Recuerdo del primer mensaje :
Este edificio no ha resultado apenas dañado por la guerra al carecer de interés estratégico. Al exterior ofrece un aspecto elegante, aunque al interior tampoco defraudará. Las damas de compañía (también hay acompañantes masculinos) atenderán amorosamente a quienes entren aquí. Se asegura máxima discreción.
- Imagen de la entrada:
El elfo, curioso, preguntó por mi radar. Lo alcé levemente ante mis ojos antes de guardarmelo.
-No solo de elfos. De varias cosas en un rango de 5 km. Algunas joyitas tecnologicas que aun caen en mis manos.
Estreché mis ojos por sus palabras, suponiendo que algo habia hecho aquel elfo extraño. Un sabotaje? Si era asi, me habria sorprendido gratamente. Al mismo tiempo me habria puesto mas facil algunas cosas...sonreí de medio lado como un niño a punto de abrir su mas preciado regalo de navidad.
- Que has hecho exactamente...?
Juliet se habia marchado, y asentí con la cabeza. Bien. La chica habia sido inteligente. Esperaba poder volver a hablar con ella, no obstante, y quizá no solo de planes y ataques contra la Aliaza. Llevé mi mano al bolsillo de dentro de la cazadora y le mostré que el saco con los billetes seguía ahi bien adentro y a salvo.
-Quería, básicamente, encargarme que matase a los otros dos ministros del gobierno de la Alianza, y que además emboscase a Johan para que ellos pudieran limpiarselo facilmente. - miré a Thranduil a la cara, la verdad es que ahora que lo decía del tirón, me cabreaba que me hubiese tomado por imbecil aquel politico de tres al cuarto. - Ni si quiera me ha pagado un soborno en condiciones! Solo me ha dado un estúpido movil que bien podria ser una bomba. - me rei y saqué aquel movil, analizandolo. Debía ser muy cuidadoso. - Creen que pueden comprar a cualquiera... - negué con la cabeza. - Hablaré con Johan y quizá intentemos sacarle provecho a esto.
Era tarde, pero no demasiado tarde como para hacer una visitilla a China Town y comenzar con los preparativos para preparar un buen coctel nocturno. Me buscaria algun piso franco en algun barrio bajo de Londres que estuviese abandonado y alli me pondría al asunto.
-No solo de elfos. De varias cosas en un rango de 5 km. Algunas joyitas tecnologicas que aun caen en mis manos.
Estreché mis ojos por sus palabras, suponiendo que algo habia hecho aquel elfo extraño. Un sabotaje? Si era asi, me habria sorprendido gratamente. Al mismo tiempo me habria puesto mas facil algunas cosas...sonreí de medio lado como un niño a punto de abrir su mas preciado regalo de navidad.
- Que has hecho exactamente...?
Juliet se habia marchado, y asentí con la cabeza. Bien. La chica habia sido inteligente. Esperaba poder volver a hablar con ella, no obstante, y quizá no solo de planes y ataques contra la Aliaza. Llevé mi mano al bolsillo de dentro de la cazadora y le mostré que el saco con los billetes seguía ahi bien adentro y a salvo.
-Quería, básicamente, encargarme que matase a los otros dos ministros del gobierno de la Alianza, y que además emboscase a Johan para que ellos pudieran limpiarselo facilmente. - miré a Thranduil a la cara, la verdad es que ahora que lo decía del tirón, me cabreaba que me hubiese tomado por imbecil aquel politico de tres al cuarto. - Ni si quiera me ha pagado un soborno en condiciones! Solo me ha dado un estúpido movil que bien podria ser una bomba. - me rei y saqué aquel movil, analizandolo. Debía ser muy cuidadoso. - Creen que pueden comprar a cualquiera... - negué con la cabeza. - Hablaré con Johan y quizá intentemos sacarle provecho a esto.
Era tarde, pero no demasiado tarde como para hacer una visitilla a China Town y comenzar con los preparativos para preparar un buen coctel nocturno. Me buscaria algun piso franco en algun barrio bajo de Londres que estuviese abandonado y alli me pondría al asunto.
Aunque el moreno podía pensar en un solo uso para el aparato, yo veía muchas ventajas de encontrar seres mágicos en cinco kilómetros a la redonda. Seguramente, las chicas mágicas alrededor del burdel no serían muy puras que digamos, y eso me quitaba el sueño.- Suena bien. Me hará falta uno.- Sonreí de lado con malas intenciones en mente, comenzando a caminar. Era hora de salir de ahí.
La pregunta no tardó en aparecer. Di una calada de mi cigarrillo, después de todo no me gustaba apresurar las cosas. La paciencia es una virtud y los chicos de ahora deberían apreciarla más.
Exactamente... Coloqué dos puños de tierra en el depósito del líquido de frenos. Aún si no fuera suficiente para causar un accidente, en un par de días el motor estará estropeado. Un sabotaje adecuado para las capacidades de un humano. No tendrán evidencia para achacarnos este.
Asentí tranquilo cuando vi que el dinero estaba a salvo y mis cejas se elevaron al ver lo que Éamon planeaba.- Toda situación es una moneda con dos caras. Siempre se puede voltear. Tenemos que tener eso muy presente. Ahora y durante toda la misión. Tenemos que ser irreconocibles. - Y aunque lo decía por lo que acababa de hacer la Alianza y lo que podían hacer con la información, también debíamos recordar que un atentado también podía tener una situación desfavorable.- Vámonos, Thalos, que el tiempo apremia. Debemos tener ese asunto al menos iniciado antes de que el tiempo nos alcance.
Y así, salimos de la escena del crimen. Como siempre y como nunca.
La pregunta no tardó en aparecer. Di una calada de mi cigarrillo, después de todo no me gustaba apresurar las cosas. La paciencia es una virtud y los chicos de ahora deberían apreciarla más.
Exactamente... Coloqué dos puños de tierra en el depósito del líquido de frenos. Aún si no fuera suficiente para causar un accidente, en un par de días el motor estará estropeado. Un sabotaje adecuado para las capacidades de un humano. No tendrán evidencia para achacarnos este.
Asentí tranquilo cuando vi que el dinero estaba a salvo y mis cejas se elevaron al ver lo que Éamon planeaba.- Toda situación es una moneda con dos caras. Siempre se puede voltear. Tenemos que tener eso muy presente. Ahora y durante toda la misión. Tenemos que ser irreconocibles. - Y aunque lo decía por lo que acababa de hacer la Alianza y lo que podían hacer con la información, también debíamos recordar que un atentado también podía tener una situación desfavorable.- Vámonos, Thalos, que el tiempo apremia. Debemos tener ese asunto al menos iniciado antes de que el tiempo nos alcance.
Y así, salimos de la escena del crimen. Como siempre y como nunca.
- Eres un elfo raro, no se si te lo habia dicho ya. Te vas de putas, saboteas coches, fumas, sabes algo de bombas, y te interesan los radares.... - pasé una mano por mi barba de tres días, rascandome algo pensativo. No me cabía duda el por qué Juliet....
Miré de reojo su cigarrillo cuando expulsó el humo y resoplé. Me pareció perfecto aquello, el sabotaje aquel podia darnos ventaja, por despistarlos, por ganarnos una oportunidad, por lo que fuera... pero me reí brevemente, irónico, algo en sus palabras me había chirriado. Como humano, seguía teniendo mi orgullo....
-¿Un sabotaje adecuado para las capacidades de un humano? Podemos hacer mucho mas que echar puñados de tierra...como...cortar los cables...meter un gatito en el motor.... - fui bajando el tono de mi voz poco a poco, metiendo las manos en los bolsillos de mi cazadora.
Y saqué el galeón, enviando un mensaje a Johan, un "Tenemos que hablar". Basicamente, sonaba hasta romantico... asentí a las palabras del elfo, y así fue como salimos ambos de alli. Mas tarde, si las cosas nos eran propicias, quiza nos enterariamos de los resulados que el sabotaje habia tenido en el coche del ministro...y en que gracias al orejas picudas ahi presente, aquel tipo acabó ingresado en el hospital.
Miré de reojo su cigarrillo cuando expulsó el humo y resoplé. Me pareció perfecto aquello, el sabotaje aquel podia darnos ventaja, por despistarlos, por ganarnos una oportunidad, por lo que fuera... pero me reí brevemente, irónico, algo en sus palabras me había chirriado. Como humano, seguía teniendo mi orgullo....
-¿Un sabotaje adecuado para las capacidades de un humano? Podemos hacer mucho mas que echar puñados de tierra...como...cortar los cables...meter un gatito en el motor.... - fui bajando el tono de mi voz poco a poco, metiendo las manos en los bolsillos de mi cazadora.
Y saqué el galeón, enviando un mensaje a Johan, un "Tenemos que hablar". Basicamente, sonaba hasta romantico... asentí a las palabras del elfo, y así fue como salimos ambos de alli. Mas tarde, si las cosas nos eran propicias, quiza nos enterariamos de los resulados que el sabotaje habia tenido en el coche del ministro...y en que gracias al orejas picudas ahi presente, aquel tipo acabó ingresado en el hospital.
Mis pasos me habian terminado por acercar a la ciudad. Había estado buscando algo similar a civilizacion desde que habia dejado atrás la cueva de la desesperacion... por qué? no lo tenía claro, quizá porque me daba miedo verme rodeado de la nada cuando las barreras que habia levantado durante el entierro se vinieran abajo. Además ... ya habia pasado varios dias sin comer nada de nada o pegar un trago a algo liquido medianamente decente. Asi que cuando vislumbré aquella edificacion, empecé a dirigirme hacia el lugar. Antes de acercarme de mas lo analicé: vi el tipo de gente que entraba y salia. No parecia haber ni rastro de soldados.... y habian algunos que definitivamente tenian pinta de ser criaturas magicas.
Bajo uno de mis brazos, portaba la olla con las cenizas de mi amigo. Tenía en general, un aspecto deplorable. El pelo estaba sucio, la larga chaqueta manchada en sangre que, afortunadamente al ser de un marron oscuro rojizo, ocultaba y disimulaba la sangre. Tenía en mis bolsillos algunas monedas que habia recogido de mi alijo, al recordar donde lo tenia. Me decidí y eché a andar hacia el lugar. Intenté mantener un perfil bajo cuando crucé el umbral, pero.... fue inevitable sentir algunos ojos clavados en mi al hacerlo. Se ve que no se dejaban ver demasiados drows por ahi. Normal, no?
Ignoré todo aquello de modo deliberado, y lo mas rapido que pude sin parecer raro, me acerqué a una mujer que lucía unos bonitos cuernos y que parecía trabajar alli. Probablemente le pregunté a la de los cuernos porque sospeché que a ella no le impresionaria mi color de piel y afortunadamente no me equivoqué. Me indicó que tipo de lugar era este, que servicios ofrecian, que precios...
-No, no, lo que yo quiero es solo una habitacion con un baño. - la mujer pareció decepcionada, pero luego se percató de la suciedad de mi ropa e hizo una mueca de comprensión. Tomó mis monedas y fue a por unas llaves de las cuales me hizo entrega, indicandome por donde debia de ir.
Tomé las escaleras hacia arriba sin mirar mas a mi alrededor. Estaba obcecado. Cuando llegué a la habitacion, me di cuenta de lo mucho que me molestaba la musica de abajo. Respiraba rapido entonces. Dejé las cenizas debajo de la cama...con mucho cuidado. No tenía ni idea de que hacer ahora. Esparcirlas por algun sitio bonito? Pero seria dejar ir lo ultimo que me quedaba de él.
"No. Eso no es él. A él lo has matado. No te mereces ni si quiera estar en presencia de sus restos. No estés tan seguro de que te hubiese perdonado. Crees que lo haría? No, no estes tan seguro..."
Pasé una mano por mis cansados ojos y me desvestí, para entrar al baño y darme una ducha rapida. Cuando salí, intenté sacar las manchas de sangre en agua fria. La mayorias e fueron pero, tenia la impresion de que la sangre de mis manos nunca se iba a lavar. Las miraba y las veia todavia sucias, aunque ahora estuviesen limpias. Me puse los pantalones y las botas y me dirigí al espejo, mirándome. Llevaba tiempo sin ver mi reflejo. Algo no estaba bien... la imagen que me devolvía la superficie me repugnaba. Me puse a buscar entre los cajones de alli, hasta dar con unas tijeras. Empecé a cortar pelo de mi cabeza casi con frenesí, como si quisiera olvidar totalmente la imagen que me miraba desde el espejo.
"asi que esto es lo que hiciste la otra vez"
Lo habia visto por ahi en varios humanos de China Town. Fuera el pelo de los lados, dejando solo el del centro. Orejas al aire totalmente. Amén de algun trasquilón, no lo hice tan mal. Cuando terminé y volvi a mirarme atentamente, apenas me reconocía.
"deberia haber usado las tijeras para cortar otras cosas, no el pelo"
Ante este pensamiento, tiré las tijeras lejos de mi. Saqué el pendiente de Aiwendil, el que habia tomado antes de prender la hoguera... lo miré y tras unos segundos, lo llevé al lobulo de mi oreja derecha, agujereandola sin compasion con el propio pendiente y dejandolo ahi prendido. Fue un pinchazo. Casi me gustó, porque el dolor fisico era preferible al intangible, y en cierto modo, sentia que cualquier dolor que pudiera infligirme seria poco por lo que habia hecho. Al salir del baño, simplemente me senté en el suelo con la espalda apoyada contra la cama. Pensando y pensando, con los ojos abiertos mirando a la nada. Habia perdido de vista cualquier cosa. Ni si quiera la venganza me motivaba ya. Porque , de quien iba a vengarme? De mi mismo el primero?
Miré las tijeras que habia dejado por ahi tiradas en el suelo. Quizá no era tan mala idea.
Bajo uno de mis brazos, portaba la olla con las cenizas de mi amigo. Tenía en general, un aspecto deplorable. El pelo estaba sucio, la larga chaqueta manchada en sangre que, afortunadamente al ser de un marron oscuro rojizo, ocultaba y disimulaba la sangre. Tenía en mis bolsillos algunas monedas que habia recogido de mi alijo, al recordar donde lo tenia. Me decidí y eché a andar hacia el lugar. Intenté mantener un perfil bajo cuando crucé el umbral, pero.... fue inevitable sentir algunos ojos clavados en mi al hacerlo. Se ve que no se dejaban ver demasiados drows por ahi. Normal, no?
Ignoré todo aquello de modo deliberado, y lo mas rapido que pude sin parecer raro, me acerqué a una mujer que lucía unos bonitos cuernos y que parecía trabajar alli. Probablemente le pregunté a la de los cuernos porque sospeché que a ella no le impresionaria mi color de piel y afortunadamente no me equivoqué. Me indicó que tipo de lugar era este, que servicios ofrecian, que precios...
-No, no, lo que yo quiero es solo una habitacion con un baño. - la mujer pareció decepcionada, pero luego se percató de la suciedad de mi ropa e hizo una mueca de comprensión. Tomó mis monedas y fue a por unas llaves de las cuales me hizo entrega, indicandome por donde debia de ir.
Tomé las escaleras hacia arriba sin mirar mas a mi alrededor. Estaba obcecado. Cuando llegué a la habitacion, me di cuenta de lo mucho que me molestaba la musica de abajo. Respiraba rapido entonces. Dejé las cenizas debajo de la cama...con mucho cuidado. No tenía ni idea de que hacer ahora. Esparcirlas por algun sitio bonito? Pero seria dejar ir lo ultimo que me quedaba de él.
"No. Eso no es él. A él lo has matado. No te mereces ni si quiera estar en presencia de sus restos. No estés tan seguro de que te hubiese perdonado. Crees que lo haría? No, no estes tan seguro..."
Pasé una mano por mis cansados ojos y me desvestí, para entrar al baño y darme una ducha rapida. Cuando salí, intenté sacar las manchas de sangre en agua fria. La mayorias e fueron pero, tenia la impresion de que la sangre de mis manos nunca se iba a lavar. Las miraba y las veia todavia sucias, aunque ahora estuviesen limpias. Me puse los pantalones y las botas y me dirigí al espejo, mirándome. Llevaba tiempo sin ver mi reflejo. Algo no estaba bien... la imagen que me devolvía la superficie me repugnaba. Me puse a buscar entre los cajones de alli, hasta dar con unas tijeras. Empecé a cortar pelo de mi cabeza casi con frenesí, como si quisiera olvidar totalmente la imagen que me miraba desde el espejo.
"asi que esto es lo que hiciste la otra vez"
Lo habia visto por ahi en varios humanos de China Town. Fuera el pelo de los lados, dejando solo el del centro. Orejas al aire totalmente. Amén de algun trasquilón, no lo hice tan mal. Cuando terminé y volvi a mirarme atentamente, apenas me reconocía.
"deberia haber usado las tijeras para cortar otras cosas, no el pelo"
Ante este pensamiento, tiré las tijeras lejos de mi. Saqué el pendiente de Aiwendil, el que habia tomado antes de prender la hoguera... lo miré y tras unos segundos, lo llevé al lobulo de mi oreja derecha, agujereandola sin compasion con el propio pendiente y dejandolo ahi prendido. Fue un pinchazo. Casi me gustó, porque el dolor fisico era preferible al intangible, y en cierto modo, sentia que cualquier dolor que pudiera infligirme seria poco por lo que habia hecho. Al salir del baño, simplemente me senté en el suelo con la espalda apoyada contra la cama. Pensando y pensando, con los ojos abiertos mirando a la nada. Habia perdido de vista cualquier cosa. Ni si quiera la venganza me motivaba ya. Porque , de quien iba a vengarme? De mi mismo el primero?
Miré las tijeras que habia dejado por ahi tiradas en el suelo. Quizá no era tan mala idea.
Éamon O'Connell
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Ocupación
Bando
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Edad
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El coche oficial me trae de vuelta al burdel de las afueras de la ciudad, un lugar que no he visitado desde que tuve el accidente después de que saboteasen mi coche. En esta ocasión pido a dos de mis guardaespaldas y al chófer que no pierden de vista el vehículo, haciendo que se queden junto a éste cuando bajamos. Yo me adentro en el local, acompañado de otros dos guardaespaldas armados. También he pedido a los refuerzos que permanezcan atentos y cerca del lugar, por si hay que intervenir. El burdel sigue como siempre, con su bullicio y su aparente normalidad, pues no saben lo que les espera. En cuanto entro me dirijo a la recepcionista, que me saluda sonriente. No es la misma de la otra vez, pero me da igual.
- ¿Recuerdas lo que le dije a tu compañera la última vez que estuve aquí? Que o colaborabais o de lo contrario os iba a joder a base de bien, y no en el sentido en el que estáis acostumbradas. No sólo no colaborasteis, sino que fuisteis cómplices de un sabotaje que podía haberme costado la vida. Además no revelasteis secretos útiles de ningún cliente de interés, así que ya no me servís de nada, no sois más que un nido de víboras, refugio de delicuentes. - hasta ahora no me había molestado la existencia del lugar, seres mágicos incluidos, pues yo mismo me beneficiaba de él siempre que me ofreciesen mujeres interesantes, pero ahora ya no quiero que esto siga existiendo, al menos no de este modo. Sin engendros mucho mejor, y ya me buscaré las señoritas de compañía de otro modo. - Se os acabó la suerte, querida. - sonrío de manera hipócrita, haciendo un gesto con la mano para que se acerquen más los guardaespaldas. - Abrid fuego, hay que hacer limpieza aquí. - los escoltas cumplen mis órdenes, desatando el caos en la planta baja del local mientras que yo me dirijo a la barra, pidiendo que me sirvan un whisky mientras me entretengo con el espectáculo.
- ¿Recuerdas lo que le dije a tu compañera la última vez que estuve aquí? Que o colaborabais o de lo contrario os iba a joder a base de bien, y no en el sentido en el que estáis acostumbradas. No sólo no colaborasteis, sino que fuisteis cómplices de un sabotaje que podía haberme costado la vida. Además no revelasteis secretos útiles de ningún cliente de interés, así que ya no me servís de nada, no sois más que un nido de víboras, refugio de delicuentes. - hasta ahora no me había molestado la existencia del lugar, seres mágicos incluidos, pues yo mismo me beneficiaba de él siempre que me ofreciesen mujeres interesantes, pero ahora ya no quiero que esto siga existiendo, al menos no de este modo. Sin engendros mucho mejor, y ya me buscaré las señoritas de compañía de otro modo. - Se os acabó la suerte, querida. - sonrío de manera hipócrita, haciendo un gesto con la mano para que se acerquen más los guardaespaldas. - Abrid fuego, hay que hacer limpieza aquí. - los escoltas cumplen mis órdenes, desatando el caos en la planta baja del local mientras que yo me dirijo a la barra, pidiendo que me sirvan un whisky mientras me entretengo con el espectáculo.
Seguía sentado en el suelo, con las piernas extendidas en toda su largura que conformaban mi metro sesenta y ocho, que no era mucho para un humano, pero era bastante para un drow. El pelo que habia lavado y cortado tardaba poco en secarse. Al igual que mis ojos, a los que casi tenia que recordarles que parpadeasen y dejasen de mirar de forma fija a la nada. Aunque mi mente parecia vacía en ese momento, estaba hundida por el peso de los ultimos meses y la certeza de los venideros.
Habría sido mentir decir que en el fondo de mi ser, no deseaba la muerte. Por eso mi cabeza se levantó y mis orejas se movieron levemente al tiempo que mis ojos se aclaraban levemente al oir aquellos disparon en la planta de abajo. Fueron unas centésimas de segundo de una genuina alegria en el rostro. Pero solo eso, solo duró centésimas. Más disparos, seguidos de gritos, me devolvieron a la realidad: aquellas eran las muertes de otros, no la mia. Las muertes de gente, quizá, tan inocente o buena como lo había sido Roäc. Aquel pensamiento me golpeó duro, pero también fue como la chispa en un cartucho de dinamita.
-Egoísta de mierda.
Dije a mi mismo, levantándome subitamente, casi a cuatro patas para ser más agil. Volví al baño, donde había dejado mi cuchillo, aquel con el que hacia poco más de un dia habia asesinado a mi amigo y que ahora estaba revuelto con restos de mechones de pelo blanco. Me até el cuchillo a la mano con un trozo de tela que rompí del bajo de mi abrigo, solo tendría eso contra la pistola. Me abalancé contra la puerta para abrirla, pero miré un momento hacia atrás, hacia la cama.
-Volveré enseguida.
Puerta abierta, corrí sigiloso como solo un drow sabe por aquellos pasillos y llegado el momento, me asomé desde la segunda planta puesto que el burdel era de estos al estilo antiguo y se podía hacer tal cosa. Ahí estaban, dos tipos pegando tiros a diestra y siniestra contra la gente, incluidas las y los trabajadores. Muchos se escondían, la mayoría huian. Entre el tumulto no ví al tranquilo hombre rubio que bebía, en un tan tercer plano. Gruñí como un perro rabioso y lancé dos bolas de oscuridad a las cabezas de ambos pistoleros, y luego salté (pero esto con maneras mas dignas de un gato que de un perro) desde la baranda sobre uno de ellos, tumbándolo y enterrando mi cuchillo en su cuello, no una, si no varias veces. ¿Estaba muerto ya? Bien, entonces puedo parar....
"vaya vaya, no lo estás haciendo tan mal...me quedaré a mirar un rato hasta que me necesites"
"..."
Pero para entonces, ya se habian cargado unos cuantos. Saqué el cuchillo de una de las cuencas oculares del escolta en cuestion, algunos de los clientes se me habian quedado mirando...pero no eran idiotas, algunos trataron de aprovechar la situacion. Tomaron ejemplo de mi e intentaron reducir al segundo escolta, algo mas envalentonados.
Habría sido mentir decir que en el fondo de mi ser, no deseaba la muerte. Por eso mi cabeza se levantó y mis orejas se movieron levemente al tiempo que mis ojos se aclaraban levemente al oir aquellos disparon en la planta de abajo. Fueron unas centésimas de segundo de una genuina alegria en el rostro. Pero solo eso, solo duró centésimas. Más disparos, seguidos de gritos, me devolvieron a la realidad: aquellas eran las muertes de otros, no la mia. Las muertes de gente, quizá, tan inocente o buena como lo había sido Roäc. Aquel pensamiento me golpeó duro, pero también fue como la chispa en un cartucho de dinamita.
-Egoísta de mierda.
Dije a mi mismo, levantándome subitamente, casi a cuatro patas para ser más agil. Volví al baño, donde había dejado mi cuchillo, aquel con el que hacia poco más de un dia habia asesinado a mi amigo y que ahora estaba revuelto con restos de mechones de pelo blanco. Me até el cuchillo a la mano con un trozo de tela que rompí del bajo de mi abrigo, solo tendría eso contra la pistola. Me abalancé contra la puerta para abrirla, pero miré un momento hacia atrás, hacia la cama.
-Volveré enseguida.
Puerta abierta, corrí sigiloso como solo un drow sabe por aquellos pasillos y llegado el momento, me asomé desde la segunda planta puesto que el burdel era de estos al estilo antiguo y se podía hacer tal cosa. Ahí estaban, dos tipos pegando tiros a diestra y siniestra contra la gente, incluidas las y los trabajadores. Muchos se escondían, la mayoría huian. Entre el tumulto no ví al tranquilo hombre rubio que bebía, en un tan tercer plano. Gruñí como un perro rabioso y lancé dos bolas de oscuridad a las cabezas de ambos pistoleros, y luego salté (pero esto con maneras mas dignas de un gato que de un perro) desde la baranda sobre uno de ellos, tumbándolo y enterrando mi cuchillo en su cuello, no una, si no varias veces. ¿Estaba muerto ya? Bien, entonces puedo parar....
"vaya vaya, no lo estás haciendo tan mal...me quedaré a mirar un rato hasta que me necesites"
"..."
Pero para entonces, ya se habian cargado unos cuantos. Saqué el cuchillo de una de las cuencas oculares del escolta en cuestion, algunos de los clientes se me habian quedado mirando...pero no eran idiotas, algunos trataron de aprovechar la situacion. Tomaron ejemplo de mi e intentaron reducir al segundo escolta, algo mas envalentonados.
Éamon O'Connell
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Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El entretenido panorama me hace disfrutar mucho más de mi whisky, sentado en un taburete de la barra del bar mientras doy alguna que otra orden de vez en cuando. - No dejéis que huyan, acabad con todas las que podáis...- lo típico de una de mis salidas de trabajo. Algunas oponen resistencia, pero al no estar preparadas ni armadas no duran demasiado. - Os lo dije. Eso pasa cuando no se hace caso a la ley ni a los que se aseguran de que se cumpla. - declaro en voz alta cuando alguna que otra me llama de todo y me acusa de asesino y otras lindezas. Pensaba que no haría falta pedir refuerzos, pero cambio de idea al ver que mis guardaespaldas caen por algún tipo de entrometido cliente. Suspiro con hastío, levantándome del taburete con la ayuda del bastón de caminar. Como me cabreen mucho me va a entrar el mono de drogas, y enfadado soy todavía más insoportable que ahora, que estoy relativamente de buen humor tras mi discurso.
Camino con mi cojera hacia el lugar en el que un sádico ha hecho caer a mi guardaespaldas. La gente del local se ha organizado y está deshaciéndose del segundo guardaespaldas, así que saco mi móvil y pido cantidades ingentes de refuerzos. Hago una mueca de desagrado al ver el tipo de criatura que es, sacando la pistola que llevo en la funda del cinturón.
- Qué raza más repugnante...si os extinguis nos hacéis un favor, os he cogido así como mucho asco. Mira, mira como disfruta matando el muy cabrón. -
Ni le aviso ni vacilo, simplemente disparo en dirección al elfo negro, que se encuentra a unos cuantos metros de mi posición. Si le da a la primera bien, si no, también. Podemos jugar un rato, puede que sea útil después de todo. - ¿Eres cliente habitual de este tugurio? ¿Eres de alguna utilidad o te puedo matar sin más? piensa bien la respuesta...
Camino con mi cojera hacia el lugar en el que un sádico ha hecho caer a mi guardaespaldas. La gente del local se ha organizado y está deshaciéndose del segundo guardaespaldas, así que saco mi móvil y pido cantidades ingentes de refuerzos. Hago una mueca de desagrado al ver el tipo de criatura que es, sacando la pistola que llevo en la funda del cinturón.
- Qué raza más repugnante...si os extinguis nos hacéis un favor, os he cogido así como mucho asco. Mira, mira como disfruta matando el muy cabrón. -
Ni le aviso ni vacilo, simplemente disparo en dirección al elfo negro, que se encuentra a unos cuantos metros de mi posición. Si le da a la primera bien, si no, también. Podemos jugar un rato, puede que sea útil después de todo. - ¿Eres cliente habitual de este tugurio? ¿Eres de alguna utilidad o te puedo matar sin más? piensa bien la respuesta...
La bola de oscuridad se desvanece de la cabeza del pistolero, revelando las cuencas de sus ojos apuñaladas y manando sangre. Para entonces, yo respiraba ya agitadamente, pero no por el esfuerzo físico que habia sido leve. Vi como reducían al otro pistolero y me puse en pie, mirando alrededor con el ceño fruncido. Mi instinto me decía que aquello no era todo.
Giré un poco mi cabeza, mirando por encima del hombro, y vi a un hombre con baston y una pistola en la mano avanzando hacia mi y diciendo algo sobre lo despreciables que eramos como raza. Bueno, en algo tenía razon - había una parte de mi que disfrutaba matando. MUCHO.
Pero por el momento, hacía esfuerzos por seguir siendo yo, sabía que podía hacerlo...que me quedaba por demostrarme si no eso? El hombre no dudó, ni yo de sus intenciones. Me arrojé al suelo rapido, tirandome tras una mesa que habia acabado volcada a mi lado. Miré a mi lado, al cadaver ensangrentado, y vi la pistola del hombre. Pocas veces...por no decir ninguna...habia usado yo una de esas. Pero alargué mi mano, la izquierda, la que no usaba el cuchillo, y cogi el arma, escuchado sus provocaciones. Solté una risotada digna de un perturbado mental.
-Solo soy un recién llegado! Pero en algo no te equivocas, pertenezco a una raza de asesinos. - miraba el arma entre mis manos, sabía como funcionaba: apretar el gatillo y ya, no? Sus palabras solo conseguían remover en mi un odio más que profundo. Utilidad, yo...? Ninguna....
Me di la vuelta, empujando la mesa con mis piernas hacia Eamon para arrojársela. Automaticamente, disparé en su direccion. Pero como no era muy experto en eso de las balas, no disparé una sola vez, disparé seis, muy a lo loco, pero en su dirección.
-Que tal si me matas sin mas? De lo contrario podrías arrepentirte. - espeté, lleno de rabia, levantandome sobre una rodilla. - Piensas que voy a seguirte el juego o rogar? Si quisiera huir, no me habrias ni visto, retrasado mental....pero oye, deberías conocer mi nombre - En ese momento entraron por la puerta mas hombres armados. Mis ojos se clavaron en ellos con los reflejos de una serpiente, y antes de que hiciesen nada, vacié en ellos el resto del cargador. Que solo dió...para uno o dos. Luego bloqueé la entrada con otra nube de oscuridad, pero eso no los detendría demasiado tiempo. Como un resorte, fui a robar la otra pistola del segundo al que habian matado las gentes del burdel. Y desaté mi rabia en forma de plomo sobre otros dos de esos hombres armados que salian de la nube de oscuridad.
Esos uniformes...no me los conocia todos. Pero no cabia duda de cual era su facción. Agarré a una de las chicas que habían por ahi con brusquedad, la pegué a mi y le dije que pidiesen ayuda o se largasen de alli, y luego la empujé lejos de mi con la misma mala hostia que habia empujado a la mesa contra Eamon.
______
como de bien va el instinto?
vamos a narrativo pero me cuesta decidir lol
exito - esquiva disparo on time
fallo- nein
Giré un poco mi cabeza, mirando por encima del hombro, y vi a un hombre con baston y una pistola en la mano avanzando hacia mi y diciendo algo sobre lo despreciables que eramos como raza. Bueno, en algo tenía razon - había una parte de mi que disfrutaba matando. MUCHO.
Pero por el momento, hacía esfuerzos por seguir siendo yo, sabía que podía hacerlo...que me quedaba por demostrarme si no eso? El hombre no dudó, ni yo de sus intenciones. Me arrojé al suelo rapido, tirandome tras una mesa que habia acabado volcada a mi lado. Miré a mi lado, al cadaver ensangrentado, y vi la pistola del hombre. Pocas veces...por no decir ninguna...habia usado yo una de esas. Pero alargué mi mano, la izquierda, la que no usaba el cuchillo, y cogi el arma, escuchado sus provocaciones. Solté una risotada digna de un perturbado mental.
-Solo soy un recién llegado! Pero en algo no te equivocas, pertenezco a una raza de asesinos. - miraba el arma entre mis manos, sabía como funcionaba: apretar el gatillo y ya, no? Sus palabras solo conseguían remover en mi un odio más que profundo. Utilidad, yo...? Ninguna....
Me di la vuelta, empujando la mesa con mis piernas hacia Eamon para arrojársela. Automaticamente, disparé en su direccion. Pero como no era muy experto en eso de las balas, no disparé una sola vez, disparé seis, muy a lo loco, pero en su dirección.
-Que tal si me matas sin mas? De lo contrario podrías arrepentirte. - espeté, lleno de rabia, levantandome sobre una rodilla. - Piensas que voy a seguirte el juego o rogar? Si quisiera huir, no me habrias ni visto, retrasado mental....pero oye, deberías conocer mi nombre - En ese momento entraron por la puerta mas hombres armados. Mis ojos se clavaron en ellos con los reflejos de una serpiente, y antes de que hiciesen nada, vacié en ellos el resto del cargador. Que solo dió...para uno o dos. Luego bloqueé la entrada con otra nube de oscuridad, pero eso no los detendría demasiado tiempo. Como un resorte, fui a robar la otra pistola del segundo al que habian matado las gentes del burdel. Y desaté mi rabia en forma de plomo sobre otros dos de esos hombres armados que salian de la nube de oscuridad.
Esos uniformes...no me los conocia todos. Pero no cabia duda de cual era su facción. Agarré a una de las chicas que habían por ahi con brusquedad, la pegué a mi y le dije que pidiesen ayuda o se largasen de alli, y luego la empujé lejos de mi con la misma mala hostia que habia empujado a la mesa contra Eamon.
______
como de bien va el instinto?
vamos a narrativo pero me cuesta decidir lol
exito - esquiva disparo on time
fallo- nein
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Éamon O'Connell
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Suelto un sonido de fastidio por la velocidad del drow para ponerse a salvo, aunque sólo es cuestión de tiempo que acabe acertando. Los refuerzos no tardarán en llegar, y entonces no podrá hacer nada contra mí. El bicho en cuestión parece estar más perturbado de la cuenta, aunque tampoco me extraña, él mismo afirma que los de su raza son unos asesinos. - Y traidores, no te olvides de eso último. - puntualizo alzando el índice, sabiendo los problemas que habían tenido en el pasado con negros de este tipo. Trato de esquivar la mesa que me lanza el maldito drow, pero acabo cayendo al suelo de espaldas por mi poca velocidad actual. La putada de la lesión en la pierna hace que no sea lo suficientemente ágil, y el hecho de que me lo recuerde me pone de muy mala hostia.
Ruedo hacia un lado para intentar evitar sus disparos poco acertados. Se nota que no tiene demasiada puntería, aunque eso no quita para que una de las balas haya pasado rozando mi brazo y me haya herido. Maldigo en voz alta a toda su estirpe, pues a pesar de que no parece una herida grave sí que es dolorosa. Me llevo la mano a la herida, comprobando que la bala no ha quedado dentro y que no sangro de manera exagerada, puedo aguantar un poco más. Trato de ponerme en pie, ayudado por el bastón y por la mesa que había lanzado contra mí previamente. El muy idiota no deja de responderme de manera maleducada, de robar pistolas que no son suyas, de matarme escoltas y de hacer mierdas varias para intentar bloquear la entrada. Suelto un suspiro de hastío vital, es cuestión de tiempo que lo reduzcan porque le superamos en número. El caso es que su careto me suena de uno de los que se fugaron junto con la Brigada aquel día, Andreas me había dado un pequeño informe sobre ellos.
– Ya decía que me sonaba tu cara. Como sois todos iguales...no os distingo. ¿Para qué quiero saber tu nombre? Es como querer conocer el nombre de una cucaracha que estoy a punto de pisar. – comento con sumo desprecio, pasando por alto su insulto y sus formas chulescas hacia mi persona.
- Rara vez suelo arrepentirme. Tal vez te da igual que te mate, pero seguro que no te da igual regresar a las torturas de los campos de concentración. Seguro que necesitas que te refresque la memoria, que te haga revivir lo que son. – sonrío con suficiencia, sintiéndome más que seguro ahora que un nutrido número de soldados está a punto de entrar por la puerta tras romper el bloqueo. Aprovecho los segundos que nos quedan a solas para tratar de perturbarlo, no parece que sea difícil. – Puedes evitarlo si te portas bien y trabajas para mi , haciendo lo que mejor se te da, asesino.- hago especial énfasis en la última palabra, pues él mismo ha dicho que lo era. – Y también puedes evitar acabar como estas pobres infelices si me das la información que quiero. ¿Dónde están el resto de fugados de los campos, qué sabes de ellos? – lo apunto con la pistola por si se le ocurre hacer cualquier estupidez, manteniendo las distancias y desplazándome lentamente hasta otra mesa por si tengo que ponerla en medio. Los soldados consiguen desbloquear la entrada, comenzando a entrar a un edificio que tiene los minutos contados.
Ruedo hacia un lado para intentar evitar sus disparos poco acertados. Se nota que no tiene demasiada puntería, aunque eso no quita para que una de las balas haya pasado rozando mi brazo y me haya herido. Maldigo en voz alta a toda su estirpe, pues a pesar de que no parece una herida grave sí que es dolorosa. Me llevo la mano a la herida, comprobando que la bala no ha quedado dentro y que no sangro de manera exagerada, puedo aguantar un poco más. Trato de ponerme en pie, ayudado por el bastón y por la mesa que había lanzado contra mí previamente. El muy idiota no deja de responderme de manera maleducada, de robar pistolas que no son suyas, de matarme escoltas y de hacer mierdas varias para intentar bloquear la entrada. Suelto un suspiro de hastío vital, es cuestión de tiempo que lo reduzcan porque le superamos en número. El caso es que su careto me suena de uno de los que se fugaron junto con la Brigada aquel día, Andreas me había dado un pequeño informe sobre ellos.
– Ya decía que me sonaba tu cara. Como sois todos iguales...no os distingo. ¿Para qué quiero saber tu nombre? Es como querer conocer el nombre de una cucaracha que estoy a punto de pisar. – comento con sumo desprecio, pasando por alto su insulto y sus formas chulescas hacia mi persona.
- Rara vez suelo arrepentirme. Tal vez te da igual que te mate, pero seguro que no te da igual regresar a las torturas de los campos de concentración. Seguro que necesitas que te refresque la memoria, que te haga revivir lo que son. – sonrío con suficiencia, sintiéndome más que seguro ahora que un nutrido número de soldados está a punto de entrar por la puerta tras romper el bloqueo. Aprovecho los segundos que nos quedan a solas para tratar de perturbarlo, no parece que sea difícil. – Puedes evitarlo si te portas bien y trabajas para mi , haciendo lo que mejor se te da, asesino.- hago especial énfasis en la última palabra, pues él mismo ha dicho que lo era. – Y también puedes evitar acabar como estas pobres infelices si me das la información que quiero. ¿Dónde están el resto de fugados de los campos, qué sabes de ellos? – lo apunto con la pistola por si se le ocurre hacer cualquier estupidez, manteniendo las distancias y desplazándome lentamente hasta otra mesa por si tengo que ponerla en medio. Los soldados consiguen desbloquear la entrada, comenzando a entrar a un edificio que tiene los minutos contados.
Me quedé sin balas en aquella ultima pistola que habia conseguido hacer mia,hiriendo a uno de los guardias que salian de la nube oscura. Aprete el gatillo pero clicó sin mas. Gruñí y arrojé el arma con fiereza a la cabeza de mi siguente objetivo.
Me giré bruscamente a mirar al rubio, que sangraba, pero seguia pareciendo un maldito creido dueño del mundo, como todos aquellos batasblancas. Todos iguales?
-TU ESTAS CIEGO?!
Le grité haciendome oir por encima del tumulto que se habia liado alli. Eran demasiados. Al ver entrar a los nuevos guardias, a la gente que quedaba alli se les quitaron las ganas de seguir con mi pequeña rebelión. Habia muerto antes de coger fuerza.
- Pues tienes razón, no necesitas saber mi nombre. - me encogí de hombros, bipolar, yo? Para nada....
Era verdad, me daba igual que me matasen. Pero en mi cara se dbujó un gesto helado, una expresion contraida ante la idea que el exponia. Estaba visiblemente asustado.
-No....no puedo volver ahi....
"por que no ? volver, matar, darme a mi la luz....Ademas, te lo mereces, despues de lo que has hecho con tu amiguito!!"
Empecé a respirar bastante rapido y retrocedi hasta tropezarme con un cadaver. Aquellos recuerdos, aquella idea, sencillamente me desestabilizaban y me dejaban convertido en poco mas que un despojo de terror y nervios, por las cosas que me habian hecho padecer alli. El sufrimiento aun era demasiado reciente y ahora no tenia nada a lo que agarrarme. Miré por la puerta, pensando que quizá, llegarían refuerzos. Los Renegados? Pero no..... Tras segundos mirando hacia alla, me di cuenta que eso eran esperanzas vacias. Estaba solo, como casi siempre.
Lo oi decir que queria que trabajase para él. De asesino? Mis ojos, muy abiertos y brillantes, lo miraron directamente con expresion desangelada, como un niño al que le acabas de decir que el Grinch se ha robado la Navidad. Pero otra muda rapida en mi cabeza, y empecé a reirme como un desquiciado. -¿Qué? Bromeas? Mis....mis servicios valen mucho mas de lo que tu puedes pagarme....y esperas que acepte asi, por las buenas? - hice como que me secaba una lagrima y luego cesé las risas de golpe y lo miré con ira serena. - Después de que tu y los tuyos me hayais ayudado tanto a joderme la vida.
Para entonces, me tenia apuntado con el arma. Mis ojos buscaban desesperadamente una ruta de escape. -No se donde están aquellos con los que me fugué, no tengo...no tuve contacto con ellos. Lo puedo jurar. Se fueron sin mas en un jeep, la mujer, el hombre, los otros dos... - mis recuerdos eran vagos. Entonces no era otro quien estaba al mando.
Me giré bruscamente a mirar al rubio, que sangraba, pero seguia pareciendo un maldito creido dueño del mundo, como todos aquellos batasblancas. Todos iguales?
-TU ESTAS CIEGO?!
Le grité haciendome oir por encima del tumulto que se habia liado alli. Eran demasiados. Al ver entrar a los nuevos guardias, a la gente que quedaba alli se les quitaron las ganas de seguir con mi pequeña rebelión. Habia muerto antes de coger fuerza.
- Pues tienes razón, no necesitas saber mi nombre. - me encogí de hombros, bipolar, yo? Para nada....
Era verdad, me daba igual que me matasen. Pero en mi cara se dbujó un gesto helado, una expresion contraida ante la idea que el exponia. Estaba visiblemente asustado.
-No....no puedo volver ahi....
"por que no ? volver, matar, darme a mi la luz....Ademas, te lo mereces, despues de lo que has hecho con tu amiguito!!"
Empecé a respirar bastante rapido y retrocedi hasta tropezarme con un cadaver. Aquellos recuerdos, aquella idea, sencillamente me desestabilizaban y me dejaban convertido en poco mas que un despojo de terror y nervios, por las cosas que me habian hecho padecer alli. El sufrimiento aun era demasiado reciente y ahora no tenia nada a lo que agarrarme. Miré por la puerta, pensando que quizá, llegarían refuerzos. Los Renegados? Pero no..... Tras segundos mirando hacia alla, me di cuenta que eso eran esperanzas vacias. Estaba solo, como casi siempre.
Lo oi decir que queria que trabajase para él. De asesino? Mis ojos, muy abiertos y brillantes, lo miraron directamente con expresion desangelada, como un niño al que le acabas de decir que el Grinch se ha robado la Navidad. Pero otra muda rapida en mi cabeza, y empecé a reirme como un desquiciado. -¿Qué? Bromeas? Mis....mis servicios valen mucho mas de lo que tu puedes pagarme....y esperas que acepte asi, por las buenas? - hice como que me secaba una lagrima y luego cesé las risas de golpe y lo miré con ira serena. - Después de que tu y los tuyos me hayais ayudado tanto a joderme la vida.
Para entonces, me tenia apuntado con el arma. Mis ojos buscaban desesperadamente una ruta de escape. -No se donde están aquellos con los que me fugué, no tengo...no tuve contacto con ellos. Lo puedo jurar. Se fueron sin mas en un jeep, la mujer, el hombre, los otros dos... - mis recuerdos eran vagos. Entonces no era otro quien estaba al mando.
Éamon O'Connell
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Me llevo una mano a la sien cerrando los ojos, un tanto molesto por ese grito que se me clava en el cerebro. - No grites, empiezo a estar hasta los cojones de ti. - lo único que me divierte ligeramente es ver el miedo que le tiene a los campos, y el terror que provoca en él el simple hecho de pensar que puede volver allí. He dado en el clavo, los traumas son la mejor llave para remover a este tipo de gentuza. En realidad a cualquier gentuza, pero creo que a estos más.
- Sí...claro que puedes. No se puede escapar de la Alianza porque estamos por todas partes...tenemos ojos aquí y allá, tenemos fieles servidores...y tenemos a la sociedad de nuestro lado. ¿Quién no estaría de acuerdo con encerrar a un asesino, con hacerle pagar sus crímenes? Todos. Estás solo, completamente solo, pedazo de mierda.
Ladeo la cabeza con extrañeza ante tanto cambio de expresión, de miradas y de risas extrañas, pensando que le debimos reventar la cabeza a base de bien en los campos. Mis soldados se acercan a él con intenciones de reducirle y sujetarle, pero les hago un gesto como diciendo que esperen a que termine de hablar con él. - Digamos que no tienes opción. Y no me apetece jugar a que soy bueno, a que quiero ayudarte o a que me importan tus lloriqueos o mierdas de traumas. Claro que te jodimos la vida, ¿qué esperabas? y todavía puede empeorar. - ruedo los ojos con gesto de aburrimiento ante su negativa, resoplando sin mucha paciencia. Tendré que hacerle hablar de otra manera, forzándolo. Espero que no sea como los jodidos irlandeses, que cantan por cualquier cosa, pero si les pides que hablen no dirán nada.
- Atrapadlo. - ordeno a seis o siete soldados que ya lo tenían rodeado, bajando el arma porque ya no hay riesgo de que el drow se lance contra mí. Logran reducirlo entre varios, tras los lógicos forcejeos y luchas inútiles. Les pido que lo esposen y lo lleven a la trastienda para atarlo a una silla, con las manos en la espalda. También pido a mis soldados que me traigan un maletín que llevo en el coche, uno grabado con mis iniciales. No perdemos demasiado tiempo en ese proceso, pues al cabo de unos minutos ya nos encontramos ambos en la mugrosa y oscura trastienda del burdel. Se trata de un sitio que no tiene nada que ver con lo lujoso y limpio del resto del local, aquí hay acumulada bastante suciedad entre las cajas de botellas de alcohol. Se encuentra tenuemente iluminada por la luz de la luna que entra por una ventana en la pared, a modo de ventilación. Mis soldados se encuentran en la puerta, por si es necesaria la intervención en algún momento. Dejo el maletín que me han traído encima de una mesa de metal oxidada, preparándome para emplear lo que hay dentro de él. Saco unas pinzas metálicas tamaño barbacoa, caminando después hasta la espalda del drow.
- No me gusta que me mientan. Quiero que me digas la verdad. Y si fuese cierto lo que dices tampoco me vale, necesito que me lleves hasta ellos. Necesito cebo vivo. Así que habla de una puta vez. - aprovecho que tiene las manos esposadas para tomar un dedo con las pinzas que he cogido, retorciéndoselo hasta que lo escucho romperse.
- Sí...claro que puedes. No se puede escapar de la Alianza porque estamos por todas partes...tenemos ojos aquí y allá, tenemos fieles servidores...y tenemos a la sociedad de nuestro lado. ¿Quién no estaría de acuerdo con encerrar a un asesino, con hacerle pagar sus crímenes? Todos. Estás solo, completamente solo, pedazo de mierda.
Ladeo la cabeza con extrañeza ante tanto cambio de expresión, de miradas y de risas extrañas, pensando que le debimos reventar la cabeza a base de bien en los campos. Mis soldados se acercan a él con intenciones de reducirle y sujetarle, pero les hago un gesto como diciendo que esperen a que termine de hablar con él. - Digamos que no tienes opción. Y no me apetece jugar a que soy bueno, a que quiero ayudarte o a que me importan tus lloriqueos o mierdas de traumas. Claro que te jodimos la vida, ¿qué esperabas? y todavía puede empeorar. - ruedo los ojos con gesto de aburrimiento ante su negativa, resoplando sin mucha paciencia. Tendré que hacerle hablar de otra manera, forzándolo. Espero que no sea como los jodidos irlandeses, que cantan por cualquier cosa, pero si les pides que hablen no dirán nada.
- Atrapadlo. - ordeno a seis o siete soldados que ya lo tenían rodeado, bajando el arma porque ya no hay riesgo de que el drow se lance contra mí. Logran reducirlo entre varios, tras los lógicos forcejeos y luchas inútiles. Les pido que lo esposen y lo lleven a la trastienda para atarlo a una silla, con las manos en la espalda. También pido a mis soldados que me traigan un maletín que llevo en el coche, uno grabado con mis iniciales. No perdemos demasiado tiempo en ese proceso, pues al cabo de unos minutos ya nos encontramos ambos en la mugrosa y oscura trastienda del burdel. Se trata de un sitio que no tiene nada que ver con lo lujoso y limpio del resto del local, aquí hay acumulada bastante suciedad entre las cajas de botellas de alcohol. Se encuentra tenuemente iluminada por la luz de la luna que entra por una ventana en la pared, a modo de ventilación. Mis soldados se encuentran en la puerta, por si es necesaria la intervención en algún momento. Dejo el maletín que me han traído encima de una mesa de metal oxidada, preparándome para emplear lo que hay dentro de él. Saco unas pinzas metálicas tamaño barbacoa, caminando después hasta la espalda del drow.
- No me gusta que me mientan. Quiero que me digas la verdad. Y si fuese cierto lo que dices tampoco me vale, necesito que me lleves hasta ellos. Necesito cebo vivo. Así que habla de una puta vez. - aprovecho que tiene las manos esposadas para tomar un dedo con las pinzas que he cogido, retorciéndoselo hasta que lo escucho romperse.
- No puedo. Por favor. - me daba igual rogar. Preferia morir, o...matarlos a ellos, me daba igual, aunque me gustaba mas la opcion de matarlos a ellos claro está. La vision de la alianza que me ofrecia me aterraba, porque para mi, era real. Se habian convertido en mi hombre del saco, en mi monstruo bajo la cama, y en mi infierno. Habian hecho meritos para ello. Y tenia razon, estaba jodidamente solo. Asesino? Sí, quien no estaria de acuerdo en encerrarme? Asesino, sí....pero porque ellos lo habian querido asi.
- De que sirve que intente defenderme? - mascullé, dejando caer los hombros....dándome por vencido en eso. Cerré los ojos y sacudí la cabeza, recordando a golpes el momento en el que le clavaba el cuchillo en el cuello a Roäc. Supliqué a mi cerebro por controlar esas imagenes.
Siento como me rodean pero que puedo hacer? Recuerdo las cenizas que tengo arriba. No pueden quedarse ahi...en una olla atrapadas. Deben ir a volar a algun lugar bonito. Aunque solo sea por eso debo salir vivo de aqui. Trago saliva y me pongo en guardia.
-Ya...en el fondo... os conviene tener a un drow suelto que la líe por ahi, no? Porque...que malos son los seres magicos, verdad...?
Se me echaron encima entonces y forcejeé con uñas y dientes, me quitaron el cuchillo y aunque yo era mas agil y rapido, ellos eran más, y mas fuertes. Unos cuantos puñetazos bien dados, con fuerza y bien dirigidos, me dejaron retenido y arrastrado a un cuarto mugroso. Una vez mas, me descubrí a mi mismo aceptando aquel dolor y casi dandole la bienvenida. Los golpes fisicos....me espabilaron... aliviaron por un momento el nudo que habia sentido al recordar mi puñal seccionando aquella yugular. Escupi sangre a un lado cuando me sentaron a una silla y me dejaron esposado con las manos atrás, ademas de atado. Me mostraba silencioso entonces, con una terca docilidad. Vi lo que se disponia a hacer. Torturas? Más?
Apreté los labios, nervioso. Mentiría si dijera que no tenia miedo. Pero una parte de mi sabia que se lo merecía. Una parte de mi, muy pequeñita quiza y retorcida, le daba las gracias a Éamon.
-Yo no miento.
Dejé de mirar el maletin, no le veia a él. Estaba a mis espaldas Sentí un agudo dolor cuando machacó hasta la fractura uno de mis dedos, pero no grité. Gruñí mordiendome el labio inferior. Dolía, pero...habia sufrido peores. -Te estoy diciendo la puta verdad. - pero eso no le bastaba a Eamon, como habia dicho, y procedió con un segundo y con un tercer dedo. Mis gruñidos se iban intercalando con una respiracion trabajosa por el dolor.
-Te he dicho que no miento, no se donde están ahora! AGH! - con el cuarto dedo roto, si se me escapó un grito de dolor. Aquello estaba oscuro, yo veia mal, y estaba mareado. - Cebo vivo? Quieres que los atraiga a ti? Son...son magos, no? Habran ido con los renegados! O los mercenarios. O los Blood Keeper, ellos contratan mercenarios. No eran mis amigos, entendido? Metete las pinzas por donde te quepan o te acabare sacando los putos ojos! - empezaba a rebotarme, pero entonces recordé que debia mantener el control y me callé, cerrando los ojos.
"tranquilizate....sobrevivir....coger las cenizas...eso es todo..."
- De que sirve que intente defenderme? - mascullé, dejando caer los hombros....dándome por vencido en eso. Cerré los ojos y sacudí la cabeza, recordando a golpes el momento en el que le clavaba el cuchillo en el cuello a Roäc. Supliqué a mi cerebro por controlar esas imagenes.
Siento como me rodean pero que puedo hacer? Recuerdo las cenizas que tengo arriba. No pueden quedarse ahi...en una olla atrapadas. Deben ir a volar a algun lugar bonito. Aunque solo sea por eso debo salir vivo de aqui. Trago saliva y me pongo en guardia.
-Ya...en el fondo... os conviene tener a un drow suelto que la líe por ahi, no? Porque...que malos son los seres magicos, verdad...?
Se me echaron encima entonces y forcejeé con uñas y dientes, me quitaron el cuchillo y aunque yo era mas agil y rapido, ellos eran más, y mas fuertes. Unos cuantos puñetazos bien dados, con fuerza y bien dirigidos, me dejaron retenido y arrastrado a un cuarto mugroso. Una vez mas, me descubrí a mi mismo aceptando aquel dolor y casi dandole la bienvenida. Los golpes fisicos....me espabilaron... aliviaron por un momento el nudo que habia sentido al recordar mi puñal seccionando aquella yugular. Escupi sangre a un lado cuando me sentaron a una silla y me dejaron esposado con las manos atrás, ademas de atado. Me mostraba silencioso entonces, con una terca docilidad. Vi lo que se disponia a hacer. Torturas? Más?
Apreté los labios, nervioso. Mentiría si dijera que no tenia miedo. Pero una parte de mi sabia que se lo merecía. Una parte de mi, muy pequeñita quiza y retorcida, le daba las gracias a Éamon.
-Yo no miento.
Dejé de mirar el maletin, no le veia a él. Estaba a mis espaldas Sentí un agudo dolor cuando machacó hasta la fractura uno de mis dedos, pero no grité. Gruñí mordiendome el labio inferior. Dolía, pero...habia sufrido peores. -Te estoy diciendo la puta verdad. - pero eso no le bastaba a Eamon, como habia dicho, y procedió con un segundo y con un tercer dedo. Mis gruñidos se iban intercalando con una respiracion trabajosa por el dolor.
-Te he dicho que no miento, no se donde están ahora! AGH! - con el cuarto dedo roto, si se me escapó un grito de dolor. Aquello estaba oscuro, yo veia mal, y estaba mareado. - Cebo vivo? Quieres que los atraiga a ti? Son...son magos, no? Habran ido con los renegados! O los mercenarios. O los Blood Keeper, ellos contratan mercenarios. No eran mis amigos, entendido? Metete las pinzas por donde te quepan o te acabare sacando los putos ojos! - empezaba a rebotarme, pero entonces recordé que debia mantener el control y me callé, cerrando los ojos.
"tranquilizate....sobrevivir....coger las cenizas...eso es todo..."
Éamon O'Connell
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Es obvio que no sirve de nada que intente defenderse, le superamos en número y al final cualquier lucha será inútil. Su resignación ante la batalla perdida y la desesperación de su rostro al pensar en los campos son todo lo que necesito ver para saber que está vencido. Una sonrisa de manipulador nato aparece en mi rostro ante la mención de tener sueltos seres mágicos que la líen, pues en parte es cierto. - Algo así...la mayoría dais problemas constantemente, pero no conviene que la gente sepa que hay otros que no son peligrosos ni están tan locos como tú. El miedo es un arma poderosa, y los políticos lo utilizamos como nadie. - me importa bastante poco contarle algunos entresijos de la profesión, si lo cuenta nadie le creerá, y eso será si sale vivo de aquí.
Por fin comienza la función de tortura en la trastienda del burdel, con sus gritos de fondo a cada dedo que le voy partiendo con las tenazas metálicas. El caso es que me divierte eso de jugar a la Santa Inquisición, el puñetero Andreas se queda toda la diversión para él solo con eso de sus campos. Es más, decido enviarle un selfie mío y del drow que estoy torturando para que se entere, escribiendo como título "aquí, sufriendo". Y todavía me queda hacer la purga de traidores dentro de la Alianza, una purga tan grande que a su lado la de Stalin se va a quedar en mantillas. Termino de agregar unos hastags (#instatortura #muertealosdrows #hardworking...) a la foto que le envío a Andreas para darle envidia y que sepa que no es tan exclusivo ni especial. Después sigo con lo que estaba, empezando a hartarme cuando veo que no cede. El maldito ser inferior no suelta prenda, pero al menos parece que empieza a ceder. Me menciona a los renegados, a los Blood...sí, podría ir a buscarlo a ellos. Le pego un manotazo en la cabeza cuando me sugiere que me meta las pinzas por el culo, alzándolas y sonriendo de manera un tanto siniestra.
- No me des ideas...no estás en posición de sugerir cosas que te puedan perjudicar.- por suerte no me apetece meterle nada por el culo, hoy no me siento modo alien para hacer una exploración anal. - Eso es, quiero que los atraigas a mi. Es sencillo...tender una emboscada bastará, capturaríamos varios a la vez. Y seguro que intentan ayudarte, si saben que eres de los que escapaste de los campos. ¿Lo harás? Tienes 10 segundos para responderme. Si no tienes información es peor para ti, no tienes nada con lo que negociar, excepto tus servicios - me doy media vuelta para coger de la mesa un trapo sucio, el cual empapo con una bebida alcohólica de las que tengo a mano. Después pongo el trapo sobre la boca y nariz de Dyospiros, echando más y más alcohol de otras botellas, con la intención de ahogarlo. De vez en cuando quito el pañuelo, para que me responda si es que tiene algo interesante para salvar su vida.
Por fin comienza la función de tortura en la trastienda del burdel, con sus gritos de fondo a cada dedo que le voy partiendo con las tenazas metálicas. El caso es que me divierte eso de jugar a la Santa Inquisición, el puñetero Andreas se queda toda la diversión para él solo con eso de sus campos. Es más, decido enviarle un selfie mío y del drow que estoy torturando para que se entere, escribiendo como título "aquí, sufriendo". Y todavía me queda hacer la purga de traidores dentro de la Alianza, una purga tan grande que a su lado la de Stalin se va a quedar en mantillas. Termino de agregar unos hastags (#instatortura #muertealosdrows #hardworking...) a la foto que le envío a Andreas para darle envidia y que sepa que no es tan exclusivo ni especial. Después sigo con lo que estaba, empezando a hartarme cuando veo que no cede. El maldito ser inferior no suelta prenda, pero al menos parece que empieza a ceder. Me menciona a los renegados, a los Blood...sí, podría ir a buscarlo a ellos. Le pego un manotazo en la cabeza cuando me sugiere que me meta las pinzas por el culo, alzándolas y sonriendo de manera un tanto siniestra.
- No me des ideas...no estás en posición de sugerir cosas que te puedan perjudicar.- por suerte no me apetece meterle nada por el culo, hoy no me siento modo alien para hacer una exploración anal. - Eso es, quiero que los atraigas a mi. Es sencillo...tender una emboscada bastará, capturaríamos varios a la vez. Y seguro que intentan ayudarte, si saben que eres de los que escapaste de los campos. ¿Lo harás? Tienes 10 segundos para responderme. Si no tienes información es peor para ti, no tienes nada con lo que negociar, excepto tus servicios - me doy media vuelta para coger de la mesa un trapo sucio, el cual empapo con una bebida alcohólica de las que tengo a mano. Después pongo el trapo sobre la boca y nariz de Dyospiros, echando más y más alcohol de otras botellas, con la intención de ahogarlo. De vez en cuando quito el pañuelo, para que me responda si es que tiene algo interesante para salvar su vida.
Entre tanto romper dedos, hay un momento en el que para. A mi me viene bien, para poder recuperar el aire, o algo por el estilo. Joder, como me duelen las putas manos. Parece mentira, pero uno no diria que se puede acostumbrar al dolor igual que se acostumbra de facil a una buena cama....
Obviamente mi cara no puede disimular que me duele, y cuando abro los ojos lo veo echandose...fotos? y escribiendo? Mi cara muda de una de dolor a una de desconcierto....e indignacion. Pero que coño hace? de chanzas con sus amiguitos politicos?
"Ah si. Políticos. Andreas. Son del mismo tipo."
Mi expresión se endurece un tanto, aunque sigo muy tenso por el dolor y las malditas cuerdas que me tienen atado a una silla. Vale, mejor no le sugiero nada de meter nada por ningun orificio, la verdad es que no es agradable en absoluto y ciertamente, no estoy en posicion de dar "malas" ideas.
Lo que me dice cada vez me gusta menos. En verdad, ellos me conocen, no me seria dificil hacer que confiasen en mi lo minimo como para que me ayudasen y la alianza les pudiera tender una emboscada. Lo miré por un momento con duda. Las cenizas...sobrevivir....
Pero el hombre no me iba a dar mucho tiempo para pensar y me pone de modo brusco un pañuelo apestoso tapando las vias respiratorias, empapadismo en alcohol, y no contento con ello empieza a echar más sobre él, para jugar conmigo al falso ahogado. Dice que me da 10 segundos que se me antojan bastante largos, en los cuales pienso. Ya soy un asesino, y un traidor a mi modo por haberle fallado a mi amigo, pero...eso, eso que me pide es dar otro paso mas para hacer que mi alma, si la tengo aun, valga menos que una mierda hervida, si es que aun vale algo.
"¿por qué puñetas piensas en esas cosas ahora?"
"Y yo que sé, es whisky lo que está usando?"
"Nah....vodka? Tienes jodido tambien el sentido del gusto?"
"Hijo de puta, que nopuedo respirar"
En una de las veces que me quita el trapo y deja de regarme con alcohol y puedo por fin respirar, toso bruscamente y hablo.
-Al fin y al cabo son solo unas cenizas....nada mas que restos...a él no le habría gustado que lo hiciera por eso. - le digo a Eamon, obviamente no me va a entender. Hablo para mi mismo. Quiza estoy teniendo un breve momento de lucidez, pero no voy a trabajar para la Alianza.....nunca. De verdad me habia planteado aceptar?
Llegar a esa conclusión me hace reir, pero obviamente como no le gustó mi respuesta me gané otros largos segundos de ahogamiento. A este paso, iba a acabar pedo y me dejarian de doler los huesos rotos. En la siguiente ocasion que pude respirar y hablar, lo miré de modo muy burlón con una cejita levantada y una media sonrisa muy gamberra.
-Andreas lo hace mejor que tú...
Obviamente mi cara no puede disimular que me duele, y cuando abro los ojos lo veo echandose...fotos? y escribiendo? Mi cara muda de una de dolor a una de desconcierto....e indignacion. Pero que coño hace? de chanzas con sus amiguitos politicos?
"Ah si. Políticos. Andreas. Son del mismo tipo."
Mi expresión se endurece un tanto, aunque sigo muy tenso por el dolor y las malditas cuerdas que me tienen atado a una silla. Vale, mejor no le sugiero nada de meter nada por ningun orificio, la verdad es que no es agradable en absoluto y ciertamente, no estoy en posicion de dar "malas" ideas.
Lo que me dice cada vez me gusta menos. En verdad, ellos me conocen, no me seria dificil hacer que confiasen en mi lo minimo como para que me ayudasen y la alianza les pudiera tender una emboscada. Lo miré por un momento con duda. Las cenizas...sobrevivir....
Pero el hombre no me iba a dar mucho tiempo para pensar y me pone de modo brusco un pañuelo apestoso tapando las vias respiratorias, empapadismo en alcohol, y no contento con ello empieza a echar más sobre él, para jugar conmigo al falso ahogado. Dice que me da 10 segundos que se me antojan bastante largos, en los cuales pienso. Ya soy un asesino, y un traidor a mi modo por haberle fallado a mi amigo, pero...eso, eso que me pide es dar otro paso mas para hacer que mi alma, si la tengo aun, valga menos que una mierda hervida, si es que aun vale algo.
"¿por qué puñetas piensas en esas cosas ahora?"
"Y yo que sé, es whisky lo que está usando?"
"Nah....vodka? Tienes jodido tambien el sentido del gusto?"
"Hijo de puta, que nopuedo respirar"
En una de las veces que me quita el trapo y deja de regarme con alcohol y puedo por fin respirar, toso bruscamente y hablo.
-Al fin y al cabo son solo unas cenizas....nada mas que restos...a él no le habría gustado que lo hiciera por eso. - le digo a Eamon, obviamente no me va a entender. Hablo para mi mismo. Quiza estoy teniendo un breve momento de lucidez, pero no voy a trabajar para la Alianza.....nunca. De verdad me habia planteado aceptar?
Llegar a esa conclusión me hace reir, pero obviamente como no le gustó mi respuesta me gané otros largos segundos de ahogamiento. A este paso, iba a acabar pedo y me dejarian de doler los huesos rotos. En la siguiente ocasion que pude respirar y hablar, lo miré de modo muy burlón con una cejita levantada y una media sonrisa muy gamberra.
-Andreas lo hace mejor que tú...
Éamon O'Connell
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Aguardo expectante a sus palabras ahogadas en alcohol, esperando que tenga un mínimo de sentido común y decida colaborar conmigo. Su vida depende de ello, ya que no me ha proporcionado ningún dato de interés, nada que yo no haya pensado antes. Es obvio que habrán ido con los renegados o los Blood Keepers, aunque ambos bandos son bastante escurridizos y cambian constantemente de ubicación. Mi cara de desconcierto es bastante notoria al escucharlo hablar de no sé qué cenizas o de que a no sé qué persona no le habría gustado.
- Penoso...ya empieza a desvaríar y a volverse loco. Con un poco de alcohol, ahogamiento y dedos rotos. Cada vez tienen menos aguante. – murmuro para mí mismo, respondiéndole con tono desdeñoso después. – Eres una completa decepción. Claro que no le va a gustar a “él”, sea quien sea. – el caso es que el drow parece estar solo, y tampoco parece tener amigos entre el grupo que contribuyó en su huida de los campos. Es un pobre diablo que no llegará muy lejos sin ayuda. Empiezo a plantearme qué hacer con él, sin continuar con la tortura o eliminarlo de una vez. No me está dando información de interés y no quiere colaborar, lo cual lo convierte en inútil.
Su burla y comentario sobre Andreas me irrita bastante, pues incluso en esta situación se atreve a hacer bromas. El caso es que ha dado justo en mi ego, algo que no puedo tolerar. Clavo en él una mirada fría y de desprecio, descargando un puñetazo contra su nariz casi de manera instantánea. No es el único puñetazo que va a parar a su cuerpo, pues durante los siguientes minutos le llueven por todos lados golpes de mi parte. Algunos van a parar a su cara, otros a su pecho, otros a su abdomen. En un momento dado cae al suelo por culpa de los golpes, silla incluida. Ahí comienzo a darle patadas en cualquier sitio, ya sea en la cabeza o en sus partes, no me importa. Cuando acabo le lanzo un escupitajo, pegando una patada final en su cara.
– Me estás haciendo perder el tiempo, y yo, al contrario que tú, soy una persona importante y ocupada. Tú eres un despojo de la sociedad al que nadie echará de menos. – recupero mi bastón para volver a apoyarme en él, respirando agitadamente por todo el ejercicio físico que he hecho al darle esa paliza. Después saco un mechero del bolsillo de mi chaqueta, prendiendo el paño mojado en alcohol que usé antes para ahogarlo de manera intermitente. El paño prende rápidamente, así que lo tiro al suelo para que el fuego siga su camino. Con esto mato dos pájaros de un tiro: acabo con el burdel y las concubinas que queden dentro, y acabo con el drow inservible que tengo tirado a mis pies. No me molesto ni en dejarle una pistola para que se mate, prefiero que sufra ardiendo. Me doy media vuelta para salir de la trastienda antes de que el fuego sea un problema, haciendo un gesto a mis soldados para que me sigan. Después abandonamos el lugar, ellos en los jeep y yo en mi coche oficial.
- Penoso...ya empieza a desvaríar y a volverse loco. Con un poco de alcohol, ahogamiento y dedos rotos. Cada vez tienen menos aguante. – murmuro para mí mismo, respondiéndole con tono desdeñoso después. – Eres una completa decepción. Claro que no le va a gustar a “él”, sea quien sea. – el caso es que el drow parece estar solo, y tampoco parece tener amigos entre el grupo que contribuyó en su huida de los campos. Es un pobre diablo que no llegará muy lejos sin ayuda. Empiezo a plantearme qué hacer con él, sin continuar con la tortura o eliminarlo de una vez. No me está dando información de interés y no quiere colaborar, lo cual lo convierte en inútil.
Su burla y comentario sobre Andreas me irrita bastante, pues incluso en esta situación se atreve a hacer bromas. El caso es que ha dado justo en mi ego, algo que no puedo tolerar. Clavo en él una mirada fría y de desprecio, descargando un puñetazo contra su nariz casi de manera instantánea. No es el único puñetazo que va a parar a su cuerpo, pues durante los siguientes minutos le llueven por todos lados golpes de mi parte. Algunos van a parar a su cara, otros a su pecho, otros a su abdomen. En un momento dado cae al suelo por culpa de los golpes, silla incluida. Ahí comienzo a darle patadas en cualquier sitio, ya sea en la cabeza o en sus partes, no me importa. Cuando acabo le lanzo un escupitajo, pegando una patada final en su cara.
– Me estás haciendo perder el tiempo, y yo, al contrario que tú, soy una persona importante y ocupada. Tú eres un despojo de la sociedad al que nadie echará de menos. – recupero mi bastón para volver a apoyarme en él, respirando agitadamente por todo el ejercicio físico que he hecho al darle esa paliza. Después saco un mechero del bolsillo de mi chaqueta, prendiendo el paño mojado en alcohol que usé antes para ahogarlo de manera intermitente. El paño prende rápidamente, así que lo tiro al suelo para que el fuego siga su camino. Con esto mato dos pájaros de un tiro: acabo con el burdel y las concubinas que queden dentro, y acabo con el drow inservible que tengo tirado a mis pies. No me molesto ni en dejarle una pistola para que se mate, prefiero que sufra ardiendo. Me doy media vuelta para salir de la trastienda antes de que el fuego sea un problema, haciendo un gesto a mis soldados para que me sigan. Después abandonamos el lugar, ellos en los jeep y yo en mi coche oficial.
Mantengo esa mirada de desafío, o mejor dicho.... de querer tocarle las pelotas fuertemente, porque otra cosa, desgraciadamente, no puedo hacerle al hombre. Solo atacar a su ego. El ya ha atacado bastante a mi orgullo, si es que aun me quedaba algo de eso...
Su mirada fria y despectiva me hace ensanchar la sonrisa de modo perturbador en cierto modo. Pero en seguida me trago un puñetazo monumental en las narices que me las revienta y las pone a sangrar por ambos orificios, ademas...un crack me indica que quiza esté partida, amén del puto dolor de la hostia y que eso hace que me lloren los ojos. Aunque su puñetazo me hace lanzar un rabioso grito, al segundo mientras mi cabeza aun está echada para atras el grito se convierte en una carcajada desenfrenada que para poco antes de mirarlo de nuevo.
-Ohhh-hoooo.....joder!! eso ha estado muy bien, blanquito! - aunque esas son las ultimas provocaciones que puedo proferir, porque tras ese, vinieron muchos, muchos mas golpes...dolorosos, sí. Probablemente me causase alguna hemorragia interna con aquellas ultimas patadas al estómago. Me dejó "doblado" del dolor con aquellas patadas a mis partes, ahi definitivamente se cortaron mis carcajadas de lunático sufriendo. Las patadas y golpes a cara y cabeza me partieron los labios y los dejaron hinchados, al igual que uno de mis ojos. Escupía sangre y tosía, la cabeza dandome vueltas mas y mas, desorientado con cada golpe ahí. La última me hizo ver las estrellas. Pero una vez mas, sentía que merecía todo eso.
Lo cual no quitaba que me pusiera furioso. Estaba atado a una silla por unas esposas a las manos en la espalda, tirado en el suelo, con la cara estampada contra el suelo. Creo que su patada en la cara me había saltado alguna pieza dental... escupí bastante sangre y lo miré con el ojo que no estaba hinchado ni sangrando. El escupitajo...y que nadie me echaría de menos.
Lo miré y me las apañé para dedicarle una ultima sonrisa rebelde: "no me importa", le decía. Vale, si lo hacía, pero ni de coña iba a dejar traslucir yo eso. Estaba demasiado jodido y aturdido por la paliza como para darme cuenta de lo que estaba haciendo hasta que la luz del fuego me molestó y pronto el calor se le sumó. Recliné mi cabeza en el suelo, la sien contra el frio....
Por qué todo baila? Y las llamas se acercan. Estoy cubierto de alcohol, no tardaré mucho en ser la antorcha humana. Otros recuerdos me asaltan: huesos calcinados en una pira. Cierro los ojos con fuerza, ya perdida la expresion de chulería de antes al saber que Eamon y sus secueces se han marchado. Ahora mi rostro refleja mas bien angustia...ganas de quedarse ahi y darse por vencido. Pasan unos segundos angustiosos en los que sigo con los ojos cerrados y comienzo a hiperventilar.
"muerte por fuego, que tal eso?"
No he llegado hasta aquí para eso! Grité con fuerza, rabioso, y empecé a moverme. Debía tener mas de una costilla rota, pero...seguia siendo agil y flexible. Al estar en el suelo pude arrastrarme fuera del respaldo y librarme de la silla. Me senté, manos atadas aun a la espalda, y entonces solo tuve que pasar los brazos por debajo de las piernas bien dobladas y hacia delante...ahora seguia esposado pero con la delantera. Los dedos rotos dolían con cada movimiento.
"me cago en mi vida...."
- Me cago en mi puta vida! - grité mientras me ponía en pie y echaba a correr esquivando las llamas que crecian y crecian, para ir a la puerta que me levase fuera de esa trastienda. Pero tuve que atravesar las llamas que se arremolinaban delante de mi, y aunque fui muy rapido estas lamieron mi alcooholico abrigo y me prendieron fuego. Maldiciendo me tiré al suelo y rodé, apagandolo pero ganandome alguna maldita quemadura en el proceso. El exterior...el exterior era un maldito caos. Gente chillando y huyendo del fuego pisando los cadaveres del suelo, y quizá, a los no tan cadaveres....
No pregunteis como, fui capaz de subir como una centella de manos atadas a mi habitacion y rescatar la olla de cenizas de debajo de la cama. Repté bajo ella y la agarré, saliendo de nuevo. Pero cuando corriía por las escaleras hacia abajo, el fuego o la mala suerte o ve a saber que, hicieron que uno de los escalones de madera se hundiese bajo mi pie, atrapando la pierna, torciendome la rodilla, y provocando que la olla se escapase de entre mis brazos porque recordemos, las manos ahora mismo...estaban inutiles. A camara lenta vi las cenizas esparcirse por ahi, confundirse con las cenizas de muebles y otros humanos....una buena parte de esas cenizas fueron a parar a mi rostro y torso. Escocían en las quemaduras de la mejilla. Logré atrapar el envase de nuevo, pero sin su tapa, y ya vacio
"vale....bueno..."
Me quedé en pause asi como un rato demasiado largo para estar en mitad de un jodido incendio con una pata atascada en un escalon, hasta que una viga ardiendo cayó a mi lado y me espabiló...entonces agarré la olla vacía, y comencé a zurrarle al escalon que me habia hecho caer.
-ME CAGO- EN LA HOSTIA PUTA...YA...JODERR!!!!!!! AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGHHHHHHH!!
La ultima hostia de la olla fue a mi frente y luego la tiré por ahi. Liberé mi pierna como pude y seguí corriendo saltando a un par de moribundos en el suelo. Los peor parados supuse habian sido aquellos que estaban en las habitaciones y que por una cosa o por otra, no se habian enterado de lo ocurrido. Cuando sali de alli, la segunda planta ya estaba en llamas. Me giré y retrocedí, a mi lado algunas de las mujeres que habian logrado escapar lloraban llamando el nombre de otras personas amadas que debian haber muerto ahi dentro.
Me quedé flasheado mirando al fuego, escuchando los gritos y los llantos, cubierto por las cenizas de mi amigo, parcialmente, y de sangre, por otro lado. Era paranoia o llevaba el fuego la sangre y la muerte alla a donde fuera?
Tragué saliva retrocedí lentamente. No, amigo...solo estabas teniendo mala suerte...
Empecé a caminar, cojeando, para lograr alejarme de aquel infierno e ir a ver si el siguiente al que iba a parar era un poco más cómodo...
Su mirada fria y despectiva me hace ensanchar la sonrisa de modo perturbador en cierto modo. Pero en seguida me trago un puñetazo monumental en las narices que me las revienta y las pone a sangrar por ambos orificios, ademas...un crack me indica que quiza esté partida, amén del puto dolor de la hostia y que eso hace que me lloren los ojos. Aunque su puñetazo me hace lanzar un rabioso grito, al segundo mientras mi cabeza aun está echada para atras el grito se convierte en una carcajada desenfrenada que para poco antes de mirarlo de nuevo.
-Ohhh-hoooo.....joder!! eso ha estado muy bien, blanquito! - aunque esas son las ultimas provocaciones que puedo proferir, porque tras ese, vinieron muchos, muchos mas golpes...dolorosos, sí. Probablemente me causase alguna hemorragia interna con aquellas ultimas patadas al estómago. Me dejó "doblado" del dolor con aquellas patadas a mis partes, ahi definitivamente se cortaron mis carcajadas de lunático sufriendo. Las patadas y golpes a cara y cabeza me partieron los labios y los dejaron hinchados, al igual que uno de mis ojos. Escupía sangre y tosía, la cabeza dandome vueltas mas y mas, desorientado con cada golpe ahí. La última me hizo ver las estrellas. Pero una vez mas, sentía que merecía todo eso.
Lo cual no quitaba que me pusiera furioso. Estaba atado a una silla por unas esposas a las manos en la espalda, tirado en el suelo, con la cara estampada contra el suelo. Creo que su patada en la cara me había saltado alguna pieza dental... escupí bastante sangre y lo miré con el ojo que no estaba hinchado ni sangrando. El escupitajo...y que nadie me echaría de menos.
Lo miré y me las apañé para dedicarle una ultima sonrisa rebelde: "no me importa", le decía. Vale, si lo hacía, pero ni de coña iba a dejar traslucir yo eso. Estaba demasiado jodido y aturdido por la paliza como para darme cuenta de lo que estaba haciendo hasta que la luz del fuego me molestó y pronto el calor se le sumó. Recliné mi cabeza en el suelo, la sien contra el frio....
Por qué todo baila? Y las llamas se acercan. Estoy cubierto de alcohol, no tardaré mucho en ser la antorcha humana. Otros recuerdos me asaltan: huesos calcinados en una pira. Cierro los ojos con fuerza, ya perdida la expresion de chulería de antes al saber que Eamon y sus secueces se han marchado. Ahora mi rostro refleja mas bien angustia...ganas de quedarse ahi y darse por vencido. Pasan unos segundos angustiosos en los que sigo con los ojos cerrados y comienzo a hiperventilar.
"muerte por fuego, que tal eso?"
No he llegado hasta aquí para eso! Grité con fuerza, rabioso, y empecé a moverme. Debía tener mas de una costilla rota, pero...seguia siendo agil y flexible. Al estar en el suelo pude arrastrarme fuera del respaldo y librarme de la silla. Me senté, manos atadas aun a la espalda, y entonces solo tuve que pasar los brazos por debajo de las piernas bien dobladas y hacia delante...ahora seguia esposado pero con la delantera. Los dedos rotos dolían con cada movimiento.
"me cago en mi vida...."
- Me cago en mi puta vida! - grité mientras me ponía en pie y echaba a correr esquivando las llamas que crecian y crecian, para ir a la puerta que me levase fuera de esa trastienda. Pero tuve que atravesar las llamas que se arremolinaban delante de mi, y aunque fui muy rapido estas lamieron mi alcooholico abrigo y me prendieron fuego. Maldiciendo me tiré al suelo y rodé, apagandolo pero ganandome alguna maldita quemadura en el proceso. El exterior...el exterior era un maldito caos. Gente chillando y huyendo del fuego pisando los cadaveres del suelo, y quizá, a los no tan cadaveres....
No pregunteis como, fui capaz de subir como una centella de manos atadas a mi habitacion y rescatar la olla de cenizas de debajo de la cama. Repté bajo ella y la agarré, saliendo de nuevo. Pero cuando corriía por las escaleras hacia abajo, el fuego o la mala suerte o ve a saber que, hicieron que uno de los escalones de madera se hundiese bajo mi pie, atrapando la pierna, torciendome la rodilla, y provocando que la olla se escapase de entre mis brazos porque recordemos, las manos ahora mismo...estaban inutiles. A camara lenta vi las cenizas esparcirse por ahi, confundirse con las cenizas de muebles y otros humanos....una buena parte de esas cenizas fueron a parar a mi rostro y torso. Escocían en las quemaduras de la mejilla. Logré atrapar el envase de nuevo, pero sin su tapa, y ya vacio
"vale....bueno..."
Me quedé en pause asi como un rato demasiado largo para estar en mitad de un jodido incendio con una pata atascada en un escalon, hasta que una viga ardiendo cayó a mi lado y me espabiló...entonces agarré la olla vacía, y comencé a zurrarle al escalon que me habia hecho caer.
-ME CAGO- EN LA HOSTIA PUTA...YA...JODERR!!!!!!! AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGHHHHHHH!!
La ultima hostia de la olla fue a mi frente y luego la tiré por ahi. Liberé mi pierna como pude y seguí corriendo saltando a un par de moribundos en el suelo. Los peor parados supuse habian sido aquellos que estaban en las habitaciones y que por una cosa o por otra, no se habian enterado de lo ocurrido. Cuando sali de alli, la segunda planta ya estaba en llamas. Me giré y retrocedí, a mi lado algunas de las mujeres que habian logrado escapar lloraban llamando el nombre de otras personas amadas que debian haber muerto ahi dentro.
Me quedé flasheado mirando al fuego, escuchando los gritos y los llantos, cubierto por las cenizas de mi amigo, parcialmente, y de sangre, por otro lado. Era paranoia o llevaba el fuego la sangre y la muerte alla a donde fuera?
Tragué saliva retrocedí lentamente. No, amigo...solo estabas teniendo mala suerte...
Empecé a caminar, cojeando, para lograr alejarme de aquel infierno e ir a ver si el siguiente al que iba a parar era un poco más cómodo...
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Finales de Septiembre 2041- 3 días para la cuenta atrás.
Dados los acontecimientos en a base número 457-B42 del planeta(Nombre no codificado conocido como China, República Popular) la inteligencia consideró la probabilidad estadística de numerosas nuevas disputas.
Entre las variables procesadas en la base de datos se encontraban las posibles acciones de los humanos no mejorados para sobrevivir tras la cuenta atrás.
Los resultados de la simulación estadística indicaron puntos actuales de sanación, guarida y abastecimiento. La tasa de supervivencia de los humanos no mejorados tras la cuenta atrás se situaba en un 0,9%, una cifra por encima de la calculada con anterioridad.
En tiempo se tradujo en una supervivencia de +80 años 2 meses 14 días 5horas 3 min post cuenta atrás hasta acabar con el último humano no colaborativo para con la trascendencia.
Ante tales nuevos datos S.A.M-9917 procedió con la eliminación preventiva de puntos estratégicos, calculando como nueva tasa de supervivencia de 0,00000000000000000001%, reduciendo en temporalidad hasta los +7 días post cuenta atrás.
Repentinamente varios haces de luz impactan sobre el lugar ejerciendo una implosión que posteriormente se expande hasta eliminar el objetivo por completo.
Dados los acontecimientos en a base número 457-B42 del planeta(Nombre no codificado conocido como China, República Popular) la inteligencia consideró la probabilidad estadística de numerosas nuevas disputas.
Entre las variables procesadas en la base de datos se encontraban las posibles acciones de los humanos no mejorados para sobrevivir tras la cuenta atrás.
Los resultados de la simulación estadística indicaron puntos actuales de sanación, guarida y abastecimiento. La tasa de supervivencia de los humanos no mejorados tras la cuenta atrás se situaba en un 0,9%, una cifra por encima de la calculada con anterioridad.
En tiempo se tradujo en una supervivencia de +80 años 2 meses 14 días 5horas 3 min post cuenta atrás hasta acabar con el último humano no colaborativo para con la trascendencia.
Ante tales nuevos datos S.A.M-9917 procedió con la eliminación preventiva de puntos estratégicos, calculando como nueva tasa de supervivencia de 0,00000000000000000001%, reduciendo en temporalidad hasta los +7 días post cuenta atrás.
Repentinamente varios haces de luz impactan sobre el lugar ejerciendo una implosión que posteriormente se expande hasta eliminar el objetivo por completo.
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