Sótano//Residencia Rasputín

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Dibuje un gesto de desdén en mi rostro cuando Matvey dijo que aquello no era un pacto, riendo siniestramente después. El nigromante era un engreído, estaba claro. - Ah, se me olvidaba que a ti sólo te resulta beneficioso invocar a los demonios para tu propio beneficio...¿No te gustaría convivir con uno? Khaled Svensson lo lleva muy bien, aunque eso no puede evitar que maten a su familia...- me regodeé en el hecho de que había hecho caer a Astaroth durante el exorcismo que le quiso hacer Khaled, un punto negro en el historial del famoso líder de los Soul Reaper. La reactivación de la energía mágica del sello del suelo retrasó nuevamente mi intento de salir de la prisión que habían creado, a lo que respondí con un gesto retador acercándome al borde del círculo. Comprendí que estaba buscando el nombre demoníaco en aquel libro, que necesitaba saberlo.

- Te lo acabo de decir, descendiente de Rasputín...el último que me desterró fue el Svensson, pero a un alto precio. ¿Estás dispuesto a pagarlo tú también? - hablar de las víctimas no era un problema, pues eran como pruebas de todas las veces que había conseguido pasearme por el mundo de los mortales. - Incontables, sin duda. Que vosotros conozcáis...Jason Hacksaw. - clavé la mirada en Adam, disfrutando de su expresión al ver que sus manos volvían a sangrar.

- Alphonse Bertram. Mónica Gallagher. Astaroth Svensson. - había conseguido en Adam justo el efecto que esperaba, enfurecerlo, hacerle perder los nervios e increparme. Un ser tan lleno de odio era algo tentador, un recipiente perfecto en caso de tener que abandonar el recipiente actual. - Sería fácil...podría simplemente matarlo a él e ir a por ti. Tu propio caos interno te devoraría rápido. - Catherine se entrometió, poniéndose delante de Adam para cortar la interacción. Mantuve en ella esa mirada desafiante, como si quisiera intimidarla. Pronto dejé de hacerlo, debía luchar contra su poderosa intromisión mental. Se abrió paso entre la esencia del demonio hasta llegar a mi propia conciencia, aunque estuviese atenazada, paralizada. No sabía cómo luchar contra aquello.

"Me prometiste volver"

"Catherine...lo siento, lo siento. No puedo hacer nada contra esto, no soy rival para él. Siempre consigues encontrarme, pero esta vez..." me llevé las manos a la cabeza al sentir un fuerte dolor por intentar comunicarme con ella, dejando escapar un gruñido de dolor mientras me doblaba por la cintura.

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éxito: consigue comunicarse con Catherine
fallo: no lo consigue

El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Adam increpó al demonio, y no me pasó desapercibido ni por un instante lo que pretendía.  Lo miré gravemente, pero no dije nada. El demonio tenía las de ganar, en cualquier caso.

Desvié lentamente la mirada hacia Ian, con pesar, cuando empezó a reirse de modo siniestro. Sin embargo, era tal su ansia por herirnos, que no dejaba de revelarme información.

- Tú...has acabado con algun miembro de la familia Svensson? - los tenía bien estudiados, sobre todo,a los relacionados con mi arte. De hecho, Astaroth....fue candidato en el torneo a elección mia.  Até cabos, y asentí lentamente, comprendiendo... - Ya veo...o sea que eres tú. Llevo mucho tiempo tras tu pista.

No respondí directamente a eso de convivir con un demonio sellado en mi interior. A ningun nigromante era algo que eso le debiese atraer demasiado. El control que se debia mantener era constante...

- Ya lo entiendo. Khaled, al intentar desterrarte a tí de Astaroth.  - luego lanzó aquella amenaza contra Adam y me entrometí. - Si haces eso y matas a Ian al salir, te convertiré en un encadenado. Te quedarás atrapado a mi estudio hasta que el mundo cambie.

Me hice a un lado consultando el libro cuando ya tenía una idea de que demonio podría ser. En mi cabeza, la lista de nombres se estrechó a los que ya habia estado barajando hacía unos años. Dejé a Cath encargandose de la conciencia de Ian y volví a mi libro.  Comencé a recitar unas palabras en la lengua demoniaca, eran varios nombres, ninguno de ellos cortos, por supuesto.

Ninguno parecía ser el suyo, dar el resultado. La lista...era aun extensa. Taché aquellos nombres con los que habia fracasado.

"Daré con él, estoy seguro. Pero cuando lo haga..."
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dados para:exito (averigua ya el nombre) Fallo (no lo averigua)
20 caras: en caso del exito, del 0 al 20 cuántos intentos o cuanto tiempo tarda en dar con el correcto.

El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado de 20 caras' : 18

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#2 'Probabilidad' :

Tanto Matvey como Catherine intentaron que desistiera en mis propósitos de provocación al demonio. Ellainterponiéndose entre ambos, y el nigromante con una mirada fácil de interpretar, como si aquello no fuese a servir. Dejé escapar un sonido de frustración, estaba ya al límite después de tanta tensión y preocupaciones intensas en tan pocas horas. La lista de víctimas del demonio era larga, y a todos los conocía o había conocido. No sabía que acabó con el nieto de Khaled, y eso me hizo temer que Matvey no lo lograse.

- Ni lo intentes. - advertí con fiereza al demonio cuando amenazó con matar a Ian para entrar en mí, remarcando lo de mi caos interno. Sabía que podía ser cierto, que la presencia de un demonio me afectase más que a otros. O tal vez no... - Llevo mucho tiempo conviviendo con él, no te emociones tan pronto, demonio de mierda.- no sabía si distraerlo sería buena idea, al menos mientras que Catherine usase sus poderes mentales para llegar hasta Ian. - Dime si lo encuentras, Catherine...- murmuré a la chica, con la esperanza de que fuese capaz de localizar la conciencia de Ian.

Desvié la mirada hacia Matvey con impaciencia, eso de buscar un nombre le iba a llevar tiempo. Me acerqué a él para hablarle en voz baja, de modo confidencial. - ¿Cuánto tiempo puede aguantar así? ¿qué riesgos hay? - esperaba que pudiese darme alguna indicación si podía ayudar en algo, pero mis poderes aquí no iban a servir de mucho.

“Ian. Hey… ¡HEY!” Espetó para que parara de hacerse la víctima porque…No le gustaba. No podía verlo así porque no sabía cómo reaccionar “Estoy aquí y juntos vamos a sacarlo. Podemos hacer lo que sea juntos… No me jodas, de acuerdo? Hemos cambiado todas las reglas del mundo y esto no será la excepción.  Pero necesito que te quedes conmigo. Tu cuerpo está débil y puede pasar factura. Necesito que pienses en todo lo que te ata a ti a este mundo. Piensa en Aedan, piensa en nosotros. Necesito que tu conciencia se quede conmigo tanto como sea necesario. No dejes que el maldito demonio te aparte de mi porque te resucitaré para darte una patada en el estómago…” Le dijo con firmeza para luego sacudir levemente la cabeza “Si tú no estás… ¿Quién me va a robar mis almohadas?” Preguntó haciendo que sus propios recuerdos revivieran los de él. En el plano físico, Catherine sonrió levemente “Aparte… Tengo tantas cosas que mostrarte… ¡Aedan ha hecho una amiga! Es la hija de Johan….Y yo… yo he aprendido cosas y voy a poder ir contigo a todos lados. Te lo juro”, soltó un poco desesperada.

Por sus oídos había entrado la información de Astaroth y algo que había visto en la mente de Adramelech le hizo atar cabos. Cuando Adam se inclinó para decirle que le avisara si lo encontrara de un movimiento brusco le cogió del antebrazo y realizó la primera conexión mental con su suegro. Fue raro. Una especie de electricidad les recorrió por los brazos a ambos. Nunca había necesitado usar el físico para hacer un vínculo pero fue un gesto espontáneo “Está ahí. Asustado. No se cree rival pero está con nosotros. Deja de provocar al puto demonio porque genera más ira y eso le da más fuerza. No la cagues”, soltó el mensaje en la mente de Adam y después reclamó no tanto a él como a su mente, doblegándola “Puede que duela”, advirtió. Requirió las memorias de Khaled Svensson y el rostro del nigromante se perfiló en la mente de Cath una imagen que ya conocía “¿Cómo llegó Khaled Svensson a Francia?” Preguntó la bruja mientras la mente demostraba la brecha infernal. Es decir, que no estaba durante el inicio de aquella misión.

La bruja indagó más y no pudo evitar ver lo que Adam veía, Anteia con una mirada desquiciada mientras Chloe se desangraba en sus brazos. Catherine tembló levemente pero pronto empezó a aislar recuerdos. Aquí, allá. La pelirroja. La embarazada zarandeó a Anteia y luego se fue y empezó a buscar un nombre….Hasta que dio con él. En el momento en el que Cath entendió soltó a Adam y puso ambas manos en el báculo -Belialt, Catherine Le Fay te convoca a Ouroboros. Necesito información- Dijo con firmeza  y golpeó el suelo nuevamente sobre el báculo mandado su demanda al demonio sellado en el Soul Reaper.

“Estoy buscando ayuda, Ian, estoy aquí. No te voy a dejar”.

El demonio se sintió casi halagado de que el nigromante llevase tanto tiempo tras su pista. Asintió con una sonrisa siniestra cuando Matvey preguntó si él había sido el culpable de la muerte de algún miembro de la familia Svensson. Astaroth, obviamente. - Lo que me sorprende es que en el anterior torneo lo tuvieses delante de tus narices y no te dieses cuenta. ¿Cómo pudiste permitir que participase un poseído? Qué irresponsabilidad, Rasputín...¿qué dirían tus compañeros si se enterasen? - una risotada burlona retumbó en el sótano, regodeándose en el hecho de que fuese incapaz de descubrir su nombre de demonio. Sólo dejo de reír ante la amenaza de convertirlo en un encadenado si mataba al cuerpo del chico al salir. No dijo nada al respecto, prefirió dedicar una mirada altanera al Hacksaw. - Si lo deseas puedo arrastrarme ya al infierno para que empieces a pagar por todo lo que has hecho... - hizo una impostada reverencia, intentando después evitar sin éxito la intrusión mental de la mujer. Su conversación con Ian le repugnaba, aunque él se esforzaba por seguir conectado a ese vínculo, a intentar agarrarse a algo que le impidiese ser devorado por el demonio.

"No voy a dejaros, no voy a hacerlo, estoy intentando aguantar...sigue hablando"

"¿Crees que vuestra patética y repelente conversación es suficiente para mantener a raya a un demonio? ¿Creéis en esas vomitivas patrañas del poder del amor?"

El licántropo trató de aferrarse con fuerza a todos esos recuerdos que le ataban al mundo, tal y como decía Catherine. Pensó en ella, en cómo se conocieron, en aquella noche en las literas de la base de los renegados y en todos los momentos que vinieron después. También en Aedan y en cómo lo había cambiado todo y y cómo le había obligado a dejar de ser un crío. Siguieron imágenes de su madre y de su padre en su infancia cuando eran felices, de sus juegos y riñas con Chloe. Los Knox también se encontraban entre sus recuerdos más preciados. Lyran, siendo como un padre para él cuando Adam no actuaba como tal. Anteia, siempre cuidándolos a todos, Azahar, su amiga de toda la vida con la que tantas cosas había vivido. Jarkko había llegado más tarde, pero también se había ganado un hueco importante.

La fuerza del demonio se intensificó más aún, cuanto más luchaba Ian, más poder trataba de ejercer para mantenerlo a raya. Una nueva explosión provocada por el demonio hizo tambalearse las barreras de la prisión en la que estaba encerrado, estando a punto de romperla y provocando que algunos libros cayesen de sus estanterías por el temblor que recorrió la estancia. Aquella prisión no aguantaría mucho más. La nariz comenzó a sangrarle al licántropo tras aquello, al igual que los oídos. El ser del infierno podía usar sus poderes en plenitud dentro de aquella jaula, necesitaba ayuda exterior. Volvió a fijarse en Catherine, esta vez aprovechando esa conexión mental que había creado para adentrarse en sus deseos, en sus miedos, buscando algo que utilizar para manipularla. Paz, deseaba paz y que su familia estuviese bien, pero eso no le servía de mucho. Indagó más, encontrando los recuerdos de su padre y el modo en que aquello la afectaba. Fue entonces cuando adoptó el aspecto del padre de la Le Fay, usando su tono de voz.

- Catherine, hija...puedes hacerme volver. Hay un modo de hacerme regresar. Pero no lo obtendrás de esta gente. Libérale de la prisión y te ayudará a hacerme volver. Perderás también a Ian si no lo haces, igual que me perdiste a mí. Morí por culpa de Matvey, y él también te arrebatará hoy a tu marido. Vamos, no tengas miedo. Actúa por ti misma.

- Depende de la fortaleza del  individuo y de cuánto quiera consumir el demonio....tu hijo es fuerte, eso ayuda... él sigue ahi. - dije para reconfortarlo. Riesgos? El muchacho podría morir.- La verdad es que el riesgo que hay es el más alto que un padre podría pagar...Pero la otra opcion que es no hacer nada...es incluso peor.

Dije con voz algo pesambrosa. Tenía que ser sincero.  Miré a Cat cuando intentó invocar a Belialt pegando aquel porrazo en el suelo y con esas palabras. Me quedé un poco wtf.
- Cath, no funciona así... - le comenté con disimulo, no queria avergonzarla. - Tu dices el nombre del diablo, Belialt en este caso, y ellos pueden saber quien y donde los ha nombrado...si vienen o no...es cosa suya....

Si el demonio era curioso, vendría. Si no no. Tambien cabia la posiblidad de que no la hubiese ubicado. Volví a mi libro, sacando una botella de vodka de mi tunica para pegarle un trago. Tenia la lengua seca de tanto pronunciar palabras extrañas.

Miré a Ian con rencor, era cierto. A mi tambien me jodia no haber identificado al demonio antes.  Intentaba hacerme dudar y ponerme en evidencia. Al menos lo de convertirlo en un encadenado lo habia dejado temporalmente mudo.

Otra muestra de su poder, la jaula de cuarzo no aguantaria mucho mas, y el cuerpo del chico parecia al limite, con aquel reguero de sangre en su nariz. Volví a mi libro mientras Cat se esforzaba en la mente de él, pero al final resultó contraproducente, pues su forma fisica comenzo a cambiar y...

- Stavron....

"Saber de la transfiguracion...de la añoranza..."

- Corruptor. - volví a mi libro, buscando freneticamente. Aunque las palabras del demonio fueron como un cuchillo en el corazón.  Me detuve para mirarla. Teniamos que aguantar. Negue con la cabeza. - Cat, no. Sabes que no es cierto...no lo escuches. No es él.


Me afané en la lectura. Aquel descubrimiento me hizo descartar otros muchos nombres, pero aun quedaba una larga lista. Tardé varios minutos mas aun de salmodias y versos en la lengua demoniaca. Solo quedaban tres por cantar y de esos tres sabia que uno tenia que ser, y lo tendría en mis redes.
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dados para:exito (averigua ya el nombre) Fallo (no lo averigua)
20 caras: en caso del exito, del 0 al 20 cuántos intentos o cuanto tiempo tarda en dar con el correcto.

El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado de 20 caras' : 18

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#2 'Probabilidad' :

Me frené un poco cuando Catherine se metió en mi mente, pidiendo que no provocase más al demonio. No sabía que eso le daba más fuerza, pensé que serviría para que se interesase en mí más que en Ian. Gruñí frustrado, dando un paso atrás. Al menos ella había conseguido contactar con Ian, estaba allí aunque estuviese asustado. Respiré profundamente tratando de calmarme, respondiendo secamente al demonio cuando me invitó a llevarme al infierno. - Que te jodan. - repliqué con desprecio absoluto. No sería él quien me llevase, y no sería ahora.

Cada palabra de Matvey me preocupaba más que la anterior por imaginar lo que podría pasar. Ian podría caer, por muy fuerte que fuese físicamente. - Haz lo que tengas que hacer, él aguantará. - murmuré con la voz algo ronca, sin poder apartar la vista de la prisión de cuarzo. Quería creer que lo lograría, y necesitaba que lo hiciese ya. La prisión se rompería pronto, y el cuerpo de Ian también. De repente se produjo un cambio en el aspecto de Ian, probablemente fuese una ilusión, pero se transformó en alguien que decía ser el padre de Catherine.

"cambio de estrategia...rastrero"

Desconocía las historias entre Matvey, Catherine y el supuesto padre, pero me parecía todo una basura para manipularlos. - A la mierda con tu padre y el pasado. Ya no puedes hacer nada, está hecho...se acabó. - negué con la cabeza, soltando un sonido irónico. Si fuese tan fácil cambiar el pasado y traer a gente de vuelta yo ya lo habría hecho. - Ni puede cambiar nada, ni lo haría aunque pudiese. ¡Acabad con él de una puta vez! - alcé la voz furioso por aquella treta, sintiéndome impotente por no poder hacer nada.

Cuando Ian respondió una sonrisa genuina se dibujó en los labios de Cath  “Pues… Creo que me han regalado un huevo de dragón. ¿Te dije que tengo amigos dragones? Es precioso...de color dorado pero no tengo idea de cómo cuidarlo. Parece que Aedan sí… Se la pasa haciendole mimos y cosas”, se rió y compartió aquel pensamiento con ella. Mejor dicho, aquel recuerdo.  No obstante, en cuando escuchó la voz del demonio, Catherine decidió ignorarlo porque tal como le había dicho a Adam no quería provocarlo. Y sí, si que creía en esas patrañas del amor porque cuando ella lo había necesitado Ian le había llenado el corazón con ello y eso la había recuperado.

La morena abrió los ojos cuando Matvey le llamó y sus mejillas se sonrojaron con evidencia -Oh…- Indicó asintiendo -Pues… Me faltan esas clases de nigromancia- Le susurró y entonces inspiró profundamente y volvió a concentrarse -BELIALT- Gritó de nuevo y no añadió nada más. Mantuvo las manos en el báculo mientras de pronto algo titiló en la prisión y aquello le generó miedo. No quería que el demonio saliera pero lo que ocurrió frente a sus ojos multicolores fue aún más increíble. La Descendiente observó cómo los rasgos de Ian mutaban hasta convertirse en su padre.

El mismo paso que Adam echó hacia atrás lo hizo ella, como si la sola presencia e imagen de su padre la debilitara. Catherine observó los ojos de su padre con intensidad. Sabía que decirle… Sabía cómo. ¿Era cierto que él podría? La morena volvió el paso hacia adelante cuando mencionó a Matvey y lo observó con la duda marcada en el rostro. Temblaba y así como ella, su báculo también -Pero es…- Murmuró confundida hasta que volvió la vista hacia su padre cuando terminó aquella frase.

“Actúa por ti misma”

El recuerdo penetró tan rápido en su mente que le dolió, Catherine cerró los ojos haciendo que las lágrimas que habían llenado sus ojos se deslizaran por sus mejillas. Se lo había gritado Ian cuando se había enfrentado a sus peores miedos. Sin esperar nada de nadie, sin pensar en qué dirían los demás. Miró hacia los ojos de Stavron con dolor pero al mismo tiempo resignación. Había hablado con él, había hecho las paces y sabía que si no era posible le perdonaría. Se lo dijo.

“Actúa por ti misma”

Ella que era una maestra de ilusiones sabía que el ojo podía ser engañado pero no el corazón. Se dio la vuelta, dándole la espalda al demonio sin importarle que Adam la observara llorando de esa manera. Con tanto dolor y tanto rencor guardado. Volvió a aferrarse al báculo con fuerza mientras escuchaba a su suegro gritar -No seguir las órdenes de un demonio. No hacer pactos con un demonio. No hacer caso a un demonio. No oír a un demonio- Repitió en voz baja para sí misma mientras lloraba. Un mensaje de pronto la sacó de su cantico y abrió los ojos mirando su muñeca. ¿UN CÓNCLAVE?¿AHORA? Ignoró el mensaje y volvió a hablar con Ian.

“Vuelve a mí, Ian. Eres mi presente, eres mi futuro. No puedo vivir en el pasado. No quiero hacerlo...Ian, actúa por ti mismo”.

El demonio decidió ignorar deliberadamente a Adam, ya que no obtenía nada de él. Decidió centrarse en el nigromante y en la joven. La figura de Stavron permaneció imperturbable ante Catherine, tratando de horadar su voluntad mediante el saber de la añoranza del demonio. Conocía sus deseos y sus miedos, no era difícil dar en el punto débil de cada cual. La culpabilidad de Matvey, la de Catherine...el modo en que lo echaba de menos. La voluntad de la muchacha pareció flaquear unos instantes, haciendo que el demonio se deleitase brevemente en el triunfo que parecía a punto de obtener. Ella le ayudaría contra el nigromante, y también lo liberaría. Estaba ya seguro de su victoria, las lágrimas de Catherine eran un signo inequívoco de que estaba a punto de quebrarse...

"mujer estúpida"

El susurro de la mujer y el intento de conexión mental con Ian dio al traste con los planes del demonio, haciendo que estallase de manera iracunda. - Vosotros lo habéis querido...sufrimiento entonces. - no habían conseguido dar con su nombre aún, pero faltaba poco. No sería enviado de nuevo al plano demoníaco sin presentar batalla o sin obligarles a romper la prisión para permitirme escapar. El cuerpo del huésped trató de luchar contra aquello, sintiendo que no podría hacer mucho más para resistir ante tal poder mágico. Simplemente intento conectar con la mente de Catherine una vez más para que leyese en su mente un "te quiero". Un grito desgarrador salió de la garganta del licántropo cuando cayó de rodillas al suelo mientras de sus ojos y su boca salía un oscuro humo a presión de manera vertiginosa, conformando poco a poco una negra figura demoníaca que parecía estar hecha de sombras, de pura oscuridad.



El cuerpo de Ian quedó tendido en el suelo después de que el demonio saliese de él por voluntad propia, tomando su forma verdadera. El ser mostró una sonrisa macabra antes de mostrar sus garras, descargando un brutal zarpazo contra el torso de Ian. Tras eso se abalanzó sobre él, comenzando a emponzoñar la herida con su saliva venenosa a través de mordiscos. Pretendía devorarlo.

corruptores:

Aunque mis intenciones habian sido ir, simplemente, a Ouroboros, quienes quieran que habian pronunciado mi nombre anteriormente siguieron insistiendo, de manera que al final pude identificar quien y donde exactamente lo habian usado, y con la informacion de Adramelech, no dudé en "personarme" en aquel lugar.


Al aparecer a través de un portal demoníaco, lo hice directamente al lado de Catherine. Identifiqué rapidamente las auras, incluida la del nigromante, pero sobre todo, la de aquel otro demonio. Me resultaba conocida ya. Pero para cuando llegué, el demonio había abandonado el cuerpo que había poseido, y se disponía a destrozarlo...tal como hizo con Astaroth.

Un rápido vistazo me valió para ver como la historia se repetía. Matvey, concentrado en el exorcismo y con el demonio retenido en aquel sello, no podía entrar en combate físico ahora mismo.

Los otros dos, si hubiesen sido inteligentes, se habrían marchado. No eran más que receptáculos para aquel demonio, posibles vasijas y vías de escape para él.

Sabía que podía entrar, pero, salir? Eso era ya otra cosa. Aun así, no me lo pensé. Aparecí dentro de la prision de cuarzo, dejando que Belialt se apoderase en mayor medida de mi a cambio de sus poderes. Lancé una mano contra el cuello del Corruptor, solo que no era una mano humana, era una garra terminada en afiladas cuchillas, de color negro como el resto de la piel. Con ese gesto lo aparté del cuerpo del crio. Los ojos llameaban cuando llamé al demonio por su nombre astral, regodeándome en aquello. Sentaba tan bien...

- Vuelve para que siga desterrándote...vuelve....y el infierno te parecerá el lugar más bello de la creación. - miré sobre el hombro del corruptor y con la otra mano dibujé un sello en el aire que quedó marcado con lenguas de fuego, abriendo un portal demoniaco tras él, al que lo fui empujando lentamente. Sin apartar ahora la vista de mi víctima, me dirigí al mago. Dos nigromantes podían llegar mucho mas lejos que uno. Aunque no era común que colaborasen....
- Rasputín, ahora.

El miembro 'Khaled Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Probabilidad' :


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#2 'Probabilidad' :

Las cosas se estaban poniendo tensas, dificiles. Adam se mantuvo firme, y Cath...aunque le costó, lo estaba logrando tambien. Yo por mi parte, estaba tan concentrado en mi letanía que no podía distraerme, o perdería todo el poder que habia ido acumulando sobre el hechizo.

Antes de que pudiera dar con su nombre, el demonio salió de Ian por voluntad propia. Para ir a atacar al joven....una treta, sin duda.

Estuve a punto de gritar un "NO!" de alarma, pero mi autocontrol me sostuvo de hacerlo, pues eso habria supuesto perder lo recitado hasta ahora, mandar al traste mi concentracion. No podía hacer mucho mas por Ian, salvo tratar de controlar a ese demonio, y para eso debia de seguir el hechizo.

Me preocupó mucho sentir como se abría otro portal demoniaco, una aparicion mas. Pêro me di cuenta de que mi temor era infundado en cuanto distinguí al aparecido, que en resumidas cuentas era un demonio, si, pero nigromante tambien.

Pronunciamos el nombre del demonio casi al unísono. Noté que ya lo teníamos. Y ya estaba fuera! En sus deseos por desestabilizarnos, por obligarnos a abrir la prisión para ir a salvar a Ian y que lo dejasemos libre por un desliz...nos había allanado el camino.... Ahora solo tenía que sobrevivir a sus heridas....y con los sanadores tan buenos que teniamos eso estaba dado por hecho....

"te estás distrayendo"

Sonreí mientras terminé de pronunciar su nombre, notando como la magia establecía una especie de nexo entre el demonio y mi propio poder, un yugo. Asentí a las palabras de Khaled, y obligué al demonio a ceder, infligiéndole dolor mediante aquel nombre. Tal como habia hecho con aquellos de menor nivel durante el Torneo. Con Khaled reteniendolo y el portal abierto atrás, fue fácil terminar de hacer desaparecer al demonio por aquella brecha infernal, que se cerró rapidamente tras eso, dejando un extraño eco tras de sí.

Resoplé agotado dejandome caer sobre las rodillas. Habian sido poco más de 30 segundos, pero altamente extenuantes.
- Ya...está...

Estaba tan concentrada en mantener a Ian unida a ella que al escuchar el “Te quiero” sintió una opresión fuerte en el corazón y abrió los ojos con terror. Miró Adam un instante mientras oía al demonio soltar su veneno, se giró hacia Matvey con un gesto de súplica en el rostro -NOOOOO!!!- Gritó desgarradoramente cuando el demonio hirió a Ian y se dejó caer sobre sus rodillas, sosteniéndose al báculo para no ir al piso. Se acercó hacia Ian y le habló -Resiste, por favor, resiste- Le dijo manteniéndose alejada del cuarzo para no liberar al demonio por error.

La entrada de una nueva mente en aquella área le alertó y se levantó de pronto preparada para… Enfrentarse a lo que fuera y proteger a Matvey para que terminara aquel exorcismo pero entonces reconoció el rostro de Khaled y sólo se apartó del medio a sabiendas, en una ligera y rápida conexión mental, sus futuras acciones. Se mantuvo al lado de Ian, pues volvió a agacharse a sabiendas de que la voz de Khaled y Matvey se unía en lo que sólo podía ser la expulsión del demonio de aquel plano -Estoy aquí, Ian. Ya termina, por favor, quédate conmigo-

En efecto, ambos nigromantes expulsaron al demonio y Catherine en seguida pasó sobre la prisión y miró la herida de Ian. Algo en su mente hizo click y puso una mano sobre Adam para que no se llevar a Ian todavía. Buscó en su bolsa y sacó una de las pociones que eran para cerrar heridas. No tardó mucho en aplicarla y cuando vio el efecto de la nube verde supo que había hecho bien. Tras ello asintió hacia Adam que lo levantó en dirección hacia la puerta de salida.

“Jo, vamos al hospital. El demonio ha atacado a Ian…Está…está en muy mal estado”

Avisó a su nueva amiga y después se incorporó mientras replegaba el báculo, se giró hacia Khaled con un gesto casi solemne aunque su rostro estaba cubierto de lágrimas -Gracias- Soltó, con firmeza y luego se giró hacia Matvey. Con él no hubo palabras, le abrazó directamente con fuerza durante un rato. Si no fuese por él… -Te veo en un rato en el cónclave. Gracias…- Le susurró pegando su frente a la de él. Tras ello fue corriendo tras Adam, a quien le abrió la puerta encontrándose de frente con los Guardias de Ouroboros. Aquello la pillo desprevenida y más por la momia que traían -Descendiente, no debería estar en el Cónclave?- La mirada de Catherine se encendió y pasó por lado ignorándole mientras salían del sótano de Rasputin rumbo al hospital.

Cónclave.
Maldito Cónclave.
¿Quién convoca un cónclave? Lo iba a matar.

La comitiva se movió del hospital al edificio de los Descendientes con premura y al llegar, el Teniente Royden se acercó a la puerta a tocar cuando fue abierta -Descendiente, no debería estar en el Cónclave?- La mirada de Catherine hizo que el Teniente se echara hacia atrás y observó a la persona que llevaban en brazos y maldijo entredientes. Era el esposo. ¿Cómo es que habían tantos MALDITOS POSEÍDOS?

No le dio tiempo a preguntar más sino que paso e hizo una seña para que todos pasasen. Espero allí -Descendiente Matvey. Tenemos una urgencia con otra poseída. Ha atacado el hospital. La mantenemos sedada y...- Se detuvo un momento y vio a Mérida -Momificada- Explicó -Necesitamos una prisión de cuarzo según nos ha dicho...- Miró a Cleopatra un segundo -Un espíritu Svensson- Dijo mirando la cara del espíritu y tras ello algo hizo click -Estuviste en el torneo. Tu nombre era... Eras...¡Astaroth Svensson!- Como buen nacido en la isla los torneos despertaban fervor y el teniente habís sido guardia de aquellos torneos. Así que lo recordaba -El espíritu del nigromante Astaroth Svensson- Indicó con un tono de orgullo en su voz.

No entendía qué estaban haciendo la guardia, la petición era clara. Traer una persona a un lugar, no tenía ni idea de en qué momento se decidió que si Mahoma no iba a la montaña la montaña iría a Mahoma. Miraba nerviosa el teléfono esperando la llamada de Adramelech, guardando y sacando el teléfono cada tanto. Iba detrás de los guardias con un paso lento, cansada. En ocasiones me tenía que detener para respirar un poco. Lo bueno es que había podido recuperar todas mis cosas según salía por la puerta del hospital. ¿En serio, por qué no se desaparecen? Y la mejor pregunta: ¿a dónde van?

El camino se me hace eterno esperando con ansiedad la llamada que nunca llega del hermano Svensson esperando que nos pudiera ayudar con su abuelo. En alguna ocasión me paré a cambiarme las curas y tomar alguna herbovitalizante. La magia que  había hecho el demonio conmigo me había agotado más de lo que esperaba. Al rato entendí dónde estábamos, y es que nos habían traído al sótano de Matvey. Y, en efecto, parecía que las cosas también estaban un poco complicadas allí abajo. Alzo la mano cuando mencionan lo de la momia, como indicando que era mi culpa. –No había forma de controlarla. Está atada, la hemos dejado sin magia y dormida. Mucho. Muchísimo- Miré de reojo al guardia que estaba liderando la comitiva, especialmente porque los muy perros no me habían ayudado en todo el viaje a llevar mis cosas y ahora se las intentaba de simpático -Y ahí tienes al abuelo de tu espíritu del torneo- Le señalé con la cabeza al otro Svensson de la sala


Curación Cleopatra= 10 habilidad + 15 dados +5 herbovitalizante=30
PS: 87-10 sangrado interno+30=107
Herbovitalizante 9/10

El miembro 'Cleopatra' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :