla desde que nos separamos en la isla. Tal vez esté siguiendo una fuente de información importante, yo por mi parte traigo algunas novedades.

Espero la llegada de Julian tomando una copa en la zona acondicionada para ello, sentada cerca de la barra, un tanto al margen de las idas y venidas de las señoritas y sus acompañantes. Marco de este modo la distinción entre las que hacen un servicio y las que no, ya lo dejé hace años. Seguía siendo promiscua, pero ya no por dinero, sino por puro placer personal. Pasaron por mi cama muchos de los aurores que tuve a mi servicio durante el período en que fui reina de Francia, hasta el punto de que uno de ellos se convirtió en padre biológico de Franz II. Él nunca lo supo, eso hubiese convertido a mi hijo en bastardo ante los ojos de todos. Así, llegado el momento, mi hijo podría volver a reclamar lo que por derecho le pertenecería. Y si por otro lado yo consiguiese una posición de influencia en el Consejo de los 20...

La llegada de Julian me sorprende entre esas ambiciosas reflexiones, haría lo que fuese por recuperar tanto poder como el que tenía antes. La Brigada, ellos tuvieron la culpa de mucho. Doy un sorbo a mi copa de ginebra, girándome hacia Julian levemente, todavía con la mano sobre la copa que reposa en la barra. La otra mano se apoya en la cadera, a la par que ladeo la cabeza un poco.

- Veo que eres de los pocos que se toman este trabajo en serio. Eso dice mucho a tu favor. - Maxwell desaparecido, Rybar más desaparecido todavía, los esbirros...eso, son esbirros. - Espero que tu hermana también esté empleando el tiempo en algo útil. Y que me traiga tantas novedades como parece que traes. - bebo otro sorbo más de mi copa, agitando un poco los hielos al bajarla. Sonrío perversamente, aguardando con impaciencia las noticia del impacto de lo que hemos hecho. Probablemente fue un golpe maestro, ahora falta ver el alcance.

- Dime...¿qué se dice en la isla? Quiero detalles de todo.

El cumplido de Adele me anima un poco, pero solo eso. Ella está bebiendo una copa de algún licor, los hielos tintineando contra el cristal de forma suave y calmada. Apoyo un codo sobre la barra y la miro, asintiendo a lo que dice sobre Sharon antes de comenzar a contarle las novedades.

-El Consejo convocó una reunión bastante rápido, por lo que he oído no fue muy bien, hubo problemas y distintas opiniones que no llegaron a nada. La gente allí está bastante asustada, creían que se libraron de la guerra y ahora ven la muerte en cada esquina, será fácil manipularlos. En cuanto a la Descendiente muerta... parece que ya ha llegado alguien buscando venganza, su hermana pequeña, un manojo de nervios incontrolables que solo quiere golpear cosas. Creó una enorme tormenta sobre toda la isla y sus alrededores, es poderosa pero inepta, aún está verde.

Y así concluyo mi resumen de los pasados días en la isla, esperando que la rubia tenga algún buen plan con esos magos traidores de los Descendientes. Deberíamos haber matado a todos... Sí, y eventualmente lo haremos.

Pido una copa para Julian, aquí me conocen y no le cobrarán por ello. Mientras la camarera va a por algo me acomodo con un codo en la barra y la cara apoyada sobre la mano, escuchando las noticias que trae para mí. Una sonrisa de satisfacción aletea en mis labios al saber que todo marcha según lo planeado, el efecto ha sido el deseado.

- Discrepancias, eso es lo que necesitamos. Que estén tan desunidos que ya no sepan lo que creer, que desconfíen unos de otros, que tengan miedo hasta de su propia sombra...- el miedo es un recurso que los Blood llevamos tiempo utilizando, sobre todo cuando pertenecíamos al cuerpo de aurores del Ministerio de Magia. Es algo muy eficaz para conseguir lo que quieres, pocas veces da malos resultados.  - Nadie está a salvo de la guerra. Ahora lo saben. Podemos manipularlos hasta el punto de que acaben tan involucrados en la guerra que acaben masacrándolos. O que se masacren entre ellos. En cualquier caso nos ahorraremos trabajo. Nos eliminarán sucios humanos de la Alianza, con un poco de suerte bajas colaterales de pobres infelices que no pertenezcan al ejército. Y también caerán ellos en el proceso. Todo son ventajas para apropiarnos de su insufrible remanso de paz y amor - mi mirada felina billa con astucia al escuchar la feliz noticia de la llegada de la hermana de la asesinada.

- Oh, qué tierna. Buscando venganza. Se vuelven tan predecibles en esos casos...será mucho más fácil jugar con ella. Eso sí, ahora estará muy vigilada y protegida, será difícil acercarse a ella en malos términos. - lo de poderosa pero inepta me parece perfecto, las jóvenes impulsivas son más sencillas de manipular, creerá cualquier palabra amable que se le diga. Lanzo una mirada de repaso a Julian de arriba a abajo, lasciva en cierto modo. Claro que podría acercarse en buenos términos a cualquiera, tiene el porte para ello.

- Y tú podrías ser la persona que se aproximase a ella. Gánate su confianza. Esa muchacha puede ser una pieza importante en el entramado de nuestros planes. ¿Crees que podrás hacerlo? No tenemos prisa...ni podemos dar un paso en falso. No sabemos si sospechan de nosotros.

Adele se ve complacida por todo el lío de la isla, es una gran noticia para nosotros al fin y al cabo. Cuando habla de la hermana de la Descendiente me quedo pensativo, buscando alguna opción para utilizarla ahora que está débil y dolida, hasta que la veo mirándome de arriba a abajo. La miro yo también, fijamente, esperando a que me dé una pista de lo que pasa por su cabeza mientras me observa.

-Con tiempo y paciencia puedo hacerlo, pero ella no estará dispuesta a que cualquier persona se le acerque, va a ser complicado.

Y dicho esto me tomo la copa que ella ha pedido para mí de una vez, teniendo un pequeño momento de libertad, permitiéndome saborear el alcohol y sentirlo bajar por mi garganta sin atender a nada más. No soy muy dado a beber, pero me gusta darme el gusto de vez en cuando, como con las mujeres... Miro a una castaña que se sienta en una esquina, las medias negras perfilando sus delgadas piernas, el vestido rojo de satén deslizándose sobre sus muslos hacia arriba y sobre sus hombros hacia abajo. Bonita, sus ojos negros mirando alrededor, su boca apretada en una mueca y sus dedos tamborileando en el sofá mientras busca en la sala o espera a que la busquen.

Me agrada el hecho de que Julian no aparte la mirada a pesar de la mirada más que pícara que acabo de echarle, no quiero un muchacho demasiado tímido entre mis socios de fechorías. Termino mi copa con calma, sin pedir ninguna más por ahora. Cambio las piernas de posición, cruzándolas ahora justo al contrario de como estaban antes, mientras sigo con el codo apoyado en la barra.

- No, claro que no estará dispuesta al principio. Pero hay algo que tienes que aprovechar...en su estado de vulnerabilidad actual - o eso se supone al menos, es joven y acaba de perder a su hermana - estará necesitada de alguien que la escuche, alguien en quien poder confiar. Debes aislarla en ese sentido, hacerla dependiente de ti, que se haga amiga tuya...o lo que surja. - sonrío con malicia, si consigue el siguiente paso será todavía más fácil tener a una Descendiente de nuestro lado.- Debes conseguir que vea al consejo como una amenaza, como los culpables de que su hermana acabase así. Poco a poco...envenenar su mente contra ellos. Al principio de manera sutil, con comentarios, pequeñas opiniones inofensivas en apariencia. No lo hagas nunca abiertamente, podría sospechar. Seamos maestros del sigilo. Juega a ser el niño bueno delante de ella, pero con un punto que la atraiga, no querrás pasarte de perfecto. También es importante que la diviertas, que la hagas olvidar. - mi mirada se desvía un momento siguiendo la de Julian, que ha puesto sus ojos en una de las chicas del local. Ruedo los ojos mientras dejo escapar un pequeño suspiro con cierta nota de exasperación. Espero que haya escuchado lo que le estaba diciendo.

- Creo que necesitas motivación antes de empezar. Ve con ella y vuelve al trabajo más centrado. ¿Tienes alguna pregunta sobre el plan o sobre alguna otra cosa?  - por mi parte tampoco creo que me quede mucho más aquí, partiré por la mañana para tratar de localizar a Matvey.  - Ah, si ves a tu hermana dile que también tiene que acercarse a alguno de los miembros del consejo. Iremos a por ellos poco a poco. Además, estoy impaciente por ver cómo los destrozan en la guerra. Los rumores que llegan de la última batalla no son muy halagüeños para la Alianza.  

La rubia me aconseja sobre cómo tratar a la joven Descendiente, envenenando su mente poco a poco, al mismo tiempo que la consuelo (de una manera o de otra) y me voy acercando a ella. Es buena observando y no le pasa desapercibida mi mirada hacia aquella chica de cabello castaño, dudando de si he atendido a su palabras. Mis ojos encuentran los de Adele y muevo la cabeza.

-Todo claro.

Ella me dice que cuando vea a Sharon le diga sobre el plan y que estaría bien que ella también tuviera relación con alguno de los Descendientes, para poder controlarlos mejor. Asiento y tras un gesto de la mano camino con decisión hacia la chica, mirándola desde arriba fijamente. No sé si es por el alcohol que ha bebido o por la intensidad con que mis ojos se clavan en los suyos pero no tarda en sonrojarse, lo que la hace más atractiva. Intenta dejar su vergüenza de lado y se levanta, agarrando mi brazo y dirigiéndonos hacia las escaleras.

Cuando cierro la puerta detrás de mí ella está ya sentada en el borde de la cama, bajando las medias con cuidado. Me siento a su lado y le tomo la mano, deteniendo su proceso de desnudarse. Con la otra acaricio su mejilla, arrastro mis dedos hasta su sien, enredándolos en sus cabellos y acercando su rostro al mío, besándola con cuidado. Me devuelve el beso y busca la parte baja de mi camiseta para sacarla por la cabeza, la ayudo y no tardo en dejar caer su vestido al suelo, sorprendiéndome gratamente al ver que no lleva nada debajo. Nos tumbamos en la cama, comenzando unas caricias que poco a poco van a más. Disfruto bastante de esta noche, hasta llego a interesarme por ella un poco más, preguntando su nombre y otras cosas. No parece haberlo pasado mal por la sonrisa que se dibuja en sus labios aquella mañana, cuando me despido de ella con un beso y acariciando sus hombros desnudos. Dejo unas monedas sobre su vestido rojo, arrugado a un lado de la habitación, antes de salir de aquel lugar. No me importaría volver en otro momento, cuando termine con lo que Adele me ha pedido, si todo sale bien con esa Descendiente es probable que tarde en regresar, pero merecerá la pena. Hora de ponerse a trabajar, y hacer mi mejor esfuerzo por convencer a esa joven de que soy la única persona en quien puede confiar ahora.

Mantengo una suspicaz mirada en Julian cuando afirma que se ha enterado de todo, cosa que espero sea verdad y no olvide ningún detalle de lo mencionado. Si es bueno estando a dos cosas a la vez se habrá enterado, no sé si será de esos. - Perfecto. Entonces ve, ya nos comunicaremos cuando tengamos algún avance. Y si tienes ocasión no olvides hacer nuevos reclutas para nuestro grupo, con las condiciones que dijimos en la primera reunión. - lo sigo con la mirada mientras se marcha con la chica a la que había estado mirando, haciéndome bastante gracia que ella se sonroje por la mirada de Julian.

"esta debe ser nueva, sonrojarse como una damisela...espero que la otra también lo encuentre tan irresistible de manera tan fácil"

Sigo mi camino hacia las habitaciones poco después de que el par de dos haya desaparecido para ir a hacer lo propio de estos lugares. Regreso a mi cuarto para comprobar que mi hijo sigue ahí dormido, justo como lo dejé. Lo arropo un poco antes de ir a prepararme para otra visita, vistiéndome con mis mejores ropas y acicalándome adecuadamente para la ocasión.No olvido utilizar un detalle que guardo en el cajón del tocador, un par de joyas que llevan engarzado un rubí de sodoma, parte en un colgante y parte en un anillo. Me los coloco como el resto de complementos que llevo a juego, dándome el visto bueno final ante el espejo. Después me pongo mi capa de terciopelo negro, saliendo del cuarto. Aviso a una de las compañeras del local que vigile al niño durante mi ausencia, saliendo después al exterior del burdel. Es allí donde me encuentra el cuervo enviado por Rybar, la última persona que esperaría que me escribiera en estos momentos. Yo ya lo daba por muerto, así que mi cara de sorpresa al leer su nombre es todo un poema. Imagino que debe estar enfadado por no haber contado con él para nada, pero si no había ningún indicio o pista de él todo apuntaba a que estaba muerto. Entro de nuevo al burdel, con cara de fastidio por el leve retraso en mis planes. Regreso al mostrador de recepción para pedir pluma y tinta. Luego escribo un mensaje al dorso del pergamino que él envió, con el siguiente mensaje:

Me alegra saber que sigues vivo y con ganas de luchar, la organización al completo te daba por muerto. Acudiré a Stirling tan pronto como me sea posible, y con tantos reclutas como consiga. Espérame allí y mantén el lugar a salvo de posibles invasiones.

Adele

Enrollo el pergamino de nuevo, saliendo de nuevo al exterior para atarlo a la pata del cuervo que él mismo envió. El animal alza el vuelo, alejándose de allí para llevar el mensaje a su destinatario. Es cierto lo que pone en el mensaje, pero no sé si ir inmediatamente o esperar un poco. Tal vez pueda ver a los dos hombres en una misma noche, ya he hecho eso otras veces. Me desaparezco del lugar tras decidir un primer destino.

Cuando me conto que lo habian denunciado por su mala experiencia haciendo un boca a boca no pude evitar el soltar una carcajada muy sonora, no podia parar de reir y de llorar de la risa.

- Oh dios! Tengo una imagen en la cabeza que no puedo borrar!

Me dijo que era muy fuerte y que ya estaba empapelando todo Londres y alrededores con mi jeta y ademas me mostro el cartel con mi efigie, la mejor de todas que debio de encontrar en su jodido movil, no pudo coger otra, no, tenia que ser precisamente ESA!

- Por favor, claro que soy fuerte, sino mira la tabletita de chocolate que tengo ... espera! queeEEEE! No pudiste poner otra cabeza de melon! La gente va a pensar que me estan haciendo algo con esa cara de orgasmo que tengo! - Me volvi a descojonar de la risa, empujando suavemente a Lykaios. - Ahora si que me divorcio de ti, so capullo! La luna se divorcia de todos los lobos! Y no me pegues tanto a ti, no quiero que te salga pelo y te tenga que andar afeitando despues.

Me levanta sujetando mi brazo por su espalda en sus hombros y se empieza a reir alegando que el estuvo mas tiempo en pelotas y que yo era el copion. Le puse cara de "enserio?" intentando controlar la risa.

- Espera, espera, has estado en pelotas varios dias y no has tenido ni la delicadeza de avisarme, enviarme una foto o algo? Quiero mi puñetero abogado, mi divorcio y el 50% de la base, en la que entra el 50% de la bodega con sus cervezas!

Empieza a contar hasta 3, respiro hondo, suspiro, se que va a marear, no se a donde nos lleva. Viajes Knox, ni Knoxostros sabemos donde acabaremos. Cuando abro los ojos, veo que estamos en un burdel de lujo. Intento en vano contener la risa, un tio en pelotas y mojado y un tio semidesnudo y mojado en un burdel, la mejor de las ideas, que nos sequen con calor corporal.

- Espero que no estes tratando de comprarme o lo que sea que intentas con señoritas y señoritos de medio pelo, ademas no vengo vesti... bueno, si que vengo vestido para la ocasion, pero eso, solo se te ocurre traerme aqui. - dije riendome.

-Y que mas te da lo que piense la gente? Ademas si esa es tu cara de orgasmo no quiero ver tu cara de enfado....

Me sacudí la camiseta, hoy ya estaba libre de pelos y me reí. -¿Cómo va a divorciarse la luna de los lobos...? Ah, claro..por los aullidos....nos ponemos pesaditos, no? Por qué no le preguntas un dia? A mi ella no me habla....

"es una caprichosa"

Y alli estábamos, en medio de un cálido y suntuoso burdel al cual habia acudido con Benjamin en alguna ocasion.
-No me fiaba de llevarte al Moulin, la ultima vez que dejé alli a un compañero se despertó medio poseído. Por cierto, deberias saberlo, el compañero Benjamin está a la fuga...no está en sus cabales. Estamos intentando dar con él. Genievre está en ello

"pero aun no tengo noticias"

Hablando de lo cual, saqué mi galeón y le mandé un mensaje a Gen diciendo que habia localizado a Ares y que estaba a salvo, que lo habia traido a este sitio.

-Dile a tu abogado cuando lo veas que no hay 50% de base que entregarte....no tenemos de eso. Aunque estabamos pensando en hacernos con un garito pequeño, para nuestras fechorias....

Unas mozas de muy bien ver se nos acercaron, la musica alli era mas que animada y habia bastante gente. De todos los tipos, seres mágicos y no...ahi todos convivian sin delatarse los unos a los otros. Porque iban a lo que iban. Y nos tocaria fingir un poco.

-Finge un poco. Mira a esos tios de ahi de la barra. - por mi parte mis ojos se fueron a una pelirrojilla muy mona llena de pecas y rizos, a la cual le pedí una botella de buen whisky, su compañia dentro de unas horas (por aparentar, claro está) y una habitacion donde descansar primero un poco.

La pelirrojilla se fue a hablar con sus dos compañeros de la barra y se dijeron algunas cosas al oido, y luego los tres se giraron, nos miraron de arriba a abajo y luego se rieron por lo bajo muy coquetamente. Yo les sonreí lo mas naturalmente que sabia y luego agarré mi botella de whisky, acompañando a Ares escaleras arriba a la habitacion que habiamos pedido. Cerré tras de mi y abrí la botella, dandosela a Ares.
-Vale, tenemos un par de horas antes de que llegue alguna visita. Pero para entonces nos habremos pirado...a menos que tu quieras quedarte a esperar a alguno de esos dos de ahi abajo. Bébete eso, entraras en calor.

Me fui hacia la cama y me quité la katana, dejandola sobre el colchón. Luego controlé el agua que escurría por mi cuerpo para sacarmela de encima...y tirarla por ahi por cualquier parte haciendo un charco. Y me puse a rebuscar unas toallas, arrojandole una a Ares encima de la cabeza en cuanto la encontré. -Este lugar es seguro. Deberias quedarte aqui a descansar una noche.

- A la luna le mola ver tios a cuatro patas, por eso os transforma en lobos, lo malo que haceis demasiado ruido... y yo de vosotros buscaba un cura o similar y que os exorcise el Moulin, debeis de hacer tantas cosas depravadas dentro que el demonio se campa a sus anchas ahi... aunque no se de lo que hablo cuando yo soy peor que varios de vosotros juntos

El local estaba bastante animado, antes de entrar del todo, dos señoritas nos saludaron y despues de perder la vista y tener un accidente visual en sus curvas, Lykaios mando un mensaje.

- A lo mejor es solo una mala resaca, o estara de mala ostia y necesita estar solo... o una buena ostia para espabilar

Oh dios... Lykaios... a donde coño me has traido? Pude desnudar visualmente a todos los tios que pude con la mirada. Lykaios hablo con una chica pelirroja, no sabia muy bien que le estaba diciendo por la musica. Esta se fue a la barra, hablo con unos hombres de la barra y se rieron viendonos algo coquetamente. Yo sonrei y rei, un poco estupidamente, y salude con la mano. Lykaios tomo una botella de whisky y subimos a la habitacion. Bebi un buen trago de la botella, dejandola por la mitad. Mi compañero/jefe se seco y empezo a buscar unas toallas, aproveche el momento para sacar de la bata el frasquito y depositar en el whisky un par de gotas, suficiente para dormir a alguien aprovechando las capacidades magnificadoras del alcohol con este tipo de drogas, lo removi un poco y antes de que Lykaios me tirase la toalla, tenia el frasquito escondido de nuevo y la botella cerrada. Se la pase invitandolo a beber mientras me secaba. Estaba algo nervioso, primero por si mi estupido plan iba a funcionar y segundo por la estupidez que estaba cometiendo en ese momento. En mi mente, trataba de repetir una y otra vez que era por un bien mayor.

- Quieres que me quede rodeado de hombres durante una noche? Tanta cara de necesitado tengo? - dije entre risas.

Ares sonriendo:

-Tambien le mola ver tias? Porque sabes, nos deja en pelotas a todos por igual. Y sabes tambien? No gano para ropa. Esto no tiene gracia ninguna.

Negué con la cabeza porque por mas gracia que me hiciese lo de Ben no habia tenido nada que ver con algo por depravaciones o historias asi.
-Que vá. Nos atacó a Genievre y a mi...ya te digo que parecía fuera de si.

Ya en la habitacion, me reí de él por la cara de estupido profundo que se le habia quedado al sonreirles a los chicos de abajo. Ea, por lo menos las compañias eran mas amenas que las del Moulin Noir.  Me senté en la cama aquella con las piernas encima, cruzadas a lo indio, y me puse en mi posicion de pensar mirando insistentemente al galeon, por donde habia mandado mi mensaje. Mientras Ares hizo sus cosas nazis.  Lancé un suspiro de aburrimiento.

"nada"

Agarré la botella que me pasó, y como buen irlandés que soy, le pegué tres largos tragos de una sin respirar. Me limpié la boca con el antebrazo al terminar con la mano que sujetaba la botella.
-Un buen whisky, si señor.

Agité la botella y luego lo miré a él con una ceja alzada.
-No. Tienes cara de otra cosa, pero de necesitado no es. No se de qué. A qué vino la pregunta de antes? - dije al recordarlo, pegando otro trago. No sabia que hora era, pero no deberia tardar demasiado en ponerme en marcha. Largué un bostezo sintiendo mis extremidades extrañamente ligeras y alargué de nuevo la botella hacia Ares para que pegase otro trago. Compartir era muy de mi estilo.

- A tanto no llego, ademas no te quejes, es una vez al mes, te da la paga de cada mes apra comprar ropa, y no pienso reembolsar nada a nadie, solo soy el portavoz - dije dandole un puñetazo amistoso en el hombro a Lykaios - y dije lo de necesitado porque me piensas abandonar aqui so capullo, rodeado de hombres.

Vi como se tragaba gran parte de la botella y seguia en pie, derecho como un palo colocado por el ayuntamiento, mis calculos para con el habian fallado por completo, debi haber vaciado el bote entero o un camion cuba. Bueno, mejor, asi no tendre oportunidad de hacerlo, podria cambiar de objetivo e ir a por Ben. Me paso la botella, obviamente no iba a beber y caer roque delante suya y la puse encima de la mesita con la excusa de para mas tarde. Le mire algo nervioso, mordiendome un labio.

- Oye Jef... Lykaios, tengo un secreto que espero me guardes... exactamente no me escape yo solo, encontre a mi padre, trabaja escondido en la Alianza y el me ayudo a escapar, no voy a decir su nombre por si acaso alguien nos sigue o lo que sea... no quiero ponerlo en peligro ahora que lo he encontrado y lo he conocido y... por lo que me ha contado... os tienen calados a todos los de la Brigada - me rasque la cabeza despues de contar una version extremadamente light de lo que me paso - descansare un poco e ire en busca de Ben por si acaso se mete en lios ya que os tienen echado el ojo, deberias hacer lo mismo y por si acaso no estar muy cerca de mi, no vaya a ser...

Traducido: A ser posible entretente un rato en NO encontrar a Ben, para que lo encuentre yo y me quite este peso de encima y estar bien lejos de MI para no tener tentaciones en caso de que no lo encuentre. Hice el amago de que iba al baño, cerre la puerta y saque el movil de uno de los bolsillos de la bata para mandarle un mensaje a Jed. "Tienes planes esta noche? Te invito a putas y cerveza y de paso te cuento un plan para capturar a uno de la Brigada y que Andreas este un poco menos descontento contigo". Despues envie otro a Andreas para informarle de mis planes. "Padre, he conseguido informacion de un posible objetivo, me pondre en contacto con Jed para capturarle y llevartelo, te enviare otro mensaje cuando el objetivo sea capturado". Tire de la cadena para hacer el paripe de que ya habia hecho mis necesidades y lave malamente mis manos para seguir con el engaño, guarde mi movil de nuevo y sali para afuera.

-¿paga qué paga?

Me hice el loco de modo vergonzosamente directo. No teniamos paga en la Brigada, ni yo ni ninguno...cuando conseguiamos algun botin lo repartiamos entre todos. Y llevabamos tiempo sin hacernos con ningun botin en condiciones, a decir verdad. Pasé una mano por mi frente, notaba mi cabeza un poco en las nubes.

-No lo llames abandonar! Di mejor que te voy a dejar aqui para que descanses un poco, y en buena compañia. Ya son ganas de quejarse! - solté una ruidosa carcajada, viendo despues como dejaba la botella sobre la mesa porque por lo visto no le apetecia beber. Algo que no entendí, pero bueno. Lo cierto es que yo no sospechaba nada de nada.

No de eso, al menos. Porque su nerviosismo me indicó que si que habia algo que habia querido decirme antes y no se atrevio, pero que iba a hacer ahora. Ladeé la cabeza, torciendola hacia un lado, como hacen los perros cuando les hablas y quieren escucharte mejor. Y asentí porque le guardaria el secreto. Y me quedé bastante sorprendido por lo que me dijo, abriendo a cada palabra suya mis ojos un poco mas y mas.

-Espera espera....eso quiere decir que tu padre es un muggle....que trabaja para la alianza...y él te ha salvado? -tras valorar aquello acabe sonriendo. -eh, eso es genial! Está de tu lado entonces? Entiendo que no quieras decirme su nombre pero...está en peligro? Si tiene problemas y quiere salirse de ahi podemos ayudarlo! -me puse en pie dejando atrás la cama, dando vueltas de aqui y alla. Aunque me sentí algo mareadillo al hacer aquello, lo achaqué a haberme puesto en pie muy deprisa. -Claro que nos tienen calados, tienen archivos criminales de casi todos nosotros . -sonreí orgulloso. -En la Alianza saben muuuuuy bien quienes somos...y así es como me gusta.

Me paré frente a la puerta de brazos cruzados, mirando hacia el techo y dándole la espalda a él, pensando en lo que habia dicho. Que curioso era todo...me recordó a cuando a mi me atraparon los extremistas en Dublín y mi estúpido padre no movió un dedo para sacarme del calabozo en el que me metieron. Claro que ahi nació la brigada.
-Sé que a veces las relaciones entre padres e hijos pueden no ser sencillas. Y más cuando tu padre está en el bando opuesto.... - yo lo había intentado. - Sé de lo que hablo. Mi padre era trabajor del Ministerio de Magia para cuando yo comencé a liarla en Hogwarts por todo lo de la guerra contra los muggles. Pero ahora es tu oportunidad y debes intentarlo.

No dije nada sobre el paradero actual del mío. Eh, tampoco sabia si el viejo seguia vivo o habia muerto por algun ataque militar. Escribirme nunca fue su estilo, ni el mio, para que mentir. Ares dijo que yo tambien descansase y se fue al baño, que mas tarde se encargaría de Ben. Me rasqué la sien porque me dijo que me mantuviese alejado de él, y que yo tambien tratase de buscar al pelirrojo.

"joder, que puto mareo..."

-Seh, hay que encontrarlo cuanto antes.... -farfullé volviendo a por la botella que él habia dejado sin tocar. Mientras estaba en el lavabo le pegué otros tres o cuatro tragos, dejandola mas abajo de por la mitad. Quizá con un poco de buen whisky se me iba el cansancio, que ya me habia pasado otras veces. Me arreé en las mejillas y menee la cabeza para espabilarme, dando un ultimo trago antes de oir sonar la cadena y ver a Ares salir.

"mm, hay dos Ares"

-Bueno, pues si ya estás, yo me marcho... -me di la vuelta conforme decia eso, con un gesto extrañado, por eso de estarlo viendo doble. Y conforme me di la vuelta para alcanzar el pomo de la puerta me derrumbé hacia delante trastabillando, agarrandome a una mesita y tirandola al suelo junto conmigo y la lamparilla que habia tenido encima, creando bastante estruendo. Cabe decir que me di de morros contra el suelo. Gruñi un poco desde el suelo, mas en el mundo de morfeo que en el nuestro

Lykaios me empezo a contar que tambien habia tenido problemas con su padre y una relacion bastante extraña al ser de bandos totalmente opuestos. No me gusto que llamase a Andreas muggle, le reprendi diciendole que "hablara bonito, no dijera cosas feas". Se sentia superorgulloso de ser el maton numero 1 buscado por todas las autoridades mundiales. No pude evitar reirme. Cuando sali del baño, Lykaios medio vacio de nuevo la botella y cuando trato de levantarse para irse se cayo redondo al suelo, haciendo un estropicio. Me llevo una mano a la cabeza maldiciendo y resoplando.

Trate de levantar a Lykaios y ponerlo en la cama. Usando sabanas de la cama le ate las manos y los pies. Le tome una foto y se la mande a Andreas con unn texto que decia "Papa Noel ha llegado y te trae de regalo un jefe de la Brigada". Despues le envie otro mensaje a Jed para que trajera el Jeep para llevarnoslo "Trae el Jeep cuando puedas al burdel, que tengo apresado al jefe de la Brigada para llevarselo a Andreas, despues de entregarlo te invito a algo como te prometi y lo celebramos".

Me sente en un lado de la cama valorando la situacion. Tenia que hacerlo, debia de hacerlo, se supone que tengo que ayudar a mi padre, ayudar a hacer las cosas bien, a restablecer el orden y el equilibrio... aunque en ese momento todo eso por unos instantes me parecio estupido, estaba a punto de entregar la unica persona que me entendia... Aunque pense en Avere, mi novio meurto hace unos años, tenia su aire como Lykaios y la verdad si no fuera por el, hubiera seguido en mi mundo feliz, tal vez era un sacrificio necesario. Por otro lado solo quiero ver a mi padre orgulloso de su hijo, que sepa que puede confiar en el y que le cuidara. Diooooooooos, Jed, ven pronto con el puto Jeep, cuanto antes me largue de aqui, antes dejare de comerme el coco pensando cosas.

Habia recibido dos mensajes, el ultimo por fin me habia aclarado algo las cosas. Acababa de salir del hospital pero ya estaba de vuelta al ruedo. Sabia lo que planeaban los jefes (mas o menos) es decir, aquella reunion que se iba a dar. No precisaron de mi escolta para tal asunto. Normal. Teniendo a los Centinelas....

Gracias al ultimo mensaje supe a donde tenia que dirigirme, a aquel afamado burdel de Londres, por lo visto habian atrapado a un pez gordo. Y aunque yo tenia mis sospechas (por el mensaje anterior) aun no sabia que el cazador esta vez, se trataba del mismo tipo al que yo habia "puesto entre rejas".

Asi que aparqué el jeep frente a la puerta y bajé, con las armas en el cinturon. Me gané alguna mirada extraña y de desconfianza cuando entré. Las ignoré todas. No iban a hacerme nada, y si lo hacian, respondería, con lo cual joderian algo mucho mas precioso que su integridad fisica: su negocio y su dinero.

Busqué alli con la mirada, pero no vi ni rastro del tal capitan aquel de la brigada que me habian dicho habian atrapado. Bien podia ser una maldita trampa. Subí las escaleras con la mano en la pistola de mi cintura, y fui registrando los pisos superiores habitacion por habitacion. Algunas vacias, otras con sus ocupantes demasiado atareados en copular como cosacos, con lo cual ni si quiera se dieron cuenta de mis pequeñas intromisiones.

Finalmente llegué al cuarto indicado. Abrí con cautela y al no ver a nadie chiscando, me aventuré a mirar mejor. Entonces alcé el arma hacia Ares al verlo ahi de pie tan campante. Hacia nada que habia capturado al imbecil ese y ahora.... entonces mi vista se desvió hacia lo que habia en la cama y comprendí, bajando mi pistola y entrando del todo para cerrar la puerta con una mueca de desdén.

-Vaya, esperaba que tardasen mas tiempo en convencerte para hacer el trabajo sucio. ¿Tu me has estado mandando esos...mensajes?

Estaba esperando a que viniera mi compañero, aunque pense que quiza no le habia dado demasiada informacion para encontrarme, escuche como abrian varias puertas en el pasillo hasta que llegaron a mi puerta, prepare el arco y apunte hasta que vi a Jed apuntandome y despues bajar el arma, yo hice lo mismo, sonrei, me acerque a el, me pouse a su espalda, le masajee los hombros riendome

- Vaya, vaya si es mi caballero de brillante pistola, no pense que tu tampoco tardaras tanto en reponerte y salir del hospital, siento no haberme podido poner lenceria mas erotica que una bata de laboratorio

Sali de detras suya y me puse entre el y Lykaios un poco mas serio sin perder la compostura

- Tengo mis razones de peso para hacer esto, aunque yo siempre fui de la Alianza, que tuviera unas vacaciones es otro asunto, pero bueno, aqui tienes un regalo para que le lleves a Andreas y sacarte unos puntos, ya que el otro soldaducho te quito la gloria de capturarme.

Tire la botella de whisky por la ventana ya que estaba con sedantes y baje a la barra. Pedi dos cervezas de las buenas bien fresquitas y volvi a subir a la habitacion, le entregue a Jed una de ellas, bebi un poco de la mia y mire por la ventana, despues me volvi a poner cerca suya.

- Luego te invitare a mas, espero que podamos empezar de cero y sin rencores, ya que por ahora seremos compañeros durante un tiempo y necesitaremos cooperar para hacer la mision que tengo encomendada, no te preocupes, te ayudare a subir a lo mas alto. Tenemos que sacar el paquete sin armar jaleo, no podemos ir cargando con el sin mas, como no te lo baje por la ventana no se que idea se te puede ocurrir a ti.

Le volvi a pegar un buen trago a la cerveza hasta acabarla de un solo pelotazo, deje el casco en una de las mesitas de noche y trate de recoger la otra y la lampara poniendolos en su sitio, o al menos donde me parecia que es donde deberian estar.

- Si, fui yo el de los mensajes, me dieron un telefono y tu numero entre otros, se me olvido decirtelo, aunque las sorpresas son lo mejor, aunque tambien te pude pedir algo de ropa, porque ando en pelotas y con una bata para taparme y las vendas, fallo de planificacion mia, pero necesitaba el disfraz para poder capturarle.