Recuerdo del primer mensaje :
Casa de la familia Hacksaw. Se encuentra en la periferia londinense, fuera del núcleo urbano. Situada en lo alto de una colina, alejada de otras urbanizaciones de la zona, aunque a día de hoy poca gente vive por aquí. La casa estuvo abandonada varios años durante la guerra, aunque tras recientes reformas y pequeñas reparaciones en el interior vuelve a ser habitable.
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Le miró arqueando una ceja cuando el pan le dio en la cara y supo que o había tenido mala noche o tenía mal despertar, cosa que Savannah…bueno, no tenía ninguno -Ya me di cuenta- Le respondió a Jarkko (y su user hace un guiño guiño codazo codazo a Savannah) con una media sonrisa y se metio otro pedazo de pan. Estaría guay poder juntarlo con algo de queso o jamón, o lo que sea pero de momento iban precarios. Además que había que priorizar a Aedan.
Por un instante, cuando habló de lo que le había pasado sospechó que soltaría algo sobre ella así que empezó a moverse lentamente aparentando amnesia -¿Qué te pasó?- Preguntó muy lentamente. Se sentó frente a él, mejor alejaditos no vaya a ser que sus sombras les dé por volverse locas y ponerlo histérico. Frunció el ceño cuando le lanzó esa mirada, para luego ladear la cabeza con una sonrisa pequeña de…No prometo nada.
Se llevó otro pedazo de pan a la boca mientras escuchaba lo que le decía -Mm podrías haber traído jamón- Le dijo porque en ese momento sólo podía pensar con el estómago, no obstante, cuando mencionó la plata, Savannah cambió el gesto. ¿Era por eso lo de las ojeras? A ella no le parecía ni pizca de gracioso -Te podr… ¿Te has cortado? ¿Te has hecho daño? ¿Por eso tienes esa cara?- Inquirió con el ceño fruncido, bastante más preocupada que risueña por su estupidez.
-Dormí bien, finalmente me relajé anoche... al... mi, eh, subconsciente ya entendió que estaba en una casa normal y familiar... y caí rendida en la cama- Alzó los hombros restándole importancia a sus palabras entrecortadas, creyó que sería creíble, y volvió a comer del pan -¿Quieres echarte una siesta y luego vamos? Puedo ponerme a limpiar el jardín- O al menos el espacio de tierra que iban a destinar para el huerto. O prepararle la comida a Aedan, eso también era importante.
Por un instante, cuando habló de lo que le había pasado sospechó que soltaría algo sobre ella así que empezó a moverse lentamente aparentando amnesia -¿Qué te pasó?- Preguntó muy lentamente. Se sentó frente a él, mejor alejaditos no vaya a ser que sus sombras les dé por volverse locas y ponerlo histérico. Frunció el ceño cuando le lanzó esa mirada, para luego ladear la cabeza con una sonrisa pequeña de…No prometo nada.
Se llevó otro pedazo de pan a la boca mientras escuchaba lo que le decía -Mm podrías haber traído jamón- Le dijo porque en ese momento sólo podía pensar con el estómago, no obstante, cuando mencionó la plata, Savannah cambió el gesto. ¿Era por eso lo de las ojeras? A ella no le parecía ni pizca de gracioso -Te podr… ¿Te has cortado? ¿Te has hecho daño? ¿Por eso tienes esa cara?- Inquirió con el ceño fruncido, bastante más preocupada que risueña por su estupidez.
-Dormí bien, finalmente me relajé anoche... al... mi, eh, subconsciente ya entendió que estaba en una casa normal y familiar... y caí rendida en la cama- Alzó los hombros restándole importancia a sus palabras entrecortadas, creyó que sería creíble, y volvió a comer del pan -¿Quieres echarte una siesta y luego vamos? Puedo ponerme a limpiar el jardín- O al menos el espacio de tierra que iban a destinar para el huerto. O prepararle la comida a Aedan, eso también era importante.
"pues es verdad, podría haber traido jamon"
Lo cierto es que no habia caido en ello, y ahora que lo pensaba, el pan solo estaba muy soso. Podría...era mucho mas facil traerlo de alli que ponerse a preparar cepos para cazar algo.
La verdad estaba esperando que se riera pero su cara ultraseria me sorprendió un poco. Hasta encogí un poco los hombros.
- ¿Qué? Las ojeras? No...creo que no, vamos. No me he cortado. No me pongo las armaduras encima de la piel, se usan jubones debajo....tela gruesa....y las armaduras que hacemos no tienen bordes cortantes, son de calidad. Solo me escoció un poco. - y le señalé el cuello, donde apenas me había rozado un poco. Lo de las ojeras....podria ser por falta de sueño y ya. A veces las sombras se ponían tercas y tenía pesadillas. A veces tampoco tenian que ver con ellas.
Terminé de atarme el pelo y apoyé la barbilla en la mano mirándola con una sonrisa curiosa cuando empezó a decir que por fin se habia relajado, y levanté las cejas sin dejar de sonreir.
- Hmmm, ya.... eso está bien. - negué, no quería dormir mas. - No, dame un momento...termino de vestirme y nos vamos. Debo asegurarme de llevarme el galeon para comunicarnos con Ian. - me levanté, buscando en la mochila que habia traido el resto del equipo y la ropa, haciendo inventario.
Lo cierto es que no habia caido en ello, y ahora que lo pensaba, el pan solo estaba muy soso. Podría...era mucho mas facil traerlo de alli que ponerse a preparar cepos para cazar algo.
La verdad estaba esperando que se riera pero su cara ultraseria me sorprendió un poco. Hasta encogí un poco los hombros.
- ¿Qué? Las ojeras? No...creo que no, vamos. No me he cortado. No me pongo las armaduras encima de la piel, se usan jubones debajo....tela gruesa....y las armaduras que hacemos no tienen bordes cortantes, son de calidad. Solo me escoció un poco. - y le señalé el cuello, donde apenas me había rozado un poco. Lo de las ojeras....podria ser por falta de sueño y ya. A veces las sombras se ponían tercas y tenía pesadillas. A veces tampoco tenian que ver con ellas.
Terminé de atarme el pelo y apoyé la barbilla en la mano mirándola con una sonrisa curiosa cuando empezó a decir que por fin se habia relajado, y levanté las cejas sin dejar de sonreir.
- Hmmm, ya.... eso está bien. - negué, no quería dormir mas. - No, dame un momento...termino de vestirme y nos vamos. Debo asegurarme de llevarme el galeon para comunicarnos con Ian. - me levanté, buscando en la mochila que habia traido el resto del equipo y la ropa, haciendo inventario.
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-Ah…- Se observó un poco incómoda ante su ignorancia respecto a las armaduras pero logró sonreír brevemente, como pidiéndole disculpas por haber metido la pata -Bueno…al menos no te has hecho daño- Porque para una licántropa que había vivido gran parte de su vida en un clan donde los únicos enemigos eran la plata y los Luna Rojas (pese a que su visión había cambiado) la experiencia de Jarkko había hecho que se pusiera nerviosa… porque…¿Cómo iban a tratar un envenenamiento?
Le recorrió el rostro una vez más como asegurándose de que estaba bien para luego verle recogerse el cabello, ladeó la cabeza un poco mientras lo imaginaba con unas trenzas de un lado y todo el resto del cabello suelto sobre un costado. Sonrió para sí misma y entonces se percató de que él también tenía una sonrisita. Encima le alzó las cejas. Savannah entrecerró suavemente los ojos y maldijo cuando sus labios se curvaron en una sonrisa imitando la de él -¿Qué?- Preguntó con un tonito gracioso, pero sospechaba que el “pillada” estaba leyéndose perfectamente en sus ojos y en los de él; soltó una risita baja antes de morderse el labio para controlarse y no seguir por ese camino... que todo había quedado la mar de claro unas noches antes.
-De acuerdo…- Se incorporó un poco y fue directo a uno de los gabinetes para buscar una botella de agua -Meteré una de estas en las mías. Vaya a ser que te encuentres con una fuente y quieras bebértela toda- Le miró por encima del hombro con gracia -O peor…Que acabes con los floreros de algún restaurant…-
Le recorrió el rostro una vez más como asegurándose de que estaba bien para luego verle recogerse el cabello, ladeó la cabeza un poco mientras lo imaginaba con unas trenzas de un lado y todo el resto del cabello suelto sobre un costado. Sonrió para sí misma y entonces se percató de que él también tenía una sonrisita. Encima le alzó las cejas. Savannah entrecerró suavemente los ojos y maldijo cuando sus labios se curvaron en una sonrisa imitando la de él -¿Qué?- Preguntó con un tonito gracioso, pero sospechaba que el “pillada” estaba leyéndose perfectamente en sus ojos y en los de él; soltó una risita baja antes de morderse el labio para controlarse y no seguir por ese camino... que todo había quedado la mar de claro unas noches antes.
-De acuerdo…- Se incorporó un poco y fue directo a uno de los gabinetes para buscar una botella de agua -Meteré una de estas en las mías. Vaya a ser que te encuentres con una fuente y quieras bebértela toda- Le miró por encima del hombro con gracia -O peor…Que acabes con los floreros de algún restaurant…-
- Nada, nada. - respondí ante aquel "qué" suyo, negando con la cabeza a su vez y poniendo las manos delante de mi a modo de negativa, pero sin borrar la sonrisa esa, puesto que me resultaba muy dificil... me hacia gracia que se sabía pillada, y al mismo tiempo no podía dejar de imaginarmela durante esa ducha. Cuando me di cuenta de por donde se iba mi imaginacion, bufé y apreté con mala saña la ropa en el interior de la mochila, junto con las pociones.
Estuve a punto de soltar un gruñido cuando dijo lo de beberme una fuente entera o mas floreros, pero me conformé con apretar los labios y fruncir mi ceño.
- Te prometo que no suelo ir bebiendome los jarrones de lugares publicos.
"pero esto es como en casa"
Me cambié por fin la parte superior de la ropa, dejando por ahi lo que me habia quitado. Me senté el suelo para terminar de atarme las botas y cuando estuve listo, cargamos con nuestras cosas y Savannah y yo dejamos la casa Hacksaw.
Estuve a punto de soltar un gruñido cuando dijo lo de beberme una fuente entera o mas floreros, pero me conformé con apretar los labios y fruncir mi ceño.
- Te prometo que no suelo ir bebiendome los jarrones de lugares publicos.
"pero esto es como en casa"
Me cambié por fin la parte superior de la ropa, dejando por ahi lo que me habia quitado. Me senté el suelo para terminar de atarme las botas y cuando estuve listo, cargamos con nuestras cosas y Savannah y yo dejamos la casa Hacksaw.
Eso de encontrar individuos para experimentar en la corporación se estaba complicando bastante, incluso teniendo algún que otro secuaz como Collins para ayudarme a encontrar más gente. Por eso tuve que implicarme también en la tarea, buscando especímenes que pudiesen interesarme. No sólo deambulé por la ciudad, sino también por la zona de la periferia. Había pocas casas habitadas, muy pocas, por eso llamó mi atención el inusual movimiento que había en una de ellas. Estuve vigilando durante algunos días, comprobando que conocía a los que vivían allí. Nada más y nada menos que los Hacksaw, con algún agregado Knox y de licántropos extra de vez en cuando. Eso me interesaba, pues eran buenos sujetos con los que experimentar. No en el sentido de controlarlos como hice en aquella ocasión con la máquina que fabriqué, sino para estudiar mejor algunas de las características que los hacían tan fuertes.
Una noche, bien entrada la madrugada, me encaminé hacia allí con una mochila con diversos objetos. Al llegar al lugar me dirigí hacia la puerta, utilizando mi control de la alquimia para modificar el material y así hacer que la cerradura se abriese sin escándalo alguno. Luego volví a cerrar la puerta, dejándola como estaba y sin modificación alguna.
Caminé sigilosamente para no despertar a quien estuviese, subiendo las escaleras despacio rumbo a las habitaciones. Coloqué en la escalera una silenciosa granada con un compuesto gaseoso con partículas de plata en su composición, algo que me serviría para mermar y capturar con facilidad a los licántropos que hubiese en la casa. El gas comenzó a escaparse y a filtrarse por todas partes, provocando que empezasen a escucharse toses en muy poco tiempo. El licántropo salió al pasillo medio ahogándose y llevándose una mano a la garganta, momento que aproveché para lanzarle un dardo somnífero desde mi posición. No es que fuese a hacerme daño mientras se ahogaba, pero por si acaso. Apenas tardó un momento en caer el suelo, así que me lo tomé con calma. Dejé la granada de gas activa por si salían más licántropos, pero parecía estar él solo. Me encogí de hombros y me dispuse a secuestrarlo, recogiendo la granada cuando soltó todo el gas. Apenas quedaron pistas, excepto algunas gotas de sangre en el suelo que soltó el Hacksaw al salir tosiendo. Me desaparecí de allí con él, una de mis primeras presas para la nueva empresa.
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Éxito: Consigue su captura
Fallo: No lo consigue
Una noche, bien entrada la madrugada, me encaminé hacia allí con una mochila con diversos objetos. Al llegar al lugar me dirigí hacia la puerta, utilizando mi control de la alquimia para modificar el material y así hacer que la cerradura se abriese sin escándalo alguno. Luego volví a cerrar la puerta, dejándola como estaba y sin modificación alguna.
Caminé sigilosamente para no despertar a quien estuviese, subiendo las escaleras despacio rumbo a las habitaciones. Coloqué en la escalera una silenciosa granada con un compuesto gaseoso con partículas de plata en su composición, algo que me serviría para mermar y capturar con facilidad a los licántropos que hubiese en la casa. El gas comenzó a escaparse y a filtrarse por todas partes, provocando que empezasen a escucharse toses en muy poco tiempo. El licántropo salió al pasillo medio ahogándose y llevándose una mano a la garganta, momento que aproveché para lanzarle un dardo somnífero desde mi posición. No es que fuese a hacerme daño mientras se ahogaba, pero por si acaso. Apenas tardó un momento en caer el suelo, así que me lo tomé con calma. Dejé la granada de gas activa por si salían más licántropos, pero parecía estar él solo. Me encogí de hombros y me dispuse a secuestrarlo, recogiendo la granada cuando soltó todo el gas. Apenas quedaron pistas, excepto algunas gotas de sangre en el suelo que soltó el Hacksaw al salir tosiendo. Me desaparecí de allí con él, una de mis primeras presas para la nueva empresa.
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El día anterior había ido a visitar a Shamandalie por todo el tema de la magia de fragmentación del alma, buscando soluciones para lo que Ian me había pedido con respecto a Catherine. Al final se nos hizo tarde y...acabé pasando la noche con ella. No era la primera vez, con el paso del tiempo se había vuelto algo así como costumbre. Cuando llegué a casa todavía era temprano y supuse que Aedan e Ian seguirían durmiendo, así que intenté no hacer ruido. Al entrar al salón me encontré al crío sentado en el sofá, abrazado a su peluche y lloriqueando sin motivo aparente.
- Aedan...¿qué te pasa? ¿te duele algo? ¿Y tu padre? - temí que se hubiese puesto mal de nuevo por la maldición de los cojones, así que me acerqué rápidamente a él para comprobar que estuviese bien. Él alzó la mirada hacia mí con los ojos llorosos y cara de estar asustado, sorbiendo por la nariz. Enseguida extendió las manos en mi dirección, así que lo alcé en brazos mientras me contaba con su lengua de trapo lo que pasaba. Me dijo algo así como que "papi se había ido, que estaba solo". No me podía creer que Ian lo hubiese dejado solo en casa, eso no cuadraba con él. Tampoco era luna llena aún como para haberse ido de repente, y aún así él ya había aprendido a controlarse.
- Seguro que no se ha ido, verás como viene enseguida. Habrá ido a buscar a tu mamá. - le dije mientras intentaba calmarle, subiendo las escaleras para comprobar que fuese verdad lo que decía el niño. No mentía...la cama de Ian estaba deshecha, pero él no estaba allí. Era todo muy extraño. Se había dejado su ropa y todas sus cosas, como si hubiese salido corriendo. Lo que más me inquietó fue ver unas cuantas gotas de sangre por el suelo, pero no era la suficiente como para que pareciese de una pelea. Cargué a Aedan con un solo brazo mientras le enviaba un mensaje a la moneda comunicadora, aunque no me parecía muy probable que me respondiese teniendo en cuenta la desaparición misteriosa. Sospeché de los Pendragon, evidentemente, así que puse rumbo a Ouroboros llevándome a mi nieto.
- Aedan...¿qué te pasa? ¿te duele algo? ¿Y tu padre? - temí que se hubiese puesto mal de nuevo por la maldición de los cojones, así que me acerqué rápidamente a él para comprobar que estuviese bien. Él alzó la mirada hacia mí con los ojos llorosos y cara de estar asustado, sorbiendo por la nariz. Enseguida extendió las manos en mi dirección, así que lo alcé en brazos mientras me contaba con su lengua de trapo lo que pasaba. Me dijo algo así como que "papi se había ido, que estaba solo". No me podía creer que Ian lo hubiese dejado solo en casa, eso no cuadraba con él. Tampoco era luna llena aún como para haberse ido de repente, y aún así él ya había aprendido a controlarse.
- Seguro que no se ha ido, verás como viene enseguida. Habrá ido a buscar a tu mamá. - le dije mientras intentaba calmarle, subiendo las escaleras para comprobar que fuese verdad lo que decía el niño. No mentía...la cama de Ian estaba deshecha, pero él no estaba allí. Era todo muy extraño. Se había dejado su ropa y todas sus cosas, como si hubiese salido corriendo. Lo que más me inquietó fue ver unas cuantas gotas de sangre por el suelo, pero no era la suficiente como para que pareciese de una pelea. Cargué a Aedan con un solo brazo mientras le enviaba un mensaje a la moneda comunicadora, aunque no me parecía muy probable que me respondiese teniendo en cuenta la desaparición misteriosa. Sospeché de los Pendragon, evidentemente, así que puse rumbo a Ouroboros llevándome a mi nieto.
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Terminó de tejerse la segunda trenza y la ató con una tirita de cuero. Ahora que empezaba a hacer un poco más de calor prefería llevar el cabello trenzado, sobre todo cuando iba a trabajar en el jardín. Mantener su mente enfocada en conectarse con la tierra la hacía sentirse mejor consigo misma, más unida a su esencia mágica que la licántropa donde se sentía golpeando tontamente contra la misma pared una y otra vez porque los espíritus seguían silenciosos.
A veces, durante las noches en las que estaba sola en su habitación porque Azahar había desaparecido, casi podía sentirlos susurrando y ella intentaba alcanzarlos para saber qué era lo que querían decirle pero nunca llegaba a concretar nada. Tras varias vueltas en la cama finalmente lograba dormirse. Las noches eran largas…demasiado pero luego llegaba el día y se sentía útil.
Cuando Ian traía a Aedan se ocupaba de ayudarle con la comida o a jugar con el niño porque además de distraerla le gustaba, era un chiquillo social y gracioso. Algo que Savannah aún se preguntaba de dónde lo había heredado. ¿Chloe? ¿La madre de Ian? Mientras bajaba las escaleras se acomodaba la camiseta y se ponía las dos trenzas por delante. Pasó por la cocina para coger unas uvas que se llevó a la boca a medida que salía.
Afuera hacía buen clima y eso la ponía de buen humor, caminó hasta la parte trasera del jardín notando que la casa estaba particularmente silenciosa. Quizás estaba sola. Cogió el banquito de madera y se puso a trabajar en los tubérculos para buscar algunos que estuvieran listos y hacer algún guiso para la comida. Las semillas que había logrado pillar del culto habían servido y, desde entonces, había cuidado el resto de las semillas y con su magia había duplicado y hasta triplicado la producción. Agradecía a Sofía por sus lecciones y se preguntó cómo estaría la pelirroja y sus compañeros de clase, pero fue fugaz porque la idea de Ouroboros la derivó a su clan y sus pensamientos se ensombrecieron.
A veces, durante las noches en las que estaba sola en su habitación porque Azahar había desaparecido, casi podía sentirlos susurrando y ella intentaba alcanzarlos para saber qué era lo que querían decirle pero nunca llegaba a concretar nada. Tras varias vueltas en la cama finalmente lograba dormirse. Las noches eran largas…demasiado pero luego llegaba el día y se sentía útil.
Cuando Ian traía a Aedan se ocupaba de ayudarle con la comida o a jugar con el niño porque además de distraerla le gustaba, era un chiquillo social y gracioso. Algo que Savannah aún se preguntaba de dónde lo había heredado. ¿Chloe? ¿La madre de Ian? Mientras bajaba las escaleras se acomodaba la camiseta y se ponía las dos trenzas por delante. Pasó por la cocina para coger unas uvas que se llevó a la boca a medida que salía.
Afuera hacía buen clima y eso la ponía de buen humor, caminó hasta la parte trasera del jardín notando que la casa estaba particularmente silenciosa. Quizás estaba sola. Cogió el banquito de madera y se puso a trabajar en los tubérculos para buscar algunos que estuvieran listos y hacer algún guiso para la comida. Las semillas que había logrado pillar del culto habían servido y, desde entonces, había cuidado el resto de las semillas y con su magia había duplicado y hasta triplicado la producción. Agradecía a Sofía por sus lecciones y se preguntó cómo estaría la pelirroja y sus compañeros de clase, pero fue fugaz porque la idea de Ouroboros la derivó a su clan y sus pensamientos se ensombrecieron.
Después del fracaso en aquel lugar y de que nos hubieran expulsado volvimos a la casa Hacksaw, aunque cada vez, Savannah y yo estabamos más y mas solos, porque Azahar no estaba e Ian...pasaba cada vez menos tiempo alli. Estaba hecho polvo por lo de Catherine y su familia. Era comprensible.
Volví a la casa tras echar la mañana inspeccionando los alrededores. A decir verdad, reinaba una extraña paz. No sabía decir si era extraña porque fallaba algo, o porque no estabamos acostumbrados a tenerla.
Al llegar a la casa y notar que estaba medio vacía, algo me hizo torcer el gesto. No, realmente, fallaba algo.
Era la sensación de estar en punto muerto, quizá. De sufrir una especie de desconexion del mundo y de las personas que nos importaban. Al avanzar por la cocina y captar ciertos aromas familiares, lo que si supe que tenía claro era que una parte de mi mas grande de lo que me gustaría reconocer, se alegraba de tener a Savannah allí.
Sonreí para mi mismo, al salir al jardin de la parte trasera y verla de espaldas a mi trabajando en su banco con las ...patatas? Fui consciente de mi gesto al poco, carraspeé y me puse serio, caminando hacia ella.
- Cómo vas con la jardinería? Te ayudo? - pasé una pierna por encima del banco y me senté a su lado.
Volví a la casa tras echar la mañana inspeccionando los alrededores. A decir verdad, reinaba una extraña paz. No sabía decir si era extraña porque fallaba algo, o porque no estabamos acostumbrados a tenerla.
Al llegar a la casa y notar que estaba medio vacía, algo me hizo torcer el gesto. No, realmente, fallaba algo.
Era la sensación de estar en punto muerto, quizá. De sufrir una especie de desconexion del mundo y de las personas que nos importaban. Al avanzar por la cocina y captar ciertos aromas familiares, lo que si supe que tenía claro era que una parte de mi mas grande de lo que me gustaría reconocer, se alegraba de tener a Savannah allí.
Sonreí para mi mismo, al salir al jardin de la parte trasera y verla de espaldas a mi trabajando en su banco con las ...patatas? Fui consciente de mi gesto al poco, carraspeé y me puse serio, caminando hacia ella.
- Cómo vas con la jardinería? Te ayudo? - pasé una pierna por encima del banco y me senté a su lado.
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Se concentró absolutamente en las patatas, arrancando las que mejor pinta tenían y limpiandolas un poco. Mientras su cerebro seguía pensando en comida se preguntaba qué tan difícil sería conseguir gallinas. Los huevos eran una fuente muy buena de proteínas y sanos. No podían vivir a base de hierbas solamente y no se veía criando cerdos o vacas o…cualquier otro animal porque a fin de cuentas, ella tenía su propia parte animal y le parecía…
Rara a su parte humana.
El animal en ella, sin embargo, se los zamparía sin pensarlo.
Estaba en ello cuando la presencia de Jarkko llamó la atención de todos sus sentidos. La verdad es que…su presencia le daba cierta normalidad a todo, siendo los Hacksaw tan itinerantes. Giró la cabeza cuando le habló y le sonrió de oreja a oreja antes de incorporarse un poco y apartarse un par de mechones de la cara, ensuciándose de tierra en el camino. Aunque digamos que limpia, limpia, no estaba -Bien…sí-
Le recorrió con la mirada por dos razones. La primera por saber si estaba herido, cosa que ya hacía con todos, y la segunda para ver de donde venía. Parecía que de afuera -¿Algo nuevo?- Preguntó mientras le señalaba un balde -¿Nos tocará cocinar solo para nosotros otra vez?- Inquirió, por si tenía alguna noticia de Ian. Aunque generalmente solían dejar algunas porciones para los demás, si pasaban algunos días simplemente se las comían ellos.
-¿Crees que podríamos conseguir una gallina?- Preguntó mientras se volvía hacia las patatas.
Rara a su parte humana.
El animal en ella, sin embargo, se los zamparía sin pensarlo.
Estaba en ello cuando la presencia de Jarkko llamó la atención de todos sus sentidos. La verdad es que…su presencia le daba cierta normalidad a todo, siendo los Hacksaw tan itinerantes. Giró la cabeza cuando le habló y le sonrió de oreja a oreja antes de incorporarse un poco y apartarse un par de mechones de la cara, ensuciándose de tierra en el camino. Aunque digamos que limpia, limpia, no estaba -Bien…sí-
Le recorrió con la mirada por dos razones. La primera por saber si estaba herido, cosa que ya hacía con todos, y la segunda para ver de donde venía. Parecía que de afuera -¿Algo nuevo?- Preguntó mientras le señalaba un balde -¿Nos tocará cocinar solo para nosotros otra vez?- Inquirió, por si tenía alguna noticia de Ian. Aunque generalmente solían dejar algunas porciones para los demás, si pasaban algunos días simplemente se las comían ellos.
-¿Crees que podríamos conseguir una gallina?- Preguntó mientras se volvía hacia las patatas.
Ya se había vuelto a pringar de tierra la cara. Parecía que si no lo hacía, no estaba haciendo sus labores de agricultora correctamente. Le miré el manchurrón pero no dije nada, ya me reiria mas tarde.
- No...nada nuevo. - dije algo frustrado, recargando mi peso hacia delante y mirando la tierra removida. - Está todo mas o menos en calma... eso sí, no me he atrevido a acercarme ni un poco a los límites de los del Culto. - negué con la cabeza, que mal había salido todo aquello. Se sentiría mal Savannah porque la hubiesen expulsado? Ultimamente no hacían mas que expulsarla de todos sitios....aunque ese era bastante toxico a decir verdad.
- Sin noticias de Ian o Azahar. Me preocupan. Deberíamos buscarlos. Ninguno responde a los mensajes.
Me preguntó por las gallinas y yo automáticamente sentí hambre, porque no estaba hecho para la vida vegetariana....
- Seguro....podemos comprar algunas en el mercado. O intercambiarlas, puedes sembrar en macetas tomateras y patatas y hacer trueques. Están muy bonitas. - dije mirando a sus trenzas un momento aunque en principio hablaba de las tomateras.
- No...nada nuevo. - dije algo frustrado, recargando mi peso hacia delante y mirando la tierra removida. - Está todo mas o menos en calma... eso sí, no me he atrevido a acercarme ni un poco a los límites de los del Culto. - negué con la cabeza, que mal había salido todo aquello. Se sentiría mal Savannah porque la hubiesen expulsado? Ultimamente no hacían mas que expulsarla de todos sitios....aunque ese era bastante toxico a decir verdad.
- Sin noticias de Ian o Azahar. Me preocupan. Deberíamos buscarlos. Ninguno responde a los mensajes.
Me preguntó por las gallinas y yo automáticamente sentí hambre, porque no estaba hecho para la vida vegetariana....
- Seguro....podemos comprar algunas en el mercado. O intercambiarlas, puedes sembrar en macetas tomateras y patatas y hacer trueques. Están muy bonitas. - dije mirando a sus trenzas un momento aunque en principio hablaba de las tomateras.
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La mención del culto hizo que se acomodara de nuevo en el sitio, pensando en cómo había transcurrido la situación. Lo cierto es que nunca los había visto comportarse de forma tan agresiva por absolutamente nada -Es lo mejor, no hacerlo- Fue lo único que dijo al respecto pero finalmente alzó la cara de nuevo hacia él -Igualmente no los necesitamos, lo estamos haciendo bien- Añadió con una leve sonrisa, como infundiéndose ánimos a sí misma aunque en el fondo solía sentirse bastante desamparada.
-Ya…- Tragó en seco al pensar en que era buena idea buscarlos y, la verdad, es que Savannah intentaba ser leal con sus amigos y el momento que habían compartido en la cocina a ella le había llenado el corazón de alegría - ¿A dónde iría Ian? ¿O Azahar? Es que a ella no la conozco mucho y estoy más familiarizada con el aroma de Ian- "Y el tuyo", se ahorró decir. Terminó con las patatas y atrajo el balde que había señalado antes para meterlas allí. Después se incorporó y le tendió el balde para que lo llevara él, sacándose los guantes y sacudiéndolos un poco.
-Trueques…- Estaba familiarizada pero luego le dijo aquello de que eran bonitas y sonrió de lado -No conocía tu debilidad por mis tomateras- Le golpeó el hombro con el propio antes de empezar a andar hacia la cocina para buscar las macetas, metiéndose los guantes en el bolsillo trasero de los jeans -Pero es una buena idea- Miró hacia arriba, observando el sol -Las trasplantaré y prepararé hoy, mañana en la mañana podemos ir y hacemos los trueques. Los mejores se hacen a primera hora- Asintió, convencida de que sería una buena idea.
-Ya…- Tragó en seco al pensar en que era buena idea buscarlos y, la verdad, es que Savannah intentaba ser leal con sus amigos y el momento que habían compartido en la cocina a ella le había llenado el corazón de alegría - ¿A dónde iría Ian? ¿O Azahar? Es que a ella no la conozco mucho y estoy más familiarizada con el aroma de Ian- "Y el tuyo", se ahorró decir. Terminó con las patatas y atrajo el balde que había señalado antes para meterlas allí. Después se incorporó y le tendió el balde para que lo llevara él, sacándose los guantes y sacudiéndolos un poco.
-Trueques…- Estaba familiarizada pero luego le dijo aquello de que eran bonitas y sonrió de lado -No conocía tu debilidad por mis tomateras- Le golpeó el hombro con el propio antes de empezar a andar hacia la cocina para buscar las macetas, metiéndose los guantes en el bolsillo trasero de los jeans -Pero es una buena idea- Miró hacia arriba, observando el sol -Las trasplantaré y prepararé hoy, mañana en la mañana podemos ir y hacemos los trueques. Los mejores se hacen a primera hora- Asintió, convencida de que sería una buena idea.
- Si...y a decir verdad, mejor así. Que les den a los del Culto y a sus adeptos....muy amables pero nos habrían disparado si hubiesemos dicho de quedarnos.- Grupos asi mejor lejos, segun mi opinion.
- Ian....cuando está de mala hostia solía irse a un sitio a partirse la cara a cambio de dinero, creo que está por Jack the ripper o por el polígono industrial abandonado...si es que ese lugar sigue ahi. Porque no creo que se haya ido a Irlanda. - frunci el ceño, alguna vez lo habia hecho tambien, pero ahora tenia un hijo. - Azahar ...es posible que simplemente esté con sus padres y hermanos. Anteia iba a dar a luz y quizá la necesitan con ellos, no tendrá mucho tiempo para estar por aqui. A Ian podemos intentar rastrearlo por Londres.
Agarré el balde con patatas cuando me lo pasó, levantándome también cuando me echó en cara eso de mi debilidad por sus tomateras. La verdad las plantas no me inspiraban sensacion alguna, mas allá de ir a comermelas con algo de carne.
- Tampoco te lo creas tanto... - la seguí hasta la cocina robándole del pantalón trasero de sus vaqueros uno de sus guantes. Dejé el balde de papatas sobre la mesa y miré el guante que le habia sustraido con todo mi disimulo, colocándomelo en la mano. Me quedaba un tanto estrecho.
- Cómo sabes que los mejores se hacen a primera hora? - me acerqué a ella y le limpié la tierra de la cara usando la mano que me había metido previamente en el guante, para mantener las sombras a raya. Froté con el pulgar alli donde se había dejado rastro de tierra, que al estar bastante húmeda se le habia quedado pegada. - Tsch, vas hecha un desastre.
- Ian....cuando está de mala hostia solía irse a un sitio a partirse la cara a cambio de dinero, creo que está por Jack the ripper o por el polígono industrial abandonado...si es que ese lugar sigue ahi. Porque no creo que se haya ido a Irlanda. - frunci el ceño, alguna vez lo habia hecho tambien, pero ahora tenia un hijo. - Azahar ...es posible que simplemente esté con sus padres y hermanos. Anteia iba a dar a luz y quizá la necesitan con ellos, no tendrá mucho tiempo para estar por aqui. A Ian podemos intentar rastrearlo por Londres.
Agarré el balde con patatas cuando me lo pasó, levantándome también cuando me echó en cara eso de mi debilidad por sus tomateras. La verdad las plantas no me inspiraban sensacion alguna, mas allá de ir a comermelas con algo de carne.
- Tampoco te lo creas tanto... - la seguí hasta la cocina robándole del pantalón trasero de sus vaqueros uno de sus guantes. Dejé el balde de papatas sobre la mesa y miré el guante que le habia sustraido con todo mi disimulo, colocándomelo en la mano. Me quedaba un tanto estrecho.
- Cómo sabes que los mejores se hacen a primera hora? - me acerqué a ella y le limpié la tierra de la cara usando la mano que me había metido previamente en el guante, para mantener las sombras a raya. Froté con el pulgar alli donde se había dejado rastro de tierra, que al estar bastante húmeda se le habia quedado pegada. - Tsch, vas hecha un desastre.
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-Lo que me hace preguntarme… Si hablan de paz, por qué tenían tantas armas? ¿Por qué esa reacción?- Sospechó Savannah pero luego cerró los ojos soltando un suspiro quedo -Pero dije que no le iba a dar más vueltas, ahora mismo estoy bien y…tengo otros asuntos que atender-
El tema de Ian, y la preocupación de Jarkko, empezaban a filtrarse un poco más. El hecho de que acostumbrara a pelear por dinero… Bueno, no lo veía sano. Ella podía pegarle si quería, no era muy fuerte pero entre Jarkko y ella podían darle una buena tunda si lo suyo era paliar el dolor interno con el dolor físico.
-Cierto que iba a tener un hermano. ¿Y le podemos escribir a sus papás? ¿O Adam sabrá algo? ¿Era amigo de sus padres, no?- Le preguntó Savannah porque su relación con la Knox era muy nueva y sabía que Ian y Azahar eran mucho más que amigos, casi hermanos así que la relación de ambas familias seguramente era buena -Me parece buena idea, tenemos una nueva misión- Le guiñó un ojo contenta porque la verdad es que aunque la jardinería le daba ciertamente algo de alegría no era un objetivo en sí porque…Es que el jardín iba muy bien.
Al llegar a la cocina se lavó un poco las manos y estaba buscando una toalla para humedecerla y pasársela por la cara cuando escuchó la pregunta, se giró hacia él observándolo acercarse con su guante y mantuvo la mirada anclada en sus ojos -Tienes razón- Mencionó inclinándose hacia delante y acortando las distancias hasta que su nariz rozó la suya -También te gustan mis patatas- Le dijo cogiendo el balde y luego echándose un poco hacia atrás con una sonrisa pícara. Le gustaba ese tira y afloja que tenían, aún así su paciencia estaba por agotarse y como él tirara solo un poco más de la cuenta iba a acabar con ella encima… A fin de cuentas, una mujer tenía necesidades y dejó que eso se le notara claramente en la cara.
Finalmente se giró hacia el agua para lavar las patatas -Me lo enseñó mi madre. El clan tenía un pequeño mercado y decía que si ibas a última hora quedaban sólo los peores productos y como querían deshacerse de ellos, te los cambiaban por cualquier cosa. Así que si ibas tarde… Tú acababas con lo peorcito y ellos con lo mejor tuyo- Las restregó bien y luego las apartó finalmente buscando un trapo para humedecerlo un poco y pasárselo por la cara pero aprovechó y fue bajándolo por su cuello mientras se giraba hacia él -¿Mejor?- Inquirió con un tono que…intentaba ser inocente.
El tema de Ian, y la preocupación de Jarkko, empezaban a filtrarse un poco más. El hecho de que acostumbrara a pelear por dinero… Bueno, no lo veía sano. Ella podía pegarle si quería, no era muy fuerte pero entre Jarkko y ella podían darle una buena tunda si lo suyo era paliar el dolor interno con el dolor físico.
-Cierto que iba a tener un hermano. ¿Y le podemos escribir a sus papás? ¿O Adam sabrá algo? ¿Era amigo de sus padres, no?- Le preguntó Savannah porque su relación con la Knox era muy nueva y sabía que Ian y Azahar eran mucho más que amigos, casi hermanos así que la relación de ambas familias seguramente era buena -Me parece buena idea, tenemos una nueva misión- Le guiñó un ojo contenta porque la verdad es que aunque la jardinería le daba ciertamente algo de alegría no era un objetivo en sí porque…Es que el jardín iba muy bien.
Al llegar a la cocina se lavó un poco las manos y estaba buscando una toalla para humedecerla y pasársela por la cara cuando escuchó la pregunta, se giró hacia él observándolo acercarse con su guante y mantuvo la mirada anclada en sus ojos -Tienes razón- Mencionó inclinándose hacia delante y acortando las distancias hasta que su nariz rozó la suya -También te gustan mis patatas- Le dijo cogiendo el balde y luego echándose un poco hacia atrás con una sonrisa pícara. Le gustaba ese tira y afloja que tenían, aún así su paciencia estaba por agotarse y como él tirara solo un poco más de la cuenta iba a acabar con ella encima… A fin de cuentas, una mujer tenía necesidades y dejó que eso se le notara claramente en la cara.
Finalmente se giró hacia el agua para lavar las patatas -Me lo enseñó mi madre. El clan tenía un pequeño mercado y decía que si ibas a última hora quedaban sólo los peores productos y como querían deshacerse de ellos, te los cambiaban por cualquier cosa. Así que si ibas tarde… Tú acababas con lo peorcito y ellos con lo mejor tuyo- Las restregó bien y luego las apartó finalmente buscando un trapo para humedecerlo un poco y pasárselo por la cara pero aprovechó y fue bajándolo por su cuello mientras se giraba hacia él -¿Mejor?- Inquirió con un tono que…intentaba ser inocente.
- Porque guardan algo turbio! Seguro! - pero sí, ambos dejamos el tema atras, por nuestro propio bien....obsesionarnos no nos reportaba nada, al menos ahora sabiamos que eran un grupo armado, no tan pacificos como fingían.
- Buena idea, si, les podemos escribir para confirmar. - quizá Anteia nos mandase galletas de vuelta con la carta. No habria sido la primera vez. Lo de la nueva misión de ir a buscar a Ian pareció entusiasmarla....y a mi tambien la verdad. Podriamos ayudarlo y al mismo tiempo sentir que hacíamos algo mas que sembrar. Que sembrar estaba muy bien, pero...
Savannah me devolvió la jugada y me maldije a mi mismo por dentro porque, cómo no lo había visto venir ?Ella siempre me hacía lo mismo. Me incliné un poco hacia atras cuando se acercó tanto aunque no pude evitar el roce de su nariz. Me quedé mirandola a los ojos aunque cuando dijo eso de que tambien me gustaban sus patatas, los ojos se me desviaron a sus pechos. El instinto me habia traicionado, asi que parpadee fuerte, me rei y me di con la mano en los ojos.
Cuando volví a mirarla estaba de espaldas a mi, lavando las patatas en el fregadero y me mordí el labio inferior recorriendo su espalda. Podría lavárselas yo. En la ducha. El corazón empezó a irme absurdamente rapido al visualizar esa escena en mi cabeza , y me dio miedo que ella pudiera escucharlo.
"no es buena idea..."
Miré el estupido guante de jardineria que me quedaba pequeño y me lo quité, flexionando los metálicos dedos.
- Mmm, buen consejo.... - aparté la mirada de mi mano y la posé de nuevo en ella, bajándola a su cuello siguiendo el recorrido de ese trapo. Di un par de pasos hasta quedar frente a frente haciendo como que le examinaba en busca de mas manchurrones de tierra. - Te...nop, te has dejado manchas por ahi... - era mentira, pero es que había entrado en su juego de lleno. - Ahi, ves? - me acerqué mas y con el guante que me acababa de quitar, y que estaba manchado de tierra por ciertas partes, se lo pasé por el cuello dejando unas manchas muy pero que muy leves.
- Buena idea, si, les podemos escribir para confirmar. - quizá Anteia nos mandase galletas de vuelta con la carta. No habria sido la primera vez. Lo de la nueva misión de ir a buscar a Ian pareció entusiasmarla....y a mi tambien la verdad. Podriamos ayudarlo y al mismo tiempo sentir que hacíamos algo mas que sembrar. Que sembrar estaba muy bien, pero...
Savannah me devolvió la jugada y me maldije a mi mismo por dentro porque, cómo no lo había visto venir ?Ella siempre me hacía lo mismo. Me incliné un poco hacia atras cuando se acercó tanto aunque no pude evitar el roce de su nariz. Me quedé mirandola a los ojos aunque cuando dijo eso de que tambien me gustaban sus patatas, los ojos se me desviaron a sus pechos. El instinto me habia traicionado, asi que parpadee fuerte, me rei y me di con la mano en los ojos.
Cuando volví a mirarla estaba de espaldas a mi, lavando las patatas en el fregadero y me mordí el labio inferior recorriendo su espalda. Podría lavárselas yo. En la ducha. El corazón empezó a irme absurdamente rapido al visualizar esa escena en mi cabeza , y me dio miedo que ella pudiera escucharlo.
"no es buena idea..."
Miré el estupido guante de jardineria que me quedaba pequeño y me lo quité, flexionando los metálicos dedos.
- Mmm, buen consejo.... - aparté la mirada de mi mano y la posé de nuevo en ella, bajándola a su cuello siguiendo el recorrido de ese trapo. Di un par de pasos hasta quedar frente a frente haciendo como que le examinaba en busca de mas manchurrones de tierra. - Te...nop, te has dejado manchas por ahi... - era mentira, pero es que había entrado en su juego de lleno. - Ahi, ves? - me acerqué mas y con el guante que me acababa de quitar, y que estaba manchado de tierra por ciertas partes, se lo pasé por el cuello dejando unas manchas muy pero que muy leves.
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-Yo no los conozco, lo mejor es que lo hagas tú- Le dijo Savannah con toda la honestidad posible. Además si Azahar en serio estaba perdida, recibir la carta de una extraña preguntando por su hija quizás llamaría más la atención.
Tal como había esperado, Jarkko se había echado hacia atrás en cuanto se acercó lo que realmente le hacían preguntarse si era solo por timidez, realmente no tenía ningún interés en ella o es que le bajaba el libido una mujer que tenía las cosas claras. Aún así notó cuando sus ojos se desviaron a sus pechos y sonrió de lado.
Todo con él era tan fácil pero tan difícil.
Lo cierto es que ella se había sentido atraída desde el instante en el té. Pero sabía que Jarkko había tenido una situación bastante peliaguda con los Fenrir y en ese momento era el alfa del clan. Tenía responsabilidades y era la imagen que los representaba a todos, no podía simplemente… actuar como siempre. Comedida, así había sido.
Pero ya no era alfa. Y estaba casi segura de que ni siquiera pertenecía al clan.
La aceptación de esa idea, la sorpresa de descubrir que ese era el límite que se había marcado con Jarkko aceleró su corazón y por eso no escuchó el de él. Al girarse para seguir con el juego no esperó que se acercara a ella, siempre era él el que terminaba por enfriar las cosas pero cuando empezó a mostrarle las "manchas", todo su cuerpo se estremeció -La última vez que estuve tan sucia…Me di una larga ducha- Un poco de rintintin en esa última palabra haciendo referencia a lo que habían hablado antes de la misión del culto -... se sintió bien, se sintió tan bien...como esto…- No esperó ni un segundo más y lo cogió de la nuca, porque no iba a permitirle que se fuera, y acortó las distancias entre ellos para besarlo con ese deseo contenido de quién sabía ya cuántos meses. Se movió lo justo para encerrarlo entre su cuerpo y la repisa, no iba a permitir que se fuera ni que huyera. Básicamente, no le apetecía.
Tal como había esperado, Jarkko se había echado hacia atrás en cuanto se acercó lo que realmente le hacían preguntarse si era solo por timidez, realmente no tenía ningún interés en ella o es que le bajaba el libido una mujer que tenía las cosas claras. Aún así notó cuando sus ojos se desviaron a sus pechos y sonrió de lado.
Todo con él era tan fácil pero tan difícil.
Lo cierto es que ella se había sentido atraída desde el instante en el té. Pero sabía que Jarkko había tenido una situación bastante peliaguda con los Fenrir y en ese momento era el alfa del clan. Tenía responsabilidades y era la imagen que los representaba a todos, no podía simplemente… actuar como siempre. Comedida, así había sido.
Pero ya no era alfa. Y estaba casi segura de que ni siquiera pertenecía al clan.
La aceptación de esa idea, la sorpresa de descubrir que ese era el límite que se había marcado con Jarkko aceleró su corazón y por eso no escuchó el de él. Al girarse para seguir con el juego no esperó que se acercara a ella, siempre era él el que terminaba por enfriar las cosas pero cuando empezó a mostrarle las "manchas", todo su cuerpo se estremeció -La última vez que estuve tan sucia…Me di una larga ducha- Un poco de rintintin en esa última palabra haciendo referencia a lo que habían hablado antes de la misión del culto -... se sintió bien, se sintió tan bien...como esto…- No esperó ni un segundo más y lo cogió de la nuca, porque no iba a permitirle que se fuera, y acortó las distancias entre ellos para besarlo con ese deseo contenido de quién sabía ya cuántos meses. Se movió lo justo para encerrarlo entre su cuerpo y la repisa, no iba a permitir que se fuera ni que huyera. Básicamente, no le apetecía.
Había acordado que yo mandaría la carta, aunque la verdad, eso sería algo que olvidaría en los segundos proximos, que me habia comprometido a hacer tal cosa. Me quedé mirando su cuello, su aroma me invadía y.... por mas que mi cabeza me decia que hiciera como siempre y retrocediese, mi cuerpo ya no podía mas, y me atraia a ella como un imán.
Ella por supuesto no se retiraba, no cedía espacio. Lo mucho que me gustaba, y me asustaba aquello....no podría ni adivinarlo. Su frase, como si me estuviese leyendo el pensamiento, casi me arrancó un gruñido de súplica.
- Si sigues por ahi... - no, no iba a poder aguantarme más. Evidentemente mi advertencia era inutil, yo queria que fuera inutil, y ella dio el primer paso. Sentí como mi cuerpo entero respondía, el contacto con sus labios fue electrizante y casi me derritieron de placer. Su dominancia al agarrarme por la nuca y dejarme contra la repisa y ella hicieron que mi pulso se acelerase aun mas.
Cerré los ojos y respondí a ese beso sin molestarme en parar a tomar aire. La vocecilla de la consciencia me echaba la bronca y yo la mandaba callar. Que me detenía?
Nada.
Se me olvidó todo conforme me besaba, conforme la besaba. Posé mis manos en su cintura sobre la ropa y las bajé hacia su trasero, agarrándolo con fuerza y pegándola mas contra mi, para que pudiera notar todo el deseo que estaba despertando en mi cuerpo. Besé su cuello con frenesí, apoyando una de mis manos contra la repisa y tirando al suelo algo que vete a saber que era, no le hice ningun caso.
Ella por supuesto no se retiraba, no cedía espacio. Lo mucho que me gustaba, y me asustaba aquello....no podría ni adivinarlo. Su frase, como si me estuviese leyendo el pensamiento, casi me arrancó un gruñido de súplica.
- Si sigues por ahi... - no, no iba a poder aguantarme más. Evidentemente mi advertencia era inutil, yo queria que fuera inutil, y ella dio el primer paso. Sentí como mi cuerpo entero respondía, el contacto con sus labios fue electrizante y casi me derritieron de placer. Su dominancia al agarrarme por la nuca y dejarme contra la repisa y ella hicieron que mi pulso se acelerase aun mas.
Cerré los ojos y respondí a ese beso sin molestarme en parar a tomar aire. La vocecilla de la consciencia me echaba la bronca y yo la mandaba callar. Que me detenía?
Nada.
Se me olvidó todo conforme me besaba, conforme la besaba. Posé mis manos en su cintura sobre la ropa y las bajé hacia su trasero, agarrándolo con fuerza y pegándola mas contra mi, para que pudiera notar todo el deseo que estaba despertando en mi cuerpo. Besé su cuello con frenesí, apoyando una de mis manos contra la repisa y tirando al suelo algo que vete a saber que era, no le hice ningun caso.
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-¿Qué?- Susurró cuando le dio el inicio de aquella advertencia. Quería saber qué iba a decirle pero, al mismo tiempo, no lo dejó responder porque necesitaba ese contacto. Su deseo era una tormenta que se había estado formando desde hacía mucho tiempo y en el instante en el que Jarkko respondió a su beso, se estremeció de placer soltando un gruñido desde el fondo de su garganta. Ya no había retrocesos, ya no había nada que esperar.
Una parte de ella aún esperaba que se alejara, que la detuviera pero sus manos bajaron por su espalda hasta su trasero atrayéndola hacia él y Savannah fue plenamente consciente de que la lujuria que a ella la hacía zozobrar, ambos la compartían. Apoyó su pecho en el de él y cuando sus labios bajaron por su cuello, la peliblanca cerró los ojos notando la suavidad de sus besos y la pasión que lo embargaba.
Una de sus manos subió hacia su cabello, enredando los dedos allí con fuerza para mantenerlo en el lugar en el que estaba mientras la otra descendía hacia su zona sur y acariciaba sin ningún tipo de reserva. Bajó levemente la cabeza para acercar los labios a su oído -¿Me vas a dejar cabalgarte hasta que estemos exhaustos?- ¿Era eso lo que iba a decirle cuando le advirtió lo anterior? No lo sabía y llegados a ese punto tampoco le importaba.
El sonido de algo en el piso debió haberla distraído pero no. Aprovechó y mordió el lóbulo de su oreja con firmeza porque…Era lobo. Ese pensamiento la hizo gemir de satisfacción. Con los humanos Savannah siempre tenía que controlar su fuerza, sus instintos, su dominancia porque tenían casi siempre el ego y el cuerpo muy frágil. ¿Pero Jarkko? Era justo lo que le había recomendado el sanador. Subió la mano de su zona sur por debajo de la camiseta, percibiendo su definido abdomen con una promesa de fuerza y energía. Liberó su cabello para utilizar ambas manos y retirarle la camisa por encima de la cabeza, tirándola a algún lado.
Volvió a buscar sus labios después de eso, besándolo y mordiéndolo mientras sus dedos se deshacían del pantalón. Una vez libre de él, Savannah se alejó un poco para sonreírle brevemente antes de descender por su cuerpo besando su piel dorada y grabándose no sólo su sabor sino su aroma, todos sus instintos estaban enfocados en él y cuando estuvo en sus rodillas se ocupó de otorgarle aún más placer con la boca.
Una parte de ella aún esperaba que se alejara, que la detuviera pero sus manos bajaron por su espalda hasta su trasero atrayéndola hacia él y Savannah fue plenamente consciente de que la lujuria que a ella la hacía zozobrar, ambos la compartían. Apoyó su pecho en el de él y cuando sus labios bajaron por su cuello, la peliblanca cerró los ojos notando la suavidad de sus besos y la pasión que lo embargaba.
Una de sus manos subió hacia su cabello, enredando los dedos allí con fuerza para mantenerlo en el lugar en el que estaba mientras la otra descendía hacia su zona sur y acariciaba sin ningún tipo de reserva. Bajó levemente la cabeza para acercar los labios a su oído -¿Me vas a dejar cabalgarte hasta que estemos exhaustos?- ¿Era eso lo que iba a decirle cuando le advirtió lo anterior? No lo sabía y llegados a ese punto tampoco le importaba.
El sonido de algo en el piso debió haberla distraído pero no. Aprovechó y mordió el lóbulo de su oreja con firmeza porque…Era lobo. Ese pensamiento la hizo gemir de satisfacción. Con los humanos Savannah siempre tenía que controlar su fuerza, sus instintos, su dominancia porque tenían casi siempre el ego y el cuerpo muy frágil. ¿Pero Jarkko? Era justo lo que le había recomendado el sanador. Subió la mano de su zona sur por debajo de la camiseta, percibiendo su definido abdomen con una promesa de fuerza y energía. Liberó su cabello para utilizar ambas manos y retirarle la camisa por encima de la cabeza, tirándola a algún lado.
Volvió a buscar sus labios después de eso, besándolo y mordiéndolo mientras sus dedos se deshacían del pantalón. Una vez libre de él, Savannah se alejó un poco para sonreírle brevemente antes de descender por su cuerpo besando su piel dorada y grabándose no sólo su sabor sino su aroma, todos sus instintos estaban enfocados en él y cuando estuvo en sus rodillas se ocupó de otorgarle aún más placer con la boca.
- +18:
- - ... no voy a poder parar. - terminé aquella advertencia cuando me preguntó, que no era una advertencia en realidad, sonaba más a una súplica para que siguiera.
El corazón se me había acelerado tanto que mi temperatura se elevaba por momentos, sintiendo latigazos de deseo recorrerme el cuerpo, teniendo como punto de partida alli donde las manos de Savannah me acariciaban. Cada uno de esos latigazos me unian mas a ella, y me hacian querer profundizar más....
Ella empezó a desvestirme y mientras lo hacía, era consciente de que estaba dando rienda suelta a toda la atraccion que habia estado sintiendo por ella. Evidentemente, sus pequeños y tentadores gestos...esos que le habia dedicado...no eran solo por confundirlo o ponerlo nervioso. Ella iba en serio y podía notarlo en su piel, alli donde ella iba dejando sus besos.
Le dejaría hacer eso, y más si quería. Emití un jadeo de sorpresa y placer contenidos, al notar como envolvía mi virilidad con su boca. Aferré mis manos contra la encimera, mientra la tensión se iba acumulando mas y mas, teniendo que dejar salir parte de ella en forma de gruñidos de placer. La llamé y le pedí que me mirara, antes de....antes de agacharme a su altura y besarla nuevamente, devorando su cuello despues a besos y a mordiscos. La tomé por la cintura para levntarla, empujándola contra la mesa de espaldas. Me abrí hueco entre sus piernas, quitándole la camiseta, paseando mi lengua y mis dientes por sus senos, mientras que con las manos tiraba de sus pantalones hacia abajo para quitarselos, junto a la ropa interior (si es que lleva ). Planté mis manos en el borde de la mesa y seguí con los besos hasta su cintura y caderas, pasando despues a la cara interna de sus muslos, hasta ascender por ellos hacia su interior y devolverle lo que ella me habia hecho antes.
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- +18:
- Los gruñidos de placer de Jarkko no hacían más que animarla a seguir, a profundizar, a hacerlo reconocer todo lo que se habían estado perdiendo esos meses por estar haciendo el tonto. Cuando la llamó, alzó lentamente la cabeza para observarlo pensando que iba a estar complicado si creía que se iba a escapar de sus garras porque… Primero se la arrancaba con los dientes. Pero lo que hizo a continuación, la hizo jadear por la intensidad del beso. Le echó los brazos al cuello, atrayéndolo hacia ella aunque luego tuvo que hacer espacio para deshacerse de la camiseta, sacándose las botas también de camino y ayudándolo a bajar los pantalones.
La iniciativa de Jarkko no hacía más que encenderla, apoyó las manos en sus hombros mientras sus labios envolvían sus pechos y sus dientes le regalaban ramalazos de placer -Joder…- Si es que era idiota, por haber esperado tanto. Se arqueó para él, a medida que iba bajando y cuando sus labios recorrieron el interior de sus muslos, Savannah se mordió el labio para no gritar, mientras subía una pierna a su hombro y le daba más que acceso. Cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, disfrutando de cada instante que satisfacía una parte muy íntima de ella. Una de sus manos se enredó en el cabello de Jarkko marcándole exactamente cómo, dónde y cuándo lo quería, mientras la otra acariciaba sus pechos. Fue ahí cuando se dio cuenta de que…no estaba tocándola. Sus manos no las tenía sobre su piel y entre la niebla del deseo se esforzó por abrir los ojos y mirar dónde las tenía.
Las sombras…
No la tocaba, por miedo a lo que podía pasar…
A decir verdad, ella tampoco quería descubrirlo. No en ese momento.
Tiró de su pelo un momento para separarlo y se agachó también a su altura para besarlo mientras lo empujaba suavemente por los hombros hacia el piso para que se acostara, movió las manos por sus brazos y se detuvo antes de llegar a las sombras, sólo para guiar esos fornidos brazos por encima de su cabeza. Se subió a horcajadas de él, soltando un suspiro cuando su cuerpo se encontró con el del contrario y no dudó en moverse encima de él, un poco, alargando el placer y la expectativa de lo que estaban por consumar.
Se separó de sus labios lo justo para poder mirarlo a los ojos mientras su mano derecha bajaba y le ayudaba a guiarlo hacia su interior. Savannah se estremeció de pies a cabeza mientras la lujuria rugía dentro de ella, cerró los ojos soltando un bajo gemido aprobatorio. Se incorporó un poco, colocando sus manos sobre el pecho de Jarkko para tener algo de estabilidad, estiró una mano hacia sus labios y los recorrió con el pulgar -No quiero que pares- Se lo dejó bastante claro antes de cumplir exactamente lo que le había dicho que haría: Cabalgarlo.
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