Casa Hacksaw

Lanzó una gélida mirada al licántropo ante su silencio, pasándola después a su hija esperando que le dijese que había pasado. Era evidente por qué estaba en el baño, pero quería juzgar con conocimiento de causa y saber si debía enfadarse por haber hecho algo que no debía. Hizo un sonido de desaprobación cuando le explicó lo de la borrachera, aunque en cierto modo le aliviaba que sólo fuese por eso y no por algún envenenamiento o porque estuviese enferma o por otro motivo...

- No es sensato salir a emborracharse en los tiempos que corren. ¿Acaso no viste lo que le pasó a tu hermano cuando acabó borracho y lo hirieron? si no viviéramos en una situación de mierda como la que estamos pues haz lo que quieras, pero así te la estás jugando. - no quería recordarle a Chloe nada de lo que le sucedió en el secuestro porque no era su culpa, pero estar fuera de su casa sin estar en plenas facultades era un peligro que no se podía permitir. No quería ni pensar que pudiese sucederle de nuevo algo parecido.

Creyó en la versión de Chloe sobre Lorcan, no parecía mal tipo y estaba seguro de que ella no lo estaba defendiendo sin más. Aún así no podía pasar la oportunidad de advertirle. - Y tú...no sé exactamente qué relación tienes con mi hija, pero si sé que ella te nombra mucho y confía en ti. Cuidado con llevarla por mal camino, o te las tendrás que ver conmigo. - soltó bruscamente antes de darse media vuelta, saliendo del baño mientras negaba con la cabeza tras mirar con decepción a Chloe. Tenía ese punto excesivamente inocente de su madre, y no estaba seguro de que hubiese cambiado a pesar de todo lo vivido. Volvió a subir las escaleras, marchándose a su habitación evitando dar un portazo.

Sintió la amenaza y la antipatía del padre de los Hacksaw ante todo lo que había pasado, pero no iba a retroceder. Podía entender hasta en qué punto se había metido en una especie de problema. No emitió comentario y solo espero con estoicismo lo que tenía Chloe por explicar y a la que se le trababan las palabras mientras hablaban. A medida que se iba explicando, sintió su mano sobre su brazo.

-Lo siento señor. Entiendo que fue en parte mucho de mi responsabilidad. - Pero tampoco se sentía arrepentido de lo que supuestamente habían hecho mal, pero también reconociendo las palabras porque el, tenia razón. Se había dejado llevar. Entrecerró los ojos por lo de la vez pasada que mencionaba. La borrachera de Ian y se acordaba perfectamente porque el rubio también estuvo envuelto en eso, sintió pesar porque en realidad casi estuvieron a punto de matarle.

La advertencia que le hiciera estuvo a punto de hacer que… Gruñera, tal vez un poco, pero tenía un repentino deseo de hacerlo. -Somos amigos. - Y por lo que tenía entendido, también su guardián. En cambio, respondió y luego agacho la cabeza. -Descuide, la cuidare. - Y le demostraría que era tan digno de confianza como para no apuntarlos de ser descuidados… Descuidados, no entendía eso si después de todo Chloe estuvo todo el tiempo con él.

Con la retirada de Adam Hacksaw, dejo de sentir esa extraña presión, haciendo que volteara su mirada a Chloe. -Si quieres ir a tu habitación puedo ayudarte a llegar a ella si aún no te sientes en condiciones y luego desapareceré. - Se aclaró la garganta antes de soltar lo último en un “O si quieres me voy ya”

Tuvo que aguantar la reprimenda de su padre sin replica porque sabía que él tenía razón, que emborracharse era un riesgo innecesario porque te hacía vulnerable a todos los peligros que habían en el exterior. Agachó la cabeza y calló, pero sí que intervino para defender a Lorcan. - No, tú no tienes que disculparte. La responsable de beber o no soy yo...nadie más. Y tú encima me ayudaste sin tener obligación ninguna - desvió la mirada al notar que le volvía el rubor a la cara por el comentario de su padre sobre la relación de los dos, suspirando por lo bajo cuando el remarcó que eran sólo amigos. Es lo que se suponía, pero...no pudo evitar pensar en el momento de antes en el sofá.

- Papá, por favor. No seas así con él, no ha hecho nada malo. - empezaba a estar un poco harta de que amenazase por sistema a cualquiera que se le acercase. - No me dejo llevar por nadie. - se pasó una mano por la cara un tanto cansada cuando él se fue, quedando a solas con Lorcan otra vez. - Lo siento...le sale así natural lo de amenazar, no es por ti.- al final le habían fastidiado la noche al licántropo, entre unos y otros. Sabía que era momento de despedirse, pero antes se cogió de su brazo como pidiéndole que la acompañase a su habitación.

- No te entretendré mucho, no te preocupes, pero quiero darte algo primero. - tiró un poco de él para salir en dirección a las escaleras, comenzando a subir en dirección a su cuarto. Estaba más despejada, pero aúna sí prefirió apoyarse por si acaso. Cuando llegaron arriba lo soltó del brazo y se sentó en la cama, buscando algo en la mesilla de noche. Sacó de ahí una caja de bombones que le habían llevado para animarla pero que no se había comido, además de su brazalete de Fangorn. Luego regresó a donde estaba Lorcan, entregándoselo. - Un pequeño regalo en compensación por todo el lío. El brazalete se activa con tu magia, y sirve para transformarte en ent durante una batalla...seguro que le das mejor uso que yo. Y seguro que queda muy bien en tu brazo. - como si lo viese, encajaría a la perfección con sus músculos.

-Pero debo una disculpa a tu padre. - Normal que se preocupara por su hija, entre las condiciones y verla con alguien como él y luego estaba lo de la obligación, el sentía esa cosa potente de la obligación. Mucho. Algo de lo que se suponía formaba parte de él. Eso de la cosa entre padre e hija y los regaños le parecía algo tan irreal. Por una parte, no sabía cómo sentirse, tenía una conmoción profunda de sentimientos que fluían dentro de él, uno era la culpa y la otra… Frustración. Con la cabeza aun algo gacha, alzo los ojos para ver mientras se retiraba su padre.

No estaba muy de acuerdo con eso de que la amenaza no estuviera dirigida en todos los sentidos hacia él. -Claro que sí, él se siente amenazado por mí, el solo te está cuidando. - Lo había dejado en claro con sus palabras, no sabía prácticamente quien era el, ni qué relación tenía con Chloe, tal vez debía hablar con él y dejarle las cosas en claro. Aunque ya le haya soltado lo de que eran solo amigos, pero no estaba de más recalcarle ciertas partes para su tranquilidad.

¿Quería darle… que cosa? Iba a protestar en algún momento lo haría, puesto que ella no debía darle nada, pero se quedó más que pasmado y dejo que lo guiara hasta la habitación, un lugar que olía fuertemente a ella. No observo los alrededores para saber cómo es que era, centrado en las palabras que le dijera antes de guiarle y luego sus ojos se perdieron en sus facciones y el brazalete que le estaba dando. Y luego se sintió que comenzaba a negar con la cabeza. -No podría aceptarlo...- Luego se retractó y luego sonrió mientras lo aceptaba se remangaba la camisa y se lo colocaba. ¿No quería verlo con el brazalete puesto? Pues allí tenía un vistazo.

Por unos momentos se quedó quieto meditando sus próximas acciones acercándose a ella, puso una de las palmas en una de sus mejillas, mientras besaba la otra. -Cuídate. - Se alejó y desapareció directamente desde su habitación.

Claro que sabía que su padre se comportaba así porque quería cuidarla, pero en ese caso no era necesario. Ya hablaría con él para que dejase de tratarla como si no supiese lo que hacía o como si no confiase en las personas adecuadas. Por lo menos le había dejado claro a Lorcan que no estaba de acuerdo con su padre. Cuando estuvieron en la habitación se quedó mirándolo expectante tras darle los regalos, temiendo por un momento que los rechazara.  -  Claro que puedes aceptarlo...no es tanto.  Por las molestias de hoy. - entrelazó las manos a la espalda y sonrió tímidamente al ver que finalmente aceptaba, intentando no parecer demasiado interesada en su bíceps cuando se remangó la camisa para colocarse el brazalete. Menudo brazo.

Quiso comentar algo ingenioso al respecto, pero entre que aún estaba algo atontada por el alcohol y entre que empezó a acercarse a ella...se quedó completamente en blanco y sin saber qué decir. Se puso absurdamente nerviosa por el beso en la mejilla, cerrando los ojos un instante al sentir cierto cosquilleo antes de que él se separase.  - Y  tú también.- acertó a decir cuando se despidió de ella con ese "cuídate", quedándose  unos segundos con la vista perdida en el espacio vacío que había dejado él al desaparecerse. Enseguida se dirigió a la cama para tumbarse de lado, lidiando por un lado con lo que quedaba del efecto barco en movimiento y por otro lado con los pensamientos que le generaba toda la situación.

"Pues a lo mejor es que me gusta un poco...pero yo a él no. Lo ha dejado claro. Sólo amigos.  En el fondo quiere a Savannah. Y hay otros problemas más importantes en los que pensar. "

Siguió imaginando situaciones y escenarios en su cabeza por un rato más, hasta que finalmente acabó durmiéndose por lo que quedaba de noche.

Nada más llegar del hospital se puso a explicarle a su familia todo lo del asunto de la amenaza por la que tenían que marcharse, para que se pusieran en marcha a empezar a recoger. La idea era irse a la mañana siguiente, porque antes tenía que esperar a que Catherine viniese a por los niños. Su padre le había contado lo del tatuaje que le habían hecho unos pocos días atrás, cuando él estaba fuera con la investigación de los licántropos. A Ian le había sorprendió y fastidiado a partes iguales, pero comprendió que la madre de sus hijos debía tener un motivo muy poderoso para hacer eso, por lo que no hizo mucho caso a los intentos de su padre por rayarle con eso de que Catherine no estaba en condiciones de llevárselos. Sería lo mejor, por el momento.

Dejó que durmiesen un par de horas más o menos antes de prepararse para que los recogieran, aprovechando todo el jaleo que habían hecho abajo entre su padre, Lorcan y Chloe. Sí, había estado poniendo la oreja lo suficiente para enterarse. Esperó a que el otro se fuese y a que los demás se acostasen, preparando una bolsa con el equipaje de los niños y lo que tenían que llevarse. Luego espabiló a Aedan para vestirle. - ¿Sabes quién viene? mamá va a recogeros para ir de viaje. Te lo vas a pasar muy bien, ya verás. - el niño sonrió de oreja a oreja mientras se ponía a saltar en la cama diciendo "mami" unas cuantas veces, rebozándose después por la cama. Después lo cogió de la mano, cargando la bolsa en un hombro y cogiendo a Aelin con el brazo libre para bajar las escaleras con ellos. Prefería no pensar que iban a pasar un tiempo con la persona que más detestaba, eso lo complicaría todo más. Él no quería saber nada del hijo que Wthyr tenía con Catherine, menos aún del nuevo que supuestamente estaba en camino.

Hacer el tatuaje le había ayudado a calmarse un poco pero la preocupación no terminaba de irse. ¿Cómo? ¿Qué pasaba si realmente no despertaba? Ese miedo estaba atenazándole el estómago y no hubo pizza italiana que pudiera abrirle el apetito. Sabía que tenía que ir a por sus hijos  y ponerlos a salvo pero le aterrorizaba no poder protegerlos como quería. ¿Qué pasaba si era ella la que no despertaba?

Antes de irse, le envió un mensaje a Matvey para saber más sobre las pruebas. No había otra persona que pudiera darle más información que él.

Abrió el tercer portal del día, notando ya el cansancio del consumo de magia, y lo atravesó para aparecer en el jardín de la casa Hacksaw. Miró un momento alrededor inspirando lentamente mientras los recuerdos se agolpaban en su cabeza. Los buenos y los malos. Era imposible combatir la tristeza que le llenaba por cómo había acabado todo, cómo ella lo había manejado. Se rascó la cabeza con un poco más de fuerza de la que debería, un poco por castigo y otro por estrés mientras miraba hacia el cielo. De momento no se veía oscuro pero si se fijaba más o menos hacia la zona donde estaba Ouroboros se podía percibir algo en la distancia. Debían irse.

“Estoy aquí”, le envió el mensaje mental a Ian.

No tenía ni el valor ni la entereza de poner un pie en esa casa, le daba vergüenza así que decidió esperar fuera.

Estuvo esperando un rato la llegada de Catherine, entreteniendo a Aedan con sus juguetes hasta que recibió por fin el mensaje mental de su llegada. Le extrañó que no llegase a llamar a la puerta, que prefiriese quedarse fuera. A lo mejor estaba evitando a su padre, que se había puesto un poco pesado con eso de que mejor no dejárselos. Volvió a cargar a Aelin en brazos, echándose la bolsa al hombro antes de salir al jardín con los dos pequeños. Al verla no pudo evitar sentir una sensación extraña, casi de traición. ¿De cuántos meses estaba ya? no le cuadraban las cuentas. Sólo salió de sus cavilaciones al escuchar el grito de emoción de Aedan llamando a su madre mientras corría hacia ella para abrazarse a sus piernas.

Terminó por acercarse a ella bastante más despacio, un poco incómodo. - Se ve que tenía ganas de verte. - comenzó para refiriéndose a Aedan, para romper un poco el hielo. Luego siguió hablando de cosas de los niños...qué más iba a decir. - Aelin comió hace un rato, aguantará algunas horas antes de pedirte de nuevo. Aquí en la bolsa va todo. - echó un vistazo de reojo a la casa, por si acaso había algún cotilla en las ventanas. Nada aparentemente. - También he avisado de lo que me dijiste, para que lo sepa Johan y lo transmita a quien corresponda. - podría haberle preguntado muchas cosas, pero tenía la impresión de que era mejor dejarlo así, cuanto menos supiese mejor. Tampoco quería ponerse a pensar que iban a convivir con el otro, sino pensar que iban a vivir con su madre una temporada.

Inspiró profundo y pensó en el teniente Royden y Sofía, enviandole al primero el mensaje mental que habían acordado. Confiaba en Cedric pero podía entender que sus compañeros no. Además, le parecía prudente avisarle al militar. Salió de su estado ausente cuando escuchó el grito de Aedan, girándose lentamente hacia él para sonreírle abiertamente. Ver a sus hijos le daba un chute de energía inmediato. Se inclinó lo que le permitía su embarazo para poder acariciarle las mejillas -Hola, mi amor- Alzó la vista para ver a Ian yendo hacia ellos y…

La tristeza le golpeó de una forma tan fuerte que le robó la respiración un par de segundos. Era un crudo y fuerte dolor.

Lo extrañaba. Extrañaba la facilidad y la simpleza con la que podían hablar de todo. Extrañaba a su amigo, a su compañero. Y quizás un poco también a su esposo. Pero no podía tenerlo todo. Arrugó un poco la nariz conteniendo las lágrimas con poco éxito -Sí- Dijo tratando de que el cansancio, las emociones y el peso de sus decisiones no la hiciera romperse en ese momento. Se pasó el pelo detrás de las orejas para ocupar un poco sus manos tras ello se acercó a él para ver a Aelin -Hola, chiquita- Le acarició un poco el cabello con suavidad.

Tardó un poco en alzar la mirada hacia Ian asintiendo lentamente mientras el nudo en la garganta se hacía cada vez más fuerte. Le recorrió el rostro con lentitud mientras convocaba a sus elementales para que jugaran con Aedan, haciendo un poco de esfuerzo mágico, y que su hijo no fuera testigo directo de sus lágrimas -Lo siento… Siento que tengas que irte de nuevo…y que todo lo que soñamos construir se ha ido a la mierda- Asintió -Y cómo manejé todo y cómo mis mierdas te siguen afectando. Lo siento, por todo- Inspiró profundo y apretó las muelas un poco porque no sabía cómo iba a reaccionar pero tenía que preguntarlo -¿Puedo hacerte un tatuaje?...Por favor- No podría soportar la idea de que Charles poseyera a Ian y lo usara en su contra como había hecho con Wthyr. La sola idea le destrozaba de la misma forma en la que lo hizo ver la culpabilidad y el miedo en Wthyr.

Le fue imposible mantenerse impasible y sin conmoverse ante la escena de Catherine con Aedan y después con Aelin. Se notaba lo mucho que ella los echaba de menos y los necesitaba, así que eso fue suficiente para reafirmarse en su decisión de dejar que se los llevase una temporada. Apretó un poco los labios sin saber muy bien qué decir al ver que Cath no podía reprimir las lágrimas, aunque no entendía el motivo exacto en ese momento. En otros tiempo se habría acercado a ella y la habría abrazado o algo así, pero...ese punto ya había quedado atrás. Ya no eran esas dos personas, ni el uno ni el otro.

- Da igual. - su propia voz le sonó monótona y cansada, como si en cierto modo ya no le afectasen las cosas de la misma manera.  -  Lo de tener huir no lo has provocado tú, que yo sepa. Además, ya estoy acostumbrado a que todo se vaya a la mierda de forma cíclica. Qué más da otra vez...- lo de cómo lo manejó todo sí que le hizo sentir una leve punzada de dolor en el pecho que trató de disimular. Tuvo que recordarse que ya lo había superado, que no iba a seguir en el papel de víctima a la que habían dejado por otro. No sería ni el primero ni el último al que le hacían algo así.

- Si hubiera sido al revés yo no me estaría disculpando tanto, así que déjalo. De verdad...no quiero discutir. - le insistió tratando de sonar neutro, aunque después puso gesto de extrañeza por lo del tatuaje. Le vino a la mente el último que le había hecho y cómo había acabado todo. El resultado de aquello lo tenía en brazos ahora mismo.  - No tengo planeado ningún nuevo tatuaje, pero supongo que es por el mismo motivo que el de Aedan.- no había reproche en su voz, sabía que era por causa de fuerza mayor.  - Si es así, adelante. Algo discreto y rápido.

Negó suavemente, no había sido su culpa. O eso quería creer. ¿Había sido su culpa? Le sentó fatal esa pregunta que se hizo. ¿Qué si Beltane… había … Y si… Tenía que parar. Apartó la mirada un momento mientras intentaba contar las respiraciones. No podía permitirse un ataque de ansiedad. ¿Dónde estaba su cerebro? Parecía que no lo usaba últimamente para nada.

La forma en la que Ian tomó su disculpa y la frase que le dijo hizo que bajara la mirada y se callara la boca. Es que definitivamente, tenía que callarse. Tenía que comprender que ya no podía hablar con él. Simplemente había perdido el derecho. Inspiró profundo y se pasó el dorso de la mano por las mejillas para limpiarse un poco. ¿Por qué le era tan difícil comprenderlo?

"Espabila joder"

Se giró para vigilar a Aedan que seguía jugando con los lobos y luego, al escuchar la respuesta de Ian se tensó un poco pero finalmente accedió y Catherine asintió lentamente, era exactamente el mismo motivo. Elaboró una especie de cuna de sombras para que pudiera poner a Aelin a falta de cochecito y se movió a su cadera para coger lo que necesitaba del bolso que llevaba. Se acercó a una de las mesas del patio para colocarlo todo y sacó la daga que le había regalado Freyja para tendérsela a Ian -Necesito tu sangre- Murmuró tratando de mantener la conversación en lo mínimo indispensable. Dejó que la cogiera y se giró para mirar de nuevo el cielo.

Podía hacerlo, rápido, pero sería efectivo. Recorrió la mirada por toda la casa y los alrededores vigilando que no hubiese ninguna bola de luz cerca y que el fundador de los Le Fay no decidiera venir a noquearla ahora. Faltaría más. Una vez que estuvo más tranquila se giró hacia Ian esperando por su sangre para mezclar la tinta -Necesito una zona que no sea articulación. ¿Pectoral? Muchos se lo hicieron en la nuca, Giordano en las costillas...Y dolerá más de lo normal. Es una tinta especial-

Tampoco se quedó más tranquilo cuando ella le respondió con el silencio y tragándose las lágrimas, dándole la impresión de que se había visto obligada a callarse. ¿Qué iba a hacer cada vez que se disculpaba? ¿Necesitaba que le dijese que la perdonaba, era eso? se quedó un tanto rayado con el tema mientras ella le cogía a Aelin de los brazos para ponerla en una cuna de sombras.

- Sangre, cómo no. - murmuró por lo bajo, no le sorprendía. Todo lo relacionado con los Pendragon acababa en sangre. La siguió hacia la mesa del patio en la que dejó las cosas, vigilando de reojo un par de veces a Aedan mientras jugaba con los elementales. Lo bueno es que no se enteraba de la mitad de las cosas que pasaban, tal vez así resultase todo más fácil. Volvió a centrarse en Catherine cuando le pidió escoger sitio para el tatuaje, nada que fuese articulación. A saber, mejor no preguntar. - Pectoral. - se abrió un par de botones de la camisa que llevaba, lo suficiente para que pudiese hacerle algo por debajo de la clavícula. - Dudo que duela más que una herida con plata. Cuando quieras. - fijó la mirada en ella con expresión seria, aparentemente tranquilo aunque no pudiese quitarse esa incomodidad de encima. Al final tuvo que acabar hablando, tanto silencio le ponía nervioso.

- No hace falta que te quedes tan callada, ¿sabes? sólo he dicho que no te disculpes más. Lo has hecho un montón de veces y...no sé si es porque quieres que te diga que ya lo he perdonado todo o por qué. Pues ya está, quítate ese peso de encima. Al margen de eso...tal vez ya sólo nos quede hablar de ellos. - señaló con la cabeza a los pequeños, su nexo de unión de por vida.

Tensó suavemente los labios al oír su expresión sobre la sangre. Sí, con los Pendragon se había hartado de ver sangre pero ella no era tan ajena a eso. A fin de cuentas, así le había conseguido cuando lo habían secuestrado pero…calló. Se dedicó a buscar el sigilo que había diseñado para él. Ese lo había hecho sola, con Matvey se había centrado en los demás. Pero… ¿Por qué no iba a extender su protección a Ian si podía hacerlo?

Apoyó el sigilo rehuyendo un poco a su expresión seria, no es que le irritara era simplemente que odiaba verlo así y que la contemplara con tanto estoicismo. No estaba relajado, estaba incómodo y era todo su culpa. No tardó mucho en traspasar el sigilo y luego en preparar la tinta y encender la máquina. Se apoyó un poco en la mesa para descargar el peso y empezó a trazar el tatuaje.

Lo dejó hablar y luego, quizás porque una parte de su mente estaba ocupada en el tatuaje, habló con un tono más sosegado -Es porque no me puedo perdonar a mí misma- Murmuró -Cada vez que te veo me duele pensar en lo que te hice, lo que nos hice. Lo que nos costó la decisión que tomé- Siguió trazando sin quitarle ni un momento la vista del tatuaje -Porque es cierto que sabía que te perdía como esposo, pero no fui consciente de que te perdería como amigo, como compañero-

Frunció un poco el ceño y limpió su piel con cuidado antes de seguir trazando, quedándose un poco en silencio - Y la cosa es que sé que nadie va a reemplazarte…Mi relación con él es distinta- Susurró, porque con Wthyr podía hablar de mil cosas, debatir, investigar…Se compenetraban de una forma muy diferente y no por ello menos especial -Y desearía que no sólo tuviéramos que hablar de los niños pero entiendo tu incomodidad y ya te hice pasar suficiente así que …- Alzó la vista hacia él -Lo entiendo- Asintió después y volvió la mirada al tatuaje quedándose en silencio nuevamente.

Se dedicó a observarla en silencio mientras hacia el ritual de comenzar el tatuaje, algo que ya conocía bien porque la había visto hacerlo varias veces. Apenas se tensó un poco cuando notó que la aguja comenzaba. - Entiendo. Es más por ti y tu conciencia que por mí. Perdonarse a uno mismo es lo que más cuesta, lo sé por experiencia. - no hacía falta que mencionase a qué se refería. La culpa por lo de Aelin era algo que no se podía perdonar. Aparentemente aún no parecía afectar a la niña, pero temía que las consecuencias apareciesen en algún momento. Al fin y al cabo lo que había hecho él era peor que lo que había hecho ella. Mantuvo la mirada al frente mientras ella seguía con la suya puesta en el tatuaje.

- No sé si se puede seguir siendo amigos con toda nuestra historia, ni sé cómo se hace, ni si deberíamos. Si te tengo demasiado cerca todo es más complejo. Lo estoy superando, creo. - aquello le salió de manera totalmente sincera, porque por un lado sentía nostalgia de ser al menos su amigo, aunque por otro algo le decía que era mejor mantener las distancias para no complicarlo todo más. No conocía casos de ex parejas que siguieran siendo amigos. Lo de no ser reemplazable le hizo asentir levemente, suspirando resignado. Era cierto que él nunca podría reemplazarle en lo de ser el primer amor de Catherine. Tuvo que tirar de autocontrol y morderse la lengua para no soltar que claro que su relación con el otro era distinta, que parecía que se pasaban todo el rato procreando.

- Es que...cualquier cosa que no sea hablar de los críos es terreno pantanoso. Por lo menos tenemos claro que haremos lo mejor para ellos y que podemos contar el uno con el otro si lo necesitamos. - de eso sí que estaba seguro. Y seguía preocupándose por él, como con lo del tatuaje ahora. - Tal vez no somos capaces porque no tuvimos un buen cierre. Los dos nos reprochamos cosas que habíamos hecho mal, yo te guardé rencor un tiempo, hice estupideces...- alzó la mano hacia la muñeca de ella suponiendo que ya había terminado con el tatuaje, intentando que le mirase a la cara. - Nada volverá a ser como antes, pero...¿crees que algún día tú y yo volveremos a ser amigos? - ¿que podría estar cerca de ella sin sentir absolutamente nada ni tener un mínimo de atracción? esperaba que sí, por su propio bien. - ¿Que podrás contarme cosas de él sin que me den ganas de arrancarle la cabeza por robarme a mi esposa o yo contarte cosas de la persona con la que esté sin que a ti te moleste?

No le gustó la frase que dijo, aquello de que era más por ella que por él. Se quedó rumiando mientras escuchaba su “lo sé” porque estaba claro a qué se estaba refiriendo. Era un…tema complicado para ambos y Catherine intentaba no dedicarle demasiado tiempo a analizar las consecuencias del acto de Ian, tanto las actuales como las futuras. Aún así su mirada se fue a la niña y esperó tener la fortaleza de poder ayudarla a combatir a aquella endemoniada bruja.

-Yo tampoco lo sé, es mi primera vez en esto. Tu fuiste mi primero en todo…- Mencionó ladeando la cabeza mientras veía el tatuaje, analizando y sorprendiendose de que las líneas estuvieran quedando tan rectas y estables cuando sentía que estaba temblando constantemente. Quizás una parte de ella sabía lo importante de la perfección de ese tatuaje. Le miró brevemente cuando dijo que lo estaba superando y, sinceramente, eso le ayudó un poco al pesar que llevaba encima.

Siguió un poco más mientras terminando unos trazos y escuchándole hablar. Tenía razón, sabía perfectamente cuánto odiaba a Wthyr y ella no podía ser una puta egoísta hablandole de él todo el rato. O de sus tonterías del Consejo porque si ya cuando estaban juntos se sentía una pesada, ahora… Era peor. Pero tenía razón, en cuanto a los niños… Sonrió brevemente asintiendo aunque se le borró de un plumazo al oír que le había guardado rencor. Tenía sentido…Ella, en parte, tras lo de Aelin también pero no lo había dicho en voz alta. Se lo había quedado para ella y sus acciones habían hablado por sí solas hasta que decidió poner punto final.

Quería seguir tatuando pero ya había terminado así que limpió un poco y alzó la vista al sentir que le cogía de la muñeca. Aquella frase se le había clavado en el corazón con tanta fiereza como la espada con la que le había atravesado Charles. Tragó en seco intentando que el nudo en la garganta se deshiciera -Sí- Susurró -Fui tu amiga durante mucho tiempo aún estando enamorada de ti. Y pasé momentos duros cuando te fuiste a buscar tu camino con los lobos y me dejaste sola, aunque no fuéramos nada-

Lo que hablaba de Wthyr hizo que negara con la cabeza, por muchas razones. Le dejó hablar, intentando contener las lágrimas. El final de su pregunta hizo que volviera su mirada hacia él ya que la había apartado -Dolerá, por supuesto que va a doler… ¿Pero qué te crees Ian? ¿Qué yo he dejado de amarte?- Frunció el ceño sin llegar a comprender -¿Que simplemente porque he tomado una decisión o por que mi camino es otro, mis sentimientos se han disipado en el aire? No será fácil verte con otra… Pero yo también quiero que seas feliz, que reconstruyas tu vida… y lo único que te pido es que quien sea que se una a tu vida trate bien a nuestros hijos. Wthyr lo intenta, pero Aedan lo detesta y le tira cosas, le hace berrinches…Es muy complicada la situación en casa y…-

Se dio cuenta que cualquier tipo de autocontrol que había estado teniendo se desmoronó y empezó realmente a llorar y a dejar que toda la ansiedad que venía controlando aquellos días fluyera con toda su fuerza -Y no tengo a nadie a quien decirle que…Odio estar embarazada y a veces… cuando tengo mis bajones sólo puedo pensar en lo mucho que odio a este bebé porque me roba vida, me roba energía y magia…me hace sentirme débil y vulnerable… Me robará tiempo con mis hijos, me roba ahora mismo porque sólo puedo intentar dormir para recuperarme… - Eso era lo que había querido decirle a Sofía, pero no tenía la suficiente confianza para hacerlo. Eso era lo que no se atrevía a decirle a Wthyr porque lo destrozaría y no podía ver más dolor en su rostro.  No intentó ni secarse las lágrimas, las dejó fluir porque se sentía profundamente culpable por lo que estaba diciendo -Y…sé que no tiene la culpa, que es nuestra…Y me siento mal, me siento fatal… Porque Wthyr ya tiene mucho en su plato con el intento de asesinato, con sus bebés fallecidos y escuchar sus almas en el Sanguis… ¿Cómo le puedo decir esto? ¿Por qué siento esto? No se supone que las madres deban sentirse así…Deben querer a sus bebés, deben protegerlos y…- Soltó el aire por la nariz en un borrascoso suspiro negando con la cabeza al darse cuenta que le estaba dando la lata. De nuevo. Maldita sea -Mierda- Hubo algo de lo que dijo que simplemente hizo click en su mente. ¿Y si su madre se había sentido así respecto a ella?

“Espabila”

Sorbió por la nariz y se dio la vuelta, tratando de recuperar su mano, para dejar la máquina en la mesa y recoger todo. Tenía que centrarse porque debía volver y…no sabía lo que le esperaba en casa. No podía cuidar de Aedan, Aelin y Zephyr así… Estaba hecha un caos y con un cansancio horrible.

No esperaba una respuesta tan clara por su parte sobre lo de si podrían volver a ser amigos, pero en cierto modo le reconfortó que no tuviese dudas, que estuviese segura de que era posible.  - Ya, y yo también lo estaba de ti aunque no lo demostrase. Pero era distinto...ahí teníamos la duda de si le gustábamos al otro, de si perderíamos la amistad por intentar algo más. Ahora estamos en otra fase. Lo único que podemos hacer es recuperar esa amistad aunque sea con otra forma.  -  visto así...no tenían mucho que perder, excepto su propia salud mental porque iba a doler, tal y como ella le aseguró enseguida. Se preguntó hasta qué punto seguía ella amándolo en comparación con él, pero era absurdo ponerse a pensar en grados y escalas. El caso es que comprendió lo que quiso decir, que no lo había olvidado de la noche a la mañana.

- Pasará mucho tiempo antes de que me veas con otra. La verdad es que ahora mismo ni siquiera tendría ganas de conocer a nadie.  - y tampoco es que se viese teniendo citas aleatorias teniendo en cuenta que tenían otros problemas más urgentes que resolver.   - Pero no estaría con ninguna persona que no los tratase bien o no asumiese lo que hay. - desvió la mirada hacia Aedan cuando Catherine dijo que el crío detestaba a Wthyr, cosa que le hizo pensar automáticamente un "como yo" mientras disimulaba una risa por lo bajo.  - Seguro que no sabe tratar con niños. - eso o que era difícil entenderse con los hijos de otro. Se imaginó si él sería capaz de llevarse con Zephyr, pero seguía sin querer saber nada del otro hijo de Cath. Volvió a mirarla algo sorprendido y dudando de si acercarse más cuando acabó llorando de verdad, confesando que odiaba estar embarazada y que odiaba al bebé que venía en camino. Un desahogo que sólo podía tener con alguien en quien confiaba.

- Creo que es normal. No querías tenerlo...al menos no otro tan pronto. Al final la carga la llevas tú y por lo que dices te está mermando mucho. ¿Por qué no se lo dijiste? ¿Por qué no le pusiste remedio antes de que avanzase tanto? Es como si pensases que él no te habría dejado...- no tenía claro qué habría hecho de estar en su lugar, pero desde luego le habría planteado la posibilidad de no tenerlo si era lo que ella quería. Menuda locura otro bebé en tan pocos meses. Le dio mal rollo y una especie de escalofrío eso de las almas de los bebés del Sanguis, pero se recompuso rápido para buscar el modo de ayudarla porque se notaba que estaba bien jodida.

- ¿Te has estado guardando todo esto para ti durante este tiempo? entonces no me extraña que acabes así. Díselo. Que piense lo que le de la gana, ni que tuvieras que aguantar tú el agobio sólo por no perturbarlo a él con sus traumas. - finalmente no pudo permanecer ahí más tiempo plantado sin hacer nada mientras lloraba, terminando para acercarse a ella cuando se dio la vuelta para abrazarla por la espalda.  No sabía si era apropiado o no, pero...bah. Qué más daba. - Sigues siendo buena madre, aunque estés hasta el coño de todo.

Al menos había abierto sus horizontes y pensado en la posibilidad de recuperarlo con otra forma, era… Un avance, un algo y eso le dio cierta esperanza. Les quedaba mucho camino por recorrer y bajo ninguna circunstancia quería obligarlo a nada.  Irían paso a pasito como habían hecho antes.

En cuanto a su futuro supuso que tenía sentido, le había dicho que lo estaba superando pero no estaba allí todavía. Se tomaría su tiempo y además el mundo en el que estaban tampoco era muy dado a fomentar relaciones duraderas. Eso sí, agradeció asintiendo y sonriendo que tomara aquella precaución de cara a quien fuese la nueva persona que entraría en sus vidas.

Torció un poco el gesto con el tema de Wthyr -Con los mellizos le sale más natural… Pero Aedan lo pone difícil y no se quiere imponer mucho así que se aparta- Negó con la cabeza -Al menos escucha lo que le digo- Porque había cosas que ella sabía mejor que él así que Catherine agradecía que tenía humildad para reconocer que la experimentada era ella.

La forma en la que Ian encajó su verborrea sobre el embarazo -No lo sabíamos…Nos pilló muy mal esto, Ian. Cuando nos enteramos el bebé ya tenía un desarrollo de tres meses. No podíamos hacer nada. Yo pensaba que era todo aquello de que Ouroboros me estaba drenando, fue él el que se dio cuenta...si no habría seguido como una estúpida pensando tonterías como que el peso era del embarazo anterior- Negó suavemente cuando dijo que él no le hubiese dejado -No, no es eso… Si hubiese sido un embarazo normal, quizás se lo hubiese dicho. Estoy segura que habría estado de acuerdo….Pero no pudimos, es que no pudimos ni contemplarlo- Suspiró agotada porque es que lo irónico era que ni con el intento de asesinato había sufrido.

-Sí… y no- Susurró con sinceridad -No he guardado para nada que lo estoy pasando mal, sobre todo a nivel físico… Pero… debe intuir sobre lo otro aunque no se lo he dicho. Es muy perspicaz con mi estado mental- Suspiró negando con la cabeza, pensando y recordando el rostro de Wthyr en el hospital mientras la observaba a través de la ventana. Estaba destrozado y ella no podía añadir más dolor a su rostro. Sin embargo, no sabía si podía hacerlo. ¿Qué iba a ganar con herirlo así? ¿Y si todo eso continuaba una vez naciera el bebé? Aquello la aterrorizó y al sentir los brazos de Ian rodeándola sintió que le temblaba el labio inferior. Sus palabras la reconfortaron y dejó caer un poco los hombros, relajándose mientras lloraba en silencio. Alzó la mano para apretar una de las suyas. Estuvo así unos momentos más antes de poder emitir palabra -Gracias- Suspiró para después sorber por la nariz y usar un paño limpio para limpiarse la cara. Se separó un poco, se  giró y le sonrió brevemente -Se lo diré aunque será una conversación de mierda dentro de la montaña de mierda en la que estamos… ¿Cómo no voy a estar hasta el coño?- Negó con la cabeza.

Inspiró profundamente y miró a Aedan nuevamente, luego a él le señaló el tatuaje -Es una mezcla especial y tu sigilo personalizado, no dejará que Charles te posea para joderme como hizo con Wthyr. De esa forma estáis más seguros y tu familia también… ¿A dónde iréis?-

En parte le parecía correcto eso de que Aedan le complicase la vida a Wthyr, pero no le hacía tanta gracia que su hijo se llevase berrinches por estar con una persona desconocida que no le agradaba. Esperaba que Catherine supiese cómo manejar eso para que no le perjudicase a su hijo. Le chocó bastante eso de que no se enterasen de nada del embarazo hasta que fue demasiado tarde para pararlo, sonaba a algo muy raro que fuese todo tan rápido. Prefería no preguntar los detalles de qué cojones habían hecho para que fuese tan acelerado. - Ya, demasiado tarde para no tenerlo. Entonces no queda otra que aguantar el tirón. Ya has pasado por esto antes, aunque hasta ahora el único normal ha sido el de Aedan. - porque el resto eran de lo más extraño. En cuanto empezó a relacionarse con él comenzaron a suceder las excepciones y demás movidas.

- Es que si no se diese cuenta de que lo estás pasando mal...sería un imbécil. - resumió a eso de que el otro debía intuir más cosas allá del evidente desgaste físico. No sería tan perspicaz si no se había dado cuenta del rechazo que tenía hacia el futuro hijo. Trató de reconfortarla con aquel abrazo que ella necesitaba, intentando hacer honor a eso que había dicho minutos atrás de estar cuando se necesitase. Ese era un caso de necesidad, y estaba por encima de sus reticencias y su historial.  - ¿Mejor? - preguntó en voz baja cuando Cath dejó de llorar poco después para darle las gracias. Al menos había decidido no callarse y soltar lo que tuviese que decir.

Se echó un vistazo al tatuaje mientras le explicaba lo del sigilo y su función, esperando que se quedase más tranquila con eso aunque él no se creyese candidato a ser poseído.   - Seguro que funciona. - se encogió de hombros sin tener muy claro dónde irían, aunque su padre había lanzado algunas ideas.   - Italia, o España. Aunque prefiero Italia, si allí es donde van a estar los cachorros. - se despidió de Aelin acercándose a ella para darle un beso en la cabeza, y después de Aedan con un abrazo y otro beso en la mejilla.  - Pórtate bien y haz caso a mamá en todo, ¿vale?

Asintió cuando Ian entendió a lo que se refería y después soltó un suspiro con las palabras “Lo sé”, luego negó con la cabeza y miró a Aedan sonriendo de lado -¿No es perfecto?- Dijo un poco como madre coñazo porque… porque lo era, básicamente.

Decidió no decir nada sobre lo de Wthyr porque era terreno complicado entre ellos y asintió cuando preguntó si estaba mejor -Sí… Bastante- Suspiró de nuevo y logró sonreír un poco -Gracias… Sofía ha intentado hoy ayudarme pero estaba con su discurso de que tengo que cuidarme, que el niño lo percibe…Y simplemente… Joder…no podía decírselo. No creo que lo hubiese entendido- Confesó con sinceridad para luego volver a mirarlo -Gracias, de verdad-

-Dijo Wthyr que hoy ha intentado poseerlos y no lo logró así que…tiene que funcionar, ya me duele la mano de tanto hacer tatuajes- Mencionó tras recoger sus cosas. Las propuestas que estaban dando eran buenas ideas y recordó a Rodrigo con una leve sonrisa -España suena tan exótico ¿No?- Dijo un poco ilusionada pero luego pensó en Italia -Pero en Italia hay pizzas- Y aquello era un argumento irrefutable.

Lo dejó despedirse de los niños y tomó a Aelin en brazos -Cuídate y avísame por espejo dónde estáis cuando estéis establecidos. Si necesitáis un portal, me dices- Los elementales guiaron a Aedan con ella y encantó la bolsa para que estuviera levitando junto con ella y de esa forma solo encargarse de la pequeña -Buenas noches- Le sonrió antes de coger a Aedan con la mano y traspasar el portal que los llevaría a Italia.

Le sacó una leve sonrisa el saber que aún podía ser útil para ella y que había conseguido que se sintiera mejor. Habían conseguido que lo que había empezado con tanto distanciamiento acabase con ambos pudiendo sincerarse.  - Claro que te comprendo. Has hecho bien en decírmelo. - suspiró dando por zanjado el asunto del rechazo hacia su embarazo, pasando una mano de manera distraída por el recién terminado tatuaje antiposesiones. Una cosa menos de la que preocuparse.

- A ver si se deciden de una vez por un sitio u otro. - sinceramente, no le apetecía discutir con su padre sobre hacia dónde irían, pero él tenía sus preferencias. El momento de la despedida le costó más de lo que pensaba, aunque supiera que era necesario que los niños estuviesen con su madre. No podía perderse tantos momentos suyos. - Ya verás lo parlanchín que está Aedan ahora. Crece por días. -  Asintió a lo de avisarle cuando se ubicasen en algún sitio y a lo de estar en contacto.  

- Cuidaos mucho. - se despidió de ellos antes de que desapareciesen definitivamente por el portal, quedándose allí unos segundos a solas mientras asimilaba todo. Así iba a ser a partir de ahora.  Después se dio media vuelta, regresando a la casa para aprovechar las horas que quedaban antes de la partida. Recogió todo aquello que le pareció necesario, además de los recuerdos que no quería dejar allí abandonados. Pasaron algunas horas más hasta que todos en la casa estuvieron listos para partir, abandonando el hogar en busca de un sitio que no estuviese bajo peligro mortal.