Burdel

Miré por encima de mi hombro cuando se vino a mis espaldas a poner sus manos en mi hombro y hacer como que les daba un masaje, a lo cual emití un gruñido quedo, como el de un oso cabreado al que estan jorobando durante plena hibernacion. Estuve a punto de girarme y soltarle un puñetazo, pero lo dejé en un ronco:

-No me toques.

No respondi a eso de salir del hospital o la lenceria erótica...mi sentido del humor rezumaba oxido. Afortunadamente se puso mas serio y me habló de cosas sobre las que yo SI sabia responder.

-Ya me enteré de que ese imbecil se llevó el merito. - asi que vacaciones. -Las vacaciones no duran eternamente.

El tipo bajó a la planta baja, y cuando volvio, lo hizo con sendas cervezas. Lo miré con ...recelo. Ares se llamaba? Se puso a beberse la suya y la otra quedó en mis manos. Me llevé la cerveza a las narices y olfateé, sin llegar a beber.
-Me gusta mas trabajar solo, a que eso no te lo han dicho? Pero no pondré problemas en cooperar contigo si es lo que nos piden.

Me acerqué a Lykaios y le tiré mi jarra de cerveza por encima. Primero encima de su cara, y luego la desparramé por el resto de su pecho hasta dejarlo bien caladito.
-Ahora además de parecer un borracho, olerá como uno. Lo podremos bajar entre los dos por las escaleras tranquilamente como si fuera nuestro colega borracho. Y la proxima vez que quieras invitarme a una cerveza...que sea una botella cerrada, que pueda verlo. El royo de narcotizar...me lo conozco. No soy tan imbécil como éste.

Era cierto. Lykaios podia estar fingiendo. Mi cerveza podia llevar droga para dormirme. Habria sido un combo perfecto. Pero el caso es que ya no habia cerveza y teniamos la excusa de como bajar al General de la brigada. Me acerqué al peliazul y le solté un puñetazo en el costillar. Si no habia reaccionado a ser regado por la cerveza reaccionaría a esto, pero no lo hizo. Bien, sin trampa ni carton. Me senté en la cama y lo incorporé echando uno de sus brazos por encima de mi, indicando con un gesto de mi cabeza a Ares que se encargara de sujetarlo por el otro costado.

-En el jeep tengo algo de recambio. Vamos. Tengo el jeep aparcado frente a la puerta. Las putas no se meten en los asuntos legales, y aunque sospechen de que este tipo no va realmente borracho si no drogado, no harán nada.Solo tenemos que fingir normalidad.

- Jed, que soso que eres, no me extraña que te pegue este trabajo de maton. Tendre en cuenta que te gusta trabajar solo como a mi, pero que no tienes problemas en cooperar.

Veo como coje su cerveza como con desconfianza, la huele y la vierte enteramente encima de Lykaios, le pongo mala cara y me responde que el no es tan estupido como para caer en algo tan estupido como los narcoticos, que la proxima vez botella cerrada, resoplo.

- Tendria que estar muy desesperado para querer dormirte y poder asi jugar contigo, en fin, al menos tenemos una solucion y yo ya se para la proxima lo que hacer, eres un hombre muuuuuy romantico, me esta bien empleado - dije con cara  de "vale, ya andare con tacto contigo" y algo de rintintin.

Me queje cuando le dio un golpe brusco a Lykaios en el pecho y luego tome su brazo y me lo pase por detras de mi cuello tal como hizo Jed con el otro costado. Bajamos lentamente, la gente nos miraba y yo llevaba puesta cara de "por dios porque siempre me toca hacer de samaritano con mis amigos borrachos", actuacion estelar, la gente tampoco le dio mucha importancia, debian de estar acostumbrados a ver ese tipo de escenas. Llegamos afuera y echamos a Lykaios en la parte trasera y le puse mi bata por encima para que no manchara y empece a bucar el recambio del que me hablo Jed.

- Donde dijiste que tienes el recambio?

- que? En serio esperabas que automáticamente confiase en ti? Técnicamente te ataqué mientras estabas desprevenido, casi te mato y te he jodido entregándote a la Alianza. Esperaría un poco de rencor en esa cerveza.... no soy de los que se dejan llevar fácilmente por las apariencias. Y yo que se si aun sigues compinchado con tu jefe aquí drogado?

Ignoré la queja por mi maltrato al prisionero. Había que tomar precauciones. Y bajamos las escaleras sin más problemas alguna mirada rara... Nada más. Ares demostró ser un actor bastante bueno. Yo iba ceñudo y ya, enfocado en la salida. Una vez afuera, lejos del calor, la música, los gritos y los perfumes, dejamos a lykaios escondido atrás y yo subí a mi asiento.

-debajo del asiento del copiloto, es un viejo uniforme de multicam, pero valdrá.

Arranqué el motor mientras el se preparaba. -por cierto, lo que has dicho antes de ayudarme a subir a la más alto. Eso no me importa una mierda. No quiero subir a ningún lado.

- Ah, rencor, ese viejo sentimiento tan humano y que mucha gente es incapaz de dejar atras... tienes razon, podria haber cogido y habertelas hecho pasar canutas, aunque no necesito una cerveza drogada, quiza con partirte una cerveza en botella cerrada en la nuca tambien me serviria... Pero, no te guardo rencor, de hecho casi te tendria que estar agradecido, me has ayudado un poquito. Y deberias ser un pelin ambicioso, tener algun sueño, ¿no deseas nada? algo en particular, por muy pequeño que sea, cualquier cosa, como si es poder tener tu rancho y retirarte ahi.

Mientras me embucho en aquello que podria llamar funda mas que prenda multicam, porque no daba la talla de Jed en cuanto al ancho, recibi un mensaje de Andreas todo satisfecho, sonrei y guarde el movil en uno de los bolsillos y me subi al asiento de copiloto.

- Andreas esta contento, quiere que lo llevemos a los campos de concentracion y que yo asista a una reunion en el palacio, ¿me podrias dejar alli? Te dejo que lo lleves a los campos de concentracion y recuperes los puntos perdidos por aquel payaso.

El motor ruge y ronronea mientras Jed enciende y prepara el jeep para marcharnos de alli, preferi dejar los pensamientos a un lado y pensar sobre la reunion esa del mensaje, quiza quiere que estea entre el publico y observe, ademas de jugar mi papel, despues de eso quiero bañarme, relajarme y descansar. Mire la luna, poco faltaba para que desapareciera del firmamento hasta que volviera a ganar su brillo majestuoso en el paso de los dias.

Los empleados y empleadas del burdel comienzan a prepararlo todo para el evento de citas rápidas que están preparando, colocando en su salón principal varias mesas redondas para dos en las que se sentarán las parejas que acudan. La entrada da derecho a copas y descuentos en futuras compañías de burdel, además de acceso a la fiesta que tendrá lugar después para aquellos que deseen quedarse o los que deseen incorporarse a la fiesta sin haber pasado antes por las citas. Los carteles que se han pegado por la ciudad se pegan también en la puerta del burdel, anunciando que el evento dará comienzo pronto.

Como la situacion en el hospital ya estaba controlada, los pacientes descansando en sus casas y ya habia dado las ordenes a todo el personal del hospital decidi marcharme. Lyran ademas estaba siendo asistido por un amigo suyo y solo tenia que descansar mientras los enfermeros y Thranduil lo cuidaban y le hacia efecto la vacuna. Me dirigi hasta las afueras, en direccion al burdel para acudir a mi cita sorpresa a la que me habia anotado siguiendo las instrucciones que habia encontrado en un panfleto.

El local estaba convenientemente decorado y habia multiples mesas para las parejas. Al decir mi nombre a uno de los empleados me acompaño amablemente hasta una mesa. Al sentarme en la silla me pregunto si queria algo de beber mientras esperaba, asenti y pedi un whiskito, pero cortito. De momento no habia nadie en la zona salvo empleados, creo que he llegado demasiado temprano. Al rato llega el camarero con mi copa y bebo un poco pensativa mientras espero a que el resto de personas acuda al local. No estaba muy segura, me anote por hacer algo diferente, y conocer gente quiza con mis mismos gustos, aunque me da la sensacion de que en un burdel seria muy extraño que fuera a encontrarme a nadie apasionado por la ciencia, siempre dijo mi amdre que yo era la modosita pero que rompia las reglas generales.

Llevaba algún tiempo en el burdel, hacia algunas semanas que no pisaba el burdel y el recibimiento fue mejor de lo que me esperaba. Salí de una de las habitaciones luego de despedirme de las dos chicas con las que había pasado la noche. Luego de asearse para bajar a la barra viendo a una chica de gafas suponía que vendría a la fiesta de citas rápidas, a las que las chicas del burdel me habían prácticamente obligado a anotarme, ya que caras como esas ni siquiera pasaban por el frente del local.

La mire de arriba a abajo para cuando el barman me paso un plato con un sándwich, me senté a la barra para comer mi ''desayuno'', aunque no sabia ni que hora era, acompañado de una cerveza. Me quede hablando un rato con el barman hasta que una de las chicas se con unió, por lo que pase mis manos por su cintura, para seguir hablando de forma algo animada, sin importarme en lo mas mínimo la chica de las brillantes manos.

Entro al burdel donde me habían informado que organizarían aquel evento de las citas rápidas, hace aproximadamente unos 30 años que no venia para acá, ya que para que iba a venir si no iba a encontrar nada en especial, al menos que me estafen o algo peor, pero bueno los tiempos cambian, quien sabe si pueda encontrar a alguien para tener algún amor. me adentro mas y mas al lugar, hasta encontrarme con un chico y una chica que me habían dado un cálido recibimiento a dicha fiesta para encontrar a nuestro perfectos amantes; examino con la mirada el sitio en donde me encontraba, el lugar en si estaba muy bien decorado, la promoción se encontraba por todas parte, las mesas estaban limpias y organizadas y ningún escándalo estaba esparcido por los alrededores. los empleados estaban bien vestidos, algo que pensé que nunca iba a pasar; al parecer aun era muy temprano y solo dos personas se encontraban para la citas rápidas.

me senté en una de las mesas a esperar que comenzaran a llegar todos para poder comenzar, veo a una chica unos centímetros de mi, se veía ágil, inteligente, pero con un leve aire de "no te metas conmigo o ya veras", luego dirijo mi mirada hacia la chica que estaba en el bar coquetiandole a una muchacha que no se decir si era empleada o solo era una visitante. Se veía ruda, valiente, juguetona, que parecía sacrificarse por alguien que le parezca valioso para ella; aunque solo es suponiendo. uno de los meceros vino hacia a mi para saber si necesitaba algo; le dije con amabilidad, si me podría traer una copa de vino, el me respondió con un si y al rato ya me la había traído, le doy un pequeño sorbo y solo me quede viendo el lugar.

Llegué a mi guarida antes de lo que pensaba. El camino me había ayudado para leer de nuevo las anotaciones que había hecho durante el día. Claramente el trato no era nada ventajoso, así que dejarlo reposar había sido lo mejor. Aunque yo sabía que cuando volvieran las negociaciones, no volverían con propuestas más relajadas Seguramente sería la misma basura.

Una vez en el edificio, me recibieron Bethany y Emma con los brazos abiertos. Oh, como las había extrañado y eso que solo me había ausentado un par de días. Apenas llegar, recibí un panfleto extraño. Tan emocionadas estaban de un nuevo evento en el lugar, que me hicieron gastar 30 libras en la inscripción a una especie de cita express con seis desconocidos. Y yo que solo quería una copa...

Tras pagar y entrar al local, nos dirigimos al bar. Me senté rápidamente en uno de los banquillos, con las chicas a los lados. A veces era mejor hablar que follar, y las chicas aún se ganaban sus propinas. Pedí una copa de vino tinto. Más me valía no mancharme o arruinaría mis posibilidades de encontrar una buena cita... y así se lo hice saber a mis dos adorables acompañantes.

Mientras hablábamos, alcancé a reconocer, del otro lado de la barra, a una chica a la que había visto con anterioridad. Levanté mi copa hacia ella y le guiñé un ojo antes de darle un sorbo. Según me decían, ella también era una de las participante de aquella locura. Bueno, al menos teníamos el vicio del cigarro como algo en común.

Acudo bastante temprano al evento de las citas que se va a celebrar en el burdel, por lo menos media hora antes de la hora oficial. La verdad es que me daba algo de corte venir hasta aquí para un evento de este tipo, pero me pica la curiosidad por saber qué puede pasar. La primera impresión que me llevo del local es bastante buena, tiene un aspecto elegante y no parece un sitio peligroso. Al entrar me reciben las recepcionistas, que me piden mi nombre para inscribirme. Lo digo bastante flojito por si hay alguien por ahí que me conozca y de casualidad le cuenta a mi familia, que seguro me harían un interrogatorio si se enteran, o peor, una regañina por venir sola a sitios supuestamente peligrosos.

Después de apuntarme me conducen hacia el salón en el que ya está todo preparado, con varias mesas distribuidas por el lugar. También han comenzado a llegar algunas personas, pero juraría que no conozco a ninguno de los que están por ahora. Tomo asiento a la espera de que se vaya llenando la sala, pero supongo que me tocará esperar un rato más hasta que esto empiece. Voy pidiendo algo de beber, atreviéndome con algo alcohólico, un vodka, que para mi ya es bastante puesto que no estoy acostumbrada a beber. Le doy un pequeño trago, arrugando la nariz en gesto de disgusto, dejando lo de beber para después porque si no ya estaré borracha cuando lleguen los demás.

En mi paseo de prueba llego volando velozmente gracias al empuje del viento hasta la zona del burdel, me paro en el aire moviendo las alas al ver que va entrando mucha gente y tan temprano. Me empieza a picar la curiosidad como a un gato le puede picar hasta el punto de tener que curiosear y cotillear si o si a pesar d eque le cueste un buen susto. Cuando veo que no hay nadie que pueda darse cuenta de mi presencia empiezo a descender mientras voy revirtiendo mis transformacion a humano. Llego al suelo ya convertido totalmente en humano sostenido por el viento. Peino un poco mi melena con las manos ya que despues de una trasnformacion acabo pareciendo la bruja Averia.

Antes de que me de cuenta, dos hombres se me acercan y me llevan hacia adentro. Parece ser que estan organizando un evento de citas y querian que yo me inscribiera. Por un lado no me parecia mala idea el poder llegar a conocer mi chico ideal, por otro lado... era demasiado timido para meterme ahi dentro! Al final no me pude negar a los dos encantadores muchachos y me inscribi y entre acompañado por uno de ellos quien dijo que me haria un poco de compañia mientras no acababan de llegar el resto de participantes. Trajo ron para los dos y nos pusimos a charlar un poco mientras el me sujetaba las manos calidamente en la mesa mientras yo no podia parar de estar mas rojo que un tomate.

Aparezco en el burdel llevando una capa con capucha para camuflar un poco mi identidad, pues me da vergüenza que me vean por aquí. Siendo uno de los miembros del Consejo se supone que no debería, pero después de todo el asunto de la epidemia me apetece relajarme un poco, y el evento de las citas me pareció una buena manera. Además, a mi siempre me ha gustado relacionarme con gente de fuera de la isla, al contrario que a otros compañeros.

Me dejo guiar al interior por dos amables señoritas recepcionistas que me ayudan con lo de la inscripción para las citas, quedando de pie porque me indican que yo voy a ser de los que van rotando por las mesas. Me muero de vergüenza por tener que quedarme allí de pie esperando hasta que me digan a qué mesa tengo que ir, notando que me voy poniendo rojo modo semáforo. Espero no encontrarme allí a nadie conocido, o mi vergüenza será mayor. Al ver allí a Sophia tengo un momento tierra trágame, hasta que pienso que ella está en la misma situación que yo, que ha venido para conocer a gente.

"relájate, Lucio, no tiene por qué pensar que eres un pervertido o algo así. Actúa normaaal"

La saludo alzando la mano desde mi posición, con una sonrisa nerviosa y sin poder sostenerle mucho la mirada. Después me quedo modo estatua con la copa que me traen en la mano, esperando que esto empiece pronto antes de que me arrepienta. Lo bueno es que tal vez pueda hablar con ella más tranquilamente, fuera del ámbito de trabajo. Lo que no quiero encontrarme es a ningún compañero del Consejo, eso sería demasiado.

Aparecí en la puerta del burdel y entré alli sin titubear, pegando un portazo un poco burro, pero no por hacerlo a posta, si no porque yo de por si era burro y eso. Puse cara de agobio nada mas verme alli, porque hacia un calor de mil demonios.

- Como puede vivirr la gente a estas temperraturas?!

Exclamé al aire mientras empezaba a quitarme abrigos y capas y guantes y bufandas que dejé en un perchero, hasta quedar con mi traje negro. Me acerqué a una de las señoritas de alli, con bastante resolucion, diciendole a lo que venia y que me diese una botella de vodka ya. Con la botella en la mano, ya iba un poco mas relajado.

Me informaron de que mi cita aun no habia aparecido, que estaban organizando las mesas y que esperase de pie, porque m e iba a tocar rotar. Abri la botella y le pegué un trago, comentando despreocupadamente.

-Genial, me encanta estarr de pie, es uno de mis hobbies.

"si, eso, sigue pensando hobbies normales para decirle a tu cita, asi tendreis tema de conversacion"

Me puse a chusmear la gente que habia alli, mirando con "supuesta" discrecion mientras bebia. Lucio Galenus? Anda! Asi que los Descendientes tambien sabian divertirse. Sorbí vodka pensando que ya tenia un chisme para contarle a Catherine Le Fay. Luego mis ojos dieron con Chloe y casi me atraganté acercandome a grandes zancadas hacia la joven.

-Tuu! Tu no erres muy joven para estarr aqui?!

Observo como mas gente va llegando al evento y el local se va llenando y animando por momentos, parece que la cosa prometia. Entre todo el alboroto pude atisbar como un hombre vestido elegantemente con capa entraba, lo poco que puedo observar es que esta quieto, practicamente tieso de pie enmedio del salon esperando a ser ubicado y lo poco que se podia observar de sus rasgos faciales a traves de la pequeña abertura de la capa es que estaba tremendamente nervioso debido a la tintura roja de su cara.

El hombre se gira hacia a mi y me saluda y observo entonces que es Lucio, quien debio de aprovechar un momento de descanso para venir tambien a conocer gente y despejarse. No me pude evitar el reir un poco con la mano suavemente puesta en la boca al observarlo en su "precario" estado de sonrojez, nerviosismo y un lugar privilegiado desde el que le pueda ver todo el publico, pobre, en cierto modo me daba pena. Le devolvi el saludo suavemente y con un gesto de la mano le invite a que se acercara y al menos tratar de tranquilizarlo un poco antes de que le toque su turno de sentarse.

Aparezco en la puerta del burdel, entrando a este sitio para ver si se me pasa un poco el mal humor que se me ha puesto al ver lo del castillo. En teoría no debería cabrearme, pues ella y yo no somos nada, pero no puedo evitar que me moleste el haberlos visto besándose. Saludo de modo gruñón a las chichas que me reciben, explicándome que hoy hay un evento de citas o no sé qué historia. Acepto a regañadientes y sólo porque igual hasta me río un rato con todo este asunto, pero no estoy en el mejor modo para ligar o ser amable con nadie.

Me toman el nombre antes de acompañarme a la sala de citas, lugar en el que me siento en una mesa a pesar de que no me digan que me siente ni nada. Cuando estoy ya sentado me cruzo de brazos, mirando con el ceño fruncido a todos lados con cara de odiar a la humanidad. Pido que me traigan un bourbon, empezando a beber a grandes tragos antes de que empiece la cosa esta. Mientras me dedico a mirar alrededor, reconociendo más caras de las que suponía.

"Ah, el médico este...se habrá traído sus aparatitos para jugar a los médicos. Y la otra médica...joder. El sector sanitario está fatal. La sinbrazo de la reunión...el dragón amigo de Johan, el puto ruso que me cae mal, la niñata de los Hacksaw...el puto elfo que fuma...va a ser una noche divertida, muyy divertida..."

Habian sido horas de preparacion para la fiesta de citas. De peinarme, lavarme la dentadura, conseguir un traje no tan pútrido, recoger flores frescas del cementerio para mi dama, colocar un incisivo que se habia caido de la encía, acoplar de nuevo el brazo derecho....Conseguí llegar alli de una pieza y con el traje bien puesto (aunque pútrido) y hasta habia perfumado a la nube de moscas que me seguia siempre

Mi ramo de flores y yo entramos alli y saludé con la mandibula medio descolgada
- gaooooooooooooooooo CHHAAAAAAAAADSOIKAF..!!!- [Buenas noches!]

Andé con paso torpe arrastrando un pie hacia la barra y mostré mi tarjeta de identificacion como afiliado al evento de citas, la del año pasado no salio muy bien y queria volver a intentar buscar el amor. Era un romántico, no me resignaba a la muerte ni al rechazo.
-Yo...cita...rrg.gg....ooooerrrrrrrrrrrrrrrrrrrsssssssssssss... skkkefgg....aaaaaavoooooooOOOOR?- [traduccion: tengo una cita hoy, si me pueden guiar a mi mesa por favor?]

Hacia ruidos guturales raros al hablar y un ojo se me desviaba, pero con mucha coqueteria me repeiné los cuatro pelillos tontos y lacios que quedaban en mi zombiecráneo. Me guiaron hasta una mesa y ahi que me sentaron, poniendome unos cacahuetes mientras esperaba para que no me entrase el hambre. Los miro y empiezo a estampar mi cabeza contra la mesa para intentar colarlos en mi boca.
-GUAAAAAAAAAAAARGH!!! [traduccion: entrad, malditos!]

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Con el paso de los minutos me voy relajando un poco, aunque sigo teniendo la sensación de que muchos me miran, en especial aquellos que participaron en el torneo Ouroboros, como Yaroslav o Reiv. Espero que no se vayan de la lengua y comiencen a contar por la isla que voy de burdel en burdel. Sophia también se da cuenta de que estoy allí y no duda en saludarme amablemente, gesto que agradezco por el apoyo en lugar de miradas raras.

Los organizadores comienzan a informarnos de quién será nuestra pareja inicial y cómo procederemos a movernos después en las mesas, siempre en el mismo sentido para no liarnos. Al acercarse a mí me dicen que mi pareja para comenzar será Sophia, algo que en parte me tranquiliza y en parte me crea la presión de darle buena impresión fuera del trabajo. Camino hacia la mesa, un tanto rígido y forzado, sentándome de igual manera mientras le dedico una sonrisa que intento que no me salga nerviosa. Al menos me sale la voz bien y no se me traba la lengua absurdamente, por ahora.

- Bueno...parece que nos ha tocado comenzar juntos. - al principio no se me ocurre como romper el hielo para iniciar la conversación, viviendo unos angustiosos segundos de silencio hasta que vuelvo a hablar. - Este...me alegra verte fuera del trabajo y más relajada ¿cómo estás? ¿cómo salió todo? al irme a ayudar en mi otro hospital no pude ver cómo se recuperaron el resto de enfermos. - hablar del trabajo parece una buena manera de empezar a soltarse y relajarse, pero tendré que cambiar pronto de tema si no quiero que piense que soy monotemático. La verdad es que Sophia ya me pareció interesante desde la primera vez que la vi, inteligente, amable, atractiva...y dedicada a la ciencia. No sé casi nada de ella, pero no sé si preguntarle o dejar que ella cuente. Al menos ella ya sabe algo de mi, como el tiempo que llevo ejerciendo.

Salude al elfo de la reunión con la mano y guiñándole un ojo, para seguir con mi charla con la chica y el barman. Escuche que mas personas entraron sin darle mucha importancia, solo me gire un momento al oír unos extraños gruñidos viendo a un maldito zombie, lo dejaron entrar sin problema por lo que no le di mucha importancia. Parecía mucho mas inteligente de los que había escuchado hablar.

Escuche que las citas iban a comenzar en un rato asique me despedí de la chica y del barman de la misma forma, con un beso en los labios. Le susurre algo a la chica en el oído y tras escuchar su afirmación me fui a buscar mi maldita mesa con mi nombre.

Nunca mas debo dejar que las chicas me convenzan de estas cosas. Si quiero acostarme con alguien lo haré, no necesito hablar para eso. Mire algo sorprendida que mi cita, o al menos la primera, era el elfo de la reunión. Bethany y Emma se despidieron tanto de él como de mi, antes de irse dejándonos algo mas solos.

-Es raro encontrar a alguien como tu en un evento como este... Aunque seguro encuentras a alguien, eres lo suficientemente guapo para eso...

Dije sinceramente recargando mis brazos sobre la mesa para pedir un whisky el cual me lo trajeron de inmediato.

-En verdad no se que se hace en esta clase de eventos, es la primera y ultima vez que dejo seducirme por las chicas...-Suspire algo cansada para tomar un sorbo de mi trago- ...Nunca busque cosas en común con las personas que me acostaba... Solo te acuestas lo disfrutas y ya, no hay tanta ciencia...

Silver apareció en el burdel mayormente por casualidad, aunque cuando llegó recordó que había carteles por la ciudad de un evento de citas. Se rió al verse a sí misma entrar por mera curiosidad. Nunca había sentido algo como deseo sexual por otro ser y dudaba mucho que algo fuera a cambiar aquel día, pero por lo menos pasaría un buen rato hablando y conociendo nueva gente. Además, puede que fuera divertido ver a alguien tan desesperado por algo tan banal como el sexo. Pensaba en ello como un placer que puede darse una misma en cualquier momento, eso llevaba haciendo ella por siglos.

En cualquier caso, entró y se inscribió. El local estaba decorado con tonos cálidos e incitantes con música de fondo y algunos empleados cortos de vestuario pasando de aquí para allá. Le indicaron a la dragona dónde sentarse y le dijeron que pronto llegarían sus acompañantes. Seguía con una risa interior por la experiencia que estaba a punto de vivir. ¿Quién sería el o la primera en conocer? Sentía bastante ternura por las criaturas que veía alrededor tan ávidas de deseo sexual...

El evento comineza ya y parece ser que mi primera cita es con Lucio, vaya una fortuita coincidencia. Ambos no sabemos muy bien de que hablar pues al principio hubo un incomodo silencio entre nosotros dos hasta que Lucio me pregunta que tal han ido las cosas por el hospital desde que se marcho a ayudar en el otro hospital en el que trabaja.

- Ha ido bastante bien, ya se han ido recuperando y se fueron a su casa, les dije de que podia ir con ellos para irlos medicando, espero que no se olviden de venir a buscarme...

Y regreso el incomodo silencio, no sabia muy bien de que hablarle, muy pocas veces he llegado a hablar con personas en mi vida, pero tenia que empezar a hacer el esfuerzo de cambiar eso ya que ahora al formar parte de la Resistencia me encontraria con un monton de personas, y este era un buen ejercicio con el que empezar y coger soltura, ademas de tener la oportunidad de conocer mejor a Lucio fuera de los laboratorios de un hospital. Tome sus manos suavemente, aun estaban algo frias del exterior pero ya iban entrando en calor al estar resguardado en el local, acaricie sus manos un momento y le di la vuelta a una de ellas, de manera que ambos pudieramos ver su palma.

- De pequeña mi padre solia mostrarme sus manos y me decia "Mira Sophia, si quieres conocer mejor a un hombre observa sus manos, ellas te hablaran de el, un hombre que ayuda a los demas jamas tendra unas manos perfectas", era cierto, sus manos siempre tenian callos de tanto trabajar por mantener a nuestra familia. Teniamos una pequeña fuente en el jardin que el mismo habia hecho, me encantaba sentarme en aquella fuente y escuchar el agua, quiza deberiamos poner una en el hospital.

Despues observe mis manos junto a las suyas preguntandome que podian decir mis manos sobre mi, eran como una corriente de agua llenas de estrellas, nunca me habia importado el no volver a parecer normal nunca mas, a no importarme las miradas ni a lo que los demas pensaran de ello, habia aceptado todo aquello como algo de mi dia a dia, pero en aquel momento, al lado de Lucio, por primera vez me empezo a importar pero internamente no entendia el porque. Le observe a los ojos.

- Te voy a contar una pequeña historia, una historia sobre un mundo necio y una persona necia, cuando un mundo cientificamente avanzado conoce a una persona interesada en la ciencia y el ayudar a los demas crea el transfondo de esta historia... Ese mundo llamo a esa persona al ver el creciente interes que tenia por la ciencia y las maravillosas ideas que tenia, concediendo asi su deseo de poder formar parte de algo importante cientificamente. Pero pronto esa persona se dio cuenta de que todo aquello que le conto el mundo era un cuento de hadas y el conocimiento no se usaba en pos del bien sino para crear una terrible tirania. La persona dedico sus esfuerzos a hacer escuchar su voz, en pos de aquellos a los que le quitaron su voz, pero el mundo se dedico a hacer sonar otras voces mas fuertes para que apenas se escuchase su voz. Asi fue durante mucho tiempo hasta que un dia la voz de la persona empezo a sonar con mas y mas fuerza y la trataron de acallar por siempre... El insensato no era el mundo por no escucharla, fui yo la insensata por haber creido en la Alianza y que podia haber cambiado nada yo sola...